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MEDITACIÓN

GRUPO DE MEDITACIÓN PARA LA NUEVA ERA

PRIMER CURSO

Copyright C 1982
by Metitation Group for the Nm Age
Traducción española autorizada Copyright C 1982
por Gráfiaas EL Cid.

GRUPO DE MEDITACION

PARA LA NUEVA ERA

INTRODUCCIÓN A LA MEDITACIÓN

EL GRUPO DE MEDITACION PARA LA NUEVA ERA

Se ha formado para que el pensamiento de los hombres y mujeres de


todo el mundo se concentre simultáneamente sobre las Leyes y Principios
de la Nueva Era. Dichas Leyes y Principios, además de los períodos
correspondientes para su meditación, son los siguientes:
La Ley de Rectas Relaciones Humanas......Enero y Febrero

El Principio de Buena Voluntad....................Marzo y Abril

La Ley del Esfuerzo Grupal.......................... Mayo y Junio

El Principio de Unanimidad...........................Julio y Agosto

La Ley del Acercamiento Espiritual..............Septiembre y Octubre

El Principio de la Divinidad Esencial..........Noviembre y Diciembre

A quien lo solicite se le enviará el Delineamiento de la Meditación y un


Curso relativo de la Meditación y sobre cada una de las Leyes y Principios.

GRUPO DE MEDITACION PARA LA NUEVA ERA

***
Introducción a la meditación

***

La MEDITACION es una de las más antiguas disciplinas espirituales,


pero en los últimos anos un nuevo y extenso interés a surgido en ella, casi
repentinamente. Quizá esto se deba a las incertidumbres y extremas
tensiones de los tiempos modernos, con la consiguiente necesidad de
buscar fuentes más profundas de significado; o bien, que el presente
desarrollo e inquietud de la mente humana, o requiera nuevos métodos y
extensiones de acercamiento a la vida espiritual, o puede ser que la
práctica de la meditación haya demostrado su valor para aquellos que la
practican. Cualquiera que sea su razón, se ha convertido en un hábito casi
universal en Occidente.
Grupos de todas clases han sido creados con objeto de estudiarla y
practicarla y se la ha sometido al análisis que la mente moderna
inevitablemente aplica a todo, habiéndose reconocido plenamente su valor
terapéutico.

¿QUE ES LA MEDITACION?
Pero, para aquellos que desean profundizarla, existe un sinnúmero
complejo de tipos de meditación, y dicha palabra tiene muy distintos
significados en las varias tradiciones espirituales orientales y occidentales
antiguas y modernas. Abarca métodos de autodescubrimiento y
penetración, interna o suprapersonal, de campos de conciencia no
necesariamente conectados con creencias espirituales de ninguna índole,
pero que se basan en el reconocimiento de la existencia de más altos
niveles de percepción; o sean, campos " cuadrimensionales del ser o de la
experiencia". En Oriente la meditación siempre ha sido considerada y
utilizada como un portal hacia los reinos subjetivos, y en Occidente
también se ha practicado extensamente como un método para aquietar la
actividad externa y para entrar en el silencio, la reflexión y la
contemplación. Pero, está aún lejos de ser éste su completo fin. Es un
proceso creador además de un poder incalculable. Mediante su uso
podemos convertir y transformar por la meditación creadora, nuestro
medio ambiente en una forma muy extensa, y no sólo ésto, sino que
podemos ayudar a construir el mundo futuro, la Nueva Era.

LA MEDITACION COMO UNA FORMA DE SERVICIO.

En este sentido la meditación es una forma genuina y de gran alcance de


servicio para la Humanidad Una, el Mundo Uno y la Vida Una que nos
incluye a todos; es con este fin que el Grupo de Meditación para la Nueva
Era fue fundado hace unos anos y es con dicho propósito que funciona por
todo el mundo. En muchos países y en varios idiomas sus miembros
piensan y reflexionan, invocan y rezan, visualizan y afirman acerca de las
Leyes y Principios espirituales sobre los cuales la Nueva Era debe
fundarse. Se resume como sigue:
- La Ley de Rectas Relaciones Humanas.
- El Principio de Buena Voluntad.
- La Ley del Esfuerzo Grupal.
- El Principio de Unanimidad.
- La Ley del Acercamiento Espiritual.
- El Principio de la Divinidad Esencial

Estos son conceptos prácticos además de ser espirituales, que ya van


formando parte de la nueva conciencia que amanece, pero que aún no
están integrados en nuestro modo de vivir. Mucho queda por hacerse en
nosotros mismos y en la estructura de la sociedad, de sus valores, sus
metas y sus métodos, antes de que se puedan afirmar dichas Leyes y
Principios como un código establecido que dirija verdaderamente nuestras
actitudes y nuestras acciones.
Es aquí que la meditación puede cumplir una de sus funciones
fundamentales creando las formas y corrientes mentales que se requieren,
vinculándonos e invocando las cualidades necesarias.

LEYES Y PRINCIPIOS ESPIRITUALES.

Todos reconocemos la necesidad del diálogo, de la cooperación y de la


voluntad hacia el bien – Rectas Relaciones y Buena Voluntad son palabras
corrientes. Pero meditar sobre ellas revela que aún queda en su fondo
mucho que comprender y mucho que trabajar antes de que surja su
verdadera dinámica. Sucede lo mismo con el Esfuerzo Grupal – la
necesidad en el mundo moderno – con sus extensas poblaciones y
demandas, de trabajar en conjunto en lugar de la rivalidad – para el bien
de todo en vez de la supremacía individual – los recuerdos deben
mancomunarse, ya sean personales o planetarios, para que todos puedan
compartir la munificencia mundial. Estos son objetivos muy conocidos y
prácticos, pero para lograrlos deben integrarse en el pensamiento y en el
sentir de la Humanidad.
El Principio de la Unanimidad está emergiendo con nueva insistencia a
medida que la conciencia global amanece en el horizonte. Como resultado
de los procesos de la civilización estamos aprendiendo que la
supervivencia misma de nuestro planeta depende de que asumamos
nuestra responsabilidad de ser la Humanidad Una, asociándonos
plenamente con todos los reinos de la naturaleza que se manifiestan bajo
un sinnúmero de formas de la Vida Una.
Esta nueva preocupación está despertando el hombre a la Divinidad
Esencial en todas las formas y a fragmentos de la Divina Vida que
impregna todos los aspectos de la manifestación y garantiza el propósito y
la continuidad. A pesar de las oposiciones y dificultades en estos tiempos
materialistas y violentos, amanece la Ley del Acercamiento Espiritual que
nos asegura que finalmente lograremos el puente entre la materia y el
espiritu, desde el cual veremos que ambos son Uno. Todo esto requiere la
construcción interna y subjetiva que se obtiene por la meditación, y tal
meditación es la respuesta a la pregunta que a todos nos persigue: ¿Qué
podemos hacer para ayudar en la presente situación mundial? A menudo
nos sentimos deprimidos e indefensos ante fuerzas mucho más fuertes
que nosotros, pero esto no debe ser. La meditación creadora es un poder
inmenso para el bien; y mediante la misma, las energías del corazón, de
la mente y de la voluntad, se combinan y se dirigen con intento espiritual,
y cuando esto se realiza unánimemente con otros en el mundo como
ocurre en este trabajo grupal – tiene gran potencia para transformar las
corrientes del pensamiento que condicionan la Humanidad.

LA RESPONSABILIDAD DEL PENSAMIENTO.

El pensamiento subyace en todo lo que hacemos. En el mundo de la


mente hacen los comienzos prácticos de todo aquello que acontece en la
tierra. Desde los estadistas que conducen los asuntos mundiales, los
economistas internacionales, los científicos, los educadores y todos
aquellos que ocupan cargos influyentes en la vida corriente, incluso en
cada uno de nosotros, todo se entreteje por el pensamiento. De esta
forma a cada hora nace el mundo del mañana y por esta razón
necesitamos mayor comprensión y control de los procesos del
pensamiento de lo que corrientemente poseemos.
Frecuentemente el pensamiento actúa de forma inconsciente y nos
empuja, llevándonos hacia toda clase de tensiones, angustias y
preocupaciones innecesarias. La mente tiende también a ser crítica,
dogmática y demasiado segura de sí misma, divisoria e incluso
destructiva. Por otra parte, es un impulsor vital. Puede enlazar, promover,
desarrollar y crear, y mediante ella podremos captar nuevos mundos de
conocimiento y significado, vislumbrando lo futuro – o sean las
revelaciones que están por descender dentro del pensamiento de la
humanidad. La práctica de la meditación entrena la mente a servirnos más
eficientemente; pero proporciona mucho más que esto. Cada vez que
elevamos nuestros pensamientos y nuestra aspiración a niveles más altos
y más abstractos, alcanzamos en cierta medida, esferas más allá de lo
personal e individual. La meditación afina nuestra sensibilidad y aumenta
nuestras reacciones. Esto a su vez, nos hace más conscientes de si
mismos, de nuestros semejantes, del mundo que nos circunda y de las
inmensidades que debemos penetrar. En otras palabras, nos conecta
horizontal y verticalmente y construye un camino hacia los dos mundos, a
medida que comprendemos sus procesos y comenzamos a vislumbrar las
leyes que subyacen a las palabras tan conocidas: "mucho más se
consigue por la plegaria (es decir el esfuerzo en los planos internos) de lo
que el mundo cree".

ESQUEMA DE TRABAJO.

El trabajo del Grupo de Meditación para la Nueva Era es básicamente la


meditación, su meta también es la expansión del conocimiento de las
Leyes y Principios del Reino Espiritual mediante el estudio y la cooperación
práctica. El trabajo eficaz es siempre la combinación de una acción
externa e interna. Asi como el éxito externo procede siempre del interior
(aunque sea inconscientemente) su esfuerzo interno no debe limitarse a la
contemplación abstracta y a la plegaria. Debe manifestarse en
expresiones de forma práctica para que sus propósitos sean cumplidos. El
valor de la meditación grupal es otra aportación. El individuo,
frecuentemente aislado en su trabajo interno, se siente ineficaz; pero
cuando son muchos los que meditan sobre un mismo tema, el poder de
cada uno se multiplica por un factor extra: el de su propósito en común y
el del esfuerzo grupal. Se produce un intercambio de energías y la fuerza
se une por la aportación del esfuerzo grupal de cada individuo. Un
esfuerzo que es benéfico para cada miembro del grupo, aunque nunca se
encuentren sus miembros entre si.
No es necesario que este tipo de meditación interfiera con otras formas de
servicio o trabajo grupal. Es una forma de servicio o trabajo grupal. Es
una forma adicional de trabajar que puede incorporarse o utilizarse en
cualquier empresa espiritual, y estos cursos de meditación se practican
hoy en dia en esta forma por muchas personas en muy distintos campos.
Para darle fuerza a la meditación simultánea sobre las Leyes y Principios a
la que este trabajo se dedica, el grupo mundial, se enfoca durante dos
meses sobre la Ley o Principio correspondiente, como sigue:

- La Ley de Rectas Relaciones Humanas................. Enero y Febrero


- El Principio de Buena Voluntad............................... Marzo y Abril
- La ley del Esfuerzo Grupal....................................... Mayo y Junio

EL PRIMER CURSO consta de seis cuadernos relacionados con los varios


aspectos de la meditación:

• La Ley de Rectas Relaciones Humanas.


• El Principio de Buena Voluntad.
• La Ley del Esfuerzo Grupal.
• El Principio de Unanimidad.
• La Ley del Acercamiento Espiritual.
• El Principio de la Divinidad Esencial.

Cada cuaderno comprende un examen de la Ley o Principio sobre el que


se trabaja y un delineamiento de la meditación creadora correspondiente.
El curso cubre un año y para que los principiantes de la meditación tengan
tiempo de absorber y practicar cada aspecto de lo que se trata, los
cuadernos se envían a los miembros cada dos meses. Pero si aquellos que
tienen alguna experiencia en meditar prefieren recibir el curso completo,
se les puede hacer el envio en una sola vez.

EL SEGUNDO CURSO es un estudio más profundizado de los aspectos de


la meditación y entrenamiento de la autoconciencia y esto se prosigue en
los seis cuadernos del segundo curso. Cada uno incluye una acción mayor
sobre las características y tendencias de la Nueva Era, más material
acerca de cada Ley y Principio y delineamientos de meditación
relacionados con los mismos.

EL TERCERO CURSO titulado "Reconocimiento de la Realidad" estudia


los varios problemas, los espejismos y las ilusiones que nos abruman.
Delinea técnicas de ayuda para afrontar obstáculos tales como el miedo,
la depresión, el aislamiento, la prepotencia, la superactividad, la codicia,
la estrechez de opinión en el conflicto, y la rigida adherencia a la regla y a
la forma. Estos y muchos otros "espejismos" son examinados bajo la luz
de las Leyes y Principios en cada uno de los seis cuadernos y meditaciones
además de las técnicas, que están delineadas. Si desea entrar en el Grupo
de Meditación para la Nueva Era, tendremos el gusto de recibir su
cooperación y seguramente encontrará mucha ayuda personal. Ser
miembro no implica ninguna obligación especial y se lleva a cabo
enteramente en su propia casa, pero se espera de aquellos que deciden
participar a este curso, que mediten por lo menos una o dos veces por
semana sobre las Leyes o Principios que correspondan, dándole cualquier
expresión práctica que se presente. Estos preceptos forman un conjunto
común y un propósito mutuo para personas de muy diferentes modos de
pensar y el "grupo" es sencillamente una asociación libre de aquellos que
se interesan por el bien de la Humanidad Una y el Mundo Uno y que están
dispuestos a trabajar mediante el pensamiento, la meditación y la plegaria
para la Era venidera. En los planos internos de la meditación ya estamos
todos al nivel de "ciudadanos planetarios". Aquí no existen barreras de
espacio ni de tiempo que interrumpan las relaciones y el concepto de la
fraternidad de la TIERRA se convierte en una realidad consciente y nos
eleva más allá de las limitaciones de las creencias y tradiciones.
La meditación es una de las formas en que podemos actual y
espiritualmente crear y entrar en una nueva y mejor era y esperamos que
Vd. querrá unirse a nosotros para impulsar este esfuerzo. Si conocen
personas interesadas, pueden obtener los cuadernos en otros idiomas en:

Sundial House, Nevill Court


Tumbridge Wells
Kent. England. TN4 8NJ

Grupo de Meditación para la Nueva Era


C/. Pintor Cabrera, 106
ALCOY (Alicante). España.

I PARTE: MEDITACION
Análisis del Proceso de Meditación.
Preparación.
Concentración.
Concentración y Correcta Relación

El Proceso de Meditación.

La frase "conquista del espacio interno", empleada recientemente en


América, describe exactamente lo que intentamos realizar por medio de la
meditación - exploración de los mundos internos y el empleo de nuestra
mente para conquistar nuevas dimensiones. Lo primero que debemos
comprender es que existen mundos internos y que vivimos continuamente
en ellos por medio de los aspectos emocional y mental de nuestra
naturaleza. La vida sicológica tiene una existencia tangible en estos
mundos de energías y cualidades y no debería pensarse que es totalmente
subjetiva, abstracta y amorfa, tal como ha sido considerada general y
erróneamente. Los mundos internos donde ésta parte de nuestro ser tiene
su vida, son los mundos de causa y significado, siendo, en verdad, más
reales que el denominado mundo visible, porque son más efectivos. En
sus dominios se origina todo lo que luego se precipita en el mundo visible
externo, y lo que sucede a nuestro alrededor es la expresión externa de la
actividad o interacción de energías, en dichos reinos internos. Como la
física moderna lo ha demostrado el mundo material es de naturaleza muy
distinta de lo que nuestros sentidos perciben, y la comprensión de los
mundos internos, que se hallan detrás del aspecto tangible y externo, nos
da una imagen de todo el diseño de la vida, lo cual nos proporciona una
nueva comprensión del mismo. Una buena idea de los distintos tipos de
actividad y las etapas definidas que nos proponemos dominar en la
meditación – la exploración de los mundos internos – podemos obtenerla
si la comparamos con un proyectil enviado al espacio que sigue su curso y
vuelve a la tierra. Un ciclo análogo tiene lugar en el proceso de
meditación.

Esa proyección constituye la primera etapa. La energía propulsora del


proyectil contrarresta la atracción de la gravedad y lo impele hacia arriba.
De la misma manera podemos proyectar nuestro centro de conciencia
hacia arriba, a los mundos internos. Atravesando la esfera de la sensación
y de la imaginación penetramos en el mundo del pensamiento y también
más allá, en los niveles espirituales. Nuestra energía propulsora es la
aspiración, adecuadamente llamada "ardiente aspiración", y la dirigimos –
como en efecto debemos dirigir todo el proceso de meditación – mediante
la potencia incomprendida de la voluntad. La segunda etapa del proyectil
constituye su entrada en el campo de gravedad de otro centro de
atracción. Esto corresponde a la etapa en que se entra en contacto,
durante la meditación, con algún centro superior de energía o vida, algún
reino del pensamiento, o alguna región especifica en los mundos internos.
La siguiente etapa consiste en mantener un delicado equilibrio entre la
atracción descendente de la tierra y la atracción ascendente del otro
centro. Si esto se logra correctamente, la energía permitirá circular
alrededor del nuevo centro, manteniéndose en órbita. Lo mismo sucede
con la conciencia individual al penetrar en los niveles superiores internos.
Ha de llegar a la región a que fue dirigida, pero debe mantener su libertad
y no convertirse en su prisionera. Ha de permanecer en esa zona sólo el
tiempo necesario para lograr su propósito, es decir, experimentar y
registrar aquello que pueda extraer del centro con el cual ha entrado en
contacto o de la región del pensamiento alcanzada. Entonces debemos
finalizar la meditación en forma armoniosa y premeditada.

La recepción de la información enviada por los instrumentos del proyectil


corresponde con nuestra percepción y correcta interpretación de las ideas
que hallamos en los reinos superiores, y todo ello debe ser, finalmente,
utilizado e integrado a nuestro conocimiento y experiencia, como se hace
con la información obtenida por el proyectil. Algo más existe en esta
analogía: se trata de dirigir la trayectoria de los proyectiles, haciéndolo
desde su punto de partida, la Tierra. Lo mismo pasa con la meditación; no
debe perderse nunca el control consciente. Es muy posible caer en un
estado de trance o de inconsciencia, pero la proyección, hasta llegar a
este punto, es errónea y peligrosa. La meditación debe ser siempre un
proceso consciente, debemos permanecer plenamente conscientes
durante todo el tiempo y, desde este punto de conciencia – aquí, donde
estamos – dirigir todo el proceso, vigilando, controlando y regulando su
extensión y duración.

Preparación.
Gran parte del éxito de la meditación depende de la cuidadosa y correcta
preparación. Para comenzar, debe elegirse un lugar lo más tranquilo
posible – por lo menos hasta acostumbrarnos a meditar donde podamos
estar seguros de que no nos molestarán. Debemos sentarnos en una
posición cómoda. La postura oriental que consiste en sentarse con las
piernas cruzadas tiene la ventaja de mantener erecta la columna
vertebral, pero es una posición dificil, para quienes no están
acostumbrados a ella, por tanto, no es necesaria. Una preparación
preliminar para la meditación es leer o estudiar algo relacionado al tema
sobre el que vamos a meditar y, si disponemos de tiempo, debemos
hacerlo, porque facilita grandemente la sintonización de la mente.

Luego deberíamos tratar de eliminar toda tensión fisica, emocional y


mental, porque es un gasto inútil de energía tanto nerviosa como
muscular. El relajamiento es un arte que debe ejercitarse y no es tan fácil
como parece el tratar de realizarlo, tendiendo a caer en el extremo
opuesto – a un estado de pasividad que termina en somnolencia. El
objetivo es eliminar toda tensión superflua, mientras se mantiene esa
tensión nerviosa y muscular necesaria para permanecer alerta y poner
atención en lo que se está haciendo. No podemos describir aquí las
diferentes técnicas de relajamiento, pero hay muchos libros sobre el tema
y a dos o tres de ellos se los menciona al final de este cuaderno. La
manera más eficaz de llevar a cabo la relajación es por medio de una
respiración lenta y rítmica. Los ejercicios de respiración deben ser hechos
con precaución, pues pueden ser perjudiciales si son demasiado enérgicos.
Un ejercicio adecuado consiste en diez respiraciones profundas, realizadas
rítmica y lentamente, con pequeñas pausas al final de cada inspiración y
expiración. No debe haber ninguna sensación de esfuerzo al respirar o
durante las pausas, siendo el objetivo perseguido, mantener un ritmo
constante, más bien que la duración. Los músculos respiratorios deben
relajarse conjuntamente con la expiración; este "aflojamiento" de la
tensión puede extenderse luego a los otros músculos del cuerpo, logrando
así un relajamiento general. El relajamiento fisico constituye el primero y
principal paso que conduce al relajamiento psicológico más importante, el
cual incluye el relajamiento emocional y mental que debe lograrse en dos
etapas, que corresponden a los dos niveles de los mundos internos en los
cuales trabajaremos – al emocional y el mental. Cada uno ha de ser
tratado por separado y en forma especial.

Si, después de relajarnos físicamente empezamos a observarnos


sicológicamente, por lo general hallamos que varias sensaciones aparecen
y desaparecen. Estas emociones deben aplacarse. No es bueno reprimirlas
por la fuerza, pero el hecho de observarlas con calma desde, lo que podría
decirse, "arriba" sin identificarse con ellas, hace que pierdan
gradualmente su aferramiento e intensidad, para que cesen de
influenciarnos y se aquieten si no completamente por lo menos hasta un
grado en que no constituyan un serio obstáculo, siendo esto suficiente.
Esta es la primera parte del relajamiento psicológico; la segunda es el
relajamiento mental. Por naturaleza, la mente es inquieta y está en
continua actividad, acrecentada por el ritmo acelerado de la vida moderna
y también por el estímulo emocional. Si hemos logrado excluir
momentáneamente la actividad de la vida ordinaria y aquietar las
emociones, no será tan difícil ocuparnos de la natural inquietud de la
mente misma. Ahora bien, esto no puede ser realizado totalmente en la
etapa preparatoria; constituirá la tarea principal de la concentración,
primera parte de la verdadera meditación.

En la etapa preparatoria debemos procurar, en cierta medida, no


identificarnos con la actividad de la mente ni permitir que nos lleve de un
lado a otro, diferenciando esta actividad de la de la conciencia del yo, a
quien podríamos denominar el Observador. Esto proporciona lo que podria
considerarse la plataforma, desde la cual emprenderemos la verdadera
meditación. El objetivo que persigue no consiste en suprimir por la
violencia o el esfuerzo, que inmediatamente produce tensión, anulando
por lo tanto su propósito. El método a emplearse es algo más que el
arrepentimiento y consiste en no nutrir excesivamente las ideas o
imágenes aisladas que aún permanecen en la mente, asi no interferirán
seriamente la actividad interna de la meditación. Esta preparación podría
describirse como la tentativa de hacer lugar dentro y alrededor del centro
de la conciencia para que tengan cabida los ejercicios de concentración
posteriores, sin limpiar totalmente la zona en esta etapa.
Concentración.
Al abordar el tema de la concentración, el primer punto que debe
comprenderse es la diferencia entre concentración espontánea o
automática y la concentración deliberada y controlada. Ambas son
diferentes, tanto en su naturaleza como en el medio en que actúan. Lo
que se denomina concentración espontánea es la actuación de la mente
bajo el impulso de un fuerte interés, deseo o sentimiento, que la mantiene
activa en cierta linea. Un ejemplo típico es el hombre de negocios cuando
hace planes para que tenga éxito en su empresa. Otro ejemplo es la
concentración del estudiante en los temas sobre los cuales ha de rendir
examen. Quienes pueden concentrarse de esta manera creen que su
poder de concentración es bueno. Indica cierto grado de concentración,
pero la capacidad de mantener la mente en una tarea o en un tema,
cuando se está impelido por el interés, necesidad o temor intensos, no
significa que pueda hacerlo cuando carece de ese incentivo. El hecho es
que, cuando tratamos de concentrarnos sobre algún tema abstracto o algo
que no implique interés o beneficio personales, es mucho más difícil, y
frecuentemente descubrimos que, después de todo, no ejercemos
verdadero control sobre nuestras mentes.

Este descubrimiento es humillante, pero saludable. Demuestra hasta qué


punto somos víctimas de nuestros impulsos y, en ese sentido, negativos,
aunque exteriormente seamos positivos y activos. Evidencia que nuestras
emociones, impulsos y pensamientos actúan, casi dramáticamente, a
través nuestro, siendo las poderosas fuerzas de nuestras vidas. En otras
palabras, nos impulsan, y nosotros no constituimos el factor que elige,
dirige y controla. Esta es la razón por la cual los intereses intelectuales o
espirítuales no tienen el poder impulsor de los intereses personales
comunes del hombre medio; tambien se debe a que existe una diferencia
inherente en la naturaleza de dichos intereses. Los temas abstractos son
más "sutiles" y más intangibles para que la mente los capte y enfoque y,
no estando acostumbrada a actuar en forma tan sutil y dificil, rehuye
enfrentarlos y sé desvia.

Es un nuevo tipo de actividad y, hablando en general, cualquier nuevo


tema o zona de conocimiento presenta dificultades al principio. A la mente
no le agrada comenzar a trabajar en nuevos campos, porque en los
campos que le son familiares ha realizado mucho trabajo, tiene alli su
arraigo y conexiones que le facilitan el trabajo. Un tema nuevo exige más
concentración y esfuerzo.

Esto explica la negativa de las personas para aceptar nuevas ideas y


cambiar sus metas o intereses; odian y temen lo nuevo y, por lo tanto, se
oponen. Un ejemplo divertido, que hoy parece casi increible, es la
declaración de un prominente astrónomo francés, en 1884, de que ya no
había nada más que descubrir en el campo de la astronomía. Comprender
que no somos los amos de nuestra mente podrá chocarnos, lo cual está
bien, pues nos obligará a hacer esfuerzos para lograr dominarla y nos
ayudará a proveer el incentivo emocional que nos faltaba. Otro resultado
importante de estos descubrimientos sobre nosotros mismos, es el
conocimiento de la diferencia que existe entre nosotros, nuestras mentes
y nuestras emociones. El esfuerzo ineficaz por mantener activa la mente
ha demostrado que existe un conflicto, y conflicto significa que hay dos
bandos en desacuerdo, por lo tanto, ser consciente del conflicto es valioso
para traer a la luz la diferencia que exíste entre el "Yo" con su propia
voluntad y la mente, que frecuentemente es indomable, indolente y
haragana y, en cierta manera, tiene vida propia.

Estos reconocimientos preliminares, pero vitales, proporcionan una base


para la tarea de aprender a concentrar la mente a voluntad. Hace
comprendernos a nosotros mismos y nos proporciona el incentivo
necesario para hacernos dueños de este precioso intrumento, la mente,
que cuando se la domina es un excelente servidor, pero cuando sigue su
propio camino, nos da mucho trabajo. La técnica a emplear para adquirir
el control de la mente y la capacidad para concentrarse a voluntad es
opuesta a la que se emplea frecuentemente en la educación moderna, que
consiste en despertar el interés del alumno. Esto hace que se adquiera
con más facilidad el conocimiento, pero no conduce al verdadero control y
al dominio de la mente. Para llevar a cabo una concentración deliberada
sobre temas difíciles y abstractos, la técnica consiste en empezar con la
concentracion sobre temas simples, de ningún interés para nosotros. De
esta manera, aprenderemos a mantener la mente firme sin ayuda del
interés o el deseo personales.

Hay muchos tipos de ejercicios de concentración que pueden ser


practicados. Un ejercicio simple es la percepción visual, y por lo tanto, un
buen ejercicio para empezar. Consiste en el entrenamiento de la atención,
no de los procesos mentales, y desarrolla una capacidad elemental para
enfocar la atención, el primer paso hacia los procesos más dificiles y
complicados de la meditación sobre temas abstractos.
Un ejercicio simple en la percepción visual consiste en observar un
conjunto de objetos con rapidez y exactitud. Por ejemplo, observen el
contenido de una habitación durante medio minuto, luego detállenlo lo
más exactamente posible. El mismo ejercicio puede hacerse al observar
una vidriera o al examinar un cuadro, lo cual permite vigilar la eficacia de
nuestro desarrollo, porque si se utiliza una imagen apropiada, podemos
mantener un control estadístico.

Estos ejercicios también demuestran que la capacidad de observar varía


ampliamente de acuerdo a los diferentes tipos sicológicos. Un gran
número de personas, hállan que tales ejercicios son relativamente fáciles,
porque su interés está puesto en el mundo externo y por lo general
observan todo lo que está a su alrededor, siendo, por lo tanto, superfluo
para ellos, pero son extremadamente útiles para aquellos cuya tendencia
es vivir en los niveles internos más abstractos de la vida, cuyo interés
está centrado principalmente en los mundos de la emoción, de la
imaginación o del pensamiento puro, entrenándolos para que observen y
se concentren en lo que no les interesa y ayudándolos a desarrollar esa
parte aún no desarrollada de su naturaleza. El objetivo es llegar a ser
capaces de concentrarse a voluntad-nos interese o no- sobre cualquier
nivel de vida, objeto o tema. Los ejercicios para observar los objetos
externos constituyen una preparación para concentrarse en los objetos
intérnos cuadro o imágenes internos. Un ejercicio que proporciona una
transición entre ambos, consiste en observar un cuadro durante veinte o
treinta segundos, luego cerrar los ojos y tratar de conservar la imagen del
cuadro en el "ojo de la mente" u "ojo interno". Todos poseemos el poder
de imaginar y somos capaces de visualizar objetos, rostros, etc., que nos
son familiares. En algunas personas está más desarrollado que en otras,
pero para nuestro propósito no es importante lo vivido sino el poder de
mantener la imagen firme ante el ojo de la mente y ser capaz de
concentrar la atención sobre ella. El mirar un cuadro durante cierto tiempo
ayuda considerablemente a obtener una imagen clara y, por lo tanto, a
mantenerla.
Otro ejercicio de este tipo consiste en evocar una imagen y mantenerla
firme durante un breve tiempo sin haberla mirado antes. Se puede
empezar con un objeto familiar, tal como un edificio que se ve todos los
dias, un panorama conocido, un miembro de la familia. La imagen debe
ser construida con precisión, concentrándose en los detalles y, luego,
mantenerla firme durante cierto tiempo.

Aquí empieza la verdadera lucha – una escaramuza interesante pero, a


veces, exasperante – entre nuestra voluntad para mantener la imagen
firme y la naturaleza fluida de la imaginación que está acostumbrada a
pasar de una cosa a otra en una sucesión rápida y a menudo,
desordenada. Hará toda clase de trampas; distorsionará la quote imagen,
la agrandará, añadirá un elemento ajeno a la misma, la dividirá en dos o
más partes, la reemplazará por otra cosa, en fin, hará cualquier cosa
menos permitir que la imagen permanezca ante el ojo de la mente. Este
hecho es humillante, pero también revelador. Nuevamente tenemos una
evidencia irrefutable de que no somos dueños de nuestro mecanismo y
hay un conflicto entre él y nosotros. Aquí comienza realmente el proceso
de autodominio, es decir, controlar, dirigir y utilizar, a voluntad, todo
nuestro mecanismo.

La clave para adquirir el poder de concentración es, como toda habilidad,


paciencia prolongada y práctica repetida. Aquí podemos mencionar que el
proceso de evocar una imagen mental o cuádro interno, tiene un valor que
va más allá del desarrollo del poder de la concentración. Las imágenes
tienen un poder propio que es inconsciente o conscientemente empleado.
Este tema será tratado más adelante, en el cuaderno sobre el empleo de
la visualización, como una de las partes más importantes de la técnica de
la meditación. Ahora empleamos la visualización sólo como una etapa de
la concentración.
Además de estos ejercicios técnicos específicos tenemos muchas
oportunidades para entrenar nuestra concentración durante la vida
cotidiana. Significa que hemos de dedicar toda nuestra atención o lo que
hacemos, sin dejar que la mente divague. Las cosas habituales se
efectúan con frecuencia más o menos inconscientemente y los
pensamientos divagan sobre cosas raras. Esto crea un estado de
disociación pasiva que puede adquirir proporciones perjudiciales y, en
todos los casos, constituye un desgaste de energía. Más adelante
consideraremos la ejecución de dos cosas al mismo tiempo, lo que
significa ser conscientes y activos simultáneamente en dos niveles
distintos, pero es una cosa totalmente diferente a lo antedicho. En este
caso, somos conscientemente conocedores y activos en ambos niveles,
mientras que en el anterior hay una continuidad más o menos automática
de una actividad física mientras que la imaginación corre
desordenadamente sin control y no está de acuerdo a nuestra voluntad.
Considerando la concentración desde este ángulo profundo, podría decirse
que la mayoría de la gente apenas vive en el presente. La mayor parte de
su interés, atención y vida sicológica se dirige al pasado o al futuro,
recordando o lamentando siempre cosas pasadas, o afligiéndose por cosas
futuras. Esta condición es malsana y debe ser corregida. En resumen,
concentración significa la capacidad de vivir en el presente y
específicamente en esa sección o zona centralizada de nuestro presente
donde se halla nuestra tarea inmediata.

Existe una forma de concentración más elevada e importante que lo qué


hemos considerado aquí. Es la del Observador o Espectador interno que,
perfectamente concentrado observa cómo afluye el panorama de la vida
sicológica llamada por William James, "corriente mental" y, en forma
desapegada, la percibe, la valora y si es necesario interviene para
cambiarla. No es tan fácil mantener continuamente tal actitud interna.
Estando, como podría decirse, "en la ribera" del río de la mente, donde
tendemos a ser atraídos por su corriente. La atención es fácilmente
captada por alguna oleada de emoción, una idea interesante, un impulso,
debiendo llevarla continuamente al centro de concentración, al yo, a la
percepción, esa parte nuestra persistente e inmutable, a través de todas
las variaciones de la corriente sicológica. La existencia del Observador
que percibe en todos los niveles, ha sido claramente afirmada por
Hermann Keyserling en su "Diario del Viaje de un Filósofo":

"Todo reconocimiento es percepción; la reflexión, la inducción, la


deducción, son solamente médios para obtener la percepción. Por algo es
que, en el caso de relaciones invisibles, la gente diga veo cómo son las
cosas; en efecto, se percibe también una conexión abstracta. Es
injustificado afirmar que hay, en principio, una diferencia entre la
observación de un objeto externo, la visualización en la imaginación de un
pintor, la concepción de un pensamiento y la visión mental de una idea. Es
siempre el mismo problema: la percepción. Sólo los objetos y los órganos
difieren, pero una idea, así como un fenómeno, es algo también tan
externo como el árbol frente a nosotros; lo percibamos o no".
Dedicarse durante dos meses a este trabajo preparatorio de
concentración, provee una base necesaria para una eficaz meditación
futura. Deberían evitarse dos extremos: uno, realizar estos ejercicios en
forma más o menos indolente, como una especie de rutina; esto seria
demasiado superficial para que tenga valor. El otro, evitar trabajar con
ellos obstinada y forzadamente; no deberia existir ningún esfuerzo ligado
a este trabajo, ni tratar de practicar estos ejercicios cuando se está
cansado, pues entonces hay poca probabilidad de éxito, y cualquier
progreso será a costa de demasiado esfuerzo. Otro punto es que no
deberíamos desalentarnos por el fracaso, especialmente, el de mantener
la concentración durante cierto tiempo. Al principio, es suficiente poder
realizar una verdadera concentración durante diez segundos y luego
veinte; un minuto o dos es excesivamente largo.

De manera que es mejor practicar cortos ejercicios, repetidos con cierto


éxito, que tratar de mantener forzadamente la atención fija durante
mayor tiempo. Finalmente hay dos actitudes útiles que, como el
Observador, cada uno debería tratar de mantener a través de todos los
experimentos y ejercicios. La primera es la paciencia con nosotros mismos
o, más exactamente, con nuestro mecanismo como la actitud que
deberiamos adoptar frente a un niño desobediente cuya colaboracion
esperamos obtener. La otra es tener confianza en que la persistencia
traerá el éxito, y las siguientes palabras de Keyserling extraídas de "Diario
del Viaje de un Filósofo" reforzará nuestra confianza y acrecentará el
valor de lo que estamos tratando de realizar:
"Sin duda, el poder de concentración es el verdadero poder impulsor
de todo nuestro mecanismo siquico. Nada acrecienta tanto nuestra
capacidad para actuar como actuando; cada éxito, no importa en qué
campo, puede ser atribuido a la explotación inteligente de este poder.
Ningún obstáculo puede resistir permanentemente el poder excepcional
de la máxima concentración. Tarde o temprano, la atención obliga, a cada
problema, a revelar todos sus aspectos que son susceptibles de ser
reconocidos por quienes poseen una naturaleza especifica".

Concentración y Rectas Relaciones.

La concentración requerida para una meditación eficaz será lógicamente


necesaria en el trabajo a realizar sobre cada Ley o Principio, pero tenemos
una oportunidad particular para practicarla continuamente en relación con
la Ley de Rectas Relaciones Humanas, pues se halla entretejida en todas
partes de la vida cotidiana. Fundamenta toda colaboración e interacción
constructiva y es necesaria en todas nuestras actitudes; por lo tanto, la
práctica del control de la mente durante el dia, como se ha sugerido,
puede muy bien vincularse con el cultivo de las rectas relaciones. Esto, no
sólo puede ser practicado con todos los que entran en contacto directo con
nosotros, sino con quienes establecen contacto epistolar o telefónico y
hasta con el pensamiento. Tampoco debemos olvidar la necesidad de
establecer rectas relaciones dentro de nosotros mismos entre las
emociones y la mente y entre éstas y el Observador o Perceptor. Este
tipo de ejercicios tiene más valor que lo que podría parecer a simple vista,
y puede ser empleado para diferentes propósitos, como se indicará en
posteriores cuadernos. No sólo condiciona nuestra actitud general durante
el día, sino que constituye un método para pensar, mediante el cual
nuestros pensamientos afluiran con mayor facilidad durante el día. Podria
decirse que ayudan a establecer la vibración requerida, asi como la
sintonización de un instrumento para trasmitir cierta longitud de onda, y si
se realiza cuidadosamente, su efecto es muy valíoso.

Ejercicio.

Durante la manaña, antes de comenzar las actividades y establecer


contactos diarios, concentrarse, "prever" o visualizar todas las probables
asociaciones con otras personas. Imaginar que son llevadas en forma
correcta y verlas también como relaciones correctas y si algunos de estos
contactos prueban ser difíciles, debido a la antipatítia por las personas o
las diferencias de opinión, traten de resolver la antipatía o critica
aplicando la Ley de Rectas Relaciones Humanas. Se ha de imaginar que
esta Ley actúa a través de todos los contactos y acontecimientos del día,
estableciendo un canon de rectas relaciones en todos los aspectos de la
vida.

II PARTE: LA LEY DE RECTAS RELACIONES HUMANAS

Un Breve Análisis

Tenemos a 3.000 millones de seres humanos como vecinos que no


comparten la misma calle, pero que están puestos en íntimo contacto con
nosotros y entre sí, debido a los métodos modernos de vida, lo que hace
que realmente sean "vecinos".
Ello significa que las Rectas Relaciones Humanas deben ser de principal
importancia en la Nueva Era en que estamos entrando; existiendo
también otro factor, este acrecentado contacto ha tenido lugar en muy
breve tiempo, comparándolo con los prolongados períodos de cambios
graduales por los cuales la vida se ha desarrollado en el pasado.
Repentinamente, las distancias que separan a un pueblo de otro han sido
disminuidas; lo que acontece en otras partes del mundo lo vemos y oimos
desde nuestros propios hogares; hemos adquirido costumbres que nos
hacen depender económicamente de los pueblos de casi todos los paises y
tales cosas obligan a adaptarnos. Conscientemente o no nos vemos
forzádos a cambiar nuestras actitudes, a pensar en nuevas dimensiones, a
expandir nuestra conciencia tan rápidamente como la ciencia está
haciendo avanzar a nuestra civilización, siendo ésta una exigencia algo
excesiva para la naturaleza humana.
Sin embargo, debemos reconocer que tales circunstancias externas nos
obligan por fin a aceptar esas relaciones que son nuestra verdadera
herencia como seres humanos. Dicha relación constituye la base de
nuestra existencia, y no sólo un ideal para vivir armoniosamente ni una
necesidad para sobrevivir, sino una realidad de la naturaleza. Estamos
indosolublemente unidos, creciendo juntos en el gran drama de la vida
que se está desarrollando sobre nuestra tierra. Estámos en continuo
contacto recíproco, no sólo socialmente y en el plano fisico, sino también
por las corrientes interpenetrantes de nuestros pensamientos y nuestras
emociones. Somos parte de un todo, igual que las células de nuestro
cuerpo cada una es una unidad, sin embargo también forman parte de
una forma mayor. Somos miembros de nuestra familia, ciudadanos de
nuestro país, pertenecemos a nuestra nación y regidos por la misma ley
somos unidades dentro de la raza humana.

La consideración de estos hechos nos permite ver el amplio campo en el


cual la Ley de Rectas Relaciones Humanas tiene su lugar y función. No es
una ley para regir únicamente nuestro correcto contacto con los demás,
sino una regla básica de todo el organismo de la vida, y su campo lo
constituye la zona en que vivimos, es decir, la expresión práctica externa
y el sentimiento, la actitud y el pensamiento internos.

Debe reflexionarse sobre varias cualidades al realizar un estudio sobre las


Rectas Relaciones Humanas. El sentido de responsabilidad, comprensión,
compasión, amor e inofensividad son eslabones en la cadena de rectas
relaciones, que deben ser forjados en nuestros corazones. Este es nuestro
problema básico, el establecimiento de esa correcta actitud dentro de
nosotros mismos que liberará la afluencia de rectas relaciones, derribará
barreras y permitirá que se expanda y llegue a la vida de los demás.

Diariamente practicamos la ciencia de Rectas Relaciones, aunque a


menudo, ciega e inconscientemente. Mediante los actos cotidianos
necesarios de colaboración, la organización de nuestras vidas y el manejo
de nuestros contactos, estámos prácticamente experimentando y haciendo
experiencias con los diferentes aspectos, grados y tipos de relaciones. Por
añadidura, estamos construyendo esto continuamente en los planos
internos, mediante nuestro pensar y sentir.

Hemos tenido muchos exponentes de Rectas Relaciones Humanas a través


de las épocas. Muchos grandes pensadores las han enseñado de una u
otra manera, y todos los que han trabajado por la libertad humana, la
libre y correcta asociación reciproca de los hombres, han ayudado a
encauzar las corrientes cruzadas y las relaciones confusas que con
frecuencia han sido el resultado de los distintos niveles de nuestra
civilización y cultura. Uno de estos trabajadores en la causa de la Ley de
Rectas Relaciones Humanas fue Abraham Lincoln y, actualmente, el
Presidente Eisenhower y Lady Baden-Powell son dos grandes exponentes
de su poder sanador, unificador y progresista.
Es una idea maravillosa pensar que somos una sola familia humana,
aunque su comprensión haya sido detenida por el necesario crecimiento
del individualismo y de la autoafirmación; ahora nos hallamos en un punto
en que puede comenzar a lograrse el delicado equilibrio entre la
individualidad y el todo. La Ley de Rectas Relaciones Humanas se ocupa
de la inteligente participación en ese todo; la aceptación irreflexiva o el
antiguo "Instinto de rebaño" no tienen participación en las actitudes de la
Nueva Era. Como individuos desarrollados trataremos de encajar, en el
futuro, a los pequeños entes personales, en el rompecabezas de la vida de
la humanidad una, y se pide a aquellos que están tratando de ayudar a
establecer la Nueva Era que colaboren inteligentemente con esta Ley de
Rectas Relaciones Humanas.
La clasificación dada a continuación contiene sugerencias para reflexionar
sobre esta Ley, durante dos meses:

Tipos de Relaciones.

1. Entre los distintos aspectos de sí mismo, por ejemplo,


mente,
emociones,
acciones,
"Yo".
2. Entre uno mismo y el propio ambiente, por ejemplo,
miembros de la familia,
asociados en los negocios o en el trabajo,
aquellos que entran en contacto, en la rutina diaria,
amigos particulares.
3. Entre los grupos a los cuales se pertenece, por ejemplo,
social,
religioso,
político,
profesional.
4. Entre naciones.
5. Estas constituyen relaciones "horizontales"; hay también
relaciones "verticales", por ejemplo,
aquellos que están "más arriba" de nosotros,
y los reinos inferiores de la naturaleza.

Algunos impedimentos para Rectas Relaciones.

1. Egoísmo
2. Temor
3. Odio
4. Ambición
5. Orgullo
6. Separatividad

Algunas Cualidades Necesarias para Rectas Relaciones.


1. Sentido de Responsabilidad
2. Comprensión
3 Compasión
4 Amor
5 Inofensividad

6 Espíritu de participación

Técnicas para Establecer Rectas Relaciones Humanas

1. VISUALIZACION.

Como ejercicio diario visualice sus relaciones, como hilos vivientes


dorados, o canales a través de los cuales pueden afluir libremente la luz y
el amor.

2. PENSAMIENTO CLAVE. (Repetir cada manaña al despertar).

"Benditos todos aquellos con quienes entraré hoy en contacto".

3. PLEGARIA DE UNIFICACION.

"Los hijos de los hombres son uno y yo soy uno con ellos
Trato de amar y no odiar
Trato de servir y no exigir servicio
Trato de curar y no herir

Que el dolor traiga la debida recompensa de luz y amor


Que el alma controle la forma externa
La vida y todos los acontecimientos
Y traiga a la luz el Amor
Que subyace en todo cuanto ocurre en esta época.

Que venga la visión y la percepción interna


Que el porvenir quede revelado
Que la unión interna sea demostrada
Que cesen las divisiones externas
Que prevalezca el amor
Que todos los hombres amen.

DELINEAMIENTO DE LA MEDITACIÓN

1. Alíneamiento.

Por medio de la:


1. Relajación física, emocional y mental.
2. Aspiración.
3. Concentración mental.
4. Vinculación e identificación con este Grupo de Meditación.

II. Dedicación.

"Me dedico en un esfuerzo unánime con mis hermanos de Grupo y con


todos los hombres y mujeres de buena voluntad a construir la nueva
Ciudad de la Humanidad.
Haré todo lo que pueda para crear una Nueva Era basada en la
comprensión, la colaboración y la participación, en la cual cada uno y
todos podrán desarrollar y expresar sus poderes creadores y sus
posibilidades espirituales más elevadas".

III. Meditación sobre la Ley de Rectas Relaciones Humanas.

1. Visualizar el símbolo de Rectas Relaciones Humanas: Dos manos que se


estrechan.

2. Considerar reflexivamente el significado, el valor y la implicación de


esta Ley.

3. Planear en qué forma demostrarla individualmente y cómo contribuir a


desarrollarla en el mundo.

4. Irradiarla telepáticamente:
(a) Repitiendo el nombre de la Ley en consideración.
(b) Enviando la forma mental de Rectas Relaciones Humanas por medio
de rayos de luz hacia todas direcciones.

IV. Afirmación.
"Que seamos ayudados para realizar nuestra parte".

CUADERNO 2

I Parte: Meditación Reflexiva.

Il Parte: El Principio de Buena Voluntad.

I PARTE: MEDITACION

Introducción.
Meditación Reflexiva.
Meditación Reflexiva sobre si mismo.
Sugerencias Técnicas.

I n t ro d u cc i ó n.
Hoy día, muchos se interesan por la práctica de la meditación. Las
personas que piensan, arguyen sobre ella; muchos libros y articulos la
explican, y se están formando innumerables grupos para practicarla. El
interés demostrado es una buena señal, pues significa que un núcleo de
personas comienza a reconocer que la vida hiperactiva externa debe ser
equilibrada, aunque más no sea por una infima vida interna, poniendo
atención, reflexionando y concentrándose sobre las realidades invisibles.
La palabra meditación a menudo es empleada muy
superficialmente; es vago su significado e incluye con frecuencia
procedimientos y actitudes internas muy diferentes, tales como
concentración, meditación reflexiva, meditación creadora, algunas formas
de plegaria, visualización de simbolos y consideración de sus significados,
silencio, contemplación, inspiración desde niveles elevados, etc. Por lo
tanto, lo primero que se ha de hacer es clarificar el tema, definiendo los
términos empleados.

Ateniéndonos a la práctica general, podemos llamar meditación al


proceso de atención y actividad mentales sostenido y controlado. Bajo
este encabezamiento general, palabras cualificadotas definirán las
diferentes clases, etapas y técnicas específicas. Hemos considerado ya la
primera etapa de la meditación la concentración. Analizaremos
brevemente los tipos principales de meditación, antes de considerarlos por
separado.

Primero, tenemos la meditación reflexiva, proceso estrictamente mental.


Consiste en pensar correlativa y coordinadamente respecto a un tema,
materia, palabra o pensamiento definidos tales como los llamados
"pensamientos simiente"; este término es apropiado porque el
pensamiento original o inicial, es la " simiente" de todo el desarrollo
subsiguiente del tema.

Luego tenemos lo que podria denominarse meditación receptiva,


porque su propósito consiste en que la mente reciba iluminación sobre
algún tema, verdad o comprensión espirituales. Es importante comprender
que receptivo no significa pasivo o negativo sino intenso estado de alerta,
sin ninguna autonomía. Puede ser comparada con la actitud de escuchar o
ver algo que está muy lejos o, en términos radiales, la mente está
actuando como estación receptora que trata de sintonizarse con la
estación trasmisora. Esta estación trasmisora constituye primordialmente
el Yo, el Alma; el proceso se denomina inspiración o en algunos casos
intuición y el resultado es la iluminación de la mente. Pero los efectos de
tal meditación no están limitados sólo a eso, pues las verdades nuevas y
superiores percibidas, tienen el poder de trasformar toda la personalidad
en forma creadora, cambiando al hombre integralmente.
Un tercer tipo lo constituye la meditación creadora, que tiene por
objetivo construir una "forma mental" dinámica y efectiva, bien definida,
cargada con la energia del sentimiento y animada o impulsada por la
voluntad, para que cumpla una función o misión definida; esta función
puede desarrollarse ya sea en los mundos internos, por medio de la
radiación y de la acción telepática, o en el mundo externo, proporcionando
un canon o incentivo.
Existe otro aspecto en la meditación que ha sido denominado
elevación o ascensión. Aquí el esfuerzo consiste en elevar
premeditadamente el centro de conciencia a niveles del mundo interno
cada vez más elevados. Es como subir una escalera interna hacia el Yo o
Alma; a veces se logra hacer contacto con ella por un breve instante.
Cuando el punto más elevado ha sido alcanzado, puede tener lugar una
interacción activa entre la mente y el Yo; esto ha sido llamado por Martín
Buber y por otros "el diálogo interno".
Por lo tanto, es evidente que el acercamiento a la meditación
requiere internarnos primeramente en este campo, más o menos nuevo,
sabiendo cuáles son los distintos tipos de meditación; luego, veremos la
riqueza de esa acción interna y los grandes dones que puede
proporcionar.

Meditación Reflexiva.

El primer tipo de esta meditación se define sencillamente con la


palabra "pensar". Es una definición correcta dentro de ciertos límites, pues
por lo general no profundizamos mucho lo que significa pensar. Creemos
que, por ser inteligentes sabemos pensar, cuando simplemente pensar en
algo que nos interesa, es más bien una actividad mental rudimentaria.
Se ha dicho comúnmente que "la mente piensa dentro de nosotros",
en vez de que nosotros pensamos. Por lo general esto significa que la
actividad mental es un proceso donde aquélla actúa por si misma incitada
por estimulos o impulsos de distintos tipos, afluye en forma desordenada;
una corriente de pensamientos expulsada por una segunda corriente, ésta
por una tercera y asi sucesivamente. Para describir este estado de cosas,
con mayor exactitud, diremos que la mente es normalmente
independiente del Yo o voluntad, siendo interferida todo el tiempo, por las
emociones e imaginaciones, anhelos y estímulos externos. Dicha actividad
mental casi no merece denominarse pensar, pues sólo cuando un fuerte
impulso o interés mantiene la mente activa, actúa en forma ordenada y
productiva.
La meditación espontánea -la que podriamos llamar inconsciente o
incomprendída frecuentemente es practicada por personas que no la
denominan asi. El científico que trabaja sobre un problema, el filósofo que
reflexiona sobre un concepto y los hombres de negocios que planean
inteligentemente la organización de sus empresas, son ejemplo de ello;
demuestran un empleo coherente y organizado de la mente de la función
de pensar. Debemos reconocer, a pesar nuestro, que dichas personas, por
lo general, piensan – en realidad meditan – con más eficacia que muchos
de los que recorren el Camino espiritual, los cuales son susceptibles de
hacerse negativos y pasivos y descuidar o bloquear la actividad coherente
y correlativa de la mente debido a la excesiva emoción y sensación.
Como consideración preliminar a la verdadera meditación, debemos
comprender que la mente es de hecho una herramienta, una herramienta
interna, con la cual no debemos indentificarnos a fin de facilitar su
empleo. Practicando la concentración hemos aprendido a dar el primer
paso la manera de controlar la mente y

mantenerla centralizada en la dirección elegída. Ahora viene el próximo


paso, o sea mantenerla activa, haciendo que siga o, mejor dicho, que
camine por donde queremos que vaya, hacia la meta elegida.
Pensar así significa reflexionar o cavilar sobre un tema bien definido,
desarrollando todas sus implicaciones, ramificaciones y significados
implícitos en el mismo. Una infima práctica y capacidad sobre lo expuesto
nos demuestra cuán superficial e inadecuada es la mayor parte de lo que
llamamos pensar. Somos muy propensos a llegar a conclusiones, a
considerar sólo una parte o aspecto del tema en cuestión, y la mente, en
vez de trabajar directamente, se desvía en respuesta a las reacciones
emotivas.
Por lo tanto, el primer requisito para desarrollar el arte de pensar
es poner mucha atención en el verdadero proceso de pensar, por ejemplo,
corregirla inmediatamente en cuanto se desvía de su curso, resultado de
una reacción emotiva o actitud mental preconcebida o – como
frecuentemente sucede – en respuesta al proceso de asociación mecánica
que conduce a la mente a través de una serie de temas afines muy
alejados del tema inicial.

El segundo requisito es la persistencia pensar a fondo. Aquí sucede


algo curioso. Al principio, después de algunos minutos de pensar en forma
reflexiva, estamos convencidos de que el tema ha sido agotado, que no
queda nada más sobre qué pensar. Pero sí persistimos a través de este
período en blanco y seguimos reflexionando, empezamos a descubrir otros
aspectos ignorados y hasta podemos descubrir que lo que al principio
parecía carecer de contenido, resultó superabundante lo que los
franceses llaman "embarras de richesse". Entonces aparece una nueva
dificultad: como explorar todos los aspectos percibidos y las
complejidades del tema y cómo manejar la avalancha de nuevas
corrientes de pensamiento.

Esto no sucede siempre; algunas veces parece que nos hemos


metido en un callejón sin salida o en una huella, de la cual no podemos
salir y, en tales casos, los estímulos externos pueden ser útiles y
legítimos. Por ejemplo, se puede consultar un diccionario o una
enciclopedia sobre el tema en consideración, o leer lo que otros han
descubierto sobre el mismo. Otra manera de escapar de este atolladero es
hacer una lista de preguntas que cubran todos los aspectos posibles del
tema, preguntas que surgirán según lo que hemos descubierto.
Utilizaremos como ejemplo la frase de la plegaria o mántram, expuesta en
el Cuaderno 1, que dice:

"Trato de amar y no odiar".

A primera vista su significado parece tan sencillo y evidente que


hallamos poco estimulo para pensar, hasta parecería banal. Por lo general,
pensamos "si soy un individuo decente y bien intencionado, lógicamente
trato de amar y no odiar. Para qué ahondar más la frase". Hallaremos que
el tema tiene más significado que lo que pareció al principio si empezamos
a interrogarnos:
¿Qué significa realmente "amar" ?
¿Qué es amor?
¿Cuántos tipos de amor hay?
¿Cómo amo yo?
¿Cómo trataré de amar de ahora en adelante?
¿A quién amo y a quién soy capaz de amar actualmente?
¿He podido amar siempre como tenia la intención de hacerlo?. Si no ha
sido así, ¿por qué?
¿Cuales han sido los obstáculos y cómo puedo eliminarlos?
¿Qué tipo de amor ha demostrado la humanidad en las diferentes culturas
y civilizaciones? (Pues ha habido diferentes tipos de amor para los cuales
se han empleado distintas palabras, como por ejemplo las griegas: eros y
agape).
¿Hasta dónde la cualidad de mi amor depende de las personas que amo y
hasta dónde, de mi propia naturaleza interna?

Ahora llegamos a la palabra "odiar" y podemos preguntarnos:


¿Bajo qué disfraz puede ocultarse?
¿Soy capaz de no odiar?
¿Cuál es el significado del enunciado paradójico, "Un enemigo es tan sutil
como un Buda"? ¿Qué siento hacia aquellos que practican el mal?

¿Es una actitud correcta? y si no lo es ¿cómo puedo corregirla?


¿Qué actitud debería adoptarse hacia el mal en general?
¿Cuáles son mis actitudes y reacciones emotivas hacia aquellos con
quienes antagonizo?

Evidentemente, todas estas preguntas no pueden ser


consideradas en forma adecuada en una sola meditación, por más tiempo
que tratemos de mantener la mente en esa tarea; proporcionan un amplio
material para reflexionar durante toda una serie de meditaciones, siendo
suficiente considerar una pregunta por vez.

Una tercera consideración sería el propósito de la meditación.


Antes de emprender esta forma de accion interna, deberíamos pensar con
claridad sobre nuestros objetivos, pues determinarán tanto el tema a
elegir como los procedimientos a emplear. Un propósito general de
meditación reflexiva es puramente mental o intelectual, vale decir,
obtener ideas claras sobre un tema o problema dado. Un objetivo más
importante es adquirir autoconocimiento y a ello se brindará una
consideración especial.
Hay innumerables temas adecuados para la meditación reflexiva
y sólo pueden mencionarse aqui sus diferentes categorías. Las cualidades
sicológicas y espirituales se ofrecen en series casi infinitas, tales como
valor, fé, serenidad, alegria, voluntad, etc. Cada símbolo representa un
tipo diferente, pero esto será tratado y ahondado en conexión con la
visualización y en un cuaderno posterior.
Se puede meditar sobre una frase que encierra un pensamiento
esto se llama emplear un "pensamiento simiente". Lógicamente, los
pensamientos simiente son también innumerables, pero pueden ser
clasificados a "grosso modo" en dos grupos: primero, los que parecen
sencillos y evidentes, como el ejemplo que acabamos de dar, pero que
encierran un mundo de significado; segundo, los que son formulados en
forma paradójica y, por lo tanto, constituyen un desafio. Estos se
presentan a menudo en forma aparentemente contradictoria, cuya
reconciliación reside en una síntesis superior o más comprensiva de los
dos terminos opuestos, por ejemplo:

"Actúen con interés y desinteresadamente".


"Sufran con alegria". (Lo cual no significa gozar del sufrimiento).
"Apúrense despacio". (Un antiguo dicho en latin, "festina lente".
"Vivan en lo eterno y en el momento".
"Vean a la acción en la inacción y a la inacción en la acción"

Muchos dichos de Jesús, relatados en los Evangelios, pertenecen


a esta categoria, siendo temas muy valiosos para la meditación reflexiva.

Meditación reflexiva sobre si mismo.

El empleo de la propia personalidad o yo, como tema para la


meditación, necesita, mas que cualquier otro tema, mantener la actitud
del "Observador" o " Espectador", tal como se lo menciona en el articulo
sobre Concentración. (Cuad. 1). Requiere una clara discriminación entre la
"autoconciencia" pura y el "contenido sicológico" de nuestra
personalidad, y significa la observación de diferentes factores sicológicos
en nosotros, sensaciones, emociones, imágenes, ideas y de nuestras
diferentes actividades, funciones e impulsos. Algún conocimiento de
sicología es de gran ayuda en esto, particularmente comprender los
hallazgos de la "sicología profunda" y de la "sicología dinámica" más
incluyente.

La autopercepción superior y la capacidad de observar la propia


personalidad desde arriba, desde una "distancia interna" o como podria
decirse: "a un brazo de distancia" no debe ser confundido con lo que se
llama comúnmente "autoconciencia" o "autocentralización".
Autoconciencia es completamente lo opuesto; significa la identificación y
preocupación penosa por nuestra personalidad y sus limitaciones y una
excesiva preocupación por las opiniones y los juicios que emiten, sobre
nosotros, los demás.

La meditación reflexiva sobre la propia personalidad no debería


ser considerada como una observación simplemente pasiva ni hacer un
inventario o resumen mecánico de datos; incluye en análisis de los hechos
observados, la comprensión de su significado y la consiguiente evaluación
de los mismos y esto exige reflexión, consideración e interpretación. Por lo
tanto, la verdadera meditación reflexiva constituye una preparación y un
incentivo para otros tipos de meditación y acción internas. Comprender las
deficiencias de la personalidad, sus problemas y conflictos, nos impulsa a
poner orden, traer armonía y plenitud en nosotros mismos y estimula a la
voluntad a realizarlo y puede realizarse, porque el Yo no sólo és el
Observador sino también el Hacedor, el Ser que tiene el poder de decidir,
dirigir y regir.

Meditación sobre el Principio de Buena Voluntad.

El Principio de Buena Voluntad es el tema de meditación durante este


periodo bimensual. Si se considera superficialmente al comienzo, quizás
parezca un tema sencillo, que no necesita reflexión sostenida. Pero esta
aparente simplicidad – como en el caso de la frase "trato de amar y no
odiar" – es engañosa. El articulo sobre Buena Voluntad y particularmente
la clasificación final de la II Parte de este cuaderno, indicará sus
innumerables aspectos, sus diversas aplicaciones y cuán amplios pueden
ser sus aspectos subjetivos y objetivos y los cambios que pueden producir
en nosotros y en toda la humanidad. En verdad es la llave mágica que
abre la puerta a la Nueva Era.

Sugerencias Técnicas sobre la Meditación Reflexiva.

Nunca uno debe concentrarse sobre los aspectos negativos, sino


poner la atención en los positivos. Luego se ha de anotar inmediatamente
todos los pensamientos o conclusiones de valor; los conceptos que en ese
momento parecen claros y vividos tienen la peculiaridad de desaparecer
muy rápidamente de la conciencia y se pierden – por lo menos
momentáneamente – si no se anotan en seguida. Formular pensamientos
verbalmente nos obliga a pensar con claridad y precisión y también acusa
cualquier confusión o vaguedad de nuestras mentes. El proceso de escribir
es en sí un estímulo para meditar, y puede conducirnos a otras ideas
valiosas "que fluyen de la pluma" por así decirlo. En este caso, escribir es
una técnica de la meditación; ayuda definitivamente a mantener la mente
enfocada, activa y orientada en la linea que se desee.

El tiempo dedicado a la meditación varia, pero al comienzo no


debería exceder de diez o quince minutos, pues ya es bastante. El período
durante el cual debe emplearse un asunto como tema, también varía,
pero debería utilizarse como minimo una semana y, después de cierta
práctica, comprobamos que un mes no es demasiado tiempo. En verdad,
algunos temas parecen virtualmente inagotables. Un buen método es
meditar ciclicamente sobre ciertos temas; se elige una serie de temas y se
emplea uno cada semana, después de terminar la serie se comienza de
nuevo.

Las recompensas de la meditación reflexiva son muchas. En


primer lugar crecienta la eficacia del empleo de la herramienta mental y
nos proporciona una creciente sensación de dominio sobre la mente. Esto
se alcanza en forma gradual y no esperamos llegar a la perfección, pero
aunque sea un infimo grado de control mental es satisfactorio y muy
valioso, pues la mente es un mal amo pero un servidor muy útil. Se
obtendrán otros resultados si emprendemos y seguimos seriamente esta
forma de actividad interna que deberia considerarse como paso preliminar
necesario para los otros tipos de meditación que serán tratados en
posteriores cuadernos. Esto inicia nuestro entrenamiento en este campo y
sienta las bases para toda realización futura.

II PARTE: EL PRINCIPIO DE BUENA VOLUNTAD

¿Qué es la Buena Voluntad?


Un signo alentador en nuestro confuso mundo actual, pleno de difíciles
corrientes que se cruzan y también de posibilidades alarmantes, es que la
buena voluntad se discute, reconoce y apoya comúnmente, pero lo
familiar no es fácil apreciarlo como una visión. Así sucede con la buena
voluntad y todo lo que se ha dicho sobre la frase "trato de amar y no
odiar" en la primera parte, es aplicable también al tema de la buena
voluntad.

Con frecuencia la buena voluntad se considera como cosa sencilla y


evidente, algo que cualquier persona bien intencionada lo da por sentado
y aplica sin darse cuenta aunque en sí es débil. Se cree que es más o
menos sinónimo de buena disposición y de una amable actitud, teniendo a
veces matices de condescendencia y un sabor de paciente tolerancia hacia
los defectos de los demás, tácitamente considerados como inferiores o
menos evolucionados que nosotros, o de lo contrario, como algo que
suaviza y allana los contactos humanos, un sustituto moderno –
expresado por medio de los buenos modales – de la cortesia que parece
estar fuera de moda. Puesto que ninguna de estas ideas populares es
adecuada, resulta importante llamar la atención sobre los profundos
significados, las amplias implicaciones y el carácter positivo y dinámico de
la buena voluntad.

¿Qué es entonces buena voluntad? Es un principio, y un principio ha sido


llamado una "idea de Dios", algo que orienta y dirige nuestras vidas, que
ofrece lo que podria decirse una vara para medir o una escala de valores
para nuestras actitudes y acciones. Un principio es una realidad espiritual,
una verdad a la cual responde el Yo superior, el Alma en cada uno de
nosotros, y que está siempre a tono con el mayor bien para el mayor
número. Las grandes leyes están basadas sobre principios y, en este caso,
un estudio del Principio de Buena Voluntad nos introduce más
profundamente en los fundamentos de la Ley de Rectas Relaciones
Humanas.

Ahora analicemos la palabra en si, pues su verdadera estructura


sugiere los diferentes aspectos que están relacionados e incluidos en ella.
Primero, VOLUNTAD; segundo, VOLUNTAD AL BIEN; tercero, BUENA
VOLUNTAD, como diferente de las anteriores. Un análisis de cada aspecto
puede ayudarnos a revelar dimensiones inesperadas del concepto
involucrado.

VOLUNTAD es una potente energía quizás la más potente que


exite en el Universo. Constituye el Primer aspecto de la Deidad, el aspecto
que más directamente expresa o indica Su naturaleza esencial. Se ha
dicho que la humanidad debe comprender a la Deidad de tres maneras,
siendo la primera: Dios es Mente, Inteligencia. La Mente Cósmica, que la
ciencia moderna ha empezado a aceptar y también a comprobar; la
segunda, que Dios es Amor, el gran mensaje – todavia muy lejos de ser
practicado – de las religiones superiores; la tercera, que Dios es Voluntad;
puede decirse que esta comprensión es sólo embrionaria en la humanidad
actual. La siguiente comprensión sintética será: Dios es Voluntad amorosa
e inteligente, sintética, porque incluye a los tres aspectos conocidos o
supuestos por la humanidad hasta ahora. Puede haber otros, pero por
ahora es suficiente esforzarnos por comprender estos tres.
Lamentablemente la humanidad aún no posee la síntesis o
armonía de estos tres aspectos. Hay mucho despliegue de inteligencia y
gran actividad mental en las cuales no existe amor y frecuentemente se la
emplea para propósitos egoístas. También hay mucho amor en sentido
emocional, pero poca o ninguna inteligencia que lo ilumine y guie. Lo más
peligroso es que existe en la humanidad mucha voluntad que no es
amorosa, voluntad empleada egoistamente a fin de llevar a cabo los
objetivos de la personalidad.

Los generalizados abusos del poder humano van desde los individuos
autoritarios que ejercen su fuerza de voluntad sobre su circulo inmediato
de allegados, hasta los poderosos conductores que mantienen en abyecta
sumisión a su maligna voluntad a todo un pueblo como sucedió
recientemente en Alemania y Japón. Generalizando, puede decirse que el
estado actual de la humanidad se debe principalmente al hecho de que
quienes poseen voluntad carecen a menudo de voluntad al bien y quienes
profesan amor tienen poca a ninguna voluntad, pues son débiles,
temerosos o haraganes. Por lo tanto, la comprensión o evocación de la
voluntad debe ser seguida o acompañada por la comprensión del
propósito y en qué linea la voluntad debe ser empleada y, lógicamente,
ésta debe ir hacia_ el bien. En otras palabras, la voluntad, para ser
constructiva y no destructiva, debería ser voluntad al bien. Esto requiere
poseer un elevado grado de evolución y una verdadera percepción
espiritual; la voluntad al bien puede y debe manifestarse por medio de la
personalidad del hombre y, cuando esto sucede, se denomina buena
voluntad.

Funciones y Efectos de la Buena Voluntad.

Fundamentalmente, la buena voluntad promueve la armonía y la


unidad, que en la humanidad se expresan como rectas relaciones
humanas. Hablando simbólicamente, la buena voluntad derriba barreras y
construye puentes, pues estimula la recta acción entre individuos y
pueblos. Es una llave para nuevos y a menudo inesperados modos de
pensar, desarrollándose alli una acción recíproca interesante entre la
buena voluntad y la comprensión; por un lado la buena voluntad
eliminando reacciones separatistas y creando líneas de comunicación,
fomenta la comprensión; por otro, la verdadera comprensión crea o
acrecienta la buena voluntad.
Debido a que la buena voluntad disipa el temor y evoca
confianza, es un medio para hacer posible la verdadera colaboración;
debido a que actúa como levadura, puede cambiar la atmósfera sicológica
en las relaciones personales y en cualquier actividad grupal. Al eliminar
los conflictos y las obstrucciones dentro de nosotros, y entre nosotros y
los demás, al aumentar de esta manera la armonía y la unidad, la buena
voluntad es eficaz para curar los males individuales y sociales.

Desarrollo de la Buena Voluntad.

Hay dos métodos para desarrollar la buena voluntad. El primero,


elimina lo que obstaculiza su libre expresión; podría denominarse el
método negativo, aunque exija mucha acción positiva para realizarlo.
Estos obstáculos son, principalmente, egocentrismo, autoafirmación,
resentimiento, hostilidad, prejuicio, crítica y discrepancia. Su eliminación
exige una actitud de autoobservación, sincero análisis y valoración
impersonal; poseer cierta medida de buena voluntad también es esencial
para superarlos y permitir que la buena voluntad se convierta en una
poderosa fuerza en nuestras vidas.
El segundo método consiste en cultivar directamente las cualidades
positivas que, en su mayor parte, son lo contrario de los obstáculos. Las
cualidades más necesarias son: simpatía, paciencia, generosidad,
humildad, sentido de fraternidad (hasta llegar a un sentido cósmico de
universalidad), espiritu de servicio y gratitud. Esta última, quizás parezca
ser la menos necesaria para desarrollar la buena voluntad y merece ser
comentada aparte.
Algunas personas hallan muy dificil sentir gratitud y aún más difícil
expresarla. Otras están más dispuestas a dar que a recibir; esta actitud,
cuando se analiza, es menos digna de lo que parece, pues en el dar –
especialmente cuando se tiene abundancia – hay una agradable sensación
de superioridad. Por otra parte, cuando se recibe, frecuentemente se hiere
el orgullo y ciertamente desinfla la vanidad; esto explica quizás la muy
conocida y frecuente falta de gratitud y buena voluntad hacia el
benefactor. Puede también haber una ambivalencia entre una gratitud
expresada a viva voz y un resentimiento más o menos encubierto, pero
una gratitud genuina, sentida y expresada, es una manera positiva de
crear y acrecentar la buena voluntad.

Técnicas para el Desarrollo de la Buena Voluntad.

Como ya lo he mencionado, estas técnicas eliminan principalmente


los obstáculos que nos impiden llevar una vida superior y cultivar
activamente los sentimientos y cualidades superiores. Son muy
numerosas y abarcan mucho para poder describirlas plenamente; algunas
han sido tratadas en otros escritos de estos cuadernos, pero podemos
mencionar brevemente tres que son de especial aplicación; imaginación,
visualización y comprensión de la necesidad. Sentir las necesidades
perentorias de otros, ya sean individuos o grupos, preocuparse por los
demás y compadecer a nuestros semejantes constituye un desafío y atrae
la buena voluntad, estimulando el esfuerzo para satisfacer la necesidad, lo
cual da lugar a un acercamiento constructivo.
A menudo la falta de buena voluntad deriva de la ignorancia porque
no se hace contacto con el sufrimiento y la miseria humanos, tanto física
como sicológicamente; la gente no se da cuenta de cuánto sufrimiento
existe y cuán numerosos son sus aspectos. Una condición amorosa y
amable conduce a la inercia, a tomar las cosas con tranquilidad y,
frecuentemente, es necesario que se haga contacto directo con las crudas
verdades respecto al sufrimiento humano en las prisiones, hospitales,
asilos de insanos, barrios bajos o entre la población de los países pobres y
subdesarrollados a fin de sacudir a este tipo de personas para que entren
en actividad. Los jóvenes particularmente están abiertos a estos impactos
y son fácilmente inducidos a reconocer la necesidad que existe de buena
voluntad y servicio, al ponerse en contacto con el sufrimiento y el mal.
Las técnicas para la práctica externa de la buena voluntad –
particularmente en las discusiones, consultas y conferencias – son en su
mayor parte las preconizadas por numerosos profesionales, en el campo
de las Relaciones Humanas para establecer relaciones interpersonales e
intergrupales satisfactorias y constructivas. Han sido formuladas en
muchos libros, algunos de los cuales fueron recomendados en el Cuaderno
1. Aqui sólo podemos dar un resumen de los puntos clave:

a) Examinar el problema en consideración, desde todo punto de vista.


Incluir el problema en un marco más amplio de referencia, un "todo"
mayor. Ver su ubicación y conexión con la situación total, reconociendo
interdependencias estrechas e inevitables. Considerarlo desde "arríba",
desde un nivel superior. Establecer la meta común a alcanzar, formularla
claramente, mantenerla siempre presente y referirse a la misma de vez en
cuando durante su consideración.

b) Encontrar y establecer los puntos acordes, en la unanimidad ya


existente o fácilmente alcanzable. Luego, examinar conjunta y
objetivamente (esforzándose por eliminar los factores emotivos), los
puntos de conflicto o desacuerdo.

c) Prepararse para hacer sacrificios parciales (compromiso correcto) a fin


de obtener el mayor beneficio para todos; alcanzar un acuerdo pacífico y
emprender una acción concertada y constructiva. Renunciar a algunos de
los beneficios inmediatos a fin de adquirir mayores recompensas futuras
por medio del acuerdo y la colaboración.

El propio interés iluminado puede ser el factor motivador subyacente


en el empleo de todas estas técnicas. Sin embargo, en un nivel superior,
la buena voluntad es motivada por el reconocimiento y la confianza de las
Leyes de Armonia, Justicia y Afinidad. Por medio de su acción, el bien
atrae al bien, la generosidad evoca a la generosidad.

Los Campos de Acción de la Buena Voluntad.

Estos campos podrían ser visualizados como una serie de círculos


concéntricos. En el centro está el individuo, cualquiera de nosotros y, por
sorprendente que esto pueda parecer, es precisamente alli donde la buena
voluntad debe empezar. Aunque pareciera que generalmente tenemos
demasiada buena voluntad hacia nosotros mismos, esto es verdad sólo
superficialmente y depende de cuán indulgentes seamos con nuestras
debilidades e impulsos. Hay un aspecto más profundo de la situación en la
que esta indulgencia o autojustificación es simplemente debilidad, falta de
voluntad. De ninguna manera es buena voluntad hacia nosotros; en
realidad es maligno y debido a la autoindulgencia, nos convertimos en
nuestros propios enemigos. En ciertas personas hay una curiosa
ambivalencia; mientras ceden a sus deseos menos recomendables, debido
a la falta de voluntad, tienen también un sentimiento de autoconcenación
o disconformidad; cuando esto es suficientemente fuerte, puede
convertirse en un verdadero complejo de culpabilidad, con el consiguiente
castigo o odio hacia sí mismo, pues hay evidentemente una necesidad de
buena voluntad para nosotros mismos. Esta buena voluntad iluminada
implica principalmente un valiente reconocimiento al cual se llega
admitiendo con toda sinceridad los defectos y faltas de nuestra
personalidad.

Pero por otra parte, no deberiamos juzgar demasiado severamente o


condenar estas faltas, porque forman parte de la "condición humana"
general, y la única manera constructiva y exitosa de tratarlas es aceptar la
culpa, sin presentar excusas ni castigarse a si mismo, sino que con firme
determinación de eliminarlas, trasformar nuestras personalidades. Esta
determinación exige buena voluntad constante y activa.
El segundo círculo abarca a nuestro allegados, los miembros de
nuestra familia. No es necesario insistir sobre la profunda necesidad de
buena voluntad entre marido y mujer y entre padres e hijos.
Luego vienen sucesivamente círculos más amplios que incluyen a
nuestros contactos diarios y asociados inmediatos en el trabajo nuestros
subalternos, los que trabajan en nuestro nivel y nuestros superiores en la
organización a la cual pertenecemos.
Circulos más amplios todavia, abarcan los campos colectivos de la
interacción humana comunidades, naciones, continentes y finalmente a
toda la humanidad. En todas estas relaciones recordámos la función
principal que ejerce la comprensión. El esfuerzo para comprender a
aquellos con los cuales entramos en contacto debería ser un ejercicio
consciente y constante, para que la necesaria buena voluntad en la
interacción con ellos pueda ser establecida y mantenida.
Un principio que debe recordarse y ponerse en actividad es que
toda trasformación creadora efectiva actúa desde adentro hacia afuera. El
cultivo de la voluntad al bien que existe en nosotros constituye el poder
motivador y crea la energía necesaria para la activa y efectiva
demostración de buena voluntad en nuestras vidas externas.
Todos estos puntos son temas adecuados y valiosos para la
meditación. La clasificación que va en las páginas siguientes puede
también ser útil a este respecto, particularmente si es empleada en
conexión con las Rectas Relaciones Humanas en el Cuaderno 1, pues
ambas se complementan.

Lecturas Recomendadas.

Del Intelecto a la Intuición, por Alice A. Bailey.


El Arte de Pensar, por Ernesto Dimnet.
Plegaria, por H. Heiler.
Ejercicios Espirituales, por A. Tillyard.
El Arte de Amar, por Erich Fromm.
Una Declaración de Interdependencia, por Harry Overstreet.
Exploraciones en la Conducta y en el Amor Altruistas, Editor Pitirim A.
Sorokin.
Correo de la UNESCO.

C L A S I F I C AC I Ó N

I ¿Qué es buena Voluntad?


1. Un Principio.
2. Una energía constructiva.
3. El origen de rectas relaciones.
4. Una fuerza positiva y radiante, y también magnética.
5. Una expresión de la voluntad al bien: la voluntad de realizar lo que debe
ser.
II Efectos de la Buena Voluntad.
1. Estimula la recta relación.
2. Derriba las barreras.
3. Promueve la armonia y la unidad.
4. Acrecienta la comprensión.
5. Transforma la atmósfera.
6. Facilita la curación de los males individuales y sociales.
7. Contribuye a la solución de los problemas.

III. Maneras de Desarrollar la Buena Voluntad.


1. Eliminación de los obstáculos tales como:
a) Egocentrismo
b) Autoafirmación
c) Resentimiento
d) Hostilidad
e) Prejuicio
f) Intolerancia
g) Crítica

2. Cultivo de las cualidades positivas tal es como:


a) Simpatia
b) Paciencia
c) Generosidad
d) Humildad
e) Sentimiento de fraternidad y universalidad
f) Espiritu de servicio
g) Gratitud

IV. Técnicas Especiales.


1. Imaginación
2. Visualización
3. Contacto directo con la necesidad
4. Técnica de relaciones interpersonales e intergrupales.

V. Ejercicio Sugerido.
Imaginar la condición prevalenciente en el mundo cuando la mayoria se
ocupe de hacer bien a los demás y no de sus propios objetivos.
Comprender la parte que usted puede desempeñar para construir dicho
mundo; visualizar el espiritu de buena voluntad como un rayo de luz que
surge desde el centro de buena voluntad que usted constituye, llegando a
todos los pueblos, problemas y situaciones de su inmediata incumbencia.

VI Invocación.
"Que los hombres de buena voluntad de todas partes se unan en un
espíritu de colaboración".

DELINEAMIENTO DE LA MEDITACION
1. Alíneamiento.
Por medio de:
1. Relajamiento físico, emocional y mental.
2. Aspiración.
3. Concentración mental.
4. Unión e identificación con este grupo de meditación.

II. Dedicación.
" Me dedico a construir en un esfuerzo unánime con mis hermanos
de Grupo y con todos los hombres y mujeres de buena voluntad la nueva
Ciudad de la Humanidad.
Haré todo lo que está en mi poder para crear una Nueva Era basada
en la comprensión, colaboración y participación, en la cual todos y cada
uno podrán desarrollar y expresar sus poderes creadores y sus
posibilidades espirituales más elevadas"

III. Meditación sobre el Principio de Buena Voluntad.

1. Visualizar uno de los simbolos de la buena voluntad:


a) La distribución de pan, o
b) El hombre que vierte agua de un cántaro.

2. Considerar reflexivamente el significado, el valor y la implicación de


este Principio.

3. Planear cómo demostrarlo individualmente y contribuir a desarrollarlo


en el mundo.

4. Irradiarlo Telepáticamente por medio de:


a) Repitiendo las palabras Buená Voluntad.
b) Enviando la forma mental de la Buena Voluntad a través de rayos de
luz hacia todas las direcciones.

V. Afirmación.

"Que seamos ayudados para desempeñar nuestra parte".

(Se sugiere que este Delineamiento de Meditación sea empleado


diariamente o dos veces por semana).

CUADERNO 3

I PARTE: MEDITACION RECEPTIVA.


II PARTE: LA LEY DEL ESFUERZO GRUPAL

I PARTE: MEDITACION RECEPTIVA

Receptividad a las Influencias.


La meditación receptiva constituye una parte muy valiosa de nuestro
entrenamiento mental, pero es el tipo de meditación más difícil y en el
cual estamos muy expuestos a cometer errores. Debido a que implica
ciertos peligros, generalmente no nos sentimos muy inclinados a
practicarla, y si bien es cierto que no es aconsejable para todos, quizás
existan muy buenas razones para que nos entrenemos y la adoptemos
como parte de nuestra acción interna; por eso se explicará la forma de
emplearla correctamente y evitar todo peligro.
Primero, deberíamos comprender el inestimable valor que tiene la
meditación receptiva y cuán útil es la visión interna que puede aportar,
tanto en nuestra realización espiritual como en la orientación práctica de
nuestra vida. Segundo, receptividad a las "impresiones" es el resultado
natural, espontáneo e inevitable del alineamiento y de la relación o
contacto internos con el Alma o Yo. Tercero, cuando se practica
correctamente no es peligrosa, ofrece una gran ayuda para evitar los
peligros de la receptividad inconsciente. Esto es importante y ha de
practicarse constantemente, de ahí la conveniencia de considerarlo en
forma más extensa. Desde el comienzo debe tenerse muy en cuenta que
estamos siempre expuestos a innumerables influencias individuales,
grupales y de la masa. Estas últimas se presentan como olas de
excitación, pánico u hostilidad que arrasa a la humanidad o a grandes
sectores de ella, absorbiendo a quienes no saben resistirlas. Estas olas o
impactos pueden llegarnos por medio de los sentidos normales, y,
telepáticamente, a través de impresiones psiquicas o desde los niveles
mentales.
Es muy útil saber – por más que nos desagrade – hasta qué punto
somos instrumentos o víctimas de las influencias, de las cuales unas veces
no tenemos conciencia y otras nos sometemos pasivamente a ellas. Un
ejemplo sobresaliente que puede considerarse como un gigantesco
experimento para sugestionar a las masas e influenciar su
comportamiento lo constituye la publicidad, tan eficaz es que se gastan
miles de millones de dólares a ese fin. Al principio se la empleó más o
menos empiricamente, aunque recientemente ha sido empleada con más
premeditación, utilizando conscientemente técnicas psicológicas definidas,
las cuales han sido claramente expuestas en Los Persuasores Ocultos (The
Hidden Persuaders) por Vance Packard, libro que suministra un estudio
preparatorio útil para nuestro tema.
Por lo tanto deberiamos tratar de no ser receptivos a las influencias
externas, pero no sería esta la verdadera solución. Resulta prácticamente
imposible no ser receptivo, lo cual tampoco es deseable. No vivimos
aislados; estamos intimamente vinculados e interactuamos con individuos
y grupos. El aislamiento significaría autocentrismo, condición tan contraria
a la naturaleza que es dolorosa y a menudo insoportable. La angustia de
la soledad, producida por el aislamiento, ha sido descrita vívidamente por
varios escritores existencialistas tales como Kinkegaard y Kafka. El tipo
extremo del individuo no receptivo está representado por el paranóico
que, estando completamente obsesionado por una idea o pensamiento, es
impenetrable a cualquier otra cosa. Ciertamente no es una condición
deseable.
Las relaciones humanas implican receptividad, y la falta de ella
excluye el amor. La verdadera solución requiere claridad de pensamiento
y capacidad para la acción y a esta meta se llega por medio de tres etapas
de actividad interna percepcion, control o dominio y sabia utilización.
Estas funciones de la meditación receptiva ofrecen la mejor forma de
convertir en ganancias los posibles riesgos, errores y peligros de la
receptividad.
Es conveniente comprender y recordar que la meditación receptiva es una
forma definida de meditación actividad mental consciente y controlada.
Es totalmente distinta de la mera receptividad psiquica que nos expone a
influencias de carácter emociónal e imaginativo. Su cualidad mental nos
capacita para discriminar entre varios tipos de impresión, registrarlas
debidamente y luego interpretarlas correctamente. Estos puntos se
desarrollarán más adelante cuando describamos las técnicas de la
meditacion receptiva.

Etapas de la Meditación Receptiva.

Debido a que la primera condición de la meditación receptiva sin peligro,


es poseer la capacidad de mantener la conciencia firme en el nivel mental
de percepción, deberia llevarse a cabo únicamente después de la
preparación descrita en el Cuaderno 2, necesaria para la meditación
reflexiva, lo cual significa que debemos pasar por las etapas de
relajamiento y preparacion mental, mediante lecturas apropiadas, la
diferenciación entre el Yo, el cuerpo y la vida emocional, la elevación del
centro de conciencia y el logro de la actitud interna del observador. Esta
es una condición importante para una conciencia positiva y muy despierta.
Sobre este punto es conveniente practicar, cuando sea posible, una breve
meditación reflexiva, pues consolidará la actitud positiva interna y
desarrollará la capacidad de emplear la mente como un instrumento
obediente.
Para comprender la diferencia existente entre la meditación
reflexiva y la receptiva es útil considerar la mente como un "ojo interno",
pues en cierto sentido es eso. En la meditación reflexiva el ojo de la
mente está dirigido, hablando en forma figurada horizontalmente,
tratando de ver más hallá de lo visible. Por otro lado, en la meditación
receptiva, dirigimos el ojo de la mente "hacia arriba" y tratamos de
discernir lo que hay arriba, en un nivel más elevado que aquél en el cual
somos conscientes. Esto también puede ser descrito como el oir tratamos
de oír algún sonido interno o mensaje proveniente de una región más
elevada o sutil.

Silencio.

Después de cambiar la actitud, pasando de la horizontal a Ia vertical,


sigue otra etapa la del silencio, que ha de ser descrita cuidadosamente,
porque existen varios tipos de silencio. El silencio seguro y verdadero es el
positivo, es decir, mantener la quietud interna positiva, en la cual
eliminamos, en lo posible, toda actividad espontánea de la mente, durante
el período deseado.

Este aspecto del silencio es una condición imprescindible para recibir


y registrar influencias superiores, alguien que trataba de alcanzar este
silencio interno escribio en forma risueña estas palabras: "Me encontraba
en profunda meditación y sabía que había alcanzado un" lugar luminoso y
lúcido, y como un destello me vino el pensamiento: "Sé que estoy en un
verdadero lugar interno y, sin embargo estoy sordo y ciego, es decir no
veo ni oigo". Una milésima de segundo después llegaba la respuesta
humoristica: "Si fueras mudo, posiblemente podrias ver y oír".

El logro y el mantenimiento del silencio interior es una tarea difícil


que exige perseverancia y firme determinacion, siendo un acto sostenido
de la voluntad. Nuestro mecanismo psicológico no está acostumbrado a tal
disciplina, se resiste y trata por todos los medios de evitarla. Un torrente
de impresiones, emociones, sensaciones, imágenes y pensamientos
invaden el campo de la conciencia, comenzando asi la feroz lucha por el
predominio. Nos parece que nunca lograremos expulsar a los intrusos que
llegan de todas partes; pero no por eso hemos de ser drásticos, pues un
esfuerzo demasiado enérgico es indeseable y va en contra del objetivo
establecido. Podemos emplear varias técnicas, por ejemplo repetir
continuamente una frase o una palabra, o bien evocar una imagen y
mantenerla clara y firme en el centro de la conciencia. Las mejores
palabras e imágenes para este propósito son las que sugieren un estado
de calma, paz y silencio. Esta es una frase eficaz extraída de un himno de
los misterios griegos: "Permaneced silenciosas, oh cuerdas, a fin de que
una nueva melodía pueda llegar a mí". Imágenes como las siguientes son
útiles para sosegar la mente: un lago tranquilo reflejando el azul del cielo;
la cumbre majestuosa de la montaña; el cielo estrellado en la quietud de
la noche.
Quienes se han ejercitado en la meditación o han tenido alguna
práctica de ella podrán emplear la técnica de observar la afluencia de
corriente mental en forma desapegada y desapasionada, como algo
objetivo que no nos pertenece. Si conseguimos mantener esta actitud
vigilante positiva durante un tiempo bastante prolongado, la corriente de
emociones y pensamientos se tornará cada vez más lenta, hasta que "las
aguas psiquicas" se calman.
A veces se presenta una situación opuesta: la de la somnolencia.
Este estado debe de evitarse por todos los medios ya que no conduce a la
recepción de impresiones superiores y en cambio, puede dar lugar a una
condición psiquica me- diúmnica indeseable y hasta peligrosa.
Vale la pena realizar el esfuerzo de continuar con el intenso
adiestramiento que exige la realización de un verdadero silencio interior:
además de ser necesario para la meditación receptiva, tiene un valor
espiritual propio y nos conduce a una situacion de armonía, paz y alegría
silenciosa, dándonos la sensación de una expansión de la conciencia y
además es también muy tranquilizadora y refrescante.
No sólo los misticos y contemplativos han insistido en el valor del
silencio sino también los escritores "laicos", Carlyle y Maeterlinck, entre
otros. Ejercicios sobre el silencio forman parte del método educativo de la
doctora Montessri. Las diferentes maneras de practicar el silencio, las
diversas "cualidades" del silencio y también las dificultades, son tratadas
muy bien en La Hermandad del Silencio, recopilación hecha por varios
autores incluyendo a un Obispo Anglicano y a dos Cuáqueros.

Métodos de Recepción.

Cuando se ha alcanzado el estado de silencio, es decir, después de


un periodo de esfuerzo y lucha por obtenerlo, estamos ya preparados para
la siguiente etapa de recepción. La actitud interna es de silenciosa
observación y paciente espera; puede describirsela también como un
estado de profundo interés, pero no emotivo, sobre lo que puede suceder
y acerca de lo cual podamos ser conscientes.
Una descripción del excelente resultado que producen tales ejercicios
en los niños se hallará en el capitulo "El Ministerio del Silencio" del libro
Oración Creadora por E. Herman.
La fuente de donde esperamos la impresión y a la que dirijimos
nuestra atención és el yo o alma, fuente segura aunque no la única, de
donde ha de provenir la impresión. Las impresiones de otras fuentes
elevadas y reales, a menudo pueden ser canalizadas o conducidas por
medio del yo o la mente consciente.

Visión interior.

Los métodos de recepción son varios; la impresión espiritual puede


revelarse a nuestra conciencia por medio de la vista, el oido, el contacto,
el anhelo de actuar y también de otras maneras. La más frecuente es
quizás por medio de la vista o iluminación. En realidad, la mente, en
forma simbólica, es el ojo interno, usándose con frecuencia el simbolo de
la visión; hablamos de visión interior, de iluminación, de "ver" en el
sentido de comprender el significado de un hecho o acontecimiento y
también de "ver" la solución de un problema o de tener una idea
"luminosa". A veces, una figura geométrica u otra forma simbólica súrge
del inconsciente. Así como también una serie de imagenes, formas y
colores concretos, producto de la imaginación y no de carácter mental. Se
ha de evitar que afluyan estas imágenes, o a lo sumo, deben observarse
tranquilamente sin prestarles demasiada atención durante un breve
espacio de tiempo.
Una forma superior de "ver" espiritualmente es la intuición. Esta
palabra puede inducir a error porque se la ha empleado en diferentes
sentidos. Etimologicamente está vinculada a la visión y significa "ver en".
La intuición en un sentido más elevado y púro puede ser considerada
como la comprensión super racional directa de la verdadera naturaleza y
realidad de algo comprensión de su verdadera cualidad, propósito y
esencia. Es muy diferente de lo que llamamos vulgarmente "pálpito",
impresión psiquica sobre personas o acontecimientos de carácter e interés
meramente personales.
La actitud de tratar de ver realidades internas a veces ha sido
denominada contemplación, o actitud contemplativa, pero esta palabra se
la emplea frecuentemente en un sentido más general, como espectativa
silenciosa y, en este sentido, es sinónimo de silencio o espectación
silenciosa. A veces se la utiliza para significar el mantenimiento, ante el
ojo de la mente, de un objeto interno para meditar. La forma más elevada
de ver internamente es iluminación, pudiendo considerársela como la
revelación de la Deidad inmanente en todas las cosas la Presencia de Dios
manifiesta en la naturaleza y en todo ser existente. Pero no nos
detendremos sobre este particular pues está fuera de nuestro tema y es la
recepción de una inspiración definida.

Oido Interno.
La segunda forma de recibir impresiones es oir internamente. Aqui
también debemos discriminar cuidadosamente entre oir psíqicamente
voces y oir espiritual e internamente. Esta discriminación no es fácil y
exige un sentido más sutil que el que se necesita para discriminar entre
imágenes y la verdadera visión interna espiritual. La diferencia puede ser
denominada cualidad o nivel. Con la práctica de la receptividad, somos
cada vez más capaces de distinguir en qué nivel funciona la conciencia. Si
funciona en los niveles emocionales e imaginativos, las voces oidas podrán
dar mensajes o hacer impresiones de carácter personal, excesivamente
coloreadas con algún tipo de sentimiento.
Por otro lado, la inspiración proveniente de los niveles elevados es,
por lo general, de carácter impersonal. Los mensajes son breves, concisos
y contienen sabios consejos, quizás señalen algún defecto que debe
eliminarse, alguna cualidad espiritual que debemos desarrollar o alguna
meta elevada que alcanzar. Algunas veces el mensaje es de carácter
simbólico, aunque parezca de primera intención que tiene un significado
concreto. Tal, por ejemplo, el caso del conocido mensaje recibido por San
Francisco: "Ve, y restaura mi iglesia". Al principio lo interpretó como un
mandato de reconstruir una pequeña iglesia casi en ruinas, pero más
tarde se dio cuenta que fue un mandato para restaurar la Iglesia Católica
de su época.
A este tipo de impresión pertenecen muchas inspiraciones
artísticas, literarias y musicales. El poeta o el músico tienen la impresión
de que algo o alguien que habita dentro de ellos les está dictando lo que
ellos expresan; les parece que "oyen" internamente y el poema, la idea o
la melodia aparece espontáneamente en el campo de la conciencia. En el
transcurso de las épocas, esto se ha expresado mediante el símbolo de la
musa que inspira o habla al oído del poeta.
A veces sé establéce un diálogo entre la personalidad consciente y
el Yo; la mente en estado de meditación formula una pregunta y recibe
una respuesta interna rápida y clara que parece formularse a sí misma y
surge en la conciencia. Si la personalidad la comenta y contesta, luego se
registra otra respuesta. Este diálogo lo ha tratado más ampliamente
Martin Buber en varios de sus libros y aplicándolo a todos los tipos de
relaciones espirituales. Dicho diálogo resulta más fácil empIeando uno de
los símbolos del Yo; el Sabio Anciano. Lo cual se tratará en otro
cuaderno, en la parte destinada a la visualización.

Contacto Interno.

La tercera forma de receptividad puede denominársela contácto, pues es


análoga al sentido físico del tacto, o sentir por medio del contacto. Pero
esta expresión no deberia tomarse demasiado literalmente; corresponde a
lo que queremos significar cuando decimos que "entramos o estamos en
contacto con alguien". Esto no indica que fisicamente tocamos a la
persona, sino que establecemos relación, armonia e interacción a
voluntad. Cabe decir lo mismo del contacto interno, aludiendo
especificamente al Yo, el Alma. Signifíca una relación o un alineamiento
fácil con el Yo, que permite la receptividad de su influencia y la percepción
de su cualidad y naturaleza y, gradualmente, nos capacita para
identificarnos o unificarnos en conciencia aunque, - parcial y
momentáneamente - con esa Realidad o Ser espiritual.
En virtud de este acercamiento interno, de este "contacto" con el
Alma, nos armonizamos, vivificamos y vigorizamos o acopiamos aquello
que necesitámos específicamente en un momento dado, y que el Alma
está tratando de dirigir hacia nosotros. Sus efectos son esclarecedores e
iluminadores; se produce un incremento en nuestra confianza, nuestro
valor y nuestra alegría, sintiéndonos renovados y listos para volver a la
palestra de la vida cotidiana y enfrentarnos con cualquiera de sus
contratiempos o dificultades. Sentimos que algún poder superior ha
descendido sobre nosotros y ha acrecentado nuestro propio poder. El
continuo contacto puede conducir a un grado de unificación o fusión
interna con el Yo, o a la irradiacción desde niveles superconscientes.
Cuando esta compenetración se hace prácticamente permanente, se
denomina una "personalidad fusionada con el alma".

Impulso de Actuar.

La cuarta manera de recibir la impresión del Yo es por medio del


impulso para actuar. Lo percibimos como un impulso concreto de hacer
algo, para emprender una tarea o deber en algún campo de servicio, o a
veces puede consistir en el impulso de realizar alguna acción interna y de
cambiar algo en nosotros mismos. A este tipo de impresión los Cuáqueros
que han practicado este arte de meditación receptiva y de silencio más
que cualquier otro grupo de Occidente lo denomina "preocupación".
Aquí también debemos discriminar cuidadosamente entre los impulsos
que proceden del Alma o de niveles elevados de la súper conciencia y
aquellos que provienen del medio inconsciente o inferior. La manera en
que aparecen en la conciencia es similar, pero sé hallará una diferencia en
la cualidad y el contenido del impulso. Cuando adopta la forma de un
llamado para realizar una gran misión o una acción de ventaja personal,
debemos desconfiar de ella; un impulso de este tipo lógicamente es de
origen inferior y espúreo, y tiene que ser desechado.

Registro.

Después de la recepción viene la etapa de registro. Toda impresión, no


importa cual sea el tipo o la forma en que se la recibe, tiene que ser
cuidadosa e inmedíatamente registrada por escrito. Como ya se ha
mencionado, en relación con la meditación reflexiva, las impresiones
superiores son por lo común vívidas y claras en el momento de la
recepción, pero tienen una curiosa tendencia a desaparecer rápidamente
del campo de la conciencia, y si no es captada y registrada de inmediato,
es fácil que las perdamos. El hecho de darles forma y anotarlas ayuda a
comprenderlas mejor, y con frecuencia al anotarlas la impresión se va
ampliando y continúa su recepción. La escritura puede ser empleada como
una técnica para evocar inspiración y crear un canal conveniente para las
impresiones superiores.

Recepción Demorada.

Otro aspecto interesante de la receptividad es la recepción demorada


de la impresión. Parece que nada sucede durante la meditación receptiva,
permanecemos en estado de pasividad y no somos conscientes de nada
nuevo; lo único que quizás sentimos es una sensación de tranquilidad,
descanso y renovación. Esto no significa necesariamente que la
meditación es inútil o haya fracasado, pues muy frecuentemente alguna
impresión o inspiración vendrá a nuestra conciencia durante el día o en
cualquier otro momento. Esto también puede suceder en otra meditación
o cuando estamos desarrollando otras actividades, en un momento de
relajamiento o al despertar por la mañana, pero cuando sucede
reconoceremos la relación existente entre la meditación aparentemente
sin éxito y la inspiración posterior, la cual se evidenciará cuando la
respuesta esperada a alguna pregunta o problema surge como un
chispazo en nuestra mente; también puede haber una recepción de
impresíon demorada menos espectacular pero igualmente verdadera,
respecto de la cual debemos permanecer en estado de alerta.
Así, pues, después de la meditacion debemos mantener siempre
una actitud interna de vigilancia y atención, denominada "actitud
meditativa". Podemos adiestrarnos para desarrollar el estado de
conciencia dual, es decir, estar normamente concentrados en nuestra
actividad externa mientras mantenemos al mismo tiempo
parte de nuestra atención dirigida hacia el mundo interior. Esta es la
"actitud del observador", vigilando tanto lo que sucede en el mundo
externo como en los diferentes niveles internos de la vida.
La recepción o respuesta demorada también puede presentarse de
otra manera, en forma seductora, y un tanto inexplicable, frecuentemente
la experimentan muchas personas. Consiste en recibir de fuentes externas
un mensaje o la respuesta a una pregunta, o los datos que necesitamos.
Por ejemplo, puede "suceder" que caiga en nuestras manos un libro que
contiene exactamente lo que estamos buscando o las páginas de un libro
que se abren en el preciso lugar en que está la respuesta; un amigo o
incluso un desconocido puede decirnos algo que reconocemos como la
clave o el dato esperado; quizás un acontecimiento o cambio de
circunstancias nos brindará la ayuda que necesitamos o nos sugerirá la
conducta o el plan que debemos seguir.
Resulta difícil explicar estos hechos que sugieren poderes y relaciones
desconocidas, pero ocurren tan a menudo y a veces de manera tan
sorprendente que no se los puede explicar alegando la mera coincidencia.
Por otra parte, debemos cuidarnos de no creer fácilmente en tales
posibilidades ni interpretar ocurrencias normales en forma fantasiosa e
ilusoria.

Meditación Grupal.

Hay una manera de practicar la meditación receptiva particularmente


valiosa y que ofrece ciertas ventajas cuando se la practica en forma
grupal. En la meditación grupal existe una integración de cualidades y
protección mutua contra algunos de los peligros de la meditación
receptiva, obteniéndose también ventajas al controlar y constatar
mutuamente los resultados. Pero hay algo más que eso, existe un factor
misterioso pero muy real, que se debe a la misma naturaleza de los
grupos. Empleando una analogía del mundo físico podríamos decir que en
un grupo sucede algo similar a una combinación química, la interacción,
aunque sea parcial o temporaria, de varias personas produce algo muy
diferente a aquello que compone el grupo.
Recordemos que en el nivel del Yo las diferencias y discrepancias son
menos acusadas que en el nivel humano común. El Yo tiene dos aspectos,
uno individual o otro universal. Este último no sólo facilita un contacto y la
fusión con los demás Yoes, sino también una estrecha relación y contacto
con el Yo universal, con el océano del Espíritu y con los seres superiores
que navegan en ese océano de Vida. A este propósito dijo Cristo: "Pues
donde quiera que estén dos a tres reunidos en mi nombre, alli estoy Yo en
medio de ellos" . (M.T. 18,20). No es raro que muchas personas, hablando
por propia experiencia, han afirmado que el silencio y la recepción
grupales son más fáciles y los resultados mejores y más abundantes.
Existen varios procedimientos para la meditación grupal. El primero
es libre silencio, silencio grupal sin ningún tema de meditación convenido.
El segundo método es silencio dirigido, silencio con la mente dirigida hacia
un objeto o tema definido, ya sea un problema espiritual o un asunto de
interés general, sobre el cual los miembros tratan de recibir iluminación y
orientación. También existe el método cuáquero: silencio grupal que
puede ser interrumpido por cualquiera de los participantes que siente el
impulso de hablar. Las respectivas ventajas y desventajas de cada
procedimiento se las analiza en Hermandad del Silencio basándose en
experiencias reales; su lectura será de provecho para quienes se interesan
por este tema.
Hay todavía otro método para la recepción grupal. Si no es posible
reunirse personalmente, la meditación receptiva puede ser practicada
simultáneamente por cada miembro del grupo en su propio hogar. Este
método se basa en la comunicación telepática entre personas sintonizadas
análogamente y que enfocan sus mentes en la misma dirección. La
estricta simultaneidad, es decir meditar exactamente en el mismo
momento, no es necesaria, porque el pensamiento y especialmente la
comprensión espiritual no están limitados por los factores de espacio y
tiempo. De esta manera, si un grupo medita sobre el mismo tema durante
cierto periodo -quizás una semana o un mes – la interacción y la
comunicación grupal puede y debe tener lugar, aunque los miembros no
mediten a la misma hora. Esto sucede más fácilmente cuando entre los
miembros existe una estrecha comunión interna.

Peligros y Errores de la Meditación Receptiva.

Existen diversos peligros que pueden atentar contra la meditación


receptiva y que, conviene comprender bien para luego poderlos
contrarrestar con éxito. Los dos principales son, por un lado, la
negatividad o pasividad y por otro, el sobreestimulo o excitación. Ese
estado de pasividad permite que se introduzcan en el campo de la
conciencia fuerzas o elementos que provienen del inconsciente, incluyendo
los niveles inferiores. No siempre se los reconoce, y aunque asi sea,
resulta difícil contrarrestar su influencia y resistir su ataque. La dificultad
es aún mayor cuando nos engañan mediante una apariencia seductora, y
aunque pueden parecer inofensivos o aun de orden elevado, sin embargo,
carécen de válor y aun pueden ser muy falaces.
La conciencia puede ser invadida también por influencias
provenientes de fuentes fuera del inconsciente individual. Hablando en
forma general, podemos decir que provienen del inconsciente colectivo;
este término puede incluir corrientes psiquicas generales, simbolos y
formas generales llamados por Jung "arquetipos" y centros de influencia
más especificos, individuales y grupales. Este campo es extenso y aún
muy poco conocido y no podemos entrar en mayores detalles sobre el
tema. Baste para nuestro propósito señalar la realidad del peligro.
Como ya se ha dicho, la principal defensa contra este peligro es
una constante vigilancia positiva. Otra defensa es la capacidad de
distinguir claramente entre las impresiones espirituales y la multiplicidad
de influencias psíquicas. Los fenómenos psíquicos no son de indole
espiritual y no debemos permitir que nos desvien, mostrando por ellos un
indebido interés. Conviene recordar que los pueblos primitivos y también
los animales poseen facultades psiquicas. La investigación científica de
tales fenómenos es legitima, pero esa es una cuestión totalmente
diferente y exige métodos distintos de los empleados en la meditación
receptiva.
EI otro peligro contra el cual debemos precavernos, es el sobre-
estímulo, independiente de la naturaleza de la fuente de donde emana la
impresión recibida, porque aun una influencia espiritual elevada, si se
lanza hacia la personalidad con toda su fuerza, puede causar daños muy
serios en algunos casos, que abarcan desde la tensión y el agotamiento
nervioso hasta la excitación emotiva, el fanatismo, la actividad excesiva y
febril, las manifestaciones de fenómenos psiquicos incontrolados. Un buen
ejemplo tomado del mundo físico es el repentino aumento de voltaje en
un sistema eléctrico, que puede ser la causa de que las lámparas, la radio
o cualquier aparato sensible y similar se dañen o quemen. Pero las
consecuencias indeseables pueden evitarse regulando inteligentemente la
práctica de la meditación o interrumpiéndola durante un tiempo a la
primera señal de peligro.
La realidad del peligro exige ciertamente la máxima cautela, pero
no debe causar temor o desaliento en la practica de la meditación. Todo lo
positivo contiene algún riesgo, aún las medicinas más eficaces pueden ser
peligrosas si se toman en dosis excesivas. Para emplear otra analogia,
tanto el escalamiento interno como el escalamiento de las montañas
pueden ser arriesgados, pero con una apropiada preparación, la debida
precaución y destreza, los peligros se reducen al minimo, y en el caso de
la meditación, los beneficios compensan ampliamente los riesgos.
Conviene insistir en que la meditación receptiva llevada a cabo
correctamente, es decir, con vigilancia constante, positiva y seguida por
una interpretación discriminadora e inteligente de los resultados, puede
proteger efectivamente contra las influencias y sugestiones provenientes
tanto del mundo interior, como del exterior, que no hayan podido ser
previamente conocidas o resistidas. La meditación enfoca la conciencia en
el nivel mental, desde el cual puede, por un lado, ejercer un control
inteligente sobre el reino de la emoción, la imaginación y los fenómenos
psiquicos, y por otro recibir luz, inspiración y poder desde arriba.

II PARTE: LA LEY DEL ESFUERZO GRUPAL

Esta Ley puede considerarse como aquella que más se destaca en


la Nueva Era. Lo primero que se ha de comprender es que los grupos de la
Nueva Era habrán de ser completamente diferentes a los conocidos hasta
ahora. La actitud autoritaria asumida por el que dirige, pertenece al
pasado, y los grupos de la Nueva Era constituirán asociaciones libres de
individuos unidos por una idea, un propósito y un servicio comunes. El
canon de tales grupos no será ya el de un sistema solar, con un gran
centro de luz y entes menores girando a su alrededor; más bien será una
constelación de estrellas o soles marchando juntos hacia una meta común.
Esto exige de sus miembros un grado elevado de integración y
dedicacion mutua al objetivo del grupo, al que puede llegarse por medio
de la orientación interna unánime, que es muy diferente de la disciplina
externa impuesta; a fin de comprender cómo puede conseguirse este
objetivo, será útil informar brevemente acerca de cómo se forma un
grupo.
Se ha de comprender en primer lugar que un grupo – una asociación
de individuos – forma en sí mismo una entidad viviente. Es un concepto
difícil para nuestra mente objetiva, acostumbrada a imaginar todo ser
viviente dotado de su correspondiente cuerpo visible y separado. Pero, si
examinamos la analogía de una nación o de un ser humano, es evidente
que la interacción y la fusión de los entes constituyen un todo que se
convierte en una entidad viviente, cualitativa, plena de propósito,
compuesta de la suma total de sus partes y existiendo a través de ellas
como una fuerza que se manifiesta.
De esta manera, naciones, tribus, comunidades, familias y todo tipo de
colectividades constituyen entidades grupales, como también lo hacen las
reuniones temporales como las asambleas, autorios y equipos. Es un
hecho reconocido que cuando dos o más personas se reúnen, su
interacción mutua inicia un proceso que determina una nueva
combinación, como en los procesos de la química. En otras palabras, la
vida grupal de cualquier tipo empieza a tomar forma. Ello se observa
fácilmente cuando una multitud se reúne para un propósito especffico; a
menudo se integra rápidamente y su "modalidad" se desarrolla y cambia,
produciéndose a veces acontecimientos de efectos poderosos y
sorprendentes.
Una entidad grupal contiene los mismos elementos y aspectos que el
ser humano. Tiene un espiritu, que es su propósito integrador, un alma o
aspecto cualitativo; sus aspectos mental y emocional compuestos por la
fusión de los aspectos mental y emocional de sus miembros; una
manifestación fisica a través de su organización y actividades externas.
Todos forman con el tiempo una "personalidad grupal" y, para conocer y
comprender cabalmente a un grupo, se requiere conocer a fondo cada una
de las partes que lo integran, así como necesitamos hacerlo respecto de
nosotros mismos.
La integración interna espontánea de los grupos de la Nueva Era surge
principalmente por su propósito común. Dichos grupos no están formados
para el mejoramiento de los miembros individuales, sino que tienen un
propósito mayor que el de ellos mismos, un objetivo que los individuos no
podrían alcanzar solos, que brilla ante ellos como una meta magnética e
impulsora. Dicho propósito puede consistir en satisfacer la necesidad de
algún sector de la humanidad, en establecer una idea o un ideal, o aliviar
la carga que oprime a los hombres, pero cualquiera que sea él habrá de
beneficiar a muchos.
Este es el propósito fundamental de la Ley del Esfuerzo Grupal – la
elevación del todo – que en el pasado se intento realizar individualmente,
y ahora puede llevarse a cabo con mayor rapidez si nos unimos para
realizar el trabajo grupalmente.
El poder de la unión en el esfuerzo por un propósito común en el
plano físico, se está estudiando hoy y se experimenta en gran escala. El
poder de la emoción unificada está siendo también reconocido y es
frecuentemente explotado y temido. Pero el poder del pensamiento
unificado ha sido poco comprendido hasta ahora. Sin embargo deberá ser
y será el nuevo método de acción creadora de la Nueva Era.
El trabajo grupal de este tipo necesita una considerable
autodisciplina. Aunque las cualidades personales son necesarias, cuando
están fusionadas en el todo, debe el individuo estar tan compenetrado del
propósito común, que no la empleará de manera
individualista. No se permitirá que las preferencias personales interfieran
o predominen sobre el propósito grupal o gobiernen la vida grupal.
Cualidades tales como el amor, la tolerancia, la comprensión y el servicio
necesitan ser cultivadas y empleadas insistentemente, mientras la critica,
la autoafirmación, la indiferencia y otras tendencias individualistas
perjudiciales al grupo exigen constante vigilancia para, en caso necesario,
corregirlas.
Mantener la relación grupal exige capacidad y sacrificio; sus técnicas
son rápidamente asimiladas y aplicadas por las innumerables personas
que se sienten impulsadas por el esfuerzo grupal. Estas personas se
ocupan de establecer la Ciencia de Relaciones Humanas, presente en
todos los campos de actividad y también en el poder para realizar el bien
y en la acrecentada actividad y esfuerzo grupales.
Este breve informe sobre el tema sólo sirve para indicar la índole de
este nuevo canon de la vida humana que crece rápidamente y exige hoy
el conocimiento y la cabal comprensión de todos nosotros, a fin de poder
utilizarlo. La clasificacion que damos a continuación nos ayudará a
canalizar nuestro pensamiento sobre esta Ley, así como también a
practicar la meditación sobre ella, de manera que al conservar las
características de los grupos de la Nueva Era cada uno llegará a su propia
comprensión del tema.

Lectura Recomendada:

La Hermandad del Silencio, editado por Cyril Hepher (Macmillan, Londres).


La Plegaria Creadora, por E. Herman (James Clarke y Cía, Londres).
Solución de los Conflictos Sociales, por Kurt Lewin, (Harper and Brothers,
New York).

I ¿Qué es un Grupo?
El Grupo es una entidad y tiene:
(a) Un "aura" grupal.
(b) Un aspecto emocional.
(c) Un aspecto mental.
(d) Una personalidad grupal.
(e) Un alma grupal.
Il. Métodos de Integración Grupal.
1. Amor.
2. Meditación.
3. Participación.
4. Silencio.
5. Comunicación:
(a) Externa.
(b) Subjetiva (telepática).
6. Servicio.

III. Obstáculos y Dificultades.


1. Crítica.
2. Devoción y apego personal.
3. El espejismo de la libertad.
4. Tendencias individualistas y auto-afirmaciones.
5. Dominio de las preferencias personales.

IV. Tipos de Grupos.


1. La familia.
2. Grupos para actividades prácticas.
3. Grupos formados para el deporte y la diversión.
4. Grupos formados por hombres y mujeres de buena voluntad para
propósitos humanitarios y diversas formas de servicio.
5. Grupos de hombres y mujeres que se esfuerzan por trabajar juntos en
forma subjetiva por medio del pensamiento, la plegaria y la invocación.

V. Técnicas para ayudar en el Esfuerzo Grupal.


1. Conocer los diferentes esfuerzos grupales en los cuales se participa. 2.
2. Considerar la contribución del grupo a estos esfuerzos, más allá de la
contribución individual de cada uno.
3. Meditar sobre el establecimiento de las relaciones grupales. Tal es la
responsabilidad de cada uno de los diferentes grupos a los cuales
pertenece. Recuérdese que estas relaciones tienen tanto un aspecto
interno como externo y traten de vincularse deliberadamente con los
miembros del grupo.
4. Pensamiento clave.
"Colaboración, no competencia".

(Véase también la clasificacion sobre Rectas Relaciones Humanas en el


Cuaderno 1)

DELINEAMIENTO DE LA MEDITACION

I. Alineamiento.
Por medio de:
1. Relajación , física, emocional y mental.
2. Aspiración.
3. Concentración mental.
4. Vinculación e identificación con este Grupo de Meditación.

I I. Dedicación.
"Me dedico – en un esfuerzo unánime con mis hermanos de Grupo y con
todos los hombres y mujeres de buena voluntad – a la construcción de la
nueva Ciudad de la Humanidad.
Haré todo lo que pueda para crear una Nueva Era basada en la
comprensión, la colaboración y la participación, en la cual todos podrán
desarrollar y expresar sus poderes creadores y posibilidades espirituales
elevadas".

lll. Meditación sobre la Ley del Esfuerzo Grupal.


1. Visualizar un símbolo del Esfuerzo Grupal: Un grupo de hombres que
trabajan
juntos en la construcción de un templo.

2. Reflexivamente considerar el significado, el valor y la implicación de la


Ley.
3. Planear cómo manifestarla individualmente y cómo contribuir a su
desarrollo en el mundo.
4. Irradiarla telepáticamente:
(a) Repitiendo las palabras Esfuerzo Grupal.
(b) Enviando la forma mental del Esfuerzo Grupal en todas direcciones a
través dé los rayos de luz.

IV. Afirmación.
"Que recibamos ayuda a fin de realizar nuestra parte".

(Se sugiere que este delineamiento de la Meditación sea utilizado


diariamente o dos veces por semana).

CUADERNO 4

I Parte: Plegaria Visualización.

Il Parte: El Principio de Unanimidad.


I PARTE – PLEGARIA

El Significado y el Lugar de la Plegaria en la Actualidad.


La palabra plegaria se emplea en muy diferentes sentidos. En una
manera general incluye múltiples actividades internas, como meditación,
contemplación, petición y oración que, como escribe Evelyn Underhill,
"son abrumadoras en su variedad" (Mysticism, p. 368). Pero para mayor
claridad en este estudio emplearemos el término plegaria en el sentido
definido de acción interna, caracterizada por el sentimiento, y donde esta
función está dirigida hacia las realidades o poderes superiores.
Dentro de este sentido limitado caben muchos tipos distintos de
plegaria. Tenemos petición de cosas materiales, la plegaria para ayuda
especial o de guia para uno mismo, la plegaria de la misma índole
aplicada a los demás; la plegaria en que los sentimientos son proyectados
con dedicación, o el ofrecimiento de sí mismo a un Poder superior, la
plegaria de tipo más elevado que conduce a la comunión del amor.
Para comprender cabalmente el lugar que corresponde, a la
plegaria en el amplio marco de las condiciones de la vida moderna y en
los métodos de acercamiento espiritual adecuados al carácter
psicológico.de la humanidad actual, necesitamos examinar primero la
mentalidad dominante y las tendencias de la sociedad moderna. Una
situación paradojica ha creado serios problemas y dificultades. La
humanidad ha mostrado cada dia mayor interés hacia el placer físico, la
posesión de objetos materiales y el éxito social; ha tendido a la
adquisición de bienes y ha empleado sus energías para explotar los
recursos de la naturaleza. Al mismo tiempo se ha acrecentado
rápidamente la educación y el amplio desarrollo de la mente. Estos hechos
han señalado un progreso real en la evolución de la humanidad, pero han
creado también problemas especificos, y el desarrollo de la capacidad
mental y crítica conduce a menudo al orgullo intelectual y a la estéril
sofisticación.
Entre estas dos tendencias – la materialista y la crítica intelectual – el
nivel intermedio de la emoción, del sentimiento y de la imaginación es a
menudo descuidado y subestimado y, en muchos casos, reprimido. Pero
las fuerzas vitales de la naturaleza del hombre no pueden ser aniquiladas,
y cualquier tentativa en ese sentido causa regresión y un retorno a etapas
de desarrollo más primitivas e infantiles, con el peligro constante de que
estas fuerzas puedan estallar de modo destructor.
Esta situación ha sido deplorada por cierto número de pensadores y
críticos de la sociedad moderna, tales como Bergson, Keyseling, Sorokin,
Maslow y Jung. Este último ha hecho los siguientes comentarios en un
reciente reportaje:
"En nuestra epoca el intelecto es lo que crea la oscuridad, porque le
hemos permitido adquirir proporciones demasiado grandes. La conciencia
discrimina, juzga, analiza y acentúa las contradicciones, trabajo hasta
cierto punto necesario. Pero el análisis mata y la sintesis lleva a la vida.
Debemos procurar la forma de poner las cosas en relación con todo.
Debemos defendernos contra el vicio del intelectualismo" (Revista de
Pensamientos de Jung, 1960).
Por otra parte, reconocer funciones y "derechos" en los aspectos
irracionales de la naturaleza humana, puede tener efectos negativos y
nocivos. Si a estos "derechos" se les da demasiada importancia, podrán
liberarse todo tipo de impulsos, que darán por resultado la expresión
incontrolada del deseo y de la imaginación en el individuo y en las
sociedades.
El mundo interno de la emoción y del deseo, con sus impulsos
correspondientes, es inmenso y sus muy variadas expresiones necesitan
ser cuidadosamente evaluadas y tratadas con discriminación. Por ejemplo,
hay una gran diferencia entre el deseo animal y la aspiración espiritual,
entre el apego posesivo egoista y el amor altruista, entre la exitación
salvaje de una multitud en una corrida de toros y los sentimientos
elevados evocados por la musica de Bach. Sin embargo, todos pertenecen
al mismo "mundo", todos tienen la misma cualidad básica, exactamente
como un color tiene muchos matices; por ejemplo, el rojo, que va desde
el rojo oscuro hasta el más delicado rosa pálido, pasando por el rojo
brillante.

El Valor de la Trasmutación en la Plegaria.

Este hecho es una de las cualidades básicas de la plegaria, e indica la


posibilidad de trasmutar las tendencias inferiores en superiores. En efecto,
uno de los problemas más importantes y urgentes que enfrenta la
humanidad hoy es cómo trasmutar y reorientar en aspiraciones hacia
metas superiores, las corrientes poderosas y turbias del deseo humano
que están tan empeñadas en adquirir toda suerte de bienes materiales y
poderio.
Uno de los medios por los cuales puede realizarse esta necesaria
trasmutacion y reorientación de las energias emocionales es mediante la
correcta plegaria: la plegaria aspiracional. Si excluimos el tipo inferior, la
plegaria de petición – la exigencia de ventajas o poderes materiales para
propósitos egoistas – los demás tipos de plegarias son de carácter
aspiracional porque están orientados hacia arriba. Lo dicho es aplicable a
plegarias cuya finalidad es la obtención de fortaleza, luz, protección, guia,
etc. Pues la atención está dirigida al Yo espiritual o Poder superior; atañe
aún más a la plegaria en bien de nuestros semejantes y a esa forma mas
elevada de plegaria cuya finalidad es el cumplimiento de la "voluntad de
Dios".
Tenemos aquí una de las innumerables paradojas de la vida
espiritual. Si el deseo consciente, cuando oramos por algo que nos puede
ser concedido, "desciende" a nosotros o a otros, la proyección hacia arriba
de nuestras demandas y aspiraciones tiene el efecto de elevar en cierta
medida nuestro centro de consciencia a los niveles más sutiles del mundo
interior; es un proceso de elevación. Esta tendencia ascendente de la
aspiración, ha sido expresada en todas las religiones conocidas por medio
de muchos símbolos; por ejemplo, el ascenso a la montaña, la llama que
surge y la flecha, como en la exhortación "Seamos como flechas, lanzadas
desde el ígneo arco que asciende hasta el cielo".
El proceso de trasmutar y sublimar las energías psicológicas no
puede ser desarrollado aquí extensamente, pero pueden señalarse tres
métodos a través de los cuales se lo puede practicar:
1. La sustitución y purificación de los móviles.
2. La elevación del nivel de la actividad.
3. Un cambio de los métodos empleados.

Para ilustrar estos puntos, puede sernos de utilidad considerar las


energias combatientes, particularmente la lucha contra los males sociales;
la agresión física puede ser reemplazada por la discusión en el nivel
mental; las armas materiales pueden ceder su lugar a la pluma o al
micrófono. Pero el factor esencial es principalmente el cambio y la
purificación del móvil.
Hasta cierto punto, la transformación psicológica y la sublimación
espiritual tienen un lugar continuamente en forma inconsciente, porque
son procesos naturales en la evolucion interna del hombre. Pero este
proceso es considerablemente ayudado y acelerado por la accion interna
consciente. Hay muchas maneras de establecerlo, pero uno de los
métodos relativamente fáciles y eficaces – porque da lugar al cambio del
móvil y del nivel de actividad – es la plegaria aspiracional. Como ha dicho
un instructor espiritual, la plegaria es "un gozoso proceso de santificar el
deseo".

El Proceso de la Plegaria.

Resulta difícil exponer el proceso de la plegaria en forma que atraiga a


los diferentes tipos de mente, hablando en terminos muy generales cabe
decir que hoy existen dos grupos principales. Uno está compuesto por
aquellos que, en el más amplio sentido de la palabra, podrian llamarse
religiosos y tienen una inclinación natural a la plegaria, aunque
arrastradós por el torbellino de la vida moderna no la practiquen; el otro
grupo lo constituyen aquellos con una mente más crítica que dudan y
hasta rechazan las cuestiones religiosas y espirituales y tienden a
considerar la plegaria como pasada de moda y de escaso o ningún valor. A
este ultimo grupo pertenece la mayor parte de la juventud actual.
La primera pregunta que hace la juventud con escasa disposición
para aceptar la existencia de un Dios personal tal como se lo concibe
tradicionalmente, es "a quién" se puede rogar. Antes de responder a esta
pregunta, se debería aclarar que el primer "objetivo" al "ser" al cual la
plegaria aspiracional debería ser dirigida es al Yo espiritual o Alma. Esta
aclaración puede sorprender, ya que a primera vista parecería que se está
rogando a si mismo, pero el hecho es que, normalmente, la personalidad
humana, el yo consciente, está muy lejos de unirse e identificarse con el
Yo espiritual. A menudo, el yo personal ígnora y hasta niega la existencia
de este Yo espiritual, no le presta atención o rechaza las intuiciones e
impulsos que le llegan de ése Yo superior, tratando de evadir las
responsabilidades correspondientes.
Reducir este sentido de dualidad y lucha deberia ser nuestro
objetivo principal, pues mientras no se logra cierto grado de unidad,
nuestra acción interior no será eficaz ni nuestra vida exterior será
realmente constructiva. El ruego al Yo espiritual en busca de luz,
inspiración y guía, deberia complementar, por lo tanto, el aspecto afectivo
y emocional de nuestra naturaleza en la meditación receptiva llevada a
cabo por medio de la mente. Una plegaria de este tipo viene explicada de
alguna manera por la frase "El Cristo que habita en nuestro interior", que
resume y anima la vida de muchos cristianos.
En las etapas superiores de la plegaria, la conciencia personal y el
Yo espiritual unidos, dirígen su atención a un poder más elevado; tal
plegaria está exenta de petición egoísta y deseo personal, siendo la
verdadera expresión del deseo del bien, por el bien mismo.

Realidad Superior.
Volviendo sobre el tema de la realidad de un Ser superior, no es
posible considerar aquí los innumerables conceptos que se sostienen a ese
respecto, pero tampoco es necesario; para el propósito actual de aprender
a utilizar la plegaria no es necesaria una teología establecida ni la
aceptación de ninguna ideología metafísica definida. Es suficiente admitir
que hay un gran Misterio, una Realidad universal a nuestro alrededor y
sobre nosotros, que está más allá de nuestro conocimiento humano y sólo
una actitud de ridícula soberbia, puede negar este hecho. Aunque no
podemos conocer directamente la naturaleza esencial de esta Realidad, sí
podemos conocer con la sola luz de nuestra mente algunas de sus
manifestaciones; pero mucho más nos será revelado cuando seamos
capaces de hacer un acercamiento intuitivo.
La manifestación más evidente es la inteligencia. Los científicos más
avanzados de la actualidad, hablan de una Mente cósmica que dirige el
desarrollo y la evolución de la materia. Los cánones observables que rigen
con precisión desde el sistema solar al átomo constituyen pruebas
innegables de que existe una Causa o Inteligencia. La belleza a través de
todos los reinos de la naturaleza, desde el más diminuto cristal hasta la
grandeza de los cielos estrellados, es también una prueba incuestionable
de una Mente o Realidad superior que crea o produce el ser. En la
humanidad encontramos también el genio, el amor altruista y otras
cualidades difíciles de explicar si no se las considera como reflejos, en la
humanidad, de los atributos y aspectos de un Ser superior.
En el reino humano también puede verse una gran diferencia entre
las criaturas más primitivas y las grandes personalidades de la ciencia, la
cultura, etc. Esto indica un crecimiento evolutivo hacia niveles superiores
de inteligencia y estados del ser, y nos induce a admitir que pueden haber
seres y reinos superiores que escapan a nuestra comprensión actual. Que
ellos no estén dentro de nuestro conocimiento, no es razón para negar su
existencia; la ciencia nos está haciendo comprender cada vez más cuán
limitada es la extensión de nuestra visión física, como también de nuestro
conocimiento, y cuántas energías y estados de la materia, invisibles para
nosotros, existen en el Universo.
Si tales realidades y energias existen, no pueden estar totalmente
separadas de nosotros y habrá alguna manera de comunicarnos con ellas.
Evidentemente esto es posible y muchos lo han confirmado por la
experiencia directa y los hechos comprobados. Pero sin tomar lo antedicho
en consideración, las posibilidades ilimitadas de nuestras relaciones con
aspectos superiores del ser, y el anhelo de saber más cerca de nuestra
propia existencia, pueden muy bien ser incentivos poderosos para la
exploración de mundos internos y la búsqueda de nuevas experiencias en
la aventura espiritual.

Tipos de Plegaria.
Como ya hemos mencionado en escritos anteriores, existen varias
formas de acercamiento a la gran incógnita. Una de ellas la constituye el
tema que ahora nos ocupa: la plegaria. Pero, debería aclararse que hay
también distintos métodos de plegaria, muy diferentes entre si. La
tendencia común de concebir la plegaria como una petición o súplica para
obtener beneficios personales dirigida a un ser superior, generalmente
concebido antropomórficamente, constituye el tipo más rudimentario de
plegaria y es comprensible que se le considere como una forma de
egoismo, servidumbre y credulidad, que carece de atractivos para la
mente moderna.
Sin embargo, hay formas superiores de plegaria en las cuales se
busca la comunicación con seres y energías que expresan los más altos
valores que podemos concebir, tales como inteligencia, belleza, amor,
bondad, etc, con el proposito de sintonizarnos con sus cualidades y
abrirnos a sus influencias. Esta comunión puede también buscarse a fin de
canalizar estas energías benéficas para el bien de otros en términos
religiosos, es la plegaria intercesora. Finalmente, existe ese tipo de
plegaria que no pide nada, pero tiende a acrecentar la comunión e
identificación con las realidades superiores o el Supremo Uno.
Como se dijo con anterioridad, el empleo de la energía de las
sensaciones, de naturaleza emocional, caracteriza a la plegaria y la
distingue de los otros tipos de acción "interior" y diferentes tipos de
sentimientos prestan "alas" a la plegaria. Por ejemplo, la sensación
común de incapacidad para luchar contra situaciones, resolver problemas
personales, nos impulsa frecuentemente a pedir fuerza, luz y guía; la
compasión que surge al comprobar que la humanidad se debate en un
océano de sufrimientos – físicos, emocionales y mentales – impulsa al
trabajo interno de la plegaria intercesora lo mismo que al servicio interno;
la camaradería y el amor que surgen de un sentimiento de identidad
esencial, también nos impulsa a orar, tanto para aquellos por los cuales
sentimos una afinidad especial, como para todos nuestros hermanos
humanos con los cuales compartimos un origen, naturaleza y metas
comunes.
Cuando logramos salir de la frontera del egocentrismo y del clamor
de nuestros deseos y temores egoístas, empezamos a comprender y
apreciar todo lo que hemos heredado de los reinos de la naturaleza y de
las realizaciones de nuestros semejantes. Esta apreciación de la belleza y
la maravilla del mundo que nos circunda, lo mismo que la magnificencia
que vislumbramos del universo, nos produce una sensación de adoración
de orden muy elevado. Podriamos llamarla "admiración gozosa" de la
Vida o Realidad desconocida que ha creado el universo y lo gobierna
conduciendo todos sus componentes – incluso a nosotros mismos y a la
unidad más pequeña – hacia una meta misteriosa y magnífica. Este
sentimiento está dentro de nosotros y, cuando lo liberamos para que se
exprese libremente, nos estimula para que colaboremos con la Suprema
Realidad y con todos los seres que participan de la vida.
La conciencia de que existe una relación superior no la logran
solamente las personas religiosas o con orientaciones místicas. Muchos
artistas, científicos, filantropos y hombres y mujeres sin creencias
religiosas, la han sentido y expresado de diferentes maneras. Un ejemplo
notable lo proporciona el filósofo Emanuel Kant, poseedor de una mente
muy aguda, cuyo trabajo constituyó un jalón en el desarrollo del
pensamiento moderno:
"Dos cosas que siempre me causan una renovada y siempre
mayor admiración y veneración cuanto más medito sobre ellas: el cielo
estrellado y las leyes morales dentro de mí. No es necesario buscarlas o
suponer que ellas existen... Las veo ante mí, e inmediatamente las
relaciono con la conciencia que poseo de mi existencia".
"La primera (espacio) empieza en el lugar que ocupo en el mundo
externo a medida que se amplía mi vinculación con él en una ilimitada
grandeza de mundo y mundos, sistemas de sistemas y tambien con las
medidas ilimitadas de tiempo, sus movimientos periódicos, sus principios
y duración".
"La segunda empieza en mi yo invisible, mi personalidad, y me
representa en un mundo verdaderamente infinito, en el cual sólo el
intelecto puede penetrar y al cual sé que estoy vinculado universal y
necesariamente".
"La primera imagen de incontables mundos anula mi importancia
como criatura animal que debe devolver al planeta (un mero punto en el
universo) la materia con la cual fue formada, después de haber sido
dotada durante un cierto tiempo (no se sabe cómo) con energía vital. En
cambio, la segunda imagen acrecienta infinitamente mi valor como
intelecto en el cual la ley moral manifiesta una vida independiente de la
naturaleza animal y de todo el mundo visible, como puede inferirse del
hecho que mi existencia está determinada por propósitos que no están
atados a las condiciones y limitaciones de esta vida, sino que se extiende
hasta el infinito". (Critica de la Razón Práctica)

Resumiendo, la plegaria constituye el acercamiento del corazón a la


realidad y a los seres superiores. Es un acercamiento vital y directo, que
debería ser comprendido y practicado particularmente por aquellos que
prefieren el método del acercamiento mental es decir, concentración y
meditación. Debe recordarse que la acción interior más eficaz es una
combinación y síntesis de los distintos acercamientos, pero antes de poder
practicarla deberiamos conocer los modos y métodos de cada
acercamiento y experimentarlos primero por separado. Lo dicho es
aplicable a la plegaria como también a la concentración y a la meditación.
En la plegaria pueden tener cabida otros factores psicológicos, tales como
el pensamiento y la voluntad y asociarse con el sentimiento, que
ciertamente no deberíamos excluir mientras exista el énfasis puesto sobre
la actividad del corazón y el empleo y dedicación del sentimiento al
objetivo espiritual.
La plegaria resulta asi útil en dos formas: como actividad
específica de un aspecto importante de nuestra naturaleza y como
preparación necesaria para la acción interior inclusiva y sintética que,
como veremos, resulta del acercamiento espiritual unificado de todo
nuestro ser. Las plegarias pueden ser clasificadas de la manera siguiente:
1. Plegarias espontáneas, de acuerdo a la inspiración del momento.
2. Plegarias formuladas por uno mismo, de acuerdo al propósito y
necesidades individuales.
3. Plegarias existentes, las empleadas por las diferentes religiones y
movimientos espirituales o escritas con propósitos especiales.

Debemos experimentar los diferentes tipos y elegir aquél que nos


parezca más eficaz de acuerdo a la ocasion. Por ejemplo, las plegarias
espontáneas tal vez sean más apropiadas para uso individual, y las
grupales quizás sean más convenientes para
reuniones o trabajo de grupo.
Para este último propósito sugerimos el empleo de una Plegaria
Invocativa de carácter universal, empleada actualmente por muchísimas
personas en todo el mundo. Se la transcribe a continuación y los
comentarios sobre su significado y cómo se la puede emplear más
eficazmente se suministrarán en el próximo escrito sobre Invocación y
Evocación.

LA GRAN INVOCACIÓN

Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,


Que afluya luz a las mentes de los hombres;
Que la luz descienda a la Tierra.

Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,


que afluya amor a los corazones de los hombres,
Que Cristo re torne a la Tierra.

Desde el centro donde la Voluntad de Díos es conocida,


Que el propósito guia a las pequeñas voluntades de los
hombres.
El propósito que los Maestros conocen y sirven.

Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,


Que se realice el Plan de Amor y de Luz;
Y selle la puerta donde se halla el mal.

Que la Luz, el Amor y el Poder


restablezcan el Plan en la Tierra.

Lecturas recomendadas: Se han publicado y están disponibles


muchisimos libros y folletos que versan sobre la plegaria. Nos limitamos a
sugerir uno que no está relacionado con ninguna religión ni movimiento
religioso en particular: PLEGARIA, por el Prof. F. Heiler (Editorial de la
Universidad de Oxford), con el subtitulo "Un Estudio de la Historia de la
Religión", rara combinación de erudición y de introspección espiritual.

VISUALIZACION

Imagenes.
La visualización puede ser definida como el empleo consciente y
deliberado de imágenes, es decir, que vivimos en un mundo de imágenes
de índole psicológica. El imprecisamente llamado mundo objetivo no es
como lo vemos; los filósofos lo han dicho durante mucho tiempo, pero
ahora la ciencia moderna lo está comprobando. La materia, tal como
nuestros sentidos la ven, no existe. Cualidades como el coIor, existen sólo
en nuestras imágenes mentales; la realidad objetiva, hasta donde
podemos conocerla, es un océano de vibraciones y energias de diferentes
tipos, de las cuales nada sabemos en forma directa, y nuestros cinco
sentidos nos imparten una imagen muy limitada del mundo que nos
rodea. Por ejemplo, la extension de las vibraciones que abarcan los ojos,
es solo una pequeña franja de toda la gama vibratoria.
Si nuestros sentidos fueran diferentes, el denominado mundo objetivo
no sería el mismo; creemos que los animales ven las cosas algo
diferentes. Parece ser que los perros tienen un sentido muy pobre del
color y probablemente ven un mundo grisáceo, pero en compensación
poseen lo que no tenemos nosotros, un agudo sentido del olfato, muy
sensible al olor. Algunos animales perciben las vibraciones ultravioletas,
que probablemente ven como un color desconocido para nosotros;
algunos tienen también un alcance auditivo muy superior al nuestro, de
ahi que haya silbidos que sólo los perros pueden oir.
Además de las corrientes de imágenes que impresionan nuestros
sentidos y provienen del mundo externo, nos hallamos sumergidos en un
mar de imagenes internas creadas y evocadas por nuestra actividad
imaginativa. Muy pocos viven en el mundo mental del pensamiento, de las
ideas y de los conceptos; aún aquéllos que saben pensar viven la mayor
parte de su tiempo en un mundo de imágenes y emociones internas, las
que a su vez evocan continuamente emociones y deseos, produciendo a
menudo un círculo vicioso; por ejemplo, cuando predominan la
preocupación o el temor, evocan imágenes análogas que a su vez
acrecientan el temor en tal forma que puede convertirse en una verdadera
fobia o, por lo menos, llega a ser una persistente ansiedad con los
consiguientes efectos nocivos.
Las imágenes nos impelen a la acción correspondiente de dos
maneras: evocan el deseo y producen también un efecto más directo. La
psicologia ha demostrado que toda imagen tiene una tendencia motriz, es
decir, tiende a producir la acción correspondiente. Quizá parezca que ello
no siempre es así, porque cada imagen está contrarrestada por otra
imagen que ocupa su lugar; pero cuando las demás imágenes son
descartadas, por ejemplo, en la hipnosis, o si hay una concentración
deliberada sobre una sola imagen, entonces su fuerza motriz es evidente.
En el pasado los filósofos descubrieron el poder de las imágenes;
ahora las agencias de publicidad y los propagandistas de todo tipo lo
emplean en gran escala. Esto significa que además de las dos corrientes
de imágenes las que vienen del exterior a traves de los sentidos y las que
brotan del inconsciente, tenemos otra corriente poderosa impuesta a
nosotros por persuasores simulados y "ocultos", tales como los políticos,
los industriales y todos aquellos que tratan de ejercer su influencia e
imponernos sus ideas.
La televisión es responsable de otra corriente de imágenes a la cual
un gran número de personas, incluyendo los niños, se abre pasivamente.
Todo esto demuestra cuán importante es para nosotros comprender esta
situación y tomar las medidas oportunas para contrarrestarla, de manera
que no seamos instrumentos pasivos de todas estas corrientes de
imágenes.
La primera tarea consiste en controlar las imágenes que hacen
impacto sobre nosotros, aprendiendo a contrarrestar, dirigir o evocar esas
imágenes a voluntad. Conviene comenzar con las más insidiosas, esas
proceden de nuestro interior, producto de nuestra actividad imaginativa.
Existen varias técnicas para desarrollar este tipo de control; la más directa
y efectiva es la visualización deliberada, y consiste en evocar y mantener
fijas en el campo de la conciencia las imágenes elegidas y deseadas,
excluyendo todas las demás.
Esto puede parecer sencillo, pero cuando lo probamos hallamos
cuan difícil es y comprendemos el gran poder que ejercen las imágenes
sobre nosotros y cómo estamos sojuzgados por ellas. Cuando estamos
tranquilos y relajados y hemos alcanzado un punto que aminora la
afluencia de imágenes, proporcionándonos una paz relativa, resulta difícil
al evocar una imagen elegida, mantenerla firme ante el ojo interno. Ella
no nos obedecerá; tiende a desaparecer, distorsionarse o proliferar en una
serie de imágenes asociadas.

La Técnica de la Visualización.

Así como para el adiestramiento y desarrollo de cualquier otra


habilidad, la primera etapa en el aprendizaje de la técnica de visualización
es puramente mecánica. Se empieza por practicar el ejercicio más sencillo
y fácil que no tiene otro valor que la ejercitación de la habilidad misma,
antes de pasar a otros que tienen de por sí un significado y una utilidad
especificos.
A la realización del primero de estos ejercicios contribuyen la
observación y la concentración. Podemos tomar una foto o un cuadro en la
forma descrita al estudiar la concentración (véase cuaderno I) y luego lo
transformamos en una imagen mental. En el segundo ejercicio podemos
evocar la imagen de algo que nos es muy conocido pero que no hemos
observado recientemente.
Otro ejercicio consiste en crear una imagen: algo que en realidad
nunca hemos visto, un cuadro imaginario. En todos estos ejercicios, la
imagen debe ser nitida, precisa y firme y debemos mantenerla asi lo más
posible, reconstruyéndola cada vez que se distorsiona o desaparece.
Otra etapa de la técnica de visualizacion es la necesidad de evocar
las imágenes repetidas veces y renovarlas frecuentemente. Visualizar algo
una o dos veces no es suficiente para que la imagen sea tan dinámica y
llena de vida que posea la fuerza de ser impulsada a la realización
objetiva. Toda imagen, hablando metafóricamente, está librando para
sobrevivir una lucha contra innumerables imágenes que ya existen en el
inconsciente y proceden del exterior. Asi, si queremos que una imagen
sea eficaz, debemos cargarla con, una considerable cantidad de energia,
manteniéndola frecuentemente durante cierto tiempo ante el ojo de la
mente, nutriéndola con nuestra atención. El placer de realizar este trabajo
es de gran ayuda y debemos procurar que las imagenes sean atrayentes.
Las imágenes tienen dos aspectos principales: forma y color.
Algunas personas tienen gran facilidad para visualizar las formas; otras
los colores y hay también una marcada diferencia entre los distintos
individuos de acuerdo con los respectivos tipos psicológicos. Las formas
están más relacionadas con la mente, mientras que el color está más
directamente vinculado con la emoción y el sentimiento, y cada uno
debemos trabajar en el aspecto que nos resulta mas difícil, a fin de
desarrollar la habilidad de visualizar bien, tanto la forma como el color de
cualquier imagen.
La visualización además de lo dicho es una excelente preparación
para adquirir la técnica del "como si", gracias a la cual nos conducimos en
la forma más correcta, aunque carezcamos de la correspondiente actitud
emocional. Un ejemplo común lo tenemos cuando actuamos de modo
tranquilo. El "como" del "como si" exige una previa visualización vívida
de la actividad tal como desearíamos llevarla a cabo. Esta técnica puede
ser de gran valor para aquellos que han de aprobar exámenes, hablar en
público, actuar, cantar, etc.

La Visualización y la Voluntad.

Evidentemente, estos ejercicios exigen el empleo de la voluntad.


La voluntad nos capacita para centrar nuestra atención en la imagen,
repetir el ejercicio y mantener firme la visualización. La relación entre la
voluntad y la imaginación es interesante. Coué hizo notar que cuando la
voluntad y la imaginación estan en conflicto, la imaginación lleva la mejor
parte, y en cierto sentido esto es verdad. La voluntad no puede producir
un resultado o acción exterior, excepto si no es por medio de imágenes,
es decir necesitas de la imaginación. Se ha descubierto que todo
movimiento físico - está precedido por una visualización consciente - o a
menudo inconsciente de él. Por lo tanto, el empleo de la voluntad implica
la evocación y la dirección de las imágenes y la actuación por medio de
ellas. Otra función de la voluntad, que debe preceder a la evocación y la
fijación de imágenes, es su elección. La elección es una función especifica
de la voluntad.
La voluntad nos permite elegir correctamente las imágenes.
Primero, durante lo que podríamos llamar el período de "adiestramiento",
debemos emplear imágenes de carácter positivo, pero carentes de
significado profundo o simbólico, simplemente debemos entrenarnos para
visualizarlas sin realizar actividad mental alguna sobre su significado. En
la práctica, la visualización se combina con la meditación reflexiva sobre el
significado del símbolo. Primeramente podemos alternar nuestro enfoque
centrándolo primero en la visualización y después en la reflexión, y
viceversa. Más adelante podremos hacer ambas a la vez.

Tipos del Símbolos.

Existe una gran variedad de simbolos y podemos elegir


ampliamente de acuerdo con nuestras preferencias y propósitos. Los
principales tipos o grupos de simbolos son los siguientes: naturales (cielo,
tierra, agua, fuego, montañas, etc.), humanos, mitológicos, imaginativos,
abstractos (números, formas geométricas, colores, etc.), y técnicos. Hay
también símbolos de carácter individual o personal, que surgen
espontáneamente, como los que aparecen en sueños, los que pueden ser
evocados por medio del dibujo espontáneo y otras técnicas.
Después de haber practicado con imágenes estáticas individuales,
podemos pasar a la etapa más difícil de visualizar un proceso: un objeto o
una escena que cambia y se desarrolla. Uno de los ejemplos más simples
consiste en visualizar un capullo cerrado y "ver" como se abre lentamente
(en la pág. 24 se da un ejercicio análogo).
Otro procedimiento para crear imágenes consiste en evocar lo que
los psicólogos denominan "imágenes" de otros sentidos, como el oído, el
olfato o el tacto. La palabra "imagen" puede parecer injustificada aqui,
pero impresiones como sonidos, olores, etc, son de hecho imágenes
evocadas subjetivamente, es decir, sin el estimulo del objeto
correspondiente que las produce.
Se pueden emplear muchas otras imágenes, símbolos o corrientes
de imágenes; una técnica de especial valor es imaginar que poseemos
cierta cualidad o cualidades que necesitamos adquirir. Primero, podemos
representarnos una imagen estática de nosotros mismos como poseyendo
la cualidad deseada y luego podemos extenderla a la visualización de
nosotros mismos, actuando en determinadas situaciones utilizando la
cualidad o cualidades que quisiéramos desarrollar en nosotros. Pero
debemos comprender claramente que este ejercicio no es un fin en sí
mismo; el limitarnos a obtener ese resultado exclusivamente
probablemente iria en detrimento de nuestro objetivo y convertiria la
imagen idealizada, en una nueva evasión o substituto del esfuerzo
personal. Por lo tanto no debemos poner nuestras esperanzas
pasivamente en la imagen que estamos evocando, se la ha de considerar
como un proyecto o plan, que nos ayudará a concretar la imagen en una
realidad. En efecto, puede ser comparada con la visión y el esquema
interno que un escultor debe tener de la figura que está por reproducir.
El modelo ideal de uno mismo puede ser visualizado de diferentes
maneras. Podemos hacer que el modelo represente la meta final, o evocar
las etapas previas, visualizando una cualidad o situación por vez, llegando
asi gradualmente al todo perfecto. Este último es el método más fácil y
eficaz de trabajo, que contrarresta cualquier tendencia a negar la realidad,
sustituyéndola por algo puramente idealista.
Sin embargo, no debemos aplicar a otros este método, sino con
máximo cuidado, pues se efectúa mucho daño, o especialmente cuando
los padres proyectan mas o menos conscientemente sobre sus hijos, la
imagen de lo que ellos creen que sus hijos deben ser. (Esta es a menudo
una imagen idealizada de lo que los padres no han podido ser). Tales
imágenes raras veces corresponden a las verdaderas posibilidades o a las
correctas lineas de desarrollo del niño, el cual, o se rebela con justa razón
o se ve forzado a aceptar un papel inadecuado. Lo cual tiene graves
consecuencias, y muchos trastornos psicológicos pueden achacarse a tales
imposiciones.

lmágenes Simbólicas.

La diferencia entre imágenes simbólicas e imágenes comunes consiste


en que las primeras tienen un significado especial; una imagen simbólica o
simbolo. además de su "valor intrínseco", representa una idea o verdad
que en si es abstracta y por lo tanto necesita una "formulación" para ser
expresada, es decir, para que nosotros podamos comprenderla y
comunicarla a otros.
Muchas imágenes pueden tomarse en su forma puramente objetiva
o ser empleadas para trasmitir un significado simbólico, un ejemplo de
ellos es la imagen de una montaña. Aquel que posee una mente
puramente objetiva, cuando visualiza una montaña, sólo ve su forma y
belleza externas, pero quien comprende su significado simbólico más
profundo verá también la montaña como vía de acceso a niveles
superiores, en cuya cima se perciben amplios panoramas, y comprenderá
la analogía que existe con la vida interior, y el anhelo de ascender a
niveles superiores de conciencia; esta imagen, pues, tiene un efecto
espiritual elevador. Las montañas son un claro ejemplo de valor de los
símbolos. Se las ha utilizado en muchas religiones y, a través de las
épocas, los hombres las han asociado con la inspiración y el retiro a
"lugares elevados".

Imaginación.
Empleamos la imaginación – consciente o inconscientemente – en
todos los campos. Por ejemplo, en la ciencia – aún en esas ciencias físicas
donde cabria pensar que tienen escasa aplicación – juega un papel
importante. La intuición y la imaginación tienen una relación particular; la
intuición abstracta tiende a revestirse o a expresarse a través de
imágenes, que podrían ser llamadas los "vehículos" de la intuición
abstracta originaria. Algunos de los grandes cientificos lo han comprendido
asi, y el matemático francés Poincaré escribio un libro sobre la función de
la imaginación en la ciencia. Otros han escrito también acerca de la
manera en que les fue revelado algún descubrimiento, llegándoles en
forma de una súbita imagen o diseño, como en el famoso caso del físico
Kekulé, que "vio" los átomos bailar en el aire de acuerdo a su teoria del
agrupamiento atómico mientras viajaba en ómnibus en Londres.
Un empleo de la imaginación particularmente adecuado para el
trabajo de este Grupo de Meditación consiste en visualizar los diferentes
aspectos de la Nueva Era que estamos tratando de establecer. Por
ejemplo, podemos visualizar varios aspectos de la nueva civilización,
como la nueva estructura social, la nueva educación y el nuevo arte.
En todo nuestro trabajo, empleando la función imaginativa,
debemos distinguir claramente entre el empleo de la imaginación y de
imágenes como sustitutos de la realidad – imaginación pasiva o negativa,
mecanismo de escape y sustituto malsano de la realidad – y el empleo
activo y positivo de la imaginación como medio eficaz para crear, tanto en
el mundo interior como en el exterior. Todo depende, en la mayoria de los
casos, de cómo empleamos la imaginación. Debe mencionarse también la
diferencia entre visualización y clarividencia. Esta última es una
proyección receptiva, mientras que la visualización es positiva. La
clarividencia es el resultado de la respuesta pasiva, pero la visualización
es o deberia ser siempre creación a voluntad.
Finalmente, la visualización no debe ser empleada
independientemente por sí misma, sino que, como los demás tipos de
"acción interior", tiene que combinarse con los otros métodos y técnicas
que estamos considerando. Acerca de todo ellos nos ocuparemos en los
siguientes cuadernos sobre la Invocación y la Meditación creadora.

Ejercicio de la Rosa.

Imaginese un capullo de rosa cerrado; vea vividamente el


pedúnculo y los pétalos verdes. Primero visualícelo claramente en forma
estática, luego imagine que se abre muy lentamente, mostrando cada vez
mas los pétalos. A medida que se va abriendo, vea la rosa surgiendo en
su belleza, mostrando todo el color y la textura de los pétalos. Luego
imagine el perfume de la rosa, con su especial y rica fragancia y preste al
mismo tiempo atención, tanto a la belleza de la forma como al perfume.
Contemple la rosa con un sentimiento de admiración y gozo. Luego
reconózcala como un símbolo significativo de crecimiento interior,
desarrollo, expansión, autorrealización e irradiacion del propio ser interior
y de sus cualidades. Cada uno de nosotros sómos como la rosa, con las
mismas potencias ocultas en el capullo, crecimiento y realizacion de
cualidades y poderes latentes, desarrollo armonioso e irradiación activa.
Este ejercicio debe ser hecho muy lentamente, con pausas entre
cada fase. Los resultados son a veces completamente desproporcionados
en comparación con la aparente sencillez del ejercicio, pudiendo dar lugar
a una nueva comprensión de sí, el despertar de cualidades interiores y, de
ser necesario, constituirá incluso un procedimiento curativo. La eficiencia
del ejercicio depende de la capacidad para captar la rosa como un símbolo
viviente de manera que actúe en nosotros en forma creadora.

II PARTE – EL PRINCIPIO DE UNANIMIDAD

Muchos confunden unanimidad con uniformidad, pero ambos


términos son completamente diferentes, como lo demuestra claramente la
raíz de cada palabra: Unanimidad viene de ánima, y significa poseer la
misma alma; uniformidad viene de forma y significa poseer la misma
forma.
En la práctica, esta diferencia fundamental no se comprende con
la misma claridad. Resulta dificil mantener el verdadero ideal de
unanimidad; se distorsiona fácilmente y la uniformidad lo reemplaza. Pero
esto es una trampa; la imposición de la uniformidad es demasiado fácil si
un líder asume demasiada autoridad en un grupo y, aunque se la
denomine unidad y se crea que es eso, no es así ni constituye de ninguna
manera un metodo de trabajo para la Nueva Era.
Unanimidad – ánimo unánime – significa que se posee una
intención idéntica; significa que un propósito fundamental une a un grupo
o a una comunidad en un esfuerzo comun, pero no que el esfuerzo de
todo el mundo tenga que ser forzosamente el mismo. La diversidad de
esfuerzos, de expresion de formas són perfectamente compatibles con el
propósito unánime y, en efecto, son la garantia de una unanimidad
viviente continua, que brota desde dentro hacia afuera.

La unidad de propósito permite establecer diferencias tanto en los campos


de su manifestación como en los métodos y medios por los cuales se lleva
a cabo. Puede haber una gran variedad de planes para realizar un
propósito central, y esos planes abarcan toda clase de campos que
necesitan los distintos métodos correspondientes. Pero si la unanimidad
de propósito es fuerte y clara, no será afectada por tal diferenciación, sino
simplemente interpretada para satisfacer cada nueva situación que se
presente.
Es innecesario decir que no resulta facil de lograr, pues con
frecuencia, por buenas que sean nuestras intenciones, nuestra concepción
e ideas acerca de los mejores métodos que debemos emplear pueden muy
bien diferir. Pero existen técnicas que son de gran ayuda y es posible una
colaboración externa basada en el contacto interno y las relaciones de
buena voluntad.
La primera de esas técnicas consiste en la creación continua de las
relaciones internas y el mantenimiento de un sentido de unidad y esfuerzo
común a pesar de las posibles divergencias externas; significa el cultivo
de amor, la comprensión y la confianza. Otra técnica es la discriminación
de lo esencial y de aquello que no lo es, dónde la unidad es necesaria y
dónde la libertad resulta ventajosa; esto exige claridad de pensamiento,
discriminación y sabiduria. El tema de la libertad ha de considerarse en su
correcta perspectiva y, sin poner excesivo énfasis en la libertad, debe
empleársela para traer fortaleza, crecimiento y plena movilización de las
posibilidades del grupo. Una unanimidad esencial que brinda la libertad y
variedad de expresión necesarias constituye la clave para las correctas
relaciones grupales y la libre actuación hacia esa meta.
Otra técnica útil es la de evitar del excesivo énfasis en el método y
los detalles, pues tal insistencia a menudo resulta semillero de
discrepancias; todos tenemos nuestras propias ideas de cómo deben
hacerse las cosas y cualquier opinión puede justificarse hasta cierto punto.
En cambio constituye una inteIigente precaución mantener el énfasis en el
propósito comun y dejar que se desarrollen gradualmente las cuestiones
menores sobre detalles del aspecto formal. A veces puede haber una
opinión unánime respecto a los mejores métodos, pero a menudo ello no
es posible y, debido a ese tipo de discrepancias el grupo se debilita y
acaba por disolverse.
Se relata la historia de que alguien visitó a Bernard Shaw, a
Sidney y a Beatriz Webb, los bien conocidos Fabianos, cuando vivían
juntos. La persona en cuestión fue testigo de las violentas discusiones que
mantenian despues de la cena y temió que sus relaciones fueran
interrumpidas, comprobando con sorpresa, a la mañana siguiente, que las
disputas eran parte de su vida externa normal y que, de ninguna manera,
afectaban sus relaciones esenciales.
Una de las mejores demostraciones de unanimidad es la amistad,
la verdadera amistad que ignora las diferencias menores y continúa
firmemente a través de todos los altibajos de la vida. Tal amistad brota de
un profundo vínculo interno y, por lo tanto, no es afectada por cuestiones
y acontecimientos externos y transitorios como dice Shakespeare: "Hagan
como los adversarios ante la Ley: luchen fuertemente, pero coman y
beban como amigos".
Otra técnica que debe cultivarse consiste en saber apreciar los
méritos de los demás. La diversidad en la unidad entraña un respeto
mutuo y una disposición para dar y recibir sin la necesidad de asumir
autoridad alguna el uno sobre el otro. Florece también allí donde hay una
sana humildad, basada en el reconocimiento de la incompleta e inevitable
imperfección de los criterios y acciones personales. La labor individual
raras veces puede abarcarlo todo, y el trabajo grupal es hoy necesario
para satisfacer las crecientes demandas de la vida de la Nueva Era. La
contribución grupal, regida por el bien del todo o "el mayor bien para el
mayor número" crea una fuerza poderosa completa y unánime, con las
innumerables cualidades de sus miembros y el potencial de cada individuo
multiplicado por la fortaleza del todo. Una buena ilustracion de ello es el
hecho de que un acorde es la mezcla armoniosa de distintos sonidos;
también el color blanco es el resultado de la fusión de todos los colores del
espectro. Resulta claro que este método nada tiene que ver con la
uniformidad, conformidad o dictadura.
Este método de trabajo es el que se utiliza en la Asamblea
General de las Naciones Unidas. Dag Hmmarskjold comentó que en cierta
ocasion la creciente unanimidad que existía entre las naciones más
pequeñas: las une su común interés de sobrevivir. Antes se producía rara
vez un voto unánime, ahora ocurre frecuentemente, y en el flujo y reflujo
de la marea de la controversia, más bien que agudizarse parecen
suavizarse, las aristas de los malentendidos. El espiritu cada vez más
acusado de internacionalismo, asi como la difusión de los movimientos
mundiales humanitarios y del bienestar indican la presencia del gran
Principio de Unanimidad.
"Existen fuerzas secretas que actúan uniendo a quienes deben
estar juntos", escribio J. Ching, y esta "Fuerza de Unanimidad" secreta
trae un profundo gozo interno, pues es una expresión de esa Unidad
central de la cual ha evolucionado toda diferencia y manifestación. Cuando
la experimentamos en unidad de propósito y en unión interior con otros,
respecto a alguna meta especifica, nos ponemos en contacto con fuerzas
subjetivas de fortaleza y gozo que surgen de nuestra "unidad esencial",
estamos redescubriendo la unidad, nuestra unidad básica esencial, y esta
es una partlcipación consciente en la Vida Una.
En el libro titulado Mi Amiga la Tierra, Peter Townsend describe este
reconocimiento: " El mundo, podemos sentirlo, está moviéndose hacia una
unidad que algún dia será perfecta; llegará el momento en que esa unidad
poseerá a todos los pueblos. En la multitud de religiones y creencias hay
una expresión común; el deseo del hombre es ser uno, no estar separado,
ser parte y no sentirse separado de su Creador y de la Creación. El
hombre no se pertenece a sí mismo, sino a todo el esquema de la vida".

Los párrafos siguientes, extraidos de El Fenómeno del Hombre la


obra del jesuíta Pierre Teilhard de Chardin constituye una interesante
interpretación del Principio de Unanimidad desde otro punto de vista.
Hemos empleado el término "magsíntesis", y cuando está basada en una
mejor comprensión de lo colectivo, me parece que la palabra debe ser
entendida sin atenuantes o metáforas, si se aplica a la suma de todos los
seres humanos...
La Cosa todavía inominada que la combinación gradual de
individuos, pueblos y razas traerá a la existencia, necesariamente debe
ser suprafísica, no infrafísica, para ser coherente con el resto. Más
profunda que el acto común en el cual se expresa, más importante que el
poder de acción común desde el cual emerge una especie de
autonacimiento, está la realidad misma, constituida por la reunión viviente
de partículas reflexivas...
Estamos frente a una armoniosa colectividad de conciencia,
equivalente a una especie de superconciencia. La idea de una tierra que
no solo se está cubriendo de miriadas de granitos de ideas, sino que está
encerrándose en un solo y vasto grano de pensamiento en escala sideral,
la pluralidad de reflexiones individuales agrupándose y reforzándose
mutuamente, debe actuar en forma de una sola y única reflexión
unánime.
Esta es la forma general en la cual, por analogia y simetría con el
pasado, somos conducidos científicamente a visualizar el futuro de la
humanidad.

C LASI F I C AC IO N

¿Que es Unanimidad?

1. Es la expresión de la unidad esencial que subyace en toda


creación.

2. Unánimidad no es uniformidad – es unidad en la diversidad y diversidad


en la unidad.

3. Unidad orgánica – Unidad funcional (considerar la analogía del cuerpo


humano).

4. La unanimidad no es impuesta – es libre adhesión.

5. Sus diferentes aspectos incluyen:


a) Propósito – Intención – Voluntad – Motivo.
b) Pensamiento.
c) Aspiración.
d) Acción.

Campos de Unanimidad:
a) Dentro de uno mismo.
b) Unanimidad grupal.
c) Unanimidad intergrupal.
d) Unanimidad mundial.

¿Cómo lograr la Unanimidad?

1. Eliminando los obstáculos como:


a) Dominio de sí.
b) Orgullo y excesiva estima del propio criterio.
c) Fanatismo.
d) Unanimidad impuesta (que da lugar a la rebelión).
e) Excesivo énfasis en detalles y métodos (que es causa de discrepancias).
f) Interferir en las responsabilidades de otros.

2. El cultivo de las cualidades como:


a) Amor.
b) Universalidad.
c) Espíritu de integración.
d) Voluntad para la armonía y la sincronización.

3. Métodos:

a) Reconocimiento de la unidad en la diversidad.


b) Comprensión del propósito común.
c) Intención unánime.
d) Pensamiento grupal unido.
e) Deseo grupal unificado.
f) Actividad grupal fusionada.

4. Técnicas especificas:

(1)Conferecias-Consultas.
a) Encontrar uno o más puntos de unanimidad.
b) Expandirlos en una creciente zona de acuerdos.

(2)Trabajo subjetivo.
Meditación, invocación, plegaria unida; recepción de inspiración e ideas.

(3)Formulación de un programa común y su puesta en práctica


concertada, por ejemplo:
a) (Objetivamente): Erigír un edificio o dirigir una fábrica.
b) (Subjetivamente): Meditación unánime y simultánea sobre las Leyes y los
Principios de la Nueva Era.

Pensamiento Clave

En las cosas necesarias, unidad; en las cosas dudosas, libertad; en


todas las cosas, amor.
(Divisa de una antigua orden monástica).

Resultados de la Unanimidad.

1. El gozo de la unanimidad – comunión.


2. El poder de la unanimidad – efectividad multiplicada.

DELINEAMIENTOS DE LA MEDITACION

I. ALINEAMIENTO
Por medio de:
1. Relajamiento: fisico, emocional y mental.
2. Aspiración.
3. Concentración mental.
4. Vinculación e identificación con este Grupo de Meditación.

II. D E D I C AC I O N
"Me dedico – en un esfuerzo unánime con mis hermanos de Grupo y todos
los hombres y mujeres de buena voluntad – a erigir la Nueva Ciudad de la
Humanidad. Haré todo lo que mi poder me permita para crear una Nueva
Era basada en la comprensión, la colaboración y la participación, donde
todos y cada uno podrán desarrollar y expresar sus poderes creadores y
sus posibilidades espirituales superiores".

III. MEDITACION SOBRE EL PRINCIPIO DE UNANIMIDAD.


1. Visualizar el símbolo de la Unanimidad. Las personas que se hallan en los
diversos caminos que convergen en el horizonte donde surge un sol
dorado.
2. Considerar reflexivamente el significado, el valor y la implicación de este
principio.
3. Planear cómo demostrarla individualmente, y en qué forma contribuir a su
establecimiento en el mundo.
4. Irradiarlo telepáticamente por medio de:
a) Repitiendo concienzudamente la palabra

UNANIMIDAD

b) Enviando la forma mental de la Unanimidad a través de rayos de luz


en
todas direcciones.

IV. AFIRMACION
"Que seamos ayudados para cumplir nuestra parte".

(Se sugiere que este lineamiento de meditación se emplee diariamente o


a lo menos dos veces por semana).

CUADERNO 5

I Parte – La Voluntad.
Il Parte – La Ley del Acercamiento Espiritual

I Parte: Meditación.
La Voluntad
Invocación – Evocación

LA VOLUNTAD
Reconocemos, por lo general, que la acción efectiva en el mundo
depende del empleo de la voluntad, siendo ella necesaria para obtener
resultados positivos, cambiar las condiciones negativas existentes,
construir y crear. Hay obstáculos que vencer, dificultades que superar,
oposiciones que enfrentar y contrarrestar, todo ello requiere la aplicación
de la energia de la voluntad.
Lo mismo sucede con la acción interna. La voluntad es la energia
más poderosa que existe en los mundos internos, subyace en todos ellos y
los activa. Y, sin embargo, no es fácil llegar a una clara comprensión de la
naturaleza, las cualidades y el correcto empleo de la voluntad. La
psicología moderna presta poca ayuda a este tema de vital importancia:
por lo general ha ignorado o descuidado este poder o función central del
ser humano. Si nos dirigimos a la filosofía para obtener una definición, nos
enfrentamos con puntos de vista diferentes y contradictorios. Las
innumerables controversias acerca de si la voluntad es libre o no, ha
ofuscado, o relegado a segundo término, la cuestión fundamental de su
naturaleza, la consideración de su empleo y el desarrollo y aplicación de
sus técnicas.
Pero, por fortuna, no es necesario, como en el caso de la
electricidad, conocer la naturaleza esencial de la voluntad para ponerse al
tanto de su realidad y poder ser capaz de emplearla. La voluntad es algo
que experimentamos directamente y comprendemos fundamentalmente:
es evidente por sí misma y no necesita prueba o demostración alguna. Se
la puede comparar con la conciencia y la experiencia estética. La
percepción y el gozo intuitivo de la belleza son facultades o dones
primarios, independientes de cualquier teoría estética. Lo mismo sucede
con
el despertar y el funcionamiento de la conciencia ética. La captación
intuitiva del bien, por un ser humano, también es independiente de
cualquier formulación de reglas, código o teoría moral. Lo mismo acontece
con la voluntad.
Por lo tanto, podemos partir del hecho fundamental de que somos
seres "que expresamos voluntad", capaces no sólo de conocer, sentir,
imaginar y amar, sino también de realizar. Aceptando esta premisa,
encararemos la cuestión práctica de averiguar cuál es la mejor manera de
aplicar este don o facultad. El primer requisito para ello es un
reconocimiento claro de las diferentes fases o etapas de la voluntad. Se
las puede enumerar de la siguiente manera:

1. Deliberación: Consideración de móviles, incentivos y meta.


2. Decision: Opción. (Elección de la meta que hay que alcazar, o la acción
que débe realizarse).
3. Afirmación: Determinación de la voluntad para cumplir ese propósito.
Autoridad: aplicación de los imperativos (Puédase, hágase, sea).
4. Planeamiento: Establecimiento de un plan de acción concreto. La
elección de los medios para ponerlo en práctica en sus diferentes etapas
(planificación a largo o corto plazo).
5. Ejecución: Dirigir y proyectar las diferentes y necesarias energias para
llevar a cabo el plan, empleando para ello las técnicas más apropiadas.

1 – Deliberación.
El término "deliberación" significa debate, discusión, consideración,
reflexión, maduracion. Aqui lo emplearemos para significar examen y
apreciación de los móviles. Los móviles son los incentivos para la acción,
que a su vez dependen de las metas y del valor que a ellas concedemos.
Es necesario que seamos honestos con nosotros mismos a fin de descubrir
los verdaderos incentivos que nos impulsan a la acción. Es fácil engañarse
a este respecto, pues a menudo los deseos personales o impulsos
inconscientes están disfrazados bajo moviles seudorracionales o idealistas.
Es esencial darse cuenta de ello y saber discriminar acerca de nuestros
móviles, porque cuando se emplea la voluntad para propósitos egoistas y
separatistas, tiene efectos destructivos y cuanto más fuerte es la
voluntad, peores son los resultados. Este peligro es tan cierto, que toda
enseñanza sobre el funcionamiento y desarrollo de la voluntad debe
empezar haciendo esta seria advertencia.
También se ha de comprender que los efectos destructores de una
voluntad egoistamente empleada no afectan sólo a otras personas, sino
que, tarde o temprano e inevitablemente, se vuelven contra la persona
movida por una tal voluntad negativa.
La inexorable ley de causa y efecto, basada sobre el principio de
armonia y equilibrio, hace que el efecto de toda acción retorne como un
"boomerang" al que inició la causa. Por lo tanto, no solo se justifica el
adiestramiento de la voluntad, sino que es del todo imprescindible. Hay
personas buenas, de correctos móviles, que poseen una voluntad débil y
no saben cómo emplearla; es imprescindible que tales personas adquieran
una voluntad dinámica y una poderosa "voluntad al bien", a fin de
contrarrestar con su esfuerzo los efectos nocivos que producen muchas
personas de vigorosa voluntad, pero que la emplean incorrectamente.
Podemos descubrir nuestros verdaderos móviles por medio del
sincero examen de nuestra propia conciencia; dicho examen es, en
realidad, una modalidad de meditación reflexiva dirigida hacia ese
propósito. Lo cual, a su vez, es un importante resultado y consecuencia de
la interacción y cooperación que existe entre los diferentes tipos de acción
interna. La práctica de la meditación requiere aplicar, en mayor o menor
grado, la voluntad; y la meditacion, a su vez, nos ayuda a descubrir los
móviles que nos impelen a la acción, y a reconocer los buenos y
constructivos.
Pero no basta con tener móviles correctos y una meta que para
nosotros tenga un valor positivo, atrayente o "magnético". El objetivo
elegido tiene que ser alcanzable y, a fin de juzgar si lo es o no, debemos
considerar en forma cuidadosa y objetiva la situación imperante y los
medios de que disponemos. En esta etapa de deliberación debemos
también examinar la necesidad y urgencia de los diferentes y posibles
cursos de acción y las condiciones que confieren a la situación que
debemos enfrentar el carácter de especial o única. Todo esto, sin lugar a
dudas, puede considerarse como una forma muy eficaz de meditación
reflexiva.

2 – Decisión – Elección.
La decisión es el aspecto más caracteristico y esencial de la voluntad,
o más exactamente, de la volición (acto de la voluntad).

Dos tipos opuestos de comportamiento rigen el proceso de tomar


decisiones. Toda persona se ve obligada a tomar decisiones importantes,
como elegir marido o mujer, una carrera, decidir acerca de un posible
negocio, etc... y muchas son las que lo hacen con poca o ninguna
deliberación, obedeciendo casi por completo a moviles inconscientes. La
teoría determinista al negar el poder para elegir conscientemente y
libremente, se basa en la observación del comportamiento de tales
personas. En el otro extremo están quienes comprenden que toda decisión
y eleccion entraña la posibilidad de cometer un error, y hasta de causar
daño. La responsabilidad que de ello se sigue produce un molesto
sentimiento de miedo o culpa y, por lo tanto, esas personas tienden,
consciente o inconscientemente, a evadir las responsabilidades y a echar
sobre otros - ya sea sobre un individuo o una entidad social o colectiva -
la carga de la decisión. Este sometimiento de la propia voluntad, este afán
de evadirse o escaparse, explica muchas tendencias actuales y lo han
estudiado muchos autores, entre ellos Erich Fromm en su libro El miedo a
la libertad.
Las decisiones pueden ser tomadas de dos maneras o en dos niveles.
La primera es el resultado de una deliberación previa, al fin de la cual
podemos ver claramente el mejor o más aconsejable camino a seguir. Si
el resultado no es claro, podemos elegir aquel que nos parece el más
aconsejable, para no incurrir en una falta de decisión.
Pero, a veces, la deliberación consciente, racional, parece no
conducirnos a ninguna parte; hay, o parece haber, tantos factores
inciertos en los resultados que se nos ofrecen, que nos sentimos incapaces
de llegar a una conclusión correcta. En tales casos tiene que seguirse un
segundo camino para llegar a una decisión en un nivel superior: exponer
el asunto ante un juez superior, el Yo o Alma, y sujetar a él nuestra
voluntad personal consciente. En términos religiosos a este camino se lo
define: como la búsqueda de la voluntad de Dios a fin de que El nos
oriente en el caso de que se trate. Tal procedimiento implica
necesariamente el uso de otros dos medios de acción interna: la
invocación y la meditación receptiva. Todo lo expuesto en estos estudios
sobre ambos temas debemos aplicarlo al problema de tomar una decisión
en este nivel "superior".
El principal obstáculo para tomar decisiones es nuestra falta de
disposicion para renunciar o ceder. Esta carencia puede ser consciente o
inconsciente, pues surge el difundido deseo de "nadar y guardar la ropa".
Pero debemos comprender claramente y aceptar el hecho ineludible de
que toda elección implica inevitablemente eliminar las alternativas y
renunciar a otros posibles cursos de acción. Aun en asuntos que redundan
totalmente en nuestro propio beneficio, debemos enfrentar las
alternativas y reenfocar ciertas posibilidades si queremos tener éxito.
Quienes desean abrirse camino en el mundo deben elegir entre la
ambición y la ociosidad, ganar dinero y dedicarse a los placeres.
Frencuentemente los realistas dan esto como sentado, sin siquiera
detenerse a pensar en ello, pero hay personas de una mayor sensibilidad,
mas versátiles y más transigentes, a menudo son incapaces o no quieren
aceptar esta dura realidad, y aunque llevan a cabo lo que han decidido,
sin embargo, piensan en ello y lamentan lo que han tenido que
abandonar, malogrando así la alegría y disminuyendo su eficiencia. Para
facilitar la elección y hacerla con más voluntad y de todo corazón, no
debemos pensar en términos de abandono, renuncia o sacrificio, sino de
preferencias. Ciertamente, esta palabra expresa con exactitud la
verdadera cuestión.

3 – Afirmación.
La fase o acto volitivo que debe seguir inmediatamente a la decisión es
la afirmación. Parece ser, y esencialmente es, un acto simple; pero su
realización plena y efectiva implica varios factores. El primero es una fe
viva, dinámica; no simplemente una "creencia", sino esa fe que nace de
una sólida convicción. Este tipo de fe no
necesita de pruebas exteriores; es algo que llevamos dentro de nosotros
mismos y, de acuerdo con la bella definición de San Pablo, es "la sustancia
de cosas esperadas y la evidencia de cosas no vistas".
El acto de fe más necesario y vigoroso es la fe en si mismo.
Keyserling ha recalcado las consecuencias magníficas que se derivan de
este hecho:
Sólo esa afirmación interna que llamamos fe crea la decisión que
confiere "realidad" al Yo en la existencia fenoménica... Por la fe, y sólo a
traves de ella, la personalidad llega a ser idéntica a aquello que
representa, y así se convierte ella en medio de expresión para todo su ser.
En virtud del acto de fe, el ser y la representacion, sujeto y objeto, se
identifican. De esta manera todos los rayos concebibles que emanan del
Yo se unen en un solo enfoque. Si, pues esta creencia concierne
únicamente a este verdadero Yo, entonces sólo la fuerza mágica del Yo
puede manifestarse a sí misma. (Del sufrimiento a la realización, p.
111)
La verdadera fe es comprensión intuitiva y extrae su fuerza del
Principio de Divinidad Esencial. En efecto, cabe decir que su fuerza y
eficacia se hallan en proporción directa con la vivencia interna de la
comprensión de nuestra divinidad. También puede decirse que es
proporcional al grado de fusión con el alma o de la identificación entre el
alma y la personalidad.
EI segundo factor de la afirmación puede denominarse autoridad
o declaración. Consiste en el empleo del imperativo con una actitud de
autoridad reconocida. Puede compendiarse en la palabra latina "fiat" ("que
asi sea"). La intensidad o el "voltaje psicológico" de esta afirmacion
determina el grado y la extension de la efectividad.
La técnica de afirmación, aparte del acto fundamental de autorizar
o establecer autoridad, requiere la frecuente repetición a fin de reforzar la
potencia de dicho acto y neutralizar y dominar los factores que se oponen
o resisten a la autoridad por él establecida. La afirmación provoca, a
menudo, una reacción contraria que debe ser prevista, resistida y vencida,
sin desaliento ni resentimiento, por la tenaz reiteración del acto de
afirmación. Esta práctica desarrolla la capacidad de asumir y mantener
una actitud afirmativa constante, que asegura el éxito de la fase siguiente
de la voluntad, su ejecución.
Pueden emplearse diversos tipos de afirmación, de acuerdo con la
meta hacia la cual están dirigidos, como se verá en la sección siguiente.
En relación con nuestro trabajo de Meditación Grupal, debemos emplear la
afirmación como factor esencial en la Invocación, como energía dinárnica
necesaria para la plena efectividad de este método de acercamiento
espiritual.
Las otras dos fases de la voluntad: Planeamiento y Ejecución, las
expondremos en el próximo Cuaderno, pues guardan estrecha relación
con uno de los temas que allí estudiaremos: Manifestación o Expresión
Externa.

INVOCACION Y EVOCACION

Naturaleza y Técnica de la Invocación.

El significado etimológico del término invocacion es "hacer descender",


"atraer". Constituye esencialmente una demanda, un llamado o algo
superior, pidiendo ayuda o intervención. Lo mismo podría decirse de la
plegaria, pero hay una diferencia basica e importante entre ambas. En un
sentido especifico definido, la plegaria (tal como se explica en el cuaderno
IV) es el acercamiento por el "corazón", e implica por tanto el empleo de
los sentimientos. Por otro lado, la invocación es un acto interno que
incluye y combina el empleo de todas nuestras funciones internas. Es una
actividad simultánea de la mente (meditación), del sentimiento (plegaria),
de la imaginación (visualizacion) y de la voluntad (afirmación).
Evidentemente, este acto comprensivo y sintetizador de todo nuestro ser,
cuando se lo realiza correctamente, da a la invocación un poder
incomparablemente mayor y más rico que el empleo independiente de
cualquier actividad interna.
Este acto combinado no es ciertamente fácil; en verdad es muy difícil,
y requiere mucho adiestramiento y el empleo de técnicas apropiadas. Pero
el tiempo y la energía empleados en adquirir eficiencia en la invocación se
ven ampliamente recompensados por sus efectos vigorosos y benéficos y,
como en el caso de otras facultades, una vez desarrollada, la adquisicion
es permanente.
En virtud de que la invocación es una síntesis de varias
actividades, es necesario aprender separadamente la técnica de cada una
– como lo hemos estado haciendo en los Cuadernos anteriores – mientras
mantenemos presente, desde el principio, la meta final. El próximo paso
consiste en emplear gradual y simultáneamente, dos metodos, o técnicas
para luego emplearlos en forma conjunta.
Como ejemplo concreto de lo dicho, apliquemos estas fases al
empleo de la "Gran Invocación" dada en el Cuaderno IV, la cual se repite
al final de esta parte del Cuaderno, en la p. 18, siendo particularmente
adecuada para este propósito porque contiene peticiones concretas y
directas hacia los tres aspectos de la divinidad, presentes también en el
hombre: Luz, Amor y Voluntad.
La primera etapa de este adiestramiento consiste en tomarlo como
tema para la meditación tanto reflexiva como receptiva, lo cual significa
tomar cada estrofa y pensar sobre el significado de cada palabra y línea.
Empezando por la meditación reflexiva, hallamos en la primera estrofa las
palabras "Dios", "Luz", "mente", "descienda". Todas brindan un gran
incentivo y desafio y proporcionan un interminable material para
reflexionar; en toda la Invocacion se hallarán palabras de igual incentivo.
Después de esto o alternativamente, podemos meditar en forma
receptiva. Para hacerlo tomaremos las mismas palabras y frases,
manteniéndolas presentes y vivas en nuestra conciencia, en un estado de
silencio interno, procurando ser receptivos a su significado esencial. Con
ello tratamos de lograr una percepción intuitiva, una captación sintética, la
que, a veces, nos identificará momentáneamente con la realidad
contemplada, hasta sentirnos compenetrados por la Luz, el Amor y la
Voluntad y transformados en esa luz, amor o voluntad.
Tal experiencia interna suministra una gran bienaventuranza. No da la
sensación de que la conciencia se expande, la vivencia se ensancha; pero
necesariamente es pasajera, despertando en nosotros un agudo deseo de
renovarla y la aspiración de repetirla con mayor frecuencia y en forma
más duradera y completa. Este deseo y esta aspiración atraen o
encienden los "sentimientos y la actividad del corazón". Existen otros
factores que también los despiertan, por ejemplo la comprensión de la
clamorosa necesidad, por parte de la humanidad, de Luz y Amor y de que
la voluntad humana se identifique con el Proposito y la Voluntad de Dios.
Aquí entra también el empleo de la imaginación. Por medio de la
visualización, la construcción de una imagen vivida de los efectos
transformadores y tranfiguradores producidos por el descenso de las
energías sobre la Tierra, podemos intensificar grandemente nuestro
empleo de la invocación como oración.
Luego viene el empleo de la voluntad. La comprensión de que
tenemos una voluntad, que constituye un privilegio y un deber emplear
correctamente, y que en realidad cada uno de nosotros es esencialmente
una voluntad -voluntad amorosa e inteligente – nos impulsa a utilizarla en
la invocación. Queremos que lo que invoquemos pueda convertirse en una
espléndida realidad, suceder y triunfar aquí en la Tierra. Afirmamos,
ordenamos con toda la energía que poseemos y podemos despertar a fin
de que así sea. En la Gran Invocación esta afirmación se reitera en la
palabra "Que": "Que la Luz descienda a la tierra".
Otra manera de adiestrarnos en el empleo de las diferentes
funciones o tipos de acción interna, en relación con la Gran Invocación, es
pronunciar cada estrofa desplegando la actividad que está directamente
asociada con la misma, es decir, pronunciaremos la primera estrofa con la
energía de la mente, visualizando al mismo tiempo la luz; la segunda la
pronunciaremos con la energia del corazón, la tercera con la de la
voluntad y, por último, la cuarta estrofa y la línea final, con todas estas
energías combinadas.
Las cuatro actividades internas, aunque diferentes y distintas, están
interrelacionadas, y cada una de ellas estimula y facilita el uso de las
demas. Por lo tanto, después de emplearlas eficazmente, haciéndolo en
forma gradual, resultará más fácil combinarlas, hasta que seamos capaces
de mezclarlas totalmente en un acto invocador unificado y sintetizado.
Este modo comprensivo de invocar ayuda a eliminar las fallas que, con
frecuencia, hace que los métodos individuales sean de poco o ningún
efecto. En la meditación, por ejemplo, creemos que es suficiente pensar
sobre el tema y llevar a cabo ejercicios intelectuales, sin obtener
resultados. También la plegaria puede llegar a ser mecánica y superficial,
o una efusividad sentimental y agradable que se "evapora" sin que nos
induzca realmente a la acción.
Otros métodos de incrementar la efectividad de la Invocación son:
1. Pronunciarla en voz alta, cuando sea posible. Este método atrae el poder
del sonido y ayuda a mantener la atención plenamente concentrada.
2. Pronunciarla lentamente, lo cual da tiempo para comprender claramente
el significado de cada palabra o frase.
3. Hacer una pausa entre cada estrofa, con el mismo propósito.
4. Acentuar las palabras "En la tierra", empleando especificamente la energía
de la voluntad al pronunciarlas.
Así nos aseguramos de que las cualidades o energias invocadas son
atraída hacia abajo y hechas eficaces en el mundo.
Hay dos maneras de dirigir las energias descendentes o, más bien,
dos zonas concéntricas de aplicación: individual y general o universal. La
aplicación individual no sólo se permite, sino que debe considerarse como
un deber. Cada persona es una célula viviente en el organismo de la
humanidad y el logro individual contribuye a la realizacion del todo. Por lo
tanto, debemos emplear la Invocación tanto en orden a nuestros
propósitos como para los propósitos de nuestros hermanos, a fin de
saturar nuestras personalidades (simbolizadas por . "la tierra") con Luz,
Amor y Poder espiritual.
La resultante regeneración de la personalidad permitira
convertirnos en instrumentos efectivos en la aplicación de los posteriores
métodos de acción: Irradiación y Expresión externa.
El uso general de la invocación, es decir, su orientación hacia el
bien de toda la humanidad puede efectuarse de tres maneras:
1. Individualmente, cada uno pronunciándola por si mismo, pero en nombre
de todos.
2. En reuniones grupales, donde se utilizan las ya bien conocidas ventajas
que brinda la acción conjunta y simultánea. Como grupo, vinculándose
subjetivamente con otras personas que realizan el mismo servicio
interno, lo cual puede conseguirse de dos maneras, susceptibles de
utilizárselas en forma combinada:

a) Uniéndonos mutuamente con amigos, en forma prefijada. La más efectiva


de tales relaciones internas es una unión triangular con otras dos
personas, visualizando líneas de Luz y Amor que forman el triángulo.
Entonces, si se han establecido muchos de dichos triángulos, se los puede
"ver" conectados formando como una red de luz y buena voluntad.
b) Uniendonos con todas las personas conocidas y desconocidas que
emplean la Gran Invocación en todo el mundo. Hay un sinnúmero de tales
personas, pues la Invocación ha sido traducida a más de 58 idiomas y
constantemente se difunde por todo el mundo. Dentro de este grupo
mayor, nuestro Grupo de Meditación para la Nueva Era puede constituir
un centro o foco especial de intensa utilidad.

En estos esfuerzos grupales aplicamos el Principio de Unanimidad que


no sólo orienta y enfoca, sino que además multiplica realmente la eficacia
de la acción unánime. El empleo frecuente y continuado de la invocación
desarrolla gradualmente una constante actitud interna de invocación; de
esta manera toda nuestra vida puede llegar a ser gradualmente
"invocadora", es decir, cualquier cosa que hagamos, lo realizamos con
espíritu de invocación y dedicación.

EVOCACIÓN

La evocación – etimológicamente "traer" o "atraer", es la


respuesta desde "arriba", la respuesta a la petición invocadora. Tal
respuesta es segura y podemos contar con ella plenamente convencidos
de que habrá de producirse en virtud de la infalible Ley universal de Causa
y Efecto.
Pero el reconocimiento de la respuesta puede resultar difícil;
sobreviene en forma a menudo inesperada y no es ella evidente ni
tampoco inmediata. Si cabe considerar la evocación desde su comienzo
como esencialmente instantánea; en cambio, la inmediata "acción refleja"
por parte del Poder invocado y su manifestación en nuestra conciencia, en
el mundo externo puede ser indirecta o verse demorada. Por lo tanto,
puede escapársenos la relación causal que tiene con la invocación previa.
Lo que se ha dicho respecto a la meditación receptiva (véase el
Cuaderno III) puede aplicarse también al reconocimiento de la respuesta
evocada; existen los mismos errores y se ofrecen las mismas dificultades
y obstáculos. A veces, aunque el llamado, la invocación de nuestra
personalidad, puede haber sido sincero y correctamente motivado, la
respuesta podrá revelar verdades sobre nosotros mismos que nos
desagraden, o puede exigir compromisos que nosotros, nuestras
personalidades, temamos o no queramos aceptar. Como sucede a menudo
en la vida diaria, queremos algo, pero objetamos los medios necesarios
para obtenerlo. Sentimos que se nos exige demasiado. Tales reacciones
son normales en la naturaleza humana pero debe considerárselas
erróneas y, como tales, hay que eliminarlas, a fin de dar libre acción a la
afluencia y manifestación de las energias evocadas. Podemos estar
seguros de que las energías superiores producen efectos benéficos en
nosotros y en el mundo, fuera de toda proporción, respecto a cualquier
inconveniente momentáneo que puedan causarnos. Sin embargo, estas
reacciones no siempre se producen; a menudo la afluencia de Luz, Amor y
Poder es inmediata y arrasa con todas las obstrucciones. Cuando esto
sucede, nuestra tarea consiste en absorber y emplear de la mejor manera
posible las energías evocadas, irradiándolas y expresándolas en intensa
actividad externa.

INVOCACION QUE LLEGA DE LO ALTO

Este tipo de invocación generalmente no lo conocemos por ese


nombre, pero podría aplicárselo. Es el llamado o atracción, que nos llega
desde el Yo, o de otra fuente superior, "dentro" o "fuera" y "arriba" de
nuestra personalidad conciente. Su primera y más directa manifestación
es la "Voz de la conciencia" que nos incita a seguir normas elevadas de
conducta, y a reconocer valores éticos y adherirnos a ellos. Se halla
presente en todo ser humano, aun en la mayoría de los delincuentes y de
los desequilibrados mentales*. La diferencia que existe entre dichas
personas y las que poseen una integridad superior reside en la obediencia
a esta "voz de la conciencia". Ello constituye el privilegio y la carga de
nuestra libertad interior.

• Esto lo ha tratado muy bien el psiquiatra francés Henry Baruk en su libro


Psychiatrie Morale, Experimentale, Individuelle et Sociale, Paris, Presses
Universitaires, 1 945.

Los relatos de experiencias religiosas hablan a menudo de un


"llamado" de Dios, de la "atracción" de algún poder superior, iniciándos a
veces un "diálogo" entre el hombre y esa "fuente superior", invocándose
y evocándose alternativamente uno al otro. En otros casos, la atracción
desde lo "alto" toma la forma de una imperiosa exigencia sentida algunas
veces como persecución. Esta experiencia ha sido vívidamente expresada
por Francis Thompson en su poema "El Mastin del Cielo".
Una de las mejores descripciones del "llamado" del principio
superior, la debemos a un cientifico, el cual sé había confesado agnóstico:
el psicologo Carl G. Jung. Incluimos a continuacion algunos pasajes de su
libro La integración de la Personalidad (páginas 291-296: publicado por
Kegan Paul, Londres, 1940).

En último análisis, ¿qué fuerza oculta induce al hombre a elegir su


propio camino y ascender y dejar de identificarse inconscientemente con
la masa, como si saliera de un banco de niebla? Esta fuerza se denomina
vocación... Quien tiene vocación oye la voz del hombre interno: él es
llamado... un caso histórico es el "daimon" de Sócrates...
La acepción original de tener vocación era el ser interpelado por
una voz. Los mejores ejemplos los tenemos en las Confesiones de los
Profetas del Antiguo Testamento. No se trata tan sólo de una antigua
forma de hablar, como lo demuestran las confesiones hechas por
personalidades históricas como Goethe y Napoleón, para mencionar dos
ejemplos conocidos, que no hicieron un secreto de su sentimiento de
vocación. Ahora bien, la vocación, o el sentimiento de vocación, no es
prerrogativa de las grandes personalidades, sino que pertenece también al
hombre común. Pero tan solo quien es capaz de aceptar conscientemente,
que el poder de la vocación lo acucia desde su interior, llega a ser una
auténtica personalidad...

LA GRAN INVOCACION

Desde el punto de Luz en la Mente de Dios


Que afluya luz a las mentes de los hombres;
Que la Luz descienda a la Tierra.

Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,


Que afluya amor a los corazones de los hombres;
Que Cristo retorne a la Tierra.

Desde el centro, donde la Voluntad de Dios es conocida,


Que el propósito guie
a las pequeñas voluntades de los hombres
El Propósito que los Maestros conocen y sirven.

Desde el centro que llamamos la Raza de los hombres


Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y Selle la puerta donde se halla el mal.

Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan


el Plan en la Tierra.

Il Parte La Ley del Acercamiento Espiritual

El acercamiento espiritual implica religión, y la mayoría de las


personas lo asocia a ella, siendo en parte verdad. Cuando pensamos en la
religión lo hacemos únicamente en términos de credos, iglesias o sectas
determinadas, mientras que la ley del Acercamiento Espiritual abarca un
campo mucho más amplio.
Espiritual es todo aquello que se relaciona con el desarrollo o
verdadero progreso de la humanidad, es decir, que penetra en la
conciencia superior de La Gran Vida de la cual formamos parte. Lo que en
el pasado se ha denominado religión, con su llamado emocional a la
humanidad, llevándola hacia ideaIes superiores, a verdades más sutiles y
mejores maneras de, vivir, se convertira gradualmente en un proceso más
cientifico. Esto es necesario porque el llamado emocional ya ha perdido el
poder que ejercía sobre gran parte de la humanidad y, particularmente en
occidente, en que el desarrollo mental de la mayoría demanda una
presentación da la vida espiritual que no dependa de la fe, sino que,
basada sobre leyes reconocidas, satisfaga las exigencias de la mente. Los
grandes Instructores del pasado decian a sus seguidores lo que debían
hacer y pensar para hollar el sendero del perfeccionamiento interno; pero
hoy su autoridad ya no es aceptada y el actual modo de pensar en forma
independiente, exige un nuevo acercamiento a la vida subjetiva.
Lo dicho ya se vislumbra y ello se debe principalmente a la forma
en que nuestra civilización ha penetrado tantos aspectos sutiles de la vida,
de la energia y de los fenómenos físicos. El mundo oculto está deviniendo
tan real para nosotros como todo lo visible, y empezamo a despertar sin la
ayuda de la "religión", a la realidad de una gran Vida en la cual vivimos,
nos movemos y tenemos nuestro ser. Comenzamos a ver que existe un
orden en la naturaleza que no es producto del azar, sino que implica un
plan y propósito y un Arquitecto – una Gran Mente o Energía o un Ser –
que origina, impulsa y mantiene el plan en movimiento.

En lo mas recóndito de nuestro ser existe una atracción interna que nos
llama a una forma de vida superior, un anhelo sutil pero insistente que
nos induce – como la flor que innatamente se orienta hacia el sol – a
mirar hacia un ser superior a nosotros y buscarlo. Quizá no siempre
reconozcamos esta vigorosa fuerza interna, oculta en los profundos
laberintos de la estructura humana, que emerge a veces en forma
distorsionada. Pero existen pocas personas en las que n se produzca con
el tiempo – "como la levadura en la medida de harina" – alguna forma de
vida más iluminada, ya sea a través de una creencia espiritual interna o
mediante un servicio práctico externo.

Esta "fuerza oculta" ha sido llamada "el descontento divino" del


hombre, el "mastín del cielo", el "anhelo de evolucionar". Pero cualquier
nombre que se le aplique, la Ley de Acercamiento Espiritual, es la
inherente fuerza básica que rige ese impulso de la naturaleza humana.
Dentro de su dominio hallamos las numerosas técnicas para el
perfeccionamiento espiritual, las prácticas de las diferentes religiones, los
métodos de tender el puente de la conciencia entre la vida exterior y la
interna, de fusionar lo material con lo espiritual a fin de expresar un
"todod" nuevo y vital.

La Ley del Acercamiento Espiritual debe considerarse también como


una doble ley de perfeccionamiento, así como la humanidad está
desplegando su potencial por medio de este acercamiento, de la misma
manera se van desenvolviendo las envolturas de la Verdad, a medida que
aumenta la capacidad del hombre para comprenderla. Un breve examen
de la historia de los pueblos que habitan nuestro planeta nos lo revela.
Todas las civilizaciones han tenido su gran instructor. No ha existido
pueblo ni tribu, que no haya tenido alguna forma interna de la verdad,
algún simbolismo, leyendas o mitos, costumbres o rituales, que les ha
presentado un canon, una visión, o les impusiera reglas para mejorar las
maneras de vivir. Donde continuó este desarrollo ha habido progreso;
donde se cristalizó una revelación y el pueblo se aferró a su forma
después que ha caducado, su civilizacion se ha deteriorado y los pueblos
de otras regiones del mundo han tomado la antorcha del progreso de la
humanidad.

Este es el significado de la Ley del Acercamiento Espiritual. Las


creencias, las iglesias y los innumerables modos de pensar son sólo los
métodos de acercamiento, los senderos que los hombre eligen para sí
etapa tras etapa y raza tras raza. En estos términos el acercamiento
espiritual no tiene limites; en efecto constituye la historia de la vida del
hombre en la tierra, porque abarca su progreso, desde las primitivas
formas de conciencia hasta los mundos futuros de realización, cualquiera
que ellos sean.
Es una verdad fundamental de que espiritual es todo aquello que
nos lleva adelante, que nos relaciona con la siguiente expansión de
conciencia – las siguientes actitudes a adoptar, realizaciones, códigos o
reglas de vida – no importa cuán humildes y materiales puedan parecer
en un nivel superior de conciencia. Se ha dicho que el despertar elemental
del hombre primitivo o de los niños muy pequeños, son también
acontecimientos espirituales como las experiencias divinas de los
instructores espirituales de la raza humana; que los descubrimientos de la
ciencia son desenvolvimientos espirituales como lo son las impresiones de
la vida interna que han recibido los grandes misticos. Este pensamiento
indica también la naturaleza inmensa y universal de la Ley de
Acercamiento Espiritual.

Acercamiento espiritual es el desarrollo de la conciencia la gran


escalera iluminada, y sus peldaños, nos conducen hasta nuestra herencia
superior. Cada paso que damos necesita un esfuerzo e implica un
crecimiento gradual, pero nuestro anhelo interno – la "atracción" hacia lo
que se ha denominado el "Hogar del Padre" – nos incita a mantener
nuestros pies sobre esa escalera iluminada, y cuando mediante algún
esfuerzo satisfacemos dicho anhelo, se nos recompensa con una alegría
tal que ella misma nos revela el Dios que existe en el hombre.

La breve clasificación siguiente sugiere aspectos más específicos


de la Ley del Acercamiento Espiritual y proporciona las simientes para
reflexionar sobre este tema y aplicar ese conocimiento a nuestras
actitudes y comportamiento.

C L A S I F I C A C IO N
Tipos de Acercamiento

1. Descendentes.
a) Revelaciones por intermedio de los Instructores mundiales.
b) Otras formas de desarrollo de la Verdad.

2. Ascendentes.
a) Acercamiento individual.
1. De la personalidad al Yo.
2. De lo individual a lo Universal o Su premo.

b) Acercamiento Grupal.
1. Ritualista, acercamiento de las agrupaciones con el propósito especifico de
orar, adorar o meditar.
2. General, acercamiento de los diferentes credos, grupos idealistas y
corrientes de pensamiento.
3. Horizontal.
a) Acercamiento entre individuos.
b) Entre individuos y grupos.
c) Entre grupos.

Técnicas de Acercamiento

1. Metodos Generales
a) Aspiración.
b) Plegaria.
c) Adoración.
d) Meditación.
e) Invocación – Evocación.

2. Cualidades Necesarias
a) Dedicación.
b) Reconocimiento del mundo del significado.
c) Receptividad a la impresión espiritual.
d) Capacidad práctica para relacionar la idea con el ideal y trasladarlos al
plano fisico.

Pensamiento Simiente

"Acércate a Dios y El se acercará a ti" (Santiago, IV, 8).

Invocacion
O Tú que sostienes al universo,
De Quien todas las cosas proceden,
A quien todas las cosas retornan,
Descubrenos la faz del verdadero Sol Espiritual,
Oculto por un disco de Luz dorada,
Para que sepamos la Verdad,
Y cumplamos con todo nuestro deber,
Cuando viajamos hacia Tus sagrados pies.
(El gran Mántram Oriental, "El Gayatri").

Resultados del Acercamiento

l) Elevación del nivel de conciencia.


2) Interacción – Contacto – Comunion.
3) Asimilación de influencias.
4) Inspiración – lluminación.
5) Gozo.
6) Creatividad.

DELINEAMIENTO DE LA MEDITACION

1. Alineamiento.

1) Relajamiento: fisico, emocional y mental.


2) Aspiración,
3) Concentración mental.
4) Vinculación e identificación con este Grupo de Meditación
Il. Dedicación.

"Me dedico – en unánime esfuerzo con mis hermanos de Grupo y con


todos los hombres y mujeres de buena voluntad – a la construcción de la
nueva Ciudad de la Humanidad.

"Haré todo lo que pueda para crear una Nueva Era basada sobre la
comprensión, la colaboración y la participación, donde todos y cada uno
podrán desarrollar y expresar sus poderes creadores y sus posibilidades
espirituales superiores".

III. Meditación sobre la Ley del Acercamiento Espiritual.

1. Visualizar un símbolo de acercamiento espiritual.


Una escalera dorada que asciende desde la Tierra hasta un Sol
radiante.

2. Considerar reflexivamente el significado, el valor y lo que implica esta Ley.

3. Planear la forma de practicarla individualmente, y cómo contribuir a su


difusión en el mundo.

4. Irradiarla telepáticamente

a) Repitiendo reflexivamente las palabras "acercamiento espiritual".


b) Enviando la forma mental de acercamiento espiritual a través de rayos de
luz
en todas direcciones.

IV. Afirmación.
·
"Que podamos ser ayudados para desempeñar nuestra parte".

(Se sugiere que este Delineamiento de Meditacion se emplee todos los


dias o dos veces por semana).

CUADERNO 6

I Parte – Meditación – Radiación – Expresión.


Il Parte – El Principio de la Divinidad Esencial.

I. Parte. (Meditación – Radiación – Expresión)


I. Parte. (Meditacion – Radiación – Manifestación – Expresión)

Tipos de Radiación
El problema que enfrentamos hoy es saber en qué emplearemos las
energias despertadas o recibidas a través de la meditación, la oración y la
invocación. Estas energias deben emplearse por dos razones: primero,
para evitar la congestión y la propia sobreestimulación; segundo, porque
son muy valiosas y constituye un deber y privilegio utilizarlas en beneficio
del género humano.
Hay dos formas de emplearlas: mediante la acción interna y la
acción externa o expresión. Ante todo nos ocuparemos de emanar e
irradiar esas energias en los niveles mental y emocional. Siempre se ha
reconocido la realidad de dicha radiación, exceptuando quizás el intervalo
de cultura moderna y materialista del cual estamos saliendo. Sin
embargo, los procesos químicos y las realizaciones técnicas muestran hoy
la realidad de la radiación y nos ayudan a comprender su naturaleza y
procesos. Un ejemplo de ello lo tenémos en el fenónemo de la
radiactividad espontánea, como la del radio, y la inducida por el
bombardeo de átomos con ciclotrones. La radio y la televisión también
prueban que los sonidos y las imágenes pueden transmitirse sin emplear
medios materiales (es decir, materia visible).
Si estas cosas son posibles en niveles etéricos, emplean- do
energia etérica, no es sorprendente que ello ocurra en niveles más sutiles,
en el mundo o reino psicológico. He aquí el fenónemo de la telepatía
espontánea que ocurre a menudo, habiéndose llevado a cabo últimamente
un sinnumero de experimentos; también se ha estudiado el tema y
explicado científicamente, y en la actualidad no se puede poner en duda,
razonablemente, la realidad de la telepatia.
Existen dos tipos de radiación sicológica y espiritual: (l) la continua
e inconsciente, y (2) la intencionada y consciente.
1. La espontánea e inconsciente – podriamos decir inevitable – es analoga a
la radiactividad espontánea, por ejemplo, del radio. No sólo ocurre sin
esfuerzo ni conocimiento por nuestra parte, sino que no podríamos
evitarla aunque quisiéramos. No podémos ocultar nuestro verdadero yo, y
como dijo Emerson: "Lo que eres, habla tan alto que no se puede oír lo
que dices".

Cuando la radiación tiene una cualidad espiritual y emana del hombre que
ha alcanzado un elevado punto de autorrealización, sus efectos son
poderosos y, en cierto sentido, mágicos. El moderno psicólogo A. H.
Maslow, admite la realidad de tal radiación y la describe con estas
palabras:

"...las personas autoactualizadas "emiten" la creatividad como lo


hace la radiactividad, llegando a toda vida, sin tener en cuenta los
problemas, de la misma manera que una persona alegre "emite" alegría
sin propósito o designio, y aun quizás inconscientemente. Se emite como
los rayos del sol, se difunde por todas partes, hace crecer los seres (si
están destinados a crecer), pero se diluye en las piedras y en otras cosas
que no estan destinadas a crecer)".

(Creativity in Self-Actualizing People, p. 12)

Esta misma verdad la afirmó vehementemente Keyserling: "...la mera


existencia de un santo es una bendición; la mera existencia de un héroe
proporciona fortaleza y valor; la mera existencia de un gran creyente crea
fe, y la existencia de aquel que confia grandemente, genera confianza.
Además, la radiación silenciosa y sin esfuerzo del ser recóndito, asegura la
más poderosa acción a distancia. Esto se ha comprobado miles de veces,
tanto en el espacio como en el tiempo. Cuanto más alejado de los demás
vive el hombre, personificación del Espíritu; cuanto más inaccesible es, su
radiación llegará a profundidades más intimas".

(Herman Keyserling, Del sufrimiento a la Realización, p. 901

2. La radiación activa o proyección consciente guarda estrecha analogía con


la trasmisión de radio o televisión, pudiendo a su vez activársela de dos
maneras. Tenemos primero, la radiacion hacia todas direcciones sin
ningún objetivo específico, como lo tienen las trasmisiones de las
estaciones de radio; se envia a "todo aquel que pueda interesar" o son
capaces de recibir el mensaje o impresión.
El canon budista (Majjhmanikaga. XL) describe los cuatro estados
divinos (brahmavitaharas) como contemplaciones radiantes, en la fórmula
siguiente:

"El monje vive con su espíritu compenetrado de amor y lo irradia hacia


cuatro direcciones, norte, sur, este y oeste y también hacia arriba y hacia
abajo... irradia por todo el mundo su espíritu, compenetrado de amor, con
un vasto, profundo e ilimitado espiritu carente de odio y resentimiento".

Esta fórmula se repite tres veces, sustituyendo sucesivamente el


amor, por compasión, gozo y ecuanimidad. Para que esta radiación sea
eficaz requiere un gran poder interno, un elevado voltaje espiritual.

El segundo tipo de radiación activa o consciente es la radiación


especifica, dirigida hacia una meta determinada; es analoga a las ondas
etéricas, proyectadas en una sola dirección. No requiere tanto "voltaje"
porque el efecto se acrecienta enfocando la energía en la misma forma en
que se puede producir fuego concentrando los rayos solares a través de
una lente.

Ahora veamos qué es lo que demos irradiar. Por medio de la telepatía


podernos irradiar ideas, ya sean puramente abstractas, o las que han sido
expresadas en formas mentales. También podemos irradiar cualidades,
aspectos y atributos, tales como Amor, Luz, Alegria, Fortaleza y Voluntad.
Ambas formas de radiación también pueden combinarse, es decir,
podemos irradiar ideas o formas

mentales condicionadas o vitalizadas por cualidades espirituales. Una


forma especial de radiación es la que se emplea para curar, pero este es
un vasto tema que no podemos exponer adecuadamente dentro de los
limites de este cuaderno. Los que se interesen por el tema pueden
consultar provechosamente la obra del doctor Weatherhead mencionada
en la página 24.

Cómo irradiar.

A continuación consideramos cómo se puede irradiar; esto es


importante para el éxito de nuestra tentativa. La preparacion general
consiste en concentrarse en aquello que queremos irradiar; pero cuando
se trata de una cualidad espiritual, el método eficaz consiste en despertar
en nosotros mismos el sentimiento de esa cualidad e identificarnos con su
idea, su enegía y su mensaje. Entonces irradiará espontáneamente y de
esta manera podremos combinar la radiación directa espontánea e
intencional.
La alegría es otro factor que acrecienta la eficacia de la radiación.
Esto nos sorprenderá al principio, pero cuando nos demos cuenta de que
la alegria produce siempre un efecto estimulante y vivificador,
observaremos que facilita y aumenta la eficacia de toda acción.
Después de esta preparación, viene la formulación exacta y la
visualización de lo que queremos irradiar. Ello podrá ser un mensaje, frase
o palabra y, cuando sea posible, una imagen o escena.
La siguiente etapa consiste en la vinculación y sintonización con el
receptor, lo cual se obtiene de dos maneras: (a) visualizándolo, y (b)
enviándole una corriente de amor. El amor es la gran energía vinculadora
y unificadora.
Luego viene la proyección en si, lo cual se realiza mejor visualizando
un canal o haz de luz dirigido hacia el objeto de nuestra irradiación o, en
el caso de irradiación general, haces de luz que se propagan en todas
direcciones.

Peligros a evitarse

Conviene que hagamos aqui alguna advertencia respecto a los peligros


de la radiación y sus posibles efectos nocivos. La radiación puede ser muy
intensa y en ese caso tener dos efectos: podrá rechazar al receptor
evocando una reacción contraria o podrá "quemar", siendo así destructiva.
El efecto de los rayos del sol son un ejemplo de ello. El sol es la fuente de
toda vida, y sus rayos son benéficos, curativos y vivificantes. Pero cuando
son muy intensos nos colocamos al reparo de la sombra; si insistimos en
exponernos a ellos, nos producirán quemaduras y hasta insolación. En
este caso no tiene la culpa el sol sino la poca discreción del receptor.
La tentación de imponer nuestra influencia radiatoria sobre los
demás, constituye otro grave peligro; si somos impelidos por móviles
egoistas o por nuestra voluntad de poder, aunque tengamos los mejores
motivos, puede ser dañina. Debemos recordar que no tenemos derecho a
restringir la libertad de nadie, ni a proyectar sobre ellos nuestra imagen
"ideal" de los mismos o lo que nosotros creemos que deberian ser. Este es
un grave error, muy común, cometido especialmente por los padres. Se
hace generalmente ejerciendo autoridad o por medio de la persuasión o
sugestión, y puede igualmente ser tan dañina, en forma sutil, si se hace
por medio de la radiación. Por lo tanto, debemos comprender nuestra
responsabilidad a esté respecto y nunca tratar de influir en una dirección
determinada, a no ser que se haga a requerimiento del "receptor" o con
pleno consentimiento de él.
Aquí cabe hacer otra advertencia respecto a la oración o
proyección de pensamientos destinados a influir sobre los líderes políticos
o religiosos para que adopten determinadas actitudes. A la larga no
podemos saber qué es lo correcto en cualquier situación particular y
estarémos más seguros si tratamos de invocar la luz y lo que pueda ser
correcto, en vez de tratar de obtener un determinado resultado.
Al practicar curaciones también es necesario tomar precauciones.
Por ejemplo, el concentrar la atención sobre la enfermedad del paciente o
sobre las partes afectadas del cuerpo, puede tener efectos indeseables. Es
mejor invocar los poderes generales curativos y envolver a la persona con
luz y pensamientos de "plenitud" y bienestar.
Bendición

La radiación más conocida es la bendición. Si se la imparte en forma


dinámica y está inspirada e impulsada por una deliberada buena voluntad,
constituye una verdadera "transferencia de energía espiritual". La
bendición general ha sido brillantemente descrita por un instructor como
"la radiación de un arco iris de bendiciones a los mundos". Los que
pertenecen a determinada iglesia pueden hallar, para su propio uso, entre
sus ritos y libros sagrados, una variedad de fórmulas para impartir la
bendición. Una fórmula de bendición simple y definida que todos pueden
adoptar para comenzar el día, es la siguiente:

"Benditos sean hoy y por siempre todos los seres y cosas con quienes
estoy y estaré en contacto durante este día ".

Manifestación – Expresión

Elementos para la expresión

El efecto natural y correcto de la meditación es la actividad interna y


externa. Ya nos hemos ocupado de la acción interna por medio de la
radiacion; ahora consideremos la acción externa. Realizamos la acción
externa en todo momento, sin reflexionar en ello, involuntariamente o no,
frecuentemente a ciegas, y cometiendo toda clase de errores.
La acción es obvia y simple y, sin embargo, la correcta acción es
muy difícil. Debemos recordar siempre que la acción humana puede ser
tanto constructiva y benéfica como futil, carente de significado, dañina y
destructiva, de ahí la necesidad de comprender la gran responsabilidad
que ello implica. Por lo tanto, consideraremos detenidamente, las
características de la correcta y eficaz acción: la acción "perfecta".
El primer incentivo o fuente de acción es, o debería ser, la
voluntad. Voluntad ante todo, propósito o motivo, y después orientacion.
Por consiguiente, la voluntad debe ser la fuente de acción y la energia
inherente en todo el proceso de la actividad. Motivo implica elección y
debemos elegir lo bueno, lo cual significa que nos ha de impulsar la
voluntad al bien, aspecto dinámico del amor.
El pensamiento debe seguir a la voluntad y ello posibilita un
inteligente o, mejor dicho, un sabio planeamiento. Una buena ejecución
requiere el cuidadoso planeamiento y formulación de un programa claro.
Esto constituye la cuarta etapa de la voluntad mencionada en la página
del Cuaderno 5, pero no es necesario dar instrucciones especiales sobre
dicho punto, ya que es evidente y en la actualidad se lo reconoce
ampliamente. Se manifiesta en la forma en que los gobiernos y grandes
organizadores llevan a cabo sus propósitos mediante planes trienales,
quinquenales y septenales. Análogamente el planeamiento es necesario
para propósitos espirituales y para todo esfuerzo de preparación para la
Nueva Era, porque el efecto de cualquier acción depende primeramente de
la cualidad del móvil que la originó. Para lograrlo es necesaria la
meditación retlexiva, y su valor surge como medio imprescindible de
preparación para realizar una accion externa constructiva.
El tercer elemento es el sentimiento, particularmente en forma de
amor. Debemos sentir que nuestra acción es deseable y correcta, valorizar
nuestro objetivo y amarlo. De esta manera podremos dirigir el enorme
potencial del sentimiento hacia un propósito util: la emoción y hasta el
desapasionamiento se diluyen en gran medida por la represión, o porque
conducen a realizar una acción destructiva.
Si es transmutada y dirigida correctamente, la poderosa fuerza de
nuestros impulsos puede agregar un fuerte impetu a la acción. Esto
siempre se ha sabido o sospechado y ha sido más o menos aplicado en
forma consciente, pero la psicología moderna lo está investigando
cuidadosamente y desarrollando una "psicodinámica" científica. Presenta
ya técnicas eficaces que se aplican cada dia con mayor eficacia en la
psicoterapia y en la educacion, pudiendo ser aplicadas individualmente a
uno mismo.

Medios para la acción

Consideraremos ahora los modos y medios para la acción. El


primero es el sonido y palabra, el Logos creador, cósmicamente hablando,
y en nuestro propio mundo, un momento de reflexión nos hace
comprender el poder extraordinario de la palabra hablada. Existen en la
historia innumerables ejemplos de ello; sólo debemos recordar lo que han
logrado por medio del poder de la palabra los grandes oradores, como
Demóstenes y Cicerón, y los líderes buenos o malos, como Napoleón,
Hitler, y muchos otros. En nuestros dias se ha acrecentado inmensamente
el alcance de la palabra: por medio de la radio y la televisión se llega a
cientos de miles de personas, lo cual significa que ha aumentado
paralelamente, en inmensa proporción la necesidad de que quienes hablan
sean eficientes y posean un gran sentido de responsabilidad.
Luego tenemos la palabra escrita que también es muy poderosa;
en cierto sentido podría decirse que es "mágica". Un libro y hasta un
folleto, podrian cambiar toda la vida del lector. Han habido varios casos de
estos efectos extremos. Por ejemplo, es bien sabido que un folleto escrito
por Gandhi afectó tan profundamente a Miss Slade, hija del Almirante
inglés, que sé sintio impulsada a ir a la India y alli se convirtió en la
secretaria y la colaboradora de Gandhi durante el resto de su vida.
La palabra escrita puede tener una amplia difusión en el espacio y
una larga persistencia a traves del tiempo. Hoy leemos palabras que
fueron escritas hace miles de años en lejanos paises, y a través de ellas
sus autores se hallan espiritualmente presentes. Platón y muchos otros
escritores están tan vivos para nosotros como lo estaban para los
hombres de su época, y en realidad, su influencia es hoy mucho mayor.
En la misma forma las palabras escritas o registradas pueden llegar en la
actualidad a ser permanentes y a extender su eficacia por todo el globo
en los siglos venideros.
Existen otros poderosos medios de expresión y comunicación, por
ejemplo, el arte – por la influencia de las imágenes, cuadros, símbolos –
y la música. Aqui también debemos recordar que todos los medios de
comunicación pueden ser destructivos y también constructivos, y con toda
franqueza debemos decir que en los tiempos modernos los escritores y
artistas adolecen de una aterradora carencia del sentido de
responsabilidad. Su exclusivo culto a la "belleza", tal como ellos la
consideran, los hace renuentes a reconocer el hecho irrefutable de que el
valor estético es independiente del efecto humano y moral. Un alto valor
estético no significa necesariamente que existe también una buena
influencia moral; cuanto más estético sea el valor de un trabajo creador,
tanto más peligroso será; en realidad, es sumamente peligroso si su
contenido es destructor y desintegrador.
Una obra a través de la cual el artista o el escritor expresa alguna
pasión o impulso, librándose así de su esclavitud, puede producir un
efecto ponzoñoso sobre otras personas. Existen amplias pruebas de ello,
siendo un notorio ejemplo la novela Werther, en la cual el joven autor
Goethe describió tan vívidamente y exaltó el amor romántico hasta tal
extremo, que de hecho pareció justificar el suicidio del "protagonista", lo
cual ejerció tanta influencia que indujo a varios jovenes a imitar a Werther
suicidándose.
Pero debemos reconocer que los artistas no son los únicos que
descuidan su responsabilidad a este respecto. La investigación que realiza
el hombre para descubrir la verdad, las innumerables invenciones y el
creciente poder que ejerce sobre la naturaleza, pueden tener todos un
efecto desructivo que, por cierto, amenazan hoy la misma supervivencia
de la humanidad. En nuestros dias los hombres no poseen la sabiduria ni
la conciencia humanitaria de Leonardo de Vinci que, habiendo inventado
una especie de submarino, rehusó construirlo, diciendo que los hombres
sé verian tentados a emplearlo para el mal.
Aun en la persecución del bien, pueden inferirse grandes daños si
realizamos nuestros esfuerzos con poca inteligencia, ninguna comprensión
psicológica y con espiritu fanático. Esto sucedió en la era Victoriana
cuando se condeno y reprimió por la fuerza la naturaleza humana,
causando grandes sufrimientos, innumerables dolecias nerviosas y
psicológicas, trayendo como resultado una violenta reacción y un cambio
hacia el extremo opuesto.

Otro medio de expresión muy empleado en el pasado, que hoy resurge


pujante, es el movimiento, la actividad física. En el pasado la danza tenia
en muchos casos un propósito religioso y sagrado. Hoy, todos sabemos lo
que es la danza. No obstante, tenemos también la reinstauración del
movimiento rítmico constructivo y útil.
Esto relativamente puede denominarse acción directa, existiendo
también la acción indirecta, por ejemplo, por medio de herramientas y
máquinas se acrecienta la eficacia de la acción individual. Con muy poca
presión muscular por nuestra parte una máquina multiplica enormemente
nuestra capacidad de producción. Otro medio indirecto de logiar
resultados es el empleo del dinero, mediante el cual también puede
multiplicarse grandemente la actividad eficiente del individuo.
El incorrecto empleo de dichos medios no deberia inducirnos a
condenarlos, pues en sí son neutros, ni a desecharlos, porque seria
irrealista. Al contrario, deberíamos utilizar los a fondo, pero en forma
constructiva y benéfica.
El medio de acción más elevado y de mayor alcance es ser un ejemplo
viviente, es decir, encarnar un modelo ideal, constituitnos en una
manifestacion viviente de lo que puede alcanzar un ser humano fusionado
con el alma o "poseido de Dios".
Los Grandes Seres que periódicamente vienen a revelar la
divinidad lo han realizado no tanto por medio de su mensaje o enseñanza
sino por el ejemplo viviente, siendo Cristo el "ejemplar" más destacado.
En este sentido la revelación es el medio de expresión más elevado.
Volviendo a un nivel mucho más humano, tenemos otro modo
indirecto de acción que tiene también efectos múltiples y que consisten en
adiestrar a otros trabajadores. Este tipo de acción se ha de realizar
acrecentadamente durante la segunda mitad de la vida. Durante la
primera mitad actuamos directamente por el experimento y el error;
cometiendo errores desarrollamos la capacidad en la acción. Lograda esta
meta en cierta medida, nos hallamos en posición de emprender el
adiestramiento de otros trabajadores. Cada uno que adiestramos
multiplica nuestra capacidad en tiempo y espacio. Por lo tanto, debemos
saber cuál es el momento propicio para comenzar a sustituir el
adiestramiento por el trabajo directo, delegándolo cada vez más en otro,
dándole así una oportunidad y al mismo tiempo liberándonos, no para
estar ociosos e inactivos, sino para dedicarnos a otras formas de servicio
más elevadas, especialmente la acción interna.

Elección de la acción

Los campos de acción son innumerables, y su elección constituye,


en cada caso, un problema individual. Generalmente existen dos razones
para elegir el campo de acción. La primera es nuestra aptitud, nuestra
capacidad innata. Algunos la descubren fácilmente y son "llamados"
(etimológicamente, vocación significa ser llamado), sintiéndose impelidos
a expresar algún anhelo interno o capacidad interna. Otros, en cambio,
podrán tener muchas aptitudes y posibilidades, pero ninguna
sobresaliente, y para ellos debe haber frecuentemente un período de
experimentación y trabajo de prueba en diferentes campos, hasta que
encuentran su esfera apropiada.
La segunda es la necesidad de la humanidad; ello a veces nos lleva a
actuar en campos que no son especialmente de nuestro agrado o que no
estamos particularmente capacitados para ello, pero no hay nadie
disponible o son demasiado pocos para satisfacer una determinada
necesidad. Esto está ocurriendo particularmente en el periodo actual, de
urgencia y de profunda crisis para la humanidad. La actividad puede ser
individual o grupal; esta última debería aplicarse hoy cada vez más
porque es el medio de acción que habrá de prevalecer en gran medida en
la Nueva Era que se avecina.

Orientación de la actividad

Respecto a la acción externa conviene hacer también algunas


advertencias. Aquí la primera y más oportuna es no obsesionarse por la
acción, aunque tenga el mejor de los móviles, como es el de prestar
servicio; no debe permitirse que uná acción excesiva nos agote a tal
extremo que lleguemos a limitar y destruir nuestra propia capacidad de
continuar en actividad. La segunda advertencia muy oportuna también,
consiste en buscar la calidad antes que la cantidad. Nuestra actual
civilización posee un

concepto erróneo de eficiencia basado en la cantidad, pero la única y


verdadera eficiencia es la que consigue la más alta calidad.
Otra advertencia, es no dejarse absorber totalmente por lo
inmediato y los detalles, sino que hay que guiarse por un punto de vista
amplio y con una meta final clara en nuestra mente y firme en nuestra
conciencia. Esto resulta muy difícil porque los medios tienden siempre a
asumir una indebida importancia y convertirse en fines, ocultan y
haciéndonos olvidar el verdadero propósito final. Otra regla de acción
vinculada con la que acabamos de mencionar consiste en ocuparse más de
las causas que de los efectos, lo cual significa que en nuestro modo de
pensar no debemos ser superficiales, sino tridimensionales, buscando el
origen que lo que sucede tanto abajo como arriba del plano en que ocurre,
y aún más alla del plano inmediato.
Como conclusión general de todo lo dicho en esta serie de escritos,
una "total" y "equilibrada" vida deberia consistir en alternar
inteligentemente la acción interna con la acción externa, es decir la vida
"contemplativa" con la vida "activa", comenzando siempre "de arriba
abajo y de adentro afuera". El episodio de los Evangelios referente a
Marta y Maria, ilustra esto muy bien, y hay una afirmación hecha por
Santo Tomás "explenitudine contemplationis" que nos recuerda que la
acción debe ser el rebalse de la plenitud de la contemplación. Aristóteles
refiriéndose a Dios lo califica de Motor Inmóvil, y cada uno de nosotros
como hijos de Dios deberíamos también tratar de ser "motor inmóvil",
permaneciendo en el centro, y desde ahi dirigir y utilizar eficazmente la
energía. Esto está resumido en la afirmación hecha por Krishna, que fue
considerado en la India como encarnacion del Espíritu Supremo:
"Habiendo compenetrado del Universo con un fragmento de Mi Mismo, yo
permanezco". (Bhagavad Gita).

Il Parte

El Principio de Divinidad Esencial


Somos esencialmente divinos. Este aserto pueden refutarlo quienes no
aceptan ninguna divinidad, pero sin entrar en conceptos o creencias
particulares, no cabe dúda de que somos parte del gran proceso de la vida
que debe tener un impulso creador y un propósito subyacente en el ritmo,
la apreciación y los cánones que nos circundan, y que también se hallan
dentro de nosotros.
En este caso la palabra esencial no significa "necesito" sino
"fundamental", y una primera evidencia de nuestra divinidad esencial la
tenemos en nuestra "conciencia del Yo", chispa autoconsciente que nos
impele a afirmar nuestra individualidad, luchar por la libertad, buscar la
paz y seguir adelante, siempre hacia algo que intuimos que es más grande
que nosotros mismos. Es una realidad que no podemos negar, pero al
mismo tiempo está tan lejos del alcance de nuestra mente que con
frecuencia la negamos. Nuestro intelecto formula muchas teorías respecto
a nuestro origen y destino y también trata de hallar el significado de
nuestras vidas, y para ello utilizamos toda nuestra capacidad para
encontrar los medios conducentes al dominio de la naturaleza, pero sólo la
"esencia" puede descubrir los secretos que queremos desentrañar y lograr
un contacto consciente con la Existencia de la cual somos parte
inseparable.
El sentimiento de que poseemos potencialidades superiores –
nuestro reconocimiento innato de la divinidad esencial – adopta muchas
formas, buenas unas y malas otras. Se lo ha denominado "impulso
evolutivo", el cual constamente lleva el nivel de la vida del sentimiento o
del pensamiento humano a un peldaño más elevado de la escala y, por
tanto, hacia una mayor madurez. En la egoista carrera para lograr el
mejoramiento material frecuentemente se lo distorsiona, dando por
resultado el predominio de los impulsos humanos, tales como la codicia, el
orgullo, la soberbia y la injusticia. Por otra parte quienes son más
sensibles y se dan cuenta de sus limitaciones personales o aquellos a
quienes se ha inculcado exagerado sentido de humildad y
"pecaminosidad", con frecuencia se niegan a aceptar u obedecer este
impulso interno, causando en si mismos represión, negatividad, desaliento
y otros malestares psicológicos, el erróneo empleo de esta energia
conduce también a la delincuencia juvenil.
El correcto empleo de este impulso interno es de gran importancia.
Ha sido muy mal interpretado y gran parte de ello se debe a ciertas
doctrinas teológicas que ponen el enfasis sobre la "pecaminosidad" del
hombre y la dualidad, y no en la unidad, de Dios y el hombre. Esta no fue
la actitud de Cristo que proclamó que todos los hombres eran hijos de
Dios y por lo tanto divinos. La parábola de la levadura en la medida de
harina fue una clara enseñanza simbólica de nuestra divinidad esencial.
Dentro de nosotros existen cualidades que emanan de una Fuente que
está más allá de nuestra "normal" personalidad. Amor, creatividad,
espiritu de servicio, aspiración – el "anhelo" del Hijo Pródigo de retornar al
hogar del Padre – apreciación de la verdad, belleza, bondad, un
sentimiento aunque vago de la "realidad" y de "algo más" los cuales
producen la eterna insatisfacción de la raza humana – el "divino
descontento", el espíritu de aventura, el esfuerzo constante por superarse
todo evidencia que el "hombre es un animal más un Dios viviente".
En algunos, esta divinidad puede estar más adormecida que en
otros. No todos somos impelidos por ella como, por ejemplo, los misticos
y devotos que figuran en la historia de todas las grandes religiones;
tampoco a todos nos persigue "el Mastín del Cielo", como lo explica en
forma tan expresiva el poeta Francis Thompson:

"Hui de El a través de las noches y los días;


Hui de El a través de los arcos de los años;
Hui de El a través de los caminos laberinticos,
De mi propia mente; y en medio de las lágrimas,
Me oculto de El, y perseguido por la continua carcajada.
De esos fuertes pies que me seguian, seguí tras ellos".

La Mayoria de nosotros tiene también ciclos de mayor o menor


conciencia de esta energía y puede adoptar muchas formas diferentes.
Pero asi como una profunda atracción interna produce el flujo y reflujo de
las mareas, así como la luz atrae a la planta que crece y así como la
levadura en la masa cambia su sustancia, también la humanidad se halla
fundamentalmente impelida hacia adelante por su inherente divinidad.
Recordemos también que la evolución no se produce sólo en la
humanidad. Aún el reino mineral, que anteriormente se creía inerte, se
sabe ahora que es extremadamente dinámico, y aquello que podría
denominarse el aspecto "más inferior" de la divinidad, la materia, se nos
revela hoy como energia, vida atómica, con todas sus estupendas
implicaciones. Sir James Jeans ha dicho que "el universo comienza a
parecerse a un gran pensamiento, más que a una máquina".
Los científicos son los grandes agentes que en nuestros dias
revelan la divinidad. Estamos obteniendo una nueva visión de las
maravillas de la Vida en la cual "vivimos, nos movemos y tenemos nuestro
ser", a través de un medio distinto al del pasado. En aquel entonces la
penetración de lo desconocido lo hacian principalmente los misticos que
trataban, por medio de la oración y el sacrificio, llegar a la divinidad y
experimentarla. En la actualidad, adquirimos el conocimiento de Dios y de
la vida en forma más especifica. El acercamiento científico a lo
desconocido constituye una penetración mental, y cuando una nueva
impresión o idea ha sido captada es puesta a prueba experimentalmente
cuando ello es posible y los datos obtenidos se correlacionan con los
conocimientos que ya poseemos, comprobando asi la validez de aquella
impresión o idea. De esta manera, aprendemos lo concerniente a la
sustancia y energias que componen este universo – nuestra zona de
"existencia" – así como nuestra parte en el Todo; nuestra divinidad
esencial, pues, está siendo llevada a nuestra razón y comprensión.
A menudo nuestro primer sentimiento o aceptación de la
divinidad llega a través del maravilloso espectaculo de los reinos de la
naturaleza que manifiestan en todas y cada una de sus partes un sabio
plan creador de la vida que conocemos en la tierra. El poeta A. E. ha
explicado esta experiencia de la manera siguiente:
"...¿Acaso el sol, el crepúsculo, el color, la forma, los elementos, no están
fusionados en los significados de manera que parecen voces que surgen
de esa naturaleza eternamente viva? ¿Acaso el mismo aire que respiramos
no parece a veces el Aliento divino? ¿Acaso no penetramos siempre en
aquello que contemplamos? ¿Acaso la tierra sólida, las piedras, las
montañas no se han hecho transparentes para nosotros? ¿Acaso, a veces,
no nos salimos fuera de nosotros, y se nos expande el ser, de manera que
nos parece que nos

mezclamos con la vida de la naturaleza, como si compenetrándonos con


ella, nos hubiéramos fundido en el infinito y mutuo anhelo del centro y la
circunstancia?
Extraído de The Avatars, p. 147

Esta experiencia acrecienta a su vez nuestra comprensión de la


existencia de algún principio, algún factor simultáneamente fuera y dentro
de nosotros mismos, algún "poder atractivo" que está más allá de la
forma y de la personalidad, tan familiares para nosotros reflejo del "Dios
desconocido", como los pensadores de la época anterior a Cristo llamaban
a la presencia fuertemente sentida aunque indefinible.
Esta Vida o Ser cuyo "cuerpo" somos las células, ha sido
reconocida en varias formas, desde los albores de la existencia humana.
La literatura, el arte y la música de todos los tiempos, han expresado este
reconocimiento, y en realida han sido en gran parte la respuesta a ella y
el anhelo creador de manifestarla, formularla, alabarla y establecerla, en
forma simbólica, en la tierra. Esto también evidencia nuestra divinidad
esencial, el reflejo microcósmico del macrocosmos que, a pesar de otras
tendencias antagónicas, actúa constantemente como impelente fuerza
interna para lograrlo. Si nos detenemos un momento a pensar sobre el
arte religioso de Oriente y de la cristiandad de los compositores de los
siglos pasados, los poetas y los "cantores" del tema de Dios, de todas las
nacionalidades, nos daremos cuenta cuanto han contribuido, a nuestro
sentido de lo divino, los exponentes de la cultura.
Cada gran religión ha enseñado en una u otra forma que el hombre
es hijo, parte, expresión de Dios o de algun Poder desconocido, y que ha
impuesto distintos mandamientos, preceptos y prácticas a fin de lograr un
mayor conocimiento y una expresión mas verdadera de esta realidad. El
conflicto del hombre de todos los tiempos ha consistido,
fundamentalmente, en vencer su actitud egocéntrica y separatista para
poder unirse con el gran Todo.
Otro término para la Divinidad Esencial es Dios Inmanente, el Dios
en el hombre, lo cual implica capacidad infinita, interminables
posibilidades de crecimiento y expansión. Goethe dijo que, "El hombre es
limitado externamente pero internamente ilimitado".
Quizás esta sea la más estimuladora y desafiante de las Leyes y
Principios que estamos estudiando y tratando de aplicar en este Grupo de
Meditacion. En realidad, nuestra divinidad esencial, nos impele a
establecer rectas relaciones, estimular la buena voluntad, promover el
esfuerzo grupal, asegurar nuestra unanimidad fundamental y evocar el
acercamiento espiritual. A medida que vamos descubriendo las
posibilidades superiores espirituales que implica este Principio y el
panorama que nos abre, podríamos muy bien mantener en el fondo de
nuestro pensamiento las palabras de Rada- krishnan:

"La sabiduría más antigua del mundo dice que podemos unirnos
conscientemente con lo divino mientras estamos en este cuerpo y para
esto realmente ha nacido el hombre".
(Religión Oriental y Pensamiento Occidental, Ed. en inglés, p. 26)

LECTURAS SUGERIDAS:

Nuevo mundo de la mente, de J. B. Rhine.


Psicología, religión y curación de Leslie D. Weatherhead.
El esplendor aprisionado, de Raynor C. Johnston.

CLASIFICACION

La divinidad esencial ha sido denominada:


1. Dios Trascendente.
2. Dios Inmanente.
3. La Palabra o Sonido.
4. El Aliento.
5. La Vida Omnipenetrante.
6. La chispa de Dios en el corazón Humano.
7. El reflejo del macrocosmos en el microcosmos.
8. La autodeterminada conciencia en la forma.
9. La Mente Universal.
10. La Presencia.

Aspectos de la Divinidad
Voluntad – Poder – Vida – Ser Puro
Amor – Conciencia – Relación
Mente – Luz – Actividad Creadora

Expresiones de la Divinidad
1. Las Leyes y Principios Universales, es decir:
(a) La Ley de Economia.
(b) La Ley de Atracción.
(c) La Ley de Síntesis.
(d) El Principio de Liberación.
2. La manifestación de la Verdad, la Belleza y la Bondad.

3. Formas evolutivas a través de las cuales se lleva a cabo el


Propósito de la Divinidad.

Técnicas para Realizar la Divinidad.


1. Alineamiento.
2. Oración.
3. Meditación.
4. Aserción o Afirmación.
5. Invocación.
6. Práctica de la Presencia.

Efectos o Expresión Individual


1. Creatividad.
2. Servicio.
3. Visión.
4. Comprensión.
5. Apreciación.
6. Alegría – Bienaventuranza.
7. Radiación.

Pensamiento Clave
"La luz que brilla dentro del corazón del hombre descubre la luz, y estas
luces fusionadas traen la revelacion".

Mántram o Afirmación
"La Presencia del Alma mora en mí. Camino con Dios día y noche.
Permanezco con Dios en los caminos de los hombres; la sombra de Su
presencia, que es la Presencia de mi alma, revela a Dios en todas partes,
en todo hombre. Veo la divinidad en todas partes y en todas las formas".

DELINEAMIENTO DE LA MEDITACION

I . Alineamiento

Mediante:
1. Relajación física, emocional y mental.
2. Aspiración.
3. Concentración mental.
4. Vinculación e identificación con este Grupo de Meditación.

Il. Dedicación
"Me dedico – en un esfuerzo unánime con mis hermanos de Grupo y con
todos los hombres y mujeres de buena voluntad – a construir la nueva
Ciudad de la Humanidad.

"Haré todo lo que pueda para crear una Nueva Era basada en la
comprensión, la colaboración y la participación, en la cual cada uno y
todos podrán desarrollar y expresar sus poderes creadores y sus
posibilidades espirituales más elevadas".

IlI. Meditación sobre el Principio de Divinidad Esencial.

1. Visualizar el símbolo de la Divinidad Esencial. Una encarnación de la


divinidad tal como: Pitágoras – Buda – Cristo, o bien, un sól áureo
irradiando su luz en todas direcciones.

2. Considerar detenidamente el significado, el valor y la implicación de este


principio.

3. Planear como demostrarlo individualmente y cómo contribuir para


desarrollarlo en el mundo.

4. Irradiarlo telepáticamente:
(a) Repitiendo reflexivamente las palabras Divinidad Esencial.
(b) Enviando la forma mental de la Divinidad Esencial a través
de haces de luz, hacia todas direcciones.

IV. Afirmación
"Que seamos ayudados para desempeñar nuestra parte".

INDICE

INTRODUCCION

CUADERNO I
1ª parte: Meditación. Concentración
2ª parte: La Ley de Rectas Relaciones Humanas

CUADERNO II
1ª parte: Meditación Reflexiva.
2ª parte: El Principio de Buena Voluntad

CUADERNO III
1ª parte: Meditación Receptiva.
2ª parte: La Ley del Esfuerzo Grupal.

CUADERNO IV
1ª parte: Plegaria. Visualización.
2ª parte: El Principio de Unanimidad.

CUADERNO V
1ª parte: La Voluntad.
2ª parte: La Ley de Acercamiento Espiritual.

CUADERNO VI
1ª parte: Meditación. Radiación. Expresión.
2ª parte: El Principio de la Divinidad Esencial.

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