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Psicogerontología
Máster en psicología general sanitaria
Barcelona, Enero 2018
El caso de Joaquín
Joaquín tiene 70 años y es el menor de cinco hermanos. Es soltero y vive con otra
hermana soltera aunque hacen vidas bastante independientes. Desde pequeño tuvo
dificultades escolares y el resto de sus hermanos han estado pendiente de él porque en el
parto tuvieron que utilizar fórceps y según él le afectó a nivel cognitivo. Con mucho
esfuerzo consiguió no solo terminar sus estudios sino ser graduado social. Su padre
falleció cuando él era un niño en un atropello y su madre cuando él era joven de un ataque
al corazón.
Trabaja colaborando con una Gestoría en Madrid. Se siente feliz por poder hacer su vida.
Trata a su hermana con cariño y los dos se hacen mucha compañía pero lo cierto es que
se tiene que esforzar muchísimo para poder ayudar en casa y en el trabajo. Dice que hace
su labor con energía y alegría desde el primer día, que él no sabe qué es eso de la
depresión porque no se deja afectar por las circunstancias. Dice “la gente que me conoce
sabe que soy “de hierro”, nadie se cree que nunca me dejo afectar por un mal
pensamiento, pero es verdad…soy un todoterreno”. Toda su vida gira alrededor de su
trabajo y su hermana. La verdad es que la hermana está limitada y es 15 años más mayor
que él. Camina con la ayuda de muletas y cada vez sale menos de casa. Cuando se
enfadan Joaquín dice que siempre mantiene una actitud positiva, no pierde nunca la
sonrisa… “No soy como esas otros que se rinden y llevan a su familiar a la residencia a la
primera de cambio”. Cree que si se separa de su hermana se arrepentirá en el futuro.
Su hermana tuvo un ataque al corazón en casa mientras él estaba trabajando por la tarde.
Él se siente culpable por no haber estado allí. Ve que tanto él como su hermana cada vez
son más mayores pero por supuesto, nunca se le ha pasado por la cabeza pensar que
“sería mejor morirse”. Joaquín dice que “tiene a raya” sus emociones y pensamientos
negativos.
“Joaquín dice que nunca tiene “pensamientos malos” sobre él ni sobre los
demás…siempre piensa cosas positivas…Joaquín dice que nunca siente enfado o rencor
hacia otros familiares…cree que bastante tienen con sus propias familias…” y cree que
entre él y su hermana se apañan para todas las cosas que sean necesarias. Sus dos
hermanas casadas tratan de aconsejarle y él las escucha, pero toma sus propias
decisiones pues cree que nunca han confiado demasiado en él.
“Pero fijaros lo que le ha pasado a Joaquín.
Lleva un tiempo que no duerme bien por las noches, tiene dolores en distintas partes de su
cuerpo, tiene palpitaciones y recientemente ha descubierto que tiene la tensión arterial por
las nubes… y padece dolores de cabeza intensos sin causa orgánica identificable por los
exámenes médicos. Joaquín recientemente se cayó al perder la consciencia en la iglesia
mientras estaba en misa. Hace un tiempo se cayó cuando estaba en un bar y también ha
tenido estos desvanecimientos en casa. Joaquín ha ido a todos tipo de médicos y se ha
hecho todo tipo de pruebas pero no le detectan la causa de sus problemas. El último
médico le ha recomendado que vaya a ver a un psicólogo por si fuese un problema
emocional. El no puede entender qué le pasa, por qué no consigue seguir “aceptando
gustoso lo que le ha tocado” y está muy enfadado consigo mismo por no poder hacer
frente a los desvanecimientos. A Joaquín no le está gustando cómo se siente ni algunos
pensamientos que le vienen a la mente. Por eso, no quiere “perder un minuto de su
tiempo” en pararse a pensar cómo se siente. Por eso no para de “hacer cosas” y está
orgullosísimo de una mención que le acaban de conceder en el colegio de trabajadores
sociales. Además cree que si trabajase menos le echarían de la Gestoría. Eso sí, cuando
fue al médico y le comentó que dormía mal le recetó tomar una pastilla de “Orfidal” todas
las noches para dormir y “Lexatín” para tomarlo si se siente “nervioso”. En su casa, su
hermana le está notando nervioso y dice que “salta a la primera” cuando siempre ha sido
muy tranquilo. Sin embargo, cuando se le pregunta “¿cómo estás?, Joaquín nos sigue
ofreciendo su mejor sonrisa y nos dice “Yo siempre estoy bien, gracias a Dios, con los
dolorcillos y achaques de siempre, pero la sonrisa no la pierdo nunca, como ves”.
2.- Intervención.
2.1. Objetivos
1. Crear una red de apoyo para Joaquín. Hablar con sus hermanos para que estén al
corriente de la problemática y puedan implicarse y ayudarle durante el proceso
terapéutico. Fortalecer el vínculo con la familia.
2. Ayudar a Joaquín a reconocer y aceptar las emociones negativas que sentimos
todos los seres humanos. Hacerle ver que tiene que darse permiso para sentir
también lo negativo.
3. Romper con los comportamientos obsesivos y la necesidad de control. Ofrecerle
una nueva perspectiva de modo que pueda entender que hay cosas que se nos
escapan de las manos y es mejor aceptarlas.
4. Aliviar la sintomatología orgánica, a través del cambio de los esquemas cognitivos
y los pensamientos automáticos.
5. Dar estrategias y herramientas para la buena toma de decisiones, sobre todo en
esta etapa de su vida en la que tanto él como su hermana se están haciendo
mayores.
6. Fortalecer la autoestima de Joaquín de una forma sana y realista, acorde con sus
capacidades y sus limitaciones.