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Vía:
Secretaría General de la Honorable Suprema Corte de Justicia, con
atención al Juez de la Instrucción Designado para conocer de la
Audiencia Preliminar
Caso Félix Ramón Bautista Rosario y compartes
HONORABLES MAGISTRADOS:
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Teléfonos: (809) 223-7528, debidamente juramentado por ante la Suprema Corte
de Justicia.
PRIMERA PARTE
ANTECEDENTES Y ADMISIBILIDAD DEL RECURSO
1.1.- ANTECEDENTES
(1) Mediantela instancia de 22 de octubre de 2014, la PROCURADURÍA
GENERAL DE LA REPÚBLICA presentó formal acusación en los términos
siguientes:
(2) Según se verifica por el Auto No. 84-2014, de fecha 27 de octubre de 2014,
emitido por el Dr. Mariano Germán Mejía, Presidente de la Suprema Corte de
Justicia, para conocer de la referida acusación fue designado el Magistrado
ALEJANDRO A. MOSCOSO SEGARRA, quien mediante el Auto No. 03/2014 de
fecha 29 de octubre de 2014, fijó para el día 3 de diciembre de 2014, a las diez
(10:00) horas de la mañana, el conocimiento de la audiencia preliminar
(3) Actuando al amparo de las previsiones del artículo 270 del Código Procesal
Penal, a través de la instancia de fecha 3 de noviembre de 2014, el Movimiento
Cívico CIUDADANOS CONTRA LA CORRUPCION C3, apoderó al Magistrado
ALEJANDRO A. MOSCOSO SEGARRA, Juez de la Instrucción de la Honorable
Suprema Corte de Justicia, designado para conocer de la audiencia preliminar, de
la acusación en los términos siguientes:
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(4) Laacusación sometida por el Movimiento Cívico CIUDADANOS CONTRA LA
CORRUPCION C3, fue debidamente notificada a los imputados, según se verifica
por el acto No. 885-2014 de fecha 5 de noviembre de 2014, instrumentado por el
ministerial Ángel Luis Rivera Acosta, la Secretaria General de la Suprema Corte
de Justicia, notificado a Bienvenido Apolinar Bretón Medina, y el acto No. 1421/14
de fecha 6 de noviembre de 2014, del ministerial Alexis Alberto de la Cruz
Tavares, que contiene notificación a los imputados Félix Ramón Bautista Rosario,
Soraida Antonia Abreu Martínez, José Elías Hernández García, Bolívar Antonio
Ventura Rodríguez, Carlos Manuel Ozoria Martínez, ya Gricel Aracelis Soler
Pimentel.
(5) De igual modo, mediante el acto No. 1422 del 6 de noviembre de 2014,
instrumentado por el ministerial Alexis Alberto de la Cruz Tavares, los abogados
del Movimiento Cívico CIUDADANOS CONTRA LA CORRUPCION C3, fueron
convocados para la audiencia preliminar que había sido fijada para el día 3 de
diciembre de 2014.
Oído a los Dres. Pedro Balbuena, Marino Feliz Rodríguez y Juan Antonio
Delgado que integran la defensa técnica del señor Félix Ramón Bautista
Rosario, Senador de la República, en sus argumentaciones que constan en el
acta levantada al efecto, concluir de la manera siguiente: “Comprobar y
declarar que las dos certificaciones que hemos aportado como pruebas o
elemento material, recogen que el grupo Asociación Ciudadana contra la
Corrupción C3 ha sido constituida a partir del año 2012, en el mes de julio, y
que por ende se han constituido después de los hechos que se presumen son
ilícitos y se recogen en la acusación y en su querella; comprobar y declarar
que en virtud de lo que establece el artículo 69.10 de la Constitución relativo
al debido proceso, el artículo 44 y siguientes de la Ley 834 supletoria en el
tema de la calidad, el artículo 85 del Código Procesal Penal que es quien
autoriza a las Asociaciones sin fines de lucro querellarse en cuanto existe
intereses colectivos o difusos, manda que debe de estar constituida antes de
la ocurrencia de los hechos; Comprobar y declarar que por si fuera una
osadía de los presuntos querellantes sin calidad hablar del articulo 146
también recogidos por nuestra Constitución, es también del 2010, y en
consecuencia de manera muy respetuosa, convidar a la Asociación
Ciudadana contra la Corrupción C3, a dejar los estrados porque su instancia
acusación-querella adolece del elemento habilitante que le habrá de permitir
el uso de los estrados, y como un elemento al margen en esas condiciones
pedirle que dejen este escenario de esta audiencia, bajo la más amplias
reservas”;
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manera siguiente: “De manera principal se adhiere a las conclusiones del
Senador Bautista Rosario y además en abono a esas conclusiones
solicitamos formalmente que la entidad que se hace llamar C3 sea primero
excluida de estos debates, toda vez que aquí no se está ventilado vulneración
a derechos colectivos o difuso alguno, al tenor del artículo 66 de nuestra
Constitución; segundo: porque ellos como persona física solo tendrían calidad
para querellarse si se estuviese juzgando a una funcionaria pública y además
por delitos cometidos en el ejercicio de esa función, lo cual no ocurre en la
especie pues nuestra representada es una simple ciudadana que demostrará
su inocencia frente a la acusación del ministerio público”;
Oído al Dr. Jorge Lora Castillo conjuntamente con el Lic. Carlos Olivares,
actuando a nombre y en representación del señor Carlos Manuel Ozoria
Martínez, en sus argumentaciones que constan en el acta levantada al efecto,
concluir de la manera siguiente: “Que libre acta de que la barra de la defensa
del señor Carlos Manuel Ozoria, única y exclusivamente ha recibido la
instancia de acusación realizada por el ministerio público y que respecto a
esta instancia tiene medios de defensa y tiene consideraciones con relación
de la misma y en consecuencia al no ser parte el C3 de este auto, violenta el
derecho de defensa, la inmutabilidad del proceso y la Constitución de la
República, por lo que deben ser bajado de estrado”;
Oído a los Dres. Pedro Balbuena, Marino Feliz Rodríguez y Juan Antonio
Delgado que integran la defensa técnica del señor Félix Ramón Bautista
Rosario, Senador de la República, en sus argumentaciones que constan en el
acta levantada al efecto, concluir de la manera siguiente: “Ratificamos
nuestras conclusiones”;
Oído a los Dres. Manuel Ulises Bonnelly Vega, Marino Feliz Rodríguez y Juan
Antonio Delgado actuando a nombre y representación de la señora Soraida
Antonia Abreu Martínez, expresar lo siguiente: “Suscribimos cada uno de los
argumentos vertidos por los colegas y se adhiere a todas las conclusiones
presentados por ellos”;
Oído al Dr. José Luis González Castillo conjuntamente con el Lic. Ibo René
Sánchez actuando a nombre y en representación del señor Bolívar Antonio
Ventura Rodríguez, expresar lo siguiente: “Nos adherimos a todas las
conclusiones vertidas por la defensa”;
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Oído al Lic. Carlos Castillo Díaz, Procurador General Adjunto, conjuntamente
con los Dres. Laura María Guerrero Pelletier, Pelagio Alcántara, Narciso
Escaño, Wagner Cubilete y Taipei Joa, Procuradores Generales Adjuntos de
Corte de Apelación, en sus argumentaciones que constan en el acta
levantada al efecto, concluir de la manera siguiente: “Que se declare
inadmisible por extemporáneo el pedimento formulado en virtud de no
haberse cumplido con los requisitos exigidos en la norma procesal, muy
específicamente el artículo 299 de nuestro Código Procesal Penal.
Oído al Lic. Ricardo Díaz Polanco conjuntamente con los Dres. Josefina Juan
de Pichardo y Reemberto Pichardo Juan, actuando a nombre y en
representación del Movimiento Cívico Ciudadanos contra la Corrupción (C3),
en sus argumentaciones que constan en el acta levantada al efecto, concluir
de la manera siguiente: “Primero: A) Comprobar y declarar mediante la
decisión a intervenir que en fecha 2 de noviembre del año 2014 actuando al
amparo de las disipaciones del artículo 270 del Código Procesal Penal, el
Movimiento Ciudadanos Contra la Corrupción, sometió una querella en contra
de los mismos imputados mencionados en la acusación presentada por el
Ministerio Público en fecha 22 de octubre del mismo año; B) Que con motivo
de esa acusación o querella presentada por el Movimiento Ciudadanos
Contra la Corrupción se produjo el acto núm. 1421/2014 de fecha 6 de
noviembre del año 2014 instrumentado por el ministerial Alexis de la Cruz
Taveras actuando a requerimiento de la señora Grimilda Acosta de Subero,
por medio del cual se le notificó a los imputados Senador Félix Bautista,
Sobeida Antonia Abreu, José Elías Hernández García, Bolívar Antonio
Ventura Rodríguez, Carlos Manuel Ozoria Martínez y a la señora Grisel
Aracelys Soler Pimentel; C) Que hasta el día de ayer 2 de diciembre del 2014
a diligencia de los abogados querellantes, se pudo verificar que ninguno de
los imputados ha ejercido los derechos consignados en el artículo 299 del
Código Procesal Penal, por tanto no ha planteado ningún incidente que tienda
a desconocer o a impugnar la calidad de querellante, situación que ha debido
producirse conforme a la normativa citada de manera improrrogable dentro
del plazo de 5 días a partir de la notificación, plazo que solamente podría
reponerse en el caso de que se verifique alguna irregularidad en la
notificación, de conformidad con los artículos 143 y 417 del Código Procesal
Penal; D) Que de manera sorpresiva las defensas de los imputados ha
planteado en el día de hoy un medio de inadmisión solicitando la exclusión
por falta de calidad del Movimiento Ciudadanos Contra la Corrupción, con
cuyo proceder pretende que el tribunal legitime una vulneración al debido
proceso de ley y al procedimiento establecido previamente, el cual de
conformidad con el artículo 111 de la Constitución, constituye una cuestión de
orden público que garantiza la seguridad jurídica de todo usuario del sistema
de justicia; Segundo: Declarar mal perseguido el medio de inadmisión por
haberse hecho en violación al ordenamiento jurídico y a las normas antes
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citadas en vista de que en este estadio del proceso aún no se ha verificado la
regularidad de las citaciones y notificaciones que convocaron a los imputados
para determinar si están dentro del plazo legalmente establecido para
plantear las excepciones previstas en la normativa procesal vigente por tanto
le solicitamos al tribunal declarar extemporáneo el medio de inadmisión
planteado por la defensa”;
(8) En
ese misma oportunidad los abogados del Movimiento Cívico CIUDADANOS
CONTRA LA CORRUPCION C3, sometieron un recurso de oposición, sobre el
Magistrado Juez apoderado, produjo la siguiente decisión:
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“Atendido, que el artículo 393 del Código Procesal Penal señala que “las
decisiones judiciales sólo son recurribles por los medios y en los casos
expresamente establecidos en este código. El derecho de recurrir
corresponde a quienes les es expresamente acordado por la ley. Las partes
sólo pueden impugnar las decisiones judiciales que les sean desfavorables”;
Atendido, que el artículo 399 del Código Procesal Penal, dispone que “los
recursos se presentan en las condiciones de tiempo y forma que se
determinan en este código, con indicación específica y motivada de los
puntos impugnados de la decisión”, por su parte, el artículo 418 del código
de referencia expresa que “se formaliza el recurso con la presentación de un
escrito motivado en la secretaría del juez o tribunal que dictó la sentencia, en
el término de diez días a partir de su notificación; en dicho escrito se debe
expresar concreta y separadamente cada motivo con sus fundamentos, la
norma alegadamente violada y la solución pretendida”;
Atendido, que el artículo 427 del Código Procesal Penal dispone, en cuanto
al procedimiento del recurso de casación, que se aplican, analógicamente,
las disposiciones del referido código relativas al recurso de apelación, salvo
en el plazo para decidir que se extiende hasta un máximo de un mes, en
todos los casos; por consiguiente es necesario que ante la interposición del
recurso de casación, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
decida primero sobre la admisibilidad del mismo, en virtud de los artículos
425 y 426 del citado Código Procesal Penal;
Atendido, que en atención a las disposiciones del artículo 425 del Código
Procesal Penal el recurso de casación sólo podrá interponerse contra las
sentencias dictadas por las Cámaras o Salas Penales de las Cortes de
Apelación, cuando las mismas sean confirmatorias o revocatorias de otra
sentencia anterior dictada por un juez o tribunal de primer grado, o las
decisiones que ponen fin al procedimiento, o las que denieguen la extinción
o suspensión de la pena;
Atendido, que el artículo 426 del Código Procesal Penal limita los
fundamentos por los cuales la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia puede declarar la admisibilidad de los recursos de casación, al
disponer que éste procede exclusivamente por la inobservancia o errónea
aplicación de disposiciones de orden legal, constitucional o contenidas en
los pactos internacionales en materia de derechos humanos, en los
siguientes casos: 1.- Cuando en la sentencia de condena se impone una
pena privativa de libertad mayor a diez años; 2.- Cuando la sentencia de la
Corte de Apelación sea contradictoria con un fallo anterior de ese mismo
tribunal o de la Suprema Corte de Justicia; 3.- Cuando la sentencia sea
manifiestamente infundada; 4.- Cuando están presentes los motivos del
recurso de revisión;
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decisión impugnada, se ha podido comprobar que los puntos alegados
proceden ser analizados conforme a los vicios denunciados.” 1
---
“Atendido, que como se puede apreciar, los supuestos que habilitan este
recurso extraordinario de casación son los expresamente previstos por
nuestra normativa; sólo no figuran, pero son igualmente admisibles
aquellos que albergan trascendencia constitucional; nuestra norma es
sobradamente clara al plantear sobre cuales resoluciones prospera la
casación, así pues, la admisibilidad de este recurso no resulta del libre
arbitrio del tribunal sin sujeción a pautas procesales, sino que se
encuentra condicionado a la regla de taxatividad;”2
---
“Considerando: que del examen del expediente de que se trata, esta
Suprema Corte de Justicia ha podido determinar que en el caso se está en
presencia de un recurso de casación contra una decisión que pone fin
al proceso, en cuanto dirime el fondo del mismo, y su examen revela
motivos suficientes para declarar la admisibilidad del presente
recurso;;”3
---
“Atendido, que los poderes públicos se encuentran limitados por
principios fundamentales que sostienen el debido proceso, como el
principio fundamental de legalidad, primacía de la ley y separación de
funciones; principios que garantizan la seguridad jurídica y el
transparente funcionamiento de un Estado de Derecho.”4
---
“Considerando, que del examen del segundo medio, que como se ha
expresado, se examina por la importancia procesal que posee en la
aplicación del Código Procesal Penal, resulta evidente y fundamentado; que
la declaratoria de admisión o inadmisión tanto del recurso de apelación
como del de casación tiene un alcance limitado, toda vez que ésta tiene por
objeto estimar, luego de un estudio y análisis previo al fondo, si el recurso
incoado reúne las formalidades requeridas por el Código Procesal Penal
para llevar a cabo dicho recurso; que siguiendo esa línea de pensamiento, si
el recurso fuere inadmisible, el tribunal de alzada deberá pronunciarla sin
decidir sobre el fondo, en Cámara de Consejo; que, por el contrario, si el
recurso es admisible, el artículo 420 del Código Procesal Penal, señala
que recibidas las actuaciones, si se estima admisible el recurso,
también en Cámara de Consejo, fija audiencia. De todo lo expuesto, se
infiere, que la decisión de admisibilidad o inadmisibilidad, es previa al
conocimiento del fondo, toda vez que en la primera (admisibilidad), en
1
S.C.J., Resolución No. 1420-2014 del 11 de abril del 2014, expediente No. 2014-975; entre otras múltiples decisiones.
2
S.C.J. Sentencia de fecha 27 de enero de 2014
3
S.C.J. Resolución No. 2070-2014-2013, de fecha 05 de junio de 2014.
4
S.C.J. Resolución No. 1361-2013 del 15 de Abril del 2013, (expediente No. 2014-5710),
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la audiencia del fondo el recurrente tiene oportunidad de plantear los
medios apropiados para tratar de que se invalide o deje sin efecto la
sentencia objeto del recurso;
Considerando, que en los casos de inadmisibilidad del recurso por parte del
tribunal de alzada, es obvio que existe un rechazo “in limine”, cuando resulta
evidente que el mismo es manifiestamente improcedente, sobre todo en
aquellos casos que no han sido expuestos y sustanciados del modo previsto
por el mismo Código Procesal Penal; que sin embargo, en cualquiera de
las dos posibilidades, la decisión debe estar motivada; que esa
motivación no puede ser sustituida por un modelo preestablecido
donde se exprese un conjunto de frases hechas o una repetición de
estándares teóricos sobre el alcance del recurso o los requisitos de su
fundamentación, sino que, en verdad debe descansar en los elementos
procesales formales que son requeridos por la norma procedimental;
que sobre todo, un señalamiento especial merece el imputado que ha sido
condenado, en virtud de ser titular de una expresa garantía constitucional y
de los tratados y convenios internacionales, de manera que los jueces y
tribunales, en la tarea de control de los requisitos formales a que se
condiciona la interposición de un recurso, utilicen en cuanto sea
posible, criterios interpretativos que sean favorables a dichos accesos,
privilegiando el derecho efectivo a recurrir, frente a los requisitos
formales secundarios de interposición del mismo y, de igual manera,
interpretando en caso de duda que esas exigencias formales sean
favorables para su admisión;”5
---
Considerando, que en los casos de inadmisibilidad del recurso por parte del
tribunal de alzada, es obvio que existe un rechazo “in limine”, cuando resulta
evidente que el mismo es manifiestamente improcedente, sobre todo en
aquellos casos que no han sido expuestos y sustanciados del modo previsto
por el mismo Código Procesal Penal; que sin embargo, en cualquiera de las
dos posibilidades, la decisión debe estar motivada; que esa motivación no
puede ser sustituida por un modelo preestablecido donde se exprese un
conjunto de frases hechas o una repetición de estándares teóricos sobre el
alcance del recurso o los requisitos de su fundamentación, sino que, en
verdad debe descansar en los elementos procesales formales que son
requeridos por la norma procedimental; que sobre todo, un señalamiento
especial merece el imputado que ha sido condenado, en virtud de ser titular
de una expresa garantía constitucional y de los tratados y convenios
internacionales, de manera que los jueces y tribunales en la tarea de
control de los requisitos formales a que se condiciona la interposición
de un recurso, utilicen, en cuanto sea posible, criterios interpretativos
que sean favorables a dichos accesos, privilegiando el derecho efectivo
a recurrir frente a los requisitos formales secundarios de interposición
del mismo y, de igual manera, interpretando, en caso de duda, que esas
exigencias formales sean favorables para su admisión;6
5
S.C.J., sentencia No. 1 del 3 de agosto de 2005, B.J. 1137
6
S.C.J., Sentencia No. 140 del 25 de octubre de 2005, B.J. 1139
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(12)Todas estas decisiones constituyen los precedentes vinculantes para la propia
Suprema Corte de Justicia, y garantizan la seguridad jurídica a la que se aferra la
parte querellante.
3. Errónea interpretación y aplicación del artículo 299 del Código Procesal Penal,
al creando una nueva manera para objetar la acusación, en abierta violación
de los artículos 68, 69 y 111 de la Constitución de la República.
(14) Finalmente, no es ocioso resaltar, que el derecho a la vía de recurso se
encuentra además, constitucionalmente tutelada, en los artículos 8 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, 8 y 25 de Convención
Americana de los Derechos Humanos; 2 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos y 69.9 de la Constitución de la República. Sobre el particular, la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso Herrera Ulloa Vs. Costa
Rica, ha fallado lo siguiente:
“139.1) Respecto del derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior
(artículo 8.2.h de la Convención) que: a) la Convención exige que el sistema
jurídico interno prevea un medio de impugnación para recurrir el fallo y que el
recurso sea resuelto por un juez o tribunal en grado superior al que dictó la
sentencia. La segunda condición no es controvertida. La Corte no exige que el
recurso previsto debe ser ordinario, solo exige que debe constituir una “verdadera
garantía de reconsideración del caso” y que la existencia de una vía recursiva no
basta si no cumple con dicho objetivo. Ni la Convención ni la Corte exigen que el
recurso deba ser el de apelación. El recurso de casación cumple las condiciones
que debe tener un recurso para adecuarse a las exigencias de la Convención. “La
Convención [no] exige que el [Estado] disponga de una segunda instancia-
entendida esta como una revisión plena del fallo dictado por el “a quo”-; a lo que
obliga es a que los Estados le garanticen a los ciudadanos la existencia de
una vía a través de la cual se pueda revisar el pronunciamiento del juez o
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tribunal de primera instancia y que permita que mediante ella se pueda
reconsiderar verdaderamente el fallo.” 7
(16)Así púes, en el caso particular que nos atañe, como pueden apreciar los
honorables Magistrados de esta Alta Corte, en presente escrito contentivo del
recurso, cumple con todos los requisitos, muy especialmente, en lo relativo a
explicar concreta y separadamente cada motivo con sus fundamentos,
identificando claramente los vicios que afectan la decisión impugnada.
7
Corte Interamericana de Derechos Humanos, sentencia de fecha 2 de julio de 2004, con motivo del caso Herrera Ulloa
Vs. Costa Rica.
8
Tribunal Constitucional, sentencia TC/0007/12 del 22 de marzo de 2012
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(17)Además, como se advierte, la resolución impugnada fue notificada a los
abogados del Movimiento Cívico, CIUDADANOS CONTRA LA CORRUPCION C3,
según el acto No. 693 de fecha 12 de diciembre de 2014, por consiguiente, al ser
sometido el presente recurso en fecha 2 de enero de 2015, por necesaria
aplicación combinada de los artículos 143, 393, 396 y 418 del Código Procesal
Penal, es evidente que ha sido ejercido en la forma y dentro del plazo de diez (10)
días laborables9, legalmente establecido. Por tanto, esta Honorable Suprema
Corte de Justicia, debe declarar admisible el presente recurso y proceder con
arreglo a las previsiones de los artículos 420 y 427 del Código Procesal Penal.
SEGUNDA PARTE
FUNDAMENTOS DEL RECURSO.- OFERTA PROBATORIA Y CONCLUSIONES
§
I.- FUNDAMENTOS DEL RECURSO
De acuerdo Fernando Piernavieja Miembro, en una magnífica ponencia, en el
(18)
marco del seminario de actualización e implementación del Código Procesal
Penal, auspiciado por la Escuela Nacional de la Judicatura, ha dicho lo siguiente:
9
Mediante circular colgada en la página web esta Suprema Corte de Justicia declaró no laborables los
días 24, 25, 26 y 31 de diciembre de 2014 y 1 del me de enero de 2015.
10
Piernavieja Miembro, Fernando. El Nuevo Código Procesal Penal de la Republica Dominicana[online].Santo Domingo:
Escuela Nacional de la Judicatura, Fecha de publicación: Enero 2005
<http://www.enj.org/enj/esp/docs/articulos/0040.html>
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de la sentencia, y una nueva decisión, con o sin reenvío a nuevo juicio.”
11
(20)En el presente caso el recurso tiene como primer objeto, hacer verificar que la
decisión emitida por el Juez de la Instrucción contiene vicios que afectan su
validez, y en segundo orden, que por aplicación del artículo 415 del Código
Procesal Penal, esta honorable Suprema Corte de Justicia, proceda a dictar una
decisión propia sobre el asunto.
3. Errónea interpretación y aplicación del artículo 299 del Código Procesal Penal,
al creando una nueva manera para objetar la acusación, en abierta violación
de los artículos 68, 69 y 111 de la Constitución de la República.
11
DE LA RUA, Fernando, Teoría General del Proceso, Ed. Despalma, Buenos Aires. 1991, ps. 187.
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1. La instancia introducida en este Juzgado por el Movimiento Cívico
Ciudadanos Contra la Corrupción (C3); ha sido intitulada “querella-
acusación”, lo que desde ya provoca una confusión a los fines de
establecer su calidad en el proceso, como más adelante se
expondrá;
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Penal, en cuanto a la oportunidad, dispone que la querella debe
presentarse antes de que se dicte apertura a juicio y que pudiera
incluso depositarse en la audiencia preliminar, hay que advertir que ello
está supeditado al cumplimiento de determinados requisitos de forma y
fondo previstos en la normativa procesal, y que se encuentran
enunciados en los artículos 267 y siguientes de la misma;
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agenciarse la renovación o rectificación de los mismos; que en la
especie, dado que la parte que a estas alturas del proceso pretende
constituirse como acusador, conforme se evidencia por la lectura tanto
del cuerpo como de las conclusiones contenidas en su instancia, al no
haber sido reconocida como querellante, al amparo de las formalidades
prescritas para ello, no podría retrotraerse el proceso a etapas
anteriores para habilitársele tal calidad; al no ser su acto saneable por
no encontrarse legitimada para serlo;
(25)La denominación de acusador popular procede del término latino actio quivis
ex populo, y se refiere a la posibilidad de que un sujeto, en nombre del conjunto de
la sociedad, sostenga la acusación en relación con un delito determinado. Es así,
que el acusador popular es el sujeto procesal, que sin ser ofendido o perjudicado
directa e individualmente por el delito, puede legalmente ejercitar la acción penal
en los hechos punibles en perjuicio de la colectividad cometidos por empleados o
funcionarios públicos, en ocasión de su ejercicio, y en los casos violación de los
derechos humanos.
En este punto también es preciso destacar, que si bien la acción penal es una
(27)
obra principalmente estatal, por cuanto el Estado es quien administra justicia
mediante el proceso penal, lo que implica, desde la potestad de perseguir el delito
hasta el hecho de ejercer a través de sus órganos el ius pudiendi y ejecutar la
sanción penal materializada en la pena. Por ello, los artículos 29 del Código
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Procesal Penal, y 1 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, marcada con el No.
133-11 de fecha 7 de junio de 2011, disponen que cuando la acción penal es
pública, su ejercicio corresponde al ministerio público, todo ello, sin perjuicio de la
participación que el Código le concede a la víctima.
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de República unitaria, fundado en el respeto de la dignidad humana, los derechos
fundamentales, el trabajo, la soberanía popular y la separación e independencia
de los poderes públicos.”
(32)Hay que precisar sin embargo, que el ejercicio de la acción popular solo está
concebida para los casos de ilícitos penales, cometidos por funcionarios públicos,
en ocasión de sus funciones y en contra del interés general, no por delitos de
acción privada y contra particulares, excepto en los casos de violación de los
derechos humanos. Como ya se ha dicho, la participación de los ciudadanos es
especialmente importante cuando, por la naturaleza del delito, no existe
posibilidad de personación de acusación particular, al resultar afectados bienes
jurídicos supraindividuales.
(34) En esa virtud, la acción popular puede ser ejercida por ciudadanos, actuando
de manera individual o agrupados en organizaciones no gubernamentales de la
sociedad civil, como lo prevé de modo expreso el artículo 13 de la Convención de
las Naciones Unidas Contra la Corrupción.
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c) Puede ser ejercida por cualquier persona física con capacidad para actual en
justicia y por las organizaciones no gubernamentales debidamente constituidas
y registradas con arreglo a la ley.
d) Su ejercicio recae sobre los hechos punibles que afecten el interés general,
cometidos por empleados por funcionarios, público en el ejercicio de sus
funciones o en ocasión de esta y por la violación de los derechos humanos.
(37)En el párrafo tercero del artículo 85 del Código Procesal Penal, se establece el
fundamento legal para el ejercicio de la acción popular prevista en los artículos 13
de la Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción y el artículo 139 de
la Constitución de la República. A tal suerte el referido texto prevé lo siguiente:
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3. Ejercer la acción pública, o promover su ejercicio mediante querella o denuncia
(arts.29, 31 y 32);
5. Objetar ante el juez la decisión del ministerio público que aplique o niegue un
criterio de oportunidad, cuando no se ajuste a los requisitos legales o
constituya una discriminación (art. 35);
11. Ser informado de la acusación sometida por el ministerio público en contra del
autor del delito (art. 296);
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ejercida en la forma y en el tiempo previsto en el artículo 270 sin que pueda el
juzgador hacer distinción donde la ley no la hace, todo en virtud del principio Ubi
lex non distinguit, nec nos distinguere debemus: (Donde la ley no distingue,
nosotros no debemos distinguir), cuyo significado consagra que “el intérprete no
tiene facultades para limitar la aplicación de una ley concebida en términos
generales”12 mucho menos cuando esa limitación implique, concomitantemente,
una mutilación y disminución de un derecho fundamental que la Constitución
confiere a todos los ciudadanos.Como lo ha expresado Francesc Pérez Tortosa,
al decir:
“El acto popular debe ostentar la condición de parte acusadora con las
mismas oportunidad de defensa y ataque que poseen otros sujetos
acusadores, por lo que ha de tener la posibilidad de llevar a cabo las
actuaciones procesales de forma independiente y autónoma y ser un
verdadero contrapunto a la actuación del Ministerio Fiscal.” 13
(43)Es obvio entonces, que al afirmar que la querella solo podía ser presentada
durante la fase de la investigación preliminar, el Juez a quo, ha desconocido la
disposición expresa del artículo 270 del Código Procesal Penal.
Por otra parte, como hemos dicho inicialmente, la decisión impugnada incurre
(46)
en grave contradicción en su motivación, pues, por un lado, afirma que la querella
12
Carbonniere, Jean, Derecho Civil, Tomo I, Vol. I, pág. 166, No. 38
13
http://ruc.udc.es/bitstream/2183/9165/1/comunicacions_22_Perez_Tortosa_627-639.pdf
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sometida por la parte querellante ha debido cumplir con los requisitos de
admisibilidad previstos en los artículos 267 del Código Procesal Penal y que ha
debido ser presentada al Ministerio Público, y luego que el proceso no podía
retrotraerse a etapas anteriores. Eso es precisamente lo que procura el artículo
270 cuando prevé que al presentar querella en esta oportunidad: “deben cumplirse
todas las condiciones de forma y de fondo previstos en esa etapa”.
Así las cosas, al desconocer las previsiones expresas del artículo 270 del
(48)
Código Procesal Penal, al desnaturalizar la instancia de fecha 2 de diciembre de
2014, e incurrir en evidente contradicción en su motivación, la decisión impugnada
debe ser anulada.
§
SEGUNDO MEDIO: Desconocimiento de los principios de libre acceso a la
justicia, de tutela judicial efectiva y de seguridad jurídica e inobservancia de
las previsiones de los artículos 13 de la Convención de las Naciones Unidas
contra la Corrupción, 2, 7, 75 párrafo 12 y 139 de la Constitución de la
República.
(49)Como es consabido, en fecha 10 de diciembre del año 2003, el Estado
Dominicano suscribió la Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción,
del 30 de octubre de 2003, la que fue refrendada por el Congreso Nacional, según
se verifica en la resolución No. 333-06, promulgada por el Poder Ejecutivo del 8 de
agosto de2006.
En ese mismo orden, los artículos 8, 72, 75.12, 138, 139 y 246 de la misma
(51)
Constitución de la República del 26 de enero de 2010, prevén lo siguiente:
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“Artículo 8.- Función esencial del Estado. Es función esencial del
Estado, la protección efectiva de los derechos de la persona, el respeto
de su dignidad y la obtención de los medios que le permitan
perfeccionarse de forma igualitaria, equitativa y progresiva, dentro de un
marco de libertad individual y de justicia social, compatibles con el
orden público, el bienestar general y los derechos de todos y todas.”
Página 24 de 42
respectivas competencias, y por la sociedad a través de los
mecanismos establecidos en las leyes.”
(55)De modo pues, que tanto la Convención de las Naciones Unidas Contra la
Corrupción, la Constitución de la República, como las leyes adjetivas, garantizan a
los Ciudadanos el derecho a una participación activa, de asistir a la audiencia
como parte interesada, de querellarse y de acusar, a fin de contribuir en la
adopción de decisiones, en todos los actos ilícitos cometidos por funcionarios
públicos con motivo del ejercicio de sus funciones oficiales.
(56) Este derecho ha sido reconocido además por nuestro máximo órgano
constitucional, pues, en su sentencia TC/0286/13 de fecha 30 de diciembre de
2013, el Tribunal Constitucional ha expresado lo siguiente:
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adopción de decisiones, cuando proceda” (artículo 10 de la Convención
de las Naciones Unidas contra la Corrupción). Los Estados Partes
tienen, igualmente, la obligación de adoptar medidas que tengan como
finalidad fomentar la participación activa de personas y grupos que no
pertenezcan al sector público “(…) en la prevención y la lucha contra la
corrupción y para sensibilizar a la opinión pública con respecto a la
existencia, las causas y la gravedad de la corrupción, así como a la
amenaza que ésta representa” (artículo 13 Convención de las Naciones
Unidas contra la Corrupción).
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no pueden ser querellantes. Corresponde al ministerio público la
representación de los intereses del Estado en estos casos. La
intervención de la víctima como querellante no altera las facultades
atribuidas al ministerio público ni lo exime de sus responsabilidades”.
(60)Así las cosas, siendo el libre acceso a los procedimientos legales y la tutela
judicial efectivas, garantías judiciales y derechos fundamentales, entonces, en su
aplicación e interpretación debe tomarse en cuenta el principio de favorabilidad
previsto en el numeral 4) del artículo 74 de la Constitución, según el cual:
“4) Los poderes públicos interpretan y aplican las normas relativas a los
derechos fundamentales y sus garantías, en el sentido más favorable a
la persona titular de los mismos y, en caso de conflicto entre derechos
fundamentales, procurarán armonizar los bienes e intereses protegidos
por esta Constitución.”
(61)La decisión emitida por el juez a quo no solamente constituye una vulneración
de los principios de libre acceso a la justicia y de tutela judicial efectiva, sino que
se inscribe dentro de una estrategia impuesta a un sector del Poder Judicial, por
un sector del poder político, que pretende desconocer el artículo 13 de la
Convención Interamericana contra la Corrupción y la Convención de las Naciones
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Unidas contra la Corrupción, y garantizar la impunidad de los actos de corrupción
cometidos por funcionarios públicos, en abierta transgresión a las previsiones del
artículo 146 de la Constitución de la República. El cual establece lo siguiente:
1) Será sancionada con las penas que la ley determine, toda persona
que sustraiga fondos públicos o que prevaliéndose de sus posiciones
dentro de los órganos y organismos del Estado, sus dependencias o
instituciones autónomas, obtenga para sí o para terceros provecho
económico;
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invertir, es decir, que hemos pasado a ser campeón mundial, o sea, el más
corrupto de toda la región.
(65)La actitud que ha asumido el sistema judicial frente a los altísimos niveles de
corrupción ha dejado mucho por desear. La verdad debe ser dicha sin dobleces ni
eufemismos. Los propios operadores del sistema, unos pocos que aún están
interesados en combatir la corrupción, son los principales denunciantes del
fracaso del Poder Judicial para mantener su independencia frente a los retos que
le presenta el problema de la corrupción administrativa.
(66)De alguna forma, un sector del propio Poder Judicial ha recocido los niveles de
deficiencias que son innegables. En la publicación oficial del Estudio de
Percepción del Funcionamiento del Poder Judicial, éste ha revelado lo siguiente:
“La percepción de algunos(as) participantes es que en la práctica de la
administración de justicia existen tantos criterios de trato desigual, que
se añora un sistema que pueda imponerse por sí mismo de acuerdo a
sus normas, sin tomar en cuenta razones políticas, económicas,
religiosas, extracción social, prestigio o notoriedad pública, color de piel,
referencia sexual, apariencia, etcétera. Pues no se hace honor a esas
alegorías tan transcendentes de la mitología griega de una justicia con
una venda en los ojos, una balanza en una mano y en la otra una
espada para traspasar a quien sea sin atender a consideraciones
ajenas a la justicia. Desde que la justicia se quita la venda para ver a
quienes pesara y en función esto decide a quien traspasara con la
espada, puede concluirse no existe igualdad de trato ni seguridad
jurídica.”
(67)Sin embargo, en lo que tiene que ver con los casos de corrupción
administrativa, el informe publicado por el Poder Judicial se ha quedado corto. Los
niveles de complicidad y de apañamiento de la corrupción y la impunidad han
rebasado los límites de lo inimaginable.
(68)Es así, esta decisión no es más que una prueba tangible e inequívoca de los
niveles de descomposición moral por el que se descarrila el sistema de justicia,
producto de su falta de independencia de un poder político que ha demostrado no
tener escrúpulo y ser capaz de cualquier cosa con tal de garantizarse su
impunidad. Es simplemente un eslabón en esa cadena cancerígena que atraviesa
a casi todas las estructuras del sistema de justicia y que amenaza con corromperlo
absolutamente todo.
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TERCER MEDIO: Errónea interpretación y aplicación del artículo 299 del
Código Procesal Penal, han creado una nueva manera para objetar la
acusación, en abierta violación de los artículos 68, 69 y 111 de la
Constitución de la República.
(70)Como sea dicho previamente, en el curso de la audiencia celebrada el día 3 de
diciembre de 2014, conforme obra en el acta de la audiencia instrumentada al
respecto, la defensa de los imputados sometieron un medio de inadmisión en
contra de la postulación en justicia del Movimiento Cívico CIUDADANOS CONTRA
LA CORRUPCION C3. En esa misma oportunidad, la parte querellante solicitó al
Magistrado Juez, lo siguiente:
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(72)Por considerarlo de interés para el análisis del este aspecto del recurso
reproducimos los argumentos expuesto por el Ministerio Público, con motivo del
recurso de oposición, en el cual ha expresado lo siguiente:
Oído: Al Lic. Carlos Castillo Díaz, y los Dres. Laura María Guerrero
Pelletier, Pelagio Alcántara, Narciso Escaño, Wagner Cubilete y
Taipei Joa, Procuradores Generales Adjuntos de Corte de Apelación,
expresar lo siguiente: "Para el ministerio público en su condición de
parte y con aspecto de forma de conformidad con las disposiciones del
artículo 407 y siguientes del Código Procesal Penal, va a presentar un
recurso de oposición en audiencia a pesar de haber oído que se acaba
de emitir en este honorable salón, y fijaos bien y de entrada con el
recurso de oposición demanda el planteamiento de aspectos nuevos,
porque pedirle al tribunal que vuelva sobre una decisión que el mismo
ha admitido, el ministerio público de entrada entiende que todo a
plantear con relación a dicha decisión, deviene en aspectos nuevos y
por qué decimos esto, porque fue una decisión tomada bajo el imperio
propio del juzgador, es decir de aspectos que previamente no habían
sido discutidos por las partes. En principio el ministerio público se refirió
a una solicitud de inadmisibilidad en razón de que había sido puesta en
duda la calidad de una parte e hizo referencia en horario de la mañana
del día de hoy, posteriormente el Juez se retiró a deliberar, pero resulta
que la decisión que en principio y con relación a los aspectos que
habíamos discutido las partes, si bien es cierto que tuvo referencia en la
fundamentación de la decisión, en la parte dispositiva no se refería para
nada a esos aspectos, entonces desde el punto de vista de aspectos
nuevos que necesariamente hay que presentar en el curso de un
recurso de oposición, el ministerio público entiende que todos los
aspectos a plantar son nuevos porque necesariamente ha sido un punto
al que en su condición de parte, no se había referido en modo alguno,
cuáles son los vicios de que adolece la decisión que el ministerio
público impugna mediante la oposición y que le pide al juzgador que
vuelva a reconsiderar la misma; lo primero es que hay una violación de
múltiples disposiciones legales, violación a las disposiciones del artículo
270 del Código Procesal Penal en su aspecto dispositivo que es
recurrible, pero más aún en la fundamentación de dicha decisión,
Decimos que la decisión que impugnamos violenta las disposiciones
expresas del artículo 299 del Código Procesal Penal, pero que así
mismo la decisión que impugnábamos son los vicios que vamos a
desarrollar con relación a este recurso de oposición, hace una errada
interpretación del artículo 330 de dicho código y de igual forma y de ahí
la importancia de nuestro recurso, porque se ha dicho es que el
ministerio público no es parte afectada, no es así, es que las decisiones
que laceran el debido proceso necesariamente en el interés público el
ministerio público tiene un interés legítimo a proteger, y es que la
decisión que imputamos además como vicio inobserva las disposiciones
constitucionales previstas en el artículo 69.10 del debido proceso, pero
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además inobserva una serie de principios como son, principio de
legalidad, es una decisión total y absolutamente contraria al principio de
legalidad, principio de separación de poderes, porque uno de los vicios
evidentes es que el juzgador desborda sus potestades y hace una
especie de derogación tácita y por ende generación de un nuevo
procedimiento, principio de igualdad de partes, que también la decisión
lo vulnera, pero así mismo un principio que es básico en el régimen
adversarial que es el principio de justicia rogada, que el juzgador se
pronuncie sobre los aspectos que las partes le presenten, porque el
ministerio público sostiene para este recurso que se han violentado
múltiples disposiciones legales que hemos citado, iniciamos con la
primera que hemos citado el artículo 270 del Código Procesal Penal,
que es la regla no el principio, porque lo que permite aplicación gradual
son los principios porque se hace un contrapeso y se determina en el
caso en cuestión cuál tiene sobre un juicio de ponderación la mayor
naturaleza de aplicabilidad al caso, pero resulta a ser que el honorable
juez con su decisión ha inobservados aspectos que no están contenidos
en principios, sino en reglas expresas de la norma, porque, e iniciamos
con el artículo 270 del Código Procesal Penal con el principio
dispositivo y como es un recurso debemos ir primero a la parte
dispositiva, a como esa parte resuelve aspectos que son contrarios o
que están viciados, y el juez ha interpretado y ha dicho en su decisión,
que la querella que fuese presentada por una organización civil desde
el punto de vista y a juicio del juez del momento de su presentación era
inoportuno, desconociendo las disposiciones del 270 del Código
Procesal Penal y más adelante van a surgir argumentaciones
doctrinales de múltiples abogados de la defensa técnica, citaran el caso
de España, citaran incluso jurisprudencias no locales, porque desde el
punto de vista local no tienen jurisprudencia a citar, entonces cabe una
gran pregunta, a qué familia jurídica pertenece la República
Dominicana. El principio de legalidad constitucionalmente establecido,
cuando hay una norma expresa en la Ley con una regla, reitero no un
principio, que es de aplicación absoluta, permite y le da la potestad al
juzgador de poder desconocer una regla basándose en fuentes de
derechos secundarias como la doctrina, nosotros entendemos que no,
nuestra familia jurídica el principio de legalidad es el eje transversal en
nuestro estado de derecho, no es posible que el juzgador valore
interpretaciones doctrinales que puede ser buenas o mal interesadas,
porque al final quien hace las voces de las doctrinas, las personas que
juegan un rol en la sociedad, que perfectamente pueden ser abogados
en ejercicio y no le estamos restando autoridad, lo que nunca puede
hacer el legislador es desconocer una regla expresa, por lo menos no
podrá hacerla sin violentar el Principio de Legalidad sosteniendo su
decisión sobre argumentaciones doctrinales; es que hay una regla
expresa en el artículo 270 que dice cuál es la oportunidad de
presentación de la querella y ahí nos surge otra pregunta, ¿es qué esa
querella solo aplica para las víctimas que son personas, y no aplican
para la querella que presentan las organizaciones sin fines de lucro? y
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vale decir y dónde dice eso la Ley, en que parte esta eso en la ley, y
surge entonces una tercera pregunta, ¿y cuál es el momento conforme
a la ley de presentación de esa querella? que me lo enseñen en esa
normativa procesal penal, una sola regla prevé el momento procesal y
no hace diferencia entre querella de víctimas como personas físicas o
querellas como organizaciones sin fines de lucro, organizaciones de la
sociedad civil, en modo alguno puede haber una interpretación
jurisdiccional que inobserve esa regla sobre la base de una
interpretación de doctrinas; porque reiteramos, esa doctrina
perfectamente será aplicada y habría que revisar la legislación
española, pero es imposible aplicársela a la Dominicana por una
sencilla razón, porque hay una norma que es abc en materia de
derecho y es la jerarquía de las normas, hay una norma, hay un fuente
del derecho que es superior a esa doctrina, que es una regla expresa
que está prevista en el artículo 270 del Código Procesal Penal, y que el
juez de modo alguno la puede inobservar. Así mismo y fijaos bien, y se
ha dicho que ese fallo no es contra el ministerio público, lo que pasa es
que el fallo resuelve aspectos neurálgicos, no solo para este proceso,
yo diría para el estado de derecho en la República Dominicana, la
estabilidad jurídica en el país, y mal podría el ministerio público ante
una decisión tan agraviante al estado de derecho, quedarse pura y
simplemente sentado escuchando los argumentos libres de otras
partes, es que así mismo el honorable juez violentando esas
disposiciones del artículo 270, le ha cerrado la oportunidad a cualquier
otra parte, fíjese que aquí las partes han felicitado que el juez limite y
les diga que nadie puede venir cuando el legislador dijo si es posible
que acudan, pero más aún, y es otro aspecto que lacera más
gravemente la estabilidad jurídica y el estado de derecho, lo cual es
preocupante para el ministerio público porque debe de serio. porque
tiene que serlo necesariamente, por qué es un precedente que sentaría
las bases para que la estabilidad misma de los procesos penales se
mantenga tambaleante, y porque decimos esto, las disposiciones del
artículo 299 del Código Procesal Penal, que una de las defensa técnica
el Dr. Delgado y nos hubiese gustado que siguiera leyendo el libro que
estaba leyendo, nos hubiese encantado, porque fijaos bien honorable,
toda su línea de argumentación, todo lo que el leyó de esa digna
Magistrada, lo único que hizo fue ratificar los aspectos que de entrada
al ministerio público le llamó la atención aquí y que trataba de obtener
información porque es lo primero que aquí debió valorarse, que era
determinar y por eso hicimos una pregunta inicial si las partes tomaron
conocimiento y si habían producido algún escrito de contestación,
porque es a lo que manda el artículo 299 del Código Procesal Penal y
porque el Dr. Delgado para tratar de desacreditar el argumento de una
de las partes, todo lo contrario ha ratificado la esencia misma de ese
argumento, porque cuál es la interpretación de esa magistrada, que ese
plazo de cinco días si bien es cierto que no es una camisa, tiene forma
de reposición, en esencia y por eso nos hubiese gustado que el siga
leyendo por completo el libro que estaba citando, la única forma de
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garantizar de que ese plazo no resulte una camisa de fuerza es
precisamente cuando el juzgador entiende oportuno la renovación de
plazos, porque es la única forma en que un incidente que no ha sido
presentado en el plazo de ley por razones atendibles que ante una
renovación de plazos, podría posteriormente ser presentado, pero
algunas de las partes, la parte que presentó el incidente alegando falta
de calidad le pidió al juzgado que le repusiera los plazos, nosotros de
entrada en lo que establecemos y en lo que claramente define el
artículo 299 del Código Procesal Penal, resulta que el juez con su
decisión ha inobservado de manera absoluta las disposiciones de ese
artículo 299 y ha generado un procedimiento nuevo por demás
peligroso, porque en esencia que se ha planteado, que las partes para
nada tienen que regirse por esas disposiciones del artículo 299 o más
que las partes los imputados, lo cual choca con otros principios como es
el Principio de Igualdad de Partes, para nada no tiene la necesidad ni
siquiera de justificarle al Juez el por qué el incidente no ha sido
presentado de conformidad con estas disposiciones, porque él tiene
una carta blanca para presentarlo como el entienda y cuando el
entienda, eso sumamente peligroso para la estabilidad jurídica en la
República Dominicana, porque en esencia lo que dice esa decisión es
que esa parte no está sujeta a reglas, es decir que esa parte es libre de
manera absoluta para presentar de la forma que el entienda lo que el
entienda, eso no es posible si se respeta las disposiciones del artículo
299, no puede y es imposible que una decisión por lo menos
respetando el principio de legalidad, inobserva disposiciones legales
expresas sin hacer ni siquiera una justificación de en qué sentido
excepcionalmente eso podría ser permitido, aquí se han fijado una
nueva regla desconociendo la regla prevista en el artículo 299 y fijando
una nueva regla entonces el Juez no está violando solamente la regla,
sino también un principio básico del estado democrático y de derecho
que es el de separación de poderes, porque el juez no tiene potestad
para derogar disposiciones; el juez pudiera interpretar disposiciones,
esa es la facultad jurisdiccional, ahora accionar de manera directa
contra una disposición expresa como una regla no como un principio,
que está sujeto y que es de aplicación inmediata y automática, el juez
está yendo sobrepasando los límites, fijaos bien honorable, de igual
forma la decisión de vuestra presidencia ha hecho una interpretación
totalmente errada a juicio del ministerio público con relación a las
disposiciones del artículo 330, el juzgador establecía que con relación a
las argumentaciones vertidas en cuanto a que se había producido
incluso prueba aquí y yo diría más que de sorpresa de manera mágica,
porque vine con ella debajo de la manga sin habérsela comunicado a
nadie, tengo la posición de atreverme a decir que esa certificación me la
entregaron hace aproximadamente 30 días pero que yo la guarde
debajo de la manga, y espere la fecha de la audiencia y viene a la
audiencia y le dije al juzgador mire valóreme esas certificaciones, tengo
el valor de decir en la audiencia que yo tenía 30 con ese documento
guardado debajo de mi manga, que entendía que debía traerlo para
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sorprender porque hay un reconocimiento tácito de esa situación, el
juzgador para decir que eso es posible ha dicho en su decisión y por
eso reitero el interés básico del ministerio público aunque la base
dispositiva no le atañe el ministerio público, pero hay un tema de
fundamentación, de fijación jurisprudencial de esa decisión, el artículo
330 del Código Procesal Penal no permite la incorporación de prueba
como en el día de hoy ha pretendido, de hecho por la decisión del
juzgador se le ha permitido a una de las defensas, porque eso es un
artículo bastante claro, lo primero que es un artículo previsto para el
momento del juicio que perfectamente podrá decir la defensa ah! pero
es que las reglas del juicio también aplican a la audiencia preliminar y
eso lo entendemos, pero lo que pasa es que aun en el momento del
juicio, el artículo 330 tiene un momento, y por eso el legislador ha dicho
que de manera excepcional cuando surgen situaciones que ameritan
esclarecimiento le es posible hacer el aporte, entonces yo me pregunto
¿ y cuál fue la discusión previa o la producción previa que permitió la
generación de esa situación excepcional para que se permitiera que
esas pruebas y a juicio del juzgador se admitieran haciendo una
interpretación del artículo 330?, eso es un vicio visible y palpable en la
decisión que usted acaba de emitir, no se han dado condiciones en
modo alguno para pretender justificar la incorporación de esos
elementos bajo las disposiciones del artículo 330, todo lo contrario,
validar esos documentos, darle aspecto de legalidad y fuerza a esos
documentos lo que hace es violentar otros principios que también se
ensobearon con dicha decisión, como es el principio de igualdad de
parte, pudo la parte conocer y contradecir esos elementos de prueba,
podrán decir las defensas si porque ellos tuvieron derecho a la palabra,
pero resulta que no es así como se pueden contradecir los elementos
de prueba, es dándole la oportunidad a la contraparte de que pueda
primero conocerlo dentro del plazo razonable y segundo dándole la
oportunidad que pueda producir prueba en contrario, y eso se le
permitió, evidentemente que no; conociendo la decisión que declaró
inadmisible el recurso de oposición de C3, por la contaminación que se
trajo a este escenario por los procesados, y decimos contaminación
porque el artículo 425 del Código Procesal Penal señala que la
casación es admisible contra la sentencia de la corte de apelación, las
decisiones que ponen fin al procedimiento o deniegan la extinción o
suspensión de la pena, que no se da ninguno de esos presupuestos
para que fuera declarado inadmisible ese recurso de oposición, pero
como fue contaminado y se llevó la confusión al escenario, pues
decimos que se produjo una decisión que lo que tenía abierto era el
recurso de oposición como ocurrió, como lo está haciendo el ministerio
público porque el ministerio público hizo reserva en principio de
interponer su propio recurso de oposición y una de las partes
procesadas tratando de hacer una oposición desordenada sin decir que
era una objeción y luego cuando se entera del exabrupto entonces dice
que es una objeción, entonces quiere llevar también a confusión de que
el ministerio público no era parte en la objeción que se había
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presentado olvidando lo que el colega del ministerio público acaba de
señalar, pero desde el principio le planteamos el procedimiento que
señala el artículo 299, que dice que el imputado debe precisamente
para eso, para evitar la sorpresa, para garantizar igualdad procesal,
igualdad de armas, por todo lo antes expuestos tenemos a bien concluir
con relación a nuestro recurso de oposición, Primero: Declarar bueno y
válido en cuanto a la forma el presente recurso de oposición por haber
sido interpuesto conforme lo señalan los artículos 407 y 408 del Código
Procesal Penal; Segundo: Revocar la decisión recurrida en oposición en
audiencia que estamos planteando en estos momentos, toda vez que la
misma vulnera principios como son el principio de separación de
poderes señalado en el artículo 4 de la Constitución, la igualdad ante la
ley consagrado en el artículo 39 de la misma constitución y los artículos
11 y 12 del Código Procesal Penal, así mismo principio consagrado en
el artículo 7 del mismo texto legal, en cuanto al principio de legalidad
del proceso, principio que a la vez se viola con la decisión que estamos
recurriendo, el principio del plazo razonable, consagrado en los
artículos combinados 8 y 299 de la norma procesal penal, de igual
manera el principio de la obligación de decidir, toda vez que en la parte
dispositiva no se refiere a los planteamientos que originalmente hizo el
ministerio público en cuanto a que la parte procesada estaba en el
deber de poner en conocimiento al ministerio público de los medios
probatorios que iba a hacer valer, pero además en cuanto a que este
texto lo obliga a plantear los incidentes por escrito en el plazo de los
cinco días para evitar la sorpresa, el engaño, para que el ministerio
público tenga la oportunidad de conocer cuáles son sus planteamientos
y pueda tener la oportunidad de responderlo en igualdad de
condiciones, por igual vulnera el principio de justicia rogada, además los
artículos 85, 169 Y 267 de la norma procesal penal, es cuanto, bajo
reservas";
Es más que evidente, que al decidir como lo ha hecho, el Juez del tribunal, a
(73)
quo ha incurrido en abierta trasgresión de artículo 69, numeral 7 de la
Constitución, el cual, establece claramente lo siguiente:
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previamente establecido por la ley. Es un principio general que irradia todo el
ordenamiento jurídico, y que se expresa en la máxima “Nullum iuditio sine praevia
lege” (no hay proceso sin ley previa de cómo hacerlo).
(75) En ese mismo orden, cabe indicar, que la creación de los procedimientos
para el juzgamiento delos procesos judiciales, sean estos contenciosos o no,
corresponde de manera exclusiva al Congreso Nacional, a través de las leyes, y
sólo en caso de ausencia de disposición expresa, en los casos de vacío
legislativo, se autoriza a la Suprema Corte de Justicia crear los procedimientos,
como lo dispone el artículo 14 de la Ley 821 sobre organización judicial.
3ra. Las leyes de procedimiento, stricto sensu, son las que determinan
las formas que deben observar las partes interesadas para obtener y
asegurar, y los órganos jurisdiccionales para otorgar esa protección de
los intereses de los particulares.”
(77) De igual modo, aunque refiriéndose al procedimiento en materia penal, Andrés
Vitu, citado por Castillo, Pellerano y Herrera, en su obra Derecho Procesal Penal I.
Vi. I p. 44, se ha expresado en los términos siguientes:
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“El derecho a un proceso legal deriva del principio de legalidad,
consagrado en el artículo 8 numeral 5 de la Constitución, que dispone
“A nadie se le puede obligar a hacer lo que la ley no manda ni
impedírsele lo que la ley no prohíbe”. Del mismo modo consagrado por
el artículo 9 de la Convención Americana de Derechos Humanos y por
el artículo 15 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos.
Consiste este principio en el aseguramiento de que nadie será objeto de
persecución, ni sujeto de proceso sin la existencia de una ley previa que
confiera fundamento legal a la intervención de las autoridades.
En el ámbito del derecho penal se traduce en que nadie puede ser
procesado ni sancionado sino como consecuencia de una ley existente
previamente al hecho imputado (nullium delito sine lege previa).
Principio que se extiende hasta la ejecución de la pena (nulla poena).
Si bien la garantía de legalidad es, en la práctica, aplicable
comúnmente a la materia penal, no menos cierto es que la misma
es aplicable “mutatis mutandi” a las demás ramas del derecho,
salvo las excepciones de lugar”.
(79) Así pues, el sometimiento de un proceso judicial a un procedimiento distinto al
establecido en el ordenamiento legal, vulnera el principio de seguridad jurídica que
se encuentra tutelado en nuestro ordenamiento constitucional. De acuerdo con la
doctrina, particularmente, la enciclopedia virtual Wikipedia, se refiere a la
seguridad jurídica en el siguiente sentido:
(80)En ese mismo orden, Antonio Enrique Pérez Luño, en su obra La Seguridad
Jurídica. Barcelona, 1991, se refiere al tema en cuestión del modo siguiente:
14
http://es.wikipedia.org/wiki/Seguridad_jur%C3%ADdica
Página 39 de 42
“Cualidad del ordenamiento que produce certeza y confianza en el
ciudadano sobre lo que es Derecho en cada momento y sobre lo que,
previsiblemente lo será en el futuro (SAINZ MORENO). La seguridad
jurídica «establece ese clima cívico de confianza en el orden jurídico,
fundada en pautas razonables de previsibilidad, que es presupuesto y
función de los Estados de Derecho (PÉREZ LUÑO). Supone el
conocimiento de las normas vigentes, pero también una cierta
estabilidad del ordenamiento. La Constitución Española (art. 9.3)
garantiza la seguridad jurídica junto a otros principios del Estado de
Derecho» (jerarquía y publicidad normativa, irretroactividad de lo no
favorable, interdicción de la arbitrariedad), cuya suma constituye, según
ha declarado el Tribunal Constitucional (S.T.C. 27/1981), «equilibrada
de tal suerte que permita promover, en el orden jurídico, la justicia y la
igualdad, en libertad».” 15
§
II.- ELEMENTOS PROBATORIOS
15
http://www.enciclopedia-juridica.biz14.com/d/seguridad-juridica/seguridad-juridica.htm
Página 40 de 42
(85) Para probar los vicios en los que ha incurrido la decisión impugnada, la parte
querellante hará uso de la instancia de fecha 3 de noviembre de 2014, que
contiene la querella, así como de la resolución impugnada y del acta de fecha 3 de
diciembre de 2014, relativo a la audiencia celebrada en esa misma fecha.
(86)De igual modo, en virtud del principio de comunidad de las pruebas, la parte
querellante hará uso de cualquier elemento probatorio que sea sometido por las
demás partes del proceso.
§
CONCLUSIONES
16
Mediante circular colgada en la página web esta Suprema Corte de Justicia declaró no laborables los
días 24, 25, 26 y 31 de diciembre de 2014 y 1 del me de enero de 2015.
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1. Desconocimiento expreso de las previsiones del artículo 270 del Código
Procesal Penal, desnaturalización de la instancia de fecha 3 de noviembre de
2014 y contradicción en la motivación de la decisión.
3. Errónea interpretación y aplicación del artículo 299 del Código Procesal Penal,
al creando una nueva manera para objetar la acusación, en abierta violación
de los artículos 68, 69 y 111 de la Constitución de la República.
Página 42 de 42