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Abel Rodríguez Pacheco 27 de septiembre de 2018

Sacramentos II
EL MATRIMONIO A LA LUZ DEL EVANGELIO
Ideas principales
La visión que nos ofrece el cristianismo acerca de la realidad del matrimonio
parte de dos premisas: el matrimonio forma parte de la condición humana del
creyente, y en este sentido está sujeto a la conducta que el cristiano ha de mantener de
acuerdo con su fe (llamada a la santidad); y es signo de la comunión que Dios quiere
establecer con su pueblo y con cada creyente (signo del amor de Dios). A partir de
estas premisas se puede comprenderse la importancia que el cristiano concede al
matrimonio.

El matrimonio y las bodas del cordero


 El matrimonio ocupa un lugar en orden a la historia de la salvación. Es signo de
las bodas de Cristo con la humanidad.
 La imagen de las bodas expresa con gran precisión y colorido el sentido que tiene
la llegada del reino.

El matrimonio y el misterio de la Iglesia


 La primera experiencia en la Iglesia, después de pentecostés, es la de sentirse la
familia de Jesús. Esta experiencia ya la habían vivido los discípulos al lado del
maestro en Galilea, pero una vez superado el trance doloroso de su muerte,
habiendo vivido el misterio de la resurrección, ha podido experimentar la nueva
realidad de ser la familia, la comunidad e Iglesia de Jesús.
 La enseñanza de Jesús no exigía un cambio en la condición de vida de los
creyentes, sino en las actitudes del corazón y en el servicio a los demás. Por eso
en su entorno habría casados.
 Pablo exhorta a los esposos cristianos a inspirar su conducta en el amor que
Cristo tiene a su Iglesia, apoyándose en la idea de que la unión entre los esposos
es semejante a la unión que existe entre Cristo y su cuerpo, la Iglesia.

El matrimonio y la santidad de vida


 Los escritos neotestamentarios no son indiferentes a la realidad del matrimonio.
 En principio se atiene a la Ley mosaica, que consiste en buscar el bien con un
corazón recto y puro. En cuanto al adulterio, Jesús pone el acento en los deseos
que brotan del corazón.
 La postura de Jesús frente al divorció la se encuentran expuesto de manera
amplia en Mateo y Marcos. Lo esencial del mensaje de Jesús respecto al divorcio
se resume en el logion «Lo que Dios unió, no lo separe el hombre». Para Mateo y
Lucas no cabe un nuevo matrimonio del hombre o de la mujer divorciados.
Mateo introduce una excepción en dos ocasiones.

BIBLIOGRAFÍA: Flórez, G., El matrimonio a la luz del evangelio, en Matrimonio y familia, BAC,
Madrid 2005, 101 – 113.

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