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Introducción
1. Los residuos, su generación y tipología
2. Residuos gaseosos y líquidos
2.1. La contaminación atmosférica
2.2. Vertidos líquidos
3. Los residuos sólidos industriales y agrícolas
3.1. Residuos industriales
3.2. Residuos agrícolas y ganaderos
4. Residuos sólidos urbanos (RSU)
4.1. Respuesta política ante los RSU
4.1.1. Ley de envases y residuos de envases
4.1.2. Los RSU y la iniciativa privada
4.1.3. Problemática de la recogida selectiva
4.2. Objetivos para una gestión sostenible de los residuos sólidos ur-
banos
4.2.1. Prevención o reducción
4.2.2. Reutilización
4.2.3. Reciclaje
4.2.4. Destino o disposición final de los RSU no aprovechables
BIBLIOGRAFÍA:
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Introducción
Esto ocurrió en primer lugar con la aparición de las ciudades1, pero la explosión
de los residuos ha tenido lugar a partir de la revolución industrial, cuando la producción
y el consumo empiezan a crecer de forma exponencial.
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El caso mas clamoroso de la antigüedad fue Roma, centro del imperio romano y polo de absorción de
recursos procedentes de un amplio espacio geográfico que abarcaba todas las tierras circundantes con el
Mediterráneo. En esta ciudad existe un monte llamado Monte Testaccio, que tiene más de 700 metros de
perímetro y casi 50 de altura, formado por los restos de millones de ánforas que conteniendo aceite llega-
ban de la península ibérica, estas eran lo mas parecido a los actuales envases sin retorno, las capas de
ánforas eran recubiertas de cal viva para evitar los olores procedentes de la descomposición de los restos
orgánicos (ejemplo de gestión de desechos).
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Según estudios realizados el coste comprobado de los daños causados por los residuos tanto en Europa
como en Estados Unidos se sitúa entre el 1% y el 3% del PNB nacional.
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lidad se está demostrando que los límites del crecimiento se establecen más por la inca-
pacidad de la biosfera para absorber el impacto de los residuos que por la escasez de
recursos naturales. A la enorme cantidad de residuos generados hay que añadir su peli-
grosidad y el elevado tiempo de permanencia en el medio de los mismos. Las conse-
cuencias ecológicas de los residuos no se limitan al agotamiento o disminución de los
recursos naturales, sino que producen alteraciones en el propio funcionamiento de la
biosfera.
La OCDE nos dice que residuos son los productos de desecho sólidos, líquidos y
gaseosos, generados en actividades de producción y consumo, que ya no poseen valor
económico por la falta de tecnología adecuada que permita su aprovechamiento o por
la inexistencia de un mercado para los posibles productos a recuperar.
Cabría añadir a lo anterior que por residuos se tienen que considerar tanto los
materiales: sólidos, líquidos o gaseosos; como los exclusivamente energéticos: vibra-
ciones, radiaciones, ondas electromagnéticas, etc. que se expulsan al entorno. Desde el
punto de vista ecológico, entendemos por residuo, cualquier materia o forma de energía
descargada al medio ambiente y susceptible de producir contaminación.
A partir del esquema siguiente podemos observar que entre el sistema económi-
co y el sistema natural existen dos vías de interactuación: por un lado, el flujo de recur-
sos, pero por otro, tenemos el flujo de residuos en dirección contraria, generados tanto
desde la producción como por el consumo. En el esquema el recuadro S concentra los
residuos, estos influyen en la capacidad del ecosistema para generar los otros servicios
medioambientales, servicios recreativos (A) y proveedor de insumos productivos (R).
Relaciones entre las áreas de la economía y el medio ambiente
Trabajo
Producción Consumo
Bienes y servicios
Flujo
de
residuos
Flujo Servicios Flujo
de recreativos de
Economía recursos residuos
Medio natural A
R
S
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Dependiendo de su estado físico, los residuos pueden ser sólidos, líquidos y ga-
seosos, contaminando normalmente el suelo, el agua y la atmósfera respectivamente.
Ganaderos
36%
Residuos
RSU y asimilados industriales
17% 5%
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Tabla 1. Estimación de los residuos anuales generados en España(*)
Naturaleza Millones de Tm Año
Residuos sólidos 276 1994
Basuras domesticas y similares 15
Lodos depuradoras de agua 10
Escombros derribo y tierras de exca- 22
vación
Total urbanos 47
Industriales inertes 11
Industriales peligrosos 4
(1)
Radiactivos baja y media actividad 17.177m3
Radiactivos alta actividad(1) 1.307m3
Mineros 70
Agropecuarios 127
Forestales 17
Residuos gaseosos (y emitidos a la atmósfera) 286
(2)
Dióxido de carbono (CO2) 276
Monóxido de carbono (CO) 4 1980
Óxidos de azufre (SOx) 3 1987
Óxidos de Nitrógeno (NOx) 1 1987
Compuestos orgánicos volátiles (COV)(3) 2 1985
Partículas 1 1980-
83
Plomo (estimación sobre datos de 19 ciuda- 0,003 1988-
des) 90
CFC(4) 0.018 1990
Otros residuos Sin determinar
Otros gaseosos (atmósfera) y líquidos
Energéticos (luz, calor, vibraciones)
Radiactivos (radiaciones ionizantes
Total conocido (excluidos los radiactivos) 562
Cuadro extraído de: La situación en el mundo 1995.
Fuentes: ENADIMSA, MOPTMA, Ministerio de Economía y Hacienda, ENRESA, OCDE.
(*) Sin contar los residuos líquidos.
(1) Almacenados en España hasta finales de 1993.
(2) Cantidad neta (descontando el CO2 reciclado por la cubierta vegetal) que corresponde a datos parcia-
les de los años 1992 para CO2 proveniente del uso de energía (249.106 Tm): 1990 de la industria
(26.106 Tm) y 1985 del resto.
(3) Incluido el metano procedente de las actividades humanas.
(4) Los más importantes por contribuir decisivamente a la destrucción de la capa de ozono (junto con los
halones).
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2.1. La contaminación atmosférica
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En Londres en 1.306 ya tenían problemas de contaminación por el uso de carbón, lo que provocó la
prohibición de su uso; en España en Talavera de la Reina se establecieron medidas para evitar las moles-
tias que provocaba el humo de los hornos de cerámica.
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Tabla 3. Contaminación por sectores
de actividad en España
Sectores de Contaminantes (%)
actividad SO2 NOx Partículas
Energética 73 68,5 31,7
Cementera 3,2 3,7 27,7
Siderurgia 6,4 2,6 24,3
Química 7 18 6
Alimentaria 3 3 3
Respecto al ruido, según el MOPTMA: “mas del 50% de las viviendas españolas
se encontrarían en zonas con niveles de ruido superiores a los admisibles (65 dB durante
el día y 55 dB en la noche a 0,5 m de la fachada) y más de un 80% soportarían niveles
por encima de los considerados como objetivo en las legislaciones más exigentes”. La
principal fuente emisora de ruido es el tráfico rodado. Tan solo Japón y la República
Eslovaca superan a España en este aspecto. No hay ninguna política a nivel estatal para
luchar contra este tipo de contaminación.
Los vertidos líquidos pueden proceder de un foco emisor determinado que afecta
a una zona concreta, como ocurre con las aguas residuales industriales o domésticas, en
este caso nos encontramos con la llamada contaminación puntual. O bien, no tener un
punto emisor definido, apareciendo la contaminación en zonas amplias, como ocurre
con la contaminación producida por el uso excesivo de fertilizantes o productos quími-
cos en la agricultura, tenemos en este caso contaminación difusa.
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Según algunos investigadores estos datos estarían entre un 25% y un 30 % por debajo de la realidad.
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El principal problema que originan los vertidos líquidos es la contaminación del
agua, un bien de por sí escaso y de importancia fundamental para la vida, reduciéndose
su disponibilidad tanto para el ser humano como para la naturaleza. Cuando la contami-
nación se produce por contaminantes orgánicos lleva a la eutrofización del agua, y
cuando se produce por contaminantes químicos o minerales a su envenenamiento. La
contaminación puede producirse en las aguas superficiales o bien en las aguas subterrá-
neas debido a la infiltración de los contaminantes.
En España, la Ley de Aguas autoriza los vertidos de residuos a los ríos siempre
que se pague al Estado el “canon de vertido”, de esta forma se legaliza el permiso de
contaminar siempre que se pague por ello. Pero este tributo que en teoría debería desti-
narse a la protección y mejora de los ríos, o no se cobra5 o es insuficiente para esta fun-
ción.
Aparte del compost otras utilidades que tendrían los residuos orgánicos serían: la
producción de electricidad (combustión de biogas), generación de calor (briquetas com-
bustibles), obtención de grasas (residuos de mataderos y granjas).
Pueden ser materias inertes o residuos tóxicos y peligrosos emitidos por los pro-
cesos de fabricación industrial. Los inertes pueden tener el mismo tratamiento que los
de origen urbano. Pero los tóxicos y peligrosos, que suponen, en España, unos 4 millo-
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En el periodo 1987-91 mediante la aplicación del canon por vertidos se facturaron 41,501,1 millones de
pesetas, mientras que se recaudaron tan solo 11.493 millones, es decir menos del 28%.
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Duplicar el escaso 1 % con que cuentan nuestros suelos de materia orgánica, exige un aporte continuado
de materia orgánica superior a los 200 millones de toneladas anuales.
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Tan solo el 11 % de todos los RSU españoles se tratan en plantas de compostaje, obteniendo menos de
400.000 toneladas de compost.
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nes de toneladas anuales de los 15 millones de residuos industriales, son materiales sin-
téticos que no existían antes en la naturaleza, se generan en los propios procesos indus-
triales o en la formación de subproductos, y requieren una atención especial, pues son
los que pueden suponer un riesgo tanto para la salud humana como para el medio am-
biente, ya que la Naturaleza no los puede asimilar
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Dentro de los residuos industriales tóxicos y peligrosos, tenemos a los residuos
radioactivos. Estos que tienen su origen básicamente en las centrales nucleares, aunque
también la industria y los hospitales generan algunos residuos radioactivos, se distin-
guen por su vida media, o periodo de semidesintegración, es decir, el tiempo que tarda
una masa de un isótopo en reducirse a la mitad. Pudiendo distinguir: los residuos ra-
dioactivos de vida corta, que pierden la mitad de su actividad en menos de 30 años, y
los de vida larga que tardan mas de 30 años en hacerlo8. No existe solución definitiva
para este tipo de residuos, y las soluciones temporales son costosísimas generando ade-
más un gran riesgo.
Como vemos en la tabla 6, en España, la producción de RSU (el 16% del total de
residuos) ha experimentado un rápido crecimiento, habiéndose duplicado la producción
por habitante y día entre 1975 y 1996. En la actualidad se genera una media de aproxi-
madamente 1,2 kg/día por habitante.
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El U-238 tiene un periodo de semidesintegración de 4,47*109 años.
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decir unas 5.000.000 Tm/año. Dentro del epígrafe de otros se incluyen: textiles, gomas,
cueros, elementos inertes, elementos voluminosos, pilas, baterías, etc.
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En la actualidad son los sectores mas marginados de nuestra sociedad la que se dedica a estos meneste-
res, recuperando mas de 5 millones de toneladas de residuos sólidos, sobre todo urbanos, cantidad supe-
rior a la que recuperan todos los sistemas públicos existentes en España.
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tengan tan mala prensa y sea tan difícil encontrarles un sitio para su instalación, máxime
si como ocurre normalmente, se supera el límite de su capacidad de acogida.
Las basuras son recursos que el mercado prefiere abandonar antes que renovarles
su utilidad, pero desde el punto de vista medioambiental y físico son un despilfarro que
acerca los límites. Y su incineración supone un aprovechamiento mínimo (en caso de
que exista aprovechamiento energético) frente a las posibilidades que suponen la reno-
vación en su uso como materiales útiles, con el consiguiente ahorro en recursos natura-
les que esto conlleva.
Nuestro afán generador de residuos solo es comparable con nuestra obsesión por
la limpieza. Pero, el ciudadano expulsa los desperdicios de sus dominios (domicilio) y
cuando los pierde de vista considera el problema resuelto, sin preocuparse de cual a sido
el destino de sus basuras.
Como vemos, casi un tercio de los residuos sólidos urbanos proceden de los en-
vases, esta situación que es general en toda Europa llevó a la UE a establecer en 1991 la
directiva 156 de 18 de marzo, esta fue transpuesta al ordenamiento español fuera de
plazo en 1997 por medio de la Ley de Envases y Residuos de Envases (Ley 11/1997, de
24 de abril). Esta norma establece la creación de un sistema de reciclado y valorización
de los envases con los siguientes objetivos:
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1. Sistema de depósito, devolución y retorno de envases.
2. Sistema integrado de gestión de residuos de envases usados. Autorización de
las comunidades autónomas y participación de las entidades locales.
Como fecha señaladas en la Ley cabe mencionar, que a partir del 1 de enero de
1998, las empresas tendrían que optar por:
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a rechazar, o poner dificultades, a la recogida selectiva en origen, mas com-
pleja que la actual.
- La mayor rentabilidad de la empresa está en relación directa con el tamaño
de la misma, y esto conduce a la centralización del servicio para grandes es-
pacios geográficos. Lo que supone un incremento de la importancia del
componente transporte. En la situación actual más del 80% de los presupues-
tos municipales destinados a la gestión de los RSU se destinan a la recogida
y el transporte.
- En cuanto al tratamiento, este es costoso, sobre todo si no ha habido selec-
ción previa en origen y se tiene que realizar la recuperación en planta mayo-
ritariamente a mano, por lo que esta será la mínima imprescindible para
cumplir los compromisos, siempre que se cumplan.
- En caso de que el destino de los residuos sea la incineración, la recuperación
todavía será menor, el incentivo a la misma baja a mínimos, si tenemos en
cuenta que los materiales que normalmente son mas fáciles de recuperar -
papeles, maderas, plásticos- son imprescindibles para el buen funcionamien-
to de la incineradora
- Y, respecto a los vertederos, estos cobran por tonelada de residuos vertida.
Por lo que tenemos la paradoja de que a mas residuos mas beneficio.
Como podemos observar, el negocio de la basura no solo huele mal por la natu-
raleza del objeto a tratar. Y el pastel es muy suculento, en España, el gasto en la recogi-
da y “tratamiento” y/o deposición en vertedero de las basuras urbanas se sitúa en los
200.000 millones de pesetas al año (en cifras de 1995).
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voluminosos, para su venta posterior (actualmente reciclan el 75 % del total, con 70
empleos fijos). En el campo de la educación se crea un programa para introducir la pre-
vención y el reciclaje de residuos en la escuela. Esta experiencia se ha basado en la edu-
cación y participación ciudadana, siendo capaz de integrar en la misma a los sistemas
tradicionales de recuperación y reciclaje de RSU.
Por otra parte, la recogida actual de residuos de envases de vidrio, mediante los
iglúes puestos por las empresas fabricantes de vidrio para aprovechar el calcín como
materia prima que le supone un fuerte ahorro en su proceso productivo, ha contribuido
decisivamente a la eliminación de los envases retornables para relleno, llegando a impe-
dir a las empresas lavadoras de vidrio el acceso a las botellas sin romper. Esto ha signi-
ficado además la perdida de empleo en el sector de la recuperación y lavado de botellas.
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El político piensa que la gente no va a hacer lo que él mismo, que se autoconsidera una persona social-
mente concienciada, no haría sino con un gran esfuerzo. Por lo que intenta buscar una alternativa cómoda
y que no suponga excesivo gasto puesto que este tipo de inversión junto con el de la red de alcantarillado
son caros y de los que menos se ven electoralmente.
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Otro problema con que se encuentra la recogida selectiva, es la comercialización
de los materiales recuperados, pues no se cuenta con canales adecuados, el mercado es
muy pequeño, y además, se tiene que enfrentar cada vez más a ofertas crecientes de los
excedentes de residuos provenientes de los grandes sistemas de recogida selectiva de
otros países financiados por las propias exigencias legales. Si a esto le unimos la in-
fluencia que ejerce el precio de las materias primas vírgenes muchas veces abaratado
políticamente. Tenemos una inseguridad total sobre los precios a obtener por los mate-
riales que se obtengan de dicha recogida selectiva, y los Ayuntamientos se encuentran
ante la inseguridad de poder comercializarlos, frente a una realidad, la mayor inversión
que han tenido que realizar para deshacerse de las basuras.
4.2. Objetivos para una gestión sostenible de los residuos sólidos urbanos
Solo podemos hacer viable el desarrollo con una producción de residuos cuyo
volumen y características no sean peligrosas para el medio ambiente. Para lograr esto se
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Con la actual directiva que obliga a reciclar un 15 % de cada materia, el único material que cumple es
el vidrio.
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tiene que actuar de forma global, traspasando el marco espacial de la ciudad y el de las
distintas actividades económicas: extracción, distribución y consumo. Todas ellas deben
de integrar el principio de reducción y aprovechamiento de los residuos, lo que redunda-
rá a su vez en la mayor disponibilidad de recursos.
4.2.2. Reutilización
4.2.3. Reciclaje
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Duplicar la vida útil de un producto lleva a reducir a la mitad los residuos y la necesidad de recursos
naturales.
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• Es necesaria una normativa que fomente el diseño y fabricación de productos
para su posterior desguace y reciclaje, y el uso de materiales reciclados en la
fabricación.
• Desarrollar sistemas para facilitar la separación en origen de los residuos por
los ciudadanos.
• La priorización de la recogida selectiva de los residuos peligrosos y de los
orgánicos.
• En la producción de compost se debe dar prioridad a la calidad estable y ga-
rantizada del producto.
Una vez retirados los residuos peligrosos y la materia orgánica, el resto de los
residuos se podrán reciclar en función de la demanda industrial que exista sobre ellos.
El “rechazo”, es decir, lo no aprovechable que variará en función del lugar y el tiempo,
no deberá de suponer un peligro para el medio y se podrá depositar en un vertedero con-
trolado, a ser posible comprimiéndose previamente, cubriendo las capas con residuos
inertes de la construcción.
Para terminar con el tema me permito traer a la memoria un eslogan de una anti-
gua campaña electoral donde el profesor Josep Vicent Marques era candidato para el
senado: “Ni fam, ni fem, ni fum”
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