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beahuertasc@gmail.com
Los días 24 y 25 de setiembre pasado, en Río de Janeiro, se llevó a cabo el seminario
denominado “Povos en Isolamento Voluntario: Repensando os abordagens
antropológicos”. Este fue coorganizado por el Programa de Pos Graduação en
Antropología Social del Museo Nacional/Universidad Federal do Rio de Janeiro, la
Universidad Católica del Perú, Kone Foundation, entre otras instituciones académicas.
Durante el evento, el antropólogo peruano Luis Felipe Torres, alumno de doctorado
del Programa de Posgraduación en Antropología Social del Museo
Nacional/Universidad Federal do Río de Janeiro e integrante del equipo organizador
del seminario, presentó una ponencia sobre su tesis doctoral, titulada: “Isolados e
parentes: uma crônica sobre os Mashco Piro da Amazônia sul peruana”.
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https://www.youtube.com/watch?v=_9ThZVxOY64
enfoque de protección y garantía de los derechos de los pueblos indígenas en
aislamiento, en un aparente intento de dañar la credibilidad de quienes la respaldamos
y ponemos en práctica, y afianzar posturas que podrían vulnerar la integridad y los
derechos de estos pueblos.
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Como resultado de ello, en el año 2002 se estableció la Reserva Territorial de Madre
de Dios a favor de los pueblos indígenas en aislamiento del ámbito.
Sobre pueblos indígenas legítimos e ilegítimos y otros juicios de valor que Torres me
atribuye
No satisfecho con utilizar una premisa engañosa para realizar su análisis, Torres pasa a
interpretarla y afirma lo siguiente durante su ponencia: “aquí la relación (Yine-Mashco
Piro) ha sido explicada en base a la influencia religiosa y estrategias de coacción contra
los Mashco Piro. La adopción de la religión católica o evangélica y el hecho que
trabajen mucho (los Yine) en la extracción de madera han sido las bases de un discurso
que resalta la aculturación de los indios como un pueblo que está perdiendo sus
tradiciones. En contraste, los aislados se convierten en indígenas más vulnerables y por
ende más legítimos”.
En primer lugar, como reitero, en el libro citado no pretendo explicar la relación
Yine-Mashco Piro, sino demostrar la existencia de estos últimos, su procedencia,
ocupación territorial y situación frente a las amenazas. En segundo lugar, ni la
investigación contenida en el libro ni ninguna otra que yo haya realizado a lo largo de
mis más de veinte años de trayectoria presenta comparaciones que expresen o
impliquen juicios de valor respecto a los pueblos indígenas. En consecuencia, no
existen libros, artículos, conferencias ni ningún otro tipo de documentación, de mi
autoría, que resalte lo que Torres llama “la aculturación de los indios” (en referencia a
los Yine) frente a una supuesta mayor “legitimidad de los pueblos aislados”, ni nada
por el estilo. Si Torres me hubiera entrevistado para realizar su investigación, sabría
que, según mi opinión, el ser indígena no depende de la condición social, económica o
religiosa de una persona, sino de cómo esta se reconoce o identifica en términos de
pertenencia a una colectividad indígena.
En su ponencia, Torres también fuerza, sin sustentar, una relación entre
“vulnerabilidad y legitimidad” para atribuirme comparaciones inapropiadas entre
pueblos indígenas, cuando, en realidad, según mi parecer, no existe tal relación. La
vulnerabilidad, tal como yo la abordo, está referida a la sensibilidad de los pueblos en
aislamiento en términos inmunológicos, socioculturales, territoriales y políticos y, a
partir de ahí, la necesidad de adoptar políticas públicas y mecanismos de prevención y
protección que garanticen su integridad y continuidad sociocultural. Existe una amplia
bibliografía sobre el tema, que incluye textos de mi autoría, de otros antropólogos, y
normas nacionales e internacionales, que puede ser consultada para entender a
cabalidad de qué estamos hablando.
En conclusión, es falso que yo haya resaltado determinadas características de
los pueblos indígenas referidos para realizar comparaciones que terminan denigrando
a unos frente a otros. Es Torres el único que plantea tales comparaciones y me las
atribuye, y lo hace en mi ausencia y ante los representantes del pueblo que resultaría
agraviado por ellas, a quienes el mencionado antropólogo y los organizadores del
evento invitaron al seminario.
Sobre las supuestas consecuencias, señaladas por Torres, de lo que llama “discurso”
de rechazo a las acciones de atracción de indígenas en aislamiento con fines de
evangelización en la legitimidad de la ocupación de tierras y la criminalización de los
Yine
Después de hacer referencia a una segunda cita del libro, en la que señalo la respuesta
de la organización indígena regional de Madre de Dios, en el año 2001, frente a las
acciones de atracción de indígenas en aislamiento con fines evangélicos, realizadas por
miembros de la comunidad señalada; específicamente, su advertencia de los posibles
efectos que estas acciones podían tener sobre la población en aislamiento y el inicio de
acciones judiciales si estas continuaban, Torres dice: “para los Yine ese discurso ha
tenido consecuencias en la legitimidad de la ocupación de sus tierras y en la
criminalización de sus acciones”.
Para que Torres pudiera entender mejor las razones de la posición adoptada
por los líderes y lideresas de la organización indígena regional de Madre de Dios frente
a las acciones de atracción de indígenas en aislamiento con fines religiosos, y a partir
de ahí hacer un análisis más riguroso, tendría que haberlos entrevistado y haber leído
los numerosos artículos, comunicados, informes y pronunciamientos emitidos por la
organización en el periodo al que corresponden los hechos tratados; sin embargo, eso
no ocurrió.
De mi parte, puedo señalar que en ese entonces (fines de los noventa e inicios
del 2000), las amenazas contra los pueblos en aislamiento del norte de Madre de Dios
y zonas adyacentes (Ucayali y Acre) alcanzaron su punto más álgido. Su territorio fue
casi totalmente invadido por madereros, mientras que miembros de diversas iglesias
evangélicas iban tras ellos con fines de atracción, establecimiento de interacciones
permanentes y evangelización. En consecuencia, los encuentros y actos hostiles entre
foráneos e indígenas en aislamiento se incrementaron exponencialmente,
produciéndose, inclusive, muertes en ambos lados. A la vez, funcionarios de la
Fundación Nacional del Indio, de Brasil, nos informaban sobre la intensificación de
actos hostiles de indígenas en aislamiento procedentes de Perú contra miembros de
aldeas indígenas del lado brasileño de la frontera, considerando la posibilidad de que
estos hechos estuvieran relacionados a presiones externas sobre estos pueblos y sus
territorios.
En aquel entonces, el consejo directivo de la organización indígena regional
estaba conformado mayormente por miembros de pueblos indígenas que tras el
contacto forzado por misioneros y militares a mediados de siglo, perdieron, según sus
propios líderes, a más del 90% de su población debido a la expansión de enfermedades
y la agudización de los conflictos. Esta misma suerte había corrido la mayor parte de
los pueblos indígenas de Madre de Dios, como consecuencia de procesos similares,
mientras que en el momento de la elaboración del libro de mi autoría, citado por
Torres, se tenía presente la, en ese momento, reciente tragedia vivida por pueblos
como los Nahuas, Matsiguenkas, Chitonahua y otros pueblos en aislamiento de las
cuencas del Urubamba, Manu y Yurúa. Estos perdieron a gran parte de su población
como resultado de la expansión de enfermedades tras las acciones sistemáticas de
contacto forzado, donde grupos religiosos tuvieron un papel fundamental, junto a
madereros y operadores de empresas petroleras.
La historia había demostrado lo letales que pueden ser las acciones de
atracción y contacto forzado de indígenas en aislamiento, y fue esa realidad, la historia
propia, junto a la convicción de hacer respetar el derecho de estos pueblos a decidir
sobre sus formas de vida y nivel de interacción con la sociedad envolvente, los que
llevaron a los dirigentes de la organización indígena regional de ese entonces a tomar
acciones en su defensa.
- Es falso que se haya criminalizado a la población Yine
El falaz discurso final de Torres
Torres concluye su ponencia con la siguiente frase: “Es verdad que los Yine de Monte
Salvado pertenecen a una iglesia evangélica y es también verdad que ellos le han dado
muchas cosas a los Mashco Piros en diferentes ocasiones, pero creer que el interés de
los Yine por contactar a los Mashco Piros es solo el deseo de evangelizarlos y que los
Mashco Piros han sido forzados a entrar en ese juego de intercambios, es una
explicación que no considera varios factores y una situación mucho más compleja…”.
Lima, 15 de enero de 2019