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Ecuador
por
1. Introducción
Ganadería y avicultura
2. Suelos y topografía
Topografía
Suelos
3. Zonas climáticas y agro-ecológicas
4. Sistemas de producción de ganado rumiante
5. El recurso pastoril
Pasturas costeras
Pasturas andinas
La ecozona templada andina
La ecozona fría templada andina
Pasturas introducidas en los Andes
Pasturas de la región oriental
6. Oportunidades para el mejoramiento de los recursos forrajeros
7. Organizaciones de investigación y desarrollo y recursos humanos
8. Referencias
9. Contactos
10. Autor
1. INTRODUCCIÓN
Ecuador, el más pequeño de los países andinos, limita con Colombia hacia el Norte y
Noreste, con Perú hacia el Sur y Sureste y con el océano Pacífico hacia el Oeste. Se
encuentra ubicado entre los paralelos 1º 20’ N y 4º 58’ S, y 75º 10’ y 81º 10’ W (ver
Figura 1). Su capital es Quito. Su superficie es de 283 561 km2, sin contar los
disputados 174 565 km2 asignados a Perú de acuerdo con el Protocolo de Río de Janeiro (1942)
el cual no ha sido aún aceptado por Ecuador.
1990 2000
Volumen físico de la producción agropecuaria, índice 100,3 146,6
Volumen físico de los cultivos agrícolas, índice 100,0 156,1
Volumen físico de la producción ganadera, índice 100,1 153,6
Producción de alimentos, per capita, índice 100,2 142,7
Tierra arable, 1 000 ha 1 604 1 574
Cultivos permanentes, 1 000 ha 1 321 1 427
Tierra irrigadas, 1 000 ha 820 865
Bananas y plátanos, 1 000 toneladas 4 120 6 953
Consumo de fertilizantes, toneladas 67 218 160 400
El área bajo cultivo es de 3 100 000 ha, cerca del 9,3 por ciento del área del país. Las
pasturas permanentes cubren 18 por ciento del país y las selvas cerca del 43 por
ciento, mientras que 30 por ciento son montañas inhabitadas. En las tierras altas
predominan la agricultura de subsistencia y la producción de bienes de consumo para
las áreas urbanas (maíz, trigo, cebada, papa, legumbres y varias hortalizas). En las
tierras bajas de la costa se cultivan principalmente cultivos tropicales para
exportación. Desde fines de la década de 1940 las bananas han sido el principal
producto comercial de esta área. La producción de cacao en gran escala, para la
exportación, comenzó en la década de 1870. La producción de café para la exportación
comenzó en la década de 1920.
Las selvas ecuatorianas produjeron 8 700 000 m3 de madera en 1986. El ganado, que
se cría preferentemente en la región de las tierras altas, incluía en el año 1987 3 800
000 bovinos, 2 100 000 ovinos y 4 200 000 suinos. Los datos de uso del suelo varían
ampliamente y a menudo son considerados por los analistas como poco confiables o,
en el mejor de los casos, una aproximación a los valores reales. A mediados de la
década de 1980, por ejemplo, las estimaciones de tierras de cultivo oscilaban entre 1
600 000 y 2 500 000 ha de un área total de 228 300 000 ha. Diferentes fuentes
ubican la cantidad de pasturas en 4 400 000 o 4 800 000 ha. Las estimaciones del
área total de tierra apta para agricultura muestran aún mayor variación, desde menos
de 50 por ciento hasta tan alto como 90 por ciento. Más de la mitad de la tierra
cultivada se encontraba en la Costa, alrededor de un tercio en la Sierra y el resto
dispersada por la región de Oriente. Sin embargo, el último censo disponible (2000),
desarrollado con ayuda externa, parece ser confiable.
La Costa, aparte del área cerca de la península de Santa Elena, tiene generalmente
tierra fértil con un clima favorable a la agricultura. Altitud, lluvia, y composición del
suelo determinan el uso de la tierra en la Sierra. Las cuencas inter-montanas cerca de
Quito y las que están más al sur cerca de Cuenca y Loja ofrecen las tierras más
productivas de la Sierra, mientras que las cuencas que rodean a Latacunga y a
Riobamba tienen suelo seco y poroso y tierras menos fértiles. Las tierras altas de la
Sierra son solo aptas para el pastoreo o para cultivos tolerantes al frío, como la papa.
Ganadería y avicultura
La ganadería representa una parte importante de la producción agropecuaria y creció
significativamente desde 1980. La producción ganadera fue primariamente destinada
al consumo doméstico y fue uno de los pocos productos agropecuarios encontrados en
todo el país. Aunque la producción animal estaba ampliamente difundida, se practicaba
generalmente en pequeñas parcelas de tierra.
Ecuador produjo un total de 2 200 000 toneladas de leche en 2001 (base de datos de
FAO, 2002) y 179 140 toneladas de carne bovina. Ambos productos crecieron en el
siglo XX a tasas de 4,1 y 4,5 por ciento por año, respectivamente, mientras que las
existencias ganaderas crecieron solo un 2,97 por ciento por año. Por otro lado, las
existencias caprinas permanecieron casi estancadas, mientras que las de ovinos
crecieron 2,9 por ciento en el mismo período.
Además de bovinos, el ganado incluye suinos, ovinos y algunos caprinos. Los datos de
la FAO indican 2,4 millones de suinos en 2001, mientras que el último censo del país
(2000) registró 1,53 millones; la mayor concentración fue en las áreas costeras. Las
actuales existencias de rumiantes se muestran en el Cuadro 2.
Año
1980 1986 1991 1996 2001
Bovinos 3 005 390 3 764 800 4 516 000 5 105 412 5 573 554
Caprinos 256 835 228 100 309 000 309 300 272 560
Ovinos 1 096 836 1 194 600 1 501 000 1 708 920 1 976 176
2. SUELOS Y TOPOGRAFÍA
Topografía
Ecuador está dividido en tres regiones continentales: las áreas de la Costa, Sierra
y Oriente, más una región insular, las islas Galápagos (Ecuador, 2201). La región
de la Costa está localizada entre el Océano Pacífico y las montañas de los Andes y
consiste en tierras bajas y montañas. Las tierras bajas están generalmente por
debajo de 200 m. mientras que las montañas de la Costa («Cordillera
Costanera») no exceden los 1 000 m. El ancho de la faja de la Costa oscila entre
15 y 150 km.
La Sierra incluye dos cordilleras principales de las montañas de los Andes que
corren en dirección norte-sur: la cordillera Occidental y la cordillera Oriental,
respectivamente con cuencas inter-montanas entre ellas. La cordillera Occidental
contiene el pico más alto de Ecuador, el Chimborazo de 6 267 msnm y la
cordillera Oriental consiste en los pie de monte andinos y las tierras bajas
orientales. Varias montañas transversales cruzan las dos cordilleras, dividiendo
así a las mesetas inter-montanas en 10 cuencas. La principal montaña transversal
es el Nudo de Azuay que divide la Sierra en dos sub-regiones: el área de
vulcanismo moderno al norte y el área de vulcanismo antiguo al sur. La primer
área consiste en montañas nuevas más altas que aquellas de la sección de
vulcanismo antiguo, la cual el tiempo ha erosionado a niveles inferiores.
Convencionalmente, el área localizada por encima de 3 500 msnm es identificada
como el Páramo.
El Oriente consiste de dos sub-regiones: los pie de monte de los Andes y las
tierras bajas orientales. El pie de monte cae de una altura de 3 353 msnm hacia
las tierras bajas, las cuales se extienden a una altitud de 150-300 msnm.
Suelos
La extremada variabilidad topográfica del país está asociada con un complejo
mosaico de suelos.
Los suelos en fincas censadas por Ramírez et al. (1996) en los Páramos tenían pH
5,8 a 6,2, alta MO (6-15 por ciento), alto K y cantidades traza de P disponible.
Los suelos de las regiones interandinas están altamente erosionados (de Noni,
Viennot y Trujillo, 1989-90) y se ha estimado que el 48 por ciento del territorio
nacional tiene algún grado de erosión (Ecuador, 2001).
Los suelos del pie de monte amazónico, en las pendientes orientales de los Andes
son mayormente Inceptisoles de fertilidad baja a media (Hicks et al., 1990). De
este modo, las fincas censadas por Ramírez et al. (1996) presentaban suelos con
pH 5-5,8, frecuentemente alta MO (> 5 por ciento) particularmente si está
asociada a drenaje pobre, P < 3 ppm y moderado a bajo K. En las planicies de las
tierras bajas se reconocen tres tipos principales de suelos (Estrada et al., 1988):
(a) suelos arenosos aluviales en las porciones planas a lo largo de los ríos,
estacionalmente cultivados con una variedad de cultivos; (b) suelos negros,
volcánicos, fértiles, en las planicies localizadas al norte del río Napo y (c) Ultisoles
rojos en sierras quebradas, característicamente ácidos y de baja fertilidad.
Las temperaturas en la Sierra no presentan gran variación, con el mes más cálido
promediando 16 ºC y el mes más fresco con 13 ºC, en las partes más altas. Las
temperaturas diurnas varían marcadamente desde mañanas frías hasta tardes cálidas.
El sol casi vertical y el aire enrarecido en la región más alta de la Sierra permiten a la
tierra calentarse rápidamente durante el día y perder calor rápidamente en la noche.
Las mañanas son típicamente brillantes y soleadas, mientras que las tardes son
nubladas y lluviosas. En general, la lluvia es mayor en localidades expuestas a bajas
altitudes. La lluvia puede variar localmente. La región interandina tiene una estación
lluviosa que se extiende desde octubre a mayo y los meses más secos van de junio a
septiembre con máximos de 1 500 a 2 000 mm a lo largo de las montañas y 500 mm
en algunos valles interiores. Los valles resguardados normalmente reciben 500 mm
por año, mientras que la lluvia anual es de 1 500 mm en Quito y puede alcanzar 2 500
mm en ciertas pendientes expuestas a los vientos.
Las tierras bajas orientales tienen un clima ecuatorial. La lluvia es abundante, especialmente en los
pie de monte andinos, a veces excediendo los 5 000 mm por año. Las temperaturas promedian los
25 ºC en las partes occidentales de esta región. Las planicies de las tierras bajas orientales
cubiertas de jungla registran altos niveles de lluvia (> 2 500 mm) y temperaturas que sobrepasan
28 ºC.
Figura 2. Ecozonas de Ecuador
(1) selva lluviosa tropical encontrada en las partes más húmedas de las tierras
bajas orientales, en las partes norteñas de la costa y en partes del pie de
monte andino. La selva lluviosa es tan rica como la de Colombia. Su
composición es influenciada por la altitud y entre 1 000 y 2 000 msnm hay una
mezcla de arbustos y helechos, mientras que por encima de 2 000 msnm se
encuentra comúnmente una selva nublada.
(2) a lo largo de las porciones secas de la costa sureña, predomina una selva
seca caduca y
(3) más al sur una sabana, donde arbustos compuestos mayormente por
Mimosa sp. se alternan con tipos pastoriles más abiertos;
Las tierras bajas de la Costa son usadas para plátano, cacao, café, arroz, algodón y
caña de azúcar. Partes importantes de la costa del Pacífico y de los manglares son
dedicados a la producción de langostinos. Algunos de los cultivos previos se extienden
a los pisos inferiores de la Sierra, junto con el maíz. Por encima de 1 800 msnm,
predominan cereales templados, frutales y cultivos hortícolas, mientras que la
ganadería extensiva, principalmente la producción de ovinos y camélidos
sudamericanos, es practicada por encima de los 3 500 msnm.
4. SISTEMAS DE PRODUCCIÓN DE GANADO RUMIANTE
Los sistemas de producción que incluyen rumiantes cubren cerca de la mitad del
territorio nacional (Thornton et al., 2002). Esta estimación incluye sistemas
mixtos de secano (32 por ciento del territorio), sistemas basados en campo
natural (10-11 por ciento), y sistemas mixtos irrigados (8 por ciento). Los
sistemas de producción varían algo entre zonas agroecológicas, pero una
característica de Ecuador es la predominancia general de los sistemas de doble
propósito sobre los sistemas cárnicos y lecheros. Como ocurre en todos los otros
países de América Latina tropical, estos sistemas utilizan ganado cruza (Bos
indicus x Bos taurus) resultante de cruzamientos diversos, incontrolados, entre
Zebu, Creole, Hostein y Brown Swiss.
Las vacas son ordeñadas generalmente a mano una vez al día con el ternero al
pie para permitir bajar la leche. Luego del ordeñe, al ternero se le permite mamar
y permanece con la vaca desde el ordeñe de la mañana hasta media tarde cuando
los terneros son encerrados y las vacas generalmente son dejadas a pastorear. La
cantidad de leche ordeñada de este modo raramente excede los 5 kg por día
durante lactaciones que se pueden extender entre 150 y 350 días o más,
dependiendo de las necesidades financieras del hacendado, el potencial lechero
de la vaca y los recursos forrajeros disponibles. Constituye un sistema muy
flexible en el cual si temporariamente la leche no puede ser llevada a los
mercados locales o transformada en queso, es utilizada por el ternero para ganar
peso.
Los Andes altos están mayormente habitados por comunidades indígenas. Las
actividades en la finca generalmente proveen 40-90 del ingreso familiar, con la
leche comprendiendo el 20-70 por ciento del mismo, lo que depende de la
comunidad específica y de la ubicación (Candill, Bremner y Vohman, 2001). El
empleo fuera de la finca es esencial para el mantenimiento de los
establecimientos, debido a que han sido tan altamente subdivididos (a través de
sucesivas generaciones) que muchos de ellos son marginalmente viables,
particularmente cuando estas comunidades sufren una rápida transición a la
economía de mercado.
5. EL RECURSO PASTORIL
De acuerdo con los datos del censo (SICA/MAG, 2002) las tierras agropecuarias
de Ecuador en 1999-2000 alcanzaban a 12 400 000 ha, 27 por ciento de las
cuales estaban bajo pasturas sembradas, 9,1 por ciento bajo pasturas nativas,
4,9 cubierta por páramos y 3 por ciento bajo barbecho. Si todos estos elementos
son considerados recursos pastoriles, cerca de la mitad de la tierra utilizable
estaba disponible para pastoreo. Aunque los datos revelan que hay una tendencia
de las fincas más grandes a tener mayor proporción de la tierra cubierta por los
recursos anteriores, aún las fincas con menos de 5 ha dedican 32 por ciento de la
tierra al pastoreo y 24 por ciento a pasturas sembradas y naturales. En las fincas
con más de 200 ha estos porcentajes se incrementan a 48 y 32 por ciento,
respectivamente. La Sierra y la Costa tienen 51 y 36 por ciento de las existencias
ganaderas de Ecuador, respectivamente, mientras que el resto se encuentra en
Oriente. El ganado está distribuido en forma homogénea a través de los distintos
tamaños de finca, oscilando muy poco entre 12 por ciento de las existencias en
fincas de 100-200 ha a 19 por ciento en fincas de 20-50 ha; fincas con menos de
5 ha tienen el 17 por ciento de las existencias ganaderas. Los datos previos
muestran la extrema importancia de la cría de ganado en Ecuador a través de
regiones y tamaños de finca.
Pasturas costeras
El desarrollo de las pasturas en la faja costera tropical y húmeda, se apoya en
gramíneas tropicales sembradas, y en mucho menor medida en especies de
leguminosas, algunas de las cuales se han transformado en endémicas. Donde la
fertilidad del suelo lo permite, las pasturas en pastoreo directo están basadas en
pasto estrella (Cynodon nlemfluensis), pasto Pangola (Digitaria decumbens) o
pasto Guinea (Panicum maximum), mientras que el pasto elefante (Pennisetum
purpureum) es usado en los sistemas de corte y acarreo, particularmente en los
sistemas de doble propósito. Leguminosas como Centrosema pubescens,
Stylosanthes spp., Desmodium spp., Dolichos lablab, Neonotonia wightii y
numerosas otras han sido probadas pero su contribución a la composición del
tapiz no es generalmente importante. Siguiendo la tendencia observada a través
de toda América Latina tropical, los últimos 15 años han sido testigos de la
expansión en el área de pasturas basadas en Brachiaria (Brachiaria decumbens,
B. humidicola, B. brizantha). La información que está disponible en Ecuador
referente al potencial de producción animal de estas especies es extremadamente
limitada, pero se puede estimar que su potencial es similar a aquel observado en
los países vecinos; esto indica que las capacidades de carga de las pasturas
pastoreadas directamente podrán oscilar entre 1-4 UG/ha, mientras que el pasto
elefante puede suministrar forrraje para 7-12 UG/ha durante un período limitado
de tiempo. Un nicho potencialmente importante para una de las leguminosas más
promisorias, Arachis pintoi, es como cultivo de cobertura bajo los plátanos, cacao
y café, como se observa en numerosos países tropicales de la región.
Pasturas andinas
Las pasturas andinas son complejas, dependiendo su composición de la altitud y
del clima del sitio considerado; han sido modificadas por intervenciones humanas.
Una reciente clasificación de estas pasturas reconoce dos principales tipos de
ecozonas, la templada y la fría templada, respectivamente (León-Velarde e
Izquierdo, 1993), cada una de las cuales incluye un número de subtipos que se
describen más abajo.
A similares altitudes, pero con lluvias oscilando desde 500 a 1 000 mm, la región
incluye un gran número de valles que, aunque representan solo el 3 por ciento del
área del país, son extremadamente importantes desde el punto de vista de la
densidad de población y de las actividades agrícolas y pecuarias. Aquí el principal
recurso forrajero es la alfalfa cuando el riego está disponible, seguido por el pasto
Kikuyu y el lupino (Lupinus spp.) en un mosaico variable de uso de la tierra que
incluye trigo, cebada, porotos, frijoles cometodo y varias otras hortalizas.
En otros numerosos valles de similar altitud pero con precipitaciones por encima
de 1 000 mm, la producción de leche está basada en pasto Kikuyu, raigras,
Melinis minutiflora y Panicum coloratum, frecuentemente localizada en sistemas
mixtos de producción que incluyen papas, maíz y trigo.
El primero de estos subtipos son las estepas secas, con < 500 mm de lluvia
distribuidos en 10 meses. Los meses secos son julio y agosto. El área ha sido
estimada cubriendo un 0,4 por ciento del país Ecuador. Los sistemas extensivos
de producción ovina hacen uso de estas pasturas, las cuales están basadas en
una variedad de especies de Festuca, Agrostis, Poa, Bromus, Calamagrostis, Stipa
(esèecíficamente Stipa ichu) y Lupinus spp.
Ramírez et al. (1996) ó sobre estudios que apuntaban a caracterizar las pasturas
nativas por encima de 3 500 msnm, con lluvias de 500-1 000 mm y pendientes
>12 por ciento, donde la temperatura media oscilaba entre 3 y 12 ºC.
Calamagrostris sp. dominaba las pasturas (>35 por ciento de la composición
botánica) localizadas a altas altitudes dentro de la región, mientras que las áreas
más bajas se caracterizaban por mezclas de Bromus sp., Holcus lanatus, Poa sp.,
Stipa ichu, Festuca pratensis y otras.
Las áreas con lluvias por encima de los 1 000 mm (más del 4 por ciento de
Ecuador) son extremadamente húmedas y los humedales abundan. Las áreas
mejor drenadas así como las pendientes son dominadas por las mismas especies
citadas anteriormente, pero la industria animal aquí es marginal.
Las pasturas en las tierras bajas son mucho menos comunes. Estrada et al.
(1988) estudiaron fincas localizadas en el área hasta 450 msnm, promediando
más de 3 000 mm de lluvia y con el mes más seco promediando 140 mm. Las
fincas tenían una media de 46 ha cada una, incluyendo 4-11 ha bajo pasturas. El
pasto elefante y Brachiaria decumbens eran las dos especies más importantes,
aunque Brachiaria humidicola se estaba expandiendo a expensas de la última. La
escasez de ganado probablemente explicaba porque la dotación promedio era de
solo 0,93 cabezas/ha, cuando los resultados experimentales sugieren que
Brachiaria humidicola puede soportar hasta 2 cabezas/ha.
Indudablemente, las limitantes más difíciles son enfrentadas por las pasturas de
los Andes altos, particularmente en las partes secas de la cadena montañosa. En
Ecuador la coordinación comunal indígena es importante. Por lo tanto, las
iniciativas de desarrollo rural pueden ser efectivamente sostenidas por estas
organizaciones, pero una dificultad mayor enfrentada son las limitadas opciones
económicas disponibles, un tema discutido extensamente por Bebbington (1996)
desde el punto de vista institucional. Como se indicó antes, la mayor limitación es
la disponibilidad forrajera, seguida de cerca por la calidad forrajera, en un
ambiente donde el crecimiento está severamente limitado por bajas temperaturas
y lluvia, haciéndose así muy lenta la restauración de las pasturas. Cuando se
dispone de riego estratégico, estas limitaciones pueden ser superadas recurriendo
a la suplementación de los animales con pasturas sembradas. Los rendimientos
de alfalfa y de raigrás-alfalfa, así como los de pasturas basadas en trébol blanco
pueden ser razonablemente altos y las respuestas a N y P también son altas. Sin
embargo, una limitación a mayor nivel en la aplicación de esta soluciones es la
falta de políticas favorables, crédito y servicios de asesoramiento, así como la
inaccesibilidad de muchas partes de los Andes altos.
8. REFERENCES
Arce, B. y O. Paladines (1997) Análisis y opciones de
desarrollo sostenible del ecosistema húmedo altoandino de
la Provincia del Carchi, Ecuador.
9. CONTACTS
iniap@iniap-ecuador.gov.ec
http://www.iniap-ecuador.gov.ec/
Especialista en forrajes:
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10. EL AUTOR
Raúl R. Vera
2 Norte 443 dpto. 52
Viña del Mar, CHILE 2534194
Fax (Chile) 56-2-552 9435
raulvera@terra.cl
[Este perfil fue preparado en diciembre de 2002/enero de 2003 y fue editado por
J.M. Suttie y S.G. Reynolds en enero de 2003]
[Este perfil fue traducido por Cadmo Rosell y Francisco .A. Mandl en diciembre de
2004]