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Chungara Revista de Antropología Chilena

Universidad de Tarapacá
csantoro@uta.cl
ISSN: 0716-1182
CHILE

2003
Frank Salomon
TESTIMONIOS EN TRIÁNGULO: PERSONAJES DE LA NUEVA CORÓNICA DE
GUAMAN POMA Y DEL MANUSCRITO QUECHUA DE HUAROCHIRÍ EN EL PLEITO
SOBRE EL CACICAZGO PRINCIPAL DE MAMA (1588-1590)
Chungara Revista de Antropología Chilena, julio, año/vol. 35, número 002
Universidad de Tarapacá
Arica, Chile
pp. 253-268
Volumen 35, Nº 2, 2003. Páginas 253-268
Testimonios en Triángulo: Personajes de la Nueva Corónica… 253
Chungara, Revista de Antropología Chilena

TESTIMONIOS EN TRIÁNGULO:
PERSONAJES DE LA NUEVA CORÓNICA DE GUAMAN POMA
Y DEL MANUSCRITO QUECHUA DE HUAROCHIRÍ
EN EL PLEITO SOBRE EL CACICAZGO PRINCIPAL
DE MAMA (1588-1590)
TRIANGULAR TESTIMONY:
INDIVIDUALS FROM GUAMAN POMA’S NUEVA CORÓNICA AND FROM THE
QUECHUA MANUSCRIPT OF HUAROCHIRÍ IN A LAWSUIT OVER THE
CACICAZGO PRINCIPAL OF MAMA (1588-1590)

Frank Salomon*

El extenso “Segundo pleito entre Antonio Guamanyanac y Geronimo Caxayauri 1588” (AGN/ Buenos Aires 9-45-5-15), estudiado
por Espinoza Soriano (1983-84), arroja luz sobre las fricciones entre dos kurakazgos de la cuenca del río Rímac antes, durante y
después de la invasión española. El presente ensayo propone que dos hermanos, ambos kurakas y maestros de khipu (khipukamayuq)
que figuran en dicho pleito, a saber Condorchagua y Pomachagua de Yaucha (reducción de Huánchor), son las mismas personas
Condor Chaua y Poma Chaua, dibujados por Guaman Poma, en la Nueva Corónica, como khipukamayuq imperiales del Tawantinsuyu.
Enfocamos adicionalmente a la persona de D. Gerónimo Cancho Guaman, testigo en el pleito de 1588, que identificamos con el
viejo kuraka de San Damián cuyas “idolatrías” figuran en el capítulo 20 del manuscrito anónimo quechua de Huarochirí ([1608?]
Taylor 1987). El pleito forma un lugar común entre dos fuentes principales de la tradición etnohistórica. En ambos casos, el pleito
aclara intereses y prácticas de la élite kurakal hasta ahora poco claros debido al contenido ideológico de estas dos obras narrativas,
centrales de la etnohistoria andina.
Palabras claves: Etnohistoria, Andes Centrales, Perú, valle del Rímac, Inka, khipu, Huarochirí, Guaman Poma.

The extensive “Second lawsuit between Antonio Guamanyanac and Geronimo Caxayauri 1588” (AGN / Buenos Aires 9-45-5-15),
studied by Espinoza Soriano (1983-84), throws light on friction between two kurakazgos of the Rímac River basin before, during,
and after the Spanish invasion. This essay proposes that two brothers who figure in the lawsuit, both of them khipukamayuq (khipu
masters) and kurakas, namely, Condorchagua and Pomachagua of Yaucha (resettlement of Huánchor), are the same persons as the
Condor Chaua and Poma Chaua whom Guaman Poma drew as imperial khipukamayuq of Tawantinsuyu. This essay also focuses
on D. Gerónimo Cancho Guaman, a witness in the 1588 lawsuit. He is the same person as the old kuraka of San Damián whose
“idolatries” figure in chapter 20 of the anonymous Quechua manuscript of Huarochirí ([1608?] Taylor 1987). The lawsuit thus
forms common ground between two main sources of Andean ethnohistorical tradition. The lawsuit clarifies interests and practices
of the kuraka elite which have until now been overshadowed by the narrative works’ ideological content.
Key words: Ethnohistory, Central Andes, Peru, Rimac valley, Inka, khipu, Huarochirí, Guaman Poma.

Espinoza Soriano (1983-84) ha analizado con colonial en la reducción de San Mateo de Huánchor
lujo de detalle el intrincado litigio fichado como y el señorío o waranka de Picoy, residente en S.
“Pleito segundo entre Antonio Guamanyanac y Jerónimo de Surco e históricamente afiliado al im-
Geronimo Caxayauri 1588”, existente en el Archi- portante centro yunka cuya reducción se llamó San
vo General de la Nación, Buenos Aires (ms. 9-45- Pedro de Mama (actual Ricardo Palma). La fuente
5-15). Según Espinoza Soriano, el litigio de 1588- no aclara la relación entre Picoy de la cuenca del
1590 y sus secuelas hasta 1599 representan las Rímac y su homónimo ubicado en la actual Pro-
etapas avanzadas de un arraigado conflicto entre vincia de Oyón. La reducción serrana de Huánchor,
dos kurakazgos importantes del valle del río Rímac: situada a 3.140 msm, centralizó lo que en tiempos
el señorío o waranka Inka de Yaucha, con sede inkas había sido un extenso dominio cuyas perte-

* Department of Anthropology, University of Wisconsin, 5240 Social Science, 1180 Observatory Drive, Madison, Wisconsin
53706-1393 EE.UU. fsalomon@wisc.edu

Recibido: junio 2003. Aceptado: septiembre 2003.


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nencias incluían uno o más enclaves en las tierras durante el incario el kuraka yunka de Picoy tuvo
subtropicales cerca de Mama y adicionalmente un mando solamente a nivel de waranka.
extenso “archipiélago vertical” adquirido por pa- La contienda colonial radicó, en que ciertos
trocinio del Inka Tupaq Inka Yupanki. Huánchor kurakas de Yaucha pretendieron utilizar la turbu-
formó parte de Huarochirí, el más poblado de los lencia política de los años 1532-1548, para trans-
tres repartimientos que formaban la provincia co- formar su privilegio entre los yunkas, en privilegio
lonial de Lurin Yauyos. El litigante D. Jerónimo sobre los yunkas. Lograron imponer tal hegemo-
Caxayauri representó a Yaucha de Huánchor, pre- nía gracias a una alianza precoz con los españoles
tendiendo un “cacicazgo principal” con dominio invasores. Los personajes cruciales en este ensa-
sobre Picoy. yo, los hermanos yauchas Pomachagua y Condor-
La reducción de San Pedro de Mama, en cam- chagua, fueron protagonistas de esta alianza. Su
bio, se sitúa en tierras vallunas, apenas a siete le- linaje resultó beneficiario de la creación del su-
guas de Lima en el Rímac medio. Sus habitantes puesto “cacicazgo mayor” bajo la encomienda
originales fueron gente étnicamente yunka. Antes primitiva de Juan Fernández. Pomachagua y Con-
de las reducciones impuestas a partir de la década dorchagua, como otros nobles, ayudaron a los es-
1570, Picoy fue uno de los 24 ayllus de Mama, pañoles durante el cerco inka de Lima. La época
que según Espinoza Soriano (1983-84:176), se dis- toledana de las reducciones, intervención que pe-
tribuían a lo largo del Rímac medio en tierras de ligraba toda tenencia de tierras en padrón de “ar-
Surco y aguas arriba hasta Matucana (2.336 msm). chipiélago”, también vio las etapas avanzadas de
El litigante D. Antonio Guamanyanac abogó tenaz- la despoblación yunka y por lo tanto impuso una
mente, pero al final sin éxito, por los derechos de desventaja adicional en Picoy frente a los serra-
Picoy como señorío independiente de los Yaucha nos. Desesperado por los desastres acumulados,
de Huánchor, repudiando el supuesto “cacicazgo Picoy pretendió sin éxito recuperar su antiguo de-
principal” serrano. El tercer repartimiento, Chaclla, recho y repudió el “cacicazgo mayor” espurio que
figura pasivamente en la contienda. los subordinó a Yaucha. Los kurakas de la vecina
El lector que desee seguir la actuación históri- región de Huarochirí central apoyaron a la parte
ca de las partes, encontrará en la citada obra de Picoy, porque Picoy, tradicional contraparte en la
Espinoza Soriano un análisis diacrónico doble, que explotación “multiétnica” de los cocales, prometía
resume tanto la larga cronología del conflicto como proteger mejor los enclaves o “islas” serranas den-
la cronología inmediata del pleito. Evitando repe- tro de la zona chawpi yunka en el Rímac medio.
ticiones innecesarias, nos limitamos a precisar las El litigio posee gran valor como panorama de
principales etapas durante las cuales se produjeron la evolución inka y colonial de los kurakazgos,
las interacciones entre los kurakas que serán obje- debido a su profundidad cronológica, que se re-
to del presente ensayo. En tiempos preinkas cada monta a cuatro generaciones anteriores a la con-
uno de los dos “señoríos” se constituía de múlti- quista española, a la vivamente recordada partici-
ples ayllus, confederados bajo el mando de un li- pación de los respectivos señoríos en los eventos
naje cuyo liderazgo pasaba por herencia fraterna claves de la década 1530, y al cruce de testimonios
antes de pasar a la generación siguiente; la suce- desde varios ángulos de la constelación toledana.
sión por lo tanto se enredó en ramificados árboles Como en el caso de los conflictos sobre cocales en
genealógicos, cuya averiguación por los españoles Quivi, analizado por Rostworowski y Marcus
motivó la exposición etnohistórica por parte de los (1988), este litigio permite seguir la transforma-
testigos. Los kurakas de Yaucha, como los de otros ción de un conflicto yunka-serrano en factor den-
“señoríos” tildados con el gentilicio “yauyo”, adop- tro de la política inka y posteriormente en la lucha
taron posturas proinkas. Su kuraka Carguayauri fue para adquirir y utilizar las palancas del naciente
favorecido por amplios dones de terrenos en “ar- poder colonial. A través de sus páginas, se traslu-
chipiélago”. El hijo de Carguayauri, Pomachagua, cen las etapas sucesivas de la invasión española,
militó entre las huestes inkas que combatieron en cerco y resistencia, la fluida reorganización post-
las fronteras norteñas de lo que hoy es Ecuador. inka de los kurakazgos, su burocratización y re-
Mientras el Tawantinsuyu otorgó a Yaucha un am- ducción toledanas y el colapso demográfico de los
plio privilegio extendido dentro del área yunka, yunkas.
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El propósito de este ensayo es agregar al mi- Antecedentes del Pleito


nucioso análisis histórico de Espinoza Soriano, la Guamanyanac/Caxayauri en Mama:
observación que el litigio Picoy-Yaucha se encuen- Genealogía, Khipus y Piedras
tra en relación triangular con dos fuentes centrales
a la etnohistoria: la Nueva Corónica de Felipe La sociedad indígena del Rímac medio y alto
Guaman Poma de Ayala ([1613] 1980) y el manus- comienza a dejar huella documental desde los
crito anónimo quechua de Huarochirí ([1608?] repartimientos pizarrinos; su primer encomendero
Taylor1987), comúnmente conocido bajo el título fue Juan Fernández. En 1548 (AGI/S Lima 121) el
agregado a la traducción de Arguedas y Duviols presidente La Gasca dio título para transferir la en-
(1966) Dioses y Hombres de Huarochirí. comienda del repartimiento de Huarochirí, en ese
momento encomendada en la viuda de Fernández,
El vínculo con los hombres de la narrativa
a Gerónimo de Sylba. Por parte de los naturales
quechua fue el kuraka huarochirano Don Gerónimo
este traspaso quedó ratificado por un tal “Poma-
Cancho Guaman, futuro protagonista de una parte
chagua caçique prençipal del balle e tierras de
del manuscrito, quien vino a testimoniar a favor de
Guanchu” (lo que posteriormente sería S. Mateo
Picoy. Cancho Guaman, padre del precoz extir- de Huánchor).
pador de “ídolos” Cristóbal Choque Casa, figura Pomachagua merece más estudio por dos ra-
en la narrativa quechua como prototipo del kuraka zones. Primero, porque la pretensión de sus des-
“idólatra” o “encubridor de ídolos”. En el litigio lo cendientes a ser “caciques principales”, no sólo de
vemos como un señor étnico de rango intermedio, Huánchor sino además de Mama, fue el punto
leal defensor de los intereses de los “hijos de Tutay crucial en el debate. Como veremos, el poderío
Quiri” en la waranka de Checa durante la transi- sobre Mama parece en realidad haberse basado en
ción al “colonialismo maduro”. maniobras políticas de Pomachagua durante la cri-
Guaman Poma, en cambio, aparentemente co- sis del incario, a partir de 1532 y el encuentro de
noció los hechos del pleito ex post facto. Como en Cajamarca, y estas estratagemas revelan algo del
muchos contextos, enaltece a los kurakas que pac- trasfondo político-cultural de los textos clásicos.
taron con el Rey Emperador Carlos V, en este caso Segundo, Pomachagua es interesante porque fue
Condorchagua y Pomachagua de Yaucha. Además khipukamayuq del incario. Su conducta resulta su-
simpatizó con Yaucha por definir su kurakazgo gerente para entender el rol de los contadores en el
como emparentado con la nobleza “yarovilca proceso político. Su lugar en la iconografía de los
allauca huánuco”, cuya legitimidad fue obsesión khipus no podría ser más central. En el dibujo que
del “autor y príncipe”. El punto más interesante, Guaman Poma hizo del “depoçito del inga” (1980
en cuanto a Guaman Poma, es un aparente vínculo [1613]:309) el khipukamayuq que muestra el in-
entre el pleito y dos de sus imágenes famosas de ventario anudado de la qullka a su soberano “topa
los khipukamayuq o maestros de khipu imperiales. ynga yupanqui” se llama “Administrador Suyuyoc
Apo Pomachagua” (Figura 1).
Se trata de homónimos de los personajes cruciales
De manera similar Condorchagua, hermano de
del linaje Yaucha, Condorchagua y Pomachagua.
Pomachagua, aparenta ser otro khipukamayuq, cuya
Uno de éstos es descrito como contador mayor del
imagen queda grabada en la imaginación de cuan-
imperio (Guaman Poma 1980[1613]:332) y el otro
tos estudian la antigua “tecnología del intelecto”
como custodio del depósito imperial, títulos clari- (frase de Jack Goody), el “CONTADOR MAIOR I
ficados a través de la lectura del pleito. El triángu- TEZORERO TAVANTINSUIO QUIPOC CVRACA
lo tiene, además, relevancia técnica acerca del rol CONDOR CHAVA”, dibujado por Guaman Poma
de la contabilidad por khipu en la transición al do- (1980 [1813]:332; Figura 2). Gracias al pleito sa-
minio español. El hecho de que los autores de es- bemos que Condorchagua, hermano de Poma-
tas dos fuentes hayan prestado atención a personas chagua, fue asimismo “en el tienpo del ynga ...con-
involucradas en el pleito Guamanyanac-Caxayauri tador y quipocamayo del ynga” (f.153v).
deja abierta la posibilidad de una interacción que El hábil funcionario toledano Diego Dávila
conecte las dos fuentes. Brizeño ([1583] 1965) hizo un informe fechado el
24 de julio de 1585 con el propósito de averiguar y
ejecutar el testamento del difunto kuraka de Yaucha
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Figura 1. “Apo poma chaua” (a la derecha) presenta cuentas en Figura 2. “Curaca Condor Chaua” contador mayor del Inka
khipu a “topa ynga yupanqui” (Guaman Poma 1980 [1613]:309). (Guaman Poma 1980 [1613]:332).
“Apo poma chaua” (right) presents accounts by khipu to “topa “Curaca Condor Chaua” chief accountant to the Inka (Guaman
ynga yupanqui” (Guaman Poma 1980 [1613]:309). Poma 1980 [1613]:332).

en Huánchor D. Diego Quispitapra (f.83r). Su in- Al cotejarse la Nueva Corónica con el proce-
forme se reproduce en Espinoza Soriano (1983-8: so y con el informe de Dávila Brizeño surge una
243-245). Este documento reviste interés, pues in- duda cronológica: ¿Es posible que dos hombres ya
tenta sugerir la función del khipukamayuq en cues- maduros y dueños de importantes títulos inka bajo
tiones de genealogía. Además identifica, indepen- Tupaq Inka Yupanki, penúltimo soberano anterior
dientemente del proceso de 1588-90, a los a la invasión española, puedan identificarse con
hermanos Pomachagua y Condorchagua, agregan- sus homónimos quienes, como veremos, actua-
do los nombres de bautizo que adquirieron en el ron con brío durante la crisis de la invasión espa-
lapso entre 1548-1583, a saber, Gerónimo para el ñola y hasta 1548? Rowe (1945:277) calcula 1471-
primero y Pedro para el segundo. El texto fue in- 1493, como una cronología plausible del reinado
cluido en el proceso por ser relevante a la sucesión de Tupaq Inka Yupanki. A primera vista la asocia-
de Yaucha. Espinoza Soriano ha publicado la trans- ción con un Inka antiguo parece indicar que los
cripción entre los extractos documentales adjun- khipukamayuq dibujados habrían sido hombres de
tos a su artículo (1983-84:243-245). Las citas a otra generación, con nombres similares. De hecho,
continuación se toman de la transcripción hecha debemos tomar en cuenta la posibilidad de que cier-
por el presente autor y por Lorena Toledo; discre- tos nombres rituales se hayan conferido a múltiples
pan en algunos detalles de la versión publicada. individuos. Sin embargo, es probable que los
Examinemos dos puntos: primero, el modo de homónimos en el pleito y en Guaman Poma hayan
empleo del khipu en contexto de la genealogía, y sido los mismos individuos. Suponiendo que fueran
segundo, las identidades de Condorchagua y jóvenes al final del reinado de Tupaq Inka Yupanki,
Pomachagua. pudieron haber vivido hasta la década de 1540. Pero
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en todo caso, el hecho de Tupaq Inka Yupanki que tuvo dos hijos en una muger y murio an-
haya muerto varias décadas antes no importa mu- tes que entrasen los españoles en este
cho, porque sus bienes se legaron a la posteridad rreino y se llamo charabi y fueron de
como propiedad de la momia real con su panaka o yanamarca entrambos marido y muger de
corporación conmemorativa. Habría sido raro si tal un pueblo desta guaranga de yaucha –
corporación no hubiera tenido un “quipocamayo y [f.83v/] El hijo mayor deste dicho viejo
mayordomo de todas las açiendas del ynga topa” caruayauri se llamo don geronimo poma
(f.146r) aún mucho después de su deceso. chagua desde que fue [cristi]ano y el
Veamos la metodología empleada al consultar sigundo se llamo don pedro condordor
los khipus yauchas: A fin de esclarecer la herencia, [sic] chagua. este don pedro condor
Dávila Brizeño –buen conocedor de la cultura re- chagua governo desde que entraron los
gional– entrevistó en grupo a las autoridades de españoles hasta el tiempo del de la gasca
las tres reducciones importantes del Rímac alto, a y el conde de nyeba y con el habla la tasa
saber San Mateo de Huánchor, San Juan de Matu- [sic] y este tuvo sinco hijos el mayor se
cana y San Jerónimo de Surco, en presencia de llamo atayauri y el segundo se llamo don
numerosos observadores indígenas y de un traduc- juan guaman chava que çuçedio en el
tor. Pidió que las autoridades conjuntamente pre- caçicazgo a su padre y el terçero se llamo
pararan y presentaran, en paño, un dibujo que re- don pedro nuna chaua y el quarto don juan
presentase la genealogía y el mando (“y para que de godoi que oi bive y el quinto se llama
no hierren se junten ellos alla / aparte / y en un don martin carua chagua que oi bive y el
papel u paño le traigan pintado los caçiques que an dicho don juan guaman chava dexo un hijo
sido desdel tienpo de guayna capac y entrada de natural que oi govierna por muerte de don
los españoles hasta agora que murio su caçique diego quispi tapra que agora murio y por
Diego Quispitapra”, f.83r). saberlo hazer y sirvio ya / ocho meses an-
Tras deliberar dos días, las autoridades indí- tes que muriese el dicho don diego caçique
genas presentaron el resultado. Hablaron en lo que su primo sigundo y agora / se nombro por
parece haber sido sesión abierta, a juzgar por la el señor corregidor / por tal governador
presencia de “prinçipales y otros muchos yndios hasta que su excelencia nombre al que
de los dichos pueblos de san mateo de guanchor y fuere servido y por tal lo nombro a
san juan de matocana / y san geronimio de surco y pedimyento de todos los caçiques desta
alcaldes rregidores dellos y rrezervados de tasa y dicha guaranga de yaucha en junta gene-
segunda persona”. Lo interesante es que los kurakas ral / deste dicho rrepartimyento que para
decidieron no seguir la sugerencia de Dávila Bri- ello se fizo – / el hijo mayor del dicho vie-
zeño, que pintasen un árbol genealógico (se supo- jo carua yauri que se llamo don geronimo
ne, más o menos al estilo español). Más bien, op- poma chagua tuvo tres hijos el mayor se
taron por una exposición a base de khipus y piedras. llamo diego quispi chagua y el sigundo don
En el siguiente extracto subrayado es original al diego tapra yauri y el terçero don mateo
texto y el resaltado en negrita es al texto agregado: tapraqyauri [sic] e fue cacique muncho
tiempo el don juan su primo y no dexo fi-
rrespondieron todos de conformydad que jos y çuçediole en el cacicasgo su sobrino
ellos avian hablado munchas vezes en lo / don diego quispi taprac hijo del herma-
que se les mando y que alli estauan todos no mayor del dicho don mateo que se lla-
los yndios antiguos viejos que se acuer- mo don diego quispi chagua como esta
dan y vieron los dichos caçiques que los dicho que fue caçique el dicho su hijo don
mandavan desde el tiempo de guaina capac diego quispi taprac que murio a onze deste
hasta oi y asi luego pusieron por piedras presente mes de julio susodicho no dexo
en el suelo a un caçique que se llamo hijos sino un hermano bastardo que se lla-
caruayabri que este fue caçique desta ma / diego cullqui chagua y este dicho
guaranga de yaucha que asi se llama los cullqui chaua tiene un fijo de quatro u
yndios rreduzidos a este dicho pueblo de sinco años que se llama don mateo y a este
san mateo de guanchur y este carva yauri don mateo no nombra el dicho difunto don
258 Frank Salomon

diego quispitaprac por su eredero y decla- sinco años diego davila brizeño / don pabo
ra en el dicho testamento que fizo a su [sic] escrivano nombrado y lengua - juan
muerte que aquel dicho don mateo su so- clemente villca escrivano de cabildo y
brino le viene el caçicasgo de derecho y el lengua.
otro hermano del dicho don mateo
paucaryauri / que se llama don diego taprac Este testimonio puede ser relevante a un tema
yauri tiene dos hijos. el mayor que se lla- vigente en el debate sobre el khipu, a saber, el uso
ma don geronimo caxa yauri de hasta de las piedras como fichas para interpretar los
quinze años y otro pequeno [sic] de nueve khipus. Las frases resaltadas explican que los au-
o diez años y estos dichos yndios son los tores de la genealogía fueron cuatro: dos nobles de
decendientes / son los decendientes [sic] la vieja generación, ambos nacidos unos diez años
del dicho viejo caruayauri/ que se llamo antes de la conquista pizarrina, y dos “contadores”
don diego tapraqyauri [sic]. y de los dos suyos. El contador coetáneo de los nobles ostenta
hermanos hijos deste dicho viejo y cada título de “quipocamaio”. Él habría aprendido el arte
parçialidad destas dos a avido caçiques que en ca. 1540, cuando aún vivían muchos maestros
an governado hasta agora como dicho es capacitados bajo el Tawantinsuyu. Se puede supo-
y esta descriçion dieron don diego paruva ner que los khipus afianzaron la genealogía aduci-
segunda persona / deste dicho rrepar- da; sin embargo, no se hace explícita la consulta a
timyento de mama y de edad de sesenta los khipus como el acto de testimonio, sino la pre-
años y guauquilcasca de sesenta años y sentación de la genealogía en forma de diagrama
guaucar guahaman su [f.84r/] contador hecha con piedras, como explicación oral.
/ o quipocamaio de secenta años y alonso El procedimiento hace pensar en un caso deta-
guamanyacollca contador maior deste llado por Platt (2002:247-250), sobre el empleo de
dicho rrepartimyento de mama de edad piedras para manifestar el contenido de ciertos cor-
de sinquenta años. estando presentes don deles con cuentas de 1548-1551. Un khipukamayuq
juan de godoi pomavillca y don martyn interpretaba los cordeles, mientras otro transcribía
carua chava nyetos del viejo carua yauri y lo leído con “piedrecillas” en el suelo. El escruti-
don geronimo caxaiauri y don geronimo nio de las piedritas mediatizó en la formulación
xaxapoma governador al presente y hecha del testimonio final. La naturaleza de esta media-
esta dicha declaraçion y averiguaçion con ción constituye un eje importante dentro del deba-
juramento en forma de derecho y lenguas te actual sobre el “código de los khipus” (Ascher y
asimysmo con juramento que les tomo el Ascher 1997). Según el modelo propuesto por
señor corregidor a todos los sobre dichos Urton (2002:31), las piedras, blancas y negras, fun-
que dirian verdad y todos se afirmaron en cionaron para traducir un conjunto de siete varia-
lo que tienen declarado. sin discrepar bles binarias, correspondientes a propiedades físi-
nynguno / en veinte y seis dias de junyo cas de cada colgante (p. ej. su torsión en S o en Z,
de myll e quinientos y ochenta y sinco años su unión con el cordel tronco mediante lazo en “rec-
y despues se rratificaron todos los sobre to” o en “dorso”, etc.). Las variables binarias, se-
dichos ante el señor corregidor diego gún Urton, formaron un despliegue digital com-
dauila brizeño y de nosotros los escrivanos pacto, comparable al despliegue digital de los ocho
y lenguas en la española y la general de bits del código ASCII para computación. Estos
los yndios con juramento que se nos tomo valores binarios, según enfatiza Urton, podían asig-
por el dicho señor corregidor de hazer bien narse a múltiples significados finales, de acuerdo a
y fielmente sus oficios de escrivanos y len- los múltiples contextos.
guas a my don pablo guari tapral prinçipal ¿Cuál fue el rol del “quipocamaio guaucar
y a my juan clemente escrivano de cabil- guahaman” y su contraparte “alonso guaman-
do deste dicho pueblo de san mateo de yacollca contador maior” en la formulación del
guachur [sic] y por verdad lo firmamos testimonio conjunto de “don diego paruva ...y
de nuestros nombres y firmo el señor co- guauquilcasca”? Los “contadores”, al estudiar los
rregidor a treinta y un dias del mes de cordeles o posiblemente al escuchar alguna
julio de myll e quinientos y ochenta y verbalización de ellos, habrían cruzado sus cono-
Testimonios en Triángulo: Personajes de la Nueva Corónica… 259

cimientos para manipular las piedras, hasta llegar vieron el mando de Yaucha en determinados mo-
a una representación coherente y consensual de los mentos, pero con Pomachagua en la posición prin-
hechos. cipal y Condorchagua como su reemplazo; y se-
Los testimonios hasta ahora conocidos refe- gundo, que ambos fueron khipukamayuq por
rentes al método cordel-más-piedra tratan de la derecho propio.
contabilidad propiamente tal, con datos principal-
mente numéricos. Lo novedoso aquí es que en Pomachagua de Yaucha (Huánchor) Durante
Huánchor se trató de hechos no numéricos. Si en la Invasión Pizarrina y un Takiy o Canto de
efecto, Dávila Brizeño presenció la confección de Guaman Poma
una narrativa histórica (la citada genealogía) a base
de datos anudados convertidos en diagrama genea- Según la parte Yaucha, antes de los inka, había
lógico, estuvo presente ante una técnica tantas ve- kurakas de guaranga en Picoy, Yaucha, y Cayao.
ces citada, pero no bien esclarecida de la capaci- Ninguno fue elevado sobre el otro, sino que cada
dad de los khipus para narrar historias (tema kuraka individual y libremente se subordinaba a
desarrollado en el más actualizado y reciente com- los señores de Huarochirí. En tiempos inka, “Topa
pendio de estudios sobre khipus: Quilter y Urton Ynga Yupanqui” y otros soberanos ratificaban a
2002). La genealogía vertida en prosa por Dávila cada señor dando el duo (trono), chacras, cumbi,
Brizeño contiene números cardinales (números de joyas, etc. Así que, al no tener señor hegemónico
años y meses) y números ordinales (orden de ge- sobre sí, cada cual podía enviar embajada a los es-
neraciones, orden de nacimiento desde el primo- pañoles y dar vasallaje voluntariamente. El supues-
génito), pero además es preciso en nombres perso- to derecho a gobernar Picoy fue otorgado a
nales y sucesos. La precisión de números de años Pomachagua por Pizarro a cambio de dicho vasa-
y meses transcurridos nos obliga a pensar que ha- llaje.
yan sido actualizados periódicamente (Radicati Según sus descendientes y paisanos Poma-
1965), o bien que hayan contenido fechas absolu- chagua fue el cuarto kuraka de la genealogía di-
tas, lo cual implicaría un sistema de datación hasta nástica yaucha. En su persona se unificaron pode-
ahora ignorado en el contexto inka. res de la etnia con un cargo alto del Tawantinsuyu,
En el mismo retrato de Condor Chaua por el de “quipocamayo y mayordomo de todas las
Guaman Poma (Figura 1) las piedras fichas apare- açiendas del ynga topa” (f.146r), o sea, de la mo-
cen en tabla cuadriculada, comúnmente llamada mia y panaka del penúltimo inka prehispánico. Por
yupana (contar, contable), visible a la izquierda tal, “hera camachico [‘dirigente, mandón’] de los
inferior. ¿Puede ser que en el dibujo Guaman Poma yndios que guardaban los ganados del ynga y
o haga alusión al viejo maestro de cordeles Condor ansimismo tenía cuidado de guardar los cunbis y
Chaua como transmisor del método ca. 1585 y otra maizes y papas y demas cossas del dicho ynga”
vez ca. 1588 defendiendo a los intereses de su des- (f.121v). La descripción coincide con los bienes
cendencia? almacenados que acompaña al dibujo del “de-
Volviendo a considerar el contenido del testi- pocito” de Tupaq Inka Yupanki (Guaman Poma
monio, los dos ancianos y sus respectivos khipu- 1980 [1613]:310). Ya que las panaka gozaban de
kamayuq aseveran que la sucesión de la waranka cierta soberanía residual sobre los bienes de la
de Yaucha se podía describir en términos de dos momia, Pomachagua no habría sido funcionario
patrilinajes fraternos, cuyo ancestro común fue directo del monarca actual (sucesivamente Wayna
Caruayauri. Durante seis transmisiones de mando, Qhapaq, Waskhar y Atawallpa) sino custodio de
y a diferencia del esquema español que contempla bienes reales asignados aparte. Este hecho le ha-
la primogenitura, la sucesión demostró la transmi- bría facilitado un importante margen de maniobra,
sión fraterna (Rostworowski 1960) y hasta la su- el cual habría aumentado a medida que la guerra
cesión de primos patrilaterales. Los dos hermanos entre los sucesores de Wayna Qhapaq, y luego la
fundadores de linajes fraternos, hijos de Caruayauri lucha con España, complicaron el cuadro político
y su esposa Charabi, fueron Pomachagua y inka. ¿Habrá sido un caso paralelo al del Cuzco,
Condorchagua. Nacieron bajo el inkanato y vi- donde varios panaka pudieron actuar con cierta
vieron la conquista. En las páginas que siguen va- autonomía durante la primera fase de la época co-
mos a observar primero que ambos hermanos tu- lonial?
260 Frank Salomon

Pomachagua fue considerado por sus paisanos maravilloso. Por mensajeros el Inka envía cha-
como “belicoso y de buen entendimiento” (f.66v). manes capaces de transformarse en aves veloces,
Militó con las huestes inka en la guerra de Quito que vuelan a la costa. El mensajero-chamán que
liderando un contingente grande de ejército con recoge el regalo no aguanta la tentación de abrir la
base en Jauja. Dejó por kuraka interino en Yaucha caja que lo contiene. Ve que el regalo es una mujer
a su hermano Condorchagua (f.62v). muy bella con cabello como oro. La rubia enviada
Al regreso de las guerras norteñas Pomachagua desde Pachacamac puede representar simbólica-
reposaba en su casa en Yanamarca (de Yaucha) mente la oferta de vasallaje al rey de los españoles
cuando se tuvo la noticia de la llegada de los espa- rubios; era normal que la aceptación de esposas-
ñoles al cercano santuario de Pachacamac. Con regalos de mano del Inka se entendía como señal
otros naturales, salió a saludar a los españoles y de endeudamiento político. La oferta de la dama,
allí oyó la noticia de que Pizarro estaba en “Caxa- pues, habrá significado la potencial subordinación
marca la grande” (f.66r). Dejó el kurakazgo yaucha a España. La apertura prematura de la caja por par-
nuevamente en manos de su hermano Condor- te del mensajero puede referirse al oportunismo de
chagua y se fue a Cajamarca. Llegó a Cajamarca los kurakas –por ejemplo, Pomachagua– que se
cargado de regalos de oro, plata, cumbi y gente de aprovecharon de la coyuntura para ofrecer inde-
servicio. Allí pactó alianza con el marqués. Pizarro pendientemente su vasallaje a España.
reciprocó con contradones de “bestido de damas- En el capítulo 14, el Inka perdona al mensaje-
co carmesi” (f.103r), espada y daga. Estas prendas ro traicionero, divide su dominio en dos y se retira
españolas evidentemente impresionaron profunda- con su mujer mágica mientras los demás líderes
mente a sus contemporáneos incluso muchos per- comienzan a rivalizar por la supremacía, cada cual
tenecientes al kurakazgo de Picoy: “y que como le diciendo “ñocarac ñocarac” (‘yo primero’ ‘– no,
bian los yndios con aquellas armas y que las traya yo’). El mito parece sugerir que al generalizarse el
con liçencia del dicho marques le enpeçaron a te- contacto con españoles la supremacía del Inka se
mer y a serbir y no porque fuese caçique de el di- derrumba. Este deja de funcionar como vocero de
cho rrepartimyento ni lo obiesen sido sus passados” todos y la guerra entre Pizarro y el Inka se compli-
(f.110v). ca por múltiples luchas dinásticas locales. Tal fue
Desde aquel viaje “bino con brio y enpeço a el desenlace en el valle del Rímac.
enseñorearse de este dicho caçicazgo” de Picoy Guaman Poma menciona otra vez a un “Poma
(f.156r). Logró convencer a los yunka que el mar- Chava” en el contexto de su capítulo sobre festejos
qués “le auia echo merçed de nonbrarle por caçique de los pueblos de los cuatro suyu. Al hablar de las
de las tres guarangas ynclusas en el dicho rrepar- “fiestas de los Chinchaisuio” (Guaman Poma 1980
timiento de mama” (f.146r). Con este golpe de tea- [1613], dibujo 295), transcribe un enigmático can-
tro Pomachagua ganó la iniciativa e inició la do- to festivo, puntuado y dividido en versos por los
minación sobre Mama que, medio siglo después y editores de la siguiente manera:
al cabo de varios cambios de mando, iba a dar pie
al pleito de 1588. Ayauaya ayaua
Nos permitimos la especulación de que el men- Haucay patapi, Cuci Patapi
cionado encuentro con los españoles en Pacha- Capac Yncauan
camac y Cajamarca, la fracasada respuesta estra- Camaycuscayqui, maymi?
tégica de los soberanos inka y la formación de un Capac Apo Uaman Chava
pacto pizarrino que resultó ventajoso para los Poma Chava Yaro y Uilca
kurakas huarochiranos, puede constituir el trasfon- camcho canqui Uira Cocha?
do histórico que inspiró el capítulo 14 del manus- Apa cochata Caxamarcapi
crito anónimo quechua de Huarochirí –una versión Capac Apo rrey emperadorta
recopilada unos setenta años después, cuando los Muchaycoclla
hechos se contaban en un marco ya bastante Payuan uillanacoclla
mitologizado. En el dicho capítulo, el demiurgo y Uaman Poma Ayalalla
trickster Viracocha induce al inka a mandar un Apo Chauap uilcallan
mensajero a Pachacamac para recibir un regalo Uayac Pomap mitallan
Testimonios en Triángulo: Personajes de la Nueva Corónica… 261

La edición de Murra, Adorno y Urioste identificada en la segunda pregunta como los dos
(Guaman Poma 1980 [1613]) surte la siguiente tra- hombres Guaman Chaua y –el que nos interesa–
ducción: Poma Chaua “Yaro y Uillca” (o sea, de la nobleza
que Guaman Poma designa como su propio linaje;
[Ayawaya ayawa Amat Olazábal 1992). “Uaman Chava” posible-
En la Hawkay Pata, en Kusi Pata mente equivale al incap rantin o ‘segunda perso-
Junto al Inka poderoso, na’ del mismo nombre dibujada en otro contexto
¿Dónde está tu capitán? (1980 [1613]:313). Mientras tanto, en Cajamarca
¿Eres tú el señor rey Waman Chawa, el linaje Guaman Poma ya está solemnizando el
Puma Chawa, el Yaru y Willka, pacto con el rey cristiano. A estos dos se formula
eres tú el Wira Qucha? la pregunta: ¿Camcho canqui Uira Cocha? ¿Eres
¡Por la laguna de Apa, en Cajamarca tú el español?
Al señor poderoso, al rey emperador Los siete versos que siguen y que dan respues-
Ofreciendo su lealtad, ta se inician con un locativo que hace contraste con
Consultando con él, las plazas ceremoniales del Cuzco, nombrando el
Está Waman Puma de Ayala lejano Cajamarca como el local donde está “tu ca-
El noble de Apu Chawa, pitán”. En Cajamarca, está –con sorpresa lo oímos–
El compañero de Wayaq Puma!] Guaman Poma de Ayala; los últimos dos versos
son epítetos o títulos ceremoniales agregados a su
Este texto como casi todos los taki (cantos nombre. Admiten traducción como ‘el nieto de Apu
quechuas) de Guaman Poma presenta escabrosas Chawa’ y ‘el descendiente de Wayaq Puma’. En
dificultades, por las cuales el texto admite traduc- Cajamarca, el mismo autor (¡según se imagina
ciones alternativas en múltiples puntos. Estamos imaginado por los Chinchaysuyos!) está ofrecien-
de acuerdo con los editores al entender la letra como do devoción a Apa Cocha, “epíteto de Viracocha
compuesta de dos preguntas seguidas por una res- en una de las oraciones quechuas registradas por
puesta o, según se analice la sintaxis, dos respues-
Cristóbal de Molina en 1575” (según uno de los
tas. La duda en cuanto a la sintaxis nace de la total
evaluadores anónimos de este trabajo) y en un ver-
ausencia de verbos principales (y no participiales)
so paralelo, simultáneamente ofreciendo su leal-
que no sean formas de kay ‘ser, estar’. Kay en ter-
tad al rrey emperador. El rey emperador –o sea, el
cera persona presente (kan) puede ser suprimido,
rey y emperador Carlos V– es nombrado en espa-
formando así la “cópula cero” común en quechua.
ñol. Estos dos versos en paralelo forman una va-
El cantor se vale de la cópula cero en los últimos
riante de la tantas veces expresada autoimagen de
siete versos, pero no se sabe cuántas veces, de
Guaman Poma como encarnación de un pacto pri-
manera que no queda evidente si contienen una
mordial entre el Perú y España, en otro contexto
oración o más de una. Dentro de la norma poética
efectuado por el padre del “autor y príncipe”. Igual-
quechua colonial, donde prima el paralelismo, se
podrían esperar dos. Bajo tal suposición podría- mente expresa su autoimagen como devoto intuiti-
mos hipotetizar un kan implícito después de vo del verdadero Dios invisible (Guaman Poma
muchaycoclla y otro después de mitallan. Otras 1980[1613]:348-349, 1991[1595]:159).
ambigüedades, esta vez de carácter léxico, existen En fin: el taki implica que Poma Chaua “Yaro
en torno a Uira Cocha, que en Guaman Poma como Uillca” al encontrar la soberanía cuzqueña vacía,
en el quechua cuzqueño moderno bien puede sig- debe su lealtad a la alianza hispano-andina, justifi-
nificar ‘español’ tanto como el nombre de la dei- cada por la equivalencia entre Dios y Wira Qucha,
dad invisible, Apa Cocha, sin traducción clara y que ya se formaba en Cajamarca, liderada por el
los sustantivos polisémicos mita y uilca. linaje de Guaman Poma. Una traducción en este
A grandes rasgos, una posible lectura del can- sentido sería:
to sería que comienza con una pregunta retórica
dirigida a una segunda persona no identificada: en Ayauaya ayaua
las dos plazas ceremoniales del Cuzco, ¿dónde está En Haucay Pata, en Cuci Pata,
tu capitán, el soberano Inka? Puede ser que la se- Junto al Inca poderoso,
gunda persona ‘tú’ a la cual se dirige el canto sea ¿Dónde está tu capitán?
262 Frank Salomon

Gran señor Uaman Chava mama picoy y yaucha y cayao al dicho don
Poma Chava Yaro Uilca, geronimo poma chagua y le dio [tierras?]
¿Eres tú el Uira Cocha? y armas espada y lança y assi este testigo
le vido ser tal cazique prinçipal de todo el
Solo Guaman Poma de Ayala dicho rrepartimyento de mama al dicho
Está adorando, y está conversando don geronimo poma chagua y todos los
[Adorando] a Apa Cocha en Cajamarca, prinçipales e yndios del dicho rrepar-
[Conversando] con el poderoso señor timyento le rrespetaron como a tal cazique
Rey Emperador. (Testigo Don Diego Pariona, de 70 años;
8 febrero 1589, f.70r-71v).
Él, el nieto de Apo Chaua,
Él, descendiente de Uayac Poma. El Rímac Medio a Ojos de los Autores del
Manuscrito Anónimo Quechua de
En el intervalo caótico, entre 1532-1535, Po- Huarochirí (1608?)
machagua resultó ser excelente ejemplo de los lí-
deres que se valieron del oportunismo español y Las perspectivas de los narradores del libro
del inestable equilibrio de las fuerzas locales para quechua de 1608 (?) emanan desde las serranías
establecer hegemonías regionales. En 1535, el úl- de Huarochirí central. Los varios narradores toman
timo intento cuzqueño de desalojar a los invasores por puntos referenciales a Llacsa Tampu, “pueblo
puso a prueba la estrategia “hispano-andino” (Stern viejo”, hoy escasamente habitado, vecino a San
1982:7-50). Pomachagua pudo convertir su alian- Damián, o el cercano San Cristóbal de Concha, o
za política en cacicazgo principal dentro del valle la reducción de Santa María Jesús de Huarochirí,
del Rímac, según sus testigos, apoyando la resis- o San Lorenzo de Quinti. Sin embargo, en el pró-
tencia española contra el sitio de la nueva capital logo el redactor promete dar cuenta de “todos los
española por elementos proinka. Según el pleito, pueblos” pertenecientes a los “hijos de Paria Caca”
muchos plebeyos “rebeldes” y pertencientes a los
y no sólo de las alturas. Hacia 1600 el “archipiéla-
tres “miles” de Mama se juntaron con los inkas
go vertical” estaba en las últimas etapas del retro-
para cercar a Los Reyes en 1535:
ceso. En los valles bajos de Huarochirí los narra-
dores ya habían perdido el control de sus antiguos
y despues los dichos yndios de picoy cayao
enclaves con cocales. Sin embargo, los narradores
y yaucha oyeron dezir como venya el ynga
a veces intentan cumplir con el compromiso de
del cuzco a dar batalla contra el marques
explicar la historia legendaria de “todos los pue-
e demas españoles y llego a la zibdad de
blos” donde moraban sus ancestros.
los rreyes sabido desto los dichos yndios
El capítulo 13 discute en detalle el culto a los
de cayao e yaucha e picoy se rrevelaron y
dioses del pueblo subtropical de Mama, reducción
ffueron a la zibdad de los reyes a faboreçer
al dicho ynga e que solamente se fueron a también involucrada en el pleito de 1588. ¿Por qué
poner debaxo de los españoles el dicho don les interesó Mama precisamente? Por un lado, los
geronimo poma chagua y ticsy guaman ayllus reducidos en San Damián, notablemente los
padre del dicho don antonio guaman yanac Checa (quienes llevan la voz cantante del libro)
que trata este testigo y otros kurakas e poseían una ‘isla’ o enclave de cocales en tierra
despues que mataron al dicho ynga en la yunga, en Suquia Cancha, a orillas del Rímac, que
zibdad de los reyes sabido por el dicho formaba un hermoso oasis en medio de los cerros
cacique que se avian rrevelado los dichos áridos. La “isla” Checa de Suquia Cancha existió
yndios de picoy y cayao y yaucha e que en asociación “multiétnica” según la definió Murra
los dichos don geronimo poma chagua y (1975) con el dominio político de los yunka de
demas [tarjado: des] kurakas que asi fue- Mama, estando ubicada en San Gerónimo de Sur-
ron con el sabido por el dicho marques que co la reducción donde habitaba el ayllu Picoy. ¿Ha-
avian ido en su ayuda y contra los yndios brá sido por esto que los testigos provenientes de
rreveldes el dicho marques le avia fecho los pueblos checas dieron sus testimonios en el li-
curaca de todo el dicho rrepartimyento de tigio a favor de Guamanyanac de Picoy?
Testimonios en Triángulo: Personajes de la Nueva Corónica… 263

Por otro lado, Mama poseía importancia espe- manuscrito anónimo quechua de Huarochirí. El ca-
cial en el sistema religioso de los Checa, por ser pítulo 20 inicia el largo relato sobre su hijo Don
sede de la gran diosa yunca Chaupi Ñamca. Un Cristóbal Choque Casa y su lucha contra los wak’a
templo en Mama hospedaba el principal de cinco o divinidades prehispanas. Se hace hincapié en el
cultos de wak’as consideradas en conjunto como contraste entre el viejo kuraka Don Gerónimo, cris-
manifestaciones “hijos” o “hermanas” de Chaupi tiano pero profundamente dominado por la menta-
Ñamca. Los otros cuatro se distribuían por varios lidad “idólatra”, y su hijo, férreo enemigo de los
pueblos de yunkas con enclaves checas, especial- “demonios malos antiguos”. En el relato influido,
mente Sisicaya y Chillaco en el valle del Lurín. o posiblemente dado, por el joven Don Cristóbal,
Chaupi Ñamca en su totalidad quinquepartita se su padre Don Gerónimo Cancho Guaman queda
concebía como la contraparte hembra del wak’a cruelmente satirizado por su indecisión frente al
‘padre’ de los huarochiranos, el nevado deificado cristianismo y las “idolatrías”.
Paria Caca. Los checa tomaban parte entusiasta en Los capítulos 20 y 21 narran la historia del
los cultos de las “hijas” o “hermanas” de Chaupi padre y del hijo con una intimidad psicológica sor-
Ñamca. A la fecha del inicio del pleito, en 1588, el prendente. Comienza con el descubrimiento del
templo de Chaupi Ñamca ya habría sido destroza- wak’a Llocllay Huancupa por una joven del “mil”
do por Diego Dávila Brizeño durante la reducción de los checa. Al revelarse mediante un oráculo
de San Pedro Mama. Pero los capítulos 10 y 13 del como “hijo” (avatar, divinidad delegada) de Pacha
manuscrito anónimo quechua (Taylor 1987:192- Kamaq, el nuevo y temible wak’a Llocllay Huan-
203, 222-241) informan que su culto subsistió te- cupa, cuya forma exterior aparentemente fue de un
nazmente en los enclaves checas del Lurín. El re- oso, comenzó a funcionar como protector de los
fugio otorgado a Chaupi Ñamca, tanto como la Checa. Pero cuando vino un tal Padre Cristóbal de
convivencia en los cocales, pudo ser un motivo de Castilla, su culto fue suprimido. Ya que “[el Padre
la alianza Checa-Picoy. Castilla y] el curaca... Don Gerónimo Cancho-
guaman... aborrecían estas cosas, [la gente] ya no
Aprendizaje y Testimonio de Don Geronimo celebraba este culto” (Taylor 1987:300-301).
Cancho Guaman, un Kuraka en el Manuscrito Cancho Guaman, sin embargo, no resultó cons-
Anónimo Quechua tante en su rechazo del wak’a. Bajo el flagelo de la
“gran epidemia de sarampión” don Gerónimo Can-
La larga contienda Yaucha-Picoy fue muy co- cho Guaman cedió a una creencia popular: que
mentada en la reducción de San Damián de Llocllay Huancupa había enviado la enfermedad
Uructambo o de Checa, donde se compuso el ma- para castigar a quienes habían abandonado su cul-
nuscrito anónimo quechua (f.106v). El pleito to. La gente volvió a adorarlo en su santuario clan-
contiene testimonios dados por siete hombres destino (purum huasi). Y el mismo Gerónimo “en
oriundos de lugares cuyos habitantes o dueños par- el momento de morir, engañado por el demonio,
ticiparon en la confección de la fuente quechua cayó en este pecado (la idolatría). Engañado por
(Gonçalo Caxatacma de san Damián f.73r, Martyn varios hombres ancianos y diabólicos, cuando a
Chumbi Sirve [sic?] de san Damián f.73v, Martín punto de morir, se confesó [segun los ritos gen-
Anchelivia de Chauti f.57r, Cristoval Carvalivia de tílicos]”. El narrador, posiblemente identificado
Chaute f.60v, y Diego Julca Poma de Suquiacancha como su hijo Don Cristóbal, comentó: “Nuestro
f.59r). Más importantes que éstos cinco, fueron los señor Dios sabrá dónde se encuentra [ahora]”
testigos Don Domingo Samari (BN/L ms. B-1483) (Taylor 1987:20:302-303). El inolvidable capítulo
y Don Gerónimo Cancho Guaman, ambos caciques 21 prosigue contando el conflicto visionario entre
de la reducción de San Damián, donde residió el Cristóbal y Llocllay Huancupa.
Padre Francisco de Ávila, y donde el manuscrito El litigio entre Yaucha y Picoy aclara aprecia-
tuvo su origen (Acosta Rodríguez 1987). El testi- blemente nuestros conocimientos de quién fue
monio de Samari y Cancho Guaman fue dado en Gerónimo Cancho Guaman y cómo se formó. Por
conjunto y ocupa las fojas 105v-112r. Se reprodu- lo tanto aclara, en parte, el trasfondo político del
ce en Espinoza Soriano (1983-84:266-268). manuscrito quechua. Al comenzar su testimonio,
Don Geronimo Cancho Guaman, kuraka de Cancho Guaman afirmó tener 60 años, lo cual im-
San Damián, es una figura muy importante en el plica que nació ca. 1530; no llegó a escribir ni a
264 Frank Salomon

hablar bien el español. Cuando los jesuitas llega- “apo” prehispano de Chaclla, Llacxa Poma, fue
ron a Huarochirí, en 1570, ya sería un hombre de padre de Marca Poma, abuelo del kuraka colonial
40 años. Don Pablo Michui.
Don Gerónimo Cancho Guaman en su rol de Los testimonios esclarecen la diplomacia en-
testigo a favor de Picoy afirmó que desde su niñez tre kurakas según fue observada por Cancho
sus padres le habían mantenido al tanto de reunio- Guaman y sus similares a fechas tempranas. En la
nes entre kurakas importantes y que su padre hasta niñez (o sea, ca. 1530-1545) vieron que “los tres
lo llevó consigo a asistir a encuentros entre la no- caçiques principales... se sentaban en yguales asien-
bleza afiliada a los Ninavilca, hatun kuraka o se- tos” (f.108r); es decir que cuando los señores de
ñores hegemónicos de todo Huarochirí. Aparente- los pueblos “hijos de Paria Caca” se reunían con
mente era normal que los kurakas llevaran a sus su apu Ninavilca, se sentaban sin la manifestación
hijos, aún niños, a tales reuniones, posiblemente a de rango normales para otras reuniones. Los jóve-
fin de publicitar su eventual legitimidad como su- nes testigos, en calidad de hijos de kurakas subal-
cesores y para que no se extinguiera la memoria de ternos de Ninavilca, acompañaban a sus padres cuan-
su derecho durante los interregnos que por rutina do éstos viajaban al exterior con embajadas de parte
se producían mientras los hermanos del difunto de Ninavilca. Las delegaciones parecen haber sido
señoreaban y rivalizaban. Gerónimo Cancho similares a las misiones mencionadas dentro del
Guaman se acordó de haber escuchado a los gran- famoso pleito de cocales de Quivi (Rostworowski
des “en las panpas quando se juntaban los yndios y Marcus1988) como método utilizado por los
en ellas para tratar sus negoçios y en sus huelgas” Ninavilca. Tales misiones habrían reforzado perió-
(f.114v). dicamente la alianza política llamada de “todos los
El pueblo de Mama figuraba como uno de los Yauyos” –formación cuya imagen ideológica in-
lugares de reunión importantes, por su posición fluye fuertemente en la mitología del manuscrito
geográficamente céntrica como nexo entre los anónimo quechua.
yunka y los serranos de Lurin Yauyos (Huarochirí, En el pleito de Picoy y Yaucha se notan con
Mama, Chaclla), asimismo como por su asociación
cierta claridad las funciones de tales delegaciones.
con su diosa principal, Chaupi Ñamca ‘la ñamka
En primer lugar, los emisarios renovaban las alian-
[wak’a arcáica?] del centro’. Los testigos dijeron
zas mediante intercambios mutuos. Algunos testi-
haber aprendido en tales reuniones las genealogías
gos oriundos de Chaclla lo explicaron así:
y rangos de las autoridades políticas.
En tales ocasiones, Cancho Guaman aprendió
muchas beçes [el kuraka Ticçi guaman]
la narrativa dinástica propia a los kurakas afiliados
le enbiaba cachas [hispano-quechuismo:
a los Ninavilcas de Huarochirí. Se trata de los da-
‘mensajeros’] y rrecaudos a marcapoma
tos genealógicamente más profundos hasta ahora
que en aquel tiempo hera curaca prinçipal
conocidos sobre la nobleza Lurin Yauyos. Según
en este rrepartimento de chacla y el dicho
los kurakas de Concha y de Checa de San Damián
(y no de acuerdo con los testimonios de los seño- marca poma: al dicho ticçi guaman
res de Chaclla), existieron durante y después del (f.114v).
inkanato, tres linajes de apos, o sea de kurakas su-
premos, cuya autoridad se extendía sobre múlti- de mama que es cabeza del rrepartimiento
ples guarangas y pueblos. En cada uno de los tres bian a los yndios estar aderezando y a jun-
casos los sandamianinos trazaron la dinastía desde tando camaricos [hispano-quechuismo:
dos generaciones prehispanas. El “apo” (‘señor ‘regalos ceremoniales’] para llebar al di-
principal’) prehispano de Huarochirí, Cocallibia, cho guaman (f.115r).
fue padre de Ninavilca, bautizado Antonio. De éste
nació el eminente kuraka colonial Don Sebastián La yuxtaposición de “camaricos” y “recaudos”
Quispe Ninavilca. El más antiguo “apo” prehis- como cargas de los “cachas” o mensajeros sugiere
pánico de Mama fue Chuquiaca, padre de Anchi- que la información o documentación (“recaudos”)
carvaya, abuelo de Ticçiguaman, bisabuelo de Don fluía acompañado por los dones simbólicos de la
Antonio Guamangualca, y tatarabuelo del litigan- reciprocidad. Es posible que el vehículo de aque-
te Don Antonio Guaman Yañac. Y finalmente el llas haya sido el khipu. Se utilizaba la ropa tam-
Testimonios en Triángulo: Personajes de la Nueva Corónica… 265

bién para señalar las posiciones políticas de las das río abajo cerca del actual Ricardo Palma, y los
partes: señores de Picoy, pertenecientes a un señorío yunka
con enclaves río arriba por Matucana, proporcionó
quando murio el dicho ticçiguaman le a Espinoza Soriano un excelente caso para anali-
suçedio el dicho guamangualca que an- zar la violenta distorsión de las relaciones entre
daba bestido en auito de español y que entidades políticas posibilitada por la irrupción de
para andar camino se bestia como tal y los españoles y el colapso del Tawantinsuyu. An-
que entre sus yndios andaba con su traje tes de 1532 se practicaba una alianza triple a nivel
de indio por que ansi lo querian sus macrorregional, basada en el equilibrio de “igua-
yndios (f.109r). les asientos” kurakales, en la diplomacia articulada
por los jatun kuraka Ninavilca de Huarochirí. El
Segundo, en las reuniones en “pampa” se pre- balance político dependía mucho de la coordina-
sentaban ocasiones para difundir noticias y arre- ción ceremonial de los wak’a serranos con los
glar la política colectiva frente a fuerzas externas. vallunos. Durante la ruptura de 1532-1535 este sis-
Un caso se produjo en el ya mencionado sitio puesto tema sufrió abruptos cambios, cuando los herma-
por las fuerzas inkas contra la naciente Ciudad de nos Pomachagua y Condorchagua, señores de
los Reyes en 1535, cuando ciertos kurakas con in- Yaucha y khipukamayuq de bienes de la panaka de
tereses en la waranka Mama –incluso los ancestros Tupaq Inka Yupanki, abandonaron el imperio que
de las dos partes litigantes en 1588– se sumaron a les había favorecido con sus cargos y hasta con un
la defensa de Lima española. Otro ejemplo habría extenso “archipiélago” de terrenos. Al adquirir ropa
sido la famosa reunión de Mama, de 1562, cuando exótica, armas europeas y títulos espurios dados
una asamblea impresionante de kurakas de todo el por Pizarro, pudieron liderar a quienes pensaban
Perú central acordó con el Padre Domingo Santo apostar contra los enemigos del Tawantinsuyu. Sus
Tomás en proponer al Consejo de Indias la extin- descendientes adquirieron el privilegio injustifica-
ción de las encomiendas a cambio de un autogo- do de caciques principales sobre Picoy según deta-
bierno indígena con considerable gravamen impo- lla Espinoza Soriano (1983-84).
sitivo (Espinoza Soriano 1983-84:210). A esta Más allá de los hechos políticos, los detalles
reunión habrían asistido Cancho Guaman y Samari del proceso están vinculados con dos fuentes de
como subalternos de Ninavilca, quien dio el apoyo suma importancia para el estudio de la cultura
de Huarochirí a la propuesta eventualmente comu- andina colonial: la Nueva Corónica de Guaman
nicada infructuosamente a España por los domini- Poma y el manuscrito anónimo quechua de Hua-
cos Santo Tomás, Jerónimo de Loayza y Bartolomé rochirí.
de las Casas. La idealización del nexo entre unidades polí-
Tercero, las visitas y reuniones “en pampa” ticas serranas y vallunas subyace a la mitología
servían para fomentar el prestigio del kuraka anfi- inscrita en el anónimo quechua de Huarochirí. Los
trión mediante grandiosas redistribuciones de bie- autores orales de dicha fuente fueron de varias al-
nes. Los testigos pensaban que en Chaclla colonial deas, y vocearon elementos de varios pactos o ideo-
Guaman Yañac era considerado un buen kuraka logías de articulación regional (Rostworowski
porque “si be algun yndio pobre o que tiene 1978a), todos básicamente similares, provenientes
neçesidad aunque no sea de su pueblo le haze dar de la cuenca del río Mala y río Lurín tanto como
de comer y le rregala” (f.117v), motivo que hace de la cuenca del Rímac discutido en el litigio de
fuerte eco en el manuscrito anónimo quechua de 1588.
Huarochirí. En las leyendas repetidamente se De paso, y para completar el triángulo de fuen-
enfatiza el trato acordado al pobre wajcha o ‘huér- tes, notamos que durante su viaje por Chorrillos,
fano’que se asoma en el convite, el forastero sin San Lorenzo [de Quinti] y, especialmente, Sisicaya,
lugar en la jerarquía local. Guaman Poma conoció a individuos mencionados
por el anónimo quechua. El más relevante al tema
Conclusiones de los pactos regionales fue “Don Martín hijo de
Don Diego” quién hospedó a Guaman Poma en
El litigio entre los señores de Yaucha, pertene- Sisicaya (1980[1613]:1024). Se trata del hombre
cientes a un señorío serrano con “islas” enclava- que jugó en el Lurín medio un papel paralelo al de
266 Frank Salomon

Cristóbal Choque Casa en el Lurín alto: heredero textos, como el poema descrito anteriormente y en
de kurakazgo, enemigo de los antiguos dioses y un comentario sobre el alzamiento de “Mango
adversario de su propio padre en asuntos de culto. Ynga” (Guaman Poma 1980[1613]:371) coloca a
El joven Martín Chauca Guamán luchó contra los Condor Chaua y a Poma Chaua en contextos post-
cultos afiliados a Chaupi Ñamca existentes y aún 1532. Es muy conocida la preferencia del “autor y
florecientes en Chillaco y otros lugares del entor- príncipe” por los linajes asociados con “Yarovilca
no de Sisicaya, cultos, hasta entonces, encubiertos Allauca Huánuco”. “Yaro,” una vez sinónimo de
por su padre. Paria Caca, connota una región no lejana al esce-
nario huarochirano, además se sabe que Guaman
Mientras el recién [fallecido] curaca de Poma transitó Huarochirí y menciona repetidamen-
Sasicaya, don Diego Chaucaguamán, vi- te a sus kurakas los Ninavilca.
vía, los chillaco y otra gente también ce- Parece creíble que los dos íconos del khipu
lebraba su fiesta [y eso] duró hasta la lle- prehispano, el “CONTADOR MAYOR I TEZO-
gada de don Martín (Taylor 1987: 226-227). RERO TAVANTINSVIO QUIPOC CVRACA CON-
DOR CHAVA” y el “administrador suyuyoc apo
Volviendo al tema de las luchas en el valle del poma chaua”, hayan sido en realidad hombres de
Rímac: Los checa serranos de Huarochirí central la generación capacitada antes de 1532 y destina-
(notablemente los habitantes de la reducción de San dos a participar en la transformación colonial. Hi-
Damián) resultaron testigos interesados en la lu- jos de una nobleza étnica no muy distante de los
cha entre Picoy y Yaucha, porque su “isla” subtro- ancestros de Guaman Poma, es posible que fueran
pical en Suquia Cancha formó enclave dentro de conocidos del cronista huamanguino. Sospecho que
las tierras de Picoy y la reducción de Surco. Al es- Guaman Poma escogió dos khipukamayuq
tudiar los testimonios de los Sandamianinos politiqueros de la alborada de la colonia, e ideali-
Gerónimo Cancho Guaman y Domingo Samari, zó su anterior función como custodios de bienes
llegamos a ver más de cerca cómo funcionaba el de panaka, elevándolos ficticiamente en arqueti-
pacto regional que regía el acceso a los preciosos pos de la cúpula inka. La influencia de los herma-
terrenos de las riberas del Rímac medio. El valor nos Pomachaua y Condorchaua, posiblemente se
del litigio para el estudio de la mitología hua- refleja en el hecho de que Guaman Poma describió
rochirana consiste en el contexto político que sur- al “DECIMO INGA TOPA INGA IVPANGQUI”, cuya
ge, complementando el enfoque sacerdotal y momia estuvo a cargo de los hermanos Pomachaua
ritualista del texto quechua. Al saber que Gerónimo y Condorchaua, como el soberano que perfeccio-
Cancho Guaman formaba parte de la alianza que nó la aplicación administrativa de los khipu (1980
sostenía los intereses de Picoy, sobre todo durante [1613:91). Si la relación en efecto fue así, la infor-
los disturbios y usurpaciones ocasionados por la mación sobre el arte de los khipus derivada de es-
invasión española, llegamos a entender que su de- tos dibujos proviene de prácticas tardías del Inka y
fensa o encubrimiento de los cultos no sólo de todavía vigentes en la colonia temprana. Dicha in-
Llocllay Huancupa, sino de todas las diosas de los formación debe ser aplicable, pues, al análisis de
valles, formó parte integral del modus vivendi que los khipus coloniales que tanto han influido en la
permitió la participación multiétnica en recursos etnohistoria. Igualmente sospechamos que la
de yunka subtropical. yupana o tabla de fichas que asoma al lado del “con-
Cuando vemos a Guaman Poma, otra vez ob- tador mayor” pertenece a la misma práctica des-
tenemos del litigio un trasfondo político, esclare- crita en el proceso, porque tiene similitud con el
cedor de representaciones al parecer clásicamente procedimiento descrito por Dávila Brizeño en su
prehispanas. Para Guaman Poma, los dos hombres informe sobre la averiguación con nobles de
que por excelencia encarnaron el arte del khipu bajo Yaucha. Esta correspondencia interesa porque de-
el inkario fueron Condor Chaua y Poma Chaua, muestra la mediatización del khipu con piedras en
homónimos exactos de los contrincantes yauchas asuntos que no fueron de contabilidad, sino de ge-
del conflicto en el Rímac y a nuestro juicio los nealogía o historia.
mismos individuos. Guaman Poma los dibuja en ¿El oficio de khipukamayuq imperial habrá
atuendos enteramente inkas y en contexto de espa- contribuido a la capacidad de los hermanos yauchas
cios ceremoniales inkas. Sin embargo en otros con- para conquistar nuevos poderes durante la transi-
Testimonios en Triángulo: Personajes de la Nueva Corónica… 267

ción al virreinato? Queda bien documentado el Tawantinsuyu y al inicio de la colonia se conectan


hecho de que en todas partes ciertos kurakas pu- por más contactos personales, más noticias com-
dieron sacar ventaja de la conyuntura colonial ini- partidas, más alianzas y más fuentes comunes de
cial (p. ej. Oberem 1967; Powers 1990; Spalding lo que sus respectivos autores explican. Bien vale
1974:31-87) con o sin khipu. Sin embargo, el car- la pena, por lo tanto, seguir los contactos a través
go de administrador de bienes del difunto Inka de procesos jurídicos. Los testimonios de autores
–pertenencias de una panaka– habrá ofrecido un y testigos coetáneos durante la época toledana su-
recurso adicional a los dos kurakas ya adiestrados gieren la existencia no sólo de individuos en pose-
en el teje-y-maneje de la política regional. En va- sión de importantes datos etnohistóricos, sino de
rias partes del Perú, la contabilidad andina demos- una comunidad de discurso crítico dedicada a re-
tró una vitalidad impresionante. Mientras muchas pensar lo precolombino, ya entre la primera gene-
instituciones andinas se derrumbaban bajo las pre- ración de “los hombres llamados indios” (Taylor
siones de guerra, reducción, extirpación, mita y epi- 1987:40-41).
demias, el uso de los khipu se mantuvo durante el
siglo XVI como un sostén principal para reivindi- Agradecimientos: Se agradece cordialmente la
car los intereses andinos en propiedades y otros ayuda de Lorena Toledo al hacer la transcripción
derechos o articular el nexo con la encomienda (Loza paleográfica y el apoyo de las entidades que posi-
1998; Pease 1990; Sempat 2002). En la administra- bilitaron el presente estudio: Instituto de Estudios
ción interna de las comunidades duró mucho más Peruanos, National Endowment for the Humanities,
(Salomon 2002; Salomon y Spalding 2002). National Science Foundation, Wenner-Gren
Al finalizar la lectura del pleito Yaucha-Picoy Foundation, John Simon Guggenheim Memorial
(y varios similares), da la impresión de que las fuen- Foundation, School of American Research y The
tes narrativas básicas referentes a la etapa final del Graduate School of the University of Wisconsin.

Documentos Manuscritos Citados

Archivo General de Indias / Sevilla Archivo General de la Nación / Buenos Aires


1548 Audiencia de Lima 121. Título de la encomienda del 1588-90 (ms. 9-45-5-15) Pleito segundo entre Antonio
repartimiento de Huarochirí dado por el presidente La Gasca Guamanyanac y Geronimo Caxayauri 1588. 158 f.
a Geronimo de Sylba. 2 f.

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