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Objetivos generales
TEMA 1: INTRODUCCIÓN
Este proceso de globalización, entendido como una creciente interdependencia económica entre
todos los países -provocada por el aumento del flujo de bienes, servicios y capitales y por la
rápida difusión de la tecnología y de la información, no es la primera vez que se produce. Ya
asistimos a un movimiento similar en las últimas décadas del siglo XIX y primeras dos décadas del
siglo XX, pero el proceso actual presenta características diferenciales:
Por un lado, no sólo los países desarrollados se han visto afectados. El número de países
involucrados es altísimo e incluye a los países desarrollados y a la práctica totalidad de
los países en vías de desarrollo.
Este proceso no sólo afecta al ámbito económico, sino también a las estructuras políticas
y sociales.
Las cifras que ofrece la OCDE de este proceso son suficientemente esclarecedoras de la
importancia y potencia del mismo. Mientras que la producción mundial ha aumentado en los
últimos 30 años un 300 por 100, el comercio de bienes y servicios lo ha hecho en un 600 por 100.
Los flujos financieros han pasado de suponer escasamente el 10 por 100 del PIB de los países más
desarrollados en 1980, a exceder con creces el 100 por 100 de ese PIB a finales de los noventa.
La globalización supone un escenario en el que las fronteras se han ido difuminando hasta casi
desaparecer, y en el que los países, que hasta ahora disponían de una jurisdicción nacional propia
sobre la que podían actuar a través del desarrollo de políticas públicas, se han convertido en una
suerte de espectadores perplejos que, manteniendo la soberanía para actuar sobre su territorio,
asisten con impotencia a un desarrollo económico internacional que tiene vida propia y sobre el
que de forma muy somera pueden actuar. Por otra parte, la tecnología y la información han
tenido en el desarrollo de internet su mayor instrumento de difusión, hasta el punto que se ha
convertido en una ventana por la que podemos acceder en tiempo real a cualquier noticia o
conocimiento que se produzca en cualquier parte del mundo. Estos cambios también afectan a
las políticas tributarias de los Estados.
A lo largo del presente Módulo desarrollaremos las principales herramientas que los Estados
tienen para detraer de la actividad económica los recursos necesarios para el sostenimiento de
los gastos públicos y, además, analizaremos cómo se relacionan cada una de las potencias
tributarias existentes en un mundo globalizado.
Una vez se determine el lugar en que deben ser satisfechas las rentas entrarán en juego las
diversa normativas internas de cada uno de los países implicados con lo que el conocimiento de
la normativa interna de los países que analicemos es condición sine qua non para un correcto
análisis de una operación fiscal internacional.
En la medida en que en la mayoría de los países de la OCDE, por no decir en todos, existen
tributaciones tanto sobre la renta de las personas físicas como sobre las rentas obtenidas por las
empresas conviene destacar los principales aspectos normativos de los mismos y,
principalmente, en lo referente a las rentas del trabajo (centrándonos en los aspectos
internacionales recogidos por la normativa española) así como en las rentas empresariales, sean
estas obtenidas por una persona física (en cuyo caso se aplicará el Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas) o bien por una sociedad (en cuyo caso aplicaremos el Impuesto sobre
Sociedades.
Además, las rentas obtenidas por un no residente en territorio español se verán gravadas por el
Impuesto sobre la Renta de no Residentes que, como veremos, aplica las mismas reglas que las
previstas para el IRPF y el IS pero con determinadas especialidades.
Por ello, y por qué también debemos analizar la forma de tributación de los empresarios
residentes en territorio español, debemos analizar en primer lugar la normativa interna en lo que
a estos Impuestos se refiere, normativa que, por otra parte, se asemejará en gran medida a los
impuestos sobre la renta previstos en otras normativas.
2.1.1. ÁMBITO DE APLICACIÓN: ¿QUIÉNES ESTÁN SUJETOS AL IMPUESTO
SOBRE SOCIEDADES?
Están sujetas al impuesto sobre Sociedades toda clase de entidades siempre que tengan
personalidad jurídica propia, excepto las sociedades civiles. Existen sin embargo existen
excepciones en las que pese a no tener personalidad jurídica determinados entes tributan
también por el IS, por ejemplo, los fondos de pensiones.
Sin embargo, el sujeto clásico serían las sociedades mercantiles. Anónimas, de responsabilidad
limitada, colectivas, laborales, etc.
2.1.2. LIQUIDACIÓN.
La base imponible del impuesto se determina corrigiendo el resultado contable a través de las
diferencias:
Temporales.
Permanentes.
Por el contrario, los bienes objeto de leasing se pueden amortizar de manera más rápida desde
un punto de vista fiscal que desde un punto de vista contable (lo que genera beneficios
financieros para la empresa en cualquier caso).
Además de aplicar las diferentes correcciones, deberemos compensar las bases imponibles
negativas producidas en los ejercicios anteriores, para obtener la BASE IMPONIBLE que, por
aplicación del tipo de gravamen, se convertirá en la CUOTA ÍNTEGRA.
Resultado contable
+/- Diferencias permanentes
+/- Diferencias temporales
(-) Compensación de bases imponibles negativas= Base
imponible
Con posterioridad
BASE IMPONIBLE x
tipo de gravamen=
CUOTA ÍNTEGRA
(-) Deducciones (doble imposición interna e internacional, y
para incentivar determinadas actividades) (-)
Bonificaciones= CUOTA
LÍQUIDA
(-) Retenciones por rendimientos del capital mobiliario (-)
Pagos fraccionados=
CANTIDAD A INGRESAR O DEVOLVER
Bonificaciones.
Según el artículo 25.1 del TRLIS, las bases imponibles negativas podrán ser compensadas con las
rentas positivas de los periodos impositivos que concluyan en los 18 años inmediatos y sucesivos.
Es decir, la normativa del impuesto sobre sociedades permite instrumentar una compensación de
pérdidas hacia delante, esto es, permite la minoración de los beneficios de un ejercicio con
pérdidas fiscales de ejercicios anteriores.
2.1.5. EL TIPO DE GRAVAMEN
Tipo general
El tipo general aplicable será el 30%., pero existen tipos especiales para determinadas empresas,
por ejemplo, el tipo del 35%. Las entidades dedicadas a la exploración, investigación y explotación
de yacimientos y almacenamientos subterráneos de hidrocarburos tributarán al tipo de gravamen
especial del 35%.
La cuota íntegra del impuesto sobre sociedades será la cantidad resultante de aplicar a la base
imponible el tipo de gravamen. En el IS, el proceso liquidatorio se presenta como un camino que,
partiendo de la cuota íntegra o cuota tributaria, llega, por sucesivas deducciones y adiciones, a la
cuota que deberá ser ingresada o devuelta por la Administración, según proceda.
Debemos analizar en este apartado las deducciones por doble imposición, internas e
internacionales, si bien las deducciones internaciones serán examinadas más adelante como
medio utilizado por la economía española para la internacionalización.
Estas deducciones tratan de paliar la existencia de la doble imposición que se produce cuando los
beneficios generados en una sociedad, tras tributar por el IS, vuelven a tributar en la persona del
socio (en el IRPF si el socio es persona física, o en el IS si el socio es persona jurídica), bien por la
percepción de un dividendo, bien como motivo de la transmisión de la participación.
Con carácter general, cuando entre las rentas del sujeto pasivo se computen dividendos o
participaciones en beneficios de otras entidades residentes en España, la deducción a practicar
será del 50% de la cuota íntegra derivada de la base imponible que corresponda a los dividendos.
La sociedad X, con residencia en Salamanca, ha recibido un ingreso en una cuenta corriente por
valor de 15.600 euros procedentes de dividendos distribuidos por la sociedad Y.
Los gastos que el banco ha cargado por el abono de los dividendos han sido de 200 euros.
Solución:
El importe del dividendo bruto percibido será el valor del ingreso obtenido en cuenta,
incrementado en los gastos cargados por el banco y el importe de la retención practicada (21%).
15.600 + 200
= 20.000 euros
(1 – 0,21)
Así, la deducción será:
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas está regulado por la Ley 35/2006 del Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas y su correspondiente Reglamento, aprobado por el Real
Decreto 439/2007.
Constituye uno de los pilares fundamentales de nuestro sistema tributario actual, tanto por su
importancia cuantitativa y recaudatoria como por su capacidad para hacer realidad los principios
constitucionales de generalidad, capacidad económica y progresividad. Es también un pilar
fundamental en la mayoría de países de nuestro entorno.
Naturaleza
En cuanto a la naturaleza del Impuesto el artículo 1 de la Ley establece que “El impuesto sobre
la Renta de las Personas Físicas es un tributo de carácter personal y directo que grava, según los
principios de igualdad, generalidad y progresividad, la renta de las personas físicas, de acuerdo
con sus circunstancias personales y familiares”.
De acuerdo con el artículo 2 de la Ley “constituye el objeto de este impuesto la renta del
contribuyente, entendida como la totalidad de sus rendimientos, ganancias y pérdidas
patrimoniales y las imputaciones de renta que se establezcan por ley, con independencia del
lugar donde se hubiesen producido y cualquiera que sea la residencia del pagador”.
Se tributa por tanto, por la renta mundial obtenida por el residente español. Así, las rentas
empresariales obtenidas en el extranjero se gravarán en España cuando el perceptor resida en
territorio español.
Ámbito de aplicación
“1. El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas se aplicará en todo el territorio español.
Por su parte, el artículo 5 establece que “Lo establecido se entenderá sin perjuicio de lo
dispuesto en los Tratados y Convenios Internacionales que hayan pasado a formar parte del
ordenamiento interno, de conformidad con el artículo 96 de la Constitución Española”. Lo que es
especialmente relevante en el ámbito de la tributación de no residentes.
Cuando hablamos de los aspectos materiales de un impuesto hablamos de aquellos aspectos que
definen los supuestos que determinarán la sujeción al Impuesto. Como aspectos materiales cabe
destacar el hecho imponible y las exenciones.
Hecho imponible
Exenciones.
Las exenciones definen los supuestos en los que, pese a realizarse el hecho imponible la ley
establece que no se gravara la operación.
Esta exención no se aplicará a los dividendos y beneficios distribuidos por las instituciones
de inversión colectiva (por ejemplo a los beneficios distribuid por las SICAV).
Las personas físicas que tuviesen su residencia habitual en el extranjero por alguna de las
circunstancias previstas en el artículo 10 de esta Ley”.
Según dicho artículo 10 “Se considerarán contribuyentes las personas de nacionalidad española, su
cónyuge no separado legalmente e hijos menores de edad que tuviesen su residencia habitual en el
extranjero, por su condición de:
Titulares de cargo o empleo oficial del Estado español como miembros de las
delegaciones, representaciones permanentes acreditadas ante organismos
internacionales o que formen parte de delegaciones o misiones de observadores en el
extranjero.
Funcionarios en activo que ejerzan en el extranjero cargo o empleo oficial que no tenga
carácter diplomático o consular”.
Continúa diciendo el artículo 8 de la Ley que “no perderán la condición de contribuyentes por
este impuesto las personas físicas de nacionalidad española que acrediten su nueva residencia
fiscal en un país o territorio considerado como paraíso fiscal. Esta regla se aplicará en el período
impositivo en que se efectúe el cambio de residencia y durante los cuatro períodos impositivos
siguientes.
Ya que es contribuyente por el IRPF quien tenga su residencia habitual en territorio español el
artículo 9 de la Ley dispone que:
“Se entenderá que el contribuyente tiene su residencia habitual en territorio español cuando se
dé cualquiera de las siguientes circunstancias:
Que permanezca más de 183 días, durante el año natural, en territorio español. Para
determinar este período de permanencia se computarán las ausencias esporádicas, salvo
que el contribuyente acredite su residencia fiscal en otro país. En el supuesto de países o
territorios considerados como paraíso fiscal, la Administración tributaria podrá exigir que
se pruebe la permanencia en éste durante 183 días en el año natural.
Un contribuyente que vive en España pero se desplaza 7 meses a Brasil para realizar un
trabajo investigador será residente en España, ya que dicha ausencia se considera
esporádica
Aunque parezca extraño, determinar la residencia fiscal de una persona es una de las circunstancias
más complejas en el ámbito de tributación de no residentes. No es fácil “atar” a un determinado país
a personas cuyas características de vida hacen que no tengan de un lugar fijo de residencia. Lo ideal
sería realizar el siguiente proceso lógico:
En primer lugar, determinar de qué país queremos examinar la residencia, porque de ese país
deberemos aplicar la normativa. Por ejemplo, si queremos saber si una persona reside en
España debemos aplicar la normativa española.
¿Reside dicha persona más de 183 días en territorio español? Si la respuesta es sí será
residente en territorio español. No debemos computar las ausencias esporádicas, esto es, las
ausencias que se hacen para volver al lugar de residencia.
Si no reside en territorio español más de 183 días debemos tener en cuenta si tiene en España
el núcleo de sus intereses económicos. Por ejemplo, si la empresa que le paga es española
pero reside en Francia sus intereses económicos estarían en España.
Ello no quiere decir que no pague impuestos en España, pero ya no los pagará en condición de
residente (IRPF) si no que lo hará en condición de no residente (Impuesto de No Residentes) y siempre
que obtenga rentas en territorio español.
Para determinar la cantidad que debe pagarse de impuesto se aplica un tipo de gravamen sobre
una base imponible. La Base imponible es la magnitud, dineraria o de otra naturaleza que sirve
de medición del hecho imponible y marca a la postre el importe de la deuda tributaria.
“1. La base imponible del Impuesto estará constituida por el importe de la renta del contribuyente”
Para sumar estas cuantías la Ley distingue dos tipos de rentas que puede obtener, entre rentas
generales y las rentas del capital o del ahorro
Según el artículo 44 de la Ley “A efectos del cálculo del Impuesto, las rentas del contribuyente se
clasificarán, según proceda, como renta general o como renta del ahorro”.
Para el cálculo de la base imponible, las cuantías positivas o negativas de las rentas del
contribuyente se integrarán y compensarán de acuerdo con lo previsto en esta Ley. Atendiendo a
la clasificación de la renta, la base imponible se dividirá en dos partes:
La renta general.
Los rendimientos del capital mobiliario derivados de la participación en los fondos propios
de entidades (salvo entidades vinculadas), de cesión a terceros de capitales propios y de
operaciones de seguro y capitalización.
Finalmente llegamos a la cuota diferencial, conocida popularmente por la cantidad que a la postre
deberá ingresarse en el fisco. Su cálculo se regula en los artículos 79 a 81 bis de la Ley. Según el artículo
79 “Será el resultado de minorar la cuota anteriormente definida la cuota íntegra en los siguientes
importes (se destacan los relevantes a efectos de nuestra materia.
Deducción por doble imposición internacional (Artículo 80 de la Ley). “Cuando entre las rentas
del contribuyente figuren rendimientos o ganancias patrimoniales obtenidos y grabados en el
extranjero, se deducirá la menor de las cantidades siguientes:
El importe de lo satisfecho en el extranjero por razón de un impuesto de
naturaleza idéntica o análoga a este impuesto o al IRNR.
Supongamos una persona residente en España que recibe dividendos por 1000 euros en otro
Estado y el importe satisfecho por un impuesto extranjero, de naturaleza análoga al Impuesto
sobre la Renta español, ascendió a 100 euros.
El 21% por la
tributación de las
rentas del ahorro
2.2.9. CONCLUSIONES
La U.E. no tiene competencias en materia de imposición directa (IRPF e IS). Sin embargo, se están
realizando numerosos esfuerzos en esta materia que se han concretado en Directivas sobre
determinados aspectos que tocan a la fiscalidad, directa o indirectamente
Además, el Tribunal de la U.E. ha dictado ya una copiosa jurisprudencia que -al amparo de las
libertades de movimiento de capitales, desplazamiento de trabajadores y libertad de
establecimiento- ha ido establecimiento ciertos principios con impacto –en algunos casos
decisivo-en la fiscalidad directa.
La Directiva matriz-filial, 90/435/CEE, que tiene como finalidad eliminar la doble imposición de
los dividendos en los grupos de sociedades.
El ámbito de aplicación territorial de la directiva no se establece de modo específico en la misma,
por lo que, para determinarlo, hay que referirse al artículo 299 del Tratado Constitutivo de la
Unión Europea Texto Consolidado, que define el territorio de la Unión Europea.
La Directiva establece un régimen especial para las distribuciones de beneficios de las sociedades
filiales a sus matrices cuando unas y otras estén domiciliadas en distintos estados miembros. Tal
régimen consiste en que:
Cuando una sociedad matriz recibe, en calidad de socio de su sociedad filial, beneficios
distribuidos, el Estado de la sociedad matriz debe, o bien abstenerse de gravar dichos
beneficios, o bien gravarlos autorizando al mismo tiempo a dicha sociedad a deducir de su
cuota tributaria por el impuesto de sociedades la fracción del impuesto de la filial
correspondiente a dichos beneficios.
Cuando una sociedad filial distribuye beneficios a una sociedad matriz, los mismos no han
de estar sujetos a retención en el origen.
El régimen a aplicar a los beneficios de las filiales recibidos por una matriz se regula en el artículo
4 de la Directiva y permite dos opciones:
El artículo 1.1 de la Directiva establece que los cánones e intereses a los que les es de aplicación
esta norma están exentos de cualquier impuesto en el estado miembro del pago, ya sea
recaudado mediante retención a cuenta o mediante estimación de la base imponible.
Transitoriamente, determinados países puede exigir impuestos sobre los pagos, si bien no
pueden superar un porcentaje de los mismos.
Si una empresa Española A le presta a su filial B situada en Italia un importe de dinero, tal
préstamo devengará intereses que la empresa italiana B le pagará a la empresa A. En este
caso los intereses se gravarán en España (recordemos que los residentes pagan por su renta
mundial) y en Italia, como rendimientos obtenidos por no residentes en Italia, a través del
Impuesto italiano.
La Directiva del Ahorro.- Esta directiva busca poner fin a la competencia entre Estados en el
terreno de los impuestos sobre los rendimientos del ahorro para no residentes.
Se crea a este efecto un sistema de intercambio de información que obliga a todos los países
de la UE excepto a 3 de ellos (Bélgica, Luxemburgo y Austria) que se han acogido a un régimen
transitorio pero que, a cambio deben aplicar una retención en la fuente (país de obtención de
la renta).
La Directiva se aplica:
a las personas físicas ( es decir, no sociedades, Fundaciones, etc.) que residan en un EM,
país asociado o dependiente
a los rendimientos del ahorro que se reciban en país distinto del de residencia o en
terceros países asociados o dependientes (ver lista en anexo)
La Directiva no se aplica a:
Productos de seguros
su identidad
su número de cuenta
el importe pagado
Por ejemplo, un ahorrador cuya residencia fiscal es Bélgica acude a un banco holandés a cobrar
intereses de obligaciones emitidas en 2003. El interés le es abonado sin ninguna retención. El
banco holandés comunica entonces el pago a las autoridades belgas.
Los países que aplican el intercambio de información son todos los de la UE menos Bélgica,
Luxemburgo y Austria. Además, ciertos países o territorios dependientes o asociados aplican
también ese intercambio. Son: Islas Caimán, Aruba, Anguilla, Montserrat.
A la hora de analizar el aspecto fiscal de las inversiones directas en el exterior debemos fijarnos
fundamentalmente en las condiciones fiscales en que los inversores reciben el rendimiento de
sus inversiones.
Dividendos.
Los impuestos reales son los impuestos que recaen sobre las ganancias que una empresa o
persona obtienen en un territorio sin residir en él. Por ejemplo, si obtenemos unos dividendos de
una sociedad francesa, en Francia se nos cobrará un impuesto real por haber obtenido rentas en
Francia aunque no vivamos allí.
El impuesto personal es el que se aplica a los residentes en un territorio. Así, en el caso anterior,
al empresa francesa que ha dado esos dividendos antes de repartirlos obtuvo un beneficio del
cual proceden los dividendos. Ese beneficio pagó impuestos: los impuestos personales (el IS
francés) que pagan todas las sociedades residentes en Francia
Exención para evitar la doble imposición económica internacional sobre dividendos y rentas de fuente
extranjera derivadas de la transmisión de valores representativos de los fondos propios de entidades no
residentes en territorio español. (Artículo 21 TRLIS).
El artículo 21 del TRLIS prevé un sistema de exención (lo obtenido fuera de España no se imputa como
renta) para los dividendos de fuente extranjera.
Están exentos los dividendos de fuente extranjera, así como las plusvalías que produzca la transmisión
de acciones de una sociedad extranjera, si se cumplen los siguientes requisitos:
Que tenga como mínimo un 5% de participación y ésta se mantenga como mínimo un año.
Sociedad española
Filial en Chile
Solución:
El dividendo está incluido en la cuenta de PyG de la matriz española: Procede un ajuste negativo
(exención). Esto es, se resta de la base del impuesto.
El artículo 31 trata de corregir la doble imposición jurídica, es decir, el hecho de que una misma
renta sea gravada en dos Estados diferentes.
Por el contrario, el artículo 32 trata de corregir la doble imposición económica, resultado del
hecho de que una misma renta es objeto de imposición por dos sujetos en dos Estados.
Así, el artículo 31 indica que cuando en la base imponible del sujeto pasivo se integren rentas
obtenidas y gravadas en el extranjero, se deducirá de la cuota íntegra la menor de las dos
cantidades siguientes:
Antes de aplicar la deducción debe integrarse el impuesto real pagado fuera para elevar la renta
al íntegro y aplicar la deducción sobre toda la renta (y no sólo sobre la renta tras impuestos)
Una sociedad residente obtiene una alquiler de 20.000 u.m. en un país extranjero, soportando
una tributación por un impuesto análogo al IS de 8.000 u.m.
Al no ser dividendos debemos aplicar directamente el artículo 31, previsto para todas las rentas
en general.
Por su parte, el artículo 32 regula una deducción en caso de percibir dividendos o participaciones en
beneficios pagados por una entidad no residente, siempre que se cumplan una serie de requisitos
relativos al porcentaje de participación (5%) y al periodo de tenencia de la misma (un año
ininterrumpido). La entidad nacional podrá deducirse los impuestos que la entidad que le traspasa el
beneficio ha pagado antes de traspasarle dichos dividendos. Antes de que una empresa extranjera le
pague unos dividendos a una entidad española debe pagar los impuestos por los beneficios obtenidos.
Con posterioridad, repartirá los beneficios a la entidad socio española.
Debemos recordar que se aplicaría esta deducción si no se cumplen los requisitos de exención sobre
los dividendos vistos para el artículo 21 y que, al ser un supuesto de exención, es más favorable, ya que
no se pagaría impuesto alguno.
La Sociedad A nacional ostenta el 100% de la Sociedad X sita en las Islas Cayman. La sociedad X
ha tenido un resultado positivo (Base Imponible) 1.000 u.m. El impuesto sobre Sociedades en
Cayman es del 40%. Tras pagar todos los impuestos la sociedad X reparte todo el beneficio a la
sociedad A, único socio.
El impuesto aplicado a los dividendos obtenidos por no residentes en Cayman es del 10%.
Solución:
No podemos aplicar el artículo 21 de exención al ser paraíso fiscal así que las rentas tributarán
pero tendrán derecho a deducción por doble imposición.
A recibirá la cantidad de 600 € ya que percibe el 100% de los dividendos. Así, la empresa X
obtuvo un beneficio de 1000 que tras pagar impuestos en Cayman se han convertido en 600
después de Impuestos. Estos beneficios pasarán íntegramente como dividendos a A. Pero antes
de pasar a A debe pagar una cantidad en concepto de impuesto real, esto es, de impuesto a
pagar por obtener rentas extranjeras. Es el impuesto que un ruso, por ejemplo, pagaría por
obtener dividendos en España.
En este caso, la sociedad nacional A obtiene una renta de la sociedad X y puede aplicar la
deducción del artículo 31 así como la del artículo 32.
Por el art. 32
Por el art. 32
• Impuesto extranjero 400
• Impuesto español 1.000 x 30%) 300 -240
La cuota íntegra final 0
Si el tipo de gravamen extranjero es inferior la tributación se reparte entre los países. Veamos un
ejemplo. En el caso anterior si el tipo fuera del 20% en Cayman ya no pagaría 400 si no 200 y por
los dividendos obtenidos (impuesto real) ya no pagará el 10% de 600 si no de 800, esto es, 80:
Por el art. 31
• Impuesto extranjero 80 -80
Por el art. 32
• Impuesto extranjero 200 -200
Con este ejemplo la renta de 1.000 ha pagado 300 €, 280 en Cayman (200+80) y 20 en España.
El artículo 7.p) de la Ley del IRPF establece que estarán exentas, entre otras rentas, los
“rendimientos del trabajo percibidos por trabajos efectivamente realizados en el extranjero, con
los siguientes requisitos:
º Que dichos trabajos se realicen para una empresa o entidad no residente en España o un
establecimiento permanente radicado en el extranjero
Donde:
SBA: Salario Bruto Anual del beneficiario en cada año natural (excluyendo las cantidades
específicas que retribuyen el desplazamiento al extranjero).
DE: Días laborales en el extranjero a los que les sea aplicable el artículo 7.p).
El Impuesto sobre la renta de no residentes (IRNR) grava las rentas obtenidas en territorio
español por no residentes en dicho territorio. Se encuentra regulado por el RD 5/2004
Para hacer tributar una renta en territorio español dicha renta debe haberse obtenido en
territorio español. Para cada una de las rentas que analizamos a continuación existen criterios
distintos acerca de cuándo se entienden obtenidas en territorio español.
Se consideran obtenidos en territorio español los siguientes rendimientos del capital mobiliario:
Los intereses y otros rendimientos obtenidos por la cesión a terceros de capitales propios
satisfechos por personas o entidades residentes en territorio español.
Rentas imputadas.
Se consideran obtenidas en España las rentas imputadas a los contribuyentes personas físicas
titulares de bienes inmuebles urbanos situados en territorio español no afectos a actividades
económicas. Igualmente, el nexo de conexión es el lugar de situación de los inmuebles.
Ganancias patrimoniales.
Cuando se deriven de otros bienes muebles, distintos de los valores, situados en territorio
español o de derechos que deban cumplirse o se ejerciten en territorio español.
Supuestos de exención.
En su artículo 14, el TRLIRNR enumera un conjunto de supuestos en los que el legislador exonera
el tributo a determinadas rentas. Cabe destacar en nuestro ámbito:
Los rendimientos derivados de títulos de Deuda Pública y obtenidos por no residentes sin
establecimiento permanente, se consideran exentos del IRNR.
Esta exención alcanza tanto a los rendimientos explícitos como a los implícitos derivados
de la transmisión, el reembolso, la amortización, etc., de los títulos.
Cabe destacar que también están exentos los rendimientos de la Deuda Pública de los no
residentes obtenidas en territorios o países calificados reglamentariamente como
paraísos fiscales, como excepción a la regla general que los rendimientos percibidos por
no residentes que residan en paraísos fiscales no están exentos.
Los rendimientos de los depósitos y las cuentas bancarias abiertas por no residentes en
España, siempre que el pago no se realice a un establecimiento permanente, quedan
asimismo exentos del tributo.
Se entenderá que una persona física o entidad opera mediante establecimiento permanente en
territorio español cuando por cualquier título disponga en éste, de forma continuada o habitual,
de instalaciones o lugares de trabajo de cualquier índole, en los que realice toda o parte de su
actividad, o actúe en él por medio de un agente autorizado para contratar, en nombre y por
cuenta del contribuyente, que ejerza con habitualidad dichos poderes.
Como veremos al hablar de los CDI, cada CDI determina qué es Establecimiento Permanente para
cada caso. Con carácter general suelen coincidir de convenio en convenio.
En este sentido, la mayoría establecen que para que una obra de construcción sea EP debe durar
más de doce meses. Contrasta con la norma española en la que se requieren únicamente 6
meses para ser considerada una construcción como EP.
Así, en ausencia de convenio, una construcción de duración superior a 6 meses será considerado
como Establecimiento Permanente. Sin embargo, si existe convenio y éste determina que son
doce los meses necesarios e duración no habrá Establecimiento Permanente.
EL TRLIRNR regula con precisión la tributación efectiva de las rentas así obtenidas, cuyos rasgos
más relevantes describimos a continuación:
En cuanto al tipo impositivo, éste será el 30 por 100 (salvo que se trate de actividades de
explotación e investigación de hidrocarburos –35 por 100–).
A grandes rasgos, las deducciones de cuota coinciden con las reguladas por la Ley del
Impuesto sobre Sociedades.
La incidencia de los CDI en este campo (cuando el no residente titular del establecimiento reside
en un Estado con CDI con España) puede ser de distinto alcance, aunque, como regla general,
determinará que la tributación del EP en España se equipare al máximo con la fiscalidad de una
empresa residente, en virtud de normas sobre no discriminación contenidas en dichos CDI. Dicho
principio de no discriminación se hace, si cabe, más acusado cuando la Casa Central del EP se
localice en otro Estado miembro de la Unión Europea.
Obtención de rentas sin establecimiento permanente.
El tipo impositivo general que debe girarse sobre los rendimientos obtenidos por no residentes
sin establecimiento permanente será el 24 por 100, salvo determinadas excepciones.
Y, finalmente, la cuota tributaria del IRNR liquidada coincidirá con, según las normas anteriores,
con la cuota a ingresar en la mayor parte de los casos.
5.2. CONCLUSIÓN
Hemos visto que el IS y el IRPF se aplican a residentes en territorio español, que tributarán por su
renta mundial mientras que el IRNR se aplica a no residentes que obtengan rentas en España.
Tales impuestos entrarán en juego en la medida en que no exista un convenio para evitar la doble
imposición.
Pero también con la existencia de convenio serían de aplicación. Así, los convenios para evitar la
doble imposición establecen las normas de reparto entre dos países acerca de cuál de los dos
tiene potestad para gravar una renta cuando la renta sea obtenida en un país y el país de
residencia del perceptor sea otro.
Los convenios determinan, por tanto, entre dos países quién va a gravar una determinada renta.
En caso de que se gravara la renta por España debemos analizar si quien percibe la renta es
residente o no residente fiscalmente en territorio español. Si lo es, conforme las normas
anteriormente previstas para el IRPF o el IS, aplicaremos dicha normativa. Si no lo es y España
puede gravar las rentas, se aplicará el Impuesto sobre la Renta de no Residentes.
Después de realizar todo este estudio lógico puede resultar, por otra parte, que la norma interna
no grave finalmente la renta en ninguna medida (es una potestad, recordemos), al entender que
dichas rentas están no sujetas al impuesto o simplemente exentas.
Debemos por tanto proceder a conocer dichas normas de reparto, esto es, debemos analizar los
Convenios para evitar la Doble Imposición, lo que haremos en el siguiente capítulo.
TEMA 6: LOS CONVENIOS PARA EVITAR LA DOBLE IMPOSICIÓN.
Los Convenios para evitar la doble imposición (CDI) tienen como objetivos más importantes
evitar la doble imposición internacional, prevenir el fraude y la evasión fiscal, evitar la
discriminación, promover el intercambio de información y, finalmente, ser un instrumento
indirecto de armonización fiscal.
El Modelo de aplicación
más generalizado es el de la
OCDE
Los CDI en materia de impuestos sobre la renta y el patrimonio se basan, en su práctica totalidad,
en el Modelo de Convenio de la OCDE. La OCDE publicó su primer Modelo de Convenio en 1963,
siendo su última redacción de 2008.
Así, los CDI se aplican a los residentes de uno o de ambos Estados contratantes. Los CDI, tras
remitir a la legislación interna de cada Estado para determinar la residencia, regulan los criterios
para resolver los posibles conflictos.
La vivienda permanente.
En el Modelo ONU los criterios coinciden, con excepción del de nacionalidad, que no se incluye.
Para las personas jurídicas el criterio previsto para resolver la doble residencia en ambos Modelos
(OCDE y ONU) es el de la dirección efectiva.
El ámbito de aplicación objetivo son los impuestos comprendidos. Así, los CDI se aplican a los
impuestos sobre la renta, tanto de personas físicas como jurídicas. Generalmente, se aplican
también a los impuestos sobre el patrimonio. Los CDI que definen con carácter general estos
impuestos, suelen contener una enumeración de los mismos en cada Estado, y la previsión de la
aplicación del Convenio a aquellos impuestos que, en el futuro, puedan sustituir a los
enunciados.
En concreto, los Modelos OCDE y ONU incluyen, en sus respectivos artículos 2, los impuestos
comprendidos por los mismos (OCDE: Impuestos sobre la Renta, el patrimonio y las plusvalías, y
ONU: Impuestos sobre la renta, el capital y las plusvalías).
Existen determinados términos y expresiones que se utilizan a lo largo del CDI y que se definen al
comienzo del mismo: “persona”, “sociedad”, “autoridad competente”, “nacional”,
“establecimiento permanente”.
Los CDI determinan los respectivos poderes de imposición del Estado de la fuente y del Estado de
residencia respecto de las diferentes categorías de renta y de patrimonio. Para determinadas
categorías de renta y de patrimonio se atribuye un poder de imposición a uno de los Estados
contratantes. El otro Estado contratante no puede gravar dichas categorías, evitándose de esta
manera la doble imposición.
Así, sobre algunas rentas existe un derecho de imposición compartido entre los dos Estados pero
limitado en el tipo aplicable máximo del impuesto del Estado de la fuente (dividendos, intereses
y, en algunos casos, cánones, tanto en los Modelos OCDE como ONU).
Los métodos previstos para evitar la doble imposición en los Modelos OCDE y ONU son el
método de imputación y el de exención, que aparecen recogidos en los artículos 23.A y 23.B de
ambos Modelos.
El método de exención constituye una excepción al principio del gravamen de la renta mundial
de los residentes, pues supone la renuncia por el país de residencia de gravar las rentas
originadas en el otro Estado.
En el sistema de exención íntegra sus rentas sólo pagarán por 100.000 €, como si los
50.000 no existieran.
El método de imputación ordinaria, por el contrario, recogido en los artículos 31 y 32 del Texto
Refundido de la Ley del Impuesto sobre Sociedades de 2004 (TRLIS), supone que las rentas
procedentes del exterior se integran en la base imponible y, a continuación, se deduce de la
cuota íntegra el impuesto extranjero satisfecho, con el límite del importe que correspondería
pagar en España si dichas rentas se hubieran obtenido en este territorio.
En los Modelos de Convenio a los que nos venimos refiriendo, las rentas y el patrimonio se
clasifican en tres categorías según el régimen aplicable en el Estado de la fuente:
A continuación nos referiremos a las categorías de renta que los Modelos de Convenio que
venimos analizando incluyen en uno u otro régimen.
Distribución de la potestad tributaria en los CDI
Los CDI contienen ciertas disposiciones especiales, siendo las más importantes las referidas a los
aspectos siguientes:
No discriminación: Aparece en los artículos 24 de los Modelos OCDE y ONU. Se reconoce
el principio de no discriminación entre los nacionales de uno y otro Estado contratante,
siempre que se encuentren en las mismas circunstancias.
Los establecimientos permanentes que una empresa de un Estado contratante tenga en el otro
Estado contratante no serán sometidos a imposición en ese Estado de forma menos favorable
que las empresas de ese otro Estado que realicen las mismas actividades.
El procedimiento puede iniciarse a instancia de cualquier contribuyente que considere que las
medidas adoptadas por uno o por los Estados contratantes implican o pueden implicar para ella
una imposición que no esté de acuerdo con el CDI. La autoridad competente, si no puede
encontrará una solución satisfactoria por sí misma, hará lo posible para resolver la cuestión
mediante un procedimiento amistoso con la autoridad competente del otro Estado contratante.
Las autoridades competentes de los Estados contratantes también podrán acudir a este
procedimiento amistoso para resolver las dificultades o dudas que plantee la interpretación o
aplicación del CDI, o para tratar de eliminar la doble imposición en los casos no previstos en el
CDI.
Rendimientos inmobiliarios
En general el Modelo es respetuoso con la tributación de los bienes inmuebles y permite que los
rendimientos procedentes de los mismos sean gravados en ambos Estados, sin establecer
limitación alguna a este gravamen.
Hay países que en el ámbito de este artículo han incluido otras cláusulas relacionadas con bienes
inmuebles pero que pueden haber desvirtuado su naturaleza por algún tipo de estructura
interpuesta:
Por otro lado, los beneficios gravables en fuente serán los estrictamente atribuibles al
establecimiento permanente.
No obstante, este artículo es una regla general para determinar la potestad tributaria de aquellas
rentas o beneficios no regulados en ningún otro artículo del Convenio. Esto implica que si una
empresa tiene una ganancia patrimonial, esta se regirá por lo previsto en el artículo en cuestión y
no por los criterios generales del artículo.
Dividendos
Existe una tributación compartida, pero limitada en el Estado de la fuente. Los dividendos
aparecen definidos en el propio artículo y esta definición es muy amplia ya que remite a la
legislación interna de los Estados miembros.
Los tipos que se establecen hay que recordar que son tipos máximos, si el país tiene alguna
exención interna, esta será de aplicación.
Aunque el Modelo propone unos tipos, unos para participaciones sustanciales y otros para el
resto de los casos, los Estados suelen modificar las cifras, atendiendo a las situaciones bilaterales
concretas. En España los tipos de retención han oscilado mucho, al igual que en los demás
Estados, pero pueden variar desde un 15 a un 0 por ciento de impuesto final sobre los
dividendos.
Finalmente hay que señalar que si los dividendos se obtienen por establecimientos permanentes,
el propio artículo 10 remite a la aplicación del 7. Esto implica que los dividendos cobrados en
estos casos se integrarán en la base imponible junto con el resto de las rentas, y las limitaciones
de retención no serán de aplicación.
Intereses
Cánones o regalías
Este artículo tiene una redacción que es difícil de encontrar reproducida en los Convenios
bilaterales ya que propone una tributación exclusiva en residencia; hay pocos Estados que estén
dispuestos a renunciar a una cierta tributación en fuente en los cánones.
Es cierto que se trata de un beneficio empresarial, ya que en ciertos sectores y tecnologías no se
venden productos sino que se ceden derechos; sin embargo, no es menos cierto que este tipo de
rentas son rentas pasivas sobre las que los Estados suelen imponer una tributación sustancial.
También en este artículo se define el concepto de canon o regalía, pero se trata de una definición
cerrada que rara vez, en los convenios bilaterales remite a la legislación interna.
España en la mayor parte de sus Convenios ha preferido seguir un esquema de tributación similar
al de los dividendos e intereses, con una tributación compartida pero limitada en la fuente. El
tipo que suele establecerse es variado y no suele pasar del 15 por 100. La tendencia en el ámbito
internacional sin embargo, sigue más la estructura del Modelo, dejando estas rentas exentas de
tributación en el Estado de la fuente y manteniendo la exclusividad de la tributación en
residencia.
De hecho, como hemos visto antes, en el ámbito de la Unión Europea ya están exentos en fuente
los cánones o regalías cuando se paguen entre empresas asociadas. Lo lógico es que la evolución
de los sistemas impositivos en este punto siga a los dos organismos internacionales que han
marcado una tendencia clara en este punto.
Ganancias de capital
Es cierto que muchos países no gravan este tipo de rentas, pero para aquellos casos en los que sí
están sujetas a tributación se ha querido mantener este artículo.
El texto del artículo menciona aquellas ganancias patrimoniales que se han considerado más
importantes y sólo esas serán objeto de tributación conjunta; las que no se mencionen
expresamente, según el Modelo, deberán tributar de forma exclusiva en residencia.
La regla general para los rendimientos obtenidos por trabajos por cuenta ajena es que se debe
tributar en el Estado en el que se presta el trabajo. Si se presta ese trabajo en el Estado de la
residencia la tributación será exclusiva de ese Estado; si se es residente de un Estado pero se
realiza una parte del trabajo en el otro, la tributación será compartida, de modo que se mantiene
el principio de gravamen en el Estado donde se desarrolla el trabajo.
Rentas de consejeros
Este artículo es una regla especial del anterior y por tanto, para este tipo de rentas no se sigue la
regla general. Las cantidades cobradas por los consejeros no tienen una naturaleza tan estable
como las anteriores y resulta más fácil deslocalizarlas.
Artistas y deportistas
Este artículo no suele ser objeto de discrepancias en las negociaciones. Hay un cierto consenso
internacional para permitir una tributación conjunta de este tipo de operaciones por lo que este
es el criterio que se mantiene.
Pensiones
Las pensiones mantienen en el Modelo una tributación exclusiva en el Estado de residencia, sin
embargo esto ha sido objeto de importantes polémicas en el ámbito de la OCDE. La mayoría de
los Estados ha preferido y optado por esta forma de tributación, sin embargo, hay una gran
minoría (cerca del cincuenta por ciento) que prefieren una tributación compartida.
En general, España propone una tributación exclusiva en residencia, pero algunos países con los
que la relación bilateral es especial, se han llegado a otras soluciones que incluyen una
tributación compartida para ciertos tipos de rentas.
Remuneraciones públicas
Como se ha mencionado en apartados anteriores, la fórmula que utiliza este artículo es una
excepción a la regla general ya que hace referencia a la tributación exclusiva en fuente. Los
sueldos y las pensiones derivados de trabajos prestados para un Estado y pagados por este
respetan una tributación exclusiva en el Estado pagador, que normalmente no es el Estado
donde se presta el servicio y no es tampoco el de residencia de los trabajadores.
Estudiantes
La redacción de este artículo difiere un poco de lo que viene siendo habitual en el ámbito del
Modelo, ya que normalmente se hace referencia a la tributación exclusiva o compartida. Sin
embargo, en este caso se propone que el Estado en el que se están realizando los estudios o las
prácticas, las rentas que se obtengan para poder continuar con esos estudios queden exentas.
Otras rentas
Por último, en el capítulo de la tributación de las rentas aparece un artículo de cierre en el que se
sigue la estructura clásica del Modelo de la OCDE: todas las rentas que no se han mencionado
expresamente tendrán una tributación exclusiva en el Estado de la residencia.
Tema 7: Las operaciones vinculadas y los precios de transferencia.
7.1. INTRODUCCION
En este contexto, las empresas de carácter multinacional tienen la enorme ventaja de poder
realizar entre distintas entidades del mismo grupo transacciones que, siendo en principio lícitas,
pueden provocar la transferencia de bases imponibles hacia Estados de fiscalidad más débil a
través del mecanismo de precios.
Este novedoso escenario provoca que los precios de transferencia constituyan una de las
mayores preocupaciones actuales de los Estados y quizá la cuestión tributaria más importante del
mundo.
Dos requisitos concurren en el concepto. De una parte, la existencia de vinculación entre las
partes o ausencia de independencia o de voluntades contrapuestas. De otra, actuar en
condiciones que difieren de las usuales de mercado, siendo éste el factor fundamental para
encontrarnos ante un precio de transferencia (Resolución del Tribunal Económico- Administrativo
Central (TEAC) de 14 de junio de 1989).
Bajo estas condiciones si las empresas están vinculadas pueden optar por valorar de
manera diferente las mercancías que utilicen entre sí. Por ejemplo, la filial española
puede comprarle las mercancías a l filial Irlandesa por un precio superior al fijado en
condiciones de libre mercado o no concurrencia:
En este caso la sociedad irlandesa ingresará en concepto de impuestos un 12% de la venta realizada:
2.000*12%= 240 €.
Ahora bien, la sociedad española se deducirá un gasto al 30% del impuesto sobre sociedades español
2.000*30%=600
En consecuencia, teniendo en cuenta que las entidades forman parte del mismo grupo:
De esta manera trasladarían el beneficio a Irlanda, donde paga menos importe impositivo.
En sentido contrario, si España le vende cualquier mercancía a la filial irlandesa puede
optar por vendérselo a un precio inferior a lo que en el mercado lo vendería.
Para evitar este tipo de situaciones se regulan de manera exhaustiva las “operaciones
vinculadas”. Ahora bien, ¿en qué consiste la vinculación?
El artículo 16, apartado 3, del TRLIS establece que se considerarán personas o entidades
vinculadas las siguientes:
Una entidad y los cónyuges o personas unidas por relaciones de parentesco, en línea
directa o colateral, por consanguinidad o afinidad hasta el tercer grado de los socios o
partícipes, consejeros o administradores. Se recoge un supuesto de cierre de los dos
anteriores supuestos que evita posibles artificios con el fin de remunerar a socios y
consejeros y administradores.
Dos entidades que pertenezcan a un grupo. Aclara la norma que existe grupo cuando
varias sociedades constituyan una unidad de decisión según los criterios establecidos en
el artículo 42 del Código de Comercio, con independencia de su residencia y de la
obligación de formular cuentas anuales consolidadas.
Una entidad y los socios o partícipes de otra entidad, cuando ambas entidades
pertenezcan a un grupo y f) Una entidad y los consejeros o administradores de otra
entidad, cuando ambas entidades pertenezcan a un grupo.
Una entidad y los cónyuges o personas unidas por relaciones de parentesco, en línea
directa o colateral, por consanguinidad o afinidad hasta el tercer grado de los socios o
partícipes de otra entidad cuando ambas sociedades pertenezcan a un grupo.
Dos entidades en las cuales los mismos socios o partícipes o sus cónyuges, o personas
unidas por relaciones de parentesco, en línea directa o colateral, por consanguinidad o
afinidad hasta el tercer grado, participen, directa o indirectamente en, al menos, el 25 por
100 del capital social o de los fondos propios.
En relación con las operaciones vinculadas que se realicen entre sujetos que están en tales
situaciones el artículo 16 del TRLIS señala
“Artículo 16. Operaciones vinculadas. 1. º Las operaciones efectuadas entre personas o entidades vinculadas
se valorarán por su valor normal de mercado. Se entenderá por valor normal de mercado aquel que
se habría acordado por personas o entidades independientes en condiciones de libre competencia.
Para la determinación del valor normal de mercado se aplicará alguno de los siguientes métodos,
siguiendo siempre la doctrina de las Directrices de la OCDE, según señala el preámbulo de la Ley
36/2006:
Método del precio libre comparable, por el que se compara el precio del bien o servicio
en una operación entre personas o entidades vinculadas con el precio de un bien o
servicio idéntico o de características similares en una operación entre personas o
entidades independientes en circunstancias equiparables, efectuando, si fuera preciso, las
correcciones necesarias para obtener la equivalencia y considerar las particularidades de
la operación.
Método del coste incrementado, por el que se añade al valor de adquisición o coste de
producción del bien o servicio el margen habitual en operaciones idénticas o similares con
personas o entidades independientes o, en su defecto, el margen que personas o
entidades independientes aplican a operaciones equiparables, efectuando, si fuera
preciso, las correcciones necesarias para obtener la equivalencia y considerar las
particularidades de la operación.
De manera numérica sería el Precio de libre competencia:
Método del precio de reventa, por el que se sustrae del precio de venta de un bien o
servicio el margen que aplica el propio revendedor en operaciones idénticas o similares
con personas o entidades independientes o, en su defecto, el margen que personas o
entidades independientes aplican a operaciones equiparables, efectuando, si fuera
preciso, las correcciones necesarias para obtener la equivalencia y considerar las
particularidades de la operación.
De manera numérica sería el Precio de libre competencia:
Precio de libre competencia = [precio de reventa]. [% margen del precio de reventa] x [precio de reventa]
Método de la distribución del resultado, por el que se asigna a cada persona o entidad
vinculada que realice de forma conjunta una o varias operaciones la parte del resultado
común derivado de dicha operación u operaciones, en función de un criterio que refleje
adecuadamente las condiciones que habrían suscrito personas o entidades
independientes en circunstancias similares.
Método del margen neto del conjunto de operaciones, por el que se atribuye a las
operaciones realizadas con una persona o entidad vinculada el resultado neto, calculado
sobre costes, ventas o la magnitud que resulte más adecuada en función de las
características de las operaciones, que el contribuyente o, en su caso, terceros habrían
obtenido en operaciones idénticas o similares realizadas entre partes independientes,
efectuando, cuando sea preciso, las correcciones necesarias para obtener la equivalencia
y considerar las particularidades de las operaciones.
7.5. SERVICIOS ENTRE PARTES VINCULADAS.
Esta redacción, condicionando la deducción de dichos gastos a que los servicios prestados
produzcan o puedan producir una ventaja o utilidad a su destinatario, obliga al sujeto pasivo a
probar la utilidad del servicio que es similar a probar la realidad del mismo.
Esto es así porque el IVA recae sobre el consumo, como hemos dicho, y no sobre la fabricación:
fabricantes y distribuidores no satisfacen el impuesto, lo repercuten al comprador, esto es, hacen
de “recaudadores” para la Hacienda Pública a través del sistema de repercusión.
El empresario repercute el Impuesto sobre las entregas de bienes y prestaciones de servicios que
realice sujetas al IVA, pero también deduce el IVA soportado en las adquisiciones de su cadena
productiva. Este mecanismo de deducciones constituye la nota esencial del IVA.
Los empresarios, al poder deducir las cuotas de IVA soportadas en sus adquisiciones, van
incorporando la carga fiscal sólo al valor añadido en cada fase. Lo anterior no se produce para los
consumidores finales, que no pueden deducir el impuesto, soportándolo efectivamente al
incrementar el precio del consumo de los bienes y servicios.
Tal es así que si los empresarios actúan como consumidores (por ejemplo adquiriendo bienes de
su propia empresa para su consumo particular) no podrán deducirse el IVA de dichas
operaciones.
Por ello, el IVA es un impuesto neutral para los empresarios y profesionales y, sin embargo, para
los consumidores finales se trata de un impuesto definitivo. Debemos tener en cuenta que se
trata de un impuesto armonizado y que debe tener el mismo reflejo en el resto de países de la
U.E.
En España existen 3 tipos de IVA, que son el general del 21%, el reducido del 10%, y el
superreducido del 4% (estos tipos no están armonizados dentro de la U.E.).
Los tipos de gravamen pueden ser modificados como se ha observado en los últimos tiempos
cuya elevación a tenido como causa la necesidad de ingresar los ingresos públicos
En esta parte del Módulo, referente al IVA en el comercio internacional, sólo nos centraremos,
muy brevemente, en las exportaciones (exención), en las importaciones, en las adquisiciones y
entregas intracomunitarias, y en la localización de los servicios transnacionales.
8.1.1. ÁMBITO DE APLICACIÓN
Entregas de bienes.
Prestaciones de Servicios.
Importaciones
Exportaciones
Las exenciones limitadas son aquellas que recaen sobre operaciones en las que no se repercute IVA,
por lo que no se puede así mismo deducir el IVA (ya que se ha roto la cadena del impuesto).
Por ejemplo, los servicios dentales. No repercuten IVA a sus clientes ni tampoco pueden deducírselo.
En el caso de las actividades dentales la recuperación del IVA depende de cobrárselo al cliente.
Los dentistas lo pagan al proveedor pero no se lo pueden deducir sino que debe cobrárselo al cliente
para recuperarlo.
Por ejemplo, analicemos la compra de material por parte de dos actividades empresariales,
una, las actividades dentales, están exentas de IVA. Las otras, las exportaciones, están sujetas
con exención plena.
Total € Total €
Factura para el cliente sin IVA € Factura para el cliente sin IVA €
En el caso de las actividades dentales la recuperación del IVA depende de cobrárselo al cliente.
En el segundo caso, exportaciones, el IVA siempre será deducible y, además no conllevará
repercusión a terceros.
Las adquisiciones intracomunitarias de bienes son la obtención del derecho de disposición sobre
bienes muebles corporales expedidos o transportados al territorio de aplicación del Impuesto
con destino al adquirente, desde otro Estado miembro por el transmitente, el propio adquirente
o un tercero en nombre y por cuenta de los anteriores (artículo 15 de LIVA).
Por ejemplo la adquisición de maquinaria a una empresa francesa por una empresa española es
una AIB (Adquisición Intracomunitaria de Bienes).
Para conseguir la supresión de obstáculos en el seno de la U.E., se pretende que la tributación del
IVA en las operaciones intracomunitarias se produzca en un solo Estado miembro, el Estado de
destino, es decir del adquirente de los bienes. Por ello, las entregas (país del vendedor) no exigen
el IVA que se exigirá por el Estado del adquirente, en la forma que veremos.
Este sistema queda circunscrito a las operaciones entre profesionales o empresarios, no a las
realizadas por particulares.
Están sujetas: “Las adquisiciones intracomunitarias de bienes efectuadas a título oneroso por
empresarios, profesionales o personas jurídicas que no actúen como tales cuando el transmitente sea un
empresario o profesional”.
El adquirente debe ser empresario o profesional, o una persona jurídica, aunque no actúe como
empresario o profesional (situación esta última que se refiere a personas jurídicas que no sean
sociedades mercantiles, pues éstas siempre son empresarios según el artículo 5, como pueden
ser las que realicen exclusivamente entregas gratuitas, como p.e. una fundación, asociación.
También, por ejemplo, las adquisiciones que haga un Ayuntamiento.).
NO son adquisiciones intracomunitarias entre otros (artículo 13):
8.1.4. EXPORTACIONES
La ley en el artículo 21 entiende por exportación la salida de las mercancías fuera de las fronteras
comunitarias (en España el territorio fiscal no comprende Canarias, Ceuta y Melilla. Quiere esto
decir que los envíos a dichos territorios tienen la consideración de exportaciones a efectos del
IVA).
Como en las exportaciones no existe IVA repercutido por estar exentas y, sin embargo, esta
operaciones generan el derecho a deducción, se producirá siempre un derecho del contribuyente
a compensar la cuota en las sucesivas declaraciones o bien pedir la devolución.
Para hacer más eficaces el sistema de devolución del impuesto, se creó un registro de carácter
opcional para exportadores y otros operadores económicos que realicen un volumen de
operaciones (exportaciones, entregas intracomunitarias, y otras asimiladas exentas), durante el
año anterior o el año en curso, superior a 120.202,42 € y que cumplieran los requisitos
legalmente previstos, actualmente sustituido por el régimen de devolución mensual del IVA
(cuyo registro es el REDEME).
Es un sistema de devolución rápida mensual –sometido a límites-, muy eficaz, que se declara
través del Modelo 036 y que implica la presentación telemática de los libros-registro
mensualmente a través del correspondiente Modelo 340, que se presenta al mismo tiempo que
la autoliquidación del IVA en el Modelo 303. (En caso contrario, de no acogerse o no cumplirse
los requisitos, la devolución se solicita como hemos indicado anteriormente para el régimen
general.)
8.1.5. IMPORTACIONES
En las importaciones existen exenciones numerosas que están contenidas en los artículos 27 a 67
de la Ley. Las más importantes son las importaciones de: bienes en régimen de viajeros, de
carburantes y lubricantes y otras de régimen personal y turístico. (La lectura de los artículos de la
ley y su desarrollo reglamentario es indispensable para resolver cada caso concreto).
La base imponible de las importaciones sobre las que se liquida el IVA está constituida por el
valor en aduana de la mercancía, más impuestos y gastos adicionales como pueden ser el
embalaje, el transporte y el seguro (art. 83 de la ley).
Por ejemplo dentro del modelo general trimestral, modelo 303, se incluyen en la casilla “IVA
deducible por cuotas satisfechas en las importaciones” (se anexa formulario –Anexo V-).
Estas declaraciones son objeto igualmente de una declaración resumen anual (modelo 390).
8.1.6. LOCALIZACIÓN DE LOS SERVICIOS
Para que la operación que examinamos esté sujeta a IVA español debemos tener en cuenta en
primer lugar que dicha operación debe localizarse en España. En caso contrario se aplicará el IVA
del país de donde se localice.
Esta materia se regula en los artículos 69 y 70. De manera resumida se dispone, en tanto en
cuanto los servicios sean prestados a empresarios o profesionales, el tránsito de la regla general
de localización de los mismos de la “sede del prestador “a la “sede del destinatario”.
Solución: La factura española que emite la empresa de consultoría va sin IVA español. El
empresario alemán se pagará y se deducirá el IVA en Alemania (lo que se conoce como
autorrepercusión.
Sin embargo, si el informe lo realiza la empresa española para una persona física
residente en Alemania al ser este un no empresario se aplicará la regla del prestador: la
factura española, que emite la empresa de consultoría, va con el IVA español.
Por otra parte existen otras reglas especiales aplicables a determinados supuestos, tanto
si el destinatario es empresario como si no:
9.1. OBJETIVOS
Para ello serán necesarios entre otros los siguientes Instrumentos de planificación:
Una de las primeras decisiones que han de ser tomadas por las empresas o
personas físicas que entran en relación con el sistema fiscal de un determinado
Estado, es la forma jurídica que va a ser sujeto de dicha relación que afecta en
gran medida a las consecuencias fiscales de la actividad de que se trate.
En efecto, debe determinarse si la actividad ha de llevarse a cabo directamente o
bien estableciendo una estructura jurídica especial, y en este último caso debe
elegirse la forma que va a revestir la entidad en cuestión: bien sociedad o bien
otro tipo de entidad y la forma en que va a relacionarse con la estructura
existente: filial, sucursal, oficina de información, agencia, etc.
En otros casos, la actuación a través de una sucursal, que con carácter general se
remite, a la tributación del establecimiento permanente (y a las de una sociedad
residente) tiene ciertas particularidades que conviene considerar, por ejemplo, la
posible existencia de un gravamen para la repatriación de los beneficios al lugar
de residencia de la casa matriz, limitaciones en la deducibilidad de los gastos de
dirección, financieros y otros gastos comunes de la casa matriz14, etc.
Gracias a esta estructura tan sencilla se obtienen ciertas ventajas, como por ejemplo,
la distribución de dividendos de la sociedad filial a la sociedad holding se beneficiará
de las disposiciones del Convenio para evitar la doble imposición entre los Estados de
residencia de ambas, lo que consistirá en un gravamen inferior sobre los mismos.
9.2.5. CÁNONES
La situación de partida más frecuente que justifica una estructura fiscal de este
tipo deriva de la existencia de un derecho de propiedad intelectual o industrial
poseído por una sociedad el cual se cede por precio a otras entidades
pertenecientes o no al mismo grupo de la primera.
9.3. CONCLUSIÓN
Las estructuras no son sino ejemplos utilizados para ilustrar los aspectos más
frecuentes de la planificación fiscal internacional.