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DOMINGUEZ
SERVICIO DE OTORRINOLARINGOLOGIA
POLITICA DE ANTIBIOTICOS
Entre 5-10% de los pacientes hospitalizados sufren IAAS (2). Este tipo de
infecciones ocasiona más de 100.000 muertes al año en Estados Unidos (3) y
le cuesta a esa nación cerca de US$6.7 billones al año (4). La preocupación
adicional a este problema es que, aceptando que las IAAS son un evento
adverso, según Scott (5), 30% de ellas son prevenibles.
• Usar los antibióticos en forma racional y soportada por una efectividad basada
en la evidencia.
TABLA1
CIRUGÍA LIMPIA
Es aquella en la que no existen signos inflamatorios, no se penetra el tracto
digestivo ni respiratorio y se realiza sin deficiencias en la técnica quirúrgica
estéril. En estas condiciones, el riesgo de infección sin profilaxis antibiótica es
menor del 1% (14,15).
No existen ensayos clínicos aleatorizados (ECA) en los que se demuestren
efectos beneficiosos de la profilaxis antibiótica en la cirugía limpia de cabeza y
cuello4, por lo que no se recomienda su uso rutinario en estas cirugías (15, 16).
CIRUGÍA LIMPIA-CONTAMINADA
Procedimiento quirúrgico en el que se penetra en el tracto digestivo o
respiratorio, existe una deficiencia menor en la técnica aséptica o se realiza
una reintervención de una cirugía limpia en los primeros siete días.
La incidencia de infección en este tipo de cirugía oscila entre el 18 y el 87% (9,
17) en comparación con la tasa de infección cuando se administra profilaxis
antibiótica, que se estima entre el 0 y el 38% (14, 17).
Existen numerosos estudios en los que queda claramente demostrado el
beneficio de la profilaxis antibiótica en la reducción de la incidencia de infección
en la cirugía limpia-contaminada (13).
Cirugía otológica limpia-contaminada
Encuadra los abordajes en oídos con supuración prequirúrgica, con
colesteatoma o no, y la colocación de drenajes transtimpánicos en aquellos
casos en los que exista derrame seromucoso (18).
En la otitis crónica no colesteatomatosa los gérmenes aislados más
frecuentemente son la Pseudomona aureginosa y el Staphylococcus aureus.
En el caso de colesteatoma, el perfil bacteriológico es similar, salvo que
encontramos más anaerobios. En el 50% de las otitis serosas se aíslan
bacterias como el Streptococcus pneumoniae y el Haemophilus influenza,
aunque se consideran no activos.
En el caso de los drenajes, se ha demostrado que el uso de antibióticos tópicos
reduce la incidencia de otorrea posquirúrgica (13), reducción que puede llegar
hasta el 48% (19). Por otro lado, no se han encontrado diferencias significativas
en cuanto a la incidencia de otorrea entre el uso de antibióticos tópicos y
lavados intraoperatorios con suero salino, por lo que se recomienda este último
como tratamiento sistemático en pacientes sometidos a colocación de drenajes
transtimpánicos (13).
Existen numerosos estudios que comparan las complicaciones infecciosas en
pacientes sometidos a cirugía otológica limpia-contaminada tratados con
profilaxis antibiótica frente a grupos que no la recibieron.
En general, no existen diferencias estadísticamente significativas en la
incidencia de infección posoperatoria en ambos grupos (20, 21).
En otros estudios de pacientes sometidos a miringoplastia, sus autores
tampoco encuentran diferencias entre ambos grupos, tratados con
antibioterapia y no tratados, en términos de curación y resultados funcionales y
audiométricos(22, 23).
En la revisión del metaanálisis de Verschuur del 2009 (18) no se encuentran
diferencias entre la administración de antibióticos sistémicos y el hecho de no
administrarlos, la administración de antibióticos sistémicos y tópicos frente a
tópicos exclusivamente, y tampoco en el empleo de antibiótico tópico
comparado con no utilizarlo. En dicho metaanálisis no se pudo realizar
subgrupos entre cirugía limpia y limpia-contaminada. Su conclusión se resalta
en el siguiente recuadro.
Cirugía rinológica limpia-contaminada
La cirugía nasal, en general, se considera limpia-contaminada, ya que se trata
de un área colonizada por diversos microorganismos potencialmente
patógenos y que no puede esterilizarse eficazmente. Son numerosas las
especies bacterianas que pueden aislarse en las fosas nasales. Las más
frecuentes son, dependiendo de los distintos estudios, Staphylococcus
epidermidis, Streptococcus viridans, Staphylococcus aureus, Klebsiella sp. y
Escherichia coli (6, 7).
La tasa de complicaciones infecciosas posoperatorias en la cirugía nasal en
ausencia de profilaxis antibiótica es baja, de aproximadamente un 2,3% (19).
Entre ellas, se incluyen celulitis, sinusitis, septicemia, trombosis del seno
cavernoso, abscesos cerebrales y el síndrome del shock tóxico (8). Esta cifra
puede elevarse de forma significativa (23, 24) si sólo consideramos la cirugía
nasal complicada, entendiendo como tal las rinoplastias de revisión, cirugía con
colocación de injertos y cierre de perforaciones septales. La aparición de
complicaciones graves, como el síndrome del shock tóxico, se asocia en la
mayoría de casos con el uso de taponamientos nasales (25, 26), aunque no
hay evidencias de que pueda evitarse con el uso profiláctico de antibióticos
(27).
Se ha demostrado que el uso de antibióticos tópicos sobre el taponamiento
disminuye la tasa de colonización del taponamiento.
No es así en el caso de la administración profiláctica de antibióticos sistémicos
(13).
1 Garner JS, Jarvis WR, Emori TG, Horan TC, Hughes JM. CDC definitions for
nosocomial infections. In: Olmsted RN, ed: APIC Infection Control and Applied
Epidemiology: Principles and Practice. St. Louis: Mosby; 1996: pp. A-1--A-20.
2 Martone WJ, Jarvis WR, Culver DH, Haley RW. Incidence and nature of
endemic and pandemic Nosocomial infection. In: Bennet JV, Brachman PS,
eds. Hospital Infection. Boston: Little Brown and Company, 1992, 577-96.
3 Klevens RM, Edwards JR, Richards CL, Jr, et al. Estimating health care
associated infections and dead in USA hospitals, 2002, Public Health Rep
2007; 122:160-166.
4 Haley RW. Incidence and nature of endemic and epidemic nosocomial
infection. In: Bennet JV, Brachman P, eds. Hospital Infection. Boston: Little
Brown and Company, 1985, 359-74.
5 Scott II RD. The direct medical cost of US Healthcare-Associate Infections.
CDC, March 2009. Disponible en:
www.cdc.gov./ncidod/dhqp//pdf/Scott_CostPaper.pdf [consultado en
07/05/2009]
7 Anderson DJ, Kirkland KB, Kaye KS, Thacker PA, Kanafani ZA, Sexton DJ.
Under resourced hospital infection control and prevention programs: penny
wise, pound foolish? Infect Control Hosp Epidemiol 2007; 28:767-773.
8 Hu KK, Veenstra DL, Lipsky BA, Saint S. Use of maximal sterile barriers
during central venous catheter insertion: clinical and economic outcomes. Clin
Infect Dis 2004;39:1441-1445.
9 Ibid
10 Ibid
11 Surgical site Infection. Prevention and treatment of surgical site infecction.
Clinical Guideline October 2008. Disponible en:
http://www.nice.org.uk/nicemedia/pdf/CG74FullGuideline.pdf [consultado en
16/10/09]
25 Wong ES. Surgical site infections. In: Mayhall CG, ed. Hospital Epidemiology
and Infection Control. 3rd ed. Baltimore: Lippincott, Williams, and Wilkins;
2004:287–310.