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NOMBRE:
CARLA ALEXANDRA URGILES PAZMIÑO
TORRES RIOFRIO ALEX JAVIER
EPIDEMIOLOGÍA
Se considera que solo 20% a 30% de las mujeres que se automedican por cándida, en realidad sí
la tienen. La paciente suele tener un flujo autolimitado y ella concluirá erróneamente que tiene
una recurrencia mensual del problema original. Las molestias incluso podrían ser similares: flujo,
prurito, eritema, etc. Se estima que más del 40% de las mujeres normales, que no cursan con
molestia alguna de enfermedad activa, tienen en sus vaginas, cándida como comensal. La sola
identificación del cándida en el cultivo de secreción endovaginal, no siempre hace el diagnóstico
de la causa de la molestia ni de la infección.
Por otro lado, se ha estimado que aproximadamente 75% de todas las mujeres, en algún momento
de su vida, va a desarrollar infección vaginal por hongos y de éstas, 40% a 50% desarrolla
recurrencias. Cerca de 5% de las mujeres experimenta infecciones recurrentes, incluso más de 4
episodios por año. Las recurrencias suelen no ser de fácil erradicación, ya que pueden estar
relacionadas a condiciones más serias, como la infección por VIH o diabetes. Aunque la
candidiasis vulvovaginal no es normalmente dañina a la mujer sana, los síntomas pueden ser muy
incómodos. Las infecciones por hongos pueden ocurrir la semana previa a la menstruación, debido
a las fluctuaciones de los niveles estrogénicos. Las mujeres sanas asintomáticas acarrean
levaduras en sus vaginas como parte de la flora normal. Un cambio en el medio ambiente vaginal,
el pH o el balance hormonal en el huésped, puede ocasionar sobrecrecimiento de las levaduras,
resultando en ardor, prurito y malestar. El medio ambiente vaginal, el pH o el balance hormonal
en el huésped, puede ocasionar sobrecrecimiento de las levaduras, resultando en ardor, comezón
y malestar.
Se puede clasificar a la candidiasis vulvovaginal (CVV) como no complicada (80 a 90%) y
complicada (10 a 20%). En el caso de las no complicadas, la sintomatología suele ser la típica,
siendo las molestias esporádicas o infrecuentes, la intensidad de leve a moderada y la etiología
más probable es el Candida albicans ocurriendo frecuentemente en mujeres no
inmunocomprometidas. Las CVV complicadas, que son aquellas con más de 4 infecciones por
levaduras por año o los signos y síntomas de CVV suelen ser severos, las infecciones suelen ser
por especies no-albicans y el huésped puede ser que esté comprometido inmunológicamente.
Fisiopatologia
Un complejo e intrincado equilibrio de microorganismos mantiene la flora vaginal normal. Los
organismos importantes incluyen lactobacilos, corinebacterias y levaduras. Las bacterias
aeróbicas y anaeróbicas se pueden cultivar desde la vagina de niñas prepúberes, adolescentes
puberales y mujeres adultas. Una serie de factores pueden cambiar la composición de la flora
vaginal, incluidos los siguientes:
Años
Actividad sexual (o abuso)
Estado hormonal
Higiene
Estado inmunologico
Enfermedades de la piel subyacentes
Etiologia
Las especies de Candida de importancia médica incluyen las siguientes:
TRATAMIENTO
Se puede manejar con agentes antimicóticos tópicos o una dosis única de fluconazol oral.
Se ha demostrado que una dosis única de fluconazol oral (150 mg) en episodios agudos
de VVC produce una eficacia clínica y microbiológica tan buena o mejor que los agentes
antimicóticos tópicos.
VVC recurrente (≥4 episodios de VVC sintomática en 1 año): 7-10 días de terapia tópica
o una dosis oral de 100 mg o 150 mg de fluconazol cada tres días para un total de 3 dosis
(días 1, 4 y 7); Para mantenimiento, fluconazol oral 100 mg o 150 mg por semana durante
6 meses. Este régimen previene una mayor recurrencia en más del 80% de las mujeres.
VVC no albicans : 7-14 días de terapia sin fluconazol; 600 mg de ácido bórico en una
cápsula de gelatina por vía vaginal dos veces al día durante 14 días
De acuerdo con un estudio de cohortes escandinavos de 2018, en mujeres embarazadas,
solo una o dos dosis orales de fluconazol para la candidiasis vaginal durante el embarazo
no se asociaron con un aumento significativo de los riesgos de muerte fetal o muerte
neonatal.
Clotrimazol 1% crema 5 g intravaginalmente durante 7-14 días
Clotrimazol 100 mg comprimido vaginal durante 7 días
TRICOMONIASIS
La tricomoniasis es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por el protozoo
parasitario móvil Trichomonas vaginalis
Fisiopatologia
La T vaginalis destruye las células epiteliales por contacto directo con las células y por la
liberación de sustancias citotóxicas. También se une a las proteínas plasmáticas del
huésped, lo que evita el reconocimiento por la vía alternativa del complemento y por las
proteinasas del huésped. [ 1 ] Durante la infección, el pH vaginal aumenta, al igual que el
número de leucocitos polimorfonucleares (PMN).
Los síntomas de la tricomoniasis suelen aparecer después de un período de incubación de
4 a 28 días.
ETIOLOGÍA
Etiología
El riesgo de contraer una infección vaginal por T se basa en el tipo de actividad sexual.
Las mujeres que participan en actividades sexuales de mayor riesgo tienen un mayor
riesgo de infección. Los factores de riesgo para la infección por T vaginalis incluyen:
Parejas sexuales nuevos o múltiples
Una historia de ITS
ITS actuales
Contacto sexual con una pareja infectada.
Intercambio de sexo por dinero o drogas.
Uso de drogas inyectables
No usar anticonceptivos de barrera (por ejemplo, debido a los anticonceptivos
orales).
CLINICA
Mujer
Los síntomas de la tricomoniasis en las mujeres varían desde ninguno hasta la enfermedad
inflamatoria pélvica grave (EIP). Las mujeres con tricomoniasis informan con frecuencia
un flujo vaginal anormal, que puede ser purulento, espumoso o sangriento.
Las mujeres con tricomoniasis también suelen reportar un olor vaginal anormal (a
menudo descrito como mohoso); comezón, ardor o dolor vulvovaginal; dispareunia (dolor
durante las relaciones sexuales), que a menudo es la queja principal; y disuria (dolor
durante la micción). Los pacientes también pueden quejarse de sangrado postcoital y
dolor abdominal inferior.
Examen físico
La descarga vaginal se encuentra en el 42% de las mujeres infectadas. La descarga se
describe clásicamente como delgada y espumosa; sin embargo, esto solo se ve en
alrededor del 10% de los pacientes. La descarga es a menudo amarilla y en ocasiones es
lo suficientemente gruesa como para confundirla con la que se observa en la candidiasis.
Se encontró olor vaginal anormal en el 50% de las mujeres infectadas, y se encontró
edema o eritema en el 22-37%. El pH vaginal a menudo es elevado (> 4.5).
Colpitis macularis, o cérvix de fresa, describe una lesión eritematosa macular difusa o en
parches del cérvix. Este es un signo específico para la tricomoniasis, pero solo es visible
en el 1-2% de los casos sin la ayuda de una colposcopia; con la colposcopia, se detecta
colpitis macular en hasta el 45% de los casos. En conjunto, la colpitis macular y el flujo
vaginal espumoso tienen una especificidad del 99%.
Puede haber sensibilidad abdominal inferior; sin embargo, esto se describe en menos del
10% de los pacientes. Si esto ocurre, es posible la coexistencia de una salpingitis o una
patología intraabdominal.
Vaginosis bacteriana
Etiologia
Es un síndrome clínico que resulta de la alteración en la flora vaginal producida por el
reemplazo de los lactobacilos por altas concentraciones de bacterias anaerobias
(Prevotella y Moviluncus), Gardnerella vagitalis y Mycoplasma hominis. Alrededor del
50% de las pacientes con vaginosis no presentan síntomas. Hoy no se considera una
enfermedad de transmisión sexual, aunque son inusuales en pacientes vírgenes.
La causa de esta alteración en la flora vaginal es desconocida, aunque se observan
cambios inmunológicos en el epitelio vaginal.
Fisiopatología
Se evidencia un descenso de lactobacilos con aumento del complejo GAMM
(Gardnerella, anaerobios Moviluncus y Mycoplayna).
La disminución de lactobacilos, con la consiguiente disminución de H20, y el aumento
del pH, permite el crecimiento de gérmenes como los del complejo GAMM.
Clínica
La paciente con vaginosis puede presentar ardor, prurito, flujo fétido y molestias durante
las relaciones sexuales.
Diagnóstico
Inspección: la vulva es normal, generalmente no presenta eritema. Especuloscopia; se
observa un flujo grisáceo homogéneo, con burbujas de aire en su interior por la presencia
de anaerobios. En el cuello se observa una colpitis inespecífica. Medición del pH: suele
ser mayor de 4 (oscila entre 5 y 5,5).
Observación con el microscopio óptico: al colocar hidróxido de potasio al 10% en uno de
los portaobjetos se desprende un olor fétido característico (prueba del olor positiva). Las
células epiteliales cubiertas de Gardnerella se ven en el portaobjeto con solución
fisiológica con la apariencia característica de células "en colador" o "en milanesa" (clue
cells)
Tratamiento
Se trata sólo a las pacientes sintomáticas o a aquellas que deban someterse a una
intervención quirúrgica, embarazadas con antecedentes de parto prematuro, antes de la
inserción de un DIU, previamente a tratamientos destructivos locales cervicales y /o
vaginales y en pacientes estériles o infértiles.
En la paciente embarazada se aconseja el tratamiento para evitar los riesgos de rotura
prematura de membranas, parto prematuro y endometritis posparto.
Se utiliza uno de los siguientes esquemas:
Metronidazol 500 mg VO dos veces por día durante 7 días.
Metronidazol óvulos una vez por día durante 7 días (intravaginal).
Clindamicina crema 2%, una aplicación vaginal por noche durante 7 días.
Tratar sólo a las pacientes sintomáticas. No tratar a la pareja sexual.
Recurrencias: se recomienda un nuevo tratamiento completo seguido de un tratamiento
de mantenimiento prolongado con dos óvulos de metronidazol semanales durante 6
meses.
Embarazo: los riesgos en pacientes embarazadas son aborto del primero y segundo
trimestre (por la endometritis subclínica que produce), parto prematuro debido a la
liberación de toxinas que estimulan la producción de prostaglandinas, rotura prematura
de membranas, corioamnionitis e infecciones posparto/cesárea.
Se recomienda el tratamiento a pacientes asintomáticas embarazadas de alto riesgo
(antecedentes de parto prematuro).
Se trata con metronidazol 250 mg tres veces por día durante 7 días (no en el primer
trimestre) o clindamicina 300 mg VO dos por día durante 7 días.
Pacientes con infección por HIV: igual tratamiento que para pacientes no infectadas.
Chlamydia trachomatis
Clínica
Las clamidias son agentes causales de diversas enfermedades. En el tacto genital inferior
pueden causar dos tipos de afecciones: el linfogranuloma venéreo (serotipos LI, L2, L3)
y las uretritis, epididimitis, proctitis no gonocócica en el hombre (serotipos D-K) y
cervicitis, uretritis endometritis y salpingitis en la mujer.
En la mujer la infección por Chlamydia trachomatis generalmente es asintomática (70%
de los casos). La localización primaria se encuentra a nivel del epitelio cilíndrico
endocervical o ectópico. Únicamente en el de los casos se presenta con síntomas de
cervicitis y vulvovaginitis subaguda, con leucorrea prurito y ardor y a veces dispareunia.
La uretritis es tan frecuente en mujeres como en varones con disuria, polaquiuria y
micción imperiosa.
En la mayoría de los casos en las mujeres el hallazgo de Cltlamydia se realiza mientras
se está estudiando a la pareja ante una uretritis no gonocócica (de igual manera ocurre
con el gonococo). Estos microorganismos que asientan, como dijimos antes, en el
endocérvix se propagan a las trompas a través del endometrio, provocando así el cuadro
de enfermedad pelviana inflamatoria (EPI) (el cuadro de EPI afecta a casi 20 mujeres de
cada 1.000 y forma parte de los antecedentes en el 25% de las parejas infértiles).
Diagnóstico
Durante años el diagnóstico de Chlamydia se realizó con métodos que aprovechaban las
propiedades de coloración de estos microorganismos (tinciones de Gram, Papanicolaou,
Giemsa, Lugol). Actualmente se utilizan métodos que incluyen cultivo endocervical o
uretral y serología (identificación de anticuerpos policlonales o monoclonales) a través
de la inmunofluorescencia; aun siendo métodos que llevan mucho tiempo se emplean ya
que su sensibilidad es del 95% y su especificidad cercana al 100%.
Tratamiento
El régimen recomendado para el tratamiento de la uretritis, la cervicitis o la proctitis es la
azitromicina 1 g oral en monodosis, o la doxiciclina, 100 mg cada 12 horas durante siete
días.
Las alternativas son:
Eritromicina base: 500 mg VO, cuatro veces por día durante siete días.
Levofloxacina: 500 mg oral durante siete días.
Ofloxacina: 400 mg cada 12 horas durante siete días.
Tratamiento de la pareja: la pareja debe tratarse con los mismos esquemas detallados
anteriormente.
Deben abstenerse de mantener relaciones sexuales durante los siete días posteriores al
tratamiento.
Embarazo: las clamidias constituyen otra de las ITS que, además de las complicaciones
del tracto genital alto como endometritis posparto y esterilidad por salpingitis no
diagnosticada o mal tratada, representa un serio peligro para el recién nacido (neumonía
y conjuntivitis neonatal). Por IO anteriormente dicho, se remarca la importancia del
estudio bacteriológico en la embarazada, sobre todo la adolescente, ante la menor
sospecha de infección.
Durante el embarazo, el esquema de elección es: azitromicina I g oral, monodosis, o
amoxicilina 500 tres veces por día por siete días.
Como alternativa se usa la eritromicina 500 mg, cuatro veces por día durante siete días.
Bibliografía
Smith, D. S. (Diciembre de 2018). Tricomoniasis. Obtenido de Medscape:
https://emedicine.medscape.com/article/230617-treatment#d8
Smith, D. S. (Diciembre de 2018). Candidiasis Obtenido de Medscape:
https://emedicine.medscape.com/article/213853-medication
Testa “Infecciones del tracto genital inferior” Ginecología. Fundamentos para la práctica
clínica. Panamericana. Madrid. Pág. 373 - 393