Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
CAPÍTULO XXXIII
INTRODUCCIÓN
336
CAPÍTULO XXXIII: TRAUMA POR EXPLOSIONES Y BOMBAS
la tensión local, lo que produce estallidos, im- Fractura y dislocación de huesecillos: las le-
plosiones y destrucción de células y tejidos. siones más comunes son fractura del mango
Esto explica por que la explosión compromete del martillo y dislocación del estribo. Esto pue-
principalmente órganos que contienen gas en de originar sordera parcial o permanente, tinni-
su interior (oído, pulmón tracto gastrointes- tus y vértigo.
tinal).
Sistema pulmonar: responsable de la mayor
Lesión secundaria. Se presenta cuando la morbilidad y mortalidad en estos pacientes.
onda dinámica pone en movimiento diversos La onda explosiva genera ruptura de alvéolos,
objetos y fragmentos que se convierten en pro- disrupción perivascular y peribronquial con he-
yectiles y causan trauma penetrante. El gra- morragias alveolares, colapso de unidades
do de penetración depende de la masa y la ventilatorias, alteraciones que llevan a hipoxia
distancia a la que se encuentre la víctima. e insuficiencia ventilatoria aguda. Debido a la
disrupción alveolar y vascular pueden origi-
Lesión terciaria. Esta lesión se produce por narse fístulas alvéolo-venosas que producen
el desplazamiento de la víctima cuando es im- embolismo aéreo, hecho que incrementa la
pactada por la onda explosiva, haciéndola mortalidad. La disrupción de la pleura y del
chocar contra otras estructuras y causándole pulmón origina neumotórax, que de no ser
múltiples lesiones. La magnitud de éstas de- reconocido en forma precoz puede evolucio-
pende de la aceleración alcanzada y del efecto nar a neumotórax a tensión, colapso vascular
de desaceleración al impacto. y muerte.
Lesiones mixtas. Otro tipo de lesiones que Con la anterior consideración, es recomenda-
ocurren en las víctimas por explosión son: ble el paso de un tubo de tórax en forma profi-
láctica en pacientes con lesión pulmonar por
• Quemaduras flash. onda explosiva. Las víctimas con lesión pul-
• Quemaduras por llama. monar desarrollan síndrome de dificultad res-
• Inhalación de humo y gases tóxicos. piratoria del adulto (SDRA) en las prime-
• Síndrome de aplastamiento. ras 24-48 horas. Típicamente, las radiografías
• Estrés post traumático. muestran un patrón de infiltrados en ala de
mariposa o infiltrados difusos denominados
“tormenta de nieve”, que reflejan el grado de
LESIONES PRIMARIAS hemorragia y contusión pulmonar.
Las lesiones primarias comprometen princi-
palmente órganos que contienen gas. Tracto gastrointestinal: las lesiones en este
sistema no son tan frecuentes; el modo de
Sistema auditivo: el efecto de la alta presión presentación corresponde a hemorragias in-
sobre el oído origina perforación del tímpano, testinales, hemorragias en el mesenterio y, en
generalmente de la parte antero-inferior de la algunas ocasiones, perforación a nivel de cie-
pars tensa, hallazgo que debe buscarse en go, colon o íleon distal (debido a su alto con-
todas las víctimas. En 80% de los casos la tenido de gas). Las perforaciones general-
lesión cicatriza en forma espontánea. mente se presentan 24-48 horas después de
la explosión, por lo cual se debe mantener un
Alteraciones cocleares: ruptura del órgano de alto índice de sospecha en este tipo de pa-
Corti. cientes.
337
GUÍAS PARA MANEJO DE URGENCIAS
Amputaciones traumáticas: las amputaciones ción. El personal tiene las siguientes res-
traumáticas son un indicador de mal pronós- ponsabilidades:
tico. En experiencias como las de Israel, la
amputación traumática se relacionó con una a. Establecer el número de víctimas.
tasa de mortalidad inmediata hasta de 11%. b. Categorizar el tipo y la gravedad de las
lesiones.
Causas de muerte inmediata: durante el aten- c. Reanimación de los casos críticos.
tado contra el DAS en Colombia, en 42 infor- d. Definir quiénes deben ser remitidos y a
mes de autopsia se encontraró estallido aór- qué tipo de hospital.
tico, laceraciones cardiacas, contusión pulmo- e. Definir el método de transporte.
nar masiva, ruptura de tráquea, fracturas se-
veras de alta conminución, compromiso de co- La experiencia Israelí, la cual ha sido com-
lumna y pelvis y amputaciones traumáticas. probada en nuestro medio, describe que una
En otros reportes (Frykberg 2002) se encon- vez sucede el evento se observan cuatro
tró que la lesión del sistema nervioso central fases:
era la más común.
1. Fase de caos: corresponde a los prime-
ros 25 minutos; se caracteriza por falta de
ATENCIÓN PREHOSPITALARIA orden y liderazgo. Los pacientes que pue-
den transportarse por si mismos se dirigen
Este tipo de atentados produce un gran nú- a los hospitales más cercanos, lo cual hace
mero de víctimas que sobrepasa la capaci- que los centros reciban primero los pacien-
dad de los sistemas médicos de atención. La tes con lesiones menos severas, congestio-
clave para obtener la mínima pérdida de vi- nando los servicios de urgencias.
das y disminuir la morbilidad se encuentra en 2. Fase de organización: probablemente la
la clasificación o triage que se realice en la más importante para el manejo de los pa-
escena, con el fin de identificar aquellos pa- cientes con lesiones graves. Usualmente du-
cientes que deben ser evacuados en forma ra 60 minutos, dependiendo de la magnitud
urgente a los centros médicos especializados. del evento. Las autoridades médicas, pa-
Tradicionalmente, existen dos métodos en la ramédicas y policiales aseguran el área, rea-
atención primaria de desastres que se han lizan rescate, triage y evacuación de acuer-
extrapolado a este tipo de situación: do con el grado de severidad de las víctimas.
1. Transporte inmediato a los centros hos- 3. Fase de extricación y evacuación: esta
pitalarios: es el más común; el triage se fase puede durar de 100 a 180 minutos,
realiza en el centro hospitalario al ingreso según el número de víctimas que se en-
de los pacientes. Tiene como desventaja cuentren atrapadas bajo los escombros y
el desconocimiento de las entidades recep- la dificultad en su rescate.
toras sobre el número y el tipo de pacientes.
4. Fase tardía: termina cuando se ha estable-
2. Triage y reanimación en la escena: se cido que no hay más víctimas por identifi-
requiere la presencia de personal médico car, y generalmente dura de 24 a 48 horas.
y paramédico especializado en el manejo
de la emergencia. Debe contar con adecua- Los dos métodos de atención primaria se com-
dos sistemas de transporte y de comunica- plementan, y realmente el triage y la reani-
338
CAPÍTULO XXXIII: TRAUMA POR EXPLOSIONES Y BOMBAS
mación en la escena sólo se cumplen a partir • Pacientes con sospecha de lesión prima-
de la segunda fase. ria a nivel pulmonar o gastrointestinal.
• Pacientes con trauma craneoencefálico o
raquimedular.
ATENCIÓN EN LOS CENTROS • Pacientes con quemaduras.
HOSPITALARIOS • Pacientes con agitación psicomotora.
Triage. Debe ser realizado en el sitio de arri- Esta clasificación permite definir qué pacien-
bo de las ambulancias, por el personal médi- tes requieren cirugía inmediata, cuáles deben
co más experimentado en el manejo de emer- ir a una unidad de cuidado intensivo, en quié-
gencias, por lo general un cirujano. Tradicio- nes se debe hacer interconsulta con otras es-
nalmente, los pacientes se han clasificado en pecialidades y/o cuáles deben ser trasladados
cuatro categorías: a otros centros, con el fin de optimizar el uso
de los recursos tanto físicos como humanos
1. Pacientes con trauma severo, que requie- del centro hospitalario.
ren hospitalización.
2. Pacientes con trauma leve, que requieren Los procedimientos prioritarios de reanimación
hospitalización por riesgo de complicacio- incluyen:
nes o condiciones asociadas.
3. Pacientes con trauma leve que no requie- 1. Manejo de vía aérea y ventilación mecánica.
ren hospitalización. 2. Toracostomías bilaterales profilácticas en
4. Pacientes no recuperables. pacientes con insuficiencia ventilatoria agu-
da y sospecha de lesión primaria pulmonar.
Nuestra institución, centro receptor de trauma 3. Inmunización contra tétanos.
militar, clasifica los pacientes en dos catego- 4. Ecografía abdominal.
rías: pacientes urgentes y no urgentes. Esto 5. TAC en pacientes con sospecha de trau-
ha permitido la valoración de todas las vícti- ma craneoencefálico.
mas que ingresan y mejorar la distribución por
áreas en urgencias, evitando la congestión y
utilizando en forma óptima los recursos. PACIENTES NO URGENTES
339
GUÍAS PARA MANEJO DE URGENCIAS
• Valoración por oftalmología. a time of fear. Arch Intern Med 2002; 162:1809-
• Valoración por otorrinolaringología. 1813.
• Profilaxis antitetánica. 7. Hirshberg B, Oppenheim-Eden A, Pizov R,
Sklair-Levy M. Recovery from blast lung injury.
• Heridas lavadas, desbridadas y manejadas
Chest 1999; 116:1683-1688.
en forma abierta. 8. Hogan D. Waeckerle J, Dire D. Emergency
• Valoración y consejería por psiquiatría. Department impact of the Oklahoma City ter-
rorist bombing. Ann Emerg Medicine 1999;
Colombia, país expuesto a atentados terroris- 34:160-167.
tas, debe desarrollar en sus centros hospita- 9. Leibovici D, Stein M, Gofrit ON, Shapira SC,
larios, de acuerdo a sus recursos, un plan de Noga Y. Blast injuries: bus vs. open air bomb-
emergencia para la atención de desastres que ing. A comparative study of open injuries in sur-
vivors open-air versus confined-space explo-
debe ser probado por lo menos con dos simu-
sions. J Trauma 1996; 41:1030-1035.
lacros al año. 10. Meade P, Mirocha J. Civilian landmine injuries
in Sri Lanka. J Trauma 2000; 48:735-739.
11. North C, Nixon S, Shariat S, et al. Psychiatric
disorders among survivors of the Oklahoma
LECTURAS RECOMENDADAS City bombing. JAMA 1999; 282:755-762.
12. Paran H, Neufel D, Shwartz I, et al. Perfora-
1. Biancolini C, Del Bosco C. Argentine Jewish tion of terminal ileum induced by blast injury. J
community institution bomb Explosion. J Trauma Trauma 1996; 40:472-475.
1999; 47:728-732. 13. Roberto M, Hamernik RP. Damage to the au-
2. Cernak I, Savic J, Ignjatovic D, Jevtic M. Blast ditory system associated with acute blast
injury from explosive munitions. J Trauma 1999; trauma. Ann Otol Rhinol Laryngol 1989;
47:96-103. 140:23-34.
3. Cernak I, Savic J, Zunic G. Recognizing, scoring 14. Sabri A, Erler K, Gur E, Solakoglu C. Below-
and predicting blast injuries. World J Surg 1999; knee amputations as a result of land-mine in-
23:44-53. juries. J Trauma 1999; 47:724-727.
4. Cooper GJ, Maynard RL, Cross NL, Hill JF. 15. Stein M, Hirshberg A. Medical consequences of
Casualties from terrorism bombings. J Trauma terrorism. Surg Clin North Am 1999; 79:1537-1552.
1983; 23:955-967. 16. Wolf YG, Rivkind A. Vascular trauma in high-velocity
5. Frykberg ER. Medical management of disasters gunshot wounds and shrapnel-blast injuries in Is-
and mass casualties from terrorist bombings: how rael. Surg Clin North Am 2002; 82:237-244.
can we cope? J Trauma 2002; 53:201-212. 17. Varkey P, Poland GA, Cockerill FR 3rd, Smith TF,
6. Hassett AL, Sigal LH. Unforeseen consequences Hagen PT. Confronting bioterrorism: physicians on
of terrorism: medically unexplained symptoms in the front line. Mayo Clin Proc 2002; 77:661-672.
340