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Introducción
Quiero comenzar esta primera clase con lo que propongo como una travesía
en el universo del psicoanálisis, y en particular, el psicoanálisis de orientación
lacaniana. Quiero traer un breve recuerdo de mis comienzos, pues se trata de
algo fuertemente ligado a una orientación. Trata de las entrevistas
preliminares con el que sería mi analista, quien en un determinado momento
me preguntó mi deseo de emprender un análisis, y si estaba dispuesto a
llevar a cabo un análisis lacaniano. Hasta ese instante nunca me había
planteado siquiera que hubiese un psicoanálisis de orientación lacaniana, si
bien ya hacía un tiempo que había hecho mis primeras aproximaciones a la
obra de Lacan. Para mí el psicoanálisis era uno y no suponía que esto
marcaría un punto de inflexión, no solamente en lo que hace a una práctica
clínica, sino también con relación a uno de los pilares de una formación. Es
aquí donde quiero al porqué del título que lleva este curso, Una introducción
a la lectura de Lacan. Por un lado explicar que es “una" de las lecturas
posibles, pero no la única. Proponer “La” orientación lacaniana es suponer
una categoría de unicidad, dejando de lado lo propiamente subjetivo. Una
cosa es introducirnos en la lectura de la obra de autor y otra desde dónde lo
hacemos. Qué de lo nuestro se pone en juego al realizar una lectura y cómo
podemos poner en marcha algo que nos permita realizar una lectura crítica,
interrogativa, cuestionadora y sobre todo no dogmática. Se trata de
hacernos de algunos elementos que nos hagan pensar a la hora de
adentrarnos en el terreno de la clínica en este caso, y no perder de vista
nuestra brújula. Hacer una lectura metodológica y no religiosa. El
psicoanálisis no es algo en lo que se cree pues no se trata de un orden
religioso, por más que muchas veces nos encontremos con algunos que
están más ubicados en el lugar de la cruzada lacaniana en nombre de una
nominación errónea. Entonces,¿Cómo hacer para que nuestro saber no
obture lo que no sabemos? ¿Cómo hacemos para no repetir lo ya sabido?
Partiremos de un punto de real ignorancia, “la docta ignorancia” (las comillas
son mías), como un punto de productividad. Quiero para esto retomar a
Lacan en “Variantes de la cura tipo” donde se pregunta: “Qué debe saber, en
el análisis, el analista? A lo que se responde: Lo que el psicoanalista debe
saber: ignorar lo que sabe” (2). Vamos a hacer un recorrido a través de una
serie de conceptos básicos, y, mediante una exposición que pretende ser
sencilla, trataré de transmitir una corriente ideológica muy compleja. Acá
cabe aclarar porqué digo ideológica, y es debido a la época en que Lacan
desarrolló su teoría, y que es una variable que no podemos dejar de lado a la
hora de introducirnos en ella, pues notaremos constantemente los
antecedentes de ciertos movimientos en un amplio arco que va desde lo
político, lo filosófico, lo científico, lo social como así también el Lacan
médico-psiquiatra. Cuestiones todas que dejaron su huella y marcan un
sesgo particular. "Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su
horizonte la subjetividad de su época”, (3) dice Lacan en Función y Campo de
la palabra y el lenguaje en el psicoanálisis, entonces nosotros tampoco
podremos dejar de lado esto y lo sostendremos como nuestro axioma a la
hora de medir los obstáculos con que nos enfrentemos tanto en la lectura
como en la práctica clínica. Estrés, conflictos, síntomas empiezan a florecer
por doquier, poniendo en jaque los mandatos de la sociedad y el mercado
que día a día, tecnología mediante, incrementa la demanda de producción y
consumo de objetos, al mismo tiempo que produciría, supuestamente,
mayor bienestar para los sujetos. En la modernidad podemos ver que algo ha
cambiado, en el sentido de una configuración distinta de este Otro social
desde el cual se constituye el sujeto. Pareciera que las cosas serán regidas
por los intereses del mercado a costa de la pérdida de cierta “dignidad” de la
existencia humana, con la consabida pérdida de valores encarnados en
ciertas instituciones puestas históricamente al servicio de la convivencia
reglada y sostenida por un simbólico que pareciera tender a ser cada vez
menos operativo.
Algo sobre esto deberá responder el psicoanálisis justamente para estar a la
altura de la subjetividad de la época.
Tres tiempos:
1) Problema (Nos enfrentamos con algo que no marcha)
2. El objeto “a”
Pasaremos ahora a otras disciplinas que son tomadas por Jacques Lacan, y
que conforman los antecedentes que sientan su precedente en las
formulaciones de su obra. Estos conocimientos previos de los cuales hay que
estar anoticiados por lo menos son:
1) Estructuralismo
2) Lingüística Estructural
3) Antropología estructural
Cuando un analizante trae a la sesión un sueño, lo que vamos a escuchar son los
significantes que trae en su elaboración secundaria, cuestión trabajada por Freud,
por medio de su relato, y no los significados, que siempre se muestran de manera
difusa. Lacan introduce, en su retorno a Freud, conceptos de la lingüística y de la
antropología estructural, pero de un modo particular, para adecuarlo al campo del
psicoanálisis. Cuando Lacan comienza a conceptuar el orden simbólico, como
constituyente del sujeto, equivale prácticamente al concepto de estructura.
Señalando que la estructura es inseparable del lenguaje y asociando al lenguaje con
la llamada ley de alianza, que es lo que Lévi- Straus había descubierto en las
estructuras elementales del parentesco. En Freud, el complejo de Edipo y las
identificaciones son los que dan entrada a la cultura. Todos los que se enmarcan en
una comunidad de goce, tienen reglas, no hay la verdad, hay diferentes modos, pero
en algún lado se introduce la dimensión del tabú, la interdicción. Con el asesinato del
padre mítico de ‘Tótem y tabú’, se atravesó esa interdicción, pero el resultado no fue
la obtención de una satisfacción más allá del padre, sino que por el contrario esto
generó la culpa, concepto precursor en Freud como una de las resistencias del
Superyo y deja en el lugar de ese padre mítico e interdictor un vacío. El Complejo de
Edipo es el mecanismo procesador por el cual cada sujeto se organiza y la cuestión
central será la prohibición del incesto. La estructura misma esta marcada por esta
pérdida, pero esto no impide que surjan diferentes modos en que el agente de
interdicción se presentifique, ya que la aparición del agente de prohibición es un
alivio. Esto quiere decir que la interdicción del goce actuará como organizador para
el sujeto, y le dará un orden necesario en la cultura. Recordar esto que será de
utilidad al momento de pensar las estructuras clínicas.
Esto marca una propuesta central de Levi-Strauss en cuanto a lo que trabaja como
proceso de pasaje de la Naturaleza a la Cultura. Es así que sus estudios derivan en
demostrar cómo para toda organización social más allá de su entorno y contexto,
responden a leyes y reglas de funcionamiento que regulan las estructuras de
parentesco. Es así que a esta teorización de la estructura como idéntica al lenguaje,
Lacan, agrega un elemento proveniente de Hegel y Heidegger: la muerte. También
proveniente del concepto de ausencia-presencia en Freud. A partir de “La instancia
de la letra”, esto será reemplazado por un concepto de estructura idéntico a la
estructura del significante, siendo que permanecerá a nivel de la estructura, la
noción de falta pero reducido al concepto lógico de universo de discurso. Por otro
lado la idea de una estructura completa, comienza a cuestionarse a partir del
estudio de las psicosis donde descubre que en la estructura algo falta. Después
veremos de qué se trata esta falta como cuestión determinante a la hora de
establecer las que serán las estructuras clínicas. No es casual que el trabajo de Lacan
comienza a partir su tesis en psiquiatría conocida como El caso Aimee, de 1932, De
la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad Fue en el año 1932
cuando, aborda un caso de paranoia, bastante famoso en su momento, en Francia,
y entonces se ve llevado, para dar cuenta de algunas de las particularidades de ese.
Lacan calificará a este caso con el nombre de "paranoia de autocastigo".Se trata del
llamado Caso Aimée, (7)que es el nombre que Lacan le da a su paciente, valiéndose
del nombre de la protagonista de una de las novelas que escribe esta paciente. Esta
noción de la falta en la estructura es algo que distingue a Lacan dentro del
estructuralismo. Esta falta se sitúa a nivel de la estructura significante, es decir en el
sujeto que habla puede faltar un significante. Este lugar vacío es central en la
estructura y permitirá la transmutación entre los elementos. De lo que se deriva a
que los elementos simbólicos no valen por si mismo, sino por ser co-variantes, del
valor de un elemento depende los demás, estando presente el vaciamiento, o sea la
ausencia de significado o de todo sentido. Un término puede tener cualquier
significado, no tienen una significación fija en el inconsciente. La significación será
un efecto de estructura. El lenguaje como estructura preexiste al sujeto, se apropia
del sujeto y ese lugar de los significantes, Lacan, lo denominará Otro (A).El sujeto
del inconsciente se forma en relación a este Otro del lenguaje, que estará barrado,
es decir que por estructura nunca está completo y esa falta hace a la castración
misma. Esta falta en la estructura, que tiene que ver con la castración, permitirá que
el sujeto aparezca como deseante. Estas son solo algunas cuestiones que quiero ir
introduciendo a manera ilustrativa, sin detenerme en este momento, pero
volveremos sobre ellas una y otra vez en este racorrido. Sobre el final de su
enseñanza, la noción de estructura sufrirá varias transformaciones para arribar al
final en lo que formula como nudo borromeo, en el cual se articularán los tres
registros lacanianos: el orden simbólico, imaginario y real. El nudo borromeo es un
elemento de la topología que Lacan utiliza para dar cuenta de la relación estructural
entre los tres registros. Vemos una vez más el recurso a otra disciplina para dar
cuenta de una forma de pensar la clínica. Este consiste en anudar tres redondeles y
que al romper a uno de ellos, se deshace el nudo. En el campo clínico esto toma
fundamental importancia, ya que en tanto sujetos estamos marcados por la pulsión
y por el deseo y vivimos los avatares de eso que se llama inconsciente. Lo cual
implica comprender la relación entre la estructura significante y el deseo
inconsciente. Acá introducimos también a Ferdinand de Saussure (Curso de
lingüística general, 1916)(8) que es considerada habitualmente como el punto de
origen de la lingüística moderna.. En cualquier caso, se trata de un alejamiento de
perspectivas historicistas o subjetivistas bajo el intento de hallar una nueva
orientación para la investigación. Desde 1906 y hasta 1911, Ferdinand de Saussure
dictó tres cursos sobre lingüística general, manifestando el descubrimiento de las
relaciones entre los elementos de la lengua y desentraña las oposiciones
diferenciales entre ellos, trabajando básicamente sobre el signo lingüístico y sus
reglas y leyes. Lacan tomará esto, pero la dará una vuelta más, cuestión que
abordaremos en la próxima clase. Ahora solo algunas precisiones a manera de
orientación. Con él nace la noción de sistema como estructura, en el cual el cambio
de uno de sus elementos implica el cambio del sistema en su totalidad. Hay una
oposición entre sistema (sincronía, eje de las simultaneidades) e historia (diacronía,
eje de las sucesiones).A partir de Saussure quedarán establecidas las bases de un
pensamiento reflexivo que desconfía de las apariencias, de las cualidades y de las
relaciones más evidentes, para descubrir las relaciones ocultas y las estructuras
significativas, por la cual se producen las significaciones y el sentido; estableciendo
un sistema general. El cambio estructural se realiza sobre la significación, en donde
todo hecho tendría una función significativa. Es así que la lógica de todo lenguaje se
basa en un principio dual. Hará una distinción entre lengua y habla. La lengua es el
aspecto social y codificado del lenguaje; es una convención, un sistema universal de
signos y por lo tanto hay una multiplicidad de variaciones y distintas posibilidades
combinatorias de signos. El habla, es lo individual y concreto; es un conjunto de
signos de los que nos servimos para expresar una idea, o sea el modo particular de
cada uno de utilizar la lengua. Lacan le dará a todo esto un viraje profundo y cabe
aclarar desde ahora que justamente lo tomará para conformar su propia teoría del
lenguaje. En sus palabras hará “lingüistería”. Pero todo esto tendrá un solo objetivo,
y es el de marcar que no se trata de una teoría de la comunicación humana, sino
todo lo contrario. A partir de esto formulará su propuesta totalmente contraria a la
teoría de la comunicación. Pero por ahora solo estas breves nociones. .
En resumen, lo más claro de la dimensión simbólica del estructuralismo se expresa
en el tema de lo simbólico como pre-existente al sujeto. La dependencia del
“sujeto” frente a un sistema de sentido (social) que siempre existe antes que él es la
aportación más perdurable del estructuralismo de Lévi-Strauss. En los años sesenta
y setenta se puso en práctica el uso del concepto de estructura, desde el
psicoanálisis de Lacan al marxismo de Althusser, pero Lévi-Strauss, que tenía una
concepción exacta y operativa de su método, no se reconoce en él. La referencia al
estructuralismo ha podido crear la ilusión de que las ciencias humanas eran, por su
método, el equivalente de las ciencias exactas, lo cual no tiene sentido, puesto que
el objeto de éstas sigue siendo histórico, que se toma de la propia historia y que
varía con ella. El universo que estudian actualmente los científicos es el mismo que
el del siglo pasado o, si ha cambiado, sus cambios no son históricos, Así, el
estructuralismo sigue siendo actual y útil en tres sentidos. En primer lugar, define un
método para el estudio de algunos fenómenos, como los del parentesco que los
discípulos de Lévi-Strauss defienden incluso en el contexto de las sociedades
industriales. En segundo lugar, proporciona un instrumento de análisis crítico para el
estudio de las ideologías e ilusiones de la evidencia que nos invaden en la
actualidad.. Actualmente, el cognitivismo toma el mismo camino, pero por el otro
extremo, el del aprendizaje. La distancia entre ambas corrientes de pensamiento
marcan una forma absolutamente diferente a la hora de pensar la clínica. El avance
de las neurociencias respondiendo a las demandas de las economías globalizadas
establecen una divisoria de aguas, y quizás fue esta la postura premonitoria de
Freud al señalar al psicoanálisis como una disciplina sin futuro.
En el mundo actual, el objeto de la antropología sigue siendo el mismo: la relación y,
más específicamente, la relación social en su contexto. Podemos hablar de lo
estragante de la modernidad, donde los lazos tienden a modificarse de manera por
momentos brutal. Hablamos de estrago en psicoanálisis cuando nos referimos a
una devastación que no tiene límites, implica un arrasamiento que se extiende a
todo, que no termina. Característica que lo diferencia del síntoma que sí puede ser
descrito, y cuantificado. En el mundo de hoy lo que ha cambiado es el contexto. A
propósito de éste, la globalización inducida por las economías de mercado, la
urbanización caótica sin reglas organizadoras de comunicación y de circulación. Es
así que los cambios del contexto afectan a las relaciones en sí mismas. Las fronteras
entre uno y el otro, entre lo real y lo virtual, lo real y la ficción, se ven alterados a
niveles inconmensurables. Por su objeto empírico (los pequeños grupos), su objeto
teórico y su vocación crítica, la antropología tiene la vocación específica de estudiar
el mundo contemporáneo bajo su doble y contradictorio aspecto: homogeneización
y afirmación de las diferencias. Hasta aquí la primera clase de este curso. A partir de
la próxima comenzaremos a trabajar los aspectos de la lingüística estructural y qué
de esto se sirve Lacan para sus desarrollos.