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Este documento presenta una reflexión sobre el rol del psicoterapeuta y las cosmovisiones que trae a la terapia. Resalta la importancia de que el terapeuta sea consciente de las lógicas e ideas imperantes en su propia cosmovisión sobre conceptos como normalidad y anormalidad. También cuestiona si el rol del terapeuta es simplemente adaptar al paciente a dichas lógicas de la sociedad o darle al paciente la opción de elegir la cosmovisión desde la cual desea ser escuchado. Finalmente, invita a los
Este documento presenta una reflexión sobre el rol del psicoterapeuta y las cosmovisiones que trae a la terapia. Resalta la importancia de que el terapeuta sea consciente de las lógicas e ideas imperantes en su propia cosmovisión sobre conceptos como normalidad y anormalidad. También cuestiona si el rol del terapeuta es simplemente adaptar al paciente a dichas lógicas de la sociedad o darle al paciente la opción de elegir la cosmovisión desde la cual desea ser escuchado. Finalmente, invita a los
Este documento presenta una reflexión sobre el rol del psicoterapeuta y las cosmovisiones que trae a la terapia. Resalta la importancia de que el terapeuta sea consciente de las lógicas e ideas imperantes en su propia cosmovisión sobre conceptos como normalidad y anormalidad. También cuestiona si el rol del terapeuta es simplemente adaptar al paciente a dichas lógicas de la sociedad o darle al paciente la opción de elegir la cosmovisión desde la cual desea ser escuchado. Finalmente, invita a los
Generar cuestionamientos reflexivos sobre la psicoterapia y el rol que tiene en
ella, el terapeuta, con la finalidad de contribuir al proceso de responsabilizarse del propio hacer en nuestro oficio.
Reflexiones: Psicoterapia, Terapeuta y Paciente.
Ya se ha reflexionado en este curso sobre la relación entre la cosmovisión del
terapeuta y las intervenciones que realiza con el consultante, tanto así que resulta obvio que dependiendo de la cosmovisión que el terapeuta “ofrezca”, éste contribuirá a alcanzar diferentes construcciones sobre el problema del consultante y finalmente de éste sobre sí mismo.
Ahora bien, más allá de este proceso, cabe cuestionarse la función de la
cosmovisión del terapeuta en otro sentido: ¿Cuál es el ROL SOCIAL del terapeuta cuando está delante de un consultante? ¿Qué ideas de “salud” trae a la mano en su co-construcción con el otro? ¿Qué ideas de “bienestar”, “desarrollo”, “problema”, “avance”… pone sobre la mesa?
Los invitamos a recordar los planteamientos del Construccionismo Social.
Cuando se amplía la unidad en la que se analiza la “construcción del ser humano” y se observa la red social, se puede apreciar que la sociedad (la cultura) está en permanente construcción de lógicas imperantes, las que en su mayoría resultan INVISIBLES y que dan directrices de lo que es correcto, sano, adecuado, perverso, placentero, displacentero, bello, equilibrado, anormal, etc., todas ideas que de un modo u otro (por sintonía o rebeldía, unas más que otras) se integran a las identidades individuales de los miembros de una comunidad (sean consultantes o psicólogos); de tal manera que lo que parece viable y sano en una época o lugar, parece impropio y hasta aberrante en otro tiempo o cultura.
Entonces, considerando que el terapeuta está constantemente escogiendo
priorizar por ciertas cosmovisiones, resulta fundamental cuestionarse si éste:
¿Es conciente de las lógicas imperantes (invisibles) que son parte de su
cosmovisión y que se relacionan con ideas de normalidad/anormalidad, bienestar/malestar, salud/enfermedad? ¿Es conciente de las lógicas imperantes (invisibles) que son parte de su cosmovisión y que se relacionan con sus ideas de ser humano, desarrollo, psicoterapia? ¿Es conciente de ellas para no darlas por obvio? ¿Es conciente de ellas como para poder DECIDIR si las desea proponer a un consultante?
Al respecto: ¿Cuál es su rol?
¿Se relaciona el rol del psicoterapeuta con contribuir a la adaptación del consultante a las lógicas imperantes normalmente invisibles?
Al respecto, en la situación de psicoterapia, al estar con otro participamos en esa
relación también con una parte invisible de nosotros, manifestada en la sesión, y que contiene la fuerza de todo nuestro ser interviniendo, lo invisible articula el discurso, guía la mirada, las intervenciones, define objetivos; lo invisible somos “nosotros mirando”, lo que, como hemos planteado, no es lo mismo que “mirar”.
En este oficio se esta trabajando con el otro, con su dolor y su humanidad,
queremos invitarlos a transitar por el camino de la sutileza del encuentro y para ello, hacer visible -en nosotros mismos- estas “fuerzas invisibles”, permitirá una actuar más conciente en la psicoterapia.
Desde esta perspectiva resulta éticamente fundamental, profundizar en la
reflexión de nosotros mismos en nuestro oficio: Reflexione personalmente con las siguientes interrogantes.
¿Que significa dar terapia?
¿Para quien la doy? ¿A quien le sirve? ¿Sirve? ¿En qué sirve? ¿Qué es el dolor? ¿Qué es ser paciente? ¿Qué es ser terapeuta? ¿Qué es la psicoterapia? ¿Cuál es la función de la psicoterapia? ¿Cuál es mi función como psicoterapeuta? ¿Qué es una ayuda? ¿Volver a una persona a la “normalidad” es sanarlo? ¿Cual es mi visión del mundo? ¿Cual es mi visión del ser humano? ¿Cual es mi visión de la sociedad? ¿Cuales son mis valores? Todas estas preguntas definen al observador, ante lo cual resultaría éticamente fundamental cuestionarse sobre la relevancia de que el consultante conozca los “lentes con que será observado”… sobre el derecho del consultante a elegir desde dónde quiere ser escuchado.
A modo de invitarlos a reflexionar sobre nuestro qué hacer en psicoterapia,
citamos el siguiente extracto del texto Imposibilidad y necesidad de una terapia“batesoniana”, de Marco Bianciardi. Escogemos este texto, valorando el nivel de reflexión y conversación sobre la psicoterapia que muestra, y valorando este planteamiento por su radicalidad.
“La idea misma de ‘sanar’ no se puede separar de la idea
de poder”
Es necesario agregar otra reflexión. La psicoterapia,
entendida como una acción dirigida a provocar un cambio en el paciente, no es sólo, para Bateson, un intento ilusorio de actuar de manera orientada hacia la complejidad irreducible de los circuitos recursivos de la vida; esta es además un ejercicio de ‘poder’, aquello que Bateson, despreciaba de la manera más visceral.
Es además consabido que Bateson entró en un conflicto
con J. Haley a propósito de la idea de ‘poder’. Y, para comprender mejor la esencia de la controversia teórica entre Bateson y Haley, resulta útil subrayar que pone evidencia, en definitiva, dos modalidades diferentes de conceptuar y entender uno de los conceptos básicos de la teoría cibernética, o mejor dicho el concepto de información, ya que mientras para Bateson, la información es una diferencia que hace una diferencia, para Haley, al contrario, llega a afirmar explícitamente que la información misma es poder (“información y poder son sinónimos”13). Esta distancia entre las dos lógicas de investigación –una más atenta a las problemáticas epistemológicas, otra más focalizada en los efectos pragmáticos de los procesos comunicativos- deja en claro la raíz de la controversia entre Bateson y Haley. Bateson sostiene que “Si el terapeuta busca tomar un paciente, asignarle algunos ejercicios, someterlo a propaganda, hacerlo volver a nuestro mundo, en general, si busca manipularlo, entonces surge un problema: la tentación de confundir la idea de manipulación con la idea de cura”. Además llega a afirmar que “por más que sea bien intencionada la idea de sanar, esta misma idea de ‘sanar’ no puede separarse de la idea de poder” (Una descrizione formale delle idee esplicite, implicite e incorporate e delle loro forme di interazione, 1976, Una sacra unità, p. 294.).
Para Bateson el intento de la psicoterapia, dirigido a
modificar a otro, aparece como incompatible con una actitud estética que pretende acoger la amplitud y la totalidad de la realidad circular de la vida: “Y la actitud clínica será siempre un medio para evitar esta apertura mental o percepción que escondería a nuestros ojos la totalidad de las circunstancias que sirven de marco a aquello que nos interesa”.
Como Bateson ha sostenido más de una vez, también las
acciones que tienen éxito suceden espontáneamente, transformando en manipulatorias e ineficaces a aquellas que se cumplen de forma voluntaria, intencional, racional: “Pues bien, no estoy en condiciones de darles las respuestas justas, incluso ni siquiera se si se las daría si las tuviera, porque, si se dan cuenta, darles las respuestas verdaderas, conocer las respuestas verdaderas quiere decir siempre transferirlas al cerebro izquierdo, al lado manipulatorio. Y una vez que hayan sido transferidas, por más valor poético y estético que tenían antes, mueren y se transforman en técnicas manipulatorias” (Ecologia della mente. Il sacro, 1974, Una sacra unità, p.404). ____________________________
Conceptos relevantes para revisar:
Bases del Construccionismo Social (curso de Introducción a la Psicoterapia). Para profundizar se recomienda revisar los planteamientos de Michel Foucault.
ACTIVIDAD:
Los invitamos a profundizar en la reflexión sobre la psicoterapia, en función de
hacernos más concientes en nuestro oficio, meditando las siguientes preguntas:
¿Cuál es tu objetivo último y tu objetivo transversal en la psicoterapia?
¿Cómo entiendes o sabes hasta dónde llegar con un paciente en psicoterapia? ¿Cuál es al idea que tienes de un apersona “funcionando en el mundo totalmente, en plena capacidad y potencialidad”? ¿Cuál es tu rol en la psicoterapia? ¿Qué posición ocupas en esa relación? ¿Qué es el dolor? ¿Qué es ser paciente? ¿Qué es ser terapeuta? ¿Qué es una ayuda? Describe un Paciente Bello. Describe un Terapeuta Bello.
Esta actividad será trabajada en las clases presenciales, razón por la que no se necesita enviar.
Los invitamos a desarrollar sus caminos terapéuticos con pasión, coraje,