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Ejercicio Blended Final – Justicia Transicional

Colombia siempre ha sido un país golpeado por la violencia. Ha tenido distintos conflictos armados
internos que impiden que exista paz en el territorio. Aunque dichos conflictos hayan tenido distintos
actores a lo largo de la historia, el principal y más conocido grupo armado al margen de la ley ha sido
las FARC-EP.
El conflicto desarrollado en Colombia y que involucra a las FARC-EP ha dejado 6,7 millones de
víctimas directas de éste (Benavides, 2015). Es por esta cifra y el gran impacto negativo, que
Colombia ha buscado realizar un acuerdo de paz entre ambas partes y lograr al fin terminar un periodo
de conflicto tan violento.
Recientemente, se logró firmar un acuerdo de paz entre las FARC-EP y el gobierno de Colombia en
la Habana, Cuba. Dicho acuerdo de paz, se desarrolló con base en la justicia transicional. Dicha
justicia supone enfrentar un pasado de crímenes y ofrecer opciones de justicia para las víctimas; pero
también mirar hacia adelante, de manera que se garantice la estabilidad de la paz o de la democracia
recién lograda (Benavides, 2015). En nuestro caso, que se garantice la estabilidad de la paz, objetivo
que seguramente será el más complejo.
Los acuerdos de paz suelen ser difíciles de realizar debido a la complejidad del asunto. Como
menciona Benavides en el libro Constitución y Democracia en Movimiento:
“Si se opta por la estabilidad a cambio de impunidad, con certeza las víctimas se sentirán engañadas
por el nuevo régimen y el nuevo gobierno tendrá un alto déficit de legitimidad, pero, si se elige la
sanción a todos los responsables, se puede afectar negativamente el futuro de la paz o de la democracia,
entre otras razones: porque los perpetradores conservan poder político y económico, una parte de la
ciudadanía puede ver en los juicios actos de venganza y revivir los odios entre las facciones o la
masividad de los crímenes puede conducir a un colapso del sistema judicial” (Benavides, 2015).

Para que las víctimas no se sientan engañadas y porque el marco actual de derecho penal internacional
impide que se desarrollen políticas de perdón y olvido, el actual acuerdo que tiene Colombia con las
FARC-EP, posee mecanismos y medidas de verdad, justicia, reparación y no repetición que se
encuentran fundados en el reconocimiento de verdad y responsabilidades (Comunicado Conjunto
#64, 2015).

Para una buena transición hacia la paz, el acuerdo de paz incluye la creación de un sistema integral
de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición cuyo principal objetivo es siempre el resarcimiento
de las víctimas (Comunicado Conjunto #64, 2015).

El tratado de paz desarrollado, debe contribuir al cumplimiento de distintos objetivos que concuerdan
muy bien con los objetivos de los mecanismos de justicia transicional. Estos son: determinar la verdad
de lo acontecido, lograr que se haga justicia (aunque esto no signifique necesariamente que sea de
tipo penal, con castigo de cárcel), desarrollar una reforma democrática significativa con el fin de
construir instituciones que garanticen que las violaciones de los derechos humanos y el derecho
internacional humanitario no se repitan, y por último, asegurar una paz duradera, de modo que no se
repita la violencia (Benavides, 2015).
Uno de los objetivos que intentará cumplir el acuerdo es el de determinar la verdad de lo acontecido.
Este es uno de los más importantes, ya que para lograr un acuerdo de paz es necesario sabes a quién
se perdona y el por qué (Benavides, 2015). Para cumplir con éste, el sistema integral del acuerdo
tendrá un órgano importante llamado Comisión para el esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia
y la No repetición, cuyo principal objetivo será la búsqueda de la verdad de lo ocurrido y el
esclarecimiento de las violaciones e infracciones y ofrecer una explicación amplia a toda la sociedad
de la complejidad del conflicto (Comunicado Conjunto #64, 2015).

Este órgano del sistema integral es esencial para poder lograr la mayoría de los objetivos propuestos
por el acuerdo y para darle a las víctimas la verdad que se merecen.

Aunque el acuerdo de paz cumple muy bien con los objetivos de un acuerdo de justicia transicional,
y además tomó muy en cuenta las opiniones y sugerencias de los principales actores del acuerdo (las
víctimas), aún existen muchas personas que se encuentran en contra del acuerdo. La principal razón
de esto, es que, para este sector de la población, el juicio y la condena son necesarios, no solo para
alcanzar un nivel de justicia, sino también para establecer una línea entre el viejo y el nuevo régimen
(Benavides, 2015).

A mi parecer, estas personas son libres de tener la opinión que tienen, pero no concuerdo con lo que
piensan. Considero que, aunque el acuerdo no es perfecto, su implementación es necesaria. Estas
personas deben considerar que en la búsqueda de una paz negativa, es decir, el fin de la violencia
directa y el inicio de una etapa de debates políticos, no tiene sentido que se exija a los actores armados
contar todos los crímenes cometidos y a cambio ofrecerles la cárcel y excluirlos de formar parte del
estado (Benavides, 2015). Seguramente, de ser así, las FARC-EP nunca hubieran accedido a realizar
un acuerdo con Colombia y ponerle fin a los actos ilegales que realizaban.

En situaciones como estas, se le debe dar más importancia a ponerle fin a la violencia. Y considero
que el acuerdo que realizó Colombia sigue muy bien los conceptos de justicia transicional y logra
satisfacer a ambas partes. Ya que “No es venganza ni impunidad, es justicia” (Benavides, 2015).

Bibliografía
Benavides, F. (2015). La justicia transicional y la responsabilidad por las atrocidades del pasado. En
H. Alviar, J. Lemaitre, & B. Perafán, Constitución y Democracia en Movimiento (págs. 461-
481). Bogotá.

(2015). Comunicado Conjunto #64. La Habana.

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