Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
debilidades y fortalezas, conectar con emociones y valores, delimitar juicios, enfocar intenciones y
aclarar los motivos de la acción. Si nos conocemos mejor sabremos navegar por el océano de la
inestabilidad, sin zozobrar.
Aclarar cuáles son los motivos que nos incitan a actuar y los objetivos que queremos alcanzar.
¿Para qué hago lo que hago? ¿A dónde quiero llegar? ¿Qué va a permitirme hacerlo? ¿Cómo
quiero hacerlo?
En segundo lugar, es importante elevar el nivel de consciencia y apertura para sí y para el mundo.
Permanecer en lo ya conocido, en la tan reconocida zona de confort solo permitirá responder a
situaciones cambiantes con las mismas estrategias de siempre. Y a nuevas situaciones, nuevas
soluciones. No podemos apegarnos al pasado o a lo que era pues careceremos de la suficiente
proactividad frente a lo desconocido. Abrirse al mundo, conocer su realidad, intervenir en él,
suelen ser buenos antídotos para la indolencia de lo ya conocido. No ayudamos al cambio,
conservando nuestra pequeñez.
Gestionar el cambio es tener la madurez para aceptar lo desconocido, lo que está por llegar por
muy incómodo que parezca. Salir de lo habitual pide aceptación. Y soltar lo ya conocido, pide
coraje.
Y por último no bastan las buenas intenciones. Sin la fuerte decisión de mantener nuestro objetivo
y determinar las acciones adecuadas, será dificultoso llegar a cualquier fin.
Una decisión cada vez más transparente y enraizada permitirá superar las oposiciones al cambio
siempre y cuando se sepa liderar las oportunidades y amenazas que se presentan.