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Psicología del lenguaje.


Investigación y teoría

Mercedes Belinchón
José Manuel lgoa
Angel Rlviere
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ISBN 84-87699~35-9 ¡

9 788487 699351 e(
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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y TEORIA LA COMPRENSION DEL DISCURSO

componentes esenciales de significado. O, lo que es lo mismo, la idea dichas o escritas. Muchas menos, porque comprender exige olvidar y
de que comprender es, en cierto sentido, dar coherencia global a los abstraer, entresacar lo esencial de lo accesorio. Desde esta perspecti-
textos y discursos. va, la comprensión puede entenderse como un proceso que permite
Así como la coherencia local, o puramente referencial, no asegura elaborar la macroestructura del texto a partir de su microestructura.
la existencia de una coherencia global en el texto (eso era lo que Ese proceso de elaboración se guía por lo que Kintsch y van Dijk
ocurría en el caso de 10), puede suceder que sean globalmente (1978) denominan macrorreglas, que son reglas de proyección semán-
coherentes textos cuya coherencia local es difícil de establecer y exige tica tales que relacionan proposiciones de nivel más bajo (micropro-
una intervención masiva de inferencias, como sucede en 11: posiciones, o ideas expresadas en el texto) con otras de nivel más alto
(macroproposiciones, o ideas que captan su contenido esencial), «y de
11. Preparó la pistola cuidadosamente. La mancha oscura apenas destacaba en la este modo derivan el significado global de un episodio o un discurso
oscuridad de la noche. Fueron dos fogonazos apenas sin sonido, a la manera de completo, a partir de los significados locales de las oraciones que
notas graves con sordina. El hombre cayó después de un momento de indecisión, contiene» (van Dijk y Kintsch, 1983, p. 190).
como asombrado por el tacto de la muerte.
Las macrorreglas definidas en el modelo de Kintsch y van Dijk
(1978) son esencialmente tres:
Mientras que en el texto 10 la pretensión de poner título es inútil,
en 11 basta con decir «un crimen» para significar un cierto núcleo l. Supresión. Dada una secuencia de proposiciones, se eliminan
esencial del texto. Sin embargo, se trata de un texto cuya coherencia todas aquellas que no constituyen condiciones de interpretación de
referencial exige un empleo amplio de inferencias, tales como que la otras proposiciones. Estas son las de nivel más bajo de la estructura
sombra era del hombre que cayó, que éste no era el mismo agente que proposicional del texto, que, por lo que establece la regla de supre-
el que preparó la pistola, que los fogonazos correspondían a disparos sión, no se incorporan a la macroestructura.
realizados con ella, etc. En 11 nos acude, enseguida, a la mente una 2. Generalización. Dada una secuencia de proposiciones, éstas
escena coherente, que seguramente no pudimos elaborar en 10. pueden sustituirse por otra, más general, que las incluya y recoja su
sentido esencial.
5 .2. · La noción de macroestructura 3. Construcción. Las secuencias de proposiciones que son condi­
ciones, consecuencias o componentes de otra más global pueden ser
La noción de macroestructura es empleada por Kintsch y van Dijk sustituidas por ésta.
(1978, van Dijk y Kintsch, 1983) para definir la descripción semántica
del contenido global del discurso. Puede entenderse como una cierta
El efecto de la aplicación de las reglas de supresión, generaliza-
organización de significado que representa los aspectos esenciales de
ción y construcción, es la elaboración de una estructura significativa
un texto, por medio de unidades que van Dijk y Kintsch (1983)
mucho más económica que la del texto base, i.e. que contiene menos
denominan macroproposiciones (para diferenciarlas de las rnicropro-
proposiciones. Así, la comprensión de textos, como en general los
posiciones de que se. compone el texto base). Lo que tienden a
procesos cognitivos, se guía por principios de economía cognitiva y
recordar los sujetos, cuando intentan acordarse de un texto, es la
abstracción suficiente, semejantes a aquellos por los que se rigen los
macroestructura, y no la microestructura del mismo: como demuestra
procesos de razonamiento (Riviere, 1986); es decir, por la doble
el efecto de niveles, solemos recordar las ideas principales de un texto necesidad de: a) limitar· la complejidad de las representaciones y
y no las subordinadas. Nos es más fácil recordar lo que podemos
procesos, en función de las limitaciones del propio sistema cognitivo
llamar «el centro» del texto, y más difícil traer a la memoria sus
y b) de extraer los contenidos y relaciones esenciales para que se
componentes periféricos. De este modo, la noción de macroestructura
produzca el proceso de comprensión. Como señalan van Dijk y
(que trata de superar el carácter pasivo y centrado en el texto, más
Kintsch:
que en el sujeto, del primer modelo de Kintsch) se corresponde más
fielmente que la de microestructura con la representación psicológica en los modelos cognitivos, las macroestructuras semánticas no sólo tratan de
de los textos y discursos en los procesos de comprensión y recuerdo. dar cuenta de nociones tales como las de tema, o significado esencial, o de
¿Y qué tenemos en la mente, al recordar y comprender textos o explicar aspectos de la coherencia global. También se han propuesto por
discursos? En cierto sentido, tenemos muchas más ideas que las que razones cognitivas más fundamentales. Las macrorreglas son también reglas de
se expresan en los textos base, pero también muchas menos. Muchas reducción y organización de la información. Las secuencias amplias de estructu-
más, porque comprender implica constantemente inferir ideas no ras semánticas complejas, tales como las oraciones, dibujos, escenas naturales o

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acciones, no pueden manejarse bien si no se emplean estructuras de nivel


superior de uno u otro tipo. Cuando comprendemos un texto, no tenemos Oraciones del texto de superficie
acceso a todas las oraciones que hemos leído ... Las macroestructuras no son ni
mucho menos, un lujo en la comprensión del discurso: sin ellas, posiblemente !
Mecanismos de parsing sintáctico, interpretación semán-
no podrían hacerse las tareas complejas (que requiere) (van Dijk y Kintsch,
1983, pp. 194-195). tica de oraciones, construcción de proposiciones y defini-
ción de coherencia referencial
. La tarea de comprender implica así procesos de reducción de !
u:formació?, y organización de ideas, que permiten identificarla, en Microproposiciones del texto base
cierto s~i;indo, con una tarea de abstracción. Por otra parte, la
abstracción de la macroestructura no se produce post hoc, sino que es !
un proceso gradual, que acontece durante la recepción del texto. Mecanismos de aplicación de macrorreglas de supresión,
¿~Ómo se realiza ese proceso? Una idea importante es que la deriva- generalización y construcción.
cion de la macroestructura no sólo se realiza en función de la !
microestructura, es decir, del conjunto de ideas contenidas explícita- Macroproposiciones ! macroestructura
mente en el texto, sino también, y muy fundamentalinente en
función de los esquemas, organizados en la memoria permanente,' que i
las personas poseemos tanto acerca de las estructuras de los textos Mecanismos «top-clown» de aplicación de conocimientos
como acerca de las estructuras de los objetos y acontecimientos del en MLP al texto en curso.
mundo. Hemos dicho que el discurso constituye el punto de sutura t t
entre el conocimiento del lenguaje y el del mundo. Pues bien: la
noción de macroestructura remite al punto concreto en que esa sutura Esquemas y guiones sobre objetos/rela- Esquemas y gramáticas que representan
se produce. La construcción de la macroestructura se guía, «desde ciones en el mundo los conocimientos sobre textos y discursos
abajo», por las ideas explícitas en el texto, y «desde arriba» por los Figura 11.4. Esquema de relaciones entre estructuras de conocimientos que intervie-
esquemas acerca de la organización de los propios textos y acerca de nen en la comprensión del discurso.
los «mundos», reales o virtuales, a los que el texto remite. En la
figura 11.4 se sintetiza esa idea:
Como se ve en la figura 11.4, la elaboración en-curso de la Veamos, por ejemplo, el texto 12:
macroestructura se guía por a) lo que el texto dice y b) lo que el que
lo comprende sabe, y muy significativamente por lo que sabe sobre el 12. Los incendios de los bosques deterioran el medio; el problema reside en la falta de
mund? d~} que el texto habla y también sobre la naturaleza y cuidado de la gente y de equipos eficaces para apagar los fuegos. La solución
orgaruzacion de los textos en general. En ese proceso de elaboración consiste en educar a la población, preparar equipos capacitados de bomberos y
se hace p,recisa la u~ilización. de relaciones de coherencia que so~ dotarles de recursos suficientes.
mucho mas fuertes e informativas que las puras asociaciones referen-
ciales de la microestructura. La macroestructura del texto, en la representación que propone
Meyer (1985), sería como la que se muestra en la figura 11.5:
5.3. Macroestructura y estructura lógica del texto La figura 11.5 nos dice que, con arreglo al modelo de Meyer, el
texto 12 se corresponde con una macroestructura que contiene una
La asignación de las relaciones de coherencia global está determina- relación esencial: hay que dar respuesta a un cierto problema que
da, frecuentemente, por conocimientos que posee el oyente/lector y requiere una solución. El problema que se plantea es cómo impedir
que se presuponen en el texto sin hacerse explícitos. Meyer (1985) que los bosques se quemen, y la solución implica una colección de
establece, por ejemplo, los siguientes cinco grupos básicos de relacio- respuestas: educar a la población y preparar equipos de bomberos. A
nes frecuentes en textos expositivos: 1) colecciones, 2) causaciones, 3) su vez, el problema tiene como causa la falta de equipos y de cuidado
respuestas (que se presentan a veces en formatos problema-solución, por parte de la gente. Y los equipos de bomberos deben ser -se
pregunta-r~spuest~, ~te.), 4) c?~paraciones y 5) descripciones (en que especifica- preparados y con recursos.
se proporciona mas información sobre un tema, presentando atribu- En la representación anterior, la macroestructura se hace corres-
tos, contextos, etc., de algo). ponder a la estructura lógica del texto. Expresa las relaciones esencia-

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r~1 ... vLuv1A l>tL LtNUUAJt. INVtSllGACION Y TEORIA LA COMPRENSION DEL DISCURSO

supone la hipótesis clásica de la reconstrucción inferencial, o consti- 5. MACROESTRUCTURAS Y TEMAS


tuye también un fenómeno genuino de comprensión, como suponen
los modelos alternativos, de repetición de argumentos, accesibilidad 5.1. Coherencia local y coherencia global
representacional y construcción inferencia!? Las investigaciones sobre
la relación entre la jerarquía de las proposiciones y los tiempos o Como nos sugieren los estudios sobre el efecto ?e
niveles, co~pren-
modos de lectura de los elementos lingüísticos que las simbolizan der el discurso no consiste sólo en detectar las ideas que contiene Y
(palabras, cláusulas y oraciones) permiten dar una respuesta bastante establecer la coherencia local entre ellas, en virtud de la regla por la
clara a esta cuestión: aparte de la intervención de factores de memo- cual se relacionan entre sí las proposiciones con argumentos comu-
ria, la influencia de la importancia de las ideas se demuestra ya en los nes. La comprensión es, desde un principio, un proceso activo que se
procesos mismos de comprensión. Un reflejo de ello es el hallazgo de basa en el supuesto de que los textos o unidades discursivas tienen un
que las palabras y cláusulas que corresponden a proposiciones de significado global, identificable, en cierto modo, cor: ~o que llam~mos
niveles jerárquicos superiores reciben tiempos de lectura más altos tema, y que no consiste en la suma o agregac10r: de la~ ideas
que las de niveles inferiores (Cirilo y Foss, 1980). Cuando una misma moleculares (o microproposiciones) que el texto contiene. Cierto es
frase se incluye en dos textos de tal manera que, en uno de ellos, se que lo que llamamos la «esencia;> de un texto se ~~trae, en par~e, de
corresponde con una idea que ocupa un lugar más alto en la jerarquía las ideas particulares, pero no solo de ellas: también de un conjunto
proposicional, y en el otro un nivel más bajo, el tiempo de lectura de complejo y organizado de conocimientos y esquemas sobre el mundo
la misma frase es mayor en el primer caso (como si se le dedicara más a que el discurso se refiere, y de otro conjunto de esquemas ac~rca de
atención). Además, los tiempos de fijación ocular en las palabras que la organización del propio discurso. En suma: comprender el discu~so
corresponden a proposiciones de niveles jerárquicos superiores son no es sólo convertir las representaciones oracionales en representac~o-
más largos incluso en la primera lectura, y esas palabras son, con más nes proposicionales, como. si las oraciones se mirasen ~1; un espe¡o,
frecuencia, blancos de movimientos regresivos de ojos durante el abstracto pero fiel, de ideas. A lo largo de la comprension, las ideas
proceso de lectura (Mande!, 1970; Shebilske y Fisher, 1980). En suma: son activamente sometidas a procesos de depuración, abstracción y
los lectores se fijan más tiempo en los elementos lingüísticos que elaboración, que permiten asignar al texto una coherencia global. De
reflejan ideas importantes, y vuelven más veces sobre ellos. Cirilo y hecho, hay series de oraciones localmente coherentes, pero que
Foss (1980) han propuesto, en virtud de todo ello, que el efecto de carecen de coherencia global, como es el caso de 10:
niveles puede explicarse por el hecho de que las ideas superiores
consumen más recursos de atención que las otras. 10. Antonio habla con María. María tiene una casa en Barcelona. Antonio es
Como demuestran los trabajos sobre movimientos oculares y aficionado a la lotería. Barcelona está en la costa. La lotería no suele tocar. La
tiempos de lectura, a lo largo del proceso mismo de comprensión, las casa tiene dos pisos. En el segundo piso duerme el gato.
personas que comprenden un texto o un discurso hacen algo más que
codificar proposicionalmente las ideas que contiene: también las La impresión que tenemos al leer 10 es que, a pesar de que las
pesan y organizan, las convierten en una estructura conceptual en la oraciones estén localmente conectadas por repetición de argumentos
que no todo tiene el mismo valor. Realizan un procesamiento activo, (María de la primera a la segunda, Antonio de la primera a la tercera,
que no se limita a reflejar especularmente el texto «traduciendo» las Barcelona de la segunda a la cuarta, etc.), no hay, en re~l~dad, un
oraciones a proposiciones. Ese procesamiento activo permite cons- texto coherente, sino oraciones que, a pesar de estar superf1cialm~nte
truir mundos coherentes de ideas con diferentes pesos y papeles. Al relacionadas, carecen de una coherencia global, no se organizan
comprender textos y discursos, las personas elaboran macroestructu­ alrededor de un tema.
ras, que implican funciones de abstracción. Estas funciones permiten Las nociones de tema, macroestructura y coherencia global están
que la comprensión vaya mucho más allá de lo que el texto dice estrechamente relacionadas y remiten, todas ellas, a dos supuestos
literalmente, pasando de las cláusulas y oraciones a escenarios menta- esenciales para explicar la comprensión del discurso: 1) el supuesto de
les y mundos organizados de ideas. que los textos y discursos se organizan en torno a ideas esenciales que
corresponden a unidades globales de significado irreductibles a otras
más moleculares, como los rasgos semánticos, las microproposiciones
o los lexemas, y 2) la idea de que una parte importante de la actividad
de comprensión del discurso consiste precisamente en el descubri-
miento y la abstracción, y también la explotación inteligente, de esos

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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y TEORIA
LA COMPRENSION DEL DISCURSO

Respuesta
para asegurar la «realidad psicológica» de las macroestructuras?;
¿hasta qué punto es necesario recurrir a ellas para explicar la com-
Problema Solución prensión?
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Colección
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5.4. Factores de procesamiento macroestructural
Impedir que el medio se deteriore Educar a la Preparar equipos

P" ]o, r"ciº' población de bomberos Un hallazgo importante, favorable a la idea de que la comprensión
implica procesos de elaboración macroestructural, es el resultado ya
mencionado de que existe una relación entre el nivel de las proposi-
1 ciones en el texto base y el tiempo de lectura de los elementos
Causación Descripción (palabras, cláusulas y frases) que sirven para representar tales propo-
siciones: cuando una misma representación «de superficie» (una
Antecedente Consecuente
cierta oración, por ejemplo) se sitúa en un texto en que la idea que
1 1
representa ocupa una jerarquía más alta, su lectura se hace más lenta

l~-Ll
(Cirilo y Foss, 1980). Este fenómeno es explicable si se supone que las

11
Colección Causación Colección
proposiciones de niveles más altos son candidatas a ser seleccionadas
para incluirse en la macroestructura, y que la selección es un proceso
Antecedente Consecuente que, consume tiempo. Hay un modo de someter a prueba esta
1 1
hipótesis: si el mayor tiempo de lectura de las representaciones de
Falta de Falta de Incendios Deterioro Equipos Equipos
ideas superiores se relaciona con procesos de tipo macroestructural,
cuidados equipos bosques medio capacitados con recursos
entonces ese fenómeno dejará de darse cuando se dificulten o impidan
tales procesos. Esto último puede hacerse manipulando las instruccio-
Figura 11. 5. Representación lógica de la macroestructura de un texto según el modelo
nes que se dan a los sujetos sobre la tarea experimental que tienen
de Meyer (1985).
que realizar. Por ejemplo: cuando se instruye a los sujetos para que
comprendan el significado esencial de un texto, extraigan su tema
les que se dan en él. Y, ciertamente, en la perspectiva de Meyer principal, o resuman el discurso, se induce una estrategia de procesa-
(1985), comprender un texto equivale, en gran parte, a extraer su miento claramente macroestructural, muy diferente de la que se
estructura lógica esencial. Aunque esta concepción haya recibido estimula al pedirles, por ejemplo, que lean un texto para detectar sus
críticas por su estilo algo «apriorista» y logicista, que parece dejar posibles fallos ortográficos. Schmalhofer y Glavanov (1986) han
poco sitio a la intervención activa y, hasta cierto punto, deformante encontrado que las frases que corresponden a proposiciones superio-
del que comprende, contiene una idea importante: comprender un res exigen más tiempo de lectura sólo cuando se induce un procesa-
texto implica descubrir las relaciones que se dan en él y jerarquizar miento macroestructural del texto por parte de los lectores. En caso
esas relaciones. Meyer, Brandt y Bluth (1980), entre otros muchos contrario, la diferencia entre proposiciones superiores e inferiores
investigadores, han demostrado que los sujetos que comprenden mal desaparece.
un texto lo recuerdan, después, como una «lista» de proposiciones Hay tres tipos de variables principales que condicionan el grado
con escasa estructura, mientras que los más capaces de comprenderlo, en que se elabora la macroestructura del texto o el discurso en el
recuerdan bien «sus relaciones lógicas inherentes»: las relaciones de proceso de comprensión: variables del texto, de los propósitos con
las que, en definitiva, depende la coherencia global del texto. que se recibe, y de los sujetos que tratan de comprenderlo. En cuanto
En suma, el concepto de macroestructura intenta dar cuenta de al texto, hay numerosas investigaciones que demuestran que los
varios fenómenos bien conocidos en el estudio del tratamiento psico- textos bien organizados facilitan el procesamiento macroestructural
lógico de los textos. Fenómenos tales como el mejor recuerdo de sus (Hayes y Simon, 1974; Kintsch y Greeno, 1985; Kintsch y van Dijk,
ideas importantes, la relación entre este efecto de niveles y la capaci- 1978; van Dijk y Kintsch, 1983), mientras que los mal organizados,
dad de comprensión de los que recuerdan, el hecho de que éstos vagos o azarosos lo dificultan (Lorch, Lorch y Matthews, 1985) y, en
reconstruyan también mejor su estructura lógica inherente cuanto el extremo, el efecto de los niveles sobre el recuerdo y el tiempo de
mejor comprenden, la mayor detención en el tratamiento . ~e las lectura desaparece cuando se neutraliza la influencia de la estructura
proposiciones fundamentales, etc. ¿Son estos fenómenos suficientes textual (Kintsch y van Dijk, 1978; Cirilo, 1981).
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Los propósitos y metas con los que se l~en los textos tienen Un pasaje (del discurso) puede concebirse como un tapiz bien tejido, en el que el
también una influencia significativa sobre el estilo con que se proce- tema general (topic) se introduce al principio, y luego se vuelve a él, una y otra
san. La elaboración de la macroestructura se hace más prob~ble vez, con comentarios sucesivos, que se encajan en la trama general del tapiz por
cuando se plantea, por ejemplo, el objetivo de resumir o esquematizar su relación con el tema. Desde esta perspectiva, una parte importante de la
un texto (Brown y Day, 1983) y menos cuando se trata d~ ,detectar tarea de comprender consiste en descubrir el tema general y luego descubrir las
relaciones que mantienen con él los otros enunciados.
algún aspecto superficial (por ejemplo, errores de puntuac10?). Los
propósitos prototípicos de la lectura y e~cucha d~ textos y discursos
(que suelen implicar entender lo que se dice) son inductores claros de Para ilustrar el carácter nuclear del tema en el tratamiento
procesos macroestructurales. psicolingüístico del discurso, basta con ver lo que sucede cuando el
También las características personales de los que tratan los textos tema queda oculto, como en el párrafo 13, adaptado de Dooling y
influyen: sus conocimientos previos, edad, capacidades lingüísticas, Lachman (1971), en traducción libre:
etc. Por ejemplo, Spilich et al. (1979) han d:mostrado que, cu.ando
reciben un discurso sobre un tema, los sujetos expertos retienen 13. Financiándose con joyas empeñadas, nuestro héroe desafió con valor las sonrisas
mejor las ideas más relevantes que los novatos, ~ la diferencia entre desdeñosas que trataban de impedir su plan. "Vuestros ojos os engañan", les
unos y otros no resulta ser significativa, en cambio, en el caso de las había dicho, "Es un huevo, y no una mesa, lo que mejor representa ese planeta
ideas de niveles inferiores. . inexplorado". Ahora, las tres hermanas tenaces buscaban la prueba. Avanzando
El papel de la macroestructura en el proce~o. de comprensión sin desmayo, moviéndose a veces en la calmosa inmensidad, y más frecuentemen-
te sobre cumbres turbulentas y valles abruptos, los días se hadan semanas, y eran
sugiere la posibilidad práctica de emplear procedimientos de mstruc-
muchos los desconfiados que esparcían rumores temerosos acerca del huevo. Al
ción de las estrategias macroestructurales que emplean naturalmente
fin, desde ninguna parte, aparecieron venturosas criaturas aladas que parecían
los lectores más competentes, para mejor~r las capa;:idades de c?:U; transportar en sus alas un punto de respiro.
prensión de los menos competentes. Por ejemplo, Leon (1991~ utilizo
el modelo de macroestructura de Mayer (1985) para realizar un
programa de instrucción ~~ alumnos de. :nseñanza secundaria, a los ¿De qué se habla? ¿Quién era el héroe, las hermanas tenaces, los
que se enseñaban sistemáticamente habilidades tales. ~~mo ~laJ:orar desconfiados, las venturosas criaturas aladas? Las oraciones del texto,
un título para un texto (determinar su macropropo~ic10n principal), por separado, son gramaticales e inteligibles, pero el todo resulta
identificar las relaciones dominantes en su contenido y hacer un difícil de comprender y recordar, a menos que se descubra un tema:
resumen del contenido (es decir, explicitar la macroestructura). Los «El descubrimiento de América por Cristóbal Colón». Ahora todo se
sujetos instruidos en estas tareas macroestructurales demostraron encaja de repente y tenemos un insight repentino de relaciones ante la
conciencia.
después que eran capaces de recordar mejor que 1?~ no-instruidos
aspectos macroestructurales, como las macroproposiciones y las es- El tema del discurso no es reductible a los temas de las ideas que
contiene. Sirve de guía para acceder a un conjunto relevante de
tructuras lógicas principales de un nuevo texto.
conocimientos sobre el mundo que guían el proceso de comprensión.
Así, en el texto 13, el tema «descubrimiento de América por Cristóbal
5. 5. El tema y su relevancia psicolingüística
Colón» juega el papel de una clave cifrada, que nos permite abrir esa
inmensa caja de caudales a la que llamamos «memoria permanente»:
El núcleo de la macroestructura del discurso es el tema, que puede ahí encontramos un cierto conjunto organizado de conocimientos, de
identificarse con la macroproposición que ocupa el lugar más alto de esquemas o guiones sobre Colón y el Descubrimiento, que nos
la jerarquía de la macroestructura (el ~ivel 1). En realid~d, una forma permiten interpretar el texto. Además, el tema es también como un
útil de entender psicológicamente el discurso es concebirlo como una ancla al que se anudan las ideas del texto. En 13, las ideas que
actividad cooperativa, que gira alrededo: de un te?1.ª· f'.l pr?~uctor «bailaban» al recibir el texto sin tema, se estabilizan y afirman
del discurso en virtud de su compromiso pragmatico implícito de cuando se nos informa de él, o lo descubrimos por nosotros mismos.
«ser claro» suele tender a marcar la información sobre el tema, con el El tema organiza esas ideas. Cumple así la doble función de apuntar a
fin de facilitar la actividad cooperativa que realiza el que comprende, los conocimientos extradiscursivos relevantes para comprender, y de
y que sólo es posible cuando el tema es compartido. Como ha se- organizar internamente el propio discurso. Las metáforas de la clave
ñalado Carroll (1986): y el ancla son, así, muy adecuadas para sintetizar las importantes
funciones cognitivas que juegan los temas.
El supuesto implícito de cooperación, en el que se basa toda

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actividad discursiva (y del que hablaremos detenidamente en el para «luna», y sucede lo contrario con la inferencia «el viaje espacial
capítulo 14), establece frecuentemente la conveniencia de marcar el fue largo» (Kozminsky, 1977).
tema con ciertos recursos lingüísticos: a veces se señala explícitamen- La primacía cognitiva del tema del discurso se deriva de los
te el tema, como cuando se titula un texto o se asigna valor temático mismos factores que permiten explicar el efecto de niveles (grado de
a una idea con un comentario manifiesto («lo importante es ... », procesamiento en la codificación, accesibilidad de las ideas superio-
«ahora vamos a hablar de ... », etc). Pero existen otros recursos res, reconstrucción o construcción inferencia!, atención mayor a
lingüísticos que también se relacionan muy estrechamente con el proposiciones principales), al ser el tema la proposición que ocupa el
tema. Por ejemplo, es frecuente que éste se mencione (a no ser por lugar más alto de la jerarquía macroestructural. A estas explicacio-
razones retóricas o descuido del discurso) inicialmente y no al final. nes, ya mencionadas, debemos añadir otras dos, que se relacionan
También es frecuente que el tema se mencione frecuentemente, que con los conceptos de conectividad y pertenencia a la cadena principal
cumpla el papel gramatical de sujeto de una oración y que correspon- del discurso. La conectividad es la cantidad de conexiones que cada
da al contenido más general, relevante y abstracto del discurso, que proposición mantiene con otras en el texto base, cuando en éste se
implica a los demás de algún modo. Estos recursos tienen una incluyen las inferencias necesarias para la comprensión. Es, por
influencia demostrada en la comprensibilidad del discurso. Por ejem- consiguiente una propiedad de las proposiciones como tales, pero que
plo, el título constituye una ayuda muy útil en el proceso de interpre- se deriva de la estructura en que se insertan. Algunos investigadores
tación. Veamos un ejemplo de ello en el texto 14, traducido libremen- han sugerido la idea de que la importancia temática de una proposi-
te de Hasher y Griffin (1978): ción es tanto mayor cuanto mayor sea su conectividad. Veamos un
ejemplo utilizado por Graesser, Robertson y Anderson (1981), que
14. El viaje fue largo y la tripulación estaba expectante. Nadie sabía, en realidad, qué analizaron la conectividad de las ideas explícitas e implícitas en el
habría en las nuevas regiones a las que se dirigían. Claro que se hacían siguiente texto breve:
especulaciones sobre la naturaleza de esos nuevos lugares, pero los hombres de
ese pequeño grupo sedan los únicos en conocer la auténtica verdad. Aquellos 15. Una abeja sedienta fue al río y la fuerza de la corriente la arrastró.
hombres participaban en un episodio que cambiaría el rumbo de la historia.
Cuando se analizan las ideas explícitas o inferidas del texto 15, se
¿Se trata, de nuevo, de un texto sobre «El descubrimiento de encuentra, por ejemplo, que la idea (SEDIENTA, abeja) tiene muchas
América por Cristóbal Colón»? Es una posibilidad en la que quizá menos conexiones que la proposición (ARRASTRAR, A: fuerza. O:
haya caído el lector, que tenía activado ese contenido temático en la abeja). En la formalización de Graesser et al. (1981), la primera
memoria, después de los comentarios anteriores sobre el texto 13. proposición tiene una conectividad de 1 y la segunda de 6. Este índice
Pero también podríamos poner a 14 otro título, que permitiría está relacionado con la importancia subjetiva que las personas asig-
acceder, en la memoria, a módulos de conocimiento bastante diferen- nan a las ideas del texto (Trabasso y Sperry, 1985) y con el recuerdo
tes. Por ejemplo: «El primer viaje a la luna». La integración del de tales ideas, que es tanto mayor cuanto más alta es la conectividad.
discurso es diferente en uno y otro caso. Por ejemplo, la frase «el viaje La frecuencia de mención de las ideas es, muchas veces, un indicador
fue largo» suscita una escena mental de un viaje marítimo de meses, externo de su conectividad.
en el caso de «Colón», y de un viaje espacial de días o semanas, en el Un índice estrechamente relacionado con la conectividad es el
de la «Luna». grado de pertenencia de una idea a la cadena principal del discurso.
La explicitación del tema facilita la integración y, por consiguien- En este caso, el supuesto es que ese nivel de pertenencia es, también,
te, la comprensión y el recuerdo del discurso. Su ausencia da lugar a un indicador preciso de la importancia temática. En todo discurso,
una pobre comprensión y un nivel bajo de recuerdo (Bransford y hay ideas que se insertan en un marco general de relaciones centrales,
Johnson, 1972; Dooling y Lachman, 1973). Empleando textos de tales como las que define Meyer (recordemos que ella hablaba de
historias no familiares de dificultad normal, Schwartz y Flammer relaciones de colección, respuesta, causación, etc.), y otras ideas que
(1981) encontraron que la mención del título aumentaba en un 50 % terminan en «puntos muertos», es decir, en puntos en que no se
el recuerdo de las ideas transmitidas. Además, el tema definido por el continúa la cadena relacional. Las primeras, que ocupan un puesto
tÍtulo determina las inferencias específicas que se realizan sobre el temático más central, son evaluadas como más importantes por las
texto, y que frecuentemente se reconocen o recuerdan como forman- personas que comprenden textos (Omanson, 1982), y se recuerdan
do parte de él, aun cuando no fueran explícitas. Así, la inferencia «el mejor (Trabasso et al., 1984).
viaje fue por mar» es probable, en 14, para el tÍtulo «Colón», pero no Las observaciones anteriores ilustran la utilidad psicolingüística

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de tratar el concepto de tema como referido a una característica que apartados anteriores cómo influyen en la comprensión las estructuras
pueden poseer las unidades del discurso implícito en mayor o menor de proposiciones o ideas (es decir, los textos de base y las macroes-
grado (el nivel de ternaticidad). Los temas no tienen por qué ser tructuras). La cuestión que nos planteamos ahora es diferente, aun-
explícitos. Puede haber proposiciones inferidas cuyos niveles de co- que no independiente de esa: ¿tenemos las personas alguna clase de
nectividad y pertenencia a la cadena causal principal sean mayores conocimiento implícito, alguna clase de «gramática» si se quiere, no
que los de otras ideas explícitas en el discurso. Además la noción de referida ya a éste o aquel texto particular sino a los textos o discursos
tema remite a una dimensión, más que a una categoría bien recorta- en su sentido más general y abstracto, y que intervenga en la
da. Ello se deriva del hecho de que el discurso es una estructura comprensión?
compleja, y no una jerarquía unidireccional de ideas, en que éstas La idea de que en la comprensión de textos interviene el conoci-
sean súbditos sometidos a un tema con el mismo imperio absoluto miento de una cierta «gramática textual» se ha desarrollado por
sobre todas ellas. Se parece más a una sociedad abierta, en que hay analogía con ese supuesto fundamental de la psicolingüística, del que
una pluralidad de instituciones y papeles, que contribuyen a una ya hemos tratado en los capítulos sexto y décimo, según el cual los
misión cooperativa común, a pesar de la diversidad de sus papeles y usuarios del lenguaje poseemos ciertos conocimientos gramaticales
las diferencias entre sus relevancias temáticas. implícitos, que definen nuestra competencia como oyentes-hablantes
de un lenguaje natural, y que influyen en los procesos de comprensión
de unidades subtextuales tales como las cláusulas y oraciones. Del
6. COMPRENSIÓN Y SUPERESTRUCTURAS DEL DISCURSO: mismo modo que podemos enunciar ciertas reglas (por ejemplo,
LAS GRAMA TICAS DE NARRACIONES reglas de reescritura) que aseguran la gramaticalidad de las oraciones,
¿no será posible establecer las reglas por las que se define un texto
6.1. Las gramáticas de narraciones bien formado?, y, en caso de serlo, ¿influyen esas reglas en la
comprensión real del discurso, son reglas que las personas emplean
La macroestructura es "el punto de encuentro entre las ideas del de algún modo?
discurso y las del que lo comprende, el ámbito en que el lenguaje se Desde un punto de vista formal, el intento de definir una cierta
anuda con mundos mentales de conocimientos, para producir la «gramática» textual fue realizado, en primer lugar, por Propp (1968),
comprensión (ver figura 11.4). Desde esta perspectiva, la compren- y continuado por otros lingüistas, como Barthes (1966), Bremond
sión misma debe entenderse como la función que resulta de poner en (1973) y van Dijk (1972, 1976). En el caso concreto de las «gramáticas
relación un texto con un conjunto de conocimientos, o como aquel de narraciones», Lakoff (1972) fue el primero que reformuló en
conjunto de procesos y funciones que resultan de la relación activa términos de «reglas de reescritura» las definiciones estructurales
entre el discurso y la memoria. La construcción de la macroesrructu- propuestas primero por Propp. Sin duda, de todas las modalidades
ra, que permite definir aspectos tan importantes como la estructura del discurso han sido las narraciones las que han recibido mayor
de relaciones inherente al texto, su tema y la jerarquía de sus ideas, atención y han generado más cantidad de investigaciones experimen-
no consiste sólo en un proceso de abstracción y aplicación de tales. Los modelos de Rumelhart (1977), Thorndyke (1977), Johnson
macrorreglas de reducción, generalización y construcción de abajo a y Mandler (1980) y Srein y Glenn (1979) han sido los que han tenido
arriba, desde el texto base a la macroestructura, sino que la propia mayor influencia en la investigación psicolingüística.
aplicación de las macrorreglas se guía «de arriba a abajo» por una Para facilitar la comprensión de una gramática de narraciones (en
serie de conocimientos organizados en el sistema cognitivo, almace- este caso, la de Thorndyke), nos serviremos de un pequeño cuento de
nados en su memoria permanente. La comprensión implica la interac- Andersen, que, por razones de espacio, hemos resumido: La princesa
ción continuada entre texto y conocimiento: no se guía sólo por los del guisante. Con el fin de facilitar el análisis, el cuento se presenta,
«datos» del texto, sino también por muchos conceptos no explícitos en el cuadro 11.5, con sus ideas enumeradas:
en él, y que residen en el sujeto. La mayor parte de los psicólogos que han utilizado gramáticas de
Dentro de estos conocimientos y esquemas, que guían el proceso narraciones han supuesto que éstas pueden definirse por medio de
de comprensión, debemos distinguir dos planos diferentes de conteni- reglas de reescritura, semejantes a las de la «versión estándar» de la
dos: 1) hay una serie de conocimientos, relevantes para la compren- gramática generativa. Son simplemente reglas que establecen que un
sión, que se refieren a La propia estructura del discurso, y 2) otros símbolo abstracto, tal como «Narración», puede reescribirse o des-
remiten a los referentes de éste: son propiamente conocimientos sobre componerse en otros. Así, en el influyente modelo de Thorndyke,
la «estructura del mundo», y no del discurso. Hemos visto en los «Narración» se reescribe como «Marco + Tema + Trama +

510 511
PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y TEORIA LA COMPRENSION DEL DISCURSO

l. Había una vez un príncipe, l. Narración ---> Marco + Tema + Trama + Resolución
2. que quería casarse con una princesa, 2. Marco ---> Personaje + Localización + Tiempo
3. pero asegurándose antes de que lo fuera de verdad. 3. Tema ---> (Suceso)" + Meta
4. Como nunca conseguía estar seguro, 4. Trama ---> Episodio"
5. estaba muy triste. 5. Episodio ---> (Submeta) + (Estado deseado) + Intento" + Resultado
6. Una tarde estalló una tempestad, 6. Intento ---> Suceso/Episodio
7. y en éstas llamaron a la puerta de la ciudad 7. Resultado ---> Suceso/Estado
8. y el anciano rey acudió a abrir. 8. Resolución ---> Suceso/Estado
9. A la puerta estaba una princesa, 9. Submeta/Meta ---> Estado deseado
10. completamente empapada, 10. Personajes/Localización/Tiempo ---> Estado
11. que pidió
12. dormir en el palacio del rey.
13. La vieja reina se lo permitió, Cuadro 11.6. Reglas de reescritura de la gramática de narraciones de Thorndyke
14. y luego puso un guisante en la cama, (1977, p. 79). Los símbolos entre paréntesis son opcionales. Los marcados con asterisco
15. y encima veinte colchones pueden repetirse. Los separados por barra· inclinada son frecuentemente alternativos,
16. y veinte edredones. pero no necesariamente excluyentes. ·
17. A la mañana siguiente, preguntó a la princesa
18. que cómo había dormido.
19. Ella dijo que muy mal,
20. y que había algo tan duro en la cama, varios episodios: la solicitud aceptada, por parte de la supuesta
21. que tenía el cuerpo lleno de cardenales. princesa, de dormir en el palacio, el astuto «test de princesazgo» que
22. ¡Entonces vieron que era una verdadera princesa! ingenia la reina, y las excelentes respuestas de la princesa a dicho test
23. El príncipe la tomó por esposa, (ideas 11 a 21, ambas incluidas); 4) finalmente, una resolución,
24. convencido de que era una princesa hecha y derecha. compuesta de dos sucesos -la constatación de lo muy princesa que
era la princesa, seguida de la boda ineludible- y un estado: el
Cuadro 11.5. Ideas principales del cuento de La princesa del guisante. plácido convencimiento, por parte del príncipe, de que se había
casado con una princesa de verdad.
Con arreglo a la gramática de narraciones de Thorndyke (1977),
Resolución», que indica que una narración puede entenderse como el cuento de la princesa del guisante podría, entonces, corresponder a
constituida por estos componentes. A su vez, el «Marco» de la la estructura de la figura 11.6, en que se define su . organización
narración consta (o puede hacerlo) de unos ciertos personajes, una narrativa, en forma del árbol que resulta de aplicar las reglas de
cierta localización y un cierto tiempo (la regla será: Marco - reescritura. Los números de los nodos terminales del árbol correspon-
Personajes + Localización + Tiempo), etc. De este modo, los nodos den a las «ideas» de la figura 11.6:
o «categorías organizadoras» de las narraciones se combinan, de ¿Cúal es la realidad psicológica de las reglas definidas por las
forma regular, dando lugar a una cierta gramática relativamente gramáticas de narraciones y de las definiciones estructurales que se
simple, que en el caso de la formulación de Thorndyke (1977), se realizan con tales reglas? Hay un conjunto de datos, tanto sobre niños
define por las 10 reglas de reescritura del cuadro 11.6: como sobre adultos (Paniagua, 1983; Stein y Trabasso, 1982; Poulsen
Supongamos ahora que aplicamos esta gramática simple a nuestro et al., 1979; Thorndyke, 1977; Stein y Glenn, 1979; Mandler y
cuento, La princesa del guisante. La gramática nos permite dividir, Johnson, 1977; Mandler, 1978, 1984; Mandler y DeForest, 1979) que
primero, la historia en cuatro grandes unidades: 1) Un marco (ideas indican que, por lo general, las historias y narraciones se comprenden
1, 4 y 5), que define a un cierto personaje (el príncipe) y ciertos y recuerdan mejor cuando su estructura es más semejante a las
estados que padece (está triste y nunca consigue estar seguro de que estructuras canónicas definidas por estas gramáticas textuales. Cuan-
sus novias son realmente princesas); 2) un tema (ideas 2 y 3, y 6 a 10), do se altera el orden de las historias, con respecto a las estructuras
que establece las metas finales de la historia (casarse con alguien, con normativas establecidas por las gramáticas, se observan fenómenos
la seguridad de que fuera princesa) y ciertos sucesos previos a la tales como la reordenación «reconstructiva» en el recuerdo (Mandler,
trama (llovía a cántaros, alguien llamó, apareció una mujer muy 1978; Mandler y DeForest, 1979) y una disminución considerable de
mojada, que se pretendía princesa); 3) una trama, que se compone de ideas recordadas, en comparación con las que se preservan ante

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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y TEORIA LA COMPRENSION DEL DISCURSO

historias canónicas (Thorndyke, 1977). Además, los componentes


centrales de las historias se recuerdan mejor que los periféricos (Black
y Bower, 1979; Mandler y Johnson, 1977; Omanson, 1982) y exigen
mayor tiempo de lectura (Haberlandt, 1980). Por otra parte, los
puntos de cambio de constituyentes textuales exigen también más
tiempo de lectura (Mandler y Goodman, 1982), al requerir procesos
f organizativos de tipo superestructural.
~
., Por otra parte, los episodios, que son constituyentes esenciales de
o
Sil-
..:.:
:>. todos los modelos de gramáticas narrativas (y que conforman estruc-
..... <N -o turas compuestas, a su vez de constituyentes tales como comienzo,
¡3 i:::
....
o o meta, intento, resultado y final -Mandler y Johnson, 1977-),
¡30 ..e
¡.....
U<N
:::> ., parecen configurar unidades coherentes de memoria y comprensión
"' -o (Black y Bower, 1979; Haberlandt, Berian y Sandson, 1980; Mandler,
o
¡3 en .,"' 1978): los contenidos que se incluyen en un mismo episodio tienden a
u- i:::
:::> o recordarse conjuntamente, y se asignan más recursos de procesamien-
"' 'o
..."'.... to, en la lectura, a los límites de los episodios que a sus zonas
.,i:::"' «centrales». Además, los lectores tienden a reordenar en el recuerdo
-o acciones que se entremezclan de episodios distintos, asignándoselas a
.~"' sus episodios adecuados. De este modo, los episodios parecen fun-
,:¡;
E!
cionar como esquemas que regulan parcialmente los procesos de
"'
.... codificación, y también como unidades de representación en la
eo
...g memoria .
i:::

.,o.o
-::i
6.2. Críticas a las gramáticas de narraciones
"'
~~ Sin embargo, las gramáticas de narraciones han recibido fuertes
<:!
·~
;:: críticas y actualmente está en entredicho tanto su estatuto formal
b-0 como su relevancia psicológica. Black y Wilensky (1979), por ejem-
~ plo, han destacado que las gramáticas narrativas tienen un ámbito de
<:!
)íJ
\;¡
aplicación limitado: hay narraciones e historias cuya estructura no
·E corresponde a las de estas gramáticas textuales y, sin embargo, son
perfectamente comprensibles. Recientemente, Vega et al. (1990) han
"".,
<:!
.....¡ realizado una crítica lúcida de las gramáticas de narraciones, centra-
-o da en buena parte en la naturaleza de las «reglas» a que suelen
..,o recurrir: reglas de reescritura (como la de la gramática de Thorndyke,
.,
i:::
1977, a que nos hemos referido), que a) tienen un carácter puramente
::1
u
-¡:¡ formal e independiente de los contenidos, por lo que deberían inducir
-o expectativas estructurales muy rígidas con respecto a los textos
"'
....
::1 (expectativas que no suelen darse), b) carecen de un estatuto compu-
tl
::1 tacional claro (las gramáticas de narraciones no tienen una traduc-
tJ
"'
¡:.¡..¡ ción inequívoca en términos de procedimientos efectivos) y c) consi-
guientemente, se aplican de forma esencialmente subjetiva, sobre la
~
,.... base de intuiciones semánticas y pragmáticas, a pesar de su pretendi-
,....
¡;: da naturaleza formal.
;:: Todas estas críticas provienen de una fuente común: las gramáti-
.~
u, cas de narraciones -como otras gramáticas textuales- suelen basar-

514 515
PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y TEORIA
LA COMPRENSION DEL DISCURSO

se en los modelos sintácticos de las gramáticas oracionales, partiendo aún el esfuerzo sistemático, .que sí se ha hecho en el plano oracional,
del supuesto de que en el plano textual se definen reglas de estructura para definir la· naturaleza prec~s~ de las reglas. y estr~cturas del
semejante a las que sirven para definir niveles subtextuales del discurso. Entretanto, las grarnancas de narraciones solo pueden
lenguaje (por ejemplo, reglas de reescritura o de transformación). considerarse como aproximaciones excesivamente rígidas y metafóri-
Este supuesto es el que da lugar a la mayoría de los problemas que se cas a los que serían modelos más realistas de las estructuras discursi-
achacan a estos modelos: su excesiva rigidez, su empleo de formaliza- vas y de sus formas de representación mental.
ciones (tales como las reglas de reescritura) poco adecuadas y flexi- Los datos existentes sobre la influencia psicológica de las estruc-
bles, y su limitada generalidad. turas definidas por las gramáticas d~ narrac~ones parecen compa~ibles
La distinción que establece John Searle (1969) entre reglas regula­ con la idea de que en la comprension del discurso se ponen en juego
tivas y reglas constitutivas (que comentamos en el capítulo 5) puede conocimientos tácitos, de carácter estrictamente lingüístico y suprao-
ayudar a clarificar algo el problema al que nos estamos refiriendo. racional, acerca de las estructuras posibles del discurso (en contra,
Las primeras, literalmente, constituyen los objetos o estructuras a que por ejemplo, de lo que propon.e la T{?C). Sin embargo, las ?J:>serva-
se aplican. Las regulativas sirven para guiar o regular actividades que ciones experimentales no permiten validar los modelos específicos de
existen con independencia de la aplicación de tales reglas. Las reglas reglas que se han propuesto para la organización del disc~r~~' ni
del ajedrez, por ejemplo, son constitutivas: sin ellas no hay ajedrez. proporcionan una idea clara de cual pueda ser la especificidad
1

'.Por el contrario, la regla «en los autobuses, los jóvenes deben dejar el estructural de tales reglas.
asiento a las personas mayores» es regulativa, no constitutiva. Desde Una idea que puede ayudarnos a intuir esa especificidad es la de
luego, las reglas morfosintácticas de los lenguajes naturales son que, probablemente, en el plano discursivo no existe u~a sepa.ra.ción
constitutivas: las cláusulas y oraciones no existirían sin ellas. En un tan neta entre formas y contenidos como la que es posible definir en
sentido muy real, constituyen al lenguaje. Pero, ¿son también consti- los niveles más moleculares del lenguaje. Las intuiciones de los
tutivas las reglas que definen las gramáticas textuales? hablantes, al menos, sugieren que las ur;idades discursiva~ no tienen
La respuesta no es tan clara. Las reglas de las gramáticas textuales límites formales tan claros como las clausulas o las oraciones. Este
se asemejan a especificaciones de la regla general griceana, que hecho se refleja en la peculiar naturaleza híbrida que tienen las
establece: «cuando hables, procura ser claro». Parecen tener, más gramáticas discursivas, en que se mezclan nociones claramente se-
bien, el estatuto de reglas regulativas. Las reglas que establecen que mánticas (como las de «meta», «estado» o «trarna») con reglas de
las narraciones deben ordenarse en constituyentes de marco, tema, reescritura, importadas de la gramática generativa. Y es que sucede
trama y resolución, tienen un carácter ambiguo: parecen estar entre que, en el nivel del discurso, los procesos psicolingüísticos de com-
las reglas regulativas y las constitutivas. Permiten una libertad poco prensión y producción parecen anudar hasta tal punto grupos de
característica de las reglas constitutivas y recuerdan mucho a las conocimientos tácitos sobre el lenguaje con conocimientos sobre el
admoniciones o deseos de «claridad en el discurso». No son tan mundo, que probablemente no sea adecuada la impo~tación ~crítica
prototipicamente constitutivas como las que establecen que las ora- de nociones tomadas de los niveles subtextuales. Las inferencias, las
ciones se componen de sintagmas nominales y verbales, por ejemplo. macroestructuras, las formas en que los discursos se organizan,
Ahora bien, el término «gramática» sólo tiene sentido cuando se dependen vitalmente de fuentes de conocimientos generales sobre el
establecen reglas constitutivas. mundo, sin los cuales no es posible ni producir ni comprender un
En plano del discurso, el lenguaje alcanza grados de libertad que discurso coherente.
no se dan en los niveles más moleculares. Ello parece reflejar un
principio general de la estructura del lenguaje, por el cual las posibili-
dades y libertades constructivas se hacen tanto mayores cuanto más 7. COMPRENSIÓN Y CONOCIMIENTO: LOS ESQUEMAS
molares son las unidades lingüísticas, y tanto menores cuanto más
moleculares son. Los fonemas pueden tomarse muy pocas libertades Ya hemos señalado que la abstracción de la rnacroestructura del
para formar palabras, y es mayor la libertad de éstas para hacer discurso y la comprensión de su significado esencial dependen, por
sintagmas, y aún mayor la de los sintagmas para construir oraciones: una parte, de ciertos conocimientos implícit?s sob.re la estructur.a
éstas son infinitas en todo lenguaje natural, pero aún se someten a abstracta del discurso y, por atta, de un amplio conjunto de conoci-
reglas constitutivas rigurosas. En el plano del discurso se alcanza la mientos sobre el mundo. Del mismo modo que los conocimientos
mayor libertad constructiva, y las reglas adquieren un carácter más textuales poseen alguna clase de organización (que las gramáticas
laxo. En realidad, ni los lingüistas ni los psicolingüistas han realizado textuales tratan de reflejar), también la poseen los conocimientos
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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y TEORIA LA COMPRENSION DEL DISCURSO

generales sobre el mundo que intervienen en la comprensión. La cosas pueden complicarse fácilmente. Un error también puede costar caro. Al
noción de esquema se refiere a esa organización del conocimiento. principio, todo el procedimiento parececomplicado. Pronto, sin embargo, llegará
Los esquemas son estructuras cognitivas genéricas de alto nivel a ser simplemente otra faceta de la vida. Es difícil prever un fin o necesidad de
jerárquicas e interconectadas, que contienen conocimientos prototi- esta tarea en un futuro inmediato, pero nunca se sabe. Cuando el procedimiento
picos. Por ejemplo, un esquema simple, como VENDER contiene se ha completado, se dispone de nuevo el material en grupos diferentes. Luego,
ciertos personajes (VENDEDOR y COMPRADOR), cierta~ acciones pueden colocarse en sus lugares adecuados. Eventualmente pueden usarse de
nuevo, y todo el ciclo completo se repite. Sin embargo, esto es parte de la vida
(TRANSFERIR BIENES, TRANSFERIR DINERO) y ciertas metas (Bransford y Johnson, 1972, p. 722).
(OBTENER BENEFICIOS, OBTENER UNA CIERTA PROPIE-
DAD), que pueden entenderse como variables abiertas, cuyos valores
pueden o deben ser definidos en el curso de la comprensión (Vega, El texto 17 adquiere coherencia cuando se relaciona con un
1984; Rumelhart, 1980). Para algunos investigadores, los esquemas esquema, por medio de un título: lavado de ropa. Bransford y
son las estructuras que organizan todo el conocimiento humano Johnson (1972), en una serie clásica de experimentos en que pedían a
(Norman, Rumelhart y LNR, 1975), y se encajarían unos en otros los sujetos que oyeran textos como 17, evaluaran su comprensión de
configurando una estructura inclusiva del sistema cognitivo, en Ía ellos y trataran de recordarlos, demostraron el papel decisivo de los
que los esquemas más moleculares se integrarían en otros más esquemas en la comprensión y el recuerdo de textos. Los esquemas
molares. intervendrían en la codificación, definiendo el significado de ciertos
. La exigencia de recurrir a estructuras cognitivas de alto nivel para elementos textuales (por ejemplo, el esquema LAVADO DE ROPA
explicar los procesos de comprensión del discurso se deriva del permite asignar el significado (ROPA) al término «cosas» de la
importante componente inferencia! de tales procesos. Los esquemas segunda oración de 17), relacionando unos elementos con otros, y
serían instrumentos esenciales de inferencia, al contener relaciones y permitiendo que la comprensión sea, en buena parte, una actividad
variables específicas prealmacenadas, que permitirían explicar el predictiva, y no sólo postdictiua. La eficiencia y economía de la
carácter tácito de la mayor parte de las proposiciones implicadas en comprensión dependen mucho de ese carácter predictivo: los esque-
la comprensión. Sin un esquema tan simple como el de VENDER, al mas activados, en cada fase del proceso de comprensión, anticipan
que nos hemos referido, lo que se dice en 16 resultaría incomprensi- información previsible y preorganizada en una estructura molar y
ble: organizada de conocimiento. De este modo, la noción de esquema
constituye un recurso para expresar el carácter «de arriba a abajo»
16. Juan pudo atender a sus gastos, porque vendió la casa grande a un hombre rico.
(top-doum), que tienen muchos de los procesos esenciales de com-
Los esquemas cumplen funciones de integración y elaboración de prensión del discurso.
los textos, facilitación de inferencias y predicciones, y selección y Se han realizado diversas tipologías de los esquemas (en general,
control de la información. Sin ellos, no es posible explicar el empleo se incluyen los esquemas perceptivos o «marcos», los esquemas
de la estrategia mínima en que se basan las actividades textuales (i.e. situacionales, «guiones», los esquemas abstractos de dominio, y
la estrategia consistente en emplear los textos y discursos para añadir esquemas sociales, de autoconcepto, etc). Los más estudiados en
información nueva y relevante a la poseída previamente), y los relación con los procesos de comprensión. del discurso han sido los
procesos de comprensión de discursos y textos serían virtualmente esquemas situacionales o guiones (scripts), que han jugado un papel
incomprensibles. Cuando no se activan los esquemas temáticos co- importante en la teoría de la dependencia conceptual de Schank
rrespondientes a un texto, las relaciones que aparecen en él resultan (1975; Abelson, 1975; Schank y Abelson, 1977), a la que nos refería-
inconexas, y el texto carece de coherencia global, como demostraron mos en la introducción a este capítulo. Los guiones pueden entender-
Bransford y Johnson (1972), en un experimento en que utilizaban se como paquetes de información relativos a situaciones convenciona-
textos como 17: les, tales como la de «lavar ropa» o «ir a un restaurante». Incluyen
secuencias . estereotipadas de acciones, secuenciadas con arreglo a
17. En realidad el procedimiento es relativamente simple. Primero, usted dispone las relaciones de causalidad o mera contigüidad. En el cuadro 11.7 se
cosas en grupos diferentes. Claro que una pila puede ser suficiente, dependiendo especifica el guión de LAVADO DE ROPA, que permite la compren-
de cuánto haya que hacer. Si usted tiene que ir a alguna parte, debido a la falta de sión del párrafo 17. Como se ve en el cuadro, los guiones representan
medios, éste sería el siguiente paso; en caso contrario, todo está bien dispuesto. Es las situaciones estereotipadas en términos de sus soportes, condicio-
importante no embrollar las cosas. Es decir, es mejor hacer pocas cosas a la vez nes de entrada, resultados y cadenas de sucesos.
que demasiadas. De momento, esto puede parecer poco importante, pero las

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LA COMPRENSION DEL DISCURSO
PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y TEORIA

Scha.nk y Abelson (~977). Su papel de integración es necesario para


explicar la coherencia global que pueden tener las unidades textuales
Nombre: Lavado de ropa y ?iscursivas, aun en situaciones en que éstas se componen de
Soportes: Ropa unidades superficiales aparentemente muy alejadas entre sí· la inte-
Cesta de ropa gración de información es necesaria para la elaboración de la ma-
Lavadora croestructura en la comprensión, y explica el mejor recuerdo de los
Agua
pá~rafos globa~n:ente c?herentes, ~ebido a que é~tos se constituyen en
Detergente
Sistema de secado
umd~~es cogmtrvas mas abarcativas, que configuran, en el sistema
Papel: Persona que lava la ropa cogrunvo, elementos o paquetes informacionales (chunks) económi-
Condiciones de entrada: Ropa sucia cos, y que pueden integrarse profundamente en la estructura de
Acceso a sistema de lavado conocimientos del propio sistema. Black y Bower (1979) han demos-
Resultado: Ropa limpia trado que los episodios basados en guiones se tratan como chunks, en
Cadena de sucesos: Tomar ropa sucia tareas de memoria. Los guiones se recuperan de la memoria como
Seleccionar ropa _ unidades, y el tiempo de recuperación es independiente del número de
Poner ropa en la cesta acciones de que se componen, del mismo modo que lo es del número
Pasar ropa a la lavadora -
de ítems que hay en un elemento informacional ( chunk) (Anderson
Seleccionar el programa de lavado
Poner en marcha la lavadora
1980; Smith, Adams y Schorr, 1978). '
Esperar 1 Los guiones. configuran estr~cturas canónicas, de forma que,
Sacar la ropa de la lavadora cuando las acciones de un guion se presentan desordenadas, el
Poner la ropa a secar sist~m:i cognitivo tiende a reordenadas con arreglo a su orden
Esperar 2 canoruco (Black, Turner y Bower, 1979). Tales estructuras canónicas
Quitar la ropa seca pe.rmiten antic!par información y determinan el 'curso del procesa-
Poner la ropa en su sitio miento. Por ejemplo, se han observado efectos de facilitación en
tareas de decisión léxica e identificación de palabras apenas audibles,
Cuadro 11. 7. Resumen del guión Lavado de ropa (Singer, 1990, p. 92).
cuando las palabras presentadas correspondían a conceptos anticipa-
bles en guiones previos (Sharkey y Mitchell, 1985; Auble y Franks
1983). '
L:is críticas principales a las nociones de «guión» y «esquema» se
Los guiones pueden encajarse unos en otros, siendo más o me-
relacionan, por una parte, con la constatación teórica de la inflexibili-
nos específicos. Por ejemplo, en el guión LAVADO DE ROPA del
dad que pueden tener, y por otra con la empírica de que es posible la
cuadro 3 puede encajarse un guión específico, como LA VADO DE
comprensión de discursos y textos que no se corresponden probable-
ROPA EN UNA LA VANDERIA, que permite comprender un párra-
mente con ningún guión que pueda estar almacenado en la memoria
fo como 18: (Wilks, 1976). Esta última observación, sin embargo, no invalida la
18. El otro día, Juan fue a la lavandería de debajo de su casa para lavarse unos
no~ión de guión, siempre que se reconozca el hecho de que los
pantalones. Mientras leía el periódico, se dio cuenta de que no tenía monedas, y gmones no bastan para la comprensión, y conviven con reglas
fue a cambiar. Nadie tenía cambio, y tuvo que dedicar media hora a conseguirlo. generales de inferencia, que pueden permitir procesar el discurso aun
Cuando Juan volvió, se encontró con que su lavadora se había salido. El local en ausencia de esquemas generales de conocimiento sobre sus referen-
estaba inundado, y el encargado, furioso (Singer, 1990). tes. Los propios Schank y Abelson (1977) piensan que no todas las
actividades de comprensión exigen el recurso de guiones, y han
formulado algunas de esas reglas generales de inferencia.
Sin un esquema aún más específico que el del cuadro 11.7, el
El problema de la inflexibilidad de los guiones es más serio. La
párrafo resultaría incomprensible. Tal guión tiene que incluir aspec-
activida.d d~, coi,n~rensión parece más versátil que lo que sugeriría
tos tales como que en las lavanderías se paga con monedas, y que son
una apl~ca~1on rígida de esquemas sobre secuencias estereotipadas de
los clientes quienes retiran su ropa de las lavadoras.
acontecuruentos, tales como las representadas en los guiones clásicos
Los guiones han sido recursos importantes para el desarrollo de
de Schank y Abelson (1977). Una solución tentativa a esta dificultad
sistemas artificiales de simulación de la comprensión del lenguaje, tal
es la propuesta por Rumelhart et al. (1986), quienes consideran los
como el definido en el modelo de la estructura del conocimiento de
521
520
PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y TEORIA LA COMPRENSION DEL DISCURSO

esquemas como propiedades emergentes del funcionamiento de redes escenarios iniciales delimitan el procesamiento posterior del discurso,
conexionistas de procesamiento distribuido y paralelo. Los esquemas y éste, a su vez, permite una definición cada vez más precisa y
serían configuraciones de coaliciones de unidades en redes, que se completa de los propios escenarios o modelos mentales. La descrip-
instanciarían al alcanzar éstas estados estables, con arreglo a princi- ción que proporcionan las teorías de modelos mentales es, así, muy
pios de equilibrio inherentes a las redes conexionistas. Tales configu- coherente con la intuición fenomenológica que se produce en la
raciones, resultantes de un modo de funcionamiento probabilístico, y comprensión del discurso: la impresión de formar simulacros de lo
no estrictamente reglado, poseerían necesariamente un grado de que dice el discurso, de «estar construyendo mentalmente una situa-
flexibilidad mucho mayor que el de los esquemas clásicos, y la ción, o un escenario» que va completándose y haciéndose cada vez
apariencia inflexible de éstos sería un efecto ilusorio de la perspectiva más detallado en el curso de la comprensión.
relativamente molar (en comparación con la del conexionismo) de la La diferencia existente entre las teorías proposicionales clásicas de
psicología clásica del procesamiento de la información en el paradig- la comprensión del discurso y las teorías de los modelos mentales o
ma simbólico. escenarios es, en cierto tnodo, semejante a la que existe entre los
Más recientemente, Kintsch (1988) ha incorporado también la modelos autónomos e interactivos de la comprensión de palabras y
filosofía conexionista a los modelos de procesamiento del discurso, oraciones, a los que hetnos aludido en los dos capítulos anteriores. De
proponiendo que éste depende mucho más de mecanismos «de abajo forma similar a como los modelos interactivos defienden la hipótesis
a arriba» que lo que habían supuesto los modelos clásicos de esque- de una intervención temprana del contexto en los procesos de recupe-
ma. Según este punto de vista, aún escasamente elaborado, el proce- ración léxica (o del significado en los de análisis oracional), así
samiento del discurso implicaría una primera fase estrictamente también las teorías de modelos mentales proponen que, en la com-
bottom­up de activación, en una red de unidades moleculares, de prensión del discurso, ciertas representaciones referenciales muy pre-
significados de palabras, y la evocación automática de proposiciones coces (los propios escenarios o modelos) intervienen desde las fases
e inferencias, que en una segunda fase serían seleccionadas y refina- iniciales del procesamiento.
das en función del contexto activado por la fase primera. Este modelo La imagen que ofrecen estos modelos de ese curso de procesa-
de Kintsch recuerda, en cierto modo, a los modelos autónomos de miento es muy diferente de la que hemos recogido en los apartados
procesamiento léxico, mencionados en el capítulo 9, pero extiende la anteriores, y que implicaba la formación primero de una microestruc-
suposición de autonomía al propio discurso. tura, definida por relaciones de coherencia local entre microproposi-
ciones, y luego de una macroestructura, guiada tanto por la propia
microestructura como por conocimientos generales sobre el discurso
8. MODELOS MENTALES Y ESCENARIOS (gramáticas del discurso) y sobre el mundo (marcos esquemas y
EN LA COMPRENSIÓN DEL DISCURSO guiones). Las teorías de los modelos mentales proponen, por el
contrario, la intervención de «escenarios mentales» no-lingüísticos (a
La comprensión del discurso no sólo se regula por la aplicación de no ser que se les otorgue, cuando menos, una naturaleza laxamente
estructuras generales de conocimientos (los esquemas o guiones), con semántica) desde el procesamiento inicial. De este modo, tienden a
funciones de integración, inferencia y predicción, sino que también diluir la importancia de los procesos macrolingüísticos de elabora-
implica la definición de modelos, de carácter específico, acerca de los ción discursiva, propuestos por las que podríamos definir como
referentes concretos del discurso. Tales modelos referenciales se han teorías más «autónomas» del procesamiento del discurso, a saber, las
denominado de diversas maneras: «escenarios» (Sanford y Garrod, teorías proposicionales clásicas, como la de Kintsch (1974). Estas
1981), «modelos mentales» (Johnson-Laird, 1983), «modelos de situa- últimas, sin dejar de reconocer en ocasiones el papel de los modelos
ción», etc. La idea común de los teóricos que proponen estas entida- mentales acerca de los referentes del discurso (van Dijk y Kintsch,
des mentales es que la comprensión del discurso se guía, desde fases 1983), posponen la intervención de éstos a una fase ulterior de
muy tempranas, por representaciones acerca de las situaciones a que procesamiento. Además, se atienen más a modelos estrictamente
éstos se refieren, más que por representaciones de los propios discur- «lingüísticos» de explicación del discurso, como han destacado San-
sos (Johnson-Laird, 1983; van Dijk y Kintsch, 1983; Garnham, 1987; ford y Garrod (1981), cuando señalan que el texto (o discurso) se
Garrod y Sanford, 1983; Glenberg et al., 1987; Sanford y Garrod, concibe, en la teoría clásica de Kintsch (1974), como una especie de
1981). Para estos investigadores, cuando comprendemos textos o «superoración».
discursos, construímos lo antes posible ciertos escenarios mentales de Sanford y Garrod (1981) definen los escenarios como redes de
las situaciones definidas por esas unidades lingüísticas mayores. Los información, que se recuperan de la memoria a largo plazo desde una

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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y TEORIA LA COMPRENSION DEL DISCURSO

entrada lingüística y que pueden variar mucho en su grado de claridad sus primitivos representacionales, ni el código en que se
precisión y complejidad. En un extremo, los escenarios pueden ser representan (que puede ser de imágenes o no), ni la importancia de su
extremadamente laxos, y contener una información muy sucinta expresión fenomenológica. Tampoco suelen definir modelos cogniti-
acerca de un objeto o situación. En el extremo opuesto, puede haber vos suficientemente precisos, es decir, con un grado suficiente de
escenarios muy detallados y completos, que incorporan una gran definición computacional, que permitan una explieitación paso a
cantidad de información e implican predicciones muy específicas paso de la microgénesis de la comprensión del discurso (la excepción
acerca de secuencias o sucesos posibles, propiedades y papeles de a esta última crítica es la teoría más reciente de los modelos mentales
objetos, agentes, etc. Una forma intuitiva de ver esta diferencia es la de Johnson-Laird y Byrne, 1991, que se aplica más al razonamiento
que se deriva de la comparación entre los escenarios que se forman en deductivo que al procesamiento del discurso).
las primeras páginas de una narración y los construidos posterior- A pesar de las críticas anteriores, existen importantes razones
mente. En la mayor parte de los casos, las narraciones implican una teóricas y pruebas empíricas a favor de la intervención de entidades
elaboración y definición progresiva de modelos de situación, que tales como los modelos mentales o de situación, y los escenarios, en
tienen carácter integrado, unitario y, en gran medida, predictivo. En fases tempranas de los procesos de comprensión del discurso. Van
tales modelos, la información extraída del discurso narrativo se Dijk y Kintsch (1983) han desarrollado algunos de los argumentos
amalgama e integra hasta tal punto con la inferida a partir de las teóricos principales, y Sanford y Garrod (1981) han resumido las
propias propiedades del escenario, que una y otra resultan fenomeno- pruebas experimentales favorables a las teorías de escenario. En
lógicamente indistinguibles (aunque puedan diferenciarse parcialmen- cuanto a los argumentos teóricos, los modelos permitirían explicar y
te en términos de las expresiones secundarias de sus efectos como reinterpretar, con gran elegancia, fenómenos tales como los de corre­
procesos de cómputo -véase Potts et al., 1990). ferencia (derivada del hecho de que las expresiones del discurso
El ejemplo de la construcción del escenario de una novela sirve remiten a un mismo modelo de situación), coherencia global (que se
para ilustrar algunas propiedades importantes que poseen los mode- define también en el modelo de situación, y no sólo en el plano del
los mentales: en primer lugar, son representaciones dinámicas, que se discurso o texto de superficie) y perspectiva (los modelos definen una
transforman y elaboran, a lo largo del proceso de comprensión. perspectiva, y varían en función de la perspectiva desde la cual se
Además, poseen algún grado de isomorfismo con sus referentes, y en elaboran, que tiene un papel decisivo en la construcción del discurso).
este aspecto son diferentes de las proposiciones, que son entidades En lo que se refiere a los datos empíricos, existen evidencias claras de
abstractas y formalmente arbitrarias. Los modelos mentales y los que al menos ciertas inferencias discursivas se guían por los escena-
escenarios preservan, en sus formas y relaciones, aspectos determina- rios, y se hacen más difíciles en la medida que implican la modifica-
dos de las formas y las relaciones de los «mundos» a los que ción de los propios modelos de situación, o la incorporación de
representan. Ello plantea una cuestión difícil, a la que no suelen dar informaciones difíciles de compatibilizar con ellos. Un ejemplo claro
respuesta las teorías de escenarios y modelos mentales, y que se de ello es el ofrecido por un texto ya clásico, empleado por Sanford y
refiere a la posible identidad de éstos con las «imágenes mentales», Garrod (1981) en una de sus investigaciones sobre comprensión:
así como al posible carácter fenomenológico de los escenarios y
modelos (un problema que ha sido tratado, en algún momento, por 19. Juanito iba a la escuela.
johnson-Laird, 1983). Además, los modelos mentales especifican Estaba muy preocupado por la clase de matemáticas.
objetos, sucesos, personajes y papeles de éstos, que se mantienen Temía no poder controlar la clase.
activados y accesibles en la memoria, y guían el procesamiento del No era justo que el profesor se la dejara a su cargo.
discurso. Normalmente eso no forma parte de los deberes de un bedel.
Las críticas principales que se han formulado a las nociones de
modelo mental y escenario se derivan de la relativa falta de precisión El texto 19 induce, en sus dos primeras oraciones, un cierto
y elaboración formal que poseen: «La noción de modelo mental escenario, en que aparece un personaje, Juanito, al que se asigna, por
-dicen, por ejemplo, Vega et al., 1990-- está poco elaborada hasta lo general, el papel de alumno (aunque ello no se deduce necesaria-
el momento, de modo que sólo se puede caracterizar como una buena mente del texto, lo que ilustra la importancia, en el procesamiento, de
intuición. No siempre se puede establecer una demarcación precisa presuposiciones que no son inferencias necesarias del texto). La
respecto a la idea tradicional de esquema y, además, la naturaleza tercera oración provoca un momento de indecisión, porque parece
representacional de los modelos mentales resulta incierta» (p. 125). requerir un cambio en el escenario anterior, y en concreto en uno de
Todo ello resulta en que los modelos mentales no definen con los aspectos esenciales de cualquier escenario, que es su personaje

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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y TEORIA LA COMPRENSION DEL DISCURSO

central: la oración indica que éste debe ser, quizá, un profesor, puesto 21. Aprendiendo a esquiar
que se preocupa de controlar la clase. La cuarta oración, sin embar- Juan se cayó varias veces (en la nieve).
go, no es compatible con el nuevo escenario, que define a Juanito No le gustaba nada esquiar.
prueba La nieve estaba húmeda y fría.
como profesor, y en la última se produce una reestructuración
completa del modelo de situación, cuando se asigna su verdadero
papel al personaje central. Las observaciones de este tipo demuestran que, como han recono-
Generalmente, la metodología empleada por Sanford y sus cola- cido incluso los proponentes de modelos proposicionales (por ejem-
boradores (Sanford y Garrod, 1981) ha consistido en presentar, en plo, van Dijk y Kintsch, 1983), el carácter inferencia! de la compren-
una pantalla, textos autoadminstrados a los sujetos, que éstos debían sión de textos depende en alto grado de las representaciones mentales
leer oración por oración, pero asegurándose de haber comprendido específicas (y no ya sólo genéricas, como las de los esquemas) de las
cada oración antes de pasar a la siguiente (tarea de lectura a ritmo situaciones definidas por los propios textos. La diferencia entre los
personal). Este procedimiento permite determinar el tiempo emplea- modelos proposicionales y las teorías de escenario no reside, por
do en la comprensión de cada oración, y ha resultado muy útil para tanto, en la aceptación de la naturaleza inferencia! y «referencialmen-
demostrar varias predicciones importantes de la teoría de escenarios: te guiada» de los procesos de comprensión discursiva y textual, sino
1) los escenarios se forman en fases iniciales del procesamiento de en que las primeras afirman la necesidad de procesos propiamente
textos, 2) dirigen los procesos de inferencia, y 3) hacen innecesaria la textuales (como los de construcción de la micro y la macroestructu-
abstracción de proposiciones-puente (o inferencias-puente, en la ter- ra), que suelen ser negados por las teorías de escenario, que tienden,
minología de Haviland y Clark, 1974) entre proposiciones explícitas en realidad, a cuestionar el carácter propiamente lingüístico del plano
en el texto, debido a que los contenidos informativos de éstas se textual de la comprensión.
integran on­line (es decir, mientras se procesan) en los propios
escenarios.
Por ejemplo, en el texto 20, que se presenta en las condiciones 9. INFERENCIAS DISCURSIVAS Y TEXTUALES
alternativas a (sin cambio de papel en el protagonista, que se presenta
desde el principio como un profesor) y b (con cambio de papel en la A lo largo de todo este capítulo, hemos venido insistiendo en el
oración de prueba), los sujetos tardan más en leer ésta en b que en a: carácter esencialmente inferencia! que posee la comprensión del
discurso. Todo texto o discurso puede concebirse como una especie
de compromiso entre un conjunto de información codificable y otro
20. a b conjunto inferible, de forma que las unidades textuales y discursivas
El profesor iba al colegio/ Juan iba al colegio. no suelen señalar explícitamente toda la información que resulta
El autobús circulaba despacio por la carretera.
necesaria o simplemente conveniente para su comprensión. Esta
prueba Tenía la esperanza de controlar la clase. observación ha sido el motivo de la importancia creciente de las
investigaciones destinadas a determinar la naturaleza, el momento de
realización en el curso del procesamiento y el carácter computacional
La diferencia de tiempo de lectura de la misma oración de prueba, de las inferencias realizadas en la actividad de comprensión del
en función de los contextos a y b, indica que el escenario se ha discurso. Tales investigaciones se han articulado en torno a varias
construído desde muy pronto (en realidad ya desde la primera opciones o dicotomías básicas (Graesser y Bower, 1990): en primer
oración): a se lee en menor tiempo, y b (que suele evocar un escenario lugar, la que separa a los investigadores que mantienen puntos de
con un alumno como protagonista) exige un tiempo extra de recons- vista «rnodularistas» de los que defienden perspectivas «interactivo-
trucción del escenario (Sanford y Garrod, 1980). contextuales»; en segundo lugar, la que diferencia a las «teorías
Una vez construido el escenario, éste regula las inferencias, sin basadas en el texto» (como la clásica de Kintsch, 1974) de las
que sea necesario que aparezcan nuevos elementos lingüísticos explí- «basadas en modelos de situación»; finalmente, las investigaciones
citos para esa regulación. Por ejemplo, en 21, la adición del texto sobre inferencias se han organizado también en torno a la dicotomía
entre paréntesis no disminuye el tiempo de lectura de la oración de entre «comprensión y memoria», o entre «fases iniciales y avanzadas»
prueba, al no añadir ningún elemento nuevo al escenario previo dentro de los propios procesos de comprensión.
definido por el título (Garrod y Sanford, 1983): Con relación a la primera de las dicotomías apuntadas, ya nos
hemos referido en el capítulo anterior a la importante distinción entre

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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y TEORIA LA COMPRENSION DEL DISCURSO

inferencias perceptivas y cognitivas, propuesta por Swinney y Oster- En el primer caso, que exige la inferencia puente de que había una
hout (1990). Como señalábamos allí, las primeras son encapsuladas, botella de cerveza en la bolsa, el tiempo de lectura y comprensión se
automáticas y extremadamente rápidas. Con arreglo al modelo de incrementa en alrededor de 200 milisengundos. Con el fin de descar-
estos investigadores «constituyen un subconjunto de las inferencias tar que la diferencia temporal pudiera deberse a la mención explícita
implicadas en el establecimiento de la correferencia durante la com- del antecedente (la cerveza) en la primera oración, Haviland y Clark
prensión del lenguaje» (Swinney y Osterhout, op. cit., p. 21). Se emplearon estÍmulos en que siempre se repetía el antecedente, pero en
limitan a determinar la referencia de los elementos anafóricos explíci- unos casos se hacía necesaria la inferencia puente y en otros no. Por
tos o implícitos en el discurso. Las tareas de integración que van más ejemplo, en 24a), la implicatura «Juan consiguió el cocodrilo» es
allá de la determinación de lazos de correferencia corresponden a las necesaria, debido a que el verbo mental (querer) no presupone la
inferencias cognitivas, que intervienen en una segunda fase computa- existencia de su objeto. En 24b) no resulta necesaria ninguna inferen-
cional de elaboración mental del discurso, que comienza después de cia puente:
terminada la primera (las inferencias perceptivas dejan de manifestar-
se en el priming transmodal, a los 250 milisegundos, después de 24.a) Juan quería un cocodrilo para reyes.
presentado el elemento anafórico, mientras que las cognitivas empie- El cocodrilo fue su mejor regalo:
zan a hacerlo después de transcurridos unos 500 milisegundos). 24.b) Juan tuvo un cocodrilo de reyes.
Las inferencias cognitivas se han clasificado de muy diversas El cocodrilo fue su mejor regalo.
formas, y con arreglo a dimensiones muy variadas (cfr., por ejemplo,
Schank y Rieger, 1974; Clark, 1977; Thorndyke, 1976; Warren,
Nicholas y Trabasso, 1979; Schank, 1981; Graesser y Bower, 1990). En estas condiciones, en que se controla la presencia del antece-
Probablemente la clasificación más clara y simple, que suele estable- dente explícito en la primera oración, sigue obteniéndose una ventaja
cerse entre ellas, es la que se hace entre inferencias necesarias e en tiempo de lectura de aquella condición (la 24b) en que la implica-
tura no es necesaria.
inferencias elaborativas. Las primeras resultan imprescindibles para
vincular una unidad lingüística a otra inmediatamente anterior, como Debido a que las inferencias puente implican la relación entre una
sucede en 22: unidad lingüística y otra anterior, a la que ésta debe ser ligada, han
recibido también el nombre de inferencias retrospectivas (backward
22. Emilio comenzó a cantar canciones regionales. Quité rápidamente el vino de su inferences). Deben diferenciarse de otras inferencias, que no resultan
alcance. estrictamente necesarias para la comprensión, y que poseen frecuente-
mente un carácter prospectivo (forioard inferences), a las que se
Para comprender 22, es necesario establecer algún puente entre la denomina inferencias optativas o elaborativas. Estas inferencias están
primera y la segunda oración. En este caso, el puente implica proposi- más ligadas a la función de «rellenar lagunas» (Schank, 1975), y en
ciones tales como que Emilio había bebido vino, e incluso inferencias general implican el conocimiento de objetos, situaciones y relaciones
causales que establecen alguna relación entre el vino y las canciones que se dan en el mundo, y que se evocan en relación con los
regionales. En una investigación clásica, Haviland y Clark (1974) «escenarios» a que se refieren los textos y discursos. Por ejemplo, en
denominan inferencias puente (bridging inferences) a estas inferencias 25 la inferencia «con cuchara» es opcional en la comprensión de la
segunda oración:
necesarias, que en la literatura lógica y lingüística reciben frecuente-
mente el nombre de implicaturas (Garrido, 1988). Haviland y Clark 25. El niño estuvo pesadísimo. Tardó una eternidad en tomarse la sopa.
( op. cit.) han demostrado que las oraciones de prueba que exigen
implicaturas, o inferencias puente, tardan más tiempo en compren-
derse que aquellas que no las requieren. Por ejemplo, la oración «la Parece existir una diferencia procesual clara entre las inferencias
cerveza estaba caliente» requerirá mayor tiempo de comprensión en puente y las elaborativas: las primeras se realizan en las actividades
23a) que en 23b): de comprensión e implican frecuentemente la evaluación de conoci-
mientos generales (Singer, Revlin y Halldorson, 1990, Riviére et al.,
23.a) María abrió la bolsa de la compra. 1991), que reciben el nombre. de entimemas. Por ejemplo, en la
La cerveza estaba caliente. comprensión de 26, además de la inferencia puente «Pedro es médi-
23.b) María abrió la botella de cerveza. co», es necesaria la evaluación mental de la proposición «los ciruja-
La cerveza estaba caliente. nos son médicos»:

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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y TEORIA LA COMPRENSION DEL DISCURSO

26. Pedro es cirujano. Pablo también es médico. comparten con los receptores, añadiendo nuevas informaciones que
éstos deben añadir a la información temática previa. Así, en un
La dificultad de comprensión de los inputs lingüísticos que impli- sentido muy general, la comprensión del discurso es una actividad
can inferencias puente depende de la dificultad de acceso a los que implica esencialmente procesos de acceso a la memoria y recupe-
entitemas que corresponden a éstas y de la dificultad para evaluarlos ración de información previamente poseída, asimilación de ideas
(Riviere et al., 1991). nuevas a las dadas, definición de puntos de anclaje entre unas y otras,
A diferencia de lo que sucede con las inferencias puente, cuya etc. Las inferencias puente, por ejemplo, son procedimientos destina-
intervención en los procesos de comprensión está ampliamente docu- dos a asegurar ese principio esencial del discurso. La «estrategia del
mentada, no está claro que las inferencias elaborativas se realicen en discurso mínimo» (i.e. la tendencia a dar sólo información relevante,
el acto mismo de comprensión, y no en procesos posteriores de y no hacer explícita toda la necesaria para que la comprensión se
elaboración o recuperación de la información contenida en la memo- realice) y, en general, la naturaleza inferencia! del discurso, pueden
ria (McKoon y Ratcilff, 1990). Así como las inferencias puente son entenderse como concreciones de la estrategia de ló dado y lo nuevo,
necesarias para definir la coherencia de un texto, las optativas definida por Clark y Haviland (1977) y que, en la perspectiva de los
cumplen más bien una función de elaboración, y ésta puede ser muy receptores, establece lo siguiente: «los receptores esperan que los
variable en función de un conjunto de factores que se refieren a productores del discurso empleen información marcada como dada
características personales de los lectores (o de los oyentes), propósitos para referirse a aquella que poseen de antemano, y marcada como
con que se realiza la actividad de comprensión, etc. La actividad de nueva para referirse a información que no conocen».
comprensión no es, en definitiva, un acto de «todo o nada» y, como Del principio anterior se derivan muchos de los procesos que los
comentábamos en un capítulo anterior, se corresponde fenomenológi- receptores deben realizar en la comprensión del discurso. Tales
camente con una experiencia graduada: es posible comprender más o procesos tienen las finalidades de a) diferenciar, en los elementos
menos un texto o discurso, y ello depende mucho de las inferencias lingüísticos, la información dada y la nueva, b) encontrar, en la
elaborativas (por ejemplo, sobre relaciones causales o de otras clases) memoria, antecedentes de la información dada y e) añadir informa-
que se realicen sobre el material lingüístico. Ello lleva a establecer un ción nueva a esos núcleos de memoria. Los procesos de comprensión
principio importante, a saber: que las funciones de comprensión se dificultan cuando los receptores deben recomputar la información
(tomadas en su globalidad) son capaces de hacer variar el nivel de dada y la nueva (debido a un cómputo inicial inadecuado), reinstau-
profundidad de las representaciones que son productos de ellas, y, si rar información dada escasamente accesible e identificar nuevos
es así, tienen que poseer necesariamente, junto con sus componentes temas, que introducen esquemas y escenarios también nuevos.
modulares, otros no modulares (dado que un sistema modular no En un cierto plano de descripción, los procesos de comprensión y
debería poder variar la cualidad o profundidad de sus representacio- producción del discurso, especialmente cuando se realizan en el
nes de salida), accesibles al sistema conceptual como un todo. Las estado más natural de éste que es el de la conversación, pueden
inferencias elaborativas parecen formar parte de esos componentes entenderse como actividades cooperativas, realizadas por sistemas
más interactivos, más sensibles a los procesos de pensamiento y cognitivos con el fin de elaborar un conjunto compartido de creen-
menos automatizados, de los procesos de comprensión del discurso. cias, conocimientos, ideas e intenciones, por medio de procesos
complejos deelaboración de información nueva a partir de la previa-
mente compartida. Esta definición acentúa la estrecha dependencia
10. EL CONTRATO DADO-NUEVO Y LA COMPRENSIÓN DEL DISCURSO que existe entre el componente receptivo y el productivo del lenguaje.
En este tema y los tres anteriores, nos hemos fijado principalmente en
Una intuición básica para comprender en qué consisten estos proce- el primero. Ello nos ha permitido obtener una imagen general de los
sos, y las estrategias por las que se guían, es la que se deriva de la delicados procesos de la maquinaria mental que permiten interpretar
importante distinción (de la que ya hemos hablado en el capítulo el lenguaje, pero la imagen no será completa, ni siquiera en lo que se
anterior, y a la que volveremos a referirnos en el 14) entre la refiere a la comprensión, si no se hace corresponder con su comple-
información dada y nueva. Como ha señalado Carroll (1986), la mentaria, es decir, la que se deriva de los estudios sobre la produc-
noción esencial de coherencia del discurso, en un plano global y ción del lenguaje, a los que debemos referirnos en los próximos
macroestructural, se relaciona con la estrategia principal que emplean capítulos. La capacidades humanas de comprensión del discurso no
los productores y receptores del discurso: aquéllos tienen, en cierto se explican adecuadamente más que en el contexto de competencias
modo, la «obligación pragmática» de identificar temas, que luego de producción. Al fin y al cabo, la relación humana a través del

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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y TEORIA

lenguaje no consiste en una vía unidireccional que se produjera entre Capítulo 12


unos seres que fueran exclusivamente emisores y otros que fueran
sólo receptores, sino entre seres que intercambian constantemente sus LA PRODUCCION DEL LENGUAJE
papeles como emisores y receptores, y que probablemente, y con
arreglo a los principios de economía de diseño que parecen presidir la
organización del sistema mental, emplean muchos procesos comunes
en la comprensión y la producción. A estos últimos nos referiremos
en los tres próximos capítulos.

1. INTRODUCCIÓN

La capacidad del ser humano para hablar consigo mismo y con otros
ha. sido considerada desde antiguo como una de las características
más distintivas y enigmáticas de la especie. No obstante, pese a ello, y
pese a que el análisis de los principios que rigen el habla constituye
un componente esencial de la explicación de la actividad lingüística,
la producción del lenguaje ha sido, hasta muy recientemente, un
proceso poco conocido cuyo estudio, como observara Butterworth
(1980a), ha tendido a ser soslayado o ha sido abordado con escepti-
cismo por los psicólogos científicos. ¿Por qué este escepticismo? ¿Por
que, durante décadas, ha existido la impresión -explicitada eón
claridad, por ejemplo, por Fodor, Bever y Garrett en 1974 (p. 434)-
de que «prácticamente todo lo que uno puede decir sobre la produc-
ción del lenguaje debe ser considerado como especulativo»?
Las razones que permiten dar respuesta a estas preguntas guardan
relación, sin duda, con cuestiones de tipo metodológico y, específica-
mente, con la dificultad de la utilización de métodos experimentales
en el estudio de la producción del lenguaje (cfr. capítulo 2). Al
intentar responder la pregunta «¿qué hacen las personas para decir
aquello que han pensado decir?», el investigador tiene que explicar
«de dónde vienen las oraciones» (por utilizar el afortunado título de
un artículo de Osgood de 1971); tiene que explícar cómo experiencias
internas «se convierten» en señales acústicas o visuales (sonidos,
letras, etc.), cómo, por tanto, «algo» que inicialmente es privado y no
observable (ideas, emociones, etc.) se transforma en «algo» que puede
ser percibido, analizado e interpretado por otras personas. Lo que el
investigador debe abordar, pues, en el estudio de la producción es un
proceso que sólo es observable en su última fase. A diferencia de lo
que ocurre con la comprensión, el investigador no puede ahora

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