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ISBN: 978-84-7240-265-2
D.L.: SS-1257-2013
PRESENTACIÓN
En tus manos, lector, una nueva edición de los Escri-
tos de Francisco y Clara de Asís, que presentamos uni-
dos porque unidos vivieron sus autores una misma vo-
cación y porque, aun con acentos distintos y peculiari-
dades muy diferentes, ambos nos dejaron un mismo
legado de Evangelio: cuando «nadie le mostraba lo
que debía hacer», Francisco recibió «la revelación del
Altísimo» que le llamaba a «vivir según la forma del
santo Evangelio», y desde entonces su propósito no
fue otro que el de «seguir la vida y pobreza del altísi-
mo Señor Jesucristo y de su santísima madre»; y esto
fue lo que aconsejó y pidió que vivieran Clara y sus
hermanas.
La presente edición, aunque basada en nuestra an-
terior publicación Los escritos de Francisco y Clara de
Asís –publicada en esta misma editorial en 20 0 1 y
reeditada en 2002 y 2006–, va considerada, a todos
los efectos, una nueva obra, dadas sus múltiples e im-
portantes novedades con respecto a la anterior, y es-
pecialmente que la traducción de los Escritos de Fran-
cisco y Clara se ajusta a las últimas ediciones críticas de
los mismos, como se hace constar oportunamente en
nota, razón por la cual se ha modificado la división en
versículos de algunos textos, se ha introducido la Carta
a la señora Jacoba, entre los escritos de Francisco, y la
Carta a Ermentrudis pasa al Apéndice de los escritos
de Clara.
Escritos de Francisco y Clara de Asís
6
7
de nuestra cultura y sociedad, y de nuestra misma Igle-
sia, llamada a una vida más evangélica, a la que nos
urge el nuevo papa, que ha querido llamarse Francis-
co, remitiendo a la persona de Francisco de Asís y su
experiencia de retorno a la pureza del Evangelio. Quiera
Dios que esta nueva edición de los Escritos de Francis-
co y Clara de Asís pueda servir a ello, pues nos hablan
de su particular instinto de actualización del Evangelio
en su frescura y lozanía, y de la obra íntima de Dios en
quien se deja conducir por el «Espíritu del Señor y su
santa operación», que le lleva a vivir a Dios como «la
riqueza a satisfacción», a acoger agradecido lo que Él le
regala, a «orar con un corazón puro», y acercarse a to-
dos y a todo con un corazón fraterno y reconciliado por
la «pobreza y la humildad».
Escritos de Francisco y Clara de Asís
8
Siglas
9
SIGLAS Y ABREVIATURAS
1. Sagrada Escritura
Ap Apocalipsis
1Cor 1ª Carta a los Corintios
2Cor 2ª Carta a los Corintios
Col Carta a los Colosenses
2Crón Libro segundo de las Crónicas
Ct Cantar de los cantares
Dan Daniel
Dt Deuteronomio
Ecl Eclesiastés
Eclo Eclesiástico
Ef Carta a los Efesios
Ex Éxodo
Ez Ezequiel
Flp Carta a los Filipenses
Gál Carta a los Gálatas
Gén Génesis
Hab Habacuc
Hch Hechos de los Apóstoles
Heb Carta a los Hebreos
Is Isaías
Jer Jeremías
Jn Evangelio según san Juan
1Jn 1ª Carta de san Juan
Job Job
Lam Lamentaciones
Lc Evangelio según san Lucas
Lev Levítico
Escritos de Francisco y Clara de Asís
10
11
2. Escritos de san Francisco
Adm Admoniciones
AlD Alabanzas al Dios altísimo
AlHor Alabanzas que se han de decir en todas
las Horas
BenBer Bendición al hermano Bernardo
BenL Bendición al hermano León
Cánt Cántico de las criaturas
CtaA Carta a las autoridades de los pueblos
CtaAnt Carta al hermano Antonio
1CtaCle 1ª Carta a los clérigos
2CtaCle 2ª Carta a los clérigos
1CtaCus 1ª Carta a los custodios
2CtaCus 2ª Carta a los custodios
1CtaF Carta a fieles, primera redacción
2CtaF Carta a los fieles, segunda redacción
CtaJac Carta a la señora Jacoba
CtaL Carta al hermano León
CtaM Carta a un ministro
CtaO Carta a toda la Orden
ExhAD Exhortación a la alabanza de Dios
ExhCl Exhortación cantada a Clara y sus hermanas
FVCl Forma de vida para Clara y sus hermanas
NACl Normas sobre el ayuno para Clara y sus
hermanas
OfP Oficio de la Pasión del Señor
OrSD Oración ante el Cristo de San Damián
ParPN Paráfrasis del Padrenuestro
Rb Regla bulada de los Hermanos Menores
(1223)
Rnb Regla no bulada de los Hermanos Menores
(1209-1223)
Escritos de Francisco y Clara de Asís
12
13
15
Algunas semanas más tarde Clara y sus primeras
compañeras se establecen en San Damián, y reciben
de Francisco la Forma vitae (Forma de vida para Clara
y sus hermanas), con la que tiene lugar su plena
incorporación a la Fraternidad de Francisco, al que
prometen obediencia.
17
donde se queda por algún tiempo al agravarse su
enfermedad de los ojos. Compone entonces la
primera parte del Cántico de las criaturas y la
Exhortación cantada a Clara y sus hermanas. Y, tal
vez, también en las mismas circunstancias, dicta La
verdadera alegría.
LOS ESCRIT OS
ESCRITOS
DE FRANCISCO DE ASÍS
Escritos de Francisco de Asís
20
INTRODUCCIÓN
I. ORACIONES
EXPERIENCIA DE DIOS
II. CARTAS
FRATERNIDAD Y MISIÓN
V. ÚLTIMAS RECOMENDACIONES
FIDELIDAD
21
INTRODUCCIÓN
23
I. ORACIONES
EXPERIENCIA DE DIOS
25
27
consiste el amor, en que no hemos amado nosotros a
Dios, sino ha sido él quien nos ha amado.
El OFICIO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR nos introduce en la
experiencia más peculiar de la oración cristiana: la pala-
bra meditada y personalizada se transforma en celebra-
ción de Cristo. Por medio de este Oficio votivo Francisco
cumple la vocación del discípulo: «mirar al Traspasado»,
seguir los pasos de Jesús desde el nacimiento, a través
de la pasión y resurrección, hasta la ascensión. Ésta es la
pascua del orante, que, reviviendo por los salmos las
mismas disposiciones de Cristo, realiza su paso al Padre.
Asistimos a una delicadísima transformación de tex-
tos. Los versículos de los salmos no pertenecen a un
mismo lugar bíblico. Pero, por lo mismo, señalan los
matices, las preferencias, las perspectivas características
de la contemplación franciscana. Por ejemplo, el salmo
de las vísperas del día de Navidad bastaría por sí solo
para replantear el problema de la síntesis cristológica de
Francisco, ya que tantas veces se le ha atribuido la pérdi-
da de sentido litúrgico en la piedad cristiana posterior.
María ha ocupado un papel muy importante en la
contemplación de Francisco, muy vinculada a los temas
centrales de la economía de la salvación: la Alianza y la
elección, que, como se ve en el SALUDO A LA BIENAVENTU-
RADA VIRGEN MARÍA, tienen estructura trinitaria aunque
siempre se concentran en Jesús. María ha sido también
para Francisco el arquetipo de la gracia, en cuanto obra
de Dios en el hombre. Y tal es el empalme, con profun-
da intuición teológica, entre María y las virtudes.
Al término de un largo proceso espiritual, en el
Alverna, en septiembre de 1224, Francisco escribe las
Escritos de Francisco de Asís
28
29
1. AlHor 11; Cánt 1; Rnb 23,1 / ParPN 2; CtaO 51; RCl 6,1;
TestCl 24. 2. AlD 7. 3. CtaO 7.
2
Nuestra versión castellana de los escritos de san Francisco
se ajusta a la última edición crítica de los mismos, obra de Carlo
Paolazzi. No recogemos, sin embargo, algunos de los textos
incluidos en esa edición, o por considerarlos de escaso interés
– tal es el caso de Otros fragmentos de la Regla no bulada–, o
porque de ellos no nos ha llegado el texto sino tan sólo una vaga
referencia a su contenido. Cf. CARLO PAOLAZZI (Edit.), Francisci
Assisiensis, Scripta, Editiones Collegii S. Bonaventurae Ad Claras
Aquas, Grotafferrata (Roma), 2009.
3
En las referencias a los salmos seguimos la numeración
tradicional grecolatina, la de los textos oficiales de la liturgia.
Escritos de Francisco de Asís
30
2 EXHORTACIÓN A LA ALABANZA
DE DIOS (=ExhAD)
LA FIESTA DE DIOS Y SU OBRA
1
Temed al Señor y dadle gloria (Ap 14,7)4.
2
Digno es el Señor de recibir la alabanza y el honor
(cf. Ap 4,11).
3
Alabadlo todos los que teméis al Señor (cf. Sal 21,24).
4
Salve, María, llena de gracia, el Señor está contigo
(cf. Lc 1,28).
5
Alabad a Dios, cielo y tierra (cf. Sal 68,35).
6
Alabad al Señor todos los ríos (cf. Dan 3,78).
7
Bendecid al Señor los hijos de Dios (cf. Dan 3,82).
8
Éste es el día que hizo el Señor, saltemos de gozo y
alegrémonos en él (Sal 117,24).
9
¡Aleluya, aleluya, aleluya! ¡Rey de Israel! (Jn 12,13).
10
Todo ser viviente alabe al Señor (Sal 150,6).
11
Alabad al Señor, porque es bueno (Sal 146,1).
12
Todos los que leéis esto, bendecid al Señor
(Sal 102,21).
13
Criaturas todas, bendecid al Señor (cf. Sal 102,22).
14
Aves todas del cielo, alabad al Señor (cf. Dan 3,80).
15
Niños todos, alabad al Señor (cf. Sal 112,1).
16
Jóvenes y doncellas, alabad al Señor (cf. Sal 148,12).
17
Digno es el Cordero que ha sido sacrificado, de
recibir la alabanza, la gloria y el honor (cf. Ap 5,12).
4
Aquí, como en el resto de los escritos de san Francisco y en
los de santa Clara, ponemos en cursiva lo que es cita literal de
los textos bíblicos, siempre supuesto el carácter aproximativo de
este trabajo.
I. Oraciones
31
18
Bendita sea la santa Trinidad e indivisa Unidad.
19
San Miguel arcángel, defiéndenos en la batalla.
33
11
Oración: Omnipotente, santísimo, altísimo y sumo
Dios, todo bien, sumo bien, bien total, que eres el solo
bueno (cf. Lc 18,19), haz que te restituyamos toda
alabanza, toda gloria, toda gracia, todo honor, toda
bendición (cf. Ap 5,12), y todos los bienes. Hágase.
Hágase (Sal 40,14; 71,19). Amén.
1. AlD 1; 2CtaF 62; Rnb 23,9. 2. ExhAD 2; OfP ben; AlD 1; Cánt
1; 2CtaF 61; Rnb 17,18. 3. ExhAD 17; Rnb 17,18. 4. Rnb 23,11.
5. ExhAD 13; Cánt 3. 6. ExhAD 3; Rnb 21,2; 22,26. 7. ExhAD
5; OfP 14,7. 8. ExhAD 13; Cánt 3; 2CtaF 61; Adm 5,2. 9-10.
ParPN 11; OfP ant 3; 1,10; 2,12; 3,12; 4,10; 5,16; 7,12; 8,8;
9,12; 10,12; 11,9; 12,10; 13,6; 14,10; 15,13; Rnb 24,5.11.
OrSD 1; Rnb 23,1 / ParPN 2; SalVM 3; AlD 3; Cánt 1; 2CtaF 61-
62; CtaO 50; Rnb 23,9 / 2CtaF 61; CtaO 8; Rnb 17,18 / OfP
ben; Adm 7,4; 11,4; 18,2; Rnb 17,17-18; TestCl 18.
3
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE (Mt 6,9):
clarificada sea en nosotros tu noticia,
para que conozcamos
cuál es la anchura de tus beneficios,
la largura de tus promesas,
la sublimidad de tu majestad
y la hondura de tus juicios (cf. Ef 3,18).
4
VENGA TU REINO (Mt 6,10):
para que reines en nosotros por la gracia,
y nos hagas llegar a tu reino (cf. Lc 23,42),
donde está la visión manifiesta de ti,
el amor perfecto a ti,
la unión bienaventurada contigo,
la fruición de ti por siempre.
5
HÁGASE TU VOLUNTAD,
(Mt 6,10):
EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO
para que te amemos con todo el corazón,
pensando siempre en ti;
con toda el alma, deseándote siempre a ti;
con toda la mente, dirigiendo todas nuestras
intenciones a ti,
buscando en todo tu honor;
y con todas nuestras fuerzas,
destinando todas nuestras fuerzas
y los sentidos del alma y del cuerpo
al servicio de tu amor y no a otra cosa;
y para que amemos a nuestros prójimos
como a nosotros mismos (cf. Lc 10,27),
atrayendo a todos, según nuestras fuerzas, a tu amor,
alegrándonos de los bienes de los demás
como de los nuestros
I. Oraciones
35
y compadeciéndolos en los males,
y no siendo causa de tropiezo para nadie (cf. 2 Cor 6,3).
6
EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA DÁNOSLE HOY (Mt 6,11):
a tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo, dánosle hoy:
para que recordemos, comprendamos y veneremos
el amor que nos tuvo
y cuanto por nosotros dijo, hizo y padeció.
7
Y PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS (Mt 6,12):
por tu inefable misericordia,
por el poder de la pasión de tu amado Hijo,
nuestro Señor,
y por los méritos e intercesión de la beatísima
Virgen María y de todos tus elegidos.
8
ASÍ COMO NOSOTROS PERDONAMOS
A NUESTROS DEUDORES (Mt 6,12):
y lo que no perdonamos plenamente,
haz tú, Señor, que plenamente lo perdonemos;
para que por ti amemos de verdad a los enemigos
(cf. Mt 5,44)
y por ellos intercedamos devotamente ante ti,
no devolviendo a nadie mal por mal (cf. Rom 12,17;
1Tes 5,l5),
y para que nos esforcemos por ser en ti útiles en todo.
9
Y NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN (Mt 6,13):
oculta o manifiesta,
imprevista o insistente.
10
MAS LÍBRANOS DEL MAL (Mt 6,13):
pasado, presente y futuro.
Escritos de Francisco de Asís
36
11
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos. Amén.
1. OfP 2,11; 3,3; 5,15; 6,11; 7,3.10; 14,1; 15,3; SalVM 2 / Rnb
16,7; 23,9 / CtaErm 16 / 2CtaF 21.54. 2. OrSD; AlD 3.4.7 /
AlHor 11; AlD 3; 2CtaF 62; CtaO 8; Rnb 23,9 / Rnb 17,18. 4.
1CtaCl 34. 5. 1CtaF 1,1; 2CtaF 18.26; Adm 9,1-4; Rnb 23,8;
CtaErm 11 / 2CtaF 18.38 / Adm 17,1. 5. OfP 6,12. 6. OfP ant
3; 7,3; 9,2; 15,3.7; SalVM 2; CtaO 51; Adm 5,1; Test 40;
TestCl 46. 7. Rnb 23,6; TestCl 77; BenCl 7. 8. Cánt 10; 2CtaF
26-27.38; Adm 9,1; Rnb 16,11; 21,5-6; 22,1; Rb 10,10; RCl
9,8-11. 9. Rnb 17,8. 10. Rnb 22,27. 11. AlHor 9-10; OfP ant 3;
1,10; 2,12; 3,12; 4,10; 5,16; 7,12; 8,8; 9,12; 10,12; 11,9;
12,10; 13,6; 14,10; 15,13; Rnb 24,5.
37
I PARTE
En el triduo sacro y en los días feriales del año
COMPLETAS
Antífona: Santa Virgen María.
Salmo 1
ORACIÓN DE JESÚS EN GETSEMANÍ Y EN SU PRENDIMIENTO
1
¡Oh Dios!, te mostré mi vida, *
y tú pusiste mis lágrimas en tu presencia (Sal 55,8-9).
2
Todos mis enemigos tramaban males contra mí
(Sal 40,8), *
y, unidos, celebraron consejo (cf. Sal 70,10).
3
Y me devolvieron mal por bien *
y odio a cambio de mi amor (Sal 108,5).
4
En vez de amarme me difamaban, *
pero yo oraba (Sal 108,4).
5
Padre mío, santo (cf. Jn 17,11), rey del cielo
y de la tierra (cf. Mt 11,25), †
no te alejes de mí, *
porque la tribulación está cerca y no hay quien me
ayude (Sal 21,12).
6
Retrocedan mis enemigos †
el día que te invoque, *
en esto conocí que tú eres mi Dios (Sal 55,10).
7
Mis amigos y mis vecinos †
se acercaron y se pusieron en contra de mí *
y mis parientes se mantuvieron a distancia (Sal 37,12).
8
Alejaste de mí a mis conocidos, †
que me consideraron una maldición para ellos; *
fui entregado y no tenía salida (Sal 87,9).
Escritos de Francisco de Asís
38
9
Padre santo (Jn 17,11),
no alejes de mí tu auxilio (Sal 21,20); *
Dios mío, mira por mí y ayúdame (cf. Sal 70,12).
10
Ven en mi auxilio, *
Señor, Dios de mi salvación (Sal 37,23).
Gloria al Padre, y al Hijo, *
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, *
y por los siglos de los siglos. Amén.
2. OfP 4,3.5. 5. OfP 1,9. 4,9; 5,9; 6,12; AlD 2; 1CtaF 1,14;
2CtaF 56; Rnb 22,45; 23,1 / OfP 14,1; AlD 2; Rnb 23,1; 4CtaCl
21. 9. OfP 1,5; 4,9; 5,9; 6,12; AlD 2; 1CtaF 1,14; 2CtaF 56; Rnb
22,45; 23,1. 10. OfP 2,12; 4,10; 5,16 / AlHor 9-10; ParPN 11;
OfP ant 3; 2,12; 3,12; 4,10; 5,16; 6,16; 7,12; 8,8; 9,12; 10,10;
11,9; 12,10; 13,6; 14,10; 15,13; Rnb 24,5.
39
En ellas no decía otra cosa que esta antífona con sus sal-
mos. Para terminar el Oficio, el bienaventurado Francisco
decía siempre:
Bendigamos al Señor, Dios vivo y verdadero (1Tes
1,9), y restituyámosle siempre la alabanza, la gloria, el
honor, la bendición (cf. Ap 4,9) y todos los bienes.
Amén. Amén. Hágase. Hágase (Sal 40,14; 71,19).
OfP 15,1; AlD 3; 1CtaCus 7; Adm 16,2; Rnb 23,6 / AlHor 11;
Adm 7,4; 11,4; 18,2; Rnb 17,17-18 / ExhAD 17; AlHor 2.11;
Cánt 1; 2CtaF 61; 1CtaCus 7; Rnb 17,17-18; TestCl 18 / AlHor
11; OfP 10,10.
MAITINES
Antífona: Santa Virgen María.
Salmo 2
ORACIÓN DE JESÚS ANTE EL SANEDRÍN
1
Señor, Dios de mi salvación, *
de día y de noche he clamado ante ti (Sal 87,2).
2
Llegue hasta ti mi oración, *
inclina tu oído a mi súplica (Sal 87,3).
3
Mira mi alma y líbrala; *
arráncame de las manos de mis enemigos (Sal 68,19).
4
Porque tú eres quien me sacó del vientre, *
mi esperanza desde el seno de mi madre (Sal 21,10).
5
Desde las entrañas maternas pasé a tus brazos
(Sal 21,11), †
desde el vientre de mi madre tú eres mi Dios; *
no te alejes de mí (Sal 21,11-12).
6
Tú conoces mi afrenta y mi confusión, *
y mi temor reverente (Sal 68,20).
Escritos de Francisco de Asís
40
7
En tu presencia están todos los que me afligen; *
afrenta y miseria esperó mi corazón (Sal 68,21).
8
Y esperé que alguien me compadeciera y no lo hubo, *
y que alguien me consolara y no lo hallé (Sal 68,21).
9
Oh Dios, los malvados se levantaron contra mí, †
y la asamblea de los poderosos reclamó mi vida, *
sin tenerte en cuenta a ti (Sal 85,14).
10
Fui contado entre los que bajan a la fosa, *
considerado un hombre a quien nadie puede auxiliar,
deambulando entre los muertos (Sal 87,5-6).
11
Tú eres mi Padre santísimo, *
Rey mío y Dios mío (cf. Sal 43,5).
12
Ven en mi auxilio, *
Señor, Dios de mi salvación (Sal 37,23).
Gloria al Padre… Como era en el principio…
11. ParPN 1; OfP 3,3; 5,15; 6,11; 7,3.10; 14,1; 15,3; SalVM 2.
12. OfP 1,10; 4,10; 5,16 / AlHor 9-10; ParPN 11; OfP ant 3;
1,10; 3,12; 4,10; 5,16; 6,16; 7,12; 8,8; 9,12; 10,10; 11,9;
12,10; 13,6; 14,10; 15,13; Rnb 24,5.
PRIMA
Antífona: Santa Virgen María.
Salmo 3
ORACIÓN DE JESÚS EN EL AMANECER DEL DÍA DE SU MUERTE
1
Ten misericordia de mí, ¡oh Dios!, ten misericordia
de mí, *
porque mi alma confía en ti (Sal 56,2).
2
Y esperaré a la sombra de tus alas *
hasta que pase la iniquidad (Sal 56,2).
I. Oraciones
41
3
Clamaré a mi santísimo Padre, altísimo, *
al Dios, que hizo el bien conmigo (cf. Sal 56,3).
4
Desde el cielo envió [su auxilio] y me libró, *
y avergonzó los que me pisoteaban (Sal 56,4).
5
Envió Dios su misericordia y su fidelidad; †
arrancó mi alma (Sal 56,4-5) de las manos
de mis fortísimos enemigos y de los que me odiaban,*
que se habían hecho fuertes contra mí (Sal 17,18).
6
Pusieron una trampa a mis pies
y doblegaron mi alma (Sal 56,7).
7
Cavaron delante de mí una fosa,
pero cayeron en ella (Sal 56,7).
8
Mi corazón está dispuesto, oh Dios,
mi corazón está dispuesto; *
cantaré y salmodiaré (Sal 56,8).
9
Levántate, gloria mía; levantaos, salterio y cítara; *
me levantaré a la aurora (Sal 56,9).
10
Te alabaré ante los pueblos, Señor, *
cantaré salmos para ti ante las naciones (Sal 56,10).
11
Porque tu misericordia llega hasta el cielo *
y tu fidelidad hasta las nubes (Sal 56,11).
12
Elévate sobre el cielo, oh Dios, *
y sobre toda la tierra tu gloria (Sal 56,12).
Gloria al Padre… Como era en el principio…
1. OfP 4,1. 3. ParPN 1; OfP 2,11; 5,15; 6,11; 7,3.10; 14,1; 15,3;
SalVM 2. 12. OfP 7,11 / AlHor 9-10; ParPN 11; OfP ant 3;
1,10; 2,12; 4,10; 5,16; 6,16; 7,12; 8,8; 9,12; 10,10; 11,9;
12,10; 13,6; 14,10; 15,13; Rnb 24,5.
Este salmo se dice siempre en prima.
TERCIA
Antífona: Santa Virgen María.
Escritos de Francisco de Asís
42
Salmo 4
ORACIÓN DE JESÚS ANTE PILATO
1
Ten misericordia de mí, oh Dios,
porque me han pisoteado, *
acosándome todo el día me han atormentado (Sal 55,2).
2
Mis enemigos me han pisoteado todo el día, *
porque son muchos los que me hacen la guerra (Sal 55,3).
3
Contra mí tramaban males todos mis enemigos, *
trazaron un plan inicuo contra mí (Sal 40,8-9).
4
Los que acechaban mi vida *
unidos celebraron consejo (Sal 70,10).
5
Salían afuera *
y lo comentaban (Sal 40,7-8).
6
Todos los que me veían se reían de mí, *
hablaban entre dientes y meneaban la cabeza (Sal 21,8).
7
Yo soy un gusano y no un hombre, *
deshonra de la gente y desecho del pueblo (Sal 21,7).
8
Para mis vecinos me he convertido en una deshonra,
mayor que la de todos mis enemigos, *
y en espanto para mis conocidos (Sal 30,12).
9
Padre santo (Jn 17,11), no alejes de mí tu auxilio, *
atiende a mi defensa (Sal 21,20).
10
Ven en mi auxilio, *
Señor, Dios de mi salvación (Sal 37,23).
Gloria al Padre… Como era en el principio…
1. OfP 3,1. 3. OfP 1,2; 4,5. 4. OfP 1,2. 5. OfP 1,2; 4,3. 7. 2CtaF
46. 9. OfP 1,5.9; 5,9; 6,12; AlD 2; 1CtaF 1,14; 2CtaF 56; Rnb
22,45; 23,1. 10. OfP 1,10; 2,12; 5,16 / AlHor 9-10; ParPN 11;
OfP ant 3; 1,10; 2,12, 3,12; 5,16; 6,16; 7,12; 8,8; 9,12; 10,10;
11,9; 12,10; 13,6; 14,10; 15,13; Rnb 24,5.
I. Oraciones
43
SEXTA
Antífona: Santa Virgen María.
Salmo 5
ORACIÓN DE JESÚS EN LA CRUCIFIXIÓN
1
Alcé mi voz clamando al Señor, *
alcé mi voz suplicando al Señor (Sal 141,2).
2
Derramo mi oración en su presencia *
y expongo ante él mi tribulación (Sal 141,3).
3
Cuando me iba faltando el aliento, *
tú conociste mis senderos (Sal 141,4).
4
En el camino por donde iba, *
me escondieron una trampa (Sal 141,4).
5
Miraba a la derecha y observaba, *
y no había quién me conociera (Sal 141,5).
6
Se cerró ante mí toda huida *
y no hay quien mire por mi vida (Sal 141,5).
7
Porque por ti soporté el desprecio, *
la confusión cubrió mi rostro (Sal 68,8).
8
Me convertí en un extraño para mis hermanos, *
y un peregrino para los hijos de mi madre (Sal 68,9).
9
Padre santo (Jn 17,11), me devoró el celo de tu casa, *
y el desprecio de los que te despreciaban
cayó sobre mí (Sal 68,10).
10
Y ellos se alegraron y se asociaron contra mí; *
sobre mí llovieron los latigazos, sin que yo lo entendiera
(Sal 34,15).
11
Se multiplicaron más que los pelos de mi cabeza *
los que me odiaban sin razón (Sal 68,5).
Escritos de Francisco de Asís
44
12
Se hicieron fuertes mis enemigos,
los que me perseguían injustamente; *
tenía entonces que devolver lo que no había robado
(Sal 68,5).
13
Se levantaron testigos malvados, *
que me preguntaban lo que no sabía (Sal 34,11).
14
Me devolvían mal por bien (Sal 34,12)
y me difamaban, *
porque yo seguía el camino de la bondad (Sal 37,21).
15
Tú eres mi Padre santísimo, *
Rey mío y Dios mío (cf. Sal 43,5).
16
Ven en mi auxilio, *
Señor, Dios de mi salvación (Sal 37,23).
Gloria al Padre… Como era en el principio…
9. OfP 1,5.9; 4,9; 6,12; AlD 2; 1CtaF 1,14; 2CtaF 56; Rnb
22,45; 23,1. 15. ParPN 1; OfP 2,11; 3,3; 6,11; 7,3.10; 14,1; 15,
3; SalVM 2. 16. OfP 1,10; 2,12; 4,10 / AlHor 9-10; ParPN 11;
OfP ant 3; 1,10; 2,12, 3,12; 4,10; 6,16; 7,12; 8,8; 9,12; 10,10;
11,9; 12,10; 13,6; 14,10; 15,13; Rnb 24,5.
NONA
Antífona: Santa Virgen María.
Salmo 6
ORACIÓN EN LA TRAVESÍA PASCUAL: JESÚS AUTOR DE SALVACIÓN
PARA LOS QUE LO OBEDECEN
1
Oh vosotros todos, los que pasáis por el camino, *
mirad y ved si hay dolor como mi dolor (Lam 1,12).
2
Porque me acorraló una jauría de perros; *
me cercó una banda de malhechores (Sal 21,17).
I. Oraciones
45
3
Taladraron mis manos y mis pies, *
y contaron todos mis huesos (Sal 21,17-18).
4
Y ellos me observaron y examinaron; †
se repartieron mi ropa *
y echaron a suerte mi túnica (Sal 21,18-19).
5
Abrieron su boca contra mí *
como león que atrapa y ruge (Sal 21,14).
6
Estoy como agua derramada, *
y todos mis huesos están dislocados (Sal 21,15).
7
Y mi corazón está como cera derretida *
en medio de mis entrañas (Sal 21,15).
8
Mi vigor se secó como una teja, *
y mi lengua se me pegó al paladar (Sal 21,16).
9
Y para comer me dieron hiel, *
y en mi sed me dieron a beber vinagre (Sal 68,22).
10
Y me llevaron al polvo de la muerte (cf. Sal 21,16) *
y aumentaron el dolor de mis llagas (Sal 68,27).
11
Me dormí y resucité (Sal 3,6) *
y mi Padre santísimo me recibió con gloria (cf. Sal 72,24).
12
Padre santo (Jn 17,11), tomaste mi mano derecha,†
me guiaste según tu voluntad, *
y me acogiste con gloria (Sal 72,24).
13
Porque, ¿qué otra cosa hay para mí en el cielo?, *
y fuera de ti, ¿qué he querido en la tierra? (Sal 72,25).
14
Mirad, mirad que yo soy Dios, dice el Señor; *
seré exaltado entre los pueblos,
seré exaltado en la tierra (cf. Sal 45,11).
15
Bendito sea el Señor Dios de Israel (Lc 1,68), †
que redimió las almas de sus siervos (Sal 33,23)
con su propia sangre santísima (cf. Ap 5,9) *
y no abandonará a cuantos esperan en él (Sal 33,23).
Escritos de Francisco de Asís
46
16
Y sabemos que viene, *
y que vendrá a juzgar con justicia (cf. Sal 95,13).
Gloria al Padre… Como era en el principio…
1. 4CtaCl 25. 11. ParPN 1; OfP 2,11; 3,3; 5,15; 7,3.10; 14,1;
15,3; SalVM 2. 12. OfP 1,5.9; 4,9; 5,9; AlD 2; 1CtaF 1,14;
2CtaF 56; Rnb 22,45; 23,1. 15. OfP 10,9. 16. OfP 7,12 / AlHor
9-10; ParPN 11; OfP ant 3; 1,10; 2,12; 3,12; 4,10; 5,16; 7,12;
8,8; 9,12; 10,10; 11,9; 12,10; 13,6; 14,10; 15,13; Rnb 24,5.
VÍSPERAS
Antífona: Santa Virgen María.
Salmo 7
CANTO DE LOS REDIMIDOS AL QUE REINÓ DESDE EL MADERO
1
Pueblos todos, batid palmas, *
aclamad a Dios con gritos de júbilo (Sal 46,2).
2
Porque el Señor es excelso y terrible, *
soberano de toda la tierra (Sal 46,3).
3
Porque el santísimo Padre del cielo,
nuestro Rey antes de los siglos (cf. Sal 73,12), †
envió de lo alto a su amado Hijo (cf. 1Jn 4,9) *
y trajo la salvación a la tierra (Sal 73,12).
4
Alégrense los cielos y salte de gozo la tierra,†
retumbe el mar y cuanto lo llena; *
gocen los campos y cuanto hay en ellos (Sal 95,11-12).
5
Cantadle un cántico nuevo, *
cantad al Señor toda la tierra (cf. Sal 95,1).
6
Porque es grande el Señor y muy digno de alabanza,*
más terrible que todos los dioses (Sal 95,4).
I. Oraciones
47
7
Dad al Señor, familias de los pueblos, †
dad al Señor gloria y honor, *
dad al Señor la gloria debida a su nombre (Sal 95,7-8).
8
Tomad vuestros cuerpos †
y cargad con su santa cruz (cf. Lc 14,27; Jn 19,17); *
y seguid hasta el fin sus santísimos preceptos
(cf. 1Pe 2,21).
9
Tiemble en su presencia la tierra entera; *
decid a los pueblos que el Señor reinó
desde el madero (cf. Sal 95,9-10).
10
Y subió al cielo, *
y está sentado a la derecha del santísimo Padre
en el cielo.
11
Elévate sobre el cielo, oh Dios, *
y sobre toda la tierra tu gloria (Sal 56,12).
12
Y sabemos que viene, *
y que vendrá a juzgar con justicia (cf. Sal 95,13).
Gloria al Padre… Como era en el principio…
1. OfP 15,1. 2. OfP 15,2. 3. ParPN 1; OfP 2,11; 3,3; 5,15; 6,11;
7,10; 14,1; 15,3; SalVM 2 / ParPN 6; OfP ant 3; 7,3; 9,2; 11,6;
15,3; SalVM 2; CtaO 51; Adm 5,1; Test 40; TestCl 46. 4. OfP
9,7; 15,9. 5-6. OfP 15,10-13. 7. OfP 9,8; 15,12. 8. OfP 15,13;
Adm 5,8 / 2CtaF 13.47; CtaO 7.51; CtaL 3; Rnb 16,6; 22,2;
3CtaCl 25; RCl bula 13; TestCl 36. 10. ParPN 1; OfP 2,11; 3,3;
5,15; 6,11; 7,3; 14,1; 15,3; SalVM 2 11. OfP 3,12. 12. OfP 6,16
/ AlHor 9-10; ParPN 11; OfP ant 3; 1,10; 2,12; 3,12; 4,10;
5,16; 6,16; 8,8; 9,12; 10,10; 11,9; 12,10; 13,6; 14,10; 15,13;
Rnb 24,5.
Escritos de Francisco de Asís
48
II PARTE
En el Tiempo pascual
Desde el Sábado Santo, finalizado ya el día
COMPLETAS
Antífona: Santa Virgen María.
Salmo 8
LA IGLESIA PEREGRINA ORA CON SU SEÑOR,
EN LA DEBILIDAD Y LA TRIBULACIÓN
1
Oh Dios, ven en mi auxilio; *
Señor, date prisa en socorrerme (Sal 69,2).
2
Queden confundidos y avergonzados *
los que buscan mi vida (Sal 69,3).
3
Retrocedan y se sonrojen *
los que me desean el mal (Sal 69,4).
I. Oraciones
49
4
Retrocedan al instante ruborizados *
los que me gritan: ¡Te está bien! ¡Te está bien!
(Sal 69,4).
5
Salten de gozo y alégrense en ti *
todos los que te buscan;
6
y digan siempre: «Ensalzado sea el Señor», *
los que aman tu salvación (Sal 69,5).
7
Yo soy indigente y pobre; *
oh Dios, socórreme (Sal 69,6).
8
Tú eres mi auxilio y mi libertador; *
Señor, no tardes (Sal 69,6).
Gloria al Padre… Como era en el principio…
6. 1CtaCl 19. 7. AlHor 9-10; ParPN 11; OfP ant 3; 1,10; 2,12;
3,12; 4,10; 5,16; 6,16; 7,12; 9,12; 10,10; 11,9; 12,10; 13,6;
14,10; 15,13; Rnb 24,5.
6
Bendito el que viene en nombre del Señor; *
Dios es el Señor y ha hecho brillar su luz sobre nosotros
(Sal 117,26-27).
7
Alégrense los cielos y salte de gozo la tierra, †
retumbe el mar y cuanto lo llena; *
gocen los campos y cuanto hay en ellos (Sal 95,11-12).
8
Dad al Señor, familias de los pueblos, †
dad al Señor gloria y honor, *
dad al Señor la gloria debida a su nombre (Sal 95,7-8).
Hasta aquí se recita diariamente desde el Domingo de
Resurrección hasta la fiesta de la Ascensión, en cada una
de las Horas, exceptuadas vísperas, completas y prima.
En la noche de la Ascensión se añaden los siguientes
versículos:
9
Reinos de la tierra, cantad a Dios, *
cantad salmos al Señor (Sal 67,33).
10
Cantad salmos a Dios,
que asciende por encima de lo más alto de los cielos *
hacia el oriente (Sal 67,33-34).
11
He aquí que hará resonar su voz potente; †
reconoced la gloria de Dios sobre Israel, *
su grandeza y su poder sobre las nubes (Sal 67,34-35).
12
Dios es admirable en sus santos; †
el Dios de Israel dará poder y fortaleza a su pueblo. *
¡Bendito sea Dios! (Sal 67,36).
Gloria al Padre… Como era en el principio…
1. OfP 10,9; AlD 1. 2. ParPN 6; OfP ant 3; 7,3; 15,3; SalVM 2;
CtaO 51; Adm 5,1; Test 40; TestCl 46. 4. OfP 15,5. 5. ExhAD
8; OfP 15,6. 7. OfP 7,4; 15,9. 8. OfP 7,7; 15,12. 12. AlHor 9-
10; ParPN 11; OfP ant 3; 1,10; 2,12; 3,12; 4,10; 5,16; 6,16;
7,12; 8,8; 10,10; 11,9; 12,10; 13,6; 14,10; 15,13; Rnb 24,5.
I. Oraciones
51
Este salmo, con los versículos anteriormente dichos, se
recita diariamente desde la Ascensión del Señor hasta la
octava de Pentecostés, en maitines, tercia, sexta y nona,
diciendo Gloria al terminar Bendito sea Dios y no en otro
lugar.
Se dice también así en maitines de los domingos y princi-
pales fiestas desde la octava de Pentecostés hasta el Ad-
viento del Señor, y desde la octava de Epifanía hasta el
Jueves Santo, día en que comió el Señor la Pascua con sus
discípulos. Si se prefiere, se puede decir otro salmo en
maitines o en vísperas, como por ejemplo: Te ensalzaré,
Señor, etc. [Sal 29], tal como se encuentra en el Libro de
los salmos; y esto únicamente desde el Domingo de Resu-
rrección hasta la fiesta de la Ascensión.
PRIMA
Antífona: Santa Virgen María.
VÍSPERAS
Salmo: Pueblos todos, batid palmas (como anterior-
mente: Salmo 7).
Escritos de Francisco de Asís
52
III PARTE
En los domingos y fiestas principales
Comienzan aquí otros salmos, que compuso también nues-
tro beatísimo padre Francisco, y han de decirse, en lugar
de los salmos anteriores de la pasión del Señor, en los
domingos y principales fiestas desde la octava de Pente-
costés hasta el Adviento y desde la octava de Epifanía
hasta el Jueves Santo; se dicen en este día, porque es la
Pascua del Señor.
COMPLETAS
Antífona: Santa Virgen María.
MAITINES
Antífona: Santa Virgen María.
PRIMA
Antífona: Santa Virgen María.
TERCIA
Antífona: Santa Virgen María.
I. Oraciones
53
Salmo 10
CANTO DE GOZO EN EL DÍA DEL SEÑOR
1
Alegraos en Dios, tierra entera, †
cantad salmos a su nombre, *
dadle la gloria de su alabanza (cf. Sal 65,1-2).
2
Decid a Dios: ¡Qué terribles son tus obras, Señor!; *
por la grandeza de tu poder te adularán tus enemigos
(Sal 65,3).
3
Que toda la tierra te adore, que toque para ti *
y cante salmos a tu nombre (Sal 65,4).
4
Venid, escuchad, todos los que teméis a Dios,
y os contaré *
todo lo que ha hecho conmigo (Sal 65,16).
5
A él clamó mi boca, *
y lo exaltó mi lengua (Sal 65,17).
6
Y escuchó mi voz desde su templo santo, *
y mi clamor llegó a su presencia (Sal 17,7).
7
Bendecid, pueblos, a nuestro Dios *
y haced oír la voz en alabanza suya (cf. Sal 65,8).
8
Y en él serán benditas todas las tribus de la tierra, *
todos los pueblos lo ensalzarán (Sal 71,17).
9
Bendito el Señor, Dios de Israel, *
el único que hace maravillas (Sal 71,18; cf. Lc 1,68).
10
Y bendito por siempre su nombre glorioso, *
y toda la tierra se llenará de su gloria. Hágase. Hágase
(Sal 40,14; 71,19).
Gloria al Padre… Como era en el principio…
9. OfP 6,15 / OfP 9,1; AlD 1. 10. AlHor 11; OfP ben / AlHor
9-10; ParPN 11; OfP ant 3; 1,10; 2,12; 3,12; 4,10; 5,16; 6,16;
7,12; 8,8; 9,12; 11,9; 12,10; 13,6; 14,10; 15,13; Rnb 24,5.
Escritos de Francisco de Asís
54
SEXTA
Antífona: Santa Virgen María.
Salmo 11
SÚPLICA CONFIADA DE LA IGLESIA
PIDIENDO LA CONSUMACIÓN DE LA PASCUA
1
Que te escuche el Señor el día de la tribulación, *
que te proteja el nombre del Dios de Jacob (Sal 19,2).
2
Que te envíe auxilio desde su santuario, *
y te defienda desde el monte Sión (Sal 19,3).
3
Que se acuerde de todos tus sacrificios, *
y le agrade tu holocausto (Sal 19,4).
4
Que te conceda lo que desea tu corazón, *
y cumpla todos tus planes (Sal 19,5).
5
Nosotros nos alegraremos de tu salvación, *
y nos cubriremos de gloria en el nombre de nuestro
Dios (Sal 19,6).
6
Que el Señor te conceda todo lo que pides; †
ahora sé que el Señor envió a Jesucristo su Hijo
(cf. Sal 19,7; 1Jn 4,9), *
y juzgará a los pueblos con justicia (Sal 9,9).
7
Y el Señor se ha hecho el refugio de los pobres, †
su auxilio en el tiempo de la tribulación; *
que esperen en ti los que han conocido tu nombre
(Sal 9,10-11).
8
Bendito sea el Señor, mi Dios (Sal 143,1), †
porque ha sido mi amparo y mi refugio *
en el día de mi tribulación (Sal 58,17).
9
Cantaré salmos para ti, mi auxilio, †
I. Oraciones
55
porque tú, oh Dios, eres mi amparo, *
Dios mío, misericordia mía (Sal 58,18).
Gloria al Padre… Como era en el principio…
5. OfP 9,6; 12,9-10. 6. ParPN 6; OfP 7,3; 9,2; 15,3; CtaO 51;
Adm 5,1. 8. OfP 12,9. 9. OfP 12,10 / AlHor 9-10; ParPN 11;
OfP ant 3; 1,10; 2,12; 3,12; 4,10; 5,16; 6,16; 7,12; 8,8; 9,12;
10,10; 12,10; 13,6; 14,10; 15,13; Rnb 24,5.
NONA
Antífona: Santa Virgen María.
Salmo 12
ORACIÓN CON JESÚS CRUCIFICADO: MIRAR AL TRASPASADO
1
En ti, Señor, he esperado, no quede confundido
para siempre; *
por tu justicia líbrame y sálvame (Sal 70,1-2).
2
Inclina hacia mí tu oído *
y sálvame (Sal 70,2).
3
Sé, para mí, Dios protector †
y lugar fortificado *
donde me salves (Sal 70,3).
4
Porque tú eres, Señor, mi paciencia, *
mi esperanza, Señor, desde mi juventud (Sal 70,5).
5
Desde las entrañas maternas me he apoyado en ti, †
desde el vientre de mi madre tú eres mi protector; *
en ti está siempre la razón de mi canto (Sal 70,6).
6
Que se llene mi boca de alabanzas †
para cantar tu gloria *
y tu grandeza todo el día (Sal 70,8).
Escritos de Francisco de Asís
56
7
Escúchame, Señor, por tu benigna misericordia; *
por tu gran compasión vuélvete hacia mí (Sal 68,17).
8
Y no apartes tu rostro de tu siervo; *
escúchame enseguida que estoy atribulado (Sal 68,18).
9
Bendito sea el Señor, mi Dios (Sal 143,1), †
porque ha sido mi amparo y mi refugio *
en el día de mi tribulación (Sal 58,17).
10
Cantaré salmos para ti, mi auxilio, †
porque tú, oh Dios, eres mi amparo, *
Dios mío, misericordia mía (Sal 58,18).
Gloria al Padre… Como era en el principio…
3. AlD 6. 4. AlD 4. 5. AlD 6. 9. OfP 11,8. 10. OfP 11,9 / AlHor
9-10; ParPN 11; OfP ant 3; 1,10; 2,12; 3,12; 4,10; 5,16; 6,16;
7,12; 8,8; 9,12; 10,10; 11,9; 13,6; 14,10; 15,13; Rnb 24,5.
IV PARTE
En el tiempo del Adviento del Señor
Comienzan aquí otros salmos, que compuso también nues-
tro beatísimo padre Francisco, y han de decirse, en lugar
de los salmos anteriores de la pasión del Señor, únicamen-
te desde el Adviento del Señor hasta la vigilia del día de
Navidad.
COMPLETAS
Antífona: Santa Virgen María.
Salmo 13
ORACIÓN PIDIENDO LA LUZ DE LA VIDA
1
¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome? *
¿Hasta cuándo me esconderás tu rostro? (Sal 12,1).
I. Oraciones
57
2
¿Hasta cuándo tendrá que soportar turbación mi alma *
y dolor mi corazón, durante todo el día? (Sal 12,2).
3
¿Hasta cuándo mi enemigo triunfará sobre mí?
(Sal 12,3) *
Mira y escúchame, Señor, Dios mío (Sal 12,4).
4
Da luz a mis ojos para que no me duerma
en la muerte (Sal 12,4), *
y mi enemigo no pueda decir nunca: «Le he podido»
(Sal 12,5).
5
Los que me afligen saltarían de gozo si vacilara
(Sal 12,5); *
pero yo he esperado en tu misericordia (Sal 12,6).
6
Mi corazón saltará de gozo por tu salvación; †
cantaré al Señor por el bien que me ha hecho, *
y cantaré salmos al nombre del Señor altísimo (Sal 12,6).
Gloria al Padre… Como era en el principio…
6. AlHor 9-10; ParPN 11; OfP ant 3; 1,10; 2,12; 3,12; 4,10;
5,16; 6,16; 7,12; 8,8; 9,12; 10,10; 11,9; 12,10; 14,10; 15,13;
Rnb 24,5.
MAITINES
Antífona: Santa Virgen María.
Salmo 14
ORACIÓN AGRADECIDA POR LA SALVACIÓN DE DIOS PADRE
EN CRISTO
1
Te alabaré, Señor, Padre santísimo, †
Rey del cielo y de la tierra, *
porque me has consolado (cf. Is 12,1; Mt 11,25).
2
Tú eres mi Dios salvador; *
actuaré con confianza y no temeré (cf. Is 12,2).
Escritos de Francisco de Asís
58
3
El Señor es mi fuerza y mi alabanza, *
y ha sido para mí la salvación (Is 12,2; cf. Ex 15,2;
Sal 117,14).
4
Tu diestra, Señor, se ha cubierto de gloria
por su fuerza; †
tu diestra, Señor, ha herido al enemigo, *
y con la grandeza de tu gloria has abatido
a mis adversarios (Ex 15,6-7).
5
Que lo vean los pobres y se alegren; *
buscad a Dios, y vivirá vuestra alma (Sal 68,33).
6
Porque el Señor ha escuchado a los pobres *
y no ha despreciado a los suyos en su derrota (Sal 68,34).
7
Que lo alaben el cielo y la tierra, *
el mar y cuanto se mueve en ellos (Sal 68,35).
8
Porque Dios salvará a Sión, *
y se edificarán las ciudades de Judá (Sal 68,36).
9
Y habitarán allí, *
y la tendrán en herencia (Sal 68,36).
10
Y la poseerá la descendencia de sus siervos, *
y los que aman su nombre vivirán en ella (Sal 68,37).
Gloria al Padre… Como era en el principio…
PRIMA
Antífona: Santa Virgen María.
59
TERCIA
Antífona: Santa Virgen María.
SEXTA
Antífona: Santa Virgen María.
VÍSPERAS
Antífona: Santa Virgen María.
Salmo: Pueblos todos, batid palmas (como anterior-
mente: Salmo 7).
V PARTE
En el tiempo desde la Natividad del Señor
hasta la octava de Epifanía
VÍSPERAS DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
Antífona: Santa Virgen María.
Salmo 15
CANTO A LA GLORIA DEL NIÑO QUE SE NOS HA DADO
1
Saltad de gozo por Dios, nuestro auxilio (Sal 80,2); *
aclamad al Señor, Dios vivo y verdadero (1Tes 1,9),
con gritos de júbilo (cf. Sal 46,2).
2
Porque el Señor es excelso y terrible, *
soberano de toda la tierra (Sal 46,3).
3
Porque el santísimo Padre del cielo,
nuestro Rey antes de los siglos (cf. Sal 73,12), †
envió de lo alto a su amado Hijo (cf. 1Jn 4,9) *
que nació de la bienaventurada Virgen santa María.
4
Él le invocó: «Tú eres mi Padre»; †
y él lo nombró su primogénito, *
más alto que todos los reyes de la tierra
(cf. Sal 88,27-28).
5
En aquel día envió el Señor su misericordia, *
y en la noche su canto (cf. Sal 41,9).
6
Éste es el día que hizo el Señor; *
saltemos de gozo y alegrémonos en él (Sal 117,24).
7
Porque se nos ha dado un Niño santísimo, amado, †
y nació por nosotros (cf. Is 9,6) en el camino5,
5
«Nació no en casa de sus parientes sino en el camino» (SAN
GREGORIO MAGNO, Homilías sobre los evangelios, VIII, PL 76, 1104).
I. Oraciones
61
y fue colocado en un pesebre, *
pues no tenía sitio en la posada (cf. Lc 2,7).
8
Gloria al Señor Dios en las alturas, *
y en la tierra, paz a los hombres de buena voluntad
(cf. Lc 2,14).
9
Alégrese el cielo y salte de gozo la tierra, †
retumbe el mar y cuanto lo llena; *
gocen los campos y cuanto hay en ellos
(Sal 95,11-12).
10
Cantadle un cántico nuevo, *
cantad al Señor toda la tierra (cf. Sal 95,1).
11
Porque grande es el Señor y muy digno
de alabanza, *
más terrible que todos los dioses (Sal 95,4).
12
Dad al Señor, familias de los pueblos, †
dad al Señor gloria y honor, *
dad al Señor la gloria debida a su nombre (Sal 95,7-8).
13
Tomad vuestros cuerpos †
y cargad con su santa cruz (cf. Lc 14,27; Jn 19,17), *
y seguid hasta el fin sus santísimos preceptos
(cf. 1Pe 2,21).
Gloria al Padre… Como era en el principio…
1. OfP ben; AlD 3; 1CtaCus 7; Adm 16,2; Rnb 23,6 / OfP 7,1.
2. OfP 7,2. 3. ParPN 1; OfP 2,11; 3,3; 5,15; 6,11; 7,3.10; 14,1;
SalVM 2 / ParPN 6; OfP ant 3; 7,3; 9,2; SalVM 2; CtaO 51;
Adm 5,1; Test 40; TestCl 46 / ExhAD 4; ParPN 7; OfP ant 1;
SalVM 1; Rnb 23,3.6. 4. OfP 2,11; 5,15; 6,11. 5. OfP 9,4. 6.
ExhAD 8; OfP 9,5. 7. RCl 2,25 / 2CtaF 11.62 / ParPN 6; 4CtaCl
19; RCl 2,25; TestCl 45. 9. OfP 7,4; 9,7. 10. OfP 7,5. 11. OfP
7,6. 12. OfP 7,7; 9,8. 13. OfP 7,8; CtaO 7; Adm 5,8 / 2CtaF
13.47; CtaL 3; Rnb 16,6; 22,2. 13. OfP 7,8; Adm 5,8 / AlHor 9-
10; ParPN 11; OfP ant 3; 1,10; 2,12; 3,12; 4,10; 5,16; 6,16;
7,12; 8,8; 9,12; 10,10; 11,9; 12,10; 13,6; 14,10; Rnb 24,5.
Escritos de Francisco de Asís
62
6 SALUDO A LA BIENAVENTURADA
VIRGEN MARÍA (=SalVM)
EXPERIENCIA ESPIRITUAL Y HOMBRE NUEVO
1
¡Salve, Señora, santa Reina,
santa madre de Dios, María,
virgen hecha Iglesia,
2
y elegida por el santísimo Padre del cielo,
consagrada por él con su santísimo Hijo amado
y el Espíritu Santo Paráclito,
3
en ti estuvo y está toda la plenitud de la gracia
y todo bien!
4
¡Salve, palacio de Dios!
¡Salve, tabernáculo suyo!
¡Salve, casa suya!
5
¡Salve, vestidura suya!
¡Salve, esclava suya!
¡Salve, madre suya!
6
Y, ¡salve, todas vosotras santas virtudes,
que, por la gracia e iluminación del Espíritu Santo,
sois infundidas en los corazones de los fieles,
para hacerlos, de infieles, fieles a Dios!
I. Oraciones
63
1. ExhAD 4; OfP ant; 2CtaF 4-5; CtaO 21.38; Adm 1,16; ExhCl
6; 3CtaCl 17.24; RCl 3,14; TestCl 46.75.77. 2. ParPN 1; OfP
ant 1.3; TestCl 46 3. ExhAD 4; AlHor 11; AlD 3. 4. 2CtaF 4;
CtaO 21; Adm 1,16. 5. OfP ant 2; 2CtaF 4-5; Rnb 23,3.6;
UltVol 1; 3CtaCl 18; RCl 2,25; 6,7; 8,6; 12,13; TestCl 46.75.77.
6. SalVir 1-4; Adm 27,1-6; Rb 6,4; 9,4; RCl 8,4.
6
Seguimos aquí la división en versículos y estrofas que ofrece
Carlo Paolazzi en la versión italiana de su edición crítica, en la que
presenta el texto latino numerado según las líneas del autógrafo
de Francisco.
Escritos de Francisco de Asís
64
tú eres la belleza,
tú eres la seguridad,
tú eres el descanso.
5
Tú eres el gozo y la alegría (cf. Sal 50,10),
tú eres nuestra esperanza,
tú eres la justicia,
tú eres la templanza,
tú eres todo, nuestra riqueza a satisfacción.
6
Tú eres la belleza,
tú eres la mansedumbre,
tú eres el protector (Sal 30,5),
tú eres el custodio y defensor;
tú eres la fortaleza (cf. Sal 42,2),
tú eres el refugio.
7
Tú eres nuestra esperanza,
tú eres nuestra fe,
tú eres nuestra caridad,
tú eres toda nuestra dulzura,
tú eres nuestra vida eterna,
grande y admirable Señor,
Dios omnipotente, misericordioso Salvador.
65
7
En su edición crítica de los escritos de san Francisco, Carlo
Paolazzi numera este Cántico según sus versos. Dado que la
división del texto se ha hecho hasta ahora en versículos, ofrecemos
aquí ambas numeraciones, para facilitar su consulta.
Escritos de Francisco de Asís
66
5
Loado seas, mi Señor, por la hermana luna
y las estrellas (cf. Sal 148,3): 10
67
12
Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana
la muerte corporal
de la cual ningún hombre vivo puede escapar.
13
¡Ay de aquellos que morirán en pecado mortal!;
dichosos los que encontrará en tu santísima voluntad, 30
pues la muerte segunda no les hará mal
(cf. Ap 2,11; 20,6).
14
Load y bendecid a mi Señor (cf. Dan 3,85)
y dadle gracias
y servidle con gran humildad. 33
1. OrSD 1; Rnb 23,1 / ExhAD 17; AlHor 2.11; OfP ben; 2CtaF
61.62; 1CtaCus 7; Rnb 17,18. 2. Rnb 23,5. 3. ExhAD 13; AlHor
5.8; 2CtaF 61. 10. ParPN 8; Rnb 21,5-6; ExhCl 5; RCl 9,7-11.
11. Adm 11,3;15,1-2; VerAl 15; ExhCl 5-6. 12-13. 1CtaF 2,15;
2CtaF 72-85; CtaA 4; Rnb 21,7-8; 23,4. 14. Rnb 21,2; 22,26;
23,11; TestCl 22.
Escritos de Francisco de Asís
68
II. Cartas
69
II. CARTAS
FRATERNIDAD Y MISIÓN
71
73
fraternidades, fácilmente asimilables a otros grupos
heréticos de la época, tenía como test la obediencia a
la jerarquía y la veneración del «santísimo cuerpo y san-
gre de nuestro Señor Jesucristo y sus santos nombres y
palabras escritas, que consagran el cuerpo».
La Eucaristía es para Francisco piedra de toque de
los cristianos. Si se lee el conjunto de sus escritos, inme-
diatamente se concluye que tuvo esa intuición certera
del Espíritu que produce el «sentido de la fe». Obsérve-
se cómo el sacramento es situado en la dinámica de la
revelación y de la comunicación de Dios al mundo, en la
obediencia sacrificial de Jesús, en el realismo histórico
salvífico, en las actitudes fundamentales de la conver-
sión cristiana, en el centro de la vida eclesial y religiosa,
entre los temas prioritarios de la predicación.
La CARTA A UN MINISTRO es uno de los documentos más
preciosos para conocer a Francisco por dentro. Escrita
presumiblemente entre los capítulos de Pentecostés de
los años 1221 y 1223, no sabemos exactamente a qué
ministro se dirige; pero la carta resuena con la fibra más
entrañable: la misericordia. ¿No es, cabalmente, el ob-
jeto último de su contemplación, y la primera expe-
riencia de su conversión, y el sentido de su vocación
como hermano menor, y el método apostólico de sus
fraternidades, y el criterio decisivo del gobierno de la
Orden, y, como se ve en el presente texto, hasta el
proyecto evangélico por excelencia?
La CARTA A TODA LA ORDEN es, muy probablemente una
de las últimas cartas de Francisco llegadas hasta noso-
tros (1224-1226). Esta vez el secretario se permitió más
libertad respecto al dictado de Francisco; pero sólo li-
bertad estilística, ya que la carta entera es resonancia
Escritos de Francisco de Asís
74
75
11
¡Oh, cuán glorioso es tener en el cielo un padre
santo y grande! 12 ¡Oh, cuán santo, es tener un tal es-
poso, defensor, hermoso y admirable! 13 ¡Oh, cuán san-
to y cuán amado, es tener un tal hermano y un tal hijo,
agradable, humilde, pacífico, dulce, amable y más que
todas las cosas deseable, nuestro Señor Jesucristo!, que
dio su vida por sus ovejas (cf. Jn 10,15) y oró al Padre
diciendo: 14 Padre santo, guarda en tu nombre (Jn
17,11) a los que me diste en el mundo; tuyos eran y tú
me los diste (Jn 17,6). 15 Y las palabras que me diste, se
las he dado yo a ellos; y ellos las han aceptado y han
creído verdaderamente que salí de ti, y han conocido
que tú me enviaste (cf. Jn 17,8). 16 Ruego por ellos y no
por el mundo (cf. Jn 17,9). 17 Bendícelos y conságralos
(cf. Jn 17,17); también yo me consagro a mí mismo por
ellos (Jn 17,19). 18 No ruego sólo por ellos, sino también
por los que han de creer en mí por su palabra (Jn 17,20),
para que sean consagrados en la unidad, como noso-
tros (cf. Jn 17,23.11). 19 Y quiero, Padre, que donde
estoy yo también ellos estén conmigo, para que vean
mi gloria (cf. Jn 17,24) en tu reino (Mt 20,21). Amén.
1. 2CtaF 1; Rnb 4,1; 24,1; Rb 1,1; 8,5; RCl 1,1; TestCl 1 / ParPN
5; 2CtaF 18.26; Rnb 23,8; CtaErm 11. 2. 2CtaF 32.37.46; CtaO
50; Adm 10,2-4; Rnb 17,7; 22,5.7-8; 23,8. 3. 2CtaF 22.63;
CtaA 6; 1CtaCus 6; Rnb 20,5; RCl 3,14. 4. 2CtaF 25; Rnb 21,3.
5-10. 2CtaF 48-53. 5. SalVM 5; 2CtaF 18. 6. 2CtaF 48; Rnb
22,27; 3CtaCl 22-23. 7. OfP ant 2; 2CtaF 49-53; FVCl 1; 1CtaCl
12.24; 3CtaCl 1; 4CtaCl 15-17; RCl 6,3. 8-10. 2CtaF 49-53;
2CtaCl 1; 4CtaCl 4.15.17; TestCl 14. 11-13. 2CtaF 54-56; Rnb
22,32. 14-19. 2CtaF 57-60; Rnb 22,42-55. 14. OfP 1,9; 4,9;
5,9; 6,12; AlD 2; 2CtaF 56; Rnb 22,45; 23,1.
II. Cartas
77
2. Los que no hacen penitencia
1
Por el contrario, todos aquellos y aquellas que no
viven en penitencia, 2 ni reciben el cuerpo y la sangre
de nuestro Señor Jesucristo, 3 y viven en el vicio y el
pecado, y van tras la mala concupiscencia (cf. Col 3,5)
y los malos deseos de su carne (cf. Gál 5,16), 4 y no
cumplen lo que prometieron al Señor, 5 y sirven
corporalmente al mundo con los deseos carnales (1Pe
2,11) y con los afanes de este mundo (cf. Mt 13,22; Lc
21,34) y las preocupaciones de esta vida, 6 engañados
por el diablo, cuyos hijos son y cuyas obras hacen (cf. Jn
8,41), son unos ciegos (cf. Mt, 15,14), 7 pues no ven al
que es la luz verdadera (cf. Jn 1,9), nuestro Señor Jesu-
cristo.8 No tienen sabiduría espiritual, porque no tienen
al Hijo de Dios, que es la verdadera sabiduría del Pa-
dre. 9 De ellos se dice: Su sabiduría ha sido devorada
(Sal 10 6,27); y: Malditos los que se apartan de tus
mandatos (Sal 118,21). 10 Ven y conocen, saben y ha-
cen el mal, y a sabiendas pierden sus almas.
11
Mirad, ciegos, engañados por vuestros enemigos,
la carne, el mundo y el diablo, que al cuerpo le es
dulce pecar y amargo servir a Dios, 12 pues todos los
vicios y pecados salen y proceden del corazón del
hombre, como dice el Señor en el Evangelio (cf. Mc
7,21.23; Mt 15,18-19). 13 Y nada tenéis en este mundo
ni en el futuro. 14 Pensáis poseer por mucho tiempo las
vanidades de este mundo, pero estáis engañados, por-
que vendrán el día y la hora que no pensáis, que des-
conocéis e ignoráis (cf. Mt 24,44; 25,13): enferma el
cuerpo, se acerca la muerte, y se muere así con muerte
amarga (1Sam 15,32).
Escritos de Francisco de Asís
78
15
Y dondequiera, cuandoquiera y comoquiera que
muere el hombre en pecado mortal, sin penitencia y
sin haberlo reparado, si pudiendo hacerlo no lo hace,
el diablo arrebata el alma de su cuerpo con tanta an-
gustia y tribulación como nadie lo puede imaginar, sino
el que las padece. 16 Y todos los talentos y el poder, y
la ciencia y la sabiduría (cf. 2Crón 1,12) que creían te-
ner, les serán arrebatados (cf. Lc 8,18; Mc 4,25). 17 Y los
dejan a los parientes y amigos; y éstos toman y repar-
ten su hacienda, y dicen luego: «¡Maldita sea su alma,
pues pudo dejarnos más y haber ganado más de lo
que ganó!» 18 El cuerpo se lo comen los gusanos; y así
pierden el cuerpo y el alma en este mundo caduco, e
irán al infierno, donde serán atormentados sin fin (cf.
Lc 16,24).
1-9. 2CtaF 63-66. 5. CtaA 3; Rnb 8,2. 6. Rnb 21,8. 8. 2CtaF 67-
68. 9. 2CtaF 17.67; CtaA 3; Rnb 5,16; TestCl 76. 10-14. 2CtaF
68-72. 11. Test 3. 12. 2CtaF 37.69; Rnb 22,7.8. 14. OfP 1,5;
2CtaF 81; CtaA 2. 15-18. 2CtaF 82-85. 15. Cánt 13. 16. 2CtaF
83; CtaA 4; Adm 18,2. 18. OfP 1,5.
79
22
Y los que no hagan esto tendrán que dar cuenta,
en el día del juicio (cf. Mt 12,36), ante el tribunal de
nuestro Señor Jesucristo (cf. Rom 14,10).
19. AlD 4.7; 2CtaF 87; Rnb 17,5; 22,26 / 2CtaF 2. 20-21.
2CtaF 87-88; CtaCle 15; CtaA 9; 1CtaCus 9; 2CtaCus 6-7;
CtaO 47-49; Rnb 24,1-3. 21. Test 39 / 2CtaF 3; Adm 1,6; Rnb
22,39; Test 13. 22. 2CtaF 87; CtaCle 14; CtaA 8; Rnb 4,6;
16,4; RCl 4,9.
1
En el nombre del Señor, Padre e Hijo y Espíritu
Santo. Amén.
A todos los cristianos, religiosos, clérigos y laicos, a
todos los hombres y mujeres que habitan en el mundo
entero (cf. Mc 14,9; Rom 1,8), el hermano Francisco, su
siervo y súbdito: mis respetos con reverencia, paz ver-
dadera del cielo y caridad sincera en el Señor.
2
Puesto que soy siervo de todos, a todos estoy obli-
gado a servir y a administrar las fragantes palabras de
mi Señor. 3 Por eso, considerando detenidamente que,
dada la enfermedad y debilidad de mi cuerpo, no pue-
do visitaros personalmente a cada uno, me he propuesto
haceros llegar, por medio de estas letras y de mensaje-
ros, las palabras de nuestro Señor Jesucristo, que es la
Palabra del Padre, y las palabras del Espíritu Santo, que
son espíritu y vida (Jn 6,63).
Escritos de Francisco de Asís
80
81
14
Y quiere que todos seamos salvados por él y que lo
recibamos con un corazón puro y con un cuerpo casto.
15
Pero son pocos los que quieren recibirlo y ser salva-
dos por él, por más que su yugo sea suave y su carga,
ligera (cf. Mt 11,30).
El amor a Dios
Los que no quieren gustar cuán suave es el Señor
16
(cf. Sal 33,9) y aman las tinieblas más que la luz (Jn
3,19), no queriendo cumplir los mandatos de Dios, son
malditos; 17 y de ellos dice el profeta: Malditos los que
se apartan de tus mandatos (Sal 118,21). 18 En cambio,
¡oh, cuán dichosos y benditos son los que aman a Dios
y hacen lo que dice el mismo Señor en el Evangelio:
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda
tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo! (cf. Mt
22,37.39).
Escritos de Francisco de Asís
82
19
Amemos, pues, a Dios y adorémoslo con puro
corazón y mente pura, porque él mismo, buscando esto
por encima de todo, dice: Los verdaderos adorado-
res adorarán al Padre en espíritu y en verdad (Jn 4,23).
20
Es preciso, por ello, que todos los que lo adoran lo
adoren en espíritu de verdad (cf. Jn 4,24). 21 Y dirijá-
mosle alabanzas y oraciones día y noche (Sal 31,4), di-
ciendo: Padre nuestro, que estás en los cielos (Mt 6,9);
porque es necesario que oremos siempre y no desfa-
llezcamos (cf. Lc 18,1).
16-17. 1CtaF 2,9; CtaA 3; Rnb 5,16; TestCl 76. 18. ParPN 5;
1CtaF 1,1.5; 2CtaF 26; Rnb 23,8; CtaErm 11. 19-20. Adm 1,5;
16,2; Rnb 22,26.29.30-31; Rb 10,9; RCl 10,10. 21. ParPN 1-10;
Rnb 3,5-10; 22,28-29; Rb 3,3; RCl 3,3-7.
La vida sacramental
22
Debemos, ciertamente, confesar todos nuestros
pecados al sacerdote. 23 Y recibamos de él el cuerpo y
la sangre de nuestro Señor Jesucristo, porque quien no
come su carne y no bebe su sangre (cf. Jn 6,54.55.57),
no puede entrar en el reino de Dios (Jn 3,5). 24 Pero
cómalo y bébalo dignamente, porque quien lo recibe
indignamente, come y bebe su propia sentencia, no
distinguiendo el cuerpo del Señor (1Cor 11,29), es decir,
sin discernirlo.
22. CtaM 18-20; Rnb 20,1-4 / 1CtaF 1,3; 2CtaF 63; CtaA 6; Rnb
20,5; RCl 3,14. 23. 2CtaF 34; 1CtaCus 6; Rnb 16,7. 24. CtaO
19; Adm 1,13.
II. Cartas
83
El amor al prójimo
25
Demos, además, los frutos propios de la peniten-
cia (Lc 3,8). 26 Y amemos a nuestros prójimos como a
nosotros mismos (cf. Mt 22,39). 27 Y si alguno no quiere
amarlos como a sí mismo, al menos no les haga mal,
sino hágales el bien.
28
Y los que han recibido la potestad de juzgar a
otros, juzguen con misericordia, como ellos mismos
quieren tener la misericordia del Señor, 29 pues tendrán
un juicio sin misericordia aquellos que no tuvieron mi-
sericordia (cf. Sant 2,13).
30
Tengamos, por tanto, caridad y humildad; y de-
mos limosnas, porque éstas limpian en las almas las
manchas de los pecados (cf. Tob 4,11; 12,9). 31 Pues los
hombres pierden todo lo que dejan en este mundo,
pero se llevan consigo la recompensa de la caridad y
las limosnas que hicieron, por las que recibirán del Se-
ñor premio y digna remuneración.
25. 1CtaF 1,4; Rnb 21,3. 26-27. ParPN 5.8; 1CtaF 1,1; 2CtaF
18.38; Adm 9,1-4. 28. 2CtaF 43; CtaM 17; Adm 18,1; Rnb 4,4;
6,2; 10,1; Rb 6,9; RCl 8,14. 30. Rnb 21,4; Rb 6,2; RCl 10,1;
TestCl 56. 31. Rnb 9,9.
La comunión eclesial
32
Debemos también ayunar y abstenernos de los
vicios y pecados (cf. Eclo 3,32), y de la demasía en el
comer y beber, y ser católicos.
33
Debemos, asimismo, visitar con frecuencia las igle-
sias y venerar y reverenciar a los clérigos, no tanto por
Escritos de Francisco de Asís
84
32. Rnb 3,1.11-13; Rb 3,5-8; NACl 1-9; 3CtaCl 29-37; RCl 3,8-
11 / 1CtaF 1,2; 2CtaF 37; Rnb 22,5 / Rnb 19,1-2; 23,7; Rb 2,2;
12,4; Test 31; RCl 2,3; 12,13. 33. Adm 26,1-4; Rnb 19,3; TestS
5; Test 4.6-10. 34. 1CtaCus 6.7; CtaO 37; Test 10. 35. Adm
26,3; Test 10.
85
42
Pero aquel a quien se debe obediencia y que es
tenido por mayor, sea como el menor y siervo de los
otros hermanos (cf. Lc 22,26; Mt 20, 26-27; Mc 10,43-
44). 43 Y practique y tenga con cada uno de los herma-
nos la misericordia que quisiera que se tuviera con él si
estuviese en una situación semejante (cf. Mt 7,12). 44 Y
no se aíre contra el hermano por el pecado de éste,
sino amonéstelo y sopórtelo benignamente, con toda
paciencia y humildad.
45
No debemos ser sabios y prudentes según la car-
ne (cf. 1Cor 1,26), sino, más bien, sencillos, humildes
y puros. 46 Y hagamos de nuestros cuerpos objeto de
oprobio y desprecio, porque todos, por nuestra cul-
pa, somos míseros y podridos, hediondos y gusanos,
como dice el Señor por el profeta: Yo soy un gusano y
no un hombre, deshonra de la gente y desecho del
pueblo (Sal 21,7). 47 Nunca debemos desear estar so-
bre los demás, sino, más bien, debemos ser siervos
y estar sometidos a toda humana criatura por Dios
(cf. 1Pe 2,13).
36. Rnb 22,9. 37. 1CtaF 1,2; 2CtaF 32.46; Rnb 22,5.7-8. 38.
ParPN 8; Adm 9,1; Rnb 16,11; 22,1; Rb 10,10; RCl 10,11. 40.
CtaO 10; SalVir 14-15; Adm 3; Rb 10,2; RCl 10,2; TestCl 67.
41. Adm 3,7; Rnb 5,2; Rb 10,3; RCl 10,3. 42. Rnb 4,2.6; 5,3-
7.9-12; Rb 8,1; 10,1.6; RCl 10,5. 43. 2CtaF 28.43; CtaM 17;
Adm 18,1; Rnb 4,4; 6,2; 10,1; Rb 6,9; ExhCl 5; RCl 8,14; TestCl
69. 44. Adm 11,2-3; Rnb 5,7; 10,4; 11,4; Rb 7,3; RCl 9,5-6. 45.
SalVir 10; Rnb 16,2; 17,10.15; Rb 10,9; RCl 10,10; TestCl 56.
46. 1CtaF 1,2; 2CtaF 37.40; CtaO 50; Adm 10,2-4; Rnb 17,7;
22,5.7-8; 23,8 / OfP 4,7. 47. SalVir 16-18; Adm 19,1-4; Rnb
6,3-4; 7,1; 16,6.
Escritos de Francisco de Asís
86
87
la unidad, como también nosotros somos uno (cf. Jn
17,19.22). 60 Y quiero, Padre, que donde estoy yo
también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria
(cf. Jn 17,24) en tu reino (Mt 20,21).
61
A quien tanto ha soportado por nosotros,
tantos bienes nos ha traído y nos ha de traer
en el futuro,
toda criatura del cielo, de la tierra, del mar
y de los abismos,
rinda alabanza, gloria, honor y bendición (cf. Ap 5,13);
62
porque él es nuestra fuerza y fortaleza (cf. Ap 7,12),
el solo bueno (cf. Lc 18,19), el solo altísimo,
el solo omnipotente (cf. Sal 82,19),
admirable, glorioso (cf. Is 9,6; Dan 3,52),
y el solo santo, laudable y bendito (cf. Dan 3,52)
por los infinitos siglos de los siglos. Amén.
48-53. 1CtaF 1,5-10. 48. Rnb 22,27; 3CtaCl 22. 49-51. 1CtaF
1,7-8; OfP ant 2. 50. FVCl 1; 1CtaCl 12.24; 3CtaCl 1; 4CtaCl
4.15. 51. FVCl 1; RCl 6,3. 53. 3CtaCl 25; TestCl 14. 54-56.
ParPN 1; 1CtaF 1,11-13; Rnb 22,32 / OfP 1,5.9; 4,9; 5,9; 6,12;
AlD 2; Rnb 22,45; 23,1. 57-60. OfP 1,5; 1CtaF 1,14-19; Rnb
22,41-45.55. 61-62. OrSD; ExhAD 17; AlHor 1-8; ParPN 2;
OfP ben; SalVM 3; AlD 1.3.5; Cánt 1; CtaO 4.50; Rnb 17,17.18;
23,1.9.
El moribundo impenitente
72
Enferma el cuerpo, se acerca la muerte, vienen los
parientes y amigos diciendo:
– «Dispón de tus bienes» (cf. Is 38,1).
73
He aquí que su mujer y sus hijos, y los parientes y
amigos fingen llorar. 74 Y, al mirarlos y verlos llorar, se
II. Cartas
89
siente movido por un mal impulso, y, pensando para
sí, dice:
– «He aquí que pongo en vuestras manos mi alma, y
mi cuerpo y todas mis cosas.»
75
Verdaderamente es maldito este hombre que confía
y pone su alma y su cuerpo, y todas sus cosas en tales
manos; 76 pues dice el Señor por el profeta: Maldito el
hombre que pone su confianza en el hombre (Jer 17,5).
77
Y en seguida hacen venir al sacerdote. Y el sacerdote
le dice:
– «¿Quieres recibir la penitencia de todos tus
pecados?»
78
Responde:
– «Quiero.»
– «¿Quieres reparar con tus bienes, en cuanto te es
posible, los pecados cometidos y lo que defraudaste y
engañaste a los hombres?»
79
Responde:
– «No.»
Y el sacerdote le dice:
– «¿Por qué no?»
80
– «Porque he dejado todo en manos de los parientes
y amigos.»
81
Y comienza a perder el habla, y así muere aquel
mísero, con muerte amarga (1Sam 15,32).
82
Pero sepan todos que, dondequiera y comoquiera
que muera un hombre en pecado mortal sin haberlo
reparado, y pudiendo haberlo hecho no lo hizo, el diablo
arrebata el alma de su cuerpo con tanta angustia y
tribulación como nadie lo puede imaginar, sino el que
las padece.
Escritos de Francisco de Asís
90
83
Y todos los talentos, y el poder, y la ciencia que
creía tener, le serán arrebatados (cf. Lc 8,18; Mc 4,25).
84
Y los deja a los parientes y amigos, y éstos toman y
reparten su hacienda, y dicen luego:
– «¡Maldita sea su alma, pues pudo dejarnos más y
haber ganado más de lo que ganó!»
85
El cuerpo se lo comen los gusanos, y así pierde el
cuerpo y el alma en este mundo caduco, e irá al infierno,
donde será atormentado sin fin.
63-67. 1CtaF 2,1-9. 63. 1CtaF 1,3; CtaA 6; Rnb 20,5; RCl 3,14.
64. Rnb 17,7. 65. CtaA 3; Rnb 8,2; Rb 10,7; RCl 10,6. 66. Adm
1,8; Rnb 21,8; 3CtaCl 6; CtaErm 6. 67. SalVir 1.9; Rnb 17,16.
68-72. 1CtaF 2,10-14. 69. 3CtaCl 6.20.27-28 / Rnb 22,7.8. 72.
Cánt 12-13; CtaA 2. 81-85. Cánt 13; 1CtaF 2,15-18; CtaA 4;
Adm 18,2; Rnb 21,8; 22,5.
91
88
Y a todos aquellos y aquellas que benignamente
las acojan, las entiendan y envíen copias a otros, si per-
severan en ellas hasta el fin (cf. Mt 24,13), bendíganlos
el Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo. Amén.
1
Estemos atentos todos los clérigos, al gran pecado
e ignorancia en que incurren algunos respecto al santí-
simo cuerpo y sangre de nuestro Señor Jesucristo y sus
sacratísimos nombres y palabras escritas, que consagran
su cuerpo. 2 Sabemos que no puede existir el cuerpo,
si previamente no ha sido consagrado por la palabra
(cf. 1Tim 4,5). 3 Y nada tenemos ni vemos corporalmente
en este mundo del mismo Altísimo sino el cuerpo y la
sangre, los nombres y las palabras, por los que hemos
sido hechos y redimidos, pasando de la muerte a la
vida (1Jn 3,14).
4
Pero todos aquellos que administran tan santísimos
misterios, especialmente los que los administran de for-
ma indebida, consideren en su interior cuán viles son
los cálices, los corporales y los manteles en los que se
Escritos de Francisco de Asís
92
93
8
Ponemos en versalita las diferencias entre este texto y la
redacción anterior de la misma Carta a los clérigos, haciendo caso
omiso de los cambios en la ordenación de las palabras.
Escritos de Francisco de Asís
94
8
¿No nos mueven a piedad todas estas cosas, sien-
do así que el mismo piadoso Señor se pone en nues-
tras manos y lo tocamos y lo recibimos todos los días
con nuestra boca? 9 ¿Acaso ignoramos que hemos de ir
a parar a sus manos?
10
Enmendémonos, pues, cuanto antes y resuelta-
mente de todas estas cosas y de otras semejantes; 11 y
dondequiera que esté indebidamente colocado y aban-
donado el santísimo cuerpo de nuestro Señor Jesucris-
to, retírese de allí y póngase y guárdese bajo llave en
lugar digno. 12 Del mismo modo, dondequiera que se
encuentren los nombres y palabras escritas del Señor
en lugares indecentes, recójanse y colóquense en sitio
decoroso.
13
Y SABEMOS QUE todas estas cosas DEBEMOS observarlas
por encima de todo, SEGÚN LOS MANDAMIENTOS DEL SEÑOR Y
LAS PRESCRIPCIONES DE LA SANTA MADRE IGLESIA. 14 Y EL QUE no LO
HAGA, SEPA QUE [TENDRÁ QUE] dar cuenta de ello en el día
del juicio (cf. Mt 12,36), ante nuestro Señor Jesucristo.
15
Sepan que son benditos del Señor Dios los que
hagan copias de este escrito, para que sea mejor ob-
servado.
95
8
Y sabed que, si no hacéis esto, tendréis que dar
cuenta de ello en el día del juicio (cf. Mt 12,36) ante
Jesucristo, Señor Dios vuestro.
9
Sepan que son benditos del Señor Dios los que
tengan consigo este escrito y lo cumplan.
1. 2CtaF 1; 1CtaCus 1; 2CtaCus 1; CtaO 2-4; CtaL 1; CtaAnt 1;
CtaJac 1; 1CtaCl 1-2; 2CtaCl 1-2; 3CtaCl 1-2; 4CtaCl 1-3;
CtaErm 1. 2. Cánt 12; 1CtaF 2,14; 2CtaF 72. 3. 2CtaF 65; Rnb
8,2; Rb 10,7; RCl 10,6 / 1CtaF 2,9; 2CtaF 17; CtaO 17; Rnb
5,16; TestCl 76. 4. 1CtaF 2,16; 2CtaF 83; Adm 18,2. 6. Rnb
22,26 / Rnb 21,3 / 1CtaF 1,3; 2CtaF 14.22; 1CtaCus 6; Rnb
20,5; RCl 3,14. 7. AlHor 1-11; 1CtaCus 7-8; 2CtaCus 6. 8.
1CtaF 2,22; 2CtaF 87; CtaCle 14; Rnb 4,6; 16,4; RCl 4,9. 9.
1CtaF 2,19-21; 2CtaF 87-88; CtaCle 15; 1CtaCus 9; 2CtaCus
6-7; CtaM 21; CtaO 47-49; Rnb 24,1-4; Test 40-41; TestCl 79.
97
colocado muy pobremente, pónganlo ellos en lugar
digno y guárdenlo bajo llave, según el mandato de
la Iglesia, y llévenlo con gran veneración y adminís-
trenlo a los demás con discernimiento. 5 Igualmente,
dondequiera que se encuentren los nombres y pala-
bras escritas del Señor en lugares indecentes, recójan-
se y colóquense, como se debe, en sitio decoroso.
6
Y siempre que prediquéis, exhortad al pueblo a la
penitencia, y decid que nadie puede salvarse, sino quien
recibe el santísimo cuerpo y sangre del Señor (cf. Jn 6,53).
7
Y cuando el sacerdote lo ofrece en sacrificio sobre el
altar y lo traslada a otra parte, todos, arrodillándose, rin-
dan alabanza, gloria y honor al Señor Dios vivo y verda-
dero (1Tes 1,9). 8 Y acerca de la alabanza, anunciad y
predicad a toda la gente que el pueblo entero, a toda
hora y cuando suenan las campanas, alabe y dé gracias
siempre a Dios omnipotente en toda la tierra.
9
Y sepan que tienen la bendición del Señor Dios y la
mía todos mis hermanos a los que llegue este escrito y
lo copien y lo tengan consigo, y hagan sacar copias de
él para los hermanos que tienen el oficio de la predica-
ción y el de la custodia de los hermanos, y prediquen
hasta el fin todas las cosas que se contienen en él. 10 Y
sea esto para ellos verdadera y santa obediencia. Amén.
1. 2CtaF 1; CtaA 1; 2CtaCus 1; CtaO 2-4; CtaL 1; CtaAnt 1;
CtaJac 1; 1CtaCl 1-2; 2CtaCl 1-2; 3CtaCl 1-2; 4CtaCl 1-3;
CtaErm 1. 2-5. CtaCle 6.11-13; 2CtaCus 4; CtaO 12.24.34-35;
Test 12. 6. 1CtaF 1,3; 2CtaF 14-15.22.34.63; CtaA 6; 1CtaCus
6-7; CtaO 36; Rnb 20,5; 21,3-9; Rb 9,4; Test 10; RCl 3,14. 7.
OfP ben; 15,1; AlD 3; Adm 16,2; Rnb 23,6. 8. CtaA 7; 2CtaCus
6. 9. 1CtaF 2,19-22; 2CtaF 87-88; CtaCle 15; CtaA 9; 2CtaCus
6-7; CtaM 21; CtaO 47-49; Rnb 24,1-3; Test 40-41; TestCl 79.
10. CtaM 4; CtaL 3; Adm 3,4; Rnb 5,15.17.
Escritos de Francisco de Asís
98
1
A todos los custodios de los Hermanos Menores a
quienes llegue esta carta, el hermano Francisco, el más
pequeño de los siervos de Dios: salud y santa paz en
el Señor.
2
Sabed que a los ojos de Dios hay algunas cosas
especialmente altas y sublimes, que a veces son consi-
deradas viles y despreciables entre los hombres; 3 y
hay otras que son estimadas y respetables entre los
hombres, pero tenidas por vilísimas y despreciables por
Dios.
4
Os ruego cuanto puedo, ante el Señor Dios nues-
tro, que deis a los obispos y a los demás clérigos la
carta que trata del santísimo cuerpo y sangre de nues-
tro Señor, 5 y que retengáis en la memoria lo que sobre
esto os hemos recomendado.
6
De la otra carta, que os envío para que se la deis a
los podestá, cónsules y regidores, y en la que se dice
que se pregonen por pueblos y plazas las alabanzas
de Dios, haced en seguida muchos ejemplares y co-
pias 7 y entregadlos con gran diligencia a aquellos a
quienes deben darse. Que os vaya bien en el Señor.
1. 2CtaF 1; CtaA 1; 1CtaCus 1; CtaO 2-4; CtaL 1; CtaAnt 1;
CtaJac 1; 1CtaCl 1-2; 2CtaCl 1-2; 3CtaCl 1-2; 4CtaCl 1-3;
CtaErm 1. 2-3. 1CtaCus 1. 4. CtaCle 1-15. 6-7. CtaA 1-9 /
1CtaF 2,19-22; 2CtaF 87-88; CtaCle 15; CtaA 9; 1CtaCus 9;
CtaM 21; CtaO 47-49; Rnb 24,1-3; Test 40-41; TestCl 79 /
CtaAnt 2; 1CtaCl 35; 2CtaCl 24; 3CtaCl 42; 4CtaCl 39.
II. Cartas
99
14
«Si alguno de los hermanos, por instigación del
enemigo pecara mortalmente, está obligado, por obe-
diencia, a recurrir a su guardián. 15 Y ninguno de los
hermanos que sepa que ha pecado lo avergüence ni
hable mal de él, sino tenga para con él gran misericor-
dia y mantenga muy en secreto el pecado de su her-
mano, porque no necesitan médico los sanos, sino los
enfermos (cf. Mt 9,12; Mc 2,17). 16 Asimismo, están
obligados, por obediencia, a enviarlo con un compa-
ñero a su custodio. 17 El custodio mismo atiéndalo con
misericordia, como querría que se hiciera con él si es-
tuviera en una situación semejante (cf. Mt 7,12).
18
Y si alguno de los hermanos cometiera un pecado
venial, confiéselo a un hermano suyo sacerdote. 19 Y, si
no hubiera allí sacerdote, confiéselo a otro hermano
suyo, hasta que tenga un sacerdote que lo absuelva
canónicamente, como queda dicho. 20 Y éstos no ten-
gan absolutamente potestad de imponer otra peniten-
cia que ésta: Vete y no peques más (Jn 8,11)».
21
Este escrito, para que sea mejor observado, tenlo
contigo hasta [el capítulo de] Pentecostés; allí estarás
con tus hermanos. 22 Y estas cosas, y todas las demás
que se echan de menos en la Regla, procuraréis com-
pletarlas con la ayuda del Señor Dios.
1. BenL 1-3; BenCl 2-4. 2. Rnb 22,26; 23,10. 4. 1CtaCus 10;
CtaL 3; Adm 3,4; Rnb 5,15.17. 13. Rnb 5,16; 13,1-2; 19,2; 20,1-
4; Rb 7,1-2; RCl 9,1 / Rnb 18,2; Rb 8,2. 14. Rnb 5,5-6; Rb 7,1-2;
RCl 9,1. 15. Adm 11,1-2; 24; Rnb 5,7-8; 7,15; 11,7; Rb 7,3;
10,7; RCl 9,5-6; 10,6. 16. Test 31. 17. 2CtaF 43; Adm 18,1; Rnb
4,4; 6,2; 10,1; Rb 6,9; ExhCl 5; RCl 8,14; TestCl 69. 18. 2CtaF
22; Rnb 20,1-4. 19. Rnb 20,3-4. 21. 1CtaF 2,19-22; 2CtaF 87-
88; CtaCle 15; CtaA 9; 1CtaCus 9; 2CtaCus 6-7; CtaO 47-49;
Rnb 24,1-3; Test 40-41; TestCl 36.79 / Rnb 18,1-2; Rb 8,2.
II. Cartas
101
12. 2CtaF 86; CtaO 12.14.24; Rnb 24,3 / 1CtaCus 2; Rnb 17,18;
Test 11-12.
II. Cartas
103
Exhortación a los hermanos sacerdotes
14
Ruego también en el Señor a todos mis hermanos
sacerdotes, los que son y serán y a los que ansían ser
sacerdotes del Altísimo, que, siempre que quieran cele-
brar la misa, purificados y con pureza ofrezcan con reve-
rencia el verdadero sacrificio del santísimo cuerpo y san-
gre de nuestro Señor Jesucristo, y háganlo con intención
santa y limpia, no por cosa alguna terrena ni por temor
o amor de hombre alguno, como queriendo agradar a
los hombres (cf. Ef 6,6; Col 3,22); 15 sino que toda la
voluntad, en cuanto es posible con la ayuda de la gracia,
se dirija a Dios, deseando agradar al solo sumo Señor,
pues solamente ahí obra como a él mismo le agrada; 16 y
puesto que él mismo dice: Haced esto en conmemora-
ción mía (Lc 22,19; 1Cor 11,24), si alguno lo hace de
otro modo, se convierte en Judas, el traidor, y se hace
reo del cuerpo y la sangre de Señor (1Cor 11,27).
17
Recordad, hermanos míos sacerdotes, lo que está
escrito de la ley de Moisés: quien la transgredía, aun-
que fuera en cosas materiales, moría sin compasión por
sentencia del Señor (cf. Heb 10,28). 18 ¡Cuánto mayo-
res y peores suplicios merece padecer quien pisotee
al Hijo de Dios y profane la sangre de la Alianza, en la
que fue santificado, y ultraje el Espíritu de la gracia!
(cf. Heb 10,29). 19 Pues el hombre desprecia, profana y
pisotea al Cordero de Dios cuando, como dice el após-
tol, sin distinguir (1Cor 11,29) ni discernir el santo pan
de Cristo de otros alimentos y obras, lo come siendo
indigno, o, siendo digno, lo come vana e indignamente,
pues dice el Señor por el profeta: Maldito el hombre
que hace la obra del Señor con engaño (cf. Jer 48,10);
Escritos de Francisco de Asís
104
20
y a los sacerdotes que no quieren grabar de verdad
esto en el corazón, les condena, diciendo: Maldeciré
con vuestras bendiciones (Mal 2,2).
21
Escuchad, hermanos míos: si la bienaventurada Vir-
gen es honrada, como es justo, porque lo llevó en su
santísimo seno; si el bienaventurado Bautista se estre-
meció dichoso y no se atrevió a tocar la santa cabeza de
Dios; si el sepulcro en que yació por algún tiempo es
venerado, 22 ¡cuán santo, justo y digno debe ser quien
toca con las manos, toma en el corazón y con la boca, y
da a los demás para tomar no a quien ha de morir, sino
a quien ha de vivir eternamente y es glorificado y a
quien los ángeles desean contemplar! (1Pe 1,12).
23
Considerad vuestra dignidad, hermanos sacerdo-
tes (cf. 1Cor 1,26), y sed santos, porque él es santo (cf.
Lev 19,2). 24 Y así como el Señor Dios os ha honrado
por encima de todos por razón de este ministerio, así
también vosotros amadle, reverenciadle y honradle por
encima de todos. 25 Gran miseria y miserable flaqueza
es que, cuando lo tenéis a él mismo así presente, os
preocupéis de alguna otra cosa del mundo.
105
¡Oh sublime humildad!
¡Oh humilde sublimidad,
que el Señor del universo, Dios e Hijo de Dios,
se humilla hasta el punto de esconderse,
para nuestra salvación,
bajo una pequeña forma de pan!
28
Mirad, hermanos, la humildad de Dios
y derramad ante él vuestros corazones (Sal 61,9);
humillaos también vosotros,
para ser enaltecidos por él (cf. 1Pe 5,6; Sant 4,10).
29
Nada, pues, de vosotros retengáis
para vosotros mismos,
para que enteros os reciba
el que entero se os entrega.
La misa en fraternidad
30
Amonesto, por eso, y exhorto en el Señor a que,
en los lugares en que habitan los hermanos, se cele-
bre sólo una misa al día según la forma de la santa
Iglesia. 31 Pero si en un lugar hubiera varios sacerdo-
tes, conténtese el uno, por el amor de la caridad, con
oír la celebración del otro sacerdote, 32 porque el Se-
ñor Jesucristo colma a los presentes y a los ausentes
que son dignos de él. 33 El cual, aunque se vea que
está en muchos lugares, permanece, sin embargo, in-
divisible y «no conoce menoscabo alguno»9, sino que,
9
La expresión está tomada del pregón pascual del Misal
romano para cantar al cirio pascual –símbolo de Cristo resucitado–
en el que se encienden las velas de todos los participantes en la
celebración, y aunque se distribuye su luz, no mengua al repartirla.
Escritos de Francisco de Asís
106
107
34-37. CtaCle 10-12; 1CtaCus 4-5; Test 12. 37. 2CtaF 34;
CtaCle 2; 1CtaCus 6-7; Adm 1,9.
10
Cf. SAN BENITO, Regla, 19,7: «Y salmodiemos de tal modo que
nuestra mente sintonice con nuestra voz.»
Escritos de Francisco de Asís
108
39. Rnb 3,3-4; Rb 3,1-2; Test 19.29. 40. Test 39. 41. Rnb 3,3-
4; Rb 3,1-2; Test 18. 42. RCl 3,1. 43. Rnb 9,16; Test 30-33. 44.
Test 31. 45. Rnb 2,10; 5,16.
109
46. 2CtaF 11; Adm 1,16; ExhCl 2. 47-49. 1CtaF 2,19-22;
2CtaF 87-88; CtaCle 15; CtaA 9; 1CtaCus 9; 2CtaCus 6-7;
CtaM 21; Rnb 24,1-4; Test 39-41; TestCl 79. 49. Rnb 5,17;
BenCl 16.
Oración
50
Omnipotente, eterno, justo y misericordioso Dios,
concédenos por ti mismo a nosotros, míseros, hacer lo
que sabemos que quieres y querer siempre lo que te
agrada, 51 a fin de que, interiormente purificados, ilu-
minados interiormente y encendidos por el fuego del
Espíritu Santo, podamos seguir las huellas (cf. 1Pe 2,21)
de tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo, 52 y llegar,
por sola tu gracia, a ti, Altísimo, que en perfecta Trini-
dad y en simple Unidad vives y reinas y eres glorifi-
cado, Dios omnipotente, por todos los siglos de los
siglos. Amén.
50. AlHor 11; AlD 1-3; Cánt 1; Rnb 23,1 / 2CtaF 46; Rnb 22,6;
23,8 / CtaO 15; CtaL 3; Rnb 22,9. 51. OrSD; 2CtaCl 7 / ParPN
6; OfP ant 3; 7,8; 9,2; 15,13; SalVM 2; 2CtaF 13.47; CtaL 3;
Adm 5,1; Rnb 1,1;16,6; 22,2; Test 40; 3CtaCl 4.25; RCl bula
13; TestCl 36. 52. ExhAD 18; AlD 3; Rnb 23,8 / Rnb 21,2.11.
Escritos de Francisco de Asís
110
1
Al hermano Antonio, mi obispo, el hermano Fran-
cisco: salud.
2
Me agrada que enseñes la sagrada teología a los
hermanos, a condición de que, en su estudio, no apa-
gues el espíritu de la santa oración y devoción (cf. 1Tes
5,19), según se afirma en la Regla. Que te vaya bien.
II. Cartas
111
1. 2CtaF 1; CtaA 1; 1CtaCus 1; 2CtaCus 1; CtaO 2-4; CtaL 1;
CtaJac 1; 1CtaCl 1-2; 2CtaCl 1-2; 3CtaCl 1-2; 4CtaCl 1-3;
CtaErm1. 2. Test 13 / Rb 5,2; RCl 7,2 / 2CtaCus 7; 1CtaCl 35;
2CtaCl 24; 3CtaCl 42; 4CtaCl 39.
11
De la existencia de esta Carta dan fe diversas fuentes
franciscanas, que hacen referencia también a su contenido.
Ofrecemos aquí la traducción del texto latino que propone Carlo
Paolazzi en su edición crítica, tomado de Actus beati Francisci et
sociorum eius, XVIII (Cf. ENRICO MENESTÒ – STEFANO BRUFANI (COORD.),
Fontes Franciscani, Edizioni Porziuncola, Assisi, 1996, 2124-2125).
Escritos de Francisco de Asís
112
III. Avisos espirituales
113
• La limpieza de corazón
• El siervo de Dios humilde
• La compasión con el prójimo y la desapropiación
interior
• La verdadera humildad
• El religioso alegre en el Señor y el religioso vano
• El religioso frívolo y hablador
• Actitud en la corrección
• Más sobre la humildad
• El verdadero amor
• Más sobre el verdadero amor
• Los siervos de Dios han de honrar a losclérigos
• La virtud ahuyenta al vicio
• Ocúltese el bien para que no se malogre
115
117
12
La santa humildad
confunde a la soberbia
y a todos los hombres del mundo,
y a todo lo que hay en el mundo.
13
La santa caridad
confunde a todas las tentaciones diabólicas y carnales
y a todos los temores carnales (cf. 1Jn 4,18).
14
La santa obediencia
confunde a todos los propios quereres corporales
y carnales,
15
y tiene mortificado su cuerpo
para obedecer al espíritu y para obedecer a su hermano,
16
y está sujeto y sometido
a todos los hombres que hay en el mundo;
17
y no sólo a los hombres,
sino también a todas las bestias y fieras,
18
para que, puedan hacer de él lo que quieran,
en cuanto les sea dado de lo alto por el Señor
(cf. Jn 19,11).
1-18. AlD 4-7; Adm 27,1-6; SalVM 6; Rb 6,4; 9,4; RCl 8,4. 1.
Adm 27,1; Rnb 17,16; 3CtaCl 5 / TestCl 56. 2. Adm 27,3;
TestS 4; Test 24; 1CtaCl 16; TestCl 10.33-47; CtaErm 14 /
Adm 13,1-2; 19; 23; 27,2; Rnb 9,1; Rb 6,2; 12,4; 3CtaCl 7.25;
4CtaCl 18.20; RCl 8,2; 12,13; TestCl 47.56; CtaErm 14. 3. AlD
4.7; 1CtaF 19; 2CtaF 86; Rnb 5,13; 17,5; 22,26; 2CtaCl 7;
3CtaCl 22, 4CtaCl 18.24.27 / 2CtaF 40-41; CtaM 4; CtaO 10;
Adm 3; 27,1; Rnb 5,2.14-15; Test 27-28. 4. SalVM 6. 8. Adm
27,1-6. 9. Adm 27,1; Rnb 17,10. 10. 2CtaF 45; Rnb 16,2;
17,10.15; Rb 10,9; RCl 10,10; TestCl 56. 11. Adm 27,3; Test
24; TestCl 39 / Adm 27,2; Rnb 9,1; Rb 6,2; 12,4; 3CtaCl 7.25;
4CtaCl 20; RCl 8,2; 12,13; TestCl 47.56; CtaErm 14. 14-15.
2CtaF 40; CtaO 10; Adm 3; Rnb 17,14; Rb 10,2; RCl 10,2. 16-
18. 2CtaF 47; Adm 19,1-4; Rnb 6,3-4; 7,1; 16,6.
III. Avisos espirituales
119
ADMONICIONES (=Adm) 2
1. El cuerpo del Señor
1
Dijo el Señor Jesús a sus discípulos: Yo soy el cami-
no, la verdad y la vida; nadie va al Padre sino es por
mí. 2 Si me hubierais conocido a mí, habríais conocido,
ciertamente, también a mi Padre; y desde ahora lo co-
noceréis y lo habéis visto. 3 Felipe le dice: Señor, mués-
tranos al Padre y nos basta. 4 Jesús le dice: Llevo tanto
tiempo con vosotros, ¿y aún no me habéis conocido?
Felipe, el que me ve a mí, ve también a mi Padre (cf. Jn
14,6-9). 5 El Padre habita en una luz inaccesible (cf.
1Tim 6,16), y Dios es espíritu (Jn 4,24), y a Dios nadie
lo ha visto jamás (Jn 1,18). 6 Por eso no puede ser visto
sino en el espíritu, porque el espíritu es el que da la
vida, la carne no sirve para nada (Jn 6,63). 7 Y ni siquie-
ra el Hijo, en lo que es igual al Padre, es visto por
nadie de otro modo a como se ve al Padre, de otro
modo a como se ve al Espíritu Santo.
8
Por eso, todos los que vieron al Señor Jesús según la
humanidad, y no vieron ni creyeron, según el espíritu y
la divinidad, que él era el verdadero Hijo de Dios, están
condenados. 9 Y así también ahora, todos los que ven las
especies de pan y vino en el sacramento que se consa-
gra sobre el altar, por las palabras del Señor por medio
del sacerdote, y no ven ni creen, según el espíritu y la
divinidad, que son verdaderamente el santísimo cuerpo
y sangre de nuestro Señor Jesucristo, están condena-
dos, 10 como atestigua el mismo Altísimo, que dice:
Esto es mi cuerpo y mi sangre del nuevo testamento,
Escritos de Francisco de Asís
120
121
2. El mal de apropiarse la voluntad
1
El Señor dijo a Adán: Come de todos los árboles
del paraíso, pero del árbol de la ciencia del bien y del
mal no comas (cf. Gén 2,16-17).
2
Podía comer de todos los árboles del paraíso, por-
que, mientras no faltó a la obediencia, no pecó. 3 Come,
en efecto, del árbol de la ciencia del bien, el que se
apropia su voluntad y se enaltece del bien que el Se-
ñor dice o hace en él; 4 y de esta manera, por la suges-
tión del diablo y la transgresión del mandato, lo que
comió se convirtió para él en fruto de la ciencia del
mal. 5 Por eso, es preciso que cargue con la pena.
3. Adm 2,3; 7,4; 8,3; 12,2; 17,1; 18,2; Rnb 17,6.
3. La verdadera obediencia
1
Dice el Señor en el Evangelio: El que no renuncie a
todo lo que posee, no puede ser mi discípulo (Lc 14,33);
2
y: El que quiera salvar su vida, la perderá (Lc 9,24).
3
Abandona todo lo que posee y pierde [su alma y] su
cuerpo, el que se entrega a sí mismo totalmente a la obe-
diencia en manos de su prelado. 4 Y todo cuanto hace o
dice, sabiendo que no va contra la voluntad de éste, y
mientras sea bueno lo que hace, es verdadera obediencia.
5
Y si alguna vez el súbdito ve que algo es mejor y
de más provecho para su alma que lo que le manda el
prelado, sacrifique voluntariamente lo suyo a Dios, y
esfuércese en poner por obra lo que le manda el prela-
do. 6 Pues ésta es la obediencia caritativa (cf. 1Pe 1,22),
porque da lo que debe a Dios y al prójimo.
Escritos de Francisco de Asís
122
7
Pero, si el prelado manda al súbdito algo que va
contra su alma, aunque no le obedezca no por eso lo
abandone. 8 Y si por ello hubiera de soportar la perse-
cución de algunos, ámelos más por Dios. 9 Porque quien
prefiere soportar la persecución a desear separarse de
sus hermanos, se mantiene verdaderamente en la obe-
diencia perfecta, ya que entrega su vida (cf. Jn 15,13)
por sus hermanos.
10
Pues hay muchos religiosos que, so pretexto de
que ven cosas mejores que las que mandan sus prela-
dos, miran atrás (cf. Lc 9,62) y tornan al vómito de la
propia voluntad (cf. Prov 26,11; 2Pe 2,22); 11 éstos son
homicidas, y, por sus malos ejemplos, hacen perderse
a muchas almas.
1. Rnb 1,5; Rb 10,2. 2. Rnb 16,11. 3. SalVir 14-18; Rb 10,2-3;
Test 27-28. 4. CtaM 4; CtaL 3; Rnb 5,15.17. 6. SalVir 3; Rnb
5,14-15. 7. 2CtaF 41; Rnb 5,2; Rb 10,3; RCl 10,3. 9. CtaM 2-8.
10. Rnb 2,10; Rb 2,13. 11. Rnb 4,6; 5,7.
123
5. Nadie se enorgullezca,
sino gloríese en la cruz del Señor
1
Considera, ¡oh hombre!, cuánto te ha encumbrado
el Señor Dios, pues te creó y formó a imagen de su
amado Hijo según el cuerpo y a semejanza suya según
el espíritu (cf. Gén 1,26). 2 Y todas las criaturas que hay
bajo el cielo sirven, conocen y obedecen, a su modo,
mejor que tú a su Creador. 3 Y los mismos demonios no
lo crucificaron, sino que fuiste tú el que con ellos lo cru-
cificaste, y lo sigues crucificando, deleitándote en vicios
y pecados. 4 ¿De qué puedes, por consiguiente, gloriarte?
5
Pues, aunque fueras tan sutil y sabio que tuvieras
toda la ciencia (cf. 1Cor 13,2) y supieras interpretar toda
clase de lenguas (cf. 1Cor 12,28) y escudriñar sutilmente
las cosas celestiales, de nada de ello puedes gloriarte,
6
porque un solo demonio supo de las cosas celestiales y
sabe ahora de las terrenas más que todos los hombres,
incluso en el caso de que existiera alguno que hubiese
recibido del Señor un conocimiento especial de la suma
sabiduría. 7 Asimismo, aunque fueras el más hermoso y
más rico de todos los hombres, e hicieras maravillas tales
como poner en fuga a los demonios, todas estas cosas te
son contraproducentes, ninguna de ellas te pertenece y
de ninguna de ellas puedes gloriarte.
8
En esto, sin embargo, sí podemos gloriarnos: en
nuestras flaquezas (cf. 2Cor 12,5) y en llevar diaria-
mente a cuestas la santa cruz de nuestro Señor Jesucristo
(cf. Lc 14,27; Jn 19,17).
1. Rnb 23,1.3.8. 2. AlHor 8. 4. 1CtaF 2,3; 2CtaF 64; Rnb 22,5.
5. VerAl 4. 7. VerAl 6; Rnb 17,6. 8. VerAl 15; Rnb 17,8 / OfP
7,8; 15,13.
Escritos de Francisco de Asís
124
125
y el ejemplo la restituyen al altísimo Señor Dios, de
quien es todo bien.
1. Adm 1,6. 2. 1CtaF 2,17; 2CtaF 72.84; Rnb 17,11. 4. Adm 1,6
/ Adm 2,3; 12,2; 17,1; Rnb 17,6 / AlHor 11; OfP ben; Adm
11,4; 18,2; Rnb 17,17-18; TestCl 18 / AlHor 11; ParPN 2;
SalVM 3; AlD 3; Adm 8,3; Rnb 17,17-18; 23,8.9.
1. Adm 9,3. 2-3. Cánt 11; 2CtaF 44; Adm 15,1-2; Rnb 5,7;
10,4; 11,4; Rb 7,3; RCl 9,5-6. 4. AlHor 11; OfP ben; Adm 7,4;
18,2; Rnb 17,17-18.
III. Avisos espirituales
127
12. Cómo conocer el espíritu del Señor
1
En esto puede conocer el siervo de Dios si tiene el
espíritu del Señor: 2 si, cuando el Señor obra por medio
de él algo bueno, no se enaltece su carne, que siem-
pre es opuesta a todo lo bueno, 3 sino, más bien, se ve
a sí mismo más vil y se estima menor que todos los
demás hombres.
1. 1CtaF 1,12; 2CtaF 55; Rb 10,9. 2. Adm 2,3; 8,3; 12,2; 17,1;
18,2; Rnb 17,6. 3. Adm 19,2; Rnb 6,3; 17,14.
13. La paciencia
1
El siervo de Dios no puede saber cuánta paciencia
y humildad tiene mientras se le da gusto. 2 Mas, cuanta
paciencia y humildad tiene en el momento en que
quienes debieran darle gusto hacen lo contrario, tanta
tiene y no más.
1. 2CtaF 44; Adm 15,1-2; 27,2; Rnb 16,20; 17,15; Rb 10,9; RCl
10,10. 2. VerAl 15; Rnb 16,20.
15. La paz
1
Dichosos los pacíficos, porque serán llamados hijos
de Dios (Mt 5,9).
2
Son verdaderamente pacíficos aquellos que, en
medio de todas las cosas que padecen en este mundo,
conservan la paz en su alma y en su cuerpo, por el amor
de nuestro Señor Jesucristo.
2. Cánt 11; Adm 11,3; VerAl 15; Rnb 16,15-21; 17,14; Rb 3,11;
ExhCl 5.
129
17. El siervo de Dios humilde
1
Dichoso aquel siervo (Mt 24,46) que no se enaltece
más por el bien que el Señor dice y hace por medio de
él, que por el que dice y hace por medio de otro.
2
Peca el hombre que quiere más recibir de su próji-
mo que dar de sí mismo a su Señor.
1. Adm 2,3; 10,3; 12,2; 19,4 / ParPN 5; Adm 2,3; 7,4; 8,3;
12,2; 18,2; Rnb 17,6.17.
3
¡Ay de aquel religioso que ha sido colocado en lo
alto por los demás y no quiere bajar por su voluntad!
4
Y dichoso aquel siervo (Mt 24,46) que no es colo-
cado en lo alto por su voluntad y siempre desea estar a
los pies de los demás.
1. Adm 12,1-3. 2. Adm 13,2. 4. 2CtaF 47; Adm 4,1-3; 10,3;
17,1; Rnb 5,9-11; 6,4 / 2CtaF 86; CtaO 12; Rnb 24,3; RCl 9,8.
131
1. Adm 28,1-3; Rnb 22,20.25. 2. 2CtaF 53; Adm 28,3. 3.
Rnb 17,13.
1. Adm 23,2; Rnb 4,2; 5,3-6; Rb 10,1. 2. Adm 23,3. 3. Adm 6,2.
133
27. La virtud ahuyenta al vicio
1
Donde hay caridad y sabiduría,
allí no hay temor ni ignorancia (cf. 1Jn 4,18).
2
Donde hay paciencia y humildad,
allí no hay ira ni turbación.
3
Donde hay pobreza con alegría,
allí no hay codicia ni avaricia.
4
Donde hay quietud y meditación,
allí no hay desasosiego ni vagabundeo.
5
Donde hay temor de Dios que custodia la entrada
(cf. Lc 11,21),
allí el enemigo no tiene lugar por donde entrar.
6
Donde hay misericordia y discreción,
allí no hay superfluidad ni endurecimiento.
1-6. AlD 4-6; SalVir 1-18. 2. Adm 13,2; VerAl 15; Rb 10,9; RCl
10,10 / Rb 7,3; RCl 9,6. 3. Rb 10,7. 5. Rnb 17,16. 6. 2CtaF
28.43; CtaM 9-17; RCl 3,10 / NACl 3; ExhCl 4; 3CtaCl 31.40;
RCl 2,17; TestCl 63.
1
Un cierto día el bienaventurado Francisco, estando
en Santa María, llamó al hermano León y le dijo:
–Hermano León, escribe.
2
Éste le respondió:
–Ya estoy listo.
3
–Escribe –le dijo– cuál es la verdadera alegría.
4
Llega un mensajero y dice que han venido a la
Orden todos los maestros de París. Escribe: «En esto no
está la verdadera alegría».
5
También que han venido todos los prelados
ultramontanos, arzobispos y obispos, y también el rey
de Francia y el rey de Inglaterra. Escribe: «En esto no
está la verdadera alegría».
6
Y dice también que mis hermanos han ido entre los
infieles y los han convertido a todos a la fe; y que,
además, yo he recibido de Dios tanta gracia, que sano
enfermos y hago muchos milagros. Te digo que en
todas estas cosas no está la verdadera alegría.
7
Pero, ¿cuál es la verdadera alegría?
8
Vuelvo de Perusa y, en medio de una noche cerra-
da, llego aquí; es tiempo de invierno, está todo emba-
rrado y hace tanto frío, que en los bordes de la túnica
se forman carámbanos de agua fría congelada que gol-
pean continuamente las piernas, y brota sangre de sus
heridas.
III. Avisos espirituales
135
9
Y todo embarrado, aterido y helado, llego a la puer-
ta; y, después de golpear y llamar un buen rato, acude
el hermano y pregunta:
– ¿Quién es?
Yo respondo:
– El hermano Francisco.
10
Y él dice:
– Largo de aquí. No es hora decente para andar de
camino; no entrarás.
11
Y, al insistir yo de nuevo, responde:
– Largo de aquí. Tú eres un simple y un inculto. Ya
no vienes con nosotros. Nosotros somos tantos y tales,
que no te necesitamos.
12
Y yo vuelvo a la puerta y digo:
– Por amor de Dios, acogedme por esta noche.
13
Y él responde:
–No lo haré. 14 Vete al lugar de los crucíferos y pide allí.
15
Te digo que, si tuviera paciencia y no me turbara,
en esto está la verdadera alegría, y la verdadera virtud
y la salvación del alma.
137
139
141
– Una lectura que capte el modo de vivir de las
fraternidades primitivas, punto de referencia esencial
a la hora de discernir un carisma (cf. Rnb 7-15; Rb 3-
6); por ejemplo, la relación entre pobreza, trabajo y
oración.
– Es inútil buscar un orden discursivo, pero existen
ciertas unidades literarias que apuntan a núcleos temá-
ticos (cf. Rb 1,1-3,9; 3,10-6,6; 6,7-10,6; 10,7-12; 11;
12,1-2;12,3-4).
– El género literario básico es el parenético, que en
ocasiones es trascendido por la alabanza, ambos signi-
ficativos de la conciencia personal de Francisco. Él do-
mina toda la Regla; pero él mismo es vacío tan sólo
para el Único. Habrá que detenerse en dichos textos,
pues nos sumergen en la fuente inspiracional de la vo-
cación franciscana (cf. Rnb 16-17;22-23).
– Es importante captar la unidad indisoluble entre
espíritu y letra, más allá de todo legalismo e igualmen-
te de una fácil reducción del carisma a espiritualidad.
Una de las claves consiste en percibir el sistema de
preferencias, el estilo, las líneas de fuerza, la coheren-
cia interna de los distintos elementos que integran la
«figura» evangélica del Hermano Menor.
– El secreto sigue siendo muy simple, y resplandece
a través de todos los textos como centro configurador:
«seguir las huellas» de Jesús (cf. Rnb 1; Rb 1).
Durante el largo proceso de composición de la Re-
gla no bulada, Francisco escribió la FORMA DE VIDA PARA
CLARA Y SUS HERMANAS, el pequeño grupo que iniciaba
hacia 1211, en la ermita de San Damián en Asís, lo que
Escritos de Francisco de Asís
142
143
FORMA DE VIDA 1
PARA CLARA Y SUS HERMANAS (=FVCl)12
1
Ya que, por divina inspiración, os habéis hecho hi-
jas y esclavas del altísimo y sumo Rey, Padre celestial,
y os habéis desposado con el Espíritu Santo, eligiendo
vivir según la perfección del santo Evangelio, 2 quiero
y prometo dispensaros siempre, por mí mismo y por
medio de mis hermanos, y como a ellos, un amoroso
cuidado y una especial solicitud.
1-2. RCl 6,3-4. 1. Rnb 2,1; 16,1; RCl 2,1 / OfP ant 2; SalVM 1-2;
1CtaF 1,7-8; 2CtaF 49-51; 1CtaCl 24; 3CtaCl 1 / Rb 1,1;
BenBer 2; 2CtaCl 3.5.14.17; RCl 1,1. 2. TestCl 29.
1. Rnb 7,13 / CtaL 2; Rnb 9,11; Rb 6,8; RCl 4,8; TestCl 63. 3.
Rnb 3,10; Rb 3,3; RCl 5,1. 4. Rnb 3,3.10; Rb 3,3; RCl 5,1. 5. Rnb
7,8; 9,1-9; Rb 6,2; RCl 8,2. 6. Rnb 3,3.10; Rb 3,3. 7. RCl 11,7-
8. 9. Rnb 4,2; Rb 10,1.
IV. Textos legislativos
145
REGLA NO BULADA 3
DE LOS HERMANOS MENORES (=Rnb)
PRÓLOGO
1
¡En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo! Amén.
2
Ésta es la vida que el hermano Francisco pidió al
señor papa le concediera y confirmara, y éste le con-
cedió y confirmó para sí y sus hermanos, que han sido,
son y serán.
3
El hermano Francisco y todo aquel que sea cabeza
de esta Religión, prometa obediencia y reverencia al
señor papa Inocencio y a sus sucesores. 4 Y todos los
demás hermanos están obligados a obedecer al her-
mano Francisco y a sus sucesores.
1. 2CtaF 1.86; CtaO 1; BenCl 1. 2. Rb 1,1; RCl 1,1 / Test 14-15.
3. Rb 1,2; RCl 1,2. 4. Rb 1,3; RCl 1,3.
CAPÍTULO I
La Regla y vida de los hermanos es seguir la doctrina
y huellas de nuestro Señor Jesucristo
1
La Regla y vida de estos hermanos es ésta: vivir
en obediencia, en castidad y sin nada propio, y seguir
la doctrina y las huellas de nuestro Señor Jesucristo
(cf. 1Pe 2,21), que dice: 2 Si quieres ser perfecto, ve
Escritos de Francisco de Asís
146
CAPÍTULO II
La admisión y el vestido de los hermanos
1
Si alguno viniera a nuestros hermanos queriendo,
por divina inspiración, abrazar esta vida, sea recibido
benignamente por ellos. 2 Y, si estuviera decidido a
abrazar nuestra vida, guárdense mucho los hermanos
de entrometerse en sus negocios temporales, y pre-
séntenlo, cuanto antes puedan, a su ministro.
3
El ministro, por su parte, recíbalo benignamente,
anímelo, y expóngale diligentemente el tenor de
nuestra vida. 4 Hecho lo cual, el mencionado [aspi-
rante], si quiere y puede hacerlo espiritualmente y nada
se lo impide, venda todas sus cosas y esfuércese en
IV. Textos legislativos
147
distribuirlas entre los pobres (cf. Lc 18,22). 5 Y guár-
dense los hermanos y el ministro de los hermanos de
entrometerse de algún modo en sus negocios, 6 y no
acepten pecunia alguna ni por sí mismos ni por inter-
mediarios. 7 Sin embargo, si les falta lo necesario, para
remediar la necesidad pueden recibir los hermanos,
como los otros pobres, lo necesario para el cuerpo,
excepto pecunia.
8
Y, a su regreso, el ministro concédale por un año
las prendas del tiempo de la probación, es decir: dos
túnicas sin capucha, el cordón, los calzones y el caparón
hasta el cordón. 9 Y acabado el año y el tiempo de la
probación, sea recibido a la obediencia. 10 En adelante
no le estará permitido pasar a otra Religión, ni «vagar
fuera de la obediencia», conforme al mandato del se-
ñor papa13, pues según el Evangelio, nadie que pone
la mano en el arado y mira atrás es apto para el reino
de Dios (Lc 9,62). 11 Pero, si viniera alguno que, que-
riendo espiritualmente hacerlo, no puede dar sus bie-
nes, por haber algún impedimento, déjelos y eso le
basta. 12 Y ninguno sea recibido contra la forma y dis-
posiciones de la santa Iglesia.
13
Y los hermanos que han prometido obediencia, ten-
gan una túnica con capucha, y otra sin ella si fuera nece-
sario, el cordón y los calzones. 14 Y todos los hermanos
vístanse de ropas viles, y puedan reforzarlas con piezas
13
Francisco remite aquí a la bula Cum secundum consilium
(22.9.1220) de Honorio III, con la que instituye el año de noviciado
en la Orden de los Hermanos Menores, y prohibe a éstos pasar a
otra Religión y «vagar fuera de la obediencia».
Escritos de Francisco de Asís
148
1. FVCl 1; Rb 2,1; Test 16; RCl 2,1. 2. Rb 2,1.7; RCl 2,10. 3. RCl
2,7. 4. Rb 2,5; Test 16; RCl 2,8. 5. Rb 2,7; RCl 2,10. 6. Rnb
8,3.8; Rb 4,1; RCl 6,12. 7. Rnb 7,7-8; Rb 5,3. 8. Rb 2,9; Test 16;
RCl 2,12. 9. Rb 2,11; RCl 2,14. 10. CtaO 45; Rnb 5,16; Rb 2,12-
13; RCl 2,13. 11. Rb 2,6. 12. RCl 2,24. 13. Rb 2,14; Test 16. 14.
Rb 2,16; Test 16; RCl 2,25.
CAPÍTULO III
El oficio divino y el ayuno
1
Dice el Señor: Esta clase de demonios no puede
ser expulsada sino con ayuno y oración (cf. Mc 9,29);
2
y también: Cuando ayunéis, no os pongáis tristes como
los hipócritas (Mt 6,16).
3
Por eso, todos los hermanos, tanto los clérigos
como los laicos, digan el oficio divino, las alabanzas y
las oraciones según deben. 4 Los clérigos digan el ofi-
cio y recen por los vivos y los difuntos lo que es cos-
tumbre entre los clérigos. 5 Y por los defectos y negli-
gencias de los hermanos digan todos los días el
Miserere mei Deus [Sal 50] con el Padrenuestro; 6 y por
los hermanos difuntos digan el De profundis [Sal 129]
con el Padrenuestro. 7 Y puedan tener los libros para
IV. Textos legislativos
149
decir íntegramente su oficio, pero sólo los necesarios.
8
Y también a los laicos que saben leer el Salterio les
está permitido tenerlo; 9 pero a los que no saben letras
no les está permitido tener ningún libro.
10
Los laicos, por su parte, digan el Credo y veinti-
cuatro Padrenuestros con el Gloria al Padre, por maiti-
nes; por laudes, cinco; por prima, el Credo y siete
Padrenuestros con el Gloria al Padre; por tercia, sexta y
nona, por cada una de estas horas, siete; por vísperas,
doce; por completas, el Credo y siete Padrenuestros
con el Gloria al Padre; por los difuntos digan siete
Padrenuestros con el Requiem aeternam; y por los
defectos y negligencias de los her manos, tres
Padrenuestros cada día.
11
Además, todos los hermanos ayunen desde la
fiesta de Todos los Santos hasta la Navidad, y, recor-
dando el ayuno del Señor, desde la Epifanía hasta la
Pascua. 12 Pero, en el resto del tiempo, no están obli-
gados a ayunar, según nuestra vida, sino los viernes.
13
Y, según el Evangelio, les está permitido comer
de todos los alimentos que les pongan delante (cf.
Lc 10,8).
2. Rnb 7,16. 3. Rb 3,1; Test 18.30; RCl 3,1. 4. CtaO 39; Rb 3,1;
Test 18.29; RCl 3,1-6. 7. Rb 3,2; RCl 3,1. 10. Rb 3,3-4; RCl
3,3-7. 11. 2CtaF 32; Rb 3,5-7; NACl 1-9; RCl 3,8-9; 3CtaCl
31-33. 12. Rb 3,8; NACl 3-9; 3CtaCl 34-36. 13. Rnb 9,13;
14,3; Rb 3,14.
Escritos de Francisco de Asís
150
CAPÍTULO IV
Las relaciones entre los ministros
y los demás hermanos
1
¡En el nombre del Señor!
2
Todos los hermanos que son constituidos minis-
tros y siervos de los demás hermanos, distribúyanlos
en las provincias y lugares donde están, visítenlos
frecuentemente y amonéstenlos y confórtenlos es-
piritualmente.
3
Y todos los demás, mis benditos hermanos, obe-
dézcanles diligentemente en lo que mira a la salvación
del alma y no es contrario a nuestra vida.
4
Y trátense entre sí como dice el Señor: Todo lo que
queréis que os hagan los hombres, hacédselo también
vosotros a ellos (Mt 7,12); 5 y: Lo que no quieres que
te hagan a ti no lo hagas a otro (cf. Tob 4,15).
6
Y recuerden los ministros y siervos que dice el Se-
ñor: No vine a ser servido, sino a servir (cf. Mt 20,28),
y que les ha sido confiado el cuidado de las almas de
los hermanos, de las que tendrán que dar cuenta en el
día del juicio (cf. Mt 12,36) ante el Señor Jesucristo, si
alguno se pierde por su culpa y mal ejemplo.
151
CAPÍTULO V
La corrección fraterna
1
Por eso, cuidad vuestras almas y las de vuestros
hermanos, porque es horrendo caer en las manos del
Dios vivo (Heb 10,31). 2 Pero si alguno de los ministros
mandara a uno de los hermanos algo contra nuestra
vida o contra su alma, éste no está obligado a obede-
cerle, porque no hay obediencia allí donde se comete
delito o pecado. 3 Sin embargo, todos los hermanos
que están bajo los ministros y siervos consideren razo-
nablemente y con amor la conducta de los ministros y
siervos; 4 y si vieren que alguno de ellos camina carnal
y no espiritualmente, según la rectitud de nuestra vida,
y que, después de una tercera amonestación, no se
enmienda, denúncienlo en el capítulo de Pentecostés
al ministro y siervo de toda la Fraternidad, sin que nada
se lo impida.
5
Pero si entre los hermanos hubiera alguno, donde-
quiera que sea, que quisiera caminar carnal y no espiri-
tualmente, los hermanos con quienes esté amonéstenlo,
instrúyanlo y corríjanlo humildemente y con amor. 6 Y si,
después de una tercera amonestación, no quisiera en-
mendarse, envíenlo o háganselo saber, cuanto antes
puedan, a su ministro y siervo, y el ministro y siervo
haga con él lo que vea que más conviene según Dios.
7
Y guárdense todos los hermanos, tanto los minis-
tros y siervos como los demás, de turbarse o airarse por
el pecado o el mal ejemplo del otro, pues el diablo
quiere echar a perder a muchos por el delito de uno
Escritos de Francisco de Asís
152
153
CAPÍTULO VI
El recurso de los hermanos a los ministros,
y a ningún hermano se le llame prior
1
Los hermanos, en cualquier lugar donde estén, si
no pueden observar nuestra vida, recurran, cuanto an-
tes puedan, a su ministro, poniéndolo en su conoci-
miento. 2 Y el ministro esfuércese en atenderles tal como
querría que se hiciera con él si se encontrara en una
situación semejante (cf. Mt 7,12).
3
Y a ninguno se le llame prior, sino que a todos sin
excepción se les llame hermanos menores. 4 Y lávense
los pies los unos a los otros (cf. Jn 13,14).
1. Rb 10,4-5. 2. 2CtaF 43; CtaM 17; Adm 18,1; Rnb 4,4; 10,1;
Rb 6,9; RCl 8,14. 3. Rb 1,1. 4. Adm 4,2-3.
CAPÍTULO VII
El modo de servir y trabajar
1
Los hermanos, en cualquier lugar donde estén
sirviendo o trabajando en casa de otros, no sean ad-
ministradores ni provisores, ni estén al frente de las
casas de aquellos a los que sirven; ni acepten oficio
alguno que engendre escándalo o cause daño a su
alma (cf. Mc 8,36); 2 sino sean menores y estén some-
tidos a todos los que se hallan en la misma casa.
3
Y los hermanos que saben trabajar, trabajen y ejer-
zan el arte que conozcan, siempre que no vaya en
contra de la salvación de su alma y pueda realizarse
Escritos de Francisco de Asís
154
14
SAN GREGORIO MAGNO, Homilías sobre los evangelios, XIII: PL
76, 1123.
15
SAN JERÓNIMO, Epístola 125,11: PL 22,1078.
16
SAN BENITO, Regla, 48,1.
IV. Textos legislativos
155
sombríos (cf. Mt 6,16); antes bien, muéstrense gozosos
en el Señor (cf. Flp 4,4) y alegres y convenientemente
agradables.
2. Rnb 6,3; Rb 1,1; Test 19. 3. Rnb 8,9; Rb 5,1-2; Test 20-21;
RCl 7,1-2. 7. Rnb 2,7; Rb 5,3. 8. Rnb 2,7; 9,3-9; Rb 6,2; Test 22;
RCl 8,2. 10-12. Rb 5,1-2; Test 21; RCl 7,1-2. 13. REr 1; Rb 6,1;
Test 24; RCl 8,1. 15. CtaM 15; Adm 25; Rnb 9,10-11; 11,7; Rb
6,7-8; 10,7; RCl 8,15-16; 10,6. 16. Rnb 3,2.
CAPÍTULO VIII
Los hermanos no reciban dinero
1
El Señor manda en el Evangelio: Mirad, guardaos
de toda malicia y avaricia (cf. Lc 12,15), 2 y: cuidaos de
los afanes de este mundo y de las preocupaciones de
esta vida (cf. Lc 21,34; Mt 13,22). 3 Por eso, ninguno de
los hermanos, dondequiera que esté y adondequiera
que vaya, en modo alguno tome, reciba o haga recibir
pecunia o dinero ni para vestidos ni para libros, ni por
el pago de algún trabajo, absolutamente por ninguna
razón, a no ser en caso de manifiesta necesidad de los
hermanos enfermos; porque no debemos tener ni atri-
buir mayor utilidad a la pecunia y al dinero que a las
piedras. 4 Y el diablo quiere cegar a quienes los codi-
cian o los valoran más que a las piedras.
5
Guardémonos, por tanto, los que lo dejamos todo
(cf. Mt 19,27), de perder, por tan poca cosa, el reino
de los cielos. 6 Y si en algún lugar encontráramos di-
nero, no nos preocupemos de él más que del polvo
que pisamos, porque es vanidad de vanidades y todo
es vanidad (Ecl 1,2).
Escritos de Francisco de Asís
156
7
Y si por casualidad sucediera –¡lejos de nosotros!–
que algún hermano recogiera o tuviera pecunia o di-
nero, exceptuado tan sólo el caso de la mencionada
necesidad de los enfermos, ténganlo todos los herma-
nos por falso hermano, ladrón y bandido, y que tiene
bolsa (cf. Jn 12,6), a no ser que se arrepienta de veras.
8
Y de ningún modo reciban los hermanos ni hagan
recibir, ni busquen ni hagan buscar pecunia, ni limosna
pecuniaria, ni dinero para algunas casas o lugares; ni
vayan con quien busca pecunia o dinero para tales lu-
gares. 9 Pero los hermanos sí pueden realizar en favor
de estos lugares, con la bendición de Dios, otros servi-
cios que no sean contrarios a nuestra vida.
10
No obstante, en caso de manifiesta necesidad de
los leprosos, los hermanos pueden pedir limosna para
ellos. 11 Pero guárdense mucho de la pecunia. 12 Y guár-
dense también todos los hermanos de ir dando vueltas
por el mundo en busca de alguna torpe ganancia.
2. 1CtaF 2,5; 2CtaF 65; CtaA 3; Rnb 9,14; 22,16; Rb 10,7; RCl
10,6. 3. Rnb 2,6-7; 7,7; 14,1; Rb 4,1-3; 5,3. 5. Rnb 22,9. 8. Rb
4,1-3.
CAPÍTULO IX
La mendicación
1
Esfuércense todos los hermanos en seguir la hu-
mildad y pobreza de nuestro Señor Jesucristo y re-
cuerden que ninguna otra cosa hemos de tener en el
mundo entero, y, como dice el apóstol, teniendo qué
comer y con qué vestirnos, con esto estemos conten-
tos (cf. 1Tim 6,8).
IV. Textos legislativos
157
2
Y deben gozarse cuando conviven con gente baja y
despreciada, con los pobres y débiles, con los enfermos y
leprosos, y con los mendigos que están a la vera del camino.
3
Y, cuando sea necesario, vayan por limosna. 4 Y no
se avergüencen, sino más bien recuerden que nuestro
Señor Jesucristo, el Hijo del Dios vivo omnipotente (Jn
11,27), puso su rostro como piedra durísima (cf. Is 50,7)
y no se avergonzó; 5 y fue pobre y huésped y vivió de
limosna, como también la bienaventurada Virgen y sus
discípulos. 6 Y cuando los hombres los avergüencen y
no quieran darles limosna, den gracias a Dios por ello,
pues por la vergüenza que pasan recibirán un gran honor
ante el tribunal de nuestro Señor Jesucristo. 7 Y sepan
que la vergüenza no se imputa a los que la sufren, sino
a los que la causan. 8 Y la limosna es la herencia y justi-
cia que se debe a los pobres, adquirida para nosotros
por nuestro Señor Jesucristo. 9 Y los hermanos que tra-
bajan para conseguir la limosna tendrán una gran re-
compensa, y se la hacen ganar y conseguir a los que se
la dan; porque todo lo que dejen los hombres en el
mundo se perderá, pero, por la caridad y las limosnas
que hayan hecho, recibirán el premio del Señor.
10
Y con total confianza manifieste el uno al otro su
necesidad, para que éste le encuentre lo necesario y
se lo proporcione. 11 Y cada uno ame y nutra a su her-
mano, como la madre ama y nutre a su hijo (cf. 1Tes
2,7), en aquello para lo que Dios le dé la gracia. 12 Y el
que come no deprecie al que no come, y el que no
come, no juzgue al que come (Rom 14,3).
13
Y, en caso de necesidad, les está permitido a to-
dos los hermanos, dondequiera que estén, servirse de
Escritos de Francisco de Asís
158
CAPÍTULO X
Los hermanos enfermos
1
Si alguno de los hermanos cayera enfermo, don-
de quiera que esté, los otros hermanos no lo abando-
nen, sino designen a uno de ellos o más, si fuera ne-
cesario, que le sirvan como querrían ellos ser servidos
(cf. Mt 7,12); 2 pero, en caso de extrema necesidad,
17
Decretum Gratiani, II,1, Glossa ante c. 40.
IV. Textos legislativos
159
pueden confiarlo al cuidado de alguna persona que
quede obligada a atenderlo en su enfermedad.
3
Y ruego al hermano enfermo que dé gracias por
todo al creador (cf. 1Tes 5,18), y que desee estar, sano
o enfermo, tal como le quiere el Señor, porque a todos
los que Dios ha predestinado para la vida eterna (cf.
Hch 13,48) «los educa con los estímulos de los azotes y
las enfermedades y con el espíritu de compunción»18,
como dice el Señor: Yo, a los que amo, los reprendo y
castigo (cf. Ap 3,19).
4
Pero si alguno se turba o se irrita contra Dios o
contra los hermanos, o si acaso reclama con inquietud
medicinas, deseando en demasía liberar la carne, que
pronto morirá y es enemiga del alma, esto le viene del
maligno, y es carnal y no parece ser uno de los herma-
nos, porque ama más el cuerpo que el alma.
1. Adm 24; Rb 6,9; RCl 8,14. 4. 2CtaF 69.
CAPÍTULO XI
Los hermanos no hablen mal de nadie ni difamen,
sino ámense mutuamente
1
Y guárdense todos los hermanos de calumniar y de
enfrentarse a nadie de palabra (cf. 2Tim 2,14), 2 sino,
más bien, esfuércense por guardar silencio, siempre
que el Señor les dé la gracia. 3 Y no litiguen entre sí ni
con otros, sino procuren responder humildemente,
18
SAN GREGORIO MAGNO, Homilías sobre los evangelios, XVIII,18:
PL 76,1148.
Escritos de Francisco de Asís
160
161
CAPÍTULO XII
Las malas miradas y el trato frecuente con mujeres
1
Todos los hermanos, dondequiera que estén o va-
yan, guárdense de las malas miradas y el trato frecuen-
te con mujeres. 2 Y ninguno, estando solo, busque con-
sejo en ellas. 3 Los sacerdotes hablen honestamente
con ellas al administrarles el sacramento de la peniten-
cia o al darles un consejo espiritual. 4 Y absolutamente
ninguna mujer sea recibida a la obediencia por ningún
hermano, sino que, una vez aconsejada espiritualmen-
te, se vaya a hacer penitencia donde quiera.
5
Y estemos todos muy vigilantes a nosotros mis-
mos y mantengamos puros todos nuestros miembros,
porque dice el Señor: Todo el que mira a una mujer
deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su
corazón (Mt 5,28).
1. Rb 11,1.3; RCl 9,14. 4. Rb 2,11; RCl 2,14; 6,1; TestCl 25.
CAPÍTULO XIII
Evitar la fornicación
1
Si alguno de los hermanos, por instigación del dia-
blo, fornicara, deje totalmente el hábito, que perdió
por su torpe pecado, y sea expulsado absolutamente
de nuestra Religión. 2 Y después haga penitencia por
sus pecados.
1. CtaM 14; Rb 7,1; RCl 9,1 / Rnb 19,2.
Escritos de Francisco de Asís
162
CAPÍTULO XIV
Cómo han de ir los hermanos por el mundo
1
Cuando los hermanos van por el mundo, nada lle-
ven para el camino: ni bolsa, ni alforja, ni pan, ni pecu-
nia, ni bastón (cf. Lc 9,3; 10,4; Mt 10,10). 2 Y en toda
casa en la que entren digan primero: Paz a esta casa
(cf. Lc 10,5). 3 Y, permaneciendo en la misma casa,
coman y beban lo que haya en ella (cf. Lc 10,7). 4 No
resistan al malvado, sino que, si alguno les pega en
una mejilla, preséntenle también la otra (cf. Mt 5,39;
Lc 6,29); 5 Y a quien les quita el manto, no le impidan
que se lleve también la túnica. 6 Den a todo el que les
pida; y a quien les quita lo suyo, no se lo reclamen
(cf. Lc 6,29-30).
1. Rnb 15,1; Rb 3,10. 2. Rb 3,13; Test 23. 3. Rnb 3,13; 9,13; Rb
3,14. 4. Adm 14,4.
CAPÍTULO XV
Los hermanos no monten a caballo
1
Impongo a todos mis hermanos, tanto a los cléri-
gos como a los laicos, a los que van por el mundo y a
los que moran en un lugar, que de ningún modo ten-
gan bestia alguna consigo, ni en casa de otro, ni de
ninguna otra manera. 2 Y tampoco les está permitido
montar a caballo, a no ser que se vean obligados por la
enfermedad o una gran necesidad.
1. Rnb 14,1; Rb 3,10. 2. Rb 3,12.
IV. Textos legislativos
163
CAPÍTULO XVI
Los que van entre sarracenos y otros infieles
1
Dice el Señor: Mirad, que yo os envío como ovejas
en medio de lobos. 2 Sed, pues, prudentes como ser-
pientes y sencillos como palomas (Mt 10,16).
3
Por eso, todo hermano que quiera ir entre sarracenos
y otros infieles, vaya con la autorización de su ministro
y siervo. 4 Y el ministro déles autorización y no se opon-
ga, si ve que son idóneos para ser enviados, pues ten-
drá que dar cuenta al Señor (cf. Lc 16,2; Mt 12,36) si
en esto o en otras cosas procede sin discernimiento.
5
Y los hermanos que van, pueden vivir espiritual-
mente entre ellos de dos modos. 6 Uno es, que no
promuevan disputas ni controversias, sino que estén
sometidos a toda humana criatura por Dios (cf. 1Pe 2,13),
y confiesen que son cristianos. 7 El otro modo es, que,
cuando vean que agrada a Dios, anuncien la palabra
de Dios para que crean en Dios omnipotente, Padre e
Hijo y Espíritu Santo, creador de todas las cosas, y en
el Hijo, redentor y salvador, y para que se bauticen y
hagan cristianos, porque, el que no nazca de nuevo
del agua y del Espíritu Santo no puede entrar en el
reino de Dios (cf. Jn 3,5).
8
Estas y otras cosas que agraden al Señor pueden
decirles tanto a ellos como a los demás, porque dice el
Señor en el Evangelio: A todo aquel que me confiese
delante de los hombres, también yo lo confesaré de-
lante de mi Padre, que está en el cielo (Mt 10,32); 9 y:
Si uno se avergüenza de mí y de mis palabras, tam-
bién el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando
Escritos de Francisco de Asís
164
165
CAPÍTULO XVII
Los predicadores
1
Ninguno de los hermanos predique contra la forma
y las disposiciones de la santa Iglesia y sin que se lo
haya concedido su ministro. 2 Y el ministro guárdese
de concedérselo a alguno sin discernimiento.3 Mas to-
dos los hermanos prediquen con las obras.4 Y ningún
ministro o predicador se apropie el ministerio o el oficio
de la predicación, de modo que, en el momento en
que se lo ordenen, deje su oficio sin oposición alguna.
5
Por eso, por la caridad que es Dios (cf. 1Jn 4,8.16),
ruego a todos mis hermanos, predicadores, orantes,
trabajadores, tanto a los clérigos como a los laicos, que
se esfuercen por humillarse en todo, 6 y no gloriarse ni
gozarse en sí mismos, ni exaltarse interiormente por
las palabras y obras buenas, y hasta por ningún bien
que Dios hace, dice y obra alguna vez en ellos y por
ellos, según lo que dice el Señor: Mas no os gocéis de
que los espíritus se os sometan (Lc 10,20). 7 Y estemos
firmemente convencidos de que a nosotros no nos
pertenecen sino los vicios y pecados. 8 Debemos más
bien gozarnos cuando nos vemos asediados por diver-
sas tentaciones (cf. Sant 1,2) y cuando soportamos en
este mundo toda clase de angustias o tribulaciones del
alma o del cuerpo por la vida eterna.
9
Guardémonos, pues, todos los hermanos de toda
soberbia y vanagloria. 10 Defendámonos de la sabi-
duría de este mundo y de la prudencia de la carne
(Rom 8,6-7), 11 ya que el espíritu de la carne quiere
y se esfuerza mucho por tener palabras, pero poco por
Escritos de Francisco de Asís
166
167
CAPÍTULO XVIII
Las reuniones de los ministros
1
Todos los años, en la fiesta de san Miguel arcángel,
cada uno de los ministros podrá reunirse con sus her-
manos, donde mejor le parezca, para tratar de las co-
sas que se refieren a Dios. 2 Y todos los ministros que
viven en tierras de ultramar y ultramontanas vendrán al
capítulo de Pentecostés, junto a la iglesia de Santa María
de la Porciúncula, una vez cada tres años, y los demás
ministros una vez al año, a no ser que ordenara otra
cosa el ministro y siervo de toda la Fraternidad.
1. Rb 8,5. 2. CtaM 13.21; Rb 8,2-3 / CtaJac 3.
CAPÍTULO XIX
Los hermanos vivan católicamente
1
Todos los hermanos sean católicos, vivan y hablen
católicamente. 2 Pero, si alguno se apartara de la fe y
vida católicas, de palabra o con las obras, y no se en-
mendara, sea expulsado absolutamente de nuestra Fra-
ternidad.
3
Y a todos los clérigos y a todos los religiosos tengá-
moslos por señores nuestros en las cosas que miran a la
salvación del alma y no se desvían de nuestra Religión;
y veneremos en el Señor su orden y oficio y ministerio.
1. Rb 2,2; 12,4; RCl 2,3; 12,13. 2. CtaO 44; Test 31 / Rnb 13,1.
3. 2CtaF 33; Adm 26,1-4; TestS 5; Test 6-10.
Escritos de Francisco de Asís
168
CAPÍTULO XX
El sacramento de la penitencia, y la recepción
del cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo
1
Mis hermanos benditos, tanto los clérigos como los
laicos, confiésense de sus pecados con los sacerdotes
de nuestra Religión. 2 Y, si no pudieran hacerlo, confié-
sense con otros sacerdotes discretos y católicos, estan-
do firmemente convencidos y siendo conscientes de
que, cualesquiera que sean los sacerdotes católicos de
quienes reciban la penitencia y la absolución, queda-
rán absueltos, sin lugar a dudas, de sus pecados, si
procuran cumplir humilde y fielmente la penitencia que
les sea impuesta. 3 Pero, si entonces no pudieran tener
a mano un sacerdote, confiésense con un hermano suyo,
como dice el apóstol Santiago: Confesaos unos a otros
vuestros pecados (Sant 5,16). 4 Sin embargo, no dejen
por eso de recurrir a los sacerdotes, porque sólo a ellos
se les ha concedido la potestad de atar y desatar (cf.
Mt 16,19).
5
Y, contritos y confesados, reciban con gran humil-
dad y veneración el cuerpo y la sangre de nuestro Se-
ñor Jesucristo, recordando lo que dice el mismo Señor:
Quien come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida
eterna (Jn 6,54); 6 y: Haced esto en conmemoración
mía (Lc 22,19).
1-2. 2CtaF 22; CtaM 18; Rb 7,2; RCl 3,12 / Adm 23,3. 3. CtaM
19. 5. 2CtaF 22-23; CtaA 6; 1CtaCus 6; CtaO 14; RCl 3,14 /
2CtaF 23; Adm 1,11. 6. CtaO 16.
IV. Textos legislativos
169
CAPÍTULO XXI
Exhortación y loa que pueden hacer
todos los hermanos
1
Y todos mis hermanos pueden hacer, cuando les
agrade, ésta o parecida exhortación y loa, ante cualquier
persona, con la bendición de Dios:
2
Temed y honrad,
alabad y bendecid,
dad gracias (1Tes 5,18) y adorad
al Señor Dios omnipotente
en Trinidad y Unidad,
Padre e Hijo y Espíritu Santo,
creador de todas las cosas.
3
Haced penitencia (cf. Mt 3,2),
dad los frutos propios de la penitencia (cf. Lc 3,8),
porque, sabedlo, pronto moriremos.
4
Dad, y se os dará (Lc 6,38).
5
Perdonad, y se os perdonará (cf. Lc 6,37).
6
Y, si no perdonáis,
el Señor no os perdonará vuestros pecados
(cf. Mt 6, 14-15; Mc 11,26);
confesad todos vuestros pecados (cf. Sant 5,16).
7
Dichosos los que mueren en penitencia (cf. Ap 14,13),
porque estarán en el reino de los cielos.
8
¡Ay de aquellos que no mueren en penitencia,
porque serán hijos del diablo (1Jn 3,10),
cuyas obras hacen (cf. Jn 8,41),
e irán al fuego eterno! (Mt 18,8; 25,41).
9
Guardaos y absteneos de todo mal
y perseverad hasta el fin en el bien.
Escritos de Francisco de Asís
170
CAPÍTULO XXII
Amonestación a los hermanos
1
Estemos atentos todos los hermanos a lo que dice
el Señor: Amad a vuestros enemigos y haced el bien a
los que os odian (cf. Mt 5,44), 2 pues nuestro Señor
Jesucristo, cuyas huellas debemos seguir (cf. 1Pe 2,21),
llamó amigo al que lo traicionaba (cf. Mt 26,50) y se
ofreció espontáneamente a los que lo crucificaron. 3 Son,
por tanto, amigos nuestros todos los que injustamente
nos causan tribulaciones y angustias, sonrojos e injurias,
dolores y tormentos, martirio y muerte; 4 y debemos
amarlos mucho, ya que, por lo que nos hacen, obtene-
mos la vida eterna.
5
Y aborrezcamos nuestro cuerpo con sus vicios y pe-
cados, porque, viviendo carnalmente, quiere arrebatar-
nos el amor de nuestro Señor Jesucristo y la vida eterna,
y perderse a sí mismo con todos en el infierno; 6 pues
nosotros, por nuestra culpa, somos hediondos, míseros
y opuestos al bien, y, en cambio, prestos y decididos
para el mal, porque, como dice el Señor en el Evange-
lio: 7 Del corazón del hombre proceden y salen los malos
pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homi-
cidios, los hurtos, la avaricia, la maldad, el engaño, la
impureza, la envidia, los falsos testimonios, las blasfe-
mias, la soberbia, la insensatez (cf. Mc 7,21-22; Mt 15,19).
IV. Textos legislativos
171
8
Todas estas cosas malas proceden de dentro, del cora-
zón del hombre (cf. Mc 7,23), y son las que manchan al
hombre (Mt 15,20).
9
Ahora, sin embargo, después de haber dejado el
mundo, ninguna otra cosa hemos de hacer sino ser solí-
citos en seguir la voluntad del Señor y agradarle. 10 Guar-
démonos mucho de ser el terreno junto al camino, o el
pedregoso, o el lleno de cardos, 11 según lo que dice
el Señor en el Evangelio: La semilla es la palabra de
Dios. 12 Y la que cayó junto al camino y fue pisoteada,
son los que escuchan la palabra del reino y no la en-
tienden; 13 y en seguida viene el diablo, y les arrebata
lo sembrado en sus corazones y quita la palabra de sus
corazones, no sea que creyendo se salven. 14 Y la que
cayó en terreno pedregoso son los que, al escuchar la
palabra, la acogen al instante con gozo; 15 pero, cuan-
do surge la tribulación y la persecución a causa de la
palabra, inmediatamente se escandalizan; éstos no tie-
nen raíz en sí mismos, sino que son inconstantes pues
creen por algún tiempo, pero en el momento de la
prueba se retiran. 16 Y la que cayó entre cardos son
aquellos que escuchan la palabra de Dios, pero los afa-
nes y las fatigas de este mundo, la seducción de la
riqueza y el deseo desordenado de las demás cosas,
ahogan la palabra y se queda sin fruto. 17 Y la sembrada
en buen terreno son aquellos que, escuchando la pala-
bra con corazón bueno y óptimo, la entienden y la re-
tienen, y dan fruto en la paciencia (cf. Mt 13,19-23; Mc
4,15-19; Lc 8,5.11-15). 18 Y por eso, nosotros, los her-
manos, dejemos, como dice el Señor, que los muertos
entierren a sus muertos (Mt 8,22).
Escritos de Francisco de Asís
172
19
Y guardémonos mucho de la malicia y de las suti-
lezas de Satanás, que quiere que el hombre no tenga
su mente y su corazón vueltos al Señor Dios, 20 y, ace-
chando en torno, desea apoderarse del corazón del
hombre, so pretexto de alguna recompensa o ayuda, y
ahogar la palabra y los preceptos del Señor, borrándo-
los de la memoria. Y, por medio de los negocios y
preocupaciones de este mundo, quiere cegar el cora-
zón del hombre, y habitar en él, como dice el Señor:
21
Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda
vagando por lugares áridos (Mt 12,43) y secos buscan-
do descanso; y, al no encontrarlo, dice: 22 Volveré a mi
casa, de donde salí (Lc 11,24). 23 Y al llegar la halla des-
ocupada, barrida y adornada (Mt 12,44). 24 Entonces va
y toma a otros siete espíritus peores que él, y entrando
habitan allí; y el final de aquel hombre es peor que el
principio (Lc 11,26).
25
Por eso, hermanos todos, estemos muy vigilantes,
no sea que, so pretexto de alguna recompensa o que-
hacer o ayuda, perdamos nuestra mente y corazón o
los apartemos del Señor. 26 Antes bien, por la santa
caridad que es Dios (cf. 1Jn 4,8.16), ruego a todos los
hermanos, tanto a los ministros como a los demás, que,
removido todo impedimento y pospuesta toda pre-
ocupación y todo afán, como mejor puedan sirvan,
amen, adoren y honren al Señor Dios, y háganlo con
limpio corazón y mente pura, que es lo que él busca
por encima de todo.
27
Y hagamos siempre en nosotros habitación y mo-
rada (cf. Jn 14,23) a aquel que es el Señor Dios omnipo-
tente, Padre e Hijo y Espíritu Santo, que dice: Vigilad,
IV. Textos legislativos
173
pues, orando en todo tiempo, para que seáis dignos
de veros libres de todos los males que han de venir, y
de estar en pie ante el Hijo del hombre (cf. Lc 21,36).
28
Y, cuando oréis, decid (Mc 11,25; Lc 11,2): Padre
nuestro, que estás en los cielos (Mt 6,9). 29 Y adorémosle
con puro corazón, porque es necesario orar siempre y
no desfallecer (Lc 18,1); 30 pues tales son los adorado-
res que el Padre busca. 31 Dios es espíritu, y los que lo
adoran es preciso que lo adoren en espíritu y en ver-
dad (cf. Jn 4,23-24).
32
Y recurramos a él como al pastor y obispo de nuestras
almas (cf. 1Pe 2,25), que dice: Yo soy el buen pastor,
que apaciento a mis ovejas y doy la vida por mis ove-
jas (cf. Jn 10,11.14-15). 33 Todos vosotros sois hermanos;
34
y no llaméis padre a ninguno de vosotros en la tierra,
pues uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.
35
Y no os llaméis maestros, pues uno es vuestro maes-
tro, el que está en los cielos, Cristo (cf. Mt 23,8-10). 36 Si
permanecéis en mí y mis palabras permanecen en
vosotros, pediréis lo que queráis y se os dará (Jn 15,7).
37
Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí
estoy yo en medio de ellos (Mt 18,20). 38 Ved que yo
estoy con vosotros hasta el final del mundo (Mt 28,20).
39
Las palabras que os he dicho son espíritu y vida (Jn
6,63). 40 Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn 14,6).
41
Tengamos presentes, pues, las palabras, la vida y
la doctrina y el santo Evangelio de quien se dignó ro-
gar por nosotros a su Padre y manifestarnos su nombre,
diciendo: 42 Padre, he manifestado tu nombre a los hom-
bres que me diste, porque las palabras que tú me diste
se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han
Escritos de Francisco de Asís
174
175
28. 2CtaF 21. 29. 2CtaF 21. 30-31. 2CtaF 19-21; Adm 1,5. 32.
1CtaF 1,13; 2CtaF 56; Adm 6,1. 33. Rnb 6,3; Rb 1,1. 34. ParPN
1; 1CtaF 1,11; 2CtaF 54. 38. Adm 1,22. 39. 1CtaF 2,21; 2CtaF
3.87; Adm 1,6; Test 13. 40. Adm 1,1. 41. Rnb 1,1-2; Rb 1,1.
42-55. 1CtaF 1,14-19; 2CtaF 56-60.
CAPÍTULO XXIII
Oración y acción de gracias
1
Omnipotente, santísimo, altísimo y sumo Dios, Pa-
dre santo (Jn 17,11) y justo, Señor, rey del cielo y de la
tierra (cf. Mt 11,25), te damos gracias por ti mismo,
pues por tu santa voluntad, y, por medio de tu Hijo
unigénito con el Espíritu Santo, creaste todas las cosas
espirituales y corporales, y a nosotros, hechos a tu ima-
gen y semejanza, nos colocaste en el paraíso (cf. Gén
1,26; 2,15). 2 Y nosotros caímos por nuestra culpa.
3
Y te damos gracias porque, así como nos creaste
por tu Hijo, así también, por el verdadero y santo amor
con que nos amaste (cf. Jn 17,26), hiciste que él, ver-
dadero Dios y verdadero hombre, naciera de la glorio-
sa siempre Virgen beatísima santa María, y quisiste que
nosotros, cautivos, fuéramos redimidos por su cruz y
sangre y muerte.
4
Y te damos gracias porque este mismo Hijo tuyo ha
de venir de nuevo en la gloria de su majestad (cf. Mt
25,31) a arrojar al fuego eterno a los malditos (cf. Mt
25,41), que no hicieron penitencia y no te conocieron;
y a decir a todos los que te conocieron y adoraron y te
sirvieron en la penitencia: Venid, benditos de mi Pa-
dre; recibid el reino que os está preparado desde el
origen del mundo (cf. Mt 25,34).
Escritos de Francisco de Asís
176
5
Y porque todos nosotros, míseros y pecadores, no
somos dignos de nombrarte, imploramos suplicantes
que nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo amado, en quien
te has complacido (cf. Mt 17,5), que te basta siempre
para todo y por quien tantas cosas nos has hecho, te
dé gracias por todo, junto con el Espíritu Santo Paráclito,
como a ti y a él mismo le agrada. ¡Aleluya!
6
Y a la gloriosa madre, la beatísima siempre Virgen
María, a los bienaventurados Miguel, Gabriel y Rafael,
y a todos los coros de los espíritus bienaventurados,
serafines, querubines, tronos, dominaciones, principa-
dos, potestades (cf. Col 1,16), virtudes, ángeles, ar-
cángeles; a los bienaventurados Juan Bautista, Juan
Evangelista, Pedro, Pablo, y a los bienaventurados pa-
triarcas, profetas, inocentes, apóstoles, evangelistas,
discípulos, mártires, confesores, vírgenes; a los bien-
aventurados Elías y Enoc, y a todos los santos que
fueron, serán y son, humildemente les suplicamos, por
tu amor, que te den gracias por estas cosas, como te
agrada a ti, sumo Dios verdadero, eterno y vivo, con
tu queridísimo Hijo nuestro Señor Jesucristo y el Espí-
ritu Santo Paráclito, por los siglos de los siglos. Amén.
¡Aleluya! (Ap 5,13; 19,3-4).
7
Y a todos los que quieren servir al Señor Dios en el
seno de la santa Iglesia católica y apostólica, y a todos
los órdenes eclesiásticos: sacerdotes, diáconos,
subdiáconos, acólitos, exorcistas, lectores, ostiarios y
todos los clérigos; a todos los religiosos y todas las re-
ligiosas, a todos los niños y párvulos; a los pobres e
indigentes, reyes y príncipes, trabajadores y agriculto-
res, siervos y señores; a todas las vírgenes, continentes
IV. Textos legislativos
177
y casadas; a los laicos, varones y mujeres; a todos los
chiquillos, adolescentes, jóvenes y ancianos, sanos y
enfermos; a todos los pequeños y grandes; a todos los
pueblos, gentes, tribus y lenguas (cf. Ap 7,9); y a todas
las naciones y a todos los hombres de todos los lugares
de la tierra, que son y serán, humildemente les roga-
mos y suplicamos todos nosotros, los hermanos meno-
res, siervos inútiles (Lc 17,10), que perseveremos to-
dos en la verdadera fe y en la penitencia, porque de
otro modo nadie se puede salvar.
8
Amemos todos con todo el corazón, con toda el
alma, con toda la mente, con toda la fuerza y fortaleza,
con todo el entendimiento, con todas las energías, con
todo el empeño, con todo el afecto, con todas las en-
trañas, con todos los deseos y quereres, al Señor Dios
(cf. Mc 12,30.33; Lc 10,27), que nos dio y nos da a
todos nosotros todo el cuerpo, toda el alma y toda la
vida, que nos creó, nos redimió y por sola su miseri-
cordia nos salvará (cf. Tob 13,5); que nos ha hecho y
nos hace todo bien a nosotros, miserables y míseros,
pútridos y hediondos, ingratos y malos.
9
Ninguna otra cosa, pues, deseemos, ninguna otra
queramos, ninguna otra nos agrade y deleite, sino nues-
tro creador y redentor y salvador, el solo verdadero
Dios, que es el bien pleno, el todo bien, el total bien,
el verdadero y sumo bien; que es el solo bueno (cf.
Lc 18,19), piadoso, manso, suave y dulce; que es el
solo santo, justo, verdadero y recto; que es el solo be-
nigno, inocente, puro; de quien y por quien es y en
quien está (cf. Rom 11,36; Heb 2,10) todo el perdón,
toda la gracia, toda la gloria de todos los penitentes,
Escritos de Francisco de Asís
178
1.OrSD; AlHor 11; Cánt 1 / OfP 1,9; 4,9; 5,9; 6,12; AlD 2;
1CtaF 1,14; 2CtaF 56; Rnb 22,45 / OfP 1,5; 14,1; AlD 2; 4CtaCl
21 / Adm 5,1. 3. Rnb 22,54 / OfP 15,3; SalVM 2-5; 2CtaF 4;
CtaO 21.27-29; Adm 1,16; 1CtaCl 19; 3CtaCl 17-19.24. 4.
Rnb 16,9; 21,8. 5. 2CtaF 46; CtaO 50; Rnb 22,6 / Cánt 2. 6. OfP
ant 2; SalVM 5; 2CtaF 5; UltVol 1; 3CtaCl 18; RCl 2,25; 6,7; 8,6;
12,13; TestCl 46.75.77 / SalVM 2; CtaO 33; Test 40 / ParPN 7;
OfP ant 2-3; CtaO 38 / OfP ben; 15,1; AlD 3; 1CtaCus 7; Adm
16,2. 7. 1CtaCl 4 / 2CtaF 1; CtaA 1 / Rnb 11,3. 8. ParPN 5;
1CtaF 1,1; 2CtaF 18 / CtaO 52 / 2CtaF 46; CtaO 50; Rnb 22,6.
9. ParPN 1; Rnb 16,7 / AlHor 1.11; AlD 1.3; 2CtaF 62; Rnb
17,18 / ParPN 2; AlHor 11; AlD 3; Rnb 17,18 / AlD 6; 2CtaF 16.
10. CtaA 6; Rnb 22,26. 11. ExhAD 1-7; AlHor 1-11; Cánt 14;
Rnb 22,26 / CtaO 38; Rnb 16,7; 21,2 / AlD 4-7; 1CtaF 1,13;
2CtaF 16.56; 3CtaCl 14.
IV. Textos legislativos
179
CAPÍTULO XXIV
Conclusión
1
¡En el nombre del Señor!
Ruego a todos los hermanos que aprendan el tenor
y el sentido de las cosas que están escritas en esta vida
para la salvación de nuestra alma, y que las traigan fre-
cuentemente a la memoria.
2
Y suplico a Dios, que él mismo, que es omnipoten-
te, trino y uno, bendiga a todos los que enseñan, apren-
den, tienen, recuerdan y practican estas cosas, cuantas
veces repiten y hacen lo que aquí está escrito para la
salvación de nuestra alma; 3 y ruego a todos, besándo-
les los pies, que las amen mucho, las guarden y las
conserven.
4
Y de parte de Dios omnipotente y del señor papa, y
por obediencia, yo, el hermano Francisco, mando firme-
mente e impongo que nadie suprima nada de lo que
está escrito en esta vida, ni sobrescriba nada (cf. Dt 4,2;
12,32). Y no tengan los hermanos otra Regla.
5
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como
era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de
los siglos. Amén.
4 REGLA BULADA
DE LOS HERMANOS MENORES (=Rb)
CAPÍTULO I
¡En el nombre del Señor!
Comienza la vida de los Hermanos Menores
1
La Regla y vida de los Hermanos Menores es ésta:
observar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesu-
cristo, viviendo en obediencia, sin nada propio y en
castidad.
IV. Textos legislativos
181
2
El hermano Francisco promete obediencia y reve-
rencia al señor papa Honorio y a sus sucesores
canónicamente elegidos y a la Iglesia Romana. 3 Y los
demás hermanos están obligados a obedecer al her-
mano Francisco y a sus sucesores.
1. Rnb 1,1; Rb 12,4; Test 14; RCl 1,1-2; 12,13. 2. Rnb pról 3;
RCl 1,3-4. 3. Rnb pról 4; RCl 1,5.
CAPÍTULO II
Los que quieren abrazar esta vida,
y cómo deben ser recibidos
1
Si algunos quisieran abrazar esta vida y vinieran a
nuestros hermanos, envíenlos éstos a sus ministros pro-
vinciales, a los cuales solamente, y no a otros, se con-
ceda la autorización para recibir hermanos.
2
Y los ministros examínenlos diligentemente de la
fe católica y los sacramentos de la Iglesia. 3 Y si creen
en todo ello, y quieren profesarlo fielmente y obser-
varlo firmemente hasta el fin, 4 y no tienen mujeres –o,
si las tienen, las mujeres entraron ya en un monasterio,
o, hecho ya voto de continencia, les dieron licencia a
ellos, con la autorización del obispo diocesano, y son
de edad tal que de ellas no pueda originarse sospe-
cha–, 5 díganles las palabras del santo Evangelio: que
vayan y vendan todas sus cosas y se esfuercen por dis-
tribuirlas entre los pobres (cf. Mt 19,21). 6 Y, si no pu-
dieran hacerlo, les basta la buena voluntad.
7
Y guárdense los hermanos y sus ministros de pre-
ocuparse por sus cosas temporales, de modo que hagan
Escritos de Francisco de Asís
182
183
7. Rnb 2,2.5-6; RCl 2,10. 8. RCl 2,11. 9. Rnb 2,8; RCl 2,12. 11.
Rnb 2,9; RCl 2,14. 12. Rnb 2,10; RCl 2,13. 13. Rnb 2,10. 14.
Rnb 2,13; Test 16; RCl 2,16. 15. RCl 2,23; 8,18. 16. Rnb 2,14-
15; RCl 2,25. 17. Rnb 2,14; 11,10-11 / Rnb 9,12.
CAPÍTULO III
El oficio divino, el ayuno, y cómo han de ir
los hermanos por el mundo
1
Los clérigos recen el oficio divino según la ordena-
ción de la santa Iglesia Romana, 2 a excepción del sal-
terio, por lo que podrán tener breviarios. 3 Y los laicos
digan veinticuatro Padrenuestros por maitines; por
laudes, cinco; por prima, tercia, sexta y nona, por cada
una de estas horas, siete; por vísperas, doce, y por
completas, siete. 4 Y oren por los difuntos.
5
Y ayunen desde la fiesta de Todos los Santos hasta
la Natividad del Señor. 6 Y sean benditos del Señor los
que voluntariamente ayunan la santa cuaresma que
consagró el Señor con su santo ayuno (cf. Mt 4,2), que
comienza a partir de la Epifanía y se prolonga durante
los cuarenta días siguientes; y los que no quieran
ayunarla no sean obligados a ello. 7 Pero la otra, que
dura hasta la Resurrección del Señor, ayúnenla. 8 En el
resto del tiempo no están obligados a ayunar sino los
viernes. 9 Con todo, en tiempo de manifiesta necesidad
no están obligados los hermanos al ayuno corporal.
10
Aconsejo, también, amonesto y exhorto a mis her-
manos en el Señor Jesucristo, a que, cuando van por el
mundo, no litiguen ni se enfrenten a nadie de palabra
(cf. 2Tim 2,14), ni juzguen a otros, 11 sino sean apacibles,
Escritos de Francisco de Asís
184
1. CtaO 39-44; Rnb 3,3-4; Test 18.30; RCl 3,1. 3. Rnb 3,10;
Test 18; RCl 3,3-4. 4. Rnb 3,4.10; RCl 3,5-6. 5. 2CtaF 32; Rnb
3,11; 3CtaCl 31-37; RCl 3,8-10. 6-7. Rnb 3,11; RCl 3,8. 8. Rnb
3,12; NACl 8; 3CtaCl 36. 9. Rnb 9,16; NACl 3; RCl 3,11. 10.
Rnb 11,1-4; RCl 9,13. 11. Rnb 11,7-10; 14,4-6. 12. Rnb 15,1-2.
13. Rnb 14,2; Test 23. 14. Rnb 3,13; 9,13; 14,3.
CAPÍTULO IV
Los hermanos no reciban dinero
1
Mando firmemente a todos los hermanos que de
ningún modo reciban dinero o pecunia, ni directamen-
te ni por intermediarios. 2 Sin embargo, los ministros y
los custodios, y solamente ellos, provean con solícito
cuidado, por medio de amigos espirituales, a las ne-
cesidades de los enfermos y el vestido de los herma-
nos, según los lugares y los tiempos y el frío de las re-
giones, tal como les parezca que lo exige la necesidad;
3
salvo siempre que, como se ha dicho, no reciban di-
nero o pecunia.
185
CAPÍTULO V
El modo de trabajar
1
Aquellos hermanos a los que el Señor ha dado la
gracia de trabajar, trabajen fiel y devotamente, 2 de
modo que, desechando «la ociosidad, enemiga del
alma»19, no apaguen el espíritu de la santa oración y
devoción (cf. 1Tes 5,19), al que las demás cosas tem-
porales deben servir. 3 Y como recompensa por el tra-
bajo acepten, para sí y sus hermanos, lo necesario para
el cuerpo, excepto dinero o pecunia, 4 y esto háganlo
humildemente, como corresponde a quienes son sier-
vos de Dios y seguidores de la santísima pobreza.
1. Rnb 7,3-6; Test 20; RCl 7,1-2. 2. CtaAnt 2; Rnb 7,11-12; RCl
7,2. 3. Rnb 7,7.
CAPÍTULO VI
Nada se apropien los hermanos,
la mendicación, y el amor mutuo
1
Los hermanos no se apropien nada para sí, ni casa,
ni lugar, ni cosa alguna. 2 Y, cual peregrinos y extranje-
ros en este mundo (cf.1Pe 2,11; Sal 38,13), sirviendo al
Señor en pobreza y humildad, vayan por limosna con-
fiadamente; 3 y no tienen por qué avergonzarse, pues
el Señor se hizo pobre por nosotros en este mundo
(cf. 2Cor 8,9).
19
Cf. SAN BENITO, Regla, 48,1.
Escritos de Francisco de Asís
186
4
Ésta es la excelencia de la altísima pobreza (2Cor 8,2),
la que a vosotros, queridísimos hermanos míos,
os ha constituido herederos y reyes del reino
de los cielos (cf. Sant 2,5; Mt 5,3; Lc 6,20),
os ha hecho pobres de cosas y sublimado en virtudes
(cf. Sant 2,5).
5
Sea ésta vuestra porción,
la que conduce a la tierra de los vivientes
(cf. Sal 141,6).
6
Adhiriéndoos totalmente a ella,
amadísimos hermanos,
por el nombre de nuestro Señor Jesucristo
jamás queráis tener ninguna otra cosa bajo el cielo.
7
Y dondequiera que estén y se encuentren unos
con otros los hermanos, muéstrense mutuamente fa-
miliares entre sí. 8 Y con total confianza manifieste el
uno al otro su necesidad, porque si la madre nutre y
ama a su hijo carnal (cf.1Tes 2,7), ¡cuánto más amoro-
samente debe cada uno amar y nutrir a su hermano
espiritual!
9
Y si alguno de ellos cayera enfermo, los otros her-
manos le deben servir como querrían ellos ser servidos
(cf. Mt 7,12).
1. Rnb 7,13; 9,1; RCl 6,10-13; 8,1-6. 2. REr 5; Rnb 9,1; Test 24;
3CtaCl 25; RCl 8,2 / Rnb 7,8; 9,3; Test 22. 3. 2CtaF 5; Rnb 7,4-
7; 1CtaCl 19; RCl 8,3. 4. 1CtaCl 15-17; 2CtaCl 23; RCl bula
6.16; 8,4. 5. RCl 8,5. 6. RCl 8,6. 7. Rnb 7,15. 8. Rnb 9,10-11;
RCl 8,15-16; TestCl 63.65. 9. Adm 24; Rnb 10,1; RCl 8,14 /
2CtaF 43; CtaM 17; Adm 18,1; Rnb 4,4; 6,2; 10,1.
IV. Textos legislativos
187
CAPÍTULO VII
La penitencia que se ha de imponer
a los hermanos que pecan
1
Si algunos de los hermanos cometieran, por insti-
gación del enemigo, alguno de aquellos pecados mor-
tales, acerca de los cuales estuviera mandado entre los
hermanos que se recurra sólo a los ministros provincia-
les, dichos hermanos están obligados a recurrir a ellos
cuanto antes puedan, sin demora.
2
Y los ministros mismos, si son sacerdotes, impón-
ganles la penitencia con misericordia; y, si no son sa-
cerdotes, hagan que se la impongan otros sacerdotes
de la Orden, como vean que mejor conviene según
Dios. 3 Y deben evitar airarse y turbarse por el pecado
de alguno, porque la ira y la turbación impiden en sí y
en los otros la caridad.
1. CtaM 14; Rnb 5,5-6; 13,1; RCl 9,1. 2. CtaM 9-12.17-20; Rnb
20,1-4; RCl 9,18. 3. 2CtaF 44; CtaM 15; Adm 11,2-3; Rnb 5,7-
8; 11,4; RCl 9,5-6.
CAPÍTULO VIII
La elección del ministro general de esta Fraternidad
y el capítulo de Pentecostés
1
Todos los hermanos deberán tener siempre a uno
de los hermanos de esta Religión como ministro gene-
ral y siervo de toda la Fraternidad, al cual están firme-
mente obligados a obedecer.
Escritos de Francisco de Asís
188
2
Cuando éste fallezca, hágase la elección del suce-
sor por los ministros provinciales y custodios en el ca-
pítulo de Pentecostés, al que están siempre obligados
a concurrir todos los ministros provinciales, dondequie-
ra que lo disponga el ministro general; 3 y esto han
de hacerlo una vez cada tres años, o en otro término
de tiempo mayor o menor, según lo ordene dicho
ministro.
4
Y si en algún momento pareciera a la generalidad
de los ministros provinciales y custodios, que dicho mi-
nistro no es la persona adecuada para el servicio y uti-
lidad común de los hermanos, los referidos hermanos,
a los que se ha confiado la elección, deberán elegirse,
en el nombre del Señor, otro para custodio.
5
Y después del capítulo de Pentecostés, cada uno
de los ministros y custodios, si quiere y le parece con-
veniente, puede convocar a capítulo a sus hermanos,
una vez, en ese mismo año, en sus custodias.
1. Rnb 18,2; Test 27. 2-4. Rnb 18,2; RCl 4,6-8. 5. Rnb 18,1.
CAPÍTULO IX
Los predicadores
1
Los hermanos no prediquen en la diócesis de un
obispo cuando éste se oponga a ello.
2
Y ninguno de los hermanos se atreva absolutamen-
te a predicar al pueblo, sin que haya sido examinado y
aprobado por el ministro general de esta Fraternidad,
y éste le haya concedido el oficio de la predicación.
IV. Textos legislativos
189
3
Amonesto además y exhorto a estos hermanos a
que, cuando predican, sean ponderadas y limpias sus
palabras (cf. Sal 11,7; 17,31), para provecho y edifica-
ción del pueblo, 4 anunciándoles los vicios y las virtu-
des, la pena y la gloria, con brevedad de sermón,
porque breve fue la palabra del Señor sobre la tierra
(cf. Rom 9,28).
CAPÍTULO X
La amonestación y corrección de los hermanos
1
Los hermanos que son ministros y siervos de los
otros hermanos, visiten y amonesten a sus hermanos y
corríjanlos humilde y caritativamente, no mandándo-
les cosa alguna que vaya en contra de su alma y de
nuestra Regla.
2
Y los hermanos que son súbditos, recuerden que
renunciaron por Dios a sus propios quereres. 3 Por eso,
les mando firmemente que obedezcan a sus ministros
en todo lo que prometieron al Señor observar y no va
en contra del alma y de nuestra Regla.
4
Y dondequiera que haya hermanos que sepan y
conozcan que no pueden observar espiritualmente la
Regla, deben y pueden recurrir a sus ministros. 5 Y los
ministros acójanlos caritativa y benignamente, y ten-
gan con ellos tanta familiaridad, que los hermanos pue-
dan hablarles y comportarse con ellos como los señores
Escritos de Francisco de Asís
190
con sus siervos; 6 pues así debe ser, que los ministros
sean siervos de todos los hermanos (cf. Mt 20,26-27).
7 Amonesto y exhorto en el Señor Jesucristo a los
hermanos, a que se guarden de toda soberbia, vana-
gloria, envidia, avaricia (cf. Lc 12,15), preocupación y
afán de este mundo (cf. Mt 13,22; Lc 21,34), difama-
ción y murmuración, y los que no saben letras no se
preocupen de aprenderlas; 8 aplíquense, en cambio,
en aquello que por encima de todo deben desear: te-
ner el Espíritu del Señor y su santa operación, 9 orar
continuamente al Señor con un corazón puro, y tener
humildad, paciencia en la persecución y en la enfer-
medad, 10 y amar a los que nos persiguen y repren-
den y acusan, porque dice el Señor: Amad a vuestros
enemigos y orad por los que os persiguen y calumnian
(Mt 5,44). 11 Dichosos los que padecen persecución
por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de
los cielos (Mt 5,10). 12 Y el que persevere hasta el fin,
ése se salvará (Mt 10,22).
1. Rnb 4,2; RCl 10,1. 2. Adm 2,3; 3,3; RCl 10,2; TestCl 67. 3.
2CtaF 41; CtaO 46; Adm 3,7; Rnb 4,3; Rb 8,2; Test 27; RCl 3,3;
TestCl 68-70. 4. Rnb 6,1-2. 5. Rnb 6,2; RCl 10,4-5; TestCl 66.
6. 2CtaF 42; Rnb 5,11-12; RCl 10,5. 7. RCl 10,6 / Rnb 17,9; Rb
3,11 / 1CtaF 2,5; 2CtaF 65; CtaA 3; Rnb 8,2; 9,14; 22,26 /
CtaM 15; Adm 24; Rnb 7,15; 11,7; Rb 10,7; RCl 10,6 / Test 19;
RCl 10,8. 8. Rnb 17,16; 23,11; RCl 10,9. 9. 2CtaF 19-20; Rnb
22,26.29; RCl 10,10 / Cánt 10-11; 2CtaF 30; Adm 6,2; 13,2-3;
VerAl 14; Rnb 17,15. 10. 2CtaF 38; Adm 3,8-9; 9,1; VerAl 14;
Rnb 16,12-15.21; 22,1-4; RCl 10,11. 11. Cánt 11; Rnb 16,12;
RCl 10,12. 12. 2CtaF 48.88; Rnb 16,21; 21,9; UltVol 1; RCl 6,7;
10,13; TestCl 73.
IV. Textos legislativos
191
CAPÍTULO XI
Los hermanos no entren en monasterios de monjas
1
Mando firmemente a todos los hermanos, que no
tengan con mujeres relaciones o consejos que engen-
dren sospecha; 2 que no entren en monasterios de
monjas, excepto aquellos a los que les ha sido conce-
dida una autorización especial por la Sede Apostólica;
3
y que no sean padrinos de varones ni de mujeres,
para que no surja, con ocasión de ello, motivo de es-
cándalo entre los hermanos o a causa de los hermanos.
1. Rnb 12,1; RCl 9,14. 2. RCl 11,7; 12,8. 3. RCl 9,15.
CAPÍTULO XII
Los que van entre sarracenos y otros infieles
Conclusión
1
Los hermanos que, por inspiración divina, quieran
ir entre sarracenos y otros infieles, pidan por ello auto-
rización a sus ministros provinciales. 2 Y los ministros no
concedan autorización para ir sino a los que vean que
son idóneos para ser enviados.
3
Además, impongo a los ministros, por obediencia,
que pidan al señor papa un cardenal de la santa Iglesia
Romana que sea gobernador, protector y corrector de
esta Fraternidad; 4 para que, siempre sometidos y suje-
tos a los pies de la misma santa Iglesia, firmes en la fe
católica (cf. Col 1,23), observemos la pobreza y la hu-
mildad y el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucris-
to que firmemente prometimos.
Escritos de Francisco de Asís
192
193
todo tipo de alimentos, 4 ninguna de nosotras que esté
sana y fuerte debería tomar, tanto en los días feriales
como en los festivos, sino comidas cuaresmales, ayunan-
do todos los días, 5 excepto los domingos y el día de la
Natividad del Señor, en los que deberíamos comer dos
veces al día; 6 y los jueves, en el tiempo ordinario, cada
una podría proceder según su voluntad, de modo que
no estaría obligada a ayunar quien no quisiera hacerlo.
7
Sin embargo, nosotras las sanas ayunamos todos los
días, excepto los domingos y el día de Navidad.
8
Y, según lo que dice un escrito del bienaventurado
Francisco, tampoco estamos obligadas a ayunar en todas
las Pascuas, ni en las fiestas de santa María y de los san-
tos apóstoles, a no ser que estas fiestas caigan en vier-
nes. 9 Pero, como queda dicho, las que estamos sanas y
fuertes tomamos siempre comidas cuaresmales.
195
V. ÚLTIMAS RECOMENDACIONES
FIDELIDAD
197
199
la fidelidad a la pobreza, la antorcha que de Francisco
recogió Clara hasta el final de su vida en su lucha por el
«Privilegio» de no poseer nada en propiedad. Comple-
ta el recuerdo agradecido de su historia personal y de
la Fraternidad, la BENDICIÓN AL HERMANO BERNARDO, que,
según las fuentes biográficas, habría que colocar en el
marco de los últimos momentos de la vida de Francisco.
Escritos de Francisco de Asís
200
V. Últimas recomendaciones
201
21
También en este caso Carlo Paolazzi numera el texto según
sus versos. Dada su habitual división en versículos, ofrecemos
aquí ambas numeraciones para facilitar su consulta.
Escritos de Francisco de Asís
202
1
Escribe cómo bendigo a todos mis hermanos, a los
que están en la Religión y a los que vendrán a ella
hasta el final del mundo...
2
Como, a causa de la debilidad y el dolor de la
enfermedad, no me encuentro con fuerzas para hablar,
declaro brevemente mi voluntad a mis hermanos en
estas tres palabras:
3
que, en señal del recuerdo de mi bendición y de
mi testamento, se amen siempre mutuamente;
4
que amen siempre a nuestra señora la santa pobre-
za y la observen;
5
y que vivan siempre fieles y sujetos a los prelados
y a todos los clérigos de la santa madre Iglesia.
22
El texto y la información sobre las circunstancias del mismo
nos han llegado en LP 59 y EP 87.
V. Últimas recomendaciones
203
TESTAMENTO (=Test) 3
1. Proceso de conversión y cambio de vida
1
El Señor me dio a mí, el hermano Francisco, el co-
menzar de este modo a hacer penitencia: pues, como
estaba en pecados, me parecía extremadamente amargo
ver a los leprosos; 2 pero el Señor mismo me llevó en-
tre ellos, y practiqué con ellos la misericordia. 3 Y, al
separarme de ellos, lo que me parecía amargo se me
convirtió en dulzura del alma y del cuerpo; y, después
de un poco de tiempo, salí del mundo.
4
Y el Señor me dio una fe tal en las iglesias, que así
sencillamente oraba y decía: 5 Te adoramos, Señor Je-
sucristo, también en todas tus iglesias que hay en el
mundo entero, y te bendecimos, pues por tu santa cruz
redimiste al mundo.
6
Después, el Señor me dio, y me sigue dando, tan-
ta fe en los sacerdotes que viven según la forma de la
santa Iglesia Romana, por su ordenación, que, si me
persiguieran, quiero recurrir a ellos mismos. 7 Y si tu-
viera tanta sabiduría como la que tuvo Salomón y me
encontrara con los pobrecillos sacerdotes de este mun-
do, no quiero predicar en las parroquias en que están
si no es conforme a su voluntad. 8 Y a éstos y a todos
los demás sacerdotes quiero temer, amar y honrar como
a mis señores, 9 y no quiero tomar en consideración su
pecado, porque veo en ellos al Hijo de Dios y son mis
señores. 10 Y lo hago por esto: porque en este mundo
Escritos de Francisco de Asís
204
1. RCl 6,1; TestCl 24-25. 3. 2CtaF 69; Rnb 9,2; TestCl 70 / Rnb
22,9.47-48; TestCl 10. 4. 2CtaF 33. 5. OfP 6,15; Rnb 23,3. 6.
Adm 26,1. 8-9. 2CtaF 33; CtaCle 1; CtaO 21-23; Rnb 19,3; Rb
12,5; RCl 12,13; TestS 5. 10. 2CtaF 33-35; CtaCle 3.5; Adm
1,18-22; 26,3. 11. CtaCle 1.8-11; 1CtaCus 2-7; CtaO 12-13;
Test 5. 12. 2CtaF 5; CtaCle 6.12; 1CtaCus 5; CtaO 34-36. 13.
2CtaF 34-35; CtaAnt 1 / 1CtaF 2,21; 2CtaF 3.87; Adm 1,6;
Rnb 22,39.
205
dentro y por fuera los que querían–, con el cordón y
los calzones. 17 Y no queríamos tener más.
18
Los clérigos decíamos el oficio según el uso de los
demás clérigos, y los laicos decían Padrenuestros. Y
muy gustosamente permanecíamos en las iglesias, 19 y
éramos incultos y estábamos sometidos a todos.
20
Y yo trabajaba con mis manos, y quiero trabajar; y
quiero firmemente que todos los demás hermanos tra-
bajen en algún trabajo humilde y honesto: 21 los que no
saben, que aprendan, no por la codicia de recibir la
paga del trabajo, sino por el ejemplo y para desechar
la ociosidad. 22 Y cuando no nos den la paga del traba-
jo, recurramos a la mesa del Señor, pidiendo limosna
de puerta en puerta. 23 El Señor me reveló que dijé-
semos este saludo: El Señor te dé la paz (cf. Lc 10,5;
2Tes 3,16).
24
Guárdense absolutamente los hermanos de recibir
iglesias, pobrecillas moradas y todo lo que para ellos
se construye, si no es como conviene a la santa pobre-
za que prometimos en la Regla, hospedándose siem-
pre allí como extranjeros y peregrinos (cf. 1Pe 2,11;
Sal 38,13).
25
Mando firmemente, por obediencia, a todos los
hermanos que, dondequiera que estén, no se atrevan
a pedir a la curia romana, ni por sí ni por intermedia-
rios, escrito alguno en favor de una iglesia o de otro
lugar, ni so pretexto de predicación, ni por sufrir per-
secución en sus cuerpos, 26 sino que, cuando en alguna
parte no sean recibidos, huyan a otra tierra (cf. Mt 10,23)
a hacer penitencia con la bendición de Dios.
Escritos de Francisco de Asís
206
14. FVCl 1; Rnb 1,2; Rb 1,1; 12,4; BenBer 2; RCl 1,2; 6,3; 12,13.
15. Rnb pról 2; Rb bula 3; Test 39. 16. Rnb 2,1.4; Rb 2,1.5 / Rnb
2,8.13-14; Rb 2,9-10.14-16. 18. Rnb 3,4.10; Rb 3,1-3; RCl 3,1-
4. 19. CtaO 39; VerAl 11; Rnb 7,2; Test 29. 20. Rnb 7,3-8; Rb
5,1; RCl 7,1-2. 21. Rnb 7,11; Rb 5,2; RCl 7,2. 22. REr 5; Rnb 7,8;
8,10; 9,3-9; Rb 6,3; RCl 8,2. 23. BenL 2; 2CtaF 1; Rnb 14,2; Rb
3,13; BenCl 4. 24. Rnb 7,13; Rb 6,1 / Rnb 9,5; Rb 6,2; RCl 8,2.
26. Rnb 16,14; Test 1; RCl 6,1; TestCl 24.
207
día y noche como a hombre en prisión, hasta que lo
presenten ante el señor de Ostia, que es el señor, pro-
tector y corrector de toda la Fraternidad.
27-28. Adm 3,3; Rb 8,1; 10,3; RCl 10,3. 29-30. CtaO 39.43;
Rnb 3,3-10; Rb 3,1-4. 31. CtaO 43-44; Rnb 19,1-2. 33. Rb
12,3; RCl 12,12.
4. Conclusión y bendición
34
Y no digan los hermanos: «Esto es otra Regla»;
porque esto es una recordación, amonestación y ex-
hortación, y es mi testamento, que yo, el hermano Fran-
cisco, pequeñuelo, os dejo a vosotros, mis benditos
hermanos, para que observemos mejor, católicamente,
la Regla que prometimos al Señor.
35
Y el ministro general y todos los demás ministros y
custodios están obligados, por obediencia, a no añadir
ni quitar nada de estas palabras (cf. Dt 4,2; 12,32). 36 Y
tengan siempre consigo este escrito junto a la Regla. 37
Y en todos los capítulos que tienen, cuando leen la
Regla, lean también estas palabras. 38 Y a todos mis
hermanos, clérigos y laicos, mando firmemente, por
obediencia, que no introduzcan glosas en la Regla ni
en estas palabras, diciendo: «Así se han de entender»,
39
sino que, así como me dio el Señor decir y escribir
sencilla y puramente la Regla y estas palabras, así tam-
bién sencilla y puramente, sin glosa, habéis de enten-
derlas, y observarlas con obras santas hasta el fin.
40
Y todo el que observe estas cosas, sea colmado
en el cielo de la bendición del altísimo Padre, y sea
colmado en la tierra de la bendición de su amado Hijo
Escritos de Francisco de Asís
208
4 ÚLTIMA VOLUNTAD
PARA CLARA Y SUS HERMANAS (=UltVol)23
1
Yo, el hermano Francisco, pequeñuelo, quiero se-
guir la vida y la pobreza del altísimo Señor nuestro Je-
sucristo y de su santísima madre, y perseverar en ella
hasta el fin (cf. Mt 10,22); 2 y os ruego, señoras mías, y
os aconsejo, que viváis siempre en esta santísima vida
y pobreza. 3 Y cuidaos mucho, para que de ningún
modo, ni por la enseñanza ni por el consejo de nadie,
os apartéis jamás de ella.
1-3. RCl 6,7-9. 1-2. 2CtaF 87; CtaA 1; 1CtaCus 1; CtaO 3; Test
34.41 / 2CtaF 5; CtaO 51; CtaL 3; Rnb 1,1; 9,1; 22,2; Rb 6,5-6;
TestS 4; RCl 2,25; 8,6-7; 12,13; TestCl 34.46. 3. 2CtaCl 17-18
23
También este escrito nos ha llegado a través de la Regla de
Clara, que lo designa como la «Última voluntad» de Francisco para
ella y sus hermanas, y dice que éste lo escribió «poco antes de su
muerte» (RCl 6,6-9). La división en versículos se ajusta a la que
ordinariamente se hace de su texto en la Regla de Clara.
V. Últimas recomendaciones
209
BENDICIÓN AL HERMANO 5
BERNARDO (=BenBer)24
1
Escribe tal como te digo:
2
El primer hermano que me dio el Señor fue el
hermano Bernardo, y el primero que comenzó y cum-
plió perfectísimamente la perfección del santo Evan-
gelio, distribuyendo todos sus bienes entre los pobres
(cf. Mt 19,21); 3 por lo cual, y por otras muchas prerro-
gativas, estoy obligado a amarlo más que a ningún otro
hermano de toda la Religión.
4
Por eso, quiero y mando, en lo que puedo, que
quienquiera que sea el ministro general, lo ame y lo
honre tanto como a mí mismo; 5 y también, que todos
los ministros provinciales y los hermanos de toda la
Religión lo consideren como aquel que ocupa mi lugar.
24
Son varias las fuentes biográficas y crónicas franciscanas
que informan de la bendición de Francisco al hermano Bernardo,
y trasmiten el contenido del dictado del santo, aunque con no
pocas diferencias entre ellas. El texto aquí trascrito es la
traducción del que recoge Carlo Paolazzi en su edición crítica,
tomado de LP 12 (cf. EP 107).
Escritos de Clara de Asís
210
211
II
LOS ESCRIT OS
ESCRITOS
DE CLARA DE ASÍS
Escritos de Clara de Asís
212
INTRODUCCIÓN
I. CARTAS
CONTEMPLACIÓN Y SEGUIMIENTO
II. REGLA
PROYECTO DE VIDA
INTRODUCCIÓN
215
I. CARTAS
CONTEMPLACIÓN Y SEGUIMIENTO
217
219
sino esa especie de relectura en profundidad, entre-
mezclándose simultáneamente alusiones teológicas,
temas de revelación y niveles de experiencia. En este
punto, hay que decir que Clara se aleja del estilo litera-
rio y teológico de Francisco para aproximarse al género
común de la teología espiritual de la época (cf. De
regimine animae de san Buenaventura). Aparece así
hasta en cierta ampulosidad de lenguaje.
Posiblemente nuestra sensibilidad moderna prefiera
la inmediatez bíblica de Francisco. Sin embargo, la difi-
cultad no puede reducirse a lenguaje. Clara se inserta
en la tradición contemplativa litúrgica, subsuelo de la
gran tradición contemplativa monástica y cristiana. ¿No
es propia de la liturgia la relectura del misterio con-
templado, situando la simbólica multiforme de la Bi-
blia en el horizonte unitario de la historia de la salva-
ción? ¿No reside ahí uno de los modos contemplativos
de la fe, que pasa espontáneamente del hecho histó-
rico al símbolo, y de la alegoría a la mirada interior del
espíritu?
La CARTA III (c.1239) continúa en el mismo tono con
tal fuerza personal que ya no cabe hablar de escuela de
espiritualidad. Clara de Asís se revela como una de las
cimas de la mística cristiana. Al leer estas páginas, uno
recuerda las palabras de los peregrinos de Emaús: ¿No
ardía nuestro corazón cuando nos explicaba... nuestra
vocación?
Algunos puntos dignos de atención: la vocación
definida con los mismos términos de Francisco, «se-
guimiento del pobre y humilde Jesucristo» (v. 4); sen-
tido eclesial de la vocación contemplativa con frase
Escritos de Clara de Asís
220
221
contemplativa. ¿No pertenece acaso a la tradición
patrística la figura de Raquel (2CtaCl 11) y de María
(3CtaCl 17-19.24-25), y más lejos, a la teología sapiencial
de la Alianza, la figura de la esposa del Cantar de los
cantares (4CtaCl 28-34)? Sabemos qué intuición bíbli-
ca subyace: la fe como pasividad activa ante el amor
creador de Dios. Pero sabemos también dónde ha en-
contrado Clara su fuente inspiracional más inmediata
(cf.1CtaCl 12): en la Carta a los fieles de Francisco (cf.
2CtaF 48-56). La contemplación de amor, en su doble
sentido, objetivo (revelación del amor de Dios), y sub-
jetivo (contemplación afectiva de amor), son
marcadamente franciscanos.
Escritos de Clara de Asís
222
I. Cartas
223
PRIMERA CARTA 1
A INÉS DE PRAGA (=1CtaCl)25
1
A la venerable y santísima virgen, la señora Inés,
hija del excelentísimo e ilustrísimo rey de Bohemia,
2
Clara, indigna sierva de Jesucristo y esclava inútil de
las Damas enclaustradas del monasterio de San Damián
de Asís, súbdita y esclava suya para todo, se enco-
mienda plenamente, con especial reverencia, para al-
canzar la gloria de la felicidad eterna (cf. Eclo 50,5).
3
Desbordo de gozo y salto de júbilo en el Señor
(cf. Hab 3,18) al oír hablar de la fama de vuestra
honrosísima vida religiosa, que no sólo ha llegado hasta
mí, sino que se ha divulgado merecidamente por casi
todo el orbe de la tierra; 4 y, por ello, no sólo yo per-
sonalmente puedo saltar de júbilo, sino también todos
aquellos que sirven y desean servir a Jesucristo. 5 Y es
que, aunque hubierais podido disfrutar más que na-
die de las pompas, honores y grandezas del mundo,
con la excelente gloria de desposaros legítimamente
con el ínclito emperador, como hubiera correspondi-
do a vuestra dignidad y a la suya, 6 despreciando todo
esto, habéis elegido, con toda el alma y todo el afecto
del corazón, la santísima pobreza y la penuria corporal,
25
En ésta, como en el resto de las Cartas de Clara, seguimos la
última edición crítica de las mismas, a cargo de Giovanni Pozzi,
que puede verse en: Chiara d’Assisi, Lettere ad Agnese. La visione
dello specchio, a cura di GIOVANNI POZZI e BEATRICE RIMA, Adelphi
Edizioni, Milano, 1999.
Escritos de Clara de Asís
224
7
uniéndoos al Esposo del más noble linaje, el Señor
Jesucristo, que custodiará siempre inmaculada e intacta
vuestra virginidad.
8
Amándole, sois casta26;
tocándolo, os hacéis más pura;
acogiéndolo, sois virgen;
9
su poder es más fuerte,
su generosidad más alta,
su aspecto más hermoso,
su amor más suave,
y toda su gracia más elegante.
10
Él os ha abrazado ya estrechamente,
ha adornado vuestro pecho
con piedras preciosas,
y ha colgado en vuestras orejas
perlas de inestimable valor,
11
y os ha ceñido toda entera
con resplandecientes gemas de primavera
y os ha coronado con una corona de oro,
grabada con el sello de la santidad (Eclo 45,12).
12
Así pues, queridísima hermana, y, más aún, seño-
ra digna de toda veneración, pues sois esposa y madre
y hermana de mi Señor Jesucristo (cf. 2Cor 11,2; Mt
12,50), 13 esplendorosamente distinguida con la insig-
nia de la virginidad inviolable y de la santísima pobreza,
afianzaos en el santo servicio, que con deseo ardiente
comenzásteis, al pobre Crucificado, 14 que soportó por
todos nosotros el suplicio de la cruz (cf. Heb 12,2),
26
En los vv. 8-11, Clara hace un canto en el que aplica a Inés de
Praga textos litúrgicos de la fiesta de santa Inés, mártir, que
trascribe prácticamente en su literalidad.
I. Cartas
225
liberándonos del poder del príncipe de las tinieblas
(cf. Col 1,13) –al que estábamos encadenados por la
transgresión de nuestro primer padre–, y reconcilián-
donos con Dios Padre (cf. 2Cor 5,18).
15
¡Oh dichosa pobreza,
que a quienes la aman y abrazan
les alcanza las riquezas eternas!
16
¡Oh santa pobreza,
por la que Dios promete el reino de los cielos
(cf. Mt 5,3)
a quienes la poseen y desean,
y les ofrece, sin lugar a dudas,
la gloria eterna y la vida bienaventurada!
17
¡Oh piadosa pobreza
a la que, por encima de toda otra cosa,
se dignó abrazar el Señor Jesucristo,
que gobernaba y gobierna el cielo y la tierra,
y que con sólo decirlo hizo todas las cosas
(Sal 32,9; 148,5).
18
En efecto, las zorras tienen sus madrigueras –dice-,
y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre,
es decir, Cristo, no tiene dónde reclinar su cabeza (cf.
Mt 8,20; Lc 9,58), y al inclinar la cabeza entregó su
espíritu (Jn 19,30).
19
Si, pues, tan grande y tal Señor, viniendo al seno
de una virgen, quiso aparecer en el mundo como un
hombre despreciado, indigente y pobre, 20 para que
los hombres –que eran pobrísimos e indigentes, al su-
frir una falta extrema de alimento celestial– se hicieran
ricos en él (cf. 2Cor 8,9) poseyendo el reino de los
cielos, 21 saltad de júbilo y gozad (cf. Hab 3,18), llena
Escritos de Clara de Asís
226
227
31
Todo ello me ha llevado a suplicar, en cuanto pue-
do, a vuestra excelencia y santidad, con humildes rue-
gos, por las entrañas de Cristo (cf. Flp 1,8), que queráis
afianzaros en su santo servicio, 32 progresando de bien
en mejor, de virtud en virtud (cf. Sal 83,8), para que
aquel a quien servís con todo el ardor de vuestra alma,
se digne concederos los premios deseados.
33
Os ruego también, encarecidamente, en el Señor,
como puedo, que tengáis a bien encomendarnos en
vuestras santísimas oraciones (cf. Rom 15,30), a mí,
vuestra sierva, aunque inútil (cf. Lc 17,10), y a las de-
más hermanas, tan afectas a vos, que moran conmigo
en este monasterio; 34 que con su ayuda podamos
merecer la misericordia de Jesucristo, y gozar junta-
mente con vos de la visión eterna.
35
Que os vaya bien en el Señor, y orad por mí (cf.
1Tes 5,25).
2 SEGUNDA CARTA
A INÉS DE PRAGA (=2CtaCl)
1
A la señora Inés, hija del Rey de reyes, esclava del
Señor de los señores (cf. Ap 19,16; 1Tim 6,15), espo-
sa dignísima de Jesucristo y, por ello, reina nobilísima,
2
Clara, esclava inútil e indigna de las Damas Pobres, le
desea salud y que viva siempre en suma pobreza.
3
Doy gracias al que con esplendidez da la gracia,
de quien creemos que procede toda óptima dádiva y
todo don perfecto (Sant 1,17), porque te ha adornado
con tantos títulos de virtudes y te ha hecho brillar con
los signos de tanta perfección, 4 para que, hecha dili-
gente imitadora del Padre perfecto (cf. Mt 5,48), me-
rezcas llegar a ser perfecta, y sus ojos no vean en ti
nada imperfecto (cf. Sal 138,16).
5
Y en esto está tu perfección, por la que el mismo
Rey te unirá a sí en su tálamo celestial, donde se sienta
glorioso en su solio de estrellas: 6 en que, despreciando
el encumbramiento de un reino terrenal y desdeñando
las ofertas de matrimonio imperial, 7 tratando de emular
a la santísima pobreza, con gran humildad y ardorosísima
caridad te has adherido a las huellas de aquel (cf. 1Pe
2,21) a quien mereciste ser unida en matrimonio.
8
Como sé que estás cargada de virtudes seré breve,
porque no quiero cargarte con palabras superfluas, 9
por más que a ti no te parecerá superfluo nada que
pueda proporcionarte algún consuelo. 10 Mas, como
sólo una cosa es necesaria (Lc 10,42), esta única cosa
I. Cartas
229
es la que te pido y aconsejo, por amor de aquel a
quien te ofreciste como hostia santa y agradable (cf.
Rom 12,1), 11 para que, recordando tu propósito, y vien-
do siempre, como otra Raquel, tu principio27,
retengas lo que tienes,
hagas lo que haces, sin renunciar a ello (cf. Ct 3,4);
12
y, con andar apresurado, con paso ligero,
sin estorbos en los pies
para que ni siquiera tus pasos recojan el polvo,
13
segura, gozosa y dispuesta,
recorras con cautela la senda de la bienaventuranza,
14
no creyendo ni dando asentimiento a nadie
que quiera apartarte de este propósito,
o que te ponga obstáculos en el camino (cf. Rom 14,13)
para que no cumplas tus votos al Altísimo (Sal 49,14)
con aquella perfección
a la que te ha llamado el Espíritu del Señor.
15
Sin embargo, para avanzar con mayor seguridad
en el camino de los mandatos del Señor (cf. Sal 118,32),
sigue en esto el consejo de nuestro venerable padre el
hermano Elías, ministro general; 16 antepón su consejo
al de todos los demás, y tenlo por más preciado que
cualquier regalo.
17
Y, si alguien te dijera algo
o te sugiriera algo
que impida tu perfección,
o que parezca contrario a tu vocación divina,
aunque debas venerarlo,
no sigas por ello su consejo,
27
Cf. SAN GREGORIO MAGNO, Homilías sobre Ezequiel, II, 2, 10-11,
en: PL 76,954-955.
Escritos de Clara de Asís
230
18
sino abrázate a Cristo pobre
como virgen pobre.
19
Míralo hecho despreciable por ti, y síguelo, hecha
tú despreciable por él en este mundo. 20 Reina
nobilísima, mira atentamente, considera, contempla, con
el deseo de imitarle, a tu Esposo, el más bello de los
hijos de los hombres (Sal 44,3), hecho para tu salvación
el más vil de los varones, despreciado, golpeado, y
azotado de mil formas en todo su cuerpo, y muriendo
entre las angustias de la cruz.
21
Si sufres con él, reinarás con él
(cf. 2Tim 2,11-12; Rom 8,17);
llorando con él, gozarás con él (cf. 1Cor 12,26);
muriendo con él en la cruz de la tribulación
(cf.2Tim 2,11),
con él poseerás las moradas eternas
en el esplendor de los santos (Sal 109,3),
22
y tu nombre será escrito en el libro de la vida
(cf. Flp 4,3; Ap 3,5)
y será glorioso entre los hombres.
23
Por ello, a cambio de los bienes terrenos y transi-
torios, recibirás para siempre y por los siglos de los
siglos, la gloria del reino celestial, y, a cambio de los
bienes perecederos, los bienes eternos; y vivirás por
los siglos de los siglos.
24
Que te vaya bien, queridísima hermana y señora,
por ser tu Esposo el Señor; 25 y procura encomendarnos
a él (cf. Hch 14,23) en tus devotas oraciones, a mí y a
mis hermanas, que nos gozamos del bien que el Señor
obra en ti por su gracia (cf. 1Cor 15,10). 26 Encomiénda-
nos también encarecidamente a tus hermanas.
I. Cartas
231
1-2. 1CtaCl 1-2; 3CtaCl 1-2; 4CtaCl 1-2; CtaErm 1 / RCl 1,3;
10,5; TestCl 37; BenCl 5-6 / OfP ant 2; 1CtaCl 12. 2. 1CtaCl 2;
3CtaCl 2; 4CtaCl 2; RCl 1,3; 10,5; TestCl 37; BenCl 6. 3. Rb 6,4;
RCl 8,4; TestCl 2.58. 6. 1CtaCl 5-7.22. 7. 2CtaF 13; CtaO 51;
CtaL 3; Rnb 1,1; 22,2; 1CtaCl 6.13; 3CtaCl 4.25; RCl 6,6.8;
TestCl 34.39.42.51. 8. 4CtaCl 35-36. 14. Rnb 23,10 / TestCl
17. 17. UltVol 3; RCl 6,9. 18. 1CtaCl 13; 3CtaCl 4. 20. 4CtaCl
15-23. 23. Rb 6,4-5; 1CtaCl 30; RCl 8,4-5. 24. 2CtaCus 7; CtaA
2; 1CtaCl 35; 3CtaCl 42; 4CtaCl 39. 25. Adm 2,4; 8,3; 12,2;
17,1; Rnb 17,6.17 / 1CtaCl 33-34; 3CtaCl 42; 4CtaCl 39.
TERCERA CARTA 3
A INÉS DE PRAGA (=3CtaCl)
1
A la hermana Inés, su reverendísima señora en Cristo
y digna de su amor más que todos los mortales, her-
mana del ilustre rey de Bohemia, pero ahora hermana
y esposa del supremo Rey de los cielos (cf. Mt 12,50;
2Cor 11,2), 2 Clara, humildísima e indigna esclava de
Cristo y sierva de las Damas Pobres, le desea los gozos
de la salvación en el autor de la salvación (cf. Heb 2,10),
y todo lo mejor que pueda desearse.
3
Es tanto el gozo de que estoy llena por tu buena
salud, porque eres feliz y por los éxitos conseguidos
–que, según considero, te infunden vigor en el cami-
no emprendido para alcanzar el premio celestial (cf.
Flp 3,14)–, 4 y respiro por ello de tanto regocijo en el
Señor como por conocer y creer que tú suples admira-
blemente mis deficiencias y las de nuestras hermanas
en el seguimiento de las huellas del pobre y humilde
Jesucristo (cf. 1Pe 2,21).
5
Realmente puedo gozarme, y nadie podrá privarme
de tanto gozo, 6 porque, teniendo ya lo que anhelé
Escritos de Clara de Asís
232
tener bajo el cielo, veo que tú, sostenida por una ad-
mirable prerrogativa de la sabiduría que proviene de
la boca misma de Dios, triunfas, de modo asombroso
e impensable, sobre las astucias del sagaz enemigo,
sobre la soberbia que arruina la naturaleza humana y
la vanidad que vuelve fatuos los corazones de los hom-
bres; 7 y porque veo también que, con la humildad,
el vigor de la fe y los brazos de la pobreza, abrazas el
tesoro incomparable, escondido en el campo del mun-
do y de los corazones de los hombres (cf. Mt 13,44),
con el que se compra a aquel que hizo todas las cosas
de la nada (cf. Jn 1,3); 8 y, porque, por decirlo con las
mismas palabras del apóstol, te considero cooperado-
ra del mismo Dios y sostenedora de los miembros de
su Cuerpo inefable que caen (cf. 1Cor 3,9).
9
¿Quién podrá, por consiguiente, decirme que no
goce de tantos y tan admirables gozos? 10 Gózate, pues,
siempre en el Señor (cf. Flp 4,4) también tú, queridísima,
11
y no dejes que te envuelva amargura ni tiniebla al-
guna, oh señora amadísima en Cristo, gozo de los án-
geles y corona de las hermanas (cf. Flp 4,1).
12
Pon tu mente en el espejo de la eternidad,
pon tu alma en el esplendor de la gloria (cf. Heb 1,3),
13
pon tu corazón en la figura de la divina sustancia
(cf. Heb 1,3),
y transfórmate toda entera, por la contemplación,
en imagen de su divinidad (cf. 2Cor 3,18),
14
para que así sientas también tú lo que sienten los
amigos al saborear la dulzura escondida (cf. Sal 30,20)
que el mismo Dios ha reservado desde el principio para
los que le aman (cf. 1Cor 2,9). 15 Y dejando a un lado
I. Cartas
233
absolutamente todo lo que en este mundo falaz e ines-
table tiene atrapados a los que ciegamente lo aman,
ama con todo tu ser a aquel que totalmente se entregó
por tu amor, 16 cuya belleza admiran el sol y la luna, y
cuyos premios y su preciado valor y grandeza no tie-
nen fin (cf. Sal 144,3); 17 ama a aquel –te digo– que es
el Hijo del Altísimo, a quien dio a luz la Virgen, que
después del parto siguió siendo virgen. 18 Apégate a
su dulcísima madre, que engendró un tal Hijo, al que
no podían contener los cielos (cf. 1Re 8,27; 2Crón 2,5),
19
y ella, sin embargo, lo acogió en el pequeño claus-
tro de su vientre sagrado, y lo llevó en su seno de
doncella.
20
¿Quién no detestará las asechanzas del enemigo
de los hombres, que, por el fasto de unas glorias pasa-
jeras y engañosas, trama reducir a la nada aquello que
es mayor que el cielo? 21 Pues está claro que, por la
gracia de Dios, la más noble de sus criaturas, el alma
del hombre fiel, es mayor que el cielo, 22 porque los
cielos, con las demás criaturas, no pueden contener a
su creador (cf. 1Re 8,27; 2Crón 2,5), y, sin embargo, el
alma fiel sola es su morada y su sede (cf. Jn 14,23); y
esto sólo por la caridad, de la que carecen los impíos,
23
porque, como dice la Verdad: Al que me ama, lo
amará mi Padre y lo amaré yo, y vendremos a él y
haremos morada en él (Jn 14,21.23).
24
Así pues, como la gloriosa Virgen de las vírgenes
lo llevó materialmente [en su seno], 25 así también tú,
siguiendo sus huellas (cf. 1Pe 2,21), principalmente las
de la humildad y la pobreza, puedes, sin lugar a du-
das, llevarlo siempre espiritualmente en tu pecho casto
Escritos de Clara de Asís
234
235
los santos apóstoles, a no ser que estas fiestas caigan
en viernes. 37 Pero, como queda dicho, las que esta-
mos sanas y fuertes tomamos siempre comidas
cuaresmales.
38
Mas, como nuestra carne no es de bronce ni nues-
tra resistencia es la de las piedras (cf. Job 6,12), 39 sino
que, por el contrario, somos frágiles y débiles
corporalmente, 40 te ruego y suplico, en el Señor,
queridísima, que desistas, sabia y discretamente, del
indiscreto e imposible rigor de las abstinencias que,
según he sabido, te has propuesto, 41 para que vivien-
do alabes al Señor (cf. Is 38,19; Eclo 17,27) y le ofrez-
cas tu culto espiritual (Rom 12,1) y tu sacrificio sazona-
do siempre con sal (cf. Lev 2,13; Col 4,6).
42
Que te vaya siempre bien en el Señor, según a mí
misma me deseo; y encomiéndanos, a mí y a mis her-
manas, a tus santas hermanas.
1-2. 1CtaCl 1-2; 2CtaCl 1-2; 4CtaCl 1-4.17; CtaErm 1 / RCl 1,3;
10,5; TestCl 37; BenCl 5-6. 4. 2CtaF 13; CtaO 51; CtaL 3; Rnb
1,1; 22,2; 1CtaCl 6.13; 2CtaCl 7; 3CtaCl 25. 5. 1CtaCl 3; 3CtaCl
3.9-10; CtaErm 2-3. 6. 2CtaF 66; 3CtaCl 20 / Rnb 22,19. 9-10.
1CtaCl 3; 3CtaCl 5; CtaErm 2-3 / Rnb 7,16. 12. 4CtaCl 15-23.
13. Adm 5,1; Rnb 23,1. 14. AlD 6; Rnb 23,11; 4CtaCl 11-13. 15.
3CtaCl 27-28. 16. 4CtaCl 10. 18. CtaO 21; 3CtaCl 22. 19. 2CtaF
4; CtaO 21; Adm 1,16. 20. 3CtaCl 6; CtaErm 6. 21. 2CtaF 48;
Rnb 22,27. 22. 3CtaCl 18. 23. 1CtaF 1,6; 2CtaF 48; Rnb 22,27.
25. 2CtaF 13; CtaO 51; CtaL 3; Rnb 1,1; 22,2; 1CtaCl 6.13;
2CtaCl 7; 3CtaCl 4. 28. 2CtaF 63-66; 3CtaCl 15; CtaErm 6. 29-
37. NACl 1-9. 40. RCl 3,10-11; TestCl 64. 42. 2CtaCus 7; CtaAnt
2; 1CtaCl 33-35; 2CtaCl 24-26, 4CtaCl 39.
Escritos de Clara de Asís
236
4 CUARTA CARTA
A INÉS DE PRAGA (=4CtaCl)
1
A quien es la mitad de su alma y el cofre que
guarda el singular amor de su corazón, a la ilustre rei-
na, esposa del Cordero, el Rey eterno, a la señora Inés,
su queridísima madre y especial hija suya entre todas
las demás, 2 Clara, indigna sierva de Cristo y esclava
inútil de sus esclavas que moran en el monasterio de
San Damián de Asís, 3 le desea salud, y que, con las
demás santísimas vírgenes, cante el cántico nuevo ante
el trono de Dios y del Cordero, y siga al Cordero don-
dequiera que vaya (cf. Ap 14,3-4).
4
¡Oh madre e hija, esposa (cf. Mt 12,50; 2Cor 11,2)
del Rey de todos los siglos! No te extrañes si no te he
escrito tan frecuentemente como lo desean y en cier-
to modo lo anhelan a la par tu alma y la mía, 5 ni creas
en modo alguno que el fuego de mi amor por ti arde
con menos vigor en las entrañas de tu madre: 6 la falta
de mensajeros y el peligro manifiesto de los caminos
han sido un impedimento para ello. 7 Pero ahora, al
escribir a tu caridad, esposa de Cristo, salto de gozo y
exulto contigo con el gozo del espíritu (cf. 1Tes 1,6),
8
porque tú –cual otra virgen santísima, santa Inés–
despreciando todas las vanidades de este mundo, te
has desposado admirablemente, con el Cordero in-
maculado (1Pe 1,19), que quita los pecados del mundo
(Jn 1,29).
I. Cartas
237
9
Dichosa, en verdad,
aquella a la que se le ha dado gozar
de este sagrado banquete (cf. Lc 14,15; Ap 19,9),
y apegarse con todas las fibras del corazón a aquel
10
cuya belleza admiran sin cesar
todos los bienaventurados ejércitos celestiales;
11
cuyo amor enamora,
cuya contemplación reanima,
cuya benignidad llena,
12
cuya suavidad colma,
cuyo recuerdo suavemente ilumina,
13
cuyo perfume hará revivir a los muertos,
cuya visión gloriosa hará dichosos
a todos los ciudadanos de la Jerusalén celestial
(cf. Ap 21,2.10):
14
él es esplendor de la gloria (cf. Heb 1,3),
reflejo de la luz perpetua
y espejo sin mancha (Sab 7,26).
15
Mira diariamente este espejo, oh reina, esposa de
Jesucristo, y observa constantemente en él tu rostro,
16
para que puedas así engalanarte toda entera, interior
y exteriormente, envuelta y ceñida con variedad de
galas (Sal 44,10), 17 y adornada, como corresponde a la
hija y esposa queridísima del Rey sumo, con las flores y
los vestidos de todas las virtudes. 18 Pues bien, en este
espejo resplandecen la bienaventurada pobreza, la santa
humildad y la inefable caridad, como lo podrás con-
templar, con la gracia de Dios, en todo el espejo.
19
Mira atentamente –te digo– en el comienzo
de este espejo, a la pobreza de aquel que fue coloca-
do en un pesebre y envuelto en pañales (cf. Lc 2,12).
Escritos de Clara de Asís
238
20
¡Oh admirable humildad, oh asombrosa pobreza!:
21
el Rey de los ángeles, el Señor del cielo y de la tierra
(cf. Mt 11,25), reclinado en un pesebre. 22 Y en el
centro del espejo considera la santa humildad, la bien-
aventurada pobreza y los múltiples trabajos y penalida-
des que él soportó por la redención del género huma-
no. 23 Y al final del mismo espejo contempla la inefable
caridad con la que quiso padecer en el leño de la cruz
y morir en él de la más infame de las muertes.
24
Por eso, el mismo espejo, colgado en el árbol de la
cruz, exhortaba a los que pasaban, a considerar estas
cosas, diciendo: 25 ¡Oh vosotros, todos los que pasáis
por el camino, mirad y ved si hay dolor como mi dolor!
(Lam 1,12). 26 Respondamos a una voz, con un sólo espí-
ritu, a quien así clama y gime: ¡Lo tendré siempre en mi
memoria, y mi alma se derretirá dentro de mí! (Lam 3,20).
27
Que tú, oh reina del Rey celestial, puedas inflamarte
cada vez más vivamente con el ardor de esta caridad.
28
Contemplando además sus indecibles delicias, sus
riquezas y honores perpetuos, 29 y suspirando con el
deseo y el amor ardientes de tu corazón, proclama:
30
¡Arrástrame en pos de ti,
correremos tras el olor de tus perfumes (Ct 1,3),
Esposo celestial!
31
Correré, y no desfalleceré,
hasta que me introduzcas en la bodega (Ct 2,4),
32
hasta que tu izquierda esté bajo mi cabeza
y tu derecha me abrace felizmente (cf. Ct 2,6; 8,3),
y me beses con el felicísimo beso de tu boca (cf. Ct 1,1).
33
Estando en esta contemplación, acuérdate de tu
pobrecilla madre, 34 sabiendo que yo he grabado
I. Cartas
239
indeleblemente en las tablas de mi corazón (cf. Prov 3,3;
2Cor 3,3) el feliz recuerdo que tengo de ti, al tenerte
por la más amada de todos.
35
¿Qué más? Guarde silencio la lengua de carne y
hable de mi amor a ti la lengua del espíritu. 36 Oh hija
bendita, porque la lengua de carne no podría en modo
alguno expresar más perfectamente el amor que te ten-
go, 37 te ruego que acojas benigna y devotamente lo
que imperfectamente te he escrito, viendo en ello, al
menos, el afecto materno que con caridad ardiente sien-
to a diario por ti y tus hijas, a las que te pido nos enco-
miendes encarecidamente en Cristo a mí y a mis hijas.
38
También mis hijas, sobre todo la prudentísima virgen
Inés, nuestra hermana, se encomiendan, cuanto pue-
den, a ti y a tus hijas.
39
Que te vaya bien, queridísima hija, a ti y a tus
hijas, hasta el trono de gloria del gran Dios (cf. Tit 2,13),
y orad por nosotras.
40
Por las presentes encomiendo a tu caridad, cuanto
puedo, a nuestros queridos hermanos Amado, amado
de Dios y de los hombres (cf. Eclo 45,1), y Buenaugurio,
portadores de estas letras. Amén.
1-3. 1CtaCl 1-2; 2CtaCl 1-2; 3CtaCl 1-2 / RCl 1,3; 10,5; TestCl
37; BenCl 5-6. 4. OfP ant 2; 2CtaF 52-53; FVCl 1; 1CtaCl 12.24;
3CtaCl 1; RCl 6,3. 7. 1CtaCl 3; 3CtaCl 3.5.9-10; CtaErm 2-3. 8-
9. 1CtaCl 8-11. 10. 3CtaCl 16. 11. 3CtaCl 14. 14. 3CtaCl 12. 15.
1CtaCl 12.24; 3CtaCl 12-13; 4CtaCl 4. 16. 1CtaCl 10-11. 18.
1CtaCl 16-17; 3CtaCl 7.25. 19. OfP 15,7; RCl 2,25; TestCl 45.
20. CtaO 27; 1CtaCl 15-17. 21. OfP 1,5; 14,1; AlD 2; Rnb 23,1
/ RCl 2,25. 22. Adm 6,1; 1CtaCl 14. 23. 2CtaCl 20; CtaErm 12.
25. OfP 6,1. 26. CtaErm 11. 33. CtaJac 1; 4CtaCl 5. 35. 2CtaCl
8. 37. 4CtaCl 5; TestCl 63. 39. 1CtaCl 35; 4CtaCl 39 / CtaErm 17
/ 2CtaCus 7; CtaAnt 2; 1CtaCl 35; 2CtaCl 24-26; 3CtaCl 42.
Escritos de Clara de Asís
240
II. Regla
241
II. REGLA
PROYECTO DE VIDA
Escritos de Clara de Asís
242
II. Regla
243
245
REGLA (=RCl)28
247
CAPÍTULO I
En el nombre del Señor comienza la forma
de vida de las Hermanas Pobres
1
La forma de vida de la Orden de las Hermanas
Pobres, instituida por el bienaventurado Francisco, ES
ÉSTA: 2 OBSERVAR EL SANTO EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRIS-
TO, VIVIENDO EN OBEDIENCIA, SIN NADA PROPIO Y EN CASTIDAD29.
3
Clara, esclava indigna de Cristo y pequeña planta
del beatísimo padre Francisco, PROMETE OBEDIENCIA Y RE-
VERENCIA AL SEÑOR PAPA Inocencio Y A SUS SUCESORES
CANÓNICAMENTE ELEGIDOS Y A LA IGLESIA ROMANA.
4
Y así como al principio de su conversión, a una con
sus hermanas, prometió obediencia al bienaventurado
Francisco, de la misma manera promete obedecer
inviolablemente a sus sucesores. 5 Y LAS DEMÁS HERMANAS
ESTÁN siempre OBLIGADAS A OBEDECER A LOS SUCESORES del
bienaventurado FRANCISCO, a la hermana Clara, y a las
demás abadesas que, canónicamente elegidas, le su-
cedan.
1-2. Rnb 1,1; Rb 1,2; 12,5. 3. TestCl 37.48; BenCl 6 / Rnb pról
3-4; Rb 1,2-3. 4. RCl 6,1; TestCl 25.47. 5. Rnb pról 4; Rb 1,3;
TestCl 68.
29
Aquí y en el resto de la Regla ponemos en versalita todo
aquello que Clara toma de la Regla bulada de Francisco para los
Hermanos Menores, o, en su caso, de la Regla no bulada, la Forma
de vida y la Última voluntad para Clara y sus hermanas, haciendo
caso omiso de los lógicos cambios de género que hace la santa.
Escritos de Clara de Asís
248
CAPÍTULO II
Las que quieren abrazar esta vida,
y cómo deben ser recibidas
1
SI ALGUNA, POR INSPIRACIÓN DIVINA, VINIERA A NOSOTRAS
QUERIENDO ABRAZAR ESTA VIDA, la abadesa está obligada a
requerir el consentimiento de todas las hermanas; 2 y si
la mayor parte da su consentimiento, puede recibirla,
una vez obtenida la autorización de nuestro señor car-
denal protector.
3
Y si ve que debe ser recibida, EXAMÍNELA DILIGENTE-
MENTE, o haga que sea examinada, DE LA FE CATÓLICA Y LOS
SACRAMENTOS DE LA IGLESIA. 4 Y SI CREE EN TODO ELLO, Y QUIERE
PROFESARLO FIELMENTE, Y OBSERVARLO FIRMEMENTE HASTA EL FIN, 5 Y
NO TIENE marido, O, SI LO TIENE, éste ENTRÓ YA EN la vida
religiosa CON LA AUTORIZACIÓN DEL OBISPO DIOCESANO, Y EMITIÓ
YA EL VOTO DE CONTINENCIA; 6 y si ni lo avanzado de su
edad, ni enfermedad alguna, ni deficiencia mental le
impiden observar esta vida, 7 EXPÓNGASELE DILIGENTEMENTE
EL TENOR DE NUESTRA VIDA.
8
Y si es apta, DÍGANSELE LAS PALABRAS DEL SANTO EVANGE-
LIO: QUE VAYA Y VENDA TODAS SUS COSAS Y SE ESFUERCE POR DISTRI-
BUIRLAS ENTRE LOS POBRES (cf. Mt 19,21). 9 Y, SI NO PUDIERA
HACERLO, LE BASTA LA BUENA VOLUNTAD. 10 Y GUÁRDENSE la aba-
desa y sus hermanas DE PREOCUPARSE POR SUS COSAS TEM-
PORALES, DE MODO QUE HAGA LIBREMENTE CON ELLAS LO QUE EL
SEÑOR LE INSPIRE. 11 CON TODO, SI SE REQUIERE UN CONSEJO,
ENVÍENLA A ALGUNAS PERSONAS discretas y TEMEROSAS DE DIOS
(cf. Hch 13,16), CON CUYO CONSEJO SE DISTRIBUYAN SUS BIENES
ENTRE LOS POBRES. 12 Después, cortados los cabellos en
II. Regla
249
redondo y dejado el vestido seglar, CONCÉDALE tres TÚNI-
CAS y el manto. 13 Y, en adelante, NO LE ESTARÁ PERMITIDO
SALIR fuera del monasterio sin una causa útil, razonable,
manifiesta y que merezca aprobación. 14 Y, ACABADO EL
AÑO DE LA PROBACIÓN, SEA RECIBIDA A LA OBEDIENCIA, PROMETIENDO
OBSERVAR SIEMPRE ESTA VIDA y la forma de nuestra pobreza.
15
A ninguna se le conceda el velo antes de cumplido
el tiempo de la probación. 16 Además, las hermanas
podrán tener manteletas, para comodidad y decoro en
el servicio y en el trabajo. 17 Y la abadesa las provea con
discreción de ropas, SEGÚN la condición de las personas,
y LOS LUGARES, LOS TIEMPOS Y EL FRÍO DE LAS REGIONES, TAL COMO
LE PAREZCA QUE LO EXIGE LA NECESIDAD.
18
A las jovencitas recibidas en el monasterio antes
de la edad legal córtenles en redondo los cabellos y,
19
dejado el vestido seglar, pónganles una ropa religio-
sa, según vea la abadesa; 20 mas cuando alcancen la
edad legal, hagan su profesión, vistiéndose como las
demás. 21 Y, tanto a éstas como a las demás novicias,
provéales solícitamente la abadesa de una maestra, es-
cogida de entre las hermanas más discretas de todo el
monasterio, 22 que las instruya diligentemente en la vida
religiosa en común y las buenas costumbres según la
forma de nuestra profesión.
23
Obsérvense las normas anteriormente dichas en el
examen y admisión de las hermanas que sirven fuera
del monasterio, las cuales PUEDEN LLEVAR CALZADO. 24 No
resida con nosotras en el monasterio ninguna que no
haya sido recibida según la forma de nuestra profesión.
25
Y por el amor del santísimo y amadísimo Niño, en-
vuelto en pobrísimos pañales y reclinado en un pesebre
Escritos de Clara de Asís
250
CAPÍTULO III
El oficio divino, el ayuno, la confesión
y la comunión
1
Las hermanas que saben letras RECEN EL OFICIO DIVINO
SEGÚN la costumbre de los Hermanos Menores, POR LO
QUE PODRÁN TENER BREVIARIOS, leyendo sin canto. 2 Y a las
que por una causa razonable no puedan alguna vez
decir las horas leyendo, les está permitido decir los
Padrenuestros, como a las otras hermanas. 3 Y las que
no saben letras DIGAN VEINTICUATRO PADRENUESTROS POR MAITI-
NES; POR LAUDES, CINCO; 4 POR PRIMA, TERCIA, SEXTA Y NONA, POR
CADA UNA DE ESTAS HORAS, SIETE; POR VÍSPERAS, DOCE, Y POR
COMPLETAS, SIETE. 5 Digan también por los difuntos siete
Padrenuestros con el Requiem aeternam por vísperas,
y doce por maitines, 6 cuando las hermanas que saben
leer están obligadas a rezar el oficio de difuntos. 7 Y,
cuando fallezca alguna hermana de nuestro monaste-
rio, recen cincuenta Padrenuestros.
8
Las hermanas ayunen en todo tiempo. 9 Pero el día
de la Natividad del Señor, cualquiera que sea el día de
II. Regla
251
la semana en que caiga, pueden hacer dos comidas.
10
Las adolescentes, las débiles y las que sirven fuera del
monasterio sean dispensadas con misericordia, según
vea la abadesa. 11 CON TODO, EN TIEMPO DE MANIFIESTA NECESI-
DAD NO ESTÁN OBLIGADAS LAS HERMANAS AL AYUNO CORPORAL.
12
Confiésense, con autorización de la abadesa, al
menos doce veces al año. 13 Y deben guardarse de
decir entonces otras palabras que no sean las que con-
vienen a la confesión y la salvación de las almas. 14 Co-
mulguen siete veces, a saber: los días de la Natividad
del Señor, Jueves Santo, la Resurrección del Señor, Pen-
tecostés, la Asunción de la bienaventurada Virgen, en
la fiesta de san Francisco, y en la de Todos los Santos.
15
Para dar la comunión a las hermanas sanas y a las
enfermas, le está permitido al capellán celebrar dentro.
1-7. Rnb 3,3-10; Rb 3,1-3. 8-11. Rnb 3,11-13; Rb 3,5-8; 3CtaCl
29-37 / Rnb 8,3.10; 9,13-16; Rb 3,9.12; RCl 2,13; 4,19; 5,17;
9,12; 11,8. 12-14. Rnb 20,1-6.
CAPÍTULO IV
La elección y el oficio de la abadesa,
el capítulo, y las oficialas y discretas
1
En la elección de la abadesa las hermanas están
obligadas a observar la forma canónica. 2 Y procuren
con presteza tener al ministro general o provincial de
la Orden de los Hermanos Menores, 3 para que con la
palabra de Dios las instruya en la plena concordia y la
UTILIDAD COMÚN en la elección a hacer. 4 Y no se elija a
ninguna que no sea profesa. 5 Y si fuera elegida, o se
Escritos de Clara de Asís
252
253
al más joven lo que es mejor»30. 19 No contraiga deuda
alguna grave si no es con el consentimiento común de
las hermanas y en caso de manifiesta necesidad; y esto
hágalo por medio de un procurador. 20 Y guárdense la
abadesa y sus hermanas de recibir depósito alguno en
el monasterio, 21 pues de ahí surgen con frecuencia tur-
baciones y escándalos.
22
Para conservar la unidad del amor mutuo y de la
paz, todas las oficialas del monasterio han de elegirse
de común acuerdo por todas las hermanas. 23 Y de la
misma manera han de elegirse al menos ocho herma-
nas, de entre las más discretas, de cuyo consejo está
obligada a servirse siempre la abadesa en aquellas co-
sas que requiere la forma de nuestra vida. 24 Y las her-
manas pueden y deben, si les parece útil y convenien-
te, remover alguna vez de su cargo a las oficialas y
discretas, y elegir otras en su lugar.
1-8. Rb 8,1-4. 9. 1CtaF 2,22; 2CtaF 87; CtaA 8; Rnb 4,6; 16,4.
10-12. TestCl 61-63. 15. Rnb 18,1-2; Rb 8,2.5. 19. Rnb 8,3.10;
9,16; Rb 3,9.12; RCl, 2,33; 3,11; 5,17; 9,12; 11,8. 22. RCl 10,7;
TestCl 59.69.
CAPÍTULO V
El silencio, el locutorio y la reja
1
Las hermanas, excepto las que sirven fuera del
monasterio, guarden silencio desde la hora de com-
pletas hasta la de tercia. 2 Guarden también silencio siem-
pre en la iglesia, en el dormitorio, y en el refectorio
30
SAN BENITO, Regla, 3,3.
Escritos de Clara de Asís
254
255
mayor ninguna hable en el locutorio, 17 si no es para
confesarse con el sacerdote o por otra necesidad mani-
fiesta, lo que queda reservado a la disposición de la
abadesa o de su vicaria.
1. REr 3; Rnb 11,2. 11-13. RCl 11,3-4. 14. RCl 11,8. 17. Rnb
8,3.10; 9,16; Rb 3,9.12; RCl 2,13; 3,11; 4,19; 9,12; 11,8.
CAPÍTULO VI
Las promesas del bienaventurado Francisco,
y que no tengan posesiones
1
Después que el altísimo Padre celestial se dignó,
por su gracia, iluminar mi corazón, para que hiciera
penitencia según el ejemplo y la doctrina de nuestro
beatísimo padre san Francisco, poco después de su
conversión, voluntariamente le prometí obediencia a
una con mis hermanas.
2
Y considerando el bienaventurado padre que no
temeríamos pobreza alguna, ni trabajo, ni tribulación,
ni afrenta, ni desprecio del mundo, sino que, al contra-
rio, todas estas cosas las tendríamos por grandes deli-
cias, movido a piedad escribió para nosotras la Forma
de vida en estos términos: 3 «YA QUE, POR DIVINA INSPIRA-
CIÓN, OS HABÉIS HECHO HIJAS Y ESCLAVAS DEL ALTÍSIMO Y SUMO REY,
PADRE CELESTIAL, Y OS HABÉIS DESPOSADO CON EL ESPÍRITU SANTO,
ELIGIENDO VIVIR SEGÚN LA PERFECCIÓN DEL SANTO EVANGELIO, 4 QUIERO
Y PROMETO DISPENSAROS SIEMPRE, POR MÍ MISMO Y POR MEDIO DE MIS
HERMANOS, Y COMO A ELLOS, UN AMOROSO CUIDADO Y UNA ESPECIAL
SOLICITUD»: 5 lo que cumplió diligentemente mientras vi-
vió, y quiso que sus hermanos cumplieran siempre.
Escritos de Clara de Asís
256
6
Y para que, ni nosotras ni cuantas vinieran des-
pués de nosotras, nos separáramos jamás de la santísi-
ma pobreza que habíamos abrazado, poco antes de
su muerte nos escribió de nuevo, comunicándonos su
última voluntad: 7 «YO EL HERMANO FRANCISCO, PEQUEÑUELO,
QUIERO SEGUIR LA VIDA Y LA POBREZA DEL ALTÍSIMO SEÑOR NUES-
TRO JESUCRISTO Y DE SU SANTÍSIMA MADRE, Y PERSEVERAR EN ELLA
HASTA EL FIN (cf. Mt 10,22); 8 Y OS RUEGO , SEÑORAS MÍAS , Y
OS ACONSEJO , QUE VIVÁIS SIEMPRE EN ESTA SANTÍSIMA VIDA Y
POBREZA . 9 Y CUIDAOS MUCHO , PARA QUE DE NINGÚN MODO, NI
POR LA ENSEÑANZA NI POR EL CONSEJO DE NADIE , OS APAR TÉIS
JAMÁS DE ELLA .»
10
Y así como yo, a una con mis hermanas, fui siem-
pre solícita en guardar la santa pobreza que prometi-
mos al Señor Dios y al bienaventurado Francisco, 11 así
también las abadesas que me sucedan en el oficio, y
todas las demás hermanas, están obligadas a obser-
varla hasta el fin inviolablemente, 12 es decir, no reci-
biendo ni teniendo, NI DIRECTAMENTE NI POR INTERMEDIARIOS,
posesión o propiedad alguna, 13 ni nada que razona-
blemente pueda considerarse propiedad, 14 a no ser
la porción de tierra que exige el necesario decoro y
aislamiento del monasterio; 15 y esa tierra no se cultive
sino como huerto, para las necesidades de las mismas
hermanas.
257
CAPÍTULO VII
El modo de trabajar
1
Las hermanas, A LAS QUE EL SEÑOR HA DADO LA GRACIA DE
TRABAJAR, después de la hora de tercia TRABAJEN FIEL Y DEVOTA-
MENTE EN ALGÚN TRABAJO HUMILDE Y HONESTO Y DE UTILIDAD COMÚN,
2
DE MODO QUE, DESECHANDO «LA OCIOSIDAD, ENEMIGA DEL ALMA»31,
NO APAGUEN EL ESPÍRITU DE LA SANTA ORACIÓN Y DEVOCIÓN (cf.
1Tes 5,19), AL QUE LAS DEMÁS COSAS TEMPORALES DEBEN SERVIR.
3
Y la abadesa o su vicaria está obligada a distribuir,
en capítulo y ante todas las hermanas, lo que produ-
cen con sus manos. 4 De igual modo hará si alguien
enviara alguna limosna para las necesidades de las her-
manas, a fin de que se encomiende en común al do-
nante. 5 Y la abadesa o su vicaria, con el consejo de las
discretas, distribuya todo ello para UTILIDAD COMÚN.
1-2. Rnb 7,3 / CtaAnt 2; Rnb 7,11-12; Rb 5,1-2; Test 20.
CAPÍTULO VIII
Nada se apropien las hermanas, la mendicación,
y el amor mutuo
LAS HERMANAS NO SE APROPIEN NADA PARA SÍ, NI CASA, NI
1
4
ÉSTA ES LA EXCELENCIA DE LA ALTÍSIMA POBREZA (2Cor 8,2),
LA QUE A VOSOTRAS, QUERIDÍSIMAS HERMANAS MÍAS,
OS HA CONSTITUIDO HEREDERAS Y REINAS DEL REINO DE LOS CIELOS
(cf. Sant 2,5; Mt 5,3; Lc 6,20),
OS HA HECHO POBRES DE COSAS Y SUBLIMADO EN VIRTUDES
(cf. Sant 2,5).
5
SEA ÉSTA VUESTRA PORCIÓN,
LA QUE CONDUCE A LA TIERRA DE LOS VIVIENTES (cf. Sal 141,6).
6
ADHIRIÉNDOOS TOTALMENTE A ELLA,
AMADÍSIMAS HERMANAS,
POR EL NOMBRE DE NUESTROSEÑOR JESUCRISTO
y de su santísima madre
JAMÁS QUERÁIS TENER NINGUNA OTRA COSA BAJO EL CIELO.
7
No está permitido a ninguna hermana enviar car-
tas, ni recibir algo o darlo a alguien fuera del monaste-
rio, sin autorización de la abadesa. 8 Y tampoco le está
permitido tener cosa alguna que no le haya sido dada
o permitida por la abadesa. 9 Y si los parientes u otras
personas le mandan algo, la abadesa haga que se lo
den. 10 Y ella, si tiene necesidad, puede utilizarlo; pero
si no la tiene, compártalo caritativamente con la her-
mana que lo necesite. 11 Pero si le envían dinero, la
abadesa, con el consejo de las discretas, haga que se
le provea de lo que necesite.
12
Con respecto a las hermanas enfermas, la abadesa
está firmemente obligada a averiguar con solicitud, por
sí misma y por medio de las demás hermanas, qué es lo
que requiere su enfermedad en cuanto a consejos, ali-
mento y demás cosas necesarias, 13 y a proveerlas de
ello caritativa y misericordiosamente, según las posibi-
lidades del lugar. 14 Pues todas deben atender y SERVIR a
II. Regla
259
sus HERMANAS ENFERMAS COMO QUERRÍAN ELLAS SER SERVIDAS (cf.
Mt 7,12) si tuvieran alguna enfermedad.15 Y CON TOTAL
CONFIANZA MANIFIESTE LA UNA A LA OTRA SU NECESIDAD, 16 PORQUE
SI LA MADRE AMA Y NUTRE A SU HIJA CARNAL (cf. 1Tes 2,7),
¡CUÁNTO MÁS AMOROSAMENTE DEBE CADA UNA AMAR Y NUTRIR A SU
HERMANA ESPIRITUAL!
17
Las enfermas descansen en jergones de paja y ten-
gan para la cabeza almohadas de plumas; 18 y las que
necesiten calcetines de lana y colchones pueden usar-
los. 19 Y cuando a dichas enfermas las visiten los que
entran en el monasterio, podrá cada una responder a
quienes les hablen diciéndoles con brevedad algunas
buenas palabras. 20 Pero las demás hermanas que están
autorizadas para ello, no se atrevan a hablar con los que
entran en el monasterio, si no están presentes y las
escuchan dos hermanas discretas, designadas por la aba-
desa o su vicaria. 21 Estas normas sobre el hablar están
obligadas a observarlas también la abadesa y su vicaria.
1-6. Rb 1-6. 1. Rnb 7,13. 2. Test 24. 4-5. 1CtaCl 30; 2CtaCl 23;
ExhCl 5-6. 11. Rnb 8,3.12; Rb 4,1-3. 12-13. Rnb 10,1-2; Rb
4,2; 6, 9. 14. Adm 18,1; 24; Rnb 10,1; Rb 6,9. 15-16. Rnb 9,10-
11; Rb 6,8. 18. Rb 2,15; RCl 2,23. 21. RCl 5,8.
CAPÍTULO IX
La penitencia que se ha de imponer
a las hermanas que pecan,
y las hermanas que sirven fuera del monasterio
1
SI ALGUNA DE LAS HERMANAS, POR INSTIGACIÓN DEL ENEMIGO,
PECARA MORTALMENTE contra la forma de nuestra profesión,
y, amonestada dos o tres veces por la abadesa o por
Escritos de Clara de Asís
260
261
murmuración o turbación. 16 Y no se atrevan a introdu-
cir en el monasterio los rumores del mundo. 17 Y están
firmemente obligadas a no contar fuera del monasterio
nada de lo que se dice o hace dentro de él, que pueda
ser causa de escándalo. 18 Y si alguna, por simplicidad,
faltara en estas dos cosas, queda a la decisión de la
abadesa IMPONERLE LA PENITENCIA CON MISERICORDIA. 19 Pero si
alguna lo hiciera por vicio, la abadesa, con el consejo
de las discretas, impóngale la penitencia que corres-
ponde a la culpa.
1-2. CtaM 14; Rnb 5,5-6; 13,1; Rb 7,2. 5-6. 2CtaF 44; CtaM 15;
Adm 11,2; Rnb 5,7-8; Rb 7,3. 10-11. ParPN 8; Rnb 21,5-6. 12.
Rnb 8,3.10; 9,16; Rb 3,9.12; RCl 2,13; 3,11; 4,19; 5,17; 11,8.
13. Rnb 11,1; Rb 3,10. 14. Rnb 12,1-2; Rb 11,1. 15. Rb 11,3.
18. Rb 7,2.
CAPÍTULO X
La amonestación y corrección de las hermanas
1
La abadesa AMONESTE Y VISITE A SUS HERMANAS, Y CORRÍJALAS
HUMILDE Y CARITATIVAMENTE, NO MANDÁNDOLES COSA ALGUNA QUE
VAYA EN CONTRA DE SU ALMA y de la forma de nuestra profe-
sión. 2 Y LAS HERMANAS QUE SON SÚBDITAS, RECUERDEN QUE RE-
NUNCIARON POR DIOS A SUS PROPIOS QUERERES. 3 POR ESO están
FIRMEMENTE OBLIGADAS A OBEDECER a sus abadesas EN TODO LO
QUE PROMETIERON AL SEÑOR OBSERVAR Y NO VA EN CONTRA DEL
ALMA y de nuestra profesión. 4 Y la abadesa TENGA CON
ELLAS TANTA FAMILIARIDAD, QUE LAS HERMANAS PUEDAN HABLARLE
Y COMPORTARSE CON ELLA COMO LAS SEÑORAS con su esclava;
5
PUES ASÍ DEBE SER, QUE la abadesa SEA esclava DE TODAS LAS
HERMANAS (cf. Mt 20,26-27).
Escritos de Clara de Asís
262
6
AMONESTO Y EXHORTO EN EL SEÑOR JESUCRISTO A LAS HERMA-
NAS, A QUE SE GUARDEN DE TODA SOBERBIA, VANAGLORIA, ENVIDIA,
AVARICIA (cf. Lc 12,15), PREOCUPACIÓN Y AFÁN DE ESTE MUNDO
(cf. Mt 13,22; Lc 21,34), DIFAMACIÓN Y MURMURACIÓN, di-
sensión y división. 7 Sean, en cambio, solícitas por man-
tener entre todas la unidad del amor mutuo, que es el
vínculo de la perfección (cf. Col 3,14).
8
Y LAS QUE NO SABEN LETRAS NO SE PREOCUPEN DE APRENDER-
LAS; 9 APLÍQUENSE, EN CAMBIO, EN AQUELLO QUE POR ENCIMA DE
TODO DEBEN DESEAR: TENER EL ESPÍRITU DEL SEÑOR Y SU SANTA
OPERACIÓN, 10 ORAR CONTINUAMENTE AL SEÑOR CON UN CORAZÓN
PURO, Y TENER HUMILDAD, PACIENCIA EN LA PERSECUCIÓN Y EN LA
ENFERMEDAD, 11 Y AMAR A LOS QUE NOS PERSIGUEN (cf. Mt 5,44)
Y REPRENDEN Y ACUSAN, 12 PORQUE DICE EL SEÑOR: DICHOSOS LOS
QUE PADECEN PERSECUCIÓN POR CAUSA DE LA JUSTICIA, PORQUE DE
ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS (Mt 5,10). 13 Y EL QUE PERSE-
VERE HASTA EL FIN, ÉSE SE SALVARÁ (Mt 10,22).
1. Rnb 4,2; Rb 10,1. 2-3. Adm 2,3; 3,3.10; Rnb 4,3; Rb 10,2-3;
TestCl 67-68. 4. Adm 24,2; Rb 10,5-6; TestCl 65-66. 5. Rnb
5,9-12; Rb 10,6; 1CtaCl 2; 2CtaCl 3; 3CtaCl 2; 4CtaCl 2; TestCl
37.79. 6. Rnb 17,9; Rb 10,7 / 2CtaF 65; CtaA 3; Rnb 8,2; 9,14
/ CtaM 15; Adm 24; Rnb 7,15; 11,7; Rb 10,7. 7. RCl 4,22;
TestCl 59-60. 8-13. Rb 10,7-12.
CAPÍTULO XI
La observancia de la clausura
1
La portera sea madura en sus costumbres, discreta
y de edad conveniente; y durante el día esté en una
celdita abierta y sin puerta. 2 Asígnesele una compañe-
ra idónea, que, cuando sea necesario, haga sus veces
en todo.
II. Regla
263
3
Y la puerta esté perfectamente asegurada con dos
cerraduras distintas de hierro, con batientes y cerro-
jos, 4 para que, sobre todo por la noche, se cierre
con dos llaves, una de las cuales tendrá la portera y la
otra la abadesa; 5 de día no se la deje en ningún mo-
mento sin vigilancia, y esté firmemente cerrada con
una llave.
6
Pongan sumo cuidado y procuren que nunca esté
abierta la puerta, salvo lo imprescindible. 7 Y no se
abra absolutamente a nadie que quiera entrar, si no se
lo ha concedido el sumo pontífice o nuestro señor car-
denal. 8 Y las hermanas no permitan que entre nadie
en el monasterio antes de la salida del sol o que
permanezca en su interior después de su ocaso, a no
ser que lo exija una causa manifiesta, razonable e
inevitable.
9
Si para la bendición de la abadesa o para la consa-
gración religiosa de alguna de las hermanas, o por otra
causa, se le concediera a algún obispo celebrar la misa
dentro, conténtese con que sus acompañantes y minis-
tros sean los menos posibles y los más ejemplares. 10 Y
cuando sea necesario que alguien entre en el monaste-
rio para hacer algún trabajo, la abadesa ponga cuida-
dosamente a la puerta la persona adecuada, 11 que la
abra únicamente a los empleados en el trabajo y no a
otros. 12 Pongan, entonces, las hermanas sumo cuidado
para que no las vean los que entran.
3-4. RCl 5,11-12. 7. REr 7-9; Rb 11,2. 8. RCl 5,14 / Rnb 8,3.10;
9,16; Rb 3,9.12; RCl 2,13; 3,11; 4,19; 5,17; 9,12.
Escritos de Clara de Asís
264
CAPÍTULO XII
El visitador, el capellán, y el cardenal protector
Conclusión
1
Nuestro visitador sea siempre de la Orden de los
Hermanos Menores, de acuerdo con la voluntad y el
mandato de nuestro cardenal. 2 Y sea tal que su
ejemplaridad y buenas costumbres sean notorias. 3 Será
su tarea corregir, tanto en la cabeza como en los miem-
bros, las faltas cometidas contra la forma de nuestra
profesión. 4 Y, estando en un lugar público, de modo
que pueda ser visto por los demás, podrá hablar con
varias de las hermanas y con cada una de ellas, sobre
lo que compete a su oficio de visitador, según le pa-
rezca más conveniente.
5
Y así como, misericordiosamente, hemos tenido
siempre de dicha Orden de los Hermanos Menores un
capellán, con un compañero clérigo de buena fama y
cuidada discreción, 6 y dos hermanos laicos amantes
de la vida religiosa y de la ejemplaridad de vida, para
ayuda en nuestra pobreza, 7 pedimos a la misma Or-
den que, por el amor de Dios y del bienaventurado
Francisco, continúe otorgándonos esta gracia.
8
No le está permitido al capellán entrar en el mo-
nasterio sin su compañero; 9 y cuando entren, estén en
lugar público, de modo que puedan verse siempre el
uno al otro y ser vistos por los demás. 10 Les está per-
mitido entrar para confesar a las enfermas que no pue-
dan ir al locutorio, para administrarles la comunión y la
extremaunción y hacerles la recomendación del alma.
II. Regla
265
11
Y para las exequias y misas solemnes de las difuntas,
y para excavar o abrir la sepultura o también para pre-
pararla, pueden entrar las personas idóneas y suficien-
tes según la previsión de la abadesa.
12
ADEMÁS, las hermanas están firmemente obligadas
a tener siempre como GOBERNADOR, PROTECTOR Y CORRECTOR
nuestro a aquel CARDENAL DE LA SANTA IGLESIA ROMANA que
sea designado por el señor papa para los Hermanos
Menores; 13 PARA QUE, SIEMPRE SOMETIDAS Y SUJETAS A LOS PIES DE
LA MISMA SANTA IGLESIA, FIRMES EN LA FE CATÓLICA (cf. Col 1,23),
OBSERVEMOS perpetuamente LA POBREZA Y LA HUMILDAD DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO y de su santísima madre, Y EL
SANTO EVANGELIO QUE FIRMEMENTE PROMETIMOS. Amén.
267
269
271
TESTAMENTO (=TestCl)32 1
1. La gracia de la vocación y la elección
1
En el nombre del Señor. Amén.
2
Entre los múltiples dones que hemos recibido y
diariamente recibimos del que nos da con esplendi-
dez, el Padre de las misericordias (2Cor 1,3), y por los
que mayormente debemos dar gracias al mismo Padre
glorioso, está el de nuestra vocación, 3 pues cuanto
más perfecta y mayor es, tanto más es lo que le debe-
mos a él. 4 Por eso dice el apóstol: Conoce tu vocación
(cf. 1Cor 1,26). 5 El Hijo de Dios se ha hecho para
nosotras camino (cf. Jn 14,6), que nos mostró y ense-
ñó de palabra y con el ejemplo (cf. Jn 14,6; 1Tim 4,12),
nuestro beatísimo padre Francisco, verdadero amante
e imitador suyo.
6
Debemos, pues, considerar, amadas hermanas, los
inmensos dones que Dios ha derramado sobre nosotras.
7
Y, entre ellos, los que se ha dignado concedernos por
medio de su siervo amado, nuestro bienaventurado pa-
dre Francisco, 8 no sólo después de nuestra conversión,
sino incluso cuando nos encontrábamos en medio de las
miserables vanidades del mundo. 9 Pues el mismo san-
to, cuando aún no tenía hermanos ni compañeros, casi
32
En nuestra traducción seguimos la última edición crítica de
este escrito, llevada a cabo por Giovanni Boccali y publicada en
Fontes Franciscani, 2311-2319.
Escritos de Clara de Asís
272
273
a cosas tan grandes, de modo que en nosotras puedan
mirarse como en un espejo aquellas que son ejemplo
y espejo para los demás, 22 estamos muy obligadas a
bendecir y alabar a Dios, y a afianzarnos más y más en
el Señor para hacer el bien. 23 Por ello, si vivimos según
dicha forma, dejaremos a los demás un noble ejemplo
(cf. 2Mac 6,28.31), y con poquísimo trabajo consegui-
remos el premio de la eterna bienaventuranza.
33
Ponemos en versalita todas las frases comunes a este escrito
de Clara y a su Regla.
34
Cf. RCl 6,1-2.
Escritos de Clara de Asís
274
35
Cf. RCl 6,5.
III. Testamento y Bendición
275
3. Exhortación a la fidelidad en la pobreza
37
Así, pues, yo, Clara, esclava, aunque indigna, de
Cristo y de las Hermanas Pobres del monasterio de San
Damián, pequeña planta del santo padre, considerando
con mis hermanas nuestra altísima profesión, el manda-
to de tan gran padre 38 y la fragilidad de las demás –la
que temíamos en nosotras mismas para después de la
muerte de nuestro santo padre Francisco, que era nuestra
columna, nuestro único consuelo después de Dios y
nuestro apoyo (cf. 1Tim 3,15)–, 39 voluntariamente nos
comprometimos una y otra vez con nuestra señora la
santísima pobreza, para que de ningún modo puedan
apartarse de ella, después de mi muerte, ni las herma-
nas presentes ni las que han de venir en el futuro.
40
Y ASÍ COMO YO FUI SIEMPRE CELOSA Y SOLÍCITA EN OBSERVAR y
hacer observar a las demás LA SANTA POBREZA QUE PROME-
TIMOS AL SEÑOR Y A NUESTRO BIENAVENTURADO PADRE F RANCIS -
CO , 41 ASÍ TAMBIÉN LAS QUE ME SUCEDAN EN ESTE OFICIO ESTÁN
OBLIGADAS A OBSERVAR36 y a hacer observar a las demás,
con la ayuda de Dios, la santa pobreza. 42 Más aún,
para mayor seguridad fui solícita en hacer que el señor
papa Inocencio, en cuyo pontificado comenzamos esta
vida, y sus sucesores, corroboraran con sus privilegios
nuestra profesión de santísima pobreza, que prometi-
mos al Señor y a nuestro bienaventurado padre, 43 para
que de ningún modo nos apartáramos jamás de ella.
44
Por lo cual, de rodillas e interior y exteriormente
inclinada, confío todas mis hermanas, las presentes y
36
Cf. RCl 6,10-11.
Escritos de Clara de Asís
276
277
después de mi muerte y dondequiera que estén, la
antedicha forma de pobreza que prometimos al Señor
y a nuestro beatísimo padre Francisco.
53
Y tanto la que desempeñe este oficio [de abadesa]
como las demás hermanas, sean solícitas y estén atentas
a NO ADQUIRIR NI RECIBIR en torno a ese lugar MÁS TERRENO
DEL QUE EXIJA LA EXTREMA NECESIDAD DE UN HUERTO en el que
se cultiven las hortalizas. 54 Pero si PARA EL DECORO Y AIS-
LAMIENTO DEL MONASTERIO fuera necesario tener más terre-
no fuera de la cerca del huerto, no permitan adquirir ni
recibir sino lo que exige la extrema necesidad, 55 Y NO
LABREN ni siembren absolutamente ESE TERRENO37, que ha
de permanecer siempre baldío y sin cultivar.
37. 1CtaCl 2; 2CtaCl 2; 3CtaCl 2; 4CtaCl 2; RCl 1,3; BenCl 6.
39. SalVir 2; Rb 5,5; 12,4; TestS 4; Test 24; 1CtaCl 6.13.16;
2CtaCl 7; RCl 6,6.10-13. 40. RCl 6,10; BenCl 15. 41. RCl 6,11.
42. RCl 6,12-13. 44. Rb 12,3-4; RCl 12,12. 45. 4ClaCl 19-21;
RCl 2,25. 46. Rnb 9,1; Rb 6,3; 3CtaCl 25; RCl 8,2; 12,13. 47.
SalVir 2; Rb 5,5; TestS 4; Test 24; 1CtaCl 6.13.16; 2CtaCl 7;
RCl 6,6 / Rb 12,4; RCl 6,10; 12,13. 48. RCl 1,3; BenCl 6. 49. RCl
6,4. 51. RCl 1,4-5 / RCl 12,3. 52. RCl 6,10. 53-54. RCl 6,13-15.
279
soporta, 70 y, por la vida religiosa en común de sus her-
manas, lo molesto y amargo se le convierta en dulzura.
56. Rnb 17,15; Rb 10,9; RCl 10,10. 58. TestCl 2; BenCl 12 /
1CtaCl 3. 59. Adm 9,4; Rnb 11,5-6; TestS 3. 61-62. RCl 4,10.
63. 4CtaCl 5; RCl 4,12; 8,16. 64. ExhCl 4; RCl 4,12. 65-66. RCl
8,15 / Rnb 9,10-11; Rb 6,7-8; 7,2; 10,5; RCl 10,4. 67-68. Rb
10,2-3; RCl 10,2-3 / Adm 2,3; 3,3.10; Rnb 4,3. 70. Test 3.
71. Rnb 11,13; 1CtaCl 29. 73. 2CtaF 48.88; Rnb 16,21; Rb
10,12; UltVol 1; RCl 6,7; 10,13. 75. BenCl 9-10. 76. 1CtaF 2,9;
2CtaF 17; CtaA 3; Rnb 5,16. 77. ParPN 7; BenCl 7.
6. Conclusión y bendición
79
Para que se observe mejor, os dejo este escrito a
vosotras mis queridísimas y amadísimas hermanas, pre-
sentes y futuras, como signo de la bendición del Señor
y de nuestro beatísimo padre Francisco, y de mi bendi-
ción, la de vuestra madre y esclava.
79. CtaCle 15; CtaM 21; CtaO 48 / 2CtaF 88; CtaO 49; Rnb
24,2; TestS 1; Test 40-41; BenCl.
2 BENDICIÓN (=BenCl)41
1
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo.
2
El Señor os bendiga y os guarde,
3
os muestre su rostro y tenga misericordia de vosotras;
4
vuelva su mirada y os conceda la paz (Núm 6,24-26),
hermanas e hijas mías, 5 a vosotras y a todas las que
han de venir a nuestra comunidad y permanecer en
ella, y a todas las demás hermanas, tanto presentes
como futuras, que perseverarán hasta el fin (cf. Mt 10,22)
en todos los demás monasterios de Damas Pobres.
6
Yo Clara, esclava de Cristo y pequeña planta de
nuestro beatísimo padre san Francisco, hermana y madre
41
También aquí la presente traducción se ajusta al texto de la
edición crítica de esta Bendición, hecha por Giovanni Boccali, y
publicada en Fontes Franciscani, 2323-2324.
III. Testamento y Bendición
281
vuestra y de las demás Hermanas Pobres, aunque in-
digna, 7 ruego a nuestro Señor Jesucristo, por su mise-
ricordia y por la intercesión de su santísima madre san-
ta María, del bienaventurado san Miguel arcángel y de
todos los santos ángeles de Dios, de nuestro bienaven-
turado padre Francisco y de todos los santos y santas,
8
que el Padre celestial os conceda y confirme, en el
cielo y en la tierra, ésta su santísima bendición (cf.
Gén 27,28); 9 en la tierra, haciéndoos crecer en gracia y
en sus virtudes, entre sus siervos y esclavas de su Iglesia
militante; 10 en el cielo, ensalzándoos y glorificándoos
entre sus santos y santas de la Iglesia triunfante.
11
Os bendigo en mi vida y después de mi muerte,
cuanto puedo y más de lo que puedo, con todas las
bendiciones 12 con las que el Padre de las misericordias
(2Cor 1,3) ha bendecido y bendecirá a sus hijos e hijas
en el cielo y en la tierra (cf. Ef 1,3), 13 y con las que el
padre y la madre espirituales han bendecido y bende-
cirán a sus hijos e hijas espirituales. Amén.
14
Amad siempre a Dios, amad vuestras almas y las
de todas vuestras hermanas, 15 y sed siempre solícitas
en observar lo que prometisteis al Señor.
16
El Señor esté siempre con vosotras (cf. Lc 1,28;
2Cor 13,11) y que vosotras estéis siempre con él.
Amén.
1. 2CtaF 1.86. CtaO 1; Rnb pról 1. 2-4. BenL 1-3 / TestCl 79.
5. TestCl 79 / UltVol 1; RCl 6,7; TestCl 33. 6. 1CtaCl 1; RCl 1,3;
TestCl 37. 7. OfP ant 1-3; Rnb 23,6. 8. Test 40. 10. TestCl 75.
11. Test 41; TestCl 79. 12. Test 40; TestCl 2.58. 14. TestS 3;
TestCl 59-60. 15. Test 34; RCl 12,13; TestCl 40. 16. CtaO 49.
Escritos de Clara de Asís
282
Apéndice
283
APÉNDICE
285
287
9
Oh queridísima, levanta los ojos al cielo,
que nos llama;
y toma la cruz y sigue a Cristo (cf. Lc 9,23),
que nos precede;
10
pues, después de muchas y variadas tribulaciones
por él entraremos en su gloria (cf. Lc 24,26; Hch 14,22).
11
Ama de todo corazón a Dios
(cf. Dt 6,5; 11,1; Lc 10,27),
y a Jesús, su Hijo,
crucificado por nosotros, pecadores;
y no se vaya nunca de tu mente su recuerdo;
12
medita continuamente sobre los misterios de la cruz
y los dolores de la madre al pie de la cruz (cf. Jn 19,25).
13
Ora y vela siempre (cf. Mt 26,41; 2Tim 4,5).
14
Y lleva a término con empeño la obra
que has comenzado bien,
y cumple el ministerio (cf. 2Tim 4,5.7) que has asumido,
en santa pobreza y en humildad sincera.
15
No tengas miedo, hija:
que Dios, fiel en todas sus palabras
y santo en todas sus obras (Sal 144,13),
derramará su bendición
sobre ti y sobre tus hijas,
16
y será vuestro auxilio y vuestro mejor consolador;
él es nuestro redentor y la recompensa eterna.
17
Roguemos mutuamente a Dios por nosotras
(cf. Sant 5,16);
así, llevando la una la carga de la caridad de la otra
cumpliremos más fácilmente la ley de Cristo
(cf. Gál 6,2).
Amén.
Apéndice
289
1. 1CtaCl 1-2; 2CtaCl 1-2; 3CtaCl 1-2; 4CtaCl 1-3 / RCl 1,3;10,5;
TestCl 37; BenCl 5-6 / CtaA 1; 2CtaCus 1; CtaL 1. 2-3. 1CtaCl
3-4; 3CtaCl 3.5.9-10. 4. ExhCl 6. 5. Rnb 16,16; 1CtaCl 23;
TestCl 23. 6. 2CtaF 65; 3CtaCl 20.27. 9. OfP 7,8; 15,13; 2CtaF
40; Rnb 1,4. 11. ParPN 5 / Test 5; 4CtaCl 23. 13. Rnb 22,27. 15.
BenCl 7. 16. ParPN 1. 17. 1CtaCl 35; 2CtaCl 26; 3CtaCl 42;
4CtaCl 39.
291
44
Traducimos según la trascripción del texto original, que
puede verse en: IGNACIO OMAECHEVARRIA, Escritos de Santa Clara y
documentos complementarios, 236-237.
Escritos de Clara de Asís
292
7
Por ello, tal como lo habéis pedido, corroboramos
con nuestra protección apostólica vuestro propósito de
vivir en altísima pobreza (2Cor 8,2), concediéndoos con
la autoridad del presente escrito que no podáis ser obli-
gadas por nadie a aceptar posesiones.
8
Por tanto, a nadie absolutamente le está permitido
quebrantar esta escritura de nuestra concesión, o con
osadía temeraria contra ella. 9 Mas si alguno se atrevie-
ra a atentar contra esto, sepa que incurrirá en la indig-
nación de Dios todopoderoso y de sus bienaventura-
dos apóstoles Pedro y Pablo.
10
Dado en Perusa, a 17 de septiembre [de 1228],
en el segundo año de nuestro pontificado.
293
ÍNDICES
Escritos de Francisco de Asís
294
Índices
295
INDICE
DE CITAS Y REFERENCIAS BÍBLICAS
1. ESCRITOS DE FRANCISCO
ANTIGUO TESTAMENTO
Génesis 2 Crónicas
1,26: Adm 5,1; Rnb 23,1 1,12: 1CtaF 2,16
2,15: Rnb 23,1 Nehemías
2,16-17: Adm 2,1 8,6: CtaO 4
27,27-28: Test 40
47,29: CtaA 2 Tobías
1,3: Test 16
Éxodo 4,11: 2CtaF 30
15,2: OfP 14,3 4,15: Rnb 4,5
15,6-7: OfP 14,4 8,7: Cánt 3
Levítico 12,9: 2CtaF 30
19,2: CtaO 23 13,4: CtaO 8-9
13,5: Rnb 23,8
Números
6,24: CtaM 1 Salmos
6,24-26: BenL 1-2 3,6: OfP 6,11
6,27: BenL 3 4,3: Adm 1,14
9,9: OfP 11,6
Deuteronomio
9,10-11: OfP 11,7
4,2: Rnb 24,4; Test 35
11,7: Rb 9,3
12,32: Rnb 24,4; Test 35
12,1-6: OfP 13,1-6
1 Samuel 17,7: OfP 10,6
15,32: 1CtaF 2,14; 2CtaF 81 17,18: OfP 3,5
50,7: Rnb 9,4 17,29: OrSD 1
55,3: CtaO 6 17,31: Rb 9,3
1 Reyes 19,2-7: OfP 11,1-6
2,4: CtaO 36 21,7: OfP 4,7; 2CtaF 46
Escritos de Francisco de Asís
296
297
87,2-3: OfP 2,1-2 Proverbios
87,5-6: OfP 2,10 26,11: Adm 3,10
87,9: OfP 1,8 29,20: Adm 21,1
88,27-28: OfP 15,4
Eclesiastés
95,1: OfP 7,5; 15,10
1,2: Rnb 8,6
95,4: OfP 7,6; 15,11
95,7-8: OfP 7,7; 9,8; 15,12 Sabiduría
95,9-10: OfP 7,9 6,7: CtaA 5
95,11-12: OfP 7,4; 9,7; 15,9 18,15: Adm 1,16
95,13: OfP 6,16; 7,12 Eclesiástico
97,1-2: OfP 9,1.2-3 3,32: 2CtaF 32
102,21-22: ExhAD 12-13
103,13-14: Cánt 6.9 Isaías
106,27: 1CtaF 2,9; 2CtaF 67 9,6: OfP 15,7; 2CtaF 11.62
108,4: OfP 1,4 11,2: 1CtaF 1,6; 2CtaF 48
108,5: OfP 1,3 12,1-2: OfP 14,1-3
112,1: ExhAD 15 38,1: 2CtaF 72
113,15: CtaO 49 38,15: Rnb 11,12
113,23: Rnb 5,17 50,7: Rnb 9,4
117,14: OfP 14,3 55,3: CtaO 6
117,24: ExhAD 8; OfP 9,5; 15,6 Jeremías
117,26-27: OfP 9,6 17,5: 2CtaF 76
118,21: 1CtaF 2,9; 2CtaF 17; 48,10: CtaO 19
CtaA 3; Rnb 5,16
127,2: Rnb 7,4 Lamentaciones
129,1: Rnb 3,6 1,12: OfP 6,1
135,1: CtaO 8 Ezequiel
135,2: AlD 3 33,13: CtaA 3
141,2-5: OfP 5,1-6
141,6: Rb 6,5 Daniel
143,1: OfP 11,8; 12,9 3,52: 2CtaF 62; Rnb 23,11
146,1: ExhAD 11 3,57: AlHor 1-10
148,3: Cánt 5 3,64-65: Cánt 6
148,4.5: Cánt 7 3,66: Cánt 8
148,12: ExhAD 16 3,74: Cánt 9
150,6: ExhAD 10 3,78: ExhAD 6
Escritos de Francisco de Asís
298
299
19,27: Rnb 8,5 7,21-22: Rnb 22,7
19,29: Rnb 1,5 7,21.23: 1CtaF 2,12; 2CtaF 69
20,21: 1CtaF 1,19; 2CtaF 60; 7,23: 2CtaF 37; Rnb 22,8
Adm 11,4; Rnb 22,55 8,36: Rnb 7,1
20,25: Rnb 5,10 9,29: Rnb 3,1
20,26-27: 2CtaF 42; Rnb 5,11; 10,29: Rnb 1,5
Rb 10,6 10,43-44: 2CtaF 42
20,28: Adm 4,1; Rnb 4,6 11,25: Rnb 22,28
22,21: Adm 11,4 11,26: Rnb 21,6
22,37.39: 2CtaF 18 12,30: 1CtaF 1,1; Rnb 23,8
22,39: 1CtaF 1,1; 2CtaF 26 12,30.33: Rnb 23,8
23,8-10: Rnb 22,33-35 14,9: 2CtaF 1
24,6: Rnb 16,19 14,22.24: Adm 1,10
24,13: 2CtaF 88; Rnb 16,21 14,35: 2CtaF 8
24,44: 1CtaF 2,14; 2CtaF 71 16,15: CtaO 9
24,45: Adm 23,3 Lucas
24,46: Adm 10,3; 17,1; 19,4 1,28: ExhAD 4
25,13: 1CtaF 2,14; 2CtaF 71 1,32: CtaO 4
25,18: Adm 18,2 1,68: OfP 6,15;10,9
25,31: Rnb 23,4 2,7: OfP 15,7
25,34: Rnb 23,4 2,14: OfP 15,8
25,41: Rnb 21,8; 23,4 2,19: Adm 21,2; 28,3
25,46: Rnb 16,11 2,51: Adm 21,2; 28,3
26,26: 2CtaF 6 3,8: 1CtaF 1,4; 2CtaF 25;
26,27-28: 2CtaF 7 Rnb 21,3
26,39: 2CtaF 8.10 6,20: Rb 6,4
26,42: 2CtaF 10 6,22-23: Rnb 16,15-16
26,50: Rnb 22,2 6,27: 2CtaF 38
28,20: Adm 1,22; Rnb 22,38 6,29-30: Rnb 14,4-6
Marcos 6,37: Rnb 21,5
2,17: CtaM 15; Rnb 5,8 6,38: Rnb 21,4
2,26: Rnb 9,13 6,41: Rnb 11,11
4,15-19: Rnb 22,11-17 7,25: Rnb 2,14
4,25: 1CtaF 2,16; 2CtaF 83; 8,5.11-15: Rnb 22,11-17
CtaA 4 8,18: 1CtaF 2,16; 2CtaF 83;
7,21: 1CtaF 2,12 CtaA 4; Adm 18,2
Escritos de Francisco de Asís
300
301
14,6: Rnb 22,40 8,6-7: Rnb 17,10
14,6-9: Adm 1,1-4 8,35: Adm 6,2
14,23: 1CtaF 1,6; 2CtaF 48; 9,28: Rb 9,4
Rnb 22,27 11,33: Rnb 23,11
15,7: Rnb 22,36 11,36: Rnb 23,9
15,12: Rnb 11,5 12,17: ParPN 8
15,13: Adm 3,9 14,3: Rnb 9,12
15,20: Rnb 16,13 14,10: 1CtaF 2,22; 2CtaF 87
17,6.8-11.13-15.17-20.23. 1 Corintios
24.26: Rnb 22, 41-55 1,20: SalVir 10
17,6: 1CtaF 1,14; 2CtaF 57 1,26: 2CtaF 45; CtaO 23
17,8: 1CtaF 1,15; 2CtaF 58 2,6: SalVir 10
17,9: 1CtaF 1,16; 2CtaF 58 2,14: CtaCle 7
17,11: OfP 1,5.9; 4,9; 5,9; 6,12; 6,19: Adm 1,12
AlD 2; 1CtaF 1,14.18; 6,20: 1CtaF 1,10; 2CtaF 53
2CtaF 56; Rnb 23,1 7,24: Rnb 7,6
17,17: 1CtaF 1,17; 2CtaF 58 7,32: CtaL 3
17,19: 1CtaF 1,17; 2CtaF 59 11,24: CtaO 16
17,20: 1CtaF 1,18 11,27: CtaO 16
17,22: 2CtaF 59 11,29: 2CtaF 24; CtaO 19;
17,23: 1CtaF 1,18 Adm 1,13
17,24: 1CtaF 1,19; 2CtaF 60 12,3: Adm 8,1
17,26: Rnb 23,3 12,28: Adm 5,5
19,11: SalVir 18 13,2: Adm 5,5
19,17: OfP 7,8; 15,13; Adm 5,8 2 Corintios
Hechos de los Apóstoles 3,6: Adm 7,1
2,14: CtaO 5 6,3: ParPN 5
13,16: Rb 2,8 8,2: Rb 6,4
13,48: Rnb 10,3 8,9: 2CtaF 5; Rb 6,3
11,27: Adm 6,2
Romanos
12,5: Adm 5,8
1,8: 2CtaF 1
1,25: CtaO 4; Rnb 17,19 Gálatas
1,29-30: Rnb 11,8 5,13: Rnb 5,14
2,5: Adm 11,2 5,16: 1CtaF 2,4
3,12: Adm 8,2 6,2: Adm 18,1
Escritos de Francisco de Asís
302
303
Apocalipsis 5,13: AlHor 8; 2CtaF 61;
1,5: CtaO 3 Rnb 23,6
2,11: Cánt 13 7,9: Rnb 23,7
3,19: Rnb 10,3 7,12: 2CtaF 62
4,8: AlHor 1 14,7: ExhAD 1
4,9: OfP ben 14,13: Rnb 21,7
4,9.11: Cánt 1 19,3-4: Rnb 23,6
4,11: ExhAD 2; AlHor 2 19,5: AlHor 6
5,9: OfP 6,15 20,6: Cánt 13
5,12: ExhAD 17; AlHor 3.11;
Rnb 17,18
Escritos de Clara de Asís
304
2. ESCRITOS DE CLARA
ANTIGUO TESTAMENTO
Génesis 109,3: 2CtaCl 21
27,28: BenCl 8 118,1: TestCl 73
118,21: TestCl 76
Levítico 118,32: 2CtaCl 15
2,13: 3CtaCl 41 138,16: 2CtaCl 4
Números 141,6: RCl 8,5
6,24-26: BenCl 2-4 144,3: 3CtaCl 16
144,13: CtaErm 15
Deuteronomio 148,5: 1CtaCl 17
6,5: CtaErm 11
11,1: CtaErm 11 Proverbios
3,3: 4CtaCl 34
1 Reyes
Cantar de los cantares
8,27: 3CtaCl 18.22 1,1: 4CtaCl 32
2 Crónicas 1,3: 4CtaCl 30
2,5: 3CtaCl 18.22 2,4: 4CtaCl 31
2,6: 4CtaCl 32
2 Macabeos 3,4: 2CtaCl 11
6,28.31: TestCl 23 8,3: 4CtaCl 32
Salmos Sabiduría
30,20: 3CtaCl 14 1,7: 3CtaCl 26
31,7: RCl 4,12 7,26: 4CtaCl 14
32,9: 1CtaCl 17 10,17: CtaErm 5
38,13: RCl 8,2
39,20: 3CtaCl 14 Eclesiástico
44,3: 2CtaCl 20 17,27: 3CtaCl 41
44,10: 4CtaCl 16 18,22: CtaErm 5
49,14: 2CtaCl 14 45,1: 4CtaCl 40
75,12: CtaErm 8 45,12: 1CtaCl 11
83,8: 1CtaCl 32 50,5: 1CtaCl 2
Índices
305
Job 13,22: RCl 10,6
6,12: 3CtaCl 38 13,44: 3CtaCl 7
14,2: CtaErm 5 18,35: RCl 9,10
20,6-7: 3CtaCl 28 19,21: RCl 2,8
Isaías 19,24: 1CtaCl 28
19,29: 1CtaCl 30
38,19: 3CtaCl 41
20,26-27: RCl 10,5
Lamentaciones 25,15-20: TestCl 18
1,12: 4CtaCl 25 26,41: CtaErm 13
3,20: 4CtaCl 26
Lucas
Habacub 1,28: BenCl 16
3,18: 1CtaCl 3.21 2,12: 4CtaCl 19; RCl 2,25;
TestCl 45
NUEVO TESTAMENTO 6,20: RCl 8,4
Mateo 9,23: CtaErm 9
5,3: 1CtaCl 16.25; RCl 8,4 9,58: 1CtaCl 18
5,10: RCl 10,12 10,27: CtaErm 11
5,12: 1CtaCl 23 10,42: 2CtaCl 10
5,16: TestCl 14 12,15: RCl 10,6
5,23: RCl 9,8 12,32: TestCl 46
5,44: RCl 10,11 14,15: 4CtaCl 9
14,26: CtaErm 10
5,48: 2CtaCl 4
17,10: 1CtaCl 33
6,15: RCl 9,10
21,34: RCl 10,6
6,20: 1CtaCl 23
24,26: CtaErm 10
6,24: 1CtaCl 26
7,4: 1CtaCl 29 Juan
7,12: RCl 8,14 1,3: 3CtaCl 7
7,14: 1CtaCl 29; TestCl 71 1,29: 4CtaCl 8
8,20: 1CtaCl 18 14,6: TestCl 5
10,22: RCl 6,7; 10,13;TestCl 73; 14,21: 3CtaCl 23
BenCl 5 14,23: 3CtaCl 22-23
11,25: 4CtaCl 21 19,25: CtaErm 12
12,36: RCl 4,9 19,30: 1CtaCl 18
12,50: 1CtaCl 12.24; 3CtaCl 1; Hechos
4CtaCl 4 13,16: RCl 2,11
Escritos de Clara de Asís
306
307
2,5: RCl 8,4 Apocalipsis
5,16: CtaErm 17 2,10: CtaErm 4
1 Pedro 3,5: 2CtaCl 22
1,19: 4CtaCl 8 14,3-4: 4CtaCl 3
2,11: RCl 8,2 19,9: 4CtaCl 9
2,21: 2CtaCl 7; 3CtaCl 4.25; 19,16: 2CtaCl 1
RCl bula 13; TestCl 36 21,2.10: 4CtaCl 1
2 Pedro
1,10: TestCl 16
Escritos de Francisco de Asís
308
Índices
309
ÍNDICE DE MATERIAS
1. ESCRITOS DE FRANCISCO
Acción de gracias: por Jesús Adoración: debemos adorar:
y el Espíritu: 2CtaF 6; Rnb 23,5 CtaO 4; Rnb 22,26; 23,11
- por nosotros: Rnb 23,11 - en - con corazón puro: 2CtaF
la enfermedad: Rnb 10,3 - en 19-20; Adm 16,2 - en espíri-
las afrentas: Rnb 9,6-7 - oración tu y en verdad: Rnb 22,29-31
de a.: Rnb 23,1-5 - exhortación - te adoramos: Rnb 23,10 ;
a la a.: AlHor 11; Rnb 21,2; Test 5 - predicar la a.: Rnb 21,2
23,11. Cf. Adoración, Alaban- - los adoradores se salvarán:
za, Bendición, Doxología. Rnb 23,4. Cf. Alabanza, Ben-
Acogida: de los postulantes: dición, Doxología.
Rnb 2,1-3; Rb 2,1-2 - de los Afán: de este mundo: 1CtaF
hermanos por los ministros: 2,5; 2CtaF 65; CtaA 3; Rnb 8,2;
2CtaF 44; Rnb 6,2 - de los pe- 22,16.
cadores: CtaM 15 - de los la- Afrenta: aceptarlas sin turba-
drones y bandidos: Rnb 7,14 ción: Adm 14,3-4 - aceptarlas
- en los eremitorios: REr 7-8 humildemente: Adm 22,3
Cf. Amor, Caridad, Misericordia. - son fuente de gloria: Adm
Adán: Adm 2,1. 6,2; Rnb 9,6-7. Cf. Calumnia,
Admonición: de Francisco: Persecución, Tribulación.
CtaO 30 ; Adms 1-28; Rnb Alabanza: a Dios: Cánt 2.14;
2,17; 22; Rb 3,10 ; 9,3; 10 ,7 2CtaF 18.61; 1CtaCus 7-8;
- antes de castigar: Rnb 5,4-6 2CtaCus 6 - por Jesús y por el
- de los ministros a los herma- Espíritu: Rnb 23,5 - con los
nos: 2CtaF 44; Rnb 4,2 - de los ángeles: Rnb 23,6 - día y
hermanos entre sí: Rnb 5,5 noche: 2CtaF 21 - por todos
- de los hermanos al pueblo: los bienes: Cánt 5-12; Rnb
1CtaCus 6; Rnb 21 - el Test es 17,17-18 - invitar a todos los
una a.: Test 34. Cf. Consejo. hombres a la a.: OfP 7,1-7;
Escritos de Francisco de Asís
310
311
2CtaF 33; 1CtaCus 7; CtaO Amor: el Padre es a.: ParPN 2;
26.37; Adm 1,9.18 - limpieza AlD 4.7 - el Padre nos ama:
de los manteles del a.: 1CtaCus 3. Rnb 22,53; 23,3 - Jesucristo
Cf. Objetos de culto. nos ama: ParPN 6 - dichosos
Altísimo/a: Dios: AlHor 11; los que aman a Dios: 1CtaF
OfP 3,3; 13,6; 15,8; AlD 2; 1,1; 2CtaF 18 - los que aman
2CtaF 4.62; CtaO 14.52; Adm a Dios son las madres de Jesu-
1,10 ; 7,4; 8,3; 28,2; FVCl 1; cristo: 1CtaF 1,7.10 ; 2CtaF
Rnb 17,17-18; 23,1.11; Test 50.53 - lo que representa el a.
40 - Cristo: CtaO 4; UltVol 1 a Dios: ParPN 5 - el espíritu del
- no vemos del A. sino su cuer- Señor conduce al a. de Dios:
po: CtaCle 3; Test 10 - el A. Rnb 17,16 - los santos dan
me reveló: Test 14 - María, hija gracias a Dios por su a.: Rnb
y esclava del A.: OfP ant 2 - la 23,6 - el a. a Dios, primer de-
a. pobreza: Rb 6,4; UltVol 1-2 ber de los hermanos: 22,26;
Cf. Creador, Dios, Pobreza, Se- 23,8 - conducir a los hombres
ñor, Trinidad. al a. de Dios: ParPN 5; Adm
21,2 - el sufrimiento ante el
Amargura: es amargo para el pecado expresa el a. de Dios:
cuerpo servir a Dios: 1CtaF Adm 9,3; 11,2 - por a. a Cris-
2,11; 2CtaF 69 - a. al ver los to conservan siempre la paz:
leprosos: Test 1 - se cambia Adm 15,2 - a los sacerdotes:
en dulzura: Test 2-3 - recor- CtaO 24; Test 8 - al prójimo:
dar los pecados en la a. del 1CtaF 1,1; 2CtaF 18; al menos
alma: Rnb 11,11-12 - muerte no haciéndole mal: 2CtaF 26-27
amarga: 1CtaF 2,14; 2CtaF 81. - a. mutuo: Rnb 11,5; TestS 3
Amigo: Jesucristo llama a. a - más que maternal entre los
Judas: Rnb 22,2; y a sus após- hermanos: Rnb 9,11; Rb 6,8
toles: Rnb 16,17 - son a. los - amados hermanos: CtaO 2
que nos persiguen: Rnb 22,2-3 - madres y hermanos en los
- a. espirituales: Rb 4,2 - a. car- eremitorios: REr - a los enfer-
nales: 2CtaF 72-73.80.84; mos: Adm 24 - a los hermanos
Adm 7,2 - acogida de a. y pecadores: CtaM 11 - a los
adversarios: Rnb 7,14 - la he- enemigos: ParPN 8; 2CtaF 38;
rencia que se deja a los a.: Adm 9,2-4; Rnb 22,1-4; Rb
1CtaF 2,17; 2CtaF 72-73.80.84; 10 ,10 - a los hermanos que
Adm 7,2. te hacen mal: CtaM 5-11;
Escritos de Francisco de Asís
312
313
- la a. procede del corazón: a Dios y al prójimo: 2CtaF 18;
Rnb 22,7. Cf. Codicia. a los que perseveran en lo
Ayuno: de los hermanos para prometido: Rnb 5,17; a los
imitar a Jesucristo: Rnb 3,11; que perseveran en las pala-
Rb 3,6 - para expulsar al de- bras de Francisco: 2CtaF 88; a
monio: Rnb 3,1 - días de a.: los que ayunan: Rb 3,6 - de
Rnb 3,11-12; Rb 3,5-9 - deber Francisco: CtaM 1; BenL 1.3;
de ayunar: 2CtaF 32 - normas TestS 1.3; confirma la b. de
sobre el a. a Clara y sus herma- Dios: Test 41 - con la b. de
nas: NACl - evitar la tristeza Dios: CtaL 3; REr 9; Rnb 21,1;
cuando se ayuna Rnb 3,2 - a. Rb 2,16; Test 26 - maldeciré
de vicios y pecados: 2CtaF 32. con vuestras b.: CtaO 20 . Cf.
Cf. Mortificación, Penitencia. Alabanza .
Bautismo: de los infieles: Rnb Benignidad: con el postulan-
16,7. Cf. Sacramento. te: Rnb 2,1-3; de los ministros
con los hermanos: Rb 10 ,5;
Bautista (Juan el): se estre-
con el her mano pecador:
mece al tocar la cabeza de
2CtaF 44; CtaM 2-13; Rb 7,2-3;
Cristo: CtaO 21 - la interce-
sión del B.: Rnb 23,6. con todos los que vienen a los
hermanos: Rnb 7,14 - acoger
Belleza: el Señor es la b.: AlD con b. las palabras del Señor
4.6; 1CtaF 1,12; 2CtaF 55 - no y los escritos de Francisco:
gloriarse de la propia b.: Adm 1CtaF 2,19; 2CtaF 88 - recibir
5,7 - el sol y el fuego son be- con b. el cuerpo del Señor:
llos: Cánt 4.8. CtaA 6 - bienaventurado aquel
Bendición: a Dios, a Cristo: que acoge benignamente la
ExhAD; AlHor; OfP; Cánt; reprensión: Adm 22,2 - la San-
CtaO 4; Test 5 - invitación a ta Sede confirma de buen gra-
bendecir a Dios: CtaA 7; Rnb do la Regla de la Orden de los
21,2 - de Dios a los que ob- Hermanos Menores: Rb bula 2.
servan la Regla y vida: Test 40; Cf. Acogida, Amor, Caridad,
a los que cumplen lo que se Misericordia, Perdón.
dice en un escrito y lo difun-
den: 2CtaF 88; CtaCle 15; CtaA Bernardo (hermano): BenBer.
9; 1CtaCus 9; CtaO 49; Rnb Biblia: Cf. Evangelio, Sagrada
24,2; Test 40; a los que aman Escritura.
Escritos de Francisco de Asís
314
315
Calzado: en caso de necesi- CtaO 12 - obediencia caritati-
dad: Rb 2,15. Cf. Vestido. va: Adm 3,6 - perfecta: OrSD
Canto: cantar al Señor: OfP 7,5; - confunde las tentaciones y
9,1; 10 ,1-3.7; 12,5.10 ; 15,1. temores: SalVir 13; Adm 27,1
5.10 - los hermanos no pon- - opuesta a la turbación y a la
gan su atención en la melo- cólera: Rb 7,3 - deber de los
día de la voz: CtaO 41. Cf. ministros: Rb 10 ,1-5 - donde
Alabanza, Oficio divino. hay c. no hay temor: Adm
28,1. Cf. Acogida, Amor, Mi-
Capítulo: de Pentecostés: sericordia.
CtaM 13.22; Rnb 5,4; 18,2;
Rb 8,2.5 - de san Miguel ar- Carne, carnal: el Hijo de Dios
cángel: Rnb 18,1 - en Santa se hizo c.: 2CtaF 4; Adm 1,19-20
María de los Ángeles: Rnb - comer la c. de Cristo: 1CtaF
18,2 - denunciar al c. a los que 1,3; 2CtaF 23; CtaA 6; Adm
viven carnalmente: Rnb 5,4 1,11; Rnb 20.5 - sabios según
- elección del ministro general: la c.: 2CtaF 45 - deseos c.: 2CtaF
Rb 8,2-5 - temas a tratar en el c.: 65 - la sabiduría del mundo:
CtaM 21-22 - c. provinciales: 2CtaF 67; Rnb 2,8-14; 5,5;
Rnb 18,1; Rb 8,5 - leer en los 17,10-13 - es contraria al Espí-
c. la Regla y el Testamento: ritu: Rnb 5,4-5; 17,14-16 - no
Test 37. es de provecho: Adm 1,7; Rnb
Cardenal protector: Rb 12,3; 17,9-12 - es enemiga del alma:
Test 33. 2CtaF 69; Rnb 10 ,4 - separa
del amor de Dios: Rnb 22,5
Cargo: no apropiarse de un c.: - tiende a enaltecerse: Adm
Adm 4; 19,3-4; 23,1; Rnb 12,2 - es opuesta a todo lo
17,4 - turnarse en los c.: REr 10 bueno: Adm 12,2 - vencida
- evitar un c. que escandalice: por la simplicidad y por la ca-
Rnb 7,1. Cf. Custodio, Guar- ridad: SalVir 10.13 - deben ser
dián, Ministro, Predicación. denunciados los que viven c.:
Caridad: Dios es c: AlD 4.7 Rnb 5,4-6 - Jesús, en c.: 2CtaF
- por la c. que es Dios: 1CtaF 4; Adm 1,19-20 - comer la c.
2,19; 2CtaF 87; Rnb 17,5; de Cristo: 1CtaF 1,3; 2CtaF 23;
22,26 - hermana de la obe- CtaA 6; Adm 1,11; Rnb 20.5.
diencia: SalVir 3 - hermana Cf. Cuerpo, Cuerpo y sangre
de la humildad: 2CtaF 30-31; de Cristo, Eucaristía.
Escritos de Francisco de Asís
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317
Adm 28,1; Rnb 1,5 - el reino del do a los c.: 2CtaF 1 - invitación
c. es de los pobres: Adm 14,1; a los c. a perseverar en la fe:
Rnb 1,2; 2,15; 8,5; Rb 6,4; de Rnb 23,7; a venerar el cuerpo
los que sufren persecución y la sangre de Cristo: CtaCle
por causa de la justicia: Rnb 1.4-6.13; 1CtaCus 2 - el oficio
16,12.16; Rb 10,11 - al c. irán divino de los hermanos c.:
los que mueran en penitencia: CtaO 41; Rnb 3,3-7; Rb 3,1-2;
Rnb 21,7; 23,4 - alégrese y Test 18.29 - cartas a los c.:
alabe al Señor el c.: ExhAD 1CtaCle; 2CtaCle. Cf. Sacerdo-
5.14; AlHor 7-8; OfP 3,4; 9,7; te, Teología.
14,7; 15,9; CtaO 26 - las cria- Codicia: no trabajar por c.:
turas del c.: ParPN 2; Cánt 5; Test 21 - la pobreza confunde
2CtaF 61; CtaO 13.28; Adm a la c.: SalVir 11; Adm 27,3.
5,2; Rnb 23,9; Test 40. Cf. Re- Cf. Avaricia, Desapropiación.
compensa, Reino, Salvación.
Comida: el que no come no
Ciencia: la letra que mata: juzgue al que come: Rnb
Adm 7,2-3 - las letras que dan 9,12; los hermanos pueden
vida: Adm 7,4; 2CtaF 83 - la comer de todos los alimentos:
c. del bien y del mal: Adm 2,1-5 Rnb 9,13; Rb 3,14. Cf. Ayuno.
- condiciones para el estudio
Comunión: Cf. Cuerpo y san-
de la teología: CtaAnt 2 - los
gre de Cristo, Eucaristía, Sa-
maestros de París se hacen
cramento.
Hermanos Menores: VerAl 4
- en la c. no está la verdadera Confesión: de todos los pe-
alegría: VerAl 4. Cf. Estudio, cados al sacerdote: 2CtaF 22;
Sabiduría, Teología. Adm 23,3; Rnb 21,6 - a un
sacerdote de la Orden: CtaM
Clara y las hermanas de San 13-18; Rnb 20,1; Rb 7,1-2 - a un
Damián: FVCl; NACl; UltVol. sacerdote católico: Rnb 20,2-3
Clérigo: los c. son ministros - a otro hermano: CtaM 19;
de la eucaristía: 2CtaF 14.33; Rnb 20,2-4 - que hace Francis-
Test 10 - son nuestros señores: co: CtaO 38-39 - bienaventu-
Rnb 19,3; TestS 5; aunque rado quien confiesa su culpa:
sean pecadores: 2CtaF 33-35; Adm 22,2; 23,3 - c. a las mu-
Adm 26,1-3; Test 9 - fieles y jeres: Rnb 12,3-4. Cf. Peniten-
sumisos a los c.: TestS 5 - salu- cia, Sacerdote, Sacramento.
Escritos de Francisco de Asís
318
Confianza: orar con c.: OfP c. puro: 2CtaF 14 - orar con puro
2,4-5; 3,1-2; passim - mani- c.: Rb 10 ,9 - presa codiciada
festar confiadamente las pro- por Satanás: Rnb 22,19-20
pias necesidades: Rnb 9,10; Rb - del c. salen los vicios y peca-
6,8 - mendigar con c.: Rb 6,2. dos: 1CtaF 2,12; 2CtaF 37.69;
Rnb 22,7-8 - alusiones varias
Conocimiento: petición de la
al c.: ParPN 5; 2CtaF 18; CtaO
gracia del c.: OrSD 3 - de Dios: 6.7.20 .22.28.42; Adm 1,14;
ParPN 3-4.6; Adm 1,2-9.19-21 21,2; 28,3; Rnb 9,14; 12,5;
- el mero c. no basta: 2CtaF 68; 22,7-8.13.17; 23,8 - ilumina
Adm 5,6. Cf. Ciencia, Sabidu- las tinieblas de mi c.: OrSD 1.
ría, Teología.
Cordero: Cristo, c. sacrificado:
Consagración, consagrar: el ExhAD 17; AlHor 3; CtaO 19.
cuerpo y sangre de Cristo: Cf. Cristo, Eucaristía.
CtaCle 1-2; 1CtaCus 2; CtaO
37; Adm 1,9. Cf. Santificación. Corrección: de Dios a los que
ama: Rnb 10,3 - de los minis-
Consejo: seguir los c. de tros a los hermanos con cari-
nuestro Señor Jesucristo: dad: CtaM 9; Rb 10,1 - de los
2CtaF 39; CtaO 7 - a Clara y hermanos unos a otros: Rnb
las hermanas de San Damián: 5,5 - soportarla con pacien-
ExhCl 1-6; UltVol 1-2 - de los cia: Adm 22,1 - dichoso: el
hermanos a las mujeres: Rnb que acepta la c.: Adm 22,2-3;
12,2-4 - a los candidatos a la el que se mantiene bajo la
Orden respecto a la distribu- vara de la c.: Adm 23,2. Cf.
ción de los bienes: Rb 2,8. Cf. Admonición, Castigo, Consejo.
Admonición.
Creador: Dios c.: Trinidad:
Conversión: Cf. Penitencia. ParPN1; Rnb 16,7; 21,2;
Corazón: amar y orar a Dios 23,1.3.9.11 - el Hijo: 2CtaF 11
con todo el c.: ParPN 5; 1CtaF - por la palabra: CtaCle 3 - ha
1,1; 2CtaF 18-19; Rnb 22, de arraigar en nosotros la cel-
26.29; Rb 10,9 - vuelto a Dios: situd del c.: CtaO 34 - las cria-
Rnb 22,19 - limpio: Adm 16,2 turas conocen y sirven al c.:
- bienaventurados los lim- Adm 5,2 - dar gracias al c. Rnb
pios de c.: Adm 16,1 - llevar 10 ,3. Cf. Criatura.
a Dios en el c.: 1CtaF 1,10 ; Criatura: excelencia de la c.,
2CtaF 53 - recibir a Cristo con el hombre: Adm 5,1 - creada
Índices
319
a imagen y semejanza de 1,8.19-20; Rnb 16,9; 23 - hijo
Dios: Rnb 23,1.3 - la Trinidad de María: OfP ant; 7,3; 11,6;
en la creación: Rnb 23,1 - las 15,3; Rnb 23,3 - nació por no-
demás c. obedecen a Dios me- sotros: OfP 15,7 - nos redimió
jor que el hombre: Adm 5,2 con su sangre: CtaO 4 - la
- que toda c. rinda gloria a humanidad y la divinidad de
Dios: AlHor 8; OfP 7,4; 9,7; C.: Adm 1,7-9 - se muestra en
14,6; 15,9; 2CtaF 61 - alabar carne verdadera: Adm 1,19;
al Señor por y con sus c.: Cánt en el pan consagrado: Adm
- alaban a Dios: ExhAD 5-6. 1,20 - humildad y pobreza de
9.13.14; AlHor 1-10; Cánt - la C.: Rnb 9,1 - vida y pobreza
obediencia somete al cuerpo de C.: UltVol 1 - pobre y hués-
a las bestias y fieras: SalVir 1 ped: Rnb 9,5 - traicionado:
- sometidos a toda c.: 2CtaF Rnb 22,2 - cordero degolla-
47; Rnb 16,6. Cf. Creador. do: ExhAD 17; AlHor 3 - ha
dado su vida por obediencia:
Cristiano: declararse como tal: CtaO 46 - ha sufrido: Adm 6,1
Rnb 16,6 - los hermanos pre- - ha rogado por nosotros:
diquen a los infieles para que 2CtaF 56; Rnb 22,41-55 - da
se hagan c.: Rnb 16,7 - no bus- gracias al Padre por nosotros:
quen en provecho propio que Rnb 23,5 - ha subido al cielo:
los otros sean mejores c.: OfP 9,10 - camino, verdad y
CtaM 7 - carta a todos los c.: vida: Adm 1,1 - nuestra luz:
2CtaF 1. OfP 9,6; 1CtaF 2,7; 2CtaF 66
Cristo: Hijo de Dios: CtaO - pastor: Adm 6,1; Rnb 22,
4.6.26-27 - Dios: 2CtaF 62 32-35 - alimento: ParPN 6
- altísimo: 2CtaF 61; Adm 1,9 - juez: OfP 6,16; 7,11; 11,6;
- alto y glorioso Dios: OrSD 1 CtaA 8; CtaCle 9.14; Rnb 4,6;
- Hijo glorioso: 2CtaF 11 - que 9,6; 16,4; 23,4 - debemos afe-
ha de vivir eternamente: CtaO rrarnos a sus palabras, vida y
22 - Verbo del Padre: 2CtaF 3-4 doctrina: 1CtaF 2,19; Rnb
- por quien todo fue hecho: 22,41 - oración a C. crucifica-
2CtaF 12 - enviado por el Pa- do: OrSD; Test 5 - ser esposos,
dre: OfP 7,3; 11,6; 15,3 - Hijo hermanos y madres de C.:
del hombre: Rnb 16,9; 22,27 1CtaF 1,7; 2CtaF 50 -53.56.
- verdadero Dios y verdade- Cf. Dios, Hijo de Dios, Seguir,
ro hombre: 2CtaF 4; Adm Trinidad.
Escritos de Francisco de Asís
320
321
- amar y c. al hermano: Rnb fuga no es motivo de gloria:
9,11; Rb 6,8 - los ministros Adm 5,7 - no son los d. los
tengan un solícito c. de los que crucificaron al Señor:
hermanos en sus necesida- Adm 5,3 - condiciones para
des: RB 4,2 - c. y preocupa- que no perjudique: Adm 10,4
ciones de este mundo: 2CtaF - perjuicios de sus sugestio-
65; CtaA 3; SalVir 11; Rb 10,7 nes: Adm 2,4 - ha de encon-
- los cuidados de esta vida: trarnos ocupados: Rnb 7,10-11.
1CtaF 2,5; 2CtaF 65 - pospo- Cf. Enemigo.
ner todo c. y preocupación: Desapropiación: sin nada pro-
CtaA 6. Cf. Solicitud. pio: Adm 2, 2-3; 3,1-6; 4,1-3;
Custodio: Dios es nuestro c.: 5,5-8; 7,4-5; 14; Rnb 1,1; Rb
AlD 6 - cartas a los c.: 1 y 1,1; 10,2 - la restitución, obra
2CtaCus - ministros y c.: CtaO de d.: AlHor 11; OfP ben;
2; 35 - c. y guardianes: CtaO Adm 7,4; 11,4; 18-2; CtaO 29;
47. - su oficio: CtaM 17.21; Rnb 17,17-18. Cf. Bienes, Bol-
REr 9; Rnb 4,6; 5,1; Rb 4.2; sa, Dinero, Posesión, Rico.
8,2-5; Test 31-35 - los herma- Deseo: Dios sobre todas las
nos pueden hablar en los ere- cosas deseable: 1CtaF 1,13;
mitorios con los ministros y c.: 2CtaF 56; Rnb 23,11 - amar a
REr 9 - tengan consigo la Car- Dios con todos los d. y quere-
ta a la Orden: CtaO 47 - los res: ParPN 5; Rnb 23,8- de-
hermanos que pecan y los c.: sear, por encima de todo, el
CtaM 16-17; Test 31-32. Cf. Espíritu del Señor: Rnb 17,16;
Guardián, Ministro. Rb 10,9 - desear estar tal como
Demonio: enemigo del hom- Dios quiere: Rnb 10,3 - no de-
bre: 2CtaF 69.82 - engaña: sear estar por encima de na-
2CtaF 68; Rnb 10,4; 22,9 - hi- die: 2CtaF 47 - los que cami-
jos del d.: 1CtaF 2,7; 2CtaF 66; nan tras los malos d.: 1CtaF
Rnb 21,8 - realizan sus obras: 2,3-4; 2CtaF 64-65 - el d. des-
Rnb 21,8 - quiere cegar: Rnb ordenado de las cosas ahoga
8,4 - su ciencia: Adm 5,5-6 la Palabra de Dios: Rnb 22,16
- la santa sabiduría y la cari- - la Sede Apostólica atiende
dad confunden al d.: SalVir los piadosos d. de Francisco y
9.13 - es expulsado por el sus hermanos: Rb bula 2. Cf.
ayuno: Rnb 3,1 - ponerlo en Quereres, Voluntad.
Escritos de Francisco de Asís
322
323
le place: CtaO 15.33 - sólo él Discreción: en la administra-
hace maravillas: AlD 1; OfP ción de la eucaristía: 1CtaCus
9,1; 10,9 - es el bien, el sumo 4 - en el ayuno: NACl 3 - en el
bien, el único bien: AlHor 11; uso de las limosnas: ExhCl 4
ParPN 2; Rnb 23,9 - fuente - desecha la superfluidad y el
de todo bien: ParPN 2; Rnb endurecimiento: Adm 27,6
17,17-18; 23,8 - nuestra espe- - sacerdotes discretos: Rnb
ranza: OfP 6,15; 12,1.4; AlD 7 20 ,2. Cf. Prudencia.
- se da totalmente, con su gra-
cia y ayuda: CtaM 13.22; CtaO Disputas: los hermanos no
15.29; Rnb 9,11.16; 11,2; tengan d. ni entre sí ni con
23,11 - se llega a él por sola otros: Rnb 11,3; 16,6; Rb 3,10.
su gracia: CtaO 52 - manifies- Dolor: de Cristo: OfP 6,1.1
ta sus obras a quien quiere: - del orante: OfP 13-2 - de
Adm 28,2 - obra por medio Francisco: TestS 2 - los herma-
de nosotros: Rnb 17,6 - el nos han de considerar ami-
hombre no es digno de pro- gos a quienes les causan d.:
nunciar su nombre: Cánt 2; Rnb 22,3. Cf. Enfermedad.
Rnb 23,5. Cf. Altísimo, Cristo,
Dominio: ninguno de los her-
Espíritu Santo, Eterno, Padre,
manos tenga poder o d.: Rnb
Rey, Santísimo, Trinidad.
5,9-10 - ni con otros: 2CtaF
Dios-Espíritu Santo: Cf. Espí- 47; Rnb 7,1-2. Cf. Humildad,
ritu Santo. Sumisión.
Dios-Hijo: Cf. Cristo, Hijo de Doxología: AlHor 4.9-10; OfP
Dios. 1,11 et passim; 2CtaF 62;
Dios-Padre: Cf. Padre. CtaO 4; Rnb pról 1; 3,10 ;
Dios-Trinidad: Cf. Trinidad. 17,19; 21,2; 23,6.10 ; 24,5.
Cf. Acción de gracias, Adora-
Discernimiento: administra- ción, Alabanza, Bendición.
ción y recepción de la euca-
ristía sin d.: 2CtaF 24; CtaCle Dulzura: Dios, Cristo es d.: AlD
4-5; CtaO 19 - en diversas cir- 7; 1CtaF 13; 2CtaF 56; Rnb
cunstancias: Rnb 16,4; 17,2; 23,9 - para Francisco lo amar-
Rb 12,1-2 - con el pecador: go se convirtió en d.: Test 3 - es
Rnb 5,6; Rb 7,2. Cf. Expresio- dulce a la carne el pecado:
nes familiares. 1CtaF 2,11; 2CtaF 69.
Escritos de Francisco de Asís
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her manos que nos hacen miento carnal y no e. de los
daño vale más que vivir en hermanos: Rnb 5, 4-5 - animar
un e.: CtaM 8. e.: Rnb 4,2 - los hermanos
Escándalo: evitar todo moti- han de tratarse e. y con amor:
vo de e.: Rnb 7,1; Rb 11,3 - no Rnb 4,2; 5,8; 7,15 - consejo e.
son pobres los que se escan- a las mujeres: Rnb 12,3-4 - her-
dalizan porque se les quita mano e.: Rb 6,8 - amigos e.:
una cosa: Adm 14,3. Rb 4,2 - amonestar e: Rnb 4,2
- ayuda e.: Rnb 5,8.
Escritos: redactados por Fran-
cisco para la salvación: Rnb Espíritu Santo: da gracias al
Padre, junto con Cristo: Rnb
24,1-2; ponerlos en práctica:
23,5 - habita en los fieles:
2CtaF 86-89; CtaCle 15; CtaA
1CtaF 1,6; 2CtaF 48; Adm
9; CtaM 21; CtaO 47-48; Rnb
1,12; Rnb 12,6 - nos concede
24,2; difundirlos: 2CtaF 89;
confesar a Jesús como Señor:
1CtaCus 9. Cf. Regla, Testa-
Adm 8,1 - unidos a Jesucristo
mento. por el E.: 1CtaF 1,8; 2CtaF 50
Esperanza: Dios es nuestra e.: - recibe el cuerpo del Señor:
OfP 2,4; 3,2; 6,15; 11,7; Adm 1,12 - ver y creer en el
12,1.4; 13,5; AlD 5.7 - peti- Señor Jesús según el espíritu
ción de e.: OrSD 2. y la divinidad: Adm 1,8 - ilu-
Espíritu: de oración: CtaAnt mina y enciende: SalVM 6;
2; Rb 5,2 - de las divinas letras: CtaO 51 - María, esposa del E.:
Adm 7,4 - e. y vida: 1CtaF OfP ant 2 - Clara y sus her-
2,21; 2CtaF 3; Rnb 22,39; manas, esposas del E.: FVCl 1
Test 13 - la obediencia somete - los frutos del E.: Adm 12,1;
el cuerpo al e.: SalVir 15 - po- Rnb 17,14-16; Rb 10 ,9-10
breza de e.: Adm 14,1-4 - e. - hace de los fieles esposos de
de la carne: Rnb 17,11-13. Cristo: 1CtaF 1,8; 2CtaF 55 - nos
hace fieles a Dios: SalVM 6
Espiritual, espiritualmente: la - todo fue creado por el Hijo
mirada e. de los apóstoles: con el E.: Rnb 23,1 - dar gra-
Adm 1,20 - la sabiduría e.: cias a Dios con el Hijo y el E.:
2CtaF 67 - vivir e. entre los in- Rnb 23,6 - el E. del Señor y su
fieles: Rnb 16,5 - observar e. la santa operación: Rnb 17,14-16;
Regla: Rb 10 ,4 - comporta- Rb 10 ,9.
Escritos de Francisco de Asís
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nesto y exhorto: CtaO 30 ; Rb en la f.: Rnb 23,7 - firmes en la
2,17; 3,10 ; 9,3; 10 ,7 - con la f. católica: Rb 12,4 - f. en los
bendición de Dios: CtaL 3; clérigos: Adm 26,1; Test 6-10
REr 9; Rnb 2,14; 8,9; 21,1; Rb - f. en las iglesias: Test 4 - exa-
2,16; Test 26 - por la caridad minar la f. de los que quieren
que es Dios: 1CtaF 2,19; 2CtaF abrazar la vida de los herma-
87; Rnb 17,5; 22,26 - yo, Fran- nos: Rb 2,2-3 - si alguno se
cisco, el pequeñuelo: 2CtaF apartara de la f.: Rnb 19,2 - no
1.87; CtaA 1; 1CtaCus 1; CtaO está la verdadera alegría en
47; Test 34.41; UltVol 1 - pa- convertir a todos a la f.: VerAl 6.
recer según Dios: Rnb 5,6; Rb Cf. Confianza, Virtud.
2,10; 7,2 - si le parece conve- Felipe (apóstol): Adm 1,3-4.
niente: Rb 8,5 - como te pa- Cf. Apóstol.
rezca que agradas al Señor:
CtaL 3 - guardarse de: Rnb 2,2; Fidelidad: el alma fiel: 1CtaF
7,13.16; 8,1.5.11-12;11,1;12,1; 1,8; 2CtaF 51 - en el trabajo:
17,2.9; 21,9; 22,10.19; Rb 2,7; Rb 5,1 - cumplir fielmente la
10 ,7; Test 24 - en el nombre penitencia: Rnb 20 ,2.
del Señor: Rnb 4,1; 24,1; Rb Fornicación: el hermano que
1,1; 8,4. - como quisiera que fornica: Rnb 13,1-2 - del cora-
se hiciera consigo, de encon- zón sale la f.: Rnb 22,7.
trarse en un caso semejante:
2CtaF 28.43; CtaM 17; Adm Francia: el rey de F. viene a la
18,1; Rnb 6,2; 10 ,1; Rb 6,9. Orden: VerAl 5.
Extranjero: Cf. Peregrino. Francisco: hombre vil y ca-
duco, vuestro siervo: CtaO 3
Familiaridad: de los hermanos - hombre inútil y criatura in-
entre sí: Rb 6,7-9 - de los mi- digna: CtaO 47 - pequeñuelo:
nistros con los demás herma- 2CtaF 1.87; CtaA 1; 1CtaCus 1;
nos: Rb 10 ,5. Cf. Fraternidad, CtaO 47; Test 34-41; UltVol 1
Madre. - el hermano: VerAl 9 - recita el
Fe: Dios es nuestra f.: AlD 7 OfP: OfP intr - dirige sus cartas:
- dame f. recta: OrSD 2 - Dios 2CtaF 1.87; CtaA 1; CtaO 3;
salva a los que creen: Rnb 1CtaCus 1; 2CtaCus 1; CtaL 1;
23,11 - los hermanos supli- CtaAnt 1 - dicta La verdadera
can a todos que perseveren alegría: VerAl - da sus normas
Escritos de Francisco de Asís
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to acogido en la g.: OfP 6, acudir a su g.: CtaM 14 - los g.
11-12; 2CtaF 4.11; CtaO 22 han de poner por obra y con-
- la grandeza de la g. de Dios: servar la CtaO: CtaO 47-48.
OfP 14,4 - no buscar más que Cf. Custodio, Ministro.
la g. de Dios: ParPN 5 - tribu- Herencia: de la limosna: Rnb
tarle g.: AlHor 11; OfP 7,7; 9,8 - de la pobreza: Rb 6,4 - h.
9,8; 12,6; 15,8.12; Cánt 1; Rnb terrena: 1CtaF 1,17, 2CtaF 84.
17,18 - la g. de Dios sobre Cf. Cielo, Reino, Salvación.
toda la tierra: OfP 3,12; 7,11
- no gloriarse: Adm 4,2; 6,3; Hermano: con este término
17,1; 19,1; Rnb 17, 9; Rb 10,7 Francisco se designa habi-
- gloriarse en la debilidad: tualmente a sí mismo y a los
Adm 5,8. Cf. Honor, Vanidad. miembros de su Fraternidad.
Otros usos: h. espiritual: Rb 6,8
Glosa: no introducir g. en la - h. criaturas: Cánt 3-9.12- es-
Regla ni en el Testamento: posos, h. y madres de Jesu-
Test 38-39. cristo: 1CtaF 1,7.9; 2CtaF
Gracia: de Dios: SalVM 6; 50 .52 - renunciar a padre,
CtaO 15.43.52; CtaJac 2; Rnb madre, h.: Rnb 1,4-5 - la sabi-
9,11.16; 11,2; Rb 5,1 - en duría es h. de la simplicidad:
Dios está toda la g.: Rnb 23,9 SalVir 1 - la pobreza h. de la
- todo es g.: CtaM 2 - que Dios humildad - la caridad h. de la
reine en nosotros por la g.: obediencia: SalVir 3. Cf. Criatu-
ParPN 4 - María, plenitud de ra, Cristo, Familia, Fraternidad.
la g.: ExhAD 4; SalVM 3 - de Hermosura: Cf. Belleza.
Dios a Francisco: VerAl 6; Test
Hijo: 2CtaF 73; Rnb 1,4.5 - h.
1-4.6.14.23.39 - la g. de tra-
y madres en los eremitorios:
bajar: Rb 5,1 - restituir la g.: REr 2.8.9.10 - los hermanos
AlHor 11; Rnb 17,17-18; 23 de Francisco: CtaO 5; CtaL 3
- ultrajar el Espíritu de la g.: - h. de los hombres: Adm 1,14
CtaO 18. Cf. Acción de gra- - amar al hermano como una
cias, Alabanza. madre y más que una madre
Guardián: oficio: CtaM 12 a su h.: 9,11; Rb 6,8 - dejar
- custodios y g.: CtaO 47 - obe- mujer o h. por seguir a Cristo:
decer al g.: Test 27-28.30 - el Rnb 1,5 - h. del diablo: Rnb
que peca mortalmente ha de 21,8.
Escritos de Francisco de Asís
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CtaO 23-25; Test 8 - a los teó- corrija con h.: 2CtaF 44; 2CtaF
logos: Test 13 - devolver h. 44; Rb 10 ,1 - los hermanos
por afrenta: Rnb 9,6-7 - con corrijan con h.: Rb 5,5 - tener
sólo referir las obras de los caridad y h.: 2CtaF 44 - tener
santos queremos recibir glo- h. y paciencia: Rb 10 ,9 - se
ria y h.: Adm 6,3. Cf. Gloria, prueba en las tribulaciones:
Veneración. Adm 13,1-3 - confunde la so-
Honorio III: Rb bula 1 - Fran- berbia y lo mundano: SalVir 12
cisco le promete obediencia - hermana de la pobreza: SalVir
y reverencia: Rb 1,2. Cf. Papa. 2; Rb 5,4; 6,2; 12,4 - aleja la
ira y la turbación: Adm 27,2
Hospitalidad: Cf. Acogida. - el Señor glorifica a los h.:
Huellas: seguir las h. de Cris- CtaO 28 - el agua es h.: Cánt 7
to: 2CtaF 13; CtaO 51; CtaL 3; - súplica h. a los santos: Rnb
Rnb 1,1; 22,2. 23,6. Cf. Menor.
Huésped: Cristo fue pobre y Humillación: aceptar humil-
h.: Rnb 9,5. Cf. Peregrino. demente las afrentas: Adm
6,2; 22,2-3 - hacer el cuerpo
Humildad, humilde: de Dios:
objeto de h.: 2CtaF 46 - no
AlD 4 - del Hijo de Dios: OfP
4,6-8; 1CtaF 1,13; 2CtaF 56; humillar al pecador: CtaM 15;
CtaO 27-28; Adm 1,16-18 Rnb 5,5.7-8.
- seguir al Señor en pobreza y Iglesia: María, virgen hecha I.:
h.: Rnb 9,1; 17,15; Rb 5,4; SalVM 1- miembros de la I.:
6,2; 12,4 - imitar la h. de Jesu- Rnb 23,7 - fe en la I.: Test 6
cristo: Rnb 9,3-6; 17,14 - el - permanecer fieles en la fe de
Espíritu del Señor promueve la I. Rnb 23,7 - sumisión a la I.:
la h.: Rnb 17,14-15 - h. en las Rnb pról 2-3; Rb 1,2; 12,3-4;
relaciones con Dios: Cánt 14; TestS 5 - aceptación de sus
Rnb 20 ,2.5; 23,10 - con los instituciones: CtaCle 1-3; CtaM
hombres: Adm 23,1-2; Rnb 19; CtaO 24; Rnb 2,12; 17,1;
9,2; 11,3; 23,7; Test 6.8 - con Rb 2,2; 3,1; Test 6-11.29 - pres-
los clérigos: 1CtaCus 2 - los cripciones y normas de la I.:
hermanos sean h. en toda cir- 2CtaCle 13; 1CtaCus 4; CtaO
cunstancia: 2CtaF 45.47; Adm 30; Adm 26,1; Rnb 2,12; 17,1,
12,3; 19,4; 22,2-3; Rnb 5,5; Rb 3,1 - no buscar privilegios
17,5-6; Rb 3,11 - el ministro de la curia romana: Test 25. Cf.
Escritos de Francisco de Asís
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Juan (apóstol-evangelista): León (hermano): BenL; CtaL;
Rnb 23,6. Cf. Apóstol. VerAl 1.
Judas: CtaO 16. Leproso: a Francisco le era
Juicio: la profundidad de los j. amargo ver l. y el Señor le
de Dios: ParPN 3 - rendir cuen- condujo en medio de ellos:
tas en el día del j.: 1CtaF 2,22; Test 1-2 - pedir limosna para
2CtaF 87; CtaA 8; CtaCle 9.14; los l.: Rnb 8,10 - gozarse de
Rnb 4,6; 9,14-15; 16,4 - el j. a vivir con los l.: Rnb 9,2. Cf.
los clérigos pertenece a Dios: Enfermedad.
Adm 26,2 - los que tienen el Letrán: el papa Honorio III
cargo de juzgar, háganlo con aprueba la Regla en L.: Rb
misericordia: 2CtaF 28-29 - no bula 7.
juzgar a los demás: Rnb 9,12;
11,10 ; Rb 2,17; 3,10 ; Test 9 Letras: Cf. Estudios.
- cada uno se juzgue a sí mis- Libro: los clérigos tengan los
mo: Adm 12,3; 19,1 - comer l. necesarios para su oficio:
y beber la propia sentencia: Rnb 3,7 - los que no saben
Adm 1,13; 2CtaF 24 - j. sin leer no los tengan: Rnb 3,9
misericordia para los que no - no deben ser pretexto para
tuvieron misericordia: 2CtaF aceptar dinero: Rnb 8,3 - los
29 - es reo del j. el que se deja l. litúrgicos: CtaO 34.
llevar de la ira: Rnb 11,4. Limosna: Jesucristo pidió l. y
Ladrón: el hermano que re- vivió de l. con María y los
cibe dinero: Rnb 8,7 - acoger apóstoles: Rnb 4-5; 9,8 - es la
a l. y bandidos: Rnb 7,14. Cf. herencia y justicia de los po-
Dinero. bres y la mesa del Señor:
Laico: mensaje a todos los l.: Rnb 9,8;Test 22 - no tener
2CtaF 1-2; CtaA 7; Rnb 23,7; vergüenza de pedir l.: Rnb
Test 38 - todos los hermanos, 9,3-7; Rb 6,3 - pedir l.: en los
clérigos y l.: Rnb 15,1; 20 ,1 eremitorios: REr 5; como los
- oficio divino de los herma- otros hermanos: Rnb 7,8; con
nos l.: Rnb 3,8-10 ; Rb 3,2-3; confianza: Rb 6,2-3; para los
Test 18 - confesión a un her- leprosos: Rnb 8,10 ; cuando
mano l.: CtaM 19-20; Rnb 20,3 no les dan el precio del tra-
- los ministros provinciales que bajo: Rnb 7,8; Test 22 - no
son l.: Rb 7,2. pidan ni acepten dinero ni
Escritos de Francisco de Asís
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una m.: CtaL 2 obrar como de Dios: OrSD 3 - no cumplir
una m.: Rnb 9,10-11; Rb 6,8 los m.: 1CtaF 2,9; 2CtaF 16-17;
- amar al hermano como una CtaA 3; Adm 2,4, Rnb 5,16. Cf.
m. y más que una m.: Rnb 9,11; Iglesia, Maldición, Voluntad.
Rb 6,8 - ejercitar el oficio de Mansedumbre, manso: Dios:
m.: REr 1.4.8-10 - dejar m. y AlD 6; Rnb 23, 9 - los her-
familia: Rnb 1,4-5 - la m. tie- manos: Rnb 11,9; Rb 3,11.
rra: Cánt 9. Cf. María. Cf. Pacífico.
Maestro: Cristo, Señor y m.: María (la Virgen): M. y la
OfP ant 2; Rnb 22,35 - los Trinidad: OfP ant 2; SalVM 2
hermanos no se llamen m.: - títulos: SalVM; OfP ant; Rnb
Rnb 22,35 - los m. de París 23,3.6 - honrada a causa de
se hacen Hermanos Menores: la encarnación: OfP 15,3;
VerAl 4. 2CtaF 4; CtaO 21 - intercede
Maldición, maldito: el que se por nosotros: ParPN 7; OfP
aparta de los mandamientos: ant 2; CtaO 38; Rnb 23,6 - es
1CtaF 2,9; 2CtaF 16-17; CtaA la llena de gracia: ExhAD 4
3; Rnb 5,16-17; el que hace la - coronados en el cielo con M.:
obra de Dios con engaño: ExhCl 6 - escogió la pobreza:
2CtaF 5; Rnb 9,5; UltVol 1 - fes-
CtaO 19-20 ; el que se aparta
tividades de santa M.: NACl 5.
de la obediencia: Rnb 5,16;
Cf. Madre.
el que pone su confianza en
el hombre: 2CtaF 75-76; el Marta y María: REr 2.
que no hace penitencia: Rnb Mendicación: Cf. Limosna.
23,4 - m. a los sacerdotes
que tratan indignamente la Menor: que todos sean y se
eucaristía: CtaO 20 - m. de los llamen her manos m.: Rnb
herederos: 1CtaF 2,17; 2CtaF 5,12; 6,3-4; 7,2 - el que tiene
la autoridad sea m.: 2CtaF 42;
84 - nombre m. por causa de
Rnb 7,2 - Orden de los Her-
Cristo: Rnb 16,15.
manos M.: CtaO 2; 1CtaCus 1;
Mandamientos, mandatos: Rnb 23,7; Rb bula1; 1,1 - que
observar los m.: 2CtaF 39; cada uno se considere a sí mis-
CtaCle 13; CtaA 3; CtaO 7; Rnb mo m.: Adm 12,3. Cf. Frater-
5,17 - este es mi m.: Rnb 11,5 nidad, Humildad, Siervo, Súb-
- cumplir el santo y veraz m. dito, Sumisión.
Escritos de Francisco de Asís
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no de sus hermanos se pier- 2CtaF 28-29; Rb 7,2 - donde
de: Rnb 4,6 - no mande nada hay m. y discreción no hay
contra el alma y la Regla: superfluidad ni endureci-
Rnb 5,2; Rb 10,1.3 - no debe miento: Adm 27,6 - morir sin
mezclarse en los negocios m.: CtaO 17. Cf. Amor, Cari-
temporales de los aspirantes: dad, Expresiones familiares,
Rnb 2,5; Rb 2,7 - comporta- Perdón.
miento carnal de los m.: Rnb Misión: de los Her manos
5,3-4 - denunciar a un m.: Rnb Menores: CtaO 9; Rnb 14;
5,4 - Cristo les juzgará: Rnb 4,6; Rb 3,10-14 - entre los infieles:
16,4 - pueden ser presbíteros Rnb 16,1.3-7; Rb 12,1-2. Cf.
o laicos: Rb 7,2. Cf. Cargo, Apostolado, Ejemplo, Predi-
Custodio, Ministro. cación, Testimonio.
Misa: una sola m. en la frater- Monasterio: Cf. Monja.
nidad: CtaO 30 -31 - presen-
cia de Cristo en manos del Monja: los hermanos, salvo
sacerdote: CtaO 26 - los sa- los autorizados, no entren en
cerdotes celebren la m. con monasterios de m.: Rb 11,2.
pureza y reverencia: CtaO 14. Mortificación: para encadenar
Cf. Comunión, Cuerpo y san- al enemigo: Rnb 17,14 - abs-
gre de Cristo, Eucaristía, Litur- tenerse de vicios y pecados:
gia, Objetos de culto, Sacer- 1CtaF 1,2; 2CtaF 32 - m. y po-
dote, Sacramento. breza de espíritu: Adm 14,2-3
Misericordia, misericordioso: - el espíritu quiere la carne
de Dios: ParPN 7; OfP 3, 5.11; mortificada: Rnb 17,14 - la
4,1; 9,4; 11,9; 12,7.10 ; 13,5; obediencia tiene mortificado
15,5; AlD 7; BenL 1; CtaO 50; el cuerpo: SalVir 15. Cf. Peni-
Rnb 23,8; por sola su miseri- tencia, Renuncia.
cordia nos salvará: Rnb 23,8 Muerte: de Cristo: OfP 6,10-11;
- de Francisco con los lepro- 13,4 - pasar de m. a vida por
sos: Test 2 - de los ministros y la sangre de Cristo: CtaCle 3;
demás hermanos: CtaM 9-12. Rnb 23,3 - la hermana m.:
15.17; Rb 7,2 - de los consti- Cánt 12 - son amigos los que
tuidos en autoridad: 2CtaF nos infligen la m.: Rnb 22,3
28-29.43 - ejercer el juicio e - está cerca: 1CtaF 2,14; 2CtaF
imponer la penitencia con m.: 71.72; CtaA 2.5.7 - morir en
Escritos de Francisco de Asís
338
339
2,2-6; Rb 2,7 - no mezclarse CtaO 6-7 - servirse y obede-
en ellos: Rnb 2,2.5; Rb 2,7 cerse mutuamente es la ver-
- subordinados al espíritu de dadera o. de Jesucristo: Rnb
oración y devoción: Rb 5,2 5,15 - obedecer para imitar a
- el diablo quiere cegar al Jesucristo: CtaO 45-46; Rnb
hombre por medio de los n.: 5,15 - según lo que cada uno
Rnb 22,20 . Cf. Mundo, Siglo. prometió al Señor: CtaO 40
Nombre: nadie es digno de - para seguir el Evangelio:
pronunciar el n. de Dios: Cánt Rnb 5,17 - observar el Evan-
2; Rnb 23,5 - n. santísimo: gelio en o.: Rb 1,1 - o. a Dios
CtaCle 1.3.6; Test 12 - el n. de y a Francisco: CtaM 4; Adm
Dios manifestado e invocado 3,4.7-9 - al papa: Rnb pról 3;
por Jesucristo: 1CtaF 1,14; Rb 1,2 - a Francisco y sus su-
2CtaF 56; Rnb 22,41-42.45. cesores: Rnb pról 4; Rb 1,3
54 - la gloria del n. de Dios: - con la o. de Francisco: CtaL 3
OfP 7,7; 9,6.8; 10 ,10 ; 11,5; - la Regla y vida de los herma-
15,12 - santificado sea tu n.: nos es vivir en o.: Rnb 1,1 - los
ParPN 3 - honrar los n. del Se- hermanos han de obedecer:
ñor: OfP 10 ,1.3; 13,6; CtaCle Test 30 -31 - es verdadera o.
1.3.6.12; 1CtaCus 2.5; Test 12 hacer lo que es bueno y no va
- postrarse en tierra al escu- contra la voluntad del prela-
char el n. de Jesucristo: CtaO 4 do: Adm 3,4 - recurrir por o.
- en el n. del Señor, por el n. al guardián: CtaM 14 - el guar-
del Señor: OfP 9,6; 11,5; 2CtaF dián por o. ha remitir al custo-
1; CtaO 1.4; Rnb pról 1; 4,1; dio al que pecó mortalmente:
24,1; Rb título; 6,6; 8,4 - el CtaM 16 - Francisco manda
Señor está donde se reúnen por o.: no pedir privilegios a
en su n.: Rnb 22,37 - rechazar la curia romana: Test 25; no
el n. de uno como maldito: introducir glosas en la Regla
Rnb 16,15. y Testamento: Test 38-39; no
añadir nada a la Regla ni tener
Novicio: Cf. Postulante, Pro- otra Regla: Rnb 24,4; copiar
bación. una carta: 1CtaCus 10 - ser re-
Obedecer, obediencia: Jesu- cibido a la o.: Rnb 2,9.13; Rb
cristo dio su vida por no apar- 2,11-14 - deberes que se de-
tarse de la o. al Padre: CtaO 46 rivan de prometer o.: Rnb
- obedecer al Hijo de Dios: 2,13; Rb 2,14 - estar en la o.:
Escritos de Francisco de Asís
340
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4; Test 40 - el Evangelio: Rb 1,1; 2CtaF 33; Rnb 19,3 - o. de ma-
12,4 - los preceptos del Se- dres en los eremitorios: REr 10
ñor: 2CtaF 39.86; CtaO 7; Rnb - nadie se apropie del o. de
5,17 - la Regla: CtaO 39.40 ; predicador o ministro: Rnb
Rnb 6,1; 24,1-4; Rb 2,11; 17,4 - gloriarse del o. de la
10,4; Test 34 - lo prometido: prelacía como del o. de lavar
2CtaF 64; Rb 10,3 - los escri- los pies: Adm 4,2-3 - aprender
tos de Francisco: 2CtaF 86; un o.: Test 21 - permanecer
CtaCle15; CtaA 9; CtaM 21; en el arte u o. en que uno fue
CtaO 48; REr 10 ; Test 39-40 . llamado: Rnb 7,3.6 - no acep-
Ociosidad: enemiga del alma: tar un o. que pueda ser causa
Rnb 7,11; Rb 5,2; Test 21 - o. de escándalo: Rnb 7,1 - pue-
y vagabundeo: Adm 27,4 - de- den tener los instrumentos
leitarse en palabras ociosas: propios de sus oficios: Rnb
Adm 20 ,3. 7,9. Cf. Cargo, Trabajo.
Odio: al cuerpo con sus vicios Oficio divino: todos los her-
y pecados: 1CtaF 1,2; 2CtaF 37; manos lo recitarán: CtaO
Adm 14,4; Rnb 22,5 - los her- 39.41.43; REr 3-4.6; Rnb 3,3;
manos expuestos al o. del Rb 3,1-4; Test 18.30 - Francis-
mundo: Rnb 16,10 -21; 22,47 co quiere decirlo según la Re-
- dichosos vosotros cuando os gla: Test 29; confiesa no ha-
odien: Rnb 16,15 - amar a los berlo cumplido debidamente:
que nos odian: 2CtaF 38; Adm CtaO 39 - cómo ha de rezarse:
9,1; Rnb 22,1 - me devolvieron CtaO 41-43 - o. de los herma-
o. a cambio de amor: OfP 1,3. nos laicos: Rnb 3,8-10 ; Rb 3,3
- de los clérigos: Rnb 3,4-6;
Ofensa: no ofender a nadie: Rb 3,1 - los clérigos pueden
ParPN 5 - mortificarse en las tener los libros necesarios para
o.: Adm 23,3 - quien o. a una el o.: Rnb 3,7; Rb 3,2 - el o.
virtud no tiene ninguna: SalVir según la ordenación de la Igle-
6-7. Cf. Afrenta, Calumnia, sia Romana: Rb 3,1 - el salterio
Murmuración, Pecado. para el o. divino no es el de la
Oficio: dedicados a los divi- Iglesia Romana: Rb 3,2 - pe-
nos oficios: CtaO 34 - de la nas a los que no rezan el o.
predicación: 1CtaCus 9; Rb 9,2 según la Regla: Test 31-33. Cf.
- o. y ministerio sacerdotal: Alabanza, Liturgia, Oración.
Escritos de Francisco de Asís
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la turbación: Adm 27,2 - amo- orado al P.: 1CtaF 1,13; 2CtaF
nestar con toda p.: 2CtaF 44; 8-9.56-60 ; Rnb 22,41 - hijos
CtaM 2-11; Rnb 5,7 - dar fru- del P. celestial: 1CtaF 1,7; 2CtaF
to en la p.: Rnb 22,17 - dicho- 49; FVCl 1- ¡qué glorioso y san-
so el que soporta con p. la ins- to es tener un P. en el cielo!:
trucción: Adm 22,1. Cf. Hu- 1CtaF 1,11; 2CtaF 54 - los her-
mildad, Misericordia. manos no llamen p. a nadie,
Pacífico: Cristo: 1CtaF 1,13; porque uno sólo es su P.: Rnb
2CtaF 56 - en él han sido pacifi- 22,34 - orar al P. en espíritu y
verdad: 2CtaF 19; Rnb 22,30
cadas todas las cosas: CtaO 13
- bendición del P. a los que
- los hermanos sean p.: Rnb
observan el Testamento: Test
16,6; Rb 3,11- bienaventura-
40 . Cf. Dios, Trinidad.
dos los p.: Adm 15,1-2 - son
p. los que conservan la paz en Padrenuestro: Cf. Pater noster.
medio de las tribulaciones: Padrino: los hermanos no sean
Cánt 11; Adm 15; ExhCl 5. Cf. p. de hombres ni de mujeres:
Paz. Rb 11,3.
Padre (Dios): es uno de los Palabra: Jesucristo es la p. del
términos más frecuentes en Padre: 2CtaF 3-4 - p. de Cristo:
Francisco. Destacamos algu- 1CtaF 1,14-19; 2,19; 2CtaF
nos usos, por lo que el elenco 56-60 ; Rnb 22, 42-55; son
habrá que completarlo recu- espíritu y vida: 1CtaF 2,21;
rriendo a otros términos afi- 2CtaF 3; CtaCle 3; Adm 1,6;
nes: habita en una luz inacce- Rnb 22,39; Test 13 - las p. por
sible: Adm 1,5 - un solo P.: las que hemos sido creados y
Rnb 22,33 - santo, santísimo: redimidos: CtaCle 3 - salvados
ParPN 1; OfP 1,5.9; 2,11; 4,9; por las p. y la sangre de Cristo:
5,9.15; 6,12; 14,1; SalVM 2; 2CtaF 34 - venerar las p. divi-
AlD 2; 1CtaF 1,14.18; 2CtaF nas, el cuerpo y la sangre de
56.59; Rnb 22,45; 23,1 - crea- Cristo: 2CtaF 34-35; CtaCle
dor, redentor, consolador, sal- 6.12; 1CtaCus 5; CtaO 34-36;
vador: ParPN 1; Rnb 21,2 - ha Test 12-13 - las p. del santo
enviado a su Hijo: OfP 7,3; Evangelio: Rb 2,5 - las p. que
15,3-4; 2CtaF 4 - quiere que consagran el cuerpo y la san-
seamos salvados por el Hijo: gre de Cristo: CtaCle 1-2;
2CtaF 4.11.14-15 - el Hijo ha 1CtaCus 2; CtaO 37; 1CtaF
Escritos de Francisco de Asís
344
345
París: los maestros de P. se espíritu del Señor busca con
hacen Hermanos Menores: empeño la p. del espíritu: Rnb
VerAl 4. 17,15 - dichosos los que con-
Pascua: Jesucristo celebra la servan la p. en la enfermedad
p. con sus discípulos: 2CtaF 6 y tribulación: Cánt 13; Adm
- ayuno en la cuaresma que 15,2; ExhCl 5-6. Cf. Pacífico.
precede a la p.: Rb 3,11 - no Pecado: Cristo sufrió la pasión
obliga el ayuno en las p.: por nuestros p.: 2CtaF 7.12;
NACl 8 - oficio divino de p.: Adm 5,3 - nada debe disgus-
OfP 8-9. Cf. Cristo, Cruz, Glo- tar al siervo de Dios fuera del p.:
ria, Muerte, Pasión. Adm 11,1 - es lo único que
Pasión: de Cristo: ParPN 7; pertenece al hombre: Rnb
OfP; 2CtaF 6-13; Adm 6,1. Cf. 17,7; 23,5 - odiar los vicios y
Cruz, Muerte. p.: 2CtaF 37; Rnb 22,5-6 - cie-
gos y esclavos del p.: 2CtaF
Pastor: Cristo buen p.: 1CtaF 63-68 - p. mortal y venial: 2CtaF
1,13; 2CtaF 56; Adm 6,1-2; 82; CtaM 14.18 - p. contra el
Rnb 22,32. cuerpo y la sangre de Cristo:
Pater noster: comentario al p.: CtaCle 1.4-6 - de los que se
ParPN - cuando oréis, decid: apartan de los mandatos del
p.: Rnb 22,28. - oración del p. Señor y andan fuera de la obe-
día y noche: 2CtaF 21 - su rezo diencia: Rnb 5,16 - p. cometi-
por las negligencias y defec- do contra los sacerdotes: Adm
tos, y por los difuntos: Rnb 26,4 - de envidia: Adm 8,3 - de
3,5-6.10 - oficio divino de los fornicación: Rnb 13,1-2 - de
hermanos laicos: Rnb 3,10; Rb querer recibir del prójimo más
3,3; Test 18. Cf. Oficio divino, que querer dar a Dios: Adm
Oración. 17,2 - no hay p. si no hay des-
Paz: a los hombres de buena obediencia: Adm 2,2 - abste-
voluntad: OfP 15,8 - todo ha nerse de vicios y p.: 2CtaF 32
sido pacificado en Cristo: CtaO - al cuerpo le es dulce el p.:
13 - Francisco desea la p.: BenL 1CtaF 2,11 - cada uno ha de
2; 2CtaF 1; CtaA 1; 2CtaCus 1; dominar el cuerpo con el que
CtaL 1 - el saludo de p. de los peca: Adm 10,2 - el siervo de
hermanos al llegar a una casa: Dios se requema por el p. que
Rnb 14,2; Rb 3,13; Test 23 - el tiene el enemigo: Adm 9,3;
Escritos de Francisco de Asís
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pecan: Rb 8 - los ministros im- Persecución: tras los pasos del
pongan p. con misericordia: Señor: Adm 6,2; Rnb 16,13
CtaM 20 ; Rnb 7,2 - ninguna - por haberse abandonado al
mujer sea recibida a la obe- Señor: Rnb 16,15-21 - por no
diencia, sino que se vaya a obedecer cuando algo va con-
hacer p. donde quiera: Rnb tra el alma: Adm 3,8 - vivirla
12,11. Cf. Confesión, Pecado, como gracia: CtaM 2 - procu-
Sacerdote. ra la vida eterna: Adm 6,2;
Pentecostés: capítulo de P.: Rnb 16,15-16 - paciencia en
CtaM 13.21; Rnb 18,2; Rb la p. y amor a los que nos per-
8,2.5 - elección del ministro siguen: Adm 3,8-9; Rb
general en el capítulo de P.: 10,8.10 - orar por los que nos
Rb 8,2 - el ministro que vive persiguen: Adm 9,1; Rb
carnalmente sea denunciado 10 ,10 - dichosos los que pa-
en el capítulo de P.: Rnb 5,4. decen p.: Rnb 16,12-21; Rb
Cf. Capítulo. 10 ,9-12 - son terreno pedre-
goso los que en la p. se es-
Perdón: en Dios está y de él candalizan: Rnb 22,15 - si os
viene el p.: Rnb 23,9 - dicho- persiguen en una ciudad
sos los que perdonan por huid a otra: Rnb 16,14 - no
amor de Dios: Cánt 10 - per- pedir escrito alguno a la curia
donemos y seremos perdona- romana so pretexto de p.:
dos: Rnb 21,5-6 - perdónanos Test 25 - recurrir a los sacer-
como nosotros perdonamos: dotes en la p.: Test 6. Cf. Ene-
ParPN 7-8. Cf. Amor, Miseri- migo, Tribulación.
cordia.
Perseverancia: sobre los que
Peregrino: vivir como p. y ex- perseveran se posará el Espí-
tranjeros: Rb 6,2; Test 24 - ser ritu: 1CtaF 1,5 - perseverar
un p.: OfP 5,8. Cf. Huésped. hasta el fin: 2CtaF 48.88; Rnb
Perfección, perfecto: la Trini- 16,21; 21,9; Rb 10 ,12 - en la
dad p.: CtaO 52 - el amor p. a imitación de Cristo: UltVol 1
Dios: ParPN 4 - la caridad p.: - en la fe y en la penitencia:
OrSD 2 - la p. del santo Evan- Rnb 23,7; Rb 2,3 - en la obe-
gelio: FVCl 2; BenBer 2 - cum- diencia: CtaO 10; ExhCl 2 - en
plir perfectamente los conse- la oración: 2CtaF 21; Adm 14,2
jos del Señor: CtaO 7. - en la verdad: ExhCl 2 - en el
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manos no tengan bestias: Rnb po se lo prohíbe y en contra
15,1 - amar la p.: TestS 4 - vi- de la voluntad de los sacer-
vida con alegría, expulsa la dotes en sus parroquias: Rb
avaricia: SalVir 11; Adm 27,3 9,1; Test 7 - entre los infieles:
- introduce en el reino de los Rnb 16,7 - nadie se apropie
vivientes: Rb 6,5 - hace re- del oficio de la p.: Rnb 17,4
yes en el reino de los cielos: - no buscar honores por pre-
Rb 6,4 - hermana de la hu- dicar las obras de los santos:
mildad: SalVir 2. Cf. Pobre, Po- Adm 6,3 - p. y humildad: Rnb
sesión, Renuncia. 17,6 - los hermanos no pi-
dan privilegios en la curia ro-
Posesión: los hermanos no se
mana por motivo de p.: Test
apropien de nada: Rnb 7,13; 25 - todos los hermanos pre-
Rb 6,1.6 - la muerte arrebata diquen con las obras: Rnb
todo lo que se posee: 1CtaF 17,3. Cf. Apostolado, Ejemplo,
2,13-14; 2CtaF 71; CtaA 4. Infiel, Misión, Testimonio.
Cf. Bien, Bolsa, Desapropia-
ción, Dinero, Pobreza, Rico. Prelado: vivir sumisos a los p.
de la Iglesia: TestS 5 - los p. se
Postulante: recibirlo benigna- hacen Hermanos Menores:
mente: Rnb 2,1-3 - proceso VerAl 5 - la verdadera obedien-
de admisión de los p.: Rnb cia a los p.: Adm 3 - nadie se
2,1-12; Rb 2,1-8. apropie la prelacía: Adm 4
Predicación: para conducir al - el p. humilde: Adm 19. Cf.
amor de Dios: Adm 20,2 - para Cardenal, Iglesia, Jerarquía,
edificación del pueblo: Rb 9,3 Ministro, Obispo, Papa, Sa-
- p. de vicios y virtudes, pena cerdote.
y gloria: CtaCus 6.8-9; Rb 9,4 Preocupación: Cf. Cuidado.
- con expresiones ponderadas
Prior: a ninguno de los her-
y limpias: Rb 9,3-4 - exhorta- manos se le llame p.: Rnb 6,3.
ción que pueden hacer todos
los hermanos: Rnb 21,1 - los Prisionero: el hermano no
hermanos predicadores: Rnb católico y que no reza el oficio
17; Rb 9 - los ministros con- según la Regla: Test 32-33.
ceden el oficio de la p.: Rnb Privilegio: no buscarlo bajo
17,1-2; Rb 9,2 - los herma- ningún pretexto: Test 25. Cf.
nos no prediquen si un obis- Menor.
Escritos de Francisco de Asís
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- de la caridad y la limosna: Regla: escrita pura y sencilla-
2CtaF 31; Rnb 9,9 - del traba- mente: Test 15. 39 - para
jo: Rb 5,3 - no buscar la r. hu- nuestra salvación: Rnb 24,1.2
mana: Adm 21; 24,1; 28,1; - para seguir el Evangelio: Rnb
Rnb 22,20 .25 - los que se ri- 1,1; Rb 1,1 - aprobada por el
gen por la prudencia de la papa: Rb pról 2; Test 15 - ob-
carne recibieron ya su r.: Rnb servar la R. y vida: CtaO 40.43;
17,13 - r. del religioso frívolo CtaAnt 2; Rnb 1,1; 5,4; 24,2;
y hablador: Adm 21,1-3. Cf. Rb 1,1; 2,11; 12,4; Test 24.
Cielo, Reino, Salario, Salva- 34.36-39 - recurso al minis-
ción. tro si no se puede observarla:
Recurso: a Cristo pastor y obis- Rnb 6,1-2; Rb 10 ,4-5 - apar-
po de las almas: Rnb 22,32 tarse de la disciplina de la R.:
- de los hermanos a los sacer- CtaO 45-46; Test 31 - Fran-
dotes en caso de persecución: cisco confiesa no haberla ob-
Test 6 - al ministro: si no pue- servado fielmente: CtaO 39
den guardar espiritualmente - cambios a introducir en la
la Regla: Rnb 6,1-2; 10 ,4; en Rnb: CtaM 13-22 - no cam-
caso de haber cometido pe- biar nada ni tener otra R.: Rnb
cados mortales reservados: 24,4; Test 31 - leerla pura, sen-
CtaM 14; Rb 7,1 - a la mesa cillamente y sin glosas: Test
del Señor cuando no les den 38-39 - según la R.: CtaAnt 2;
la paga del trabajo: Test 22 Rnb 4,3; 8,9; 19,34; Test 24.
- del hermano León a Francis- 29.30 - no mandar nada que
co: CtaL. vaya contra la R.: Rb 10,1 - no
Redención, redentor: Dios: obedecer cuando se manda
Rnb 23,9; el Padre: ParPN 1; el algo contra la R.: Rb 10,3 - el
Hijo: OfP 6,15; Rnb 16,7; 23,9 Testamento no es otra R.: Test
- por la cruz: 2CtaF 56; CtaO 34 - tener y leer juntos R. y
3.12-13.18; Test 5 - por el Testamento: Test 36-37. Cf.
cuerpo y la sangre de Cristo: Escritos, Testamento, Vida.
CtaCle 3 - según la voluntad Reino: Cristo pide el r. para sus
misericordiosa del Padre: discípulos: 1CtaF 1,19; 2CtaF
2CtaF 11-14; Rnb 23,8 - dar 60 ; Rnb 22,55 - venga tu r.
gracias por la r.: OfP 6,15; Rnb para que lleguemos a tu r.:
23,3.8. Cf. Cristo, Salvación. ParPN 4 - buscar por encima
Escritos de Francisco de Asís
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15,2; AlD 2; FVCl 1; r. del cielo 2,8-9; 2CtaF 67; el Cordero
y de la tierra: OfP 1,5; 7,3.9; digno de s.: AlHor 3 - la s. di-
14,1; 15,2; AlD 2; Rnb 23,1; vina: Rnb 17,16 - la s. espiri-
r. de Israel: ExhAD 9; r. antes tual: 2CtaF 67 - el don de la
de los siglos: OfP 7,3; 15,3 - el suma s.: Adm 5,6 - hermana
Señor reinó desde el madero: de la simplicidad: 2CtaF 45;
OfP 7,9 - el Señor por encima SalVir 1.10; Test 7 - donde hay
de todos los r.: OfP 15,4 - rey caridad y s. no hay temor ni
mío y Dios mío: OfP 2,11; 5,15 ignorancia: Adm 27,1 - con-
- María, reina: SalVM 1 - los funde a Satanás: SalVir 9 - s.
hermanos, r. en el reino de los de Satanás: Adm 5,5-6 - de
cielos: Rb 6,4 - Clara y sus este mundo: 1CtaF 2,8-9;
hermanas serán r. en el cielo: 2CtaF 67; CtaA 5; SalVir 10 ;
ExhCl 6 - los r. de Francia e Rnb 17,10 -13 - del cuerpo:
Inglaterra: VerAl 5 - invitación SalVir 10 - preparar sabiamen-
a los r. a perseverar en la fe y la te lo que se ha de decir: Adm
penitencia: Rnb 23,7 - los que 21,1- si tuviera tanta s. como
viven entre placeres están en Salomón: Test 7.
las casas de los r.: Rnb 2,14. Sacerdote: grandeza del s.:
Rico, riqueza: Dios es r. a sa- CtaO 22-23; Adm 26,3 - en
ciedad: AlD 5 - Cristo, siendo ellos ve Francisco al Hijo de
sobremanera rico, se hizo po- Dios: CtaCle 3; Test 10 - mi-
bre: 2CtaF 5 - el saber utiliza- nistros de la eucaristía: 2CtaF
do para adquirir r.: Adm 7,2 22.34; 1CtaCus 7; Adm 1,9.
- la seducción de las r.: Rnb 18; Test 10 - ministros de la
22,16 - no gloriarse en la r.: penitencia: 2CtaF 22.77.79;
Adm 5,7 - no despreciar a los CtaM 18-19; Rnb 12,3; 20,1-4;
r.: Rb 2,17. Cf. Bien, Bolsa, Di- Rb 7,2 - confesar los pecados
nero. al s.: 2CtaF 22; CtaM 18-20
- respeto a los s.: 2CtaF 33;
Roma: CtaJac 6 - Iglesia Ro- Adm 26; Rnb 19,3; Test 6-10
mana: Adm 26,1; Rb 1,2; 3,1; - s. que administran mal los
12,3; Test 6 - curia romana: sacramentos: CtaCle 4; CtaO
Test 25. 18-20 - han de ser santos:
Sabiduría: Dios es s.: AlD 4 CtaO 2.14.17-22 - exhorta-
- Cristo: s. del Padre: 1CtaF ción a los s.: CtaCle 1-12; CtaO
Escritos de Francisco de Asís
354
355
Santiago (apóstol): Rnb 20 ,3. - las palabras de Cristo: 2CtaF
Santificación, santificar: san- 34; CtaO 34 - la Virgen María:
tificado sea tu nombre: ParPN OfP ant 1; 15,3; SalVM 1;
3 - santificados por la sangre 2CtaF 4; Rnb 23,3; NACl 8
de Cristo: CtaO 18 - s., consa- - los santos: Dios es admira-
grar el cuerpo y sangre de Cris- ble y está en los ángeles y los
to: 1CtaCus 2; CtaO 37; Adm s.: ParPN 2; OfP 9,12; hicieron
1,9 - ruego de Cristo al Padre las obras: Adm 6,3; sus méri-
por los suyos: 1CtaF 1,17-18; tos nos obtienen el perdón:
2CtaF 58-59; Rnb 22,52. Cf. ParPN 7; ruegan y dan gracias
Sacrificar. a Dios por nosotros: OfP ant 3;
Rnb 23,6; nos bendicen: Test
Santísimo/a: Dios: AlHor 11; 40 ; a ellos confiesa Francisco
Rnb 23,1; su voluntad: Cánt sus pecados CtaO 38; la fiesta
13 - Dios Padre: ParPN 1; OfP de todos los s. Rnb 3,11; Rb
2,11; 3,3; 5,15; 6,11; 7,3.10 ; 3,5 - la Iglesia: 2CtaCle 13;
14,1; 15,3; SalVM 2; CtaO 46 CtaO 30; Adm 26,1; Rnb 2,12;
- Jesucristo: OfP ant 2-3; 15,7; 23,7; Rb 3,1; 12,3-4; TestS 5;
SalVM 2; su cuerpo y sangre: Test 6 - la oración: CtaAnt 2;
OfP 6, 15; 2CtaF 33; CtaCl Rb 5,2 - las virtudes: SalVM 6;
1.4.11; CtaA 6; 1CtaCus 2.4.6; SalVir 1-4.9-14; la caridad:
2CtaCus 4; CtaO 12.14; Adm Rnb 22,16; la pobreza: TestS
1,9.12.21; 26,3; Test 10 -11; 4; Test 24; la obediencia:
sus nombre y palabras: Adm
2CtaF 40 ; 1CtaCus 10 ; CtaO
20 ,1; Test 12-13; sus precep-
10 ; Rnb 5,15; 17,1 - la paz:
tos: OfP 7,8; 15,13 - el Espíri-
2CtaCus 1 - las obras: 1CtaF
tu Santo: Test 40 - la Virgen
María: CtaO 21; UltVol 1 - la 1,10 ; 2,21; 2CtaF 53.87; Test
bendición de Francisco: Test 39 - las intenciones: CtaO 14
41 - las virtudes: SalVir 1 - la - la cuaresma: Rb 3,6. Cf. Dios,
pobreza: Rb 5,4; UltVol 2. Cf. Santísimo.
Santo. Satanás: Cf. Demonio.
Santo/a: cada vez que se tra- Seguimiento, seguir: la volun-
ta de Dios, de un misterio, de tad de Dios: Rnb 22,9 - a Cris-
una virtud, etc. Principales to: sus huellas: 2CtaF 13; CtaO
usos: - la cruz de Cristo: OfP 51; CtaL 3; Rnb 1,1; 22,2; su
7,8; 15,13; Adm 5,8; Test 5 doctrina y ejemplo: Rnb 1,1-3
Escritos de Francisco de Asís
356
357
10 ,1; Rb 6,9 - a los leprosos: 2,5.14; 2CtaF 65.71; SalVir 11;
Rnb 8,10; Test 1 - s. de trans- Rnb 8,2; 22,16; Rb 10,7; Test 7
mitir las palabras del Señor: - Satanás ciega al hombre con
2CtaF 2 - servir corporalmente las vanidades de este s.: 2CtaF
al mundo: 1CtaF 2,5; 2CtaF 65 72-85; Rnb 22,20-24 - la re-
- al cuerpo le es amargo s. a nuncia al s.: 2CtaF 36; Test 3
Dios: 2CtaF 69. - por los s. de los s.: AlHor 1-10;
Siena: TestS. OfP 1,10 y passim; 2CtaF 62;
CtaO 4.33.52; Rnb 17,19;
Siervo: término de uso fre- 23,6.11; 24,5. Cf. Mundo.
cuente en Francisco, espe-
cialmente para designar a Silencio: en los eremitorios:
sus hermanos. Algunos usos REr 3-4.8 - los hermanos han
más importantes: s. de Dios: de empéñense en guardar s.:
AlHor 6; OfP 6,15; 14,10 ; Rnb 11,2.
CtaJac 1; Adm 6,3; 11,1-3; Simple, simplicidad: la s. uni-
12,1; 13,1; 23,1-3; 24,1; FVCl dad de Dios: CtaO 52 - Fran-
1; Rnb 7,12; 22,26; 23,4; Rb cisco: VerAl 11; Test 29 - los
bula 1; 5,5 - dichoso el s.: Adm hermanos s.: CtaO 2 - la bien-
10,3; 17,1; 18,2; 19,1.4; 21,1; aventuranza del que es teni-
22,1-3; 25,1; 26,1; 28,1.3 - a do por s. y despreciable: Adm
ejemplo de María: OfP ant 1; 19,1 - la s. es hermana de la
SalVM 5 - el papa: Rb bula 1 sabiduría: SalVir 1 - confunde a
- Francisco: 2CtaF 1.2.86; CtaA la sabiduría del mundo: SalVir
1; 1CtaCus 1; 2CtaCus 1; CtaM 10 - el espíritu del Señor bus-
9; CtaO 3; Test 41 - los minis- ca la pura s. y la paz del espí-
tros: 2CtaF 42; Rnb 4,2.6; 5,3. ritu: Rnb 17,15. Cf. Iletrado,
4.6.7.11; 16,3; 18,2; Rb 8,1; Sencillez.
10,1.5-6 - los hermanos: s. de
todos: 2CtaF 47; Rnb 23,7; s. Soberbia: Cf. Orgullo.
humildes: Rnb 11,3; Rb 5,4-5; Solicitud: Cf. Afán.
10 ,5; s. inútiles: Rnb 11,3; Súbdito: Francisco s. de todos:
23,7 - Dios redime a sus s.: 2CtaF 1 - los hermanos s. de
OfP 6,15. Cf. Cristo, Menor, Mi- la santa Iglesia: Rb 12,4; de
nistro, Obediencia, Sumisión. todos los de la casa en que
Siglo: sus vanidades: 2CtaF 71 trabajan: Rnb 7,2 - los herma-
- enemigo de Dios: 1CtaF nos que son s.: Adm 3,5.7;
Escritos de Francisco de Asís
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Testimonio: de la propia for- pensa en el cielo: ExhCl 6. Cf.
ma de vida: Rnb 16,6 - mos- Salario, Servicio.
trarse gozosos, mesurados, Tribulación: OfP 1,5; 5,2;
mansos, humildes: Rnb 7,16; 11,1.7-8; 12,9; 1CtaF 2,15;
11,9; Rb 3,10-14 - de palabra 2CtaF 82; Rnb 17,8; 22,3.15
y obra: CtaO 9 - los falsos t.: - seguir al Señor en la t.: Adm
Rnb 22,7. Cf. Ejemplo. 6,2 - soportarla en paz: Adm
Títulos: a ninguno se le llame 15,2 - las t. procuran la vida
prior: Rnb 6,3; ni padre: Rnb eterna: Cánt 10 ; Adm 6,2 -
22,34; ni maestro: Rnb 22,35. son fuente de alegría: Adm
Cf. Custodio, Guardián, Mi- 5,8; VerAl 14; Rnb 17,8 - el
nistro. Señor es refugio en la t.: OfP
11,7-8 - invocarle en las t.: OfP
Trabajo: de Francisco: Test 20
12,8-9; 13,5. Cf. Dolor, Enfer-
- la gracia del t.: Rb 5,1 - los
medad, Persecución.
hermanos trabajadores: Rnb
17,5 - los que saben trabajar, Tribunal: de Jesucristo: 1CtaF
trabajen y los que no saben, 2,22; 2CtaF 87; Rnb 9,6. Cf.
aprendan: Rnb 7,3; Test 20-21 Juicio.
el que no quiera trabajar que Trinidad: en el nombre de la T.:
no coma: Rnb 7,5 - el ejemplo 2CtaF 86; CtaO 1; Rnb pról 1;
del t.: Test 21 - t., oración o 23,10 - T. y Unidad: AlD 3;
alguna obra buena: Rnb 7,12 CtaO 1.52; Rnb 21,2; 23,11;
- cualidades y condiciones del 24,2 - ensalzar a la T.: ExhAD
t.: CtaAnt 2; Rnb 7,1-3.10; 8,9; 18; AlHor 4. 9-10 ; ParPN 11;
Rb 5,2; Test 19-20 - los her- OfP 1,11, y passim; 2CtaF 62;
manos pueden tener herra- Rnb 3,10 ; 24,5 - igualdad de
mientas para su t.: Rnb 7,9 - t. naturaleza: Adm 1,7 - el Hijo
prohibidos: Rnb 7,1-2 - evitar y el Espíritu Santo dan gracias
negocios turbios: Rnb 8,12 - el al Padre: Rnb 23,5 - Cristo ac-
t. de la mendicación: Rnb 9,9 túa con el Padre y el Espíritu
- medio ordinario de susten- Santo: CtaO 33 - fe en la T. a
to: Rnb 7,4.7; Rb 5,3; Test 22 través de la palabra: Rnb 16,7
- por el t. pueden recibir lo ne- - el Padre creó todo por me-
cesario, menos dinero: Rnb dio del Hijo y el Espíritu San-
7,7; 8,3.8; Rb 5,3 - su recom- to: Rnb 23,1 - el Padre quiso
Escritos de Francisco de Asís
360
361
nombre de Cristo: CtaO 4 - a la mente: Rnb 23,11 - perseve-
eucaristía: CtaCle 11; 1CtaCus rar en la v. fe y la penitencia:
2-5.7; CtaO 12-14.22; Rnb Rnb 23,7 - los v. adoradores:
20,5; Test 9-11 - a la palabra de 2CtaF 18-20; Rnb 22,31 - amar
Dios: 1CtaCus, 2; CtaO 35-37; de v.: a Dios: ParPN 8; Adm
Test 12 - a los sacerdotes y 9,2; Rnb 11,6; 23,8; a los her-
clérigos: 2CtaF 33; Adm 26; manos: Rnb 11,6; a los ene-
Rnb 19,3; Test 6-10 - a los teó- migos: ParPN 8 - la v. obe-
logos: CtaAnt l; Test 13 - al diencia: CtaM 4; 1CtaCus 10 ;
ministro: CtaO 38 - a los her- Adm 3,4; Rnb 5,15.17 - la v.
manos: Rnb 7,15 - a los obje- pobreza: Adm 14 4 - la v. paz:
tos de culto: CtaCle 4; CtaO Adm 15,2; Rnb 17,15 - la v.
34; 1CtaCus 3 - al sepulcro de alegría: Adm 20 ,1; VerAl - la
Cristo: CtaO 21. v. virtud: VerAl 15 - el santo y
Verbo: Cristo es el V. del Pa- veraz mandamiento: OrSD 3.
dre: 2CtaF 3-4. Cf. Cristo, Hijo Cf. Cuerpo y sangre de Cristo,
de Dios, Palabra. Hipocresía.
Verdad, verdadero: Dios: es la Vergüenza: seguir a Cristo en
v. y el único Dios v.: OfP ben; su v.: Adm 6,2 - es gran v.
15,1; AlD 3; 1CtaCus 7; Adm contentarse con referir las
1,21; 16,2; Rnb 17,18; 23,6. obras de los santos: Adm 6,3
9; su palabra es la v.: Rnb - mendigar sin v.: Rnb 9,4-7;
22,49-50; envió su v.: OfP 3,5; Rb 6,3 - no avergonzar al her-
su v. sobre las nubes: OfP mano pecador: CtaM 15 - so-
3,11; maldice a los que no portar benignamente la v. por
obran en v.: CtaO 19-20 - Je- un pecado que no se come-
sucristo es la v.: Adm 1,1; Rnb tió: Adm 22,2-3 - considerar
22,40 ; la v. sabiduría del Pa- amigos a los que nos aver-
dre: 2CtaF 67; la luz v. 2CtaF güenzan: Rnb 22,3.
66; Dios y v. hombre: Adm Vestido: la Virgen María, v. de
1,8-9; Rnb 23,3; ha tomado Dios: SalVM 5 - v. de los her-
carne v.: Adm 1,19; 2CtaF 4; manos: Rnb 2,13-14; Rb 2,
pide al Padre para los suyos la 4-16 - v. del novicio: Rnb 2,8;
v.: Rnb 22,49.52 - reconocer Rb 2,9 - estar contentos con
la v., vivir en la v.: Adm 1.15; tener con qué comer y con
ExhCl 2 - creer v. y humilde- qué vestirse: Rnb 9,1; Test 16
Escritos de Francisco de Asís
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363
cólera y de la turbación: Rnb poder visitar: 2CtaF 3 - v. a las
5,7; 16,19; Rb 7,3 - de la hipo- iglesias: 2CtaF 33; Test 18.
cresía: Rnb 7,16 - de las com- Vocación: por inspiración di-
pañías sospechosas de muje- vina: FVCl 1; Rnb 2,1; 16,3; Rb
res: Rnb 12,1; Rb 11,1 - v. y 12,1 - el Señor me reveló: Test
oración: Rnb 22,27. 14-15 - confirmada por la au-
Vil: Francisco se considera a toridad: Rnb pról 2; 16,4; Rb
sí mismo v.: CtaO 3 - consi- 12,2; Test 15. Cf. Revelación.
derarse como el más v.: Adm Voluntad: de Dios: nos ha
12,3 - ser considerados v.:
creado por su v.: Rnb 23,1;
Adm 19,1 - los hermanos han
hágase tu v.: ParPN 5; hemos
de estar alegres cuando con-
de seguir su v. y agradarle:
viven entre gente v.: Rnb 9,2
OrSD; OfP 6,12; 7,8; 15,13;
- llevar vestidos v.: Rnb 2,14;
Rb 2,16 - la carne ha de ser CtaO 15; CtaL 3; Rnb 22,9; a
tenida por v.: Rnb 17,14 - las los que la cumplen, la muerte
cosas santas son, a menudo, no puede hacerles ningún
tratadas como v.: CtaCle 4-5; mal: Cánt 13; aceptar su v.
1CtaCus 1; 2CtaCus 2-3. Cf. en toda situación: CtaM 2-3;
Pobreza. desear estar sano o enfermo,
según Dios quiera: Rnb 10 ,3
Virtud: SalVir - las v. provienen - de Jesucristo: puso su v. en
del Señor: SalVM 6; SalVir 4 la del Padre: 2CtaF 10; la v. del
- infundidas por él en los co- Padre fue que se entregara por
razones para hacerlos fieles: nosotros: 2CtaF 11; somos
SalVM 6 - objeto de la predica- sus hermanos si cumplimos
ción de los hermanos: Rb 9,4 la v. del Padre: 1CtaF 1,9;
- la pobreza sublima en v.: Rb 2CtaF 52 - de Francisco: su
6,4 - inseparables unas de última v.: TestS 2; no quiere
otras: SalVir 6-7 - confunden los hacer nada al margen de la v.
vicios y pecados: SalVir 8-14 del guardián: Test 28 - no
- la verdadera v.: VerAl 15 - las apropiarse la v.: Adm 2,3; 3,10
v. de los cielos: OfP ant 2; Rnb - no querer abajarse por pro-
23,6; Test 40. Cf. Ángeles. pia v.: Adm 19,3-4 - no predi-
Visita: de los ministros a los car contra la v. de los sacer-
hermanos: REr 8; Rnb 4,2; Rb dotes : Test 7 - v. espiritual de
10 ,1 - Francisco escribe al no repartir los bienes: Rnb 2,11;
Escritos de Francisco de Asís
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365
2. ESCRITOS DE CLARA
367
carse solo al Señor: 1PrivP 2; fesarse: RCl 3,12; para hablar
2Priv 2 - el h. de Clara de es- en el locutorio: RCl 5,5-6; para
cribir a Inés: 4CtaCl 4. Cf. Ar- enviar o recibir algo: RCl 8,7.
diente, Deseo. Avaricia: desecharla: RCl 10,6.
Apóstol: RCl bula 20 - dice el Ayuda: de Cristo: TestCl 18.41;
a.: 3CtaCl 8; TestCl 4 - las her- CtaErm 16 - de Francisco y
manas no están obligadas a de los hermanos: RCl 12,6;
ayunar en las fiestas de los a.: TestCl 48.51 - a Francisco en
3CtaCl 36. Cf. Felipe, Juan, Pa- la restauración de San Da-
blo, Pedro, Santiago. mián: TestCl 13 - a los miem-
Apropiación: Cf. Desapropia- bros del cuerpo de Cristo que
ción. caen: 3CtaCl 8 - de la oración:
1CtaCl 34.
Ardiente, ardor: el amor a Cris-
to: 4CtaCl 28 - el deseo de se- Ayuno: normas sobre el a.:
guir a Cristo: 1CtaCl 13 - el 3CtaCl 32-37; RCl 3,8-11 - co-
amor de Clara a Inés: 4CtaCl mer en tierra pan y agua como
37 - la caridad: 2CtaCl 7; penitencia: RCl 9,2. Cf. Peni-
4CtaCl 27. tencia.
Asís: ciudad: RCl bula 21 - Cla- Banquete: el b. de bodas del
ra de A.: CtaErm 1 - San Da- Cordero: 4CtaCl 9-10 .
mián de A.: 1CtaCl 2; 4CtaCl Belleza: del Hijo de Dios:
2; RCl bula 2.10 ; 1PrivP 1; 1CtaCl 9; 2CtaCl 20 ; 3CtaCl
2PrivP 1. 16; 4CtaCl 10 .
Autoridad: apostólica: RCl bula Bendición: de Dios: TestCl 79;
3.8; 1PrivP 7; 2PrivP 7 - del BenCl 2-5; CtaErm 15 - del
señor papa: RCl bula 16 - del papa: RCl bula 2 - del cardenal
obispo diocesano: RCl 2,5. Cf. Reinaldo: RCl bula 11 - de Cla-
Cardenal, Ministro, Obispo, ra: TestCl 79; BenCl - de la aba-
Papa, Protector. desa: RCl 11,9 - bendecir a
Autorización: del cardenal Dios: TestCl 22.
protector: RCl 2,3 - del obis- Benignidad: de Dios, de Cris-
po diocesano, RCl 2,5 - del to: 4CtaCl 11; TestCl 2.6.15
marido de una candidata: RCl - de la Sede Apostólica: RCl
2,4 - de la abadesa: para con- bula 3 - del cardenal protector:
Escritos de Clara de Asís
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369
con Inés de Praga: 4CtaCl 5; 21-23; RCl 8,4; 10,12 - el Pa-
con Ermentrudis: CtaErm 17 dre c.: RCl 6,1.3; TestCl 14.24
- de Inés de Praga: 2CtaCl 7; - Cristo esposo c.: 1CtaCl 17;
3CtaCl 30 ; 4CtaCl 7.40 - de 3CtaCl 1; 4CtaCl 21.27.30 ;
la abadesa: RCl 8,13; 10,1 - de BenCl 9 - los bienes c.: 1CtaCl
las hermanas: RCl 8,10 ; 9,5; 30 - las aves del c.: 1CtaCl 18;
TestCl 60 .69 - virtud de la c.: 1PrivP 6; 2PrivP 6.
1CtaCl 25; 2CtaCl 7; 3CtaCl 22;
4CtaCl 5.27.37. Cf. Amor. Clara: hija amada en Cristo:
1PrivP 1; 2PrivP 1 - señora: RCl
Carne, carnal: la c. no es de bula 10 - sierva-esclava: 1CtaCl
bronce: 3CtaCl 38 - la lengua 2.33; 2CtaCl 2; 3CtaCl 2;
de c.: 4CtaCl 35-36 - hija c.: 4CtaCl 2; RCl 1,3; TestCl 37.
RCl 8,16. Cf. Cuerpo. 79; BenCl 6; CtaErm 1 - her-
Carrera: de Inés de Praga: mana: RCl 1,5; BenCl 6 - ma-
2CtaCl 2; 3CtaCl 3; 4CtaCl dre: 4CtaCl 33; TestCl 79;
30-31. BenCl 6 - abadesa de San Da-
Castidad, casto: vivir el Evan- mián: RCl bula 2.10; 1,5 - pe-
gelio en c.: RCl 1,2 - llevar al queña planta de Francisco: RCl
Hijo del Altísimo en un cuer- 1,3; TestCl 37.49; BenCl 6. Cf.
po c.: 3CtaCl 25 - permanecer Abadesa, Hermana, Madre,
c. amando al Señor: 1CtaCl 8. Sierva.
Cf. Esposa. Claustro: el vientre de la Vir-
Castigo: para el que vaya te- gen María en el que acogió al
merariamente contra el Privi- Hijo de Dios: 3CtaCl 19. Cf.
legio de la pobreza: 1PrivP 10; Clausura, Enclaustrada.
2PrivP 9. Clausura: permanecer en c.:
Católico: examinar de la fe c.: RCl 2,13 - normas sobre la c.:
RCl 2,3 - perseverar en la fe c.: RCl 5,1-17; 11,1-12. Cf. En-
12,13. Cf. Iglesia. claustrada.
Cielo, celestial: 1CtaCl 20. 22- Clérigo: compañero del cape-
23; 2CtaCl 5.21; 3CtaCl llán: RCl 12,5.
3.6.18.20 -22.28; 4CtaCl 10 ;
Cólera: Cf. Ira.
RCl 8,6; BenCl 8.10 .12;
CtaErm 9 - el reino de los c.: Comunidad, común: de las
1CtaCl 16.25.28-30 ; 2CtaCl hermanas: RCl 4; 7,4; TestCl
Escritos de Clara de Asís
370
371
Cordero (Cristo): 4CtaCl 1.3.8. Cuerpo, corporal: de Cristo:
Cf. Jesucristo. flagelado: 2CtaCl 20 ; eucarís-
tico: 1PrivP 10; Iglesia sufrien-
Corona, coronar: Cristo ha c.
te en sus miembros: 3CtaCl 8
a Inés: 1CtaCl 11- Inés, c. de - el c. morada del Hijo del Al-
las hermanas: 3CtaCl 11 - Er- tísimo: 3CtaCl 25 - c. frágil y
mentrudis recibirá la c. de la débil: 3CtaCl 38-39; TestCl 27;
vida: CtaErm 4. 1PrivP 5; 2PrivP 5 - las herma-
Corrección: del cardenal pro- nas habitan encerradas en el c.:
tector: RCl 12,12 - del visita- RCl bula 13 - guardar los man-
dor: RCl 12,3 - de la abadesa: damientos con todo el empe-
RCl 10,1 - de los que atentan ño del alma y del c.: TestCl 18
contra el Privilegio de la po- - el ayuno y la flaqueza c.:
breza: 1PrivP 10 . 3CtaCl 38-39; RCl 3,11 - la
penuria c.: 1CtaCl 6.
Creador: el alma fiel es su
morada: 3CtaCl 22. Cuidado: de guardar los man-
damientos de Dios: TestCl 18
Criatura: el alma del hombre - amoroso c. de Francisco para
fiel es la más noble c.: 3CtaCl con las hermanas: RCl 6,4;
21 - las c. no pueden conte- TestCl 29 - de Clara para cus-
ner al Creador: 3CtaCl 22. todiar la pobreza: RCl 6,10 ;
Cristo: Cf. Jesucristo. TestCl 40.42 - de la abadesa:
RCl 2,21; 11,10 ; TestCl 53
Cruz: Cristo sufre en ella: - por observar la forma de vida:
1CtaCl 13-14; 2CtaCl 20 -21; RCl 2,21; 10 ,7; TestCl 40 .42;
4CtaCl 23-24; CtaErm 11-13 BenCl 15 - cuidarse; de toda
- María bajo la c.: CtaErm 12 preocupación y solicitud: RCl
- meditar los misterios de la 2,10; 10,6; de la preocupación
c.: CtaErm 12 - tomar la pro- de aprender letras: RCl 10 ,8.
pia c.: CtaErm 9 - morir con Culpa: apartarse del camino
Cristo en la c. de la tribulación: del Señor por la propia c.:
4CtaCl 21. Cf. Pasión. TestCl 74 - imponer la peni-
Cuaresma: mayor: RCl 5,16 tencia que corresponde a la
- de san Miguel: RCl 5,16 - co- c. RCl 9,19. Cf. Pecado.
midas de c.: 3CtaCl 32.37. Cf. Dama: Clara: RCl bula 10 - las
Ayuno. her manas de San Damián
Escritos de Clara de Asís
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373
Dios, divino: D. es: fiel: CtaErm Discernimiento, discreción:
15; todopoderoso: RCl bula 20; de la abadesa: TestCl 63 - del
consuela y se apiada: RCl 12,7; «consejo» de discretas de la
TestCl 10 ,38 - el amor de D.: abadesa: RCl 4,23-24; 5,7; 7,5;
4CtaCl 40 ; TestCl 15.60 - la 8,11.20 ; 9,19 - de la portera:
palabra de D.: RCl 4,3;5,10 - la RCl 11,1 - del compañero del
voluntad de D.: TestCl 30; los capellán: RCl 12,5 - de las per-
mandamientos de D.: TestCl sonas que aconsejan: RCl 2,11
18 - la sabiduría que proviene - actuar con d.: 3CtaCl 31.40;
de D.: 3CtaCl 6 - la promesa RCl 2,17; 5.3 - el rigor indis-
de D.: 1CtaCl 16 - la dulzura creto de las penitencias de
de D.: 3CtaCl 14 - los benefi- Inés de Praga: 3CtaCl 40 . Cf.
cios de D.: TestCl 6-7 - las gra- Providencia.
cias de D.: 3CtaCl 21; 4CtaCl Discreta/o: la abadesa: TestCl
18; TestCl 41; CtaErm 2 - con- 61 - el «consejo» de la abade-
templar a D.: 3CtaCl 13; ser- sa; 4,23-24; 5,7; 7,5; 8,11.20;
virle: 1CtaCl 26; RCl bula 13;
9,19 - la maestra de novicias:
TestCl 51; pedirle: CtaErm 17;
RCl 2,21 - la portera: RCl 11,1
alabarle: TestCl 22; temerle:
RCl 2,11; amarle y dirigirse a él: - las personas que ofrecen su
TestCl 45; CtaErm 8.11 - renun- consejo a la hora de distribuir
ciar por D. a los propios quere- los bienes a los pobres: RCl
res: RCl 10,2; TestCl 67 - la pro- 2,11.
mesa hecha a D: TestCl 47.52 Dolor: de Cristo: 4CtaCl 25
- Jesucristo nos reconcilia con - de María al pie de la cruz:
D.: 1CtaCl 14 - Cristo sustan- CtaErm 12.
cia d.: 3CtaCl 13 - el cuerpo y Don: de Dios: 1CtaCl 25.32;
la sangre de Jesucristo: 1PrivP 2CtaCl 3; 4CtaCl 9; RCl 7,1;
10 - la vocación d.: 2CtaCl 17 TestCl 25.48.64.73.78; BenCl
- el juicio d.: 1PrivP 10 - la ins-
8 - de Cristo: 3CtaCl 15 - de la
piración d.: RCl 2,1; 6,3 - el
abadesa: RCl 2,21; 8,7-9.
trono de D.: 4CtaCl 3.39 - los
ángeles y los santos de D.: Dulzura: la d. que Dios da:
BenCl 7 - Inés, cooperadora 3CtaCl 14 - la madre de Cris-
de D.: 3CtaCl 8. Cf. Espíritu to es dulce: 3CtaCl 18 - la
Santo, Jesucristo, Padre, Señor, amargura se convierte en d.:
Trinidad. TestCl 70 .
Escritos de Clara de Asís
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Espíritu, espiritual: de Cristo: Estudios: Cf. Letras.
1CtaCl 18 - de la santa ora- Eterno: Cristo: el Rey e.:
ción y devoción: RCl 7,2 - de 4CtaCl 1; el espejo de la eterni-
humildad y caridad: 2CtaCl 7 dad: 3CtaCl 12; esplendor de
- del hombre: 1CtaCl 6.32; la gloria e.: 4CtaCl 14 - las
3CtaCl 12; 4CtaCl 26; TestCl moradas e.: 2CtaCl 21 - la feli-
18; CtaErm 11 - la hermana e: cidad e.: 1CtaCl 2 - los bienes
RCl 8,16 - padre, madre, hi- e.: 1CtaCl 15-16; 2CtaCl 23
jas, hijos e.: BenCl 13 - llevar a - la visión e: 1CtaCl 34 - el
Cristo espiritualmente: 3Cta- premio e.: CtaErm 5 - dejar lo
Cl 25 - la alegría e.: 1CtaCl 21. temporal por lo e.: 1CtaCl 30.
Cf. Espíritu Santo.
Eucaristía: misa de un obispo
Espíritu Santo: 2CtaCl 14; dentro del monasterio: RCl
4CtaCl 7.35; RCl 2,9; 6,3; 10,9; 11,9 - misas de difuntos: RCl
TestCl 11; BenCl 1. Cf. Dios, 12,11. Cf. Comunión eucarís-
Trinidad. tica.
Esplendor: de Cristo: 3CtaCl Evangelio: vivir según el E.:
12; 4CtaCl 14 - de los santos: RCl 1,2; 6,3; 12,13 - decir las
2CtaCl 21 - Inés adornada es- palabras del E.: RCl 2,8.
plendorosamente con la insig- Exhortación: Cf. Amonesta-
nia de la virginidad: 1CtaCl 13. ción.
Esposa/o: Cristo, e. celestial: Extranjera: Cf. Peregrina.
1CtaCl 7; 2CtaCl 20.24; 4CtaCl
Familiaridad: de la abadesa
30 ; 1PrivP 5 2PrivP 5 6 - las
para con sus hermanas: RCl
hermanas desposadas con el 10 ,4. Cf. Abadesa.
Espíritu Santo: RCl 6,3 - Inés: e.
del Señor Jesucristo: 1CtaCl Fe: permanecer firmes en la f.
12.24; 2CtaCl 1.7; 3CtaCl 1; católica: RCl 12,13 - el vigor
4CtaCl 1.4.7.15.17; desposada de la f.: 3CtaCl 7 - la necesidad
con el Cordero: 4CtaCl 8; ha- de la f.: CtaErm 7 - f. de las que
bría podido desposarse con el desean incorporarse a la Or-
emperador: 1CtaCl 5; 2CtaCl den: RCl 2,3.
- tálamo celestial: 2CtaCl 5 Felicidad, feliz: del abrazo de
- e. de una postulante casada: Cristo: 4CtaCl 32 - eterna:
RCl 2,5. 1CtaCl 2.30 - de Inés de Praga:
Escritos de Clara de Asís
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quete: 4CtaCl 9 - de la visión 25-26; 3CtaCl 4.11.42; RCl
de Dios: 1CtaCl 34 - de la sal- bula 2; TestCl 6; TestCl 19.
vación: 3CtaCl 2 - del espíritu: 25.37.39.44.50.52-53.56.
4CtaCl 7 - en el seguimiento 60 -63.67.79 BenCl 4.14 - las
de Cristo: 2CtaCl 13 - renun- h. de la comunidad de la Or-
ciar al g. de los honores del den de las Hermanas Pobres:
mundo: 1CtaCl 5 - de Clara y RCl 1-12.
de Inés: 1CtaCl 3-4.21; 3CtaCl
Hermanas Pobres: Cf. Damas
4; 4CtaCl 7. Cf. Alegría.
Pobres, Hermana, Orden.
Gracia: de Dios: 2CtaCl 3.25;
3CtaCl 21; 4CtaCl 18; RCl 6,1; Hermano: el obispo de Ostia:
TestCl 24.26.31.58; CtaErm 2 RCl bula 7 - Francisco: RCl 6,7
- del Señor Jesucristo: 1CtaCl 9; - los h. de Francisco: RCl 6,4 -5;
TestCl 31 - de trabajar: RCl 7,1 TestCl 9.28-29.36 - la Orden
- crecer en g.: BenCl 9 - pedir de los H. Menores: RCl 4,2;
una g. a la Orden de los Her- 12,1.5-7.12; TestCl 44 - Elías:
manos Menores: RCl 12,7. 2CtaCl 15 - Amado: 4CtaCl 40
- Buenagurio: 4CtaCl 40 - de-
Gregorio IX: 2PrivP 1. cir el oficio como los H. Me-
Habitación: celdita de la por- nores: RCl 3,1 - los h. laicos
tera: RCl 11,1. Cf. Morada. para ayuda de las h. en su po-
Hablar: lugares, tiempo y ma- breza: RCl 12,6. Cf. Orden.
nera de h.: RCl 5; 8,19-21; Hermoso, hermosura: Cristo:
9,13; 10 ,4; 12,4 - la lengua 1CtaCl 9; 3CtaCl 16; 4CtaCl
del espíritu: 4CtaCl 35. Cf. Si- 9-10.
lencio. Hija: las hermanas de San Da-
Heredera: la pobreza hace a mián: 4CtaCl 38; RCl bula 2.
las hermanas h. del reino de 11; TestCl 63; BenCl 4.12-13;
los cielos: RCl 8,4. 1PrivP 1; 2PrivP 1 - Inés: h. del
Hermana: de Cristo: 1CtaCl Rey sumo: 2CtaCl 1; 4CtaCl
12.24; 3CtaCl 1 - Clara: RCl 1,5; 4.17; RCl 6,3; del rey de Bohe-
BenCl 6 - Inés de Asís: 4CtaCl mia: 1CtaCl 1; de Clara: 4CtaCl
38 - Inés de Praga: 1CtaCl 12; 36.39 - las hermanas de Inés
2CtaCl 24; 3CtaCl 1 - Ermen- de Praga: 4CtaCl 37-39 - Er-
trudis: CtaErm 1-2 - las h. de mentrudis y sus hermanas:
San Damián: 1CtaCl 33; 2CtaCl CtaErm 3.15.
Escritos de Clara de Asís
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Imitación: Francisco, imitador Jesucristo: Hijo en la Trinidad:
del Hijo de Dios: TestCl 5 - Inés BenCl 1 - Altísimo: RCl 6,7 - Hijo
de Praga, imitadora del Padre: de Dios: 1CtaCl 24; 3CtaCl
2CtaCl 4. Cf. Huellas, Segui- 17-18; TestCl 5.35.46; CtaErm
miento. 11 - Hijo del hombre: 1CtaCl 18
Indigencia: del Hijo de Dios: - nacido de la Virgen María:
1CtaCl 19 - de los hombres: 3CtaCl 18 - Niño santísimo:
1CtaCl 20 . Cf. Abandono, Po- RCl 2, 25 - pobre crucificado:
breza, Renuncia. 1CtaCl 13 - redentor: 1PrivP 10
- esposo: 1CtaCl 7.17; 2CtaCl
Indigna: Clara: sierva i. de Cris- 20 .24; 4CtaCl 30 ; 1PrivP 5;
to: 1CtaCl 2; 3CtaCl 2; RCl 1,3; 2PrivP 5 - luz: 4CtaCl 14 - ca-
Test 37; las hermanas de San mino, verdad, vida: TestCl 5;
Damián: 2CtaCl 2; 4CtaCl 2. 1PrivP 3; 2PrivP 3 - el más be-
Inés (mártir): 4CtaCl 8. llo de los hombres: 2CtaCl 20
- hecho el más vil de los va-
Inés de Asís: 4CtaCl 38. rones: 1CtaCl 19; 2CtaCl 20
Inés de Praga o de Bohemia: - se dará a sí mismo a las her-
1CtaCl; 2CtaCl; 3CtaCl; 4CtaCl; manas: 1PrivP 6 - da su paz:
hija del rey de B.: 1CtaCl 2; 1PrivP 11 - reinaremos con él:
3CtaCl 1. 1CtaCl 27 - seguir sus huellas,
Infierno: CtaErm 6. su humildad y pobreza: 1CtaCl
17; 2CtaCl 18; 3CtaCl 4; RCl
Inocencio III: TestCl 42; bula 13; 6,7; 12,13; TestCl 46;
1PrivP 1. CtaErm 9 - amarle: CtaErm 11
Inocencio IV: RCl bula 1.18; 1,3. - servirle: 1CtaCl 2.4; 3CtaCl 2;
Inspiración: Cf. Iluminación. 4CtaCl 2; RCl bula 13; TestCl
37.48; BenCl 6; CtaErm 1 - pe-
Inútil: Cf. Indigna. dirle: BenCl 1.7 - ser esposa
Ira: impide la caridad: RCl 9,6 de J.: 1CtaCl 7.12; 2CtaCl 1;
- las hermanas no se aíren: 4CtaCl 7.15 - ser hermana de J.:
RCl 9,5. 1CtaCl 12; 3CtaCl l - ser ma-
dre de J.: 1CtaCl 12 - hijas en
Jerarquía: Cf. Autoridad, Car- J.: 4CtaCl 37; RCl bula 2 - ser
denal protector, Obispo, Papa. señora de J.: 3CtaCl 1.11 - vivir
Jerusalén: Jerusalén celestial: en su caridad: 1CtaCl 31.34;
4CtaCl 13. TestCl 59; 1PrivP 11 - cumplir
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TestCl 75 - fiestas de M.: 3CtaCl Monasterio: San Damián:
36; RCl 3,14. Cf. Madre, Virgen. 1CtaCl 2.33; 4CtaCl 2; RCl bula
Martín (san): cuaresma de san 2.15; TestCl 13.37 - de las
M.: RCl 5,16. Damas Pobres: BenCl 5 - la vida
en el m.: RCl 2,21.24; 3,7;
Memoria: de Cristo: 4CtaCl 4,17.20 .22; 8,7; 9,16-17 - el
12.26; CtaErm 11 - de las pa- retiro del m.: RCl 6,14; TestCl
labras del Señor: RCl 9,10 - del 54 - entrada y salida del m.:
propósito de vida: 2CtaCl 11; RCl 2,13.18; 8,19-20; 11,8-11;
RCl 10 ,2; TestCl 67 - de las 12,8-12 - las hermanas que
hermanas: 4CtaCl 33-34 - ha- sirven fuera del m.: RCl 2,23;
cer m. de los bienhechores:
3,10 ; 5,1; 9,12.
RCl 7,4.
Morada: el alma fiel m. de
Mendicación: Cf. Limosna.
Dios: 3CtaCl 22-23 - poseer las
Miembros: del cuerpo del Cris- m. celestiales: 2CtaCl 21 - los
to: 3CtaCl 8 - de la comuni- pobres que moraban cerca de
dad: RCl 12,3. Cf. Comunidad, San Damián: TestCl 12 - de Cla-
Iglesia. ra con sus hermanas: 1CtaCl
Miguel (arcángel): BenCl 7. 33; 4CtaCl 2; TestCl 30; BenCl
Ministro: Elías, m. General: 5 - no apropiarse las casas: RCl
2CtaCl 15 - promesa de obe- 8,1. Cf. Monasterio, San Da-
diencia a los m. sucesores de mián de Asís.
Francisco: RCl 1,4-5 - los m. de Mortificación: Cf. Ayuno, Pe-
los Hermanos Menores en la nitencia.
elección de la abadesa: RCl 4,2 Muerte: de Cristo: 2CtaCl
- los m. de la liturgia: RCl 11,9. 20-21; 4CtaCl 23 - de Francis-
Misa: Cf. Eucaristía. co: RCl 6,6; TestCl 34.38 - de
Misericordia: de Dios, de Cris- Clara: TestCl 39.52; BenCl 11
to: 1CtaCl 34; RCl bula 10 ; - Cristo resucita a los muer-
TestCl 2.16.24.31.58; BenCl tos: 4CtaCl 13 - ser fiel hasta la
3.7.12 - de la abadesa: RCl m.: CtaErm 4 - pecar mortal-
3,10; 8,13; 9,18 - de la Orden mente: RCl 9,1. Cf. Cruz, Di-
de los Hermanos Menores funto.
para con las hermanas: RCl Mujer: las hermanas no sean
12,5. madrinas de varones ni de m.:
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Obediencia, obedecer: de Cla- mento de Clara: TestCl 19 - la
ra al papa y a sus sucesores: abadesa ha de o.: la vida de
RCl 1,3; a Francisco y sus su- comunidad: RCl 4,13; las nor-
cesores: RCl 1,4; 6,1; TestCl 25 mas sobre el silencio: RCl 5,8;
- de las hermanas: RCl 1,5; 8,21; la pobreza: RCl 6,11.
4,10; 10,3; TestCl 62.68 - pro- Ociosidad: enemiga del alma:
fesión de o.: RCl 1,2-5; 2,14; RCl 7,2.
6,1 - no o. a la abadesa: si no
hace profesión de pobreza: RCl Ofensa: que se ha de confe-
4,5; si manda algo contra el sar en capítulo: RCl 4,16.
alma y la profesión: RCl 10 ,3. Oficiala: del monasterio: RCl
Obispo: Inocencio: RCl bula 1; 4,22.24.
1PrivP 1 - Gregorio: 2PrivP 1 Oficio divino: modo de rezar-
- Reinaldo: RCl bula 7.10 - au- lo: RCl 3,1-7; 5,13.
toriza el ingreso en la Orden
de las Hermanas Pobres: RCl Olor: el buen o. de Cristo:
2,5 - puede entrar en el mo- 4CtaCl 13.30 - de las virtudes
nasterio para celebrar la misa: de las hermanas: TestCl 58.
RCl 11,9. Operación: la santa o. del Es-
Obras: del Señor: CtaErm 15 píritu: RCl 10 ,9. Cf. Obras.
- de Francisco en favor de las Oración: RCl 3,1-7 - no extin-
hermanas: TestCl 49 - mos- guir el espíritu de o.: RCl 7,2;
trar con o. el amor fraterno: CtaErm 13 - orar con corazón
TestCl 59. Cf. Operación. puro: RCl 10 ,10 - la ofrenda
Observancia, observar: el de la o.: RCl 9,8 - o. por la her-
Evangelio: RCl 1,2 - la fe cató- mana que ha pecado: RCl 9,4
lica y los sacramentos: RCl 2,4 - encomendarse a las o.: 1CtaCl
- la forma de vida: RCl bula 33.35; 2CtaCl 25; 4CtaCl 39.
16; 2,6.14; 1PrivP 8 - lo pro- Cf. Acción de gracias, Euca-
metido al Señor: RCl 10 ,3; ristía, Oficio divino.
BenCl 15 - la pobreza y hu- Orden: de los Hermanos Me-
mildad: RCl 12,13; TestCl nores: RCl 3,1; 4,2; 12,1.5-7.
34.40 -41.47.51 - la forma 12; TestCl 44 - de las Herma-
canónica en la elección de la nas Pobres: RCl 1,1; TestCl 37;
abadesa: RCl 4,1 - el Testa- BenCl 6.
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- el p. de las hermanas: RCl cia en la p.: RCl 10,10 - amar
9,1 - no turbarse por el p. de a los que nos persiguen: RCl
alguno: RCl 9,5. Cf. Culpa. 10 ,11 - dichosos los que pa-
Pedro (apóstol): RCl bula 20 ; decen p. por la causa del rei-
2PrivP 9. Cf. Apóstol. no: RCl 10 ,12.
Penitencia: hacer p.: RCl 6,1; Perseverancia, perseverar: don
TestCl 24 - después de una de Dios: TestCl 73.78 - en el
culpa: RCl 9,1-4 - imponer p. camino de la pobreza: RCl 6,7;
con misericordia: RCl 9,18-19. TestCl 33-47 - la p. final: TestCl
Cf. Ayuno. 78; BenCl 5 - son pocos los
que p.: TestCl 72 - bienaven-
Pentecostés: comulgar en P: turados los que p.: TestCl 73
RCl 3,14. - el que p. será salvado: RCl
Perdón: pedir y conceder p.: 10 ,13 - Clara bendice a las
RCl 9,7-11. que p.: BenCl 5.
Peregrina: las hermanas vivan Perusa: RCl bula 18.
como p. y extranjeras: RCl 8,2. Pesebre: Cristo colocado en
Perfección: de Dios: 2CtaCl 4 un p.: 4CtaCl 19.21; RCl 2,25;
- del don de Dios: 2CtaCl 3 TestCl 45.
- en la imitación de Dios: Piedra: Inés adornada por Cris-
2CtaCl 4-5 - vivir según la p. to con p. preciosas: 1CtaCl 10
del santo Evangelio: RCl 6,3 - el cuerpo no tiene la resis-
- de la vida religiosa: 2CtaCl tencia de las p.: 3CtaCl 38.
3.5.14.17 - de la vocación:
TestCl 3 - del amor mutuo: RCl Pie: a los p. de la Iglesia: RCl
10,7 - de Inés de Praga: 2CtaCl 12,13 - a los p. de una her-
3-5. mana: RCl 9,8 - sin estorbos
en los p.: 2CtaCl 12. Cf. Hu-
Perfume: de Cristo: 4CtaCl mildad, Obediencia.
13.30 - de la buena fama de
las hermanas: TestCl 58. Planta: Clara, pequeña p. de
Francisco: RCl 1,3; TestCl 37;
Permiso: Cf. Autorización, Li- BenCl 6 - las hermanas de la
cencia. comunidad de San Damián:
Persecución: las hermanas TestCl 49 - Francisco planta-
han tener humildad y pacien- dor: TestCl 48.
Escritos de Clara de Asís
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ción de tierra necesaria para Raquel: 2CtaCl 11.
el decoro del monasterio: RCl Razonable: causa r.: para salir
6,14-15; TestCl 53-55. Cf. del monasterio: RCl 2,13; para
Bien, Desapropiación.
no decir el oficio leyendo: RCl
Propósito: de Clara y las her- 3,2; para dejar entrar en el
manas: RCl bula 14; TestCl 33; monasterio: RCl 11,8 - las her-
1PrivP 4.7-8; 2PrivP 4-5 - de manas no reciban nada que
Inés de Praga: 2CtaCl 11.14. pueda considerarse razona-
Protector: Cf. Cardenal. blemente una propiedad: RCl
Providencia, proveer: de Dios: 6,12-13.
1PrivP 6; 2PrivP 6 - p. (discre- Recompensa: Dios es nuestra
ción) de la abadesa: RCl r.: CtaErm 16 - don de Dios;
2,17.21; 5,17; 8,11.13; 9,18; 1CtaCl 32; 3CtaCl 16; 1PrivP 11
TestCl 64 - de las hermanas - la r. celeste y eterna: 1CtaCl
con las enfermas: RCl 8,12-14. 23; 3CtaCl 3; TestCl 23;
Cf. Discreción. CtaErm 5.
Prudencia: de Inés de Asís: Reconciliación: con Dios por
4CtaCl 38 - de Inés de Praga: medio de Cristo: 1CtaCl 14.
3CtaCl 31 - del capellán: RCl
Recuerdo: Cf. Memoria.
12,5. Cf. Discreción, Providencia.
Puerta: del monasterio: RCl Redención, redentor: Cristo:
5,9; 11,3-12 - de la reja: RCl 5, CtaErm 16; 1PrivP 10 - traba-
11-13 - la celdita de la porte- jos y penalidades que sopor-
ra no tenga p.: RCl 11,1 - pa- tó Cristo por la r.: 4CtaCl 22.
sar por la p. estrecha: 1CtaCl Cf. Cruz, Jesucristo.
29; TestCl 71. Refectorio: RCl 4,13; 5,2; 9,2.
Puro: orar a Dios con corazón Reina: Inés de Praga, esposa
p.: RCl 10,10 - el amor de Cristo de Cristo Rey: 2CtaCl 1.20 ;
hace p.: 1CtaCl 8. Cf. Virginidad. 4CtaCl 1.15.27 - la pobreza
Querida/o, queridísima: Cf. hace r. a las hermanas: RCl 8,4
Amada. - las r. del mundo: 3CtaCl 27.
Quereres: renunciar, por Dios, Cf. Rey.
a los propios q.: RCl 10 ,2; Reinaldo (cardenal): RCl bula
TestCl 67. Cf. Voluntad. 10 . Cf. Cardenal, Velletri.
Escritos de Clara de Asís
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389
desa de S. D.: 1CtaCl 2; 4CtaCl Seguimiento: de Cristo:
2; RCl bula 2.10 ; TestCl 37; 2CtaCl 19-20 ; 3CtaCl 25;
1PrivP 1; 2PrivP 1. 4CtaCl 3; RCl bula 13; TestCl
Santa/o: María: 3CtaCl 36; 36; CtaErm 9 - de la pobreza y
TestCl 77; BenCl 7 - los s.: 2CtaCl la humildad de Cristo: 3CtaCl
21; RCl 3,14; TestCl 28.77; 25; RCl 6,7; TestCl 46.56 - de
BenCl 7.10 - las vírgenes: la pobreza y la humildad de
4CtaCl 3 - la Iglesia: RCl 12, María: RCl bula 13; 6,7 - del
12-13; TestCl 14.44.46 - Inés consejo del hermano Elías:
de Praga y sus her manas: 2CtaCl 15 - de la vocación di-
2CtaCl 10; 3CtaCl 42 - la vida vina: 2CtaCl 17; TestCl 17. Cf.
religiosa en común: TestCl 14 Huellas, Imitación.
- la vocación: TestCl 17 - la Señor: palabra empleada más
oración: RCl 7,2 - la pobreza: de ochenta veces. Usos princi-
1CtaCl 16, RCl 6,10; TestCl 33. pales: Dios, el Padre: TestCl 46
35-36.40 -42.47 - la humil- - Jesucristo: RCl 12,13; TestCl
dad: 4CtaCl 18.22 - la simpli- 77; escogió la pobreza: 1CtaCl
cidad: TestCl 56 - las costum- 17; RCl 6,7; 8,3; vino entre no-
bres: RCl 4,10 ; TestCl 61. Cf. sotros: 1CtaCl 19; inspira: RCl
Apóstol, Felipe, Francisco, 2,10; revela: RCl 4,18; llama:
Inés, Juan, María, Martín, Mi- TestCl 17.19.21; fortifica:
guel, Pablo, Pedro, Santiago. TestCl 22; ilumina: TestCl 26;
Santísima/o: Jesucristo: RCl predice: TestCl 31; cumple:
2, 25 - la Virgen María: RCl TestCl 11; bendice: TestCl 79;
bula 13; 2,25; 6,7; 8,6; 12,13; BenCl 2; da el reino: 1CtaCl 25;
BenCl 7 - santa Inés, mártir: da la gracia: RCl 7,1; da her-
4CtaCl 8 - las vírgenes: 4CtaCl 3 manas: TestCl 25; les da a Fran-
- la bendición de Clara: BenCl cisco: TestCl 48; da las limos-
8 - Inés de Praga: 1CtaCl 1,1; nas: TestCl 64; da crecimien-
sus oraciones: 1CtaCl 33 - la to: TestCl 31.78 - el s. papa:
vida y la pobreza de las her- RCl bula 15.18; 1,3; 12,12;
manas: RCl 6,8; TestCl 42 - la TestCl 42 - el s. cardenal: RCl
pobreza: 1CtaCl 1,6.13; 2CtaCl 2,2; 11,7; TestCl 44 - los s. de
6; RCl 6,6.8; TestCl 34.39.51. la tierra: 2CtaCl 1. Cf. Dios, Es-
Satanás: astucia de S.: 3CtaCl píritu Santo, Hijo, Jesucristo,
6. Cf. Enemigo. Trinidad.
Escritos de Clara de Asís
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391
Tálamo: celestial: 2CtaCl 5. Cf. Espíritu Santo, Jesucristo, Pa-
Esposa. dre, Señor.
Talento: multiplicar el t. reci- Turbación: en la vida fraterna:
bido: TestCl 18. RCl 4,21; 9,5-8 - no ser causa
Temor: obedecer más por de t.: RCl 9,16. Cf. Perdón.
amor que por t.: RCl 4,10 - per- Unidad: vivir en u. de espíri-
sonas temerosas de Dios: RCl tus: RCl bula 4 - la forma de
2,11 - no temer la pobreza y vida en santa u. y altísima
las pruebas: RCl 6,2; TestCl 38. pobreza: RCl bula 16 - con-
Tesoro: guardarlo en el cielo: servar la u. del mutuo amor y
1CtaCl 22 - escondido en el la paz: RCl 4,22; 10 ,7 - u. de
campo del mundo: 3CtaCl 7. unas con otras: TestCl 69. Cf.
Comunidad.
Testamento: de Clara: TestCl.
Utilidad: no salir el monas-
Testimonio: Cf. Ejemplo, Espejo. terio sin causa útil: RCl 2,13
Trabajo: la gracia del t.: RCl 7,1 - buscar la u. común en la elec-
- las hermanas no lo temían: ción de la abadesa y las ofi-
RCl 6,2; TestCl 27 -11 - nos cialas y discretas: RCl 4,3.7.24
merece la salvación: TestCl - la u. y decoro del monaste-
23; CtaErm 5 - trabajar fiel y rio; RCl 4,17 - trabajos de u.
devotamente: RCl 7,1 - t. ho- común: RCl 7,1- distribuir tra-
nesto, humilde y de utilidad bajos y limosnas para u. co-
común: RCl 7,1 - vestidos para mún: RCl 7,5.
el t.: RCl 2,16 - t. del huerto y Vanagloria: guardarse de la v.:
la tierra para aislamiento del RCl 10,6. Cf. Orgullo, Vanidad.
monasterio: RCl 6,15; TestCl
55 - los que entran en el mo- Vanidad: del mundo: 4CtaCl
nasterio para hacer un t.: RCl 8; TestCl 8; CtaErm 6 - hace
11,10 -11; 12,11. fatuos los corazones: 3CtaCl 6.
Cf. Vanagloria.
Tribulación: la cruz de la t.:
2CtaCl 21 - no temerla: RCl 6,2; Velletri: obispo de V: RCl bula
TestCl 27; CtaErm 10 - conser- 7.10 . Cf. Reinaldo.
var la paciencia en la t.: RCl Veneración: no seguir el con-
10,10 - la abadesa, refugio en sejo de quien te aparta de tu
la t.: RCl 4,12. vocación aunque le debas v.:
Trinidad: BenCl 1. Cf. Dios, 2CtaCl 17. Cf. Reverencia.
Escritos de Clara de Asís
392
393
- reconocerla: TestCl 4 - v. de Francisco: RCl 6,1; TestCl 25;
Clara y de las hermanas pro- se comprometieron v. con la
fetizada por Francisco: TestCl pobreza: TestCl 39 - obede-
17. Cf. Inspiración. cer v. a la abadesa: TestCl 68
Voluntad, voluntariamente: - proceder según la propia v.
de Dios: TestCl 30 - de Fran- en cuanto al ayuno: 3CtaCl
cisco: RCl 6,6: TestCl 30 - del 34. Cf. Obediencia, Quereres.
cardenal protector: RCl 12,1 Voto: al Altísimo: 2CtaCl 14;
- de las candidatas en relación CtaErm 8 - de altísima pobre-
con la renuncia a los bienes: za: RCl bula 5 - de continencia:
RCl 2,9 - Clara y sus hermanas RCl 2,5 - v. y deseos de Clara y
prometieron v. obediencia a sus hermanas: RCl bula 3.14.
394
Índices
395
ÍNDICE GENERAL
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Siglas y abreviaturas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Cronología de las vidas de Francisco y Clara . . . . . . . . . 13
Carta a un ministro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
Carta a toda la Orden . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
Carta al hermano León . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
Carta al hermano Antonio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
Carta a la señora Jacoba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
III. AVISOS ESPIRITUALES: DISCERNIMIENTO. . . . . . . . . . 113
1.- SALUDO A LAS VIRTUDES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
2.- ADMONICIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
El cuerpo del Señor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
El mal de apropiarse la voluntad . . . . . . . . . . . . . . 121
La verdadera obediencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
Nadie se apropie la prelacía . . . . . . . . . . . . . . . . . 122
Nadie se enorgullezca, sino gloríese en la cruz
del Señor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
El seguimiento del Señor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
Al saber siga el buen obrar . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
Evítese el pecado de envidia . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
El amor a los enemigos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
La sujeción del cuerpo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
Actitud ante el pecado ajeno . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
Cómo conocer el espíritu del Señor . . . . . . . . . . . 127
La paciencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
La pobreza de espíritu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .127
La paz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
La limpieza de corazón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .128
El siervo de Dios humilde . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
La compasión con el prójimo y la desapropiación
interior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
La verdadera humildad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
El religioso alegre en el Señor y el religioso vano . 130
El religioso frívolo y hablador . . . . . . . . . . . . . . . . . 130
Índices
397
Actitud en la corrección . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
Más sobre la humildad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
El verdadero amor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
Más sobre el verdadero amor . . . . . . . . . . . . . . . 132
Los siervos de Dios han de honrar a los clérigos . .132
La virtud ahuyenta al vicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
Ocúltese el bien para que no se malogre . . . . . . . 133
3.- LA VERDADERA ALEGRÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
IV. TEXTOS LEGISLATIVOS: PROYECTO DE VIDA . . . . . . . 137
Forma de vida para Clara y sus hermanas . . . . . . . . . 143
Regla para los eremitorios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
Regla no bulada de los Hermanos Menores . . . . . . . 145
Regla bulada de los Hermanos Menores . . . . . . . . . . . 180
Normas sobre el ayuno para Clara y sus hermanas . .192
V. ÚLTIMAS RECOMENDACIONES: FIDELIDAD . . . . . . . . 195
Exhortación cantada a Clara y sus hermanas . . . . . . . 201
Testamento de Siena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202
Testamento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
Última voluntad para Clara y sus hermanas . . . . . . . . 208
Bendición al hermano Bernardo . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
APÉNDICES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293
ÍNDICE DE CITAS Y REFERENCIAS BÍBLICAS . . . . . . . . . . . . 295
1.- Escritos de Francisco. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295
2.- Escritos de Clara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 304
ÍNDICE DE MATERIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 309
ÍNDICE GENERAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 395
399
400