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Al
respecto,
me
parecen
muy
centrados
los
planteamientos
que
sostiene
Steinar
Kvale
(1996)
en
cuanto
a
que
es
muy
difícil
establecer
reglas
explicitas
y
soluciones
claras
a
los
problemas
éticos
que
surjan
en
un
estudio
cualitativo.
Este
autor
plantea
la
discusión
de
cinco
elementos
importantes
a
considerar.
2.
Confidencialidad.
Se
refiere
a
que
la
información
privada
perteneciente
a
la
identificación
de
la
persona
no
será
divulgada.
En
términos
generales,
esto
es
totalmente
aceptable,
aunque
existen
casos
conflictivos;
por
ejemplo,
si
se
trabaja
con
escolares,
¿la
información
obtenida
puede
ser
revelada
a
los
padres?
O
la
comunidad
que
leerá
el
reporte
final
¿podrá
reconocer
a
las
personas
que
participan
en
el
estudio?
Como
puede
verse,
resulta
mayúscula
la
dificultad
de
establecer
reglas
inclusivas
y
de
aplicación
invariable.
3.
Consecuencias.
El
principio
del
beneficio
significa
que
el
riesgo
de
la
persona
a
sufrir
daño
debe
reducirse
al
mínimo.
La
suma
de
los
beneficios
potenciales
para
la
persona
y
la
importancia
del
conocimiento
que
se
obtendrá
del
estudio
deberán
compararse
con
el
riesgo
potencial
de
la
persona,
y
de
esa
manera
se
tomará
la
decisión
de
realizar
o
no
el
estudio.
En
este
sentido,
la
declaración
de
que
la
investigación
debe
contribuir
al
beneficio
social
implica
necesariamente
que
los
investigadores
consideren
temas
políticos
referentes
a
qué
es
benéfico
o
propiciatorio
de
una
sociedad
justa.
4.
Papel
del
investigador.
Considera
Kvale
que
el
investigador
necesita
dos
cualidades;
la
sensibilidad
para
identificar
un
problema
ético
y
la
responsabilidad
de
actuar
consecuentemente
en
función
de
lo
que
ha
descubierto.
A
esto,
Kvale
lo
denomina
responsabilidad
científica
hacia
su
profesión
y
hacia
las
personas
que
participan
en
su
estudio.
5.
Preguntas.
Al
iniciar
un
estudio,
el
investigador
debe
preguntarse
lo
siguiente:
•
¿Cuáles
serán
las
consecuencias
benéficas
del
estudio?
•
¿Cómo
puede
obtenerse
el
consentimiento
informado
de
los
participantes?
•
¿Quién
debe
otorgar
este
consentimiento?
•
¿Cuánta
información
sobre
el
estudio
es
factible
dar
de
antemano?
•
¿Cómo
se
va
a
proteger
la
confidencialidad
de
las
personas
que
participen?
•
¿Quién
tendrá
acceso
a
la
información
obtenida?
•
¿Qué
tan
importante
es
que
las
personas
permanezcan
en
el
anonimato?
•
¿Cómo
se
puede
ocultar
la
identidad
de
las
personas
participantes?
•
¿Existe
la
posibilidad
de
que
surjan
problemas
legales?
Considero
que
cualquier
persona
que
vaya
a
realizar
un
estudio
cumplirá
con
su
responsabilidad
científica
si
se
plantea
estas
preguntas
y
logra
responderlas
satisfactoriamente.
Finalmente,
me
permito
citar
a
Gregorio
Rodríguez
Gómez
y
a
sus
colaboradores:
«A
cada
investigador
corresponde
definir
su
responsabilidad
para
con
las
personas
que
entran
en
el
marco
de
un
estudio.
Los
códigos
éticos
pueden
actuar
a
modo
de
una
moral
piloto
para
investigadores,
estudiantes
y
demás
personas
vinculadas
a
la
planificación,
el
desarrollo
y
la
evaluación
de
investigación»
(1999).Igualmente,
considero
de
gran
valor
el
trabajo
y
la
discusión
abierta
y
honesta
entre
colegas
investigadores,
ya
que
el
análisis
colegiado
se
presenta
como
una
fuente
extraordinaria
de
luz
para
estas
situaciones.