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La terapia implosiva

31 mayo, 2013 by Psic. Ana Trejo , 0 Comments, in Uncategorized

La terapia implosiva

Historia

La teoría de (del aprendizaje) conductual y la teoría de la psicodinámica se pueden considerar


como los dos sistemas más influyentes sobre la conducta humana. Aunque el desarrollo
inicial de estos enfoques por Pavlov (1927), Watson (1925) y Freud (1936) tuvo lugar,
aproximadamente, en el mismo periodo de tiempo, lo que hace impresionante lo poco que se
influyeron entre si dichos movimientos. La diferencia que tienen se puede deber a sus
objetivos; Pavlov y Watson intentaron desarrollar leyes sobra la conducta en general,
mientras que Freud se esforzó en desarrollar una determinada comprensión de la
psicopatología humana, con el objetivo de diseñar métodos de tratamiento. (Sarason &
Sarason, 2006)

Influida por las contribuciones de Freud y Pavlov, la moderna teoría del aprendizaje se
desarrolló y floreció, estableciendo importantes principios y leyes de la conducta. A pesar de
esto la capacidad que tenía el enfoque conductual para contribuir con el área de la
psicopatología era en gran parte una reinterpretación, de una manera específica, de las
contribuciones de Freud y los neofreudianos. (Dollard y Miller, 1950). En esos momentos
las técnicas conductuales específicas para el tratamiento, no eran significativas en
comparación a la amplia teoría y practica que ofrecía Freud; este cambio se logró hasta el
desarrollo del movimiento de la terapia de conducta que se dio a finales de los años cincuenta
y finales de los sesenta. (Sarason & Sarason, 2006)

Thomas G. Stampfl, integró hábilmente uno de los nuevos enfoques, que se relaciona con los
principios conductuales y psicoanalíticos en una teoría comprehensiva de la conducta
neurótica y psicótica, lo que proporcionaba un enfoque directo, totalmente nuevo, de
tratamiento llamado Terapia Implosiva (TI). (Sarason & Sarason, 2006)

Stampfl (1967,1968) desarrolló la estrategia de intervención denominada implosión, que se


encuentra basada en la misma argumentación teórica que la desensibilización sistemática (es
decir, ha pacientes con problemas de fobia y una opción para solucionarlos es exponiendo al
paciente al estímulo que provoca la fobia). Sin embargo, en vez de hacerlo de manera
progresiva la idea es exponer al individuo fóbico por completo, pero en un medio donde el
terapeuta de algún modo tenga el control de las variables, con el propósito de que el paciente
no experimente la sensación de desamparo o soledad, misma que podría provocar que
presentara todos los síntomas, conductas, pensamientos y reacciones fisiológicas
consecuencia de la presentación de estímulo que desencadena tal reacción fóbica. (Reynoso
y Seligson, 2005)

Definición y descripción

La teoría y la terapia implosivas representan un enfoque conductual para el tratamiento de la


psicopatología, se basan en la extensión de la teoría de los factores del aprendizaje de
evitación Mowrer.

La TI se basa en el principio de la extinción experimental directa, la presentación del estímulo


condicionado (EC) en usencia del estímulo incondicionado (EI).

Gupta, R & Coxhead, P. (1993), mencionan que en contraste con los procedimientos que
implican diversos tipos de exposición graduada a las circunstancias amenazadoras, la
implosión supone una confrontación inmediata y máxima sin una preparación previa a la
situación temida.

Esta técnica se basa en la creencia de que muchas condiciones son consecuencia de


experiencias previas dolorosas. Para que el paciente olvide estas experiencias, la situación
original se debe de recrear de manera que pueda ser experimentada sin dolor. Los terapeutas
que utilizan la implosión piden a sus clientes que imaginen escenas relacionadas con un
conflicto personal particular y que recreen la ansiedad que sintieron en esas escenas. El
terapeuta trata de aumentar el realismo de la recreación y de ayudar al paciente a eliminar la
ansiedad que las condiciones adversas originales crearon. Además, ayuda a que el cliente
adopte formas de conducta más maduras. (Sarason & Sarason, 2006)Principio del
formularioFinal del formulario

Se ha revelado que al aumentar la intensidad la respuesta aumenta hasta que alcanza una
sintonía, es decir, que llega un punto en que la intensidad de la respuesta, permanece en el
tope por más que se intensifique el estímulo. Pero bajo ciertas circunstancias después de que
la respuesta ha adquirido su máxima intensidad, paradójicamente su evocación se hace cada
vez más débil a medida que se va aumentando la intensidad de la estimulación. (Kort, 2003)

Fundamentos conceptuales y empíricos

La terapia implosiva es un enfoque que incorpora formulaciones inherentes a sistemas


dinámicos de tratamiento reinterpretados y reaplicados en términos de la teoría y principios
del aprendizaje. Este enfoque no sólo proporciona una nueva orientación teórica, sino que
también altera, y en algunos casos modifica drásticamente, procedimientos de
tratamientos existentes, y suministra igualmente un catalizador para sugerir nuevas líneas de
experimentación con animales (Stampfl y Levis, 1967; Stampfl, 1987, 1988, citado por
Sarason & Sarason, 2006).

La adquisición de la psicopatología
La psicopatología es un resultado de experiencias específicas pasadas de castigo y dolor, lo
que produce fuertes reacciones emocionales a estímulos no punitivos. La adquisición de
“señales de peligro” en el ser humano pueden ser el resultado de acontecimientos aversivos
en el primer período de socialización del niño, implicando un duro castigo físico, privación
de comida y de contacto físico o la exposición a abusos sexuales. Los acontecimientos
aversivos actuales (problemas maritales, pérdida del trabajo, cuestiones familiares, mala
salud, etc.) pueden contribuir también a la activación emocional (Stampfl y Levis, 1967), la
conducta desadaptativa que es probable que se etiquete como sintomática, proviene del
intento del organismo para reducir o eliminar el impacto del recuerdo de acontecimientos
aversivos previamente condicionados. Dicha conducta está motivada por un fuerte impulso
secundario. Los impulsos secundarios se diferencian de los impulsos primarios o innatos
como el hambre, la sed y el sexo, en que su capacidad para servir de elementos motivadores
del aprendizaje. (Sarason & Sarason, 2006)
Según Dollard y Miller (1959, p.190, citado por Sarason & Sarason, 2006), el miedo es
importante para la formación de síntomas porque puede adherirse a nuevos estímulos por
medio del aprendizaje y porque es la fuente de motivación que produce la respuesta
inhibidora en la mayoría de los conflictos.

Los síntomas y las maniobras cognitivas defensivas (p. ej., negación, represión, disociación,
racionalización, proyección, etc.) que se reflejan en la psicopatología de los seres humanos
se consideran como equivalentes a la conducta de evitación. Se piensa que al menos dos
clases de respuestas son inherentes al desarrollo de la psicopatología. (Sarason & Sarason,
2006)

Consisten en el aprendizaje humano a responder de una manera temerosa a estímulos que no


eran temidos anteriormente. Su desarrollo proviene simplemente del emparejamiento de
estímulos inicialmente no temidos con un acontecimiento aversivo innato que produce dolor.
Se cree que el aprendizaje del miedo implicado en la psicopatología humana abarca un
complejo conjunto de estímulos, que comprende patrones de EC tanto externos como internos
(Stampfl, 1970; Stampfl y Levis, 1969, 1975). Una vez que tiene lugar el condicionamiento
del miedo, éste es capaz de condicionar secundariamente otros estímulos por medio de
asociaciones o emparejamientos con los estímulos previamente condicionados. (Sarason &
Sarason, 2006)

Mantenimiento de los síntomas


Sarason & Sarason (2006), mencionan que el poder de la teoría del miedo reside en capacidad
para generar numerosas predicciones apoyadas desde diferentes ángulos y en el fracaso de
puntos de vista alternativos para reemplazar a la teoría por un modelo igualmente
comprehensivo y predictivo.
Las observaciones clínicas revelaron que aunque algunos síntomas humanos parecen durar
mucho tiempo, los estímulos de los que inicialmente se informaba que provocaban el
comienzo de los síntomas, sufrían, frecuentemente, un cambio con el tiempo, de modo que
los primeros estímulos evocadores de miedo dejaban de provocar los síntomas. Teóricamente
se sigue que, a casusa de la exposición repetida al EC, las propiedades evocadoras de miedo
asociadas con estos estímulos producen un efecto de extinción y son reemplazadas en la
memoria por un nuevo conjunto de estímulos con propiedades instigadoras de miedo,
estímulos que no habían recibido previamente mucha exposición al EC. Estos nuevos
estímulos y su reactividad emocional pueden observarse cuando se impide la manifestación
de los síntomas. La función de los síntomas del paciente consiste en bloquear la aparición de
esos estímulos y evitar las propiedades intensamente emocionales asociadas a los mismos.
Sin embargo, a causa de que estos estímulos generalizados son, finalmente, expuestos, el
temor hacia ellos sufre un efecto de extinción que a su vez, reactiva el siguiente conjunto de
señales en la cadena en serie. (Sarason & Sarason, 2006)

El apartado sobre la conservación, en la hipótesis de Solomon y Waynne, se basa en la


observación de que, en el aprendizaje por evitación, la ocurrencia de una respuesta de
evitación, de latencia corta, evita la exposición total al EC en ese ensayo. Por consiguiente,
la parte del EC que no se expone será protegida o conservada contra la extinción del miedo,
ya que la exposición es un requisito necesario para la extinción. Stampfl razonó, a partir de
sus observaciones sobre el mantenimiento de los síntomas humanos, que la paradoja
neurótica podía ser entendida conceptualmente por medio de la ampliación de la hipótesis de
la conservación de la ansiedad. Se recordará que los sucesos condicionantes traumáticos, que
mantienen la sintomatología humana, se supone que ocurre ante un complejo conjunto de
estímulos que se almacenan en la memoria a largo plazo. Se piensa que estos distintos
complejos de ECs están ordenados secuencialmente según su carga aversiva y en términos
de su accesibilidad para la reactivación. Se seguirían, por consiguiente, que si las respuestas
de evitación de latencia corta conservaban el miedo a segmento más largos del EC, al evitar
su exposición, entonces el proceso de conservación podría aumentarse aún más en el
laboratorio dividiendo el intervalo EC-EI en distintos componentes estimulares. Este
procedimiento debería, a su vez, mejorar los efectos de la conservación de la ansiedad, al
reducir la generalización de los efectos de la extinción desde una corta exposición al EC
hasta una larga exposición al mismo. (Sarason & Sarason, 2006).

Desaprendizaje del miedo y de los síntomas


Como puede deducirse del análisis precedente sobre el mantenimiento de los síntomas, los
principios de la extinción del miedo están operando con cada ocurrencia de los síntomas del
paciente, pero se demora por la capacidad del sistema de defensa para evitar cualquier
exposición prolongada al EC. Así, se seguiría, de forma lógica, que la extinción tanto de los
estímulos provocadores emocionales como la conducta resultante motivada para evitar estos
estímulos, podría facilitarse como sea posible. Esto daría como resultado la provocación de
una fuerte respuesta emocional en ausencia de cualquier estímulo aversivo primario (EI), lo
que, a su vez, debería producir un efecto de extinción igual de fuerte. (Sarason & Sarason,
2006)
Procedimiento
Clasificación de las categorías de los estímulos de evitación: (Sarason & Sarason, 2006)

La sugerencia de Stampft de un sistema de cuatro categorías es suficiente para propósitos


clínicos,

 Primera categoría: abarca lo que se denomina estímulos contingentes a los síntomas es


decir, aquellos estímulos ambientales que sirven inicialmente para provocar unos
síntomas determinados.

 Segunda categoría: se compone de estímulos informables, provocados interiormente, esto


se refiere a los pensamientos sentimientos, y sensaciones físicas que el paciente informa
que experimenta cuando tiene lugar la conducta problemática

 Tercera categoría: son los estímulos no informables que hipotéticamente están


relacionados con estímulos de carácter interno.

 Cuarta categoría: el terapeuta basándose en la información obtenida a partir de una


entrevista detallada, intentara generar una curta categoría de estímulos, que es el estimulo
dinámico hipostasiado, en este caso, el material de entrevista sobre la infancia del
paciente.

Recogida de información
Parte integral de cualquier estrategia de tratamiento conductual se necesita una cuidadosa y
sistemática entrevista en profundidad, para obtener información suficiente para la
clasificación de los estímulos de evitación relevante. Durante esta fase de la entrevista, el
terapeuta intenta averiguar la gravedad del problema, la duración y las razones por las que el
paciente busco la terapia en esta ocasión. Es esencial obtener una historia médica completa
del paciente, especialmente en aquellos casos en los que un trastorno físico podría explicar
el cuadro de síntomas, se tiene que tomar en cuenta cualquier medicación que esté tomando
el paciente, así como de cualquier condición médica o psiquiátrica que aparezca en la historia
de la familia del paciente, áreas adicionales que debería de evaluar el terapeuta incluyen el
estado de ánimo actual. (Sarason & Sarason, 2006)

Plan de tratamiento
Antes de comenzar el tratamiento formal, el terapeuta debería integrar las hipótesis que se
han desarrollado a lo largo del curso de las sesiones iníciales de evaluación. Después de la
terminación de ese proceso organizativo el terapeuta debería ser capaz de contestar las
siguientes preguntas ¿Cuál(es) es/son el/ los problemas(s) presente(s) (tanto los que ha
identificado el paciente como los que ha descubierto el terapeuta durante el curso de las
primeras sesiones de evaluación)? ¿He descartado todas las condiciones médicas que podría
explicar este cuadro de síntomas? ¿Qué impacto tienen los síntomas en el funcionamiento
actual? ¿En qué situaciones ocurren normalmente los síntomas? ¿Cuáles son las fuerzas
instigadoras que provocan estos síntomas y cuál es la responsable de su mantenimiento, a
pesar del malestar subjetivo que experimenta el paciente? ¿Cuáles son las raíces históricas
detrás del desarrollo complejo de los síntomas? Una vez que el terapeuta ha contestado estas
preguntas a su satisfacción, pueden llevarse a cabo pueden llevarse entrevistas más extensas
conforme progresa la terapia, con el fin de obtener información adicional y/o se pueden
desarrollar escenas de prueba para proporcionar una comprobación inicial de estas hipótesis.
(Sarason & Sarason, 2006)

Conceptos principales

 Ansiedad: es la reacción del individuo a amenazas reales o imaginarias. (Morris &


Maisto, 2006)

 Conducta: conjunto de reacciones de carácter muscular y glandular de un organismo,


provocadas por estímulos de diversa naturaleza. (Mora, 2003)

 Estímulo condicionado (EC): un estímulo originalmente neutral que se parea con un


estímulo incondicionado y a la larga produce la respuesta deseada en un organismo
cuando se presenta solo. (Morris & Maisto, 2006)

 Fobia: Trastorno de ansiedad caracterizado por temor intenso y paralizante de algo.


(Morris & Maisto, 2006)

 Terapia implosiva: expone los objetos o situaciones temidas sea en la imaginación o la


realidad, de manera que el sujeto pueda vencer angustias y aversiones previamente
adquiridas. (Masserman & Uribe, 1986)

 Thomas G. Stampfl: pionero de la terapia implosiva, para el tratamiento de fobias y otros


trastornos de ansiedad. (Sarason & Sarason, 2006)

Referencias

Caballo, V. (2009). Manual de técnicas de terapia y modificación de conducta. España: siglo.

Gupta, R & Coxhead, P. (1993). Asesoramiento y apoyo psicopedagógico: estrategias


practicas de intervención educativa. Madrid, España. Narcera.

Kort, F. (2003). Psicoterapia conductual y cognitiva. Caracas: El nacional.

Masserman, J. & Uribe, V. (1986). Principios y práctica de la psicoterapia


biodinámica. Colombia: Tercer mundo.
Mora, E. (2003). Psicología del aprendizaje. Teorías I. México: Progreso.

Morris, C. & Maisto, A. (2005). Psicología. México: Pearson de Educación.

Reynoso, L. & Seligson, I. (2005). Psicología clínica de la salud: un enfoque


conductual. México: Manual moderno.

Sarason, I. & Sarason, B. (2006). Psicopatología: psicología anormal: el problema de la


conducta inadaptada. (Ed. 11). México: Pearson Educación.

https://www.cognicionpsicologica.com/la-terapia-implosiva/ Recuperado: 06 de octubre de


2018.

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