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El precepto citado establece que la reparación del daño deberá ser plena, efectiva, adecuada y
proporcional a la gravedad del daño causado, y a la afectación sufrida en su integridad de la
víctima u ofendido y, según la naturaleza del delito de que se trate, y que si se trata del delito de
incumplimiento de las obligaciones de asistencia familiar (fracción III), y siempre que no se tenga
otro medio para acreditar el daño causado, el deudor alimentista deberá pagar por concepto de
reparación del daño por lo menos el equivalente a una unidad de salario mínimo vigente por día,
desde el momento del incumplimiento y hasta que haya causado ejecutoria la sentencia definitiva,
el cual se actualizará conforme al incremento del salario mínimo anual en la región. Por su parte, el
artículo 7, numerales 1 y 4, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos reconoce que
toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad personales; asimismo, que toda persona
detenida o retenida debe ser informada de las razones de su detención y notificada, sin demora,
del cargo o cargos formulados contra ella. Ahora bien, el artículo 32, fracción III, párrafo primero,
del Código Penal para el Estado de Colima, publicado en el Periódico Oficial local el 27 de julio de
1985, actualmente abrogado, disposición ahora prevista en el artículo 45, fracción III, párrafo
primero, del código vigente, al establecer que el monto de la condena por concepto de la
reparación del daño en el delito de incumplimiento de obligaciones de asistencia familiar, previsto
en el diverso artículo 167 Bis del propio código, debe cuantificarse desde el momento del
incumplimiento y hasta que la sentencia definitiva cause ejecutoria es inconvencional, porque la
persona que es detenida debe ser informada de las razones y hechos de su detención para que
pueda defenderse de ellos, por lo que no pueden ser materia de condena hechos u omisiones que
a futuro pudieran acaecer y que no se establecieron en el auto de formal prisión. Así, la pena
impuesta debe ser congruente con la conducta por la cual se siguió proceso a una persona, esto
es, debe haber una adecuación entre el periodo por el cual se estableció el incumplimiento de la
obligación de proporcionar alimentos y el lapso por el que se determina la condena a la reparación
del daño.
Amparo directo 210/2017. 19 de abril de 2018. Unanimidad de votos. Ponente: José David
Cisneros Alcaraz. Secretario: Miguel Ángel González Padilla.
Amparo directo 624/2017. 30 de agosto de 2018. Unanimidad de votos. Ponente: Rosa Elena
Rivera Barbosa. Secretario: Raúl Díaz Figueroa.
Esta tesis se publicó el viernes 04 de enero de 2019 a las 10:05 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
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Registro: 2018644
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 61, Diciembre de 2018, Tomo I
Materia(s): Constitucional, Civil
Tesis: 1a. CLXXXVII/2018 (10a.)
Página: 290
La reparación del daño tiene una doble dimensión, pues se entiende como un deber específico del
Estado que, al impartir justicia, cumple con su obligación de garantizar los derechos de las
personas y, como un auténtico derecho fundamental de carácter sustantivo a favor de éstas. Así, el
incumplimiento a cualquiera de las obligaciones necesarias para la adecuada tutela de los
derechos humanos (entendida como género), implica para la parte responsable de la violación una
nueva obligación subsidiaria, de reparar las consecuencias de la infracción. Es por ello, que la
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis aislada 1a. CCCXLII/2015
(10a.), de título y subtítulo: "ACCESO A LA JUSTICIA. EL DEBER DE REPARAR A LAS
VÍCTIMAS DE VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS ES UNA DE LAS FASES
IMPRESCINDIBLES DE DICHO DERECHO.", vinculó la reparación del daño con el acceso a la
justicia, entendiéndola como una fase o etapa de ese derecho. Ahora bien, para reparar un daño,
es importante poner énfasis en el impacto multidimensional del hecho lesivo, incluyendo tanto el
sufrimiento de la víctima como la cadena de impactos negativos desatada por aquél, sin que esto
se aplique a casos derivados de responsabilidad contractual y los que generen daños meramente
patrimoniales, pues aquí los efectos son más bien unidimensionales. De esta forma, bajo la figura
de "justa indemnización", se ha avanzado en el sentido de que aun en casos donde no
necesariamente se analicen violaciones a derechos humanos, resulta necesario revisar si los
montos dictados dan cuenta de todas las afectaciones y consecuencias, patrimoniales y
extrapatrimoniales, derivadas de un hecho ilícito, pues deberán ser suficientes para cubrir distintos
aspectos que transitan por la compensación en sentido estricto, pero que también deben alcanzar
a re-dignificar y rehabilitar a las personas, de ahí que el criterio de la Primera Sala del Alto Tribunal
en relación con que la justa indemnización tiene como primera finalidad, replantear los alcances de
los procedimientos estrictamente indemnizatorios –como los juicios civiles por responsabilidad
extracontractual o los de responsabilidad patrimonial– en aras de garantizar que las
compensaciones dictadas tengan un efecto reparador más completo o integral, sin que ello
implique cambiar su naturaleza ni obviar las reglas que los rigen (siempre que sean compatibles
con los estándares constitucionales respectivos). Esto, a su vez, ha conllevado la invalidación de
topes o límites a los montos indemnizatorios por considerarse contrarios al derecho a la justa
indemnización.
Amparo directo 50/2015. 3 de mayo de 2017. Mayoría de tres votos de los Ministros: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho para formular voto
concurrente y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Disidentes: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien
formuló voto particular y Norma Lucía Piña Hernández, quien reservó su derecho para formular
voto particular. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Arturo Guerrero Zazueta.
Nota: La tesis aislada 1a. CCCXLII/2015 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la
Federación el viernes 13 de noviembre de 2015 a las 10:06 horas y en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 24, noviembre de 2015, Tomo I, página 949, con
número de registro digital: 2010414.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
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Época: Décima Época
Registro: 2018645
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 61, Diciembre de 2018, Tomo I
Materia(s): Constitucional, Civil
Tesis: 1a. CXC/2018 (10a.)
Página: 292
No es lo mismo analizar violaciones a derechos humanos que hechos ilícitos en general, y también
existen diferencias dependiendo de si el estudio se realiza en sede administrativa –jurisdiccional o
cuasi-jurisdiccional– o en una acción de responsabilidad civil o en amparo, pues cada vía admite
cierto tipo de medidas reparadoras y tiene reglas para determinar su procedencia. No obstante,
centrando la cuestión en la individualización de indemnizaciones, lo importante en cada caso es
revalorizar las indemnizaciones de modo que se consideren justas o integrales, lo que se traduce
en que éstas comprendan porcentajes o fracciones que tengan finalidades diversas, como pueden
ser la compensación –material o inmaterial– en sentido estricto, la rehabilitación o la redignificación
de las personas. Así, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido
que las indemnizaciones serán consideradas justas cuando su cálculo se realice con base en el
encuentro de dos principios: el de reparación integral del daño y el de individualización de la
condena según las particularidades de cada caso. Por ello, una indemnización debe
individualizarse atendiendo a: (i) la naturaleza y extensión de los daños causados, esto es, si son
físicos, mentales o psicoemocionales; (ii) la posibilidad de rehabilitación de la persona afectada; (iii)
la pérdida de oportunidades, en particular las de empleo, educación y prestaciones sociales; (iv)
los daños materiales, incluidos los ingresos y el lucro cesante; (v) los perjuicios inmateriales; (vi)
los gastos de asistencia jurídica o de expertos, medicamentos y servicios médicos, psicológicos y
sociales; (vii) el nivel o grado de responsabilidad de las partes; (viii) su situación económica; y (ix)
demás características particulares. Finalmente, cuando se trate de procedimientos que, por su
finalidad, pueden calificarse como "indemnizatorios", mientras las reglas que rigen la
compensación resulten compatibles con el derecho a obtener una justa indemnización, no será
necesario alterar la forma en que la figura respectiva se encuentra normada.
Amparo directo 50/2015. 3 de mayo de 2017. Mayoría de tres votos de los Ministros: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho para formular voto
concurrente y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Disidentes: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien
formuló voto particular y Norma Lucía Piña Hernández, quien reservó su derecho para formular
voto particular. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Arturo Guerrero Zazueta.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
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DERECHO A UNA JUSTA INDEMNIZACIÓN POR VIOLACIONES A DERECHOS HUMANOS. SU
RELACIÓN CON EL DERECHO DE DAÑOS.
En los asuntos en los que se reclame la reparación del daño por un hecho ilícito –incluso cuando
éste conlleve la violación a derechos humanos, como la vida o la integridad– que dé lugar a
responsabilidad civil extracontractual o responsabilidad administrativa por actividad irregular del
Estado, el marco constitucional de derechos humanos no eximirá de que en cada caso se
acrediten la existencia de un hecho ilícito o actividad irregular, la actualización de un daño y la
existencia de una relación de causalidad entre ambos, con independencia de los esquemas de
presunciones o de inversión de carga de la prueba que en ciertos supuestos puedan tener cabida.
Lo que sí se revisará en cada caso, es: primero, que las normas y los procedimientos en que se
sustente cada uno de los elementos descritos sean válidos a la luz del parámetro de control de
regularidad; segundo, que la noción de ilicitud sea compatible con los estándares de derechos
humanos que eventualmente resulten aplicables, partiendo de la posible existencia de derechos
humanos subyacentes a las relaciones jurídicas que se estudien; y tercero, que la reparación que
en su caso se dicte sea compatible con los estándares de reparación integral del daño o de justa
indemnización. En relación con este último punto, las materias civil y administrativa cuentan
también con una serie de reglas y principios que rigen la cuantificación de las indemnizaciones y la
individualización de las medidas de reparación que puedan dictarse. Así, en términos de los
artículos 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 63.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, lo importante será que las reglas previstas en cada materia
permitan que las indemnizaciones que resulten procedentes, sean compatibles con el derecho a
una justa indemnización, atendiendo a la naturaleza del procedimiento en que se actúa. Es esta
idea la que ha justificado que la Primera Sala de la Suprema Corte haya considerado en diversos
casos –que, además, corresponden a distintas materias–, que el concepto de topes o límites a los
montos indemnizatorios resulta contrario al derecho a la reparación, sin que ello implique que un
procedimiento de corte indemnizatorio cambie su naturaleza, fuera de los alcances integralmente
reparadores que se pretendan lograr con el monto respectivamente fijado.
Amparo directo 50/2015. 3 de mayo de 2017. Mayoría de tres votos de los Ministros: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho para formular voto
concurrente y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Disidentes: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien
formuló voto particular y Norma Lucía Piña Hernández, quien reservó su derecho para formular
voto particular. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Arturo Guerrero Zazueta.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
De conformidad con la tesis aislada 1a. XCI/2015 (10a.), emitida por la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, de título y subtítulo: "ALIMENTOS. SU OTORGAMIENTO
DEBE REALIZARSE CON BASE EN UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO.", la obligación de juzgar
con perspectiva de género se actualiza de oficio, pues se encuentra implícita en las facultades
jurisdiccionales de quienes imparten justicia, y su cumplimiento exige la aplicación de una
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metodología centrada en la necesidad de detectar posibles situaciones de desequilibrio de poder
entre las partes –mas no necesariamente presentes– como consecuencia de su género, seguida
de un deber de cuestionar la neutralidad de las pruebas y el marco normativo aplicable, así como
de recopilar las pruebas necesarias para visualizar el contexto de violencia o discriminación y,
finalmente, resolver los casos prescindiendo de cualquier tipo de cargas estereotipadas que
resulten en detrimento de mujeres u hombres. Al trasladar esta doctrina al contexto de las
reparaciones, es evidente que la perspectiva de género exige partir de la idea de que la exclusión
de género preexiste a las violaciones a derechos humanos y, desafortunadamente, se agrava
durante y después de éstas. Así, la aplicación de dicha doctrina, al momento de dictar medidas de
reparación, exige formular algunas preguntas básicas, que impactarán la forma en la que se
construye la verdad detrás de un asunto: i) ¿cuál fue el daño?; ii) ¿quién lo cometió?; iii) ¿contra
quién se cometió?; iv) ¿cuál fue su impacto específico y diferenciado?; y, v) ¿cuál fue su impacto
primario y secundario? Lo anterior tiene como finalidad generar los remedios necesarios para
hacer frente a un hecho victimizante cuyo surgimiento puede ser por razones de género o que
puede haber tenido repercusiones agravadas con motivo del sexo, género u orientación sexual de
la víctima.
Amparo directo 50/2015. 3 de mayo de 2017. Mayoría de tres votos de los Ministros: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho para formular voto
concurrente, y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Disidentes: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien
formuló voto particular, y Norma Lucía Piña Hernández, quien reservó su derecho para formular
voto particular. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Arturo Guerrero Zazueta.
Nota: La citada tesis 1a. XCI/2015 (10a.), se publicó en el Semanario Judicial de la Federación del
viernes 27 de febrero de 2015 a las 9:30 horas y en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Décima Época, Libro 15, Tomo II, febrero de 2015, página 1383, con número de
registro digital: 2008544.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
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de derechos de las víctimas y ofendidos al apartado C del artículo 20 constitucional, e incorporó en
su fracción VII, el derecho a impugnar determinaciones del Ministerio Público que afecten la
obtención de la reparación del daño; y (4) la de 29 de julio de 2010 que introdujo en la Constitución
Federal el fundamento de las acciones colectivas, dejando a la legislación secundaria la regulación
de los mecanismos de reparación del daño. Ante estas reformas, la legislación secundaria
desarrolló el contenido de las reparaciones o de la indemnización bajo una base eminentemente
civil y con un contenido apoyado principalmente en la teoría de las obligaciones. Esta situación
cambió con la reforma constitucional en esta materia, publicada el 10 de junio de 2011, la cual
incluyó en el tercer párrafo de su artículo 1o. un catálogo de las obligaciones genéricas y los
deberes específicos del Estado mexicano en materia de derechos humanos, dentro de los cuales
se reconoció la "reparación por violaciones a derechos humanos". Al respecto, el deber de
"reparar" tales violaciones no fue incluido en el dictamen original de reforma elaborado por las
Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Derechos Humanos de la Cámara de
Diputados, sino que surgió hasta el dictamen suscrito el 7 de abril de 2010 por las Comisiones
Unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos de la Cámara de Senadores, con
opinión de la Comisión de Reforma del Estado, sin que la adición fuese objeto de cambios durante
el resto del proceso de reforma constitucional. Para entender el concepto de "reparación"
incorporado a la Constitución, es importante señalar que el Senado invocó el concepto de
"reparación integral" desarrollado en el marco de las Naciones Unidas, partiendo de los "principios
y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas
internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional
humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones".
Amparo directo en revisión 5826/2015. 8 de junio de 2016. Unanimidad de cuatro votos de los
Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Norma Lucía Piña
Hernández, quien reservó su derecho para formular voto concurrente y Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena. Ausente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario:
Arturo Guerrero Zazueta.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
Al analizar la reparación integral del daño en casos que impliquen violaciones a derechos
humanos, no se pone énfasis en el repudio de una conducta individual considerada antijurídica
sino en el impacto multidimensional de un hecho lesivo, incluyendo tanto el sufrimiento de la
víctima como la cadena de impactos negativos desatada por un hecho. Así, resulta necesario
precisar que una violación a derechos humanos debe entenderse a partir del principio
constitucional de indivisibilidad de los derechos, pues para comprender la magnitud del hecho
victimizante no debe revisarse únicamente la gravedad del daño, sino el impacto que éste pudo
tener respecto de otros derechos. En efecto, la vulneración a un derecho humano puede traer
como consecuencia la transgresión a otros, lo cual exige que el órgano jurisdiccional identifique
todas las consecuencias del hecho victimizante, pues sólo así podrán identificarse los distintos
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tipos de medidas que serán necesarias para reparar el daño. En este sentido, la reparación de una
violación a derechos humanos exige la contención de las consecuencias generadas y su eventual
eliminación o, en caso de no ser ésta posible, su disminución, lo que implica que las distintas
medidas que forman parte de lo que se conoce como reparación integral no deban valorarse bajo
un esquema sucesivo, en el cual si una no funciona se intenta otra, sino a partir de un enfoque
simultáneo, en el que se busque la reparación de cada uno de los derechos afectados. Ahora bien,
dependiendo de la naturaleza del caso, es posible que los procedimientos no permitan el dictado
de medidas de distinta naturaleza, pues su viabilidad no es idéntica en todas las materias ni en
todas las vías, no obstante, ello implica que se deban revalorizar las indemnizaciones de modo que
se consideren justas o integrales. Así, las indemnizaciones serán consideradas justas cuando su
cálculo se realice con base en el encuentro de dos principios: el de reparación integral del daño y
el de individualización de la condena según las particularidades de cada caso, incluyendo: 1) la
extensión de los daños causados y su naturaleza (físicos, mentales o psicoemocionales); 2) la
posibilidad de rehabilitación; 3) la pérdida de oportunidades, en particular las de empleo, educación
y prestaciones sociales; 4) los daños materiales (ingresos y el lucro cesante); 5) los daños
inmateriales; 6) los gastos de asistencia jurídica o de expertos, medicamentos y servicios médicos,
psicológicos y sociales; 7) el nivel o grado de responsabilidad de las partes; 8) su situación
económica; y, 9) las demás características particulares. Por ello, el derecho a la reparación integral
del daño en casos que afecten derechos humanos es incompatible con la existencia de topes,
tarifas o montos máximos y mínimos que impidan que la cuantificación de una indemnización
atienda a las características específicas de cada caso.
Amparo directo en revisión 5826/2015. 8 de junio de 2016. Unanimidad de cuatro votos de los
Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Norma Lucía Piña
Hernández, quien reservó su derecho para formular voto concurrente y Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena. Ausente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario:
Arturo Guerrero Zazueta.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
Existen hechos ilícitos (como género) que, más allá de una transgresión derivada del
incumplimiento de un deber o de una prohibición de carácter legal (ilícitos en sentido estricto),
implican una indebida o irregular afectación sufrida por una persona en la forma de una violación a
derechos humanos, razón por la cual, han sido calificados como "hechos victimizantes". Ahora
bien, existen múltiples casos donde las violaciones a derechos humanos no son atendidas por
figuras o instituciones normativas específicas, de modo que podría hablarse de "violaciones
atípicas" a derechos humanos, que deberán atenderse desde el marco constitucional aplicable y
revisando la forma en la cual el ordenamiento jurídico puede contribuir al respecto. Por otra parte,
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existen otras violaciones a derechos humanos que podrían calificarse de "típicas", pues además de
la transgresión a esos derechos, implican necesariamente la afectación a los deberes o
prohibiciones legales mencionados, cuya actualización permite a las personas acudir a los
mecanismos jurisdiccionales diseñados específicamente para los supuestos respectivos, a través
de los cauces legales correspondientes. Así, en estos casos se está ante hechos ilícitos que
suelen entenderse desde el marco legislativo que los regula, aun cuando en el fondo pueda
subyacer una violación a derechos humanos, como ocurre, por ejemplo, en los asuntos de
negligencia médica, que son tratados por el ordenamiento jurídico a través de instituciones como la
responsabilidad patrimonial del Estado o la responsabilidad civil extracontractual, con
independencia de que en el fondo puedan estar en juego los derechos a la integridad y a la vida.
En estos términos, cuando se trate de un caso de violaciones a derechos humanos, éstas se
calificarán como "típicas" cuando su ocurrencia en la vida diaria es tan frecuente o relevante que el
ordenamiento jurídico las ha explicado a través de figuras e instituciones jurídicas específicas. Lo
anterior exige entender como ideas complementarias, qué casos como los de negligencia médica o
de responsabilidad extracontractual en general –ya sea en su vertiente civil o como actividad
irregular del Estado– entrañen una posible –mas no necesaria– violación a los derechos humanos
a la vida, a la integridad y a la salud, y el que dicha cuestión se traduzca en un problema de
naturaleza civil o administrativa, con reglas específicas derivadas de cada una de esas materias, lo
que conduce a un análisis en torno a la transversalidad de los derechos humanos y su relación con
las distintas ramas del derecho con las que interactúa, pues la posibilidad de que un hecho pueda
calificarse como victimizante por conllevar violaciones a derechos humanos, no implica hacer a un
lado las reglas que rigen las instituciones diseñadas para exigir la reparación del daño
correspondiente, así como la doctrina que se ha elaborado en torno a ésta. No obstante, como
ocurre a partir del paradigma constitucional en materia de derechos humanos que impera desde
junio de 2011, las normas y los procedimientos que formen parte de las instituciones respectivas
deberán interpretarse de conformidad y contrastarse con el parámetro de control de regularidad, de
modo que en cada caso se tutelen adecuadamente los derechos de las personas involucradas.
Amparo directo 50/2015. 3 de mayo de 2017. Mayoría de tres votos de los Ministros: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho para formular voto
concurrente, y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Disidentes: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien
formuló voto particular, y Norma Lucía Piña Hernández, quien reservó su derecho para formular
voto particular. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Arturo Guerrero Zazueta.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
Los hechos ilícitos o la actividad irregular del Estado pueden implicar la violación a derechos
humanos. En efecto, un ilícito civil se configura cuando se incumple una norma de orden público o
la lex artis. Dicho deber puede constituir un derecho humano cuando el deber violado se identifica
plenamente con un derecho reconocido a nivel internacional o nacional, como podría ser la
prohibición de discriminación, o la protección al honor o a la libertad de expresión. La reparación
económica por violaciones a derechos humanos puede demandarse a través de procedimientos
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especiales creados específicamente para ello. Su sentido es generar una compensación
económica, atendiendo a las peculiaridades del derecho afectado. No obstante, a falta de
procedimientos específicos, puede demandarse la reparación económica derivada de los daños
patrimoniales o morales generados por la violación de derechos humanos a través de la vía civil,
cuando el responsable sea un particular, o por la vía administrativa, cuando el responsable sea el
Estado. Debe tenerse en cuenta que en las demandas a través de estos juicios debe acreditarse
que la violación generó un daño patrimonial o moral, y que sólo tienen como propósito la
compensación económica de las afectaciones sufridas y no la generación de medidas no
pecuniarias de reparación (de satisfacción y no repetición).
Amparo directo en revisión 5490/2016. 7 de marzo de 2018. Cinco votos de los Ministros Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho para formular voto
aclaratorio, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña
Hernández, quien votó con el sentido, pero con salvedad en las consideraciones. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretaria: Ana María Ibarra Olguín.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
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TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS PENAL Y ADMINISTRATIVA DEL VIGÉSIMO SEGUNDO
CIRCUITO.
Amparo directo 89/2018. 21 de junio de 2018. Unanimidad de votos. Ponente: Mauricio Barajas
Villa. Secretaria: Elsa Aguilera Araiza.
Esta tesis se publicó el viernes 09 de noviembre de 2018 a las 10:20 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.
El derecho de las víctimas a la reparación del daño derivado de la comisión de un delito está
previsto en el artículo 20, apartado C, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. Por su parte, en la legislación ordinaria, se reconoce en los artículos 45 del Código
Penal para el Distrito Federal, aplicable para la Ciudad de México y 12, fracción II, de la Ley
General de Víctimas, que establecen la obligación de la autoridad ministerial de solicitar la
reparación del daño y del juzgador de condenar al enjuiciado cuando haya emitido una sentencia
condenatoria; así como que las víctimas tienen derecho a que se les repare el daño en forma
expedita, proporcional y justa, respectivamente. Además, los diversos 42 del código citado y 64 de
la ley indicada, señalan un estándar mínimo del alcance de la reparación del daño, el cual también
depende de la naturaleza del delito de que se trate, y que deben compensarse todos los perjuicios,
sufrimientos y pérdidas económicamente valuables que sean consecuencia de la comisión de un
delito. Al respecto, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis
aislada 1a. CCLXXII/2015 (10a.), ha establecido los parámetros que deben observar las
autoridades para cumplir con la finalidad constitucional de la reparación del daño derivada de un
delito, la cual debe cubrirse en forma expedita, proporcional y justa; debe ser oportuna, plena,
integral y efectiva, en relación con el daño ocasionado como consecuencia del delito, lo cual
comprende que se establezcan medidas de restitución, rehabilitación, compensación y
satisfacción; con la reparación integral debe devolverse a la víctima u ofendido a la situación
anterior a la comisión del delito, lo que comprende cualquier tipo de afectación generada:
económica, moral, física, psicológica, entre otras; la restitución material comprende la devolución
de bienes afectados con la comisión del delito, y sólo en caso de que no sea posible, el pago de su
valor, y la efectividad de la reparación del daño dependen de la condición de resarcimiento que
otorgue a la víctima u ofendido del delito, que deberá ser proporcional, justa, plena e integral pues,
de lo contrario, no se satisface el resarcimiento de la afectación. Con base en lo anterior, no basta
que la autoridad responsable se pronuncie respecto a la condena a la reparación del daño material
con base en el dictamen de contabilidad correspondiente, sino que debe resolver por completo
dicho tópico y, en su caso, ponderar los intereses moratorios calculados en el incidente de
liquidación promovido en el juicio ejecutivo mercantil respectivo, ya que estos incidentes tienen
como objetivo determinar con precisión la cuantía de las prestaciones a que quedaron obligadas
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las partes en el juicio y así perfeccionar la sentencia en los detalles relativos a esas condenas,
pues sólo así se hace efectivo el derecho humano a una reparación integral del daño material de la
víctima u ofendido del delito, conforme a los parámetros establecidos en la Constitución Federal y
en la Ley General de Víctimas; máxime que este último ordenamiento establece una serie de
principios, definiciones y reglas que han conseguido reafirmar al conjunto de derechos humanos de
las víctimas, por lo cual, dada su construcción, más allá de ser un ordenamiento declarativo,
constituye una auténtica herramienta para hacer efectivos sus derechos en todas y cada una de las
esferas, públicas y privadas, en las que estén inmersos, por lo que debe considerarse que por su
diseño multidimensional, esta ley abarca todos los ámbitos de protección de las víctimas como
personas portadoras de derechos, más allá del sistema procesal que rija al procedimiento penal en
el que deban dirimirse sus prerrogativas fundamentales, entre otras, las relativas a la justicia,
verdad y reparación integral del daño.
Amparo directo 139/2018. 23 de agosto de 2018. Mayoría de votos. Disidente: Irma Rivero Ortiz de
Alcántara. Ponente: Emma Meza Fonseca. Secretario: Martín Muñoz Ortiz.
Nota: La tesis aislada 1a. CCLXXII/2015 (10a.), de título y subtítulo: "REPARACIÓN DEL DAÑO
DERIVADA DE UN DELITO. PARÁMETROS QUE DEBEN OBSERVARSE PARA CUMPLIR CON
ESTE DERECHO HUMANO." citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación
del viernes 11 de septiembre de 2015 a las 11:00 horas y en la Gaceta del Semanario Judicial de
la Federación, Décima Época, Libro 22, Tomo I, septiembre de 2015, página 320.
Esta tesis se publicó el viernes 09 de noviembre de 2018 a las 10:20 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.
Atento a los criterios emitidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuando fallece
alguna de las víctimas (directa o indirecta) de la actividad administrativa irregular del Estado que
produjo su responsabilidad patrimonial, como parte de la reparación integral del daño, las
cantidades que correspondan por concepto de indemnización deberán pagarse en su totalidad a la
que sobreviva, a fin de lograr una tutela judicial efectiva; de lo contrario, la protección judicial y la
plena restitución de los derechos violados resultarían nulas o ilusorias.
Amparo directo 418/2017. Inés Georgina Lledias Velasco y otra. 28 de junio de 2018. Unanimidad
de votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Aideé Pineda Núñez.
Esta tesis se publicó el viernes 19 de octubre de 2018 a las 10:29 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
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Época: Décima Época
Registro: 2018207
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 59, Octubre de 2018, Tomo III
Materia(s): Administrativa
Tesis: I.4o.A.136 A (10a.)
Página: 2484
La Corte Interamericana de Derechos Humanos estableció que la reparación integral del daño
implica el restablecimiento de la situación anterior y la eliminación de los efectos que la violación
produjo, así como una indemnización por los daños causados. En este sentido, señaló que "el
daño material" supone la pérdida o detrimento de los ingresos de la víctima, los gastos efectuados
con motivo de los hechos y las consecuencias de carácter pecuniario que tengan un nexo causal
con los hechos consecuentes, el cual comprende, por un lado, el lucro cesante, que se refiere a la
pérdida de ingresos de la víctima directa o indirecta y, por otro, el daño emergente, que enmarca
los pagos y gastos en los que han incurrido la víctima o sus familiares. Por tanto, para cuantificar el
monto de la indemnización por daño material derivada de la responsabilidad patrimonial del
Estado, que corresponde por ejemplo, a una persona a quien se le amputó una extremidad como
consecuencia de la actividad administrativa irregular del Estado, deben tomarse en consideración
el lucro cesante y el daño emergente.
Amparo directo 418/2017. Inés Georgina Lledias Velasco y otra. 28 de junio de 2018. Unanimidad
de votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Aideé Pineda Núñez.
Esta tesis se publicó el viernes 19 de octubre de 2018 a las 10:29 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
Con fundamento en los artículos 1o. y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver el expediente varios
912/2010, implementó un modelo general de control de constitucionalidad y convencionalidad, en
donde se establece que el control difuso del que conozcan los tribunales federales, es decir,
Juzgados de Distrito y Tribunales Unitarios de proceso federal y tribunales administrativos, como
los tribunales locales, sean judiciales, administrativos y electorales, puede tramitarse vía incidente,
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pero esta forma, no implica la apertura de un expediente por cuerda separada, sino que debe
entenderse como la posibilidad de inaplicación durante el proceso correspondiente. Bajo este
contexto, aun cuando en dicho modelo, los Jueces locales pueden realizar el control difuso
incidentalmente, éste se refiere, a una técnica al alcance del Juez para ejercer un control de
constitucionalidad al interior de un proceso, sea éste constitucional o de cualquier otra naturaleza;
de lo que se colige que al utilizar el término "incidente", no puede interpretarse como que la
solicitud de inaplicación de un artículo por inconstitucional, debe estudiarse en un incidente no
especificado, pues bastará con que el Juez considere que la norma no tiene méritos de ser
inaplicada, mencionando que no advirtió violación alguna de derechos humanos, para que se
estime que realizó el control difuso, pudiendo realizar lo anterior en la parte considerativa de la
resolución emitida, que es lo que debe considerarse en forma incidental y no el hecho de que
posterior a su aplicación por el Juez ordinario, se plantee la inaplicación de la norma mediante un
incidente innominado bajo argumentos de inconvencionalidad o inconstitucionalidad. Sobre esta
base, la vía incidental no es el medio idóneo para tratar el tema de inconstitucionalidad de una
norma ya aplicada, so pretexto del estudio de inaplicación ex officio, pues al promover dicho medio
de defensa, se provocará que el tema toral, o la litis central, se vuelva la inconstitucionalidad de
una norma y, entrar al estudio de dicha inconstitucionalidad en el incidente, se equipararía al
control concentrado, que sólo pueden ejercerlo los órganos del Poder Judicial de la Federación.
Amparo en revisión 323/2017. 25 de enero de 2018. Unanimidad de votos. Ponente: Jesús Rafael
Aragón. Secretaria: Silvia Galindo Andrade.
Esta tesis se publicó el viernes 17 de agosto de 2018 a las 10:25 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
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las medidas que hubiesen adoptado las autoridades de primer contacto, realizará las vinculaciones
que correspondan y requerirá las acciones complementarias de atención, asistencia y protección
que resulten procedentes. Aunado a lo anterior, del análisis íntegro de la normativa que regula a la
Comisión citada, se advierte que ésta no emite condena alguna a la autoridad responsable de la
violación a los derechos humanos, ni prejuzga sobre la responsabilidad que debe atribuírsele, sino
que simplemente hace de su conocimiento el pago de la compensación que realizará a las víctimas
con motivo de la reparación del daño, para que dicha autoridad inicie los procedimientos
conducentes y, de ser procedente, promueva las responsabilidades administrativas o penales que
correspondan; pues la Comisión actúa en términos de complementariedad y armonización,
respecto a las compensaciones que se hayan determinado mediante otros mecanismos o
procedimientos de asistencia, ayuda, protección, atención y reparación, a fin de que, en los casos
en que la víctima no haya obtenido el pago de la totalidad de los daños materiales e inmateriales
que haya sufrido por esas violaciones, se logre la integralidad que busca la reparación del daño.
Amparo en revisión 943/2016. Francisco Javier Machorro Santana. 1 de febrero de 2017. Cinco
votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco
González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I.; votó contra
consideraciones Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretario: Isidro
Emmanuel Muñoz Acevedo.
Amparo en revisión 1061/2016. Jorge Gilberto Cisneros Zúñiga. 19 de abril de 2017. Cinco votos
de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco González
Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I. Ponente: Eduardo Medina Mora I.
Secretario: Rodrigo de la Peza López Figueroa.
Amparo en revisión 935/2016. Carlos César López Sánchez. 26 de abril de 2017. Unanimidad de
cuatro votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco
González Salas y Eduardo Medina Mora I.; votó con salvedad José Fernando Franco González
Salas en relación con el tema de suplencia de la queja. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos;
en su ausencia hizo suyo el asunto Alberto Pérez Dayán. Secretario: Fausto Gorbea Ortiz.
Amparo en revisión 959/2016. Gustavo González Martínez. 3 de mayo de 2017. Cinco votos de los
Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco González Salas,
Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I.; votó con reservas José Fernando Franco
González Salas. Ponente: José Fernando Franco González Salas. Secretaria: Jocelyn M.
Mendizábal Ferreyro.
Tesis de jurisprudencia 110/2017 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en
sesión privada del dos de agosto de 2017.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de agosto de 2017 a las 10:19 horas en el Semanario Judicial de
la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 14 de agosto de
2017, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
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Materia(s): Administrativa
Tesis: 2a./J. 111/2017 (10a.)
Página: 746
De la interpretación del artículo 132 de la Ley General de Víctimas y del lineamiento 40 de los
Lineamientos para el funcionamiento del Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral,
publicados en el Diario Oficial de la Federación el 15 de enero de 2015, se advierte que, en caso
de que a la víctima se le haya cubierto parte de la reparación integral a través de otros
mecanismos se entregará, de manera complementaria, el monto no enterado a través de esas
vías. En ese sentido, lo que el ordenamiento legal citado proscribe no es la complementariedad,
sino la duplicidad de la compensación; por ende, con independencia de que la víctima haya
obtenido cierto pago por concepto de reparación mediante algún medio o instrumento diverso al
contemplado en la ley mencionada, tal situación, por sí sola, no puede tener el alcance de privarle
del derecho de acceder al fondo tutelado en dicho ordenamiento legal, mediante la fijación de la
compensación que la comisión realice, si esa medida no resulta suficiente para reparar la totalidad
de los daños derivados de la violación a sus derechos humanos. Máxime que el artículo 149 de la
ley referida precisa que procederá el acceso a los recursos del fondo en materia de reparación,
cuando la medida reparatoria en otros mecanismos "no haya alcanzado el pago total de los daños
que se le causaron", o bien, "no haya recibido la reparación integral del daño por cualquier otra
vía", lo que denota que tanto las reparaciones individuales, administrativas o judiciales, como las
colectivas obtenidas en otras vías, se entienden en términos de complementariedad, a fin de
alcanzar la integralidad que busca la reparación.
Amparo en revisión 943/2016. Francisco Javier Machorro Santana. 1 de febrero de 2017. Cinco
votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco
González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I.; votó contra
consideraciones Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretario: Isidro
Emmanuel Muñoz Acevedo.
Amparo en revisión 1061/2016. Jorge Gilberto Cisneros Zúñiga. 19 de abril de 2017. Cinco votos
de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco González
Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I. Ponente: Eduardo Medina Mora I.
Secretario: Rodrigo de la Peza López Figueroa.
Amparo en revisión 935/2016. Carlos César López Sánchez. 26 de abril de 2017. Unanimidad de
cuatro votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco
González Salas y Eduardo Medina Mora I.; votó con salvedad José Fernando Franco González
Salas en relación con el tema de suplencia de la queja. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos;
en su ausencia hizo suyo el asunto Alberto Pérez Dayán. Secretario: Fausto Gorbea Ortiz.
Amparo en revisión 959/2016. Gustavo González Martínez. 3 de mayo de 2017. Cinco votos de los
Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco González Salas,
Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I.; votó con reservas José Fernando Franco
González Salas. Ponente: José Fernando Franco González Salas. Secretaria: Jocelyn M.
Mendizábal Ferreyro.
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Tesis de jurisprudencia 111/2017 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en
sesión privada del dos de agosto de 2017.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de agosto de 2017 a las 10:19 horas en el Semanario Judicial de
la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 14 de agosto de
2017, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
Del análisis del ordenamiento legal citado, se advierte que la víctima tiene expedito su derecho
para solicitar la aplicación de los recursos contenidos en el Fondo de Ayuda, Asistencia y
Reparación Integral, en todos aquellos casos en que "no haya recibido la reparación integral del
daño por cualquier otra vía"; en ese sentido, el hecho de que "se haya dado por satisfecho" del
monto de reparación que se le haya asignado en otras vías, no impide que pueda acceder al fondo
referido para obtener una reparación integral. Lo anterior es así, ya que el derecho de las víctimas
a ser reparadas de manera íntegra por las violaciones cometidas a sus derechos humanos no
puede tener el carácter de renunciable, ni verse restringido por las necesidades económicas o
presiones que puedan recaerles, toda vez que la reparación integral del daño es un derecho
fundamental que tiene toda persona a que sea restablecida su dignidad intrínseca la cual, por su
propia naturaleza, no resulta conmensurable y, por ende, negociable. En efecto, el restablecimiento
de la dignidad de la víctima es el objetivo último de la reparación, reconocido por el artículo 5 de la
Ley General de Víctimas que prevé que, en virtud de la dignidad humana de la víctima, todas las
autoridades del Estado están obligadas en todo momento a respetar su autonomía, a considerarla
y tratarla como fin de su actuación, así como garantizar que no se vea disminuido el mínimo
existencial al que la víctima tiene derecho, ni sea afectado el núcleo esencial de sus derechos.
Amparo en revisión 943/2016. Francisco Javier Machorro Santana. 1 de febrero de 2017. Cinco
votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco
González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I.; votó contra
consideraciones Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretario: Isidro
Emmanuel Muñoz Acevedo.
Amparo en revisión 1061/2016. Jorge Gilberto Cisneros Zúñiga. 19 de abril de 2017. Cinco votos
de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco González
Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I. Ponente: Eduardo Medina Mora I.
Secretario: Rodrigo de la Peza López Figueroa.
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Amparo en revisión 935/2016. Carlos César López Sánchez. 26 de abril de 2017. Unanimidad de
cuatro votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco
González Salas y Eduardo Medina Mora I.; votó con salvedad José Fernando Franco González
Salas en relación con el tema de suplencia de la queja. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos;
en su ausencia hizo suyo el asunto Alberto Pérez Dayán. Secretario: Fausto Gorbea Ortiz.
Amparo en revisión 959/2016. Gustavo González Martínez. 3 de mayo de 2017. Cinco votos de los
Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco González Salas,
Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I.; votó con reservas José Fernando Franco
González Salas. Ponente: José Fernando Franco González Salas. Secretaria: Jocelyn M.
Mendizábal Ferreyro.
Tesis de jurisprudencia 112/2017 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en
sesión privada del dos de agosto de 2017.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de agosto de 2017 a las 10:19 horas en el Semanario Judicial de
la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 14 de agosto de
2017, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
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en que la víctima no haya obtenido el pago de la totalidad de los daños materiales e inmateriales
que haya sufrido por esas violaciones, se logre la integralidad que busca la reparación del daño.
Amparo en revisión 943/2016. Francisco Javier Machorro Santana. 1 de febrero de 2017. Cinco
votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco
González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I.; votó contra
consideraciones Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretario: Isidro
Emmanuel Muñoz Acevedo.
Amparo en revisión 1061/2016. Jorge Gilberto Cisneros Zúñiga. 19 de abril de 2017. Cinco votos
de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco González
Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I. Ponente: Eduardo Medina Mora I.
Secretario: Rodrigo de la Peza López Figueroa.
Amparo en revisión 959/2016. Gustavo González Martínez. 3 de mayo de 2017. Cinco votos de los
Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco González Salas,
Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I. Ponente: José Fernando Franco
González Salas. Secretaria: Jocelyn M. Mendizábal Ferreyro.
Nota: Este criterio ha integrado la jurisprudencia 2a./J. 110/2017 (10a.), publicada en el Semanario
Judicial de la Federación del viernes 11 de agosto de 2017 a las 10:19 horas y en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 45, Tomo II, agosto de 2017, página
745, de título y subtítulo: "COMPENSACIÓN A VÍCTIMAS DE VIOLACIÓN A DERECHOS
HUMANOS. AUTORIDAD COMPETENTE PARA DETERMINAR SU MONTO POR CONCEPTO
DE REPARACIÓN DEL DAÑO."
Esta tesis se publicó el viernes 16 de junio de 2017 a las 10:22 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
El artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece la obligación
de las autoridades de investigar toda situación en la que haya violación de derechos humanos
protegidos constitucionalmente y en los tratados internacionales en la materia; de esta manera, en
los asuntos relacionados con actos de tortura, estrictamente prohibidos por el derecho
internacional de los derechos humanos, si el órgano jurisdiccional actúa de modo tal que esa
vulneración quede impune y no se restablece a la víctima en la plenitud de sus derechos, incumple
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con el deber de garantizar el libre y pleno ejercicio de aquéllos a las personas sujetas a su
jurisdicción. Por lo que proporcionar un recurso judicial efectivo conforme a las reglas del debido
proceso, garantiza el restablecimiento del derecho conculcado y, de ser posible, la reparación del
daño producido; de ahí la exigencia a los órganos jurisdiccionales de que dirijan el proceso de
manera que eviten la impunidad.
Amparo directo 349/2016. 6 de abril de 2017. Mayoría de votos. Disidente: Irma Rivero Ortiz de
Alcántara. Ponente: Miguel Ángel Aguilar López. Secretaria: Ma. de los Ángeles Baños Rojas.
Esta tesis se publicó el viernes 23 de junio de 2017 a las 10:29 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
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la figura del incidente de cumplimiento sustituto. Por otro lado, una vez dictada una sentencia de
amparo en un caso concreto que determine la existencia de una violación a un derecho
fundamental y establezca las medidas de restitución adecuadas para devolver a la víctima a la
situación anterior a la violación, ésta se encuentra facultada para acudir ante las autoridades
competentes y por las vías legalmente establecidas, para obtener los restantes aspectos de una
reparación integral. Por ejemplo, las víctimas de una determinada violación a derechos
fundamentales se encuentran en posibilidad de acudir al Sistema Nacional de Atención a Víctimas,
donde podrán solicitar su ingreso al Registro Nacional de Víctimas e iniciar el procedimiento
correspondiente para obtener una reparación integral en términos de los artículos 61, 62, 64, 73 y
74 de la Ley General de Víctimas.
Amparo en revisión 706/2015. Laura Cristina Portillo Larrieu y otra. 1 de junio de 2016. Cinco votos
de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su
derecho para formular voto concurrente en el que se aparta del criterio contenido en la presente
tesis, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Norma Lucía Piña Hernández y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena,
quien formuló voto concurrente en el que se aparta del criterio contenido en la presente tesis.
Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretarios: Arturo Bárcena Zubieta y Arturo Guerrero
Zazueta.
Esta tesis se publicó el viernes 26 de mayo de 2017 a las 10:31 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
El derecho citado es un derecho sustantivo cuya extensión debe tutelarse en favor de los
gobernados, por lo que no debe restringirse innecesariamente. Ahora bien, atento a los criterios
emitidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el derecho a la reparación integral
permite, en la medida de lo posible, anular todas las consecuencias del acto ilícito y restablecer la
situación que debió haber existido con toda probabilidad, si el acto no se hubiera cometido, y de no
ser esto posible, procede el pago de una indemnización justa como medida resarcitoria por los
daños ocasionados, lo cual no debe generar una ganancia a la víctima, sino que se le otorgue un
resarcimiento adecuado. En ese sentido, el derecho moderno de daños mira a la naturaleza y
extensión del daño a las víctimas y no a los victimarios. Así, el daño causado es el que determina
la naturaleza y el monto de la indemnización, de forma que las reparaciones no pueden implicar
enriquecimiento ni empobrecimiento para la víctima o sus sucesores; además, no se pretende que
la responsabilidad sea excesiva, ya que debe subordinarse a requisitos cualitativos. Por otro lado,
una indemnización será excesiva cuando exceda del monto suficiente para compensar a la víctima,
sin embargo, limitar la responsabilidad fijando un techo cuantitativo implica marginar las
circunstancias concretas del caso, el valor real de la reparación o de la salud deteriorada; esto es,
una indemnización es injusta cuando se le limita con topes o tarifas, y en lugar de ser el Juez quien
la cuantifique justa y equitativamente con base en criterios de razonabilidad, al ser quien conoce
las particularidades del caso, es el legislador quien, arbitrariamente, fija montos indemnizatorios, al
margen del caso y de su realidad.
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Amparo directo en revisión 1068/2011. Gastón Ramiro Ortiz Martínez. 19 de octubre de 2011.
Cinco votos de los Ministros Jorge Mario Pardo Rebolledo, José Ramón Cossío Díaz, Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras.
Amparo en revisión 706/2015. Laura Cristina Portillo Larrieu y otra. 1 de junio de 2016. Cinco votos
de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su
derecho para formular voto concurrente, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Norma Lucía Piña
Hernández y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien formuló voto concurrente. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretarios: Arturo Bárcena Zubieta y Arturo Guerrero Zazueta.
Tesis de jurisprudencia 31/2017 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en
sesión de cinco de abril de dos mil diecisiete.
Esta tesis se publicó el viernes 21 de abril de 2017 a las 10:25 horas en el Semanario Judicial de la
Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 24 de abril de
2017, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
De la interpretación del artículo 132 de la Ley General de Víctimas y del lineamiento 40 de los
Lineamientos para el funcionamiento del Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral,
publicados en el Diario Oficial de la Federación el 15 de enero de 2015, se advierte que, en caso
de que a la víctima se le haya cubierto parte de la reparación integral a través de otros
mecanismos se entregará, de manera complementaria, el monto no enterado a través de esas
vías. En ese sentido, lo que el ordenamiento legal citado proscribe no es la complementariedad,
sino la duplicidad de la compensación; por ende, con independencia de que la víctima haya
obtenido cierto pago por concepto de reparación mediante algún medio o instrumento diverso al
21
contemplado en la ley mencionada, tal situación, por sí sola, no puede tener el alcance de privarle
del derecho de acceder al fondo tutelado en dicho ordenamiento legal, mediante la fijación de la
compensación que la comisión realice, si esa medida no resulta suficiente para reparar la totalidad
de los daños derivados de la violación a sus derechos humanos. Máxime que el artículo 149 de la
ley referida precisa que procederá el acceso a los recursos del fondo en materia de reparación,
cuando la medida reparatoria en otros mecanismos "no haya alcanzado el pago total de los daños
que se le causaron", o bien, "no haya recibido la reparación integral del daño por cualquier otra
vía", lo que denota que tanto las reparaciones individuales, administrativas o judiciales, como las
colectivas obtenidas en otras vías, se entienden en términos de complementariedad, a fin de
alcanzar la integralidad que busca la reparación.
Amparo en revisión 943/2016. Francisco Javier Machorro Santana. 1 de febrero de 2017. Cinco
votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco
González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I.; votó contra
consideraciones Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretario: Isidro
Emmanuel Muñoz Acevedo.
Nota: Este criterio ha integrado la jurisprudencia 2a./J. 111/2017 (10a.), publicada en el Semanario
Judicial de la Federación del viernes 11 de agosto de 2017 a las 10:19 horas y en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 45, Tomo II, agosto de 2017, página
746, de título y subtítulo: "COMPENSACIÓN A VÍCTIMAS DE VIOLACIÓN A LOS DERECHOS
HUMANOS. LA COMPENSACIÓN Y LA FUNCIÓN INDEMNIZATORIA DE LA COMISIÓN
EJECUTIVA DE ATENCIÓN A VÍCTIMAS, DEBE ENTENDERSE EN TÉRMINOS DE
COMPLEMENTARIEDAD."
Esta tesis se publicó el viernes 07 de abril de 2017 a las 10:11 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
Del análisis del ordenamiento legal citado, se advierte que la víctima tiene expedito su derecho
para solicitar la aplicación de los recursos contenidos en el Fondo de Ayuda, Asistencia y
Reparación Integral, en todos aquellos casos en que "no haya recibido la reparación integral del
daño por cualquier otra vía"; en ese sentido, el hecho de que "se haya dado por satisfecho" del
monto de reparación que se le haya asignado en otras vías, no impide que pueda acceder al fondo
22
referido para obtener una reparación integral. Lo anterior es así, ya que el derecho de las víctimas
a ser reparadas de manera íntegra por las violaciones cometidas a sus derechos humanos no
puede tener el carácter de renunciable, ni verse restringido por las necesidades económicas o
presiones que puedan recaerles, toda vez que la reparación integral del daño es un derecho
fundamental que tiene toda persona a que sea restablecida su dignidad intrínseca la cual, por su
propia naturaleza, no resulta conmensurable y, por ende, negociable. En efecto, el restablecimiento
de la dignidad de la víctima es el objetivo último de la reparación, reconocido por el artículo 5 de la
Ley General de Víctimas que prevé que, en virtud de la dignidad humana de la víctima, todas las
autoridades del Estado están obligadas en todo momento a respetar su autonomía, a considerarla
y tratarla como fin de su actuación, así como garantizar que no se vea disminuido el mínimo
existencial al que la víctima tiene derecho, ni sea afectado el núcleo esencial de sus derechos.
Amparo en revisión 943/2016. Francisco Javier Machorro Santana. 1 de febrero de 2017. Cinco
votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco
González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I.; votó contra
consideraciones Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretario: Isidro
Emmanuel Muñoz Acevedo.
Nota: Este criterio ha integrado la jurisprudencia 2a./J. 112/2017 (10a.), publicada en el Semanario
Judicial de la Federación del viernes 11 de agosto de 2017 a las 10:19 horas y en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 45, Tomo II, agosto de 2017, página
748, de título y subtítulo: "COMPENSACIÓN A VÍCTIMAS DE VIOLACIÓN A LOS DERECHOS
HUMANOS. LA MANIFESTACIÓN DE CONFORMIDAD DE LA VÍCTIMA AL OBTENER EL
MONTO DE UNA REPARACIÓN A TRAVÉS DE OTROS MECANISMOS, NO IMPIDE EL
ACCESO AL FONDO DE AYUDA, ASISTENCIA Y REPARACIÓN INTEGRAL PREVISTO EN LA
LEY GENERAL DE VÍCTIMAS."
Esta tesis se publicó el viernes 07 de abril de 2017 a las 10:11 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
Es factible que en el juicio de nulidad el actor formule argumentos en los que solicite al juzgador
que ejerza control difuso respecto de una norma determinada, a efecto de determinar su
inaplicación, cuando estime que es contraria a las contenidas en la Constitución y en los tratados
internacionales en materia de derechos humanos, dado que el control difuso corresponde a las
autoridades jurisdiccionales, distintas de los órganos del Poder Judicial de la Federación, en el
23
ámbito de su respectiva competencia, empero, cuando se impugna en juicio de amparo directo la
sentencia emitida en el juicio de nulidad y se argumenta, que el tribunal responsable dejó de
analizar (por omisión absoluta o porque expresó razones para no hacerlo) el argumento relativo al
ejercicio de control difuso respecto de determinada norma, es ineficaz, pues aun cuando sea cierto
que la Sala responsable cometió la omisión, tal proceder no amerita que se conceda el amparo
para que se dicte un nuevo fallo en el que se ocupe de dar respuesta a ese tema, debido a que el
Poder Judicial de la Federación tiene competencia primigenia respecto del control de
constitucionalidad de normas generales y, por ello, puede abordar su estudio de manera directa al
emitir la sentencia.
Amparo directo 391/2014. Gava Educacional, S.C. 3 de junio de 2015. Mayoría de votos. Disidente:
Sergio Eduardo Alvarado Puente. Ponente: Antonio Ceja Ochoa. Secretario: Luis Alberto Mata
Balderas.
Nota: En relación con el alcance de la presente tesis, destaca la diversa jurisprudencial 2a./J.
16/2014 (10a.), de título y subtítulo: "CONTROL DIFUSO. SU EJERCICIO EN EL JUICIO
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.", publicada en el Semanario Judicial de la Federación del
viernes 11 de abril de 2014 a las 10:09 horas y en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Décima Época, Libro 5, Tomo I, abril de 2014, página 984.
Esta tesis se publicó el viernes 22 de abril de 2016 a las 10:22 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
24
control concentrado que el Poder Constituyente diseñó para atender temas constitucionales y que
reservó, en exclusiva, para el conocimiento del Poder Judicial de la Federación.
Amparo directo en revisión 3057/2014. Raúl Rodríguez Ramos. 4 de febrero de 2015. Mayoría de
cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario
Pardo Rebolledo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Disidente: Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena, quien reservó su derecho para formular voto particular. Ponente: Jorge Mario Pardo
Rebolledo. Secretario: Alejandro Castañón Ramírez.
Esta tesis se publicó el viernes 19 de febrero de 2016 a las 10:15 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
La obligación de reparar a las víctimas cuando se ha concluido que existe una violación a los
derechos humanos de aquéllas es una de las fases imprescindibles en el acceso a la justicia. Así
pues, cuando existe una violación de derechos humanos, el sistema de justicia debe ser capaz de
reparar el daño realizado por parte de las autoridades, e incluso -dependiendo del tipo de violación-
de impulsar un cambio cultural. La reparación ideal luego de una violación de derechos humanos
es la entera restitución a la víctima (restitutio in integrum), la cual consiste en restablecer la
situación antes de la violación. No obstante, ante la limitada posibilidad de que todas las
violaciones de derechos humanos sean reparadas en su totalidad por la naturaleza misma de
algunas de ellas, la doctrina ha desarrollado una amplia gama de reparaciones que intentan
compensar a la víctima de violaciones de derechos humanos mediante reparaciones pecuniarias y
no pecuniarias. Las medidas no pecuniarias -también conocidas como reparaciones morales- se
clasifican en: a) restitución y rehabilitación; b) satisfacción, y c) garantías de no repetición. La
restitución busca, como su nombre lo indica, restablecer la situación que existía antes de la
violación, mientras que la rehabilitación propone garantizar la salud de la víctima. La satisfacción
tiene por objeto reparar a la víctima con medidas tendentes a la memoria, verdad y justicia. Las
garantías de no repetición tienen la finalidad de asegurar que no se repita una práctica violatoria,
incluyendo ordenar acciones que afectan las instituciones sociales, legales y políticas, así como las
políticas públicas.
Amparo en revisión 476/2014. 22 de abril de 2015. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar
Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Olga Sánchez Cordero de
García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretaria:
Karla I. Quintana Osuna.
Esta tesis se publicó el viernes 13 de noviembre de 2015 a las 10:06 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.
25
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 23, Octubre de 2015, Tomo II
Materia(s): Común
Tesis: 1a. CCLXXXIX/2015 (10a.)
Página: 1647
De los artículos 1o. y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, deriva que
el control concentrado de constitucionalidad y convencionalidad respecto de normas generales por
vía de acción está depositado exclusivamente en los órganos del Poder Judicial de la Federación,
quienes deciden en forma terminal y definitiva, por medio del análisis exhaustivo de los argumentos
que los quejosos propongan en su demanda o en los casos en que proceda la suplencia de la
queja, si una disposición es contraria o no a la Constitución Federal y a los tratados internacionales
sobre derechos humanos de los que el Estado Mexicano sea parte. Por su parte, el control difuso
que realizan las demás autoridades del país, en el ámbito de su competencia, se ejerce de manera
oficiosa, si y sólo si, encuentran sustento para ello, respaldándose en el imperio del cual están
investidas para juzgar conforme a la Constitución. Por tanto, el control ordinario que ejercen estas
autoridades en su labor cotidiana, es decir, en su competencia específica, se constriñe a
establecer la legalidad del asunto sometido a su consideración con base en los hechos,
argumentaciones jurídicas, pruebas y alegatos propuestos por las partes, dando cumplimiento a los
derechos fundamentales de audiencia, legalidad, debido proceso y acceso a la justicia. Es aquí
donde el juzgador ordinario, al aplicar la norma, puede contrastar, de oficio, entre su contenido y
los derechos humanos que reconoce el orden jurídico nacional (esto es, realizar el control difuso)
en ejercicio de una competencia genérica, sin que la reflexión que realiza el juez común, forme
parte de la disputa entre actor y demandado. En ese sentido, la diferencia toral entre los medios de
control concentrado y difuso estriba, esencialmente, en que en el primero es decisión del quejoso
que el tema de inconstitucionalidad o inconvencionalidad de la ley forme parte de la litis, al
plantearlo expresamente en su demanda de amparo; mientras que en el segundo, ese tema no
integra la litis, que se limita a la materia de legalidad (competencia específica); no obstante, por
razón de su función, por decisión propia y prescindiendo de todo argumento de las partes, el
juzgador puede desaplicar la norma que a su criterio no sea acorde con la Constitución o con los
tratados internacionales en materia de derechos humanos.
Amparo directo en revisión 4927/2014. Chavira y Arzate, S.C. 27 de mayo de 2015. Unanimidad de
cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario
Pardo Rebolledo y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ausente y Ponente: Olga Sánchez Cordero de
García Villegas; en su ausencia hizo suyo el asunto Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario:
Octavio Joel Flores Díaz.
Esta tesis se publicó el viernes 09 de octubre de 2015 a las 11:00 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
26
En atención a los artículos 1o. y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
el control difuso que realizan los Jueces ordinarios, en el ámbito de sus competencias, constituye
una herramienta en su labor de decir el derecho conforme a la Ley Suprema. Esta facultad se ha
entendido en el sentido de que el órgano judicial puede ejercerla ex officio, esto es, en razón de su
función jurisdiccional y sin que medie petición alguna de las partes; sin embargo, es factible que en
un juicio contencioso el actor solicite que el juzgador ejerza control difuso respecto de alguna
norma. En este caso, al existir un argumento de nulidad expreso, se dan dos posibilidades: 1) que
el órgano jurisdiccional coincida con lo expuesto por el actor y considere que debe desaplicar la
norma; y, 2) que no convenga con lo solicitado. En este último supuesto, si el órgano del
conocimiento considera que la norma no es contraria a la Constitución Federal o a los tratados
internacionales en materia de derechos humanos de los que el Estado Mexicano sea parte, bastará
con que mencione en una frase expresa que no advirtió que la norma fuese violatoria de derechos
humanos, para que se estime que realizó el control difuso y respetó el principio de exhaustividad
que rige el dictado de sus sentencias, sin que sea necesaria una justificación jurídica exhaustiva en
ese sentido, pues la norma no le generó convicción que pusiera en entredicho la presunción de
constitucionalidad de la que gozan las disposiciones jurídicas de nuestro sistema; ello, porque no
puede imponerse al juzgador natural la obligación de contestar de fondo los argumentos de
inconstitucionalidad o inconvencionalidad que le hagan valer en la demanda, ya que ese proceder
implicaría que la vía se equipare al control concentrado, desvirtuándose con ello la distinción entre
los dos modelos de control que están perfectamente diferenciados en nuestro sistema. Por tanto,
es inexacto considerar que en su demanda de amparo el quejoso deba combatir el análisis de
constitucionalidad efectuado por la autoridad responsable, pues el control concentrado de
constitucionalidad y convencionalidad de las normas generales por vía de acción se deposita
exclusivamente en los órganos del Poder Judicial de la Federación, quienes deciden en forma
terminal y definitiva si una disposición es o no contraria a la Constitución Federal y a los tratados
internacionales en materia de derechos humanos. Además, tratándose de procedimientos de
control concentrado, el tema de inconstitucionalidad o de inconvencionalidad de leyes -planteado
expresamente por el solicitante de amparo- forma parte de la litis y, por ende, el Tribunal Colegiado
de Circuito está obligado a pronunciarse de forma directa sobre éste. De ahí que los juzgadores de
amparo deben abordar el estudio de constitucionalidad de leyes al dictar sentencia en amparo
directo cuando estos aspectos sean planteados en los conceptos de violación, sin que los
pronunciamientos que hubiese realizado la autoridad responsable en el juicio de nulidad, por medio
del ejercicio del control difuso, limiten o condicionen el ejercicio de las facultades del control
concentrado.
Amparo directo en revisión 4927/2014. Chavira y Arzate, S.C. 27 de mayo de 2015. Unanimidad de
cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario
Pardo Rebolledo y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ausente y Ponente: Olga Sánchez Cordero de
García Villegas; en su ausencia hizo suyo el asunto Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario:
Octavio Joel Flores Díaz.
Esta tesis se publicó el viernes 09 de octubre de 2015 a las 11:00 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
27
CONTROL DE REGULARIDAD CONSTITUCIONAL EX OFFICIO. LOS TRIBUNALES
COLEGIADOS DE CIRCUITO NO ESTÁN FACULTADOS PARA EJERCERLO RESPECTO DE
NORMAS QUE RIGEN EL JUICIO DE ORIGEN.
Amparo directo en revisión 1046/2012. Araceli Margarita Fernández Marín, por propio derecho y
como albacea de la sucesión a bienes de María Marín Vázquez o Cristina Marín Vázquez. 16 de
abril de 2015. Mayoría de siete votos de los Ministros José Ramón Cossío Díaz, Margarita Beatriz
Luna Ramos, con salvedades, José Fernando Franco González Salas, Juan N. Silva Meza,
Eduardo Medina Mora I., Alberto Pérez Dayán y Luis María Aguilar Morales, con salvedades;
votaron en contra Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Jorge Mario Pardo
Rebolledo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretaria: Mireya Meléndez Almaraz.
El Tribunal Pleno, el siete de julio en curso, aprobó, con el número X/2015 (10a.), la tesis aislada
que antecede. México, Distrito Federal, a siete de julio de dos mil quince.
Esta tesis se publicó el viernes 28 de agosto de 2015 a las 10:30 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
28
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 15, Febrero de 2015, Tomo III
Materia(s): Común
Tesis: XXVII.3o. J/11 (10a.)
Página: 2241
Amparo en revisión 29/2013 (cuaderno auxiliar 207/2013) del índice del Cuarto Tribunal Colegiado
del Vigésimo Circuito, con apoyo del Primer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la
Octava Región, con residencia en Cancún, Quintana Roo. 8 de marzo de 2013. Unanimidad de
votos. Ponente: José Ybraín Hernández Lima. Secretario: Juan Carlos Corona Torres.
Amparo en revisión 80/2013 (cuaderno auxiliar 419/2013) del índice del Cuarto Tribunal Colegiado
del Vigésimo Circuito, con apoyo del Primer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la
Octava Región, con residencia en Cancún, Quintana Roo. Itzcóatl Ixion Medina Soto. 9 de mayo de
2013. Unanimidad de votos. Ponente: Edgar Bruno Castrezana Moro, secretario de tribunal
autorizado por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para
desempeñar las funciones de Magistrado, en términos del artículo 81, fracción XXII, de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con el diverso 42, fracción V, del Acuerdo
General del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que reglamenta la organización y
funcionamiento del propio Consejo. Secretario: Santiago Ermilo Aguilar Pavón.
Amparo directo 232/2013 (cuaderno auxiliar 385/2013) del índice del Cuarto Tribunal Colegiado del
Vigésimo Circuito, con apoyo del Primer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la
Octava Región, con residencia en Cancún, Quintana Roo. Sandra Edith Gutiérrez Ochoa y otro. 17
de mayo de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Livia Lizbeth Larumbe Radilla. Secretario: José
Francisco Aguilar Ballesteros.
Amparo directo 320/2013 (cuaderno auxiliar 485/2013) del índice del Cuarto Tribunal Colegiado del
Vigésimo Circuito, con apoyo del Primer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la
Octava Región, con residencia en Cancún, Quintana Roo. Julio Javier Jiménez Mundo. 31 de mayo
de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Livia Lizbeth Larumbe Radilla. Secretario: José Francisco
Aguilar Ballesteros.
Amparo en revisión 133/2013 (cuaderno auxiliar 520/2013) del índice del Cuarto Tribunal
Colegiado del Vigésimo Circuito, con apoyo del Primer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro
Auxiliar de la Octava Región, con residencia en Cancún, Quintana Roo. Fidel Hernández Reyes. 14
de junio de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Ramón Rodríguez Minaya. Secretario:
Samuel René Cruz Torres.
29
Esta tesis se publicó el viernes 20 de febrero de 2015 a las 09:30 horas en el Semanario Judicial
de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 23 de febrero
de 2015, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
El párrafo tercero del artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
dispone como obligaciones generales de las autoridades del Estado Mexicano las consistentes en:
i) Respetar; ii) Proteger; iii) Garantizar; y, iv) Promover los derechos humanos, de conformidad con
los principios rectores de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. De ahí
que para determinar si una conducta específica de la autoridad importa violación a derechos
fundamentales, debe evaluarse si se apega o no a la obligación de garantizarlos; y como la
finalidad de esta obligación es la realización del derecho fundamental, requiere la eliminación de
restricciones al ejercicio de los derechos, así como la provisión de recursos o la facilitación de
actividades que tiendan a lograr que todos se encuentren en aptitud de ejercer sus derechos
fundamentales. La índole de las acciones dependerá del contexto de cada caso en particular; así,
la contextualización del caso particular requiere que el órgano del Estado encargado de garantizar
la realización del derecho tenga conocimiento de las necesidades de las personas o grupos
involucrados, lo que significa que debe atender a la situación previa de tales grupos o personas y a
las demandas de reivindicación de sus derechos. Para ello, el órgano estatal, dentro de su ámbito
de facultades, se encuentra obligado a investigar, sancionar y reparar las violaciones a derechos
humanos que advierta, de forma que su conducta consistirá en todo lo necesario para lograr la
restitución del derecho humano violentado. Por tanto, su cumplimiento puede exigirse de inmediato
(mediante la reparación del daño) o ser progresivo. En este último sentido, la solución que se
adopte debe atender no sólo al interés en resolver la violación a derechos humanos que enfrente
en ese momento, sino también a la finalidad de estructurar un entorno político y social sustentado
en derechos humanos. Esto implica pensar en formas de reparación que, si bien tienen que ver
con el caso concreto, deben ser aptas para guiar más allá de éste.
Amparo en revisión 47/2014. 24 de abril de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Edgar Bruno
Castrezana Moro, secretario de tribunal autorizado por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo
de la Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrado, en términos del artículo
81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. Secretario: Gustavo
Valdovinos Pérez.
Amparo directo 470/2014. DRP Constructora México, S.A. de C.V. y otros. 27 de noviembre de
2014. Unanimidad de votos. Ponente: Edgar Bruno Castrezana Moro, secretario de tribunal
autorizado por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para
desempeñar las funciones de Magistrado, en términos del artículo 81, fracción XXII, de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación. Secretario: Gustavo Valdovinos Pérez.
30
Amparo directo 537/2014. Eduardo Negrete Ramírez. 27 de noviembre de 2014. Unanimidad de
votos. Ponente: Edgar Bruno Castrezana Moro, secretario de tribunal autorizado por la Comisión
de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para desempeñar las funciones de
Magistrado, en términos del artículo 81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación. Secretario: Gustavo Valdovinos Pérez.
Amparo directo 542/2014. Ángel Neftalí Salas Torres. 4 de diciembre de 2014. Unanimidad de
votos. Ponente: Edgar Bruno Castrezana Moro, secretario de tribunal autorizado por la Comisión
de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para desempeñar las funciones de
Magistrado, en términos del artículo 81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación. Secretario: Gustavo Valdovinos Pérez.
Amparo directo 544/2014. Ángel Neftalí Salas Torres. 4 de diciembre de 2014. Unanimidad de
votos. Ponente: Edgar Bruno Castrezana Moro, secretario de tribunal autorizado por la Comisión
de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para desempeñar las funciones de
Magistrado, en términos del artículo 81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación. Secretario: Gustavo Valdovinos Pérez.
Nota: Esta tesis es objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 269/2017, pendiente
de resolverse por la Primera Sala.
Esta tesis se publicó el viernes 20 de febrero de 2015 a las 09:30 horas en el Semanario Judicial
de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 23 de febrero
de 2015, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
De la interpretación integral de los artículos 4, párrafo cuarto, 101, fracción III del quinto párrafo y
110 de la Ley General de Víctimas, se colige que el Poder Judicial de la Federación es competente
para reconocer la calidad de víctima para efectos del ordenamiento mencionado, a la persona
física que obtuvo una sentencia favorable en el amparo directo. Sin embargo, éste, en principio, no
es la vía para determinar en qué grado se cometió y cómo debe repararse el daño causado, en
supuestos distintos a exigir de la responsable la reparación de la violación en términos del artículo
77 de la Ley de Amparo; es decir, en el juicio de amparo directo deben restablecerse las cosas al
estado que guardaban antes de la violación de los derechos, pero no es la instancia para decidir el
régimen de reparación conforme a la Ley General de Víctimas, pues en aquél sólo se revisa la
constitucionalidad del acto reclamado emitido por la autoridad responsable, y el Tribunal Colegiado
de Circuito no puede abrir una nueva instancia para juzgar a la responsable por la violación de los
derechos humanos del quejoso. Por ello, con independencia del cumplimiento al numeral 77 citado,
deben dejarse a salvo los derechos del quejoso para que reclame, como víctima, la reparación
integral del daño en la vía correspondiente.
31
Amparo directo 323/2014. Andrés Pahi Ruiz. 7 de agosto de 2014. Unanimidad de votos. Ponente:
Juan Carlos Cruz Razo. Secretaria: Silvia Alcaraz Hernández.
Esta tesis se publicó el viernes 12 de diciembre de 2014 a las 09:35 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
El artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que todas las
autoridades, en el ámbito de sus competencias, deben cumplir con una serie de obligaciones en
materia de derechos humanos. Sin embargo, en términos de la tesis P. LXIX/2011 (9a.) (*), del
Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, las autoridades administrativas no
están facultadas para realizar algún tipo de control constitucional, sea concentrado o difuso; es
decir, no pueden declarar la invalidez de un determinado precepto e inaplicarlo, ni siquiera bajo el
argumento de una reparación de derechos humanos, ya que ello implicaría desatender los
requisitos de procedencia señalados por las leyes para interponer un medio de defensa, y que
deben cumplirse de manera previa a un pronunciamiento de fondo del asunto. En todo caso, han
de interpretar las disposiciones jurídicas en el sentido más favorable a las personas, pero sin que
ello llegue a descuidar las facultades y funciones que deben desempeñar en atención a sus
ámbitos competenciales. Aceptar lo contrario, generaría incertidumbre jurídica en franca
contravención a otros derechos humanos como los de legalidad, debido proceso y seguridad
jurídica, previstos en los artículos 14 y 16 constitucionales.
Amparo directo en revisión 1640/2014. Ramón Enrique Luque Félix. 13 de agosto de 2014.
Unanimidad de cuatro votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, José Fernando Franco
González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Luis María Aguilar Morales. Ausente: Sergio A.
Valls Hernández. Ponente: José Fernando Franco González Salas. Secretarios: Maura Angélica
Sanabria Martínez y Everardo Maya Arias.
_____________
Nota: (*) La tesis aislada P. LXIX/2011 (9a.) citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro III, Tomo 1, diciembre de 2011, página 552, con el
rubro: "PASOS A SEGUIR EN EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD Y
CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS."
Esta tesis se publicó el viernes 03 de octubre de 2014 a las 09:30 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
32
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 11, Octubre de 2014, Tomo III
Materia(s): Constitucional
Tesis: XXVII.3o.2 CS (10a.)
Página: 2838
El párrafo tercero del artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
dispone como obligaciones generales de las autoridades del Estado Mexicano las consistentes en:
i) Respetar; ii) Proteger; iii) Garantizar; y, iv) Promover los derechos humanos, de conformidad con
los principios rectores de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. De ahí
que para determinar si una conducta específica de la autoridad importa violación a derechos
fundamentales, debe evaluarse si se apega o no a la obligación de garantizarlos; y como la
finalidad de esta obligación es la realización del derecho fundamental, requiere la eliminación de
restricciones al ejercicio de los derechos, así como la provisión de recursos o la facilitación de
actividades que tiendan a lograr que todos se encuentren en aptitud de ejercer sus derechos
fundamentales. La índole de las acciones dependerá del contexto de cada caso en particular; así,
la contextualización del caso particular requiere que el órgano del Estado encargado de garantizar
la realización del derecho tenga conocimiento de las necesidades de las personas o grupos
involucrados, lo que significa que debe atender a la situación previa de tales grupos o personas y a
las demandas de reivindicación de sus derechos. Para ello, el órgano estatal, dentro de su ámbito
de facultades, se encuentra obligado a investigar, sancionar y reparar las violaciones a derechos
humanos que advierta, de forma que su conducta consistirá en todo lo necesario para lograr la
restitución del derecho humano violentado. Por tanto, su cumplimiento puede exigirse de inmediato
(mediante la reparación del daño) o ser progresivo. En este último sentido, la solución que se
adopte, debe atender no sólo al interés en resolver la violación a derechos humanos que enfrente
en ese momento, sino también a la finalidad de estructurar un entorno político y social sustentado
en derechos humanos. Esto implica pensar en formas de reparación que, si bien tienen que ver
con el caso concreto, deben ser aptas para guiar más allá de éste.
Amparo en revisión 47/2014. 24 de abril de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Edgar Bruno
Castrezana Moro, secretario de tribunal autorizado por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo
de la Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrado, en términos del artículo
81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con el diverso
42, fracción V, del Acuerdo General del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que
reglamenta la organización y funcionamiento del propio Consejo. Secretario: Gustavo Valdovinos
Pérez.
Nota: Este criterio ha integrado la jurisprudencia XXVII.3o. J/24 (10a.), publicada el viernes 20 de
febrero de 2015, a las 9:30 horas en el Semanario Judicial de la Federación y en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 15, Tomo III, febrero de 2015, página
2254, de título y subtítulo: "DERECHOS HUMANOS. OBLIGACIÓN DE GARANTIZARLOS EN
TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 1o., PÁRRAFO TERCERO, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS."
Esta tesis se publicó el viernes 03 de octubre de 2014 a las 09:30 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
33
Registro: 2006391
Instancia: Segunda Sala
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 6, Mayo de 2014, Tomo II
Materia(s): Común
Tesis: 2a. XLII/2014 (10a.)
Página: 1094
Los órganos del Poder Judicial de la Federación tienen competencia primigenia respecto del
control de constitucionalidad y convencionalidad de normas generales, pues son quienes deciden
en forma terminal y definitiva si una disposición es o no contraria a la Constitución Federal y a los
tratados internacionales sobre derechos humanos. En consecuencia, si bien esta Suprema Corte
de Justicia de la Nación ha interpretado que, acorde con el artículo 1o., en relación con el 133,
ambos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en nuestro sistema existe el
control difuso, a través del cual cualquier órgano jurisdiccional puede inaplicar una ley, lo cierto es
que tratándose de procedimientos de control concentrado, cuando se haga valer la
inconstitucionalidad o inconvencionalidad de normas generales, debe abordarse su estudio al
dictar sentencia, sin que los pronunciamientos que se hubieren realizado a través del ejercicio del
control difuso por la jurisdicción ordinaria limiten o condicionen las facultades de control
concentrado.
Amparo directo en revisión 4062/2013. Óscar Félix Esquinca Alfonso. 2 de abril de 2014. Mayoría
de cuatro votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, José Fernando Franco González Salas,
Margarita Beatriz Luna Ramos y Luis María Aguilar Morales. Disidente: Sergio A. Valls Hernández.
Ponente: José Fernando Franco González Salas. Secretario: Joel Isaac Rangel Agüeros.
Esta tesis se publicó el viernes 09 de mayo de 2014 a las 10:34 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
El artículo 113, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
reconoce el derecho de los particulares a obtener una indemnización en caso de que el Estado, a
través de sus servidores públicos, cause un daño en su patrimonio, sea en el plano material o
inmaterial, con motivo de su actividad administrativa irregular, mientras el párrafo tercero del
artículo 1o. constitucional prevé la obligación del Estado de reparar las violaciones a los derechos
humanos. De acuerdo con lo anterior, quienes prueben haber sido dañados en su patrimonio con
motivo de una actividad administrativa irregular del Estado, deberán acreditar que ésta constituyó
34
una violación a un derecho o a diversos derechos humanos contenidos en la Constitución o en los
tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, para poder ser "reparadas
integralmente" y, en algunos casos, el estándar de "reparación integral" podrá alcanzarse mediante
una indemnización, como lo prevé el párrafo segundo del artículo 113 constitucional, siempre y
cuando no pueda restablecerse a la persona afectada a la situación en que se encontraba antes de
la violación y la medida indemnizatoria o compensatoria sea suficiente para considerarla "justa".
Sin embargo, si en otros casos la indemnización fuera insuficiente para alcanzar el estándar de
"reparación integral", las autoridades competentes deben garantizar medidas adicionales -como lo
son las de satisfacción, rehabilitación o las garantías de no repetición- que sean necesarias y
suficientes para reparar integralmente a las personas por los daños materiales o inmateriales
derivados de la actividad administrativa irregular del Estado que impliquen violaciones a sus
derechos humanos, en términos del párrafo tercero del artículo 1o. constitucional.
Amparo directo en revisión 2131/2013. 22 de noviembre de 2013. Cinco votos de los Ministros
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga
Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo
de Larrea. Secretaria: Alejandra Daniela Spitalier Peña.
Esta tesis se publicó el viernes 25 de abril de 2014 a las 09:32 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
Si bien es cierto que, acorde con los artículos 1o. y 133 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, las autoridades jurisdiccionales ordinarias, para hacer respetar los derechos
humanos establecidos en la propia Constitución y en los tratados internacionales de los que el
Estado Mexicano sea parte, pueden inaplicar leyes secundarias, lo que constituye un control difuso
de su constitucionalidad y convencionalidad, también lo es que subsiste el control concentrado de
constitucionalidad y convencionalidad de leyes, cuya competencia corresponde en exclusiva al
Poder Judicial de la Federación, a través del juicio de amparo, las controversias constitucionales y
las acciones de inconstitucionalidad. La diferencia entre ambos medios de control (concentrado y
difuso), estriba en que, en el primero, la competencia específica de los órganos del Poder Judicial
de la Federación encargados de su ejercicio es precisamente el análisis de constitucionalidad y
convencionalidad de leyes, por tanto, la controversia consiste en determinar si la disposición de
carácter general impugnada expresamente es o no contraria a la Constitución y a los tratados
internacionales, existiendo la obligación de analizar los argumentos que al respecto se aduzcan por
las partes; en cambio, en el segundo (control difuso) el tema de inconstitucionalidad o
inconvencionalidad no integra la litis, pues ésta se limita a la materia de legalidad y, por ello, el
juzgador por razón de su función, prescindiendo de todo argumento de las partes, puede
desaplicar la norma. Ahora bien, en el juicio contencioso administrativo, la competencia específica
del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa es en materia de legalidad y, por razón de
su función jurisdiccional, este tribunal puede ejercer control difuso; sin embargo, si el actor formula
conceptos de nulidad expresos, solicitando al tribunal administrativo el ejercicio del control difuso
respecto de determinada norma, de existir coincidencia entre lo expresado en el concepto de
nulidad y el criterio del tribunal, éste puede inaplicar la disposición respectiva, expresando las
razones jurídicas de su decisión, pero si considera que la norma no tiene méritos para ser
35
inaplicada, bastará con que mencione que no advirtió violación alguna de derechos humanos, para
que se estime que realizó el control difuso y respetó el principio de exhaustividad que rige el
dictado de sus sentencias, sin que sea necesario que desarrolle una justificación jurídica
exhaustiva en ese sentido, dando respuesta a los argumentos del actor, pues además de que el
control difuso no forma parte de su litis natural, obligarlo a realizar el estudio respectivo convierte
este control en concentrado o directo, y transforma la competencia genérica del tribunal
administrativo en competencia específica. Así, si en el juicio de amparo se aduce la omisión de
estudio del concepto de nulidad relativo al ejercicio de control difuso del tribunal ordinario, el
juzgador debe declarar ineficaces los conceptos de violación respectivos, pues aun cuando sea
cierto que la Sala responsable fue omisa, tal proceder no amerita que se conceda el amparo para
que se dicte un nuevo fallo en el que se ocupe de dar respuesta a ese tema, debido a que el Poder
Judicial de la Federación tiene competencia primigenia respecto del control de constitucionalidad
de normas generales y, por ello, puede abordar su estudio al dictar sentencia. Si, además, en la
demanda de amparo se aduce como concepto de violación la inconstitucionalidad o
inconvencionalidad de la ley, el juzgador sopesará declarar inoperantes los conceptos de violación
relacionados con el control difuso y analizar los conceptos de violación enderezados a combatir la
constitucionalidad y convencionalidad del precepto en el sistema concentrado.
Contradicción de tesis 336/2013. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero del
Trigésimo Circuito y Primero en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Sexto Circuito. 22
de enero de 2014. Cinco votos de los Ministros Sergio A. Valls Hernández, Alberto Pérez Dayán,
José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Luis María Aguilar
Morales. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Guadalupe Margarita Ortiz Blanco.
Tesis de jurisprudencia 16/2014 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en
sesión privada del doce de febrero de dos mil catorce.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de abril de 2014 a las 10:09 horas en el Semanario Judicial de la
Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 14 de abril de
2014, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
36
AMBAS PARA VERIFICAR CUÁL DE ELLAS CONCEDE UNA MAYOR EFICACIA PROTECTORA
A LA PERSONA.
La reforma constitucional de 10 de junio de 2011 incorporó al régimen de derecho del país tres
elementos nuevos para expandir la cobertura protectora de las herramientas jurídicas a disposición
de los ciudadanos en materia de derechos humanos: 1. La obligación de todas las autoridades de
proteger no sólo los derechos reconocidos en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, sino también en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte;
2. La interpretación conforme a la Constitución para favorecer en todo tiempo la protección más
amplia y, 3. La obligación de proteger y garantizar esos derechos de acuerdo con los principios
rectores en la materia; de ahí que el punto toral de dicha reforma fue maximizar la protección de
los derechos humanos con independencia del tipo de legislación donde se consagren. En ese
contexto, cuando un derecho humano esté reconocido en normas de ámbitos distintos -uno
nacional y otro internacional- no debe acudirse en todos los casos al derecho externo para resolver
un caso concreto, en desmedro del sistema normativo interno; más bien, como requisito previo, el
Juez debe realizar un ejercicio de ponderación entre ambas normativas para verificar cuál de ellas
otorga una mayor eficacia protectora a la persona, pues sólo cuando la protección internacional es
mayor o más eficaz que la nacional, debe ejercerse el control difuso de convencionalidad ex officio
como parámetro de solución.
Amparo directo 684/2013. Felipe David Ordaz. 20 de septiembre de 2013. Unanimidad de votos.
Ponente: Jaime Uriel Torres Hernández. Secretaria: Sonia Suárez Ríos.
Amparo directo 674/2013. Sergio Emilio Aldeco Ramírez. 20 de septiembre de 2013. Unanimidad
de votos. Ponente: José Ramón Rocha González, secretario de tribunal autorizado para
desempeñar las funciones de Magistrado, en términos del artículo 81, fracción XXII, de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con el diverso 52, fracción V, del Acuerdo
General del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que reglamenta la organización y
funcionamiento del propio Consejo. Secretaria: Marvella Pérez Marín.
Amparo directo 562/2013. María del Carmen Castillo Miranda. 25 de septiembre de 2013.
Unanimidad de votos. Ponente: Antonio Ceja Ochoa. Secretaria: Verónica Aparicio Coria.
Amparo directo 549/2013. 25 de septiembre de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Jaime Uriel
Torres Hernández. Secretaria: Sonia Suárez Ríos.
Amparo directo 415/2013. Eusebio Alfaro López. 25 de septiembre de 2013. Unanimidad de votos.
Ponente: Antonio Ceja Ochoa. Secretario: David Israel Domínguez.
Esta tesis se publicó el viernes 21 de marzo de 2014 a las 11:03 horas en el Semanario Judicial de
la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 24 de marzo de
2014, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
37
CONTROL DIFUSO DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO. SU APLICACIÓN ES DE
NATURALEZA SUBSIDIARIA O COMPLEMENTARIA DEL SISTEMA JURÍDICO MEXICANO.
Amparo directo 684/2013. Felipe David Ordaz. 20 de septiembre de 2013. Unanimidad de votos.
Ponente: Jaime Uriel Torres Hernández. Secretaria: Sonia Suárez Ríos.
Amparo directo 674/2013. Sergio Emilio Aldeco Ramírez. 20 de septiembre de 2013. Unanimidad
de votos. Ponente: José Ramón Rocha González, secretario de tribunal autorizado para
desempeñar las funciones de Magistrado, en términos del artículo 81, fracción XXII, de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con el diverso 52, fracción V, del Acuerdo
General del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que reglamenta la organización y
funcionamiento del propio Consejo. Secretaria: Marvella Pérez Marín.
38
Amparo directo 562/2013. María del Carmen Castillo Miranda. 25 de septiembre de 2013.
Unanimidad de votos. Ponente: Antonio Ceja Ochoa. Secretaria: Verónica Aparicio Coria.
Amparo directo 415/2013. Eusebio Alfaro López. 25 de septiembre de 2013. Unanimidad de votos.
Ponente: Antonio Ceja Ochoa. Secretario: David Israel Domínguez.
Amparo directo 549/2013. 25 de septiembre de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Jaime Uriel
Torres Hernández. Secretaria: Sonia Suárez Ríos.
Esta tesis se publicó el viernes 21 de marzo de 2014 a las 11:03 horas en el Semanario Judicial de
la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 24 de marzo de
2014, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
El ejercicio del control difuso de convencionalidad previsto por el artículo 1o. constitucional, vigente
a partir de junio de dos mil once, no puede ser caprichoso o arbitrario, constituye una herramienta
de interpretación subsidiaria o complementaria, cuyo uso está condicionado a la necesidad de
maximizar la defensa de los ciudadanos cuando el derecho interno no alcanza para ese fin, esto
es, corresponde al juzgador en cada caso concreto, ponderar primero si el derecho jurídico
mexicano debe ser mejorado u optimizado conforme a la legislación internacional, por ser ésta la
que tenga una mayor eficacia protectora. En ese contexto, el artículo 25.1 de la Convención
Americana de Derechos Humanos únicamente reconoce el derecho de las personas para hacer
valer un recurso sencillo y rápido ante Jueces o tribunales, mientras que el numeral 9o. del
adendum a dicha convención, conocido comúnmente como Protocolo de San Salvador, reconoce
el derecho de toda persona a la seguridad social; frente a ello, en los artículos 14, 16, 103, 107 y
123 de la Constitución General de la República el legislador federal previó el derecho de los
ciudadanos para acceder a la jurisdicción nacional, así como los principios fundamentales
conforme a los cuales debe desarrollarse y protegerse el derecho a la seguridad social, en
particular el de la pensión, que a su vez se encuentran desarrollados en una ley secundaria (la Ley
del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales del Estado). Por tanto, cuando en un juicio de
nulidad se controvierta la resolución concesoria de pensión, o se conozca en amparo directo sobre
una sentencia definitiva que resuelve ese tipo de controversia, el asunto debe resolverse conforme
a los parámetros de la legislación interna, por ser ésta la que prevé para el ciudadano mayor
eficacia protectora.
Amparo directo 684/2013. Felipe David Ordaz. 20 de septiembre de 2013. Unanimidad de votos.
Ponente: Jaime Uriel Torres Hernández. Secretaria: Sonia Suárez Ríos.
39
Amparo directo 674/2013. Sergio Emilio Aldeco Ramírez. 20 de septiembre de 2013. Unanimidad
de votos. Ponente: José Ramón Rocha González, secretario de tribunal autorizado para
desempeñar las funciones de Magistrado, en términos del artículo 81, fracción XXII, de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con el diverso 52, fracción V, del Acuerdo
General del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que reglamenta la organización y
funcionamiento del propio Consejo. Secretaria: Marvella Pérez Marín.
Amparo directo 562/2013. María del Carmen Castillo Miranda. 25 de septiembre de 2013.
Unanimidad de votos. Ponente: Antonio Ceja Ochoa. Secretaria: Verónica Aparicio Coria.
Amparo directo 549/2013. 25 de septiembre de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Jaime Uriel
Torres Hernández. Secretaria: Sonia Suárez Ríos.
Amparo directo 415/2013. Eusebio Alfaro López. 25 de septiembre de 2013. Unanimidad de votos.
Ponente: Antonio Ceja Ochoa. Secretario: David Israel Domínguez.
Esta tesis se publicó el viernes 21 de marzo de 2014 a las 11:03 horas en el Semanario Judicial de
la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 24 de marzo de
2014, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
40
vinculantes respecto de la convencionalidad de la norma general, ya que conforme a las tesis de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, los emitidos por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos son vinculantes para los tribunales del Estado Mexicano.
Amparo en revisión 29/2013 (expediente auxiliar 207/2013). Brenda Edaly Martínez Pérez. 8 de
marzo de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: José Ybraín Hernández Lima. Secretario: Juan
Carlos Corona Torres.
Amparo en revisión 80/2013 (expediente auxiliar 419/2013). Itzcóatl Ixion Medina Soto. 9 de mayo
de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Edgar Bruno Castrezana Moro, secretario de tribunal
autorizado por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para
desempeñar las funciones de Magistrado. Secretario: Santiago Ermilo Aguilar Pavón.
Amparo en revisión 133/2013 (expediente auxiliar 520/2013). Fidel Hernández Reyes. 14 de junio
de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Ramón Rodríguez Minaya. Secretario: Samuel
René Cruz Torres.
Amparo directo 239/2013 (expediente auxiliar 627/2013). Miguel Alejandro García Acevedo. 23 de
agosto de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Livia Lizbeth Larumbe Radilla. Secretario: José
Francisco Aguilar Ballesteros.
Amparo directo 677/2013 (expediente auxiliar 715/2013). Flenin Casiano Ramírez y otra. 23 de
agosto de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Livia Lizbeth Larumbe Radilla. Secretario: José
Francisco Aguilar Ballesteros.
Esta tesis se publicó el viernes 06 de diciembre de 2013 a las 06:00 horas en el Semanario Judicial
de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 09 de
diciembre de 2013, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario
19/2013.
41
será objeto de control; IV. Determinar si ésta tiene como fin promover, respetar, proteger y
garantizar otros derechos humanos; V. Examinar las posibles interpretaciones que la norma
permite y verificar si una de ellas guarda conformidad con el derecho humano, subderecho o
garantía; VI. Si no permite interpretaciones conformes, o todas sus interpretaciones resultan
disconformes con el derecho humano, debe procederse a contrastarla frontalmente, para lo cual
deben tomarse en cuenta los principios de universalidad, interdependencia e indivisibilidad,
progresividad y pro homine; y, VII. Desaplicarla cuando resulte contradictoria con el derecho
humano. Lo anterior sin dejar de observar que en el control difuso de constitucionalidad ex officio,
existen otros aspectos sustantivos e instrumentales que a la par deben considerarse, como son: a)
la presunción de constitucionalidad de las normas del sistema jurídico; b) que algunas de éstas
tienen por objeto cumplir con las obligaciones del Estado de promover, respetar, proteger y
garantizar otros derechos humanos, lo cual debe ponderarse para fijar los alcances de una
decisión, sin que ello signifique que aquéllas no puedan resultar inconstitucionales; y, c) que un
incorrecto control difuso de constitucionalidad, también puede ser reparado mediante los recursos
en un control difuso de constitucionalidad ex officio a la inversa, es decir, así como un Juez de
primer grado en ejercicio oficioso de control puede concluir equivocadamente que una norma
general es inconstitucional, el tribunal de segunda instancia también le puede regresar la
regularidad constitucional a la norma oficiosamente, pues de otra manera se permitirá la
inaplicación de una norma que sí era constitucional.
Amparo en revisión 29/2013 (expediente auxiliar 207/2013). Brenda Edaly Martínez Pérez. 8 de
marzo de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: José Ybraín Hernández Lima. Secretario: Juan
Carlos Corona Torres.
Nota: En relación con el alcance de la presente tesis, destaca la diversa aislada P. LXIX/2011 (9a.),
de rubro: "PASOS A SEGUIR EN EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD Y
CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS.", publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro III, Tomo 1, diciembre de
2011, página 552.
42
curia, el juzgador no está obligado a emprender un estudio "expreso" oficioso de los derechos
humanos o preceptos constitucionales o convencionales que se le transcriban, o que
genéricamente se invoquen como pertenecientes al sistema.
Amparo en revisión 29/2013 (expediente auxiliar 207/2013). Brenda Edaly Martínez Pérez. 8 de
marzo de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: José Ybraín Hernández Lima. Secretario: Juan
Carlos Corona Torres.
Amparo en revisión 80/2013 (expediente auxiliar 419/2013). Itzcóatl Ixion Medina Soto. 9 de mayo
de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Edgar Bruno Castrezana Moro, secretario de tribunal
autorizado por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para
desempeñar las funciones de Magistrado. Secretario: Santiago Emilio Aguilar Pavón.
Amparo en revisión 133/2013 (expediente auxiliar 520/2013). Fidel Hernández Reyes. 14 de junio
de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Ramón Rodríguez Minaya. Secretario: Samuel
René Cruz Torres.
43
del Estado Mexicano, al conocer de los asuntos de su competencia, deben hacer prevalecer los
derechos humanos reconocidos en esa Norma Fundamental y en los tratados internacionales de
los que el Estado Mexicano sea parte, a pesar de las disposiciones en contrario que puedan
preverse en los ordenamientos que les corresponda aplicar para resolver dichos asuntos;
determinación que ameritó dejar sin efectos las jurisprudencias P./J. 73/99 y P./J. 74/99. Así, el
control difuso que puede ejercer el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa en su
función jurisdiccional, no se encuentra restringido a disposiciones que regulen las funciones de
dicho órgano, sino que abarca todas las normas generales que le corresponda aplicar para
resolver los asuntos de su competencia, es decir, aquellas que funden los actos que ante dicho
tribunal se controviertan, máxime que la Suprema Corte de Justicia de la Nación no hizo tal
distinción.
Revisión fiscal 505/2012. Secretario de Hacienda y Crédito Público y otras. 10 de enero de 2013.
Unanimidad de votos. Ponente: Clementina Flores Suárez. Secretaria: Yenny Domínguez Ferretiz.
Revisión fiscal 438/2012. Secretario de Hacienda y Crédito Público y otras. 17 de enero de 2013.
Unanimidad de votos. Ponente: Alfredo Enrique Báez López. Secretaria: Shirley Monroy Benítez.
Revisión fiscal 441/2012. Secretario de Hacienda y Crédito Público y otras. 17 de enero de 2013.
Unanimidad de votos. Ponente: Alfredo Enrique Báez López. Secretaria: Shirley Monroy Benítez.
Revisión fiscal 518/2012. Secretario de Hacienda y Crédito Público y otras. 17 de enero de 2013.
Unanimidad de votos. Ponente: Clementina Flores Suárez. Secretario: Eduardo Garibay Alarcón.
Nota:
44
ocasión de la decisión de las causas de su competencia. La lógica de dicho sistema reside en que,
a cada caso, debe recaer una resolución conocida como "norma individualizada", la cual se infiere
o deduce a partir de la norma general, pero adecuándola o relacionándola con los hechos o
circunstancias del caso concreto, por lo que la decisión se compone de un silogismo judicial que se
integra por una premisa fáctica determinada por hechos o circunstancias conforme a las cuales,
deberá construirse una premisa normativa que otorgue la mejor solución al conflicto, esto es,
cuando se ejerce el control difuso se actúa en el problema contingente y propio que impone una
comprobación constitucional en el caso debatido; de ahí el efecto de la cosa juzgada -inter partes-.
De manera que en este sistema, el juzgador tiene el deber de realizar una interpretación para
llegar a un juicio respecto a la constitucionalidad de la decisión que pronuncia en casos concretos.
Por tanto, en el supuesto de estimar que la aplicación de cierta disposición, bajo determinadas
circunstancias, resulta inconstitucional, sólo puede, en casos extremos, desaplicar tal disposición
en el evento concreto, resolviendo como si ésta no existiera. Así, la duda sobre su
constitucionalidad siempre debe plantearse en razón de su aplicación en circunstancias
particulares, aspecto que marca la diferencia respecto al control concentrado, puesto que, en este
último, se cuestiona la inconstitucionalidad de una ley en abstracto; esto es, la propia norma
general, pero sin apreciar los hechos concretos del caso ni la regla que rige a casos específicos,
sino la ley per se, con generalidad en el pronunciamiento. Finalmente, cabe considerar que el
control difuso, entendido como uno de los medios para consolidar la supremacía constitucional,
tiende a buscar y conciliar el sentido o interpretación de las normas que conforman la premisa
normativa, a fin de conseguir la: a) interpretación conforme en sentido amplio, de acuerdo al bloque
de constitucionalidad; b) interpretación conforme en sentido estricto, si hay varios sentidos, debe
elegirse el más acorde al bloque de constitucionalidad, esto es, el previsto o pretendido por la
Constitución, y sólo cuando esto resulte imposible se deberá; c) inaplicar, en el caso concreto, la
disposición que oriente el sentido de la premisa normativa, cuando sea indefectible un determinado
sentido, en oposición al pretendido constitucionalmente, siempre en el contexto de los efectos inter
partes que apareja este sistema.
Revisión fiscal 623/2012. Administrador Local Jurídico del Norte del Distrito Federal. 27 de febrero
de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Mayra Susana
Martínez López.
En materia de derechos humanos puede analizarse la contradicción entre una norma general
interna y un tratado internacional a través del juicio de amparo, pues si bien es cierto que los
juzgadores federales cuentan con facultades constitucionales para realizar el control concentrado
en términos de los artículos 103, 105 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, también lo es que las tienen para efectuar el control de convencionalidad con motivo
de lo previsto en los artículos 1o. y 133, última parte, de la propia Constitución, así como de lo
45
resuelto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Radilla Pacheco vs.
Estados Unidos Mexicanos, y por el Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación en el asunto varios 912/2010, del que derivó la tesis P. LXVII/2011 (9a.), de rubro:
"CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN UN MODELO DE CONTROL DIFUSO DE
CONSTITUCIONALIDAD.". Lo anterior significa que una vez que el juzgador realice el control de
convencionalidad y determine que una norma interna es contraria a determinado derecho humano
contenido en un tratado internacional e, incluso, a la interpretación efectuada al respecto por la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, debe analizar el acto reclamado prescindiendo del
precepto de derecho interno y aplicando el instrumento internacional en materia de derechos
humanos. En ese sentido, es innecesario reflejar la inconvencionalidad de una norma de derecho
interno en los puntos resolutivos de la sentencia en la que se hace dicho pronunciamiento, pues
éste sólo trasciende al acto de aplicación, en tanto que el control de convencionalidad no puede
llegar más allá de la inaplicación de la norma interna en el caso específico; esto es, la inaplicación
de la norma cuya inconvencionalidad se declara sólo trasciende a una inconstitucionalidad
indirecta del acto reclamado, por lo que es innecesario llamar a juicio a las autoridades emisoras
de la norma cuya inconvencionalidad se demanda, pues no habrá una declaratoria de
inconstitucionalidad de ésta, sino sólo su inaplicación respecto del acto reclamado.
Amparo en revisión 134/2012. 30 de agosto de 2012. Mayoría de siete votos en relación con el
sentido; votaron en contra de las consideraciones Arturo Zaldívar Lelo de Larrea y Jorge Mario
Pardo Rebolledo; votaron en contra del sentido y de las consideraciones: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano, José Ramón Cossío Díaz, Margarita Beatriz Luna Ramos y José Fernando Franco
González Salas. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Ana Carolina
Cienfuegos Posada.
El Tribunal Pleno, el catorce de febrero en curso, aprobó, con el número V/2013 (10a.), la tesis
aislada que antecede. México, Distrito Federal, a catorce de febrero de dos mil trece.
Nota: La tesis aislada P. LXVII/2011 (9a.) citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro III, Tomo 1, diciembre de 2011, página 535.
Del artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de las tesis aisladas
P. LXVII/2011 (9a.) y P. LXX/2011 (9a.) del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro III, Tomo
1, diciembre de 2011, páginas 535 y 557, de rubros: "CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX
46
OFFICIO EN UN MODELO DE CONTROL DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD." y "SISTEMA
DE CONTROL CONSTITUCIONAL EN EL ORDEN JURÍDICO MEXICANO."; respectivamente, se
advierte lo siguiente: a) todas las autoridades del país, dentro del ámbito de sus competencias, se
encuentran obligadas a velar no sólo por los derechos humanos contenidos en la Constitución
Federal, sino también por aquellos contenidos en los instrumentos internacionales celebrados por
el Estado Mexicano, adoptando la interpretación más favorable al derecho humano de que se trate,
lo que se conoce en la doctrina como principio pro persona; b) actualmente existen dos grandes
vertientes dentro del modelo de control de constitucionalidad en el orden jurídico mexicano, que
son acordes con el modelo de control de convencionalidad ex officio en materia de derechos
humanos: en primer término el control concentrado en los órganos del Poder Judicial de la
Federación con vías directas de control (por ejemplo el juicio de amparo) y, en segundo, el control
por parte del resto de los juzgadores del país en forma incidental durante los procesos ordinarios
en los que son competentes (control difuso), conforme al cual están obligados a preferir los
derechos humanos contenidos en la Constitución y en los tratados internacionales, aun a pesar de
las disposiciones en contrario que se encuentren en cualquier norma inferior, para lo cual deben
inaplicarlas dando preferencia a las contenidas en el bloque de constitucionalidad de derechos
humanos. En ese tenor, si en una demanda de amparo se hace valer como concepto de violación
que la autoridad jurisdiccional responable omitió ejercer el aludido control respecto de una norma
general relacionada con la litis natural, aun cuando tal aspecto se le planteó durante el juicio por
alguna de las partes; de resultar correcta tal aseveración es innecesario conceder el amparo
solicitado para el efecto de que la autoridad ejerza con libertad de jurisdicción sus atribuciones de
control a efecto de determinar si es o no procedente inaplicar la norma, pues ello a ningún fin
práctico conduce, en virtud de que para salvaguardar el derecho fundamental de acceso a la
justicia pronta y expedita previsto en el artículo 17 constitucional, el órgano de amparo por mayoría
de razón puede realizar ese ejercicio de control declarando el concepto de violación fundado pero
inoperante si la disposición no infringe derechos humanos; o bien, fundado, ordenando en
reparación que la autoridad ejerza el control de convencionalidad desaplicando la norma bajo los
lineamientos de la ejecutoria.
Amparo directo 263/2012 (cuaderno auxiliar 535/2012). Circuito, S.A. de C.V. 10 de agosto de
2012. Unanimidad de votos. Ponente: Livia Lizbeth Larumbe Radilla. Secretario: Enrique Serano
Pedroza.
Nota:
Por ejecutoria del 27 de noviembre de 2013, la Segunda Sala declaró inexistente la contradicción
de tesis 381/2013 derivada de la denuncia de la que fue objeto el criterio contenido en esta tesis, al
estimarse que no son discrepantes los criterios materia de la denuncia respectiva.
47
AMPARO DIRECTO ADHESIVO. LA NORMA CONSTITUCIONAL QUE LO PREVÉ ES
SUSCEPTIBLE DE APLICACIÓN DIRECTA DESDE EL 4 DE OCTUBRE DE 2011, NO
OBSTANTE QUE AÚN NO SE EXPIDA LA LEY REGLAMENTARIA DE LA MATERIA.
El artículo 107, fracción III, inciso a), párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, que prevé el amparo directo adhesivo, es susceptible de aplicación directa por
los tribunales colegiados de circuito, no obstante que el Poder Legislativo Federal no haya
expedido la nueva ley reglamentaria respectiva, pues conforme al artículo primero transitorio del
decreto de reformas constitucionales que crea aquella figura, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 6 de junio de 2011, entró en vigor a los 120 días de su publicación, esto es, el 4 de
octubre siguiente, y aunque su artículo segundo transitorio señala expresamente que en ese lapso
el Congreso de la Unión expediría las reformas legales correspondientes, ello no significa que la
entrada en vigor de las reformas constitucionales de mérito quedara supeditada a la expedición de
dicha legislación secundaria. Aún más, la omisión legislativa no puede válidamente servir de
excusa para privar de una vía a las partes a favor de las cuales se instituyó, pues las normas
constitucionales aún no concretizadas por el legislador deben ser susceptibles de aplicación directa
por cualquier autoridad, incluyendo a los juzgadores constitucionales, en la medida en que es a
ellos a quienes corresponde velar por el respeto y plena vigencia de la Constitución; además de
que aun cuando pudiera considerarse que una norma constitucional no puede ser invocada
directamente si su texto requiere regulación posterior, ello no es una razón válida para inaplicar la
Ley Fundamental y considerar inexigibles los derechos o prerrogativas que establece.
Nota: Por ejecutoria del 19 de mayo de 2015, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación declaró inexistente la contradicción de tesis 186/2014 derivada de la denuncia de la que fue
objeto el criterio contenido en esta tesis, al estimarse que no son discrepantes los criterios materia
de la denuncia respectiva.
48
y no a los victimarios. El daño causado es el que determina la indemnización. Su naturaleza y su
monto dependen del daño ocasionado, de manera que las reparaciones no pueden implicar ni
enriquecimiento ni empobrecimiento para la víctima o sus sucesores. No se pretende que la
responsabilidad sea excesiva, ya que debe subordinarse a requisitos cualitativos. Una
indemnización será excesiva cuando exceda del monto suficiente para compensar a la víctima. Sin
embargo, limitar la responsabilidad fijando un techo cuantitativo implica marginar las circunstancias
concretas del caso, el valor real de la reparación o de la salud deteriorada. Una indemnización no
es justa cuando se le limita con topes o tarifas, cuando en lugar de ser el juez quien la cuantifique
con base en criterios de razonabilidad, es el legislador quien, arbitrariamente, fija montos
indemnizatorios, al margen del caso y su realidad. Sólo el juez, que conoce las particularidades del
caso, puede cuantificar la indemnización con justicia y equidad.
Amparo directo en revisión 1068/2011. Gastón Ramiro Ortiz Martínez. 19 de octubre de 2011.
Cinco votos. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz
Contreras.
Nota: Este criterio ha integrado la jurisprudencia 1a./J. 31/2017 (10a.), publicada en el Semanario
Judicial de la Federación del viernes 21 de abril de 2017 a las 10:25 horas y en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 41, Tomo I, abril de 2017, página 752,
de título y subtítulo: "DERECHO FUNDAMENTAL A UNA REPARACIÓN INTEGRAL O JUSTA
INDEMNIZACIÓN. CONCEPTO Y ALCANCE."
49
derechos fundamentales, previsto en el artículo 63 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, puede considerarse incorporado al ordenamiento jurídico mexicano.
Amparo directo en revisión 1068/2011. Gastón Ramiro Ortiz Martínez. 19 de octubre de 2011.
Cinco votos. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz
Contreras.
El derecho a la salud es una garantía fundamental e indispensable para el ejercicio de los demás
derechos humanos, pues una persona que carece de salud, o a quien se le ha determinado algún
tipo de incapacidad -con mayor razón si es total-, difícilmente podrá acceder a una fuente de
trabajo y, por tanto, no puede generar ingresos para atender sus necesidades y las de su familia, lo
que además implica una constante disminución de su patrimonio por los diversos tratamientos y
medicamentos que requiere. Así, una persona afectada en su salud a raíz de un accidente tiene
derecho a una indemnización que la compense del daño sufrido, y para que ésta sea justa, su
determinación depende del daño ocasionado; en este sentido, el derecho moderno de daños mira
a la naturaleza y extensión del daño, a las víctimas y no a los victimarios, por lo que las
reparaciones no deben generar una ganancia a la víctima, sino otorgarle un resarcimiento
adecuado. Ahora bien, limitar la responsabilidad fijando un techo cuantitativo implica marginar las
circunstancias concretas del caso, el valor real de la reparación o de la salud deteriorada, esto es,
una indemnización es injusta cuando se limita con topes o tarifas, en lugar de ser el juez quien la
cuantifique con base en criterios de razonabilidad, porque sólo él conoce las particularidades del
caso y puede cuantificarla con justicia y equidad, no así el legislador quien, arbitrariamente, fijaría
montos indemnizatorios, al margen del caso y de su realidad. Por tanto, para garantizar que las
indemnizaciones no sean excesivas, la autoridad judicial debe tener la facultad para determinarlas
con base en el principio de reparación integral del daño y en forma individualizada, según las
particularidades de cada caso, incluyendo la naturaleza y extensión de los daños causados, la
posibilidad de rehabilitación del accidentado, los gastos médicos y tratamientos para su curación o
rehabilitación, el posible grado de incapacidad, el grado de responsabilidad de las partes, su
situación económica y demás características particulares, a fin de fijar el pago por un monto
suficiente para atender las necesidades de cada caso en particular. Sin embargo, la indemnización
justa no está encaminada a restaurar el equilibrio patrimonial perdido, pues la reparación se refiere
a los bienes de la personalidad, esto es, persigue una reparación integral, suficiente y justa, para
que el afectado pueda atender todas sus necesidades, lo que le permita llevar una vida digna.
Amparo directo en revisión 1068/2011. Gastón Ramiro Ortiz Martínez. 19 de octubre de 2011.
Cinco votos. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz
Contreras.
50
Registro: 2001605
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro XII, Septiembre de 2012, Tomo 3
Materia(s): Común
Tesis: I.7o.A.8 K (10a.)
Página: 1679
51
Época: Décima Época
Registro: 2001607
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro XII, Septiembre de 2012, Tomo 3
Materia(s): Común
Tesis: I.7o.A.7 K (10a.)
Página: 1680
52
Época: Décima Época
Registro: 2001608
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro XII, Septiembre de 2012, Tomo 3
Materia(s): Común
Tesis: I.7o.A.6 K (10a.)
Página: 1681
Acorde con la reforma constitucional de diez de junio de dos mil once, todas las autoridades del
Estado Mexicano deben interpretar el orden jurídico a la luz y conforme a los derechos humanos
establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los tratados
internacionales de los que aquél sea parte, favoreciendo en todo tiempo a las personas la
protección más amplia. De ahí que para el ejercicio del control difuso de la Constitución sea
intrascendente establecer si la litis elevada a los órganos jurisdiccionales comprende la
conformidad de una norma con los derechos humanos contenidos en la Norma Suprema y/o en
tratados internacionales de los que México sea parte, pues en estos casos el juzgador no realiza el
estudio conducente por el hecho de que forme parte del problema jurídico que le presentan las
partes en observancia a los principios de exhaustividad y congruencia que deben regir toda
resolución jurisdiccional, sino que la inaplicación de una disposición jurídica por parte de los
Jueces del país deriva del contraste que deben realizar entre ésta y los derechos fundamentales,
considerando siempre la afectación que produciría la norma en el caso particular sometido a su
decisión, ya que están obligados a dejar de lado aquellos ordenamientos inferiores cuando
desconozcan el contenido de la Constitución y de los tratados internacionales en materia de
derechos humanos. Estimar lo contrario, esto es, que sea necesaria la existencia de agravios en
los que planteen una controversia sobre derechos fundamentales para que los Jueces nacionales
puedan ejercer tal control difuso, implicaría no sólo que esa vía se equipare al control concentrado
que corresponde en exclusiva a los órganos del Poder Judicial de la Federación mediante las vías
directas -acciones de inconstitucionalidad, controversias constitucionales y amparo directo e
indirecto-, sería inaceptable, en tanto se desconocería el esquema de protección constitucional que
rige al orden nacional, incorporándose al conflicto seguido entre las partes un aspecto que no les
atañe ni fue motivo de su diferendo judicial.
53
Materia(s): Civil
Tesis: I.4o.C.8 C (10a.)
Página: 1967
El sistema jurídico mexicano, y en específico el distrital, tiene una regulación que permite a los
Jueces penales conocer de la acción de responsabilidad civil derivada de un hecho que provocó
también el ejercicio de la acción penal. Existe la posibilidad de que el interesado opte por el
ejercicio de la acción civil, pero la falta de manifestación de haber elegido ese ejercicio separado
del proceso punitivo significará, en caso de condenarse al pago de la reparación del daño en la
sentencia penal, que estará a las resultas de ésta, sin perjuicio de que pueda apelar. El Juez civil
queda vinculado por lo resuelto en la sentencia condenatoria penal, sin poder nuevamente
pronunciarse sobre la responsabilidad civil del sentenciado, ergo, debe rechazar la acción civil
derivada de los mismos hechos que conoció su homólogo penal. Pero que ocurra así no es debido
a la aplicación del principio non bis in idem, consagrado en los artículos 23 constitucional, 14.7 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 8.4 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, ya que el derecho de que se trata es propio del ámbito penal, aplicable, por
tanto, exclusivamente a dicha materia, como se advierte de los dos preceptos invocados en primer
término, de la observación general 32 del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas,
para quien es una garantía que concierne sólo a los delitos penales, y de la sentencia dictada en el
Caso Loayza Tamayo vs. Perú por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para la cual el
referido principio busca proteger los derechos de los individuos que han sido procesados por
determinados hechos para que no vuelvan a ser enjuiciados por los mismos hechos. Por ello,
aunque ese principio es útil para explicar la influencia de la cosa juzgada de una sentencia penal
en el proceso civil, dado que enuncia la prohibición del doble enjuiciamiento, lo cierto es que
solamente la jurisdicción penal puede conocer de delitos y, por consiguiente, de ningún modo es
factible aseverar que en un juicio civil basado en los mismos hechos objeto del proceso punitivo se
realizará un nuevo enjuiciamiento por similar delito al conocido por el Juez penal, ni que se
infringirá la prohibición que entraña para esa clase de juzgador el principio non bis in idem. Lo que
sucede, en realidad, es que existe una eficacia mutua de la cosa juzgada entre los procesos penal
y civil en temas como el de la responsabilidad civil, debido a la dualidad de ilícitos y de
jurisdicciones que se produce, como ha explicado la doctrina, al referirse a la forma en que opera
la eficacia de la cosa juzgada penal en el proceso civil y, de manera especial, como opera esa
influencia en materia de responsabilidad civil, en la que si bien existe un margen de apreciación
para el Juez civil está en función de que el Juez penal se haya abstenido de resolver ciertos
aspectos (por ejemplo, en cuanto a la cuantía económica del daño producido), por lo que si
condenó y decidió sobre la reparación del daño debe quedar intocada esa determinación. Tal es la
base sobre la que debe estimarse que, una vez pronunciada sentencia con carácter de cosa
juzgada en el proceso penal en que se haya condenado al pago de la reparación del daño, material
y moral, según sea el caso, de forma íntegra, el Juez civil no puede emitir nueva condena por los
mismos conceptos.
Amparo directo 158/2012. Moisés Saldaña García. 17 de mayo de 2012. Unanimidad de votos.
Ponente: Francisco J. Sandoval López. Secretario: Raúl Alfaro Telpalo.
54
Libro XI, Agosto de 2012, Tomo 2
Materia(s): Constitucional
Tesis: XXX.1o.1 A (10a.)
Página: 2016
Con motivo de la reforma al artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, publicada el diez de junio de dos mil once en el Diario Oficial de la Federación, se
rediseñó la forma en que los órganos del sistema jurisdiccional mexicano deberán ejercer el control
de constitucionalidad, por lo que ahora todas las autoridades del Estado Mexicano, en el ámbito de
sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos
humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los que aquél es
parte, de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y
progresividad. Por ello, cuando en el juicio contencioso administrativo se aduzca que una norma
aplicada en el acto cuya nulidad se demanda transgrede algún principio contenido en la
Constitución Federal, el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa no puede válidamente
omitir su estudio bajo el argumento de que las cuestiones de inconstitucionalidad están reservadas
al Poder Judicial de la Federación. Esto es así, porque en la jurisprudencia 1a./J. 18/2012 (10a.),
de rubro: "CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD Y DE CONVENCIONALIDAD (REFORMA
CONSTITUCIONAL DE 10 DE JUNIO DE 2011).", la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación estableció que en el sistema jurídico mexicano actual, los juzgadores nacionales,
tanto federales como del orden común, están facultados para emitir pronunciamiento en respeto y
garantía de los derechos humanos reconocidos en la Constitución Federal y en los tratados
internacionales, con la limitante de que éstos (entre los que se ubican analógicamente los que
integran los tribunales administrativos), no pueden declarar la inconstitucionalidad de normas
generales, pero sí deberán inaplicarlas cuando consideren que no son conformes con la
Constitución o con los tratados internacionales en materia de derechos humanos, por lo que se
concluye que el órgano jurisdiccional mencionado está obligado a efectuar el control difuso de
constitucionalidad y de convencionalidad.
Amparo directo 158/2012. Juana Quiroz Hernández. 15 de marzo de 2012. Unanimidad de votos.
Ponente: Miguel Ángel Alvarado Servín. Secretarios: Jorge Luis Ramos Delgado y Dulce María
Guadalupe Hurtado Figueroa.
Nota: Esta tesis fue objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 336/2013, de la que
derivó la tesis jurisprudencial 2a./J. 16/2014 (10a.) de título y subtítulo: "CONTROL DIFUSO. SU
EJERCICIO EN EL JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO."
55
CONTROL DIFUSO DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS. LOS JUECES DEL ESTADO
MEXICANO, COMO ÓRGANOS AUTORIZADOS PARA EFECTUARLO, AL INAPLICAR LAS
NORMAS CONTRARIAS A LOS DERECHOS HUMANOS NO PUEDEN HACER UNA
DECLARACIÓN DE INVALIDEZ DE DICHAS DISPOSICIONES.
Los Jueces del Estado Mexicano en los asuntos de su competencia, deben inaplicar las normas
contrarias a los derechos humanos garantizados en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y/o tratados internacionales de los que aquél sea parte, sin hacer una declaración de
invalidez de dichas disposiciones, como órganos autorizados para efectuar el control difuso de la
constitucionalidad de normas generales, conforme al decreto por el que se modifica la
denominación del capítulo I del título primero y reforma diversos artículos de la Constitución
Federal, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 10 de junio de 2011, específicamente el
artículo 1o., párrafos segundo y tercero, y en observancia al principio de supremacía constitucional
previsto en los diversos 15, 29, párrafo último, 40, 41, párrafo primero y 133 constitucionales.
Amparo en revisión 641/2011. Julián Eduardo Reyes Barraza. 12 de enero de 2012. Unanimidad
de votos. Ponente: Eduardo Farías Gasca. Secretario: Mario Hazael Romero Mejía.
56
Revisión fiscal 430/2011. Directora Jurídica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado, en representación de las autoridades demandadas, firma en suplencia
por ausencia la Subdirectora de lo Contencioso. 11 de enero de 2012. Unanimidad de votos.
Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretaria: Silvia Fuentes Macías.
La defensa de los derechos previstos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
a partir de la reforma a su artículo 1o., publicada en el Diario Oficial de la Federación el 10 de junio
de 2011, y aquellos descritos en los convenios internacionales, se concreta mediante los
instrumentos legales al tenor de los cuales se limite el poder de las autoridades; así, el control
constitucional hace específica la necesidad de privilegiar y hacer eficaz el respeto a las
prerrogativas señaladas por el Constituyente, y los medios para lograr su prevalencia en el Estado
Mexicano son el juicio de amparo, la controversia constitucional, la acción de inconstitucionalidad,
el juicio de revisión constitucional electoral y el juicio para la protección de los derechos político
electorales, pues a través de éstos se estudia y determina si la normativa en conflicto se
contrapone o no con un precepto constitucional, de lo cual deriva la conclusión de resolver sobre
su constitucionalidad; por su parte, el control de convencionalidad, en su modalidad de difuso, si
bien es cierto que se ejerce por todas las autoridades públicas, tratándose de violación a los
derechos humanos consagrados en la Constitución Federal y en los convenios internacionales
suscritos por el Estado Mexicano, también lo es que se circunscribe al deber de analizar la
compatibilidad entre las disposiciones y actos internos que deben aplicarse a un caso concreto y
los derechos humanos que establece la Carta Magna y los tratados internacionales, así como
orientados por la jurisprudencia que sobre el tema sustente la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, debido a la fuerza vinculatoria de la normativa convencional, lo cual genera la
consecuencia de permitir o no la aplicabilidad de alguna disposición a un caso en concreto. Por
tanto, en el primer supuesto se determina sobre la constitucionalidad de la norma reclamada,
mientras que en el segundo, sólo se atiende a su aplicación.
Nota: En relación con el alcance de la presente tesis, destacan las diversas aisladas P. LXVII/2011
(9a.), P. LXIX/2011 (9a.) y P. LXX/2011 (9a.), de rubros: "CONTROL DE CONVENCIONALIDAD
EX OFFICIO EN UN MODELO DE CONTROL DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD.", "PASOS A
SEGUIR EN EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD Y CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO
EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS." y "SISTEMA DE CONTROL CONSTITUCIONAL EN
57
EL ORDEN JURÍDICO MEXICANO.", publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Décima Época, Libro III, Tomo 1, diciembre de 2011, páginas 535, 552 y 557,
respectivamente.
A partir de las reformas a los artículos 1o. y 103, fracción I, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 10 y 6 de junio de
2011, respectivamente, los órganos jurisdiccionales del Poder Judicial de la Federación, ante la
violación de los derechos humanos, deben ejercer el control de convencionalidad difuso, al
ampliarse su competencia en cuanto al objeto de protección del juicio de amparo; es decir, afines a
la lógica internacional, se extiende el espectro de protección en materia de derechos humanos y
dada la necesidad de constituir al juicio de amparo en un medio más eficiente de autolimitar el
abuso de la actuación de las autoridades públicas, se amplía el marco de protección de ese
proceso, extendiendo la materia de control. En ese sentido es que mediante el juicio de amparo se
protegen directamente, además de las garantías que preveía nuestra Constitución, los derechos
humanos reconocidos por ésta, así como por los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, en los que operan los principios de progresividad, universalidad,
interdependencia e indivisibilidad, mediante la expresión clara del principio pro persona como
rector de la interpretación y aplicación de las normas jurídicas, en aquellas que brinden mayor
protección a las personas, lo que mira hacia la justiciabilidad y eficacia de los derechos que, a la
postre, tiende al mejoramiento de las condiciones de vida de la sociedad y al desarrollo de cada
persona en lo individual; por eso, para hacer eficaz la protección de los derechos humanos, el
control de convencionalidad difuso debe ejercerse de oficio por los citados órganos porque, de lo
contrario, los convenios, pactos o tratados sólo constituirían documentos sin materialización de su
contenido, con la consecuente generación de inseguridad jurídica, toda vez que el gobernado
tendría incertidumbre sobre la normativa aplicable; además, el mecanismo para el control de
convencionalidad ex officio en materia de derechos humanos debe ser acorde con el modelo
general de control establecido constitucionalmente, pues no podría entenderse un control como el
que se indica, si no parte de un control de constitucionalidad general que deriva del análisis
sistemático de los artículos 1o., 103 y 133 de la Constitución Federal y es parte de la esencia de la
función judicial.
Nota:
En relación con el alcance de la presente tesis, destaca la diversa aislada P. LXVII/2011 (9a.), de
rubro: "CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN UN MODELO DE CONTROL
58
DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD.", publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Décima Época, Libro III, Tomo 1, diciembre de 2011, página 535.
Por ejecutoria del 13 de marzo de 2013, la Primera Sala declaró inexistente la contradicción de
tesis 306/2012 derivada de la denuncia de la que fue objeto el criterio contenido en esta tesis, al
estimarse que no son discrepantes los criterios materia de la denuncia respectiva.
CONTROL DIFUSO.
Con motivo de la entrada en vigor de los párrafos segundo y tercero del artículo 1o. constitucional
modificados mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el diez de junio de
dos mil once, debe estimarse que han quedado sin efectos las tesis jurisprudenciales P./J. 73/99 y
P./J. 74/99, de rubros: "CONTROL JUDICIAL DE LA CONSTITUCIÓN. ES ATRIBUCIÓN
EXCLUSIVA DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN." y "CONTROL DIFUSO DE LA
CONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS GENERALES. NO LO AUTORIZA EL ARTÍCULO 133 DE
LA CONSTITUCIÓN.".
El Tribunal Pleno, el veintinueve de noviembre en curso, aprobó, con el número I/2011 (10a.), la
tesis aislada que antecede. México, Distrito Federal, a veintinueve de noviembre de dos mil once.
Notas:
Las tesis P./J. 73/99 y P./J. 74/99 citadas aparecen publicadas en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo X, agosto de 1999, páginas 18 y 5,
respectivamente.
59