Sei sulla pagina 1di 3

“El hombre en busca de sentido”

Por: Deify Jiménez Bejarano

Muchas veces, las personas que trabajan en el área de la salud se centran


en el aquí y el ahora como medio para el bienestar y el futuro de aquellas personas
que recurren a los diferentes servicios debido a una necesidad derivada de una
condición de salud, pero no se tienen en cuenta condiciones relacionadas con su
vida personal, sus sueños, aspiraciones, o el sentido que le pueden brindar a la
vida. En ocasiones se les ofrece salud y seguridad que la condición física va a
mejorar, pero ¿qué pasa con aquellas personas que su condición de salud no tiene
posibilidad de mejorar, es decir, aquellos que no tienen esperanza de mejoría?

En su libro Frankl narra como la reclusión, los malos tratos, las condiciones
de vivencia (supervivencia, quizá) fueron quitando interés, motivación, esperanza e
incluso sentido a la vida, y como éstas personas intentaban desarrollar estrategias
con el fin de mantenerse con vida a pesar de las adversidades, viendo que en la
medida que transcurrían los días, las posibilidades que ellos tenían de salir o de
sobrevivir a las condiciones eran mínimas, y que a pesar que muchos lograron salir
con vida y sobrevivir, no le encontraban sentido a su vida.

Si se trasciende esta condición al campo laboral en salud, que es el área de


interés, podremos encontrar tres tipos de condiciones que se podrían asemejar de
alguna manera a lo que narra Frankl en su libro, y algunos contextos que
adicionalmente podrían ser equiparables a la narración que hay en el libro.

Por un lado, se encuentran diferentes tipos de personas, las primeras son las
personas enfermas cuya condición tiene cura y su condición tiene poca probabilidad
de repetirse, personas enfermas cuya condición tiene cura pero su condición tiene
alta probabilidad de repetirse y las personas que no tienen cura en su condición
clínica.

En el primero de los casos, llevado a un contexto clínico, las personas que


se presentan bajo alguna condición de malestar físico, a los cuales se les realiza el
diagnóstico apropiado y son tratados, logrando la remisión o cura de la enfermedad,
podrán ser vistos posteriormente con cambios en sus hábitos, es en el caso de
Frankl, aquellas personas que tuvieron que encontrar a Dios en su vida para poder
encontrarle sentido, es descubrir que a pesar del riesgo al que se enfrentaron, que
quizá no es tan traumático como el que narra Frankl, evalúan cada cosa de su vida
y le dan un nuevo rumbo.

En el segundo de los casos, lo más probable es encontrar una dualidad, ya


que existirán personas que quieran cambiar sus hábitos con la finalidad de
mantenerse saludables, en el caso de Frankl, aquellas personas que quisieron
desarrollar diferentes estrategias que los mantuvieran con un buen estado
emocional y les facilitara la convivencia en los campos de concentración. Por otro
lado, dentro de este mismo grupo, se incluyen las personas que por el contrario y a
sabiendas que la enfermedad puede aparecer nuevamente, no intentan cambiar sus
hábitos y actúan a la espera de la aparición nuevamente de la enfermedad como en
un letargo que no tiene opción de cambio. En el caso de Frankl, las personas que
permanecían en el campo, pero no participaban de las actividades y solo se
encontraban allí porque no tenían otra opción.

Finalmente, el tercer tipo de casos, son las personas cuya condición clínica
por algún motivo no tiene solución. En este tipo de personas también existe una
dualidad, solo que la distribución será completamente diferente, es decir, en este
caso, la mayoría de las personas no intentaran hacer un cambio en su vida, porque
son conscientes que su destino es la muerte y que la condición de salud lo único
que hace es acercarlo aún más a ese fin último, en el caso de Frankl, esto es
asemejable a lo que él denomina en su libro “musulmanes”, es decir, aquellas
personas que por su condición de salud eran condenadas a las cámaras de gas. En
este tipo de personas, quizá no se de una condena por parte de aquellos que le
rodean, pero la persona en si misma se condena a una cámara de gas por el hecho
de saber que va a morir y deja que su vida termine lentamente.

Pero por otra parte, en este tercer tipo de personas se incluyen aquellas que
a pesar de su condición clínica, que se denominan terminales, para hacer más
simple la expresión, continúan una lucha cotidiana buscando que la condición
cambie en algún momento de su vida, o simplemente con el hecho de “morir
tranquilamente” por saber que hizo y disfrutó hasta el último momento de su vida.

Esto último hace pensar en lo que muchas veces se escucha en la sociedad


y que algunos han decidido llamar “milagro” y que a su vez se relaciona con la
existencia de Dios, fin último que Frankl nos presenta como medio para encontrarle
sentido a la vida.

Durante mucho tiempo se ha escuchado hablar de Dios como ser superior,


como Padre, como esperanza, como bondad, y otra serie de adjetivos que tienen
como fin último el bien de la humanidad.

Si se establece relación entre las últimas líneas, y se vinculan entre si y a su


vez con lo que narra Frankl en su libro se puede, entonces, de alguna manera
explicar por qué muchas personas cuando tienen diagnósticos clínicos de difícil
manejo o enfermedades terminales, tienen acercamiento a Dios, y finalmente,
algunos de manera “milagrosa” son curados. Es decir, como en el caso de los
prisioneros que narra Frankl, las personas que logran salir del campo de
concentración, pero el daño a nivel emocional ya ha sido hecho, y descubren la
existencia de Dios que les ayuda a continuar adelante y muchos de los cuales, a
pesar de su condición no murieron por condiciones emocionales o por
enfermedades si no por edad.

En conclusión, las personas, sin importar su condición clínica, social o racial,


constantemente requieren encontrar un sentido a su vida, y el personal que labora
en el área de salud no debería centrarse únicamente en brindar bienestar físico, si
no que adicionalmente, debería, de alguna manera, brindar apoyo emocional para
que las personas que están recibiendo tratamiento físico, mantengan una
esperanza y la seguridad que a pesar de lo adversa que puede parecer la situación,
siempre va a tener una salida que puede resultar positiva.

Potrebbero piacerti anche