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DELSENOI(
~ if'
RAF AEL D. MÉRIDA,
AL
CONGRESO DE VENEZUEL.t\.
EL AlfO DE 181g,
B U RDE OS.
EN LA IMPRENTA DE LAWALLE J' ~',
'" I~'
:\"
tí
• euto no habl'la tenido lugar sin la farsa de Cariaco; pero que el proyectv
" no tenia nada de semejante, pues que no se pretendía la menor cosa con.
" tra su autoridad que se respetaba y quedaria existente. Que la preten .
•, sion era darla un senado ó consejo para que tuviese algo de democrá.
"tico ó representativo la forma de gobierno." Siendo Briceño criatura
de Bolívar, parece inútil hacer en este lugar mayores observaciones;
maxime cuando acaso obraría contra sus sentimientos, oprimido del
temor; baste pues manifestar por una parte que este le obligó sin duda á
decir habia gobierno; lo quo es una fitlcedad notoria, á ménos que me·
rezca este nombre la tiranía como entre los bárbaros, que se obedece al
mas fuerte, y no tiene lugar la razon ni la justicia. Por otra: que fué
farsa la de Cariaco por que cesaba la supremacía, y no lo era la de Gua.
yana por quc la conservaba. 1 por otra: que sin el gobierno de Cariaco
no habria necesitado el que se atribuia al supremo reforma ni ayuda al.
guna. Pero lo mas peregrino en medio de todas estas inconsecuencias
es querer hacer creer que sosteniéndose la Dictadura ó supremacía, seria
democrático el gobierno, cuando el senado, como despues afrento amente
lo acreditó la esperiencia, no era mas que un esbirro, alguacil ó corchete,
i 1 deseará de buena fe este hombre el gobierno popular, reprcsentati,·o
que ha de deprimir su orgullo y ambicion ?
" Si los que han concebido el proyecto (continúa Briceño) "piensan co.
artar en su suprema autoridad, V. tiene la fuerza, "y obrará sin límites."
Esto es puntualmente, Honorables Representantes de la Nacion, lo mismo
que ántes he dicho. Este azote esterrninador de Venezuela convino en la
instalacion de este Congreso, por que lo desconocian ya los Grilles; por
que no tiene ejército á su disposicion; por que no puede obrar sin lími.
tes. Con sus ficciones, intrigas y n:anejos por medio de los enemigos
de la libertad que se abrigan en el seno de los que de buena fe luchan
por ella, se propone sacar mejor partido. Espera ser Gefe de las armas
para alucinar á los que las llevan, y que las disparen contra ese mag-
nífico Senado, y contra todo aquel que haga sombra á sus designios. To-
dos los infames aduladores se lisonjeltn de este modo: tales canibales.
peores que los carnivoros no deben existir entre los racionales. ¿ 1
deseará de buena fe este hombre el gobierno popular, representativo que
ha de deprmlÍr su orgullo y ambicion?
"Piar dice (sigue Briceño) que es indispensable que haya quien tra-
"baje en lo civil y político, miéntras V. se ocupa en las atenciones de la
" guerra: : : : : :: Bien conoce V. cuanto le importa que, rniéntras esté
"ocupado en la conquista de toda Venezuela, y la Nueva Granada, haya
" un simulacro de gobierno, que, encantado con su forma, sufoque los
"partidos que puedan suscitar contra V., cierto de que despues las glorias
" de las conquistas, la fuerza, y la opinion harán desaparecer esta farsa .
" V. me entiende y debe recordar cuanto hemos hablado en el asunto."
i Ilustres Representantes! no soi yo quien lo digo; es el mismo supremo
por el ó~gano del depo itario de sus se~retos. Estll; es la suerte que ~s
espera SIDO velais por vuestra conservaClOn: ya estals en el encantami-
ento, no os deslumbreis con su fórmula. La República se convertirá e1l
jUgtl~te de este m.0nstruo, sino lo degollais en Slt. cuna, y vuestra memo:ie
sermrá de aprobw ti Venezuela en 108 tiempos vemderos! La confabulaclOn
está bien meditada y conferenciada, y el énfasis de V. me entiende dema-
iado claro. Cualquiera autoridad que le confierais, le dais con ella la
cuchilla con que o ha de asesinar. No os confieis en que vuestra eleccioll
15
es popular: quien ha sabido hasta ahora oprimir al pueblo en per,;ona
i como no oprimirá. sus vot~s? i 1 deseará de ~)u~na fe este hombre .e~ go·
bierno popular, representativo que ha de deprnmr su orgullo y amblClOn ?
Concluye Briceño diciendole. " Piar le asegura su amistad, y le pro-
" testa que el proyecto á que ha asentido, no altera el brillo de su majis-
tratura suprema." Pero el supremo dijo: á costa de asesinar á quien se
aponga he de ser el Sultan de Venezuela: no quiero farsas ni ~ngailos á
los pueblos: esta es mi despótica voluntad, y s~ ha de c!-lmphr. Si el
O"obierno que consintiese puede sufocar los partidos, tamblen podrá for-
~arJos contra mí : muera Piar, y todo el que se oponga. Fusiló á Piar.
i 1 deseará de buena fe este hombre el gobierno popular, representativo.
que ha de deprimir su orgullo y ambicion ?
Molestaria demasiado la soberana atencion de este augusto congreso,
si fuese á observar y analizar todas las cláusulas que lo merecen de la
carta infernal que el supremo escribió á. Briceilo en contestacion á la ano
terior: me contraeré, pues, á lo mas importante á la materia de que voi
tradando. "V. sin duda (le dice) se ha creido que estamos en una situa-
"cion como la de Cartajena, Carupano ó Güiria, en donde las circun.
" stancias nos fuéron tan desfavorables, y donde el espíritu de pal'tido-
" triunfó de nosotros." Los dignos vocales de ese Senado saben mui bien
estos acontecimientos al paso que los tengo publicados en otros escritos:
seguiré pues con la carta. "El poder supremo está en mi mano, y no se
" tratará de quitárseme impunemente. Pobre del que lo intente! Dos
" mil hombres me obedecen, y estan dispuestos á ejecutar cuanto lel?
" mande.-Deben obedecerme los ambiciosos y los intrigantes, y me obe-
"decerán. Piar no será temible dentro de poco, ni mquietará nuestra
"tranquilidad." La simple lectura de estas espreciones arrebatan al
hombre mas pacifíco, y cuanto se pudiera decir sobre ellas lo dicen ellas
mismas, á. saber: que el supremo es un tirano: que era delito de alta trai-
cion desear siquiera el 6rden por medio de un gobierno, pues se turbaba
su tranquilo despotismo, y se obraba impunemente contra este: que esoS
dos mil hombres serian otros tantos asesinos pues que protejian la iniqui-
dad y tiranizaban la Patria: que bajo de esta garantía todos debian obe-
decerles, y que el reposo que alteraba Piar era la arbitrariedad; pero
añadiré que cuando convino en el actual Congreso, no tenia á su devoeion.
los dos mil hombres que en aquel tiempo cacareaba, y que cuando los
tenga, si se le deja con autoridad en las armas, los presentará conÍl'a esa
misma Asamblea para reasumir la Dictadura, que las circunstancias y
una ciega confianza en la intriga le hiciéron dimitill. i 1 deseará de
buena fe este hombre el gobierno popular, representativo que ha de depri-
mir su orgullo y ambicion?
Compare la recta justificacion de e,se senado el presente lenguaje, con
e~ que usó en su proclama de Margan ta invitando los pueblos á la forma
C10n de gobierno, y observará la notable diferencia que se versa. En
esta sus espresiones alagüeñas, su afabilidad, su modestia eran de
bradorar. í Quien que no lo conociese, negaría que era un v. ...::.¡i!!a~~~....
Repúblicano? Pero se engañaba miserablemente pues era
i I quien que lea esta carta no preguntará que es un tirano,
en que consiste este contraste de sentimientos? Consiste e
do está abatido los finje filantropicos, y se bumilla con degr
ta conseguir el fin que se propone. Esto mismo ha hecho
lo
II1stalaClOn de ese Congreso. Y(} espero de su sabidlfrÍa, de su ardíent!>
zelo, y de su deseo vehemente y fervoroso por la salvacion de Venezuela
que quedará burlado. L 1 deseará de buena fe este hombre el gobierno
popular, representativo que ha de deprimir su orgullo y ambicion ?
Volvamos tí la carta; en ella amonesta de nuevo á Briceño por su ti.
midez, f le dice. "V. no tiene que temer nada: V. no crea que está
"en Constantinopla ni en Haití: : : ; ; : ;: No hai aqui ni habrá ma6
" voz que la mia, miéntras yo respire con la espada en la mano." Esa
esclarecida Asamblea sabe muí bien lo que es el gobierno de Constan.
tinopla; sobre lo de Haití, la desencia exije sufocarlo en el silencio.
No así en cuanto á la voz, y á la espada; esta está al presente en la
baina, y aquella balbucienta y sumisa miéntras organiza sus inicuas
maquinaciones. Ese honorable Consistol'io no debe jamas perder do
vista. " No hai aquí ni habrá mas voz que la mía, miéntras yo ,'espire
con la espada en la mano." El futuro habrá, no deja duda, y el que no lo
prevea será inmolado. Por fin concluye diciendo, " no sufrirá mas: que
" solo contemplará lo que deba comtemplar miéntras lo deba j y amonesta
.. á Briceño respire, hable, y obre con libertad, franqueza firmeza, y
"actividad en lo ACORD.\DO." Aunque no hai ya los dos mil hombres que
le obedecian y garantizaban el despotismo, el ACORDADO subsiste, y el
no habrá es indefinido, y temo mucho una esplosion, mayor que la de un
volcan, ¿ 1 deseará de buena fe este hombre el gobierno popular, repre.
sentativo que ha de deprimir su orgullo y ambicion ?
Esta intriga, esta maldad terminó por entónces con la mas negra pero
ildia, contenida en dos cartas del mismo supremo á Piar. En ellas es·
presa la seducion del ejército del Gral. Mariño en Cumanacoa por disi.
dente, y aseguro.ndo ser falso haya mandado al Gral. Arismendi suble_
var el ejército de Piar contra este, pinta al Gral. Arismendi con los co-
lores mas negros: dice "es un pícaro que jamas ha sido otra cosa:
" qui si se queja de que no hai justicia para castigar los delitos, no vol.
u verá á decirlo con razono Que es verdad que el supremo ha cometido
" una injusticia atroz en dejarle con vida: que es un malvado, y ha de.
" bido morir. El quiere dice un senado, puede ser que ántes que se
" forme el senado ya se haya hecho justicia; : : : ; : : ; Ningun temor
" tengo para castigar los delitos : ciudado no le suceda al señor Aris-
"mendi la fabula de las Ranas." En otro tiempo dijo el Gral. Arismen-
di, que el Gral. Bolivar era llamado pOI' la Providencia y sus pasos di-
rijidos por el Ser Supremo en esta grandiosa obra; parece debió pues
acomodarse á esta órden superior y no regresar clandestinamente á
l\largarita. Que bien le remunerÓ el supremo los sacrificios inmensos
que hizo para sostenerlo en la cúspide á que se habia elevado; y que de
males ha sufrido Venezuela por este empeño que supongo animado de
la mejor buena fe! No es fácil á todos conocer á los que se alimentan
con la astucia y safTacidad la mas criminal. i,I deseará de buena fe este
hombr~ .el gobierno popular, representativo que ha de deprimir su orgullo
b
y amblclon 1
' En cuanto al Gral. Piar 10 ensalsa y eleva á las nuves. Le dice que
su únicQ objecto no es otr~ que el de agradarlo en t~do, y obrar segun su
voluntad: que ha dado pruebas incontestables á Ansmendí de preferirlo
á él (esto es) á Piar ii todos los Grilles. de la República como el único
ó el mas interesante á ella; y para concluir se esplica así. "A Dio
r
,. mi querido Utii!. Mande V. á su afli:no. amigo que 10 ama de COl'UZOU,
" sin que sean bastantes á destruir esta estimacion los chismes de Aris.
"mendi, ni las intrigas de tantos que existen como él. Bolívar." Lo
que estremece de esta conducta es ver que en la misma fecha dice á
Briceño. "Piar no será temible dentro de poco, ni inquietará nuestra
" tranquilidad" á cuyo fin le quitó la vida. i Y un monstruo tan aleve
y pCljuro podra ser supremo en ninguna sociedad. ¿ Podrá dirijir sus
Estados 1 i Podrá mandar sus ejércitos? ¿ Podrá ser Republicano 1-
Su eXistencia ofende demasiado la llUmanidad; y si ese Honorable
Congreso le COIlSe7'l'a en su seno, espere las resultas, sin tener despues a.
quien quejarse. Ah! si se pudiese \'el" su corazon, reconoceríamos en él
las profundas heridas que lo despedazan por sus crímenes, su crueldad
y su lascivia. La legitimidad de estos documentos constan de las mis.
mas gazetas de Guayalla.-¿ Y deseará de buena fe este hombre el gobier-
DO popular, representativo que ha de deprimir su orgullo y ambicion?
Embargado el discernimiento del SLlpl'emo con estas maquinaciones,
sobreviene un acontecimiento que al p:l$O que desgraciado para la Re-
pública, fué mui lisonjero á sus designios. ~Je~.lla ~Itima espe~icion de
España, y creyéndose poco seguros los funclOnarlOs del gobIerno elt
Margarita, emigran los mas de ellos á. Gu~yana. Allí son sufocadas sus
funciones; pero esto dió algun respIro a PlUr en el concepto de que
calmaban los proyectos á que estaba decidido de formar un gobierno:
reviven, se le persigue, huye, se le aprehende y ejecuta. El supremo
para simular el atentado, cÜ'cula una proclama llena de inconsecuencias,
y lo que es mas tan sub\-ersiva como alarmante de nuevas revoluciones, y
destructora del edificio social. Yo la retuté en todas sus partes, y ea
c uanto á la supremacía que crei no existiese ya, dije entre otras cosas
lo siguiente. "i Qué se ha hecho el gobierno Federal reinstalado en
Cariaco con las solemnidades que permitiéron las circunstancias? : : : : : :
Como ha desaparecido ?-Como ha sido esta l'etrogradacion 1 Donde
pues si no hai gobierno popular existe esta República? Por que pues
este Gefe se titula supremo de lo que no existe 1 Por otra parte i quien
ha visto que la garantía social se cifre en la arbitrariedad de un solo
hombre sin los sufragios de la masa general? : ; : : : : : Ese gobierno en
campaña, concluye si es derrotado: por el contrario, estando separado del
Gefe de las armas, se halla en aptitud para organizar nuevo ejército, y to-
mar medidas de precaucion. Esta línica observacion b<lsta para convencer
al mas estúpido de la insuficiencia de esta autoridad: si se agrega la de
no poder entrar en negociaciones con otras Potencias: la de la opinion,
que jamas puede de este modo adquirirse: la de la organizacion interior:
la de los males incalculables del despotismo militar; y otros pormenores:
deducirémos sin violencia que la supremacía conspira directamente con-
tra la misma independencia. Los enemigos tienen gobiemo, por que no
nosootr05'? Por que con él se ataca el engrandecimiento íí que aspira el
que de propia autoridad se dice supremo. i Y deseará de buena fe est
hombre el gobierno popular, representativo que ha de deprimir s
y ambicion?
Esta pequeña observacion pero de Illucho jleso debió h
~ues entónces formó para acallar el clamor general una c
tltul.6 consejo de gobierno. Nadie sabia donde estaba ese g
Labla de aconsejar, pues el suprcmo no podia representar á
:3
lU
Venezuela, Slll la volulltacl grlll. de los Represelltantes úe o..os mismo,:;
pueblos ní un Dictador tener consejo civil, cuando solo es nombrado para
la guerra por tiempo señalado. Se dedujo por consecuencia que ese tal con ·
sejo de gobierno era un juego de palabras; un falso parapeto para engañar a.
los incautos; un instrumento mejor para colonir la tiranía. Así es que
le prohibió formar leyes, hacer ordenanzas, y hasta aCOl'dar cosa alguna
que no fuese propuesta por él, en términos que ni las licencias para em·
barcar mulas le era permitido, cuanto ménos las relaciones interiores y
esteriores. Cuando se ausentaba al campo de batalla parece delegaba
parte de su supremacía que tlespues residenciaba. ¿ Quiere ese augusto
Congreso mejor bosquejado á Simon 1!'. Emperador de Venezuela y la
Nueva.Granada? A esto terminaban todas sus ideas: compruébanlo
lldemas sus leyes fundamentales, civiles y políticas que sancionaba: su
estilo majestuoso con los Venezolanos, como que hablaba con sus vasallos;
y el aire de importancia que se daba en sus oficios con los Gefes estran-
jeros. Recórranse, y meditense seriamente para que se vindiquen á. los
dignos hijos de Venezuela que quieren ser libres, y se dé una satisfac-
cion al mundo entero, G~ que han sufrido á. su pesar arrastrados de la
fuerza y la violencia; pero que ya respiran bajo los auspicios do la so.
beranía del Pueblo representada en esta magnífica y esclarecida Asam.
blea. i Y deseará. de buena fe este hombre el gobierno popular, repre.
sentativo que ha de deprimir su orgullo y ambicion ?
Con todas estas invenciones logró atraerse la voluntad de los GraJes.
y ejércitos, y con una masa de nueve mil hombres que su impericia subdi.
vidió, emprende la campana de Febrero, Marzo y April de 1818: lo sao
crifica todo y regresa á. Guayan;]. Me he propuesto no mezclar en esta
esposicion la conducta militar del Gral. Bolivar de la que he tratado muy
circunstaneiadamente por separado: por tanto pues omitiré estos tristes
acontecimientos. Se penetra de lo imposible que le es volver á seducir
aquellos GraJes. y restos del ejército: observa tambien que no quieren
militar con él: observa Ola;; como lo dicen las gacetas del Orinoco que lo
abandonan y dejan solo: en tales circumstancias, y como último recuro
so de su fluctuante poder colosal, aclama por la instaJacion de un cuerpo
constituyente, cuyas funciones dice habia llenado pOl" necesidad, convi_
menda en que de ello depende la salvacion del pais : esta es la única
verdad que ha dicho despues de seis años que se le requiere. Del modo
con que ha substituido esta autoridad, responda la serie de su despotismo
brevemente analizado; pero con esta eonfesion injenua y voluntaria, nos
deja fuera de toda duda, pues nos asegura era Rey y no Dictador. Es-
tos jamas han sido constituyentes eOlllO dice lo era: por el contrario que.
daban receso las funciones civiles, y solo obraba la ley rr.arcial. Tal
facultad de constituyente en un hombre es esclusiva á los )Jonarcas ahso_
lutos. El Gral. Bolivar ademas de estos conflictos en que se veía, ten.
dría presente que hablando de sus desgracias en la contestacion á JU:lh
Sin Tierra que conserva en su poder, se le dijo en 28 de Septiembre do
1816. " Quejese pues únicamente á su desmesurada ambician que solo
" ha tenido por norte la arbitrariedad. Si hubiera restitiudo el gobierne.
" á los Pueblos como dispuso el conrtreso de Sta. l~ti y respetado la comi-
., sion que para que le represcntaseOy dírigiese le nombrú, nada le ha.
r bria sucedido, aun cuando se hubiese perdido Venezuela, pues come.,
:¡ mero ~ccutor. las quejas y c1flmorf's recaerian sobrl! el gobierno. y nQ
l . subre el; pero toda superioridad turbaba sus miras aO'igantadas."
Adoptando al fin lo que debió hacer al principio, pensará aho~a ponerse"
cubierto por este medio. Es tarde: todos saben que él es el único, y
esclusivo autor de los padecimientos de Venezuela, pasados, presentes y
futuros. i Y deseará de .bu.e na fe este hombr~ ~I gobierno popular, repre.
sentativo que ha de deprimir su orgullo y amblclon ?
En fin por conclusion del tema digo: que se engaña desgraciadamente
el que erea que este hombre desea de buena fe el gobiemo popular, repre.
senl.ativo que ha de depl'imir su orgullo y ambiciono Queda comprobada
esta asercion de un modo el mas concluyente; pero para mayor ilustra_
cion, y por via de resúmen ó compendio, haré una breve reseña de otros
datos que la robustecen Don Simon Bolivar no ha sido jamas Republica.
no, y segun la esperiencia no puede serlo. Su corazon, sus sentimien.
tos, su orgullo y educacion están en continuo contraste COIl la libertad
civil y política del hombre. El quiere ser superior ó todos: en una
República bien organizada, no se distingue mas que el mérito y la virtud.
El anhela aristocratas distinciones. A presencia de la ley todos son igua-
les. El quiere atributos soberanos; la soberanía solo reside esencial-
mente en el pueblo y en sus Representantes reunidos, y no en particula.
l·CS. El qUiere en fin cuanto no es permitido concederse en una Repúb.
lica. Esa igualdad á que propende cuando se halla en con1lictos, es so'
lo de los labios: cuando lo tiene avasallado todo, es soberano, y hace
guardar las rutinas monárquicas. Este carácter soberbio, y vano de fa-
milia, de preocupacion y de supersticion política, es incorregible. Repi-
to no es Republicano, ¿ que hizo el 19 de Abril de 181O? Ausentarse á
su hacienda para no perder la gracia del mandatario Español si se des-
graciaba la empresa. Yes esto ser Republicano? Que hizo cuando re-
gresó? Manifestar el mas profundo sentimiento por no haberse hallado
presente, pues se habria hecho Dictador. Y es esto ser Republicano?
Ya oigo se me interrumpe y dicen los espectadores" i no fué en comí.
" sion á Lóndres en servicio de nuestras revoluciones políticas 1" Es ver-
dad respondo; pero por el interes de que de simple particular se le hi-
c iese Coronel de Milicias para brillar con este carácter, que entónces le
equivalía á una Diadema, y por que no estaba declarada la independen
cia. i No trajo en su compañía al renombrado Gral. Miranda? Sí ! con-
tra la prohibicion espresa y terminante del supremo gobierno, y con el
fin de que lo iniciase en sus diabólicas má...::imas, turbase el órden y sa-
crificase las provincias. No concurrió á la pacificacion de los disidentes
de Valencia'! No hai duda de cortesano de su maestro que le confió la
posta, para que no empeñase jamas el cuerpo á las balas, y con las mi.
l"as de que lo hiciesen como lo log ró Coronel de ejército, sin saber que
era ejército. No sirvió importantes ~estinos en la R epública? El uno
en la plaza de Puerto· Cabello que indi~narnente perdió, y causó la de to-
das los provincias. No ha hecho sacl'lficios inmensos por la libertad del
pais? y tan inmensos, que no tendrá imitador, pues si á los mismos espa-
ñoles se hubiesen confiado los elementos y ejércitos que ha prodigado é
inmolado, para que de intento causasen los)nales que él ha caus~alillll!~~:"
habrian conseguido. i No ha sido supremo, y como tal ha ~
leyes, decapitado sus GraJes. y obrado en todo como señ vidas y ~
haciendas, en término que ha declarado la libertad absolut los escla- ~
VO!'l, y la dístribucion en los militares de 10<; bipnE''' Nacion ? j quien Jo
:20
Ignora i par~ e1l? se. ha usurpado la soberanía .(J~ los. pueblos, .despotí.
zándolos arbitran a é Impunemente. i Por tan dlstmgUldos serVICIOS no
debe Venezuela perpetuarlo en su memoria? Ya 10 está por haber sacri·
ficado la mitad de sus habitantes, y destruido á lo~ propietanos, la indus-
tria y la agricultura. ,
Pero las gacetas del Orinoco que Jo pintan un héroe incomparable, ó
sin igual ¿ no nos dicen que es tan Republicano que ha prostituido su no-
bleza y sacrificado unas inmensas temporalidad es ? En tratándose de
nobleza, no hablemos mas. Esta ideal pl'esuncion, este delirio es pun-
tualmente lo que alarma su ambicion y lo convierte en monstruo, por que
con la manía de serlo se cree autorizado para cuanto se le antoje, y de-
gradado si como Republicano se confunde con los demas. En cuanto á
caudal: de dinero y calidad, dice el proverbio, la mitad de la mitad.
Su patrimonio está vinculado: solo es un mero usufructuario; ó de
otro modo, no goza mas que del dominio útil, pues el directo le está pro-
hibido y á sus sucesores. Esta respetable ley de los testadores, no se
ha revocado por la transforrnacion política de Venezuela. Se deduce de
iodo que Dn. Simon Bolitar fi71jirá ser Republicano, miéniras pueda con
autoridad despotizar; y por consiO'uiente que no debe desear de buena
1e el goLierno popular, representativo que ha de deprimir su orgullo y
ambiciono
Pasemos ú. la instalacion de ese ilustre Congreso. No me detendré
en sus preliminares que por ahora nada influyen: tampoco en los discur-
sos inexactos con que se adornáron para seducir y preocupar en favor
tI el héroe, pues se han visto malogradas las esperanzas; y mucho mé-
nos en la relacion diminuta del Gral. Bolivar, en que omitiendo los ence-
sos principales que lo constituyen reo de lesa patria, supone falsamente
<¡ue habiendo hecho en Caracas renuncia del poder supremo, no se le ad.
mitió. De intento ho omitido esta ocurrencia de que fuí testigo, por que
era indispensable descubnr el comp7ot, y estando como estamos en el ca-
so de salvar antes que todo la Patria debemos disimular las debilidades de
)JlJestros conciudadanos; pero juro por lo mas sagrado es falsa la tal re-
nuncia, añadiendo que el carácter del Gefe entónces, no era mas que el
de Brigadier, y Comandante' de la espedicion pues el honorífico de liber-
tador en que se intrigó no poco, no lo constituia supremo aunque de pro.
pia autoridad se hizo desde su entrada depositario de la soberania.
Tampoco diré nada sobre la astucia con que pasa en silencio su fuga
de CumaniÍ. &c. &c. &c. pues de esto he tratado separadamente con
hastante estencion ; mas no le dispensaré fuesen efectos suyos como
dice la nueva espedicion en los Cayos: se equivoca, ó terjiversa la ver-
nad como tiene de costumbre para engañar á los incautos: ella se debió
principalmente al Almirante Brion, y á otras almas generosas: no las
menciona por que haría traicion iÍ. su carácter, que es el acometer al mis.
!nO que le da el ser. Para que no se recuerden sus iniquidades, conjura
'>0 fiD .5. todos alejen la vista de los sucesos pasado~, finjiendo renuncia
I:a~·a. SIempre la autoridad que supone se le. ha conf?l'Ido; y que no admi-
tIra Jamas nInguna que no sea la simple mIlItar mIentras dure la guerra.
Señor: si fuese á desarrollar la malignidad, astucia, y prevision que
envuelven cada una de estas cláusalas llenaría muchas pájinas : baste de-
cir que todas ellas terminan á tender á vuestra Honorable juslificacion
una red, de tal ('onsi,~tencia, que cuando la vieseis sobre vuestros cuer_
21
.:",1
senado. Algunos hombres virtuosoS han sido por muchos
por vida Presidentcs de estados libres é indepcndientes ; sujetos á. yo
y"
.. , con,titncion la '''pccc;on '''''p,oc. d.l Pod" leg ;
2·1
" del pueblo que la llene en sus manos, max7me cuando ha pasado raplda:.
" mente de la esclavitud á la libertad 1"
" Veamos la cosa por oh'o aspecto. S. E. no es Señor devidas y hacien.
"das, no es Dictador, ni aspira mas que al bien y felicidad de su Pa-
" tria: está poseido de las mas sinceras intenciones. i Como pues pro·
(. cede ú hacer esta declaratoria que jamas puede ser de su resorte sino
" del privativo y esclusivo de la majestad del PueLlo 1 i Como atentar
" tan descaradamente contra las propiedades de todos aquellos habit311-
"tes? i No es esto encender un fuego gral.? i No es esto alarmar mas
"y mas á todas contra la causa 1 ¿ No es esto destruirnos, y que al fin.
" nadie goee del fruto de sus trabajos? Tan pésimo atentado dificultará
" mas la reconquista ó acabaremos ántes de conseguirla."
" Entre los propietarios de Venezuela habia muchos amantes de un
" gobierno sabio, justo, y liberal. No dudaban para alcanzarlo hacer con·
" tribuciones inmenas, en tanto no se atentase contra su persona, y respe.
" tase su propiedad. Como estos propietarios unos eran pacíficos: otros no
" hicieran mas que obedecer: otros ne se mezclaban en los negocios po-
« líticos; y otros se hallaban á gran distancia de la fermentacion, no
« tuviéron para que emigrm', y han sido considerados por los enemigos;
" pero en su corazon conservabam el deseo de la transformacion, la com-
" pasian bacia sus desgraciados compatnotas y el odio inestinguible á los
« tiranos. Publícase la libertad absoluta de los esclavos; entran en re.
"flexion, y dicen; en el gobierno español, aunque opresor, y déspota,
" conservo mis bien!')s, se respetan, tengo de que subSistir, y con que ve-
y
" getar; soy rico, puedo dejar á mis hijos que comer. En el Republi.
"cano que se pretende, quedo pobre é infeliz desde el momento mismo
" que invadan el territorio sus armas, por el destrozo que se hace de mi
, propiedad: me veré convertido en juguete de mis esclavos: seré y mi
" familia víctima de ellos. En tales circunstancias, la razon, y el interes
" imperiosamente dictan sacrificarlo todo ántes que permitir semejante
" trastorno y desórden. Hagamos dobles esfuerzos para repeler á ese
" enemigo, y muramos primero defendiendo nuestros bienes y familia que
" es la vendadera Patria. Así lo hacen, ¿ y á quien se debe este resul-
" tado? A la arbitrariedad, al despotismo, al buen cálculo de S. E.-Ja-
" mas se puede infundir amor á la 'causa, ni deseo á la libertad, convir-
"tiendo en mendigos á los que la han de disfrutar. Venezuela no tiene
•. otros recursos que la agricultura."
"Roma, la gran Roma, soberana del Universo entónces conocido .
. , labró ella misma su ruina, manumitiendo indiscretamente sus nuevoS
"prosélitos, DIEZ veces tuvo que combatir con la multitud de libertos
« que con toda la sordidez de la corrupcion saliéro'l del seno de la esda.
« vitud. Eran Romanos, y blancos como sus señores: su condicion la.
" causaba el ser pr.sioneros de guerra; á diferencia de los negros que
" como objecto del mas inhumano tráfico se les arranca de su continente
" para incorvarlos enicuamente en otro. Los amos desmayáron desde
" luego en la defensa de su patria, por que poco tenían que report
"les era indiferente toda dominacion : los émulos la destruyér-- I~O&"""
" res males debimos temer de la violenta, absurda, é inca ley e :,;
" Supremo." ~ ~
" Venezuela estaba despojada de su Soberanía, esto es, su libertad
"política, pues que dependía contra su voluntad de un usurpadgr.
" Recobra sus derechos; encuentra bombres agobiados, p dos de 1'11 '"
I ttt.:.
"¡ib(!l'!utl tl..\tUl'al, civil, ~. púlítica. • -o deben jemir mas en C'la tiranía
" espantosa: tampoco ser liures á la vez, por que sosteniendo SIIS brazo
"la grandeza y esplendor de aquellos estados, seria arruinarlos para
" siempre: seria destruir fácilmente con una mano, el edificio q\1e á tanta
e. COlita levantamos con la otra. ¡ Como realizar tan grandiosa obra 1 E::l
" preciso romper sus cadenas: es preciso conservar la agricultw'a único
. e patrimonio de aquellos habitantes. Si debida y justa es la libertad de
" los esclavos, grave y delicado es tambien el modo de concederla sin
,. pCl:iuicio del propietarto y del Estado. Este grande contraste exije
" gran ciencia y sabiduría. i y quien sino la soberanía del pueblo por
" medio de sus representantes padrá resolverlo? A ella es á quien escIu.
" sivamente toca: ante ella los propietarios y sabios espondrán su opi-
,< nion : ella conciliará la libertad con el interes particular y general: cIJa
"proporcionará la~indemnizacion con las rentas del estado: ella dará tél'-
" mino á la servidumbre por medio de reglamentos: ella la dispensará.
" desde el momento á los que hayan tomado las armas para sostener la
r independencia. Ella en fin hará en justicia cuanto corresponda, y exi.
" jan las circunstancias. Por fortuna no han querido aceptar el diab6lico
" convite: sin duda se han creido mas Jolices en la esclavitud que en la
"guerra. No se han engañado, y nos lisonjean; considerau la oferta
"desnuda ele toda facultad, y que por consiguiente iba ú envolverlos en
"otra rcvolllcion concluida la presente. Saben mui bien que los Espa.
" ñoles :jon los autores de sus desgracias que aliviarán sus hermanos.
" Calculan mejor que el Supremo." Hasta aquí lo ..espuesto entre otras
" cosas á. los Venezolanos refutando la proclama de Margm'ita."
Por otra parte segun el exacto computo de un político madcmo las
Antillas y cl continente Americano, contienen cinco millones setenta y
siete mil setecientos diez negros, y tratando de la manumision de todos
qne tan imperiosamente exije la humanidad, y de la ruina infalible que
sufririan los propietarios y el Ei:ltado, no ménos que lo suhversivo qU9
seria concederla en mas, y negarla en otras dice. "La esclavitud es tal
.• por S11 naturaleza, que no puede ser abolida por los unos, y mantenida
r . por los otros, pues es un principio qui no sufre ni dos desiciones, ni
., dos aplicaciones diferentes, ) es inevitable que la que continuase es-
•. clava dejase de conmoverse. La causa es comun; e l resultado ha de
" serlo tambien: por consiguente siendo este un acto complexo, es desir
" siendo á la vez un acto de autoridad y de ejemplo moral y político sus-
" ceptible de una aplicacion grál. y trascedental á un gran ¡1ÚITlerO de il!.
" terosados, no puede el menor dar una iniciacion peligrosa, ni violar las
,< leyes de la comunidad y vecindad. Tal conducta seria colonialmente
" hablando antisocial y enarbolaria el estandarte de la rebelion graJo en
.C el continente Americano. Tal habria sido el resultado de la resolucion
•. de Dinamarca en 179'2, si precaviéndolo no hubiera prefijado el tér.
" mino de once años, dando tiempo á los esclavos para recibir la libertad
•. y \Isar de ella sin perjuicio ni peligro de los propietarios."
Est.o es conforme á lo que 1\1r. Raynal ha opinado. "Para trastornar,
" decla el edificio de la esclavitad establecido por leyes auténticas, no
., convendrá quitar de repente los hierros á estos desgraciados nacidos en
" la esclavitud, ó condenados á ella. Estos hombres estúpidos 110 prepa.
" rados á esta mudanza, serán incapaces de conducirse así mismos: su
" vida no será mas que una indolencia. habitual, un tejido de crímenes.
•. El gran beneficio de la libertad debe ser resermdo para su posteridad,
,. y aun á estad con algunas modificaciones." Este sabío habló con res-
pecto á tiempos pacíficos i que diría en un estado de revolucion y trans-
formaciol1 en que se halla Venezuela? Diria: llegó el caso por mi anun-
ciado al Guarico de que se vea el efecto en todas las Américas de las
leyes blancas y de las leyes negras, si no hui pulso y tino para apagar el
incendio, 6 aprobaría la asercion del primero asaber: si las colonias no
padian cultivarse ni pasar sin negros, los negros no padrán dejar de ab-
sorverse al fin las colonias. El negro que forma en ellas casi la totalidad
de la poplacion es colocado en el último grado de la escala social: y el
blanco que es la ecepcion, es al mismo tiempo el todo de ella en las co-
lonias? i Como dudar pues serán un dia subvertidas? Tan peligroso es
hablar del remedio como de la enfermedad. En el momento que se tra-
tase de aligerar el peso de las cadenas, se corre el peligro de verlas
rotas, y convertidas por manos feroces é irritadas en instrumentos de des-
truccion. Un milIon seiscientos mil negros habitan las Antillas, al lad~
de ciento setenta mil blancos, y de trescientos cincuenta mil de los que
corren totas las diversas graduaciones del color marcado con el sello de
la esclavitud. i Que puede esperarse digo yo de esta desproporcion, y de
la justicia de los oprimidos? La total destruccion de los que hacen la
ecepcion.
El Gral. Bolívar quiere apresurar esta catástrofe honorosa; y para
que no qucde a los propietarios recurso alguno, y que sucumban de
grado, no solo los priva de sus esclavos, sino que ni aun les indica indem-
nízacion de su valor. Vease su ley. "Declaro la libertad absoluta de
" todos los esclavos: los robustos de catorce íí sesenta años se presenta-
" rií.n á alistarse en las banderas de Venezuela: los ancianos, mugeres,
" niños, é invalidos quedarán para siempre eximidos del servicio domés-
" tico y campestre cn que estaban ántes empleados á beneficio de sus
"señores; el rr:ilitar, y todos susparientes serán ciudadanos." Es decir:
ordeno desaparezca para siempre la agricultura en Venezuela: condeno
á la mendicidad sus propietarios: y mando perezca con ellos la patria,
con tal de que brille el dictador Gefe Supremo aunque sea como Empe-
rador de Cuervos. i Que podia esperarse de tan delirante imaginacion 1
A su tiempo produciré á ese Honorable Congreso un proyecto en que han
tenido mucha parte hombres doctos, que aunque no naciéron en Vene-
zuela la amáron en su vida tanto como sus mas dignos hijos j está redu-
cido á la libertad de la esclavitud, sin perjuicio de la agricultura, del pro-
pietario y del sosiego público. Le acompañará otro sobre la abolicion
del estanco del tabaco con mas ventajas al erario Nacional que el que re.
porta con la prohibicion de su labor, pudiendo estraerse cuanto el labra-
dor quiera.
Como los interesados en los esclavos podrian creer que con los bienes
nacionales serian compensados, los desengaña el supremo sancionando la
entrega de todos ellos á. los mismos esclavos, y á los libertos: con esto
les intima, ó abandonad para siempre á Venezuela, 6 acomodaos á ser
ciervos de vuestros ciervos: vosotros sosteneís la agricultu .
queza con sus brazos, poI' que los vuestros son impotentes' f¡tkes o ~
ellos quedan en aptitud y con tierra! de labor para emple á su bene: ~
ficio, sin dejaros arbitrio para pagarles ni un triste joro abed que ha- "
beis de vivir de su fayor y merced. i Que bella Repúb ! propia para .
r.
:30
dirijirla el autor de e ta bárbara ley! Para que se ordene la distribucion,
y no p ra que se apruebe, pues supone no necesitarse, dice á ese augusto
Congreso. "He fundado el órden de Libertadores, y he mandado recom-
0' pensar los militares con los bienes de la Nacion. Si he contraido para
"con el pueblo alguna especie de mérito, pido á sus Representantes
" oigan mi súplica como el premio de mis débiles servicios. Que el Con-
" greso ordene la distribucion de los bienes Nacionales conforme á la ley
" que he decretado á beneficio de los militares Venezolanos."
El tono es insultante, la autoridad con que sanciona la ley ninguna, y
los méritos que interpone haber destruido las provincias, y querer con-
sumar de este modo su grandiosa obra. No hai duda que la verdadera
riqueza de un Estado consiste en que lo sean sus habitantes, sin destruir
á unos para fomentar á otros i pero en las circunstancias en que se halla
Venezuela, no es pretender dejarla espuesta á la mendicidad? i no es
pretender vuelva á sucumbir perdiendo el pequeño territorio que ha re-
cuperado? i no es pretender su total descrédito con sus acreedores, por
las inmensas sumas que en elementos de la guerra ha recibido? i no es
pretender se la cierren las puertas para que ningun otro la haga suple-
mento alguno, y quede á discresion del enemigo? i Cual es el tesoro
con que puede contar Venezuela para subvenir á los inmensos gastos
que la esperan? La agricultura única columna está destruida: no puede
rejenerarse en muchos años, pues los brazos que la fomentaban estan
declarados libres, eximidos del servicio doméstico, y campestre en que se
empleaban á beneficio de sus Señores, y aun prohibidos virtualmente para
prestarlo, ademas como Ciudadanos se ven elevados al rango de sus amos:
el comercio está paralizado, y sin esperanzas de que recobre su crédito:
aniquilados los LLanos que subministraban el mantenimiento de primera
necesidad: el tabaco, sobre faltar consumidores, es de plantacion anual,
y requiere fondos para protejer sus labradores i con que ~e ocurre re-
pito, á tantas atencIOnes? i Con que se pagan tant~s estranJeros que han
vemdo á tomar las armas? i Con que á. esp-s mIsmos Venezelanos? ¿
Conque tantas viudas y huérfanos que mendigan? i Con que se socorre
la miseria pública y horrorosa que todos jimen? Luis XII. queriendo
emprender la guerra contra el Duque de l\1ilan, preguntaba á su Maris.
cal Tribulce hombre de estraordinaria fortuna, y de profundos conoci
mientos militares, que seria necesario para hacerla con suceso, y le respon-
dió: tres cosas son Señor absolutamente necesarias: Primeramente di-
nero: segundaruente, dinero: terceramente, dinero: El Gral. Bolívar
dice, todo ese dinero es inútil, pues basta la destruccion de los estados de
Venezuela, y reducir á la mendicidad hasta sus mas poderosos habi-
tantes. ,
O yo no lo entiendo, ó la supuesta soberana resolucion arrastra ade-
mas una infinidad de males incalculables. Por bienes Nacionales se en.
tienden todos los que pertenecen á los enemigos, en que se comprehenden
los de aquellos Venezolanos é hijos de Españoles que directamente han
atentado contra la causa. Vamos por partes i que seminario de jestio.
nes no se harán para acusar de traidores á muchos que en el concepto
del gobierno ~o I~ eran? Que de gastos, que de militares, que de tribu_
nales, que de mtrlgas, que de discordias odios y enemIstades! i Y es este
el modo de formar Replíblica? Por bienes Nacionales se entienden las
tienas realengas l. y que hará un soldado con las baldías que se le adju.
JJ
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las cll'cunstallcHl~, )' uo una espontánea yoluutad. Y por otra: suponer
se ha despojado de la autoridad como si fuera propietario de ella, ó le
correspondiese de justicia, tal cual le corresponderia una piara de cerdos
su patrimonio. i Que delirio! la pasion hace incurrir en ellos al mas
prevenido.
Esta era una parte de la cOllütbulacion para la dimision de la supre.
macía, en la confianza de que surtiría sus efectos, y que siendo reelegido
por los Representantes, le obedecerian los demas Grales. y ejércitos que
lo reconocian sin cumplir sus órdenes. De este modo pensó revivirían
sus ajigantados proyectos. Nada pues lo detuvo, seguro de la proteccion
de su colega. Creyó era el mismo tiempo en que brilló la farsa en la
Yglesia de Sn. Francisco de Carácas, en los Cayos de Haití, yen Mar.
garita: y á este fin oyó pacientemente sus alabanzas que otro habria repro-
chado haciendo ver se ofendia la desencia: las oyó gustoso hasta que se
propuso volverlo á investir con la Dictadura; pues entónces tomando la
palabra, manifestó su oposicion, finjiendo haber renunciado para siempre
la ~utoridad que habia ejercido, y que jamas val vería a aceptarla, y se
retiró. Todo esto estaba en el plan combinado: se creyó que así se le
daría mas importancia, y atraería la voluntad de los Representantes. Se
malográron las esperanzas por las contradicciones: son otros los tiempos;
otras las circunstancins; y otros los desengaños: de aquí resultó apa.
)'entar, no querer aceptar, ni el mando ejecutivo interino. Pero lo mas
escandaloso de la pretension del Honorable -Zea es, que sino se le volvía
á revestir de Dictador y se conserv{tba en ese augusto senado la soberanía
del Pueblo, se aventuraba la libertad. Yo no sé como pudo sufrirse esta
blasfemia. Desde que el Grru. Miranda despoj6 al pueblo de ella, usuro
pand6sela despues el Gral. Bolivar, se perdi6, esa libe~tad, ~ no se ha
podido recobrar ni se conseguirá jamas con su mtervenClOn : bIen demos.
trado queda i Que potencia, que Gabinete, que hombre de sentido comun
ha de admitir relaciones con un cuerpo sin cabeza? i Cuales son los
progresos que ha tenido Venezuela en tantos años que la despotiza el
Supremo? i Cuales las comunicaciones que laha proporcionado? i Cual
su seguridad actual? Y i como hai valor para decirse que la libertad se
aventura con la instalacion de ese esclarecido Congreso, y que solo se
conservará en el abismo de males á que están reducidas las provincias?
No hai duda que lo que se pretendia era valviesen á resonar aquellas
iracundas y frenéticas Yoces. " El Poder supremo está en mi mano, y
.: no se tratará de quitarseme : ; : :: Pobre del que lo intentase! Dos mil
., hombres me obedecen y estan dispuestos á ejecutar cuanto les mande.
" Deben obedecerme los ambiciosos y los intrigantes; y me obedecerán:
" : : : :: No hai aquí, ni habrá mas voz que la mía miéntras yo respire
" con la espada en la mano, &c. &c."
Tal proposicion hace mui poco honor á su autor, íí. ménos que le baste
el que pueda resultarle de ella con perjuicio grál. de todo Venezuela y
la Nueva Granada. Yo no comprehendo sus exajel'ados sentimientos:
010 puedo asegUl'ar que son mui impropios á un Republicano los mani.
festados en e,,;e Congreso; y que debe creerse que sus consultas al su.
premo, no terminaban á otra Cosa que á erguirlo á la Monarquía ó Imperio
en,que se ensayaba. En otra parte he dicho, y rcpito que la educacion
y las pl'e.ocupaciones gobiernan á los hombres; no e fácil á todos tran~
lormar las ideas, ni olvidar las rutinas monárcjuicas en que vejetáron.
Esta ha sido nuestra única y esclusiva desgracia: en vano han trabajado
en Colombia tantos hombres virtuosos: en vano han sido sus esfuerzos.
Los que de lo florido de Venezuela creiamos mas ilustrados, resultaron
mas preocupados y supersticiosos en política y religion: siguiendo su
ejemplo el populacho, ha robustecido con ellos el partido de la tiranía, y
nos hacen la guerra. Muchos de los que han abrazado el de la justicia,
creen que no hai quien pueda libertarnos sino el Griil. Bolivar: al ca-
pricho de este consagran hasta su existencia. La conducta de otro por
arreglada que sea es sospechosa si no criminal. Un gobierno represen-
tativo inútil é innecesario.
No se ocultan estos hechos á vuestro ilustre conocimiento, ni tampoco
que algunos de los que han servido como vasallos, no pueden ser libe-
mies para mandar por si solos. Que la mayor parte de los que obede-
ciéron siempre el yo lo quiero yo lo mando, creen que todos deb-en doblar
la cerviz al despotismo, sin indagar las causas de esta tiranía; en una
palabra: que la monarquía absoluta en que se nutriéron, es en todo con-
traria á las Repúblicas, y á los derechos del hombre que se respetan en
estas, y despedazan en aquellas, venciendo en las primeras la fuerza y la
violencia, y en las otras la razon y la justicia. Por esta es que anhela y
lucha Venezuela -; y por alcanzarla ha sufrido tantos sacrificios y devas-
taciones. Hablo á ese mismo Congreso que ha tenido no pequeña parte
en sus padecimientos trájicos á que lo condujo la confianza y sanas in-
tenciones. Ea pues Señor! bastan ya: hasta cuando hemos de servir
de juguete de las pasiones de los enemigos internos y esternos? i hasta
cuando de ludibrio, escandaloso y admiracion? i hasta cuando hemos de
yacer en el profundo letargo que nos hace indignos de la libertad por que
peleamos? Tiempo es de llacer ver al mundo entero que somos hombres
y no bestias, libres, y no esclavos, republicanos, y no vasallos. Y pues
por un milagro se vé Venezuela con su soberanía que digna yafortuna.
damente representais tocad alarma Señor: confundamos los opresores
para que brillen vuestras luces: no defierais por mas tiempo el goce de
las glorias que el Cielo nos prepara para siempre. Tocad alarma señor,
cierto de que separado el rayo esterminador que las obscurece, no habrá
mas que una voz, que será mueran los tiranos: viva Venezuela: vivan
sus dignos defensores: viva la Roberanía del Pueblo: vivan sus Repre.
sentantes : viva la libertad é independencia: viva la igualdad civil y
política.
Me parece oigo el mormullo de alguno de los espectadores que criti-
cando mi injenuidad, dicen entre sí, no es inviolable la persona del GráI.
Bolivar, por lo mismo debe dar cuenta de su conducta; y todo ciudadano
puede hacer las observaciones que al intento le parezcan necesarias;
pero si lo es la del honorable Zea, y su opinion tan libre en los discursos
ó debates en ese Congreso, que no está sujeta á cargos y reconvencio-
nes; por consiguiente parece se traspasa el órden con las refutaciones
que se le hacen. Satisfago pues: que aunque es inviolable la persona,
no es mas libre su opinion que la mia; y que todo V"u''':¿'Jw.u~~,!;!;
manifestar cuanto le parezca oportuno, para precaveer la rW/laO"lrtllll
tado, no solo con respecto á los sentimientos singulares de .,..r..uoS'nr.",,,"
tantes. sino hasta sohre las resoluciones del mismo
:·H)
Jll aquellos son arbi,fJOS de la vida y suertes de los habitantes, y cada Uliu
vela su conducta, así como ellos velan la de todos . Esto es Rep ública
y no Monarquía: este el baluarte de la felicidad; y esto lo que hace con-
tener á cada uno dentro de sus límites . La inviolabilidad, es re lativa ¡¡
no deber ser juzgado criminalmente por sus dictámenes en el Senado,
aunque atenten contra la causa que se sostiene, como acontece en el pre-
sente caso; pues si se obra de buenu fe segun se ha de suponer su error
será de entendimiento y no de voluntad. El Honorable Zea cree que
instalada esta Asamblea soberana, se aventura la libertad, y que continu-
ando la Dictadura se conservará : pueden ser sanas sus intenciones; pero
esta opinion subversiva, choca contra la esperiencia y la voluntad gral.
de los pueblos; y como no hay por fortuna, habrá mañana por desgracia
quien la siga, se hace indispensable hacer sobre ella los reparos mas
oportunos. Esto es libre,. lícico y permitido en toda República. E llas
tienen sus leyes, para repnmir el abuso de la libertad de escribir, y sus
tribunales de censura donde puede ocurrir el que se sienta agraviado.
Yo en todas partes sostendré mis proposiciones fundadas en hechos noto-
rios y documentos inerrugables. Puede la humillacíon y servilidad gri-
tar, que escribo con sanG"re, y no con tinta: ella es las que producen las
mortales heridas que et despotismo me ha inferido y que tengo abier-
tas: miéntras corra, y exista ese feroz monstruo, Jaemplearé en de-
clamar r.ontra él.
Volvamos al asunto. Desgraciada la parte principal de la confabula-
cion que era reasumir otra vez la autoridad Dictatoria por consentimi-
ento de ese esclarecido Senado; tuvo su efecto la segunda á saber: el
mando de las armas que es un equivalente, pues teniéndolas á su disro-
BiClon, su voluntad será la Sl1prPlTIa ley como hasta el presente; no cons _
ta se le haya conferido; pew á la vez que lo ha pedido, y esto es del
resorte del Poder Ejecutil'o de que se le ha encargado miéntras se nom-
bra. constitucionalmente, de hecho, se lo ha arrogado. Si continúa mau_
(lando el ejercito, temamos las resultas, ya sea como victorioso, que lo
dudo pues nunca lo ha sido, y la fortuna le niega esta gloria, ó ya como
derrotado que es mas probable atendida su táctica y la espel'iencia: de
todos modos la RepúblIca sufrirá en los preciosos momentos de sU reje_
neracion, catástrofes mas horrorosas que las pasadas, y ménos remedia-
hles, pues ellas har:tn infalible su ruina perpetua. Venezuela! Venezu-
ela! que suerte te ha cabido! tan mortal es tu enfermedad como el re-
medio bajo la direccion de este profesor.
:Mi objecto en esta reverente esposicioD, ba sido Señor como dije al
principio, comproour hasta la evidencia que miintras Don Simon Bolil'ar
subsista con mando en Venezuela, sea el que fuere, no se logrará su ZibCltad
é indl'pendencia, CI/anto méllos organizm"se una República. Que sus leyes
conspiran contra ella, y causan irrevocablemente su destruccion. Que es
una farsa hija de las circunstancias la dimision que ha hecho de la sobe-
ranía que usurpaba. Que es capital c: irreconci'iable enemigo de todo gobicr-
710 popularrepresenlati1:o. Que del polvo de la tierra fraguará insurreccio-
nes para recourar su enC7randecimiento. Y en fin: que son tan preca-
rias ~as funciones de e~o~ dignos Representantes de la Nacion, que deben
conSiderarse con un pie en el senado, y otro en los hombros de la in-
triga. que el mas pequ<.'jjo sacudimiento los derribarán, y recibirán Con la
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