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Más detalle o menos detalle.

Una pregunta fundamental a la que todos nos enfrentamos cuando hacemos valoraciones es en
qué detalle debemos desglosar una valoración. Hay quienes creen que más detalles son siempre
mejores que menos detalles y que las valoraciones resultantes son más precisas.

No estamos de acuerdo. La compensación por agregar detalles es simple. Por un lado, más detalles
le da a los analistas la oportunidad de usar información específica para hacer mejores pronósticos
en cada artículo individual. Por otro lado, más detalle crea la necesidad de más entradas, con el
potencial de error en cada una, y genera modelos más complicados. Por lo tanto, desglosar el
capital de trabajo en sus componentes individuales (cuentas por cobrar, inventario, cuentas por
pagar, crédito de proveedores, etc.) le da al analista la discreción para hacer diferentes
suposiciones sobre cada elemento, pero esta discreción tiene valor solo si el analista tiene la
capacidad de diferenciar entre los elementos.

El costo de la complejidad

Una pregunta paralela y relacionada con la cantidad de detalles que debe haber en una valoración
es la de qué tan complejo debe ser un modelo de valoración. Hay costos claros que pagamos a
medida que los modelos se vuelven más complejos y requieren más información.

• Sobrecarga de información: más información no siempre conduce a mejores valoraciones. De


hecho, los analistas pueden sentirse abrumados cuando se enfrentan a grandes cantidades de
información conflictiva y esto puede llevar a una mala elección de insumos. El problema se ve
agravado por el hecho de que los analistas a menudo operan bajo la presión del tiempo al valorar
las empresas. Los modelos que requieren docenas de insumos para valorar una sola compañía a
menudo obtienen poca atención de los usuarios. La salida de un modelo es tan buena como las
entradas que entran en ella; es basura en, basura fuera.

• Síndrome de caja negra: los modelos se vuelven tan complicados que los analistas que los usan
ya no entienden su funcionamiento interno. Alimentan entradas en la caja negra del modelo y la
caja escupe un valor. En efecto, el abstenerse de los analistas se convierte en "El modelo valoró a
la compañía en $ 30 por acción" en lugar de "Valoramos a la compañía en $ 30 por acción". De
particular interés deben ser los modelos donde partes de los modelos son propietarios y no
pueden ser accedidos (o modificados) por los analistas. Este es a menudo el caso de los modelos
de valoración comercial, donde los proveedores tienen que mantener una parte del modelo fuera
de los límites para hacer que sus servicios sean indispensables.
• Supuestos grandes contra pequeños: los modelos complejos a menudo generan resultados
voluminosos y detallados y se hace muy difícil separar los grandes supuestos de los pequeños. En
otras palabras, el supuesto de que los márgenes operativos antes de impuestos se mantendrán en
el 20% (un gran supuesto que duplica el valor de la empresa) tiene que competir con el supuesto
de que las cuentas por cobrar disminuirán del 5% de los ingresos al 4% de los ingresos. durante los
próximos 10 años (una pequeña supuesto que casi no tiene impacto en el valor).

El principio de parsimonia

En las ciencias físicas, el principio de la parsimedad dicta que intentemos la explicación más simple
posible para un fenómeno antes de pasar a las más complicadas13.

Estaríamos bien atendidos adoptando un principio similar en la valoración. Al valorar un activo,


queremos utilizar el modelo más simple que podamos obtener. En otras palabras, si nosotros

Podemos valorar un activo con tres entradas, no deberíamos usar cinco. Si podemos valorar a una
compañía con 3 años de previsiones de flujo de efectivo, el pronóstico de diez años de flujos de
efectivo está pidiendo problemas.

El problema con los modelos todo-en-uno que están diseñados para valorar a todas las empresas
es que deben configurarse para valorar las empresas más complicadas a las que nos enfrentamos y
no las menos complicadas. Por lo tanto, nos vemos obligados a ingresar valores de entrada y
previsión para compañías más simples que realmente no necesitamos estimar. En el proceso,
podemos modificar los valores de los activos que deberían ser fáciles de valorar. Considere, por
ejemplo, el efectivo y los valores negociables mantenidos por las empresas como parte de sus
activos. La forma más sencilla de valorar este efectivo es tomarlo como valor nominal. Los
analistas que intentan crear modelos de flujo de efectivo descontado o de valoración relativa para
valorar el efectivo a menudo lo valoran incorrectamente, ya sea utilizando la tasa de descuento
incorrecta para el ingreso en efectivo o usando el múltiplo equivocado para las ganancias en
efectivo.

Valuación de activos[editar]
La valuación de activos financieros se hace usando uno o más de estos métodos o modelos:

 Modelos de valuación absolutos: determinan el valor estimando los flujos de


fondos futuros previstos del activo descontados a su valor actual conocido como Método
Flujos de Fondos Descontados (DCF por su sigla en inglés).
 Modelos de valuación relativos: determinan el valor basado en los precios de mercado de
activos similares.
 Modelos de valuación de Opciones: se utiliza para ciertos tipos de activos
financieros derivados (ej.: warrants, opciones sobre acciones, opciones sobre otra clase
de activos, futuros, etc.) son modelos complejos del valor actual. El método más común
usado es el modelo para la valoración de opciones comunes.
Valuación de empresas[editar]
Realizar una correcta valuación de empresas depende en gran parte de la confiabilidad de la
información financiera de la compañía. En las empresas con emisión pública de acciones los
Estados Financieros o Estados Contables son revisados por contadores públicos y
supervisados por el ente control estatal respectivo (en Argentina la Comisión Nacional de
Valores). En tanto las compañías privadas no tienen ese control.
La información financiera inexacta puede conducir a la sobre o infravaloración. Por estas
múltiples razones, en una adquisición, el comprador suele ordenar una Auditoría de compra o
“Due Dilligence” para validar las informaciones provistas por el vendedor.
Los estados financieros se preparan de acuerdo con las normas contables vigentes en cada
país (USGAAP en los Estados Unidos, Normas Contables Profesionales de la F.A.C.P.C.E. en
la Argentina, etc.) y expresan los valores de los activos a su valor de costo o reposición.
La valuación de empresas es un proceso complejo que comprende una serie de etapas que
los analistas encargados de la realización deben completar, a saber:

 Conocer la empresa y su cultura.


 Conocer al management de la empresa.
 Conocer el negocio y su entorno.
 Prever el futuro del sector y de la compañía.
Una vez cumplidas las etapas antedichas, se está en condiciones de obtener la valoración de
la empresa en cuestión. La valuación no es una ciencia exacta, no existe un único valor para
una compañía, sino un rango de posibles valores financiero.

Métodos de Valuación[editar]
Cada método de valuación tiene un riesgo inherente de error, por esta razón, los analistas
utilizan generalmente más de un método en forma simultanea. De esta forma se obtiene una
serie de datos basados en diversos escenarios y metodologías que posibilitan disminuir el
riesgo de desvío y una valoración más precisa.

Modelos de valuación absolutos[editar]


Método Flujos de Fondos Descontados (DCF por su sigla en inglés): Consiste en calcular los
flujos de liquidez futuros ajustados según su valor en el tiempo, descontados a una tasa que
represente el costo de oportunidad de obtención del capital empleado.4 El valor total de la
empresa se compone del valor actual de los flujos de fondos dentro del período de pronóstico
más un valor de continuación que represente los fondos de liquidez después del período del
pronóstico.

Modelos de valuación relativos[editar]


Determinan el valor basado en los precios de mercado de activos similares, consiste en
determinar el valor de una compañía tomando como base el valor de una compañía similar.

 El múltiplo más ampliamente utilizado es el coeficiente precio-ganancias (PER por Price


Earnings Ratio) de una empresa similar que actúe en la misma industria.5

 Otros múltiplos: En sectores donde existe información general de varias compañías


comparables, suelen usarse múltiplos de indicadores de las empresas del sector que
relacionan el valor de la empresa (VA) con algún parámetro que se estima relevante a
efectos de valorar la compañía.
 VA / Ventas Netas
 VA / EBITDA (Resultado antes de intereses, impuestos y amortizaciones)
 VA / EBIT (Resultado antes de intereses e impuestos)
 También se utilizan múltiplos referidos a variables propias del mercado en cuestión,
como cantidad de abonados, cantidad de m² afectados a la actividad, etc.

El estudio académico de la valuación de activos[editar]


Desde el punto de vista académico, lo que se estudia en el tema de valuación de activos es:
¿cuales son los modelos que pueden racionalizar los valores y los retornos de distintos activos
en distintos momentos de tiempo?. Por un lado se estudia que características hacen que
algunos activos paguen mayores retornos que otros, a lo que se le llama el estudio en corte
transversal o ´cross section´. Por otro lado se estudia que situaciones hacen que los retornos
esperados de la gran mayoría de los activos incrementen o desciendan en distintos momentos
del tiempo o ´time series

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