Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
de actuación
Eduardo Mier remarcó la importancia de documentar la historia del teatro en México
30/01/19, Xalapa, Ver.- Eduardo Mier Hughes y Karen Priego, académico y egresada de
la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana (UV), respectivamente, e integrantes
del grupo Gato de Paseo, desarrollaron del 21 al 25 de enero la primera edición del curso
básico Iluminación Escénica, donde compartieron temas como el arte escénico, la anatomía
del escenario, los reflectores y su distribución, las nuevas tecnologías al respecto, entre
otros.
Pero fue la iluminación lo que atrajo su atención, incluso formó parte de la primera
generación de la Maestría en Artes Escénicas del Centro de Estudios, Creación y
Documentación de las Artes de la UV, con la finalidad de desarrollar una investigación que
desde antaño había bosquejado. La tesis lleva por título “Iluminación escénica: del Barroco
a McCandless”, y su director fue Gilles Hogya.
Eduardo Mier ya sabía, groso modo, cuál sería la conclusión de la investigación, pero no
tenía trazado el proceso, tampoco contemplada la metodología ni la obligación de escribirla
e investigar todas las posibilidades. Las fuentes que tenía al principio eran básicas. En aquel
tiempo hizo una movilidad académica en la Universidad de Victoria, Canadá, país al que
regresó como invitado para iluminar una obra en la Columbia Británica.
Algunas de las inquietudes que han dado pie a sus investigaciones son: ¿por qué hay
diseñadores de iluminación?, ¿cómo y cuándo inició tal actividad?, lo cual le permitió
plantear algo que no tenía contemplado: “Que durante cerca de 400 años la iluminación era
el determinante de las formas de actuación, no al revés. En estos tiempos la iluminación sí
está al servicio de la escena, pero antes no fue así, la escena se tenía que resolver donde
había luz porque no era fácil iluminar el escenario. Se ponían luces en el piso (candilejas) y
los actores debían trabajar ahí, de lo contrario no se veían”.
Aclaró que en esos casi cuatro siglos naturalmente hubo teatro al aire libre y de día, pero
una vez que esta bella arte se llevó a palacios y otros lugares, y se quiso hacer la ilusión de
que había escenografía, se inició la dependencia a la luz artificial que hasta el siglo XX
tuvo la potencia y facilidad de movimiento para estar al servicio de la escena.
El entrevistado citó nombres de los destacados en la materia, como David Belasco (Nueva
York, Estados Unidos 1853-1931), y remarcó: “Son muchas las mujeres iluminadoras que
existieron en los años veinte, cuando empezó a surgir el diseño de iluminación; hay una
generación de mujeres iluminadoras en Estados Unidos que son la base. Una de ellas fue
Tharon Musser (1925-2009), fundamental en Broadway”.
Para Eduardo Mier, la iluminación escénica es la articulación entre el sentido dramático del
texto que se está representando o del guión dancístico, con los recursos técnicos (las
lámparas). Por supuesto que una iluminación puede lucir en algún momento de la puesta en
escena, pero su intención debe ser precisamente que ésta en sí luzca.