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Introducción

En la actualidad, nuestra sociedad ha estado sumergida dentro de la corriente del

postmodernismo, como resultado de los cambios que se han sufrido en las diferentes dimensiones

y esferas socio-culturales, políticas, económicas, e incluso, tecnológicas. Como parte

indispensable del ser humano, la necesidad de todo individuo por experimentar libertad y

reafirmar su identidad se ha incrementado. Pareciera ser que las voces del humanismo han hecho

eco a los oídos de los creyentes, por lo que cada vez la pastoral se ha visto desafiada a

reexaminar, redefinir y restablecer principios doctrinales, que procuren promover una vida

espiritual saludable por parte de la iglesia, evitando el atentar contra los valores cristianos y

teniendo en perspectiva, la consciencia de una comunidad sobre la corrección para la formación

de una conducta integral que agrade a Dios, que sea emancipe de los códigos disfrazados de

religiosidad, pero que contenga esencia.

Debido a este conflicto que afronta la iglesia del siglo XXI, es mi propuesta el realizar un

acercamiento a las Escrituras, haciendo relectura de Hebreos 12:3-13, en el cual se nos invita a no

menospreciar la disciplina. Samuel Pérez Millos postula: “La vida de fe es el resultado de la

identificación con Cristo, que se manifiesta en un compromiso sincero y en el ajuste de la misma

a las demandas establecidas por el Señor”.1 Por tanto, dicha de vida de fe es una que se ha de

manifestar a través de las obras del creyente, como realidad y experiencia vivencial de manera

tanto interna como externa.

A continuación, ha de tomarse en consideración elementos tales como la autoría, fecha de

composición, audiencia, entro otros, con el fin de establecer base para la interpretación y

contextualización del texto antes mencionado.

1
Samuel Pérez Millos, Hebreos: Comentario exegético al texto griego del Nuevo Testamento
(España: Editorial Clie, 2009) p. 703.
Autor

Si bien es cierto que para la primera audiencia de Hebreos, el autor no era desconocido,

en nuestro presente se ha debatido quién pudo haber escrito el mismo. Por lo que el teólogo del

tercer siglo Orígenes señaló: “En cuanto a quien escribió la epístola, lo cierto es que solo Dios lo

sabe”.2 Aunque la tradición le ha adjudicado este escrito al apóstol Pablo, la realidad es que

dentro de los círculos académicos, tal postura se ha rechazado debido al estilo de redacción.

Precisamente Orígenes indicó que los pensamientos, aunque muy propios del apóstol, el estilo y

la composición son obra de alguien que recordó sus enseñanzas, pareciendo haber tomado notas

de lo que su maestro decía.3 A pesar de que se han sugerido distintos personajes como posibles

autores, para efectos de esta investigación, consideraré a Apolos, puesto que no cabe duda que

este hombre conocía la teología paulina, era nativo de Alejandría, de lo cual carece Bernabé, y

cuya educación era elevada por cuanto su sexo le permitía tener acceso, del cual Priscila

posiblemente no podía gozar debido a su contexto.

Fecha

Ante la diversidad de posturas en cuanto a la fecha de composición, considero que no

pudo haber sido antes del 70 d.C. puesto que se hace mención del Tabernáculo y no del Templo,

además de la descripción de culto y liturgia según el relato veterotestamentario del tabernáculo

mosaico, según afirma Raymond Brown4. Por otro lado, no pudo haber sido escrito después del

80 d.C. porque a pesar de haber sido citado por Clemente de Roma en su primera epístola a los

Corintios hacia el 95 d.C. por primera vez, su contextualización con respecto a la persecución de

2
Simon J. Kistemaker, Hebreos: Comentario del Nuevo Testamento (Estados Unidos:
Subcomision Literatura Cristiana, 1991) p.16, 17.
3
F. F. Bruce, La Epístola a los Hebreos (Estados Unidos: Libros Desafío, 2002) p. xxxvii.
4 Raymond Brown, Comentario Bíblico San Jerónimo (España: Ediciones Cristiandad, 1972)

p. 322.

1
Domiciano a partir del 81 d.C. no coincide en magnitud con la persecución descrita en el texto.

Pues siendo una de la más cruenta en la historia, los autores de Hebreos establecen que no han

sufrido hasta morir.

Audiencia

De acuerdo con F. F. Bruce, el titulo que lleva por tradición este libro “A los Hebreos”, es

un titulo adjudicado hacia el último cuarto del segundo siglo, que pudiese funcionar como una

analogía a la epístola titulada “A los Romanos”, cuando Hebreos se incluyó en el corpus paulino.

Sin embargo, Raymond Brown señala que las exhortaciones contra la apostasía de la fe cristiana

y la demostración de que la antigua alianza había sido superada hacen razonable la suposición de

que Hebreos es dirigida a una comunidad de judeo-cristianos; aunque otros apuntan a que es

dirigida a una comunidad pagana-cristiana5. Esta comunidad es muy posible que se encontrara

situada en Roma, o cercana a esta ciudad.

Genero literario

Por otro lado, Hebreos responde a ser a todas luces una homilía, cuyo mensaje es una

paraklesis; su intención era exhortar y consolar. Y que a pesar de la historia de la canonicidad ser

tan accidentada, dado a su religiosidad en cuanto al sacerdocio humano y el culto sacrificial, estos

le otorgan autoridad nuevamente como para ser aceptado por Clemente y gozar de valor para la

Iglesia de Roma a finales del primer siglo. Aún se debate, si originalmente era una epístola, ya

que por su autoría, el saludo inicial pudo haber sido eliminado, como muchos otros opinan, que la

doxología pudo haber sido añadida durante el transcurso de ser enviada a su destino.

Contexto histórico y sociológico

Pablo A. Jiménez describe la comunidad de “los Hebreos”, como una que se encuentra en

grandes sufrimientos. Por un lado, su situación económica no era la mejor, pues la mayor parte de

5 Ibid. 321

2
la comunidad era pobre, dado a la esclavitud y a aquellos que eran extranjeros quienes no poseían

todos los derechos de un ciudadano. Por otro lado, Jiménez señala que se estaba dando un

acrecimiento tanto social como político. La misma se encontraba cansada de tanto sufrimiento,

estancada espiritualmente, faltos de compromiso, seducidos por la pereza y por el deseo de

renunciar a la vida cristiana y regresar a la vida anterior. Probablemente el lugar de reunión era

una casa, aunque cabe señalara que cerca de esta ekklesia podían haber otras comunidades. Estos

judeo-cristianos estaban muy influenciados por la cultura greco-romana, por tanto conocían de

ritos religiosos en que el rey podía ejecutar el sacerdocio aunque para los judíos ambas funciones

estaban separadas una de la otra.

El texto

3αναλογιϲαϲθε γαρ τον τοιαυτην υπομεμενηκοτα ϋπο των αμαρτωλω ειϲεαυτουϲ αντιλογια
ν ϊνα μη καμητε ταιϲ ψυχαιϲ ϋμων εκλυομενοι
4 ουπω μεχριϲ αιματοϲ αντικατεϲτητε προϲ την αμαρτιαν ανταγωνιζομενοι
5 και εκλεληϲθαι τηϲ παρακληϲεωϲ ητιϲ ϋμιν ωϲ ϋϊοιϲ διαλεγεται· ϋϊε μου μηολιγωρει παι
διαϲ κυ · μηδε εκλυου ϋπ αυτου ελεγχομενοϲ ·
6 ον γαρ αγαπα κϲ παιδευει μαϲτιγοι δε παντα ϋϊον ον παραδεχεται
7 ειϲ παιδιαν ϋπομενετε ˙ ωϲ ϋϊοιϲ ϋμι προϲφερεται ο θϲ τιϲ γαρ ϋϊοϲ ον ουπαιδευει πατη
ρ 8 ει δε χωριϲ εϲτε παιδιαϲ ηϲ μετοχοι γεγοναϲι παντεϲ αρα νοθοι και ουχ ϋϊοι εϲτε
9 ειτα τουϲ μεν τηϲ ϲαρκοϲ ημων πατεραϲ ειχομεν παιδευταϲ και ενετρεπομεθαου πολυ μ
αλλον υποταγηϲομεθα τω πατρι των πνατων και ζηϲομεν10 ο μεν γαρ προϲ ολιγαϲ ημερα
ϲ κατα το δοκουν αυτοιϲ επεδευον ο δε επι τοϲυμφερον μεταταβειν τηϲ αγιοτητοϲ αυτου
11 παϲα μεν παιδια προϲ μεν το παρο ου δοκει χαραϲ ειναι αλλα λυπηϲ ϋϲτερονδε καρπο
ϊρηνικον τοιϲ δι αυτηϲ γεγυμναϲμενοιϲ αποδιδωϲι δικαιοϲυνηϲ
12 διο ταϲ παρειμεναϲ χιραϲ και τα παραλελυμενα γονατα ανορθωϲατε
13 και τροχιαϲ ορθαϲ ποιειτε τοιϲ ποϲιν ϋμων ϊνα μη το χωλον εκτραπη ϊαθη δεμαλλον

3
Biblia Textual Traducción Lenguaje Actual
3 Considerar pues al que soportó tal 3 Piensen en el ejemplo de Jesús. Mucha gente
contradicción de pecadores contra sí mismo, pecadora lo odió y lo hizo sufrir, pero él siguió
para que vuestro ánimo no se canse y adelante. Por eso, ustedes no deben rendirse ni
desfallezca, 4 pues todavía no habéis resistido desanimarse, 4 pues en su lucha contra el
hasta derramar sangre combatiendo contra el pecado todavía no han tenido que morir como
pecado; 5 y habéis olvidado la exhortación que él. 5 Pero ustedes parecen haberse olvidado ya
como a hijos se os habla, diciendo: “Hijo mío, del consejo que Dios les da a sus hijos en la
no tengas en poco la disciplina del Señor, ni Biblia: “Querido jovencito, no tomes las
desmayes cuando seas reprendido por Él. instrucciones de Dios como algo sin
6 Porque el Señor al que ama disciplina, y importancia. Ni te pongas triste cuando él te
azota a todo el que recibe por hijo. reprenda. 6 Porque Dios corrige y castiga a
7 Permaneced bajo la disciplina, pues Dios os todo aquel que ama y que considera su hijo.”
está tratando como a hijos; porque, ¿qué hijo es 7 Si ahora ustedes están sufriendo, es porque
aquel a quien su padre no disciplina? 8 Pero si Dios los ama y los corrige, como si fueran sus
quedáis sin disciplina, de la cual todos han hijos. Porque no hay un padre que no corrija a
llegado a ser partícipes, entonces sois bastardos su hijo. 8 Si Dios no los corrige, como lo hace
y no hijos. 9 Además, nosotros hemos tenido a con todos sus hijos, entonces ustedes no son en
nuestros padres naturales, los cuales nos verdad sus hijos. 9 Cuando éramos niños,
castigaban, y los respetábamos. ¿No nos hemos nuestros padres aquí en la tierra nos corregían,
de someter con mucha más razón al Padre de y nosotros los respetábamos. Con mayor razón
los espíritus, y vivir? 10 Porque ellos en verdad debemos obedecer a Dios, que es nuestro Padre
nos castigaron por pocos días, según les que está en el cielo, pues así tendremos vida
parecía, pero Éste, para lo provechoso, a fin de eterna. 10 Cuando éramos niños, nuestros
que participemos de su santidad. 11 Es verdad padres nos corregían porque pensaban que eso
que ninguna disciplina al presente parece ser era lo mejor para nosotros. Pero Dios nos
causa de gozo, sino de tristeza; pero más tarde corrige para nuestro verdadero bien, para
da fruto apacible de justicia a los que por ella hacernos santos como él. 11 Desde luego que
han sido ejercitados. 12 Por tanto, fortaleced ningún castigo nos gusta en el momento de
las manos debilitadas y las rodillas paralizadas, recibirlo, pues nos duele. Pero si aprendemos la

4
13 y haced sendas derechas para vuestros pies, lección que Dios nos quiere dar, viviremos en
para que no se disloque lo cojo, sino más bien paz y haremos el bien. 12 Por todo eso, no
que sea sanado. debemos dejar de confiar totalmente en Dios.
Si la vida es como una carrera, y ustedes tienen
ya cansadas las manos y débiles las rodillas,
cobren nuevas fuerzas. 13 Corran por un
camino recto y parejo, para que el pie que esté
cojo se sane y no se tuerza más.

La perícopa antes presentada resulta ser la continuación de tres versos que le antecede, en

los cuales nuestro autor contrasta la vida del creyente en el evangelio con una carrera greco-

romana en el estadio, imagen reconocida y de fácil asociación por su audiencia. Estos versos

como exhortación, proponen el imitar el ejemplo de Jesús como prefacio a la explicación del

sufrimiento como disciplina paternal de Dios.6 Este pasaje nos habla sobre la resistencia

militante. Jesús es aquí presentado como el ejemplo máximo de perseverancia. Por tanto, la

intencionalidad de esta perícopa reside en la exhortación a la audiencia, de desarrollar un

discipulado, cuya base sea el compromiso de reflejar el modelo de Cristo.

Ahora bien, en acuerdo con Pablo Jiménez, este pasaje puede ser dividido en tres partes:

en primer lugar, se expone el ejemplo de perseverancia, solidaridad y compromiso que Cristo nos

ha otorgado por medio de su muerte en la cruz (12.1-3); luego los autores explican la necesidad

de la disciplina divina (12.4-8). y finalmente, se nos presenta una comparación entre las

disciplinas tanto humana como divina (12.9-13)7.

12.1 (Τοιγαροῦν καὶ ἡμεῖς) Esta perícopa comienza con una expresión adverbial conjuntiva (Así

que, por lo tanto también nosotros), de modo que continúa el mensaje que le antecede. Así que

6
Raymond Brown, Comentario Bíblico San Jerónimo (España: Ediciones Cristiandad, 1972)
p. 371.
7 Pablo A. Jiménez, Hebreos (Estados Unidos: Augsburg Fortress, 2006) p. 134-135.

5
los primeros tres versos tienen como función dar conclusión al capítulo 11. No obstante, el tema

de la fe es ahora presentado como una carrera y una lucha; una figura metafórica muy conocida

en la filosofía tanto cínica como estoica. Y por supuesto, se nutre de muchos de los pasajes del

Apóstol Pablo y de sus discípulos (1 Cor. 9.24-27; Gal. 2.2; Fil. 1.29; Col. 1.29; 2 Tim. 4.7) El

verso continúa “τοσοῦτον ἔχοντες περικείμενον ἡμῖν νέφος μαρτύρων”. Nuestros autores por

medio del lenguaje figurado sitúan al creyente compitiendo en una carrera del estadio, rodeados

por una nube de testigos. Samuel Pérez Millos indica que como metáfora, debe entenderse no

como la presencia de espíritus que rodean al creyente8, sino como la figura de un atleta, cuyos

espectadores están presentes con el propósito de animar a todos los que corren. Estos testigos son

aquellos que dieron testimonio que es posible vivir por fe, cuyos nombres fueron mencionados en

el capítulo anterior9. Además, el término nube es una figura clásica común utilizada por Homero

en la Ilíada 4.274, Heródoto 8.109, incluso es mencionado en la Historia de Alexander el

Grande10. El término testigo es literalmente mártir, lo cual sugiere que en muchas de las

ocasiones el martirio está unido a la vida de fe. Aunque por otro lado, Kistemaker indica que uno

de sus significados es la capacidad de una persona que tiene de hablar tras haber visto y oído un

acontecimiento. Por consiguiente, los testigos no están callados; de hecho los escritores dicen de

Abel “y por la fe él habla todavía, aunque está muerto” (11.4). “ los héroes de la fe que se

mencionan en el capítulo 11 hablan, pero lo hacen por medio de las paginas de la Escritura… y

nos rodean porque tienen interés en nuestros logros” (11.40). No obstante, para continuar la

carrera de la fe, se debe despojar de todo impedimento literalmente. El verbo utilizado aquí hace

8 Samuel Pérez Millos, Comentario exegético al texto griego del Nuevo testamento (España:
Editorial Clie, 2009) p. 706.
9
Donald A. Hagner, New International Biblical Commentary: Hebrews (Estados Unidos:
Hendrickson Publishers, 1993) p. 211.
10
William L. Lane, Hebrews 9-13 Word biblical commentary (Estados Unidos: Word Books,
Publisher, 1991) p. 411.

6
alusión a las ropas viejas, por lo cual se refiere a todo peso adicional que impida el movimiento

libre del atleta; entiéndase las tradiciones, costumbres, incluso pecado interno sin confesar11.

Ahora bien, el verso prosigue diciendo que el desprendimiento incluye el “pecado que nos

asedia”. Donald A. Hagner, bien señala que el pecado no está en el interior del creyente sino que

viene del exterior. Sin embargo, cabe señalar que el término aquí utilizado εὐπερίστατον, Metzger

señala: “La lectura (“que fácilmente distrae”), la cual aparece en P46 y 1739 (y tal vez se refleja

en itd,z), puede ser un error paleográfico o una modificación intencional de εὐπερίστατον (“que

estrechamente domina”) lectura que cuenta con el apoyo de todos los testigos conocidos.”12

Además, esta carrera ha de correrse con paciencia. El término δι’ ὑπομονῆς implica permanecer

debajo. Es este tipo de paciencia que impide el desaliento cuando las circunstancias son difíciles.

Es lo que sugiere una paciencia pasiva en el sentido de soportar bajo las pruebas y que nos

permite avanzar en la Carrera que tenemos por delante. Samuel Pérez asegura que es en una

carera de compromiso con la vida de fe del cual el no creyente no puede retroceder . de modo que

la exhortación parte de que a pesar de ser una carrera muy difícil, otros en tiempos pasados han

dado testimonio de haber alcanzado la meta.

12.2 El siguiente verso declara ἀφορῶντες εἰς τὸν τῆς πίστεως ἀρχηγὸν καὶ τελειωτὴν Ἰησοῦν, es

decir, para proseguir la carrera debe apartarse la vista de cualquier distracción y fijarla en Cristo

quien es la meta. Es pues Jesús, el autor, el líder o el adalid quien se encuentra delante de la

carrera, abriendo camino y mostrando como correr a través de ella. William L. Lane interpreta

esta primera frase de la siguiente manera: “el campeón en el ejercicio de la fe y quien trajo la fe a

11 Samuel Pérez Millos, Comentario exegético al texto griego del Nuevo Testamento (España:
Editorial Clie, 2009) p. 705.
12 Bruce M. Metzger, Un comentario textual al Nuevo Testamento (Estados Unidos: Sociedades

Bíblicas Unidas, 2006) p. 600.

7
su expresión completa13.” De hecho, por haber dos predicados unidos por un artículo singular

junto a un atributo genitivo común, G. Johnson prefiere traducirlo como: “El Príncipe de nuestra

fe quien es también su perfecto ejemplo14”. Desde la condición y vivencia humana, hay una

exigencia divina de finar nuestros ojos en Jesús, puesto que él se ha hecho vida en el creyente, y

ahora es imitable y visible. Interesantemente F. F. Bruce trae a colación 4 Macabeos 17.9 que

dice: “Aquí yacen un sacerdote anciano y una mujer anciana y siete hijos, enterrados por la

violencia de un tirano que deseaba destruir la política hebrea. Ciertamente vindicaron a nuestra

nación, manteniendo sus ojos fijos en Dios y soportando tormentos aun hasta la muerte.” Jesús

entonces llevó la fe a la plena realización al soportar la cruz. De manera que para obtener el gozo

que Dios planeó para él, Jesús obedientemente la agonía de la muerte, siendo sometido a la

maldición que representaba la cruz y al deseo de los judíos de ver el juicio de Dios ser derramado

sobre él, al ser expuesto en vergüenza. Tal y como es estipulado en Deuteronomio 21.23:

“Cualquiera que es colgado de un árbol está bajo [mi] maldición.” Sin embargo esto le posicionó

en un mayor estado y lugar de exaltación. El gozo puesto delante de Él fue suficiente como para

despreciar lo que significaba la cruz. Ahora su recompensa residió en (ἐν δεξιᾷ τε τοῦ θρόνου τοῦ

θεοῦ κεκάθικεν.) sentarse a la diestra del trono de Dios, haciendo alusión al salmo 110.1. El verbo

se sentó se encuentra en aoristo, afirmando que esto fue una acción que se dio una vez y para

siempre y proporcionando a su vez una clara progresión del pensamiento cristológico: “El se

sentó a la diestra de la Majestad en el cielo” (1.13); “Se sentó a la diestra del trono de la Majestad

en el cielo” (8.1); “Se sentó a la diestra de Dios” (10.12); “Se sentó a la diestra del trono de Dios”

(12.2).

13 William L. Lane, Hebrews 9-13 Word biblical commentary (Estados Unidos: Word Books,
Publisher, 1991) p. 411.
14
Ibid. 411.

8
12.3 El siguiente verso comienza diciendo: “Considerad” (analogizomai). Es la única vez en que

se utiliza en todo el Nuevo Testamento. El término sugiere que la audiencia debe mirar con

cuidado toda la vida de Jesús y todo lo que él tuvo que enfrentar.15 La intencionalidad de este

pasaje es provocar que la audiencia compare sus experiencias con la de Jesús, quien sufrió el odio

de un mundo pecador, opuesto a la verdad de Dios. Conociendo nuestros autores, que la

introspección ocasiona fatiga espiritual y desaliento, evoca a mirar a Jesús en quien se renueva

las fuerzas y aumenta el valor; esto con el fin de cobrar nuevo animo y culminar la carrera que

está por delante. En estos tres versos, finalmente podemos encontrar un quiasmo o una

construcción literaria donde las ideas están organizadas de forma paralela16:

Por tanto, nosotros también,

a) teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos,


b) despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia,
c) y… con paciencia
d) … corramos … la carrera que tenemos por delante,
*puesto los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe,

d’) el cual por el gozo puesto delante de él

c’) sufrió la cruz,

b’) menospreciando el oprobio,

a’) y se sentó a la diestra del trono de Dios.

12.4 Conforme a lo aquí presentado por Kistemaker y William L. Lane , los autores vuelven a

presentar una segunda metáfora deportiva, en la cual ya no es una carrera, sino una lucha de

boxeo. Por tanto, “más que exhortar, el escritor amonesta a los lectores a que resistan al pecado

15 Simón J. Kistemaker, Hebreos: Comentario del Nuevo Testamento (Estados Unidos:


Subcomisión Literatura Cristiana, 1991) p. 432.
16
Pablo A. Jiménez, Hebreos (Estados Unidos: Augsburg Fortress, 2006) p. 135.

9
hasta el punto de derramar su sangre. La posibilidad de ser perseguidos por su fe en Jesús era

real. Si Jesús sufrió persecución y derramó su sangre, sus seguidores no deben abrigar falsas

ilusiones de quedar eximidos de ello.” La expresión Οὔπω μέχρις αἵματος ἀντικατέστητε sugiere

la idea de que todavía la audiencia no ha hecho un esfuerzo mayor o extremo. Para el filosofo

estoico Seneca, el verdadero atleta era el hombre que veía su propia sangre.17 Por otro lado, el

término ἁμαρτίαν para designar pecado, aquí toma una personificación de un enemigo que debe

ser derrotado no importando si cuesta derramar sangre. Pero a diferencia del verso 1, Vanhoye

indica que en este verso su significado es mucho más amplio, haciendo referencia a cualquier

fuente de oposición hostil a la Iglesia. Donald A. Hagner por su parte, establece que la lucha

contra el pecado dentro de su contexto, implicaba tanto la batalla de la comunidad cristiana de

evitar cualquier pecado, pero también la lucha de evadir la apostasía. Sí en un pasado habían a

travesado por momentos muy difíciles, al igual que en el presente, pero no han llegado al punto

de sufrir en igualdad el sufrimiento del supremo paradigma de la fe, de aquel que fue a la cruz y

pagar el último precio y más alto.

12.5-6 A este punto de la perícopa, los autores buscan justificar la experiencia de hostilidad y

abuso a la comunidad por haberse identificado con Cristo, según indica William L. Lane. Cabe

señalar que los creyentes del primer siglo tenían acceso a las Escrituras cuando iban a los cultos

públicos. Allí memorizaban pasajes del Antiguo Testamento. Cuando los escritores mencionan

Proverbios 3.11-12, hacen referencia a un texto fundamental para la capacitación de creyentes de

la comunidad primitiva, que al parecer habían olvidado. En primer lugar, en primer lugar han

sido constituidos hijos de Dios a través de Jesús, quien se hizo fuente de salvación para todos los

que le obedecen (5.8-9). El término παιδείας (disciplina) está vinculado con una raíz que forma

17Letter 13 in L. Annaei Senecae ad Lucillum epistula moral, ed. O. Heuse [Lipsiae: Teubner,
1914] p. 24.

10
palabras que se refieren a la educación de un niño. Es el entrenamiento que mejora, moldea y

fortalece el carácter. La disciplina es siempre algo positivo, para fortalecimiento espiritual y

refuerzo de la obediencia.18 Cuando bien se dice que “no se tome a la ligera”, era más bien

decirles que vieran la intervención directa de Dios en la disciplina; pues de tomar a la ligera

disciplina así también tomarían los sufrimientos de Jesús. La última parte de la cita proviene de la

Septuaginta. En el Antiguo Testamento se lee así: “Porque el Señor disciplina a quien ama, así

como un padre al hijo en quien se deleita” (Pr. 3.12). la variante afecta la redacción, pero no la

intención del versículo. Philip Edgcumbe Hugghes dice lo siguiente: “Tales dificultades y

aflicciones, que ellos tuvieron que soportar como consecuencia de su profesión cristiana no

significa, como algunos parecen haber asumido, que Dios no se preocupaba por su bienestar y los

ha dejado sin su ayuda y apoyo.” Todo lo contrario, pues aunque muchos hayan olvidado o estén

a punto de olvidar por qué sufrían por el Evangelio, debía animarles a recordar y reconocer que

Dios se muestra así mismo como Padre, tratándoles como verdaderos hijos. Así, la disciplina es

un privilegio que Dios extiende a los que ama. Tal es la razón por la cual la disciplina no es

extendida a los impíos. Pero a los que han sido llamados hijos, las pruebas y las dificultades no

son castigo, ya que Jesús soportó en nuestro lugar la ira de Dios al haber sido desamparado.

12.7-8 El verso siete expresa tres razones para aceptar con gozo, como una bendición, la

disciplina de Dios, la disciplina que Él permite. La primera cláusula del texto expresa una verdad:

εἰς παιδείαν ὑπομένετε, “Si soportáis la disciplina”. La traducción en modo condicional, no

expresa el énfasis del texto griego, en el que literalmente se lee: “Para disciplina soportáis”, o “Es

para vuestra corrección que sufrís”. La forma del verbo en el griego puede tomarse como

presente de indicativo o como presente de imperativo. Tomada como presente de indicativo, se

18Samuel Pérez Millos, Comentario exegético al texto griego del Nuevo testamento (España:
Editorial Clie, 2009) p. 723.

11
convierte en una exhortación que equivale a: “Soportad la disciplina”, y el tiempo verbal expresa

la idea de continuidad. La segunda cláusula del versículo es confirmativo, debido a la experiencia

en los sufrimientos y dificultades, como permisión de Dios, se alcanza la seguridad de ser Sus

hijos. ὡς υἱοῖς ὑμῖν προσφέρεται ὁ θεός, “Dios os trata como a hijos”. Las pruebas son

manifestación de la condición de hijos, es decir, la corrección divina hace entender al creyente

que Dios es verdaderamente el Padre, que se manifiesta en la corrección al hijo quien ama.19 La

tercera cláusula es reflexiva, estableciéndola por medio de una pregunta retorica que exige una

respuesta del lector: τίς γὰρ υἱὸς ὃν οὐ παιδεύει πατήρ, “Porque, ¿qué hijo es aquel a quien el

padre no disciplina?” El hijo es educado cuidadosamente porque es también el heredero. La idea

no es castigar, sino el de corregir o reorientar. Es por esto que en el siguiente verso, los autores

expresan la idea de que una actitud descuidada hacia la disciplina, por parte de la audiencia, los

colocaba en la misma categoría que los hijos ilegítimos. Tales hijos no tenían derecho a la

herencia: eran causa de vergüenza para su padre. No aceptar la disciplina es señal de rebelión

contra la autoridad.

12.9 Retomando una vez más una ilustración de la vida familiar, los autores se incluyen en la

misma para referirse a que cada uno ha tenido padres humanos y que se les obedecía, mas hace

un contraste con el Padre celestial, cuando emplean la expresión “cuánto más”. Ellos dan a

entender que la obediencia a Dios resulta en vida eterna, ya que él es nuestro Padre celestial. En

palabras de F. F. Bruce es: “Así como ‘los padres de nuestra carne’ son nuestros padres físicos (o

terrenales), del mismo modo ‘el Padre de (nuestros) espíritus’ en nuestro Padre espiritual (o

celestial)”.

19Samuel Pérez Millos, Comentario exegético al texto griego del Nuevo testamento (España:
Editorial Clie, 2009) p. 731.

12
12.10 La prevalencia del abuso infantil hace que nuestro autor enfatice que los padres humanos

son falibles. Por ende, algunos creyentes nuevos luchan con la imagen de Dios como padre,

puesto que sus padres terrenales abusaron de ellos. Este verso explícitamente indica que la

disciplina del padre terrenal es limitada, “es por unos días”. De hecho, aquí sugiere la idea que es

“según el estándar que les parece bueno”, por lo que la efectividad y eficacia de la disciplina

ejercida por los padres entra en cuestión. Ralph W. Harris, referente a la disciplina en este verso,

señala: “Puede ser muy duro; puede ser demasiado indulgente; puede estar diseñado para alcanzar

objetivos que están en desacuerdo con lo que Dios desea.” Por consiguiente, la naturaleza de la

instrucción de disciplina por parte de Dios es para beneficio al creyente.20

12.11 El resultado de la disciplina es la bendición que produce la tristeza, es decir, aquella

angustia que conduce al arrepentimiento. El verbo ἀποδίδωσιν literalmente significa “devuelve”.

Como bien establece Samuel Pérez Millos, “se siembra la disciplina en el campo del alma y

devuelve fruto de justicia”.21 La disciplina divina tiene la virtud de desligar al hombre de lo

temporal y transitorio, haciéndole depender de Dios, y con ello devolverle la paz que produce

hacer lo correcto. Ninguna disciplina parecer traer contentamiento, por el sufrimiento que trae

consigo, sin embargo, nuestro autor enfatiza el beneficio que se obtendrá como resultado de tal

proceso.22

12.12 Nuevamente el autor trae a colación la imagen del atleta en la carrera, establecida a

comienzos de la perícopa, para que la audiencia creyente enfoque sus ojos en la meta. Las

20
Ralph W. Harris, Stanley M. Horton, & Gayle Garrity Seaver, The New Testament Study Bible
Hebrews-Jude, Vol. 9 (Estados Unidos: The Complete Biblical Library, 1989) p. 165.
21 Samuel Pérez Millos, Comentario exegético al texto griego del Nuevo testamento (España:

Editorial Clie, 2009) p. 737.


22
Simón J. Kistemaker, Hebreos: Comentario del Nuevo Testamento (Estados Unidos:
Subcomisión Literatura Cristiana, 1991) p. 444.

13
dificultades que estaba experimentado la primera audiencia, habían provocado en muchos el que

claudicaran de la firmeza que exige la vida de fe. El desánimo condujo a un desinterés por el

estudio de la palabra (5.11; 6.2); ausencia en la congregación (10.25); en el estímulo al amor y a

las buenas obras (10.24); entre otros aspectos destacados en la lectura. En esta exhortación de

restauración, que hace eco de Isaías 35.3-4, se intenta comprender que así como un atleta necesita

de sus manos y rodillas para ejercer efectivamente la actividad motora para mantenerse en la

carrera, a fin de llegar a la meta, el creyente de igual manera debe recobrar ánimo y fortalecerse

en la disciplina. Tales palabras en modo imperativo, requieren obediencia a un mandato. Pérez

Millos de este verso señala, que aparte del pecado, el cual imposibilita proseguir la carrera,

también el desaliento, el cual es propio de un creyente carnal. “Y ser un creyente carnal no tiene

que ver con la práctica de pecados manifiestamente violentos, sino con el asirse de las tradiciones

y de los rudimentos del mundo como si fuesen mandamientos de Dios (Col. 2.20,23).23

12.13 El escritor habla como un entrenador a los miembros de su equipo, por lo que ya cansados,

procura animarles, haciendo referencia a Proverbios 4.26 que se completa con la declaración

paralela “y escoged solo caminos que sean firmes”. Sin embargo, el escritor de Hebreos añade su

propia continuación a la primera parte del dicho. Establece que la razón para emparejar la pista

para la carrera es que “el cojo no quede invalidado, sino que más bien sea curado”. Antes que un

corredor empiece a correr, el mismo examina la pista con cuidado; se da cuenta que el terreno

disparejo puede hacerlo vulnerable a una caída. Corre peligro de dislocarse un tobillo y quedar

así descalificado de la carrera. Especialmente cuando hay fatiga, se hace real la posibilidad de

23
Samuel Pérez Millos, Comentario exegético al texto griego del Nuevo testamento (España:
Editorial Clie, 2009) p. 740.

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sufrir una lesión. Por dicha razón, las sendas deben ser emparejadas.24

Hermenéutica

Pablo en cierta ocasión escribió a los Gálatas: “Hermanos, aun si alguno es sorprendido

en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo en un espíritu de mansedumbre,

mirándote a ti mismo, no sea que tú mismo también seas tentado”. De acuerdo, con la perícopa

aquí estudiada, el liderazgo de cada iglesia tiene la responsabilidad de discernir lo que se ha

adoptado como doctrina y discriminar de lo que es dogmática. En adición, la iglesia debe estar

consciente de su identidad y procurar establecer una línea definida de aquello que se considera

una falta. Lamentablemente, en muchas de nuestras comunidades de fe, existe poca o ninguna

consciencia sobre cómo debe ser ejercida una disciplina en diferentes circunstancias. Por lo que

debe cultivarse una espiritualidad que promueva el diálogo, en el que se estimule un crecimiento

saludable sin faltar a la dignidad de ningún ser humano. Debemos procurar la sabiduría de Dios

para trabajar cada caso individual, y examinar los trasfondos. Reconocer cuando se carece de

herramientas y procurar de manera responsable la restauración del creyente. De lo contrario, no

solo la caída es el peso que evita proseguir la carrera, sino también la magnitud de una disciplina

no adecuada a lo particular, siendo la descualificación el resultado. Me parece que ante los

tiempos tan difíciles en que vivimos, donde se ha dado espacio para temas grises, procuremos

regresar a las Escrituras, reconocer que Dios es un padre que disciplina, pero que a diferencia de

uno terrenal, conoce el modo de operar con aquellos a quienes a constituido hijos. Finalmente,

apelando al texto de Gálatas, no podemos pasar por alto, que lo que señalamos debe ser con la

consciencia de que pudiésemos ser nosotros mismos en las mismas circunstancias.

24
Simón J. Kistemaker, Hebreos: Comentario del Nuevo Testamento (Estados Unidos:
Subcomisión Literatura Cristiana, 1991) p. 447.

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