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Introducción
En el presente trabajo tratare la cuestión de cómo el surgimiento de las
geometrías no euclidianas y posteriormente la revolución en la física que se da
tras el surgimiento de la teoría de la relatividad afectan la concepción de Kant
sobre la ciencia en tanto que el conocimiento científico tiene que estar justificado
por el supuesto del a priori como base que garantiza que nuestras creencias sean
verdaderas (necesarias y universales).
Desarrollo
Ante este problema Kant, en la crítica de la razón pura, propone que es posible el
conocimiento a priori . El criterio que utiliza para distinguir conocimiento puro de
empírico es necesidad y universalidad, la experiencia no otorga universalidad a los
juicios por lo que se requiere otra fuente de conocimiento, esta es la facultad de
conocimiento a priori.
𝐸
masa: m+ 𝐶02 a una velocidad v. Por lo tanto, se puede decir que,
Conclusiones
En cuanto a la afirmación de Kant que nos dice que el conocimiento científico solo
es posible si se cuenta con principios sintéticos a priori, por lo que toda ciencia
teórica contiene estos juicios como principios. Es cierto que las teorías científicas
se basan en supuestos a modo de principios sin embargo a mi parecer lo visto
anteriormente nos lleva a cuestionar que el conocimiento científico solo es posible
si está justificado necesaria y universalmente. Las proposiciones científicas
intentan generalizarse a la mayor cantidad de casos posibles, sin embargo me
parece que es difícil sostener una garantía de que nuestras creencias se
encuentren necesariamente justificadas. Como respuesta a la pregunta inicial de
cómo afectan las geometrías euclidianas y la revolución científica generada por la
teoría de la relatividad a la concepción científica de Kant, me parece que tomando
el sentido de lo a priori como necesidad lógica y garantía de que nuestras
creencias de tipo científico sean verdaderas, no es posible que se sostenga en
estos términos la noción de a priori. Esto no implica que se pierda la objetividad,
pese a que exista una pluralidad de teorías y sea el caso que la unificación de
estas se vuelva imposible podemos utilizar una u otra teoría según lo que estemos
buscando explicar o demostrar. De está forma podemos tomar un
convencionalismo del tipo que propone Poincaré: “ninguna experiencia puede
obligarnos a establecer un sistema teórico particular, como base para describir las
regularidades del mundo físico. Pueden elegirse innumerables sistemas para éste
propósito”. También posturas epistémicas como la teoría coherentista del
conocimiento empírico (TCCE) proporcionan una solución interesante pues afirma
que la coherencia en un sistema cognitivo involucra tanto la predicción como la
explicación. Es improbable, aunque no imposible, que un sistema cognitivo no
concordante con el mundo y que no sea satisfactorio ante un requisito
observacional (cualquier explicación de conocimiento tiene insumos del mundo, el
mundo afectan causalmente el sistema cognitivo) sea coherente.
Bibliografía
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