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DATOS

SOBRE •
1 •

:o:rso u:a.so
LElDO A LA SOCIEDAD AMERICANA DE GEOGRAFIA
Y ESTADISTICA DE NUEVA YORK EN AllRIL DE 1862,

POtt
.
J. WARR EN FABEN S.

VER'rlDO DEL l~OLES, Y ANOTADO

POil

ANTONIO
. M~RTINEZ DRL ROMERO..
INDIVIDUO DE VARIAS CORPO;!UCIONES AR1'1STI CAS
Y LITERARIAS NACIONALES Y ESTRANGERAS.

IMPRENT~~~i G~R~i;iii~r.IANOS.
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DATOS
SOBRE

DZ SO UB .SC >
LEID O A LA SOCrED.AD AUER ICAN A
DE OEOG RAFlA
\" ESTADISTICA 'DE NUEVA YOR:K
EN AURI L DE 1862 ,

POR

J, WARREN FA BE NS .

VERT IDO DEL INGL ES, Y ANOTADO

ro11.
ANTONIO M
ABTINBZ DEL ROMERO,
lNDIV WUO DE VAIUAS CORPORACIONES
.AUTISTICAS
Y LITER ARIA S NACI ONAL ES Y ES'l'RANGE
RAS.

IMPRENTA DE GARCIA HBRMANDS.


1862.

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" A los ojo~ deslumbrados de los marineros, levanUl•c
mm isla esplendorosa, ornada. con todos los at:.vios t.lt~
\tnn. gigantesca vejetacion; pais quizá. el mas hermoso
i el globo, pero que cu sus arcanos destinaba la Pro·
videncin .-~ ser el mas desgraciado."
(\V. I1·\·ing: Vitl:1. y Vi..jc·s de C. Colon . t•ap. VI.)

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ADVERTENCIA DEL TRADUCTOR '

En marzo de 1 liO ~e pnbliccí en Nue,·a-York úna.


o!Jriw. titulada 'l'!tr (iold F irlds e{ SI. Duming(J, Los Cam-
pos de Oro de Santo Domingo, que conlicnc uua cl~!scrip­
c·ion de las ventajas ngrfcolas, comerciales y otms ele la.
misma isla; é ignalntente una bmve reseita de SIL clima,
C$tacioucs, suelo, rnontalius, y de sus principales ciudades,
Yillas, ríos, babias ~·puertos.
:-iu autor, :llr. W. S. C., manifiesta. en el prefacio de
ell<\, que! la habü\ escrito con la mi m de interesar al p(tbli-
co ame ri cano en la minería, agricul t ura,, comercio y otros
,·ecursos de la isla de Santo Domingo : que dtli'O.t,tc los
dos últimos :uios anteriores á su publicacion, se habi:t
•Jcupado de la materia; y que ranto do los informes saca-
dos ele las principales historias y relaciones coloniales, de
~us muchas y routíunas ronYer~acioncs con personas qui'
lmn rcsiclido ¡.or 111\l <'hn tiempo cu Pila, de los visitadores
.1' <'Splor:\clor ·~ n·.·i.·u• '" ,¡,. i<t mi~o~ ta, como tnmbien de
ll O:t \'011111 llh · c'Or.c.¡•<'IHf<> llCi:c <' >11 c.indadanOS de Jo~
c~raclos l !u<, en .l.lll<'. tr ~-ulos ácsploracio -

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2 AI)\'ERTENC lA DEL TR•IDUCTOR.
nos y empresas mineras en este punto, había. podido prcl
sentar el resultado de sus investigacio nes.
Eu seguhln protesta el autor contra cualquiera su-
posicion que le pudiese ser desfavorable , manifestando
que uinguu motivo do ambicio o persounl ni pecuniario le
habia inducido á presentar al lector americano un campo
de vasta y útil empresa, tan desconocido como inagotable,
y que estaba al alcance fúcil de la enetjin del pullblo de
los Estados Unidos.
A pesar ti e esta protesta, pudimos conocer que h1. ·
ob ra se babia escrito cou un fin que se demuestra. demasia-
do en toda ella, y mas clammeute en el siguiente pasaje :
" Pero, como sucede á menudo·, en nuestra viva. y ardienk~
solicitud tras nue1ros Eldorado:; ó u ua. área en que esteuder
nuestrae1cr jia, bcmosmirad ocon cle~tlen l a que es mus hn,..
cedera, c.ierta., segura, mas remunerado ra que Í1inguua, y
que se halla providencia lmente abierta ú la industria y
destreza de nuestro pueblo : Con.mtt c11 rl t/.cii(Lrrollo de lns
rastos 1·cc¡¡rsos mi11cralcs, agrícoúu, Jilbrilcs y comerciales de
la 1>a1·t.e cs¡1m1oÜt de la isln de Santo .D(Jmingo."
, Manificst11 la i otencio n del autor, qnc no fué otrtl, al
parecer, que la de escit:tr la codicia Yaukee pa.ra la pose-
~ion de esta isla ; y figurllndonos que convendría una.
version española de dicha. obm para hacer conocer en Es-
paiia el valoré importancia de una An tilla, que si nos ha-
bía pertenecido , casi habit~ llegado ú sernos desconocida
y peregrina; que por todas pa rtes estí1 presentando ves-
tigios de nuestro antiguo poderío; y quu por unn. serie de
sucesos fatales ha.bia.llcjado de estar uu ida ú la. Corona de
España; oos determinam os entónces {¡ ejecutar dichtl
vcrsion, pero no llegó ú concluirse por cnusas agenas
de nuestra volnntad.
Ah o m aparece otro trn bajo del mismo géne ro y en
el mismo punlo, con el titulo de Fncts alxmt Swtto D o-
mingo, que puede decirso es una repeticion del primero,
aunque . tiene distintas aspiracione s; y como creemos,
hoy que esta isla es ya. una provincia espniiola., que podría
ser útil su publicacion, la verificamos, por si con ella ha-
cemos alguo pequeño servicio.
Su autor ha reunido á los datos que le ofrecen

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ADYE!lTJ·:NCIA DEL TIIAOti(;TOR. 3
rn rias publicaciones, s11 ecsacto conocimiento del pais,
•:n el <¡ue ha. vivido nlgun tiempo; y si bien es cierto
1¡uo dicho traba:io, aunque bre•e, es apreciable, como St'
"ncuentran en 61 ,·nrios pasages que hemos creído convc-
uiente ampliar, ú inecsactitudes que corregir, le l1emo;,
aiiadido las notas que lleYn, entro las cuales conocerá el
lccror que hay alguna csccncialmentc necesaria .

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SANTO DOMINGO.

ÚllSER\', \C IO::-<ES PRELlliiN ARES liiSTORIC ,\S.

La isla !le Santo Domingo es la tierra clásica dd


NHe,·o-~[uudo. Nada. hay en los anales de la antigtied ad
r1ue tanto nos encanto como la marav illosa narracion de su
descubri mieuto y p rim era ocupacio n por el hombre blau-
··o. Cada piígina de s•1 intercsun te h!$toria cst{~ anima-
da con iuddente s conmovedoro><, fecundas aventura s,
luchas tcnazc~, hechos do armnR, t ristes nr.ares, sufrimien-
tos do esp'lritus audazcs y de án imos esforzad os; y sobre
ro do. engrande cidas despues sus f.,ntásticas proporciones,
y suavizados sus rudos contorno~, nt atr:n·esan do la densa
uub() de los siglos. .
Esta íué la tierr¡~ es~o.Jida y predilec ta ·ae Colon :
,lfiiiÍ gozó el gran dcscubl'idor, por cierto tiempo, de la
•In lee fruicion ele aquellas e$pcmnzas qu e habían ~iuo s\1
1ínk.o consut>lo durante tantos ntíos ele moYil idall, nnsi e-
dn d ~- contratie mpos. Pam que esto se verificase, dice
frl'ing. ~(' 1·ió C$puesto á las burl:ls y ultrnjes contínuo s
n5f rle la gente ilustrada como de la igooraut e, que le mi-
raban co.no ur1 mero visionario, y al desprecio de los per-

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li SANTO DOl!l:o.-C:O.
l-Onas ruines, que le t.cuian por un aven turero. Par:~. esto,
segun Clemencio, hi~toria.dor t•<paiiol, babia esperndo en
los rincones de las antccnmnras, viéndose confundido cn-
t re la multitud de importunos pretendientes, melancólico
.1· abatido en medio del regocijo gcncml. Para esto, cierto
clin un estranjero en tierra esLrniia, cansado de can1innr,
c·on la angustia en el comzon, y llcYando un niHo do);~
HHtno, llamó á h1 portería de l con1·emo de S;lnta :Maria
de la Rtí.bida, y pidió por caridad un poco de pau y agua
J'lli'O. su hijo. Y en todo este tiempo, sin hogar, sin dinero
_,. sin amigos, lle1·ó encerratlo el entro del pecho el tesoro
de una gran fé y esperanza que iban á rea lizarse en aquel
sitio.
Allí formó la primera colonia blanca para esta parte
del Atlántico, introduciendo tambicn caballos. ganados y
<tnimnles domésticos de todas espücics, granoo, simiente.>
de varias plantas, viiías, cacias de azucar, y muchos injer-
tl)s y verdu ras de Europa. "Algo de admirable111ente
~randc, dice uu historiador, hubo Pn ht idea de introducir
rlc este modo nuevas razns du an imales y plantas, de edi-
licnr ciudades, de cstendcr colonias, y de sem brar las Sll-
rn iUas de la civiliza.ciou y l11s luzcs en este hemi5fcrio tan
l;crmosó como snll·ajc.-Estc suceso llcn6 de adm imcion
los ánimos de las personas instntitlas y nota,,l,!>, e·•trete-
niendolos con ensucilos y agmd ublcs dcsntrí•J:>, y pareció
r~alizar las poéticas pinturas de los antig uos t ii!lll:los."
" Colon, dice Pt!dro :.\larti r, C( llt! describe ra u grúlic:~ ­
rncnte los acon tecintientos dt• e~tc periodo lúr6•t.:o, ha
principiado á construir una (•íutlad, como rcci.:ntemente
me ha escrito, y a. s<!mbr:u· nucstn1s scmill:•s y propagar
nuestros animales. ¿ Qnitl11 " " n·•sul ros hablarií. ahora de!
Saturno, Cm·es y 'l't·iptol<'"l''• viaj;tudo por toda la tierm
pamestender nuevas inve n• unos cur.re la especie ltumann1
¿ ó de los feniciós que •· · m~CI'll)'l!ron ii Tiro ó á Siclon ·1
1,ó de los mismos tirios •:•1\' U$ d L·~t.lOS vagabundos los lleva-
ron á emigrar ÍL tierr11s l'~l.r:t1ias para constru ir nuevas
ciudades y establecer nuevus poblaciones?"
El teatro del dranm N n tligno de los sorprendentes
acontecimientos en él ve ·ificodos. Descripciones brillan-
tes de sus '11)sques de p tlm cr.•~. elcl'adas pero frondosas

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fiB~ IWVACWi\"ES I'T:El,DliXARES lliSTORICAS. 7
mouwii ~~. paisai c~ pi1110rcscos, ricos y risuciios valles y
cstc·n~u" ilanuras, ,·io>>< mng(•stuosos corri'endo por ent re
b o~t¡l lc• ¡¡ :·vn níri.. us pllra formar espaciosos puertos y
bn h í••~ lllilla$ ole oro, pl:\la y piedras preciosas, numerosas
y hc•·r.wsi-i:oms a\'c~, pcscndos abundantes, muchos y de-
licio <)~ r. ¡)l)$, fragrrwtt•s flores, dulce y voluptuoso clima,
y 1 o~ic· ia< do} la cordialidad y gentileza. de sus sencillos
mu.tulo,·c•<, llcgarou á E~p:Jftn conmoviendo el espfritu ptí-
blic'' d,·,;olc la costndlJllli'IJIII'iio puerto de Palos dc1Uogucr
ha;:tu c ..n iOJ I'<l y l3arccluuu.; y esteodiéndose dcspucs por
torla E ro>pa, cseiwro11 ciHHIS vivo deseo ele las empresas.
U11 ln)l h·l de entusiastas y uvcntn1r.ros snlieron por toda~
pnrh' parn \·isitnr estas rc('i('n descubiertas regiones de
riq tll'm y dll delicias. Iliclalguci del mas alto rango, oficia-
les lnvoritos de la sc¡·vidundm: real, caballeros andaluzc·~
valicnt· ~y animados c:o•• t· zclo marcial de las guerms
mori~cas, p:ílidos estudiantes del claustro, devotamente
ansiosos de es tender lo~ <lmn inios de !a I glesia, igualmen-
te que mc rcader~s. la brndnrc~ , mineros, mecánicos y sir-
vientes acud ieron (!las lllHM y carabelas dcslinaclns á esas
lejanas cspedicio1ws.
Al cchn r una minttla ro'!ro~pcctiva á los siglos que
hnn tmnscurrido sobre c~a 11tuchcdumbre de actores,
hoy que los miramos t·ou nuestros conocimientos y espc-
riencin, los ,-emos atra\·c~ar por dehmte de nosotros con
arrogancia y paso mujt•sluoso, pero con el remQrdimiento
y pc,;ar que se uucn á nwn uclo {1 la. grandezn y entusias-
mo impresos en sus semllltwtcs. Muchos fu eron sus des-
ncicrto~, y terri bles los crhucues que cometieron, pero
prout.o y justo f'ué el gnlardon. Colon es siempre la ligu-
1'11 princ:ip:tl·dc este grupo. Con todo su fervor religioso
y nlC\·aclos desiguios, cometió yerros dcplornblcs; hasta
e¡ ue por último le \"emos, con pcS<ll', llevado entre cadenas
dll aquella tierra en que ¡tucos mios á utes hn bia sido hon-
raclo como bueno. ::iiu embargo, aquelh•s catlcnas, por
pesadas y degradantes que fuesen, que su hijo F ernando
IJOS cuenta estuvierou ~iempro colgadas en su gnbi1rcte, y
que clcscab:\ pudiesen ser ('nlcrraclas con ól en su sep ul-
cro, no aiiadieron nada ñ los pesares y amargqs contra-
t iempos que abn•malwu su alma.

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S SANTO DOMIKGO
MucbG mas inescusa bles fttcron las crueldad es é infa-
mias perpetra das por s11s compañe ros y continua dores;
y ent~ra y complet a fué la vcuganza del Todopod eroso.
Los naturale s sencillo~. paciente~ y generoso s, á los cuaJe~
~e com plácian en agobiar co n iusufi·ibl es impuestos, les
Htstituyc rou en aquellas mansione s. L:\ tierra pereció
con su f.írreo gobierno : se arruinaro n las ciudades : el
lagarto y la escolope ndra recorrie ron lus descubie rtas vi-
gas de sus habitacio nes, y las ortigas y las yerbas insanas
crecieron en los corredor es y galerías de los que fueron
1111 tiempo espléndid os palacios. Yermos quedaron lo~
campos p or falta de lubnwza , y los jardines se convirtie ron
cu eriales. No perccicro u de 11inguna ca lam idad visible,
sino como dice un escritor reciente, do un<~. corrosiou in-
lcrna. -Ciortn cosa hay, empero, inesplica blemente triste
y patética, y fuG cuando e n 179.) cedió Es¡)aiia la isla<í
Francia; á la salida de los restos <le esa altiva raza, re-
l'ugierou los despojos mortales de su grande A lmirante , y
dieron un adios postrero a la tierra que este babia que-
rido tanto. ·
Si la vidaactiv•t de Colon estu vo ll ena de pesares, á
!amaner a que toda. la nuestra, segun dice Shnkesp eare,
l'Stú rodcadt\ ele un continuo sueiio ; la isla de Santo Do-
mingo, q11e era su muy amada, el Benjamí n á cuyo al re-
dedor se ag ruparon los afectos de sus últimos aiio~. eles-
pues de tre~ centuria s de ocupacio n por los e~paiioles,
<!lmturias do! opresion , de efusion de sangro y ele las injus-
1irías mas c rueles, dumnte las cuales lo:s re:stos del que c;n
1111 t iempo fué bu pueblo nume roso, se vieron es~arcid os
por los campos dc~de el cabo 'l'iburon {t ..:abo Bngaiio ;
voh·ió de nue,·o á su condicio n primitiva . de. inocenci a
~a l n~jc, do ruda abundan cia, y á la semejanz a del reposo
p:ttritl rca 1 ( 1).
(1) Al csprcs~rsc e 1~ulor de esta m:tncr3, no es mas que el eco lcjant>
y :~pa':lion;\clo de los que h:tn escrito sobro uuestrl'\ C004JUista de
Am.;ric..'\.
a
:3lo1Upl'C q uc ~o nos ha I)I'CSCilt:\dO 0Ca3ion de def\!ndcr Espanr~ de
los
ultraji..'S cstranjCI'OS s.obro esto ¡nmt..o, li\ hemos a¡H·ovcchndo, no pnl'a al ·
tcrar Ja \'Crclad de la historin, sino par:\ dcm1ostmr lo mucho quo se l1:111
t.."C"-'ljl•r.W.o Jos crlmenes de lt>s conquist.:,dorcs csp:tftolcs. l')or t:uno, sC:mo"
(>Cl'milic\o decir nhora algunM p.'llabras •óllro este punto.
\rarios ~01i los escritores p1agiarios (JUC, sin R;\lir de su hi\Uitaeion,
h;,n pitu;vlt.t d t:an\cter y co,;~tuml.Jrcs de totlas Jas n¡,cioncs 1 engr;.tudccicn·

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AD\' ERTE!\CIAS P11ELIMI!\ARES JTISTORlCAS. 9
Hoy, en el mismo piutoresco teatro, en los mismos
•lo ñ unM y calumniando 11 oto·M, especi:\lmento ñ la es1>afiol11. Los l'ri-
moi'OS y principal<'s son l\lQiilc.t~quicn y Rayual ¡ los domas uo ~on ma~
<Juo nncudtVos suyos.
Dcspnes de pintarnos Montosqnieu como unos desi>OL\S y verdugo! ,
quo tJAr:L conscn•:tr la AmCI'icn tuvimos que dcspobbrln, y hacer que su
~ub.\i:ltenci:l dcpendies..: de lll EMJ)..'lfl:l mism:\, dice que, tcnic.ndo esta una
f'JSCCICnle religion, di6 a lo., indios una supcrsticion ruriOS.\. Dcjaodo
n¡U\rlO esa supuesta dcsp·obl:.eion, y es;' subsistencia, porquo es bien !3-
hido, que uno de los primeros cuic.h,dos df' Bsp.'lii:\ ru; mBndar aqui se..
milla:c, pnados y anim~\le~ domU.gUcos, cuyo beneficio proeura oeultar este
1 i·ancC~, dnodo mas bien i'' cntcndur que se le quitamos; cunlquicra quo
uo hubiera estado en AmOriea, potlda creer por su dicho, quo babl"itt
:lqul otro cvanjclio quo el vcrdadci'O ¡ en cuyo caso merecíamos :m ccn-
~urn, porquo habiendo estado ou 11\ll'~tm nuuu.· cnscilal' el bien, pt'cforimos
t•uscnar e l m:' l. Otros muchos escritores est·l't~njcros hny como este quo
<'mplc~\ll declamaciones, y no pt·uc()an lo (lltC dicen¡ a no ser que sejus-
f(i\rJ\ snpersticiou el que no hubiese b:l.bido iuquisicion para estos natu-
l';'l<'s, el que cstu,·iescu di~pcnsnclos del a~·uno, de la obscn~anci:\ de las
r.·stividades y de algunos grfidos do cons.,oguinidad.
llabl" el Sr. Fabcns do opr<sw,. ;; inj..O:icifu <rueles, y todo el m nodo
Si\be 1:\~ gt'tmdc,s prcrogath·a.s quo1 entre otras, lcnia..n los indios y
:uncric~'nos. Teniau libres l:taJ~alin:\S, los montes, la J)CSt.'\.1~ iotroduccion
do vh•crcs y fmtos en las ciudndct; el tabaco en uoa.s partes libre y en
olms ñ muy bajo precio ¡ viaj;u· JJin pasaporte ; no registrArse en los ca-
minos los equipajes, ni lns tk•nd1\S y altni\Cencs por sospecha do contr:1ba n·
do; no ser los contrab:uulistas och:~dos a presi<lio; no p;og:lt' tributos de
Cl\r1·uajc, ni dé cabn11os, ni do criados, ni de ~tsas¡ llcw\ 1' t>istolns i\ caballo;
y tcniau en. fin, otras much:\..s prca·og:lti\•ns respecto O. las rentas del cscu·
•A•Io y de millones. Do tod:<s go"nb:m indios y nmcricrmos; pero los pri-
mt:ros aun tcuian las do no pagnr diezmos, no ser presos por deudas, ni
obllpdos ii P.'&"' la qne p:ouso de cinco pesos; y sobre todo, tener un juez
10gndo p:lm que los deféndicso de bnlde cootrn los bl•ncos; siendo eo
<·ita pArte tan &rup.>r.\dos, quo nun so M be el rerran do ,teilo •o• ;,.dio,
p/tito ~didD; porque CniJ>CZMdO SU def~nsor a citar leyes (IUO le farore-
dt\01 y en l~\S que t."\nto sccnc:,rg:tbañ los )uezcs su nmparo y protcccion,
y no omitiendose Ins ,·occs c:unpanudas de la humanidad desamparada,
)' ota·as que alncinab:ln y dcslumbrab:m, siempre qucdab~ In C:IUSa a ¡¡,.
vor del indio. ·
:En On, como para rcbnllr los absurdos <le los escritores csto·.•njoros,
quQ pl\rccc mojan la plum:\ co sangre de alacranes cuando hnblnu do
llls colonias e~pallol:u, se nccesl tori:1n algunos volúmenca¡ a fiu de ma-
flifl.'lstnr su malignidad y lijcrc:.m. :\puntaremos aquí un J)lirraro. S...'\C.'\dO
r•recis.•mcnte de la obr:l do p. 01\SMIS 6 Las Cas.•s ( do origen n-anees ),
<le donde hao tomado los declamadores todos los crlmcncs que so nos han
<eh>do cocara; y si parn ellos tiono crédito su venerable autor eu los de-
mAS puntos, no hay f3ton pnrn que lo pueda faltar en esto.
" En el 1\ño Jó2G,con cnpilos y pcrsu.\Ciones dailosu quo se hicieron
:>1 rey nuestro seilor, como siempre se ba trabajado do lo encubrir la rcr-
dad <le los dailos y perdiciones que Dios y las animas, y su estado recibían
en aquellas Indias : di6 y concedió un gran reino mucho mayor ![IIC toda
l::spaf\a, <tue es el de Venezuela, con la gobernacion y jm·isdleclon total U.
unng motcadc•·cs de AlcmnniJ,, con ciol't.a cnpitulacion y concierto· que cou
ellos hizo. 'Estos, entrados con trescientos hombres 6 mas cli nqucllns tier-

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1'0 S.\NTO DO.\l!NGO.
brillantes recintos oc encantos tropicales se h:t dauo prin-
cipio á un nuevo drama; th·ama. de n1nyor sigllificacivn
que el antiguo, y en cuy os acoutecimicotos estamos u os-
otros especialmente interc~ado:>.
ras hal laron aquella., gente!'! manslsimas ov~jtl.s, como y mucho mac;quc lo~
OLl'OS suelen IJ:d larln!) en tod~l:t I:M pa•·tcs tic b:J Indiots, áutcs qu.;: les ha;;;ln
dafio los espaiiolc.s. Euu·.u·ou en <~ll;o,;;, 1l1a.i :-ioudo sin r.vmpil!':l..:ion m:t.s
crucJmcnt.c qttc ninguno de los ot.ros t ir:uws e; u~ hemo:l dicho. C mas in~t~
ciona l .v furios:trnl!ulc que crtwfi~imo:t tigl't!::l y rabiO::>O:i lobo~ y lcorwr, i
por<p.lt fut)con m:lyor ansia y cc~ucdad ra!>iosa de a•.-:tr ici:\, y m:\S esrpti:oti·
tas m:mcnts V indn.stri:l..l-1: para ha 1..H!l' y .-ob:ll' plata y or(), q uo tod os los <it)
Untes: pospuc:sto todo temor de nios y al n~y. y \'Crguenz:t. d e las gcnt<. s;
oh•idad os q ue cntn hombres mortales conh> lll:l~ libertarlos, po~tycadv
toda. la jurisc\iccion de la ticn·a . " u [[;m asolado, dc!itruido y dC>i·
poblado estos dt!monioscncilrnados, mag fle cu:\lre.eit:uta.s leg•tas de ticrr;,.,
felidsim:\S 1 y en e lla.~ grandes y :\dmirHblcs pro\·iod:;.j, valles <le Cu:\reuta
leguas : r c:gioncs :uucní~imas: pobi<l<:.ioocs muy grandt.:-s, riqní<shnas d...:
gcnt<: y oru. Han muerto y dc:;pe:cbt.:ulo totahocntu gr:mdcs r din}rsas na-
ciones, muchas lcug-u.'tS que no han <h~ado pe rsonas que l:ls hablen ;
sino son algunos que se hab1·ñn mctido'cu la3 ctn·crntl!'J y en la!icntr:n1a~
de li\ t.-ien·;t, huyendo de tan ('~tr,'\fiO y JlMLilcut.:\1 cuchi!Jo. J\{as han muer-
to y destru ido y echado ñ los illfit:rnos de "'tu.~t:·,g inoc~n to3 gonoracionc"
(}Ol" cstr:tfi:'lt; y varias C ntlC\':t....; manoras ele cruel iniquidad (a lo que m·co)
de quatt·o y cinco C\tcntos el<.: UuiHws: O hoy cu csro dia no cesan de lá:i
ech~u·. "
Si el que' esto escribia, no hacicnclo m:ls que tcbtar una dacima. p:ltle ·
de lo que pas6 en lrt AmUrica, rcncre claíios~ in,iuri;-~..'i tan graves [jQ come·
tidas por cspal1olcs, el que intentara ~scriLil· toüos los he<.:bos con la ver-
dad y cslcnsiou debidas ¿qoO no di da 1- pcrn tampoco puodc dcci:·sc m:l.S,
porque no es f:'tci l hi\CCr comp:tnt.ciones y ponderaciones mAs nnbirtas. Y
si esto es a~t, pues que lo a scgm·;\ el C<\Care:Hlo d!.!fc.n:-~or d~ Jo~ indios ~ po1·
quC. Robertson, Cost..ard, C<:lmpc y otros mordazcs escritores no han copi:ulo
este p~\rrafo en sus obras par:~ maoifcst~u· t¡m: u o fueron españoles los que
cometieron cs:1s crueldades 1
Los espaTiolc~, scflor Fabcns, par:t vitnrcr.11· ·a 1os O.cmas por s u con-
a
ducta en l;t, An•Cr ic:t, 110 citaran ponderath·o': l•CS<1{;Cradorcs, pot• no decir
c:nbllste¡·os, c<nuo Las Casas¡ cit::trñ.rí ;\l jcsui t:t Fra ncisco Javie r Ch:ulc-
voix en su llistoire de l'ilc tlc Sai·n t Bomiu.gt:.c ( 1780), y ñ otros estranj1~ros
imparciales, quo dicen r¡ue lo!'\ ingJcsos y holnntlescs Jticioron much".s in-
cursiones y crucld;ulcs e u Am~rica, en uombt·c do los cspa.flolos, para hacer-
los mas ocliadC)s de los indios.
t Qucrrñ decirnos el Sr. {labc ns, d e la ra1.a :mglo -S:ljona 1 cómo se
esfjn portauclo los ingl<:se.s hace }\lgnnos años en sus posesiones de 1a.
ludia 1 Y contr;\y~ndonos it lo:-~. F~t;ul~.>s Unidos t noscliri el Sr. FabCtt'$
cual fue una rcsolncion quo se t mu6 :\lli durante 1:~ presidencia de
l\!nrtin Vau-Bnren 1 Pues se COm[)r~ron d e 6rd cn de esto eu la isla de
Cuba un CI"CCÍllo ntlmero de perros de prOS:\ [)ill':\ e:lr.ur a los indios
somioolcs de 1:~ :[!'loricb! Y se hizo un escamio t:\l de esta medida,
que se publicAron carica tur3S en q ue a parccia e l Escclentisitno presidente
pasando revistl~ a un escuadron d e perros.-Y scgufi rch,ciones fidedignas,
dcspucs de la conquisl:Hlc Californi;.\ p or los angJo.amcl'icanos, los que
emigraron a d icho territorio, cazaron a
los infelices mejicaoos .; indios
basta no dejar ninguno.

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ADYI,J:'i'l·:xc:,\l; Pl:t·:l.D!l:\.1 r.:;s nr~TGR!('.I ~ . JJ
En la parte occith.:nlul de la. isla, l!n aquell1t porcioa
compuratimnwntc meno r de su territorio, al•orn conocitlo
con el nomb re do llait!, cxi~te una libre rcpt'iblica ucgra,
que no deja de ser una \'t•rtlad. En el propio i-'a11l0 bo-
utingo, \·uclto llU(!I":r ~· voluutariamcutc al Oubit:r~oo tic
Esp:ui:1, pero, como dc~pucs manifc~tarcn.c'" u::ls por
mcr.or, bajo n•uy difl•rcntc·s auspicios quu primero, con
la ·igualdad moral y pol!tic;• garautitln ele la• r3zns, y la
mas agradable p ro111e8a. do tnut politicn de gobit' nto mas
liberal é ilustr:ulo, Romo~Íil\'Í~ados {L hacer e1• tlllll csten<:t
esenia, el cspcri1 nento, á menudo discutido, del libro tm:
lmjo de los negro~ r n lO$ trópicos. No es verosímil r¡uc
miremos con iudifc rrncill la invitacion (2). J.as circm:s-
ta•.cias dificiles de la nueva era, en la cual, como pueblo
hemos entrado ya, aleja b ~uposicion . Al coutr111 io, es
mas que probable que abmzemos de una \·ez la oportuni-
dad que se nos oti·ccc de resoh·er uno do los problemas
mas grandes de la época.
· Apa rte de 1:1. hisLorin de Santo Domingo, prcscuto
unn. pcquclia not.icia ole un c·n racter ecsacto y vcrldico res-
pecto á la isla. Echcu1oR u1u1 mi rada á ~u posicion geo-
grMicn y a su aspecto lopog-r;ílico, y toutcmos en con~i ­
clcraciou unos cuanto~ upuutc:> rclati\·os ;i su clima, ten·c-
110 y producciones. Dt•jarú 1í un lado las descripciones
pomposas de aquelloR grnnclilocnl'utes ;n·eutureros, que
hallaron aquí cnt¡trnlns ele ruiei sih·cstre dc$pl'ft¡índose
por precipicios veteados de oro, y vieron por tod¡•s pnrtes
la riqueza de Ophi r y las aromóticas especias de las .l\[o-
lnens; y solamt·nte p resentaré los datos muy n utc~u ticos
de personas allí residentes, y de viajeros dignos de fé,
unidoR á los resultados de mi propia obsen·acion.
l'or ellos se ver(¡ que In tierra aquella es hoy tan
rica y el campo de labranza tan incitador, como cuando,
sl·~u n alguuos de los nntignos escriture,;, LA ESI'A~or,A
c·~portaba \·cinte y cinco millones en oro, y •e construían
Jllllacio~ en :Madrid y Toledo con el azucar de su pro-
tllu:ciou.

(:t) El pr~scntc di:icm·so csll\ t\mdado en una supot-iciou que e~ de


11111'~l1vd\.:b(,·r d~~trui r1 y :1~Í lo ln\CCnl.OS en la no~ ' :JO.'

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12
PosrcroN GEOOl?Al'ICA .

La isla de Santo Domingo cst,t situada entre los 18 .v


20 grados de latitud Norte, llegando ecsactamente á cslos
límites en la mayor parte de su litoral, pasando aun ma~
allá de ellos en un punto hácia el Sud, y estendiéndo~<>
desde casi el 3. 0 hasta el 9. 0 grado de longitud Este dt·
Washingto n (3).
Se halla colocada á mitad de camino entre las hermo-
sas islas de Cuba y Puerto-Rico, y su posicion relativa en
el g rande Archipiélago de las Indias Occidentales, con1n
l1ácia nuC'stras }Jropias costas, las de la América Central ~·
Costa Firme, es peculiarmente ventajosa y dominont<•.
Puede decirse que se encuentm en los confines occiden-
tales de los vientos generales del Nordeste. Los mares de
sus cercanías se hallan enteramente libres de peligro. ,
a 1 mismo tiempo que sus altos promontorios y elevada;<
montañas ofrecen a l navegante furos bien marcados. Por
esto, sus primitivos habitantes le habían· dado el nomb re
de l-IAl'rl ó tierra alta, y QUJ SQu~:n ó Madre de 'l.'ierms.
Colon la !rizo su cuartel gene mi, no precisamente porqull
sus esperaoztts mas ltalag(ieiias estuviesen conceutradns
en su prosperilla.d 6 bienestar, sino porque era un J>unto
convetlicnte de descanso para él en sus viajes de escu-
brimientos entre las otras islas y el Continente. "Era,
dice Val verde (4), como un centro de donde salían todas
las espediciones, con que se descubrió, conquist-ó y pobl6
aquella que llamamos cuarta parte del muudo, y que de-
heria decirse mitad del Orbe. Po r este y· otros motivos se
distinguió desde el princip io cori el renomb re de LA
(3) La torre del homenaje ó se" la del ''ijil\ en la ciudad de Snnlll
Domingo,cAiiuiltmdl\ ií los 18. 0 -28'-0~" l:H. N., y idos63. o_J0'-
15" long. O. del O~rvatorio de San F•m•ndo.
( 4) El autor so refiere O. la obr:t ti tullid:\ / /ka ¿,¡ 'Mlor tle /4 islA ts·
paflo/4 oS<4 &M14 Dtnl&i"'Jo, que compuso A fine• del si;;lo pas.,do ol R:o-
cionero do lll ent<Jdml de dicha isla, don A. SMebcz ''ah·erde. Aunque du
fecha ya algo lcjnna, es interesante por sus dMos y ''crldic:\S dc:scl"iJ)CÍOncs.
A ella han ncudido con mucha frecuencia no solo el Sr. Fabcns ¡>:u·a b
f011Mcion ele! presente trabajo, sino todos los quu desde su publicacion han
rscl'ito sob•·o el üoseubrimicnto, conquista y l'iqucza de C!;la Antill:~, inclu·
so Washington ,lrving. Hace pooo qno so h:\ l'Cimp1'cso en Santo Domingo,
~· la I'CCOIIICildtllUOS 11 los que deseen IU:I)'OI' "StCus iull Cll la materia.

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f

POSICION GEOGRAFICA. 13
ESPA~OLA, como que era. el seno de la. oncion, de donde
se derramaba. por las demas innumerab les islae y vasto
continent e hasta pasar al mar Pacifico ó del Sud."
Su situacion, dice el antiguo Padre Charlevoix, hi.s-
toJiador francés, respecto de las otras islas y Tierra Fit-
me, no puede ser mas ventajosa ; porque está casi rodea-
da ele ellas, y podría decirse que fu é colocada en el cen-
tro de aquel grande Archipiélago para darlas la !ey. Las
otras tres grandes Antillas de Sotavento, á saber, Cuba,
Puerto-Rico y Jamaica, parecen sobre todo dispuestas á
reconocer la superioridad de aquella dependen cia; porque
á cada una de ellas se avanza. con tres cabos ó puntas.
El de Tiburon, que la termina al Sudoeste, no está mas
<le treinta leguas de la Jamaica,. y, segun otros, solamente
Yeinte y cinco. Punta Espada está distante de Puerto-
Rico unas diez y ocho leguas, y doce del de San Nicolas
á la costa de Cuba. Ninguna otra situacion, dice el mismo
Charlevoix, podrá poner á los españoles en estado de esta-
blecerse sólidamente en aquellos mares. "Por consiguien-
te, dice Val verde, ninguna. es tan capaz ele hacer mantener
el respeto y superioridad de In uacion, tanto en las islas y
continentes que poseemos en caso de cualquiera necesidad,
como sobre los que nos han usurpado los estranjeros en
aquellos dominios. Slt colocncton á barlovento, la multi-
tu d y capacidad de sus puertos á los cuntro vientos prin-
cipa les, su inmedincion á Cuba y Puerto-Rico, con otras
,-cntnjas, la hacen el centro de la navegacion y llave de
)\uevn-España. A cualquier punto que hayan de girar
nuestras flotas 6 escuadras, las brindan con anclajes segu-
ros, con refrescos ttbundan tes y con direccion proporcio-
lladn ; sea recibiendo las que pasan de Europa, sea aco-
jicndo las que hayan de salir de Indias, ó ya despachando
las que operen y transiten con cualquier motivo por las
agnas de aquel Archipielngo."

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.•

Jl
DEscturcw:-' 'for•oonAFJCA.
La superficie de Saoto Domingo es escesi,·amcnfl!
1·arin y quebrada. Alz1\use en todas dirrcciones elevadas
o1 irregulares sierras y riscosas moutuiias, dominando rallrs
risueitos y cstcu~as llanuras por las cuales corren río~
mnjcstuosos, atravesando bosq Ltes espesos y fértiles lerrc-
uos en donde se hallan los pastos mas ricos. Dos cordille-
ras principales corren casi paralelas, y aun en toda In cs-
tension de la isla, guanlnudo una dirccciou general di'
Oriente á Occidente. Rállanse situadas á h distanda <lt•
unas diez leguas de la costa, y tienen muchos ramales y
cadenas au xiliares, que puede deci rse ocupan del todo lo~
pasos escéntricos, y varían agradablemente el aspecto
del pais intermedio. Quiz(t es dcbid1.~ en parte á esa gran
figura. topográfica, ln prcvcocioo que tienen alguu os dL~
que la tierra. lnbra.otio. y cubierta de árboles de ::iauto Do-
mingo es alguu tan te reducida; pero una im·csfÍh"tlCion
concluyente, destruirtl C$ta iJe¡1 eqnivoca<la.l "Esta
es ln razou, Jice el au tor de una obra reciente, t itulndn
" '.L'Itc Gold.ficlds f.!! Srwto Domingo, Los campos do oro
de Santo Domiugo (.J) ( la cual contiene aJgunos dato-;
muy intercsanh's, cu nnticular lo~ relativos á los recur-
sos geológicos y n : . es del pt~is ), por qué, al acercarse
á la isla, aparece cu r~mo :ispcra y mont:lüosa, ha-
ciendo creer al c~pe• • 'or que es una e;;tensa serran!a,
<lcstituirl::t entt>rumct;l, de toda cualidad agrícola, cua ttdo,
de hecho, está Conl illll:lllll'lllC IJcnn de los valleS IJl(.IS ac-
JiciOSOS, de los mrjorcs ll"nrJ~ . de las laderas y saduns
mas fértiles, en du,ul,, ' · 1·cj ctal se reproduce pc-
¡·ennementc bajo n•iJl,u d ·>rmns y pasmosa proJuc-
cion ; hallándo~l! ,ietn¡o 1• '•onns montaiias cubienn~
tle los bosques mas t>s¡>t.:M'" !!aje n1as lozano, has-
ta sus mismas cumbrrs."
-~
S:tnto Dnmingo. \"'¡ ~
lOiicaüo too l•' mira.
<cus ¡Kljiu<'!l ae e~·
·;: \-.·onH in t\ fl.!'\\
u th1y Jl;t r.u li~, .,
• ilo., ci>l~ t••rl!l de

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DEi;CiUPCION TOPOGRAI'ICA. 1 i)
:JL Horca a de St. i\fery, en sa esmerada obra sobre
Santo Domingo, a lude de la manera siguientc{L la fertili-
d;td y ocultos I'(;Cu rsos de estas scnanías : " Si j uzgamo~
de el hls, di ce, por las dimens iones de los árboles y el espe-
sor de su ramt~jc, dcucn ser enteramente fértiles. Algunas,
sin embargo, tieucn una apariencia fragosa y estéril; pero
esto es casi siemp re el efecto de alguna mina, de las cuaJos
hay muchas en cstasmontaiias de varias clases y fecundi-
dad. Las lllon taiias Je la parte española son bastante al-
tas ptú<t at mcr las 11 uvi:-ts q tiC. la proveen de agua mas
ampliamente que 6. la pnrte francesa. Ellas son las que
conse r\'an aquel perfecto verdor y nqucl!a frescura tan
del iciosa e11 un clima. cúlillo, y la. hermosu ra vivifican te
de tot1:1 la creacion vejeta!."
En la Vida y Viajes de Cristov11l Colon por Washing-
ton .írving, hallamos lit s.iguiente de~cripcion formada por
Jo¡¡ papeles del mismo grande Almiran te. Hablando del
ef.,cto mágico de la primera apa.ricion de la isla, segun se
alzaba de los1nares t ropicales, verde y dcsp{\jnda en una
atmósfera pura, y bajo la serenidad ele un cielo entera-
mente awl, dice asf : "Con estas vent.'l:jas apn.reció á su
vista la bella isl1t de Hn.iLí: sus montaiias eran mas escarpn-
das y pet1regosas que !<tS t1C las otraS islas j perq SUS CUm-
bres se alzaban eutre preciosas florestas, y sus faldas se
I)Stcndian formando lujosas llanu ras y verdes praderas;
m iéntr;1s que los varios y numerosos fuegos que la csmal-
t:J.ban ele noch e, y las columnas de humo que ascendian
de dia en todas direcciones. indic;tban bastante su po-
bJacion." '
Y respecto á la costa· Norte de la isla, dice : " Vie-
ron q11e era. por aq uella parte elevadn y montaiiosa pero
con verdes y dilat.aclas llanuras. Divisnron tamb ien un
f(!rtil y precioso vn\le que corría hasta lo interior, encerra-
do entre dos mon tes, y cuyo cultivo les pareció muy es-
merado. La cost;t abun¡la en peces, algunos de los cuales
saltaron á los botes. Allí tendieron sus redes y cojieron
copiosa cantidad de pesca, y en ella. alguna de especie
se mejante á la de Bspalia; primer pescado que habían
visto semejante al de su pais. Oyeron t:upbien el cantar
de paj arillos que tomaron por ruiseiiorcs, y tuvieron ocil- -

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16 SANTO DOMINGO.
sion de notar que el canto de nuestras aves no les era
desconocido. Los españoles escitados por la asociY., 1:·o u de
ideas que tan gran poder tienen en el·alma, recordo on su::<
florestas andaluzas; porque los trinos de aquellc paja-
rillós tcnian mucha semejanza con los de las ,·es que
pueblan los bosques de Andalucía. Creían que el carácter
esterior !;le! pais era idéntico al de las provincias ma~ be-
llas de España; y en consecuencia de esta idea le llamó
el Almirante I sLA EsPANOX..\."
Las laderas y vegas de la parte Sud, entrecortada;;
como estan por ii·ecuentes ríos que ofrecen suma faciliJad
p a.ra comunicarse por la costa, presentan quizá el mejor
campo para una inmediata colonizacion. Esta parte del
pais está muy bien dividida en terrenos de maderas, cul-
tivo y pastos. Desde la linea fronteriza con Haiti á la
ciudad de Santo Domingo hay una sucesion de estos valles
y llanos pequeños, que disfrutan de un clima saludable,
con ~errenos de gmn produccion, y de la. localidad mas
ventajosa; tanto Valverde como Moreau hablan especial-
mente de estas atractivas comarcas, y dan algunos detalles
interesantes así de . su estcnsion como de su cualidad
agrícola. '
El valle de Neiba, que es la mas occidental de las
vertientes del Sud, dice Moreau, contiene casi setecientos
millas cuadradas. El rio Neiba y algunas partes montaiío-
sas le separan al Este de los llanos de Azua y Bani, y al
Oeste está limitado por el rio de Damas, y la laguna de
Enriquillo. Es en estremo fértil, y muy apropósito para
el comercio, en razon á Ia anchura de su rio. La ca1.a en
aquel sitio es tan útil como agradable. Las aves se mul-
tiplican escesivamente y pronto. Parece que es el punto
escogido de los flamencos y faisanes, los cuales andan en
bandada~, y se les halla en cualquier paraje de la llanura,
particularmente en los agu11deros. Esta llanura, aiíade
Moreau, que parece t~ner una predileccion especial .por
el cultivo de la caña dulce, seria un punto cómodo y muy
á propósito para mas de ciento cincuenta ingenios ó
plantíos, á la cual daría fácil acceso este gran rio que
ha sido por mucho tiempo el limite de las posesiones
francesas. No obstante su escelente posicion y la gran

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r

DESCRIPCIO~ TOPOGRAFJC,\. 17
fertilidad de su suelo, es hoy dia ¡1oco ménos que un
desierto.
En el antiguo puerto de Azua se embarcaban en otros
tiempos grandes cantidaqes de e~celente azucar, cultivado
en su ·término. E ste valle contiene cerca de mil y t res-
cientas millas cuadra das. Segun Moreau, h~ caiia dulce
de este distrito subia hasta la altura. ele mas ele nueve piés, ·
y producitt cosechas elurnnte seis aiios consecutivos sin
11ecesidad de renovacion. Produce todo el aüo una gran
cantidad de· buenas naranjas, tan dulces y agradables que
no d~jan el menor ácido en la. boca.
Las moutaiias de este distrito, que tiene fama de ser
muy saludable, estau cubiertas de fustete ( 6 ), 6 sea. un
árbol de sup erior calidad, de color amarillo, que da. un
perfecto tinte pajizo. .Los habitantes son altos y bien for-
mados, y ma.s ind ustriosos que los de las demas partes.
E ste paraje, dice li:Ioreau, pod.-ia. contener muy bien
cuatrocientos injeuios de azuca.r, y dar trabajo á. ochenta
mil n eg ros. 'l· ·
La. bahía· de Ocoa, ceJ:ca de Azua, es C!tpa:t- de conte-
net una escl:la.'<:h:a: entel!ll.. Et desembarcadero es tan bueno,
que los buques de mayor calado·Jlu·cden acercarse lt> bas-
tante para. runarmrse ác la orilla. La elevn.cion de esta en
cado. lado, protejiendo la. ba~1ía del viento, hace que el
mar esté siempre en calma, y fonne de" ella; un escalente
fondeadero ; se puede fondear en cualquier lado, pero es
mejor el del No1te. Este hermoso sitio parece convidar
á que vayan á habitarlo. El azuc.'lr que aqui se elabora-
h a en lo anti~uo, ern:d'C escelente calidad, y lo producia
en abundanctn..
En seguida viene el hermoso y undul1mue teiTeno de
Bnni y Palenque. Al Oeste de la ciudad de Santo. Do-
mingo, está. el ferntisimo va!Je de Banf, que se estien-
de desde ci rio Nisao hasta el de •Ocoa, con. escelentes
pastos para toda ~spec~e de ganados, cuyas carne~ son
del gusto· mnstdehcauo¡ y muy• abundantes en• leche IY
(G) El Custetc (Brocu•o>U!lia tindoria) es un iu'bol, y no un.~rbusl<>,
como clioo el Dieeíonnrio do la. Academia en su pilsimA dcfinicioo, llomñn·
dote cspecio do zum:\que. Criase silvestre; y en lA islA dó Cuba, segun Pi·
chArdo, l'l:~ccn un gran comerc:o para Untes, de su p3lo cort.~do en
pedAzos.

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lS SANTO DOMINGO.
g rosura.. No es fácil concebir una posicion mas deseable
que la hermosa tierra labran tia de la vecindad del Puerto
de Palenque, y los ricos pastos de la gran sa.vána colin-
dante por donde encuentra el río Nisao su salida al mar,
rlesp ues de haber corrido sobre arenas de cobre y oro, al
t ravés de bosques de las madents mas preciosas de tinte y
ebanistería.
Al Este de ln. capital hay estensas vegas conocidas
con el nombre genérico de L os Llanos; se es tienden des-
de el rio Oza.ma al punto mas oriental de la isla, y· es tan
limitados al Sud por bosques de las mismas maderas con
las preciosas cualidades que se encuentran en otras partes.
En tiempo de los primeros espaiioles había grandes planta-
ciones de caña dulce y tabaco de mucho valor en este dis-
t rito, que en el dia está enteramente erial, y ocupado por
algunos rebaños. Atravesando á caballo, como Jo he hecho
muchas vezes durante el di a, estas monótonas llanuras,
ocupadas solamente por tardos y perezosos ganados en
un plácido y tranquilo ma.t· de cesped, he refiecsionado
con tristeza sobre el mérito que podrían darles algunos
lijeros toques artísticos de viviendas y de labranza, ale-
grando la escena, y dotándola de alguna animacion. Me
parece que la poetisa de Inrrlaterra hubo de tener en la
imaginacion una vista pareci~a á esta, cuando escribió el
Canto del Emigrado :
E n derredor de nuestros blancos muros (•)
la vid enlazaremos,
y cuando vaya declinando el día
su sombra. gozaremos;
Y miéntras los rebaños vagarosos
anduvieren pastando
por las savánas verdes y anchurosas,
los iremos guiando.
Sin embargo, la gran llanura 6 valle de la isla, supe-
rior á todas en fertilidad y hermosura es la Vega Real.
(•) " Round our whíto w>lls wo wíll !rain the vine,
And si~ in íts sh.•dow a~ tbc day • s decline,
A nd 'vatch our Oocks M tbcy ro.un at will
O ' cr tbc greeo SArADDM so br03d and still."

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DESCR!PC!ON TOPOGRAI>'ICA. 19
Esta famosa Vega cst!\ situada en el centro de la isla, en-
tre sus dos principales cordilleras, y regada por numero-
sos torrentes que corren desde allf, formando los impor
tantísimos rios Yaque y Y una, de los cuales el último de-
sernboca. en la famosa bahfa de Samaná, y el otro en la
menor, pero muy amparada y espaciosa bahía de Manza-
nillo ( 7 ). Esta llanura, que Charlevoix estima en unas
ochenta leguas de largo por diez de ancho, es probable
que no tenga mas de doscientas millas dee¡argo con una
proporcional anchura de veinte y cinco millos. Este mag-
nifico valle, dice i\Ir. Courtney, viajero reciente, por In
ferazida¡:l de su suelo, la salubridad de su élimn y sus ecsn-
berantes producciones de todus los frutos tropicales, flores
y vejetacion, no tiene quizá en el mundo quien le iguale.
Aqui parece que fué cuando llegó á. su colmo el entu-
siasmo de Colon y sus compolieros al fijar sus ojos por la
vez primera sobre su vnstn, encantadora y vivida belleza.
Allí, dice Ir ving, inesperadamente llenó su vista una tierra
de promision; aquclht era la gloriosa perspectiva que tan-
to habia deleitado í1 Ojeda y á. sus compaiteros; vasta y
fértil llanu ra, I!Smaltada con la variedad y gnla de lt~ ve-
jetacion de hs t rópicos. Sus magnificas florestas presen-
taban una mezcb de mnjcstad y belleza en las formas ve-
• jeta,!es, conocida solo en estos generosos climas. Palmas
rle prodijiosa altura y dilatados cnobnlcs levantaban sus
frentes al cielo por entre el infini to, lozn.no y variado fo-
llaje. Mantenían general frcscm·a y verdor las abtonclosas
cot'rientes que serpenteaban reluci endo al través de la ~r­
boleda; y mil villas y aldeas que se destacaban por entre
el paisaje, y el humo que subia de otras en diversos pun-
tos, daban seüalcs ele una n,umerosa poblacion. Dilatábase
este suntuoso panorama por cuan tu alcanzaba la vista, y
parecía desvanecerse en el horizonte lejano. ~os espaiio-
(i) La b.•hia de Man7.,nilln, que es nno do los puertos mejores y mas
seguros do b isla, esta abierta Mci> el Oeste, y so halla prou-jida ~on"''
las ¡;randcs marejad"s ¡)Or unos c.'yos !nmcdintos, llama•los los S ieu: Her-
m4M<. Por el E$1C le entra el grnn río Yoquo, y por el Surt el :\lassaere
ó Dajnbon, quo constituye por ni¡ucl punto el Hmiw entro el territorio
haitiano y el dominlc.,uo. Esto puerto, en In ••tcn.iou de cuatro millas,
ofrece bueno y seguro f<>ndcadcro ; y por la• obse<"aciones que bcmo•
oido h.'cer a v:uios gtf\!S do nucslrA mnrin:t de gucrr:a., es digno de que 5C
le cooccphlc de tanto merito~ hnport~oci• como el de Samana.

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20 SANTO DO~m<OO.
les miraban estáticos aquella. voluptuos a llanura, queJpa-
xecia realizar las ideas del paraíso terrestre ; y Colon, vie~­
do tanta grandeza, le dió el nombre ue Vc~a Real.
Me acuerdo bien, y en verdad que no puedo ol viqarla
nunca, la impresion _que produjo en m! la vista pri mera de
este mismo paisaje encantado r. Iba solo ; habia ido ca-
minando hácia el Norte du rante medio clia por entre bos-
ques casi implj¿lOtrables, breiias y escab rosas veredas, cuan-
do de improv~o, al llegar á la cumbre do las últimas ~ca­
denas de montaiias de la parte meridional, se presentó á
mi vista la escena mas asombrosa y pintoresca . Ya no me
acorde d<J I cansancio y soledad de la jornada, pues me
hallaba contento con el gozo de semejante cuadro de tan.
natural belleza como nunca se había ofrecido á mi imaji-
uacion, y de la cual acaso en todo el mundo no pueda
presentars e una q.ue con ella·rival izo.
Si se hubiera de efectuar una inmigracio n en ,grande
á la isla de Santo Domin$0, incucstion ablemente debería
encaminar se al l?ran valle regado por el Yuna y el Ya-
que (8) . Conc(}d•endo, pues, que los recursos producti-
vos de este valle famoso igualen ú los de la isla. Barbad'3,
y no hay duda de que son mucho m¡\yores, el por sí solo
pod ría &•stener una poblaciou de cuatro millones de
almas (9).
{S) En efecto : i1 personas muy practicns y conocedoras del pais
he m"" oido bncer grAnde elogio de este punto, y en especial de todos los
terrenos contiguos al pueblo llamado Sa•-anet:>, como los nHiil aprop6·
•ito, por su salubridad y otras buen/IS condiciones, P-"" el establecimie nto
de una gran colonia. Atlí; con preferencia a otro punto, es donde debe
¡H·incipinr el gr:m d4::snrrolloagrloola que necesita t>J·ontn e imporiosamen-
t<.: cslll nueva provincia cspéLilola J)l\r:l tener \•idn propin ; y hucno cs<ruc
el GobiOI'IlO lo tcngn J)l'CSCJJte, illln de alentar r ¡wotcjer ii los que prcten-
rl"ll crear en el vallo referido ostablecimie ntos rur11le•, quo pMcce no
f.,llan.
(9) En esto hay bMt.,nt.e ccs:•jeracion. Si eso grAn valle rc!mdo por
el Y31¡uo y el Yuna es~uviese lodo cultivado, es huhul:l.blo que <fnri" mas
producto que toda In Barbada, que tou<lrn do superficie unas lú legua•
eun.drndns, cuando mns; pero no podcrnoseonvcnir en q\lc pucdn ccsitsir
allí una poblacion do 4 millones; pues se ha calculado, que tod" In parle
espa11oln de la isla do Santo Domingo dificibncntc )lodr.i sostener ru3S de
dos millones de almas. La isla do Cnba, ii pe&'f do su mayor est.ensioo,
de tener doce ciucbdca, ocl~~~illM y trciot..~ y tres pueblos uotllblcs, no
cueutn mas de un m ilion YJI?rJ mil bnbilantcs.

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21

CLil\IA.

..

Respecto al clima de Santo Domingo pudiera decirse


mucho, porque mucho se ha dicho por varios viajeros y
de un modo a l porecer contradictorio. Miéntms que olgu-
nos dos ó tres forasteros, que van de paso, han hecho
iguales esperiencias, ó llegado á un mismo resultado !?ene- •
ral ; acontece igualmen te que los naturale s y antiguos
vecinos no estan ·acordes sobre la salubridá cl compam tiva
de diferentes partes; cuidando cada llllO de asegurar , que
su localidad particula r es superior bajo ese concepto a
todas las domas. Los quo residen en la pnrtc del Norte
os dirán que es enferm i7.a. la parte del Sud, y viceversa.
En lns ciudadcs pequeüa s de la isla, como sucede algunas
vezes en las ciuclades pequeña s de los paises mas ad elan-
tados del globo, cosiste una notable rivalidad de car{lCter
ntezquino, y se manifies tn, por las noticias desfavornbles
de sus comarcanos. As! es, que en San Cristóval me han
dicho queeraB aní un perfecto cementerio, cuando l?,reci-
samente sabía yo que la poblacion de la ciudad de Santo
Domingo le consideraba como un paraje muy sano, y que
como tal, era á menudo frecuentado por las personas acha-
cosas. Un antiguo vecino de Ban! me dijo una vez, ha-
blando de sus circunsta ncias algo apuradas , que había si-
do bcndec.ido con diez y siete hijos¡ y aliadin, como uua·

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22 SANTO D Ol\lJNGO.

cosa sensible, que hasta entónces no se le l1abia muerto


ninguno ; al paso que si hub iera residido en San Cristóval ,
sin duda ninguna se hubiera visto aliviado, en erran mane-
ra, de su dispendiosa projcnie, por la miseri~ordiosa in-
terposicion de la benigna Providencia. En S<wána·la-Mar,
pueblecillo situado en la banda del Sud de la balda de Sa-
maná, me aconsejaron que no me dirijiese á dicha ciudad
que está en la banda. del Norte, po rque, tle segmo, iba á
cojer unas calenturas, y tal vez á mo rir ·de ellas; pero
cuando llegué {1 Saman11 y dije á ciertos curiosos pregunto-
nes que había pasado la noche en Saváoa-la-Ma r, hube
de darme el mayor para bien por haber escapado con vida,
segun ellos, de aquella cavcroa de apestados.
Es indudable, que de la peculiar é irregular forma-
cion ele la isla se orijisla una diferenc itt de cl im<t. No pue--
de negarse qne en los terrenos baj os, y particularmente en
• donde los r ios se j untan con el mar, hay en ciertas ocasio-
nes mas ó ménos fiebres biliosas ó iutenn itentes. Nues-
tros amigos marinos, en ya fortuna permite visitarrara vez
otras localidades que las costas, y que no son modelos
•)jemplares po r su observancia de las leyes higiénicas, son.
muy á pro.p6sito pnra recibir impresiones desfavorables
t
de su esperiencia propia, que oo tard¡\n en ir espa rciendo
po r todas partes. Creo que la ciudad de Santo Domingo es-
tá conceptuada como la pa rte mas malsana deJa isla; pero
durante una permanencia ele tres aiios en ella, no he •\O-·
noeido sino u ua. sola defuncion en las tripulaciones, y fn~
orij inada por una inj uria recibida . á bordo, y e11 manera
;;lguna atrib uida á niogunn enfermedad del pais. La ciudad
está construida por el ant iguo p lano de Espaiia, con casas.
de grues?s mu ros, calles anchns1 sin co rrientes de agua s
estancadas, y entemmcnte llenas de ruinas, en donde se
deja crecer la ~vej etacion mas nociva, y que estan conver-
t idas en receptáculo de toda especie de inmundicia (to}.
(lO) La pinhu·a que se hiciese del estado en que se encontraba la C>L·
pila! de la ltcpfrblic~ d6rninic•ma cu julio de JSGO no ser!., muy brillante.
'.n ene Mr. Fal>ens sobrada razon para decir que era u1" 'rt ,·eptil/.:u.lo de to·
da tJpc.cic dt Í 11·1ll·1l•'ll·d Uia; y nosot-ros añadimos, que par;t ello no habi;\
otra causa m;\.q poderos:\ que Jn incuria. e indolencia. que pal'cccn cnn:rmc.·
tladcs t.:odt,ruici'S del pais. Hoy toda\'ia no ha desaparecido del tcxlo c~<t
Cl)f:"u.lo, ni podrü. de::;apareccr ín terin llQ se rcódlfiqne lo mucho arruinado
e¡m· cc~istc, no to!nc medidas higi~nic:\S el a.yunti\nlieuto, ni tenga este Jos

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CLmA. 23
Aülidase á esto qu e el pueblo no toma precauciones ya
en el vestir, en ln comida 6 habitos personales, cor.tra los
efectos de ln. mudanza de tiempo 6 estaciones; que no tie-
nen hogares de chimen ea en sus casns, ni fuego en tiempo
húmedo 6 frio ; que viven sob re todo, como sucede á la
mayor parte de ellos, en chozn.s sin mas pavimento que el
húmedo suelo ; y si co n todas estas contras no hay causas
para las enfermedades que algunas vezes dominan, entón-
ces puede atribu irse f1 la misteriosa influencia del clima.
suficiente• medíos pMA . ost.,blecer unn polici• urbana t.•l y como se en·
cuuntrl\ en lao ciudades cultas do! muold<>.
Nosotros, sin embM¡;o, creemos <¡ue la insnlubriclad do la c.•pit.•l es de·
bídll no tan solo ñ la r,, ¡~, do alcanlarillas 6 conductos p:u·a de•pcdh· l:o s
aguas imnnnda:o, i\ la :.~.giOillCraciou rtc las b:\SUr~,, en lo~ vatios, y ñ. l:\ mn-
cfl.:\)'crba nociva que cu ellos s_.. deia creeert sino tambicn t\ L'\ poc.."L ele,-:..
cion dol terreno enquo se hl\lla edific."la, ¡, 1:1 l'oeindad del Oz:uua, y al es-
l)CSO bosc:ljo y m:mgl:uc~ que obstruyen sus ol'ilJ:\s.
Hay mas.•\1 N orto du esta ciud:.d, y ñ 1:• di•taocitl de un cuarto de
t~;1L'\, ccsisto un parajo muy p<lul,¡uao~o, designl\do con
el nombro do L t'
C•lMg.~; otllll" tod" 1• ribera del Ozaru~, desJo Al;114 .toda
hasL' el pa>o
do Sa•ll4 Cru::, y se interna como un wrcio do lcgtiJ\ hdei~ el interior do
la isla. Esta ci~ll:\f:l\ nunca se sec.'\ enteramente, porque los grandes m:.n ..
gl:.t·us que crecen en aquellos contornos, impiden quo penetren en cll" les
rt•yos del sol. En tiempo de lhn·i:o.s C.'! to~tlm~nte imposible transl~lr ¡>or
:\quollos lu!tl\rcs que se convierten en una c.stens.' laguna; y en tiempo de
sce.'l el tri.osito es muy peligroso, porque a medhla que "3 dcsaparccicodo,
so •·• rormando una lama verde qno ocnlL~ los malos pasos; rcsultanclo, quo
tos cazadores c11en ñ vetes eu ¡>t·oruodos atolladeros, do los cuales salen
con grande• diHeultadcs.
Contribnyo tambieo A mnntener la humedAd do la eian...g•, la eircnn<·
tanela de que por ella so deslizan una ¡>orcion <lo manantiJ\Ics que se des·
¡u·cndt!n d!! uuA. mont.'\ill\ vecina, denominada AUn de Galintlo, y Jn
umdcl'sc pot· tocbs aq uollas inmediaciones el rio Ozama, c:~da vez 'lele cs-
ue en
su.s grandes y rrccucnt.ea :wenidas &Ale de su C.'\UZC.
!m port.'\ demasiado parn la s.~lubridad de esta poblaeion, secar c~a eic·
n.~, destruir esos manglares euyn liUtrefaccion cmpozo11a
el aire, y po·
nc1·so e u el caso de que
•.... Sterilist¡1te <iiú pal1<s aplnql<t remis
Vicit~as '''~' aloJ d ¡;rave .se;alitU ar aLNia,
como dico IIo~(Arl. Poet. 65), rcfiriendose t. los grandes trabajos de
rlcseeacion do ln.s lngunn.s l,onUna.s. orlgen de mucb:ls enfermedades en
ltoma.
Lns ngv.u impuras '1 estancadas, por reglt~ gener~l, so hacen l'unes·
tas p.'\ra los pueblos que respiran 3us emanaciones. Luego que alrorilll·
tloso la oh·eh•cion de alguo"' c.•llca llc Sllnlo Domingo, so do riipido cur-
so il lns aguas lluviosa• qne en ellns quedan encharcAdas, y rorman filti·
dos lagunajos que dospiden efluvios y ruiilsm11s dcletorcos, procedent
do la le rmcut.tcion putrid:1 del cieno, no h.•brii tMta:¡ fiebres iotermitcnes·
tes, rebeldes y pcrniciOSl\S, ni so p.'\decerñ do t.•ntas diarreas, disente-
rías, inf.utos, reblandecimientos del llazo, y otra& dolencias que afligen <le
COilliOUO a eSto vecindario,

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24 SA::-¡1'() DOMINGO .

:F;u los llanos y en las t ierras altas el aire es puro y salu-


dable, y las noches son frecuenteruente frias. Los cortado-
. res de cnobos que pasan meses enteros en los bosques dur-
mie n~o en sus mantas sobre la tierra, 6 en hamacas col"'a-
dns de los árboles, me han dicho que no sienten malos efec-
tos del clima. En enero último encontré parte de los mi-
neros de Corouallia, como á unas treinta millas distantes
de la capital, y me mo.nifestarou que ninguno de ellos
bab.ia. te~ido ni un dio. de enfcn~edad ·desde _su ll c~ada .á
aquel p¡us, mas de dos años hacta. La salubnda d ael ch-
ma era m.ateria de asombro para ellos. .
El ya citado Valverde , se espresa de e,sta manera :
"De la organizacion concedid a por la naturaleza 6. esta
isla. fa.vorecid:t, procede una diferencia de climas que no
se esperimenta fácilmente en otra parte;" y mas adelan-
te observa : "En geneml, la tempera tura de nuestra isla
es la de una perfecta primavera. Las noches son frias y
l'Csfrescnntes, y sus mañanas hasta las ocho ó las nueve,
son de lo mas delicioso que puede imaginarse. "
Habland o Irving del asombro de los espaiioles al
hallar en eln'l.es de diciembre los árboles con hojas, los
Mbustos en flor y los pájaros cantando, dice : " Aun no
con ocian la tempera tura de aquella isla favorecida, nunca
visitada por los rigores del invierno, donde se suceden y
au n se entremezclan perennemente los frutos y lns flor('S,
y brillan sin interrupcion las galas de la naturaleza." .
"Sin embargo, dice Mr. Courtney, de la creencm.
ecsajeradisima y entemm ente errónea de lo contrario, que
por desgra.cin. preva.lece muy generalmente en los Esta-
do~ Unidos, Santo Domingo es tan saludabl e _co~o cual-
qurera otro país del Nuevo Mundo. Algunos drstrrtos son
pec~liarmente sai'I.Os, goza.ndose en ell~s <le bastante lo_n-
gevtdad, entre los cuales pueden menc10nnrse Motlte Cns-
ti. en la. embocadura del río Ynque, en la babia de 1\fon-
tecristi, Santiago, Moca, La V e"'a, y la Vega _Real en la
parte N orto de· ln, isla : San j uan, el 1\[am~l, Azua y
Bánica en la parte Sud; y aun en Puel·to de Plata muy
raras vezes se presentan casos de enfermedad; no habien-
do ahora precisamente un médico en aquella plaza, nun-
t¡ue cU.enta rnas de cuo.trq mil bll.bito.ntes. Los valles y
llanos mas a11'ú. de las serranías son, sin escepcion y unifór-

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TERTU.:NO Y PRODU(,'TOS. 25

memente, sanos ; siendo el ni re tan fresco, fortificante y


puro como el de las mo ntaiias de E scocia."
1\fr. Harris, un caballero de color, que ha vinjado re-
cientemente por Santo Domingo, asegura lo mismo. "Mu-
chas personas, dice, atribuyen la causa de la decadencia.
del antiguo esplendor de In isla r la. supiM indiferencia.
de sus moradores al influjo enervante de todos los climas
tropicales; y, sin pmvencion alguna, croo que lo mismo
sucederia en la mayor parte de los trópicos; pero es una
a firmacion injuriosa el decir esto de Hniti y Santo Do-
mingo. E l pnis es tan sano como Virg inia, y escep tuando
su escesiva hermosura y ferazidad, se asemeja mucho ~,t
BstHdo de la Caroli111~ del Norte." Un ministro protestan-
te dijo á l\I r. Harris en Puerto de Plat.1., que el que hablase
ml\l de este clima, hablaría. mal del mismo Parniso.

TERRENO Y PUODUCT OS.

El terreno ele Santo Domingo es fértil en grado es-


traordinario.-Ln. superior calidad y g ran vn.riedad de sus
productos, vemos que ha sido objeto' de observacion desde
sus primitivos recuerdos. Esta asombrosn. riqueza de veje-
tacion fué la que tanto cautivó á los espaiioles. Na{!a. ha-
bía que le igu¡~Jara en el antiguo Muado. La gran profu-
sion con que el Todopoderoso babia derramado los dones
mus esquisitos sobre esta. tierra de perpetuo sol y de ,·er-
. dum, los llenaba de n~ombro . Y sin embargo, no tenían
mus que una débil id.·.L de su riqueza verdadero. : no ima-
j innban que los p·tl.11:io8 d1• los reyes y de los nobles se-
r ian decorados !'ot• HtWYn magnificencia y hermosura des-
ele el cent ro ' ''·• 1 1 ¡ues a.ntig uos .; que los rop~jes
de las da mal' · itrian colores nuevos tomado~
de sus ma~ · \· que enlazando con ma~ firme-
:r.a las s' ·las naves, sus maderas seculares
notar• ¡u• viajasen blancas n ·las, dc-
safi;¡
llúbridas heladas,
t.u li••nte I ndostan .''

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26 SANTO DOMINGO.

BOSQUE~.-CAODO, R )BLE, CAPA, ESJ'JNILLO, GUAYA-


CAN, MADERAS 'l'INCTORIAS, ETC.

Entre los árboles, deb emos dllr la prefercnci•~ al


cn.obo. Este se encuentra en toda la isla, ya agrup[1ndose
e n los lhtnos al Indo de soli tarios manant ia les, ya entre
los espesos bosqu~s. ó á lo largo de las orillas de los rius,
como e n las cumbres de los montes. Es un árbol m u y al to
y derecho, con un tronco largo y 1iso, teniendo en su ma··
yor crecimiento desde doce á ve inte piés de ci rcunf~ren­
cia, y de trei nta li cincuenta p iés desde el suelo á sus ra-
mas mas bajas. Es la gmnde y principal madera de ebanis-
tería de Eu ropa. y An1érica. La caoba de la. parte Surl
de Santo Domingo cst;í considen1da como la mejo r del
mundo; la de superior calidad se embarca para Inglaterra y
el Continente, en-donde se vende á precios muy su bidos.
He sabido de maderas embarcadas· en la ciudad de Sa nto
Domingo, que se han vend ido en los diques de Lóndres
á cuatro pesos y setenta y cinco centavos (95 rs. Vn.) el
p ié superficial (11). E l corte y embarque de In. caoba
ocupa probablemente, cuando ménos, la décima parte ele
la pobh\cion trabajador:t de la isla. l\fas de la m i lt~d de los
cargamentos despachados en Santu Domingo se com.p oncn

(11) l'or pi~ su¡>cr3cial se cotientlc, un pió de oncho, uu pie de torgo


y ut...., pulgada do grueso.

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\

BOSQUES.-ROBLE, CAPA, ESPINILLO. 27


rlc esta costos~ madera. Sin embargo, está muy léjos ,le
hallarse agotada. Creo, en verdad, que en una gran por-
cion ele la parte es patio la de la isla, los bosques esta u tan
vi rgcrres como al tiempo del descubl'imi ento. .
Inmediatamente despues en valor á la caoba sigue
quizi\. el roble. Este árbol no llega á las grattdes propor-
ciones de aquel, pero es ~t oa madera muy sólida y durado-
m . O viello atestigua "haber visto vigns muy largas y
gruesas, labradas á cuatro esquinas, do 70 ú 90 piés ele
Juengo, y de lü palmos y mas en cu1clro y redondo ó cin-
tura, tle~pues de labradas." Algunas tozas (12) están her-
mosMneute veteadas como la caoba ti m\: con ollas se fi•-
bricau muebles, pero eu su mayor parte so emplean en
Santo Domingo para mazas ele trapiches; y en la con~­
truccion de buques, para tablazon, quilla~, codastes, liga-
zone~, etc, no tiene compnüera.
El Capá. C$ un árbol que se encuentra abundanternen-
b en la parte merioclinal y occidental ele la isla; es mas
pcquciio y mas to rcido que el ro ble, pero fuorte y compac-
to como el hi erro; teniendo acaso ht misma rciMion con
dic ha matlcm, que la qtte ecsiste entro nuestros robles del
Sud y dol Norte. Se le considera en Santo Domingo co111o
el m~jor y m:ts á propósito para curvas y otras piezas Jc
los buques que oecesitan gran fuerza y duracioo.
E l Espinillo es un árbol mas escaso que los ya moncio-
nacloa, pero se eucuentra con fi·ecuencia y particularmcn-
b en la parte Sud. Es una madera do valor y muy co-
nocid¡~ en el comercio de Am6rica. A consecuencia de su
eocasJz c01upamti1·a, tiene un precio mas elevado que el
comun de la madera de eaoba ; pero su mejor calidad no
obtiene los enormes precios que se pagan por la mejor
caoba. So emplea con fi·ecucncia en obras de ebn.nister1a,
y para adornar y realtar otras m:1dems m1w oscuras; y
siendo Slll!CcptiiJle de un gran pulimento, su delicado color
nmnrillo ofrece un ngraclable contraste con el oscu ro y
negt·o palo-rosa. y Jn rica caobn de tintas purpúreas (13) .
( 12) SH <lico T·""' a un' picz~ de caob~, cod1·o 6 roblo do b longi·
tud dul ilrb~J, quo dcspues tlc labrad..-.. en cuatro car~t.$, tengA C."ld:l una do
nncho dc.aüo 18 pul;:' l:'s en :ulclaotQ.-Cuando no tcug:\ cst...'\ dim(;.nsioo,
itJ ll<lUla T ira....U, ¡>or l:t.Tg:\ que sea.
(1 l) liemos ••isto dJs caj:>s bcch:u l\quí en S"nto D~min;o, de ml\·

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28 SANTO DOMINGO.
El Guayacan 6 Palo-santo de Santo Domingo tiene
famn. en todo ¡¡ll mundo. He sabido de partidas que se han
veudido en el mercado de :Lóndres ú ciou pesos la tonelada
( :to quintales españoles). Se emplea para cureiiaje, mo-
tonerías, cuademales y aun pemos de los buques; y rQ-
cientemente ha sustituido al hierro en algunas piezas de
n1aquinaria.-Toda via se halla en la isla mucha abundan-
cia de esta madera {14).
Entre las maderas tinctorias, el fusteto de que ya he-
mos hablado, y el campeche, gcneralmenté llamado Palo de
tinte, son muy abunaantes. Este (¡Jtimo es verdadera-
mente inagotable en algunas pnrLes tle In costa Sud. El
Brasilete ó Palo de Brasil, se dice tambieu que lo hay
allí; pero hasta ahora no se ha eocontra.do en suficiente
cantidad para ninguna esportacion considerable.
Hay muchos otros árboles de valor tales como el Al-
garrobo, el Cedro blanq,Jisco y el encarnado, la Ceiba, la
Cabima, el Pino de tea ó Pispeo, ell\Iamey, el Almendro,
el Tamarindo, ell\lnogo, y palmas y naranjos de muchas
variedades. La mayor parte do estos árboles son muy (¡ti-
les en el pnis, aunque sus maderas no son tnn conocidas en
el comercio como las que he citado particularmente.
dora do li:.<pinillo V'"' remitirlas <le ro~alo ; y ¡JOdemos asegurftl' no
ha s,,lidocos.,mas linda de los grandes t.'ll~re.. do Madrid. El pro¡¡ietario
dol3 ruadern c¡nc se cm¡¡le6 en ellas, diju quu procedía de un iirbol quo
tenia en cllti:rruino do 13ooí; y al mismo tiempo mnoifcstú, que debía esei·
tarse el in lores de los dueños de arboln<lo•, ¡JOr medio de algun premio
paraquo hiciesen plantaciones <le dicho llrlJOI, que ''' escaseando. Mr.
Fabens asegura que C!t:\Jn:tdera " no obticnu lo~ enormes precios quo so
J>ag:ln por l:\ mcjnr caob!\ 11 ¡ y nosotros nos \'CiliOS en J:\ precision de con~
tradccirlc, diclondo, c¡uo sabemos quien ha vendido eu L6ndres el pi~ in·
gl1:s de un,, pulg(\{Ja ele grueso do esta madcm do Santo Domingo, il
mzon de ocho chu·os.
(14) Sobro csl:\ y otras maderas do la isla dice Valverdo: "La Ca ya,
el Guayaca u y el Quiebra-hacha son tres especies do arboles preciosísimos,
recios y firmes, quo nunque no son muy clo"ntlos ni :rucsos, tienen la
corpulencia quo bnsta para ser utiltsimos en muchos obrajes. D•nso en
abuodanci3: 800 C.'\SÍ incorruptibles, y el ultimo so I>Cirific.' fiicilmcolo
!lineado en tierra h•\meda. La resina del gMyac.'n es bien conocida en In
medicina. "-En c;tas Antillas so llama G•ag4<a,. el &rbol que el Diceion.·
rio de la Academia describe con el nombro do G""yaco.-Siguo ol mis·
mo Valvcrdo: " El Candclon es otro i\rbol scm(\jnote illos que acabamos
de t·cferir en cunnto it su tcsturn, peso y facilidad de petrificarse; poro
sobre ser mns CL"C.Cido y I'Ccio, tiene un coloa· J'Qjo tnn encendido y vivo quu
parece l'uc¡;o, y pot· eso lo han Jlamndo c:mdclou. Da el propio tint~, y
sirrc ¡>ara l:ts mis>nasobras que los antccoclcutcs, i\ los cuales es prcfori<lo
""ot· h• hcrruosm·l\ y ¡>otmnucncia del color."

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BOSQUES. -PAL.IIA . 29
Sin emba•·go, la Palma, así por el uso que de ella se ha-
ce, y que de ninguna manera es generalmen te apreciada,
como por sus poeticas relaciones, parece dignnde que diga-
mos de ella alguna cosa. T iene la palma n:ml una majestad
orien tal y un encanto, como dice el distiuguido autor de
"Two Ycars beforc the lVfast," (Dos uíios sobre el castillo
de proa), que la describe en Cuba, que es respecto á los
demas Mboles lo que el camello ú el drom<'dario á Jo¡;
de mas an inmlcs; y como q 1:1e parece haberse estnwiado
de la N u bit~ 6 .Mesopotamia.
Todo el que ha vivido algun tiempo en los trópicos
puede atestiguar el s.~broso gusto del palmito (lo). El
aceite que se saca de la nuez es un articulo de bastante
importancia. Estas nuezes, que producE' la palma en gran-
des cantidades (16), ofrecen en Santo Domingo el princi-
pal alimento de los cerdos cimarrones, que constituyen
la riqueza de los habitantes de las montniias. Las pencas
de las variedades 1i1as peq ueiias conocidas, como la Ca1tn
y l'uluut de abanico, se emplean mucho en los techos de las
viviendas polJres ó boj ios. D e las venas de dichas hojas Sll
hacen so mbreros ele bucn:1 calidad, nsi co mo mucu tos (e~­
pccio de ..:esto manua.blc) alfo1jns y (u·gaMs 6 serones
qrunclcs. Aunque la parte interior del t ronco de las gran-
ucs palmas es blanda y espo njosa, y comparativamente
sin valor, la parte esterior, que tiene como un:~ pulgada ele
espesor, una vez limpia, se emplea principalmente para
(1~) LluiUMC Palailo el c<>.,oollo sn1>erior compu~to de liuuiua.' ó
C:\P,'\S Ul:mquí~im;,c, tustros.'\s y ti..:rn<ts, donde dcsr:m~a el boton ..h•lnh.·4.1io
6 llene:\ t:i.:utrnl do la P11lma. & gustoso y nlimcnt icio ; se come cu
onsalndns.
( IG) Esta llliC7., ósea el n·uto y SCilliii:L do In T'lll>tlll md, que tambien
producu Ir\ Ctul.fl., Jlfmtact' y algun otro de In fitmilia, ticuu en estas islas
el nombre do Palmiche. "Este g1·;mo, dice l'ichnrdo ( Uíc. ele ,·occs cttU<u!as ),
os I'Cdondo, del tam:tfiode una avellano, vcr·do ni principio r colvr:ulu cu.lu·
do maduro¡ entonces v:' cayendo hast:l. quedar ol cslttwloto ll~l. r:u.:inm.
quo luego ~;o Ucsprcnclc igu.-lmento y sirYo clo cf:lcoba. E~tc ~l':tno ...-s u11
coqnilo duro que eucicn:t una nlmcndritn, alimonto ctu pn·ICrcncin p:u' l
ol corrlo y domas animales} constituyendo Ullil do lnl'! ¡n'incip:\lcs ril{tll.:-
zas do l:l.S ·haciendas do cruupo. El P. Vnlvcrdo l•nCO uua vbscn:\CÍt)ll (,'11·
r·iosn.sobro esta scmiBn,q_un cstrC'g:H):l n!rdc en el co:,"'h:,e:'luS:\ tuud10 ar·
dor l~ picnzon, orig-in:ludosc por esto el nombro que.Jo dab:m lo:; much:h·hQ~
en Santo Domingo, do Alt!!T~ffole. En ningmn otra l>:l.rl\! tlt:l <.:lh:r·
J>O, <licc, lmcc l:d imprcsion, y --.sn <'ficnci:• <'scln~i\'a sflh:"C el c...-J'1.'h.N •'<i
digna ttc estudiante: sin cmbtatl{O, •·nsum"\thn-ct. c.:s uu su¡;h•ull.l d\:1 .1:;.;
p:.r:\ 1M gentc.s ()()Ürcs de Puerto Rico.''

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30 SANTO DOMI:>~GO.

listones de tablas en la construccion de boj íos, y desafia


igu::d mente las mayores lluvias y el sol mn,s abrasador.
Estas palmas p roducen tambieo cerca del cogollo una es-
pecie de cubierta estarna llamada Yagua. (17), con que
se techan comunmente los referidos boj íos, y supleu {•
nuestras ripias 6 tejamaníes.
E l Coco es tambien muy útil, y abastece á los natum-
lcs de aceite, leche y alimento sólido.
Hay otro árbol digno ele mencionarse, y del cual dice
i\[ore:~.u : "D:tré notici•t de un árb ol cuy¡> utilidad no pue-
de pondcrarse demasiado, que proporciomt á. los pobres
africanos platos y copas que p,wJetl. renov1u· siempre que
qu ieran y sin n ioguo gasto, y los medios de transportar y
conservar lo que no poüria!l sin esas machísimas vas ijas
que d:~. el Gitin~ (18).
Al hablar d~ los productos <'le Santo Domiogo, he
dado el prim.J r lugar ¡~ los hosques, porque ofrecen los
pri ncip:\lc~ n.rtículo~ d~ e~pvrtacion , y porque la. r ic¡uezn
tiUC poJria sacar~e de ellos, llam:Lría probablemente, án-
tes que todo, ln atenc io:1 da los colonos. Bn este coucep-
to, S:mto D.>:ningo tiene U M I gmndísima. ventaja sob re los
(1 i) D.! cshs hojas ó ¡)COCJ.S, oo cad1l luna se desprende nn:~. con su
yJR,:;ua it 1:' tJUC e:;t:\ ad:tt.:ritla. Bsto v<:jctal m lj~sr.uoso y :\bnnclánlu, q ue
probablcw cnte dunomin:tron v·,,flutlo"' a IJorljcucs d o esta~ isla~, adcmas
de ser t.:m útil par;\ los animales, pu-.;dc surti1· al l<tbrador <l~ muchos
xrL:iculos CJHO noccsit:\.
(18) El Gtiira ( Cresanfi.a ctu.u.rbi.J,in.a) se conoce en S:\uto ])om1n~n
<'"rtel no111bre dt: Iligtit:riJ 6 J igU!!I'O. E. frut.o •In,~ {)l'O lucfJ, llamaJo aq í
.ftgUcra, y Gt\ú:' en la isla (lt; C.d):t, e~ 1\c~ tanl'liio de tll\ p:-.lmo, mas O
mGuos rc<londo ú 0\':1.1, pclícala c~t.crim· v~.:r<lc-Ju~tt·os.:'= que l":\Spada, dc.::J~
cubt·c una cortc~a Ulam1uucina. y dura (co su sazon): sirve en el calllpO
y en las p oblacionm;, bajo much:t:i fo rmas Jc va:;üas, platos, ta.r.a::~, orioaJcs
(•te, y p:tr~t. OlltJ h:\y e¡ no ;t:;c¡-r;wJo en d iJs p'mbzos, siendo su gmcso cotno
el ca.nto de un rl uro.y se liropí~\ luego mcil m~ntc. ct J.,,~, pul p."\ dula Güira,
d ice Pich:u·do, m:mcha: cstn·huida y lU!!ZClada. con 1nicl de abej:\S, COlll:itÍ·
t11yc l:t afa m:ula J11i.el de .t:üi1·a, bucn:t. pal'a ob:;tl-ucionf.!S, conhtiio:te.s, he-
rida ~ de l gan;t.do,ctc; la hoj:t masc;,,la. b:t.'ita par:t. e l mis111o cf..:cto; ol
cocimiento del palo sirve para corrcjil" y purgar las paridas. Cuando la Güi·
l'a C.:SÜl lim.pia )' d ispuc,sf~\. 1)1\ f :\ ~91'\1 Í r dO jan·o, ta%a Ó \1~SO SO Jll\lU:I. cnt6n4
C05 Ji-;aYflt Oll 1:\ p:trte OCCÍ<lOota), y J i.¡(tir:ra en la \'Uc!tariba. S~~nr:uncn­
t.e la voz Juart~ 1)1S6 M(\tÍ u~ Yuc:.ü:ml doHUt: nomlmm J ital·i (segun Cia -
• l'ij c ro) al ñrl>ol Gol ir>."
D.J 1\l\.hlf> quu I:Lctim 1l11Fa d~ Ji.cfua viene tl .! la voz india:1a. Ji~a!i.,
y m :\S<lirect.amento do J t>tür.ra ¡ p:U"n. lo en al no s~ ha hecho m :\s <JUU
:-.ustitL!ir la. consonante gntural g C~\U la e Uol m i:;mo 6 L·gauo, d ic:.)n lose
j&.;U:ra, JicucraJ Ji-cut·a. ..

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l'RODUCTOS AORICOLAS.-T.lBACO, ETC. 31
demas paises tropicales en nuestms inmediaciones. Recur-
so es este que puede aprovecbnrse por el pronto ( 19).

PRoDUCTOS AGRtCOLA!l.-T.Iti.ICO, Azt;CAT:, CAFZ,

_\LQODO:>, ETC.

Entre los dcma~ artknlo~ de ¡wo•lnccion natural que


se COSecha u y preparan Jl'll'il la <'<Jl<HI<l::ion, puetlen citar-
se el tabaco, el a7.ucnr, el nf,:, el cacao, el algodon, la.
resina de guayaco, la mid d · alvj:l•, la cera, los cueros,
las pieles <IH cabm y l:l~ fruta~ natur.dt•s ó en conserva .
El cultivo del taba~o estalla cnu•o :i la llegada de
Colon, y te ha conti11undo hasta el dia con mas ó meuos
cstension en tod:t la islu. Es gt•nemlmcntc Je esr.clente
cnlidad, pero dcsmc rl)ce ba-.t;lnte por In ¡¡11!:1 de inteligen-
cia de los natumles en su cu ltivo, prcpa racion y clabo-
rncion.
Bl mejor ta baco ::e cojo. C\1\ lns grandes l lanuras de
Cotuy y de l:t Vega; lo llevun ií vend<lr ;\Santiago de los
Caballeros, y dcspues e::¡ trasportado <1l trM·és de las mo n-
ta nas á Puerl o ~lu P l:tla, cu rlontlú ~e <'lllbnrca principal-
lllente pnnt Alcllmniu, y allí es elaborado y vendido co-
lliO si fuc~c genu i11o 6 verdallcro lmbano.-Ln c:osecha de
eslc afio LSG.:.l asccllllcn'~ prohn.blementc i\ 12·3,000 quinta-
les. El cultivo lle esta planl':1 puede nurnentnrSLl mucho y
con grande utilidad de l haccnc'lado, puesto que abundan
en Santo Domingo terrenos vírgcne~ e~ propósito para la
~iembm, miúntms,.cs bien sabido qne el terreno <le las me-
jores vegas de Cuuu. cst:í muy e~qnilmaJo. A mi regreso
¡¡ Santo Domingo, po,r la I'Ía ae la Habana, ahora dos.a!los,
llevaba conmigo por ca~nrtliJad ttl~unns hojas de tabaco
que hnbia cojirlo en el almacen de un comerciante del
pueblo de la Vega. Las enseiié :i un tratante en t:\baco
(1!1) Si huhirromn• de menrln~or lo.l., t.s cl:t."< de aroolcs que hoy
en ~t3 JsiA, euy:'s nnch.:r.u pucd ·u ('mplc:u-se Calilmcnte, n(.~it.:ni:uno-.
cstcnd~ruos dcm..,,i:t lf), D<!sdc luc·:ro. y ~-,in tclllt)r de ser dC:S1UC!1tidos,
podemos asc~ur.. r qu~ no h;iy en t<"'h. l:l Am~rica un punto d~ donde ~·
¡med:m sacar m:n m:utcra~. t·~IK"Cialtw•nto llnM, quo de S.'\uto Domingo,
~~ptuantlo ~l;..1an o• ro ir\>f•l •1n:•, ñ nf\ le h:'y V ~s c"'t':'~- Tencmus p~·
s nt.c un:\ list:~ tptc nni httu V~JMII'Ciun:\tlOJ y en cll;t cstln apuntados ci..!ntl)
trt·int:\ y cuatro O.rbo!<'-t.
• /1

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!l2 SANl'O DOliiNGO.
de Nueva Y01:k, que volvía de comprar ese género en la
isla de Cuba. Las eesaminó y probó, quemándolas y ob-
servando el olor y el :color de sus cenizas; y me manifestó,
que un tabaco de aquella calidad valdrit\ en Nueva York
\tn peso y cuarenta centavos libra (28 rs. vn.) ; creyó
que era tabaco de Cuba, y se sorprendió cuando le dije
de donde lo hab ía conseguido. No 1wesumo se coseche
anualmente en Santo Domingo una gran cantidad de esa
clase de tabaco ; pero tampoco hnllo ninguna razon para
que no pudiera cultivarse a\11 igual ó mejor tabaco que
el de Cuba.
En cuanto al azucar, se fabrica poco, pero aumenta
constantemente. No hay ningun ,ingenio de vapor, ni
creo que pasen de media docena los que tienen cili!ldros
de hierro; los demas son de una madera dura del pais.
En las cercanías de San Cristoval, Palenque y A'llla hay
varios pequeños propietn.•·ios que cultivan ellos mismos
sus propias tierras, y cargan sus azúcares envasados en
serones sobre sus propias bestias, llevándolos a la. ciudad
de Santo D omingo pam efectuar nllí la. venta. Desde el
¡e? de diciembre ú ltimo al 1° de enero de este afio se lle-
vnron cerca de tres mil serones ele esta manera. El costo
de este azucar para el hacendado r.on los actuales medios,
es proximamente de doscenta.vos libra en la misma finca.
Es de buena calidad, de grano bastante goruo y brillante,
y actualmente vale en este mercado (Nuewt York) como
seis centavos la libra. No creo sin embargo, que es un
cultivo tan beneficioso pampropietarios que tienen pocos
medios, como lo seria otro, por ejemplo el del café ó el de
algodon. Como lo observn.l\lr. Darmen su obra sobre Cu~
ba, la fabricacion dtll awcar requiere el vapor, el fuego
y mucho trabajo; y admite y ccsije la ap licacion de la
ciencia. Practicada si n intclijoncia, puede ocasionar pér-
didas. La hacienda. de caiias dulces no es de tanto valo.r
como el caleta!, por lo que puede producir la tierra ayu-
dada del trabajo manual ordimuio; su V!tlor está en el
conocimiento práctico y en ht clo;se de labor. D e lo que
es capaz; la isla en este concepto, con un sistema de tra-
bn:jo adecuado, puede inferirse por los recuerdos de los
primero~ espaüoles, y la actual produccion de la Yecin;t
isl:t de Cuba. que pasan de -100,000 toneladas al aüo. •

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PRODUCTOS J.GRICOLAS.-CAC.oi.O, ETC. 33
D el Café, apenas se recoje en la actualidad el su-
ficiente para el consumo de la. isla. No obstante, el ter-
reno, y particularmente el de las laderas de Jos mon-
tes, es muy á proposito para. esta clase de cultivo. En
los dius de la. anterior ocupacion por los españoles, babia
muchos y hermosos cafeta1es en los contornos de la ciu-
dad de Santo-Dorningo, que hoy estan casi invadidos por
boscajes y malezas. El árbol produce mucllfsimo en cier-
tos distritos. Hallándome en el Cotuy, en el invierno de
1860, he visto una muestra de café en la huerta. de un
clérigo de aquella aldea, de la cual babia cojido pocos
dius ántes nueve libras de café descerezado (•). He visto
café de Baní, que en su olor aromático igualaba pcrfect:~­
mente al famoso de 1\Ioka . El cuidado de uu cafetal no
ecsije un capital muy grande; pocos brazos bastan para.
cuidar los árboles y cojer la cosecha; ni sr. necesitan m{L-
quiuas costosas para prepararlo para el mercado. Por el
cultivo del cnfé, mas que por curuquiera otra cosa, ha lle-
gado hoy Haití á ser próspero y rico. Me han asegurado
que el valor de la esportacion del café de Haití pasan'i
esto aiio do 8.000,000 de duros.
Del café vamos nat uralmente al Cacao. Como está.
probado que el café r equiere sombrn, en especial cuaudo
tiene poco tiempo, y el árbol del cacao ofrece este requi-
sito, á menudo se plantan juntos, y pueden fácil y ven-
tajosamente cuidarse al misme tiempo. En todos los
paises tropicales españoles hallamos el árbol del cacao,
al ménos en suficiente cantidad, para el consumo de los
habitantes. Segun Valverde, en los tiempos inmediatos
nl descubrimiento, era el cacao, despues de las minns y el
azocar, la fuente mas abundante de riqueza para los co-
lonos. En el siglo XVI no se importaba á Europa otro
cacao que el de Santo-Domingo, en donde se producia
abuudantlsimamente. Su cultivo se ha abandonado lasti-
mosamente desde ent6nces, 'y únicamente ~ntedo encon-
trarse en los huertos de los distritos mas populosos. No
hay duda que el cultivo del café y del cacao en Santo-
Domingo, al que lo prestase su cuidado y trabajo perso-
(*) Dtuere::ar, es quit~r al eMe b ccre::a 6 cilscam JlOr medio del
Deucre::adM1 6 do otro modo.

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:¡ 1 S.IN'l'O DOmNG O.

11al, le daria positira mente resul tados en gran manera sa-


t.islactorios.
El Algedon es un artículo do proclvccion espontánea.
Sale de unos i1rbolcs pequeños, algo parecidos en la for-
ma al melocotonero, que dan anualm ente como doscien-
tos capullos. El algodon crece muy bien en los tenenos
menos fértiles, y hasta cn_las quiebras de las peiias (20).
(20) Valverdo clícc sobro cblgodon lo • íguicntc: " Dasc el nl:odon en
Si\nto Domingo nntnrn1mcntc y sin cu1th'O, Cl$Celcntc, de vario:, coloraR,
4

porque lo hny l>lanco y do color de c.' nela mAs ó miinos subido, mtty fmo y
f:i.cíl de bílM. P roduce sus c.'¡mllos todo el nllo, y sembr3do unn <ez, ere·
ce , dura muchos :lilus, cngrnes:\ y cnc.rp.,, dando :\bund:tntlsimt\ cosecha;
con la p•rticnlari1hd , <le que cu los terrenos mos oridos y pedriscos, y en
las miara M g•·ietns ·t, nbc•·turns do las rocas viene do por •i. Dcsd<l el prin-
cipio del tlescubrimtcnto desprooi:uuos este renglou; y Oviedo se qucjt\
del poco C:\So quo so h..'lcia en su ticrupo, pudiendo cnrictuce:er wucho nucs·
LTO comercio, como to c.st&.n h3cicodo los cstrn.njcros.u
P or si 11tteden se•· do aJan na utiiida~l e\ los '1"" piensan dedicarse on
s~nto-Domiogo al cultil·o doi ;~lgodon, apuntamo s los datos slguicnt~s.
En los Estados tinidos se clasific.~ el nlgodon de esta manera:
Low Inlllrior.
OrdiMry Ordinario.
G<Jod ot·dinary Ordin:trio bueno.
Jllid1lling Mediano.
Goo<l middling i\lcdinno bueno.
:lliddiiug f.•lr Mediano sup<rior.
k't\ir R~gu!:u·.
Good fair Rogul:u· superior.
Fine .f'ino.
Cboicc P.s;:o;!do.
El mcdi~no bncno )' el mcdia:Jo su¡x'ri~r son la cl:tScs que se aco.•-
tumbr:m re mitir pn1·n las filhric::\!( ele C:,t:,luiin.
A~tu nhncntc Yalo en Nuevn Yol'k el mediano supct·ior,
<le 4G ñ 4G ~
duros el qulnt..1l ¡ y en L6udrc", •les.le l,mo a Ordinttry, es dcciJ', desele
pru·
inrcrior A ordinario, 3-t duros y !1 1 a~nt:t.\ os quin!:ll ; '3Jor triplic;aJ.o
pcrcion:\hucntc al prf:lcio medio du lvs :liíos ;\ntcriorcs.
Los hoti\nicos cucnt.."\n en sn norncncJaturn dic:z especies do :\lgodonc-
J'OS, conocidas eou dislinlos númbrcs y CAracteres. Hemos Yisto en una
hacienda de cst4'1 ecrcaui:ls el incluido on la 4. ~ el:l~e, Jl:.m:Hlo a~ss:r· du
pium iHJic~tr:,, A!~loncro de la Inrii:t.: su altur3, ntl<",·c pies: hoj.:u
tres lóbulos, flor a:unrillentí'L, cApullos c6nicos, o\·al:ulos y punlia;ud ost
pc¡,itas nc~ras, y el n1godon muy blanco y pegado á ellas .
Nos IH\11 rc Olilicln del dislritu d e A?.n:t nna muostJ·a da nlgodon s il ..
-vcstre que tiene todos los car:\elcrc s del Ciu$.typi1t.m AinJdu'"• Algodon
,..cUndo, y no es C"ltr:\'ilo, por $Cr este el propio ele 1:\s Antillas; cJSta com-
prendido C'!n la 2. e-: c ln"~c bott\nic:l. Dicho :'lt,;(}don C3 b:sst:mtc bl:tnco y
dr una l11.:hl'a. mcdinnnm.cntc ll'\rg:~, pt!rO fina. y fuerte.. Algunos :uncl'ica-
aus qnc lo h:m Yi:,to, nos ht\n Oicho que correspon de U la cltLse tuidclliug
jPir, mediant\ superior.; ·p quo ~u eodid.ad mcjor:uia con el cnlch·o.
Ill\f :ulcma.'i ea lcM l:~t~vto~ Unh:lv,:; una cla.se de algodon snperior ñ
h•las, llnm:1<\o &a island ( a\,;o<lon uc
¡~,bias ), que da d oble ó tri¡•lc

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I'HODUCTOS AGillCO LAS.-,1 !.GODO ti. ;J.j

::lti amigo el Genera l Cazncau ha enviado rccientcmeut,•


al profesor James J. Mapes, de esta ciudad , que la enseña-
rá á quien clcsee verla, unn. muestr a ele los capullo s y
del algodon despep itado. Esta mue!ltra fué tomada de
un árbol que salió por casunlidad en un terreno muy po-
bre y en el hueco de uoa piedra caliza en la misma es-
tancia oel Genera l, cerca. de los muros de la capital. El
citado profesor me ha manifestado, que la hebra es al
mismo tiempo fina y fuerte, aunque yo no la considero
como una buena muestr a del nlgodon silvestr e de la isla. •
En Tiigüey, cerca de la punta orienta l de ltl isla, se dice
que el algodo nes mucho mejor, y In hebra mas larga. En
la época de Colon se encont raba mucho estamb re de al-
godoo, tanto allí como en Cuba. Los natural es cambia ban
gmnd es paquet es por un pedazo de c1i stal roto, 6 por la
bujería mas insignificante. En un punto de Cuba, refiere
el historiador Ovicdo, qoe vieron mucho s algodo nales
acabados de plantar , y otros ya crcciJo s. llabia grandes
cantidades de este nrt!culo almacenadas en sus casas,
alguno elaborado en estamb re, y otro en forma de redes
para las hamacas. Eu 14!H, cuando Colon adoptó el sis-
tema de impone r tributos {¡, los naturnles, cu aquellos di$-
tritos que estaban léjos de las minas y no produe ian oro,
cada individuo tenia obligacion de entreg ar unn a !Toba, 6
sean veinte y cinco lib ras de algodon cada t res meses.
Este algodon ha tenido la misma suelte qu e los demas ra-
mos de la industria. en la isla., y ha sido enteram ente aban-
donado, esccptu:wdo el muy preciso para los usos de sus
habitan tes. Al presen te que hay tnuto interés respecto
al cultivo del algod,m, probab lcmcut o se voh·crá i1 em-

producto que 1~• otr:tS cl:\.~s. y del cu~l volc !:oy UM ¡>:le> de cinco
quin·
tales la cantidad de 3~5 duros.
Un acre do ticnn., KC cnlcu1:l. que prorlnch·U., cu:\Udo menos, dos pncns
Unte·~
c1c algO<lon de ti Ó quintnlt' c:~cl/\ nnn; CUYO Jll'CCÍO nOh:lj~ba nnnc.nJ
sesenta
de lA octual crisis algodonera, de doco duros por qniot:\1 1 ó se:\n
,¡uros por P"e'.
"}'alt..' ohorn, dice el periodico "LA RAZON" ( 7 de scticll\hre
,¡,,
Jos hAbilant es de nuestros campos se penclren de lo~ eronde<
1862 ), que
\"CDI3j:LS que les Ofrece 1:\ siembra del algo<hn; <entaj.~
que por hoy, )'
cJ.urantc mucho~ ~llo~, no podrñ r
iguO'\!;· J ni con m.1,!..;Ílo, niogun otro pro-
ducto clu csportaCJOo:' ·

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3G SANTO DOlliNGO .
prender con ~rnn provecho de todos los que en él esMn
interesados (21 ).
(21) De.• do quo principió la actual gucrr~ civil en los Estados Unidos,
\'Qrdadcro cm¡Jot·io nlgodoucro, so hl\ llogado a conocer gcnemlmcnto lll
necesidad de íbnl(.:ntnr y protcjcr el cultivo del 'nlzodon, alimento preciso
d~ nuestra!! lñbríc:IS ctlt.'l~as, y muy partict\larmcot c de las inglcti/\S r
francesas. :El Gobierno portugués bt> visto tambieu est:\ necesidad, pues
ac oenp.-. mucho del eulth•o de dieh.• plo.oiA en sus colonias do A.n:olt\ y
ll!ozambique. Concede terrenos, d:\ semillas e in>trumentos aratorios l;f'l·
tui lamente, on·ccc prilms nnualcs tlo fomento, ccsímo de derechos do
• entrada las mi\quhms y utensilios neces:nios a esto cultivo, y pt·emi" la
s~lid" de sus productos. Las ventajl\s c¡ue los tct·ronos do Africa ofL"Coon
ñ c•ta producciou, abririin parn l'ortn¡;al una nucv:>. fuente de riqueza
y prosperidad.
Acaba de fonnarse una gran corup.1ñía p.1ra c•plot.• r el algodon d&
1~ Argelia; so da ya por seguro qno el cultivo de dich:>. pl~ta tendr:. muy
buco ecsito, y so ejecutara en grau estcMion en ¡,. colonia francesa. Re-
cientemente se lmn dirigido esposiciones al Senado, y so hnn beebo tra-
b:~jo• impot·tautc• por personas competentes, que uo dejan la menor duela
sobt·c el parlicuiM. Dlcesc quo la DLLOI' a cclupai!la so títulorO. Co11<pafT.i«
francesa del algotlo" de A,;<:cl.
a
Y por ultimo, es tAnto el intcr~s c¡uo ha llegado escitar en EuropA
el antedicl1o culth·o, que se ha formado en Italia una sociedad de capil.,lis-
tas it.1lianus o i1tgle-cs para establecer gr3ndcs .:•lgodonucs en 1:\S prorln-
cías del ruediodla do aquell:\ Península.
En vista, pues, del inw ros con que en las . naciones de Europa se mira
hoy el cultivo <lol alg<><lon, nos pa.·ecc que mtcstro Gobierno debería tam·
bien protcjcrlo ; ir lht de que los fi•lJrlcant.cs de Cat.,lui!J\ no se vean en el
caso clc los ele Runn, que han cU\·In<lo al ministro do Comercio una comi-
8ioo, pAra manifcitarle, que siguiendo la cscasSz del al¡;·o don, se ven pro-
ciMdos a suspender sus trabajos; y como los do Lila, que han tenido que
clar GO,OOO francos i\ una lñbrica para que uo SUS)Iendlesc los suyos.
De protcjcrso el dicho cultivo, en ningun punto como en la isla do
Santo-Domingo , tort·euo el mejor y mns 31>rop6sito del mundo pnm ol ni·
godon, especialmente en la parto Sud, cu donde so <lt. cspontiineo; pu-
diendo nosotros <lc., de luego asegurar, por Jos repetidos informes quo he-
mos tomado, quo ni en la \ "eg:. de Moh·il, en dondo hoy algodont\1~, ni en
ninguna de las )lrovincias meridiooaiC$ de Bspaüo, cuyos caracteres gco-
lúgícos y to(lOSl'aflcos conocemos, hay p..rajcs mas adecuados p.ua esta
clliSO de plant lo quo Jos terrenos do Azua, Banl, Palenque, Los Llano! y
Wrminos de lligncy.
Sabemos que nlguas personas, quo p¡·cven las mncbas ventajas quo
rc¡>ol·tara Santo-Domingo con un:\ grnn planbcion do :\lgodonalcs, h:m
dirljido a S. M. nua csposlciou sobro est" materia. En el notabilísimo
cst:1do de atraso y escasez en que •o encuentra esta uuovR pro,incia cspa-
nola, y en la "rjcntisi,.... necesidad de d.vle pronto y acertado impulso pa-
ra que viv:t tJOr si, como bemos d!cbo ñntes, y proporcione ademas al 're-
soro recursos con que ir haciendo ll·enl<l i\ las muchi\S al<lncioncs que hoy
] lCbllll SObrú ul; e~ absúlutaiOCUtO JlL'CeÍBO fOIUCllt.\r UI\ÚlS qut> todo Juagri·
cultum, y alonl¡w y tJrotcjcr O. los quo dcmau<lcn attsil!os para dedicane
ñ cual<¡uiern do las ru"chnslaborcs , ((.uo aqul pueden cmprenderse con pr<>-
\'ecbo.
:&1:\SUilto es gra~e, y S.ri.' y gravo meditacion ro<lniere.

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FRUTAS Y VEJETALES. 37
Además de estos productos, se esportan anualmente,
como ya. dejo dicho, cantidades considerables de resina de
guayaco, miel, cera, cueros y pieles de cabra.
Como Santo- Domingo produce un inmenso número
de {irboles con flores, arbustos y plantas, se encuentran
las abejas en m~jambres en la misma proporcion. Hacen
sus panales en el hueco de los troncos do los árboles, en
las quebrajas de las penas, y alguno.s vezes tmnbien en
los horados de la tierra. En muchas partes de la isla se
L\a. principiado hace poco :1 conservar la miel ; no habien-
dolo hecho ántes, por la escaséz de vasijas convenientes
en que llevarla al mercado. La. cera se purifica en losrios,
y dcspues se le da la forma de torta, y la lleYan á los puer-
tos para venderla. Este ramo de indttstria.llama hoy mu-
chomas la atencion que en otro tiempo, y algunas personas
se ocupan especialmente en aumentar y cuidar los col-
menares. Creo que la esportacioa de mitll de la. ciudad de
Santo-Domingo, en ln presente cstacion, pa~ará de 100,000
galones, que probablemente no es la décimo. parte de la
que se co je en in. banda meridion¡1¡l do la isla.

FnuTAS Y VEJETALES .

Hay en la isla una gran variedad de fntf:as ; siendo


las principales los cocos, piñas, naranjas, limones, níspe-
ros, plátanos guineos y plátanos machos, sapotes, mangos,
guayabas, suanábanas, marañones, caimitos, mamey de
Santo-Dommgo, papayas, etc., etc. Las legumbres de los
campos y las hortalizas no hay para que enumerarlas. Es-
ceptuando la. patata irlandesa, la. cebolla, la remolacha. y
las coles, creo que casi todas las domas clases comunes en
les climas templados y tropicales se reproducen eu grande
ab undancia, y pueden cultivarse con muy !monos resul-
tados (22).
(22) Con mejores noticias quo Mr. Fabons solll'O ol estado do !:> bor-
licultur:\ <lo esta isla, inclusa 1:\ parto boilian>, podernos decir quo la papa
( .<lola111"'~ t1.bcros""~), 1" cebolla, la remol~>eha y la col, quo csccptua, se
producen ftqu1 cu.•ndo se siembran, cuando so baco ii su debido tiempo, y
CIL\ndo se les dan lns labores neecsMil\5. Y ~n prueba do ello diremos
primero, quo el l\iiO p.uado 1861, con motivo do ir a Port.-au-Princc, Cllpi .
tal de HaiLí, el Vapor Don Juan de, Au.stri.•, los marineros de este buque

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S.l.NTO D OUINGO .
AdtJmns ue las varias produccionc~ referida'!, h:ty
otras muchas á cuyo cultivo atendieron los primeros C<J·
Jo nos, y de los cuales pueden de cuando en cuando hallar·
ge algunos 1·estos, como son por ejemplo el .¡Lchiotc ó Bija,
que produce un tinte muy bueno, llamado por los f,·ancc-
ses Rocou, y que se cul tiva en grande en el Brasil y
la Guayana francesa (23). El Aiiil, que ít fines del siglo
XVI se es portaba á la madre patria en considerable can·
trajeron ¡, la I'UClt~ uno< cuantos costAles de coles hermosbinns, que fue-
ron vendidas en ol 111orcado, apresuriuulosc l\ coruprarlM !L1s mismas pC\r·
son as quo ¡•uclio1·an scmbrarJM en sus propias tierras¡ y segundo, quo ''n
San J osil do Ocoll 6 se~ en el Maniel, un i• loño 1>:\ cojido b~co ¡¡oco .10
quintl\les do papas, y mns de otros l.>ntos do gl\l'ban7.os. Sabemos que""
d icbo punto so 3icmbron ya ajos y col>ollns, y so cojcn coles mas bbnc"
y mejores qua lns do los Bst.,dos Unitlos. Así es, que hay alguno quo .,.
decide i>. quitM su l>lnntlo de c.~ila-micl, y i\ scmlll':lr Jcgnmbre.s y hort~­
li7·-'\S. en vistA del mayor lucro que so prumot.o. De modo que, si huUier;~
facilidad pMa I"""I>Ortar esos Jlroduct<Os, no r•e..•eMian tAnto en el mer-
cado de C•t:> ciudad, ni SO I'Cndcri:m 0. Jll'I!CiOS ton •nbidos los que tri\CII
del cstrnnjero; Miondo muy notable <Jl!O cnc!to una librn de e<:bollat ccr~
de 110:\ peseta t di) .ti caÜ~za.s de ajos, QIIO.i St•i~ ClL'HtOS j una porcionCi1J3
do hnbichnrl:ts V<>rtlcs, como 6 on;,;1~, 2 rs. vn.-una libra do tomntillo•
como ccrrzns, Uc totnRt<!ras \"icjas, 3 1if, ,.n. ;-dos I.Jojuel:\S do col, 2 u.
vn.; y así <lo ot1·ns verduras.
En cu:mto i'" las naranjas, Jo.s hAy muy clulces, aunque no tan Rn:u1
como Jns do Anctt\lttcia y 'Valcncin, y ticnc..• n mucho bng~zo; <"1 Ihnou, u•
nh·jor uldo E~pnnn. Yinas no l1ay; y si por ncn.so se veo alg unos t'Atimo.\
<le ubas, tton <lo p:.rra. El melon y la s.'l ndil\ no pueden cornpari\rt"c con
Jos de Jo. l'cnín,ula. :m moniato ó boniato, unA de las clases de b:~tn t.-, •··•
igual al de _\lQingt\; pero no sabemos si hny nqul la ric.• batata :un:ullla
que se produce en el t.:nnino do aquellA ciudsd ; sin que JlOr e.b di:·'·
mos que no ~o puedan criar todas Jns clnscs conoeid:~s de e< te ..,tro"O tu-
bérculo. Nuestro ilustro botilnico D. 1\l:ui:mo Ln_~(\"e."', en :m llu!.'rad.o"
sobre las virloulcs tle las pla»>as, conlenid4S t>< tllibro cuarto ti·: 1-1. Jlgfl·
cultura "611CtlLl de a. A. de Ht-rrtra, asegura ((UO In. bat.'\t.:\ ( Ctuu·ol,;ulu.,t
baiatfl. Lin.) ca un;' planta originatl:\ d~ Jn hla dt.: Santo Doutior;o, tltJ
donclo so introdujo en Es)lañ:l.

(23) Ln Dija (Ei.>:a. a111eri~aM, ro¡,.•t; lli.ut Orcllana, J,in.; An •·


ú ; Alola..), 6 en (Ormino mrjic.1n0 AchioW, es un Rrbusto comun y f>i l·
Ycstre c11 to<ll\ la i•l• do Santo Domingo. E l fruto, llamado tmnbicn hij.. ,
aparece en ramil!clclf, yes un~vaiua AI!."' circul..'\r r ao,·."ld:'\, do color e\\•
t:\baco, ca....c.'\rn. :rucsa y aspera, y dentro muclt:\S simientes roj:ts, qu~·
s!rv..:n 1}.,''\tll teA ir los guisos de encamado, asl como en Esp.."\ña ~e cmpiC';l
el pimcnton. AI!,P"tloM vezes hemos ,·isto t:\mbi(!n en And..1lueia c.-oplc;lr
d Achiote en la ¡m:ltlrncion de cicrtO<I eui""los- Con las scmill~• dd
:1chiotc so hi\CC en \'nrio~ puntos de Amllricn un.'\ pasta que us3n par ~
<l:tr color ni chocolatcJ ñ la manteC:\1 y O. ott·os nt:'\njnrcs. Eo Inglu.tcrr:t
se nsn ptu-a lof1 ir lo~ quesos; los caribes Jo ompl<!nn p:1.ra dnr color U f¡,,
nl~ijns clo barro, y los indios lo clisuclvcu oo ncoit.u de Car:1.pac b Pai11H~
Christi, y ao frotan el cuca·po con el plr3 libmrso do lls picatluras oJo lut

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nr:nro .1 xmAr.. 39
tithd (24), es ou el uia considerado como una planta q n~
estorba í1 los labradores en sus débiles esfuetzos agrícolas.
El Jcnjibre, que fué traído de las l\lolucas, se encuen tm
igualmente en bastante cantidad, y se creyó que poseía
virtudes medicinales en los tiempos en que solo se empl cn-
ban las yerbas y medicamentos simplcs.- IIay otras plan-
tas de igual reputacion . .

REISO AxmAL.

En el reino an imal presenta Santo-Domingo un as-


pecto respetable, pero no ese t\specto de los g randes re-
baiios que podíamos esper-ar de las rclnciones de los pri-
meros colonos españoles. La parte española de la. isla
· ntOS((Uitos y otros insectos. Do este Mlmsto, CJ11CgcncJ·a!mentc d1\ do~co..
~~ch:ts: nl :1fio, se C!'ttrnc nn1\ lacn. nnu:r.rUl.a. attt-arnnjtula; y con sn corteza
jÍ".:\ y fl cc.•·liblc: se hnccn en Amtric:-. telas y CUI!J'da~. Se-~ua v:.h•eNe,
•. r•• umuy Util a esa a isl:1 en el si:; Jo XYl e l eoutcreio do Ja blja, y so hi·
cicrou de ella gr:ln~h:s plantaciOiu.::s."-de que quedan \"Cstijios.
(2 n T·:l cultivo th.'l ni'iil, CJUC tnu rnciHsiJDO ~cri:' r.n S:mto Domingo,
propo1·cionat' ia. grnndcs g-:ma nci.-s; en algunolt 1Jll11 tos de AmCt·ica <:s
1nny productlYo, y cou~·tituyc uno de los artículolt de CSliOrtneion .
.f~l Jcnjibrc, muy c:omun en <"St:\ islt"L, que p:u'eco no merecer el apr~i·>
d<'l i\Utor, :\l decir ql:C se creia. en otro tiempo que J'OSCii\ \·irtud<'& rucdi·
t·inBI~~. es UD:\ p!m;ta t·••n:nnc, origr 11:t.ria dü la lndin, que h:l !'>itto trans-
port:ula tdas eo.lonin!\ tropiC:\lCs de AtnCrica. Su 1'J\h~ es nn c~ítantc po-
dcro~o, muy us.:\clo como c.liaforOtico y diur~tico, on la medicina llllm:m::.
y ,·ct<:rina1'h PuC!<~ln <·n Yinr.grt•, ~o l:a .-ccomcndado contra lns cnrcrmc-
t!mlc! coutajio::t:t~ <ld -.::n.;:•lo m:-l~'ur; y al~DI\S H:r.es so lt..'\ m-:uJo como
mastic:.tOJio. Se 1' ·:1 11111dto como <'~pt."C:a: y hC contfta.-.En pcrfumcrla,
eutmcnla compr¡~.:cion dt·l poh·o d~ wu~elh.ta de Jn.; Jn,aas.
1~1 .J,ioujiJil ( .~ .1tnw.1;, tu·ü.'1.ltút:, Lin; Sf!!(l.,¡lfl de Oric,~k, f)ijilal de
Otie?tlr. ; Jilc...r;·ür,) c·s 1111a plantn hnnnl do Oriente. , c..uyo culth·o se ha
í'..stC'ncliflo hasta h .\llll·1·ica. E l :u;t.itCi<n.cado do In :<émiHa, s.o usa
entro los
t~l·icntith:M,Uc.sclí' l c~ol ic·mpos anti~1w... (•on-:o alimento, como mcdic.:uncnto,
~ como co-mt!ic'l; y h<j¡ mujen·~ de E.;:¡HO lo hebeu par::' ;td•luirir :.,'Urdur:t.,
qu(· t'~J el merito (h.•llrt·llo " '~~o a. tu:. (~··~de les musulm:mc:-s. .t:n Lcy:mte
sf' le mczcl:\ cou nl miclon r miel p;u, lmccr unns torl:1:1 que llaman c.alra.
r.u S:n1to-Domio go, en d onde Lay muy bt1en ~ouJolí , en Yarios puntos de
AmCI'k a, :u•l como en AndalucÍi\, :ro hace n unos dulceciilos con l:t dicha
siJUi(•ntc y m1c1 ele c:dlt\ muy subid¡~ de punto a l fuq; o. Se emplea t:un·
Liou ul oh·o.s confituros.
Si a.i~nn.'l \'N! tu·. icsc l:t isl.\ ele S.·mto Domingo l:t forlnn:l de quo per·
:lt~na,. l;mcntcndicla x como La Sagr:\ 1 P;.z y )lorfl'jcm, Pocy, La1.'orre, Mo-
rnlcs s ctro~ c¡u~ han c'crit<> a~í cl(l h\ Uistorin na.tnral como ele la rlora
Jla \'nncusc, se: O('npMon, con la de bida cst<:nsion, clu 1a Historia n:\l.ural do·
lllÍUie:ma y t\(' !"ll l?'lnr.\. de ~rgm·o lmll~ll'ian t-:ubrrula nt:\tcr:.\ pam prc·
s~:nl.1r t,rtnnd<'s ,1 .•, c•w t•:w e: 111·1 ~t.:o..:r !a cinu:Í;\.

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40 SANTO DOmNOO.
abunda en caballos, borricos, bueyes, vacas, ovejas, cabrae
y cerdos que se han propagado de una manera, que causa-
ba cierta especie de ad.miracion por parte de los antiguos
escritores sobre América. Oviedo dice que en 1535, cua-
renta. y tres años dcspues del descubrimiento de la isla,
las primeras vacas que so habiau traido de España, eran
ya tantas en número, que las mwcs volvian á Europa car-
gadas de cueros; y que 500 de ellas se habían matado á
l anzadas con el solo objeto de aproYecllar sus pieles, de-
jaudo tira<la la carne. El mismo autor se espresa de este
modo : "Y porque mejor se entienda esto ser así, digo,
que la. arrelde de carne vale dos maravedis, y una >aca
paridera. un castellano, y un carnero un real. Yo digo lo
que be visto en esto de los ganados, y yo -los he vendido
de mi hacienda en la villa de San Juan de la :.Uaguana á
este precio y méuos. De este ganado vacuno y de puer-
cos se ha hecho mucho ele ello salvaje."- Esa abundancia
y baratura no ecsiste hoy; pero á escepcion de las ovejas
que han desaparecido, no hay escnséz de Jos animales á n-
tes mencionados, y sus precios pueden calcularse á la mi-
taJ del valor que tienen las mismas carnes en este mer-
c;ttlo (Nueva York ). La carne fresca se vende en Santo
Domingo á ocho ccnitwos la libra (25); en el campo está

(2·)) Una libr:t do vac.~ so compro, clbclivameotc, por ocho centavo.•


ele l>CSO fucrl<', ó sean doee cUArtoS <le 1" monedl\ do feUon ; pero si esto
articulo no est.i c.~ro, porquo b:1y mns gnnlldo quo ei que puede ccosumir-
,o,cn rnzon i no estar su estraccion permitida por a.horn, no soecdo
lo mismo con otros. La c.1rnc que aqui se vende como do c.1rnero, es ge-
nernlmentc de cabra. Los cenlo.-. son de poc3 alzada r gonlurn : tocino
clcl pois no le b.~y. porque todl\ la p.1rte llf"l!" del puerco la derriten, r la
,-enden en botellas do poco mas de un cunrlillo al precio do medio duro ;
y L1 parte carnos.-.. ó m•t•cular !O vendo il 3 rs- vn. libr>. Así es que, 1"
tnanteca de puerco buen.. que SO hi\Jia, es estranjera, y se fendc il 7l rs.
,.n.libra.-Tocino cstranjcro. muehnsvc7.<l.S rancio y lll..'\lo, de5 ii G r:;. ro.
libra.- Un" botcll¡¡. del aceito m.s ordinario de Andalucla, 10 rs . vn.
Si so qUiere mejor, es dol>lemcnto cnro¡-quincconz:•s de pan do harina
ele trigo, 2 rs. "''-; y nsi de otro~ comestibles. En cuanto ñ que las g.1lll·
n:~ comunes estén al.mndn.ntcs y Uaratns,sct;uo el autor, bnstn. con d.c elr
t¡uc hoy cuesto;'\ una. ccl'ca do un duro, y 6 rs. vn. cuntro huevos, muchl\.IJ
\"ezes ¡>odridos. Si do !oscomostlblcs pM:unos ii otros artículos, 1• Cl\reo-
tl:< subo de punto.-Y "- fin de que lo• far-mociluticos do la Península um-
gao una idea de cómo anda por M& 1• t.1rifi• de los medicamento•, bMt:>
cou quo les digamos, que ¡>or un eoeimicnto do 2 dracmas de simiente do
1ino, medi.-.. onz.1 de harina, veinte gol3S de llludano y una libra de agua de
la mucha que aqul cae, b3n llevado ll\ friolera de e u a t ro duro s!!

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RECURSOS iUlNERALES. -OnO, PLATA, k.'TC. ·H
mas bnrnta. Los pavos, las gallinas de Guinea, las palo-
mas {26 d.) y las gallinas comunes estan abu¡Jdantes y
barntas. Al hablar de la presente escas(!z comparativa del
ganado, debe tenerse presente que no se ha puesto pro-
bablemente ning un cuidado para mejorar ó continuar la
cría, y que adornas ha habido una estmccion constante
' ¡mm. Cuba y Pueroo-Rico. No cabe dncln de que los co-
lonos pueden emplearse con lucro en la crin del ganado.

RECURSOS UINERALES.- 0no, PLAT,\ 1 litERRO,


COBRE, ÜARBON DE PlEDRA, ETC.

La isla de Santo-Domingo goza de m1a gran reputa-


P nr con!ti.;uicntc, Ja ,;d:t en 1.-L ciudn<l de S:mto-Dom.ingoJ :\l cscribir-
St' In pa·(\s••nl•: not.-, es mucbo mas C.1r:l que en la Hnb:m~ ; pues nl escan-
daloso aJ<JUi11•r fJIIC so tll•jtm pedir por una cnsucha l' Í<."jn y llena degotcra.s,
6 tm dc~r')r~·.•i;,hlc br•Jio de jcntc negra, se junt:m otros gMtos crecidos, itn-
pr\!~cindiUit'!f, «-lO t•ny,\ m•cc~ idad saben nprovcchm'80 desdo cJ tu•aro mer-
cader en trrtt,·sn h;\.,.t:\ el lll:\S r uin pulpero ó codicio:,o mcrc;tchifle.-
0 AUnl ) 11lUt tt.\l:; i ' IN,\'rA 1~:\i\tt;::)!

(ZG •l ) A1citarso en el t.c sto las palomas, no queremos d~jar de hablar


de la nl>un'l:ltwi" 'luo se ve ele ellas en cierra t:=pocn del nflo, •·s¡,ccht.lmcnt.c
dcstlo nhril ;, jt•lio. '.Codos los d i:\s, en estos meses, ~\ntes de :tooche-cer,
atr:tvics.ut ¡,or cr1cima de Ja C.1¡>U:\l nntltiiud do bnndn(lns de palomas
br:wí:UJ (tuu \'Ícau·n ücl 0-:~tc, y se dirijcunl Rste. Segun informes, l'icncn,
e.1si In J1t:~yor parw, •.le unas pcql.tCii:ts isla.~(, llamad:\.s LA 8 cnJ4 ~· Alto Vela>
pcl'tcnccit·nt. . ñ. c.•"-t-a pru\•incia ~spañola; por -cuyn c.1nsn so cnenc.ntrn l:t UJ.
tim:l de dirh~ i·l."b to•la eul>it:rta de una c•'P·" e,pc~'\ do gu:mo, y se dirijen
iiol-m p t}Ut•il,, ¡.. Ja, Jñ ... tantc frondos.1, distante n1edi:\ legu:\ do la costA Sud,
ll!\m:ub La & 'Na; y J)()r la mañana ;t( s:t1ir el sol, \'Ueh·en Q. ~sar del
Este nl 0\.-stt" No se crea que h.;ty CCS.'\je racion, p!\S.'\n ñ millares. \ rnlt'Ct-
de dice, habtan<lu de la Saonn. : cr La copia de tns :wes, especialmente de
dos 6 tres gUncro" de (miomas, es iucrciblo si no so \'C. u De estas se ma-
tan buena N\n tidad <'Stramnros de la ¡>oblacion. Cu:\ndo csti\n runs bn..
ratl\8, ' ' lllC un (J1\1"(1e 14 ñ 15 cuartos. Hny oc:1sioncs en que 1:' carne da
dichas p:llomn~ eslil :' lgo atuarga; y es po1·quo comen J:\ simiente ;\cr~y
gomos~ cjol Al1~c (Cordia calloceoca), iu·bol silvost•·c y muy comun en
todns eslns isln•.
En cunnt6 Ugn11iuns llamadas <le Ouiocn, lns hay en tnntn ;1bund:mcia
en el interior de In isla, que and;m en bnndad:1s numC"roMs. Hny t.nmbicn
varias c~pccics do t6rtoJ:1s. En Lo8 Llanos hay muchos iumdc.s, iu1Sa1't!.~t y
patO$. Los f'hi.s:m(!8 y fl:nncneos nndan i~nnlm<'utc en trop~u~:, y so cncueu ..
trnn en toda:i partes, ¡nincipalmcnte ü orillRs de los 1·ios y Jnguuns. l!n fiu,
la abundnnci• de<:otora·ns ~- pericos es 1\Sombrosn ; y l•nto do t?das est."
a\'éi como de otras infinit:lS¡ que no se nombl1\n, ~$it:- todo este p:lis cnter:\·
mente cubierto; pues no habiendo pobiACion ni quien IM pea-siga, pro-
ereao prodijios.,menlc.

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4 "! S,\ ~TO DOll!XCO.

c ion por sus recursos minerales (2G) . . Y á la verdad, si


hemos de dttr crédito á las relaciones un iversales de los
"~critores~tocante á este punto rlesde los primeros tiempos
hastr. nuestros días, nos ofrece el aspecto de otra. Culifor-
uia. Sin embargo, uo tengo seguridad de que estos nlieien-
tcs sca.n los mus á propósito pant atraer ft la mejor clase
rl e i11migrantes ; y adcmas, como no quiero que se me ha-
ga responsab le de cualquiera ecsajerncion que pudiera
haber en este particular , me contentaré con presentar
a lgunos breves cstractos de los principales escritores que
úntes he meneionado.
Val verde dice que la natural eza se ha mostrado tan
pr6dig;;. en los productos minernles de In isla como en los
vejeta les; pero nflade con mucho acierto, que es imposi-
ble dar razon de todos, é indicar sus Ju,.a res, porqua mu-
chos no se ban t!esculYicrto, y aun se perdirlo la' me- ha
moria, de otros qne se trftbnjaban al principio. L•~ isla tie-
ne tod:wia tierras y bosques por donde solo ha u peno.ltrado
monteros y jentc fi1gitiva; y puede decirse que hay mon-
taflns qnejama~ han sido p isadas de plnnht hunH\IItl._
E l reino 1uineral de Santo Domi11g-o tiei•C mucJ1a
ann logia con el del antiguo :Hundo. Hay minas de hierro,
cobr~ y plomo, pero las hay igualment e de oro, plata y
piedras preciosas, y hasta de awgue (27); y en esto tam-
(2G) El autor de TAe Gol<t Fiel<!• •f Sanln-Do•.•ingo, dico Mbrc
c.gtepuutn: "A[Wnns es crciblo que tnugruudo t'llLUC.Za, y C!ipceialmento
riqucí'a min ;ra!, vor otra parte tau tiicil dt- con.Jt•:nir, pudicso ha.Ocr J>er-
m~ne-eiflo 1. r mnchos ai\<M, r ea~i d ·nt!'O tle )ncc nrr;\balcs de nucstr:t.S
grantl•·s ciudades comcrcial~.:.s, siu e"drar al m:·no~ In codic:a, ynquc no la.
cm¡H•c .,, d~l Y:mkcc. Lns iouwnJiO.'i ··~cm-so:; min(lnl.h:s y dcp6-it?s, csca·
snmeulc Locadf>:; 6 prcwisto& por lo~ pl'imcro::; csp:\í10h!~, aunquu estos sa-
(":li"OU millones en o1-o, son :thoa·~\ casi una tradicio:1 o1Yidad;.t."
(2i) Jln !3 p>rt~ Nort.e de 1" elu<lad ele S:mt.o-Domingo, y en un pnra-
jc (1110 Jlamnn In C\\Ctit:\. del ,.¡(lrio, lmy un:\ c:ua tucdio :•rruinadA; C$ tra-
fliciun con:stantc, quo tiempre que ba habido tcrn!ruoto, lun Mlido glC).
Jmli!IO'' de- :\7.( ~ nc por lns grictnR Ue aquel sola1·
J•:t histori;,cJor Vnlvcrrle dice, que t.ll azogue so CJ\Cnenb·;t en much~s
]':arh·"', Jn im:ipalmcuto en el l'•HJllO ;\ni La, jurisdiccion de Bl\nli:tf,"', y
lalll\Jkn ~poca dis1nncio' fle b~ minAs del Cib:lo; y que en el dit~trito tle
S.·mto Doloine-o, l,., . . :uto el rio Jai:m, por el c,_,mioo q .6 Y:\ a San Crist6val,
it mnno clcrcch<l, rn el sitio que U:uuao Valscquillo, hay una sierra ¡,ciad:\
c,;n mincrnl d,· a:w;u{•.
T4o que acabnmo:; de rl~cir, poch a ser mas 6 ménos cierto¡ pero de la
Ycrdad el u lo que ahora dir(.rnl)s, puedo cu:\lquiern ccrcioró\r:~o muy fi\cil~·
mente. En el JUC.O.i th~ mny" de eMe :,no 1862, se l>riucipió a hacer una es-

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RECl"R~OS ~!I~ERAl.l·:~.-oRO, PLA1',\ 1 ETC. 43
'bien la isla es verdauoramentc superior á muchas otras.
Fhblando del pa.is en la vecindnd do La, Vega y del
Cotny, clice Valvurdc : "El pueblo del Cotuy, c¡ue est(i.
mas arriba hflcia el No1'lo, se llamó aotig uamcllte de los
Mineros, porque en su territorio hay, y se trabajaban eu-
tónces, muchas y ricas minas de oro. En In sierra que lla-
uum de iUaimon, por un arroyo de este nombre, se ha la-
brado en nuestros días, una abundantisima do cobre
tan escelente, que se asegu ra tener ocho por ciento de
oro, reíinando el metal. " Y 1\foreau nli:Jdo, que des-
rlc el afio 1J20 que empezaron á escn~car los brazos,
so dejarou abandona.dttS las minas del Uot uy, nsi como
Jas de Buena nn1tura..
Ocho aúos dll><pues de su fundacion, La Vcga cm
ya una. ciu l:u.l !le Íl•lportaucia.. Algm~as vezcs, durante
el aiio, s ;...;uüuban doscientos cincuenta mil duro~.
Bste oro cm parte de los productos dt los minas del
Cibao ( .:!~~), en una época eo que la metalurgia no
había nlt:anz,u!Q gran pt:rfcccioo, y por coosiguiente,
en que la pti;·dllitl onl. csccsiva. Las personns empleadas
en esta operacion robahan tnml!ien mucho oro, no con-
tando el yuc i h;.~ C'tl gra nos ó eu lúmhlns, sino solo
el qu e il;a en barra~.
El t,•rritorio ele Santiago es muy fértil co minas. En
pria~er luga r, el rio V<Jrde arrastra pepitas de oro en-
tre sus a•enas; y á u u lado suyo babia. una mina. de
oro cuyQ filon principal tenia tres pulgadas de circun-
ferencia, muy puro y sin me~cla con otm mn.tcria. An-
tiguamente lo. ciutlad de Santiago de los Cul!alleros es-
<;avadoo para un comun, en el p~ti o de 1n carcel que cst~\ dentro del C\l:t.r..
tcl do ln 1•'uerza, ñ. la h~tiUt<:rd:~ do dicho patioJ y en el rinC(IU que da ~'
l:\ murnJI:~ i omedi:&t."' :ll rio 07.atU:\. EsL.i.ndose pr:lcticantl'> dicha osea..
Y:\CiooJ b1·ot6 un chorrodcnY.oguc, del cual se llenó \111.\ húh:JJif;'J que l:1.
con!!Crl'6 el que era y es todn•·ia "'"''ide de" la cilreel Don J ose M. Cig~ran ;
¡tero ñ consecuenci:\ do ),, ret.cntinn nl3rt-h.:\ p..1.ra S.-..m:m~ de lo3 soldfldOS
•tUl· se ocup.:tb"'ln cu !'\quclln r.,cnl\ 1 1'-C ecltaron en el hf'yo unos tr:a¡)OS. Ee
fl•rrat~icuó, yen este I.!Sl;ado ptt1Danccc. r ercmos ti hay quien se ttprof't!-
t·hc tlc esta intcrcs.'lnto noti<:i:l.
(28) S1s"', en la :mtigua lo ngu;~ dccs{:\S isl.'ls, signiOcnU:t Ufl:\ piedr:l ,
nn pcfiasco. Es probable quu J o~ indigcnas de ITaití Oirinn Sibc'o p:wa cs-
pr..:-s~'r uoagran reunion ele piodrfl!i, wootc~ O monf:,fht.."' ; y que cou c:,t:\ (ti-
Lima YOZ, hoy Cihatt, <lcmomiun.rinu la gran oordillcm CJilC corro de (Jri~n­
tc a Occidente clesdc Snmnuil ¡, ~lontc-Cristi.

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44 SA~TO DO:UI~GO .

taba poblada casi toda de plateros , cuya circunsta ncia


basta para probar h~ abundan cia de las minas.
"Las arenas del Yaque tambien cshín mezcladas con
oro; y segun :i\Jr. Buttet, se encontró en 1708 un gra·
110 de este metal que pesaba nueve onzas. Casi
todos
los rios q uc caen por ambos lados del Yaque arras-
trun oro de las moutniias, que cstiln hasta ahora npé·
nas conocillas. Doce leguas a 1 Sud de Santiago , en las
cu.iiadas del obispo y las Piedms huy minas de plata.
.Al Oest4l, 011 el clistrito l lamado 1'nnci, la abundan -
cia de estas miuas hizo que ·se mjrascn aquellos canto-
nes como un segundo Potosi. Ultimam ente, en Yúsica,
;'i doce leguas de Santiago , en las orillas del rio, hay
un cerro pequefio que abunll1~ en plata."
Tambien hay cobre en el territorio de Santiago , y
azogue (1 1:~ cabe7.n. del rio Ynque. Eu !a region mas
allií. del l\Innicl todo parece indicar la presencia de mi-
Juls de oro; y arenas de oro se veu en las aguas de
cada. riachuelo.
"Entre los rios Nisao y Jaina. hay una esteusa y fér-
til llanura que fué en uu principio unn. fuen te ab un-
dante de rit¡ucza para los colonos. La cantidad de oro
que se sacó de sus cavidade s, con su azúcar, cacao y
aiiil, pagaban mas derechos que los que hoy paga toda
Ja, parte cspaiiola do la isla. En las oril las del Jaina,
cerca de Guayaba l, hay una ri ca mina de platn., que
se empezó á labrar antiguam ente, y fué abandon ada á
consecue ncia de haber sido muertos en ella die:.~ y ocho
negros por un derru mbamien to da tierra. En IJl mismo
rio, cerco, de Buenave ntura, se encontró el [;1m oso pe-
dazo de oro de que hablan los escritores españole s, y
en particula r Oviedo, que dice pesaba 3600 duros, sin men-
t:u· otros pedazos que eran cambien Hotahles por sus
llimensioncs. E l oro encontrado aqui y cerca del Bonao
es muy lino." Valvcrde dice que en el Contraste de la
Corte pregunta ron el aüo 17G4, de donde era el oro de
unus hebillas que se ll10>varon á pesar; y asegurar on
que jamás lo habían visto tan cscelente ( 29) .
~'9) En Jns orillns del Jain~, y ce~' do! paraje que Jlom>n S>ni> Ros>,
hcuws v~io 1 n(llt¡,ce runcho, unos Uliscrnl>Jcs Oojíos1 habitados por uuos

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IH;CI;RSOS )!Jl!\EitAT,ES.-OR01 l'LAT.\ 1 ETC. 4.".)
E l historiador Herrera dice que se hacian cada afio
cuatro fundiciones de oro, dos en el pueblo de Bue-
ua Ventura, fL ocho leguas de la Capital {30), donde
sr fundía el de las minas nue\•as y \'iejas de aquel con-
t~mo; y dos en la ciudad de La Vega, á donde !e
llevaba el de sus inmediaciones: que en la Buena Ventu1a
:se fundían cada afio de 2~5,000 a 230,000 .pesos en oro;
y que las fundiciones de La Vega eran de 230,000 y
algunas 'veces llegaban á 210,000; de suei-te que rendía
la isla anualmente 4GO,OOO pesos en oro. Q,·iedo ase-
gura que el derecho real del quinto producía anmLimen-
te seis millones de duros al tesoro tle la nacion. Otros
autores dicen que uscendia á cinco lllil lones.
El autor de 7'1tc Gold Ficúls of Santo .Domi11go, que
parece haber estudiado esta materia con bastante de-
teucion, dice: "Si ecsnmiuamos todas las historias ecsis·
ten tes de la colonia, durante sus aí'ios ele prosperidad
minera, y consideramos atentamente los c¡~racteres geo-
lógicos y topográficos do la isla, no pueden ménos de
Jla,maruos en gran manera la atenciou, al considerar que
la isln de Sa11to Domingo es un inmc11so campo tlc cYro de
m1. estrrm.o cí otro. Apónas hay un Jistrito ele alguna. es-
tensíou, ó una mont;uia de alguun magnitud en donde
no se llaya encoutrado y no se cncueotre oro; y muy
l~jos •de haberse ogotndo sus recttrsos auríferos por los
espaüolcs, npénns so han empezado á desarrollar. El
miuc10 de Californin. que pasusc hoy por esas minas,
las haria aCJISO producía· tun to como produjeron en un
princi pio por su poco inteligente preJecesor ( 31 )."
pobres n~-.gto! que no.utijcron so ocnp:tU:m :llgun:ls ,-ezes N t 1;\\'ar las are .
uas del ric, t\!Utah:nUo ..¡.. ti~m1•o en ti.!tu\)O alc,runa.s J)nrl.icui.;LS auríferas
(ft\C l!e.v:ll.Mu a t·cncl:!r:. :).m Cri~1Ú\':\l ú a In C<&t)ital. y ayudaVan a. su sub-
;'!,iEtcocia con t!'\Lt lucrotth·.t gr+lnj..:t·t, , ·
(:JO) A l .:oiorlc do 1~ ciu•l••l d,• Sanlo-DoJUiu¡;o, r como ñ ,. d ist:meia
ti<' ltu>l~ ocho h.:; a.ts, ~re;\ ~.tcl ¡,uciJ!o del Bon:lo, cesh.tcn todaxi:a. algunas
ruina' d.; l.l..-, minas d~ la lluen:L\fcutura, ú ~a de la Zct:l en que se Lla-
ciau J;b tn ',ld•.m:4 l:t~ ;LCIIi\1ciOill.;:i,
(:11) l'a1-n •1 ,: u u:' ¡u u h.1 dv Jo, mnclms recursos auñreros de esta isla,
''amoc¡ a rn.•n:r~'itar lo c¡ut! UI')J :lC:ll.M Ue h!E:rirun ciUri;o conocido nut.-stro.
.En unn al·lAii.t~·l:l, curu U•JO\brc no r,·conlamosJ !>itw,da cutr~ Jos pueblos t.lc
~"n Crist6\·,•l y B tnÍ. y (·n 1.,'4 in m~;•liacionc.s del Ni&'lo, c~i~tc uu negro
Yit•jo, c¡uo dic\ln IJ¡\mar"(\ P.il.;iro, el cu~\l p.ucce no ticue nulS JUcdiOs ele
~ttlJSi~t-'DCia <tUC los t{UC h.• v rot•Orciun.m IHb CSCllr'$ÍUU\::, lllillcl'as.

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46 SANTO DOM!XfH),

Hay Ullll region cobriza IJUO principi<~ dcstleel Jo.iua.


como ;t In. disto.ncia de 1lie~ leguas d~ b capitn.l, y
cstendióndose al Oeste , c¡uc se dice promete tanto como
los distritos cobriu.Js del Sud de la isla de Coba ( :J2 ).
U na. parte de esta region se está csplotando con pro~·ccho,
segun me han informado, llOr una compaüia inglesa,
bajo la. direccion del coro ni!! T . 1:~. Henekcn, pe•-sonn
muy conocida~ y de muy buena repu tncion en ~1 pa!~.
Con respecto á las minas do carbon de piedra en la~
orillas de la babia de Sa1n~tná., de las que tanto hemos
oido hablar, he leido una relncion en el Couricr des Et,t-
tas Uni,s, de 18 de febrero último, que es como sigue:
" SCl han descubierto inmensos criaderos de carbon
de piedra en la bahia ele Samaná; y el Brigndicr Hn-
ceta., que fub enviado pMa ccsaminnrlos, refiere que
son incalculables los productos que clilrán estas minas.
El carbon se halla cerca de la superficie, y puede cs-
plotarse fácilm~ute y á p:> mlo costa. L·\ analogía que
presentan esos dcpó~itos cun las famosas mio:1s iuglc-
sas de Cttrl!ill', se diue que es estrno rdinaria. E l vapor
H ernan Cortés h:~ embarcado umL porcion d~ este car-
bon, y dice su comandante que es el mejo r que ha
probado hustn. nhora." ( 33 ).

Segun rcl:teion d\!J ucgro, lueg.> qno so ll:llla :l¡:mr:\'lo dJ racursoc,


moot.:' en nua b ··.--t..:zuela, y se f\irij; ñ. un parft.jc q'ae Ul ~f:l.mcntc S.'lbe., y
cojicndu nntlS (>JJI'li.SC03, so \'nelvf', loi ven tu y "'! re m_, lia. 3í;LS oo sien·
do posihlo tlar con el par:ljc it. q uu so di ri.jo, porq uo tiene buen cuidad u
de hacerlo de nocho, y de espiar Si lo siguun 1 para i.lc:soricnt:\r ñ. los CO·
dicio:.~os ¡ le 1t:u1 hecho vnri:'~ ofurt:u~ á nn de quo lo d•JScubr;t, mcclilull<+
una crccicl:\ g'l'l\ tific.acion. A to<lns su ha ncg.ulu ¡ C\Hlcluyendo por decir
}\l pro:;bíto:·o (JUG nos rolll!J'C e l caso, qne solo l'JO lo dc~eubl'iria en ol t\I'H·
cuJo do Ja mucrt.o. Jl-ttJ mismo l>rcsbiltJl'O HO:i h ;' m.mif~.:St;tdo, hab~Jr da,Jo
a l negto unl\ \'OZ ocho dw-os y o tri\ cn:llro por los J)Cda~i lOS de mine!'~,) de
oro que lo llcv6;. vender.
(32) Ecshlt.c en rn.-eto, la rcgion cobri7.:l <'O el p:u;tje que m·uco' •\1
~ntor, y so dedn~ de las rel:\eit.me:! d!' Val~\!r.l'l. ~·) h:t.... nnchf.' ticm¡~t
que atr:u..cs."Lndo un hombre por Ull.:\ caii:vl." eutM :3 t'l CristÓ'::ll y· el ri()
Jai:la, eocontr6 un gran tror.o de unwi h"'·~ lib~.,~ clu c·,br.: O'tth·o, b!\'IJt:\nt'
O<:Sidndo, que t-enemos Cll flU1.itro p0..l1•r, t!l CU,,J IJ~)"' ' t rv:-tni\ C:lt.i. m;"¡f .
1

f.·:-¡tamlo ser el producto de at;tm" fundicion C('1•' t1'lhri.'\ en ol p:\r:\jt" ~·••


d onde ilO h:\IIÓ ¡ pues l':t.ra vez Se ¡'m·~ent:\ Cl tn!lltH\ttcu el cst-.'\ÜO d l pun:·
z:t quo ti on~ el c.'jOII1 plo.J• que mr:ncionauJ•J,-;.
(83) J~n esto hay fi•ll•' de vc!'dad. :-f·>soh·os hemos oído, sobr~ Clt<l

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ASPECTO POLIT!CO. 47
'l'ales son, en compendio, las ventajas materiales
mas patentes que presenta Santo-Domingo para llamar
la atencioo de los inmigrantes. Si se hubiera de haber
dado una relacioo mas estensa, habri:1 sido necesario
un grueso volúmen; pero creo que be dicho lo bastante
parn demostrar que el campo es en gran manera fértil
(o invi tador .


Ve:tmos ahora cuales son los alicientes <le una
naturaleza directa y especial que se ofrecen po1· el pue-
blo y el Gobierno. Habiendo esperimentuflO el pueblo
dominicano varias formas dP. gobiemo llcstle su sepam-
cion de la madre p:itria en 1795, y, por varias causas,
no hnbiemlo prosperado bajo ninguna, el 18 de marzo
de lSG r ·;olviú voluntariamente al dominio de Espraia.
En sus ensayos de república, parte ú consecuencia de

Pnuto, 1:~ n piniou riel Sr. Enlate, comandante <llll Y:• por citado, quien ma ..
11
ifoHl6, quu..:l l':ti'I.,HJII qtio ~e IMbia probado, CJ',' \ lm cno ,)nicnmcut.e par::L
nllmonlal' btJ fntf;'lt:\~: que luego que so f\tc!40 pl'OfUIIdi.z:u.~clo, se cnc('mtra-
ria Uu lnl~l)l' t ' ,lli•t:t l ¡ pu ·s el ({UC se habia cs tr;1ldo or1' d" la ~mpcrficio, ~~
l!() H•nl1t fn•-·rt.l pw· ··~~ ~r ba,lnnto lM'ado. A.sllo eruhuos, y no:; lo hi\U
ns~gnratlo p Nt' :J<-IS i. telijcutcs.
Como ¡>J'ncb·, do fJU é ~ ··1e&tr:tnjf'l-ro se Cl')11f)o('C c:l mi'; a•ito cln la babt~
do S.'\IIU\ n \ 1 y ' "f·~·'-''<'•;·-"~ !o::: cr~:tlll'rc•~ de c•M ih m d o Mt~ Ítlntcdiacionl s ,
\' :UUOi A l'l\:!S.4 dt~•r UU • • u > h~--~~mc 1:),¡ l~J .lp.:,rc·ciÓ CO un ptri6di~o
ingl~, t n L"udre~, y 1.\ .·~;a.,dnj > t•n !oj ~~~ulu:4 U·•i•lo.:~ el Otrg/i. S ilt'! ,
110:1. comn•JiC"~tCi\)n :-.· h:i,·a ~ ia is:., tlo S.-..u.TI.6rn:.<t y {i. In~ de!wcotaj~
do q uo (.'d:.":uun ....c oom •l dcj)Ósih> t,.•r.• el "~''r\'ic io d o los v:4()Qrc~J corn:v-s.
Lh.·~¡m' -i ·!e al•um.t~ liet.:t:t~ id<'as, se d ice ns i:
•·Xo oi· :tan te , al p:~:o qn~J se h<'u p!"Cs('nfa(lo c:iert~ ht'cbos on apoyo
ele la O¡)ia[ 0 1 t¡ HC rth .)r:' E"St:i. t;;l.:lf g-•u ;:r.tllill'lltO t \.lcibidll1 ri.!!})CCtO {\
San-'l'hll m:\..,, l)iJCOa se !J,ta <l:..•ciJ.;\io t\ tuCJoh·il· <h.:tenitl:uu~uL.; las C:UI$:\~
t1ue, h:,.,t:' cierto ,•unto, ( . igiuao !as d~Jsvcnt~lj¡t~ fllh) eou taot•' ec.s:\<:-
titnd tiO hnn a h•.;,,do para atacar a1¡w.!ll:t locuHUn.d.
.\ho•·~~ cfi nN~""':u io q1te el ~l1blieo en gcuorn.l, y cu cspccio.l aquellos
11

it qnit:UCK el a:<1mto import:\ mas dil·cct" y J'lli'SHJlnlmontc, JU) sO clcjc.m


llcvnr do ht:J \'nrias iudicacioues hcclms )Jt\1'.~ l'<'~pondcr ~\ cst~ irupor-
1;mt~ t)rCb unt:\: ~¡ :,e ab'lnclvoa ú San-'l'ltómns Lqnú otro centro puede
cst:,Ult'CCr:ic (JUU ll\:IS COI.H'Cug~t 1 Muchos!> lr.'ljCIS IHICdCU olcjil'SC ml!jOres 1
ptro aicmpn• contienen en si manificst:\.s dC::i\'Cau,jns.
"Doi tmuto, h:~y de lot mayor importilnci~ CJUO l1Cbcn eom~idcr:trsc :\l
proponer uo c3tuUio conveniente, y son : una mcjnr:t h~o el punto de T'iM:~.
:-;\nitnrio, y una disminucion de ~-astos para :t.b.'\!t.cccr de e:'rbon i\ J~ l.m-

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4S SANTO DOMINGO .

su posicton aislada, y parte á causa de su inherent e


debilidad, no consiguieron establece r un gobierno eficaz
en el pnf~, y respetad o en el estranjero. Pocos en nú-
mero, pues no llegan á 160,000 almas en su totalidad
( 34 ), esparcidos en un territorio de mas de 20,000 mi -

qucs. Esto 8u¡mcsto, hJ\n nfirmado los módicos <¡ uc ademM do b n•tmal
y dcsflwot·nb lu situncion, los ·graodes acopios de carbon do picdt·a dcpo,i-
tildos en cl!llucllo de San -'Xh6mas, son muy pcrnici(Psos :\ J:\ salud, y :t.yu.
dtlD considCrr\blcmcote a los estr¡tgos de la fiebro :UU;lrilla. Do modo que,
la posibilidod de baocr des.,parecer t3n gigant.:scus de¡>ositos do carbon
de piedr:\ 1mo parece seria aJt:..mento bcneficioll:\1 no solo por la rnzou
nntedich¡,, a~ino [>Orqno estA en el intorCs es¡lccilll ele los ncoíonista.s do
J::\. rOi\l compaflla de l.mqnos correos, puesto que ciertamcnt<i hul>ria un
grande •horro pocuniJ\rio.
· "Si so nos ¡>regunlilrA do quo modo podri:t cr<ctu~,..o este c.•mbio
''cntajoso, rc:-])onderi:unos sirupletnento ll::lm;tndo l;:-. atcneion sobre la
gran b:\hla do l:)am:mñ, en d cstremo oricntal,dc In ¡.,]a de S:mto-Domiogo,
a
C:tpnz do resguardar con sc¡;midnd todos los bu~ucs del mundo. La ¡>C·
ninsula do Sanu\ni'i., quo ln prOt<'j C pOI' la t>.'lrto Nurt.c, ahwl,dl! en. 1·iqui-
sim.os dzpiJ1i.loJ tk carbmt. tic pit:d1·a ¡ y r•or los rcconocimienios que se h:m
ltocbo, pueden doscnurin<c ti los óO mimos clu la ¡>l:1y~. Adcmas de lo
dicho, l:l:l c(•rc::tnb;;; de S:uuana ;1.bund:m en productos :tgricol:\..,, y por tan-
to, Ofi'CCCrian I)Uill:\ f:,cilidatl p~lfl\ Cf :'\lt.:t.Stccimi cnto de Jos Y;tpOtCS Uprn-
CiOS cómodos, miCnLraj c¡uc cu Sau-'J.'hóma.s Jos nrtlculos nlimcntlcioR
puede clecirsu proceden de las islas \'CCiu:ls." H11st:o aq ul el pcri6dico
inglt:s.
De los e•ludios hechos sobre la localid:ld de s.,mnna por un gcro :~mi­
go nuest:o, "'su ita, c¡t.o cst.,blecida ¡,. poblacion en ¡>amic distinto y
con mcjm·cs cou~Jicimu!& higiénic:.s, no tendría la funesta hnu,lubl'idnd
a
que ni P>'<'SCII I.o. Ucedifíquose, pues, Sarunn~ en otro punto, cosa que
a
no es ¡,111 tlifi\:11 ni tan COStOsa COIU'> pOdril parecer ai¡¡tiiiO; CSt"blezcaso
aiU un :\Stiltero, csplótcn<O >quellos criaderos de c:orbon, ilbraso un puerU>
fmnco ñ tod .~s I:LS naciones; y con scgurid:ld, In ~ rla de los mares do
Occiclcntu llc¡;:lra pronto al grado de e•plendor ti c1ue la tiene destinada
)a P•·ovidcncia.
(34) En una no\J\ que Sir R. Schomburg k pone en su R tstfla de lo.!
'Pri?Kipales 1'111YI8s t¡ 'PMIII8s de 4Jid4jc de 14 eosla de 14 R tpÍlbtw. domi-
nicana (1861), dice nsí : ".Ele tomado recienteme nte el plnno do 13 ciudad
de Santo-Domingo, y con~1ndo cuidndosamcutc lns casas, he encontrado
l,GOO ,v h,icndns ; y Hu poniendo quo vh'~m seis por~on:ls en Clldn. una, dnrl:"
110 nUmero do 9,000 almM: pero sincml..lnrgo, es muy prob:"blo que su
11
poblacjon csecda de 11,000 almas.
Hoy ha aumentado la poblacion en la isl"• pero siempre hay una gran
•lirerencia con la de¿l:~ ¡10quc!la. república \'Ccina, f¡uc asciendo ii GOO,OOO
:.thnn.s. La cn¡)ital de S:mto-l>omingo, la plus ancü:mu viUe cu·ropCem1<
d'A.ntt riquc, como la Jlamt\ l\l~d t.e Dnm, que en un tiempo contcnia 25,000
haiJUantcs, tcodri ahora ese:l~uncnte unos lrecc mil, al pASo (¡ue en
Por~·au-Priuoc, capital <le Haitl, 11'' 5.'11 de 30,000.
Mr. Mot-e:m de Sain~·Méry, cít•do en la ¡ltljio• 15 de este Discurso,
¡tuulic6 en f'iladclfi• el :<flo 1798, uun Des<ription topugrapAiquc, physi-

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ASPECTO POLJl'lCO. 49
llas cuadradas, sin caminos ni vias postales, completa-
mente ignorantes de varias invenciones mecánicas para
Htcilitnr la labor en las tierras y aumentar el capital; se
vieron no tan solo despreciados, sino cspu~'stos en tollo
momento á ser t ratados con afrentas é inj urias, que nc.
podinn venrrnr. R abian vuelto, en verdad, ú nn estad(•
muy pareci~o á la condicion patrihrcal en q uc Colon <'11-
cont ró á sus antepasados ; pero habinn adquirido aspirn-
ciooes -que no les permitían estar contentos. Buscaro11.
p or tanto, un ausilio en el estrru1jero : tcllllicron sus bra-
zos implorándolo de las grandes potencias de Europa r
América; pero solo de la madre patna recibieron una sin•-
qu.t, cioile, politiguc, d 4i.slorú¡u de 14¡14rlit frn-;aiv dt Sainl·Dttmin;r1lc,
quo contiene d3.tos curiosos e inte~'\nte~.
Segun t i, 1~ superficie total de la isla es de 62,000 lrguM eu><lrada,.
do laa cuales, como una tercera parte forma el territorio boy baiti>no. h1.
dicbo afiO 178\l,la poblaCiOU de la parte francesa OSCI'lldia (1 620,000 imlJi.
tantcs, clasiOcndos de esta manera : 40,000 blancos, :!8,000 llbcrtO$ 6 dc•-
ccndientcs do libertos, 452,000 esclaYos ; Jo cual dabn tillA propMeion el,.
cot·ca de 12 esclavos por u n blanco, y do 2GO ind ividuos por l<'gua cn;~<lr•·
da; mi~nt1·as que co la pArte española , dol.llcmcuto ml\yor, nHtS antigu:t.~
mento llnbitndn, mas rica en ,·aHes y mejor rcg:ula1 uo ten in pl'oporcion:tl-
mcnto si uo una.6. ~ pal'te do esta poblucion, es Ut.:cir1 como unos '13 huli~
'i<luos por legua cuadrad;•.
En nquel tiempo , segun el mismo Mm-cnu, l"bi11 en la p-'l't~ francr<.,
i93 ingenios do nzucar , 350 afiilcrlas, 780 :llgodon:~lcs, au i cafetale,,
182 guildi,ros ó alambiques p:n-a destilar tofia, 6 I)C:\ ngunrdicntc ele cañ:~~
2G hornos do ladrillos y tejas, 6 tenerías, 3i0 hornos M cal y 29 ollori:t'
Independientemente de los granos, frutos y rni>.C$ f.•rinuccas que cul·
tivabno, nilado el dicho nutor, teni.\n adcm" 40 mil caballos, .:;o mil mct·
lns, y 200 mil bueyes, cameros, cnbrns y 1mercos.
Pnreel<ndonos que babia alguna ec:s.'\jer;•cion en los g>t~rismos nnt• -
riorcs, J>Or cu.>nto no posee Haití la 3."' p.'l"le de tiert:\ lnbrantía de t<>oi:-.
L• isla, nos hemos procurado algunos datos ,·erldicos, y do ellos resuh~.
que al tiem)>O d o la emaneipacioo de dicho pueblo hnhin en ill 113 ingcn:r.-,
220 cMcL•les, 115 alambiques, 600 mil cAbezos do tod~ elMo de gnn:~do, y
800 mil negros. Hoy tiene casi que imJ>OrtAr todo el n1.ncnr ¡:or:t .,, con-
sumo; ~ns C.'\ fetAles son Jos mismos, pero no cst:m t:m cuítln<los como .jtt.
tes, sus alambiques no pasan de 40, y su pobJnciou, con 1., inmig r:tcifnt!c
los negros libertos de los EsL,dos Unidos, ascenderá ñ COO mil almas.
De lo dicho se infieJ-c, que Hai tl era mas rico •in tes de In cmancit"•·
cion do lnjentc d e color. :Esto no obstante, sus ndu;mas lWOduccn "'"'"1·
mento d o dos y medio il tres millones de d uros.
Nada ¡1odcmos d ecir do 1" octual renta do 1> parte cspal!oln do esia
isla, porque no nos ha sido)>Osibla adquirir datos tldedignos sobre In m•·
tcrin, ni sobro el verdadero censo de poblncion y riquc1.a tcrritorinl.
En une. de las noL"\S anteriores, pag. 20, hemos dicho quo la )>Obl:ldon
de¡,. isla de Cuba Mccnderi" a 1.100,000 bobitnntcs; ahor;\ mejor infonua.
m~dos, debemos IW\oifcstar que, se¡;un el 61timo censo, ascienden a
1.300,630 almas.

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:)0 SAXTO DOlllNOO.
pática respuesta. Es cierto que babia una especie} de
~emi-reconocimiento de la Rep(ablica dominicana por par-
te de Francia, I nglaterra y los Estados Unidos; pero se
aprovechaba pri ncipalmente pura bacur efectiYo el cobro
de ciertas reclamaciones de un carácter bast~nte cues-
tionable. Siempre miraron á la g ran República del Nor-
to como ú su natuml ·amiga y protectora ; pero nunca
hemos estado nosotros del tollo dispuestos á sostener nues-
tras cdtisonantcs profesiones de principios, y hemos con-
tinuado t ratándolos con f¡.jaldnd . No habían olvidado ú
Espaiia : Yeian por todas parles las estupendas ruinas de
las ciudades que esta. babia construido : la tradicion les
recordaba la manera sorprendente con que los buques de
aquella habían abordado á sus costas, ú importado á ellas
las artes, las ciencias y las amenidades socia les de la ci-
\·ilizacion. Llenáronse de orgullo por sus atre•·idas aven-
tur~~ y brillantísimas haznaias: habian oiclo dcci!·, como lo
hemos oído nosotros con vivo place r, que In. Espnñt\ de
hoy y su Gobierno eran muy diferentes qu e eu el siglo
X VI. Habían oido hablar de sus caminos de la ierro y
uuques de vapor, del incremento de su educacion popular,
de la anu lacion de sus antiguas leyes restri ctivas so bre
el comercio y b inclustria; y que, fuerte en sus simpa-
tfas por la libertad civil, y con una. renta de 90 m illo-
nes de pesos anuales, estaba. reclamando un puesto entre
las primeras potencias de Europa; y solicitaron ser par-
tícipes de los beneficios de su política. liberal ú ilustrada.

E STI:IIULOS PAllA LA ÜOLONIZACION.

Con sentimientos muy naturales de orgullo ha. acep-


tado el cargo la jóven Espalia; y cualesquiern. que sea u
los ulteriores designios que puedt\ abrigar, al ménos ha
principiado bien . Conccdñmosln por esto todo el crédito
ii que se ha hecho acreedora. lla declarado abolida pam
siempre la esclav itud en toda la. isla, y amenaza. eou las
penas mas severas al que pueda sujcrir la. idea. de restable-
cer el antiguo sistema. ila declarado la perfecta igualdad

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ESTDIUr.os l'ARA LA COLONIZ,\CIO~. 51
lJolitica ue las razas, y se ha pronunciado enfáticamente
en favor ue la tolemtlcia religiosa. Ha _principiado á lim-
piar y reconstruir sus antiguas ruinas (34 d.), á abrir ca-
minos y establecer comunicaciones postales. Promete re- ·
Jucir los derechos de impot·tacion, y anular los de espor-
tacion. Está dispuesta á crear escuelas ptíblic.'ls: trata
tle establecer en la babia de Samaha un puerto franco i\
todM las unciones, y ha abierto sus puertas in,·itando :í
todos ií colonizar. Para ~:sto, y con la mira especial de
alentar la inmigracion de los Estados Unidos, ha declura-
do que los buques que vayan con colonos, serán admi-
tidos libres de todos los derechos, cualesquiera que sean ;
y que los utensilios y efectos de los inmigrantes, asi como
las herramientas, los instrumentos de labranza, toda es-
pecie de maquinaria, plnotas, semillas, animales doml's-
ticos, libros impresos y cnsns de madera que les perb.!oez-
can, no pal?twántlerccho alguno; y adcmns, ha couccdi.do
psceptuar del pugo de contribuciones directas, por espacio
de quince ailos, las tierras y los productos ele el la~, así las

(3-l d.) Ecsistcn, en erceto, en cstn cnpitnl tic Snnl().Doll\iugo, rniu,..<


bastantu ,·cncrablcs, do IRS cu:,1cs, nsl como de otros notabl<'S cditlciw.,
hemos hecho publicar en ViU'iO$ n(unoros del pori6dico ilustrado E1. l\h:sr.I.J
UNI\'ERf.JAr... (~bdrid), corrcspondicutcl:l alano pa:mdo J~Cl y nl presente,
a lgunas vistas y nrtkulos dcscripti YliS u históricos. Uua de ell"s es In dr.l
P"lncio llnnJndo del Almirnntc, éuyn ,., formn estA ot-dcu:uln por lá t·ciu;l
Doflo•ls:~bclll; d:nulo con ello unn prueba ostensible del interós con que nti-
ta esta vU.i ina rcfipcta1J1o •lo la hhlolia ele nuestro dominio en Amt:ric<t ;
piijin:\ ultrajaÜ:• por lus aflos y )a i11g: 1 ~titucl do loo lwwlJt't'~j pitjiu<tt.:'f!Y'•
deterioro h:\t.Cscscnt.- y tlu-11 :~nos ll;uuó ;\lt:\ y SCI1~iUh.•mcntc la atl·nclun tlo
u a vhjcrQ y <'scritvr clcg:\ntc, 'i CU):l csclamacion se nos IJ'Cl'mitirá 1~
co su pru¡Jia h:ugua:
u Rh quoi! ecUo dcmcwrc, que l'nnHquité cCtt. eh:mgth~ en un tcm}Jit
01t m:'\int,.n:,nt d,~J:\is..,éc el d~gr:ul~ ct tout ce qui depuis trois siCcles: :t
rct~piré id lui a dU l'rxistcncc rt le bonhcur! Pa.s un scul :tnim~ par la
rcconnaits.·mc-e, tnCmc de ccux qu' cnorgucilliL son nom, quijÓuiSS<:nt ici
de la gloirc ct de tré.sor8 que Colomb lcnr :nnit :tequis; pa.s un n' est YC:J'I
portcr une m:tin rép:untricc sur eo monumeut! Du moins cncore si o-s
4t.~Lris ionnoadre.", si ces ÍDS.'\Iubrt'~ (\lnuh;~ en :w:ticn t tté ~carté~, ctquc
ele ''iv:t~ jn~mins en longucs tre~s ruoc:s~nt. cotwcrt ces \"én~rablcs 'fCSti·
~es, CO \'CH:tnt y f'el(pÍrC:r la SUta\'C Otl~ur do l<"llrl flCUnt, On s'y p1:tiDit it
•e ""PJI<:lor les bicnfaits do cclnl qui fiL l:l plus gr:>nde, 1• plu• ntile d,:.
couvcJ'tu pour le genro humftin, ecllc d ' un nouve:m montle ñ cultiT"cr ct :\
J>CUpler. 11 mo sNniJlc \"Oir songén!c error sur ces dt:comLres, acruNJ..nt
d' ingr.>litude ella ville qu' il• cré6o, ct 1> n•liou qu' il ~ enrichie, ct
tous les hommes dont il a nugmcnt.é lo dom~ioc."

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SANTO DOMINGO.

1wst•ida• como l:ls ocupadas por los mismos inmigran-


te" (:l,j) .
De esta manera, cuán grandemente compensa el re-
•:llenlo de los antiguos conquistndorcs! Ellos procuraron
1 ;;.;)Es ince.~oto <¡ne el Gobierno <le S. U. ho:·• concedido l•s gra-
•"i:\:-oo ynwtecdcs r¡uc meucio:t.'\.·cla.utor, con 1:' wirn de ., mrwtRr Ir. inmi·
.;ra.;:<m •le 11cgros y !;''ntes <!e color libres do los E>tados Unidos. Es ton
:aL·<:S.ICto, 'JUll 1• b~ prohibido de Real orden de .u.s propi.s Antill~s r du
t..:urat;::~oo. Tama)OCO se com¡Jrcnderi:' que ln I)Crrnitic~e,¡;orque esto pcl nli~o
no putlriH. ~cr mM hup·olitico. .,:\uu cuando el Gobierno ha dcchu·.ndo nbo-
litl~ ¡>ara •iem¡ll"u lo c~lavitnd en Santo-Doming-o, l!:spn1la, (como cuolt¡nie-
r;\ otra mtcion quo l'Oscycra uSt:\ isla, y la qnisio1·n cousen~nr tr<'\nquilt' y
:,.,{,!-!pera } di.!bOI'Í\ nn.lnr11l y cuid;ldm:amcnto prop<:11<lcr ñ equilibrar ul c lt·-
meut<> hlauco con el de color, y 3ltllJll"OOtu·:n· si~mvro que prepondere ul
¡,rimero.
t Que g:mt\ril\ E•pnria con que \·inic:scn Uesta su nucvn pro\·incia in-
migr:mtc::- africnno'idc los EstadO$ Unido"', que ni hnbhm su idio:nl'\, ni pro-
·i•:s:..~ Mt reli~lon, y c¡uc niugun:~ simp..1tía pu<"d~n tener por ella 7 L Nu
scri..'\ esponeDC, ii que nr.dando el tiempo, pu~ic--..cn en aprieto xl gobierno
·!e la ibla, unicudo:;u acaso ccn los :JCé'l'V~ do llnirí1 que asciende:'! U sci--
·:i-.:uto.~ mil1
Rctkc!-Í011(' p~rcci<las a }as :mteriort:S hicieron decir ya haoe muchns
:'liios il un t· ~ri1Hr r¡';\llCC.s: u Le:s EuropCcns sont imprudcns de f¡1Írc mui-
r ip1icr dt·:-; 1'A('c¡o, trul, )J;u· lonrs moanrs, Jcur.s Joil'l, Jcm-s opinions, sont n~ccs­
¡.:lir~mcnL h.:nrl' cmu:mi~; qu' une tcllc multiplication dans des íll's d u
1' .:tcuduc <lo S11in t-Dominguc ct de Culw dovicn~ do plus en plus d:mgc-
n •u:o¡C.11
Iwhtdablctucnto )fr. P abeus b:l sonado CSI\.9 coucesioues, 6 hn qucri-
Jo inducir en error {~,.Jos pobres liberte~ do t~n pnis, con miras pnrtícuJn ..
res, qu€: no e:. 1ld <'A'«) ind.-gar. Yengnn inmigrantes blancos,· cu."llquicra
<(UC H::\ ~u proccdcnci;\, y siempre que bC cont'\>rnll.:n con nuc'Str-as lcyc~ y
~o~h:mhrl's: \"cna;au do o¡·J,en esp;:,fiol, quo uo f.·\lt:\n en el continente nmt··
:ic;,no y en 1~ mif!¡mo.~ F..st:\dos Uoidw; y CI'\.'CIDO$ <tue el Gobierno d,.
S. lf. 10$ :\C(Ij,·rñ lx:né\"olamente.
Y a propúbih') de la \·enida de inmigrantes ó colonos it esta i!ila, nos
parte~ muy com·cnit:ntc decir, que se b:\C'-' muy m:'l en enYiar1os en la C.:'·
racion Dl:\5 ri~hl'o~a par:\ que su:·r:~n ~U'i dcM!'trosos cfcclos. Aclcn1ns: dt•
nad:\ :'JII'h\'C'<'IM e¡ u~ \'cn; n.n de 1;, l'e11Ín ~nla, y cou viaje paglldO, esas I'C~
t llt'S:IS ele tl'at.mjadvl't.::s do di~tintv;; oHcio.;c, ~¡ hny aquí m irocJ'O m:t!$ qtw
:-.uficicntc p :\l':tla C'!-C:\~t pobhtt::ion do Ja íl't la t lo c1uo hacen con su venida
,., aullltJitnr t•l 1wtl• ~ta1· g~.:ncnd y 1" pcnnrin. do los de su clase. A poco d~
.-u lll!'_;:ula ~(· d'-"''-'JI~;til~m trisu:m~.:ntc de quo hnn venido en vano, quu uu
b;\y tt·:thaju 1-':\r.~ todos elios (y c~o, suponiendo quo todos sin~ao t>:lr:\
.ll.;o, ó h.o;aa ulu.·it~, C&o.'\ que no ~i,·mpru ~ucedc); y cncontrñnd05C sin
n."(nr.·o.·qJ:\r:~. ~ut..!-.::-.tir, ó p¡;::t:cxndt.: mbcri" y cnf..:rmed:~.dcs1 dejando al-
~mr~ Ú. ~U~ \'iUd:t..-. Y 0. SOS hijos Cll el de~ampnro mas dolorOS<>, Ó &e torn~U
,·agabuud~:; y Jk:l:tt'lti~t~lS, <i.:lndo que hacer U. los cmplea.dos de la Polich.
Ycn~ao c11lc.mu:-, t-i, pero que seom hombres pr:lcticos en los tralm_it,:>
•'.grícoh\i-, llnmhrts clc•:-tino,dos al C:.Lutpo, y a los cuales se les dU un:• f.t·
\'orab1o acoji•la ,\' nna E:;l:atificacion ¡ locontrurlo, es .:nviar :tquljentt':; <tu<.·,
no H:uicn(l o h':\h<tjo, ni U.fl rincon tlCiodo meterse, ui pnn q ue llc\'ar ú J:\
hoc;l: ni mc,liox 1•:u·n ~nlir ele c~ta ísl:t, pr(IJ•nrnpcn en blnsfemias y m:\ldi..
doucs cuJltm los rtlU..' suponen autores de :m desgracia.

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ES'rli\IULOS PARA LA COLONIZACION. 53
degradar el pueblo de las tierras que conquistaban; hoy
procura España mejorar, pero no por la violencia. Reco-
noce y manifiesta el deseo de conservar las principales
f'Orlllas de la nacionalidad que absorve, y la eleva á la dig-
Hidad y triunfo de una verdadera conquista, sin privar al
pueblo reincorporado de ninguno de los derechós q~1e le
son vitales 6 inherentes, y: concediéndole la libertad mas
ámplia y las instituciones benéficas de la madre patria. En
!in, invita al mundo á que participe de los beneficios que
han de derivarse de este sistema ilustrado y progresivo.
¡Cuán seductores son estos he·chos t ¡ q~~~~ asombros11
signifieaeion hay en ellos t Ver á la jóven España rom-
p iendo sus tradicionales ligaduras de int.olerancia, en un
arranque osado, pot• decirlo .así, en esa hermosa isla.
de los trópicos, en donde Las Cnsas, por una torpe idea
de filantropía introdujo primero en el Nu~vo l\'Iundo el
inicuo sistema de la esclavitud africana, decretando, como
su acto primero, despues de la anecsion, que las cadenas
del esclavo quedaban rotas, y rotas· para siempre t Y no
ver nosotros sobre nuestra hermosa t ierra sino nubes ca-
ligiuosas del Omnipotente, sombrias, rápidas, amenaza-
doras, desde donde son •

"Lanzado~ los rayos fatales de su terrible y vengadora espada;"

y allí, luciendo su brillante íris de paz, y prometiendo


tender su diestra bienhechora sobre aquella tierra siempre
plitcida y lozaD:J.. Aquí, millones de una ra.za degradada,
vil ipendiada, oprimida, tratada como los PMias verdade-
r~' de la civilizacion, perdiendo sus vidas en los insan·os
Ghettos (36) de nuestra comarca cristiana, a-sí los liber-
tos como los esclavos, y aquellos mas que estos; y allí,
uua tierra benuita., esplendorosa, como la que vió l\[oisés
desde la cumbre del Pisagh; laderas floridas de perdura-

(36) GuE·rro, ,·oz rabino-tnlnui<lica, :mlida dc'm..) g!lct, Dh·orcio, scp~'l·


r.1cion. Se dice de un b:wrio ó sitio st·¡>ar:\dO en dotide hniJitan lüs judlos
t:n algunas ciudades cristiana..~, por c:)l:tr así di\'orciados de lo.;; cristianos.
J:.:n Espaii;.\ se llam~lrOn Jude[ias.

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;j.J, SAXTO DOUING O.
ble estío, y valles refulgentes de asiáticn belleza, fértiles,
abundosos, tales como nunca pudo imo.ginárselos el nutor
de R~sSELAS (37), esperando los, invit(bndolos, ofreciéndo-
les mora{]as de independencia y de consuelo! En esto hny
a lgo mas que una poética justicia. ¿No sentimos la pre-
sencia de aquella Mano invisible que bendijo el últ imo
momento de J ob mas que el primero'! ¿Quién penetrará
sus arcanos profundos ! ¿quién profetizará lo que est:í
oculto en el futuro de su misteriosa providencia! ¿quién
dirá que en la nueva t ierra á que camina este pueblo res-
taurado, en la plenitud de surcdencion, no puede un dia
r ivalizar en las glorias de aquella oscura raza que vivió en
Egipto en el crepúsculo de la civilizacion, y levantó los
pirámides, los templos y las estátuas colosales, que con
asombros.a majestad pe1:manecen todaYia á lo largo del
vnlle del Nilo ! ! (38).
(~7) S.1lll\lcl .Johnson, celebre litcmt.o ingles, pu blicó en l 759 Ull:l D O·
veJa moral, ~itnla<la R as$Clas O el Pt"Ítatipe de Abissi?tia, compuesta en el
f'!'pacio de ocho dias, a fin d e proporcionarse ol <linero necesario para
lmccl' CDtel'rar (i. SU lll<Hlrc.
(88) Sensible es que la tirada do prosa poetiea con que el autor ter-
mina su discur~o. cd~ fundada en una fnecsactitud. Ya hemos <licho (.JU~
el gobierno espa flol no ha hccbo g rac ia ninguna r espe cto a i nmigracion de
gente de color do Jos Est<\dos Unidos. Es muy cierto que la parte espa-
!lol" de esta isla carece de brazos pam el trabojo do los campos, r no tie-
ne dos mllloncs de habitantes que podria mantener; pero la paz, el tiempo
y Utl:\ buena admioístrucioo t>odrUu ir remediando esta notable falta. En·
tret::mtoJ ncccs~r io es que los nat ura les vayan snlicndo de la. inaccion en
que pordh·crs~ causas bao permanecido, y se dediquen ñ la agricultur~,
verdadera, riqueza de esta SuP&ADZ lt&INI~: or.s coLo:-.•n:s, soberbia r eino\
<le las colonias, como h~ JJmna ~fr. R obin, en e l tomo I de sus Vt>yagc:<
t!.ans L' interitu,r tic la / ;()uÜianc, de la Florüle Occidenlalc ct dans les úli:s
tic la 111artiniquc et de Sai1t.t-D1Jmi1rguc ,· el ClJal, ;,\ l contemplar tanta mag-
nificench\ en esta ticr r~" y t..1.nt.'\ pcnurin. eu sus hijo.,,. csclam6 11cnCI d i!i
:~.sombro: Les hotnmcs vcul~'"" y ébre pa1wres en. dépit de la. naturc, Lt¡
llOmbrc.s qnicrco aquí se r pobres a des¡-.ccho de );\ nat.u r:\lez.a! !
Con 11\UCha oport.l.toid;\d pud ic.r-nmos ahor:\ aplicar a los habitantes de
cst~' isla, el \'et-so que Virgi1io, ~ratand.o do Ja rcraxi<lad de España, Uirig ia
a los agricultot·cs y Jaur• dores ~ispanos :
1\
" O forra natos Dominicanos, bona si sua nori.ut!"

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BIBLIOTECA NACIONAL OE ESPAiiiA

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