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Recrear lo colectivo: Trabajo Social, estrategias de intervención y sus componentes ético-políticos 115

Recrear lo colectivo: Trabajo Social, estrategias de


intervención y sus componentes ético-políticos1
Recreate the Collective: Social Work, Intervention Strategies and
Their Ethical-political Components

Adela Claramunt2, Gustavo Machado3, Beatriz Rocco 4

Resumen
El artículo se propone reflexionar sobre la relación del Trabajo Social y los sujetos colectivos, ahon-
dando en las dimensiones metodológicas y ético-políticas, identificando su casi ausencia en las pro-
ducciones profesionales.
Se reflexiona brevemente sobre las luchas y sujetos colectivos en América Latina, identificando la de-
bilidad de los acumulados conceptuales para dar cuenta de la diversidad de procesos de organización
en el campo popular.
Se aborda la construcción de la demanda y la definición de la estrategia como momentos de expli-
citación metodológica de las intervenciones profesionales, no exenta de la rigurosidad teórica y las
mediaciones éticas y políticas que la orientan.
El trabajo Social se vincula con los sujetos en distintas expresiones, con prevalencia en inserciones
institucionales, en el campo de las políticas sociales, lo que no inhibe estrategias profesionales que
recuperen la voz de los sujetos, su capacidad de organización y movilización, contribuyendo a pro-
cesos colectivos de resolución de necesidades y efectivización de derechos.
Ello interpela también al Trabajo Social como parte de distintos colectivos y la potencia de su parti-
cipación en los mismos.

1 Los aspectos centrales de este documento fueron expuestos en el XII Congreso Nacional de Trabajo Social realizado
los días 6 y 7 de julio de 2017 en Montevideo en la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) de la Universidad de la República
(UDELAR). Se profundizan y amplían aquí los distintos contenidos intercambiados con motivo de la presentación de
dicha ponencia.
2 Doctoranda en Ciencias Sociales con especialización en Trabajo Social. FCS. UDELAR. Magister en Servicio Social.
Escuela de Servicio Social (EUSS). Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) - FCS. UDELAR. Asistente Social
Universitaria. Escuela Universitaria de Servicio Social (EUSS). UDELAR. Docente del Departamento de Trabajo Social
(DTS). FCS.UDELAR. Correo electrónico: adela.claramunt@cienciassociales.edu.uy
3 Doctorando en Educación. Facultad de Ciencias de la Educación (FCE). Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER).
Magíster en Servicio Social. ESS. URFJ –FCS. UDELAR. Asistente Social Universitario. EUSS. FCS. UDELAR. Docente
del DTS. FCS. UDELAR. Correo electrónico: gustavo.machado@cienciassociales.edu.uy
4 Doctoranda en Geografía, Planificación Territorial y Gestión Ambiental. Universidad de Barcelona (UB). Magíster en
Planificación Territorial y Gestión Ambiental. UB. Licenciada en Trabajo Social. FCS.UDELAR.Docente del DTS. FCS.
UDELAR. Correo electrónico: beitar22@gmail.com
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Se advierte que, en contextos de fragilidad de los vínculos sociales, con la preeminencia de la bar-
barie social propia del capitalismo en su fase actual, recuperar la acción colectiva sobre la realidad,
analizarla rigurosamente y defender el lugar político de la profesión, articulada con otras luchas del
campo popular, configura formas de humanizar las relaciones y pugnar por transformaciones con
signo democrático, libre y de justicia social.
Palabras clave: sujetos colectivos, trabajo social, estrategias.

Abstract
The article proposes to reflect on the relationship of Social Work and collective subjects, delving into
the methodological and ethical-political dimensions, identifying their almost absence in professional
productions.
It reflects briefly on the struggles and collective subjects in Latin America, identifying the weakness of
conceptual accumulations to account for the diversity of organizational processes in the popular field.
It addresses the construction of demand and the definition of strategy as moments of methodologi-
cal clarification, not exempt from the theoretical rigor and the ethical and political mediations that
guide it.
Social Work is linked to the subjects in different expressions, with prevalence in institutional inser-
tions, in the field of social policies, which does not inhibit professional strategies that recover the
voice of the subjects, their capacity of organization and mobilization, contributing to collective
processes about the resolution of needs and the fulfilling of rights.
This also calls to Social Work as part of different groups and the power of its participation in them.
It is noticed that in contexts of fragility of social ties, with the pre-eminence of the social barbarism of
capitalism in its current phase, recover collective action on reality, analyze it rigorously and defend the
political place of the profession, articulated with other struggles of the popular field, configures ways
of humanizing relations and striving for transformations with sign democratic, free and social justice.
Keywords: Collective Subjects, Social Work, Strategies.

Introducción El Trabajo Social, por su carácter interventivo,


sus orígenes y desarrollo como profesión en el
El presente trabajo tiene el objetivo de aportar
marco de la división sociotécnica del trabajo y en
elementos para el análisis y la reflexión acerca
el tratamiento de las “refracciones” de la “cues-
de las estrategias de abordaje que desarrollan los
tión social” (Iamamoto, 1992; Netto, 1992),
Trabajadores Sociales en su relación con los su-
siempre ha tenido una vinculación directa con
jetos colectivos, la cual es atravesada por cuestio-
las condiciones materiales y subjetivas de vida de
nes ético-políticas5 que se hace necesario develar
diversas clases y grupos sociales, particularmente
para dar cuenta de esta compleja interrelación.
con los sectores populares.
5 Refiere a la conjunción de lo ético y político, desarro- Es con la reconceptualización en América Latina,
llado inicialmente por la corriente brasilera (Montaño et en la segunda mitad de la década de los 60, que
al, 2003) que ubica estas dimensiones como transversales a
la profesión e introduce la noción de proyecto ético-políti-
busca distanciarse de su herencia conservadora
co como construcción colectiva. Este proyecto implica un y funcionalista y se acerca al marxismo y nuevas
posicionamiento y establece finalidades y formas para con- corrientes teórico-metodológicas y ético-polí-
cretarlas en el ejercicio profesional y se inscribe en proyec- ticas. Se propone así abordar y transformar las
tos societarios, no ajenos a las contradicciones y conflictos condiciones de vida de los sujetos, que implica
sociales.
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modificar relaciones sociales más amplias y se 1. Sobre las luchas sociales y los sujetos
identifican los sujetos colectivos, organizaciones colectivos
y movimientos sociales como sujetos privilegia-
Es posible establecer que existen distintos apor-
dos de la transformación social.
tes vinculados a las luchas sociales o a la acción
Rupturas y continuidades del proceso de recon- colectiva, en general refiriéndose a los sujetos
ceptualización han favorecido, en la región en las protagonistas de las mismas en términos de mo-
últimas décadas, con diferentes perspectivas, un vimientos sociales y no de sujetos colectivos.
diálogo teórico con las ciencias sociales y la pro- Como se verá en adelante, las influencias nortea-
puesta de un proyecto ético-político profesional mericanas y europeas explican esta predominan-
que pugna por proyectos societarios más amplios cia conceptual, constituyendo aún un desafío la
de definición anticapitalista y de afirmación de construcción de un paradigma latinoamericano
una democracia radical. Al mismo tiempo parece en general y, en particular, de una referencia con-
procesarse un creciente interés hacia el estudio e ceptual capaz de dar cuenta de la diversidad de
intervención con sujetos sociales. expresiones y procesos de organización y movili-
zación social en el Uruguay actual.
No obstante estos avances, la dimensión teóri-
co-metodológica y ético-política (a partir de las Se entenderá aquí el concepto de sujetos colecti-
cuales se elaboran las estrategias de intervención) vos en sentido amplio, en tanto “grupos de per-
y en particular la dimensión técnico-operativa, sonas que logran construir relaciones sociales de
presenta escasos debates y desarrollos. Esto reafir- pertenencia, configurando un nuevo espacio so-
ma disociaciones reiteradas en el Trabajo Social, cial con un sentido capaz de trascender la suma
en la relación teoría-práctica, en la vivencia por de intereses y racionalidades de los individuos
que lo conforman” (Rieiro, 2010: 4).
parte de los propios profesionales de una distan-
cia entre los aprendizajes en su formación y los Asimismo, se considera que retomar el carácter
desafíos de las realidades concretas en las que se popular y colectivo de estos sujetos, parte de
interviene, y en la dificultad de hacer visible un considerar
acervo teórico-metodológico y técnico-operativo social y objetivamente ‘popular’ a los sectores so-
en el campo profesional, muy rico y extendido. ciales e individuos que son objeto de dominación
Dichas tensiones se procesan actualmente con estructural (y bajo ciertas condiciones también
la prevalente inserción socio-técnica del Trabajo situacional) [...] Sectores sociales populares son, por
Social en marcos institucionales, particularmen- lo tanto, objetivamente todos los segmentos de la
población, con sus diversidades internas, que so-
te en el campo de las políticas sociales. Esto no
portan o sufren una dominación, o varias, domi-
inhibe el trabajo con colectivos o el desarrollo de
nación o dominaciones que ellos no pueden alte-
estrategias donde lo grupal y organizativo, evi-
rar liberadoramente sin organización y moviliza-
dencia la potencia de lo común.
ción socio-política-cultural (Gallardo, 2011: 78).
Este trabajo tiene raíces en el quehacer profe- Dichos sujetos colectivos se manifiestan muchas
sional de sus autores y en sus preocupaciones veces más como ausencia que como un sujeto en
docentes como agentes de enseñanzas y apren- proceso de constitución, con todos los conflictos
dizajes en la formación profesional de los Tra- que ello significa en términos de los procesos de
bajadores Sociales y de otros profesionales de lo transformación. Esto implica para quienes des-
social, así como también en el debate teórico y empeñamos nuestro quehacer profesional con
metodológico. Pretende ser un insumo en el sen- sujetos sociales, estar atentos a las expresiones de
tido de estimular nuevas producciones que con- resistencia, organización, agrupamiento, de lu-
tribuyan a enriquecer el accionar y la reflexión de cha, así como también a los procesos de neutra-
estudiantes y Trabajadores Sociales. lización o fragmentación asociados a las estruc-
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turas de dominación que no pueden pensarse Analizar dichos procesos colectivos requiere
como externas a dichos sectores. reflexionar sobre el contexto actual en don-
de estas prácticas tienen lugar y sus desafíos.
Siguiendo los aportes de Gohn (1997) en rela-
Contexto signado por las condicionantes que
ción a los movimientos sociales, se destacan hasta
establece la profundización de la globalización,
mediados de los 90, un conjunto de perspectivas
promotora del fortalecimiento de un proceso
elaboradas desde un “paradigma” norteamerica-
identitario donde lo individual tiene preemi-
no, europeo y latinoamericano.
nencia, donde las bases en las que se anclaba
En el primer caso, desde los aportes más clási- la modernidad se van desvaneciendo dando
cos a aquellos que incorporan el debate con la paso a la producción de sujetos cuyos procesos
corriente europea, es posible señalar que las cate- identitarios hablan de fragilidad, perplejidad,
gorías centrales de las perspectivas norteamerica- incertidumbre y fluidez.
nas han sido las de sistema, organización, acción
Este proceso es retomado por Malacalza (2009)
colectiva e integración social.
a partir de los aportes de Castoriadis (1997)
En las perspectivas europeas, por su parte, pre- como “avance de la insignificancia”, proceso que
dominaron por un lado los enfoques desde un promueve también una “subjetividad leve”, su-
abordaje marxista, en los que se privilegian ca- perficial, que envuelve a sujetos que presentan
tegorías como clases sociales, contradicciones, grandes dificultades de tomar contacto con sus
luchas, experiencia, conciencia, conflictos y pasiones, con el semejante, con la sociedad. Pre-
Estado. Por otro lado, se encuentran también domina así la debilidad o huida de lo colectivo,
en las perspectivas europeas los enfoques de generando grandes dificultades para la constitu-
los “nuevos movimientos sociales”, que abor- ción de un proceso identificatorio individual y
dan categorías como identidad, cultura, auto- sobre todo para los proyectos colectivos.
nomía, subjetividad y actores sociales, entre A pesar de este contexto, es posible advertir en
otras. lo que va de este siglo la asistencia a importantes
Es hacia las décadas del 70 y 80 que, en diálogo transformaciones en las luchas socio-políticas en
con algunas de estas perspectivas, surgen lo que América Latina, frente a un modelo de domina-
la autora denomina como paradigma latinoame- ción, explotación y exclusión global que no se ha
ricano, Se destacan en estos enfoques categorías alterado en lo fundamental.
como hegemonía, contradicciones urbanas, lu- En este sentido, pueden destacarse las acciones
chas sociales, autonomía e identidad. Asimis- de los movimientos sociales y de distintos sujetos
mo, las mismas aportan nuevas categorías como colectivos (indígenas, campesinos, de derechos
sujetos históricos, campo de fuerza popular, humanos, de trabajadores, de mujeres, de des-
ciudadanía colectiva, redes de solidaridad, con- empleados, estudiantes, ambientalistas, coopera-
siderando las particularidades de los contextos tivistas, etc.), que se han enfrentado a diferentes
sociohistóricos de los países latinoamericanos y formas de dominación así como a las políticas
los movimientos involucrados. de ajuste estructural, luchando contra la explo-
A pesar de estos aportes, de la revitalización del tación indiscriminada de los recursos naturales
pensamiento crítico latinoamericano en relación y humanos del capital trasnacional, y logrando
al estudio de los movimientos sociales y la ac- derribar por momentos varios gobiernos de sig-
ción colectiva, no es posible hablar de la con- no neoliberal.
figuración de un paradigma alternativo para la Se logró la construcción de propuestas políti-
comprensión de estos procesos de movilización co-partidarias de izquierda y centro-izquierda
sociopolítica capaz de desplazar las teorías y en- que permitieron acceder a dichas fuerzas al con-
foques predominantes, de origen europeo y nor- trol del gobierno y del aparato estatal, por vía
teamericano (Modonesi e Iglesias, 2016). electoral, en buena parte de América Latina
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Más allá de estos avances, se asiste actualmente al teóricos y socio-históricos que permiten am-
resurgimiento con fuerza de gobiernos de corte pliar la capacidad de comprender los procesos
neoliberal, que pugnan por derrotar, desestabili- y desafíos en los que están inmersos, y así tam-
zar, debilitar a aquellas expresiones, logrando su bién elementos metodológicos e instrumentales
cometido en varios países de la región y generan- capaces de contribuir en el desarrollo de proce-
do desafíos a la integración y al mantenimiento sos colectivos, reflexivos y críticos. Reconocer-
de proyectos contrahegemónicos. los y reconocerse así, como constructores de la
historia, del hacer futuro y de moldear el/los
La acción colectiva y los sujetos en ella con-
templados, se enfrentan a una realidad donde presentes así como la conformación de sí mis-
la continuidad de algunos logros alcanzados se mos como sujetos colectivos.
ven amenazados y donde la posibilidad de la
polarización hacia expresiones conservadoras, 2. Sobre la construcción de la demanda
criminalizantes de cualquier expresión de “lo
popular” y funcionales explícitamente al mode- Toda intervención social supone formar parte,
lo neoliberal y capitalista hegemónico, parecen participar del debate, una intromisión en la rea-
ganar terreno. lidad con una intencionalidad y desde un lugar
determinado (Sarachu, 2010: 63). En dicha in-
Los sujetos colectivos han transitado estos di- tervención, se constituye como un aspecto clave
versos cambios no sin verse afectados y han ido la construcción de la demanda desde una rela-
asumiendo distintas expresiones según su histo- ción en la que se ponen en juego necesidades,
ria, fortalezas, posibilidades. Así, en este contex- expectativas recíprocas y saberes entre el técnico
to es posible encontrar colectivos que han sido y los sujetos con los cuales construye dicho pro-
cooptados y desmovilizados durante el auge de ceso de intervención.
gobiernos de izquierda y centro izquierda, aque-
llos que se han visto fragmentados y atomizados, Para esto, se torna relevante la identificación
pero están también los que se consolidaron en de las necesidades no resueltas de los sujetos,
la afirmación de una autonomía crítica (Falero, a partir de un intercambio conjunto que logre
2008). explicitarlas, jerarquizarlas, significarlas. En el
mencionado proceso, detectar estas necesidades
Desde los aportes de Malacalza es posible hablar debe visualizarse desde una doble perspectiva.
de una crisis estructural para referir al momento Si por un lado implica asumir una carencia, por
actual, lo que implica la articulación, aún sin en- otro constituye una potencialidad que habilita
cuentro, de fuerzas cruzadas provenientes de lo el despliegue de estrategias para su satisfacción.
instituido con aquellas que fortifican toda rup-
tura del orden de lo dado. Tan relevante como la identificación de nece-
sidades constituye reconocerlas como derechos
Pero también, entre movimientos creadores de
de los sujetos. Derechos que la oferta de progra-
nuevas subjetividades y reacciones ante la incerti-
mas y servicios públicos (así como el mercado)
dumbre que ello genera; entre fuerzas que tienen
muchas veces no reconocen o no posibilitan su
ojos para ver en la crisis un proceso de agotamien-
efectivización. Esto impide que los derechos
to de aquello que, precisamente entró en crisis y
humanos y de ciudadanía se transformen en
entre las que sostienen que ese agotamiento no
una realidad vivida por los sujetos, las personas,
es tal. Entre las que afirman que la crisis es sim-
individual y colectivamente consideradas. Co-
plemente causa y, de las que la piensan también
loca la necesidad de la construcción conjunta
como producto” (Malacalza, 2009: 2).
con los sujetos de estrategias para aproximarse
Entendemos que los procesos de formación de a la realización de esas necesidades y la puesta
estos sujetos colectivos son instancias claves en práctica de esos derechos. Resulta relevante
para su constitución y fortalecimiento. Es allí en este sentido, en todos los procesos de inter-
donde los profesionales aportamos elementos vención profesional, propiciar la comprensión
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y la apropiación de los actores participantes de ma del ejercicio profesional y el posicionamiento


los derechos conquistados históricamente por ético6 que a partir del mismo se constituye.
la ciudadanía y reconocidos discursiva y legal-
mente de múltiples maneras.
3. El lugar de las estrategias
El acceso a determinadas prestaciones, servicios y
Se parte aquí del concepto de estrategia como cons-
programas sociales debe, en ese sentido, apunta- trucción de lo posible y en este sentido se busca re-
larse para la concreción de los derechos, así como cordar que toda intervención es política. Intervenir
el protagonismo de la ciudadanía y sus expresio- en el contexto actual requiere incorporar el análisis
nes colectivas en el contralor de dichos servicios político a lo cotidiano de la vida profesional hacién-
entre otros tantos aspectos de interés público. dolo parte de la adopción de decisiones.
Es en este ejercicio de reconocimiento de ne- Esto no es nuevo en nuestra profesión, pero apa-
cesidades y derechos que se va conformando y rece por lo general desdibujado o con escaso én-
delimitando la demanda. Para la construcción, fasis en la escena profesional en muchos de nues-
considerar su relación con la oferta, así como la tros espacios de inserción, a veces promovido por
problematización del mismo pedido, son aspec- las directivas y orientaciones de dichos espacios
tos que resultan claves en la construcción del vín- socio ocupacionales.
culo con los sujetos. Requiere generar un vínculo En este sentido, se requiere restaurar la política,
que habilite la apertura a la propia complejidad y en términos de poner en movimiento la acción
dinámica de la realidad, a la construcción de un y el pensamiento ubicando a nuestros profesio-
encuentro capaz de poner en cuestión y superar nales como intelectuales con capacidad propo-
la demanda planteada. sitiva, llenando de sentido sus intervenciones y
aportando a la construcción colectiva de un pro-
Ello implica un tratamiento de la singularidad, yecto de sociedad donde los sujetos sean cada vez
sin desconectarla de los procesos sociales, econó- más autónomos.
micos, políticos y culturales que la explican. No
Esto implica concebir la intervención profesio-
obstante, es fundamental consultar a los sujetos nal como síntesis de aspectos éticos, políticos y
y escuchar sus explicaciones y posibles solucio- teóricos que se ponen en movimiento a partir de
nes, como una verdadera efectivización del diá- una aproximación y reconstrucción analítica que
logo de saberes. No para quedarse en ellos, sino el profesional realiza de la situación problemática
para partir de ellos. que enfrenta conjuntamente con los sujetos con
los que trabaja. Se afirma además que no hay he-
Este ejercicio de problematización, develamien-
rramientas, técnicas, métodos que el profesional
to, a partir del cual el problema deviene objeto,
aplica, sino que lo que se moviliza en la interven-
no solo habilita a transitar un proceso de com-
ción del Trabajador Social son estrategias y tácti-
prensión y redefinición de lo aparentemente cas operativas que desarrolla a partir del análisis de
dado, sino que el proceso mismo de interven-
ción, y la práctica profesional en él inscripta, se 6 En este desarrollo nos distanciamos de una concepción
torna autónoma. tradicional de la ética profesional vinculada a una deonto-
logía que se centra en la individualidad del profesional en
Como se visualiza, son varios los elementos que cada espacio socio-ocupacional, prescribiendo conductas
desde una visión normativa, centrada en el “deber ser”.
desafían los procesos de intervención: identifi- Por el contrario, sostenemos un posicionamiento ético
car necesidades, cuestionar lo que aparece como como direccionalidad, orientada por valores y principios
dado, comprender teóricamente el problema, de- que reconoce el carácter tensionado y conflictivo donde se
desarrolla el campo profesional (Mallardi, 2015). Se puede
limitar conjuntamente aquello que se pretende profundizar en Barroco (2008), Montaño, et al, (2003) y
transformar, promover una construcción autóno- Netto (2003).
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la realidad y la finalidad buscada por el proceso de 4. Los procesos y propuestas asistenciales


intervención emprendido (Mallardi, 2015: 87). y los sujetos individuales y colectivos
La práctica profesional, orientada coherentemen- Cabe señalar la relevancia y ampliación que adquie-
te por valores y principios, siempre supone una ren en nuestro país en la última década los progra-
referencia a un proyecto global, que tiene finalida- mas socio-asistenciales en los que intervienen entre
des societarias, que es una construcción profesio- otros profesionales los Trabajadores Sociales.
nal colectiva e individual y que se expresa como Se hace necesario destacar en ese sentido que la
referencia y horizonte de las acciones cotidianas. dimensión asistencial de nuestro quehacer no re-
Valores y principios, construcción colectiva e indi- mite exclusivamente al otorgamiento de ciertas
vidual que también poseen los sujetos colectivos, prestaciones o facilitar la incorporación a deter-
en un “nosotros” y unas estrategias que preexisten minados programas sociales, sino que incluye los
a nuestra intervención, las que se hace necesario recursos propios que el profesional moviliza, su
visualizar y con las que se requiere dialogar. capacidad de escucha, sus conocimientos, su ca-
Ello no supone una acción independiente del pacidad de analizar las situaciones que se presen-
profesional, responde a la relación del Estado con tan, para ser aportada en la reflexión conjunta de
la sociedad en la atención de las manifestaciones las mismas, su lenguaje y capacidad de comuni-
cación con los sujetos con los que trabaja.
de la cuestión social y tiene una inscripción insti-
tucional, lo que no obtura la construcción de un Como señalan Oliva y Gardey:
espacio profesional autónomo. La asistencia implica una comprensión de determi-
Lo colectivo supone siempre reconocimiento de naciones simples y complejas que hacen a las situa-
la alteridad que se construye en el diálogo, como ciones de la vida cotidiana, donde es importante no
posibilidad de interlocución, forma de expresión reducir el análisis a manifestaciones individuales ig-
de la diferencia y de lo común por venir, con las norando la trama de determinaciones y centrando
tensiones que ello implica. en una culpabilización de los sujetos que solicitan
asistencia al Trabajador Social (2015: 67).
Aportar al fortalecimiento de los sujetos con los
que trabajamos, supone en la mayoría de los ca- Se podría agregar que en múltiples situaciones
sos contribuir intencionalmente a su formación, nuestra intervención no es estrictamente soli-
citada por los sujetos afectados por situaciones
movilización y organización, procurando resaltar
de necesidad o de no realización de derechos,
sus potencialidades transformadoras para la más
sino que se trata de intervenciones definidas y
amplia realización de las necesidades humanas y
dirigidas desde programas estatales. También allí
disminuyendo las posibilidades de generar suje-
se requiere estar atentos a lo expresado anterior-
tos que reproduzcan prácticas sociales de domi-
mente, es decir a las determinaciones simples y
nación, sometimiento y discriminación. complejas constitutivas de la vida cotidiana de
En los espacios ocupacionales que generalmente los sujetos con los que trabajamos, de modo
tenemos los Trabajadores Sociales las directivas de superar posibles visiones y tratamientos que
institucionales y las orientaciones de los progra- adjudican una responsabilidad excesiva por su
mas sociales pueden llevarnos a opacar o subsumir situación a quienes están sometidos con mayor
la voz de los sujetos a los que están destinados. intensidad al imperio de las condiciones estruc-
Cabe reflexionar acerca de los niveles de autono- turales en que se conforman sus vidas.
mía que tenemos como profesionales y a cómo Las autoras antes citadas indican a su vez que
hacemos uso de ellos para incidir en la forma en muchas veces los trabajadores sociales atendemos
que son llevadas a cabo dichas políticas, tendiendo demandas colectivas que son vehiculizadas por
a jerarquizar la voz - necesidades, intereses, deseos, grupos o personas en representación de organi-
propuestas, derechos - de los sectores populares. zaciones o colectivos de diferente naturaleza, que
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buscan resolver necesidades de un sector en parti- existentes en la actualidad (por sector ocupacional
cular o de pobladores de una determinada zona. en que estamos inscriptos como trabajadores).
En este sentido, la asistencia profesional puede ser En la región se está procesando un fortalecimien-
llevada adelante tanto en abordajes individuales, to de los colectivos profesionales con algunas re-
como grupales o colectivos, desde estrategias de percusiones positivas en el ejercicio profesional y
formación, asesoramiento u orientación. Se hace en las condiciones en que éste se lleva adelante,
necesario distinguir cómo se presenta el sujeto (indi- así como en la capacidad de incidencia en las po-
viduo, familia, grupo u organización) con demandas líticas públicas en temáticas que son de la espe-
que pueden ser explícitas o implícitas, de las poten- cialidad de nuestra profesión.
ciales formas de intervención, desde las que se puede
promover formas colectivas de resolución o movili- Cabría preguntarnos acerca de cómo fortalecer el
zación, que devuelvan la potencia de lo común. espacio de trabajo colectivo a nivel profesional en
Uruguay. ¿Cómo recrear lo colectivo a la interna
Cuando el Trabajador Social se posiciona en térmi-
de nuestra profesión con el involucramiento de
nos de responder de la mejor manera a los intereses
la mayor parte de nuestros profesionales, den-
de los sujetos a los que está destinado su trabajo a
ampliar, por ende, su acceso a todos los bienes y sificando su capacidad de análisis y de acción,
servicios socialmente disponibles priorizará la voz fortaleciendo su capacidad de incidencia en los
de dichos sujetos y dará jerarquía a su participación asuntos de interés público y de su propio interés?
en las opciones y decisiones. “El carácter pasivo ¿Es posible que la reflexión y posición colectiva
del usuario puede ser un obstáculo de la asistencia, sobre los procesos actuales contribuyan a subver-
dado que no se trata de meros procedimientos de tir las limitaciones a la autonomía profesional?
otorgamiento, sino que implica análisis de deter- Esta tarea exige de los profesionales del Trabajo
minaciones, reflexión conjunta, realización de pro- social, rigurosidad teórica, eficacia metodológi-
puestas” (Oliva y Gardey, 2015: 68). ca y claridad de las orientaciones ético-políticas
Las formas en que resuelven los sujetos sus nece- asumidas en nuestras prácticas, como sostiene
sidades configuran experiencias, en términos de Malacalza “la profesionalización del campo dis-
Thompson (1981), donde se inscriben en la subje- ciplinar implica hoy recrear la praxis. Toda op-
tividad, no solo el producto de la satisfacción, sino ción teórica es a su vez una opción ético-política.
el proceso, siendo lo colectivo, invitaciones para La rigurosidad en el análisis de la realidad es un
desarrollar otras formas de hacer junto a otros. elemento clave para pensar cualquier proyecto
dirigido a recuperar la condición humana de
nuestros pueblos” (2009: 7).
5. Los Trabajadores sociales como colectivo
En momentos que la realidad se nos presenta
Parece relevante en esta tarea de “recrear lo colec-
tivo” preguntarnos por los colectivos que como abrumadora, deshumanizante, ajena a nuestras
profesionales estamos construyendo y queremos posibilidades de transformación, es necesario
construir. A la vez, reflexionar sobre nuestra pro- recrear sentidos de nuestro colectivo, articulada
pia inserción en colectivos, particularmente en los con otras luchas del campo popular, que como
referentes actuales como ADASU7 y sindicatos dice nuestro Código de Ética, compartan los
principios y valores allí definidos.
7 Asociación de Asistentes Sociales del Uruguay es la
asociación profesional que nuclea como afiliados a todos
Instituir nuevos sentidos, emancipatorios, hu-
los trabajadores sociales o asistentes sociales del país, que manizantes, colectivos, solidarios, de justicia so-
voluntariamente se asocian, así como incorpora a estudian- cial, frente a tanta intolerancia y culpabilización
tes en sus estadios de formación más avanzados, de las di-
de la pobreza y el diferente, requiere recuperar
ferentes licenciaturas vinculantes que se imparten -a nivel
público y privado- y que expresen su interés de integrarse, la voz y la presencia en la esfera pública, y esa es
pero con un estatuto diferenciado dentro de la asociación. una tarea creadora y colectiva.
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Consideraciones finales do resaltar sus potencialidades transformadoras


para la más amplia realización de las necesidades
El presente trabajo enuncia, como se ha podido
humanas y disminuyendo las posibilidades de ge-
visualizar a lo largo del mismo, una preocupa-
nerar sujetos que reproduzcan prácticas sociales
ción por lo colectivo y por la posibilidad de “re-
de dominación, sometimiento y discriminación.
crearlo”, tanto a la hora de nuestro desempeño
profesional con dichos colectivos, como a la hora En este sentido no podemos olvidar que nuestro
de pensarnos como tales en el marco de una in- trabajo se desarrolla a nivel de la vida cotidiana
serción profesional determinada. de los sujetos, en relaciones intersubjetivas y en
procesos a través de los cuales se reproducen y
En el primer caso, aún está pendiente la construc- producen subjetividades y cultura.
ción de un paradigma latinoamericano, capaz de
conceptualizar y explicar las distintas prácticas con- Este documento también quiere contribuir a vi-
tra hegemónicas que en la actualidad tienen lugar, sibilizar las posibilidades de construir colectivos
con expresiones y alcances también diversos. y grupalidades como parte de la respuesta profe-
sional, y de alternativas metodológicas para abor-
Como profesionales acompañar y aportar elemen- dar los problemas, que muchas veces se presen-
tos teóricos, metodológicos y ético- políticos en tan como individuales, singulares, pero tienen
los procesos de germinación, formación, constitu- su origen y resolución en los procesos sociales,
ción en tanto sujetos políticos de estos colectivos, políticos, económicos y culturales más amplios.
no siempre resulta fácil o liviano ya sea por in-
sertarse en un contexto sociopolítico signado por En segundo lugar -no por menos relevante- se ins-
la opresión y debilitamiento de lo colectivo y lo tala la necesidad de repensarnos como colectivo,
popular, por las tradiciones profesionales, condi- nuestra práctica política como profesionales en lo
ciones de trabajo o por los lineamientos institu- que refiere a la inserción que tenemos también en
cionales a los que debemos responder. distintos colectivos de los que formamos parte.
En los espacios ocupacionales que generalmente Es decir, parecería que las coordenadas de época
tenemos los Trabajadores Sociales las directivas se muestran adversas para “recrear lo colectivo”
institucionales y las orientaciones de los progra- pero la historia nos indica que las salidas a esta
mas sociales pueden llevarnos a opacar o subsumir situación de indefensión social hasta el momento
la voz de los sujetos a los que están destinados. han sido siempre colectivas, sobre todo si el inte-
Cabe reflexionar acerca de los niveles de autono- rés está puesto en una sociedad radicalmente de-
mía que tenemos como profesionales y a cómo mocrática y con una distribución igualitaria de la
hacemos uso de ellos para incidir en la forma en riqueza material y cultural socialmente generada.
que son llevadas a cabo dichas políticas, tendiendo
Lo que está en la base de esto no es una visión
a jerarquizar la voz -necesidades, derechos, intere-
que ignora la importancia de los procesos indi-
ses, deseos, propuestas- de los sectores populares.
viduales y la responsabilidad de cada sujeto, sino
Lo expresado acerca de la construcción de la que, apreciando esta dimensión de lo social, la
demanda y la definición de estrategias de inter- trasciende y visualiza los procesos sociohistóricos
vención, nos acercan a la complejidad de estas de los que la humanidad es protagonista. Y en
formas de intervención que buscan hacer oír la ello no hay renuncia posible.
voz de los sujetos con los que están comprometi-
das, sujetos cuyas voces suelen estar subsumidas,
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