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Rotura
20 de abril de 2018
1. Clase 1
Recordemos que existe una forma sencilla de resolución (dimensionado o comprobación) de V.S.A en
flexión pura que consiste en utilizar las conocidas ecuaciones adimensionadas
ω1 = 0,8ζ, (1)
µ = ω1 (1 − 0,5ω1 ) (2)
M
µ= (3)
bd2 fcd
As1 fyd
ω1 = , (4)
bdfcd
siendo b el ancho de la sección, fyd y fcd la resistencia de diseño de acero y hormigón, respectivamente,
y As1 el área de armadura de tracción.
Observemos entonces que las variables de las ecuaciones adimensionales representan parámetros di-
rectamente relacionados a la física del problema. En otras palabras, µ representa el momento flector
1
de la sección (ya sea el momento aplicado o el último), ω1 representa el área de armadura de acero
traccionada, y ζ la posición de la línea neutra.
Recordemos que las ecuaciones adimensionales fueron obtenidas a través de la utilización de las dos
ecuaciones de equilibrio, o sea que en definitiva no son más que ecuaciones de equilibrio enmascaradas,
que relacionan variables adimensionadas. Las mismas facilitan la resolución manual de los problemas
y por eso las usaremos en este curso.
p
ω1 = 1 − 1 − 2µ. (5)
La ecuación (5) vincula entonces a µ y ω1 . Existe un límite de aplicación de esta ecuación, que es
cuando la armadura inferior deja de estar en fluencia al momento de rotura. Es decir, cuando el plano
de deformaciones deja de estar en dominio 3 para pasar al 4. Queremos hallar los momentos reducidos
µ y cuantías mecánicas ω1 en donde la ecuación (5) es válida. Para ello, podemos calcular la posición
de la línea neutra adimensional ζ a partir de semejanza de triángulos del diagrama de deformaciones
límite asociado al límite entre los dominios 3 y 4. Es decir, la zona comprimida de hormigón presenta
deformación 3, 5 0 /00 y el acero presenta deformación de fluencia εy . Para el caso en que usemos
acero de resistencia fyk = 500M P a, εy = 2, 17 0 /00, por lo que obtenemos ζ = 0, 617. Utilizando,
las ecuaciones adimensionales, podemos obtener los valores de µ y ω1 asociados a dicho valor de ζ,
obteniendo µ = 0, 372 y ω1 = 0, 494. La figura 1 una gráfica de ω1 en fución de µ, destacando dicho
límite.
Figura 1: Relación entre el momento reducido µ y la cuantía mecánica ω1 en una viga simplemente
armada en flexión pura. Línea continua marca límite de aplicación. Línea a trazos marca límite de
aplicación recomendada.
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línea neutra ubicada en x = 0,617d. Esto corresponde a un plano de deformación límite con baja
ductilidad. La ductilidad es fundamental para permitir la redistribución de esfuerzos en elementos
hiperestáticos, y es particularmente beneficiosa puesto que las secciones dúctiles, cuando rompen,
lo hacen “con aviso”. La ductilidad de una sección en rotura está directamente relacionada con las
deformaciones totales que la misma sufre antes de romper. Un parámetro directamente relacionado
con la ductilidad es entonces, la curvatura de la sección en rotura, o sea, la inclinación del plano de
deformaciones límite. Cuanto mayor inclinación, mayores deformaciones, y mayor ductilidad. En otras
palabras, la curvatura es directamente proporcional a la ductilidad de la sección. Como la curvatura
está relacionada inversamente con la posición de la línea neutra, concluimos que la posición de la
línea neutra es inversamente proporcional a la ductilidad de una sección en rotura.
A partir de las recomendaciones de la bibliografía, en este curso adoptaremos que, al momento del
diseño, no permitiremos que la línea neutra descienda más allá de 0,45d. Es decir, ζ ≤ 0, 45. Para dicho
valor de ζ, podemos utilizar las ecuaciones adimiensionales para obtener µ = 0, 295 y ω1 = 0, 360.
En definitiva, cuando querramos diseñar una sección simplemente armada en flexión pura, primero
calcularemos el momento reducido µ. Si el mismo es menor o igual a 0, 295, podremos continuar y
armar la sección. En caso contrario, dicho momento es superior al que la sección es capaz de tomar
para mantener la posición de la línea neutra en la zona recomendada. En estos casos, estudiaremos
la posibilidad de utilizar secciones doblemente armadas. En dichos casos, colocaremos armadura de
compresión tal que la línea neutra se mantenga en 0, 45d.
Procederemos a realizar las mismas acciones que en el caso del análisis de V.S.A., es decir, vamos
a plantear las ecuaciones de equilibrio de la sección. En este caso, cuando queremos dimensionar, se
nos agrega una incógnita adicional, que es el área de armadura comprimida As2 . Sin embargo, al fijar
la posición de la línea neutra en x = 0, 45d, llegamos nuevamente a un sistema de dos ecuaciones
(equilibrio) y dos incógnitas (As1 y As2 ). En casos de comprobación nuestras incógnitas continuarán
siendo el momento último y la posición de la línea neutra, M y x, respectivamente.
Para el resto del desarrollo, consideraremos que la armadura comprimida y traccionada son del mismo
material, y que ambas se encuentran en fluencia. La hipótesis de que la armadura comprimida está en
fluencia es válida para secciones de recubrimientos normales. Dada la compatibilidad de deformaciones
3
existente, es posible dividir el problema en dos “situaciones”, I y II, las cuales, al sumarse, componen
la situación original. La figura 3 muestra la separación del equilibrio en dos situaciones, en donde se
cumple
M = M I + M II , (6)
I II
Ts1 = Ts1 + Ts1 . (7)
De la figura 3, queda claro que la situación I puede analizarse como una V.S.A. puesto que no con-
tiene armadura comprimida, y que la situación II es fácilmente resoluble dado que el brazo de par es
invariante. Teniendo esto en cuenta, ahora procedemos a evaluar una situación general de dimensio-
namiento. Luego encontraremos las ecuaciones adimensionales generales, y finalmente mostraremos
cómo aplicarlas en casos de dimensionado y comprobación.
En un caso de dimensionado en flexión pura se trata de encontrar las áreas de acero traccionado y
comprimido (si fuese necesario), a partir de un momento flector de diseño conocido. Primero intenta-
remos diseñar una V.S.A. y si la línea neutra queda en la zona no recomendada, fijaremos la misma
a 0, 45d y diseñaremos una V.D.A.
µII = µ − µI = µ − 0, 295.
µ = µI + µII , (8)
que a su vez se obtiene de dividir la ecuación (6) entre bd2 fcd . Los parámetros µI y µII son los
momentos reducidos asociados a las situaciones I y II, respectivamente, calculados análogamente a
la ecuación (3), pero usando M I o M II , según corresponda. Observemos que µI = 0, 295. Esto
ocurre puesto la situación I corresponde a una situación de armado simple, y ya que fijamos ζ = 0, 45,
obtenemos dicho valor de µI . Siguiendo el mismo razonamiento, obtenemos ω1I = 0, 36.
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Una vez conocido el valor de µII , podemos calcular M II a partir de la definición de µ (multiplicando
por bd2 fcd ). Luego por equlibrio en la situación II sabemos que
II
Ts2 = Ts1 ⇒ As2 = AII
s1
M II M II
M II = Ts2 (d − d2 ) ⇒ Ts2 = ⇒ As2 = .
d − d2 fyd (d − d2 )
Ya tenemos las ecuaciones de “compatibilidad” entre situaciones (6) y (7). De dichas ecuaciones,
podemos deducir, por un lado la ya explicada ecuación (8), y por otro
I II
Ts1 = Ts1 + Ts1 ⇒ As1 fyd = AIs1 fyd + AII
s1 fyd ⇒
As1 fyd AI fyd AII fyd
= s1 + s1
bdfcd bdfcd bdfcd
ω1I = ω1 − ω1II .
Considerando esa diferencia, en la situación I obtenemos las ecuaciones adimensionales iguales a como
en una situación de V.S.A:
p
µI = ω1I 1 − 0,5ω1I ⇒ ω1I = 1 − 1 − 2µI .
(11)
II
Ts2 = Ts1 (12)
M II = Ts2 (d − d2 ) (13)
Con la ecuación (12), asumiendo ambas armaduras en fluencia y dividiendo entre bdfcd , obtenemos
ω2 = ω1II . (14)
5
Con la ecuación (13), la dividimos entre bd2 fcd para obtener
µII = ω2 1 − δ 0 ⇒
µ − µI
ω2 = . (15)
1 − δ0
ω1 = ω1I + ω2 . (16)
Observemos que de sustituir la ecuación (11) en (15), y luego sustituyendo la ecuación (10), obtenemos
µ − 0,8ζ (1 − 0,4ζ)
ω2 = . (17)
1 − δ0
Esta ecuación es beneficiosa pues se puede aplicar directamente en problemas de dimensionado para
obtener la cuantía mecánica en compresión.
En resumen, las ecuaciones adimensionales generales en V.D.A. son las ecuaciones (10), (11), (15) y
(16), que pasamos a reescribir a continuación:
ω1I = 0,8ζ,
p
µI = ω1I 1 − 0,5ω1I ⇒ ω1I = 1 − 1 − 2µI ,
µ − µI µ − 0,8ζ (1 − 0,4ζ)
ω2 = 0
= ,
1−δ 1 − δ0
ω1 = ω1I + ω2 .
6
Siguiendo con el caso de V.D.A., sabemos que ζ = 0, 45 ⇒ µI = 0, 295 ⇒ ω1I = 0, 360. Aplicando la
ecuación (15) podemos calcular ω2 , y una vez conocido ω1I y ω2 , obtenemos ω1 usando la ecuación
(16).
Conocidos los valores de ω1 y ω2 , procedemos a obtener As1 y As2 usando la definición de cuantía
mecánica.
Luego debemos verificar que la armadura de compresión esté en fluencia (que es necesario para aplicar
las ecuaciones adimensionales directamente). En caso contrario, si la armadura de compresión no está
en fluencia pero está próximo a estarlo, podemos alegar que error incurrido es pequeño (esto suele
ocurrir para recubrimientos normales). De lo contrario, debemos plantear equilibrio de forma genérica,
combinar las ecuaciones para llegar a una función que dependa de x, hallar x, utilizar las ecuaciones
nuevamente para encontrar las tracciones y compresiones de las armaduras, para finalmente calcular
As1 y As2 .
Con As1 y As2 calculamos ω1 y ω2 . Luego, usando las ecuaciones adimensionales resumidas más
arriba calculamos ω1I y µI
ζ = 1, 25ω1I
y conocida x podemos determinar el plano de deformaciones límite, para corroborar que estemos
en los dominios 2 o 3, y que además la armadura de compresión esté en fluencia. Si alguna de las
armaduras no está en fluencia de debe de plantear el problema de forma genérica como se explicó en
el problema de dimensionado más arriba.
2. Clase 2
En esta clase vamos a analizar el camino que sigue una sección desde los primeros estados de carga
hasta la rotura por flexión pura. El objetivo de esta clase es entender el proceso que lleva al ELU de la
pieza, distinguiendo diferentes fases o estados que afectan su comportamiento. En particular, se desea
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trazar el diagrama momento curvatura que sirve para identificar de forma gráfica varias características,
por ejemplo la ductilidad y el momento de fisuración.
Recordemos las relaciones constitutivas de ambos materiales que componen el hormigón armado. El
hormigón es un material que se comporta muy diferente en compresión que en tracción. En compresión,
el mismo se comporta de manera elástico-lineal (o al menos es válido este modelo) para tensiones
y deformaciones bajas; al aumentar las deformaciones, el mismo sufre un “ablandamiento” no lineal,
hasta que rompe con poca ductilidad. En tracción, el comportamiento es casi elástico-lineal hasta que
rompe abruptamente. La resistencia de tracción del hormigón es del orden del 10 % de la resistencia
a compresión. La figura 4 muestra de forma gráfica la relación constitutiva del hormigón.
El comportamiento constitutivo del acero lo modelamos de forma elasto-plástica perfecta, tanto para
tracciones como para compresiones. Dicho comportamiento se presenta en la figura 5.
2.2. Situación
Para estudiar el proceso de rotura de una sección en flexión pura, consideremos una viga simplemente
armada sometida a dos cargas puntales P como muestra la figura 6. La sección central de la viga se
encuentra sometida a flexión pura y cortante nulo. Si aplicamos una carga conocida, podemos calcular
el momento que sufre la sección central, y también calcular (o medir) las deformaciones normales que
acontecen en dicha sección. De ahora en más nos referiremos a la sección central de la viga, que es
donde desarrollaremos el análisis del proceso de rotura.
2.3. Estado I
Durante el Estado I, tanto el hormigón como el acero se encuentran en la fase lineal. Es decir, en el
caso del hormigón, las deformaciones (tensiones) de tracción se encuentran entre los puntos O y R
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Figura 5: Representación gráfica de la ecuación constitutiva del material acero.
Figura 6: Esquema de viga cargada en cuatro puntos para generar flexión pura en la zona central.
del esquema de la figura 4 y las deformaciones (tensiones) de compresión entre los puntos O y E de
la misma figura.
Si bien la sección debería analizarse como una sección compuesta, y estrictamente deberíamos ho-
mogeneizar la sección para estudiar su comportamiento, podemos realizar el análisis solamente con-
siderando la sección bruta de hormigón y despreciando los aportes por el hecho de tener acero (con
mayor módulo elástico que el hormigón). Esta simplificación conlleva a errores despreciables siempre
que la viga tenga cuantías de armadura normales.
M = Ec Ib κ, (18)
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gravedad se halla en el centro geométrico de la sección, y también lo hace la línea neutra. La figura 7
muestra un esquema de la sección, el diagrama de deformaciones y el de tensiones asociado al Estado
I.
Figura 7: Diagramas de deformaciones y tensiones de sección en Estado I. Línea a trazos del diagrama
de tensiones indica el diagrama límite del Estado I.
A medida que aumentamos el momento flector, crecen las deformaciones y tensiones en la sección
linealmente con el momento flector. Esto ocurre hasta que la fibra más traccionada de la sección
alcanza la resistencia a tracción del hormigón fct,f l,m (resistencia media a tracción por flexión). En
otras palabras, la fibra de hormigón alcanzó el punto R de la relación constitutiva. En ese instante,
la sección fisura. El momento flector aplicado que genera la fisuración se denomina Momento de
Fisuración Mf is . En este punto termina el Estado I. En el instante de fisuración, todas las tracciones
que antes tomaba el hormigón pasan a ser tomadas por el acero.
La fase inicial lineal del gráfico de la figura 8 corresponde al Estado I. Observemos que la pendiente
de dicha curva corresponde a la rigidez (Ec Ib ) de la sección bruta de hormigón. El Estado I finaliza
cuando M = Mf is .
En el instante que fisura la sección, la misma se vuelve menos rígida ya que gran parte del material
de hormigón dejó de colaborar. Por lo tanto, la curvatura de la sección aumenta para M = Mf is ,
generando una curva horizontal en el diagrama M − κ de la figura 8. En este punto, la sección entra
en Estado IIa. Se asume que de ahora en más, para nuevos incrementos de carga, el hormigón no
colabora en tracción.
En el Estado IIa, si bien la sección trabaja de forma fisurada, ambos materiales permanecen compor-
tándose de forma lineal. Por eso, a medida que continuamos amumentando M , la curvatura crece
linealmente siguiendo la ley
M = Ec If is κ, (19)
donde If is es la “inercia fisurada” que no es más que el momento de inercia equivalente de la sección
homogénea.
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Figura 8: Gráfica de la relación momento flector versus curvatura para expresar el proceso de rotura
por flexión. Se identifican estados I, IIa, IIb, y la prerotura (Estado III) en el punto “R”.
Figura 9: Diagramas de deformaciones y tensiones de sección en Estado I. Línea a trazos del diagrama
de tensiones indica el diagrama límite del Estado IIa.
Observemos que la línea neutra (en realidad deberíamos llamarle “superficie neutra”) pasa por el centro
de gravedad de la sección homogénea. Dada esta observación, la posición de la línea neutra x, que
para este estado le llamaremos xf is se puede obtener resolviendo
b 2
2 xf is + nAs d
xf is = , (20)
bxf is + nAs
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Es
con n = Ec .
bx3f is
If is = + nAs (d − xf is )2 . (21)
3
Sabemos que If is < Ib . Por eso la curva M − κ asociada al Estado IIa tiene menor pendiente que la
del Estado I (ver figura 8). A medida que seguimos aumentando el momento, la curvatura aumenta de
forma lineal puesto que las deformaciones y tensiones de ambos materiales permanecen en su tramo
lineal. Este comportamiento termina cuando o bien el hormigón en compresión pasa a la fase no lineal,
es decir, supera el punto E de la relación constitutiva, o bien el acero alcanza la plastificación, es
decir, εs ≥ εy .
El momento al cual finaliza el Estado IIa le llamamos My , que corresponde a una curvatura κy .
Mientras que la sección permanece en Estado IIa, podemos calcular las tensiones en la fibra más
comprimida y en el acero usando, respectivamente,
M xf is
σsup = , (22)
If is
nM (d − xf is )
σs = . (23)
If is
El Estado III es cuando la sección está en “prerotura”, es decir, un instante antes de la rotura. La
rotura se da cuando o bien el hormigón alcanza una deformación de 3, 5 0 /00 o el acero alcanza
10 0 /00 , o sea, una pareja de deformaciones en los dominios de deformación 2, 3 o 4. En este punto
es válido el análisis de ELU que vimos en clases anteriores. El momento aplicado alcanza el momento
último M = Mu , y obtenemos curvatura última κ = κu .
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2.7. Consideraciones importantes
Para valores bajos de armadura de tracción, es posible que ocurra que en el instante en que el
hormigón fisura (en donde las tracciones pasan a ser tomadas en su totalidad por el acero) se alcance
la rotura. Si bien la sección rompe por el acero, igualmente no se desarrollan deformaciones suficientes
y por eso decimos que la rotura es frágil. Para evitar este tipo de roturas, al momento de diseñar
siempre debemos colocar una armadura mínima, que denominamos “armadura mínima mecánica”. En
la siguiente sección hablaremos más acerca de la armadura mínima mecánica.
Para valores medios de armadura, la pieza rompe por agotamiento del acero en tracción, existiendo
grandes alargamientos y fisuras de aviso. Decimos entonces que la rotura es dúctil.
Para valores altos de armadura, la rotura se da por agotamiento del hormigón comprimido. Decimos
entonces que la rotura es frágil y sin aviso. Evitamos este tipo de rotura colocando un límite superior
de profundidad de la línea neutra (por ejemplo x ≤ 0, 45d).
Para valores muy altos de acero, la armadura deja de ser eficiente (entramos al dominio 4) pues
el hormigón no es capaz de tomar la fuerza de la armadura en su máxima capacidad (en fluencia),
entonces ésta alcanza menores tensiones, dejando de ser eficiente.
Como ya vimos, cuando tenemos una sección someitda a flexión pura y la comenzamos a cargar, la
misma se comporta de forma lineal, en donde la sección trabaja con su inercia bruta Ib , hasta que el
momento aplicado alcanza el momento de fisuración. Hasta ese punto, la sección está en Estado I. El
momento de fisuración Mf is es el momento aplicado en el cual las tensiones de tracción en la sección
bruta alcanzan la resistencia a tracción por flexión del hormigón (fct,m,f l ). En ese instante, todas las
tracciones que antes tomaba el hormigón pasan a ser tomadas por el acero. Si el área no es suficiente
para tomar esas tracciones, entonces la sección alcanza la rotura, que se desarrolla de forma frágil y
sin aviso. Para evitar esta rotura es que colocamos una cuantía mínima mecánica.
La EHE establece la colocación de una armadura mínima mecánica As de tracción tal que
W1 fct,m,f l
As fyd ≥ , (24)
z
fcd
As ≥ 0, 04Ac . (25)
fyd
As fyd
ω (h) = ≥ 0, 04, (26)
bhfcd
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o lo que es equivalente
As fyd
ω= ≥ 0, 045. (27)
bdfcd
Cuando estemos diseñando, siempre debemos verificar que la cuantía de armadura en tracción verifica
ya sea la ecuación 26 o la 27 (las cuales consideraremos equivalentes).
Consideremos una sección rectangular de hormigón armado sin armadura de compresión. La cuantía
mecánica ω deberá ser tal que, todas las tracciones sean capaces de transferirse (sin romper) de la
sección bruta al área de acero en el instante de fisuración. Es decir, imponemos
Mu ≥ Mf is
Podemos calcular 3
fct,m,f l Ib ∼ 0, 2fcd bh 0, 2
Mf is = h = h
12
= fcd bh2 .
2 2
6
0, 2 As fyd 0, 2
Mu ≥ Mf is ⇐⇒ As fyd 0, 8h ≥ fcd bh2 ⇐⇒ ≥ ⇐⇒
6 bhfcd 0, 8 × 6
ω (h) ≥ 0, 0417 ∼
= 0, 04 Rightarrow
ω (h) 0, 04 ∼
ω∼
= ⇒ω≥ = 0, 045
0, 9 0, 9
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