Sei sulla pagina 1di 9

Respuesta

frente a los planteamientos y posturas que Luis Felipe Torres me atribuye,


de manera engañosa y falaz, durante el seminario “Povos en Isolamento Voluntario:
Repensando os abordagens antropológicos”, realizado en Río de Janeiro, setiembre
2018
Beatriz Huertas Castillo

beahuertasc@gmail.com
Los días 24 y 25 de setiembre pasado, en Río de Janeiro, se llevó a cabo el seminario
denominado “Povos en Isolamento Voluntario: Repensando os abordagens
antropológicos”. Este fue coorganizado por el Programa de Pos Graduação en
Antropología Social del Museo Nacional/Universidad Federal do Rio de Janeiro, la
Universidad Católica del Perú, Kone Foundation, entre otras instituciones académicas.
Durante el evento, el antropólogo peruano Luis Felipe Torres, alumno de doctorado
del Programa de Posgraduación en Antropología Social del Museo
Nacional/Universidad Federal do Río de Janeiro e integrante del equipo organizador
del seminario, presentó una ponencia sobre su tesis doctoral, titulada: “Isolados e
parentes: uma crônica sobre os Mashco Piro da Amazônia sul peruana”.

Su exposición, de la cual tuve conocimiento hace pocas semanas a través del


internet, donde esta ha sido publicada en versión audiovisual,1 está dedicada a
presentar mi supuesta perspectiva sobre el tema de su tesis doctoral: la relación actual
entre Yines y Mashco Piros del río Las Piedras en Madre de Dios. Hablo de mi
“supuesta perspectiva” porque yo no cuento con ninguna publicación donde aborde
de manera específica dicho tema ni antes ni en la actualidad y tampoco he sido
entrevistada por Torres en ningún momento para brindarle información al respecto.
Entonces, ¿en qué se basa el mencionado expositor para desarrollar su ponencia?
Torres utiliza una cita de un libro que escribí entre 1999 y 2001, centrado en otros
aspectos relacionados a los pueblos en aislamiento del norte de Madre de Dios, para
dar cuenta de lo que considera mi perspectiva actual de su tema de investigación.
Como resultado de ello, construye un planteamiento falaz, anacrónico y contrario a mi
perspectiva del tema. Más grave aún, me atribuye posturas que resultan denigrantes
para el pueblo Yine, los pueblos indígenas en general y para mí.
Considerando las consecuencias que podrían tener en mi imagen y relaciones
con los pueblos indígenas la tergiversación de la información cometida por Torres a lo
largo de casi toda su ponencia, y las cuestionables posturas que me atribuye, además
del hecho que su exposición ha sido publicada en un medio de difusión masiva, como
el internet, me veo en la necesidad de publicar esta carta abierta. En ella, fundamento
detalladamente las razones de mi rechazo a las ideas y posturas que Torres me
atribuye, y llamo la atención sobre la tergiversación de la que no solo mis escritos
vienen siendo objeto, sino de la que también ha recaído en los últimos años sobre el


1
https://www.youtube.com/watch?v=_9ThZVxOY64
enfoque de protección y garantía de los derechos de los pueblos indígenas en
aislamiento, en un aparente intento de dañar la credibilidad de quienes la respaldamos
y ponemos en práctica, y afianzar posturas que podrían vulnerar la integridad y los
derechos de estos pueblos.

Sobre la cita utilizada por Torres para presentar mi perspectiva de su tema de


investigación
La cita en la que Torres se basa para analizar mi supuesta perspectiva de la relación
actual entre Yines y Mashco Piros del río Las Piedras forma parte del libro “Los pueblos
indígenas en aislamiento, su lucha por la sobrevivencia y la libertad” (2002), del que
soy autora. La cita hace referencia a acciones de atracción de indígenas en aislamiento
con fines de evangelización que fueron realizadas por miembros de una comunidad
Yine del río Las Piedras, en Madre de Dios, entre fines de los noventa y el año 2001.
Este hecho es uno de los diversos acontecimientos, registrados entre 1936 y 2001, que
se presentan en esta parte del libro para demostrar la existencia de indígenas en
aislamiento en el norte de Madre de Dios, el sur de Ucayali y el Acre. Aquí, además, se
explica, brevemente, las circunstancias en las que estos eventos se produjeron y las
reacciones que generaron entre los indígenas en aislamiento y la población del
entorno.
El libro mencionado contiene los resultados del estudio antropológico que el
consejo directivo de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes me
encargó realizar en 1999 con el objetivo de demostrar la existencia de pueblos en
aislamiento (entre ellos, los Mashco Piros) en el norte de Madre de Dios y zonas
aledañas, identificar el territorio que ocupaban y aprovechaban, y gestionar ante el
Estado el reconocimiento de sus derechos territoriales2.
De esta manera, la investigación que realicé en Madre de Dios no solo no tuvo
el objetivo de analizar de manera específica la relación entre Yines y Mashco Piros del
río Las Piedras, sino que, además, data de 1999-2001. En consecuencia, al pretender
analizar mi percepción sobre dicha relación en la actualidad, en contraposición con la
suya, en base a un texto de mi autoría que no solo responde a otros objetivos de
investigación, sino que, además, se sitúa temporalmente a inicios de siglo, es decir,
casi dos décadas antes del periodo en que Torres ubica su investigación, este
descontextualiza y tergiversa la información en la que basa su investigación doctoral y
su ponencia.




2
Como resultado de ello, en el año 2002 se estableció la Reserva Territorial de Madre
de Dios a favor de los pueblos indígenas en aislamiento del ámbito.


Sobre pueblos indígenas legítimos e ilegítimos y otros juicios de valor que Torres me
atribuye

No satisfecho con utilizar una premisa engañosa para realizar su análisis, Torres pasa a
interpretarla y afirma lo siguiente durante su ponencia: “aquí la relación (Yine-Mashco
Piro) ha sido explicada en base a la influencia religiosa y estrategias de coacción contra
los Mashco Piro. La adopción de la religión católica o evangélica y el hecho que
trabajen mucho (los Yine) en la extracción de madera han sido las bases de un discurso
que resalta la aculturación de los indios como un pueblo que está perdiendo sus
tradiciones. En contraste, los aislados se convierten en indígenas más vulnerables y por
ende más legítimos”.
En primer lugar, como reitero, en el libro citado no pretendo explicar la relación
Yine-Mashco Piro, sino demostrar la existencia de estos últimos, su procedencia,
ocupación territorial y situación frente a las amenazas. En segundo lugar, ni la
investigación contenida en el libro ni ninguna otra que yo haya realizado a lo largo de
mis más de veinte años de trayectoria presenta comparaciones que expresen o
impliquen juicios de valor respecto a los pueblos indígenas. En consecuencia, no
existen libros, artículos, conferencias ni ningún otro tipo de documentación, de mi
autoría, que resalte lo que Torres llama “la aculturación de los indios” (en referencia a
los Yine) frente a una supuesta mayor “legitimidad de los pueblos aislados”, ni nada
por el estilo. Si Torres me hubiera entrevistado para realizar su investigación, sabría
que, según mi opinión, el ser indígena no depende de la condición social, económica o
religiosa de una persona, sino de cómo esta se reconoce o identifica en términos de
pertenencia a una colectividad indígena.
En su ponencia, Torres también fuerza, sin sustentar, una relación entre
“vulnerabilidad y legitimidad” para atribuirme comparaciones inapropiadas entre
pueblos indígenas, cuando, en realidad, según mi parecer, no existe tal relación. La
vulnerabilidad, tal como yo la abordo, está referida a la sensibilidad de los pueblos en
aislamiento en términos inmunológicos, socioculturales, territoriales y políticos y, a
partir de ahí, la necesidad de adoptar políticas públicas y mecanismos de prevención y
protección que garanticen su integridad y continuidad sociocultural. Existe una amplia
bibliografía sobre el tema, que incluye textos de mi autoría, de otros antropólogos, y
normas nacionales e internacionales, que puede ser consultada para entender a
cabalidad de qué estamos hablando.
En conclusión, es falso que yo haya resaltado determinadas características de
los pueblos indígenas referidos para realizar comparaciones que terminan denigrando
a unos frente a otros. Es Torres el único que plantea tales comparaciones y me las
atribuye, y lo hace en mi ausencia y ante los representantes del pueblo que resultaría
agraviado por ellas, a quienes el mencionado antropólogo y los organizadores del
evento invitaron al seminario.

Sobre las supuestas consecuencias, señaladas por Torres, de lo que llama “discurso”
de rechazo a las acciones de atracción de indígenas en aislamiento con fines de
evangelización en la legitimidad de la ocupación de tierras y la criminalización de los
Yine
Después de hacer referencia a una segunda cita del libro, en la que señalo la respuesta
de la organización indígena regional de Madre de Dios, en el año 2001, frente a las
acciones de atracción de indígenas en aislamiento con fines evangélicos, realizadas por
miembros de la comunidad señalada; específicamente, su advertencia de los posibles
efectos que estas acciones podían tener sobre la población en aislamiento y el inicio de
acciones judiciales si estas continuaban, Torres dice: “para los Yine ese discurso ha
tenido consecuencias en la legitimidad de la ocupación de sus tierras y en la
criminalización de sus acciones”.

Para que Torres pudiera entender mejor las razones de la posición adoptada
por los líderes y lideresas de la organización indígena regional de Madre de Dios frente
a las acciones de atracción de indígenas en aislamiento con fines religiosos, y a partir
de ahí hacer un análisis más riguroso, tendría que haberlos entrevistado y haber leído
los numerosos artículos, comunicados, informes y pronunciamientos emitidos por la
organización en el periodo al que corresponden los hechos tratados; sin embargo, eso
no ocurrió.

De mi parte, puedo señalar que en ese entonces (fines de los noventa e inicios
del 2000), las amenazas contra los pueblos en aislamiento del norte de Madre de Dios
y zonas adyacentes (Ucayali y Acre) alcanzaron su punto más álgido. Su territorio fue
casi totalmente invadido por madereros, mientras que miembros de diversas iglesias
evangélicas iban tras ellos con fines de atracción, establecimiento de interacciones
permanentes y evangelización. En consecuencia, los encuentros y actos hostiles entre
foráneos e indígenas en aislamiento se incrementaron exponencialmente,
produciéndose, inclusive, muertes en ambos lados. A la vez, funcionarios de la
Fundación Nacional del Indio, de Brasil, nos informaban sobre la intensificación de
actos hostiles de indígenas en aislamiento procedentes de Perú contra miembros de
aldeas indígenas del lado brasileño de la frontera, considerando la posibilidad de que
estos hechos estuvieran relacionados a presiones externas sobre estos pueblos y sus
territorios.
En aquel entonces, el consejo directivo de la organización indígena regional
estaba conformado mayormente por miembros de pueblos indígenas que tras el
contacto forzado por misioneros y militares a mediados de siglo, perdieron, según sus
propios líderes, a más del 90% de su población debido a la expansión de enfermedades
y la agudización de los conflictos. Esta misma suerte había corrido la mayor parte de
los pueblos indígenas de Madre de Dios, como consecuencia de procesos similares,
mientras que en el momento de la elaboración del libro de mi autoría, citado por
Torres, se tenía presente la, en ese momento, reciente tragedia vivida por pueblos
como los Nahuas, Matsiguenkas, Chitonahua y otros pueblos en aislamiento de las
cuencas del Urubamba, Manu y Yurúa. Estos perdieron a gran parte de su población
como resultado de la expansión de enfermedades tras las acciones sistemáticas de
contacto forzado, donde grupos religiosos tuvieron un papel fundamental, junto a
madereros y operadores de empresas petroleras.
La historia había demostrado lo letales que pueden ser las acciones de
atracción y contacto forzado de indígenas en aislamiento, y fue esa realidad, la historia
propia, junto a la convicción de hacer respetar el derecho de estos pueblos a decidir
sobre sus formas de vida y nivel de interacción con la sociedad envolvente, los que
llevaron a los dirigentes de la organización indígena regional de ese entonces a tomar
acciones en su defensa.
- Es falso que se haya criminalizado a la población Yine

En efecto, es falso que la posición de la organización indígena regional de Madre de


Dios en defensa de los pueblos en aislamiento haya tenido consecuencias en términos
de criminalización de la población Yine local. Por el contrario, la comunicación
establecida entre ambas partes, en ese contexto, conllevó diálogos más fluidos y
profundos, que derivaron en el compromiso de los miembros de la comunidad Yine de
desempeñar un papel de vigilancia y protección territorial de los pueblos en
aislamiento. Este compromiso se cristalizó inicialmente en el establecimiento de un
sistema de vigilancia a través del cual mantenían informada a la organización indígena
regional sobre cualquier amenaza que afectara a los pueblos en aislamiento o a la
propia comunidad (2003). Con esta información, los dirigentes y quienes
conformábamos el equipo técnico de la organización procedíamos a realizar gestiones
ante el Estado para frenar las amenazas. Poco después (2006) se construyó en la
comunidad un puesto de control y vigilancia, cuyo funcionamiento estuvo a cargo de
sus miembros más preparados en el manejo de situaciones de riesgo que involucraran
a indígenas en aislamiento. Hoy, los líderes y lideresas de la comunidad son las
personas más experimentadas a nivel nacional en el manejo de ese tipo de situaciones
e, inclusive, han sido contratados por el Ministerio de Cultura con ese fin, mientras que
su comunidad es visitada por funcionarios de diferentes países para conocer su exitosa
experiencia.

Como se puede apreciar, contrariamente a lo señalado por Torres, las tensiones


iniciales entre la organización indígena regional y la comunidad Yine no implicaron la
criminalización de las acciones de esta última, sino que revirtieron en una de las más
exitosas experiencias de protección de pueblos en aislamiento que ha habido a nivel
nacional.

- Es falso que se haya habido consecuencias a nivel de legitimidad territorial de


la comunidad Yine
Como las anteriores, la afirmación que hace Torres sobre consecuencias a nivel de
legitimidad territorial de la comunidad Yine también es falsa y, además, contraria a lo
que realmente ocurrió. El proceso de establecimiento de la Reserva Territorial de
Madre de Dios para los pueblos en aislamiento del norte del departamento, que fue
fundamentado a través de la investigación que estuvo a mi cargo, y cuyos resultados
están contenidos en el libro citado por Torres, también contribuyó a visibilizar la
existencia de la comunidad indígena Monte Salvado. La organización indígena regional
y la comunidad habían llegado a un acuerdo de trabajar juntas en la protección de los
pueblos en aislamiento del río Las Piedras y, paralelamente, realizar las gestiones para
lograr el saneamiento físico y legal de la comunidad. De esta manera, tanto la Reserva
como la comunidad fueron establecida y reconocida oficialmente al mismo tiempo
(2002).


El falaz discurso final de Torres

Torres concluye su ponencia con la siguiente frase: “Es verdad que los Yine de Monte
Salvado pertenecen a una iglesia evangélica y es también verdad que ellos le han dado
muchas cosas a los Mashco Piros en diferentes ocasiones, pero creer que el interés de
los Yine por contactar a los Mashco Piros es solo el deseo de evangelizarlos y que los
Mashco Piros han sido forzados a entrar en ese juego de intercambios, es una
explicación que no considera varios factores y una situación mucho más compleja…”.

Contrariamente a lo que señala Torres, yo no creo que en la actualidad los Yine


de Monte Salvado estén interesados en contactar a los Mashco Piro para
evangelizarlos y menos aún que realicen acciones en ese sentido. Como lo he señalado
líneas arriba, desde el 2002, fecha de publicación del libro de mi autoría, hasta la
actualidad la relación entre ambas partes ha cambiado. Esta se caracteriza por el
respeto de la población Yine hacia los Mashco Piros del río Las Piedras y su forma de
vida (el aislamiento), y por el consecuente desarrollo de cierto nivel de confianza de
estos últimos hacia los Yine. El freno de la invasión maderera y de las acciones de
atracción con fines de evangelización de estos pueblos, a los que los propios Yine del
río Las Piedras, la organización indígena regional y varios otros contribuimos en los
primeros años de la década del 2000, han permitido devolver la tranquilidad a este
pueblo, que, aunque hoy afronta otros peligros, en términos generales vive en mejores
condiciones que hace veinte años. Esto explicaría su cambio de actitud hacia los Yine
de Monte Salvado que, si bien es cierto, se caracteriza por el mantenimiento de su
renuencia al establecimiento de interacciones sostenidas con ellos y otras personas,
también expresa algún nivel de confianza en medio de la tensión que los encuentros,
entre ambos grupos, inevitablemente genera.

En tal sentido, nuevamente, rechazo la percepción que Torres me atribuye en


su ponencia e investigación doctoral sobre la relación Yine - Mashco Piro en la
actualidad, por ser falsa.
La investigación realizada por Torres y expuesta en el Seminario “Povos en
Isolamento Voluntario: Repensando os abordagens antropológicos” (Río de Janeiro,
setiembre de 2018) puede ser utilizada como un ejemplo de lo que no se debe hacer
cuando se realiza una investigación antropológica. De otro lado, dar espacio y difusión
a ponencias como la mencionada, no solo carentes de ética y rigor académico, sino
que, además, estarían direccionadas a dañar la imagen de determinadas personas, solo
valida estas negativas actitudes y prácticas.

De la tergiversación de citas a la de enfoques: una práctica que se ha vuelto común


en el tratamiento de los pueblos en aislamiento
El libro de mi autoría, citado por Torres, no solo contiene los fundamentos
antropológicos de lo que fue la propuesta de reconocimiento territorial de los pueblos
en aislamiento del norte de Madre de Dios, sino que, además, junto a investigaciones
de otros autores, desarrolla aspectos que pasaron a formar parte de los fundamentos
del enfoque de protección y garantía de derechos de los pueblos en aislamiento,
promovido por las organizaciones indígenas desde los años noventa.
En los últimos años, antropólogos de universidades peruanas y extranjeras han
venido cuestionando este enfoque dirigido a promover la protección de los pueblos en
aislamiento en base a la garantía de sus derechos fundamentales, como la
autodeterminación y el territorio. Para ello, han acudido sistemáticamente a los
medios de comunicación y han organizado reuniones y seminarios, donde solo ellos
han tenido la posibilidad de expresar sus planteamientos y críticas, desde la tribuna, en
medio de la ausencia de personas representativas del enfoque que vienen
cuestionando. El principal resultado de este tipo de eventos es el posicionamiento de
los planteamientos de quienes los promueven, frente a la confusión, sorpresa y,
muchas veces, rechazo, que la tergiversación de las propuestas que consideran
distintas u opuestas provoca entre el público ¿En qué medida esta especie de
monólogos ayudan a construir planteamientos serios, que contribuyan a mejorar el
tratamiento de la situación de los pueblos en aislamiento?
Por ejemplo, los críticos del enfoque de protección y garantía de derechos de
pueblos en aislamiento lo han reducido únicamente a lo que llaman la estrategia del
“no contacto” o “leave them alone” (“déjenlos solos”) y le han atribuido percepciones
en las que el aislamiento es realzado, “fetichizado”, admirado exageradamente o,
como alega Torres, vinculado a cuestiones de legitimidad como pueblos indígenas. En
contraposición, se ha planteado la estrategia del “contacto controlado”, “planes
especiales de atención” y otras iniciativas similares, como la mejor opción para
proteger a estos pueblos. Según la propuesta del “contacto controlado”, los gobiernos
deberían iniciar el “contacto” con los pueblos en aislamiento, una vez formulado un
plan bien organizado, con una estrategia de atención médica eficaz.3 No se toma en
cuenta los efectos que dichas políticas o prácticas han tenido históricamente sobre los

3
Walker, Robert y Hill, Kim, 2015, “Protecting isolated tribes”, Science 5, junio,
(http://science.sciencemag.org/content/348/6239/1061)
pueblos indígenas, llevando a muchos de ellos a la extinción o al riesgo de desaparecer
debido a la expansión de enfermedades, muertes, conflictos y pérdida territorial,
realidad de varios pueblos indígenas en el Perú en la actualidad. A la vez, el hecho de
tomar la iniciativa de ir en busca y establecer relaciones directas y sostenidas con
pueblos en aislamiento, vulnera su derecho a la autodeterminación o a decidir sobre
sus formas de vida y nivel de interacción con el entorno. Al pretender impulsar un
proceso de interacción sostenida para poner a los pueblos en aislamiento bajo
observación o “protección”, lo cual implica necesariamente su nucleación, la propuesta
del contacto controlado afecta, además, el derecho de estos pueblos a su territorio,
base material e inmaterial de su existencia, y por ende, de su alimentación, salud,
organización social, política, etc.
Contrariamente, el enfoque de protección y garantía de derechos, que, como se
verá, es mucho más de lo que se viene difundiendo tendenciosamente, consiste, de un
lado, en promover el respeto a la forma de vida y decisión de los pueblos en
aislamiento de limitar sus interacciones con el entorno y, de otro, en generar las
condiciones apropiadas para que, si se produjera un incremento de las interacciones
por voluntad propia de estos pueblos, estas no desencadenen los negativos impactos
que suelen tener sobre su salud, forma de vida, territorios y continuidad sociocultural.
Paralelamente, se fundamenta y gestiona el reconocimiento legal y la protección
efectiva de sus territorios, habiéndose elaborado una metodología de investigación
basada en la recopilación de información de manera indirecta y en los poblados
circundantes, respetando así el aislamiento como forma de vida y protegiendo la
integridad de estos pueblos. Asimismo, con participación protagónica de las
poblaciones locales, se formulan e implementan mecanismos de prevención y
protección ante la posibilidad que se produzcan interacciones, forzadas o no, y sus
consecuencias. Para ello, con la misma metodología de investigación indirecta, se
analiza el tipo de relaciones mantenidas entre pueblos en aislamiento y la población
del entorno. Estas son solo algunas líneas de acción del enfoque de protección y
garantía de derechos de pueblos en aislamiento, promovido en Perú desde hace tres
décadas por organizaciones indígenas, organizaciones no gubernamentales,
especialistas, etc.

De esta manera, se vienen construyendo y difundiendo una serie de mitos en


torno al enfoque de protección y garantía de derechos de pueblos en aislamiento, en
varios casos, con el afán de justificar propuestas con las que se busca flexibilizar los
principios y estándares de protección de estos pueblos, al parecer, con fines de
investigación académica. Estas propuestas también favorecen el interés de los
gobiernos en disponer de los territorios habitados por estos pueblos para la
explotación de los recursos existentes en ellos y la promoción de proyectos de
inversión.

Es necesario que las instituciones académicas adopten políticas y establezcan


códigos de ética y protocolos dirigidos a abordar con honestidad académica,
responsabilidad política y respeto a los derechos fundamentales, la situación de los
pueblos en aislamiento.


Lima, 15 de enero de 2019

Potrebbero piacerti anche