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Calibán en la Ciudad Eterna.

De botepronto.

“el gran acontecimiento es como un


adoquín que se lanza a un charco,
haciendo removerse ese fondo
cenagoso que bulle en el basamento de la vida”

Geoerge Duby.

En 2010, movimientos geológicos hicieron crujir edificios (entre gritos y últimos


suspiros); ni el concreto ni el acero resistieron. Haití, o lo que la comunidad
internacional llama Haití, se convirtió en portada, en la imagen de la tragedia del
momento. Las cifras, parámetro de veracidad, sepultaron el acontecer humano con
“millones de dólares en daños”. Sobre esa frase lapidaria, los amantes del orden no
dudaron en lanzar “lamentaciones” por lo deplorable de la situación, o su traducción
en robos, saqueos y atropellos a las “normas básicas de convivencia”. El terremoto
había molido huesos y varillas, venas y tubos, cúpulas y cráneos por igual. Pero en el
fondo, o en lo alto, La Ciudad está intacta.

En la foto1 no hay una ciudad ¿Quién en estos días sabe qué es una ciudad? ¿Quién
afirmaría sobre la foto “esa es la típica ciudad caribeña”? Giremos las preguntas

1
Foto aérea de uno de los campamentos de refugiados por el terremoto del 12 de enero de 2010 en Haití.
Extraída de http://rinconamerica.wordpress.com/2011/01/12/haiti-a-un-ano-del-sismo-haiti-no-levanta-
pensando en dos términos que parecen no tener fin (aunque siempre finalidad):
Caribe y Ciudad ¿Qué mediaciones incendian las construcciones mecánicas y
superficiales iluminando la guerra?

Al quitarnos el paradigma, no nos han quitado la vida.

La corrosión cultural de occidente, oxidación por sus mejores instituciones, no


muestra menor consistencia social que su glorioso inicio2 o sus enciclopédicas
versiones3; la expansión cuantitativa y cualitativa de los conglomerados compuestos
por millones de humanos nos remite al siglo XX y en particular al tiempo posterior a
la guerra de treinta años (1914-1945). Marcado el tema por signos de distinto pelaje, la
guerra es objeto discursivo4 común a la mayoría de sus animalidades.

La cuestión cubana de los años 70s, inserta al doble eje explicativo (economía-política
Este-Oeste y Norte-Sur), devuelve el habla a Calibán; personaje shakesperiano
interpretado por Fernández Retamar en su apertura al concepto-metáfora o personaje
conceptual de mismo nombre. En 1971, imperialismo y comunismo son palabras que
intentadas meter en el hablando se escapan hacia el grito con ardor, como la guerra
entre los pueblos. Historia y antropología son pretextos de Retamar para forjar su
primer Calibán y lanzarlo cual cabeza nuclear sobre los futuros monos5.

Calibán6 llama a la confrontación contra el Imperialismo estadounidense desde la


cultura, es decir, desde “nuestra propia existencia, nuestra realidad humana misma”7.
Para ello no hay límites en al ataque, el espacio-tiempo de la Historia Universal

cabeza/vista-aerea-de-uno-de-los-tantos-campamentos-de-refugiados-en-puerto-principe/ el 20 de enero de
2013 a las 20:32 hrs. de México Centro.
2
De la formación del Imperio Español hasta la “La Revolución Gloriosa en Inglaterra en 1648.
3
Movimiento ilustrado del siglo XVIII, corriente intelectual que diseña “el mundo moderno”.
4
Ver Guillen Vicente, Rafael Sebastián, Filosofía y educación (prácticas discursivas y prácticas ideológicas)
(sujeto y cambio históricos en libros de texto oficiales para la educación primaria en México), Tesis para
obtener el grado de Licenciado en Filosofía, UNAM, México, 1980. Págs. 8-10.
5
Ver “Reflexiones de un futuro mono”, en; Onetti, Juan Carlos, Obras completas, prol. Monegal Rodríguez
Emir, Aguilar, México, 1970. Páginas 516-518.
6
Fernández Retamar, Calibán: apuntes sobre la cultura en Nuestra América, Diógenes, México, 1971. 108
páginas.
7
Fernández Retamar Op.cit. pág. 5.
Moderna es disuelto en páginas de guerrilla-metal-calibanesca (pues no asume la
forma estatal de los “grandes tratados” y porta el movimiento rápido y creativo como
estrategia ¡quinientos años en cien páginas!) quedando expuesto su componente
fundamental: someter a los más y lo más posible a la condición colonial; genuflexión
y neurosis.

Sin embargo, la cultura imperial mantiene los cimientos firmes (Próspero prosperó).
La mayoría de los pobladores del mundo seguimos sin soberanía política efectiva, y
anclados a una desigualdad económica obscena. También somos mayoría los
oficialmente sujetos a la cultura urbana (53% de la población mundial)8, y no por
fuerza de concreto y acero La Ciudad conserva sus encantos; el deseo moldeándose a
la necesidad cultivada de orden y riqueza da consistencia a nuestra propia existencia.

En países que sufrimos la condición


colonial en lo que aún llaman América,
África y Asia la urbanización ha sido un
proceso más acelerado que en el
occidente europeo o las américas
anglosajonas desde la década de 19509.
Las versiones descolonizadoras, y el enfrentamiento de paranoia atómica entre Moscú
y Washington, a partir de esa fecha, dejaron un saldo millonario en deudas para países
que buscaban consolidar gobiernos estatistas como emblema soberano.

Cada obra de modernización, fue pagada con carne de futuro, vidas capaces de ser
obedientes se empeñaban en centros financieros. A cambio, militares y militantes
arielizados gobernaban la esquizofrenia masiva del Estado-Capital y construían
“progresiva, real, materialmente, los súbditos [sujets], el sujeto [sujet], a partir de la

8
Banco Mundial. http://datos.bancomundial.org/tema/desarrollo-urbano.
9
Ver Santos, Milton, Geografía y economía urbanas en los países subdesarrollados, Barcelona, Oikos-
Tau, 1973. p.34
multiplicidad de los cuerpos, las fuerzas, las energías, las materias, los deseos, los
pensamientos, etcétera.”10

Pese a La Ciudad Eterna.

“La interioridad es la prisión histórica del hombre prehistórico.”

Theodor Adorno.

Argentina, Chile, Brasil, México reclamaron para sí (desde 1930 hasta 1970
aproximadamente) el divino título de milagro económico. El sueño de consolidar un
Estado fuerte, dueño de producciones en ramas
estratégicas recordaba el ideal ilustrado-despótico de
soberanía, pero trabajaba al ritmo del acero con
gobiernos de izquierda o derecha. La misma fantasía
se instalaba en los archipiélagos del Mar Antillano
donde encontró tradiciones decimonónicas11 capaces
de recibir como salvadores estos nuevos vientos del
Mar del Norte.

Aún con todas las máquinas operando la


transformación mundial hacia el mundo libre (verde,
azul o rojo) múltiples palacios, fortalezas, estatuas,
pinturas y demás motivos coloniales permanecieron intactos en su práctica
pedagógica: instruir ilustrativamente al súbdito para aceptar la “naturalidad histórica”
del privilegio a gobernar. Entre ellos se encuentran las cúpulas blancas que ondean
banderas nacionales en tierras antillanas y toda Nuestra América.

10
Foucault, Michel, Defender la sociedad, México, Siglo XXI, 2002. Pág. 27.
11
En esta página aparece la pintura catalogada como “Nadie más cortesano” en: Castro Arroyo, Ángeles y E.
Alegría, Ricardo, San Juan de Puerto Rico, foto de Méndez Guerrero, Manuel, Agencia Española de
Cooperación internacional y Ediciones Cultura Hispánica, España, 1989. En ella se muestra a Don miguel
Antonio de Ustariz en óleo sobre tela. Resalta del posante: apoyo de la mano derecha sobre el bastón (motivo
pictórico de poder) tras el fondo “urbano” y la mano izquierda (símbolo del pueblo y la oposición radical a los
límites del impulso libertario) cogiendo el mapa (estudio sistemático de la Tierra).
De La Habana12 a Porto Bello, de Jamaica
a Trinidad existe el Capitolio recordando
(pasando por el corazón de las ciudades
capitales) al gobierno que encabeza las
garantías de libertad y soberanía para los
flujos de capital (incluido su consentido,
el financiero). La arquitectura, pero más
los efectos de su ubicación, implica el
montaje de un poder practicando el discurso de ser emperador eterno de la vida en la
tierra provincializando el mundo. Este tipo de tácticas no es nueva en el continente13
y su llegada por el Mar también portaba la estrategia civilizatoria del imperio romano.
Pero su avanzada no empezó con grandes monumentos y la guerra desde entonces
late contra sus muros:

“Fice una casa con su terrado e pretil e almenas, e su barrera delante de la puerta e toda
encalada de dentro y fuera, de un alto de siete tapias con el pretil e almenas”14

“En el año 1513, mientras Ponce de León llevaba a cabo su expedición para descubrir
Florida, Caparra fue atacada y parcialmente quemada por indios caribes de las Antillas
Menores […] La Casa Fuerte se amplió poco después, construyéndose de piedra parte de la
misma.15

12
El capitolio mostrado en la foto de esta página está en la Habana, mantenido por el Gobierno Cubano luego
de la Revolución como sede del ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la Academia de
Ciencias de Cuba. Fue construido en 1929 a mandato del entonces presidente Gerardo Machado.
13
Ver Nettlau, Max, Actividad Anarquista en México, traducción; Stoyanova Tasseva, Diana y Gutiérrez
Maupomé, Lucrecia, introducción; Barrera Bassols, Jacinto, INAH, México, 2008. Pág. 25. Las primeras líneas
en este extracto del historiador austriaco hacen referencia a la experiencia imperial prehispánica como
imagen inicial de su artículo.
14
Fragmento de Carta de Ponce de León a Ovando en 1509 en: Castro Arroyo, Ángeles y E. Alegría, Ricardo,
San Juan de Puerto Rico, foto de Méndez Guerrero, Manuel, Agencia Española de Cooperación internacional
y Ediciones Cultura Hispánica, España, 1989. Pág. 9. En ella narra su actividad en la Isla La española, para la
cual había ido con fines de conquista y colonización, y en la que había empezado a edificarse el poblado de
Caparra.
15
Ídem.
Este evento-situación puesto en venta al olvido con Guaicaipuro y Anacaona, con los
millones colonizados, no debe
hacernos estar con “las llamas que
los quemaron, ni con las cuerdas
que los ataron, ni con los aceros
que los degollaron, ni con los
perros que los mordieron”16,
porque con ellas se levantan
conglomerados en que la muerte
respira latente por cada poro, en
cada muro, el momento de abalanzarse sobre cuerpos y deseos.

Y el Planeta de los Simios ¡Insurrección!

“…cualesquiera que sean las rubricas utilizadas o las nuevas fórmulas introducidas, la descolonización es
siempre un fenómeno violento” Frantz Fannon.

Es la hora de los hornos, y no se ha de ver más que la luz. José Martí.

Las pantallas con simios enormes y feroces a los que grupos expedicionarios tenían
que domesticar, aunque en esa empresa tuvieran que desmembrar al enemigo de su
espacio y tiempo, proyectaron una versión adaptada al “contexto actual”17; los cascos
de los “exploradores” de África y Asia (también los gorritos de los marines protectores
de la United Fruit Company), luego de pasar por el modelo espacial anticomunista del
6818, son sustituidos por gorros de estambre y lentes cuadrados en su lucha contra (los
también remasterizados) monos que han fundado una comunidad al estilo del buen
salvaje fuera de las grandes ciudades.

Las primeras páginas de Calibán hablan de que esta veta industrial para “millones de
hombres a quienes sabiamente se les ha inculcado el miedo, el complejo de

16
Martí, José, Obras Completas, “Autores americanos aborígenes”, XVIII, La Habana, 1963.
17
Este año, 2014, se estrenó “EL amanecer de El planeta de los simios” dirigida por Matt Reeves.
18
Año en que se estrena la primer película de la zaga “El Planeta de los simios” basada en la novela de Pierre
Boulle y rostrificada por Charlton Heston.
inferioridad, el temblor, la genuflexión, la desesperación, el servilismo”19 no es un
chiste cinematográfico. Pero tampoco es objeto del empatismo tolerante que intenta
neutralizar el cáncer colonial poniendo un negro en la casa blanca. Es un llamado a
la explosión que suelte al hombre de sí mismo, pero no al hombre que vaciado de
sentido buscará entre las ruinas romanas descubiertas por el general Freud20 un nuevo
hombre dueño de sí. No, no es al civilizado barbarizado por su empresa colonial
(enunciado por Cesaire como potencia del nazismo), es para quienes sobre el cuerpo
y tras los párpados ahogan el grito con el peso de La Ciudad, para quienes la lengua es
el desprecio de la civilización.

Estos no serán los que aún hacemos una representación estéril de Ariel incapaces de
soltar nuestra subjetividad alienada consumada21, inocentes financieros de genocidios
en selvas, desiertos, mares, arenas y hielos. Soltar la subjetividad, no ser conscientes
Ciudadanos del mundo, pues “sólo habrá una desalienación auténtica en la medida
que las cosas recuperen su lugar, en el sentido más materialista”22.

Si habremos de destruir La Ciudad-Imperio y con ella su creación romántica de El


Campo, si hemos de volvernos calibanes y vindicar a los muertos de la materia del 1513,
será porque luchemos hasta no ver el último cimiento extirpado, hasta que
(parafraseando a Fannon) liberados del trampolín que es la resistencia del otro y
cavando la carne para encontrarnos algún sentido nos preguntemos “¿Acaso no me ha
sido dada mi libertad para edificar el mundo del Tú?”23

Bibliografía.

19
Cesaire Aime, Discurso sobre el colonialismo, citado en; Fannon, Frantz, Piel negra máscaras blancas,
traducción: Abad Ángel, Abraxas, Argentina, 1973. Pág. 7.
20
En cualquiera de las ediciones traducidas al castellano de Malestar en la cultura de Freud se inicia con la
analogía entre el inconsciente y las estratificaciones arqueológicas de Roma, Italia.
21
Ver Adorno, Theodor, Crítica cultural y sociedad, “Apuntes sobre Kafka”, traducción: Sacristán, Manuel,
SARPE, Madrid, 1984. Pag. 176. EL argumento intenta develar las operaciones que suceden en lo subjetivo sin
objeto, cuando la mente desenvuelve su actividad sin resistencia que implique su desarticulación unitaria con
lo que ha considerado mundo. Esto es señalado como principio del hermetismo en Kafka.
22
Fannon, Frantz, Piel negra máscaras blancas, traducción: Abad Ángel, Abraxas, Argentina, 1973. Pág. 11.
23
Fannon, Frantz, Op.cit. Pág. 192.
“Reflexiones de un futuro mono”, en; Onetti, Juan Carlos, Obras completas, pról. Monegal
Rodríguez Emir, Aguilar, México, 1970. Páginas 516-518.

Adorno, Theodor, Crítica cultural y sociedad, “Apuntes sobre Kafka”, traducción: Sacristán,
Manuel, SARPE, Madrid, 1984.

Castro Arroyo, Ángeles y E. Alegría, Ricardo, San Juan de Puerto Rico, foto de Méndez Guerrero,
Manuel, Agencia Española de Cooperación internacional y Ediciones Cultura Hispánica, España,
1989.

Fannon, Frantz, Piel negra máscaras blancas, traducción: Abad Ángel, Abraxas, Argentina, 1973.

Fernández Retamar, Calibán: apuntes sobre la cultura en Nuestra América, Diógenes, México,
1971. 108 páginas.

Foucault, Michel, Defender la sociedad, México, Siglo XXI, 2002.

Guillen Vicente, Rafael Sebastián, Filosofía y educación (prácticas discursivas y prácticas


ideológicas) (sujeto y cambio históricos en libros de texto oficiales para la educación primaria en
México), Tesis para obtener el grado de Licenciado en Filosofía, UNAM, México, 1980.

Martí, José, Obras Completas, “Autores americanos aborígenes”, XVIII, La Habana, 1963.

Nettlau, Max, Actividad Anarquista en México, traducción; Stoyanova Tasseva, Diana y Gutiérrez
Maupomé, Lucrecia, introducción; Barrera Bassols, Jacinto, INAH, México, 2008.

Santos, Milton, Geografía y economía urbanas en los países subdesarrollados, Barcelona, Oikos-
Tau, 1973.

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