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EL GÉNERO LITERARIO.

TEORÍA DE LOS GÉNEROS

1. INTRODUCCIÓN
La genología estudia los géneros literarios.
Podríamos definir género como el conjunto de características que permiten la
identificación y la valoración de una obra y forman una estructura común para diversas
obras de diversos tiempos.
Hoy hay una reformulación de la tesis tradicional sobre el género. Se tiende a considerar
este concepto valioso porque pone a disposición de los receptores del discurso literario
un conjunto de instrumentos de interpretación y clasificación que activa su capacidad de
gozar y de juzgar el tono, la intención, la temática, el tipo de personajes y el mundo
posible que precede al acto creador. (M.A, Garrido, Teoría de los géneros
literarios,1988).
¿Qué significa esto? Pues que , como lectores, no nos enfrentamos a un acto libre de
creación por parte del autor, ni poseemos como lectores un estatuto de libertad absoluta
para la interpretación, porque la obra es ejemplo de una “estructura intencional que la
preexiste y que la instituye como acto inteligible”, como señala García Berrio en Teoría
de la literatura. La construcción del significado poético, (1994).
2. CARÁCTER NATURAL DE LOS GÉNEROS.
¿Son los géneros de carácter natural (inmutable) o cultural (adaptable a circunstancias
histórico-sociales)? García Berrio prefiere un criterio eclético: hay una base de consenso
histórico y social en la recepción de La Odisea; pero debajo de esa convención social hay
una razón natural, que nos hace más admirable la peripecia de Odiseo (Ulises) a otras mil
historias de peregrinaje.
La épica representa el mundo de forma cercana a las artes visuales, las cosas se intuyen
por sí solas, sin que el poeta aparezca. Se demora en los detalles como la cicatriz de Ulises
en La Odisea (Canto XIX). Para facilitar el establecimiento de esa realidad primigenia se
agrupa en torno a un individuo que traduce el espíritu colectivo de un pueblo, en los
momentos en que aún existe la conciencia ingenua.
La lírica presenta el mundo subjetivo sin acción externa, el ánimo se detiene en sí mismo
y el ser humano en sí mismo se convierte en obra de arte.
El drama es la síntesis de los dos géneros anteriores, y el grado más elevado de poesía y
de arte, por lo que necesita la representación.
Según algunos autores, es discutible la atribución a Platón (La República, Libro III) de la
división de los géneros en narrativo, lírico y dramático, distribución académica muy
eficaz porque permite asimilar estos a los estilos (alto, medio, bajo), al tipo imitación de
los hombres (mejores, iguales y peores de lo que son), a tipos básicos de personajes
(soldado, pastor, campesino), etc. Posteriormente se añadió el género didáctico (con
historia, filosofía y oratoria como subgéneros).
Los géneros son instituciones sociales establecidas que desafían los cambios. Por
ejemplo, pensemos en la comedia: han evolucionado mucho las cosas desde aquel mundo
que censuró Aristófanes, pero la necesidad de distanciarse mediante la risa de los
prejuicios y de la hipocresía que subyace en todo orden social, sigue vigente en la comedia
actual.
3. EL GÉNERO COMO FORMA CULTURALMENTE CONDICIONADA.
Los géneros son criaturas culturales múltiples, surgidas en gran cantidad (profusamente)
a lo largo de la historia, que se resisten a la racionalización plena.
Como aportación de nuestro tiempo, se reflexiona sobre la relación que hay entre géneros
y canales de comunicación. Es decir, a medida que desarrollamos nuevos medios, canales
y códigos, cambian también las formas de contar, de representar, etc.
La tendencia integradora de códigos hacia el espectáculo total permite que surjan nuevos
modelos instalados en artes “complejas” como la ópera, el cine o la televisión, en
tendencia a la amalgama de géneros en donde los códigos visual, musical o el papel del
movimiento, confieren nuevas calidades y cualidades expresivas.
4. CRITERIOS PARA FIJAR LOS GÉNEROS LITERARIOS.
La tradición clásica vio en la expresividad (elocución) la razón de las diferencias entre
las obras.
Desde el criterio estilístico, a la tragedia le corresponde el estilo alto, y a la farsa el bajo.
Si usamos los registros, Batjín señala lo “polifónico” en la novela, mientras que la mezcla
de lenguaje alto y situaciones triviales es propia del esperpento. El tono hace que la
comedia sea humorística, la elegía triste y la fábula sentenciosa.
La tradición romántica idealista, vio una base temática y simbólica como fundamento de
sus distinciones: la muerte para la elegía, el amor para el soneto petrarquista, etc.
Desde el punto de vista cuantitativo, presentaría géneros breves como la obra lírica,
aunque la égloga es más larga porque une elementos dramáticos y narrativos, mientras
que en la narrativa hay géneros de mayor extensión.
La crítica tradicional creó la figura del JUEZ DE LOS GÉNEROS, el perceptista, y de
aquí surgió el concepto de CORPUES o CANON de textos valiosos o cuasisagrados,
dignos de ser imitados.
En la actualidad, H. Bloom ha renovado la necesidad de que las sociedades y los
educadores contemplen un conjunto de referencias de calidad indiscutible (bastante
polémico, El canon occidental, Barcelona, Anagrama, 1995).
5. HISTORIA DE LA REFLEXIÓN SOBRE LOS GÉNEROS.
Aristóteles hizo grandes aportaciones en la Poética (cap.I), tras formular su tesis de que
el arte imita a la naturaleza, con el color, el ritmo, o las notas musicales. Cuando el arte
imita a la naturaleza mediante el lenguaje, la diferencia entre una tragedia de Eurípides y
un canto de Homero, era el empleo de distintas clases de metro, por lo que había cuatro
géneros: el ditirambo (lírica) la epopeya, la tragedia y la comedia.
EL Renacimiento se interesó por el problema de la calidad de las obras y fijó cánones.
EL primer problema es la evolución de histórica de los géneros. Los formalistas rusos han
propuesto la fórmula de que cada época percibe el agotamiento de modelos anteriores y
propicia el ascenso de géneros secundarios

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