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FITOSOFIA

¿PARA QUE?

Ignacio Ellacuría
FILOSOFIA ¿PARA QUE?
Este articulejo va dirigido a quienesse ven obligadosa dar filosofía sin sa-
ber bien ni por qúe ni pariqué. Todavia en el bachilleratose impone el estudio
de la filosoiía y'tambÉn teimpon. en muchos de los planes de estudiosde las
más diversasUniversidades.Es estudioobligado, por ejemplo, en las Universi-
dades soviéticasen forma de materialismo dialécticoe histórico y es' asimis-
mo, estudio obligado en la formación de los sacerdotescatólicos aun después
del Vaticano II. jPor qué esteempeño por contar con una filosofia que defien-
da las propias pósiciones?.¿Por qué esta continuada presenciade la filosolia
en la básede la formación de la cultura occidentaldurante más de veinticinco
siglos?
Uno pudiera pensarque se debea un deseode pura erudición. Es bastante
claro y fácilmente admitido que a la filosofia se han dedicado durante
muchiiimos siglos hombres que pueden catalogarseentre los más inteligentes
ir( de la humaniaád. ¿Cómo desconocery despreciarlo que estoshombres han
a..u
'\nl pensado y que sólo ellos han podido llegar a pensar en el sentido de que sin
ellos la humanidad nunca hubiera podido contar con esos puntos de vista?
I "cultura"? Inmediatamentehay que
i;rl ¿Será,pues, cuestión de erudición y de
* fl ietponá.. que no. La filosofia como erudición y cultura no es filosofía -no se
I puéde .nt.iar filosofía; lo único que se puede enseñares a filosofar, decia
Kant-; y sobre todo, por qué no se da vuelta al problema y se preguntauno a
i
qué se trá ¿eU¡¿oel que los hombres más inteligentesdel mundo se.hayanvisto
I
I
forzados a hacer eso que llamamos filosofia. No quiere esto decir que la
I filosofía sea sólo cosa de sabios;quiere únicamentesignificar que la humani-
\rt dad se ha visto necesitadade filosofar y de que los hombres, casi todos los
\ \-_]\ hombres. de una u otra forma en una u otra ocasión se ven forzados no a haCer
una filosófía, pero sí a hacer algo que puede considerarsecomo el origen del fi-
losofar.
Si atendemos,aunqueseasomeramente, a estecomienzode filósofo que
llevanmuchoshumanosdentro de sí, tal vezpodremosdecir algo sobreel por
qué y el para quéde la filosofía,y tambiénsobredel cómo filosofar. Un profe-
so. nottéa.ericano se quejabaante Zubiri de la preguntaconstanteque le
"ipor qué estudiamosfilosofía?y Zubirí le respondió
i hacíansusdiscipulos:
I inmediatamente: "por lO prontO,para que no vuelvana haceresapregunta".
l
i
decir con eilo quequien se pone a filosofar inmediatamente entiendq
,'. ti\ Quería y para qué sirve la filosofia. Unas breves refle-
pir qué debehaber filósofia
iion.r podrán tal vez, ayudarnos para comprender qué es esto del filosofar.
l. Sócrafes y la necesidadde filosofar.

No fue Sócratesel primer filósofo, pero en él resplandecede forma singu-


lar qué es esto de verseprecisadoa filosofar. No voy a hacer aquí un estudio
técnico de esteproblema sino tan sólo voy a presentarsencillamenteuna serie
de rasgosque caracterizana este incómodo filósofo que pagó con su vida la
imperiosa necesidadde filosofar.
Sócratesvivió como ciudadano de Atenas en el siglo quinto antes de Cris-
to. Fue filósofo porque fue ciudadano, esto es porque fue politico, porque se
interesabahasta el fondo de los problemasde su ciudad, de su estado.Veía to-
"sublluce civitatis" alaluz del estado,per6 no de un estadOque
h das las cosas ,
caíapor encima de los individuos sino de un estado,sólo en el cual los hombres
podian dar la media de su plenitud.
Los demás le tenian por sabio -el más sabio de los ateniensesle consideró
el oráculo de Delfos-, pero él no se tenía por tal. Qos-cosascaracterizabansu
7;'
sabiduría: frente a los filósofos anteriores juzgaba que-el verdadero problema
úL,' de la filosofia estáen el hombre mismo, en el conocimientoque el hombre de-
be tener de si mismo -"conócete a tí mismo"- y de todas las demáscosassin
,,-) las que el hombre no es ni puede ser sí mismo;Trentea los que creíansaber y
'2r'
estaúanacriticamenteinstaladosen su falso saber,sosteníaque sólo sabebien lo
que cree saber el que se percata desdeesesu saber que no sabe nada- Sócrates
pensabaque sin saber y sin sabersea si mismo el hombre no es hombre ni el
.iud"dunó, el animal politico que dirá más tarde Aristóteles,puede ser ciuda-
y sabermis-
.'J\:f; dano. Quería saber, pero lo que buscabaen esesaberhumano un
't mo y hácer a la ciudad. Su saber es, por tanto, un saber humano y un saber
t;
. u políiico, no sólo porque el objeto de esesaber seael hombre y la ciudad sino
Y! \ l .
g, po.qu. su objetivb erán la recta humanizacióny la rectapolitización.Segúné1,
r- lr
h(J quie,nquierahumanizar y quien quiera politizar no puededejar de sabery me'
rfus atlñ puede pensar que sabecuando realmente no sabe. Nace así su filosofar
:,',deuna gran p.eo.upación por lo que es el hombre y por lo que es la ciudad co-
ir'
f)'
,!t mo moiada del hombre; ahí están las raícesde su pensamientoy de ahí van a
r < " ,| surgir los temassobre los que va a reflexionar.No le importa tan sólo sabercó-
-o-ron las cosas-el hombre, la ciudad y sus cosas,la cosa pública que dirán
I los romanos- sino que las cosassean,que las cosaslleguena ser como todavía
I no son y que por no serlo son falsase injustas.
De ahi que su saberpretendaser un sabercritico. Y lo es, tanto por Super-
r sonal insatisfacción con lo que ya sabía y por su consiguientebúsqueda ince-
quienesse pensabandeposita-
', ii sante.como por su constanteconfrOntacióncon
I rios del verdádero saber y del verdadero interés de la ciudad sólo por la posi-
J ción social o política que ocupaban.Lo primero le llevó a un permanentecom-
bate consigomismo; lo segundoa una batalla desigualcon los poderososde su
tiempo. Tuvo que dejarlo todo y lo poco que le quedó- los últimos años
quemados de su vida, las cenizasde su existenciase lo arrebataron en nombre
de los dioses y de las buenas costumbres de la ciudad. No pedia nada para sí;
sólo la libertad de pensar y de decirle al mundo sus pensamientos.Era dema-
siado pedir, porque no hay ciudad que soporte la libertad del pensamiento, un
pensamiento que para Sócratesno era libre por ser el suyo sino por ser un pen-
samientojusto, un pensamientoque ponia la justicia por encima de toda otra 0
consideración.Verdad, bondad, belleza y justicia eran para él indisoluble y
por ellas luchaba como teórico y como político'
No podia ni sabíahacerotra cosa.Un espiritu interior le impulsaba.Tenia
vocación. Fitosofabapor vocación. Hasta tal punto que sosteniaque una vida sin
folosofar no merecíala pena, y por ello, cuando le pidieron que dejara de filo-
sofar para poder seguir viviendo prefirió tomar la cicuta de su condena a
muerte. No quiso ni abandonar la ciudad ni dejar de filosofar, las dos condi-
cionesque le ponían para salvarsu vida; eran dos cosasindisolublespara él; fi-
losofabá en zu ciudad y para su ciudad, vivía para filosofar pues el filosofar
era su vida.
Todo esto, además,de su talento y de su compromiso moral y político,

exigíatécnica.No se filosofa sólo con buena voluntad. A él se le atribuYenlos
y
primeros pasostécnicosen busca de la definición el concepto por un lado, y I
de la inducción de la dialécticapor otro. Lo que les fallaba a sus oponentesr'-
era, a veces,la mala voluntad y su falsa posición respectode los interesesver-
daderosde la ciudad -por eso ideologizaban,como veremosmás tarde-; pe-
ro otras vecesera falta de critica sobre suspropios planteamientos,falta de ho- 1
rizonte mental sobre lo que es el saber y falta de método adecuado para evitar
el error y la confusión. Si no es tan dificil encontrar deseosy necesidadde filo-
sofar, si lo es ponersea ello metódicamente,equiparsede aquellos recursos
que le ayuden a uno a sobrepasarla corteza de lo aparente.
y la
Querer saber, querer poseer un verdadero saber sobre el hombre
ciudad -en definitiva, sobre si mismo-; entender este saber como un saber
critico y operativo-, hacerlo en afán de servicio, con desprendimientoy liber-
tad; poner en ello la vida hasta las últimas consecuencias; hacerlo de una ma-
nera técnica que no rehuye el trabajo intelectual... tales son algunas de las
caracteristicasde estehombre, que fue concienciacrítica de su ciudad' Pense-
mos que le faltaron los veinticinco siglos de trabajo que le separande nosotros
y no te pidamos lo que no pudo hacer ni en método ni en contenido.Pero el re-
compuso la trayectoria de la filosofía y dió paso a dos de los filósofos sistemá-
ticos más importantesde la historia de la humanidad: Platón, en primer lugar
y tras él Aristóteles.Ellos fueron lo que son porque tuvieron un maestroque
les puso en el buen camino. El ejemplo de Sócrates es así pauta para quienes
sienten la necesidaddel filosofar, para quienesven la filosofía como una nece-
sidad. Sócratespensabaque sin filosofar,el hombre y la ciudad no puede llegar
a conocersea si mismos y mucho menos a realizarsecomo debieran. Por eso la
filosofia es necesaria.La filosofía -cada día lo vemos mejor- no basta para
ello, pero sin la filosofia la humanidad perderia una de susgrandes posibilida-
des de sabersey de realizarse adecuadamente.
¿En qué basa esta pretensión la filosofia?
2. La filosofiacomo modo de saber'
profesionales del
Los filósofosse han consideradoa si mismoscomo los pa-
estaautoconsideración después de que lo.s cientificos
sauei ¿Essostenible
de la filosofía
recenhaberseapoaeraáodet imperiodel saber?iNo ttansurgido
grupos Je ciencias que han ido sustituyendo con ventajasel sa-
innumerables
llamando
ber ,,especulativo" qu" p.áf.tubán los.filósofos?¿Puede.seguirse
filásóficoen el mismo sentido atribuible al conocimien-
saberal conocimiento
to científico?
No es cierto históricamente que haya habido filosofia sólo cuandono se
filosofabacuan-
dabantiposde sabercomolos de la cienciaactual'Aristóteles
las matemáticas en algunas de sus bases fundamen-
áá vu "riuUunconstiruidas
biológicosdice Darwin que muestran su estructura
i"fÁ V de susexperimentos
frenie a la de los naiuralistas posteriores, que aun en el aspecto
á. ,iá"*.
Leibnizy
biológicoparecen.nun* junto a é1.Cientificoscomo Descartes, primeros de'
de la filosofia,a la que los dos
Newtonvierontodaviala nécesidad
mejores .,fu.t.,o,. Una historia de la relación entre cienciay
dicaron SuS
con los pre-
iitosofiapodríaborraiÁ.,.tro, prejuicios,quecomosueleocurrir
juicios son fruto de la ignorancia.
Y, sin embargo,junto a una profun-d-a coincidencia'se dan divergencias
notablesentre lo qu" Ér .i .onocimiento filosófico y lo que esel conocimiento
cientifico.
y
Ambos coincidenen proponerdos planosdel saber consecuentemente
o áér pi"nor de reálidad y consecuentemente dos pl11:t -)
Ao, püná, de realidal
que sólo es meramente aparlen-
d.iiuU.r. Hay, en efecto,un plano del saber de las
y résponde al pu.ro aparecer
!' ,S*f Orr r. quéáu.n .i pui...r-de la opinión a
q,r. es el verdaderamente real y que responde
torur; hay ótro ptanoi.i rub.,
l o q u e s o n l a s c o s a s r e a l m e n t e ' M u c h o s f i l ó s o f o s y c i e n t i f i c o splanos
.hanexpue
de
estehecho-porque esun hechoy no una teoría- de la diversidad las cosas
precisamente: si
en el sabery in li realidad.Mari lo formuló muy estaria
y sin esfuerzo lo que ellas son realmente,
nos mostrasende inmediato
y se hace ciencia
de sobratodo estudi; V táJo t"U"r cientifico.Ño seestudia
tras sus
pó. qu" sí sino porquela realidadde las cosasse oculta y se esconde
considera la realidad económica como la
lpuri.n.iur. Cuandótvtarxasimismo para
de la sociedad y de la historia hace un gran esfuerzo
iéaüdadfundamental
profundo de la
,"p"iái f", aparienciai que cotocariána lo económicono en lo
se intuye o se siente'
,.áUau¿sino en lo que buenamentese aprecia'
o\ Másdificilesmostrarladivergenciaentreloqueeselconocimient
\) quehay muchossaberes
científicoy lo que e, "i "onoci-iento filosófico,dado
y diversas filosofiasque entiendende
á;;; "pánaun hoy científicos hay muy
\
(+ modo distinto ro que es el fiiosoiar.
r cientificobuscasabercon certezacómo
Én g"netal
funciona
podriamos
unacosa'
este
decir que el
mientras
punto
que el fi-
de vista el
h
'i i#il';ilr" r"ü.t-.0.. esen realidaduna cosa.Desde
\ y la nota de función: sólo lo que pued€
J .i..if"fil" *út"|v-f" i" t.iu á. ..rt"t"
y esta certeza queda reservada a lo que esexperi-
J:I llegara sabersecon certeza-
\,\
-\'\
\-)
\')
méntalmenteverificable- entra en el campode lo científicoy lo que importa
al científicoesaquelfuncionamientode las cosasque sepuedeexpresaren le-
yes.
Ante esteplanteamientoel filósofo pone dos objecionesfundamentales:
reducirel saberal conocimientocierto-lo cualesobra de un filósofo: Descar-
tes-y reservarla certezaa lo verificableesuna limitacióndel verdaderosaber
puesparecery aparecerno tienenpor qué confundirse;reducir igualmentela
realidada su funcionamiento esalgo que disminuyey recortaél ámbitode la
realidad!Dejarsellevar por la riquezade la realidadpuededejaral hombreen
la ambigüedad de la incertidumbre; pero atenersesólo a lo quepuedealcanzaf
ceÍtezacomprobable,es dejar lo más rico de la realidada la fantasíade los
imaginativos y a la aventurade los emocionales. No es,por tanto,queel filó-
sofo deje de reconocerel papel insustituibledel científicoen la aproximación
seguraa lo que esla realidad;lo que le sucedeesqueel científicoaun en Io que
ya conoce,deja todavíauna seriede preguntas, que no es capazde responder.
Más aún, cuantomayoressu profundidadcientífica,tanto másampliasy gra-
vesson las cuestiones que deja abiertas.El filósofo correel peligrode especu-
lar y de dar como real lo que es mero resultadode su especulación, pero el
científicocorreel peligrode negarel estatutode real o algo que lo es y que'
además,puedeestaroperando,aunquede una forma no directamenteverifi-
cable.
>

¿Quées,entonces, lo que el filósofobuscacuandoseponea filosofar?¿si-


gue siendonecesarioel saberfilosófico una vezque los saberescientificoshan
proliferadoy se han aseguradocomo lo han hechoen la actualidad?
Por lo pronto,el filósofoseseguirápreguntando qué esverdaderamente sa-
ber. No quéesel sabermatemáticoo el saberfisicoo el saberhistórico,etc.si-
no simplemente qué essaber.A estetemahan dedicadolos filósofosmuchos
de susmejoresesfuerzosy seríadifícil asegurarque esosesfuerzoshan sidosu-
peradoso han resultadoinútiles.El problemaesde tan extraordinaria comple-
jidad y de tan acuciantenecesidad para la direcciónde la vida humanaque no
puedeconsiderarse como tiempoperdidoel que los filósofosdediquena ese
punto. Los mismoscientificosprocuransobrepasar su campoen cuantoque
nOSecontentancon Conocer los Contenidos de su sabersinoque prOcuranal-
canzaÍalgún sabersobresu propio saberformal; de ahi la proliferaciónde
meta-lenguajes, es decir,de estudiosque toman por objeto no la inmediatez
del contenido científico sinoel propiosabercientíficocomotal; de ahíla abun-
danciade teoríasde la cienciay epistemologias del sabercientífico,etc. Todo
ello nosindicaqueen mismosabercientificohay un dinamismoque llevaa su
superacióny que ninguno de los saberescientificos especificospueden
plantearseen toda su generalidadla cuestiónde quéesel saberhumanoen tan-
to que saberhumano.
Dentro de estabúsquedade lo que es saber,el filósofo sigueun camino
propio.Sepreguntacomoel científicopor el porquéde lascosas,peroentien-
de esteporquéde un modo peculiar;estápersuadido que no sesabenadasi no
se sabesu porqué,pero estátambiénconvencidode que no se sabeperfecta-
menteuna cobahastaque seconocesu último y total porqué.Y esteúltimo y
total porquéno esparaél la leyqueenunciala conexiónde un antecedente con
su consecuente sino la estructuramismade la realidadentendidaen su unidad
total y última.
"
e Esto le llevaal filósofo a su segundogran campode trabajo: quéesla rea'
lidad y cómo se presentala realidaden tanto que realidad.Conocimientoy
realidadson dos factoresque semiran el uno al otro de modo que no sepuede
decir lo que es realidadsin hacerreferenciaa lo que esel conocerni sepuede
decir lo qu. .r conocersin hacerreferenciaa la realidad.El hombrecomo co-
r nexiónineludibleen si mismodel conocery de la realidadesasí la piezaclave
de filosofar y de la filosofía.Por otro caminoregresamos a la vieja intención
socrática ay los logros mejores de la mejor filosofía.
Evidentementeno sepuedehablar de la realidadal margende lo que las
cienciasdicen sobreella. El hombre es uno y su afán de realidades también
uno, por másdiferenciadoque aparezca. La filosofiaessiempreuna especiede
sabór'segundo, una empresa que el hombre arremetecuandoha alcanzadosu
madurei intelectual.fia naUido espléndidoscientíficosy maravillososdes-
cubrimientosantesde los treinta añosde edad; logros filosóficosdefinitivos
han exigidomuchosmásañosde reflexióny de madurez.En estesabersegun-
do va ei hombrepreguntándose por la ultimidady totalidadde lo realsiempre
laceradopor esaatormentadora pregunta:qué es realmentela realidady en
ella qué soy realmentecomo hombre.Las clásicaspreguntaskantianas:qué
Al ; puedosaber.qué debohacery qué me esdado esperarseresumíanen una sola:
Q I q"e esel hombre.Perohabríaqueañadirqué esel hombreen la realidadpor-
que sólo asi podríamoscaptarlo que es realmenteel hombre,lo que es el
hombreen realidad.Es aqui dondeaparecela historiacomoel lugar deplenifi-
cacióny de revelación de ia realidad:el hombresocialmente considerado y ha-
ciendohistoriaes el lugar de manifestación de la realidad'
.2o
v El tercersran cambiodel saberfilosófico esla preguntapor el sentidode
la realidad.Nó sólo el porquéde las cosassino tambiénel para qué de las co-
sas.Si es ciertoel porquésolo desdela realidadpuedeplantearse el sentidode
las cosasy, másen con;reto, el sentidodel hombre,de la vida humanay de la
historia,iambiénesciertoque no puedecomprenderse la realidadhumanasi es
que uno no se preguntahastael fin por su sentido. El sentidode las cosases
s1e-pr. una referencia de la realidad de lascosas a la vida humana;.en cuantoes
de lascosasesalgoindependiente del hombre,perosólorespecto de la vida huma-
na alcanzanla plenitudde su sentido.Por esola preguntareferente al sentidoúlti-
ma es una pregunta por el sentido de la vida humana. ¿Tiene sentido la vida
humana?¿ifuóiudóndedebedirigirsela vida humanapara que tengasentido?
la vida
¿Seestállévandola propiavida personalcon sentido,seestállevando
sociale histórica,la vida política,con sentido?.
El saberfilosófico esasi un ingenteesfuerzode la humanidadpor aclarar-
sea sí mismaqué essaber,qué esrealidady cuál esel sentidode la vida huma-
na. Es un esfuerzoestrictaminteracional,y un esfuerzosin el que a la postrele
faltaria a la humanidadracionalidady criticidad.
Como decia Sócratesdelante de sus acusadoresél hácia álgb excepbiónal,
algo que no hace todo el mundo. Poseíauna sabiduría,pero una sabiduríahu-
mana, la que le compete al hombre y la que por tanto, todo hombre debiera
pretender en alguna medida. Cuando un hombre no se preocupa de ella, o lo
que es peor, cree poseerla y no poseyéndola, cae en delito de inhumanidad y
debe considerársele como peligroso,sobre todo si está a cargo de otros o está
al frente del estado.Por eso Platón quería que fueran reyes los filósofos o, al
menos, que los reyes, los que dirigieran la ciudad tuvieran algo de filósofo. Es
curioso como Lenin, Stalin y Mao-Tse-Tung lo procuraron, quizá con más
dogmatismo que crítica. Es asimismocurioso como también lo han procurado
con más dogmatismo que critica Papas como LeÓn XII, Pío XI ó Pío XII.

3. La filosofía como principio de desideologización

Es posible que muchas filosofías hayan servido de justificación del orden


imperante, unas veces pretendiéndolo explícitamente y otras sin pretenderlo
por no percatarsede lo condicionado que puede estar un pensamiento por la si-
tuación en la que se desenvuelve.Son aquel tipo de filosofías o aquella parte de
algunas filosofias que pretenden positivamente exponer cómo son las cosas.
Pero no todas las filosofías han sido solamenteeso. Ya lo vimos en Sócrates,
cuya tarea primera fue critica, al pretender mostrar cómo quienesse estimaban
como sabiosno lo eran y cómo sus saberesno eran talessino que eran ignoran-
cias interesadas;Kant, por su lado, a más de veintidóssiglosde distanciaescri-
be lo más importante de su obra en forma de crítica (Critica de la razón pura,
Crítica de la razón práctica, Crítica del juicio); Marx mismo escribecasi toda
su obra a partir de una crítica. En realidad casi todos los filósofos se debaten
en permanentecrítica unos de otros.
Estos hechos nos llevan a plantearnos el quehacer de la filosofia respecto
de las ideologías.
Cuando se habla de la ideología de un determinado autor lo que se entien-
l'ú de en una primera aproximación es el conjunto más o menos sistemático de
ideas que eseautor expresa.Pero desdeMaquiavelo para acá se ha insistido ca-
dj da vez más en el carácter subjetivo de los sistemasideológicos, que tras su in-
efi tento de representarlo que es la realidad, lo que podrían estar haciendoes en-
cubrirla en beneficio de determinados intereses personales o sociales. Fue
Marx quien más insistió sistemáticamenteen el carácter de enmascaramiento
de las ideologías, que en el fondo no serían sino reflejos de una determinada
estructurasocio-económica:las clasesdominantesintentarían sustituir la ver-
dad de la realidadpor toda una superestructuraideológica,que impediría a las
clasesdominadas darse cuenta de las relacionesreales.La ideología sería un
sustitutivo de la realidad y un sustitutivo cuya finalidad objetiva seríaenmas-
carar la realidad, especialmentela realidad socio-histórica;cobra una cierta
autonomía y puede asi convertirseen instrumento de lucha. Cada pensamien-
to, ademásde su inmediato contenido, tiene inmediata relación con una deter-
minada situación seadel individuo que lo construyeo seadel momento socio-
histórico en que aparece. Aunque todo pensamiento puede ser ideologizado,
inclusoel aparentemente cientificoy racional,esclaro que máspuedeserloto-
do aqueltipo de pensamientoque por su naturalezaesmás globalizante,más
orientadoa dar el sentidode las cosasy máspropicioa convertirseen concien-
cia operativaa nivel individualo a nivel social.El elementoideoligizadorde un
pensamientoestaríapor tanto, no propiamenteen su contenidosino en lo que
esecontenidotienede relacióncon una determinadasituacióno con una deter-
minada acción.
La filosofia, por su propia naturaleza,propenderiaa convertirseen
ideologíay tenderiaa convertirseen una aparenteracionalizaciónde subjetivi-
dadesinteresadas.Dejaría de ser inquisiciónracionalsobrela realidadpara
convertirseen arma autónomaque puedeserutilizadainteresadamente seaen
L favor de la dominación seaen contra de ella. Los sofistas,contra los que luchó
f Sócrates,serianuno de los primerosmodelos,a nivel de interésindividual,de
la utilizaciónideológicade la filosofía.
Bastenestassomerasindicacionestan esquemáticas como superficiales,
para entrar en nuestroproblema.¿Esla filosofíaprincipiode ideologización o
és h filosofia principio de desideologizaciín? esla filosofia una premeditada
escapatoria de la realidadque, aún en el mejor de susintentossólo seríacapaz
de cambiarla superficiede las ideas,para evitar el cambio de la realidad?
, Ante todo, convienesubrayarla relativaautonomiadel pensamiento.El
/ que todo pensamientoestésituadoy condicionadono significanecesariamente
J queestépiedeterminado;másaún, no hay forma másradicaly posibilitantede
liberarsede condicionamientos que el propio pensamiento.Los denunciadores
y liberadoresdel aspectoideologizante del pensamiento, han realizadosu tarea
desdeel pensamientomismo.El pensarhumanoestácondicionado-y mucho
másde lo que piensanmarxistasapresurados de última hora- por la estructu-
ra psicobiológicadel hornbre, por su biopersonalidad; estácondicionadoasi-
miimo, por liasposibilidadesculturalescon que cada pensadorcuenta;está
condicionadotambién por toda clasede intereses(Habermas)y no sÓloni
siempreprincipalmentepor los interesesde clase.Los condicionamientos ma-
teriaiesdel pensamiento son múltiples y van desde la subjetividad más incons-
,ciente hastala objetividadmásmanifiesta.Todo ello esciertoy sólouna consi-
'l puededar pasoa un proceso
deracióncrítica de todos los condicionamientos
j de hberacióny de racionalizacióndel pensarhumano.Pero esteradicalcondi-
¡ cionamientodel pensarno sólo no obstaculizadefinitivamentela labor cog-
noscitiva,que va en buscade la realidadverdaderade lascosas,sinoque espo-
sibilizantede su concretalibertad,si esque selogran asumircríticamenteesos
condicionamientos. Precisamente la posibilidadmismade las ideologíasestri-
i ba en que el pensamiento no es sin más una determinaciónprovenientede la
l^\ realidaá.ni siouierade la realidadsocial; si así lo fuera, todos pensaríanlo
(Xi mis-o, *i.nttit quede hechosólo"piensan" lo mismolosqueen realidadno
\/ piensan.Esaes la razonpor la que los filósofospiensande forma tan distinta
' éntre si, tanto más distinta cuanto de mayor categoríaseasu pensamiento.
Esta es tambiénla razbnpor la que todo sistemadominantequiereponer
cortapisasal pensamiento y buscapensadores asalariados que lo defiendany lo
propaguen.Hay una autonomía de la propia individualidad en la estructura

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social -no sólo no se excluyensino que se incluyen estructurasocial e
individualidad- y en esa individualidadjuega un papel decisivola relativa
autonomíadel pensamiento. La filosofíapretendeserun desarrolloa fondo de
¡' esaautonomiaen cuantopretendetemáticamente liberarsede toda imposición
I para emprendersu tareade racionalidad.
u /
Dos son los mecanismos con los que realizasuprocesode independencia y Il /
\¡ { -su propósitode desideologización: la duda y la negación.
t\\-/ ,/\
U) ./ \ Tomados a una son la base de la posibilidad crítica de la filosofia. Es una I
labor que no puede realizarse a solas; requiere el concurso de los análisis
cientificos, pero el análisis científico perteneceintrinsecamentea la labor filo-
sófica, aunque no seael todo de ella ni su elemento diferenciador. A esta capa-
cidad de duda y de negación, a esa capacidad de critica, suelen llamar los dog-
máticos revisionismoo herejía, segúnlos casos.Se explica por qué; la duda y
la negación disminuyen la velocidad de la acción, rompen el carácter
monolítico de la organización,dan paso a desahogosindividualistas,etc. Pe-
ro, por otra faz, muestran la autonomía del pensamiento,su capacidad de con-
vertir la determinaciónen indeterminación,la necesidaden libertad. En cuan-
to la filosofía es, por su propia naturaleza lugar propio de la duda y de la nega-
r ción criticas representauna de las posibilidades más radicalesde desideologiza-
ción.
, Otra razón hay que añadir. La filosofía busca permanentementesalirse de
i los límitesde cualquierpunto de vista determinadopara intentar abarcar la to-
-^ talidad; más aún, en algún modo, procura salirsede cualquier totalidad deter-
minada y aun de la totalidad de las totalidades,para poderlasenfocar como un
, todo. En esteintento necesitade muchos correctivosy de muchas sugerencias
1 para que
su salida no sea evasióno alienación. Como lo mostró Márx en su
crítica a Hegel, en este intento está amenazadade caer en mistificaciones,al
convertir lo que es ideal del sujeto en realidad objetiva y la realidad objetiva en
puro predicadoideal; al convertir los agentesverdaderosen resultadosy los re-
sultadosen agentes.Pero estospeligrosson salvablesy no puedenser razón su-
ficiente para impedir la aventurade ir en buscade la realidad tal como es, esto
es, en su complejidad y en su totalidad. Sólo el que en lo limitado ve consciente
y críticamentemás que Io limitado puededesideologizar,impedir que la parte
se le conviertaen todo, que lo relativo se le convierta en absoluto. Que los filó-
sofos hayan cometido erroresen este intento, al confundir lo empírico con lo
absoluto y lo absoluto con lo empirico, no es objeción contra la necesidadde
su propósito, máxime cuando han sido los mismos filósofos quieneshan ido
superandoen la historia estetipo de confusiones.Pero es claro que en estees-
fuerzo por situarse fuera del todo se da una posibilidad real de salirseen algu-
na manera de él y así ser su propio crítico y crítico de todo lo demás.
De aqui se deduce que hay más peligro de convertirse en ideologia cuando
la filosofia deja su tarea critica y emprendesu tarea constructivay sistemática.
Sin embargo, la filosofia no da de sí todo lo que debe sino busca ser sistema
explicativo de lo real, pues en eso residenúltimamente su gloria y su fracaso.
Mientras sea creativa y no meramenterepetitiva, el peligro es menor, porque

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cuando crea y afirma es en sí misma critica, si no como representaciónde la
realidad, sí como instrumento de aproximación a ella. Las grandes filosofias
como representacioneso sustituciones de la realidad pueden convertirse en
ideologias y defraudar a quien va en busca de la realidad tal como es, pero co-
mo instrumento de aproximación, como vias que uno ha de recorrer, son
espléndidos medios de realización. El filósofo no está solo en el conjunto
estructural de la sociedad; no puede pedírseleque lo haga todo él o que haga
solo todo lo que la sociedad necesita.Hay que pedirle que haga bien lo que só-
lo él puede hacer y lo haga en su tiempo y en su lugar.

4. A modo de conclusión.

Nos preguntábamos para qué sirve la filosofía. Hemos respondido que


para sabery para desideologizar.Hemos visto en Sócratesun ejemplo, aparen-
tementesencillo,de quien buscael sabery de quien buscadesideologizar.Des-
de él puede versecómo sin filosofia no se sabebien el porqué de las cosasy no
se está debidamente preparado para desarrollar en plenitud, aquello donde re-
side la plenitud del hombre, su carácterde ciudadano, su carácterde político,
su versión real a los demás.
Pero la filosofia no debe contentarsecon ser una función individual. Es la
sociedad entera la que debe tener su propio filosofar. La sociedad necesitade
la filosofia. Nuestra sociedadla necesita.
Ante todo, la necesitaen su dimensiónnegativay critica. En las creencias
populares, en la literatura, en los códigos de derecho y en la propia constitu-
ción, en los programasde los partidos políticos, en la concienciacolectivado-
minante, en los medios de comunicación, etc. Hay infinidad de elementos
ideologizadosque no respondena la verdaderanaturalezadel pueblo salvado-
reño y que favorecenla perpetuaciónde un orden injusto. Hacen falta Sócra-
tes implacablesque pongan en tela de juicio toda esa suertede tópicos tan re-
petidos,que se nos quieren hacer pasar como evidencias.Tenemosque llegar a
la convicciónde que no sabemosy de que la genteno sabe:ni siquierasabemos
qué es lo que tenemosque saberni cómo lo tenemosque saber,por mucho que
pretendanconocerlolos autoresde la reforma educativa.Tenemosque llegar a
la convicción de que se necesitaun ingenteesfuerzopor saber,pero por saber
criticamentepor saber creativamente.
Por ello se necesitatambién la filosofía en su dimensiónconstructivay sis-
temática. Pero que no sea importada y repetitiva. No es bueno ni posible el
aislacionismocultural, pero tampoco es buena la mera repetición de teorias
importadas, que se imponen dominantemente a quienes estén indefensos
contra ellas. Un pensar importado que se tome como representacióncabal de
la propia realidad o como recetade acción política, es para el caso una pura
ideologia, que puede tener sus ventajas inmediatasy prácticas,pero que a la
larga lleva a la propia despersonalizaciín y a la propia deshistorización. La
filosofia y la ciencia condensadasen recetasse convierten inmediatamente en
catecismosinsatisfactorios.

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Esto nos llevaría al cómo del filosofar. El filosofar implica una gran nr..-)
sidad de estar en la realidad y una gran necesidadde saber última y totalmente I /4,
cómo es esa realidad, más allá de sus aparienciaspuramenteempiricas.Quien {,
no tiene esasdos condiciones, no es apto para filosofar. Hace falta también un /' I
especialtalento: muchos de los ataques a la filosofía nacen de la contradicción =-/
entre quienesnecesitanalgo así como filosofar y, sin embargo, son incapaces
de hacerlopues no puedendominar sus requisitostécnicos.La filosofía no les
dice nada, sobre todo en sus apartadosmás técnicos,ni porque la filosofía no
diga nada, sino porque ellos son incapacesde escucharla.Por esoacuden,en el
mejor de los casos,a aspectosfilosóficos que están más de moda o que son
más asequiblespara el público.
Con esascondicionesy, percibidala posiblepracticidad de filosofar, esto
es, visto o previsto al modo cómo desdela filosofía se puede tratar filosófica-
mente la realidad que nos rodea, lo importante es enseñara pensar.Guerra,
pues, a los manualesy esfuerzospor poner al estudianteen contacto directo ^
con los grandesmaestrosdel pensarno en cuanto digan esto o aquello sino en {
cuanto puestaen marcha de formas excepcionalesde pensar. Suscitacióndel
espiritu critico frente a la propia realidad y frente a cualquiersistemaque pre-
tenda explicarla. Lanz.amientoa la producción personal,a la creatividaden el
análisis,en la comprensióny en el hallazgo de respuestas.Preparacióntécnica
para poder ponerseen contacto con los grandespensadores,para ejercitar la
critica filosófica y para poder producir...
Los modos concretosde realizar todo esto dependeráde las condiciones
de los profesoresy de los alumnos, porque recordandoque el filosofar no es la
transmisióny aprendizajede una seriede contenidosmás o menos entendidos
sino la puestaen marcha de la propia capacidadde pensamientofilosófico. No
es inútil, sin embargo, mostrar una dirección fundamental en pensamiento,
siempre que esté debidamenteasimilada y se muestre operativa. En filosofia
hace falta también un instrumentalteórico, cuya validezdebe mostrarseen su
propia instrumentalidad,es decir, en su capacidadde acercamientoa la reali-
dad, en su capacidadde despertarrespuestasnuevasa problemas nuevos.
El dicho evangeliode que la verdad les hará libres tienensingularexplica-
ción a la filosofia: en la búsqueday el anuncio de la verdad frente a lo que la'
impide, lo que traerá a los hombres y a los pueblos la libertad. Una verdad
operativa, pero una verdad. Es cierto que nuestrospueblos necesitande trans-
formación, pero de una transformaciónllena de verdad; de lo contrario no va-
mos a la liberación del hombre sino a su alienación. La filosofía como bús-
queda de la plenitud de la verdad, esto es, no de la mera ausenciade error sino
de la presenciaplena de realidad,es así un elementoindispensableen la libera-
ción integralde nuestrospueblos.Cuando estospuebloscuentencon la posibi-
lidad real de pensaren sí mismosen todos los órdenesdel pensamiento,que ya
van camino de la libertad y de la posesiónplena de sí mismos. He aquí el para
qué de la filosofía.

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