Sei sulla pagina 1di 3

Informe de lectura #1 FIL-0202

Juan José Castro

00131843

7 de febrero del 2018

NRC: 3577

Empatía y definición de “deber” en Vuelo Nocturno – Saint Exupéry

De acuerdo con Andrés Gide “el hombre no encuentra la felicidad en la libertad, sino en la
aceptación de un deber” (1930), y es precisamente este punto, tomado de la introducción, en la novela
de Antoine de Saint-Exupéry, hecha por Gide, desde donde se empezará a idealizar el pensamiento del
autor acerca de la importancia del deber, y sobre este deber la “personificación del deber” y su efecto en
la felicidad. Sobre esto se volverá más adelante, pues para poder entender estos conceptos es pertinente
entender el contexto bajo el cual se desarrolla este pensamiento.

Se sabe que el autor fue un reconocido aviador e inventor que desarrolló tecnología para la
aviación, pues en el año en el que publicó Vuelo Nocturno, este se encontraba en Argentina, trabajando
como gerente y director de la empresa de correos por aviación Aéropostale. Desde aquí, Saint-Exupéry
escribe la obra. Esta indica la historia de un episodio que vivió una empresa aérea de correos, donde un
piloto, Fabien, debe llegar desde la Patagonia hasta Buenos Aires. Históricamente, las empresas de correo
aéreas competían con los ferrocarriles y los navíos por su eficiencia a la hora de entregar postales. Es por
esta razón que, no bastaba con realizar vuelos a plena luz del día, pues para lograr tener una ventaja real
sobre la competencia, era pertinente realizar vuelos nocturnos. De aquí nace la obra y con ella: Riviére, el
personaje principal de Vuelo Nocturno, pues es el director de la empresa de correos, quien toma las
decisiones, da las órdenes a sus empleados y que cumple con su deber bajo la filosofía del autor. Se
requiere valentía para ser piloto, más aún para ser un piloto que planea sobre la densa oscuridad de la
noche. Sin embargo, se requiere también valentía para la toma de decisiones; y es precisamente Riviére
quien tiene que mandar a pilotos que se guían por un mapa, las estrellas y, en caso de emergencia, una
lámpara de aceite. De acuerdo con Gide, Riviére es severo en sus decisiones ¡que hasta parecen
inhumanas! Sin embargo, esta severidad es aplicada directamente a las imperfecciones que forjarían el
carácter de sus empleados, pues estaba cumpliendo su deber como jefe encargado de la empresa. Es así,
que Fabien había sido reprendido por la severidad de su jefe tras haber tenido miedo en un vuelo en el
que aparentemente no debió haber tenido miedo. Por esta razón, Fabien marcha desde Patagonia hasta
Argentina con remordimiento sobre lo que había sucedido, pues el autor nos da a entender que salió
tranquilo con el objetivo de llegar, pues debía cumplir con su deber.
Es precisamente aquí, donde la historia da un giro. Una gran tormenta que recorrería desde el
océano Pacífico hasta el Atlántico sería un gran obstáculo para Fabien y que este cumpla con su objetivo
de llevar el correo hasta Buenos Aires. Pues conforme avanza la historia, el autor quiere transmitir la
desesperación del piloto y su acompañante ante tal situación de horror, de desesperación y de constante
suspenso, en la que se juega la vida y la muerte por atravesar la extensa Cordillera de Los Andes en medio
de una temible tormenta. La preocupación también estaba del otro lado, puesto que Riviére no se
encontraba preocupado únicamente por que llegara su correo o no, pues es precisamente donde entra a
escena el valor humano que nos regala el autor. A medida que le desesperación del piloto aumentaba, la
de Riviére paralelamente aumentaba junto con un descubrimiento único sobre la importancia que tiene
un humano, sobre la justicia y la injusticia, y sobre la razón por la cual había puesto al piloto en tal
situación, en la que no querrían estar ni el ni nadie. Es precisamente aquí, donde Saint Exupéry nos quiere
mostrar como un jefe que cumple con su deber, obra ante tal situación de desesperación. Riviére le
encontraba un sentido a la vida, un sentido humano que pelea sobre la verdad, tanto humana como
inhumana, y que nos muestra el verdadero valor de un hombre.

Del otro lado, en pleno vuelo, el piloto descubre la paz, la calma en medio de la tormenta,
descubre la luz tras aquel temible vuelo. Al estar en constante intento de comunicación, se sabía que el
piloto no podía estar más de 6 horas y medias en vuelo por la cantidad de combustible necesaria para esa
línea. Por esta razón, el autor nos da a entender dos posibles situaciones con un mismo final en común,
pues la calma en medio de la tormenta representa el “ojo de la tormenta” donde Fabien se queda
finalmente sin combustible, o el piloto describe el momento de su muerte. Finalmente, el punto del autor
es mostrarnos que el piloto no logró cumplir su objetivo, y Riviére reflexiona sobre este hecho. ¿Se está
luchando por un bien común? ¿Cuál es el costo humano del bien común?, o más bien dicho, del “Bien
común” que enriquece los bolsillos de unos cuantos, pero mata la ilusión de muchas personas que se
involucran en una “gran obra por el bien común”. En verdad, ¿Vale la pena? Antoine de Saint Exupéry nos
hace reflexionar, por la reflexión de Riviére sobre el valor humano, la empatía y el costo del cumplimiento
del deber.

Ahora, con respecto a la “personificación del deber” mencionada anteriormente, es pertinente


dar a relucir la perspectiva de “deber” de Saint Exupéry. Este ve el deber no únicamente como algo que
debe ser cumplido, sino como algo que se debe realizar poniendo de nosotros en ello, de otra manera la
inteligencia artificial podría actualmente reemplazar la actividad humana. Es ahí donde Saint Exupéry
encuentra el valor humano y en su definición de felicidad. En su búsqueda por un sentido de la vida, el
autor nos muestra en esta obra que el valor humano es importante, y que nuestro deber debe ser
cumplido con valor humano, es ahí donde uno encuentra la libertad.

Finalmente, y como último punto y elemento fundamental en las obras de Saint Exupéry, está el
amor. A Fabien lo esperaba su esposa, quien cuidaba de él, quién lo esperaba en casa, y para quién su
esposo representaba un eje fundamental en su vida. He aquí para Saint Exupéry la importancia del amor,
pues el dolor de perder a un amor avasalla con toda ilusión, y Saint Exupéry estaba consciente del amor
de su esposa. Este elemento, hace reflexionar sobre lo anterior aún más a Riviére, pues es él quién tiene
que lidiar con el peso de haber roto la ilusión de un ser. Sin embargo, el debía cumplir con su deber, con
la frente en alto y dando todo de el para que este se cumpla bajo lo que Saint Exupéry entendía como
“deber.” Por esta razón, la novela termina con que para Riviére, el episodio ha sido una “pesada victoria”,
encontrándose con que la empatía y compasión, encuentra el sentido del valor humano, y que la falta de
este puede avasallar el corazón de las personas.

Referencias:

Saint-Exupéry, A. (1930). Vuelo Nocturno. Plaza & Janés, S.A., Editores. Pg. 111-181. Buenos Aires: 1967

Potrebbero piacerti anche