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Introducción
habría fe cristiana sin la doctrina de la Trinidad. Este cuerpo de doctrinas que componen la fe
cristiana se basa en lo que las Escrituras dicen acerca de Dios, de su naturaleza y de su obra.
Desde la creación hasta la consumación de todas las cosas la doctrina de la Trinidad es básica.
Desde el comienzo de la teología cristiana, en la Iglesia Primitiva, los teólogos se esforzaron por
salvación del hombre, haciendo énfasis en el elemento integral de esa salvación.2 El estudio se
lo cual incluye, desde luego, las obras de elección, predestinación, llamamiento y consumación.
Según Juan 3:16, todo comenzó con el amor de Dios expresado a toda la humanidad con el
envío de su hijo para redimirla. Este texto favorito de los cristianos enseña profundamente la
obra salvífica de Dios el Padre en cuatro aspectos: 1) carácter de Dios (amor), 2) autor del amor
1
Langdon Gilkey, “God”, capítulo 3 de Christian Theology: An Introduction to its Tradition and
Tasks, segunda edición , Peter C. Hodgson and Robert H. King (eds.) (Philadelphia: Fortress Press,
1985): 93-96
2
Cuando se habla de salvación integral se hace referencia a la discusión contemporánea en
círculos evangélicos que definen la salvación en términos de un alcance para todas las personas y para
toda la persona, no solamente el aspecto espiritual. Aquí sobresale los aportes que la Teología de la
Liberación han hecho al concepto d salvación/liberación, los cuales son evaluados acertadamente por E.
A. Núñez, Teología de la Liberación (Miami: Editorial Caribe, 1986): 165-193 y Samuel Escobar, La Fe
evangélica y las teologías de la liberación (El Paso Tx.: Casa Bautista de Publicaciones, 1987): 143-48
2
y salvación (Dios), 3) el don (el Hijo, el Unigénito) y 4) el propósito (para que todo aquel que
crea no se pierda).3 El hecho de que en Jn. 3:16 se use el nombre Dios con artículo, igual que en
1:1 nos indica que se trata de Dios el Padre.4 Como sucede en muchas otras partes de la Biblia,
aquí tampoco se explica por qué el Padre nos amó tanto, simplemente se indica una realidad que
los términos de elección, predestinación, llamamiento. Los pasajes clave son Romanos 8:28-30;
9:16-24; Efesios 1:3-6; 1 Pedro 1:1-2. No hay espacio suficiente para desarrollar cada pasaje,
pero especial atención merecen Efesios 1 y 1 Pedro 1, porque allí se hace referencia directa y
específica a la obra salvífica de la Trinidad entera. En otras palabras. La salvación es una obra
integral en el sentido trinitario porque está hecha por la Trinidad entera. Cada miembro de la
Trinidad opera un aspecto de esa obra. En este caso observamos la obra redentora de Dios
Padre, eligiendo soberanamente, en amor a los creyentes. John Stott comenta sobre Efesios 1:3-
14 lo siguiente:
Dios el Padre decidió elegirnos para la redención según el puro afecto de su voluntad. Nos
eligió por amor, no por necesidad. Esta es una expresión de esa comunidad trinitaria que creó
todo y redime por amor.7 En 1 Pedro 1:1-2 también se dice que Dios el Padre planeó la
salvación, en la cual están involucrados los otros dos miembros de la Trinidad: 1) El Padre
3
Guillermo Hendriksen, El Evangelio según San Juan en Comentario del Nuevo Testamento
(Grand Rapids: Subcomisión de Literatura Cristiana de la Iglesia Cristiana Reformada, 1981): 150
4
Ibid., 151
5
Herman Ridderbos, The Gospel of John: A Theological Commentary (Grand Rapids: W. B.
Eerdmans Publishing Company, 1997): 138
6
John R. W. Stott, La Nueva Humanidad: El mensaje de Efesios (Quito: Ediciones Certeza,
1987): 33-34
7
Scott Horrell, “In the Name of the Father, Son and Holy Spirit: Constructing a Trinitarian
Worldview”, 1998 (Guatemala: Seteca, Notas de clase Teología y Cosmovisión, 2004) 12-13
3
eligió según su presciencia, 2) el Espíritu Santo obró para llevarnos a creer en Cristo iniciando
A manera de conclusión de esta sección haremos una breve descripción del carácter
integral de la obra salvífica de Dios el Padre. El plan redentor de Dios siempre fue universal e
integral. Hay una dimensión cósmica del plan redentor de Dios que incluye todas las cosas
(Col. 1:19-20).9 También hay una dimensión universal que incluye todas las naciones y todas
las personas, tanto en el aspecto individual, como corporativo. Dios planeó una redención que
reconcilia al ser humano con Dios, consigo mismo, con los otros seres humanos y con la
relacional, presente y aquí en el mundo de hoy. Estos últimos elementos son los que se
lleva a cabo. Es abundante la información bíblica al respecto, así que nos limitaremos a
aquellos pasajes que involucran también a los otros miembros de la Trinidad, como los ya
mencionados en la sección anterior, y algún otro. Según Juan 3:16 el amor de Dios se expresa
concretamente enviando a su Hijo unigénito, de manera que el Hijo Unigénito es el agente que
toma la tarea de realizar la obra redentora. El tema del envío de Jesús es desarrollado por Juan
y representa la versión juanina de la encarnación (1:14; 17:18; 20:21), la cual no es narrada, sino
interpretada.10
8
Stanford Orth, Remando vs. la corriente (Puebla, México: Ediciones Las Américas, 1993):11-12
9
Pedro Arana Quiróz, “La misión de Dios y la nuestra” en El Trino Dios y la misión integral
(Buenos Aires: Ediciones Kairós, 2003): 63
10
Samuel Escobar, “Una cristología para la misión integral” en El Trino Dios y la misión integral
(Buenos Aires: Ediciones Kairós, 2003): 89-97
4
y la obra redentora de Cristo a través de su sangre y el perdón de pecados que van juntos
muerte la que tiene carácter redentor, también su vida de obediencia12 y ministerio (Ro. 5:19).
Otro texto bíblico que hace referencia a la Trinidad en la salvación es Gálatas 4:4-7.
Allí también se hace referencia a la obra de Dios Padre enviando a su Hijo para que él efectuara
adopción del Espíritu. Dios el Padre realizó dos envíos: 1) el del Hijo y 2) el del Espíritu Santo.
Se trata de la misma clase de envío por el verbo utilizado14, pero la diferencia es que uno es
creyentes.
Los clásicos conceptos de la redención efectuada por Jesucristo, tales como su sacrificio
expiatorio, vicario, universal son del conocimiento del creyente. De manera que aquí haremos
más bien una breve reflexión sobre el carácter integral de la obra redentora de Cristo. De nuevo
observamos que el alcance de la obra redentora de Cristo, al igual que la obra del Padre, es
cósmica (Ef. 1:10). Todo está incluido en la obra redentora de Cristo. Esto, desde luego, nos
hace pensar en las dimensiones sociales del evangelio que el evangelista Lucas presenta con
mayor claridad en su evangelio. El hecho de que Jesús tuviera una especial preferencia por los
marginados (publicanos, samaritanos, leprosos, mujeres, niños y enfermos),15 nos indica que la
salvación que Jesús ofrece trasciende lo judío, lo espiritual, lo individualista. Esa salvación
tiene que ver con las necesidades humanas aquí y ahora. Ese es el mensaje que Jesús anunció
en Nazaret (Lc. 4), donde la liberación se presenta en todas sus dimensiones. Si Dios el Padre
11
Guillermo Hendriksen, Efesios: Comentario del Nuevo Testamento (Grand Rapids:
Subcomisión de Literatura Cristiana de la Iglesia Cristiana Reformada, 1984): 89
12
Juan Calvino, Institución de la Religión Cristiana, Vol I: Libro II, Capítulo XVI.5 (Rijswijk,
Países Bajos: Fundación Editorial de Literatura Reformada, 1968): 375
13
Orth, Op. Cit.
14
Guillermo Hendirksen, Gálatas: Comentario del Nuevo Testamento (Grand Rapids:
Subcomisión de Literatura de la Iglesia Cristiana Reformada, 1984): 169
15
Darío López, “La misión liberadora de Jesús según Lucas” en C. René Padilla (ed.), Bases
bíblicas de la misión (Buenos Aires: Nueva Creación, 1998): 225
5
Dios el Padre diseñó la salvación, Dios el Hijo la efectuó y Dios Espíritu Santo la
aplica. Varias son las obras del Espíritu Santo relacionadas con la salvación que el Nuevo
Testamento identifica: 1) regeneración (Jn. 3:1-8; Tito 3:5), 2) bautismo (1 Co. 12:13), 3)
morada (1 Co. 3:16; 6:19), 4) sello (Ef. 1:13-14; 4:30; 2 Co. 1:21-22), 5) santificación (Ro. 8:1-
27; 1 P. 1:2), 6) convencimiento (Jn. 16: 5-11). Todas estas obras tienen una relación directa
con la obra redentora de la Trinidad. También todas estas obras las aplica el Espíritu Santo en
cada creyente de manera individual.16 A la vez, el Espíritu Santo también aplica la obra
Los pasajes trinitarios que ya hemos considerado en las secciones anteriores también
ayudan aquí. Efesios 1:13-14 representan la culminación de la obra trinitaria de redención que
Pablo describe en este pasaje. Aquí la obra es sellar a los creyentes y garantizarles que la
redención tendrá un final feliz, tal y como había sido diseñada desde el principio. Estos
manera que el creyente no tiene ninguna razón para dudar de su redención pasada y de su futuro
glorioso. El Espíritu Santo es la persona de la Trinidad que entra en contacto directo con el
creyente. Aquí Dios el Padre prometió y dio el Espíritu a los que creen como una garantía
Un depósito sobre una casa o en un contrato de locación, sin embargo, es más que una
garantía de pago, es la primera cuota del precio de compra. Lo mismo sucede con el
Espíritu Santo. Al dárnoslo, Dios no sólo está prometiendo nuestra herencia final, sino
que ya nos está dando un primer atisbo que es, sin embargo, “solo una pequeña fracción
de la dote futura”.18
16
Michael Green, Creo en el Espíritu Santo, Trad. por Ernesto Suárez Villena, (Miami: Editorial
Caribe, 1977): 91-120
17
Ibid., 121-148
18
Stott, Op. Cit., 48
6
El elemento comunitario se encuentra en la obra del bautismo que tiene una dimensión
tanto individual como corporativa. Por un lado, en el bautismo el Espíritu incorpora al creyente
individualmente dentro del cuerpo de Cristo, pero por el otro forma y construye ese cuerpo. La
tema está siendo recuperado en la teología evangélica del Tercer Mundo, donde el elemento
comunitario es mucho más fuerte y refleja mejor lo que sucedió a partir del Pentecostés de
Hechos 2.19
lo ya dicho antes sobre el carácter integral de la obra redentora de Dios Padre y Dios Hijo. De
acertadamente que sin compromiso con la realidad “sin vida histórica” no puede haber vida
Como en el caso de Jesús “el propósito de cuya unción él mismo definió en la sinagoga
de Nazaret”, la experiencia del Espíritu que vivió la iglesia de Jerusalén se tradujo en
misión integral orientada a la transformación de la vida humana en todas sus
dimensiones, incluyendo, como hemos visto, su base material.21
La obra del Espíritu Santo en la salvación, entonces se inserta bien en la obra de los
otros dos miembros de la Trinidad, dándonos así una visión integral e integradora de la
salvación.
Conclusión
La cosmovisión teísta trinitaria que ofrece el cristianismo es la que mejor explica esta
realidad tan importante como lo es la salvación. Los grandes interrogantes que Robert C.
Solomon22 presenta son mejor contestados por esta cosmovisión. La Trinidad ofrece una
19
C. René Padilla, “El Espíritu Santo y la misión integral de la iglesia” en El Trino Dios y la
misión integral, 115-147. Aquí el autor trata de aplicar las enseñanzas bíblicas acerca del Espíritu Santo,
la salvación y la iglesia, a fin de darle un equilibrio trinitario a la obra redentora de Dios y la misión de la
iglesia.
20
Jon Sobrino, Liberación con espíritu (San Salvador: UCA, 1985): 23
21
Padilla, Op. Cit., 143
22
Robert C. Solomon, The Big Questions: A Short Introduction to Philosophy, sexta edición
(Belmont CA: Wadsworth/Thompson, 2002)
7
desarrollado armoniosamente por los tres miembros. Todos estos son elementos que responden
La salvación trinitaria es el resultado del diseño de Dios el Padre, la realización del Dios
el Hijo y la aplicación de Dios Espíritu Santo. Los creyentes en lo individual son bendecidos y