Aportes p ar a l a
C e le
l eb r ac i ó n
Homilía y guión para la Santa Misa
5º domingo durante el año 10 de febrero de 2019
Ciclo C. Color:Verde Año XXIII - Nº 1299
Aportes para la homilía
Vocación, misión y
transgresión
Is 6, 1-2a. 3-8; Sal 137, 1-5. 7c-8;
1Cor 15, 1-11 o bien: 1Cor 15, 3-8. 11;
Lc 5, 1-11
Todos conocemos la historia de Cristóbal
Colón. Su viaje no fue improvisado, sino bien
pensado, aunque nadie se atrevía a secundar
su idea. Ningún rey de la época quiso financiar
el viaje, excepto el de España; por su lado,
muchos no se prestaban como marineros y
los pobladores de Puerto de Palos no querían
que residiera en la ciudad porque pensaba
diferente a los demás navegantes. Colón,
para su época, tenía ideas estrafalarias, no
estaban sustentadas ni en las opiniones de
los más eruditos sabios ni en las Sagradas
Escrituras. En la época, muchos no aceptaban
que la tierra fuese una circunferencia, porque
esa era la idea central que sustentó el viaje.
Colón, en cierta medida, fue un transgresor,
porque cuestionó lo establecido en materia
cartográfica y de navegación, fue más allá de
esos límites y obtuvo un beneficio para toda
la humanidad, aunque en el caso de haber
llegado a América se discute si fue beneficio-
so para el continente. Pero eso es otro tema.
Jesús, como Colón, no eran conformistas
y animó a los discípulos a ir más allá de los
límites y leyes de la pesca que conocían, y de
lo cual eran expertos. En la hora y el momento
menos oportuno les dijo que traspasen los
límites de pesca del lago y que “naveguen mar
adentro”, para que reinicien la frustrante tarea
de la noche anterior. Así lo hicieron y, en pleno
día, llenaron con pescados las barcas, de tal
modo que los demás pescadores les ayudaron
a transportar la carga obtenida. Aunque no lo
creamos, la transgresión es uno de los prin-
cipios de la evangelización, porque siempre
hay que ir más allá para ser “pescadores de
hombres”, para que la humanidad comprenda
y se una a la realidad del Reino liberador que
trajo Jesús.
Isaías, como profeta, también fue un trans-
gresor. Hoy nos relata el inicio de su vocación,
cuando en el templo tuvo la visión de Dios y él
se ofreció para ser voz de Dios para su pueblo.
Y para eso debió emplear un discurso que al
rey no le gustaba.
El caso de Isaías y el de otras personas
de la Biblia, tienen la dicha que es el mismo
Dios quien los llama para un servicio. Vemos
esta conducta de Dios en Abraham, Moisés,
María, Pablo… En nuestra historia difícilmente
Dios nos encomiende una misión a través de
su misma presencia, porque siempre lo hace
a través de mediadores. La vocación bautismal
la recibimos por medio de nuestros padres; la
vocación religiosa o sacerdotal o consagrada
por medio de testigos o el testimonio de otras
personas… Lo que nosotros hacemos es dis-
cernir lo que Dios quiere. Isaías obedeció la
voz de Dios. Este era el lenguaje comprensible
para el profeta. Una vez que Isaías escuchó a
Dios, se dispuso a obedecerlo. Y así lo confir-
mó en su misión diciéndole: “Anda y predica al
pueblo”. Esto es lo que leemos hoy: “¿A quién
enviaré y quién irá por nosotros?”. Yo respondí:
“¡Aquí estoy: envíame!”.
(Continúa en la p. 4).
Aportes - 1
Guión para la Santa Misa
1)  Introducción a la celebración la única vocación a la santidad. Por
Hermanos y hermanas. Nosotros eso alabemos y demos gracias a

 nos alegramos por reunirnos en la Dios: Gloria…

Casa de Dios porque venimos de
realidades diferentes, pero acá no 5)  Liturgia de la Palabra
existen esas diferencias porque somos Primera lectura (Is 6, 1-2a. 3-8):
una comunidad de hermanos que nos
amamos para dar vida al mundo. Hoy
nos ponemos contentos porque el Señor
 Yahvé se le aparece a Isaías en
el templo y le entrega una misión
muy importante. Él se dispone a
nos envía a ser pescadores de hombres. obedecer a Dios.
Para comenzar la eucaristía cantamos Salmo (Sal 137, 1-5. 7c-8): Demos
con alegría… gracias a Dios por todo lo que él hace.
Pidamos que no abandone la obra de
2)  Saludo inicial sus manos. Respondamos: Te cantaré,
Hermanos y hermanas. El Señor Señor, en presencia de los ángeles.
nos ha llamado desde el vientre Segunda lectura (1Cor 15, 1-11 o
de nuestras madres para que lo bien: 1Cor 15, 3-8. 11): El corazón de la
conozcamos y lo anunciemos al mundo. fe y del evangelio es la persona de Jesús,
Que la paz y al amor del Señor, que abun- muerto y resucitado. Es la buena noticia
dantemente nos ha concedido, estén con que anunciamos.
todos ustedes.
Evangelio (Lc 5, 1-11): Jesús es un
3)  Acto penitencial buen predicador, pero no quiere serlo
La desobediencia a Dios encierra a solo. Por eso busca compañeros para
las personas en sí mismas y se lle- la misión y envía a “remar mar adentro”.
nan de egoísmo e individualismo. Unámonos a él.
Como Isaías, dispongamos el corazón
para hacer el bien. Pidamos misericordia. 6)  Credo
El corazón de nuestra fe es Jesús
- Jesús, obediente al Padre que te


muerto y resucitado. Con convic-
ha enviado: Señor, ten piedad. ción rezamos: Creo…
- Jesús, voz de amor para los
sedientos de verdad: Cristo, ten 7)  Oración de los fieles
piedad. Como hermanos, rezamos al Due-
- Jesús, modelo de apóstol y entrega ño de la mies por las vocaciones
sin límites: Señor, ten piedad. en la Iglesia.
A cada intención respondamos:


Dios todopoderoso tenga mise-
ricordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la
vida eterna. Amén.
4)  Gloria
La Iglesia es una comunidad constituida
por diferentes vocaciones, que nacen de
Aportes - 2
Muéstranos tus caminos, Señor.
4  Por la Iglesia, necesitada de
vocaciones misioneras, para que el
Señor mueva los corazones de los
discípulos y lleven el evangelio allí
donde se necesita. Oremos…
4  Por el obispo, los presbíteros y diáco- 11)  Cordero de Dios
nos de nuestra Iglesia diocesana, para Este es el Pan de Vida, Jesús que


que alcancen santidad en la caridad por nosotros murió en la cruz y
pastoral expresada en la entrega coti- resucitó al tercer día. Este es el Cor-
diana. Oremos… dero de Dios. Felices los invitados
4  Por los hombres y mujeres consagra- a la Cena del Señor.
dos religiosos y consagrados en la vida
laical, para que su límpido y coherente 12)  Comunión
testimonio de vida y fraternidad motive Nos ponemos en movimiento para


a otros a seguir más de cerca al Señor ir a recibir el Cuerpo del Señor. Esa
Jesús. Oremos… vida deberemos llevar al mundo
para ser “pescadores de hombres”.
4  Por los jóvenes de nuestra comunidad,
Vayamos a comulgar cantando…
para que escuchen la voz del Señor y
despierten en sus corazones el ansia 13)  Avisos parroquiales
de entregarse a la misión. Oremos…


(Después de la Oración poscomu-
(Se pueden añadir y/o
nión).
sustituir oraciones).
Señor, que llamas a hombres y 14)  Rito de conclusión
mujeres para que, de modos dife- Motivación: Somos discípulos
rentes, sean pescadores de hom- misioneros. Es nuestra vocación
bres, escucha con bondad nuestras y el Señor nos envía hoy a ser
súplicas. Te lo pedimos a ti que vives pescadores de hombres. Vayamos con
y reinas por los siglos de los siglos. entusiasmo llevando el evangelio de
Jesús, muerto y resucitado para que el
8)  Presentación de las ofrendas mundo sea más humano y fraterno.
El pan y el vino ahora son las ofren- Bendición final: El Señor esté con uste-

 das que damos al Señor. En ellos des. El Señor que nos muestra los cami-
entreguemos la vida de muchos nos del bien los sostenga en la misión y
jóvenes que desean servir a Dios les dé la valentía de remar mar adentro.
de todo corazón. Cantamos… Y la bendición de Dios todopoderoso…
9)  Prefacio común, V Despedida: Somos la Iglesia en salida,
queremos anunciar a todos el evangelio
El núcleo central de nuestra fe es de Jesús y nos comprometemos a rezar

 la muerte y resurrección del Señor. para que el Señor envíe más obreros a
Ahora hagamos alabanza por este la mies y sostenga con amor a los que
misterio de Cristo proclamado a trabajan por el reino. ¡Vayamos en paz!
todas las naciones.
15)  Canto final
10)  Padrenuestro Nuestra ayuda es Dios, con quien


“Que se haga tu voluntad, Señor”. nos hemos unido en esta misa. Él
Esa es la oración de quien confía nos ha llamado a seguir a Jesús y
en el Padre que completará la ahora nos da la fuerza para anun-
obra de sus manos si respondemos a su ciarlo con valentía en nuestros hogares
llamado. Recemos: y ambientes de trabajo. Nos despedimos
Padre nuestro… cantando…
Aportes - 3
(Viene de la p. 1).
San Pablo sabe que nosotros tenemos una
misión profética en este mundo. Así como el
contenido de la predicación profética del cris-
tiano es el amor, hoy san Pablo nos muestra
el antiguo credo cristiano sobre Jesucristo. El
Apóstol nos lleva al núcleo mismo de la fe, la
persona de Jesús, a quien anunciamos a las
naciones y bajo diferentes formas. Los profetas
cristianos desenmascaramos el desamor en el
mundo con la forma de amar de Jesús: “Antes
de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que
había llegado su hora de pasar de este mun-
do al Padre, él, que había amado a los suyos
que quedaban en el mundo, los amó hasta el
fin” (Jn 13,1). La donación de muerte en cruz
de Jesús lo llevó a la resurrección. Este es el
evangelio que proclamamos. No se trata de una
filosofía ni de una teoría ni de un condensado
de dogmas sino que se trata de anunciar la
muerte oblativa de Jesús y de su resurrección.
Nuestros dogmas nos hacen comprender mejor
el hecho salvífico y liberador de Jesús.
En el pasaje de la Primera Carta a los
Corintios que hemos escuchado, Pablo se
declara apóstol. Apóstol es un enviado, aquel
que tiene la misión de anunciar el evangelio de
Jesucristo muerto y resucitado. Esa misión se
la dio el mismísimo Jesús como cuando llamó
a Pedro, Santiago y Juan. Luego serán los mis-
mos apóstoles que deberán nombrar apóstoles,
como fue el caso de Matías. Jesús subió a los
cielos y ellos se reunieron y discernieron sobre
quién debía integrar el Grupo de los Doce, por-
que Judas ya no estaba, y eligieron a Matías.
Desde entonces, siempre hay uno o más me-
diadores que ayudan a encontrar la vocación
apostólica para nombrar a los sucesores de los
apóstoles y a los nuevos discípulos para que
sean sacerdotes o diáconos.
Jesús era un predicador ambulante y
tenía la sede de operaciones en Cafarnaúm,
el pueblito emplazado junto al mar de Galilea.
Jesús era de oficio carpintero o como algunos
Aportes para la celebración, subsidio litúrgico de El Domingo. Es propiedad de SOCIEDAD DE SAN PABLO (PAULINOS),
Riobamba 230, C1025ABF, CABA, Argentina. Tel.: (011) 5555-2455. E-mail: promocion@sanpablo.com.ar - www.sanpablo.com.ar
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Aportes - 4
dicen, un changarín. Un día había predicado
en la playa del lago subido en una barca des-
ocupada. Y al finalizar su enseñanza envió a
los pescadores profesionales a “remar mar
adentro” e ir más allá. Ellos se asombraron de
que alguien que no sabía nada de pesca en
pleno día los envíe a un lugar de faena poco
habitual. Ellos obedecieron y les fue muy bien
con el trabajo, porque pescaron mucho. Como
ya lo he señalado, para Jesús no hay tiempos,
ni formas ni recetas para la misión, porque el
acostumbramiento es nocivo para la novedad
del evangelio. Y al darse cuenta de que la
obediencia de los discípulos fue perfecta, los
nombró pescadores de hombres. Para llevar
a los hombres al evangelio es necesario que
los apóstoles busquen siempre la novedad del
Reino de Dios y su justicia.
Nosotros, constantemente rezamos para
que el Señor envíe obreros a su mies o viñedo,
para recolectar frutos para Dios, o colaborar
para que llegue el Reino de Dios. Ahora pedi-
mos para que envíe pescadores de hombres.
La misión es el alma de la Iglesia, porque es
una responsabilidad de todos los bautizados.
Es algo personal y a la vez comunitario. En
primer lugar debemos dejar de lado lugares
comunes y estar abiertos a la voz de Dios que
llama a los jóvenes para una misión, como lo
hizo con Isaías. Dios los llamará de mane-
ras nuevas, pero la verdad es que necesita
obreros para la mies en nuestro siglo XXI.
Debemos ser tan dóciles que aceptemos el
espíritu transgresor de Jesús, para remar mar
adentro, e ir a los lugares menos conocidos
y lugares menos oportunos para anunciar el
evangelio. Una sola cosa debemos proclamar:
Jesús es el Señor vivo, que murió por nosotros
y nos encauzó en la lógica del amor sin límites.
Dios llama hoy a los jóvenes a la misión. Que
ellos, como Colón, descubran nuevos rumbos
y caminos a la evangelización. Nosotros, los
adultos, debemos acompañarlos en esta her-
mosa aventura de ir más allá de lo conocido,
porque van con el Espíritu del Señor.