UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN

ENRIQUE GUZMÁN Y VALLE

“Alma mater del magisterio nacional”

ANALISIS CRITICO

LA ESCOLÁSTICA EN SU MUNDO Y
EN EL NUESTRO

INTEGRANTE

Katherine Alice SILVA PANTI

CHOSICA, FEBRERO DEL 2018

 La existencia del hombre no refiere únicamente a la relación del hombre con la

naturaleza, del hombre con las cosas del mundo, sino de lo que él hace, de las formas que

intenta explicarse el origen de las cosas y de su propio origen, en este dilema, surge lo que

ahora conocemos como filosofía, el hecho de filosofar lo lleva a muchas maneras de explicar

el mundo.

Las creencias básicas del hombre antiguo, específicamente nos referimos a la filosofía

griega, el mundo es, existe, es una realidad, por ello los griegos no se preocupaban por ello, a

diferencia de los neoplatónicos que empezaron a dudar de esa supuesta verdad y empezaron a

movilizar la metafísica para demostrar lo contrario. Esta incompatibilidad de las dos creencias

opuestas obliga a encontrar una nueva certidumbre que las supere y concilie.

En este dilema nace la escolástica, que es una forma de filosofía cristiana desarrollada

por investigadores que llegaron a ser llamados escolásticos. Floreció durante la época

medieval de la historia europea. Pero para llegar a este punto se ocurre naturalmente una

objeción: la escolástica no es solo cristiana sino la arábiga y la judía.

El corazón de la escolástica insistió en un sistema que estaba claro y ha intentado

sintetizar las ideas expresadas en los escritos clásicos romanos y griegos y cristianos en la

Escritura, los escritos de los padres patrística, y otros escritos cristianos anteriores a la época

medieval.

En relación, mencionamos el punto de partida del pensamiento de San Anselmo, que

era religioso, concretamente, la situación del hombre privado de Dios, hecho para verlo pero

que nuca lo han visto, porque Dios no es presente del hombre desterrado, caído en si mismo,

que ha perdido a Dios, entender su verdad, por eso, la revelación descubre o desvela en una

realidad dada, ya que el mundo es un vestigio de Dios y la creencia es una realidad.

 Esta es la razón por la que la fe tenga una función análoga a la de la experiencia, que

es creo en lo que veo y por esto, San Anselmo establece la fe muerta y la fe viva, es decir, la

fe viva es creer en algo en que se radica y de lo cual se puede vivir y la fe muerta es el

contenido inerte de la creencia. Para San Anselmo está definida, pues, por la vigencia del

cristianismo en la forma concreta de la fe viva, esta fe da al hombre una realidad.

Para San Agustín, el mundo se creó de la nada, por un acto de la voluntad libre de

Dios, una creación a partir de nada previo, ni tiempo ni espacio; y por ser la creación un acto

de la actividad divina, participa del bien que le es propio a la divinidad, esta idea conlleva a

plantearse un problema, que es la relación entre el aristotelismo y la teología escolástica.

Santo Tomás, plantea que las exigencias de racionalidad son las que deciden, y se

opone energéticamente a lo plantearon los teólogos anteriores, que pretenden demostrar desde

luego las verdades de la fe con cualquier argumentación piadosa.

Por esta razón, Santo Tomás de Aquino usa preferentemente el método que sirve a lo

que se llama, con toda precisión, ciencia demostrativa, que determina la verdad, a diferencia

de ciencia dialéctica, ordenada a la inquisición inventada. Se trata de determinar y demostrar

cual es la verdad entre las opiniones que son dadas, más que descubrir una verdad que se

ignora, a esto es a lo que llamo el carácter mediato del filosofar.