Sei sulla pagina 1di 23

1

EXEGESIS PATRISTICA. PROF.: INOCENCIO GARGANO

Los Padres cristianos se distinguen según la época:


1. APOSTOLICOS: generación sucesiva a los apóstoles
2. APOLOGETAS: refieren la fe cristiana en el confronto con los judíos y paganos (ambiente
helenístico-romano) buscando la identidad del cristianismo.
Hay dos grupos: de lengua griega y de lengua latina.

La exégesis patrística no es algo que nace espontáneamente, de improviso, sino el exponente


cristiano de una serie de corrientes exegéticas. Unas PAGANAS (los griegos clásicos, como
Plutarco, que han releído a Homero y a Hesíodo en clave alegórica-moral; considerando los
textos de éstos no desde el punto de vista histórico-literario sino en el orden ETICO-
MORAL). Este patrimonio pasará al cristianismo por medio de ALEJANDRIA, capital
cultural griega y greco-cristiana.
Otras corrientes son HELENISTAS-HEBRAICAS: esto es, aportaciones de los hebreos que,
después de la diáspora, han constituido en Alejandría un núcleo importante. Intentan tomar el
patrimonio hebreo considerándolo al interno de la cultura helenística, a través de la traducción
griega de la Biblia (los LXX). Quieren ser fieles a su fe hebrea, a pesar de haber perdido su
lengua, por lo que necesitan una reinterpretación. Usan también la alegoría como método
interpretativo. Destaca Filón de Alejandría, un escritor platónico que no se limita a traducir el
hebreo al griego, sino a interpretar de modo alegórico todo el Pentateuco con el mismo
criterio que habia aplicado alos griegos: el punto de vista ético-moral de las obras. Filón busca
en los textos pentateúticos un camino para la vida moral de las personas, para poder llegar
a vivir en la VIRTUD.

ORIGENES es el punto de confluencia entre la corriente helenística filosófica platónica y la


corriente hebraica representada por Filón de Alejandría. Oscurece a cualquier otro autor y
crea escuela propia.
En el ámbito siriaco-antioqueno se reclama la importancia de la letra del texto. Pero todos
coinciden en creer que el AT esconde la propuesta que aparece en evidencia en Jesús de
Nazareth. Pero, mientras Alejandría tiene una enorme cultura de extrema riqueza, Antioquía
es más esencial y sobria. Alejandría comienza a plasmar su allo agwreo, la ALEGORIA;
mientras que en Antioquía hablan de qeoria, la TEORIA. Los primeros subrayan “lo otro”,
los segundos, “la profundidad”. Ambos términos, además de la TIPOLOGIA, también
antioquena, son 3 términos fundamentales de la metodología patrística.
Los padres capadocios del s. IV son una mezcla de estos términos. Eusebio de Cesarea hace
una teolgía política, centrada en la figura de Moisés. En éste ve anunciada, prefigurada y
profetizada la figura de Constantino emperador. En este humus va surgiendo el arrianismo
(Jesús en su dimensión sólo humana). Para Eusebio, alargar los confines del imperio es
alargar los dela Iglesia, vocación que el emperador cree haber rcibido de Dios. Esta teología
política de Eusebio de Cesarea está fundada en la exégesis tipológica.
Basilio de Cesarea relee a Orígenes y repropone su metodología en un libro llamado
FILOCALIA (?) para evitar caer en los errores de Eusebio.
San Gregorio Nazianceno, hermano de Basilio, hace una operación más interesante: en
Moisés, dice, debemos ver la silueta del misterio de Cristo. En cuanto se descubre el
contenido mistrioso de la figura de Jesús, tenemos un itinerario espiritual, paradigma para el
creyente que quiere asimilarse a Cristo. Utiliza las categorías platónicas y un conocimiento
que no es fruto de estudio, sino de parentesco. Según Platón, las cosas símiles se hacen
símiles. Recupera el pensamiento de orígenes y Filón pero con categorías platónicas. Y la
“imitatio Christi” paulina: no vivo yo, es Cristo quien vive en mí.

1
2

Este depósito exegético pasa a OCCIDENTE por dos caminos:


AMBROSIO, discípulo de los padres capadocios, traduce el griego al latín, y con la
traducción, trasplanta el método de los padres capadocios. Es más un “repetidor” que un
exégeta propiamente dicho.
JERONIMO, gran conocedor de las lenguas griega y latina (su latín es incluso mejor que el de
Cicerón), traduce a Orígenes.

El año 451 termina el Concilio de Calcedonia. La precisión lingüística-jurídica de Occidente


sirve a Oriente para cifrar bien el dogma. Se expresa la unitariedad del mundo exegético
patrístico. Así como en Jesús se afirma la naturaleza humana y la naturaleza divina, así debe
ocurrir en la exégesis de los textos. Pero se comienza “de la carne”, “de la letra”, “del sentido
histórico”. Y no se termina ahí pues en tal caso estaríamos en el monofisismo. Después de
Calcedonia empieza el desastre y se rompe el ecumenismo: el emperador Justiniano acaba
condenando a Orígenes en el S. V.

LA EXEGESIS CRISTIANA

La exégesis cristiana nace al interno del judaísmo. El texto clave original es Lc 24,27. Los
Padres utilizan este texto como principio exegético fundamental. La FE es la clave de apertura
de los textos proféticos. Jesús se hace exégeta, el primero de ellos. Pero el JESUS
RESUCITADO. Afirmación fundamental: la PASCUA de Cristo en su doble dimensión de
muerte y resurrección es el CENTRO DE LAS ESCRITURAS. No son las Escrituras las ue
conducen a Jesús sino este resucitado el que da pleno sentido a las Escrituras. Esta es la base
de la exégesis patrística.

“Y les abrió la mente para que comprendieran la Escritura”: la comprensión es un DON que
Jesús Resucitado hace a su comunidad. No es posible una comprensión verdadera sin la
Iglesia. De aquí 2 principios hermenúticos: 1. El encuentro con Jesús Resucitado, esto es, una
experiencia personal; 2. Al interno de la Iglesia, una experiencia comunitaria.

Comienza a extenderse la convicción de que todo era relativo a Jesús, a su muerte y


resurrección, y se buscan en la Escritura a los personajes y hechos en los que ñpueden
encontrarse el mistrio de Jesús. Se da una predilección por los libros proféticos (sobre todo el
deuteroisaías) y los libros históricos y sapienciales. En Jesús se repite la historia de Noé. El
corazón mismo de la epopeya de Israel se verifica y realiza propiamente en Jesús. Lo que ha
hecho y dicho Moisés es profecía de lo que dijo e hizo Jesús ( el evangelio de Mateo es un
paralelismo de ambos personajes).

Lo anterior a Jesús es SOMBRA (afirmación de hondo sabor filosófico griego), lo cual ayuda
a la llamada teología de la sustitución.

ORIENTACIONES EXEGETICAS DEL NT


El primer paso de la exégesis bíblica patrística consiste en recoger los testimonios y
referencias explícitas de los autores del NT. Se trata de “alargar” este patrimonio: aumentar
cuantitativamente la suma de textos del AT en los que sea posible leer el NT.
Cuando los textos recogidos del AT no tienen el riesgo de ser evidentes a nivel histórico, se
empieza el método de la exégesis alegórica, porque la lietralidad del AT choca con la realidad
del NT.

2
3

Los primeros exégetas que realizan esto son los CRISTIANOS GNOSTICOS
HETERODOXOS. Parten de un presupuesto: lo que pertenece a la verdad no puede ser
circunscrito a la materialidad de la letra, de los textos, de la historia. Dios es espíritu y la
verdad debe de ser espiritual. Entonces no puede ser verdad la frase joanea: logoñj sarñx
egenen. Es imposible.

Contra los presupuestos gnósticos, intervienen los exégetas de las escuelas africana
(Orígenes) y asiática (Ireneo).

El tercer paso es una crítica al método de Orígenes para interpretar la Escritura. El uso de una
terminología muy inculturada lleva a una reacción asiática, que trata de responder desde la
frase joánica, asumida por Ireneo, reconduciendo la exégesis cristiana al interno de los
testimonios ya utilizados en el NT.

LA ALEGORIA
La palabra ALEGORIA supone un punto de discordia entre las escuelas alejandrina y
antioquena, africana y asiática. El término griego hace su aparición en el s. I a.C., al interno
de las escuelas exgéticas helenísticas. La mentalidad griega cree que sus textos poéticos son
inspirados, pero ¿qué querían decir Homero y Hesíodo? Hay una realidad MITIFICADA.
Otra afirmación dice que cada texto poético es obra de hombre y de Dios, porque todos no son
poetas. La explicación debe encontrarse en la INSPIRACION de las musas o de Apolo. En
este punto interviene Platón y considera irónicamente estas cuestiones: si es verdad que el
poeta inspirado debe “salir de sí” para recibir la inspiración, lo mismo ha de ocurrir para
interpretar bien lo escrito. Pero no. Para Platón la comprensión de un texto se hace desde la
CONNATURALIDAD, tener el mismo espíritu que el ue ha inspirado la obra.
La palabra que explica el método de descubrir el mensaje ético de un texto poético es la
HIPONOIA: una cosa es lo que aparece en la superficie y otra lo que está debajo. El sentido
escondido es el verdadero, que se identifica con la voluntad del dios que ha inspirado el texto.
Lo que aparece en la superficie pueden comprenderlo las masas, la gente común. Lo que
estádebajo pueden comprenderlo sólo los filósofos, una élite, porque se necesita la inscripción
filosófica, pertenecer a una escuela concreta de filosofía.

El texto superficial puede tener significados absurdos, escandalosos, así que debemos
interpretarlo. Si un texto en su significado externo presenta de modo indigno una divinidad, es
claro que su intención no puede ser esa, es claro que hace falta interpretarlo. Así que una
CLAVE HERMENEUTICA es la DIGNIDAD DE DIOS, la ZEOPREPEA. Y cuando se dan
afirmaciones contrarias sobre lo mismo, es importante encontrar el acuerdo desde el principio
ético de la HIPONOIA.

Platón no permite que un texto escandaloso por cualquier tema, tenga carta de ciudadanía en
su República: se debe destruir el texto si en su significado externo no presenta una correcta
visión de Dios y del hombre. Dice que los jóvenes no tienen capacidad de distinguir (inicio de
la censura, índice de libros). Así que la hiponoia ha permitido también la conservación de los
textos.

Otros hablan de encontrar en los poemas antiguos la verdad relativa a la katastasis del mundo
(la construcción del mundo) o una explicación del cuerpo humano. Cada una de estas
interpretaciones viene llamada zeoria (teoría): la cosmos-teoría, la antropos-teoría … Aun no

3
4

aparece la palabra alegoría porque la referencia principal es el propio TEXTO: cualquier


principio abre el texto pero lo respeta.

Se desarrolla la retórica y comienza a nacer el escepticismo; un juego: la afirmación o


negación de la verdad se basa en lo que se dice respecto al texto, se toma cualquier excusa
para poder decir ALGO MAS: es el nacimiento de la alegoría. Se subraya la alteridad de lo
que está bajo el texto: es algo más, otra cosa. Esto se debe a un nuevo modo de hombre: el
que está en el ágora, el que pasea charlando. Todo se hace en la plaza (agora). Se pierde la
objetividad del texto y se abre una indicación para la verdad que otra. Por un lado el texto es
epifánico, manifiesta, pero de un modo sibilino: sugiere, estimula, indica una dirección.
¿Dónde está la capacidad de descubrir la justa dirección? La “causa finalis” diventa criterio
fundamental de discernimiento para la interpretación. Es el thloj (fin conseguido desde el
principio) contra el skopoj (fin que te hace seguir un camino).

La alegoría aparece en el primer siglo después de Cristo. Para tratar de comprender por qué se
pasa de la teoría a la alegoría hay que hablar de la problemática hermeneútica de la cultura
griega respecto a los textos inspirados de la antigüedad.
Clemente de Alejandría distingue entre poetas antiguos y contemporáneos. Los primeros
tienen más inspiración y de ellos se hace hermeneútica. No así los contemporáneos. En los
siglos IV y V a. C. se desarrolla una gran riqueza cultural, en la que destaca Platón. Este
distingue entre el GRAMMA (letra) y la DIANOIA (significado profundo), que atraviesa todo
el texto (no se trata de la hiponoia, que es el significado subyacente al texto). La dianoia sería
la logicidad del texto, la acolucía (secuela) que indica la consecuencia del discurso. La
dianoia libera de la literalidad (es un concepto importante para salvar la unitariedad del AT y
del NT como economía salutis).

No se es buen rapsoda si no se entienden también las cosas pequeñas, singulares del poema:
no se puede saltar a la dianoia sin más; el significado profundo es imposible de conocer sin
tener en cuenta las afirmaciones singulares, según Platón. Este contrapone la inspiración y la
técnica. Los autores inspirados tienen el Zeia dunamis (facultad divina) como la piedra de
Eurípides, la piedra heraclea (imán), que no sólo atrae a los anillos de hierro sino que los
convierte a su vez en imanes para que sigan atrayendo. Atrae sólo a los metales símiles, y así
se forma la serie. Pues así, los buenos poetas no componen por técnica, sino por inspiración,
por “delirio”. Sin inspiración no pueden componer y sin salir de sí por efecto de la inspiración
tampoco. Concepto apolinarista de la inspiración: sustitución del logos humano por el logos
divino al componer.
Esta contraposición entre arte e inspiración ha acompañado siempre a la custión
hermeneútica, la contraposición entre “técnica” y “fuerza divina”.

ORIGENES se plantea que de la misma manera que es inspirado el poeta, ha de ser también
inspirado el exégeta, el intérprete del poeta. Un mismo espíritu ha de inspirar a ambos, la
misma energía divina. Esta idea llega a los Padres.
Orígenes llega a considerar inspirados por el espíritu hasta los errores del amanuense: asi hay
diversidad de transcripciones, es poque así lo quiere el espíritu inspirador. (Orígenes inventa
el asterisco como señal de variantes en los manuscritos).

PLATON concluye que en cada texto hay que distinguir planos distintos:
a. el logos, la dicción textual, la “facies literalis”.
b. la doxa, la opinión inmediata y pública de lo que da a entender el logos. El sensus literalis
de los Padres es esta doxa: lo que el texto hace comprender a la gente común.

4
5

c. la dianoia o la hiponoia, el verdadero sentido del texto, al alcance de unos pocos.


La ciencia que estudia el logos es la crítica textual.
Se distingue entre los que se dedican a la doxa, la masa, las personas simples y los que se
dedican a la dianoia, los elegidos, los perfectos. Esta distinción se verá después en los Padres.
Platón señala una triple profundidad del texto, que Orígenes institucionalizará: el texto hay
que leerlo tres veces: 1) en el área de la carnalidad, del soma; 2) en el área psíquica, la psiché;
3) en el área espiritual, el pneuma. Se da importancia al itinerario, aprendizaje, progresión
ascética: pasar de la exigencia del cuerpo a la de la psiché y después a la del pneuma. LA
COMPRENSION DEL TEXTO ESTÁ UNIDA A LA SITUACION DEL LECTOR del texto.
Si tú eres carnal y tienes pensamientos carnales, el texto sólo lo entenderás carnalmente.
Orígenes leerá el Cantar de los Cantares en tres momentos de su vida: joven, adulto y viejo.
El texto responde siempre a la pregunta, y ésta se hace siempre en un nivel concreto del
itinerario espiritual. Hay, pues, un paralelismo entre purificación, conversión y comprensión.

FILON DE ALEJANDRÍA

Filón de Alejandría considera a las Escrituras como un pozo con agua al que alguien ha
llenado de tierra. Dios ha puesto el agua de la verdad en ellas pero hay que sanar ese agua. Se
empieza a distinguir entre lo externo (Logos) y los interno (Dianoia, hiponoia). Se evidencia
así el concepto de VERTICALIDAD en la comprensión de un texto. Concepto con
repercusiones pastorales: ¿qué entiende la gente? Esto ya se lo planteó Platón para el que todo
texto debiera hacer aprender las cuatro virtudes cardinales, descubiertas por los griegos,
justicia, fortaleza, prudencia y templanza. Son los cuatro pilares sobre los que se construye el
hombre virtuoso. Si los textos que leen los jóvenes no son así, mejor que desaparezcan de la
República. No importa que tras la doxa haya otra dianoia, porque los jóvenes sólo entienden
la doxa. Nace el concepto de ofeleia, utílitas, que diventa criterio pastoral fundamental.
Basilio el Grande y su hermano Gregorio Nacianceno defenderán este concepto de ofeleia.
Trento lo exagerará hasta el punto de hacer necesario un permiso especial para poseer y leer la
Bíblia. El criterio de origen de Platón es que la verdad ha de estar íntimamente conectada con
lo útil, bello y bueno.

La interpretación de Platón será tradicional para todos los intérpretes de los textos antiguos.
También para Clemente de Alejandría que distingue la inspiración de los antiguos,
indiscutible, y de los modernos, inadmisible. El punto de cesura es Alejandro Magno. Los
primeros eran creadores y los segundos son simples comentadores.

Durante el tercer siglo, se relee a Platón y a los poemas antiguos con preocupación
hermeneútica. Los hebreos helenizados hacen lo propio con el texto bíblico, sobre todo el
Pentateuco. Uno de estos hebreos, Filón, contemporáneo de Pablo, siente la necesidad de
propagar su fe en el mundo helenístico, tratando de aunar la sabiduría hebrea y la griega.

Filón usa figuras alegóricas, provenientes de la tradición estoica. En efecto, ésta conocía una
interpretación alegórica y consideraba toda la historia de la Odisea y la Iliada de tal modo. La
historia de la guerra entre Troya y Grecia por el rapto de Elena es interpretada de modo
sapiencial: el hombre griego consideraba que la autorrealización consistía en el
perfeccionamiento de la virtud a través de un itinerario formativo. Se pasa de la adquisición
de una simple virtud a la virtus global. El hombre demuestra su virilidad cuando adquiere la
virtus, porque la andreia (virilidad) en sí significa fortaleza de alma: no conmoverse, no
abatirse, no espantarse ante ninguna dificultad (estilo Marco Aurelio). Ulises diventa así
prototipo de sabio. Gracias a su andreia puede retomar a Penélope, tipo de sofía. En la lectura

5
6

estoica, los siervos de Penélope, que entregaba a sus pretendientes, son ahora los estudios
encíclicos (trivium y quatrivium), siete materias que dan acceso a la Filosofía (enkiklios =
cultura general). Los pretendientes de Penélope son ahora los estudiantes que frecuentan
ahora la escuela enciclopédica y Penélope es la sabiduría, la sofía personificada, a la que se
ordenaban intrínsecamente los estudios pero sin identificarse con ella. Sólo el sofos puede
pensar en tener la sofía, pero ¿cómo adquirirla? Ulises sólo pudo llegar a tanto después de
haber superado muchas dificultades con ayuda de Minerva y una exigente purificación moral,
dejando la parte “animal” de sí.

Filón retoma la lectura alegórica de la Odisea y la aplica a Abraham y su historia. Abraham es


el nuevo Ulises, Sara la nueva Penélope, y Agar, la criada, la reencarnación de los siervos de
Penélope.
Abram no era sabio desde el principio, por lo que su matrimonio era estéril durante el tiempo
de los “estudios enciclopédicos”. Sara misma, dándose cuenta de la inmadurez de Abram, le
aconseja unirse a una mujer de su nivel educacional, la sierva.
Cuando divente Abraham, sólo entonces podrá unirse a Sara, que es la virtus. Según Filón,
este es el motivo del cambio de los nombres en la Escritura.

Fruto de la unión sofos-sofía surge Isaac, símbolo de la intuición espiritual, que trae la
felicidad, eudaimonía, objetivo expreso del hombre virtuoso: la ausencia de eudaimonía,
felicidad, es señal de que aún no se ha conseguido la virtus. Esta teoría hará sospechoso a
Filón a los ojos de los hebreos, que lo expurgarán de su tradición (Mishná y Talmud). Por
contra, los cristianos mitificaron a Filón viéndolo como a un obispo cristiano: es, pues, el
Maestro de toda la tradición cristiana exegética alejandrina.
Pablo conocía (y temía) a Filón y su obra (Gal 4,21-31). Pablo comienza también a mostrar la
incapacidad radical de poder interpretar plenamente un texto en base a su literalidad: las letras
pertenecen al mundo de la servidumbre, son fundamentales, pero no alcanzan a hacernos
encontrar con la verdadera sabiduría.

2Cor 3,4-6: lo que quiere combatir Pablo es la idolatría de la letra que impide al Espíritu a
hacer continuamente nuevas las cosas. De la filosofía al filozeoú: Pablo tiene dificultad en
admitir a los que quieren encontrar todo el significado en la literalidad. Utiliza un término
“hapax”: ALLEGORUMENA. Podría indicar de hecho una relación a lo que explica el
significado literal que está por debajo del mismo. Es lo misterioso, místico, secreto. La
“allegorumena” orienta hacia lo que no es visible, ante lo que hacer silencio (2Cor 12,2-4). Lo
otro, contenido en el participio allo-agoreo, es más que la parte epifánica, se identifica con el
misterio. Pablo quiere defender la posibilidad de que al interno de un texto no hay sólo doxa,
el significado que inmediatamente del texto, sino un significado más profundo, inefable,
místico que hace tocar al misterio. Todos estos conceptos están dentro del participio. Se
pueden analizar los hechos histórica y filológicamente, pero hay lo otro, sólo conocible por
revelación. Ese otro “otro” quiere poner en evidencia la doctrina alegórica (Lc 24), algo que
no puede aprehenderse con las leyes históricas, gramaticales o filológicas sino con la ayuda de
la fe. Si no se acepta este presupuesto, no se acepta la alegoría; sólo quien ve un texto
presuponiendo que el texto tiene un otro, se va tras ese otro.
Ante el texto bíblico, il primum no es el texto bíblico, sino la persona de Cristo (Lc 24),
iniciación mistagógica que permite descubrir la eventual presencia de lo otro al interno del
texto. Diventa una lectura espiritual del texto bíblico.

Filón ha intentado un itinenario ante estas cuestiones:

6
7

.- En tanto la Torah escrita no fuese totalmente necesaria para la salvación, por el hecho
mismo de que los primeros patriarcas lo fueron sin haber conocido la Ley, por tal motivo no
es indispensable.

.- La Torah no es otra cosa que la revelación escrita de la historia de los patriarcas,


descripción de los hechos y dichos suyos, con un corolario muy importante: quien tiene una
vida como la de los patriarcas, ya vive en la Torah y no tiene necesidad de vivir según sus
normas; éstas sirven para los pequeños, para los que no están en situación por sí mismos de
conseguir un encuentro con la sabiduría.

Filón de Alejandría distingue a los hombres entre

. principiantes: su misión total a la literalidad de la Torah

. proficientes: los que van progresando y relativizan progresivamente la letra de la


Torah

. perfectos: liberados de la letra completamente,viviendo ya el espíritu de la Torah;


abandono definitivo de todo texto como referencia.

En esta línea se mueven Orígenes, los Padres Capadocios, Ambrosio y Agustín.

Para Filón ,el perfecto por antonomasia es Moisés, porque atraviesa estos tres estados de la
vida: sus primeros cuarenta años, está atado a las prescripciones de la sabiduría humana; sus
segundos cuarenta años, cuando huye de Egipto y habita en el desierto, relativiza
progresivamente todo lo que en la primera fase estaba determinado; y cuando ha consumado
todo recibe el don de lo alto, el fuego que no se consume, y en aquel momento, Moisés
diventa legislador, siendo libre dela Ley.

Filón y su método, son modelo para los Padres, tanto de Oriente como de Occidente. San
Antonio se identifica tanto con los Libros Sagrados que ya no los necesita. Filón, además,
divide los períodos de la historia de la salvación en tres: el periodo de los patriarcas, la
esclavitud en Egipto y la libertad.
El camino interior del creyente está constituído sobre las indicaciones bíblicas. La
autenticidad histórica de lo que cuenta la Bíblia es secundaria. Lo que importa es la enseñanza
que se deriva para la vida del hombre, orientado a la conquista de la virtud: lo escrito lo está
para amaestramiento en función de la adquisición de la virtud. -este planteamiento lo hereda
Orígenes, que sintetiza y estructura los tres momentos.

. Principiantes: conocimiento del significado literal-histórico del texto: adquisición


que el exégeta recibe del texto bíblico. Sentido somático.

. Proficientes: significado psíquipo, ámbito de la vida.

. Perfectos: Significado pneumático, para los que leen a partir de la luz de la fe.

Cada hombre, que puede leer un texto a estos tres diversos niveles (cuerpo, alma y espíritu)
está inscrito en una historia también dividida en tres grandes momentos:

7
8

. Pasado: la Escritura dada para todos los hombres; todo lo que los hebreos conocen
de la Sagrada Escritura.

. Presente: lo que nosotros vamos acogiendo progresivamente de la Sagrada Escritura.

. Futuro: lo que pueden entender solamente los que entren en el Reino de Dios.

Cuando se habla de exégesis originiana, alejandrina, hay que entender que el último
significado de la S.E. pertenece al futuro. Nosotros sólo podemos conocer lo correspondiente
al pasado y al presente. La comprensión del texto está íntimamente ligada a la conversión, se
va aprehendiendo progresivamente, pero no se llega al final (fuente de Gregorio de Nisa).

La constante es la intrínseca dinamicidad que obliga a una peregrinación continua. Todo lo


que comprendemos es un eslabón de una escalera hacia lo alto y hacia lo bajo: la ascesis
diventa instrumento de conocimiento; la apazeia, la impasibilidad es indispensable para poder
conseguir el conocimiento. De aquí que la anajoresis, salir de la ciudad, vivir en la soledad
para encontrar la serenidad, sea condición necesaria para el conocimiento de la Escritura.
Otros conceptos importantes son la guimnosis, la desnudez, que permite libertad de
movimiento y la askesis, ejercitación para estar en armonía y paz. Estos conceptos ayudan al
filósofo y también al exégeta.
Filón dice que hay que abandonar tres cadenas: el cuerpo (soma), los sentidos (hedoné) y el
lenguaje (sombra que produce la verdad) para poder llegar a entender la verdad. Estas ideas
de Filón pasan a Basilio (+ 379) y de éste a todo el monaquismo. En Filón se descubre una
síntesis entre un concepto filosófico platónico y una corriente hebraica de luchar contra la
idolatría.

Libros bíblicos indicados para cada fase:

. para los principiantes: Proverbios de Salomón, síntesis de la sabiduría humana que


hay que leer y memorizar para repetir la experiencia de Moisés en Egipto;

. para los proficientes: Eclesiastés (Qohelet), libro que relativiza todos los
conocimientos y evidencia todas las vanidades, para vencer el riesgo dela idolatría;

. para los perfectos: El Cantar de los Cantares, que a su vez hay que leerlo tres veces:
primera, conocer la historia del amor; segunda, relativizar el erotismo que conlleva;
tercera, leer las relaciones entre Cristo y la Iglesia.

Para Filón de Alejandría, todo lo que sucedió en el Pentateuco, puede entenderse como
paradigma de la vida humana. Aplica a la humanidad los pardigmas del AT. Los cristianos
entienden algo parecido: todo aquello que pertenece al AT, son tupos, modelos, imágenes de
Cristo, que es la aletheia, la verdad. 2 Co 3,14: sombra; sólo quien se convierte a Cristo y
tiene su espíritu, puede comprender el espíritu del AT. Con la luz de Cristo puede releerse
verdaderamente el AT.
Todo esto es recuperado y manetnido por San Basilio, en su Epistolario, del que su segunda
carta es un texto fundamental, la teorización concreta de lo anterior. También Eusebio, pero
éste prescinde de Cristo. Pasa a aplicar directamente el AT al emperador Constantino:
instrumentalización.

LINEAS METODOLOGICAS DE FILON

8
9

1. Leer el texto inspirado con atención (prosojé). No hay nada en el texto que no sea
importante, incluso los variantes.
2. Después hay que hacer ver la aporía, el no-sentido-del-texto. Cuanto más difícil es un
texto, más está lleno de misterio, más rico es. El exégeta lo es cuando acepta el reto de la
aporía. Es necesario insistir en el observar el texto desde todas las perspectivas posibles
(históricas, filológicas, morales, místicas…). El trabajo ha de realizarse con el texto, pero
también con quien lee el texto: se da una purificación que es necesaria para poder
descubrir la verdad. Intencionalidad de Filón: supone una concepción que pone en
relación el trabajo sobre el texto y el trabajo sobre quien lee el texto: simbiosis---
sungeneia. No hay comprensión sin connaturalidad (éste es un principio platónico.
3. El contenido de la Escritura es o sirve para el camino humano hacia la vida virtuosa, al
igual que la filosofía griega. Hay coincidencia entre ambas, y cuando se descubre, se llega
a una gran alegría: Justino dirá que todo el mundo está sembrado de verdad.
4. La Biblia tiene el mismo contenido que la filosofía, pero no todos pueden descubrir la
hiponoia, sino sólo aquel que tiene los instrumentos precisos. Para esto es necesario
cumplir ETAPAS, unos “ejercicios espirituales”.

a. Búsqueda (cétesis)
b. Profundización (skefis)
c. Declamación, hecha con atención
d. Dominio de sí (enkrateia), continencia de las propias pasiones.
e. Reflexión, meditación (meleté) de lo que ha ido obteniendo. Dura años…
Todo esto, hecho en la serenidad de quien es señor de sí mismo. Trabajo simultáneo sobre
el texto y sobre el lector.

FILON DE ALEJANDRIA es el “padre” de los Padres. Pablo es consciente de que


“combatir” a Filón en Alejandría era más difícil y por eso hace el viaje a Roma por Asia
Menor. Filón es impresionante, porque sus puntos exegéticos fueron recibidos sin espíritu
crítico por los padres cristianos alejandrinos. Los gnósticos habían utilizado también a
Filón para propagarse. Alejandría, capital cultural, también utilizaba el método alegórico
para la literatura griega y para los textos de Platón. Y un intelectual no puede no hablar de
sus contemporáneos.

CLEMENTE DE ALEJANDRIA tiene una lectura alegórica del AT como “preparación


del Evangelio”. De la misma manera ve el mundo cultural de las tragedias griegas. Por
cierto que la Teología Moral debe bastante al mundo poético y filosófico griego (las 4
virtudes cardinales): la VIRTUD estaba inscrita en toda la tradición cultural griega.

PANTENO es un autor de la escuela alejandrina, autor de la CARTA A DIOGNETO, el


texto más importante de la cristiandad primitiva: la propuesta cristiana se presenta aquí con
todas las características de LAICIDAD Y MODERNIDAD: el creyente cristiano no se
distingue externamente de los otros habitantes del imperio, pero, siendo como todos, tiene
un fuego interior diverso. Los cristianos son en el mundo lo que el alma es en el cuerpo
humano (está pero no se puede identificar), es la energía que sostiene todo pero no puede
ser individuada. Otra imagen es la de la sal, que da sabor a todo pero es indigerible si se
concentra en una sola parte: así es la presencia cristiana en el mundo. Otra actitud clave es
el diálogo con la realidad: hay que admitir el lenguaje de los interlocutores. Ese lenguaje
es el de los gnósticos, el alegórico. Si los cristianos querían dialogar no podían no usar el
mismo lenguaje.

9
10

ORIGENES hará de esto el objetivo último de su trabajo, insistiendo en la unidad, contra


los gnósticos, que oponían NT y AT, Dios de Abraham y Dios de Jesús. El único modo de
mantener esa unidad era el método alegórico. Mientras Filón encontraba en la Escritura un
iter moralis, paralelo al de la propia filosofía griega; Orígenes descubre bajo letra de la
Escritura la propia persona de Jesús, siendo la FE el elemento reinterpretativo. Orígenes
retoma el contenido de la filosofía moral griega y lo relee como manifestación del misterio
de la persona de Jesús: SECUELA CHRISTI. Así que aquí radica una diferencia entre
Filón y Orígenes. En el contenido encontrado bajo la letra de la Escritura, Filón encuentra
la enseñanza de la filosofía moral griega y Orígenes, la presencia de Jesús. Además,
Orígenes usa el patrimonio greco-helenístico: preocupado de subrayar que la VIRTUS
helenística está de tal manera implicado en Jesús que es una auténtica SECUELA DE
CRISTO. Así que bautiza la enseñanza filosófica griega. Todo está inmerso en la cruz y
todo, después, es resucitado.

SAN ATANASIO recoge este bagaje y lo aplica concretamente a una figura típica de
monje, que es SAN ANTONIO EL GRANDE: representa la figura del creyente “tocado”
por Jesús, que recupera todo el patrimonio bíblico a través de la constante LECTIO
DIVINA que vive por medio de la memorización: no tiene necesidad de biblioteca porque
su cabeza es la biblioteca. La Palabra se hace UNO con él. Una vez interiorizado el texto
bíblico, Antonio lo considera orientación de vida y bautiza la Biblia en el confronto con
la muerte y resurrección de Jesús. Antonio recibe en don la VIRTUD, que los paganos
pensaban obtener a través de sus obras y del empeño voluntarista ascético. A cada grado de
crecimiento de Antonio, corresponde un don particular de Dios. Es un gran asceta que ha
recibido el don de la SECUELA CHRISTI. Así pues, mientras el modelo histórico de
virtuoso para los paganos consistía en la adquisición voluntarista de
IMPASIONABILIDAD, para Atanasio es el ejemplo de ANTONIO, que se nutre de las
Escrituras.

Caracteriza al mundo exegético patrístico la EXEGESIS HAGIOGRAFICA:


reinterpretar la Biblia desde la vida del creyente. Pasar de una interpretación material a la
espiritual es un itinerario personal del creyente, que va de la carnalidad a la
espiritualidad. Este método también tiene su origen en Filón de Alejandría: en el fondo de
la Biblia está la imagen de Dios y la propia Biblia dice que el hombre es creado a imagen
de Dios: hay un paralelismo entre el fondo de la Biblia y el de la realidad humana. Ambos
se unen en el pasar de la letra al espíritu, del cuerpo al alma, de lo material a lo espiritual.
Así se llegará a la SUNGENEIA, a la CONSANGUINIDAD. El conocimiento se alcanza
por connaturalidad: si tú eres un otro-Abraham, conocerás a Abraham; si tú eres un otro-
Cristo, conocerás a Cristo.
Gregorio Taumaturgo indica, en el Panegírico de Orígenes, su enseñanza exegética,
señalando la adecuación perfecta entre enseñanza y vida: Orígenes no enseñaba nada que
no hubiera experimentado.

La EXEGESIS HAGIOGRÁFICA puede ser completada por el conjunto del proyecto


salvífico de Dios y se pueden individuar TIPOS de la persona de Jesús. Esos tipos son
considerados PREFIGURACIONES de Jesús, desde Abraham a Juan el Bautista. No
están perfectamente adecuados a la persona de Cristo, pero sí contienen algún aspecto del
misterio insondable de Cristo. Son, pues, prefiguraciones parciales, que, en su conjunto,
nos dan lo que nosotros reconocemos en la persona de Jesús. De aquí se deriva una
consecuencia:

10
11

Para conocer todos los aspectos que se esconden en Jesús, debemos conocer TODOS LOS
TIPOS, TODAS LAS PREFIGURACIONES en la historia de la salvación. El interrogante
es saber si estas prefiguraciones se deben individuar sólo al interno del AT o tambíen fuera
de él (Homero, Virgilio…). Y no sólo los personajes, también los EVENTOS de la
historia: ¿son o no prefiguraciones de lo que ocurrió con Jesús?

Algunos Padres, como Eusebio de Cesarea, Clemente de Alejandría, Gregorio Nazianceno,


creen que hay que AMPLIAR el patrimonio de Israel y, así, descubren una PREPARATIO
EVANGELII en hechos y personajes de los que no habla el AT. Lo mismo piensan de las
máximas sapienciales del AT y de la filosofía griega: son prefiguraciones del mensaje de
Jesús. Basilio el Grande sugerirá a los jóvenes que conozcan todo el bagaje cultural griego.

Esta actitud tiene RIESGOS Y PELIGROS: perder el sentido de identidad. Así que se
produce una quiebra, por la defensa del patrimonio hebraico-cristiano. En Cristo se
resumen todos los personajes, hechos y enseñanzas: él es la plenitud del tiempo y de la
historia. Y volverá. Así pues, estamos en la segunda fase, en el NT. Este no se ha cerrado
con los libros canónicos, tendrá su conclusión al fin de los tiempos. En este segundo
momento se reproponen otras prefiguraciones que ahora se llaman IMAGENES
(eikones): nuevos patriarcas, profetas, reyes, sucesos, sabiduría…imágenes de lo que será
completamente revelado al fin de los tiempos.
Así pues, TODO LO ANTERIOR A CRISTO, constituye PREFIGURACIONES DE
CRISTO. CRISTO ES EL ELEMENTO CENTRAL DE LA HISTORIA. TODO LO
POSTERIOR A CRISTO, constituye IMÁGENES DE CRISTO.
Esta es la tesis de la exégesis hagiográfica. Y es EN LA IGLESIA donde se experimentan
esos nuevos hechos y donde se individuan los nuevos personajes. En el misterio de la
Iglesia, la estructura institucional de la Iglesia es la nueva creación y los sacramentos son
los nuevos eventos.
Antes de la venida de Cristo, todo era profecía. Después, todo es manifestación. Ahora
bien, siempre PARCIAL.

JUAN CASIANO concluye: si esto es así, el creyente cristiano debe sobre todo buscar el
individuar en el AT el personaje propio: SINGENES, el más vecino a él, a la propia
situación personal, para que sea modelo para la propia vida. Después de elegir el
personaje, se le ilumina con la persona de Cristo y se trata de imitarlo.
La experiencia del creyente se fundamenta en la Biblia, historia de salvación que se inicia
en el AT, se cumple en Cristo y continúa en la Iglesia, a la que cada creyente debe decir
“amén”.
Y esa historia de salvación tiene que ser vivida en cada crayente. Abierto a la cultura
pagana, el creyente es sensibilísimo a la unidad entre AT y NT , hecha en la praxis de la
escucha cotidiana de la Biblia, con una intensidad no en sentido emocional (práctica
devocional) sino en sentido histórico y objetivo. La vida espiritual viene vista como
insercción personal en el proyecto de Dios. La espiritualidad no es otra cosa que la
actualización de la historia de la salvación. La Biblia, en este contexto, enseña EL
TRAZADO HISTORICO DEL CAMINO PERSONAL A DIOS.

HOMILIA DE MELITON DE SARDES (texto 1)

Título: el boceto en la obra de arte: mentalidad muy sintomática. Boceto= tipos.

11
12

Todo el AT no es otra cosa que un boceto del NT, que Dios ha presentado en anticipo a
Israel de lo que iba a ser la Iglesia después de la venida de Cristo.

El modelo o boceto es útil para convencer al “comité” de la belleza del proyecto, y


también para los arquitectos. Pero cuando el edificio ya está construido, el boceto o
modelo no sirve más. Si esta mentalidad se aplica al interior de la Sinagoga y de la Iglesia,
las consecuencias son trágicas: se ve a la Sinagoga como un estorbo, que es mejor tirar.
Hay una teología que se desarrolla en línea con este planteamiento.

El pasaje tiene una insistencia en confrontarse con los hebreos. Agustín justifica la
violencia por el bien: es la única vía que le queda a la Iglesia y a la sociedad cristiana para
hacer entrar en el “banquete nupcial” a cismáticos, herejes y hebreos, y así se pueda
celebrar la boda. Se inician, pues, las teorías de eliminar el mal de la Iglesia y de la
sociedad cristiana: matar a los “malos” no es homicidio sino “malicidio”, bueno y
necesario para erradicar el mal y para que pueda manifestarse plenamente el reino de Dios
(“se pueda celebrar la boda”).

TEXTO 1: PARABOLES puede equivaler a TIPO, MODELO, PREFIGURACION.


.- boceto destinado a ser destruido: muy fuerte.
.- he aquí por qué los padres no estudian hebreo (salvo Orígenes y Jerónimo).
.- el sentido permanente de Israel y del AT, por sí mismos, es un descubrimiento
claramente contemporáneo.
.- nº 44… lenguaje durísimo contra la “relevancia” presente del AT.
.- nº 57… en la visión de Melitón, todo termina con la venida de Cristo. Sólo falta
completar el Reino en la Iglesia al fin de los tiempos.

La INCONGRUENCIA de Melitón está en subrayar a la vez la necesidad de conocer bien


a Jesús leyendo y conociendo a Abraham, Isaac y Jacob.
El texto ofrece una serie de sugerencias: el AT no sirve ya, pero por otra parte no acierta a
encontrar otro lenguaje que el AT para enseñar a los hombres el significado de Jesús.

Las generaciones sucesivas oscilarán entre estas 2 posturas:


.- sin el AT no puede haber auténtico conocimiento de Jesús
.- sin el AT se puede conocer mejor a Jesús.
Es una oscilación no muy superada ni siquiera hoy.

Tras Melitón, viene CLEMENTE DE ALEJANDRIA, que también se pregunta por la


función del AT y de otra litaratura sapiencial. Si es verdad que todo el AT es prefiguración
del NT, ¿qué ocurre con los pueblos que se han apartado de la línea abrahamítica? Y, por
otra parte, el tipo de impronta de Cristo en el AT, ¿se da en otros? Clemente señala un
paralelismo: lo que Dios ha dado a Israel en el AT, se lo ha dado a los griegos a través de
los filósofos, oradores, artistas…así pues, debemos leer lo que han realizado los griegos en
función de la persona de Jesús. Jesús es el punto de confluencia de los dos estados: griego
y hebreo. Aquí, “griego” no sólo indica los habitantes de Grecia, sino también el hombre
que utiliza el logos, que transmite el conocimiento no sólo por la experiencia, sino a través
de conceptos, silogismos, alegoría, propuestas racionales.
Para poder reivindicar una dimensión tipológica en todo lo que los griegos han conseguido
ofrecer con su producción filosófica, artística, poética Clemente utiliza el instrumento de la
ALEGORIA.

12
13

Presupuesto de Clemente: Dios es único y filántropo luego no puede venir sólo a unos. No
podemos alcanzar la voluntad de Dios sin verla en las obras humanas. Dios se sirve del
autor humano para transmitir su mensaje y su salvación. Clemente aplica el principio
hermeneútico del s. VI-VII aC : Homero entero está hecho para indicar el camino de la
vida virtuosa, no el trazado histórico. Todo era en él profecía, anuncio de lo que los
cristianos han recibido a través de Cristo.

Abre la posibilidad de entender todo el patrimonio cultural humano a estos dos niveles: lo
que el poeta ha dicho; lo que Dios ha querido decir.
Hasta ahora, la lectura se había hecho en un plano horizontal: tipología. La visión
tipológica es COMÚN a todos los Padres. Hay, eso sí, diversas sensibilidades pero al
interno de una misma mentalidad. Es una historia horizontal, de camino.
Al interno de este discurso unitario, hay sensibilidades diversas:

a. ANTIOQUENA (TEORIA, MIRADA PROFUNDA)


Se detiene en el horizonte histórico, en lo que puede ser verificado en la historia, sea a
propósito del AT, sea a propósito del Cristo histórico, sea a propósito de lo que se
experimenta al interno de la vida sacramental e institucional de la Iglesia. Son muy
SOBRIOS: afirman lo que la historia y los textos permiten afirmar explícitamente. El
resto lo pueden interpretar como “deducción moral”.

b. ALEJANDRINA (ALEGORIA)
Se caracteriza por el hecho de que ha recibido de Filón una enseñanza relativa a la
“crescita” del hombre y del conocimiento, heredada del platonismo. Hay un paralelismo
concreto entre el crecimiento del hombre hacia la virtud y la apertura al conocimiento y
sabiduría. Aquí la literalidad y la horizontalidad no valen por completo. Hay niveles:
carnal, proficiente y perfecto.

ARTICULO DE GARGANO EN METODOLOGIA, pp. 202 ss.


TEORIA DE J. DANIELOU

Según Danielou, hay 2 significados en la Sagrada Escritura: el humano, el hombre que


escribe; el divino, el Espíritu que inspira.
Cuando se lee un texto, en él se esconde el CHRISTUS TOTUS, no solamente una
profecía relativa al hombre histórico Jesús de Nazareth , sino relativa al misterio de Cristo
a partir de su resurrección. Se puede, pues, individuar en cada texto la dimensión histórica
de Jesús y la dimensión mística de Jesús. En los Padres hay 5 modos de INTERPRETAR
TIPOLOGICAMENTE un texto.

1. PARALELISMO ANECDOTICO: hecho material del AT = hecho material del NT. Los
monjes de Jerusalén, siglo IV, empiezan a “repetir” paso a paso los lugares por donde
anduvo Jesús, en el mismo tiempo cronológico. Se desarrolla la devoción a los santos
lugares y la liturgia de la Semana Santa. Nacen en otros lugares (Roma, Bizancio…) las
STATIONES, que tratan de reproducir lugares santos con reliquias traídas de Palestina,
para repetir tipológicamente. Las cruzadas son la última consecuencia del “modelo
mateano” o “modelo materialista”. En esta línea están, también, las órdenes
mendicantes y la devoción al viacrucis: revivir en la propia vida aspectos singulares de
la vida de Jesús, según la imitatio Christi (no secuela christi).
Reducen la propuesta del NT a una pietas, basada en la imitación de Cristo
(Kempis). Se trata de una devoción pietista, privada. Se olvida la propia Biblia y se llega a

13
14

la lectura acomodada de la Biblia, que se utiliza para expresarse a sí mismo. Se utiliza


también en el campo político (emperador, papa, abad…). Los Padres más preparados
teológicamente rechazaban este modelo.

2. El 2º modo de leer tipológicamente el texto consistía en DESCUBRIR HECHOS,


PERSONAJES, Y MAXIMAS DEL AT COMO PROFECIA DEL MISTERIO DE
CRISTO: en cada gesto, cada suceso del AT se descubre un gesto, un suceso de Cristo.
Este tipo se desarrolla por el uso de la liturgia (este es el cordero de Dios, referencia al
sacrificio de Abel y Melquisedec en el canon romano…)

3. El tercer modo consiste en DESCUBRIR EN EL TEXTO BIBLICO LA PROFECIA DE


LOS MISTERIOS CRISTIANOS CELEBRADOS EN LA LITURGIA DE LA IGLESIA.
Se da sobre todo en los Padres mistagógicos (mieo: hacer silencio; mistikos: silencioso,
misterioso; ago: conducir). Este tipo es reserva exclusiva de los que han hecho experiencia del
sacramento cristiano. Esa experiencia se enmarcaba en el misterio, en el secreto, en el arcano.
Los padres mistagógicos usaban figuras y textos del AT para los neófitos. En ese contexto se
podía leer por ejemplo el Cantar de los Cantares. La mistagogía tenía planos diversos:
.- inmersión en el agua: se hacía ver qué es el agua y qué hace el agua. Es la primera fase en
la que tiene importancia la anatomía, la agronomía, la historia. Corresponde al análisis
filológico del texto en la primera fase de la exégesis.
.- estos primeros análisis son verificados en la persona de Jesús: él se ha metido en el agua y
le añade al agua un elemento nuevo, el divino, el espiritual. Hasta Cristo, el agua sólo podía
hacer unas cosas determinadas; desde Jesús, queda enriquecida. Así con cada elemento.
Gregorio de Nisa afirma que el cosmos, en su globalidad, tiene una inmensa riqueza desde la
venida de Jesús: su energía de salvación está difundida en todo por la encarnación. Así pues,
todo es ocasión para el encuentro con Dios, todo es sacramento, por lo que es muy
importante frecuentarlos. Habla de una metamorfosis, transfiguración: lo que se verifica en
Jesús, se verifica en cada ser humano (“mariología de Orígenes).

4. El cuarto modo tipológico, consiste en LEER EN LA BIBLIA UNA PROFECIA DE LOS


MISTERIOS DE CRISTO REALIZADOS EN LA VIDA ESPIRITUAL DEL
CREYENTE. Estamos en el plano de la SECUELA DE CRISTO. Se leen los procesos de
conversión personal considerandolos como la expansión en la historia de lo que había vivido
Jesús en su propia carne. Gregorio Magno es el primero que lo subraya. Los misterios de
Jesús se realizan en los procesos espirituales de los creyentes. Se trata de pasar del hombre
viejo al hombre nuevo, del material al espiritual. Se produce una “desmitificación” del
desierto geográfico, se debe seguir a Jesús en su integralidad, dejarse atrapar por su palabra.
Esto no se puede hacer estando sólo, sin gente alrededor, porque el mandamiento del amor y
del servicio hay que concretarlo. Basilio insiste en este argumento. Crea un grupo de ascetas
que ponen en común la búsqueda de la soledad del desierto con la asistencia a los pobres.

5. El quinto modo es ver en las Escrituras anunciado TODO LO QUE SE VERIFICARA AL


FINAL DE LOS TIEMPOS (ESCATOLOGIA), en la línea del Apocalipsis.

HENRI DE LUBAC

En su descripción de la vida de Orígenes está la descripción de su propia vida.

14
15

Escribe los primeros artículos en 1930. Se reconoce deudor del jesuíta Marechal y de Blondel,
uno de los grandes filósofos franceses, autor de L’action (1925) donde presenta una filosofía
cristiana, sin distinguir plenamente razón y fe.
Hasta la segunda guerra mundial escribe varios libros, destacando Proudhon y el cristianismo,
tomado como base para la Gaudium et Spes.
Funda Cahiérs du témoignance crètienne, que ayuda a la Resistencia francesa.
Tras la guerra, escribe su fundamental SOURCES NATURELLES, en donde defiende que en
la naturaleza hay potencialidad para la gracia, tesis refutada por los tomistas.
Entre 1950 y 1960 vive la condena y el retiro de las cátedras, escribiendo en 1953 su
“Meditaciones sobre la Iglesia”, que le constituye como un verdadero vir eclesiasticus.
Secretario de 2 comisiones en el Concilio Vaticano II.

DANIELOU: Prospectiva horizontal:


Proyecto de Dios-------historia---------CRISTO---------historia-----------Fin

HENRI DE LUBAC, a propósito de la hermeneútica de la Iglesia, dice que existe un doble


sentido en la Escritura: material y espiritual; que es una analogía con la persona de Jesús en
tanto que hombre y Dios. Para De Lubac el texto es dinámico hasta el punto de que al niño le
habla como se le habla al niño, al joven como al joven, al anciano como al anciano. Esto
significa que la misma página puede expresar niveles de profundidad diversa:
VERTICALIDAD, hasta en tres niveles: carnal, moral y espiritual (como decía Orígenes).
Así como toda la Escritura es para todo el hombre, y el hombre tiene cuerpo y alma, debe
hacer referencia a los 3 elementos: cuerpo, alma, espíritu.
Lo que los Padres llamaban “sensus litterae” ahora se entiende por “sensus materialis” y lo
que ellos llamaban “sensus allegoricus” ahora es el “sensus litteralis”. El texto es
correspondiente al lector: “divina eloquia cum legentem crescunt”.

De ahí la correlación entre conversión y comprensión: si te quedas en el ámbito de lo


carnal, el texto te permitirá una comprensión carnal, porque el texto responde a la situación
personal del exégeta. El conocimiento se entiende INTEGRALMENTE, no sólo
intelectualmente, por medio de la SINGENEIA, CONNATURALIDAD.

Este planteamiento, Orígenes lo desarrolla en toda la historia de la salvación: lo precedente a


la venida de Cristo, la propia venida de Cristo y el fin de los tiempos: pasado, presente, futuro.
Como la Escritura ha sido dada para los hombres, y tenemos el hombre (dimensión vertical) y
los hombres (dimensión horizontal), la Escritura ha sido dada para todo el hombre y para
todos los hombres.
Todos los hombres anteriores a Jesús corresponden al estado “carnal”, estado en el que se
encuentran también los que no han comprendido el misterio completo de la venida de Jesús
(hebreos los unos, heréticos éstos). Los hombres que han recibido el don de la fe y permiten
extenderla a toda su vida (eclesiásticos) corresponden al estado “moral” o “psiquico”: en la
medida en que se abren por entero a la Palabra, la entienden progresivamente (los creyentes
en la Iglesia); los hombres que corresponden al estado “espiritual” son los “perfectos”, no
existen ahora, sino que están reservados al fin de los tiempos.

Habla de carnales como de principiantes; de los eclesiásticos como proficientes y de los que
vendrán como perfectos. Ninguno puede pretender tener el contenido completo de la
Escritura, porque somos proficientes, no perfectos; la palabra es un “infinito”. De aquí la
necesidad de vasos comunicantes entre los diversos exegetas, dada la “penuria sensum” de ser
proficiente (también hablan de esto Gregorio Magno y Juan Crisóstomo).

15
16

Este humus trata de recuperar Henri de Lubac, recogiendo a Orígenes: estar abiertos a la
multiplicidad de la manifestación del Espíritu que es correspondiente a la apertura y
disposición del creyente. Al interno de esta teoría, se construye la doctrina de los cuatro
sentidos:

La enseñanza de los Padres puede condensarse en el dístico

La letra enseña los hechos (lettera docet gesta)


La alegoría enseña lo que deberás creer (quid credas allegoria)
El significado moral enseña lo que debes hacer (moralis quid agas)
La anagogía enseña donde debes andar (quo tendas anagogia)

Tipología = horizontalidad: típico de la escuela antioquena. Utiliza el término “teoria” para el


recibimiento de la propuesta alejandrina (lectura alegórica del texto).

Alegoría (aliud dicetur, aliud intelligitur) se subraya el paso de lo externo a lo interno. -


alegoría = verticalidad

Del doble sentido de la Escritura, en sentido tipológico (figura-realidad) y en sentido


alegórico (externo-interno), se pasa a la teoría de los cuatro sentidos en la que se intenta la
profundización vertical. Los cuatro sentidos son; litera, alegoría, moralis y anagogía.

a) El primero es igual para todos, tipología y alegoría: es el sentido literal. En tipología,


después del sentido literal, identificado con el pasado, se hace el paso al presente, como
desarrollo del pasado, que abre a la escatología. En tipología, pues, los significados son
tridimensionales (pasado, presente, futuro), como los sacramentos de la Iglesia (memoria,
actualización y escatología). Cada texto bíblico, cada episodio, cada figura bíblica tiene,
pues, tres significados: pasado, presente y futuro.

Cuando se pasa a Alejandría, estos tres significados son de tipo vertical. El mensaje de la letra
se hace corresponder a las tres etapas de la vida del hombre: principiantes (cuerpo),
proficientes (alma), perfectos (espíritu).
El principio unitario de ambas corrientes es el soteriológico: en la corriente tipológica, el
elemento soteriológico consiste en la universalidad de la salvación (es para todos los
hombres); en la corriente alegórica, el elemento soteriológico se dirige a todo el hombre.
Según la sensibilidad espiritual y teológica de una y otra, se subrayará un aspecto u otro.

El monaquismo alejandrino tiende más a la interpretación vertical: adhesión al hombre a la


persona de Cristo a través de la ascesis. El modelo es Antonio, que se deja transformar por la
palabra de Cristo.

EL DÍSTICO

El texto literario se llama exapla, seis columnas de las que en el centro estaba la traducción
oficial de la Iglesia. Texto hebraico, transcripción griega, traducción Aquila (palabra por
palabra), traducción Sigmaco, los LXX y Teodoción.
Sobre la letra, los signos son indicaciones queridas por el Espíritu Santo. Las diferencias entre
los textos, según Orígenes, no eran “fallos humanos”, sino que llevaban chispas divinas. El
hacía un asterisco y en nota ponía la variante. Cuando Orígenes pasa al comentario de texto,

16
17

entenderá las variantes como posible significado del texto mismo. Para poder interpretar el
texto, hay que garantizarlo (base filológica previa muy importante. Así que cada
interpretación que no tiene base en el texto es, por definición, ilegítima. “Cardo salutis caro”
(Tertuliano). Para los antiguos, no existía el “ars gratia artis”: todo texto tiene un fin preciso:
la areté (virtud). Si un texto no procuraba ese objetivo, simplemente no se escribía. Ni un
hecho histórico se salva de esto: siempre, siempre se escribe con el objetivo de la virtud. El
concepto de ofeleia es fundamental.
Orígenes sostiene una distinta interpretación: si el texto habla mal de Dios, de su dignidad o
de un camino que no conduce a El, que no educa en la virtud, no es el texto el que ha de
cambiar (Platón lo eliminaba) sino el lector debe leerlo de otra manera. Hay que cambiar la
prospectiva. Esa otra manera es la manera alegórica.
Los autores antiguos planteaban distintas tentativas para volver aceptable un texto
aparentemente inaceptable. Todo estaba en función de la ofeleia. Por ejemplo, sobre el texto
de Júpiter, Juno y el hilo de oro, dada su aparente inaceptabilidad, los autores decían: se trata
de explicar el origen del mundo (fisiqueteoria); se trata de explicar la estructura del ser
humano (antropiqueteoria); se trata de explicar el dominio de la pasión (etiqueteoria).
Platón introduce la dialéctica: razona sobre los diversos aspectos anteriores y los armoniza
con los principios de la filosofía (lo bello, lo bueno, lo verdadero).
Cuando se pasa a la mentalidad cristiana, se cambia la dialéctica filosófica de Platón por la fe
cristiana (pistis). Es la fe la que diventa criterio de discernimiento sobre la aceptabilidad o no
de una interpretación. Orígenes identifica el nucleo de la fe cristiana con el misterio pascual
de Cristo. Y así se realiza el paso del primer significado (litera) al segundo significado: no es
una verdad, es una persona, Jesús de Nazaret, en el que el creyente descubre la presencia del
Hijo de Dios. Es el sujeto que revela el objeto de la Escritura; El abre la Escritura. La pistis
diventa “fedes quae” a “fedes qua”.
La alegoría de la Escritura es una persona: Cristo. Aquí coinciden Danielou y de Lubac.
Se piensa si debe estar esa figura presente en cada texto del Antiguo Testamento: los
antioquenos son propensos a reconocer una profecía sobre Jesús sólo donde un texto del AT
ha sido citado por el NT (son más sobrios). La escuela alejandrina dice que el principio es
general, por lo que cada palabra del AT contiene una referencia a la persona de Jesús. Esta
mentalidad será asumida por San Agustín: “en el AT se esconde el NT y en el NT se revela el
AT”.

El tercer significado se refiere, en Antioquía, a los sacramentos de la Iglesia, al interior de la


experiencia litúrgica de la Iglesia; por el contrario, en Alejandría, el tercer significado se
refiere a la vida completa del cristiano, al comportamiento, al ethos del creyente. Alejandría
subraya que si con el bautismo ya estamos consustanciados a Cristo, de hecho en el progreso
de la vida de creyentes, nos vamos acercando a Cristo más y más y comprenderemos mejor
los textos que a El se refieren en el AT. Se da, pues, un paralelismo perfecto entre progresión
de fe y progresión de conversión. Hay un crecimiento en la asimilación con Cristo =
anagogía, subida hacia el Señor.
Pero el punto de llegada no está en esta vida, sino cuando vivamos la experiencia del fin de
los tiempos. Este momento está cerrado al creyente que está aun en la tierra. En conclusión,
pues, nunca se puede saber del todo lo que encierra un texto bíblico.

Aquí radica una diferencia entre Orígenes y Gregorio de Nisa. Orígenes mantiene que una
conversión perfecta lleva a una comprensión perfecta. Gregorio de Nisa dice que el texto tiene
una profundidad ilimitada, por lo que en la eternidad, también seguiremos creciendo en la
comprensión: epektasis, estar continuamente más allá. La epektasis puede abrir a lo que
intuyen los dos como posibilidad eventual: la progresión continua. Según Gregorio de Nisa,

17
18

sólo hay un infinito, Dios, y la creación no puede ser Dios, pero al final de un movimiento
infinito puede salir de la esfera creada y llegar a Dios. Esto tiene consecuencias exegéticas:
toda comprensión del texto es siempre relativa, porque la verdad está más allá de la esfera;
puesto que los sentidos creaturales son limitados, la verdad no es absoluta. Este principio
exegético tiene una dinamicidad increíble: relativización de cada comprensión = anagogé =
sentido anagógico. Todas estas distinciones presuponen la fe.

Ultima indicación bibliográfica

Metodología de Orígenes ligándola al método de la “lectio divina”, sobre Gn 19,30.


Orígenes se mueve metodológicamente sobre la exégesis de este texto bíblico. Páginas 215-
231 de un libro que dejará en Sole.

Búsqueda de los cuatro sentidos de la Escritura

Se puede partir de lo dicho a propósito de la interpretación platónica de un texto: la sungeneia


entre la inspiración del poeta y la inspiración del intérprete. Para poder comprender el sentido
que el dios ha querido decir en un texto, es necesario tener la misma inspiración,
“consanguinidad” entre poeta y exégeta.
Puede, pues, distinguirse entre LOGOS (el discurso literal) y su expresión en la DOXA
(manifestación inmediata de un texto, el sentido literario para los Padres): cada texto (logos)
tiene una doxa (una evidencia inmediata literal) y además una HIPONOIA (sentido oculto,
que está bajo la doxa). Esta mentalidad platónica lega a los Padres acompañada de una serie
de referencias a la hiponoia, que son las diversas TEORÍAS que determinan la verdad que
esconde un texto. Una teoría es un tentativo de profundizar en la apariencia externa y de ir
más allá de la doxa: fisiqueteoria, antropiqueteoria, … hipótesis de penetración del texto. Esto
nos habla de la VERTICALIDAD del texto. Esto pasa a los Padres. Pero en el interim (siglo I
a.C.) aparece el término ALEGORÍA (que puede ponerse en vez de hiponoia: alteridad del
texto). Mientras hiponoia hace referencia a hipo- (lo que está por debajo), -alegoría hace
referencia a alle (alteridad).
En ese momento aparece Filón, que desarrolla mucho el tema dela alteridad del texto,
iluminando el Pentateuco con la filosofía griega. Aparece también el NT, que evidencia que el
sentido OTRO, escondido en el AT, es el misterio dela persona de Jesús. Así que el primer
Adán es FIGURA, TIPO, DOXA del segundo Adán, esto es, Cristo.
El texto del AT en su literalidad evidencia la doxa y para poder encontrar la hiponoia, Filón
utilizaba la filosofía medio-platónica, y los cristianos, la persona de Jesús (Lc 24).
La alegoría del texto del AT es la persona de Jesús: aquí está el gran cambio. No viene de la
filosofía, o de cualquiera de las teorías, el sentido escondido, sino que se obtiene de la luz del
misterio de Jesús. La relectura del AT no se hace en clave filosófica, como Filón, sino en
clave cristiana.
Orígenes concluye que la alegoría de todo el AT es la persona de Jesús y no una teoría o una
filosofía. Así puede asumir las aportaciones de Filón y dela filosofía griega sin llegar a
convertirse en filoniano o platónico.

LITTERA GESTA DOCET

La doxa de Platón es el significado material del texto. Una metáfora no interpretada es la


doxa. Cuando la metáfora se interpreta se constituye en alegoría paralos Padres (que es el
sentido literal para los modernos. Para los antiguos, el texto literal, se identifica con la doxa.

18
19

QUID CREDAS ALEGORIA

Si tomas el texto con la fe, descubres la alegoría ( sentido OTRO escondido), las indicaciones
que vienen de Cristo resucitado. La llave que abre el sentido de la Escritura es la fe. Sobre
esto insiste Orígenes: la fe en el misterio central de la muerte y resurrección de Cristo, la fe en
Jesu-Cristo Señor es la llave que permite descubrir que en cada texto del AT, el Espíritu
quiere conducirnos a Cristo. Gracias a este planteamiento, los cristianos se diferencian de los
hebreos. Desde aquí, las consecuencias no pueden no pasar por Cristo (tercera y cuarta frase
del dístico).

MORALIS QUID AGAS

Se trata de descubrir en el texto bíblico, una vez “bautizado” desde Cristo, cuáles son las
consecuencias del texto para el creyente. Es la SEQUELA CHRISTI. Los libros del AT no
tienen una moral autónoma respecto de Cristo. No son códices de comportamiento moral que
puedan prescindir del misterio de Cristo. Los grandes Padres, estuvieron siempre preocupados
por descubrir las consecuencias morales desde Cristo. El sentido moral es antropológico. La
tropiqueteoria no puede ser asumida por un cristiano si no está confrontada y conformada con
el misterio de Cristo. Y, a su vez, se retoman las Escrituras como “explicación” del misterio
de Cristo y de las consecuencias que se derivan del misterio de Cristo para nuestra vida moral.
Tales consecuencias, iluminadas por la figura de Cristo, se vuelven orientación para la vida
del cristiano. Antes eran la profecía de Cristo, tipos de Cristo; ahora son imágenes de Cristo.

QUO TENDAS ANAGOGIA

Apertura de sentido al infinito. La anogogé, la salida, indica la dinamicidad del texto. Nadie
puede pretender cerrar el sentido dela Escritura. Las interpretaciones del la Escritura no
podrán cerrarse nunca, sino que quedarán abiertas hasta el fin de los tiempos.

Este dístico viene al final de un itinerario de metodología patrística, el itinerario de la


VERTICALIDAD. En la versión tipológica se parte más de la dimensión horizontal. La
convergencia de ambas es lo importante, puesto que es Cristo; pero se mantienen distintas
sensibilidades (siempre Alejandría versus Antioquía).
Según de Lubac, al interno de este concepto vertical, hay un paso existencial: el misterio de
Cristo no se revela a todos de igual modo (lo que viene recibido lo es según el recipiente
donde se recibe). Así, pues, los principiantes conocen sólo los aspectos exteriores; los
proficientes avanzan en la profundidad de conocimiento; y los perfectos llegan a la totalidad
del conocimiento. Hay una gradualidad de comprensión de la alegoría.
El significado más superficial, el doxológico, lo entienden todos los carnales. Son los
“legalistas”, fundamentalistas. Es peligroso quedarse en este nivel porque hay un riesgo de
idolatrar el texto y ser prisioneros de la letra. Es idolatría porque encierra a Dios en el círculo
cerrado del texto. Es el pecado de los carnales, de los principantes.
Se necesita, pues, la conversión al Señor (Gregorio de Nisa): el que no se convierte se queda
a la entrada de la letra. No hay posibilidad de progresar en la comprensión sin la conversión.
Y ésta, para Orígenes, también es gradual. Podemos progresar en la comprensión del texto,
pero no llegar al final definitivo. Las diversas graduaciones en la comprensión equivalen a las
diversas graduaciones en la conversión (Filón).
Este principio llevará a Orígenes a hablar de un triple significado de la Escritura: el
significado al que puede acceder el niño, el adulto y el anciano. La llave para entender en qué

19
20

nivel estamos es tu propia situación de naturaleza humana. Respecto al Cantar de los


Cantares, si no se ha hecho el amor, no se conoce lo que significa. Pues la fe es lo mismo. El
que tiene fe sabe lo que significa el contenido del poema. Esto lo aplica a tres significados en
cada texto: el dramático, el cristológico y el eclesiológico. Cuando los Padres hablaban de
alegoría, diciendo que ésta es la persona de Jesús, no se quedan en la simple persona histórica
de Jesís, sino que unen a Cristo la eclesiología: Cristo y la Iglesia son un “totum unum”;
Christus totus”, “caput et corpus”. Así que, muy rigurosamente, si un texto no puede ser
“cribado” por Cristo y por la Iglesia, queda inefable: se rechaza decir nada sobre él porque
sería caer en el moralismo y disminuiría la fe cristiana.

Hay un SECRETO en el modo de leer la Bíblia de los Padres, que no aparece en la tipología
de Danielou ni en la alegoría de de Lubac. Es la LECTIO DIVINA. No es un ejercicio de
lectura sino un modo de ser. Cuando los Padres pensaban en un término sintético de la lectio
divina, decían ESTAR CON LA PALABRA. Hace lectio divina el que está con la palabra,
como el amante está con la amada. Esto lo han recibido de la tradición hebraica (salmos 1,
118). Desde esta premisa hay que hablar de lectio divina.
No se mide el tiempo, se encuentra cualquier camino para llegar a ella y se la mira fijamente
para poder descubrir su contenido salvando cualquier obstáculo. Es un “juego”. En el Targum
hebraico, el Cantar de los Cantares es la historia entre el esposo sabio hebreo y la esposa (la
Torá).
El texto no dice a todos la misma cosa pero proporciona su nutrición según la edad de aquel
que la frecuenta: la palabra de Dios crece con quien la frecuenta (Gregorio Magno). No se
puede decir quien viene primero. La iniciativa es de la Palabra, que pone en movimiento el
amor en una espiral de relación, la epektasis de Gregorio de Nisa. Cuanto más crece el amor,
más crece la riqueza que se esconde en la Escritura.

ITINERARIO DE LA LECTIO DIVINA

1) FIJAR EL TEXTO Y LA MIRADA SOBRE ÉL. Es necesaria la prosoké (atención) que se


convierte en el secreto para el nacimiento de la prosesgé (oración entendida como diálogo
de amor). Todo el proceso de la lectio divina es un proceso de contemplación. La amada
es el libro de la Escritura. De aquí la preocupación por obtener todas las particularidades.
La Escritura es un velo delicadísimo puesto sobre el cuerpo de la Palabra de Dios. Los
detalles mínimos son las palabras, los vocablos con los que está compuesto el texto escrito.
Observar bien y todo el velo. Sólo así se puede ver lo que hay dentro.
2) De aquí la preocupación por establecer autenticidad de la palabra histórico-literaria. Es
necesario fijar el texto auténtico-crítico, sin perder ningunja variante por mínima que sea,
porque el amanuense que escribe el texto, también está inspirado en sus diferencias.
3) Traducción lo más adecuada posible al texto, con sus características filológicas,
semánticas y gramaticales.
4) Relación prosopológica (quién habla, a quién, cuándo: sinergeia): identificación de los
estilos y figuras retóricas presentes en el texto.
5) Inserción del texto en el conjunto del mensaje del AT y NT; el texto podría ser “extra
tempus sed non extra mysterium”. Hay contemporaneidad (evidentemente no en el
tiempo), continuidad que coincide con la entera economía de la salvación. Apertura de la
inspiración, que no se para en el canon, sino que continúa en la historia de la Iglesia,
entendida como parte del NT. Nosotros somos la página abierta de la Escritura. Esta es una
mentalidad constante en los Padres, aunque hoy no se oiga demasiado. Es determinante,
porque si eres obstáculo del Espíritu, estás privando a la Iglesia de algo que sólo tú puedes
dar. Si una interpretación contradice el “depositum fidei”, por definición, es falsa. Lo que

20
21

está dentro del texto mismo, si en su expresión no coincide con la expresión de la Iglesia,
es que no ha sido bien interpretado. No es posible reducir la comprensión de un texto a las
preguntas intelectuales. También el corazón ha de contribuir en la búsqueda. Sólo la
inteligencia no basta para comprender completamente el texto, sino que necesita un
corazón puro. Esto no sería aceptado por un exégeta moderno, pero es fundamental en los
Padres. Hay que purificar la cabeza y el corazón; en caso contrario se entra en el “de pugna
diabolum”. También es importante la comunitariedad. No es posible pa privatización en el
análisis del texto porque la Escritura no es un bien privado sino comunitario

Con estos ingredientes estamos en situación de poder leer y entender el texto. La apateia no
es insensibilidad sino impasionalidad. No es lo mismo.

Una expresión “universal” de los Padres, referida a la lectura espiritual de la biblia, es la


LECTIO DIVINA. No es tanto una técnica a utilizar cuanto una especie de estilo de vida
junto al texto bíblico. No es, pues, un ejercicio ascético o espiritual, sino un estar con la
Palabra. El objetivo no es un conocimiento científico o teológico del texto sino la
contemplación.

a) Cuando los Padres leían la Biblia eran conscientes de que los libros fueron escritos en
diversas épocas pero teniendo en cuenta el proyecto unitario de la historia de la salvación:
extra tempus sed non extra mysterium (Gregorio Magno): un sólo proyecto salvífico de
Dios, unitariedad de la Escritura, factum audivimus, mysterium inquiramus (= el dato
histórico era considerado como una letra a penetrar, a comprender en su profundidad); la
historia y la narración de la historia tienen necesidad de ser interpretadas desde el
contenido profundo. Se trata de buscar una explicitación de un misterio ya contenido en la
Escritura (Gregorio hace esta relación entre la situación en Europa por las invasiones y la
Escritura -la reconstrucción del Templo de Ezequiel-. Los eventos históricos que todos
pueden observar -dice Gregorio- consuman un juicio de Dios sobre el pecado de los
romanos y, a la vez, manifiesta el proyecto de Dios de “rehacer el Templo”. Se desprende
esto de la unitariedad del proyecto de Dios; continuidad de la historia presente, la historia
que explicita el contenido del texto… y así hasta el fin de los tiempos.
Cuando se hace Lectio divina hay una reciprocidad: el texto ilumina la historia y la
historia ilumina el texto. Siempre atención a las dos realidades.

Según los Padres, no cualquier interpretación del texto debe entenderse como auténtica sino
sólo la que en el confronto con el depositum fidei resultaba coincidente. La “concordia”, la
caritas se conforman como criterio definitivo de la idoneidad y coherencia de la
interpretación. Se debe atención y concordia a las dos realidades:

.- fides QUAE creditur: depositum fidei


.- fides QUA creditur: la caritas, la communio
Agustín dice en D.D.C.: si mi interpretación manifestase la sintonía de fe y de amor con la
Iglesia, aunque no corresponda al sentido literal del texto, es válida, por esa relación con la fe
de la Iglesia y con la caridad.

21
22

Los Padres subrayan también que el exégeta debe ser un hombre de paz y pacificado, con
serenidad de juicio no sólo en el plano intelectual sino en general. No puede ser exégeta quien
no vive en el Espíritu de la Escritura. Sólo un bonum puede aprehender el verum. De aquí la
connaturalidad entre el texto y el lector. Como defendía Casiano, no es posible que un no
convertido entienda la palabra de Dios. Gregorio afirma, además, que la Escritura crece con
quien la lee. Lo herético, por definición, es falso y malo. Hay una total identificación entre
error y errante.

TRABAJO PROPIO DE LA LECTIO DIVINA

.- Collatio textum: método aprendido de los maestros rabinos. Esa recolección se hace con
extrema atención.
.- Relación entre collatio - meditatio: no se recoge todo sino lo que es congruente con el texto
que se quiere explicar. No se trabaja como la hormiga, que recoge todo, sino como la ABEJA,
que coge sólo lo que conviene y es susceptible de convertirse en miel.
.- Dejar macerar en el silencio todo el material: hay una especie de fiducia, muy ingenua pero
sabia, del resultado de mezclar las palabras recogidas y la Palabra. No se necesita prisa, se
necesita tiempo para la sedimentación (la ruminatio de los padres occidentales).
.- Y ya el alimento está preparado: la SINCRESIS. Se trata de ser juzgados junto con la
Palabra. Mientras los textos que hemos elegido están purificando el texto de nuestro análisis,
al mismo tiempo viene puesto en crisis el lector, el exégeta. El sincreion actúa
simultáneamente sobre el texto y sobre el sujeto. Y se da inicio a una situación nueva:
SINTONIZACIÓN DEL TEXTO CON TU REALIDAD MÁS PROFUNDA (SINCRESIS).
De aquí surge la ORATIO: posibilidad de explicitar el sentido que hemos cultivado. La oratio
es la explicitación del sentido: del sentido del texto y del sentido que tú has descubierto en el
texto.
.- Aquí concluye el itinerario, porque todo lo que viene después, la CONTEMPLACIÓN, es el
comportamiento que se deriva del volverse criaturas nuevas, gracias a la Palabra.

El fin de la Lectio divina es la CRIATURA NUEVA, en estado de oración continua. Se tiene


el modelo de Antonio. Y ahora es el momento de la EVANGELIZACIÓN: porque ya se es
luz, se es luz para el mundo. También en este punto se sitúa la verdadera colatio (sobre todo
en los padres del desierto), que se identifica con la collatio ecclesiae. Así como cada uno de
los creyentes se ha dejado transformar, se entiende que son parte del Templum, cada uno una
piedra personal para el edificio de la Iglesia. Uno no elabora este iter para lucir
individualísticamente sino para entrar en la colatio con los demás en la Iglesia. Los padres del
desierto ponían en común en la celebración lo que durante la semana habían trabajado en la
Escritura, siguiendo el modelo de la abeja, cada uno aporta su gota de miel. Esta segunda
collatio es en función de la Iglesia. Es imposible que se haga lectio divina para uso propio. No
cabe en la mente esto.

Finalmente, la collatio se realiza al interno de una ACCIÓN LITÚRGICA, aunque en realidad


toda la vida está impregnada de liturgia. Porque oración y trabajo se realizan en el mismo
lugar, simultáneamente. El objetivo es estar de oración contínua.

TEXTO DE ORÍGENES. Nº 10

22
23

Orígenes utiliza 5 vocablos usados en la lectio divina. Él es muy ordenado y muy lógico
cuando afronta un texto bíblico para hacer exégesis. Su esquema incluye:

1. Lectura atenta del texto, para ver las coincidencias o divergencias de las distintas
versiones.
2. Fruto de la lectura, emergen de su memoria escriturística aquellos textos que pueden ser
idóneamente confrontados con el texto que ha elegido (uno o dos del AT, uno o dos del
NT), con cuyo auxilio ilumina la página.
3. En este texto la preocupación es cómo extraer un mensaje aceptable de un texto que
moralmente es malo, porque narra algo detestable (un incesto).
4. Empieza con “factum audivimus… inquiramus”: Platón hubiera quemado el texto, también
los gnósticos, que rechazaban el AT por textos como éste. Sin embargo, Orígenes mantiene
que también aquí está escondido un mensaje divino.
5. Retrato de Israel: interés carnal, pues utiliza la ley para garantizar su futuro. Idea filoniana:
el hombre es la parte noble, inteligente; la mujer es la parte sensual, material. La Torah es
utilizada por las dos hijas (Samaría y Judá) para garantizar objetivos carnales y terrestres.
6. Comprensión alegórica de Lot: referencia histórica y referencia a la estructura del hombre.
7. Aplicación moral: individuación del pasaje en cada persona, que lleva las dos hijas dentro
(la vanagloria y la soberbia). Del plano histórico pasa al plano individual: no hay que
dejarse “emborrachar” por las hijas de Lot.
8. Un comentario ético recorre todo el texto. Hay una TEOLOGÍA DE SUSTITUCIÓN. Con
esta exégesis, Israel, pueblo elegido, queda excluido, fuera de juego. Otra operación es de
tipo cultural: los griegos buscaban la enseñanza moral poniendo ejemplos de la antigüedad
clásica, de Platón … Orígenes sustituye los textos clásicos por la Escritura y los hace
inútiles. Hace con la cultura clásica lo que hace con los hebreos, sustituirla por la Biblia.
Los textos clásicos orientaban a la Virtud (las 4 virtudes cardinales) genéricamente.
Orígenes dice que la virtud está en unirse a una persona concreta: Jesús.
9. En su confrontación con los hebreos, afirma la superioridad de la Iglesia; en la
confrontación con la cultura clásica, afirma la superioridad de la tradición teológica
cristiana; en el confronto con la vida virtuosa, afirma la superioridad de una persona
concreta: Jesús.

23

Potrebbero piacerti anche