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Consideraciones
de la praxis
epistemológica
del diseño
Alienación tecnológica y teórica en el diseño rada como actividad por parte del hombre que por
medio del trabajo creativo transforma su relación
Este apartado considera un acercamiento a los ele- con la naturaleza, asumiendo reconfiguraciones de
mentos que constituyen fundamentalmente al diseño “los medios materiales, sociales y espirituales que
como categoría,1 la Filosofía de la producción (1984), garantizan su trascendencia” (Dussel, 1984: 6).
de Enrique Dussel, supone una posición analítica Desde esta tesis, se considera la dimensión real
esencial del diseño como sistema de producción, a y abstracta del diseño a partir de una inteligencia
partir de la cual se distinguen dos modos de la habili- teórico-contemplativa y una inteligencia práctico-
dad humana para producir, una teórica y una práctica. operativa. Según Dussel, la primera concuerda con
Posteriormente y con esta guía se presenta a la verdad que da cuenta de lo real a priori “que incluye
Norberto Chaves, autor de El oficio de diseñar. Pro- una comprensión de los principios (noein), conclusio-
puestas a la conciencia crítica de los que comienzan nes demostradas (epistéme), la sabiduría de los pue-
(2006), quien ofrece un panorama de la condición blos (sofia), y una inteligencia efectora” (1984: 188).2
teórica y práctica circunstanciada histórica y co- La inteligencia práctico-operativa, en cambio,
tidianamente en el ejercicio real del diseño como asume dos vertientes de las cuales sólo una define la
profesión, intermediado por la ideología tecnológica, composición integral de lo que caracteriza al diseño.
que deviene en un proceso alienante. Esta vertiente corresponde al saber y trabajo espe-
Estas dos visiones del diseño contribuyen a cializado, que se logra “poseyendo una racionalidad
observar que el diseño es en esencia una categoría adecuada para el logro de lo producido”, lo cual si-
integral de la inteligencia teórica y práctica, pero que túa al profesional del diseño, en términos de Dussel,
existe en una crisis real en el ejercicio profesional como un poseedor de oficio, que “cumple una función
que, interpelado por el discurso tecnocrático, tiende social con conocimiento de maestro” (1984: 188).
hacia una posición acrítica y alienante de su propio La otra vertiente adquiere un valor menor den-
desarrollo, lo cual alude a una contradicción de sus tro de la actividad creativa de la instancia poiético-
fundamentos. Teoría y práctica se escinden entre sí teconológica, que es denominado como mano de
y aunque se inclinan hacia la misma vertiente, no obra, “desconociendo a priori y habitualmente lo que
superan su estar ajeno respecto de la praxis de una debe hacer, y por lo tanto es guiado paso a paso por
conciencia social: por un lado, el quehacer teórico el trabajador ‘especializado’” (Dussel, 1984: 88).
del diseño tiende a afianzar el discurso tecnocrático; Esta segunda vertiente toma aquí una presen-
por otro, el quehacer práctico carece de una re- cia real y problemática en el ejercicio cotidiano de
flexión crítica y autocrítica. las disciplinas del diseño cuando se consideran
Para desarrollar estos aspectos, se presenta el circunstanciadas en el marco de la realidad social,
ejemplo de alienación en la práctica arquitectónica económica y política de una región. Norberto Cha-
asentado por José Revueltas en Dialéctica de la con- ves desarrolla la práctica de las disciplinas definidas
ciencia (1986). Esta revisión de apariencia radical de la por el papel y la fuerza productivos de la ideología;
práctica del diseño, pretende enfatizar la urgencia por su dimensión infraestructural, económica, y simbóli-
fomentar una conciencia de la praxis epistemológica. ca, que inciden en los procesos creativos. Considero
Dussel desarrolla la tesis de la instancia poiéti- que la vertiente de la práctica del diseño como mano
co-tecnológica como condicionante, en rigor, de la de obra puede entenderse a partir del conflicto entre
economía y por ende de la historia. Ésta es conside- un tipo de conciencia social que no coincide o que
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está dislocado respecto de una práctica laboral de un instrumental de tipo teórico que le permitiera so-
la profesión, atravesada por la fuerza de la ideología. meter a la crítica su propia idea de diseño.
El diseño nace en las primeras décadas del siglo
XX como una propuesta de redistribución social del Dicho esto, se pretende enfatizar una condición que
marse más allá de las necesidades y problemáticas so de diseño. En un primer momento están llama-
reales de los sujetos concretos. Un ejemplo claro es dos a la realización de un trabajo donde ignoran el
que en distintas prácticas del diseño aún consideran contenido de su actividad, como una inaccesibilidad
al usuario en función de sus necesidades objetivas, conceptual que explica al “hombre en el mundo de
pero ellas están modeladas a semejanza del sector los hombres”, es decir, ignora la relación social sub-
intelectual en que se diseña (Chaves, 2006). yacente que ha permitido a una actividad social me-
La función de la ideología tecnocrática “no es jorar la calidad de vida del humano. En un segundo
desentrañar las estructuras socioeconómicas de momento, cuando se convierten en una abstracción
fondo, sino universalizar sus evidencias particulares en el proceso de diseño y se les niega, por ser calil-
[…] Es un discurso producido por la misma sociedad ficados como la parte no racional del trabajo, “el dis-
por la necesidad inmediata de mantener el equilibrio frute del resultado final hacia el cual se ha dirigido
entre las relaciones sociales reales y sus representa- el contenido de la actividad específica de su trabajo”
ciones” (Chaves, 2006: 16). El problema de esta con- (Revueltas, 1986: 29). Incluso el término obra negra
dición es que la tecnología se inserta como media- resulta una valoración sustraída (negativa) del pro-
dor de la relación de la conciencia del individuo y su yecto general al que pertenece el trabajo del albañil.
función como sujeto en una realidad concreta. Para El trabajo intelectual, la parte racional del pro-
Chaves, esto se va transformando paulatinamente yecto de diseño, determinado por los sentidos teó-
en un entorno socio-técnico favorecido por las ca- ricos de la arquitectura, “sentidos sociales, producto
rencias intelectuales: bajísima instrumentación teó- de un largo y minucioso proceso de educación, que
rica, débil capacidad analítica, nula autocrítica. a través de la historia han permitido al ser humano
Para profundizar todavía más en la condición concebir y realizar la casa como objetivación de
de la alienación en el diseño, expongo el desarrollo todas sus potencialildades de habitante racional y
que hace Revueltas del desdoblamiento enajenante estético de la tierra” (Revueltas, 1986: 31), también
de las propiedades del trabajo referentes a un pro- está condenado a un tipo de alienación cuando el
yecto general, que en este caso es de diseño arqui- propietario se adueña del trabajo intelectual del
tectónico. arquitecto por medio del acto compra-venta. La
En el proyecto de construcción de un edificio es- conciencia arquitectónica (no el edificio concreto y
tán involucradas íntimamente las inteligencias teó- particular) es enajenada por la propiedad privada,
rico-contemplativa y práctico-operativa (expuestas conviertiéndose en una materialidad hostil, carente
por Dussel); sin embargo, se encuentran diferencia- de un disfrute o acción social propia.
das por una división social y clasista del trabajo: una Ambos pertenecen a una misma vertiente ena-
como trabajo material; otra como trabajo intelectual, jenante: el trabajo material por ser escindido de
ambas emanan de la idea de trabajo conjunto, pero los contenidos culturales que permiten el disfru-
valoradas negativa y positivamente una y otra, cons- te humano; el trabajo intelectual por ser objeto de
tituyendo así una contradicción en la unidad. transacción de la propiedad privada. La alienación
El trabajo material, llevado a cabo por el peón técnica y teórica no son más que las dos caras de
o el albañil, se separa de la coexistencia del objeto una misma moneda ideológica: la preservación de
arquitectónico cuando son prescindidos del proce- un modelo de producción.
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Praxis sociopolítica del diseño cha perspectiva está cargada de una circunstancia
histórica concreta, que impulsada por un ambiente
Si bien es cierto que estamos ante un panorama convulso precisaba de un activismo político certero.
donde la contradicción prevalece tanto en dimensio- Sin embargo, su aporte conceptual es relevante en
La praxis comprende un ejercio de ajuste entre • El individuo estudia y conoce, no como un ejer-
la mente del sujeto y la realidad en el diseño, por lo cicio abstracto, sino en relación recíproca con
que los procesos de creación no sólo refieren a la in- las problemáticas constitutivas del medio inte-
novación conceptual y material sino a la integración gral en el que su realidad geográfica existe. “Au-
de los resultados con la realidad. togestionar significa que un algo determinado
Si el paradigma del diseño es brindar solucio- se maneja y se dirige, por su propia decisión,
nes que mejoren la calidad de los entornos que se hacia el punto donde se ha propuesto llegar”
habitan como sociedad, tal como afirma J. Frascara, (Revueltas, 2008: 110). Decisión que no emana
entonces no todos los problemas sociales son de de un voluntarismo sino de una relación crítica
pertinencia para el diseño, no al menos enfatizan- e inconforme hacia la sociedad, sea conserva-
do su sólo elemento epistemológico o su sólo ele- dora o progresista.
mento práctico-operativo. Ya que el hábitat como • Por tanto, si la conciencia individual se instaura
problemática del hombre contemporáneo supone en la universidad como institución, el fundamen-
una problemática en todas las dimensiones de la to “aprender de los saberes” entre profesores y
concepción del mundo, el diseño debe concebir “una alumnos cambiará y corresponderá acorde con
profunda comprensión de la cultura, conocimiento el individuo crítico. “La autogestión transforma
teórico, sensibilidad, recursos económicos y apoyo a los centros de educación superior en la parte
institucional” (Frascara, 2004). autocrítica de la sociedad. Es decir, si la educa-
Por consiguiente, nos pone frente a la pregun- ción superior anteriormente sólo desempeñó
ta: ¿cómo superar la concepción de las disciplinas un papel crítico, ahora, mediante la autogestión
como un mero empirismo tecnócrata o como mano deberá desempeñar un papel transformador y
de obra? El ejercicio y revaloración de la conciencia revolucionario” (Revueltas, 2008: 108).
epistemológica es la vía, sin embargo, aun existe un
problema de fondo: al parecer las instituciones no Si el fundamento formativo del diseño, en la
tienen en cuenta esta posibilidad, actuando incluso, universidad, reivindicara la naturaleza con la que se
contra este objetivo. Para Etienne Wenger, las insti- constituyó, que para Chaves se trata de su naturale-
tuciones también son diseños y como tales fueron za revolucionaria, que “venía a poner en crisis un sis-
resultado de un saber integral: teórico y práctico. tema de símbolos caduco, que no daba lenguaje y
Por ello, en palabras de Revueltas, habrá que cubrir expresión propia a la revolución industrial”, el diseño
dos frentes de la conciencia: la del sujeto individual aparecerá como un cuestionamiento no sólo de las
y la del sujeto colectivo, que para dar continuidad ideologías que acompañan a las prácticas de la cul-
a la pertinencia de la autogestión, dicha superación tura, sino de las técnicas y de los procesos por los
comienza en la etapa formativa del diseño, en su cuales la cultura era producida” (Chaves, 2006: 14).
enseñanza-aprendizaje. En este sentido, las teorías del diseño afirman
La autogestión funciona en dos ejes de la con- su carácter práctico-operativo porque comprenden
ciencia que pondera la importancia del conocimien- comportamientos, ideologías, posturas relaciona-
to en la sociedad: les entre agentes, lo que supone sistemas sociales;
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como afirma E. Wenger, el diseño como sistema so- relación con sistemas que constituyen la identidad
cial justifica “nuestras acciones ante nosotros mis- pública de ciudades, empresas y organismos: “El
mos y ante los demás” (2001: 28), funge de cataliza- diseño es un conjunto de decisiones que permiten
dor entre la institución y sus adeptos, su mediación definir la arquitectura, los carteles, la publicidad, los
Por ello, a continuación expongo una perspec- objeto en el idealismo es una representación de las
tiva epistemológica acorde con esta visión: si bien facultades cognoscitivas.
Dussel ha creado un modelo de tal naturaleza inte- Desde luego estas posturas han impulsado el
gral para el diseño, la intención aquí es esbozar una desarrollo de conocimiento mediante la superación
perspectiva general de lo que la epistemología, de de sus propios paradigmas y, a la vez, han contri-
manera abstracta, ha contribuido para observar y buido a la organización, especialización y diversifi-
dar cuenta de las contantes de la realidad. Retomo cación de las formas y conceptos que han dado his-
tres esquemas de la relación sujeto-objeto: realismo, toria al progreso del hombre. Ambas visiones sitúan
idealismo e hiperrealismo. El primero y el segundo una nueva impostura: el progreso. Impostura que fa-
corresponden a formas más o menos cerradas y so- vorece el argumento epistemológico por la técnica,
bre todo jerárquicas de presentar la realidad como el cual determina lo siguiente: “podemos saber que
un todo; el tercero es la perspectiva acorde con las nos estamos acercando a la verdad porque las téc-
pretensiones aquí dadas. nicas que deducimos de las conclusiones a las que
Partiremos de la interrogante: “¿cómo puedo hemos ido llegando son eficaces. Si funciona, debe
pasar de mis sensaciones (inmanentes a mi subje- ser cierto” (Pérez, 2015).
tividad corpórea) al mundo apotético trascendente, Ahora, es importante aclarar que estas dos
que permanece fuera de mí?” (García Sierra, 1999: perspectivas de la epistemología sitúan al sujeto
146). En la construcción de esta interrogante se han como instancia de la que emana la experiencia del
desarrollado tres nociones: sujeto, objeto cognoscen- conocimiento. En el realismo y el idealismo, el suje-
te y realidad, que a lo largo de la historia de la ciencia, to es un abstracto ya dado, es decir, el sujeto como
la relación entre ellos, determinaron dos paradig- concepto precalifica al hombre, y eso supone un pri-
mas: realismo e idealismo. mer alejamiento de lo que el diseño puede construir
Las relaciones que expresan en conjunto estos desde la epistemología.
tres conceptos establecen una distancia que, me- Pensando a la inversa, el diseño ofrece a la teo-
diante un encadenamiento de causas entre el sujeto ría una perspectiva procesual, en la cual el proyecto
y los objetos cognoscentes, permiten que surja la ne- no es un mero intermediario, sino mediador de una
cesidad de que el sujeto corpóreo establezca un vín- cadena de causales que desborda la relación entre
culo con éstos y, la necesidad de que lo identificado sujeto y objeto. En esta dinámica, el proyecto deja de
como externo a sí mismo lo afecte sensoriamente. ser un modelo estructural y se habla en cambio de
El realismo como corriente epistemológica ge- proceso dialéctico, que apunta al desbordamiento
neral establece, por un lado, esta doble necesidad del paradigma –en tanto noción universal vigente de
como un objeto-fuera-del-sujeto, aludiendo prime- las formas de conocer–, y contribuye al desarrollo
ramente a un objeto real como algo ya dado en el de una realidad siempre inacabada, en devenir.
mundo cuya existencia se piensa como presencia Es aquí donde el hiperrealismo se presenta como
absoluta; por otro, el idealismo organiza la realidad el desprendimiento de la dicotomía de la relación del
como una relación objeto-en-el-sujeto en la que el su- sujeto y el objeto. Para este modelo dialéctico, el ob-
jeto como poseedor de conciencia tiene la facultad jeto es al mismo tiempo un sujeto o un sujeto es al
de proyectar en el mundo las ideas que de él ema- mismo tiempo un objeto (García Sierra, 1999: 143).
nan, así, las sombras que proyecta el hombre son Este esquema, propuesto como el fundamento on-
las posibilitadoras de la experiencia con el mundo. El tológico del materialismo filosófico, coloca ambos
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ración de esta objetividad permitirá al proceso crea- cia al arte, adquiriendo un sentido renovado ponde-
tivo del diseño sentar las bases críticas para una rando las prácticas de vida.
desalienación de la conciencia. Las narrativas, los discursos y las teorías se
El creativo y su actividad son definidos desde la vuelven formas pragmáticas del quehacer creativo,
teoría, la práctica y la investigación. El tercer ámbito así el campo de la investigación encuentra sentido
problematiza distintivamente el modo de producir en las disciplinas proyectuales no como herencia de
conocimiento; se diferencia de otros tipo de inves- otras áreas sociales o científicas, sino con la diferen-
tigación por la noción de proyecto llevado a cabo cia en que la relación sujeto-objeto se ve disuelta y
en su disciplina. Como toda forma de investigación, las metodologías no son un aparato crítico sino pro-
en la que se cuestiona la veracidad y el valor epis- cesos de creación de realidades.
temológico de sus resultados, la investigación en Esta forma del hacer creativo –como investiga-
el diseño considera este aspecto, pero diferenciada ción– es herencia de las formas del arte político del
de las demás por la inclusión del elemento caótico siglo XX, en las que se comparte la perspectiva de
o acontecimental que supone la creatividad. Este que sus plataformas prácticas, teóricas y sus finali-
concepto considera como elemento sustancial de dades tienen sentido en cuanto a que pertenecen a
su validez a la individualidad del creativo como lugar problemáticas sociales de resistencia concretas, y
donde juega una pluralidad incoherente (y a menudo por tanto, se requiere de un ejercicio político concre-
contradictoria) de sus determinaciones relacionales to y no sólo una crítica representada o una represen-
(Claramonte, 2001: 356). tación del discurso.
Según lo anterior, el fenómeno del acto creativo Es importante preguntarse sobre los procesos
se aprehende desde tres momentos: la individuali- creativos desde las connotaciones de la resistencia
dad creativa en el sujeto, la pluralidad de las relacio- y la transformación social. Para los procesos creati-
nes del contexto y el proyecto como obra, formando vos se tienen las siguientes formas:
una unidad de análisis relacional de carácter cons-
tituyente; es decir, son las relaciones entre ellos las 1. El desarrollo de una política de la creación
que los determinan y no la especificidad de cada donde la construcción de una ideología propia, en
uno. Desde la noción fenoménica del acto creativo, el ejercicio de su diferencia individual, se presenta
como unidad relacional, resulta relevante plantear como una forma de resistir a los discursos y ten-
los procesos creativos desde su capacidad de con- dencias artísticas o políticas dominantes, así como
formar sus propias realidades para ser validados. colocar el sentido de una obra en el interminable de-
El creativo se sitúa como mediador en la cotidia- sarrollo de un sujeto social.
nidad, la que se entiende como un conjunto de tác- 2. En el desarrollo del trabajo estético sobre
ticas y saberes. Así, el creativo en el ejercicio de los la historia como un dossier que se determina me-
procesos creativos alude a las conexiones entre sa- diante los procesos interrelacionados en la obra de
beres que ya existían de antemano, ya fueran sabe- arte, mostrándolos como un trabajo que muestra
res académicos o saberes menores, y la producción las zonas de luz y oscuridad del ejercicio político, de
de nuevos saberes que se alejan de la autorreferen- la memoria y de la conciencia de los hombres.
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Notas
1. El diseño como categoría a la que pertenecen distintas disciplinas: diseño
gráfico, industrial, textil, arquitectónico, de modas, cuya relación en común está
definida por la creación.
2. Esta se desarrolla posteriormente haciendo conjunción con la inteligencia
práctico-operativa.
3. Véase el apartado El discurso de los fundadores en Chaves (2006: 17-22).