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5 formas de orar por tu crecimiento espiritual

Escritora Invitada | Vida Cristiana


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El martes, señalé varias formas prácticas que puedes orar por tu futuro esposo,
directo de la Palabra de Dios. Pero alguna vez has pensado ¿cómo esperas que
tu algún-muchacho esté orando por ti? ¿Qué dice la Biblia sobre tu propio
carácter?
Quiero que mi vida cuente. Quiero soñar grandes sueños, escuchar la guía de
Dios, y trabajar llevando fruto para Su reino. Citando a William Carey, un
misionero a la India, quiero «esperar grandes cosas de Dios» e «intentar grandes
cosas para Dios». No sé lo que Dios tiene planeado para mi futuro o si siquiera
incluya «grandes cosas» a los ojos del hombre. Tal vez Sus planes incluyen un
esposo sirviendo a mi lado. Tal vez no. Pero si incluye un esposo o soltería toda la
vida, quiero vivir para Jesús. ¿Y tú?
El pasaje de Malaquías que vimos ayer puede animarnos a vivir con nuestros ojos
en la eternidad y a estar enfocadas en lo que realmente importa mientras
trabajamos y esperamos. Aquí está la descripción de los Levitas una vez más:
«Entonces sabréis que os he enviado este mandamiento para que mi pacto siga
con Leví —dice el Señor de los ejércitos. Mi pacto con él era de vida y paz, las
cuales le di para que me reverenciara; y él me reverenció, y estaba lleno de temor
ante mi nombre. La verdadera instrucción estaba en su boca, y no se hallaba
iniquidad en sus labios; en paz y rectitud caminaba conmigo, y apartaba a muchos
de la iniquidad. Pues los labios del sacerdote deben guardar la sabiduría, y los
hombres deben buscar la instrucción de su boca, porque él es el mensajero del
Señor de los ejércitos. Pero vosotros os habéis desviado del camino, habéis hecho
tropezar a muchos en la ley, habéis corrompido el pacto de Leví —dice el Señor
de los ejércitos.» (Mal. 2:4-8).
Basados en este pasaje, aquí hay cinco formas para vivir separadas para Dios.
Eran relevantes para los sacerdotes en el Antiguo Testamento, y son relevantes
para jóvenes como tú y yo que queremos vivir nuestras vidas para Jesús ahora.

1. Teme a Dios
¿Qué quiere decir temer a Dios? El libro de los Salmos describe a las personas
que temen al Señor como personas que se regocijan en los mandamientos de
Dios, confían en Él, y lo obedecen y lo sirven de todo corazón.
El Señor favorece a los que le temen,
a los que esperan en su misericordia (Sal. 147:11).
Temer a Dios es conocer que Dios ve todo lo que pensamos, hacemos, y decimos
y que Sus caminos son perfectos. Quiere decir obedecer Sus mandamientos y
seguir los estándares que Él ha puesto en Su Palabra, aun cuando nadie está
viendo. Es estar más preocupada por lo que Dios sabe sobre nosotras de lo que el
hombre piensa de nosotras. Temer a Dios es buscar servirlo solo a Él.

2. Llénate de temor ante Su nombre


Cuando pienso en la santidad de Dios, mi pecado sale a la superficie y una oleada
de gratitud me invade. Jesús, el Nombre sobre todo nombre, ¡me salvo y ha
provisto un camino para acercarme al trono de Dios! Cuando pensamos en el
Señor y decimos Su nombre, debería ser en humildad, temor y reverencia.

3. Doma la lengua
¡No, la lengua no! Quiero gritar por dentro. Es tan difícil controlar nuestras
palabras, ¿no es así?
Santiago 1:26 no le saco la vuelta a esto: «Si alguno se cree religioso, pero no
refrena su lengua, sino que engaña a su propio corazón, la religión del tal es
vana».
Jesús lo dijo así, «porque de la abundancia del corazón habla su boca» (Lucas
6:45).
Traducción: Lo que sea que hay en tu corazón va a salir en palabras
Toma un minuto y pregúntale al Señor que es lo que ha habido en tu corazón
últimamente. ¿Están saliendo de tus labios palabras verdaderas, puras y rectas?
Llena tu corazón con verdad para que tus palabras sean de ánimo a los que te
rodean.
4. Camina con Dios en paz y rectitud
¿Cómo ha sido tu caminar con el Señor? ¿Se caracteriza por valles profundos y
emocionantes experiencias en la cima de la montaña? ¿Estas actualmente
paralizada y sin moverte hacia ningún lado? ¿Eres fiel, aun cuando sientes que
Dios está en silencio o no está allí? Los sacerdotes que Malaquías apartó estaban
destinados para servir al Señor fielmente por años, cada día, sacrificando
animales en nombre del pueblo de Israel, cuidando la ley de Dios en la mejor de
sus habilidades.
Cada una de nosotras vamos a tener momentos en los que nos sentimos atoradas
o como que no estamos creciendo en nuestra relación con Dios. Es importante
que durante esos tiempos pidamos al Señor de Su gracia y escojamos ser fieles
en buscar a Dios primero, aun cuando no sentimos como que Él está cerca. En
estas temporadas, podemos confiar que Él es un Padre fiel, y podemos descansar
tranquilamente en las promesas de Su Palabra.

5. Apártate del pecado


¿Puede Dios usarnos para apartar a muchos de iniquidad? (Esa es una palabra
elegante para decir pecado.) ¡Wow! Aun cuando no seamos sacerdotes, podemos
dirigir a las personas a Cristo por la forma en la que vivimos nuestras vidas. Dios
puede usarnos para mostrar a las personas quién es Jesús y para ser un ejemplo
a ellos en fe, amor y pureza.
No lo hacemos perfectamente, pero ¡podemos hacer que sea nuestra meta
agradar al Señor y ser alguien que otros puedan seguir!
Del ejemplo de los Levitas, aquí hay algunas pocas formas en las que puedes orar
por tu propio carácter:
1. Ora que Dios te de la gracia para temerle solo a Él y te de un deseo de
servirle con todo tu corazón.
2. Ora que puedas honrar el nombre de Dios, recordando Su santidad.
3. Ora que puedas hablar palabras sabias, puras y rectas.
4. Ora que puedas ser fiel en tu caminar con el Señor en todas las
temporadas de tu vida.
5. Ora que puedas ser un ejemplo piadoso que otros puedan seguir.
¡Sigue la lista! Comparte otros motivos de oración en la sección de comentarios.

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