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SALA POLITICO-ADMINISTRATIVA.
El Tribunal Superior Cuarto de lo Contencioso Tributario de la Circunscripción Judicial del
Área Metropolitana de Caracas, remitió a esta Sala Político-Administrativa contentivo del recurso
de apelación, actuando con el carácter de sustituta de la Procuradora General de la República, en
representación del FISCO NACIONAL,
La apelación fue incoada contra la sentencia definitiva N° 033/2008 dictada por el tribunal
remitente en fecha 3 de abril de 2008, la cual declaró con lugar el recurso contencioso tributario
interpuesto el 29 de marzo de 2007 por los abogados, actuando con el carácter de apoderados
judiciales de la contribuyente AGENCIA OPERADORA LA CEIBA, S.A., sociedad mercantil
El recurso contencioso tributario fue interpuesto contra la Resolución de fecha 21 de
febrero de 2007, emitida por la Gerencia Regional de Tributos Internos de Contribuyentes
Especiales de la Región Capital del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y
Tributaria (SENIAT), mediante la cual el ente fiscal declaró sin lugar el recurso jerárquico incoado
contra la “Resolución por Manifiesta Improcedencia de Cesión de Créditos” del 14 de septiembre
de 2006, provenientes de las retenciones de impuesto sobre la renta efectuadas para el ejercicio
fiscal 2003, por la cantidad de cincuenta y dos millones dieciséis mil treinta y un bolívares sin
céntimos (Bs. 52.016.031,00), ahora expresada en cincuenta y dos mil dieciséis bolívares con tres
céntimos (Bs. 52.016,03).
DECISIÓN: Este Tribunal Superior Cuarto de lo Contencioso Tributario de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, administrando justicia en nombre de la República y por
autoridad de la Ley, declara CON LUGAR el recurso contencioso tributario interpuesto (…) y en
virtud de la presente decisión nula y sin efecto legal alguno. La presente decisión tiene apelación en
relación a la cuantía. Conforme lo dispuesto en el Artículo 327 del Código Orgánico Tributario, se
condena a la Administración Tributaria al pago del cinco (5%) por concepto de costas procesales.
-III- FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN
El 4 de noviembre de 2008, la representación en juicio del Fisco Nacional consignó ante esta
Alzada escrito de fundamentación de la apelación interpuesta, en los siguientes términos:
1.- “Efecto de los negocios jurídicos entre particulares y su incidencia en lo jurídico
tributario”.
Así, señala que “(…) es preciso investigar la verdadera naturaleza de las operaciones realizadas por
[los contribuyentes], pues es frecuente observar la profusión de acuerdos entre particulares y
planificaciones fiscales en aras de lograr beneficios fiscales que en la mayoría de los casos
conforman verdaderas elusiones fiscales (…) es necesario añadir que muchos de los convenios
aplicables o viables entre particulares en las diversas ramas del derecho privado, carecen de
validez y aceptación en el derecho público (…).
2.- “De la observancia del Principio de Legalidad y de la Competencia por parte de la
Administración Tributaria”.
Desarrollando lo anterior, plantea que “(…) si bien es cierto por mandato expreso del artículo 50
del Código Orgánico Tributario, la Administración Tributaria es competente para recibir la
notificación de la cesión de créditos; no es menos cierto que la Administración Tributaria no tiene
competencia para otorgar fe pública de los actos contenidos en un documento privado presentado
por particulares en sus dependencias u oficinas, ni para certificar que las personas que aparecen en
el documento, se identificaron y firmaron el mismo, así como tampoco para dar fecha cierta de la
oportunidad en que se realizó el acto o negocio jurídico, en los términos consagrados en el artículo
1.369 del Código Civil (…)”.
Conforme a lo precedente, solicita la representación fiscal la declaratoria con lugar de la apelación
ejercida, y que “(…) en caso de ser declarada sin lugar la presente apelación (…) se exima de costas
procesales a la República, por tener motivos racionales suficientes para litigar (…)”.
En consecuencia de lo anterior, solicita la declaratoria sin lugar de la apelación ejercida,
con la consiguiente confirmatoria de la sentencia dictada por el tribunal de origen, que declaró la
nulidad absoluta del acto impugnado y la validez de la cesión de créditos fiscales celebrada.
Disponen los artículos 15 y 16 del Código Orgánico Tributario de 1994, aplicable ratione
temporis al caso de autos, lo que se transcribe a continuación:
“Artículo 15.- Los convenios referentes a la aplicación de las normas en la materia tributaria
celebrados entre particulares no son oponibles al fisco, salvo en los casos autorizados por la ley”.
“Artículo 16.- La obligación tributaria no será afectada por circunstancias relativas a la validez de
los actos o a la naturaleza del objeto perseguido, ni por los efectos que los hechos o actos gravados
tengan en otras ramas jurídicas, siempre que se hubiesen producido los resultados que constituyen
el presupuesto de hecho de la obligación”. (Resaltado y Subrayado de esta Sala).
De las normas anteriormente señaladas, se desprenden los instrumentos o mecanismos ex
lege mediante los cuales la Administración Tributaria puede llevar a cabo la protección de los
intereses fiscales, contra aquellos contribuyentes que en uso de formas jurídicas de derecho
privado, pretendan evadir la carga tributaria; es decir, se faculta a la Administración Tributaria
para investigar la realidad o el fondo de la adopción de determinadas figuras jurídicas que son
contrarias a la realidad económica del contribuyente, con el fin de evitar la evasión fraudulenta en
el cumplimiento de la obligación tributaria.
Ha sido criterio de este Máximo Tribunal:
“Cierto es que existen algunos casos en que los contribuyentes recurren a determinadas formas
jurídicas con el propósito fundamental de eludir la carga tributaria que, bajo un escenario normal,
tendrían que enfrentar, y que en estas situaciones es posible que la administración tributaria
aplique figuras como el denominado ‘abuso de las formas’, y el desconocimiento del uso de formas
atípicas a fin de proteger los intereses del Fisco Nacional y cuidar la efectiva y correcta aplicación
de las normas tributarias, pero es importante destacar que estas herramientas deben ser utilizadas
con sumo cuidado por las autoridades fiscales, a objeto de que no degeneren en arbitrariedades
que vulneren el denominado principio de ‘economía de opción’, que en materia tributaria se
traduce en que ningún individuo puede ser obligado a estructurar sus negocios de la forma que le
sea más gravosa desde el punto de vista fiscal”. (Sentencia Nº 00957 de fecha 16 de julio de 2002,
caso: Organización Sarela, C.A.).
De lo anterior, y tal como lo indicó el a quo en la sentencia apelada, se desprende que la
cesión de créditos tiene su origen en un contrato celebrado entre el acreedor original (cedente)
y el nuevo acreedor (cesionario), donde el cedente se obliga a transferir y garantizar al
cesionario el crédito u otro derecho, obligándose éste último a pagar un precio en dinero, sin
que sea necesario el consentimiento del deudor, pero si su notificación, tal como se establece
expresamente tanto en el Código Civil como en el Código Orgánico Tributario (art.50) de 2001.
Debe esta Alzada confirmar lo señalado por el tribunal de instancia, ya que el Fisco
Nacional no probó debidamente la existencia del abuso de las formas denunciado, y en virtud de
que, tal como lo alegó la contribuyente, su actuación “(…) no constituye un abuso de las formas y
validez de los convenios entre particulares, en perjuicio de los intereses del Fisco Nacional, ya que
se dio cabal cumplimiento a la normativa aplicable y vigente, para el momento de la celebración
del contrato de cesión de créditos, todo lo cual fue reconocido por el tribunal a quo en la sentencia
apelada (…)”. Por ello, se desestima el alegato del SENIAT relacionado con este punto. Así se
establece.
Ahora bien, del análisis de los alegatos expuestos y de los recaudos consignados en el
expediente, esta Sala observa que no existe en el documento privado que contiene la cesión de
créditos fiscales efectuada, solicitud realizada a la Administración Tributaria de que otorgase “fe
pública” al mencionado negocio jurídico, en virtud de que para la fecha en que fue celebrada
dicha cesión (31 de marzo de 2004), los requisitos exigidos para que tal figura tuviese validez se
circunscribían sólo a la obligación del cedente de notificar a la Administración Tributaria dentro
de los tres (3) días hábiles siguientes de consumada la cesión, conforme a lo previsto en el
artículo 50 del Código Orgánico Tributario de 2001, precedentemente transcrito; sin que fuese
necesario, en ese entonces, que el contrato de cesión fuese notariado por parte de los
funcionarios competentes para ello, ya que la Providencia Administrativa, emitida por el SENIAT y
publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela del 29 de noviembre de
2005, donde están especificados los requerimientos necesarios para realizar cesiones de derechos
entre contribuyentes (siendo uno de ellos que tales negocios estuviesen inscritos ante Notario
Público) fue publicada con posterioridad al 31 de marzo de 2004, fecha en la cual surgió la
presente controversia.
A mayor abundamiento, y en virtud de la declaratoria de improcedencia de la mencionada
cesión, se observa del contenido del expediente administrativo consignado por el SENIAT ante el
juzgado de instancia (folio 136), copia certificada del documento privado mediante el cual la
sociedad mercantil Exxonmobil de Venezuela, S.A., actuando “por cuenta de Agencia Operadora La
Ceiba, S.A.”, cedió a la empresa Mobil Cerro Negro, L.T.D. los créditos fiscales de los cuales es
titular, correspondientes al ejercicio fiscal 2003, hasta por la cantidad de cincuenta y dos millones
dieciséis mil treinta y un bolívares sin céntimos (Bs. 52.016.031,00), ahora expresada en cincuenta
y dos mil dieciséis bolívares con tres céntimos (Bs. 52.016,03); el cual fue autenticado el 31 de
octubre de 2006 ante la Notaría Pública Novena del Municipio Chacao del Estado Miranda,
quedando inserto en los Libros de Autenticaciones llevados por esa Notaría, bajo el N° 61, Tomo
177 (según se evidencia en copias certificadas insertas bajo los folios 134 y 135). Así se establece.
-VI- DECISIÓN
Por los razonamientos anteriormente expuestos, esta Sala Político-Administrativa del
Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de
la Ley, declara:
1.- SIN LUGAR la apelación interpuesta por el FISCO NACIONAL, contra la sentencia
definitiva N° 033/2008 dictada por el Tribunal Superior Cuarto de lo Contencioso Tributario de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas en fecha 3 de abril de 2008, mediante
la cual se declaró con lugar el recurso contencioso tributario interpuesto por la contribuyente
AGENCIA OPERADORA LA CEIBA, S.A. en fecha 29 de marzo de 2007, contra el acto administrativo
identificado en el encabezado de este fallo. En consecuencia, SE CONFIRMA en los términos
expuestos el referido fallo.
Se condena en costas al Fisco Nacional en el monto equivalente al cinco por ciento (5%) de
la cuantía del recurso contencioso tributario, de conformidad con lo previsto en el artículo 327 del
vigente Código Orgánico Tributario.
Publitotal 994 Servicios de Publicidad, S.A. vs. República - SPA TSJ (14-08-2007)
SALA POLITICO-ADMINISTRATIVA.
6 de mayo de 2002, la abogada María Sequera, actuando como sustituta de la
ciudadana Procuradora General de la República, en representación del FISCO NACIONAL,
mediante la cual se declaró con lugar el recurso contencioso tributario interpuesto por el
abogado Francisco Hung Vaillant, actuando con el carácter de representante judicial de la
contribuyente PUBLITOTAL 994 SERVICIOS DE PUBLICIDAD, S.A., sociedad mercantil, por
medio de la cual se determinó a cargo de la contribuyente, por concepto de impuesto al
consumo suntuario y a las ventas al mayor, la cantidad de ochenta y seis millones
trescientos cincuenta y un mil quinientos seis bolívares con setenta y un céntimos (Bs.
86.351.506,71); multa por el monto de noventa millones setecientos treinta y un mil
quinientos ochenta y cuatro bolívares sin céntimos (Bs. 90.731.584,00); actualización
monetaria por la suma de trescientos sesenta y siete millones doscientos cuarenta y cinco
mil novecientos treinta y cinco bolívares sin céntimos (Bs. 367.245.935,00) e intereses
compensatorios por la cantidad de ciento ochenta y tres millones ochocientos noventa mil
setecientos cincuenta y ocho bolívares sin céntimos (Bs. 183.890.758,00), para los
períodos fiscales comprendidos desde el mes de enero de 1995 hasta el mes de junio de
1997, inclusive, siendo el monto total a pagar la suma de setecientos ochenta y dos
millones doscientos diecinueve mil setecientos ochenta y tres bolívares con setenta y un
céntimos (Bs. 782.219.783,71).
I. ANTECEDENTES
En fecha 26 de enero de 1999, mediante Acta Fiscal Nº SAT-GRTI-RC-DF-I-1052-000030, la
Administración Fiscal hizo constar que para los períodos comprendidos entre enero y diciembre de
1995 y entre febrero y diciembre de 1996, existía una diferencia de créditos fiscales por la
cantidad de setecientos treinta y cuatro millones quinientos treinta y dos mil ciento veintinueve
bolívares con sesenta y ocho céntimos (Bs. 734.532.129,68), debido a que la contribuyente
registró parte de las compras que efectuó, en su balance general en una cuenta denominada
“Cuenta Reembolsable por facturar”, en la cual se constata una sub-cuenta denominada “Impuesto
al Valor Agregado por Distribuir”, en lugar de registrar estas compras en su estado de ganancias y
pérdidas, procediéndose a determinar una diferencia de impuesto a pagar por la cantidad de
ochenta seis millones trescientos cincuenta y un mil quinientos seis bolívares con setenta y un
céntimos (Bs. 86.351.506,71); multa por el monto de noventa millones setecientos treinta y un mil
quinientos ochenta y cuatro bolívares sin céntimos (Bs. 90.731.584,00); actualización monetaria
por la cantidad de trescientos sesenta y siete millones doscientos cuarenta y cinco mil novecientos
treinta y cinco bolívares sin céntimos (Bs. 367.245.935,00) e intereses compensatorios por la suma
de ciento ochenta y tres millones ochocientos noventa mil setecientos cincuenta y ocho bolívares
sin céntimos (Bs. 183.890.758,00), para los períodos fiscales comprendidos desde el mes de enero
de 1995 hasta el mes de junio de 1997, inclusive, siendo el monto total a pagar la suma de
setecientos ochenta y dos millones doscientos diecinueve mil setecientos ochenta y tres bolívares
con setenta y un céntimos (Bs. 782.219.783,71).
III DECISIÓN JUDICIAL APELADA
El Tribunal Superior Séptimo de lo Contencioso Tributario de la Circunscripción Judicial del
Área Metropolitana de Caracas, al que correspondió el conocimiento de la presente causa
previa distribución, mediante sentencia N° 434, de fecha 1° de febrero de 2002, declaró
con lugar el recurso contencioso tributario interpuesto por el representante judicial de la
contribuyente.
En tal sentido, está suficientemente demostrado a través de la experticia judicial
promovida, adminiculándola con los demás elementos probatorios que corren en autos,
que la contribuyente recibe ingresos por comisiones con motivo de las actividades
gravables que realiza, adicionalmente percibe de sus clientes, en el caso particular las
embotelladoras identificadas en el cuerpo de esta sentencia, gastos reembolsables
generados por cuenta del comitente, siendo que estos no son imputable a las
contribuyente como hechos imponibles del Impuesto al Consumo Suntuario y Ventas al
Mayor toda vez que no forman parte del ingreso y no constituyen enriquecimiento alguno
para la empresa, así se declara.
En base a las precedentes consideraciones este tribunal observa que las cantidades
determinadas en la resolución Culminatoria del Sumario de fecha 8 de febrero de 2000 por
concepto de actualización monetaria, multa e intereses compensatorios resultan
improcedentes en virtud del carácter accesorio de estos conceptos frente a la pretendida
obligación principal, que es ilegal e inaplicable como ha quedado demostrado en el cuerpo
de esta sentencia y así se declara.
Aplicando al caso concreto las ideas anteriores, se advierte que la apelación interpuesta
por el Fisco Nacional sí cumple con los extremos exigidos en el artículo 19 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, ya que de la
fundamentación de la apelación pueden colegirse con suficiente claridad, las pretensiones del
solicitante, las cuales son que este órgano jurisdiccional determine si existe o no en el fallo
apelado el vicio de falso supuesto y errónea aplicación de la ley, al establecer el a quo la
improcedencia de la corrección de errores materiales y de cálculo realizada por la Administración
Tributaria al momento de emitir la Resolución impugnada, así como la improcedencia del reparo
levantado, por concepto de “omisión de ingresos” a cargo de la contribuyente en la fiscalización
realizada.
En virtud de tales consideraciones, esta Sala declara improcedente el alegato esgrimido
por la representación en juicio de la sociedad mercantil, relativo a la “defectuosa fundamentación”
de la apelación formulada. Así se decide.
Resuelto lo anterior, pasa esta Máxima Instancia a decidir la presente apelación y a tal
efecto observa:
De la anterior transcripción se evidencia la comisión de errores materiales por parte de la
actuación fiscal, las cuales fueron corregidas en la Resolución Culminatoria del Sumario
Administrativo, tal como fue afirmado en la experticia contable practicada en primera instancia, la
cual no fue desvirtuada por las partes intervinientes en el presente proceso, al manifestar que en
las cifras manejadas tanto en el Acta Fiscal como en la Resolución “(…) indudablemente que
existen errores (…) error éste subsanado por el sumariador (sic) en el cuadro que muestra las
rentas declaradas en la página Nro. 13. [de la Resolución] (…)”.
Artículo 163. La Administración Tributaria podrá en cualquier tiempo corregir errores
materiales o de cálculo en que hubiere incurrido en la configuración de los actos
administrativos”. (Destacado de la Sala).
La Administración Fiscal tiene la facultad de corregir los ‘errores materiales’ o de cálculo,
realizar modificaciones de carácter matemático en la determinación del quantum del impuesto,
multa e intereses moratorios, cuando se evidencien cálculos erróneos.
En tal sentido, aprecia esta Máxima Instancia que, tal como lo adujo la representación del
Fisco Nacional en su escrito de apelación, fue evidenciada la comisión de errores materiales por
parte de la actuación fiscal, los cuales fueron corregidos en la Resolución Culminatoria del Sumario
Administrativo, conforme a la potestad convalidatoria de la Administración Tributaria de sus
propios actos, contenida en el artículo 163 del Código Orgánico Tributario de 1994, aplicable al
caso en razón de su vigencia temporal. En consecuencia, se declara procedente el presente
alegato, y se revoca lo referente a este punto en la sentencia del tribunal de origen. Así se decide.
En tal sentido, disponen los artículos 15 y 16 del Código Orgánico Tributario de 1994,
aplicable ratione temporis al caso de autos, lo siguiente:
“Artículo 15.- Los convenios referentes a la aplicación de las normas en la materia tributaria
celebrados entre particulares no son oponibles al fisco, salvo en los casos autorizados por la ley”.
“Artículo 16.- La obligación tributaria no será afectada por circunstancias relativas a la validez de
los actos o a la naturaleza del objeto perseguido, ni por los efectos que los hechos o actos gravados
tengan en otras ramas jurídicas, siempre que se hubiesen producido los resultados que constituyen
el presupuesto de hecho de la obligación”.
De las normas anteriormente señaladas, se desprenden los instrumentos o mecanismos ex
lege mediante los cuales la Administración Tributaria puede llevar a cabo la protección de los
intereses fiscales, contra aquellos contribuyentes que en usos de formas jurídicas de derecho
privado, pretendan evadir la carga tributaria; es decir, se faculta a la Administración Tributaria
para investigar la realidad o el fondo de la adopción de determinadas figuras jurídicas que son
contrarias a la realidad económica del contribuyente, con el fin de evitar la evasión fraudulenta en
el cumplimiento de la obligación tributaria.
“Cierto es que existen algunos casos en que los contribuyentes recurren a determinadas formas
jurídicas con el propósito fundamental de eludir la carga tributaria que, bajo un escenario normal,
tendrían que enfrentar, y que en estas situaciones es posible que la administración tributaria
aplique figuras como el denominado ‘abuso de las formas’, y el desconocimiento del uso de formas
atípicas a fin de proteger los intereses del Fisco Nacional y cuidar la efectiva y correcta aplicación
de las normas tributarias, pero es importante destacar que estas herramientas deben ser utilizadas
con sumo cuidado por las autoridades fiscales, a objeto de que no degeneren en arbitrariedades
que vulneren el denominado principio de ‘economía de opción’, que en materia tributaria se
traduce en que ningún individuo puede ser obligado a estructurar sus negocios de la forma que le
sea más gravosa desde el punto de vista fiscal”. (Ver sentencia de esta Sala N° 01486, de fecha 14
de agosto de 2007, caso: Publitotal 994 Servicios de Publicidad, S.A.).
Concluimos que efectivamente esta categoría de médicos fijan sus honorarios a sus pacientes, y la
POLICLÍNICA LA ARBOLEDA, C.A. factura por cuenta de ellos, y por ende les cobra un porcentaje por
dicha gestión.
Inferimos de esa revisión, que los montos que en dichas facturas aparecen como Honorarios de los
Médicos Independientes, están registrados en la cuenta de Pasivo Nro. 2.1.3 (Honorarios
Profesionales por Pagar), y efectivamente al comparar con los registros contables, determinamos
que de acuerdo al muestreo por nosotros efectuado, los montos por estos conceptos no son
registrados por la POLICLÍNICA LA ARBOLEDA, C.A. en las cuentas de ingresos.
Por todo lo antes expuesto, y basados en las cifras que muestran el Acta Fiscal-Reparo, la
Resolución (Sumario Administrativo) y el Estado de Ganancias y Pérdidas de la contribuyente
concluimos que los montos reparados como ‘OMISIÓN DE INGRESOS’ que el Fiscal estipula en el
Acta Fiscal-Reparo no proceden como tales.
De esta manera, considera la Sala que de los elementos anteriormente señalados se
constata que al tratarse el caso de autos de una prestación de servicio de intermediación en el
arrendamiento de consultorios médicos y demás espacios situados dentro de la sede física de la
Policlínica, la base imponible a los fines de la determinación de la obligación tributaria será lo
percibido a título de contraprestación por dicha actividad (arrendamiento), además del cobro de la
comisión por intermediación, mas no aquellos montos por concepto de honorarios profesionales
de los médicos “arrendatarios y de cortesía” que prestaban sus servicios para la fecha en la
referida institución médica, por no formar parte de sus ingresos.
En razón de lo anterior, no encuentra esta Alzada -tal como lo sostiene el representante
judicial del Fisco Nacional-, elementos que puedan determinar en qué forma la contribuyente
mediante la celebración de los mencionados contratos pretendía evadir el cumplimiento de la
obligación tributaria, pues tal como se desprende de lo anteriormente expuesto, los ingresos de la
contribuyente no resultaron distintos a los declarados, a saber, los cobros de servicio de
emergencia y hospitalización, de arrendamiento de consultorios, ingresos por servicio de
laboratorio, reclamos de compañías de seguros e intereses bancarios devengados.
Ello así, observa esta Máxima Instancia que existen suficientes elementos tanto de hecho
como de derecho para demostrar la ilegalidad del reparo cuestionado en este caso, incurriendo la
Administración Tributaria en un error de apreciación de los hechos, lo cual vicia en su causa al acto
impugnado, en cuanto a la supuesta omisión de créditos fiscales en que incurrió la contribuyente
al determinar su base imponible. Así se declara.
Con fundamento en lo antes expuesto, esta Sala declara parcialmente con lugar la
apelación formulada por el representante judicial del Fisco Nacional, declarando procedente el
alegato referido a la “corrección de errores materiales y de cálculo”, e improcedente el alegato
referido a la “omisión de ingresos”, considerando los términos de esta sentencia. Así finalmente se
decide.
-V-
DECISIÓN
Esta Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la Ley, declara:
1.- PARCIALMENTE CON LUGAR el recurso de apelación interpuesto por la representación
judicial del FISCO NACIONAL, contra la sentencia mediante la cual se declaró parcialmente con
lugar el recurso contencioso tributario interpuesto por la contribuyente, en fecha 8 de julio de
1998, contra los actos administrativos identificados en el encabezado de este fallo.