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Ensayo final arte y filosofía

Presentado por: Nicolás Martínez Restrepo

Introducción

En el presente texto presentaremos análisis de tres textos (La salvación de lo bello, la


cámara lúcida y Nacimiento del arte), a la luz de una pregunta: ¿cómo estos textos han aportado
en la visión que los autores tenemos del arte?; para ello se hará un análisis de cada uno por
separado y luego se presentarán las conclusiones generales respecto a la pregunta.

Los textos han sido escogidos debido a que por una parte abordan el problema del arte y la
estética desde dispositivos y dinámicas contemporáneas además de presentar una reflexión de la
naturaleza humana en torno al estudio del arte dilucidando características de la misma que
resultan muy interesantes para la psicología (disciplina que ambos autores estudian).

El orden de presentación de los análisis responde a un progreso en los análisis tanto


histórico como teórico y que permite encadenar los conocimientos.

Lascaux

Los autores ven en Lascaux no solo el origen del arte, sino el origen del humano mismo,
puesto que estas imágenes simbolizan a un hombre despreocupado, de espontaneidad libre, sin
segunda intención, abierto a sí mismo, sin pretexto, que se ha dispuesto a reconocer-se en el
entorno y en el mundo mismo, que tiene noción de futuro y quiere quedar marcado para él.
Deja ver también esto un contraste con el arte presente y lo que esto significa y representa
o deja manifiesto de la realidad humana en el contexto actual, una realidad recargada, trastornada.
Lascaux deja ver un hombre que se ha diferenciado por vez primera de la naturaleza y se
reconoce a sí mismo en el mundo y por contraposición a él y a la condición de los otros seres; el
arte entonces deja ver la realidad contextual humana.
Blanchot nos enseña cómo a través del arte nos conocemos y nos entendemos incluso más
allá de las palabras pero teniendo en cuenta más fáctores quizá que los que se tienen en cuenta en
otros registros, el arte funciona no solo como registro de sí mismo y de las técnicas o condiciones
sociales y/o ambientales de dado momento sino que nos habla de nosotros mismos, el arte es
también un espejo del hombre.
Aprendemos de aquí justamente eso, el contexto y sus representaciones no solo nos hablan
de las condiciones ambientales específicas pero también de cómo el hombre las vive, de cómo
vive el hombre y cómo se ha relacionado con el ambiente dicho.
Más allá de la caverna
De acuerdo a Sontag, la irremediable persistencia de la humanidad en la caverna de las
imágenes de Platón, influye en nuestra visión/acción ética, epistemológica y estética del mundo,
Sontag sostiene como lo hace Blanchot la indiscutible cualidad del arte como espejo de la
condición humana, lo especial en Sontag es: ¿qué nos dice el estado actual de los métodos y
características del arte y en especial la fotografía de la condición humana en el siglo XXI?.

Es a través del estado actual dela fotografía: industrializada, comercializada y adictiva, que
hemos llegado a anestesiar la compasión frente a los hechos atroces del mundo, una sociedad de
individuos dónde se han normalizado las masacres, violaciones, actos terroristas y demás hechos
horribles propios de la era actual.

La condición humana actual responde entonces a una responsabilidad y sensibilidad


muerta, anestesiada por la cantidad de información e imágenes de las situaciones, que lejos de
acercarnos a otras realidades lejanas nos alejan de ellas, se contextualizan y encuadran justamente
en que eso que se ve en la fotografía sucede en otro lugar y además con los medios de
comunicación actuales (posteriores a la reflexión de Sontag) y la difusión masiva que éstos
propenden funcionan como mecanismo de normalización del horror, algo así como una
sensibilización ante las atrocidades.

Esta sensibilidad muerta es de dos vía y así mismo lo que nos enseña Sontag de lo que
somos ahora como individuos y sociedad, en palabras de la autora: “"hoy todo existe para
culminar en una fotografía" (p. 44), no solo nos hemos acostumbrado a lo que nos muestran las
fotografías sino que éstas se han convertido en la manera principal de eperimentar el mundo,
desesnsibilizando las otras vías de los sentidos, inundándonos de visión y haciéndonos creer que
ver es igual a vivir o experimentar una situación.

Sontag nos enseña entonces que el estado actual del arte (fotografía) nos dice de nosotros
los humanos (occidentales por lo menos) que somos una sociedad desesnsibilizada respecto al
mundo y que lejos de ir a experimentar el mundo nos conformamos con imágenes, incluso
cuando de hecho vamos y experimentamos buscamos que todo quede en imágenes
Lo bello y lo pornográfico

Byung-Chul Han hace un análisis del estado actual de esas imágenes de las que habla
Sontag, es decir, mientras que Sontag nos habla de la estructura de distribución y estadística de
esas imágenes y qué nos dice eso del ser humano actual, Chul Han hace un análisis estético del
contenido de esas imágenes y parte de allí para hablar del ser humano y de su estética, construye
una idea de “lo bello que debe ser salvado” en contraposición a condiciones y características más
vacías y superficiales de la estética.

El autor entiende las siguientes características como aquellas de lo que merece ser salvado:
erótico y opaco, por contraposición a lo meramente estético que representa lo transparente, lo
pulido y lo pornográfico.

Según Chul-Han la belleza pornografica se refiere a la belleza actual, la cual no tiene


caracteristicas escondidas, todo es transparente, superficial, solo transmite sensaciones
inmediatas, se hace en un primer plano y además es un despojo de una característica del cuerpo,
el lenguaje, dejando sin lugar a la interpretación a la imaginación y al acto de ir encontrando, que
para Chul Han resulta esencial para la belleza real. Está belleza conlleva a un narcisismo vacío,
en donde el yo nunca se expone a lo diferente, si no que es una repetición permanente de nosotros
mismos y nuestros deseos, como puede verse en las selfies, práctica ampliamente realizada
actualmente.

Lo pulido y lo transparente responden a características similares, objetos que muestran


todo, que no permiten el desvelamiento y el descubrimiento, que no permiten al espectador
trabajar por la belleza, que no se dejan herir ni se ponen vulnerables, así como en Sontag hemos
sido desensibilizados por la cantidad de fotografías aquí no nos atrevemos a lo aspero y lo opaco
por no dejarnos tocar e interpelar por los objetos, estamos defendiéndonos y buscando, como en
la pornografía y las selfies, lo mismo constanemente, y lo mismo que refiere a un narcisismo.

Lo bello que debe ser salvado es una belleza seductora y erótica que nos seduce y nos deja
entreverla e irla desvelando de a poco, una belleza opaca que nos pone en una posición
vulnerable dónde podemos ser heridos y además tocados en lo más profundo por lo que la obra
representa.

Chul Han nos ha enseñado entonces que las condiciones estéticas actuales de lo
transparente, lo pulido y lo pornográfico nos protege de la belleza que merece ser salvada, una
belleza que nos podría herir, que nos podría interpelar, esta condición autoprotectora del hombre
(por ponerle algún nombre) dice de nosotros el narcisismo y obsesión a evitar lo negativo
constante que busca protegernos pero que nos evita la belleza real, la belleza que merece ser
salvada.

Conclusiones

Concluímos en una visión integradora partiendo de Blanchot, hemos aprendido del arte que
en él nos reflejamos en nuestra condición humana, el arte habla de nosotros mismos y no
solamente de las condiciones ambientales o de cómo los humanos nos relacionamos con ella, una
de estas condiciones contextuales se ve en la fotografía como menciona Sontag, que somos una
sociedad desensibilizada a causa de querer meter en el mundo en una fotografía, sin querer
experimentar realmente el mundo y anestesiados frente a sus atrocidades, nos hemos negado a lo
verdaderamente bello, la negatividad y el diálogo que éste implica, lo erótico que nos permite ir
descubriendo y trabajando por encontrar la belleza, la belleza de la que habla Chul Han, nos
hemos enfocado en la pornografía y en lo pulido y transparente que parece tan real y que no nos
interpela, no nos causa problema y por tanto es más fácil, evitamos el malestar a toda costa y así
nos evitamos la experiencia de la belleza que merece ser salvada.

Referencias

Blanchot, M. (1976). El nacimiento del arte. En La risa de los dioses. Madrid: Taurus.

Byung-Chul H. (2015) La salvación de lo bello. Madrid: Herder.Pp. 7-32, 63-74, 115-144.

Sontag, S. (2006). En la Caverna de Platón, en Sobre la Fotografía, México: Alfaguara. pp. 19-
45.

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