DIANA LAURA BARRIENTOS GUZMÁN

DR. IGNACIO ROJAS

FENOMENOLOGÍA
ACTA DEL 21 DE AGOSTO DE 2018

Acta III
La importancia de Franz Brentano en el panorama fenomenológico

La clase comenzó aclarando el uso del término fenomenología, se mencionó que primeramente
fue utilizado por (Lambert?), después por Kant, y posteriormente cuando Hegel utilizó el término
lo hizo en dirección objetiva, es decir, que fenomenizó al espíritu. A continuación se expuso su
etimología, la cuál proviene del verbo griego φαινό (phainó), que significa mostrarse o aparecer
y se relaciona con φως (phos) que se traduce por luz. Concedimos que la fenomenología hizo una
apropiación de dicho término pues ya había sido utilizado por algunos pensadores pero no en
tenor fenomenológico propiamente.
Procedimos al análisis de las influencias filosóficas de Brentano, quién fue un asiduo lector de
Descartes, aclaramos que para el cartesianismo hay dualismo essendi entre res cogitans y res
extensa, mientras que para Descartes la diferencia es in ratio cognocesnti. Para Brentano una
aportación significativa por parte del filósofo francés consiste en evidenciar los dos modos de
aparecer ya sea como fenómeno mental o como fenómeno físico. Continuamos hablando sobre
los fenómenos mentales definiéndolos desde la voz de Brentano como “Aquellos que contienen
un objeto intencionalmente dentro de sí mismos.” (Brentano 1973/1995: 88). Respecto al
concepto acto intencional propiamente husserliano es más preciso traducirlo a términos
aristotelicos equiparándolo a la noción ἐνέργεια (enérgeia) [algo que está en έργων (trabajo)].
Proseguimos formulando la siguiente pregunta, ¿Cómo se van a entender los fenómenos en
términos fenomenológicos?, para responder no elegimos la vía especulativa, optamos por
problematizar dicho acceso a éstos, la apertura que lo hace posible se da siempre en primera
persona, por lo tanto su descripción se transforma en un análisis tipológico, fundamental,
descriptivo y genético de las estructuras de la consciencia. Lo recalcable en este punto es la
correlación entre algo que se presenta y para quién se presenta. La pregunta latente en
consecuencia sería, ¿De qué modo aparece lo que aparece?, al respecto Brentano escribe: “Cada
fenómeno mental incluye algo como un objeto dentro de sí mismo, aunque no todos lo hacen de
la misma manera. En la presentación se presenta algo, en el juicio algo se afirma o se niega, en el
amor algo es amado, en el odio algo es odiado, en el deseo algo es deseado, y así
sucesivamente.”(Brentano 1973/1995: 88).
El profesor ejemplificó lo anterior con las nociones platónicas εραστές (erastés) y ἐρώµενος
(erómenos). De ese modo comenzamos por distinguir objeto de sujeto; Aristóteles en De Anima,

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forja filosóficamente el significado de objeto, lo vemos enαντικειµένων (antikeiménon),
traducido del griego al latín como objectum, es decir, lo que yace puesto frente a (mí), en
oposición a ὑποκείµενον (hypokeiménon) traducido como subjectum, y entendidos ambos como
metáforas espaciales, referidos ambos siempre a mí como experiencia corporal en primera
persona.
Seguimos con la reflexión sobre lo que Brentano establece como inexistencia intencional, ¿en
qué sentido se habla de la partícula “in”?, el filósofo escribe al respecto que: “Cada fenómeno
mental se caracteriza por lo que los escolásticos de la Edad Media llamaron la inexistencia
intencional de un objeto y lo que podríamos llamar, aunque no del todo inequívoco, la referencia
a un contenido, una dirección hacia un objeto o una objetividad inmanente.”(Brentano
1973/1995: 88). Intentio no se comprende en sentido procesual, sino más bien direccional,
concluimos por lo tanto que el término no hace referencia a la negación de la existencia, sino
precisamente todo lo contrario.
Brentano nos recuerda que las referencias están en el propio fenómeno mental, no separadas
ni de la conciencia ni de las cosas. Sin embargo esta perspectiva no se reduce a una óptica
enteramente realista o subjetivista. El problema filosófico del pensamiento pensándose a sí
mismo, ya había sido formulado por Aristóteles, Brentano piensa que hay una convergencia
esencial entre el cogito, el (cogitatio?) y el cogitatum, para él son uno y lo mismo, aunque no del
mismo modo.
De este modo, Brentano precediendo a Husserl distingue en el pensamiento Ideas
(Vorstellungen) que son la base de toda la vida de conciencia y modo mental fundamental,
Juicios (Urteile) que consisten en adoptar una actitud cognitiva de aceptación o rechazo, sí o no,
respecto a un contenido presentado y Afecciones que consisten en el modo en que adoptamos
una actitud evaluativa hacia un contenido que típicamente se considera que existe, por lo tanto,
podemos deducir que todos los fenómenos mentales son representación o se fundamentan en
representaciones. Respecto a las percepciones Brentano afirma que no son ideas sino juicios
teóricos (existenciales), ya que precedente a la evaluación de cada objeto hay una aceptación por
defecto de su existencia que sólo se interrumpe cuando aparece algo inesperado o erróneo. En el
ejemplo del sonido, Brentano ve claro como en los objetos hay cualidades mentales y por
supuesto cualidades materiales. Brentano al hacer juicios sobre la existencia y la no existencia
antes de los juicios sobre cómo es algo, estaba reemplazando radicalmente el análisis sujeto-
predicado del pensamiento que descendía de Aristóteles, evidenciando el carácter novedoso y
revitalizante de la fenomenología.

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