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“Mientras más grande sea el lago, más delgado es el hielo” – una regla de mucha
ayuda para los patinadores de hielo que principian. Si el hielo tiene que cubrir
un área más grande, tiende a ser más delgado.
En este capítulo vamos a estar patinando sobre hielo muy delgado. Vamos a
investigar rápidamente todos los libros principales del Antiguo Testamento
consistentes principalmente en narrativas. Debido a que esta presentación es
muy amplia, debe permanecer superficial. Nuestro objetivo en este capítulo es
meramente sugerir orientaciones básicas para la investigación postrera. Más
información y puntos de vista alternativos pueden ser fundamentales en
introducciones estándares y comentarios.
La mayoría de los libros narrativos caen en grupos de familias literarias,
aunque cada libro retiene sus propios rasgos y propósitos. Cuatro familias
sobresalen:
La historia Mosaica
Las narrativas del Antiguo Testamento primero aparecieron en Historia
Mosaica (Génesis, Éxodo, Números y Deuteronomio). Los judíos y los cristianos
intérpretes tienen grandes conexiones significativas reconocidas entre estos
libros. Génesis comienza con la historia, Éxodo se construye sobre los eventos
de Génesis, Números extiende la historia más allá, y los eventos de
Deuteronomio siguen los incidentes de Números. Como tal, la historia Mosaica
se extiende desde la creación hasta la muerte de Moisés.
Sin embargo, la historia Mosaica no es un sólo trabajo unificado. Los libros
exhiben rasgos que fueron composiciones relativamente independientes.
Después de que termina Génesis con la muerte de José (Génesis 50:22-26),
Éxodo brevemente recapitula la historia de José (Éxodo 1:1-7). Éxodo cierra
con una referencia a las tribus “durante sus viajes” (Éxodo 40:38), y Números
abre en SINAB (Números 1:1). Números traza la marcha de Israel hacia la
tierra prometida y discute numerosos eventos en los planos de Moab (Números
21:10-36:13); Deuteronomio presenta los discursos Mosaicos dados en Moab y
algunos eventos siguientes a los discursos. En tanto que debemos de mantener
en mente la unidad total de la historia Mosaica, no debemos de pasar por alto
la diversidad reflejada en los libros individuales.
Los evangélicos afirman la autoridad Mosaica del Pentateuco al referirse al
testimonio Bíblico. Los intérpretes críticos hace mucho que descontaron este
punto de vista tradicional a favor de la bien documentada hipótesis (J,E,D,P).
Parece ser que Moisés hizo uso de recursos y empleó amanuenses;
Deuteronomio da evidencia de publicación póstuma. Sin embargo, no podemos
negar el papel autoritativo formativo de Moisés sin cuestionar la autoridad de
las Escrituras y las palabras de Jesús mismo.
La mayoría de los evangélicos afirma la paternidad literaria del Pentateuco,
pero rara vez aplican consistentemente este marco de referencia extrínseco
en la interpretación. En su mayoría, la interpretación está desconectada del
ministerio de Moisés. Sin embargo, en esta investigación, examinaremos cómo
cada libro encaja en los tiempos de Moisés. ¿Por qué compuso estas historias?
¿Qué mensajes les transmitió a sus lectores? Este acercamiento dará luz al
significado original de la historia Mosaica.
Génesis
El libro de Génesis registra eventos seleccionados que ocurrieron desde la
creación hasta la muerte de José. Todos estos eventos fueron antes de
Moisés. Sin embargo, la influencia de la mamá de Moisés (Éxodo 2:8-9), su
educación en la corte Egipcia (Éxodo 2:10), y la revelación especial de Dios lo
preparó a dar esta historia a Israel.
Algunos pasajes revelan actividad editorial menor. La ortografía del libro de
texto Hebreo también sugiere que el idioma del libro ha sido actualizado. Pero
no hay evidencia que indique que Génesis alcanzó su forma final después de
Moisés. Sin embargo, no podemos estar seguros precisamente cuando Moisés
compuso Génesis. El pudo haber escrito en Egipto, durante el tiempo en el
desierto o en los llanos de Moab. De hecho, el libro pudo haberse desarrollado
durante estas circunstancias. Moisés pudo haber compuesto este libro en
cualquier momento desde su llamamiento (Éxodo 3:1-4:31) hasta su muerte
(Deuteronomio 34:5) (ver figura 50).
Muchos intérpretes han sugerido que Génesis es estructurado por la fórmula
de “generaciones” (twldwt) (Génesis 2:4; 5:1; 6:9; 10:1; 11.10; 11:27; 25:12;
25:19; 36:1; 37:2). Pero esta perspectiva atribuye demasiada prominencia a las
generaciones de Ismael (Génesis 25:12-18) y a Esaú (Génesis 36:1-43), que
juega un papel menor en este libro. Parece mejor tratar estas fórmulas como
fuentes indicadoras, designaciones de género, o funciones de pasajes,
particulares. En su lugar, Génesis se divide más fácilmente en tres partes
principales:
Moisés escribió el libro de Génesis para enseñar a sus lectores que salir de
Egipto y poseer Canaán era el designio de Dios para Israel. Los hechos
primitivos de hacer la creación del caos hasta llegar al descanso del sabbath,
creando el mundo caído por medio de aguas de juicio, escogiendo a los
descendientes de Sem para desposeer Canaán, y derrotar la ciudad de Babel
explicó lo que Dios estaba haciendo para Israel en el éxodo desde Egipto (I).
Las vidas de Abraham, Isaac, y Jacob anticiparon el interés de Israel en su
expansión numérica, posesión de la tierra prometida, y relaciones con naciones
circunvecinas (II). La interacción de José establecieron relaciones apropiadas
entre las tribus en los días de Moisés y aseguraron a Israel de su destino en
Canaán (III). Las observaciones de Moisés acerca de las épocas pasadas
animaron a sus lectores a alejarse de Egipto y proseguir con la conquista de
Canaán con plena confianza. Las palabras finales de José revelan claramente el
propósito de Moisés: “... mas Dios os visitará, y os hará subir de esta tierra a la
tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob” (Génesis 50:24).
Este tema principal encaja bien dentro del rango entero de fechas probables
para la composición final. Si Génesis alcanzó su forma final en Egipto, Moisés
escribió para exhortar a los Israelitas a dejar Egipto por la tierra prometida.
Porque 1) Dios trabajaría por ellos como lo había hecho en la historia primitiva
(I); 2) Dios prometió a los patriarcas que bendeciría ricamente a sus
descendientes (II); 3) Dios formará las tribus de Israel en una nación y los
traerá a Canaán como lo demostró en los días de José (III).
Sin embargo, si Génesis fue escrito en el desierto o en los llanos de Moab,
Moisés animó a la gente a seguir hacia delante con relación a la conquista.
Israel podía estar confiado en la conquista porque: 1) las acciones de Dios en la
historia primitiva revelan Su plan de darles en posesión Canaán (I); 2) Dios
prometió, dirigió y protegió a los patriarcas, y Él hará lo mismo por la nación en
tanto se mueven hacia Canaán (II); 3) Dios ordenó las doce tribus en los días
de José con el fin de traerlos a la tierra (III).
El libro de Génesis reporta historia desde el principio del tiempo hasta la
muerte de José. Pero esta historia tuvo implicaciones significativas para los
lectores de Moisés. En tanto escuchaban estas historias, ellos aprendían el
significado de sus experiencias, sus responsabilidades, y sus esperanzas para
el futuro.
Éxodo
El libro de Éxodo cubre eventos desde el nacimiento de Moisés hasta la llegada
de la nación a los llanos de Moab. Se enfoca especialmente en la liberación de
Israel de Egipto bajo el liderazgo de Moisés, y el orden legal y cúltico que él
medió en el pacto del Sinaí.
El rango de datos probables para la composición final de Éxodo es muy angosto.
El texto reporta que Israel comió maná “hasta que llegaron a los límites de la
tierra de Canaán” (Éxodo 16:35, énfasis agregado). Cierra con la observación
que el pilar de nube y fuego estaba “a la vista de toda la casa de Israel, en
todas sus jornadas” (Éxodo 40:38, énfasis agregado). Estos pasajes respaldan
la fecha más temprana de composición final a los llanos de Moab.
También sabemos que Éxodo alcanzó su forma final antes de la muerte de
Moisés. Algunos pasajes pueden revelar adiciones posteriores, pero no parece
viable un marco más grande y trabajo después de la muerte de Moisés. Por lo
tanto, la fecha más razonable de composición final es poco después de la
muerte de Moisés (ver figura 50).
Éxodo se divide en tres partes básicas:
Números
El libro de Números se enfoca en los eventos que ocurrieron en tanto Israel se
avanzaba del Sinaí a los llanos de Moab. Trata de sus viajes en varias etapas y
reporta tiempos de obediencia que guiaba a bendiciones, y tiempos de rebelión
que guiaba a juicio.
La composición final de Números ocurrió en los llanos de Moab. Con excepación
de algunos versículos, hay muy poca evidencia de edición después de la muerte
de Moisés. Los últimos eventos históricos registrados en el libro sitúan las
tribus en Moab “frente a Jericó” (Números 22:1; 26:3; 26:63; 31:12; 33:48,
50; 34:15; 35:1; 36:13). Repetidas referencias a Jericó sugieren que el libro
pudo haber sido escrito al final de la vida de Moisés en tanto Israel miraba
hacia delante a la conquista de la tierra (ver figura 50).
El libro de Números se divide en tres secciones principales:
Deuteronomio
Deuteronomio reporta una secuencia breve de eventos que se llevaron a cabo
en los llanos de Moab. Se enfoca en la despedida de Moisés a la nación y en la
transferencia de autoridad a Josué, y cierra con la muerte de Moisés. Dentro
de este pequeño escenario histórico, los discursos de Moisés reflejan la
historia de todo el Éxodo y anticipa los eventos en la tierra prometida.
El tiempo de la composición final de Deuteronomio es difícil de establecer. La
mayoría del libro vino de Moisés mismo; allí no hay razón para dudar de su papel
como el autor substancial del libro. Sin embargo el libro mismo sugiere que
Deuteronomio alcanzó su forma final poco después de Moisés. La evidencia más
fuerte para este punto de vista es el registro de la muerte de Moisés
(Deuteronomio 34:1-12). Este registro substancial no es adición editorial menor
sino forma un marco interpretativo para el libro completo. Deuteronomio
presenta las instrucciones Mosaicas a una audiencia después de su muerte.
Las afinidades de Deuteronomio con los tratados internacionales del segundo
milenio sugieren que Deuteronomio alcanzó su forma final en los días de Josué.
Deuteronomio se enfoca en Josué como el cumplidor fiel de la Ley Mosaica
(Deuteronomio 1:38; 31:7-8; 34:9), y tiene que ver con la necesidad de la nación
de apropiarse del libro al entrar a Canaán (Deuteronomio 11:29-32). Un pasaje
largo contiene instrucciones detalladas de cómo el pacto Mosaico tenía que ser
renovado en el Monte Ebal y Gerizim (Deuteronomio 27:1-26). Como lo reporta
el libro de Josué, estas directivas eran guardadas de manera meticulosa
(Josué 8:30-35). Parece ser que el libro tomó su forma final por lo menos en el
tiempo de esta renovación del pacto bajo Josué (ver figura 50).
Deuteronomio consiste de varios discursos principales de Moisés y un registro
de los eventos finales de su vida. Estos materiales fueron arreglados en una
estructura tópica que hacían paralelo bruscamente al orden de los tratados de
pacto del antiguo Cercano Oriente.
LA HISTORIA DEUTERONOMÍSTICA
La segunda división mayor del Canon Hebreo tradicional son los profetas
(nby`ym). El material profético se divide en dos grupos: los “profetas
anteriores”, (Josué, Jueces, Samuel, Reyes) y los restantes o “últimos
profetas”. Hasta este punto investigaremos los profetas anteriores, o Historia
Deuteronomística, como ha sido llamada en los años recientes. Esta división del
Canon da una evaluación profética a la historia de Israel desde la conquista de
Canaán al exilio en Babilonia.
Las aproximaciones críticas a la paternidad literaria de los profetas
anteriores han tomado muchas direcciones, pero dos perspectivas han
dominado el campo. Por un lado, intérpretes críticos más grandes continuaron
la investigación de las fuentes documentales del Pentateuco en algunos de
estos libros. Sin embargo, aunque global, este aproximamiento no ha recibido
gran apoyo.
Por otro lado, Martin Noth propuso un punto de vista que ha ganado gran
Aceptación. El argumentaba que la forma final desde Deuteronomio hasta
Reyes, excluyendo a Rut, era el trabajo de un editor exílico a quien él llamó el
Deuteronomista. Noth reconoció que los libros individuales en esta historia
eran diferentes uno de otro. Él explicó estas diferencias en estilo y contenido
como variaciones en las fuentes en las que confiaba el Deuteronomista. Lo que
es más, desde la perspectiva de Noth una perspectiva teológica principal
corría por todos estos libros; que Israel había violado las leyes de
Deuteronomio a tal grado que la nación había sido condenada al exilio
justamente.
En tanto que von Rad estaba de acuerdo que estos libros reflejan una
unidad básica, modificó la valoración negativa de Norh del propósito de la
historia. Él se enfocó en la esperanza mesiánica, especialmente en Samuel y
Reyes, y argumentó que el Deuteronomista enfatizó esperanza para la
continuación del linaje de David. A pesar del pecado y juicio, la promesa
Davídica no se perdió.
En años recientes la tendencia ha sido en dar a ambos temas igualdad en
fundamento. Cross argumenta que el juicio y la esperanza reflejan diferentes
nieveles de redacción. La esperanza positiva en la línea Davídica proviene de un
editor (Dtr1) que escribió durante la época de las reformas de Josías (2 Reyes
22:1-23:30). El tema negativo de condenación fue agregado por un editor
exílico (Dtr2).
Wolf se acerca a los elementos negativo y positivo de la historia en una
manera más útil. En su perspectiva la justicia del exilio y la esperanza en la
línea Davídica encuentra una conexión en el tema de arrepentimiento. Si los
exilios pudieran hacer arrepentir a la gente completamente de sus violaciones
del pacto, entonces su regreso del exilio ocurriría.
Los evangelistas modernos han tomado diferentes posturas de la fecha y el
propósito de los profetas anteriores. Dos asuntos han sido de particular
preocupación: el lugar de Deuteronomio y la unidad de la historia.
El lugar de Deuteronomio
Los intérpretes críticos típicamente tratan la forma final de Deuteronomio
como una parte de la Historia Deuteronomística. Como ya hemos visto, los
evangélicos afirman la paternidad literaria de Deuteronomio fundamentalmente
a Moisés, dejando fuera toda fecha posterior del libro.
Aún así, no se puede negar que Deuteronomio jugó un papel importante en los
libros de Josué a Reyes, aunque la Historia Deuteronomística se apoyaba en
otros libros del Pentateuco también. La terminología teológica, las estructuras
de pacto, y muchos otros motivos teológicos provienen principalmente de
Deuteronomio. Desde esta perspectiva Deuteronomio sirvió para la doble
función de cerrar la Historia Mosáica y proporcional un fundamente teológico
para la Historia Deuteronomística.
La Unidad de la Historia
Una segunda preocupación principal ha sido las características distintivas de
cada libro. A pesar de sus intentos para demostrar lo contrario, los conceptos
de Noth de una edición exílica de la historia tendió a minimizar las diferencias
entre los libros. Sin embargo, como veremos, Josué, Jueces, Samuel y Reyes
reflejan diversidad significativa. Para entender estos libros apropiadamente,
debemos de tratar con ellos individualmente.
A la luz de la evidencia de diversidad y unidad entre estos libros, parece
mejor asumir que la Historia Deuteronomística representa el trabajo de
diferentes escritores dentro de una sola familia teológica. La armonía de la
historia proviene principalmente de su dependencia extensiva en Deuteronomio.
Sin embargo, los libros reflejan perspectivas diferentes que surgieron de la
diversidad de situaciones que cada escritor abordó.
Josué
El libro de Josué reporta los eventos de la conquista inicial de Israel de
Canaán: la división de la tierra, los primeros días en Canaán, y la muerte de
Josué. El hecho que muchos pasajes tienen rasgos de reportes de testigos
oculares (Josué 2:21; 5:1, 6; 7:21; 8:26; 14:6-12; 15:16-19; 17:14-18) indica que
porciones del libro fueron escritas cerca o durante esta época. Se dice que
Rahab vivió “entre los Israelitas hasta hoy” (Josué 6:25). La ciudad de Sidón
fue reportada como la ciudad principal de Fenicia (Josué 19:28). Los jebuseos
todavía ocuparon Jerusalén (Josué 15:8; ver 2 Samuel 5:6ff), y los gabaonitas
fueron siervos en el santuario (Josué 9:27; ver 2 Samuel 21:1-6). Pero a la luz
de otras porciones del libro, estas referencias parecen reflejar fuentes
usadas por el recopilador final.
Un número de pasajes indica que la fecha de composición final fue mucho
después que la mayoría de los eventos en el libro. En varias ocasiones el
escritor pensó necesario dar los equivalentes modernos para nombres de los
lugares antiguos (Josué 15:9, 49, 54). Varios incidentes nombrados en el libro
ocurrieron después de la época de Josué. Por ejemplo, el escritor menciona la
conquista de Hebrón por Caleb (Josué 15:13; Jueces 1:8-10), de Debir por
Otoniel (Josué 15:15-17; Jueces 1:11-13) y la migración de los Danitas al
extremo norte de Israel (Josué 19:47; Jueces 18:27-29). El último capítulo
registra la muerte de Josué (24:29-30) y Eleazar (Josué 24:33). El libro
incluso da una evaluación retrospectiva acerca de los ancianos que
sobrevivieron a Josué (Josué 24:31). A la luz de estas evidencias, podemos
concluir que el libro de Josué llegó a su forma final no antes de una o dos
generaciones después de la muerte de Josué.
La mejor indicación de la última fecha probable se encuentra en el libro de
Reyes. Primero de Reyes 16:34 alude a la maldición de Josué a cualquiera que
reconstruyera Jericó (Josué 6:26). El libro de Reyes puede ser fechado entre
la liberación de Joaquín (561 A.C.) y el edicto de Ciro (538 A.C.).
consecuentemente, la última fecha más probable para la composición final de
Josué es durante el exilio (ver figura 51).
Josué se divide en tres partes princiales.
Jueces
El libro de Jueces reporta eventos entre la conquista y el surgimiento de la
monarquía en Israel. Como en Josué, un número de pasajes fueron escritos muy
cerca de los eventos que se reportan. Se dice que los jebuseos vivían en
Jerusalén “hasta hoy” (Jueces 1:21); se trata a Sidón como la ciudad principal
de Fenicia (Jueces 18:28). Estos pasajes probablemente reflejan fuentes
usadas por el recopilador final.
Varios pasajes indican que la fecha más remota para la composición final es el
período monárquico. Cuatro veces contrasta el escritor sus propios días con los
eventos históricos del libro diciendo, “En aquellos días no había rey en
Israel” (Jueces 17:6; 18:1; 19:1; 21:25). Jueces 18:30 puede sugerir que el
exilio de Israel había ocurrido. Pero la expresión “el día del cautiverio de la
tierra” (h´rs)” (Jueces 18:30), puede ser una corrupción de “hasta el día del
cautiverio del arca (h´rwn). La evidencia de este versículo es incierto, pero por
lo menos apunta a los primeros años de monarquía en Israel (1 Samuel 4:1b-11).
Algunas claves sugieren la última fecha probable para Jueces. El libro de
Samuel retoma la secuencia histórica de Jueces. De hecho, modela el registro
del nacimiento de Samuel después del nacimiento de Sansón. Esta evidencia
sugiere que Jueces fue escrito por lo menos por el tiempo que Samuel fue
compuesto finalmente. El carácter promonárquico del libro puede sugerir una
fecha anterior a los grandes fracasos del reinado en Israel, pero la nación puso
grandes esperanzas en sus reyes aún después de que David y sus descendientes
les trajeron problemas. La presencia aparente de los reyes en los días del
escritor (Jueces 17:6; 18:1; 19:1; 21:25) puede sugerir que la composición final
ocurrió antes del exilio. Pero el mantenimiento de esperanzas reales durante el
exilio pudo explicar estos pasajes también. En tanto que un tiempo anterior a la
monarquía parece más probable, no podemos desechar la posibilidad de una
fecha posterior (ver figura 51).
El libro presenta su material en tres secciones principales:
Samuel
El libro de Samuel dice los eventos en la historia de Israel desde el período de
los jueces hasta los últimos años de David, usando un número de fuentes que
fueron cercanas a los eventos mismos. Los intérpretes críticos han
reconstruido muchas fuentes hipotéticas. La probabilidad de estas
reconstrucciones varían, pero podemos estar seguros que muchos registros
proféticos y reales pudieron haber estado accesibles al escritor.
La fecha probable más remota para la composición final se basa en dos
consideraciones principales. El libro habla de los días de problemas en la casa
de David (2 Samuel 11-20). También echa un vistazo a las “últimas palabras” de
David (2 Samuel 23:1). Samuel no pudo haber sido escrito antes de estos
eventos. La fecha más remota se remonta más allá por el comentario de que
“Siclag vino a ser de los reyes de Judá hasta hoy” (1 Samuel 27:6, énfasis
agregado). Este pasaje sugiere que la composición final ocurrió por lo menos
después de la división de la nación.
La última fecha probable para la composición final depende principalmente de
evidencias de otros libros. Por ejemplo, el Cronista usó Samuel como uno de sus
principales recursos. Su dependencia en el libro sugiere que Samuel alcanzó su
forma final antes de o durante del exilio. Sin embargo, lo que es más, el libro
de Reyes también depende de Samuel. Por ejemplo, tomó la historia de la
monarquía de Israel donde Samuel la dejó (2 Samuel 23:1-7; 1 Reyes 1:1).
También se refirió al cumplimiento de la promesa dada en Samuel (1 Reyes
2:27; ver 1 Samuel 2:27-36). Ya que sabemos que Reyes fue escrito durante los
últimos años del exilio, podemos poner esta fecha como un parámetro para la
última fecha probable de composición final para Samuel también (ver figura
51).
El libro de Samuel se puede bosquejar como sigue:
Reyes
El libro de Reyes trata con la historia de Israel desde la muerte de David a la
liberación de Joaquín de la prisión en Babilonia. En muchas ocasiones el
escritor se refiere explícitamente a los recursos específicos que vienen desde
los días de los eventos mismos. El menciona “el libro de los hechos de Salomón”
(1 Reyes 11:41), “las crónicas de los reyes de Judá” (1 Reyes 14:29; 15:7, 23), y
“el libro de las historias de los reyes de Israel” (1 Reyes 14:19; 15:31). En
algunas ocasiones el escritor mencionó la fórmula “hasta hoy” para referirse al
tiempo de su fuente de material, pero ocasionalmente tenía en perspectiva sus
propios días.
El rango de agentes extrínsecos para este libro es relativamente angosto. La
fecha más remota probable para la composición final es la liberación de
Joaquín (2 Reyes 25:27-30) (561/2 A.C.). La expresión “todos los días de su
vida” (2 Reyes 25:29) es ambigua. Puede o no puede indicar que Joaquín estaba
muerto en el tiempo de composición. Debido a que el escritor de Reyes no
mencionó a Ciro, la última fecha probable es justamente antes del edicto de
Ciro (538 A.C.) cuando los Israelitas recibieron permiso de regresar a la tierra
(ver figura 51).
El bosquejo de Reyes es directo:
I. Fracaso y esperanza en los años de Salomón (1 Reyes 1:1-12:24)
II. Fracaso y esperanza en los años divididos (1 Reyes 12:25-2 Reyes 17:41)
III. Fracaso y esperanza en los años finales de Judá (2 Reyes 18:1-27:30)
La historia Cronística
La historia Cronística, la tercera familia principal de las narrativas del Antiguo
Testamento, consiste en Crónicas, Esdras, y Nehemías. Estos libros aparecen
en la Septuaginta y nuestras Biblias en Inglés inmediatamente después de los
libros de Reyes. Sin embargo, en el canon Hebreo, aparecen en diferente orden
(Esdras, Nehemías, Crónicas) al final de “los escritos” (ktbym).
Las tradiciones judías asignan al escriba Esdras un papel dominante en la
paternidad literaria de todos estos tres libros. Los intérpretes y críticos han
interactuado con esta perspectiva tradicional de diferentes maneras. La
posibilidad de que Esdras estuvo involucrado con la composición final de este
material no puede reinar enteramente, pero hay poca evidencia positiva. De
hecho las memorias de Esdras (Esdras 7:1-10:44) son autobiográficas, pero
estas secciones pudieron ser simplemente una de muchas fuentes.
A parte de la pregunta del involucramiento de Esdras, la suposición con que
trabajan la mayoría de los intérpretes en siglos recientes ha sido que una sola
persona fue responsable de la composición final de todos los tres libros.
Similar al concepto de Noth del Deuteronomista, se suponía que “el Cronista”
compuso Crónicas, Esdras y Nehemías.
No es de asombrarse que los intérpretes han sido propensos en ver una misma
mano detrás de esta historia. Los libros tienen interconexiones significativas.
Por ejemplo, Esdras duplica y elabora en los registros del Edicto de Ciro en
Crónicas (2 Crónicas 36:22-23; Esdras 1:1-4). Todos los libros fueron escritos
en Palestina dentro de un espacio de tiempo muy corto. Ellos comparten un
profundo interés en el templo y la pureza del pueblo de Dios. Los libros
exhiben un grado significativo de unidad. Aunque esta unidad no debe
obscurecer sus diferencias.
En su mayoría, la investigación reciente continúa en apuntar a la unidad original
de Esdras y Nehemías. Algunos intérpretes han argüido que Esdras y Nehemías
fueron libros separados originalmente, pero la mayoría estaría de acuerdo con
Williamson que “hay una buena razón para acercarse a Esdras y Nehemías como
dos partes de un solo trabajo”.
Sin embargo, al mismo tiempo, estudios recientes han tendido a hacer una cuña
entre Crónicas y Esdras-Nehemías. Un número de diferencias ideológicas
sugieren fuertemente que vinieron de diferentes autores. Por ejemplo, el libro
de Crónicas enfatiza la doctrina de retribución divina y el pacto Davídico;
estos temas están grandemente ausentes en Esdras-Nehemías. El libro de
Crónicas es más conciliador hacia los del norte que Esdras-Nehemías. Crónicas
sustenta la esperanza para la reunificación del Norte y Sur; Esdras-Nehemías
no tiene lugar para la participación de los del norte. Sin embargo, la diferencia
más impresionante, es el tratamiento de las esposas extranjeras de Salomón.
Crónicas omite 1 de Reyes 11:9-13), donde la división del reino se atribuye a los
matrimonios mixtos de Salomón. Esta omisión es notable a la luz de los
problemas con matrimonios mixtos durante y después de los ministerios de
Esdras y Nehemías (Esdras 10:1-44). Lo que es más, Nehemías 13:26
desacredita explícitamente a Salomón debido a su matrimonios mixtos. Estas
diferencias ideológicas ofrecen fuertes evidencias para suponer una
paternidad literaria separada para Crónicas y Esdras-Nehemías.
En muchos aspectos la Historia Cronística exhibe unidad y diversidad similar a
la de la Historia Deuteronomística. Las similitudes nos permiten hablar de un
cuerpo Cronístico, una familia de libros que se sustentan uno en el otro y
representan puntos de vista similares. Pero Crónicas y Esdras-Nehemías
fueron probablemente trabajos separados que trataban diferentes asuntos.
Crónicas
Crónicas cubre una rango amplio de historia comenzando con Adán (1 Crónicas
1:1) y terminando con el Edicto de Ciro (2 Crónicas 36:22-23). El Cronista
examinó rápidamente los eventos anteriores a David a manera de genealogías,
listas, y pequeñas narraciones (1 Crónicas 1:1-9:44) pero trató con la historia
desde David hasta el Edicto de Ciro en gran detalle.
El Cronista usó muchos recursos, principalmente Samuel y Reyes. Aún se
refirió a un número de otros recursos.
- porciones del Pentateuco, Jueces, Rut, Salmos, Isaías, Jeremías y
Zacarías;
- varias fuentes reales desconocidas: “el registro de las crónicas del Rey
David” (1 Crónicas 27:24), “el libro de los reyes” (2Crónicas 24:27), “el libro de
los reyes de Israel” (1 Crónicas 9:1; 2 Crónicas 20:34), “el libro de los reyes de
Israel y de Judá” (2 Crónicas 27:7; 35:27; 36:8);
- varias fuentes proféticas: los escritos de Samuel (1 Crónicas 29:29), Natán (1
Crónicas 29:29; 2 Crónicas 9:29), Gad (1 Crónicas 29:29), Ahías (2 Crónicas
9:29), Iddo (2 Crónicas 9:29; 12:15; 13:22), Semanas (2 Crónicas 12:15), Isaías
(2 Crónicas 26:22), y “videntes” anónimos (2 Crónicas 33:19);
otras fuentes no especificadas.
Esdras-Nehemías
El libro de Esdras-Nehemías trata con los eventos desde el Edicto de Ciro
hasta los ministerios de Esdras y Nehemías. Reporta el primer regreso y
construcción del templo bajo Zorobabel y da un registro de reformas y
proyectos de construcción años después bajo Esdras y Nehemías.
Varias fuentes de los libros vienen desde el tiempo de los eventos. Las
memorias de Esdras y Nehemías provienen del período. Los documentos tales
como el Edicto de Ciro (Esdras 6:3-5), cartas entre Tatnai y Darío (Esdras
5:6-17; 6:3-12), correspondencia desde Artajerjes (Esdras 7:12-26), y cartas
a Artajerjes (Esdras 4:8-22) reflejan fuentes primeras. Listas de varios tipos
entre los libros pudieron haber sido fuentes independientes.
El rango de fechas probables para la composición final es bastante angosto.
Cuando establecemos la fecha más remota probable, debemos de notar que la
genealogía de Nehemías 12:1-26) se extiende hasta por lo menos 400 A.C. y
quizá al período Helenístico. Aunque, como hemos visto, la posibilidad de
expansión editorial no puede excluirse. Sin embargo, a parte de esta
genealogía, la fecha más remota es después de los últimos eventos del libro
durante los últimos años del gobierno de Nehemías.
Dos consideraciones apoyan una fecha postrera más allá del tiempo de vida de
Nehemías. Primero, en dos ocasiones el escritor mira retrospectivamente a los
eventos que ocurrieron “en los días del gobernador Nehemías” (Nehemías
12:26,47). Segundo, como ya hemos mencionado, el material genealógico
sugiere una fecha más allá de él (ver figura 52).
El libro de Esdras-Nehemías se divide en cinco partes:
Otros Libros
Un número de libros narrativos del Antiguo Testamento no pertenecieron a una
tradición teológica particular. En el canon Hebreo, aparecen ambos dentro de
“los escritores” y “los profetas”. No comentaremos de Jeremías, Ezequiel y
Daniel; aunque contienen grandes secciones de narrativa, los asuntos
interpretativos involucrados con estos libros proféticos están más allá del
alcance de este estudio. Nos enfocaremos solamente con tres libros del
Antiguo Testamento: Rut, Ester y Jonás.
Rut
El libro de Rut trata con eventos históricos que se llevaron a cabo durante el
período de los jueces. Rut ha sido bien caracterizado como una novela. No
existe evidencia para una confianza extensiva en una diversidad de fuentes
escritas. Es posible que el recopilador final confió en traducciones orales, pero
no es probable que el libro haya tenido mucho desarrollo de redacción con
excepción de la nota genealógica en Rut 4:17b y la genealogía completa al final
de libro (Rut 4:18-22), la historia se mueve de una manera franca.
El rango de agentes extrínsecos no es muy amplio. La primera fecha más
probable para la composición final es al mero principio del reinado de David. En
tanto que los eventos se llevaron a cabo mucho antes, las genealogías al final
del libro trazan los ancestros de Rut a David (Rut 4:17b, 22).
La última fecha más probable es menos incierta. Algunos intérpretes críticos
han puesto el libro en el período post-exílico en base a un análisis lingüístico y
teológico, pero estas evidencias son cuestinables. Más bien parece que las
genealogías en Rut se extienden hasta el rey que gobernó en el tiempo de la
composición final. Si es así, el libro llegó a su forma final antes de que se
sentara Salomón en el trono (ver figura 53).
El libro de Rut tiene muchos temas importantes: la introducción de una moabita
en Israel, la providencia de Dios, la práctica de matrimonio levirato, calamidad
y bendición. Pero todos estos temas trabajan juntos como parte de un solo
interés. Como lo sugiere la genealogía final, el libro estableció la legitimidad del
reino de David a pesar de su ancestro moabita. La ley de Moisés enseñó
explícitamente que el rey de Israel debía de ser “de entre tus hermanos”
(Deuteronomio 17:15). El libro de Rut admite que David tuvo una moabita en su
línea. Pero ella era convertida (Rut 1:16). Llegó a Israel por la providencia de
Dios (Rut 1:1-7), y la práctica legal del matrimonio levirato (Rut 3:1-8). Lo que
es más, ella fue aprobada con la bendición de Dios (Rut 4:13-17).
El libro sigue un bosquejo simple formando una narrativa de cinco partes de
resolución y un apéndice:
Ester
El libro de Ester recuenta los eventos que ocurrieron durante el período post-
exílico. Sin embargo, diferente de Esdras-Nehemías, la historia no se ubica en
Palestina, sino en Persia. En tanto que algunos de los exiliados regresaban,
muchos permanecieron fuera de la tierra prometida. El libro de Ester trata de
lo que le pasó a algunas de esas personas.
En varias ocasiones el escritor de Ester se refirió a fuentes escritas que
vinieron desde los tiempos de los eventos. El empleó registros Persas oficiales
(Ester 2:23; 8:8; 9.32; 10.2) y se refirieron a los escritos de Mardoqueo (Ester
9:20). Sin embargo, el recopilador dio forma a sus fuentes para dar una novela
bien hecha.
El libro forma una narrativa de cinco partes de resolución:
El rango de la composición final para Ester no puede ser establecida con mucha
certeza. El libro fue escrito por lo menos después de la muerte de Artajerjes
(c. 465A.C.) debido a que el escritor se refiere a la historia oficial del estado
de Artajerjes (Ester 10:2). El interés del autor en los detalles de la cultura
Persa sugiere que él vivió en el distrito y pudo haber escrito cerca del tiempo
de los eventos. Sin embargo, la explicación del Purim (Ester 9:18-32), la
discusión del término “pur” (Ester 9:24), y el énfasis en la necesidad de
continuar la celebración (Ester 9:28) sugiere que un tiempo considerable pudo
haber pasado entre los eventos y la composición final. Por falta de influencias
helenísticas extensas en el libro, signaremos la última fecha probable anterior
a Alejandro el Magno (c. 330 B.C.).
Los intérpretes han sugerido varios temas principales para le libro. Muchos han
visto al libro como una explicación de la Fiesta del Purim. Otros han sugerido la
providencia de Dios para los Israelitas que permanecieron en el exilio. Estos
motivos están ciertamente cerca al corazón del libro, pero el tema principal
parece estar en una dirección diferente.
Una forma útil de acercarse a Ester es en términos de las similitudes entre
Ester, la historia de José en Egipto, y los primeros capítulos de Daniel. Todos
estos registros tratan con figuras Israelitas en tierras extranjeras que se
sobreponen a las pruebas por medio del apoyo divino. De una u otra manera,
vienen en contacto con la corte real extranjera y se elevan a posiciones de
autoridad que le permite influir las políticas nacionales. Este patrón sugiere
que el libro de Ester ofreció a la audiencia original un modelo para vivir en
fidelidad a Dios fuera de la tierra.
Este tema encaja bien con el rango de los agentes extrínsecos probables. Ya
sea cerca de la muerte de Artajerjes, la época de Alejandro, o una época en
medio, el pueblo de Dios fuera de la teocracia necesitaba dirección de cómo
vivir fielmente, exitosamente, y con influencia en tierra extranjeras. El libro
de Ester les proporcionó tal instrucción.
Jonás
Los eventos en el libro de Jonás ocurrieron en algún tiempo a mediados del
siglo ocho A.C. Jonás, hijo de Amitai, ministró durante el reinado de Jeroboam
II (783-743 A.C.) (2 Reyes 14:25).
El libro de Jonás da poca evidencia de historia de redacción extensiva y
algunas claves para el tiempo de su composición final. La primera fecha más
probables un poco después de los eventos del libro. Frecuentemente los
evangélicos asignan la paternidad literaria a Jonás mismo. En tanto que esta
posibilidad no puede ser descartar, el libro ofrece un poco de apoyo positivo
para tal punto de vista.
Una sugerencia de distancia temporal entre el escritor y los eventos aparecen
en Jonás 3:3 donde él comenta: “Y era Nínive ciudad grande en extremo, de
tres días de camino”. El tiempo pasado sugiere que al tiempo de escribir Nínive
ya no era una gran ciudad. Si es correcto, podemos fechar la composición final
después de la caída de Nínive ante el emperador Babilónico Nabopolasar (612
A.C.). La ambigüedad de la evidencia interna para fechar este libro ha hecho
virtualmente imposible identificar la última fecha más probable.
Por lo tanto, debemos de reconocer un rango amplio de posibilidades (ver
figura 53).
Jonás se enfoca en el tema del papel profético de Israel a las naciones. El libro
se burla de Jonás por su auto-justicia e hipocresía. Demuestra que Dios recibe
otras naciones, aún las de Asiria, y espera que el pueblo Judío sirva como
mediadores para ellos. La universalidad de la misericordia de Dios y el papel
mediador de Israel son los temas centrales del libro.
El libro de Jonás se divide en dos partes principales:
Parte Uno
Parte Dos
Preguntas de Repaso
Guía de Estudio
Escoge un episodio fuera de cada libro cubierto en esta investigación. ¿Cómo
encaja en el bosquejo principal presentado aquí? ¿Cómo contribuyó el episodio
a los propósitos presentados para el libro?