Apego

El Apego es una relación o vinculo especial que el niño establece con un número
reducido de personas, que se forma entre él mismo y cada una de estas personas,
un lazo que le impulsa a buscar la proximidad y el contacto con ellas a lo largo del
tiempo. Es, sin duda, un mecanismo innato por el que el niño busca seguridad y
estabilidad.
Este vinculo se establece con un cuidador principal, el bebé observa, toca y es
reactivo a todo le dice la figura principal de apego, que por lo general suele ser la
madre. Sobre los 6 meses de vida se establece un vínculo de apego con la persona
con quien tiene más contacto y aparece el miedo ante los desconocidos.

Etapas del apego:

1. Desde el nacimiento a los dos meses: en esta etapa el niño acepta todo
aquello que le ofrezca comodidad
2. Desde los dos a los siete meses: en esta etapa el niño prefiere a las
personas de la familia pero ocasionalmente acepta lo de “desconocidos”
3. Desde los siete meses a los dos años: en esta etapa el niño solo acepta
a las personas más familiarizadas, y siente/demuestra un dolor ante la
separación de estos y el, y una angustia o aversión a personas extrañas
que se quieren acercar a el
4. Desde los 2 años en adelante: en esta etapa el infante ya no se entristece
ante la partida de los padres y puede formar vínculos fácilmente con otras
personas.

Tipos de apego:
-Seguro: Donde hay expresiones de afecto verbales y físicas por parte de
los padres, los padres responden ante las necesidades y demandas del niño,
ofrecen mayor estimulación, gracias a esto el niño crece confiado en sí mismo y en
los demás, logrará convertirse en alguien autónomo y tendrá mejores competencias
sociales.
Las personas que han tenido un apego seguro en la infancia suelen interactuar con
sus iguales de forma saludable en la edad adulta. No les supone un esfuerzo unirse
íntimamente a las personas y no les provoca miedo el abandono. La dependencia
es recíproca y no les preocupa estar solos.
-Evitativo: El infante muestra poca ansiedad ante la separación de los padres
y no muestra tanto interés en su reencuentro. Aceptan que se extraños los
reconforten pero también pueden ignorarlos, suelen ser muy sociables con ellos. En
este tipo de apego los padres suelen ser poco de afecto verbales o físicas, y lentos
ante el cumplimiento de las necesidades del infante.
En el apego evitativo en la edad adulta, tal y como ocurre en la infancia, se producen
sentimientos de rechazo a la intimidad y de dificultades de relación. Las parejas de
estas personas echan en falta más intimidad en la interacción.
-Ambivalente: Los infantes que muestran este tipo de apego suelen
mantenerse cerca de la figura de apego muestra se encuentre y pueden explorar un
poco su alrededor (“el mundo”), pueden mostrar ansiedad o angustia ante la
separación o previa a esta, se muestran dependientes de las madres cuando no
están y suelen llorar y posiblemente no logran calmarse en el reencuentro con estas.
Pueden mostrarse molestos ante el “abandono” de la figura de apego, aun cuando
está trate de consolarlos y llegan a rechazar el contacto físico. Las figuras de apego
en este tipo suelen ser quisquillosas, incoherentes o mirar en pro de su conveniencia
y no en la del infante.
En adultos con este tipo de apego sentirán temor a que su pareja no les ame o les
desee realmente, les resulta difícil interaccionar de la manera que les gustaría con
las personas, ya que esperan recibir más intimidad o vinculación de la que
proporcionan. Podemos decir que en la edad adulta este estilo se relaciona con la
dependencia emocional.
-Desorganizado: El reencuentro con la figura de apego puede provocar
reacciones extrañas y ambivalentes, son niños con demasiada inseguridad, pueden
permanecer inmóviles o acercarse a la figura de apego para luego alejarse cuando
este se aproxime, Tienen tendencia a las conductas explosivas y a la destrucción
de juguetes, así como grandes dificultades para entenderse con sus cuidadores.
Las madres suelen ser insensibles o abusivas.
Los adultos que han tenido este tipo de apego de pequeños suelen ser personas
con alta carga de frustración e ira, no se sienten queridas y parece que rechacen
las relaciones, si bien en el fondo son su mayor anhelo.
 Estimulación Temprana
¿Qué es? Son conjuntos de ejercicios, o juegos, que se les brinda a los iños de
manera repetitiva en sus primeros años de vida
Su propósito: La intención es que a través de estas actividades estimulantes, el
bebé o el niño vaya desarrollando autonomía e independencia; así como su
psicomotricidad, habilidades cognitivas, sensoriales y de lenguaje.

Al comienzo, lo primero que se busca reforzar es el vínculo

emocional del bebé, siempre respetando su espacio.
Posteriormente se trabajan áreas como:

 Desarrollo sensorial: estimulación de los sentidos externos

del bebe, como visual, auditiva, táctil, gustativa y olfativa
 Desarrollo motriz: estimulación de la capacidad de
movimiento, como la coordinación, habilidades manuales,
motricidad fina y gruesa, lateralidad
 Desarrollo cognitivo: estimulación de las capacidades
relacionadas con la inteligencia como el razonamiento lógico, la
cretividad, orientación espacal, atención, memoria, calculo
 Desarro del lenguaje: estimulación de la capacidad lingüística,
como la expresión oral, comprensión oral, y la lectoescritura

Consideraciones para la sesión de estimulación temprana:

Antes:

 No realizarse después de que el niño haya ingerido sus

alimentos
 Realizar los ejercicios con ropa comoda
 Motivar al niño a realizar las actividades (elogios, festejos)
 Crear un ambiente ameno para la realización de las
actividades

Durante:

 Si el niño se opone a realizar la actividad, no obligarlo

 No desesperar si el niño no realizar la actividad
correctamente a la primera
  No realizar comparaciones entre el niño y otro, cada niño va
a su ritmo

Recomendación de actividades para los primeros seis años de

vida:

Para bebes:
 Masaje: Frota con un paño suave crema o aceite en el cuerpo del bebé y al
mismo tiempo cuéntale cómo se sienten las caricias que le haces. Esta
actividad favorece el gusto al tacto y los lazos de empatía.
 Desarrollar la coordinación de manos: Colóquele un dedo en la palma de la
mano del bebé para que al tacto la cierre y lo ayude a estimular sus reflejos,
si siempre tiene la mano cerrada frótele desde el dedo meñique hasta su
muñeca para que abra la mano y le agarre el dedo, este pequeño ejercicio
fomentará el desarrollo de la psicomotricidad del niño.

1 a 2 años:
 Lenguaje: Recita las partes del cuerpo: Juega con tu niño invitándolo a
tocarse las partes del cuerpo mientras las vas recitando. Esta actividad
favorece el proceso de identidad.
 Cognitivo: Cuando se esté peinando, cepillando, permita que el niño lo vea
y copie esos patrones.

2 a 3 años
 Hora clasificar: Clasifica objetos con tu niño, puede ayudarte a ordenar la
ropa colocando las medias en una montaña, camisas del otro lado o
también puede ser organizando los juguetes en cajas. Esta actividad de
estimulación o atención temprana ayuda a que el niño se concentre, preste
atención a los detalles y se fije en el parecido y en la diferencia de las
cosas.
3 a 4 años
 Semáforo: Indícale al niño que cuando le digas la palabra “verde” deberá
colocarse de pie y saltar, cuando le digas “rojo” deberá sentarse en el piso y
quedarse paralizado, cuando digas “amarillo” deberá correr hasta cierto
punto y regresar, esta actividad lo ayudará a saltar, correr, pararse de
repente y mantener su atención, también puedes ir agregar más colores y
actividades a lo largo del ejercicio.
4 a 6 años
 Invítalo a construir cosas con objetos que le entregues, como cubos y
palitos, y que a medida que lo hace hazle preguntas que lo ayuden a
pensar sobre lo que está haciendo, pídele que te vaya contando sobre lo
que vaya haciendo.
 Ayúdalo a diferenciar entre su lado derecho e izquierdo, a través de
ejercicios con sus manos. Por ejemplo, cuando le digas “derecha”
deberá mover su brazo derecho, cuando le digas “izquierda” deberá
mover su brazo izquierdo, si le dices “arriba” deberá saltar hacia arriba,
si le dices “abajo” deberá agacharse, también puedes ir agregando
nuevos movimientos y combinarlos.