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Introducción
La adolescencia, más que una etapa estabilizada, es
proceso y desarrollo. El adolescente atraviesa por
desequilibrios e inestabilidad extremas, lo que configura
una entidad semipatológica, que los autores denominan
“síndrome normal de la adolescencia”.
2) La tendencia grupal.
De la búsqueda de uniformidad surge el espíritu de
grupo: un proceso de sobreidentificación masiva, en donde
todos se identifican con cada uno. El adolescente,
frecuentemente, pertenece más al grupo que al núcleo
familiar. También representa la oposición a las figuras
parentales y una manera activa de determinar una
identidad distinta. Se transfiere al grupo gran parte de la
dependencia que antes se tenía respecto de la familia y los
padres. Constituye así una transición necesaria en el
mundo externo para lograr la individuación adulta.
El adolescente recurre al grupo para reforzar su
identidad, ante la dificultad de asumir obligaciones para las
cuales todavía no está preparado. También para lograr su
independencia de los padres, para lo cual busca un líder al
cual someterse o se erige él mismo en líder para ejercer el
poder de la madre o el padre. Pero todo ello, sin que se
sienta demasiado responsable de lo que ocurre a su
alrededor: su propia personalidad suele quedar afuera
del proceso.
El grupo facilita la conducta psicopática normal. Se
trata de un acting out motor (por descontrol provocado por
la pérdida del cuerpo infantil) y afectivo (producto del
descontrol del rol infantil que está perdiendo): desafecto,
crueldad, indiferencia. (En el adolescente normal, esta
conducta es transitoria y rectificable, a diferencia del
psicópata). En este último, el conflicto de identidad se
procesa mediante la crueldad y la desafección, como
mecanismos de defensa frente a la culpa y el duelo de la
infancia perdida, que no puede ser elaborada debido a la
eliminación del pensamiento.
5) La desubicación temporal
El adolescente vive con una cierta desubicación
temporal; convierte el tiempo en presente y activo como un
intento de manejarlo (tipo proceso primario...) De ahí las
postergaciones y urgencias inexplicables que sorprenden al
adulto en el comportamiento adolescente.
Parecería que al romperse el equilibrio de la latencia,
según Bleger y Bion, por momentos predomina la parte
psicótica de la personalidad. Así la adolescencia se
caracterizaría por la irrupción de partes indiscriminadas,
fusionadas, de la personalidad: las modificaciones
corporales, incontrolables, son vividas como un fenómeno
psicótico y psicotizante en el cuerpo. Lo cual es aumentado
por la posibilidad real de llevar a cabo fantasías edípicas de
procreación con el progenitor del sexo opuesto.
Es durante la adolescencia que el tiempo va adquiriendo
lentamente características discriminativas. Mientras tanto,
existe la dificultad para distinguir pasado-presente-futuro.
Como defensa (contra la angustia generada por la pérdida
de la niñez: muerte de partes del yo y de sus objetos), el
adolescente espacializa el tiempo para poder manejarlo
relacionándose con él como con un objeto. Este “tiempo-
espacio-objeto” da lugar al sentimiento de soledad y al
aislamiento del chico en el cuarto. En esos períodos, el
tiempo queda “afuera”, convertidos el pasado, presente y
futuro en objetos manejables.
Mientras tanto, el adolescente se rige por el tiempo
corporal o rítmico (comer, defecar, jugar, dormir, estudiar,
etc.). Tiempo vivencial o experiencial. Luego vendrá la
conceptualización del tiempo, con la discriminación de
pasado-presente-futuro y la aceptación de la muerte de los
padres y la propia. Sin embargo, en determinados
momentos puede haber regresiones,
“La percepción y la discriminación de lo temporal sería
una de las tareas más importantes de la adolescencia,
vinculada con la elaboración de los duelos típicos de esa
edad. Esto es lo que permite salir de la modalidad de
relación narcisista del adolescente y de la ambigüedad que
caracterizan su conducta. Cuando éste puede reconocer un
pasado y formular proyectos de futuro, con capacidad de
espera y elaboración en el presente, supera gran parte de la
problemática de la adolescencia”.