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Cerda Pradenas, Danilo

Ilustre Municipalidad de Coquimbo


Remuneraciones
Rol N° 210-2013 (RIT T-32-2013 del Segundo de Letras del Trabajo de La Serena)

La Serena, veinticuatro de junio dos mil catorce.


VISTOS Y TENIENDO PRESENTE:
Que en estos autos RUC 1340029663-9, RIT T-32-2013, caratulados
"CERDA PRADENAS, DANILO HERNÁN CON ILUSTRE
MUNICIPALIDAD DE COQUIMBO", en Procedimiento de Tutela Laboral
por vulneración de derechos fundamentales con ocasión del despido, ha
comparecido el abogado don Claudio García Huerta, por la denunciada,
Ilustre Municipalidad de Coquimbo, interponiendo recurso de nulidad en
contra de la sentencia definitiva de fecha nueve de diciembre de dos mil trece,
dictada por la señora Juez Titular del Juzgado de Letras del Trabajo de La
Serena, doña Nancy Aurora Bluck Bahamondes, en virtud de la cual se dio lugar
a la denuncia de Tutela de Derechos Fundamentales, resolviendo que el ente
Municipal de Coquimbo ha vulnerado la garantía de indemnidad que protege al
actor, y la acoge sólo en cuanto condena a la denunciada al pago de las
indemnizaciones que señala y a la realización de un seminario sobre el
procedimiento de tutela de derechos fundamentales, forma de contratación en
el sector público y terminación de los servicios, impartida por docentes con, al
menos, título de Magister en Derecho Laboral, en horario laboral y dirigida a
todos los funcionarios de esa Municipalidad, rechazándose la demanda en lo
demás, sin costas, por haber incurrido el fallo en las causales que indica, las que
se interponen en forma subsidiaria, una respecto de la siguiente.
El recurso de nulidad se funda en distintas causales y que conforme a lo
dispone el Art. 478, inciso final, del Código del Trabajo, estas se invocan
subsidiariamente.-
La primera causal de nulidad se deduce en contra de la sentencia definitiva
a fin de que sea invalidada conforme lo dispone el Art. 478. letra e) del Código
del Trabajo, toda vez que se ha dictado dicha sentencia con omisión de
cualquiera de los requisitos establecidos en el Art. 459 del Código del
Trabajo, en relación con los artículos 459 N°4, y 456, todos del Código del
Trabajo.
En efecto, el Art. 459, del Código del Trabajo dispone el contenido
obligatorio de toda sentencia definitiva, y en su numeral 4, establece que la
sentencia definitiva debe contener "El análisis de toda la prueba rendida, los
hechos que estime probados y el razonamiento que conduce a esta conclusión."
Señala el recurrente que, en los considerandos quinto y sexto de la
sentencia definitiva recurrida se hace referencia a los medios de prueba que las
partes hicieron valer y rindieron en la audiencia de juicio oral respectivo. Se
trata de una simple enumeración y detalle de los medios de prueba respetivos.-
Sin embargo, en los considerandos siguientes del fallo impugnado no se
realiza, por parte del tribunal sentenciador, análisis de toda la prueba rendida,
no señala , fundadamente, los hechos que se estime por probados ( medios de
prueba precisos), ni menos se realiza un razonamiento fundado que conduzca a
la decisión final de esta causa.
Agrega, que el tribunal sentenciador debe hacerse cargo de toda la prueba
rendida, y no eludirla, como se ha podido establecer en esta sentencia. En efecto,
la parte demandante rindió prueba confesional, en que compareció
personalmente el Alcalde de la I. Municipalidad de Coquimbo, don Cristian
Galleguillos Vega, y señaló clara y precisamente que sostuvo una reunión el día
martes 11 de Junio de 2013, en horas de la tarde en la oficina de la Alcaldía,
con el actor, y con el Administrador Municipal, don Ernesto Jorquera Flores, y
en esa ocasión se le solicitó verbalmente la renuncia al señor Cerda y este habría
aceptado y que estaba de acuerdo y solicitaba que le respetaran sus vacaciones.
En relación con los mismos hechos, la parte demandada, rindió prueba
testimonial, consistente en la declaración del Administrador Municipal, Ernesto
Jorquera Flores, el cual coincidió plenamente con lo expresado por el Alcalde.
Coincidió en día, hora, lugar, personas presentes, temas tratados y acordados.-
De esta manera, existe plena coincidencia y están contestes, ambas
personas, que forman parte de la prueba de las partes de este juicio, que los
hechos alegados por la demandada ocurrieron de la siguiente manera: "El día
Martes 11 de Junio de 2013, en horas de la tarde, en las oficinas de la Alcaldía
de Coquimbo, estando presente el Alcalde Titular don Cristian Galleguillos
Vega, el Administrador Municipal, don Ernesto Jorquera Flores, y el actor
Danilo Cerda Pradenas, la máxima autoridad municipal le solicitó al actor su
renuncia, en forma verbal, indicándole que lo hacía por tener su cargo la
calidad de exclusiva confianza, y el actor habría manifestado estar de acuerdo
y que le fuesen respetadas sus vacaciones." Este hecho está acreditado con las
pruebas antes indicadas.
Afirma el recurrente que el tribunal nada dice ni menos analiza las
pruebas antes señaladas, ni tampoco hace referencia a las conclusiones lógicas
de su acreditación. El tribunal no ha señalado si tal hecho o conjunto de hechos
se encuentra probados, teniendo obligación procesal de hacerlo.
Que tal circunstancia es relevante para la decisión final, en lo referido a
la supuesta afectación a la garantía de indemnidad laboral.
En efecto, al día 11 de Junio de 2013, existían dos denuncias de fechas
Julio y Diciembre de 2012, y que se encontraban en proceso de investigación.
Al respecto cabe precisar que la denuncia presentada en Julio de 2012,
corresponde a un periodo Alcaldicio de otra autoridad anterior. La denuncia de
Diciembre de 2012, se realizó apenas había asumido la actual autoridad (6 de
Diciembre de 2012) e inmediatamente dispuso una investigación
administrativa. De esta manera, no existe proximidad ni cercanía en el tiempo
que señala el sentenciador, entre la fecha de las denuncias y la petición de
renuncia voluntaria.
Claramente la carta presentada por el actor con fecha 12 de Junio de 2013,
fue posterior a la petición verbal de renuncia voluntaria realizada con fecha 11
de Junio de 2013. Así, ante la omisión del tribunal sentenciador en orden a
pronunciarse sobre toda la prueba, en este caso, confesional y testimonial, es de
tal entidad y gravedad, que afecta la sentencia definitiva y permite su
invalidación. Ese hecho, probado con los medios de prueba de ambas partes, e
ignorado por el juez sentenciador, desvirtúa clara y rotundamente la existencia
de represalias en contra del actor.
Señala que, por otra parte, no ha existido en modo alguno un
razonamiento de la prueba, en cuanto a los hechos que se estiman probados,
sino apreciaciones, subjetivas„ carentes de toda fundamentación en la prueba
rendida en la audiencia de juicio oral, y a modo de ejemplo de dichas
apreciaciones u opiniones, las encontramos en el considerando noveno, inciso
primero : " Las denuncias del actor en orden a la existencia de irregularidades
financieras involucran obviamente al jefe comunal, al Alcalde de Coquimbo, de
una u otra forma, quien debe responder frente a estas denuncias y desplegar las
medidas que sean pertinentes , poniendo en peligro su capital político y de votos
si se acreditaba que esas irregularidades existieron la autoridad comunal no las
detuvo a tiempo."
Que la infracción cometida en la sentencia impugnada ha influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, causando además un perjuicio y
agraviando a su parte.
En efecto, la sentencia recurrida, al acoger la denuncia de tutela laboral y
de despido injustificado alegada por el actor y rechazar las alegaciones de esa
parte, en cuanto a la inexistencia de hechos que afectaran la indemnidad del
actor, y habiéndose dictado la sentencia definitiva sin haber realizado un
análisis de toda la prueba rendida, de los hechos que se estimaban probados y
el razonamiento que conduce a la estimación de la probanza de esos hechos, ha
sido dictada con infracción de lo preceptuado en los Arts. 478, letra e) en
relación con los Arts. 459 N° y 456 del Código del Trabajo, y ello pues una
correcta aplicación de dichas normas permiten señalar que, luego de analizar
toda la prueba rendida, no ha existido represalia alguna en el proceder del
Alcalde de la comuna, y que al momento de solicitarle al actor su renuncia
voluntaria, en forma verbal, no existía la denuncia de fecha 12 de Junio de 2013,
y deben llevar a la conclusión univoca que la petición de renuncia voluntaria,
verbal, no tuvo como antecedente la carta de fecha 12 de Junio de 2013, y en
consecuencia no se vio afectada la indemnidad del trabajador en modo y tiempo
alguno, y en consecuencia , la sentencia definitiva recurrida debió rechazar el
libelo del actor en todas sus partes, por los señalados fundamentos.
En relación con la segunda causal de nulidad, solicita que la sentencia
sea invalidada conforme lo dispone el Art. 478. letra b), del Código del
Trabajo, toda vez que se ha dictado dicha sentencia con infracción manifiesta
de las normas sobre apreciación de la prueba conforme a las reglas de la sana
crítica. Señala el recurrente que el Art. 456 del Código del Trabajo establece la
obligación de apreciar la prueba conforme a las reglas de la sana crítica.
Expresa que a dicha norma le precede, la disposición contenida en el
Artículo 459 N° 4, del Código de Trabajo, que dispone que la sentencia
definitiva debe contener el análisis de toda la prueba rendida, los hechos que
estime probados y el razonamiento que conduce a esta estimación. Así, el juez
sentenciador debe analizar, en la sentencia, toda la prueba y expresar las razones
jurídicas y las simplemente lógicas, científicas, técnicas o de experiencias, en
cuya virtud les asigne valor o las desestime. La esencial e ineludible obligación
del sentenciador, al apreciar la prueba conforme a las reglas de la sana crítica,
es, considerar y examinar toda la prueba, y más aún cuando la prueba omitida
en su examen y apreciación es contradictoria con sus conclusiones en su fallo.
Luego el recurrente estima que la infracción, a la obligación de razonar y examinar
toda la prueba se aprecia como manifiesta, patente y clara, cuando el tribunal a quo, a
su juicio, no considera ni examina toda la prueba rendida válidamente, por ambas partes
y esa prueba resulta evidentemente contradictoria con sus conclusiones finales de la
sentencia definitiva.
Agrega que, en su opinión, la sentencia recurrida, al acoger la denuncia de tutela
laboral y de despido injustificado alegada por el actor y al rechazar las alegaciones de esa
parte, en cuanto a la inexistencia de hechos que afectaran la indemnidad del actor, y
habiéndose pronunciado la sentencia definitiva con infracción manifiesta de las normas
sobre la apreciación de la prueba conforme a las reglas de la sana critica, ha sido dictada
con infracción de lo preceptuado en los Arts. 478, letra b) en relación con los Arts. 459
N° y 456 del Código del Trabajo y ello ha influido en lo dispositivo del fallo, causando
además un perjuicio y agraviando a esta parte.-
Expresa el recurrente que una correcta aplicación del artículo 456 del Código del
Trabajo, permiten señalar que, luego de analizar toda la prueba rendida, no ha existido
represalia alguna en el proceder del Alcalde de la comuna, y que al momento de solicitarle
al actor su renuncia voluntaria, en forma verbal, ( 11 de Junio de 2013) no existía la
denuncia de fecha 12 de Junio de 2013, y deben llevar a la conclusión univoca que la
petición de renuncia voluntaria, verbal, no tuvo como antecedente la carta de fecha 12 de
Junio de 2013, y en consecuencia no se vio afectada la indemnidad del trabajador en modo
y tiempo alguno, y en consecuencia , la sentencia definitiva recurrida debió rechazar el
libelo del actor en todas sus partes, por los señalados fundamentos.
En cuanto la tercera causal de nulidad, ésta se funda en la causal contendida en
artículo 477 inciso primero, del Código del Trabajo, toda vez que se ha dictado dicha
sentencia con infracción de ley que ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo.
Agrega que ha existido, a su juicio, infracción manifiesta de los artículos 485 del Código
del Trabajo, inciso tercero, del artículo 61 de la Ley 18.834, sobre Estatuto
Administrativo y artículos 58 letra k) y 88 de la Ley 18.883, sobre Estatuto
Administrativo para funcionarios municipales.
Señala que el tribunal sentenciador, en el considerando noveno del fallo impugnado,
examina y analiza la garantía de indemnidad en relación con las denuncias hechas por el
actor. Las denuncias previas a la petición de renuncia verbal son de julio y Diciembre de
2012, y corresponden únicamente a carta u oficio internos dirigidos a la autoridad
administrativa.
En el mes de Julio de 2012, don Cristian Galleguillos Vega no detentaba el cargo de Alcalde
Coquimbo. Agrega que don Cristian Galleguillos Vega, asumió su cargo con fecha 6 de
Diciembre de 2012.
Agrega que no existe prueba alguna que el actor hubiese realizado alguna denuncia
ante la Inspección del Trabajo. Tampoco existe prueba aportada por la parte demandante en
orden a acreditar que hubiese deducido alguna acción judicial por los hechos materias de las
denuncias antes indicadas. Así las cosas, las supuestas (inexistentes) represalias ejercidas
por el empleador en contra del actor, no se dan por razón o como consecuencia de la labor
fiscalizadora de la Dirección del Trabajo o por el ejercicio de acciones judiciales, como lo
ordena y dispone el artículo 485 inciso tercero, segunda parte, del Código del Trabajo.
De esta manera, no resulta aplicable extender la presencia de represalias en contra de
los trabajadores, si las denuncias solo se han formulado en el plano y ámbito interno de la
empresa o entidad empleadora.
Afirma el recurrente que el tribunal sentenciador ha extendido, ilegal e
indebidamente, el ámbito de aplicación de dicha disposición legal, sin encontrar
sentido alguno, considerando no solo el tenor literal, sino la historia fidedigna de la ley.
La interpretación realizada por el sentenciador se aparta
claramente de la norma legal, de su texto expreso, toda vez que la inclusión en dicha
disposición de requisitos para su procedencia constituye las reglas que el legislador ha
dispuesto para que las partes, en el marco de una relación laboral, sean cumplidas
efectivamente.
Expresa que el legislador ha señalado que solo se entenderá la existencia de
represalias cuando el trabajador hubiese realizado denuncias ante la Inspección del
Trabajo o ejercido acciones judiciales. La sentencia pretende modificar una norma legal,
lo cual resulta indebido e improcedente, a través de una "interpretación extensiva", como
la denomina, en su fallo.
Si se busca la historia fidedigna de la ley, en cuanto a la creación de esa norma legal
y más precisamente el artículo 485 , inciso tercero, segunda parte del Código del Trabajo,
se encuentra la indicación N° 228 de parte del H, Senador don Edgardo Baninter Caucel,
la cual circunscribe el ámbito de aplicación a reacciones frente a denuncias ante los
organismos o tribunales respectivos.. Dicha aprobación a la referida indicación consta en
el Segundo Informe de la Comisión de Trabajo del Senado, de fecha 17 de Octubre de
2005.
Agrega que del análisis de la historia de la ley, no se visualiza ni aparece una
interpretación "extensiva", como la realizada por el tribunal sentenciador.
Por otra parte, y en contradicción con lo señalado en al fallo impugnado, las
obligaciones referidas por la sentenciadora, en el considerando noveno, Art. 61 Ley
18.834 y Artículo 58, letra k) , de la Ley 18.883, requieren como requisito u obligación,
que el trabajador o funcionario , público o municipal, presente una denuncia ante el
Ministerio Publico o Tribunales.
Señala que esta infracción de ley ha influido sustancialmente en lo dispositivo del
fallo.
En relación con la cuarta causal de nulidad interpuesta, también se refiere a la
establecida en el artículo 477 del Código del Trabajo, esta vez por infracción manifiesta del
artículo 47 de la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, Artículo 7 letra c) de la Ley
18.834, sobre Estatuto Administrativo para funcionarios municipales, y Artículo 34 letra h) inciso
final de la Ley 20.501.
Expresa que la solicitud de la máxima autoridad comunal en orden a pedir la
renuncia al actor, en su calidad de jefe del Departamento de Administración de Educación
Municipal de Coquimbo, se realiza en aplicación de las facultades legales consagradas
expresamente en el art. 47 de la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, y que
señala: “Articulo 47.- Tendrá la calidad de funcionario de exclusiva confianza del Alcalde, las
personas que sean designadas como titulares en los cargos de secretario comunal de
planificación, y en aquellas que impliquen dirigir las unidades de asesorías jurídicas, de salud y
educación y demás incorporadas a su gestión y de desarrollo comunal.”
Por otra parte el art. 7, letra c), de la Ley 18.834, expresa lo siguiente:
“Articulo 70.- serán cargos de la exclusiva confianza del Presidente de la
Republica o de la autoridad facultada para efectuar el nombramiento:
Los cargos de la planta de la presidenta de la república; en los ministerios, los
secretarios regionales Ministeriales y los jefes de división o jefaturas de niveles
jerárquicos equivalentes o superiores a dichas jefaturas, existentes en la estructura
ministerial, cualquiera sea su denominación; en los servicios públicos, los jefes
superiores de los servicios, los subdirectores, los directores regionales o jefaturas de
nivel jerárquico equivalente o superiores a dicha jefatura existente en la estructura del
servicio, cualquiera sea su denominación.
Se exceptúan los raptores de educación superior de carácter estatal, los que se
regirán por la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza y los estatutos orgánicos propios de
cada institución.
De esta manera y conforme a lo dispuesto al art .34 letra H) inciso final, de la Ley
20.501, el alcalde de la I. Municipalidad de Coquimbo, solicitó la renuncia al actor
cumpliendo con todos los requisitos y formalidades legales para, finalmente, declarar vacante
el cargo de jefatura antes señalado.
Por lo demás, el ejercicio de dicha norma legal tiene un fundamento jurisprudencial de la
Excma. Corte Suprema, la cual en fallo de 30 de Mayo de 2013, Rol.- N* 3277-2013, y
conociendo por vía de apelación de un recurso de protección deducido en contra de la I.
Municipalidad de Puerto Montt, Corte de Apelación de Puerto Montt confirma el fallo de
dicho tribunal de alzada en cuanto establece que dicho cargo, Jefe de Departamento
de Educación Municipal tiene la calidad de funcionario de exclusiva confianza del
Alcalde y puede ser solicitada su renuncia conforme a las normas consagradas en el
Art. 34 letra H de la ley 20.501.
Agrega que, en consecuencia, la declaración de vacancia en el cargo que detentaba
el actor se ha realizado en el ejercicio de las facultades legales del Alcalde de la 1.
Municipalidad de Coquimbo, y en consecuencia no ha existido en esa actuación una
afectación a garantías constitucionales de orden laboral y por ende la denuncia por tutela
laboral incoada por el actor debe ser rechazada y los prestaciones demandadas, también
deben ser rechazadas.-
La sentencia recurrida, al acoger la denuncia de tutela laboral y de despido
injustificado alegada por el actor y rechazar las alegaciones de esta parte, en cuanto a la
inexistencia de hechos que afectaran la indemnidad del actor, y habiéndose pronunciado
la sentencia definitiva con infracción de ley, al declarar que el cargo que detentaba el actor
no era de exclusiva confianza del Alcalde, ha sido dictada con infracción de ley , según lo
preceptuado en los Arts. 477 del C. del Trabajo, y ello ha influido en lo dispositivo del
fallo, causando además un perjuicio y agraviando a esta parte.-
La correcta aplicación del artículo 47 de la Ley Orgánica Constitucional de
Municipalidades, Art. 7 letra c) de la Ley 18.834, sobre Estatuto Administrativo para
funcionarios municipales, Art. 34 letra h) inciso final de la Ley 20.501, permiten establecer
que el Alcalde de la comuna de Coquimbo, actuó en la esfera de sus atribuciones , y
considerando que el cargo que detentaba el actor, según lo declarado por la Excma. Corte
Suprema , es de exclusiva confianza de la máxima autoridad comunal, y que al fallar el
tribunal a quo en contra de dichas normas y jurisprudencia, se ha dictado la sentencia
definitiva con infracción de ley y ello ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo,
y en consecuencia, la sentencia definitiva recurrida debió rechazar el libelo del actor en
todas sus partes, por los señalados fundamentos.
Solicita en definitiva que se acoja el presente recurso por las causales de nulidad
interpuestas de forma subsidiaria y, en consecuencia, se anule la sentencia definitiva,
dictándose la sentencia de reemplazo declarando que:
1.- Se rechaza la denuncia de tutela laboral , y se declara que no ha habido
afectación a la garantía de indemnidad del actor; que la desvinculación del actor con la
Municipalidad de Coquimbo se realizó en ejercicio de las facultades legales del Alcalde
de la comuna, por tener el actor un cargo de exclusiva confianza, y en consecuencia se
desestime, en todas sus partes, la denuncia de tutela laboral, y de indemnización
deducidas por el actor.
2.- Se condene al demandante al pago de las costas de la causa.
Con fecha veinticuatro de abril de dos mil catorce, se llevó a efecto la
audiencia respectiva, con la intervención de los abogados don Claudio García,
por el recurso y don Javier Arenas, en contra de éste, quienes concurrieron a
estrados para estos efectos.
Terminada la audiencia, con esa misma fecha, a fs.40 y de conformidad
con el artículo 82 del Código Orgánico de Tribunales, se suspendió el debate, a
petición de la unanimidad de los miembros de la Sala, señalándose para volver
a la discusión y adoptar acuerdo el día 23 de mayo de 2014, a las 12 hrs.
Con fecha 23 de mayo de dos mil catorce se vuelve a la discusión,
adoptándose acuerdo y, estimándose por los sentenciadores, como necesario
para la acertada resolución del asunto, decretar una medida para mejor resolver.
A fs. 47, se tiene por cumplida la medida para mejor resolver,
volviéndose al estado de acuerdo.
CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO:
Primero: Que el presente recurso de nulidad, constituye un medio de
impugnación de derecho estricto, lo que obliga a quien recurre, ajustarse
estrictamente a la normativa que lo regula; es, además, de carácter
extraordinario, esto es, que su procedencia está limitada, en primer término,
por la naturaleza de las resoluciones impugnables; en segundo lugar, puede
interponerse sólo por las causales que la ley expresamente contempla y,
finalmente, deben respetarse las formalidades que la ley dispone, las que deben
ser cumplidas en el respectivo escrito de interposición, en especial, señalar con
precisión la o las causales legales de nulidad que invoca, los vicios o
infracciones cometidas por la causal invocada y la forma como se han producido
dichas infracciones, las peticiones concretas y de ser varias las causales de
nulidad interpuestas, la forma en que se hacen valer dichas causales, todo lo
cual fija el alcance de la competencia del tribunal.
Que, además, siendo de derecho estricto, mediante el cual se invalida, ya
sea el juicio y la sentencia, o sólo ésta última, por vicios en que se ha incurrido,
de acuerdo a causales determinadas, a esta Corte le está vedado entrar a la
revisión de los hechos establecidos por el Juez a quo, proceso en el que han
primado los principios de oralidad e inmediatez, bajo cuyos pilares se han
apreciado las pruebas rendidas conforme a las reglas de la sana crítica, a
diferencia del recurso de apelación, el que permite conocer tanto los hechos
como el derecho.
Segundo: Que, centrado el primer capítulo del presente recurso en orden
a acusar que la sentencia no contiene las menciones a que alude el artículo 459
del Código del Trabajo, en relación al artículo 478 letra e) del mismo cuerpo
legal, es del caso precisar que lo que verdaderamente se denuncia es que el
fallo no contiene el análisis de toda la prueba rendida, los hechos que estime
probados y el razonamiento que conduce a esa conclusión. Dice que la
sentencia hace una simple enumeración de los medios de prueba allegados al
juicio pero que no hace un análisis de los mismos ni menos hace un
razonamiento fundado que conduzca a la decisión final de la causa. Omite
consignar y apreciar la confesional prestada por el alcalde señor Galleguillos y
la testifical que depuso el administrador municipal señor Jorquera, coincidiendo
ambos en que el actor presentó su renuncia en horas de la tarde del 11 de junio
de 2013, lo que demuestra la inexistencia de un despido-represalia.

Por otra parte se denuncia la ausencia de razonamiento en cuanto la


ponderación de la prueba sino meras apreciaciones subjetivas, inconexas con el
sustrato fáctico de la litis y menciona, a vía de ejemplo, frases del fallo que
vinculan las denuncias internas efectuadas por el actor en el orden financiero
del municipio con los eventuales efectos en el caudal electoral del alcalde, que
a juicio de la sentenciadora motivaron la represalia, despidiéndolo.

Tercero: Que, si bien es cierto, de la lectura del fallo impugnado no se


detecta con nitidez la relación que pudiere existir entre la omisión señalada y lo
decisorio, la verdad es que la sentenciadora ampara su razonamiento que la lleva
a estimar la existencia de las represalias, a partir del conjunto de los medios
probatorios suministrados al juicio, lo cual demuestra que la sola incorporación
y análisis de las declaraciones del alcalde o del testigo, o ambas, no constituyen
elementos que necesariamente vayan a redundar en un fallo diverso al que se ha
atacado; en otras palabras, no queda claro a esta Corte que, a partir de tales
probanzas, se hubiere rechazado la demanda por lesión al derecho a la
indemnidad del trabajador. En efecto, la existencia o inexistencia de una
renuncia voluntaria del funcionario, prestada en forma privada y verbalmente,
no puede ser considerada ya que la renuncia voluntaria a un empleo es un acto
formal, que debe constar por escrito, en base a que se trata de un antecedente
necesario para dictar un acto administrativo, cual es la aceptación de la renuncia
por medio del correspondiente decreto Alcaldicio. Así las cosas, no se puede
negar que en la especie, la ausencia del documento escrito en el que consta la
renuncia voluntaria constituye un indicio suficiente para arribar a la conclusión
de que ésta nunca existió.

Cuarto: Que, la segunda causal intentada, contenida en el artículo 478


letra b) del Código del Trabajo, formulada en subsidio de la anterior, pretende
la invalidación de la sentencia por haberse infringido de manera manifiesta
las normas sobre apreciación de la prueba conforme a la sana crítica. Señala
que al no haberse examinado la prueba en su totalidad, la omitida es
contradictoria con las restantes, pues le resulta nítido al recurrente que la prueba
omitida demuestra que en este caso no se ha producido un despido en represalia,
ilícito que vulneraría la indemnidad del trabajador.

Quinto: Que, para descartar la concurrencia de esta causal de nulidad es


necesario puntualizar que ella no puede sustentarse en la falta de ponderación
de la prueba ya que, es precisamente en la ponderación de ella en donde debe
cometerse la infracción a las reglas de la sana crítica. En otras palabras, para
que esta causal pudiere ser aceptada, se necesita que la prueba rendida haya sido
ponderada por el tribunal y que, en ese proceso intelectual, se hubieren
trasgredido las reglas de la lógica, de la experiencia o de los conocimientos
científicos y técnicos afianzados. No puede entonces sustentarse el vicio en
análisis sobre la base de prueba que el propio denunciante refiere que no ha sido
sopesada por el tribunal de grado.

Sexto: Que, en subsidio de la causal anterior, se plantea la nulidad de la


sentencia porque ha cometido infracción de ley con influencia sustancial en
lo decisorio del fallo, motivo contemplado en el artículo 477 del Código del
Trabajo. Señala el recurrente que la resolución recurrida ha infringido los
artículo 485 inciso 3º del Código del Trabajo, en relación al artículo 61 de la
Ley 18.834 Estatuto Administrativo, artículo 58 letra k) y artículo 98 de la Ley
18.883 Estatuto Administrativo de los Funcionarios Municipales.

Séptimo: Que, se denuncia infracción al inciso 3º del artículo 485 del


Código del Trabajo, relativo a la garantía de indemnidad que proscribe el
despido-represalia, disponiendo: "Se entenderá que los derechos y garantías a
que se refieren los incisos anteriores resultan lesionados cuando el ejercicio de
las facultades que la ley le reconoce al empleador limita el pleno ejercicio de
aquéllas sin justificación suficiente, en forma arbitraria o desproporcionada, o
sin respeto a su contenido esencial. En igual sentido se entenderán las
represalias ejercidas en contra de trabajadores, en razón o como consecuencia
de la labor fiscalizadora de la Dirección del Trabajo o por el ejercicio de
acciones judiciales."

Octavo: Que, para resolver acerca de la causal intentada, es necesario


tener presente que la sentencia de grado ha tenido por establecido – conforme
a la prueba incorporada, y a la prueba indiciaria a que se refiere el artículo 493
del Código Laboral – que el actor fue despedido por haber efectuado una
denuncia interna respecto de asuntos financieros irregulares del municipio, la
que planteó al alcalde, con lo que este último habría quedado en una incómoda
situación ante la ciudadanía, que amenazaría su caudal electoral.

Noveno: Que, la competencia del tribunal para conocer de esta causa


sobre tutela de derechos fundamentales ejercida por un funcionario municipal
que denuncia una conducta de su empleador que, a su juicio, afecta sus derechos
fundamentales, no se encuentra cuestionada en esta fase procesal, lo cual no es
baladí, por el especial significado que reviste la consagración de un instrumento
de defensa de derechos fundamentales al interior de la relación laboral, que el
trabajador aprecie le son desconocidos o lesionados por el empleador en el
ejercicio de sus facultades, derechos de aquellos consagrados en el artículo 19
de la Carta Fundamental, en los capítulos que especifica el inciso primero y
segundo del artículo 485 del Código del Trabajo. Se trata en definitiva, del
posicionamiento de los derechos fundamentales como ejes vertebradores de
unas relaciones laborales plenamente democráticas, para lo cual ha de tenerse
presente que su vigencia requiere, como condición necesaria, no sólo de un
reconocimiento material, sino también y ante todo, de mecanismos de tutela
jurisdiccional eficaces e idóneos.

Décimo: Que, en relación a los empleados públicos, surge, sin embargo,


la necesidad de dejar asentadas una notas que conducen a dar una mayor
amplitud al régimen tutelar en estudio. En efecto, en cuanto al despido-
represalia, la tipificación jurídica del mismo requiere que el trabajador haya
efectuado una denuncia ante la inspección del trabajo o una demanda judicial
contra el empleador. El texto legal considera como una lesión de derechos las
represalias ejercidas en contra de trabajadores, “en razón o como consecuencia
de la labor fiscalizadora de la Dirección del Trabajo o por el ejercicio de
acciones judiciales”.

En el caso de los empleados públicos, sin embargo, no se da la posibilidad


de que denuncien ante la inspección del trabajo infracciones laborales en contra
del empleador, salvo las relativas a la protección de la maternidad, pero ello –
aun así – sería estéril, ya que la Dirección del Trabajo carece de competencias
fiscalizadoras de las “leyes laborales” (estatutos funcionarios) en contra de
aquellas instituciones. Por otra parte, en cuanto a las acciones judiciales,
deberíamos entender que no son aquellas de índole laboral sino aquellas de
carácter administrativo-laboral. Todo ello nos lleva a considerar que las
hipótesis motivantes del despido represalia nunca acaecerían, con lo que se
transformaría en letra muerta la protección tutelar que comentamos. Es por eso
que debemos interpretar con mayor amplitud la norma, permitiendo que una
denuncia interna, como la que habría motivado el despido en esta causa, merece
también la protección del régimen de tutela previsto por el legislador del trabajo,
en la medida que existan indicios que permitan concluir que un funcionario es
víctima de una represalia por una denuncia que incomoda a su jefe superior,
aunque en el fondo, tal denuncia sea la deseable desde el punto de vista de la
probidad administrativa, como para iniciar su estudio e investigación en el
organismo de que se trate; de modo entonces que, entendiendo esta Corte que
no se ha cometido infracción a la ley, el recurso deberá ser desestimado por la
causal analizada.

Por estas consideraciones, disposiciones legales anotadas y lo previsto en


los artículos 474, 481, 482 del Código del Trabajo, SE RECHAZA, sin costas,
el recurso de nulidad interpuesto por el abogado de la I. Municipalidad de
Coquimbo, en contra de la sentencia de fecha nueve de diciembre de dos mil
trece, dictada por la Jueza Titular del Juzgado de Letras del Trabajo de La
Serena, doña Nancy Bluck Bahamondes, la que, en consecuencia, NO ES
NULA.

Redacción del Ministro Titular don Raúl Beltrami Lazo.

Regístrese y devuélvase vía interconexión.

Rol 210-2013. Ref. Laboral

Pronunciado por la Segunda Sala, presidida por el señor Humberto Mondaca Díaz, e integrada por
el Ministro señor Raúl Beltrami Lazo, y el abogado integrante señor Mario Carvallo Vallejos.

Jorge Colvin Trucco


Secretario

La Serena, veinticuatro de junio de dos mil catorce, notifiqué por el estado diario la resolución que
antecede.

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