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Respeto una de las acciones más importantes y primarias que el ser humano puede tener

 Directivos | Docentes | Estudiantes

Saber respetar a los demás es esencial, pues representa valorar y tolerar las diferencias
y comprender que ellas nos hacen crecer, continuando con los valores a trabajarse este
mes mediante el calendario escolar, hablemos sobre el respeto.

¿Por qué el respeto es importante? es una simple y al mismo tiempo muy significativa
pregunta. Antes de profundizar sobre ello es necesario aclarar qué es: el respeto es un
valor fundamental que nos hace tener consideración, aprecio y reconocimiento hacia
alguien o incluso algo, tomando en cuenta sus intereses, limitaciones, miedos, condición
y sentimientos.

Entendemos por respeto al acto mediante el cual una persona tiene consideración por
otra y actúa teniendo en cuenta sus intereses, capacidades, preferencias, miedos o
sentimientos. El respeto es una de las acciones más importantes y primarias que los
seres humanos pueden tener entre sí porque el mismo significa siempre valorar lo que
al otro lo hace diferente a uno y tolerar esas diferencias en pos de vivir mejor en
comunidad. El respeto puede aplicarse a diferentes grupos de la sociedad y variar en
términos de sus características dependiendo de ello: el respeto por los niños y por la
infancia supone su protección, el respeto por la libertad de expresión supone su defensa,
el respeto por los ancianos supone su atención constante, etc.

El respeto a nosotros mismos.

La consideración a los demás, empieza por nosotros mismos. El valor del auto respeto
puede ser algo que muchas veces damos por sentado, aunque no siempre lo ponemos
en práctica. Cultivar un sentido de respeto hacia sí mismo comienza con reconocerse
como un ser único y es necesario para desarrollar nuestro potencial y construir
relaciones sanas. Alguien que tiene auto respeto y se trata con amor, será más tolerante
con los demás.

Aceptarnos como somos quiere decir reconocer nuestras fortalezas, pero también
nuestras debilidades, entendiendo que son parte de nosotros y nos ayudan a crecer.
Debemos ver los errores que cometemos con amor y de manera responsable, evitando
la autocrítica, si es muy dura, se puede distorsionar al grado de convertirse en conductas
autodestructivas.

La base de la convivencia social.

No es posible hablar de respeto sin hablar de los demás. Para tener una sana convivencia
es necesario establecer límites de lo que podemos y no hacer y dónde comienzan los de
los demás. El respeto es una forma de reconocimiento y de aprecio a las cualidades de
otros, primero que nada, por su valor como personas y segundo, por su conocimiento,
y experiencia. Ejercer este valor permite que la sociedad viva en paz, en una sana
convivencia con base en normas e instituciones.

Asimismo, podemos referirnos a uno de los derechos que todos los seres humanos
tienen: a ser valorados, queridos, cuidados, asistidos en situaciones de dificultad y
protegidos. El respeto supone que todos debemos tolerar nuestras diferencias, nuestras
posibles limitaciones o complicaciones, aquello que nos hace únicos e irremplazables.
La importancia del respeto por el otro tendrá que ver entonces con la posibilidad de
construir una mejor sociedad en la que la violencia, la agresión, la discriminación o el
abuso no existan.

Así, es importante por ejemplo respetar las leyes viales para evitar daños a uno mismo
o a terceros, es importante respetar las leyes contra delitos o crímenes, es importante
respetar el cuidado del medio ambiente de modo que todos podamos tener una mejor
calidad de vida, es importante respetar las leyes comerciales, civiles, internacionales,
etc., que componen los diversos códigos de conducta de modo tal que todas las
sociedades se desarrollen al máximo potencial posible.

Valorar el entorno en el que vivimos.

Por último, pero no menos importante, está la consideración hacia la naturaleza y el


reconocimiento de las necesidades de la misma. No solo se trata de admirarla, si no de
emprender acciones para mejorarla y no hacerle más daño. Reconozcamos que nuestras
acciones tienen un impacto a corto y largo plazo, en todo lo que nos rodea

Predicar con el ejemplo.


El respeto debe ser inculcado desde la más tierna infancia y sin duda, la mejor manera
de hacerlo es a través del ejemplo. Si nuestros hijos ven que tratamos a los demás de
manera digna, será más fácil inspirarlos a comportarse así.

En el hogar padres e hijos necesitan tener libertad de expresar sus pensamientos sin
sentirse juzgados. Está bien estar en desacuerdo, pero no debe permitirse degradar a
quien piensa de manera distinta a la nuestra. Los niños construyen su sentido de auto
respeto por medio de su interacción con los otros. Saber que sus opiniones son tomadas
en cuenta y verse a sí mismos de manera positiva les permitirá tratar a quienes los
rodean de manera adecuada.

Vivamos bajo la regla de oro.

Trata a los demás como quieras ser tratado. No puedes exigir ser escuchado, si no eres
capaz de escuchar. No puedes demandar un trato justo si tú no estás dispuesto a darlo.
Recuerda que en la manera de dar está el recibir

El mundo vive actualmente una situación muy difícil, debido a la escasa tolerancia que
tenemos de nuestras diferencias, mismas que están extinguiéndonos poco a poco
porque no hemos sido capaces de comprender que nuestra vida y el respeto hacia ella
valen más que cualquier cosa material. La verdadera riqueza de nuestra sociedad está
en realidad en la diversidad de culturas y en esa mezcla perfecta entre razas, géneros e
ideologías.

La Escucha Acti
Estudiantes

Los valores son características positivas de gran importancia que nos ayudan a ser
mejores individual y socialmente. Cada mes el Calendario Escolar establece diferentes
valores a desarrollarse en las aulas dentro de la planificación, con la finalidad de
establecer mejoras educativas.
En el mes de agosto iniciamos con, La escucha activa; supone prestar atención y
comprender adecuadamente el mensaje que nos están transmitiendo y a la vez
mantener una actitud positiva. Por lo tanto, con esta técnica nos tenemos que centrar
en lo que la otra persona está intentando decirnos, juzgando el mensaje sólo después
de haber comprendido claramente el contenido del mismo.

En muchas ocasiones empezamos a preparar nuestra respuesta antes de que la otra


persona termine o hacemos un juicio previo y dejamos de escuchar el resto porque ya
nos hemos hecho una idea del objetivo del mensaje.

También podemos caer en el error de creer que llevamos la razón sin llegar a escuchar
otros puntos de vista o simplemente, nos acordamos de un suceso personal mientras
escuchamos y nos dirigimos mentalmente a otra situación.

Escuchar es la tarea que con más ahínco tratamos de reforzar en nuestros estudiantes,
pero ¿qué tanto escuchamos desde nuestro lugar como formadores a nuestros
alumnos? En los docentes es necesario desarrollar estrategias de escucha activa en las
aulas y salas de profesores, donde la comprensión del punto de vista del otro sea el
bastión para generar mejores estrategias de comunicación en nuestras escuelas.

La escucha activa es el esfuerzo físico y mental de querer captar con atención la totalidad
del mensaje que se emite, tratando de interpretar el significado correcto del mismo, a
través del comunicado verbal y paraverbal que realiza el emisor e indicándole mediante
la retroalimentación lo que creemos que hemos entendido.

La escucha activa requiere comprender la totalidad del mensaje, buscando entender


desde el propio punto de vista del interlocutor aquello que nos está comunicando. En la
práctica, la escucha activa se resume en el esfuerzo físico e intelectual que permite
recibir la totalidad del mensaje enviado, buscando interpretar correctamente su
significado.

Por eso es importante que siempre dejemos que el emisor termine su mensaje sin
interrupciones, trabajando nuestra empatía para comprender el por qué de su mensaje
aunque no estemos de acuerdo con él y mostrando interés a través de preguntas o
repeticiones…

Al contrario de lo que ocurre con el habla, la escucha es tarea que requiere


concentración y esfuerzo. Ello, tiene base científica: el cerebro humano tiene una
capacidad de pensamiento de entre 350 y 700 palabras por minuto. En cambio, la
capacidad de procesamiento de mensajes hablados apenas supera las 130 palabras por
minuto. La diferencia entre ambas capacidades se llena con pensamientos accesorios a
lo que nos están diciendo.

Pensamientos u obstáculos que entorpecen la capacidad de escucha

Estos pensamientos accesorios u obstáculos que entorpecen la capacidad de escucha se


pueden resumir en:
– Oír sólo aquello que nos interesa. Posición egocéntrica, contraria a la empatía. No
prestamos atención a aquello que no coincide con nuestros puntos de vista o intereses.

– Los prejuicios. Juzgamos anticipadamente al emisor y a su mensaje. Nos fijamos en su


apariencia o su conducta, y no en lo que nos está diciendo.

– Estar en posición de oír. Fingir escuchar es menos cansado que escuchar. Pensamos
en que vamos a contestar sin escuchar que nos están preguntando.

– Las barreras físicas o psicológicas. El cansancio, el clima establecido, las deficiencias


de los canales de comunicación… La excitación emocional.

– Las réplicas constantes. Interrupciones, tensiones…

Cómo evitar los pensamientos u obstáculos

Frente a estos obstáculos el proceso a seguir sería:

– Concentrarse y ser conscientes del interlocutor, evitando las distracciones mentales


(perjuicios, evaluaciones anticipadas…) o ambientales.

– Preguntarse de forma reflexiva (¿es esto realmente, o que quiere decirme? ¿Hay algo
más detrás de su mensaje verbal?). Atender al lenguaje paraverbal nos ayudará a
entender mejor la intención y el sentimiento de la comunicación.

– Retroalimentar, resumiendo. Pedir aclaraciones para evitar confusiones respecto a


sus motivos e intenciones y parafrasear partes del mensaje. Hay que tener cuidado en
dar feedback en el momento apropiado, sin interrupciones que perturben la
comunicación restando eficacia al mismo.

La escucha activa aporta notables ventajas. A nivel general, podemos decir que ofrece
tiempo para evaluar y comprender al emisor, lo que lleva a precisar y adecuar una
buena respuesta. Comporta-mentalmente, la escucha activa suaviza tensiones,
especialmente en actos comunicacionales de queja, ya que al permitir expresar las
discrepancias reduce las hostilidades.

Utilidades de las habilidades de escucha activa

Algunas de las utilidades concretas de las habilidades de escucha activa son:

Tranquilizar. Relajar situaciones tensas. Por ejemplo, en el caso de personas enfadadas


o molestas, lo más adecuado es dedicarles tiempo para escuchar los motivos de su
estado de ánimo, sin interrupciones y haciéndoles conscientes de que las escuchamos
atentamente, utilizando frases del tipo “comprendo tu estado de ánimo…, Me pongo en
tu lugar y yo también…” Una vez comprobado que se le escucha y entiende, es más
probable que se llegue a una situación de calma que permita aceptar sugerencias y
comentarios tendentes a encontrar una solución adecuada.
Lograr cooperación. Al satisfacer la necesidad que tienen todas las personas de sentirse
escuchadas y comprendidas, éstas suelen sentirse más dispuestas a colaborar y más
receptivas.

La reformulación es una técnica de escucha activa consistente en estimular a la persona


a decir el motivo real de sus quejas y expresar sus sentimientos.

La queja continua, la repetición de las mismas cosas de forma insistente o la muestra de


una excesiva preocupación por temas que aparentemente no tienen importancia, son
expresiones o actitudes que pueden indicar la presencia de algún problema más hondo.

Un posible ejemplo de escucha activa con reformulación sería:

– Hoy tampoco te puedo dar una respuesta, no he tenido tiempo de ver nada, se ha
estropeado el ordenador y no se descargar la información en el móvil.
-Noto que tiene prisa ¿Dice que no ha tenido tiempo de reflexionar sobre la información
que le di ayer? (captando palabras claves)
-No.
-¿Pero tiene alguna duda sobre lo que hablamos ayer? (ayudar al análisis).
– No ninguna, es que realmente es mi padre el que tiene que decidir, porque es el que
me lo va a pagar (realmente el cliente no tiene el poder para tomar la decisión, pero no
quería decirlo).

Habilidades para la escucha activa

Mostrar empatía: mostrar nuestro interés sobre lo que el cliente nos está expresando,
además de intentar comprender los sentimientos que nos está transmitiendo es
importante para que el cliente sienta que lo estamos escuchando. Sin embargo, esto no
quiere decir que tengamos que estar de acuerdo o que tengamos que sentir lo mismo,
por lo que no es necesario mostrar simpatía sino comprensión con frases como;
“entiendo lo que me quiere decir”, “noto que es algo importante…”

Parafrasear: Es simplemente confirmar con el cliente que estamos entendiendo lo que


nos quiere indicar. Así, con frases como “entiendo que me está indicando…” “Según me
indica lo que le ocurre es…” lo que logramos es explicar con nuestras palabras lo que el
cliente nos ha indicado y es una forma no sólo de verificar el mensaje sino también de
hacer que el cliente se sienta comprendido y mantenga la atención en la conversación.

Emitir palabras de refuerzo o cumplidos. Además de entender al cliente, podemos


reforzar su comunicación con ciertas palabras que demuestren aprobación, así podrá
sentirse más cómodo a la hora de seguir hablando, sobre todo cuando se trata de
llamadas que se puedan definir como complicadas. Algunos ejemplos pueden ser;
“Estupendo”, “claro, es así…

Resumir: Es fundamental que intentemos terminar la conversación con un resumen de


todo lo tratado. Esto no sólo facilita que podamos concretar los objetivos de la
conversación sino también las soluciones que se han ido planteando, por lo que el
cliente va a tener una sensación de haber sido comprendido, escuchado y que por
nuestra parte le hemos ayudado a cubrir la necesidad que manifestaba. Como ejemplo;
“si no le he entendido mal…”, “… ¿Es correcto?”.

Atender a que la comunicación sea lo más productiva posible facilita la comprensión, lo


que en muchas ocasiones repercute en un mejor entendimiento entre dos personas.
Esto favorece el intercambio de información, pero nos gustaría conocer tu opinión al
respecto, ¿has aplicado esta técnica en alguna ocasión?

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