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Análisis del rol tutorial de la función docente en el contexto

ecuatoriano de Educación Superior. Un estudio de caso

Analysis tutorial role of the teaching profession in the Ecuadorian


context of Higher Education. A case study

Agnese Bosisio
Bianca F. Serrano Manzano
Universidad Técnica de Cotopaxi
Departamento de Investigación
agnese.bosisio@yahoo.it
bianca.serrano@utc.edu.ec
30 de julio 2015, Latacunga
Resumen

La presente investigación parte del análisis de los cambios curriculares en los que se
encuentran inmersas las Instituciones de Educación Superior del Ecuador,
destacando la necesidad de una transformación en los roles que juegan los actores
que conforman el nuevo escenario que se pretende para las Universidades. Desde
un nuevo marco conceptual, en este artículo se presenta un análisis y descripción de
la naturaleza tutorial de la función docente y su relación con la formación de
profesionales como agentes principales en el proceso de aprendizaje. A través de un
estudio de caso, se busca definir las nuevas competencias profesionales del docente
en relación con el estudiante. En función de los objetivos planteados y de las
características de los elementos, objeto de estudio, se opta por aplicar una
metodología mixta a través de un doble enfoque: cuantitativo y cualitativo. Se partió
del análisis de teorías educativas actuales y posteriormente se realizó la
investigación de campo utilizando técnicas como la encuesta, el cuestionario y el
grupo de discusión para recoger los datos. Participó una población compuesta por
214 sujetos entre docentes, autoridades y estudiantes de la Carrera de Educación
Básica de la Universidad Técnica de Cotopaxi. Como hallazgos principales se
detectaron algunas debilidades en la organización de los aprendizajes. Sin embargo,
también se pudo constatar la apertura al cambio que existe en la comunidad
educativa. Finalmente, se sintetizan los resultados agrupados en 5 competencias
profesionales básicas desde la concepción de docente propuesta y 3 dimensiones
claves relacionadas con el estudiante.

Abstract

This research is based on the analysis of the curricular changes which the
Ecuadorian Higher Education Establishments are presently facing, accentuating the
need for a change of role to be performed by the actors who are involved in the new
University course. In this report, an analysis of the tutorial nature of the teaching role
from a new conceptual framework is submitted, as well as its relationship with the
training of professionals as the most prominent agents in the learning process. By
means of a case study, one is trying to determine the new teachers´ skills, as regards

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to the learning subject. In order to reach the planned goals and under consideration of
the features of the study objects, a mixed methodology is used, from either a
qualitative and quantitative approach, starting from the analysis of the present
educational theories, and then realizing a field research using techniques such as :
inquiry, question forms and group work, with the aim of collecting data. An amount of
214 persons (among students, teachers and university authorities of the Primary
Education Career of the Technical University of Cotopaxi) was taken into
consideration. Among the most important results, some failures in the organization of
the teaching process were detected. In spite of this, willingness to make a change
was detected in the educational community, as well. Finally, the out coming results
are synthesized and separated in 5 basic professional skills for the tutor and 3 key-
aspects for the learner.

Palabras clave: Estudio de caso, tutor, sujeto que aprende, competencias,


Educación Superior Ecuador

Keywords: Case study, tutor, learning person, skills, Ecuador Higher Education

Introducción

“El mundo nunca había cambiado tan rápido como ahora. Nuestra mayor esperanza
de cara al futuro es desarrollar un nuevo paradigma de la capacidad para llegar a
una nueva dimensión de la existencia humana” (Robinson, 2007). A nivel
internacional, existe una coincidencia generalizada acerca de los grandes cambios
sociales que caracterizan esta época. El sistema educativo actual vive un momento
de desconcierto causado por el avance de la sociedad en la que se enmarca. Este
nuevo escenario global, demanda transformaciones que están afectando de manera
directa la vida de las Instituciones de Educación Superior (IES) en Ecuador, es así
que en estos momentos se está actuando en el rediseño y acreditación de todas las
carreras universitarias.

Para Pérez Gómez (2007) la necesidad de cambiar la mirada y reinventar el sistema


educativo, por uno más acorde a la realidad en la que vivimos, es una necesidad
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imperante de las sociedades del siglo XXI. En este sentido, presenta algunas
propuestas prácticas interesantes en el marco de esta investigación. Entre estas
propuestas innovadoras, plantea la necesidad de cambiar las relaciones que rigen el
sistema educativo. En primer lugar, el autor señala la necesidad de un cambio en los
aprendizajes: cambiar la relación con el conocimiento significa dejar a un lado “la
obsesión enciclopédica de acumular informaciones siempre en parte parciales y
efímeras” (Pérez Gómez Á. I., 2007) para preocuparnos por el desarrollo del
pensamiento en el estudiante.

En este contexto, las IES del Ecuador están atravesando un momento de exposición
a cambios y reajustes desde los organismos de control, a través de la reformulación
de leyes y reglamentos. Se pretende que las universidades construyan un nuevo
modelo de formación universitaria. Larrea plantea a las IES el siguiente reto: “la
formación del talento humano de la nación deberá centrarse en sus
capacidades cognitivas para la creación y re construcción del conocimiento en
contextos de investigación e innovación (…) deberá proporcionar ambientes de
aprendizaje con claras dinámicas de organización del conocimiento”
(Larrea,2014).

Este desafío local se une a otro mayor, de índole global. No cabe duda que la
sociedad de la información nos ha rodeado de contenidos, coincidiendo con De la
Herrán: “el prurito de la información se centra en la creación y mejora de tecnologías
para el incremento, acceso, conservación, almacenamiento, recuperación,
transferencia, uso, intercambio y expresión de la misma información. Pero no en la
reflexión, comprensión, sentido, autoconocimiento o conciencia” (De la Herrán,
2005).

A la luz de estos dos planteamientos (Larrea, 2014; De la Herrán, 2004) se formula


la siguiente cuestión, objeto de estudio: ¿Qué rol debe desempeñar el docente en la
educación del siglo XXI en el contexto de las IES? Actualmente existen numerosas
investigaciones y experiencias relativas al rol tutorial del docente en el marco de la
Educación Superior. Así pues, existe un interesante estudio de la Universidad de
Guadalajara (2004) el cual concluye que el origen de la figura tutorial en la
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universidad, puede situarse en el sistema educativo anglosajón, basado en la
relación personalizada con el estudiante, a lo que denominan tutoring o supervising.
En proyectos comparables, como en la Universidad de Oxford, al estudiante se le
asigna un tutor, al que visita una vez por semana, después de haber preparado un
ensayo, que discutirá con el docente tutor.

En Canadá y Estados Unidos, la tutoría encuentra su lugar en los centros


universitarios de orientación, mismos que fueron conformados en la década de los 30
y reúnen a especialistas en pedagogía y psicopedagogía, su objetivo es el de dar
atención a necesidades especiales personales y académicas que presenten los
estudiantes. En España, la figura del tutor aparece fundamentalmente en los
modelos de educación a distancia, donde asume un rol orientador. En la Universidad
Complutense de Madrid, se ha asumido y desarrollado la experiencia del “peer
tutoring” o tutoría entre pares.

En Ecuador, el Reglamento de Escalafón Docente, en vigencia desde el año 2012,


ha previsto entre las actividades que deben realizar los docentes la “orientación y
acompañamiento a través de tutorías presenciales o virtuales, individuales o
grupales” (pág. 4). Por tanto, se puede afirmar que al hablar de las competencias
tutoriales del docente universitario, éstas se fundamentan en una base legal en el
Ecuador .Además, el Consejo de Educación Superior, en las indicaciones emitidas
para el rediseño de las carreras de educación, le asigna un rol central al docente
tutor, en los procesos de formación profesional.

En un estudio realizado por Capelari (2009), en Argentina, se investiga sobre las


diversas configuraciones que ha adoptado en el tiempo la figura del tutor en el campo
educativo y más específicamente en la universidad. Afirma que el tutor ha sido visto
“como parte de un dispositivo institucional de tipo remedial para solucionar
dificultades situadas en los alumnos” (Capelari, 2009). Bajo esta concepción, en la
Universidad Ecuatoriana y en concreto la Universidad Técnica de Cotopaxi, contexto
en el que se sitúa esta investigación, se han instituido tutores, como una figura
encargada de proporcionar tutorías, es decir, horas de clase extracurriculares, que
permiten sanar las lagunas que quedan en los aprendizajes de los estudiantes.
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Desde estos antecedentes, se constata la complejidad del objeto de investigación y
la variabilidad de estudios, experiencias e investigaciones que existen al respecto,
así pues, por este motivo, se selecciona más como estrategia que como
metodología de investigación, presentar un estudio de caso. Según Martínez Carazo,
P.C. (2006) , el estudio de caso es: “una estrategia de investigación dirigida a
comprender las dinámicas presentes en contextos singulares (...) fin de describir,
verificar o generar teoría” (pág. 174).

A continuación se recoge la experiencia de investigación y las conclusiones


obtenidas a través del estudio.

Métodos y herramientas

Como ya se mencionó anteriormente, la herramienta que ampara esta investigación


se define como estudio de caso ya que el propósito principal es recoger la
singularidad del contexto en un nivel descriptivo y exploratorio. Sobre la naturaleza
del estudio de caso Gómez y Roquet, citando a Cohen y Manion, 2002; Stake, 2005;
Yin, 2009 afirman lo siguiente: “su rasgo distintivo no son los métodos de
investigación utilizados, sino su interés en un caso en particular, o varios si se trata
de un estudio de caso múltiple” (Gómez Rodríguez & Valldeoriola Roquet, 2009).

Así pues, esta investigación adoptó un enfoque cuanti-cualtitativo, que le permitió


combinar los beneficios de la investigación cualitativa “estudio de los significados e
intenciones de las acciones humanas desde la perspectiva de las propias personas”
(Flecha, Gómez, Latorre, & Sánchez, 2006, pág. 30), con los de la investigación
cuantitativa que “explica la realidad social a través de un análisis objetivo, tomando
los fenómenos sociales como objetos que se pueden aislar, observar, analizar y
explicar” (Flecha, Gómez, Latorre, & Sánchez, 2006, págs. 28,29).

La presente investigación contiene asimismo dos niveles: “exploratorio” y


“descriptivo”. “Los estudios exploratorios se efectúan, normalmente, cuando el
objetivo es examinar un tema o problema de investigación poco estudiado o que no
ha sido abordado antes” (Batthyány & Cabrera, 2011, pág. 33). En el nivel
exploratorio, la investigación tuvo como objetivo el realizar un diagnóstico de la

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situación actual del rol tutorial con relación al proceso de formación de profesionales
en la Carrera de Educación Básica, de la Universidad Técnica de Cotopaxi.

Las investigaciones descriptivas “buscan caracterizar y especificar las propiedades


importantes de personas, grupos, comunidades o cualquier otro fenómeno que sea
sometido a análisis” (Batthyány & Cabrera, 2011, págs. 33-34). En el caso de este
estudio se realizó la descripción de los rasgos característicos del rol tutorial con
relación a las nuevas necesidades de aprendizaje, de los estudiantes de la Carrera
de Educación Básica, de la Universidad Técnica de Cotopaxi.

Según las diferentes fases secuenciales del proceso de investigación, se afirma que
este estudio se compone de tres momentos de investigación: investigación
“bibliográfica”, “documental” y “de campo”.

La investigación bibliográfica partió de la definición de las variables de estudio. En


este caso se trata de un estudio “bi-variante”, compuesto por dos variables. La
variable dependiente: “la formación de profesionales” y la variable independiente “el
rol tutorial del docente”. Una vez definidas las variables se procedió a determinar las
dimensiones supra-ordinadas e infra-ordinadas de las mismas.

La investigación de campo permitió “recoger datos de campo en el lugar donde los


participantes experimentan el fenómeno o problema de estudio” (Batthyány &
Cabrera, 2011, pág. 78) y, a través de estos datos, realizar un diagnóstico sobre la
configuración actual del rol del tutor en la Universidad Técnica de Cotopaxi y su
influencia en los procesos formativos. Un aspecto importante de la investigación de
campo, fue la triangulación de técnicas de investigación. Coincidiendo con Benavides
y Restrepo: “la triangulación comprende el uso de varias estrategias al estudiar un
mismo fenómeno. Se cree que las debilidades de cada estrategia en particular no se
sobreponen con las de las otras y que en cambio sus fortalezas sí se suman” (Okuda
Benavides & Gómez-Restrepo, 2005, pág. 119).

Las técnicas de investigación utilizadas fueron: encuesta, entrevista y grupo de


discusión. Cabe resaltar la importancia del grupo de discusión en el marco de esta
investigación, como técnica que “surge para confrontar la subjetividad individual con

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la grupal, y pretende poner en contacto diferentes perspectivas, experiencias, puntos
de vista” (Flecha, Gómez, Latorre, & Sánchez, 2006, pág. 81).

Los instrumentos de evaluación utilizados fueron el cuestionario, en el caso de la


encuesta y una guía de preguntas, para la entrevista y grupo de discusión. Estos
instrumentos pasaron por diversas fases de elaboración, validación por parte de
expertos y pilotaje.

El cuestionario se orientó a diagnosticar la situación de la formación profesional en


relación con el rol tutorial del docente de la Carrera de Educación Básica. Se
compuso de 27 preguntas, en su mayor parte de respuesta verdadero o falso (Si,
No). Otras fueron preguntas nominales y una sola con posibilidad de respuesta
abierta.

Como se mencionó anteriormente, la población del estudio estuvo constituida por:


estudiantes, docentes y autoridades de la carrera de Educación Básica.

En el caso de los estudiantes, se calculó una muestra del total de matriculados en la


Carrera de Educación Básica, mediante una muestra matemática. Una vez obtenido
un resultado de 200 estudiantes a encuestarse, estos se distribuyeron mediante un
muestreo estratificado. Se encuestaron alumnos de primero, quinto, sexto, séptimo y
octavo ciclo, por ser los cursos existentes en la Carrera de Educación Básica,
durante el periodo académico abril – agosto 2015. De los 200, el 76% eran mujeres y
el resto hombres. El 63% de encuestados tiene una edad aproximada entre 20 y 25
años, mientras que el 30% están en una edad aproximada de entre 25 y 35 años, un
porcentaje mínimo de encuestados tiene menos de 20 y más de 35 años de edad.

En cuanto a los docentes de la Carrera de Educación Básica, son un total de 18. Se


invitó a la totalidad del cuerpo docente. Asistieron a la invitación 10 docentes, o sea
el 56% del total. Por lo que se puede establecer que se realizó el grupo de discusión
con más de la mitad de los docentes.

Por último, todas las autoridades de la Carrera de Educación Básica participaron en


el estudio. Se entrevistó a la directora de la Unidad Académica de Ciencias
Administrativas y Humanísticas, al coordinador de Planificación Académica de la
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Unidad Académica de Ciencias Administrativas y Humanísticas, al coordinador de la
Carrera de Educación Básica y a la docente tutora.

Resultados

Para iniciar con la exposición del producto de la investigación, se presentan a


continuación, los principales resultados obtenidos a través de las encuestas. Las
encuestas tenían el objetivo de diagnosticar la situación de los procesos de
formación profesional en la Carrera de Educación Básica en relación con el rol
tutorial. Como ya se mencionó, se encuestaron a doscientos estudiantes de los
ciclos: primero, quinto, sexto, séptimo y octavo, que son los cursos actualmente
presentes en la mencionada carrera.

Se preguntó a los estudiantes si han tenido espacios para expresar sus necesidades
de aprendizaje, a lo que respondieron:

Indicador Número Porcentaje


Si 37 18%
No 163 82%
Total 200 100%
Tabla 1: Espacios para expresar necesidades de aprendizaje

Un alto porcentaje de estudiantes considera, por tanto, que los aprendizajes en la


Carrera de Educación Básica, no se están estructurando a partir de sus necesidades.

De la misma manera, se preguntó a los estudiantes si en la relación con los


docentes hallan espacios de acompañamiento y fortalecimiento de la autoestima y
seguridad personal, a lo que respondieron:

Indicador Número Porcentaje


Si 99 49%
No 101 51%
Total 200 100%
Tabla 2: Espacios de acompañamiento pedagógico.

Se puede deducir que la mayor parte de los estudiantes encuestados, no sienten los
beneficios del acompañamiento pedagógico, por parte del docente.

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Otra pregunta significativa se realizó con la finalidad de destacar si los estudiantes se
enfrentan a los procesos formativos sin temor al fracaso y con curiosidad de
aprender, a lo que respondieron:

Indicador Número Porcentaje


Si 99 49%
No 101 51%
Total 200 100%
Tabla 3: Temor al fracaso y disposición para aprender.

Es posible observar que un alto porcentaje de los estudiantes manifiesta


sentimientos de temor frente a las actividades propuestas en la clase. El temor es
una emoción que puede tener consecuencias negativas en la disposición al
aprendizaje de los profesionales en formación.

Otro cuestionamiento se refirió a la existencia de la oportunidad de aprender a partir


de la resolución de problemas reales del mundo de la educación básica, se obtuvo
los siguientes resultados:

Indicador Número Porcentaje


Si 48 24%
No 152 76%
Total 200 100%
Tabla 4: Método de resolución de problemas.

Se destaca la necesidad de promover la resolución de problemas reales como


metodología de aprendizaje.

Se interrogó sobre si los ambientes de aprendizaje se diseñan de acuerdo con las


necesidades de los diferentes aprendizajes, a lo que respondieron:

Indicador Número Porcentaje


Si 59 29%
No 141 71%
Total 200 100%
Tabla 5: Ambientes de aprendizaje.

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Destaca la necesidad de trabajar en la capacitación de los docentes con respecto a
los beneficios de diseñar, crear y mantener ambientes de aprendizaje.

Se indagó si en la Carrera de Educación Básica los estudiantes tienen la oportunidad


de elegir materias optativas y participar en la construcción de itinerarios académicos,
los resultados fueron:

Indicador Número Porcentaje


Si 49 24%
No 151 76%
Total 200 100%
Tabla 6: Itinerarios académicos.

Es evidente la baja capacidad de participación en la construcción de itinerarios


académicos por parte de los estudiantes, debido a la poca flexibilidad del currículo
formativo. Existe una visión sesgada de la participación del estudiante en los
procesos de formación, ya que no se reconoce su capacidad y autonomía para tomar
decisiones con relación a sus aprendizajes.

Con respecto al proceso de evaluación, se hicieron diferentes preguntas, pero cabe


destacar que se investigó si posteriormente a la asignación de calificaciones, el
estudiante ha contado con un espacio de diálogo, para discutir con los docentes los
resultados de su evaluación, respondieron:

Indicador Número Porcentaje


Si 68 34%
No 132 66%
Total 200 100%
Tabla 7: Evaluación formativa.

De lo que es posible concluir que están prevaleciendo sistemas de evaluación


cuantitativa y no cualitativa.

Por último, también se preguntó si la Carrera de Educación Básica está acercando a


sus estudiantes a la participación en redes y comunidades de aprendizaje. Las
respuestas que se obtuvieron, fueron:

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Indicador Número Porcentaje
Si 43 21%
No 157 79%
Total 200 100%
Tabla 8: Comunidades y redes de aprendizaje.

Se deduce que la Carrera de Educación Básica aún no está participando de


comunidades y redes de aprendizaje, que hoy en día son importantes fuentes del
proceso formativo.

Estos son los principales rasgos de los resultados obtenidos de las encuestas
aplicadas a los estudiantes.

A continuación se presenta el aporte que se obtuvo mediante la participación de


docentes y autoridades de la Carrera de Educación Básica, al grupo de discusión y a
las entrevistas.

De las entrevistas con las autoridades de la Carrera, se pudo concluir que el trabajo
tutorial tiene actualmente tres dimensiones: el tutor de carrera, las tutorías
académicas y las intervenciones del departamento de Bienestar Estudiantil. Estas
tres dimensiones derivan del reglamento de permanencia, elaborado por la Unidad
de Desarrollo Académico. Sin embargo, tanto los docentes como las autoridades,
plantearon algunas falacias en la actual organización del trabajo tutorial.

En cuanto al tutor de carrera, se manifestó que tiene una excesiva carga de trabajo
administrativo, pues está encargado de orientar acerca del funcionamiento de la
carrera, la universidad y sus diferentes departamentos, así como de los
procedimientos para diferentes trámites. Además el tutor diseña una trayectoria
individual de cada estudiante, mediante la recolección de documentos. También se
encarga de llevar planes de trabajo, semestrales y anuales. Por último, realiza un
trabajo de mediación entre los docentes y los estudiantes, “controlando” el trabajo de
sus compañeros profesores. Todo este volumen de trabajo no le permite realizar un
acompañamiento personalizado de los estudiantes: “más que el contacto con los
estudiantes, es la serie de documentos y formularios que nos hacen llenar, son
varias matrices que quedan como constancia, como evidencias para que cuando nos
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vengan a supervisar, tengamos constancia de las actividades realizadas”
(DTCEBEF).

Además varios entrevistados señalaron una equivocada percepción del rol del tutor
por parte de los estudiantes: “no puede ser que a los tutores actualmente se les esté
considerando como las personas que son mediadores entre un docente y otro para
poder colaborar o propender a pase de notas” (CCEBEM).Los docentes manifestaron
que los estudiantes ven al tutor como una persona que puede intervenir para
ayudarles a mejorar sus calificaciones.

En cuanto al trabajo tutorial realizado por todos los docentes, se ha considerado que:
“la tutoría surge con la finalidad de facilitar al estudiante la posibilidad de adquirir
conocimientos necesarios, en cada uno de los cursos en los que haya tenido
dificultades de aprendizaje o problemas en general” (CPAEM). De lo que se ha
podido deducir que la tutoría, hasta este momento, se ha considerado un espacio
extracurricular destinado a la recuperación académica.

Cómo se puede observar, concebir un trabajo tutorial al interno de los procesos


formativos, nace del intento de beneficiar la permanencia de los estudiantes y
contrarrestar las tasas de repitencia y deserción. Sin embargo, a pesar de estos
intentos, existen muchas necesidades de aprendizaje constatadas en el análisis de
resultados que están quedando sin respuesta.

Las autoridades y docentes de la Carrera de Educación de Básica, reconocen la


necesidad de cambios en el rol que juegan en la formación de profesionales. Los
participantes en esta investigación manifiestan que los cambios sociales,
demográficos, el adviento de las nuevas tecnologías de la comunicación, requieren
que el docente esté en permanente actualización, para estar en la misma situación
de los estudiantes, que han nacido en esta época, y que en muchos casos poseen
mayores competencias tecnológicas que los mismos docentes.

Autoridades y docentes, reconocen la necesidad de que el docente precisa estar en


formación continua y abierto al aprendizaje: “hoy el conocimiento está en manos de
todos, nada está oculto, debemos estar predispuestos a aprender cada día y a

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aprender de nuestros estudiantes”. (DAHEF). Este es uno de los resultados
principales de esta investigación, la predisposición y apertura al cambio que
demuestran los docentes a enfrentar los nuevos retos de su profesión.

Como último resultado se analiza el significado de “acompañamiento estudiantil”


tanto a estudiantes como docentes. En este sentido, plantean la necesidad de
fomentar un acercamiento entre las funciones del docente y las del tutor: “Acompañar
al estudiante sería el rol del tutor del que veníamos hablando, como la palabra lo
menciona, acompañar al estudiante es ser una persona que vaya de la mano
ayudándolo a formarse como ser humano, no solamente la parte académica sino
también el desarrollo de la persona” (DCEBGD).

Los participantes manifiestan que “los docentes somos tutores dentro del aula de
clase” (DCEBGD). Esta es una fortaleza ya que demuestra la apertura de los
docentes de la Carrera de Educación de Básica a revisar su rol y acercarlo a la
naturaleza tutorial.

Una de las personas entrevistadas, coautora del nuevo modelo educativo de la


Universidad Técnica de Cotopaxi, plantea que: “mucho depende del cambio de
actitud del docente, para que podamos tener buenos resultados de aprendizaje”
(DAHEF).

A la luz de estos resultados, se propone un modelo de competencias para el docente


tutor, que responda de mejor manera a las necesidades de aprendizaje planteadas
por los estudiantes.

Discusión de resultados

En relación con las necesidades educativas reveladas por los resultados de la


investigación realizada y en asociación con las recientes teorías analizadas en esta
investigación, se destacan cinco competencias básicas que debería asumir el
docente tutor, para producir un cambio de actitud en el estudiante, cambio que se
manifiesta mediante tres dimensiones. A continuación se describen las competencias
básicas agrupadas en las siguientes: provocar, acompañar, cuestionar, orientar y

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evaluar y se discuten los resultados a la luz de las investigaciones y teorías
realizadas principalmente por Pérez Gómez (2012), Freire (2004) y Gatto (2005).

Provocar aprendizajes significa aprovechar todas las oportunidades de aprendizaje


que el ambiente posee para ofrecer a los estudiantes oportunidades formativas. En
las entrevistas realizadas a las autoridades de la Carrera de Educación Básica, el
sujeto DAHEF manifestaba que el docente tutor es “un organizador de aprendizajes”.
En las encuestas, los estudiantes manifestaron que por lo general los ambientes de
aprendizaje se mantienen estáticos y que no existe una variación de los mismos, en
relación con los diferentes aprendizajes.

Pérez Gómez, al respecto afirma que la labor del docente tutor es: “construir un
escenario abierto, democrático y flexible, y un conjunto de actividades abiertas que
pretenden provocar la implicación de cada estudiante, la experiencia educativa de
cada aprendiz, respetando sus diferencias y enfatizando sus fortalezas” (2012, pág.
248). Diseñar ambientes y generar estímulos que conduzcan a los estudiantes a ser
los actores de sus aprendizajes se torna un elemento principal en la consecución de
esta competencia

Así mismo el autor indica que una de las principales responsabilidades del tutor con
relación al sujeto que aprende es la de “ayudar a educarse” (2012, pág. 246),
entendiendo que “los estudiantes deben ser los generadores de su propio
conocimiento y los docentes los facilitadores de dicho proceso” (2012, pág. 246).

Con respecto a la competencia acompañamiento, se destaca su relevancia en este


estudio. Equivocadamente se sigue pensando que el docente es el encargado de
educar al estudiante. Sin embargo, hablar del “sujeto que aprende” es aceptar que el
estudiante sea el actor principal de su proceso formativo, quien debe estar en la
posibilidad de auto-dirigirse y auto-educarse En el aporte que los estudiantes dieron
a esta investigación, más de la mitad manifestaron que no sienten que el aula sea
un espacio de acompañamiento y escucha. Un alto porcentaje de los estudiantes
encuestados manifestó que siente temor al enfrentarse a sus actividades de
formación.

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Los docentes, bajo el paraguas de paradigmas tradicionales, han considerado que
presionar a los estudiantes con actitudes autoritarias, los estimulaba a ofrecer un
mejor desempeño. Muy lejos de esta concepción, el temor es una emoción que al
manifestarse, reduce las energías y la predisposición del estudiante hacia el
aprendizaje.

Acompañar al estudiante significa según Pérez Gómez: “demostrar respeto y cariño


con todos los estudiantes, comprendiendo sus diferentes situaciones personales y
emocionales y confiando en su capacidad de aprender. Procurar una interacción
cercana y respetuosa, provocando el sentimiento en los estudiantes de que son
respetados y escuchados” (2012, pág. 248). Acompañar, significa por lo tanto,
reconocer al estudiante como “sujeto”, con todas y cada una sus características y
particularidades. A partir del respeto de lo que él es, trabajar en lo que quiere llegar
a ser, reconociendo su capacidad y autonomía para tomar decisiones en su proceso
formativo.

En las encuestas, un alto porcentaje de estudiantes, manifestó que el conocimiento


en la Carrera de Educación Básica, no es usado para ser re-pensado y re-
significado. En este sentido, para entender la competencia de “cuestionar”, es
necesario acudir a Paulo Freire, quien manifiesta que: “enseñar ya no puede ser ese
esfuerzo de transmisión del llamado saber acumulado que se hace de una
generación a la otra, y el aprender no puede ser la pura recepción del objeto o el
contenido transferido” (Freire, 2004, pág. 15).

Pérez Gómez manifiesta que entre las transformaciones de la educación, debe haber
un cambio en la relación con el conocimiento, dejar a un lado “la obsesión
enciclopédica de acumular informaciones siempre en parte parciales y efímeras”
(2007, pág. 4) para preocuparnos por el desarrollo del pensamiento en el estudiante.
El mismo autor manifiesta que: “los estudiantes construyen el conocimiento
interpretando, analizando y evaluando” (Pérez Gómez Á. , 2010, pág. 93).Centrarse
en el proceso de aprendizaje significa reconocer que ningún conocimiento es
estático o eterno, sino que existe en función de la relación con los sujetos y sus
experiencias.
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A partir de esta visión del conocimiento, Freire identifica en la lectura uno de los
caminos más importantes para conducir a la emancipación del sujeto, sin embargo,
en su concepción: “leer no es mero entretenimiento ni tampoco es un ejercicio de
memorización mecánica de ciertos fragmentos del texto” (2004, pág. 43). En la
teorización de Freire, realizar una lectura autentica significa asumir un compromiso
con la comprensión, es decir: “comprometerse con una experiencia creativa
alrededor de la comprensión. Y la experiencia de la comprensión será tanto más
profunda cuanto más capaces seamos de asociar en ella los conceptos que emergen
de la experiencia del mundo de lo cotidiano”

Cuestionar se liga, por lo tanto, profundamente a la competencia de “provocar”, ya


que le exige al docente tutor, crear y diseñar aprendizajes en los que los estudiantes
tengan la posibilidad de enfrentarse a situaciones reales, analizarlas, interpretarlas y
desarrollar aprendizajes críticos a partir de las mismas.

Orientar es la competencia que asume el tutor frente al conocimiento, en la sociedad


del conocimiento. Los participantes manifestaron que si anteriormente el docente se
configuraba como el “poseedor del conocimiento”, actualmente el conocimiento está
a disposición de todos. Es así que el acceso directo al conocimiento, ha
transformado los aprendizajes en experiencias individuales.

Para entender de mejor manera cual es el rol que debe asumir el docente en los
actuales escenarios educativos y la competencia de “orientar”, es necesario rescatar
la metáfora sobre la educación expuesta por Gatto (2005): “la enseñanza no es como
el arte de pintar, sino como el arte de esculpir. No implica imponer saberes, añadir
colores desde fuera, sino ayudar a construir desde dentro, limpiar adherencias para
que se vaya conformando una imagen deseada” (pág. 251). Educar se identifica
como un proceso de descubrimiento de sí mismos, en el que la responsabilidad de
auto-dirigirse y auto-formarse, es compromiso en primera instancia, del sujeto que
aprende. Sin embargo este proceso necesita ser facilitado u orientado por el tutor
para guiar el proceso personal del estudiante.

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Este proceso se relaciona profundamente con lo que se plantea en el nuevo modelo
educativo de la Universidad Técnica de Cotopaxi, con respecto al aprehender y
desaprender. En el que se considera un proceso de aprehendizaje aquel que
produce un cambio en el sujeto: el profesional en formación al someterse a un
proceso de conocimiento, cambia. El sujeto que existió antes del aprendizaje, ya no
es el mismo después. Es por eso que en este punto cabe recalcar la importancia de
la actitud respetuosa del tutor frente al proceso de aprendizaje del estudiante.
Respetar al estudiante significa orientar sus aprendizajes a partir del reconocimiento
de la unicidad y particularidad de su experiencia.

La evaluación a lo largo de todo el proceso formativo no puede servir únicamente


para cuantificar los avances del sujeto mediante números. En las encuestas se
realizaron varias preguntas acerca del proceso de evaluación, los datos que se
recogieron fueron relevantes, sin embargo en este punto solo se mencionará la
pregunta que se efectuó a los estudiantes para saber si posterior a una evaluación
existe un dialogo en el que el estudiante puede discutir con el docente los motivos de
su calificación. A esta pregunta la mayor parte de estudiantes respondieron
negativamente. Lo que significa que en la Carrera de Educación Básica se está
priorizando un método de evaluación cuantitativo antes que cualitativo.

Pérez Gómez considera que una de las competencias fundamentales del tutor es la
de “Evaluar el proceso de aprendizaje de tal modo que ayude a los estudiantes a
comprender sus fortalezas y debilidades, y asumir su autorregulación para mejorar”
(2012, pág. 248).

Evaluar para favorecer el proceso formativo significa por lo tanto, no quedarse en la


medición del conocimiento del estudiante, sino orientarlo al reconocimiento de sus
fortalezas y debilidades, para que pueda hacer buen uso de las primeras e intentar
superar las segundas.

Una vez que se han detallado las características del rol tutorial, es necesario poner
en consideración que un cambio de actitud por parte de los docentes, conlleva a la
par, una transformación en el rol de los estudiantes. A continuación se exponen las

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tres dimensiones principales que constituyen el rol del estudiante en relación con la
asunción de las competencias tutoriales, por parte de los docentes. Por motivos de
espacio, solamente se nombrarán los títulos. Primera dimensión: el estudiante se
define como un sujeto que aprende. Segunda dimensión: el estudiante es
responsable de su aprendizaje en entornos colaborativos. Tercera dimensión: el
estudiante es un profesional en formación.

Conclusiones

En un contexto social influenciado por la emergencia y apertura a indagar sobre


nuevas aplicaciones y funcionalidades para dar soporte a los procesos de
aprendizaje, se puede afirmar que los modelos educativos de las IES del contexto
ecuatoriano se encuentran en un momento de cambio y evolución. Siendo
conscientes de la importancia que juega en este proceso el rol activo de sus
principales protagonistas, docentes y estudiantes para posibilitar el cambio
académico y profesional, se ha diseñado una propuesta descriptiva que integra
nuevas competencias del docente en relación con nuevas dimensiones del
estudiante.

Los resultados revelan la validez y necesidad de aplicar un modelo tutorial renovado


en la formación de formadores, bajo la hipótesis de que éste se propagará e influirá
en todos los sectores educativos a los que acudan los futuros profesionales. De esta
manera, no se verán beneficiados únicamente los estudiantes que cursan la Carrera
de Educación Básica, sino que la propuesta, trascenderá las paredes de las IES y a
través de los profesionales formados, alcanzará cada sector de la provincia y del
país, en donde se desempeñen.

Los resultados obtenidos animan a continuar con la línea de investigación iniciada, a


la vez que plantean nuevos interrogantes para mejorar los modelos formativos de las
universidades con el fin de que estos sean cada vez más acordes a las necesidades
actuales.

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