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ÍNDICE

EL INDIO EN LA AMÉRICA PREHISTÓRICA

1. El precursor aborigen…………………………………………...……….3
2. Aparición de los stone boilers………………………………….……..…4
3. Los agricultores y los alfareros…………………………….……………4
4. Los constructores……………………………………………...…………5
5. Origen de la pipa de la paz…………………………………...….………5

LAS GRANDES FAMILIAS INDIAS

6. Las grandes familias indias………………………………………...……6


7. La antigua gran familia algonquina……………………………..………7
8. El antiguo noroeste………………………………………………………9
9. Los cazadores de búfalos del oeste……………………………………..10
10. Los algonquinos del norte y del oeste…………………………...……11
11. La familia iroquesa…………………………………12
12. La familia de los caddo…………………………………14
13. Las tribus nororientales…………………………………14
14. La familia siux…………………………………15
15. Las familias penutianas…………………………………16
16. Las familias nadene…………………………………17
17. Las familias azteco-tanoanas…………………………………19

LA VIDA INDIA EN GENERAL

18. El modo de vida indio…………………………………………………


19. Cuando el hombre blanco se hizo indio…………………………………
20. Tres extraños presentes del hombre blanco…………………………
22. La vida en una reserva…………………………………

Biografía de Clark Wissler……………………………………………

Recensión……………………………………………………………………

Bibliografía……………………………………………………………

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EL INDIO EN LA AMÉRICA PREHISTÓRICA

El precursor aborigen

Existen múltiples teorías acerca del origen de los indios. Se ha hablado de la separación
de América de Europa y África, de su procedencia de continentes perdidos (Atlántida) o
de su descendencia de las diez tribus perdidas de Israel, hipótesis en la mayoría de los
casos algo disparatadas.
La teoría más aceptada es la que establece su procedencia siberiana. La geología nos
informa que durante la Edad de Hielo el nivel del mar se redujo formando un puente de
tierra a través del Estrecho de Bering (separa Asia de América del Norte), por donde los
indios primitivos habrían cruzado encontrando un territorio virgen y con excelentes
posibilidades de caza.
Se han encontrado pruebas que nos hacen suponer la veracidad de esta hipótesis: las
correspondencias lingüísticas entre ambos márgenes del Estrecho de Bering así como la
similitud de diversos utensilios hallados en Alaska y Mongolia.
No se sabe a ciencia cierta si estos inmigrantes asiáticos llegaron con una gran oleada
migratoria o si fueron llegando poco a poco en diferentes travesías. Existen estudios que
establecen solamente cuatro familias lingüísticas con vinculaciones entre ellas lo que
pone de manifiesto que los grupos étnicos que formaban parte de la población original
de América del Norte eran muchos menos que los que se había pensado.
Una serie de excavaciones realizadas durante la primera mitad del siglo XX y mediante
la técnica del radiocarbono hacen posible afirmar que las llanuras de los EEUU fueron
habitadas hace aproximadamente 10000 años por los cazadores de Folsom, nombre del
lugar donde se encontraron primitivas puntas de flecha junto a los restos de una manada
de bisontes.
Cerca de Clovis, Nuevo México, se encontraron restos de armas arrojadizas, y junto a
ellos, huesos de mamut que podrían tener una antigüedad de 11000 o 12000 años. Este
descubrimiento pone de manifiesto la convivencia entre los antepasados de los
cazadores de Folsom con el mamut y, puesto que también en Asia se han hallado restos
de estos legendarios animales, posiblemente habrían aprendido a abatirlos en su tierra
natal.
En la frontera de Argentina y Chile también se han encontrado huesos de caballo salvaje
y perezoso. Se estima que el hombre primitivo llegó a América del Sur hace más de
8000 años. Su modo de vida habría sido muy similar al de las culturas paleolíticas
europeas más tardías.
La abundancia de caza otorgó al hombre la seguridad y la paz necesarias para llevar una
vida familiar sana y sedentaria, de modo que su número aumentó con rapidez y en poco
tiempo el continente estuvo totalmente poblado.

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Aparición de los stone boilers

Después de la dispersión de los cazadores por toda América un nuevo pueblo, también
cazadores, pero menos nómadas y con un nivel de vida más elevado entró en escena.
Los stone boilers se caracterizaron por cocinar alimentos valiéndose de piedras
calientes. Habitaron el territorio comprendido entre la costa Pacífico de EEUU y
Canadá. También en el Este de Canadá y la Gran Cuenca en EEUU se conocía este
método.
Los primeros cazadores establecen los principios básicos de la manufactura textil puesto
que se cree que eran capaces de trenzar cabellos y fibras para formar cuerdas. Sin
embargo, los stone boilers confeccionaban cestas que usaban para calentar los
alimentos, algunas de ellas de gran belleza. Lo avanzado de su estructura les permitía
incluso llenarlas de agua para ser calentada o transportada.
Comerciantes blancos introdujeron marmitas de hierro y enseñaron a los indios como
usarlas. Éstos reconocieron la superioridad del método pero también un inconveniente:
la alteración del sabor de la comida. Para solventarlo y mantener ese sabor característico
de las piedras continuaron colocándolas en las nuevas marmitas de hierro.
Todo el pueblo participaba en la recolección de bellotas, que eran almacenadas
anualmente después de cada cosecha. La mujer se encargaba de las tareas relacionadas
con la alimentación. Molían las bellotas cuidadosamente hasta convertirlas en harina
mediante un proceso similar al que usaban los egipcios para la trilla de trigo. Esa harina
se usaba para hacer pan o para añadirla a la sopa. También pescaban salmón y lo
almacenaban desecado para evitar su descomposición.
Los stone boilers eran un pueblo sencillo que no ocupaba su tiempo en construir
imperios o grandes ciudades. Poseían, eso sí, verdadera destreza para sus propias artes y
oficios así como una perfecta adecuación a su medio, no teniendo que soportar grandes
hambrunas. Si el hombre blanco no hubiera irrumpido en sus vidas, posiblemente
seguirían siendo stone boilers.

Los agricultores y los alfareros

Se piensa que la agricultura es el fruto de un proceso lento e inconsciente por parte del
hombre primitivo en el que seon importantes tanto la selección de las mejores semillas
como la observación durante los procesos de crecimiento en diversas especies de plantas
útiles.
Los cazadores que llegaron a América procedentes de Asia con la gran oleada
migratoria no llevaban semillas consigo. La patata, el tabaco, el maíz, el tomate, el
cacao, etc se cultivaban en América mucho antes de 1492.
Numerosas leyendas son el testimonio perfecto del culto que los indios rendían ante el
maíz, cuyo origen como producto agrícola podría estar en el sur.
Algunos investigadores consideran importantísimo el papel de la mujer en el proceso
que transforma a los primitivos cazadores en un pueblo agricultor. Existen
descubrimientos arqueológicos de grandes palas de piedra que posiblemente se
utilizaron para cavar zanjas. En Dakota las mujeres indias ataban un omóplato de búfalo
a un asa usándolo a modo de azada. Sin embargo no hay restos de este invento en
Méjico o Perú, donde ignoraron este instrumento tan práctico siendo pueblos con un
importante desarrollo tecnológico.
Al haberse encontrado abundantes piezas de alfarería en Méjico y Perú, se piensa que
este arte tuvo su origen en estos territorios. No hay datos esclarecedores sobre su origen.

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Los constructores

Fort Ancient, un conjunto de muros de tierra que rodeaba una pequeña altiplanicie
guarda cierta similitud con un fuerte. Seguramente era una especie de templo de
impresionante dimensiones. Los grandes terraplenes fueron construidos en una época en
que la evolución social había alcanzado su apogeo y en que las normas de magnitud y
perfección, relacionadas con tales monumentos, llegaron a un nivel tal, que el costo
resultaba demasiado elevado.
También los túmulos dejaron de ser objeto de veneración. La mayoría fueron
abandonados y cubiertos por los bosques.

Origen de la pipa de la paz

Los indios creían en el poder de este gran símbolo de fraternidad y consideraban que los
rituales en torno a ella constituían un eficaz instrumento para lograr que el mundo en
que habitaban se convirtiera en un lugar más acogedor.
Las grandes pipas fueron observadas por primera vez entre los indios de la región del
Mississipi. Todo indica que surgió en el Este de EEUU después del auge de los alfareros
y los cultivadores de maíz. Es la contribución india más difundida.
El tabaco era considerado una planta sagrada. El ofrecimiento de unas hojas o de una
humeante pipa era un gesto de amistad sancionado por un poder superior al humano.
Esta planta fue utilizada en América de diversas formas: mediante tubos de piedra
(técnica de gran difusión), cigarros liados (América del Sur).Algunas tribus indias
quemaban el tabaco en una fogata para que la ofrenda de humo ascendiera hacia los
espíritus sobrenaturales a los que oraban.
Se ha producido una espectacular difusión por todo el mundo del hábito de fumar.
Varias tribus, como los paunis o los siux, se atribuyen el descubrimiento de la gran pipa.
Según rituales sobre los que se posee información, el Trueno entregó esas pipas como
prueba de que otorgaba su perdón y protección a quienes las veneraran.

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LAS GRANDES FAMILIAS INDIAS
Antes de la llegada del hombre blanco, las numerosas tribus indias vivían en grupos
pequeños y autónomos. Los primeros investigadores de las lenguas indias se
sorprendieron al observar que prácticamente cada tribu tenía su propia lengua. Este
aparente caos desapareció cuando descubrieron que era posible ordenar las tribus por
familias lingüísticas. Esto significaba la existencia de una tribu ancestral que
conformaba el tronco lingüístico originario.

Mapa de los hábitats originales de las tribus indígenas importantes de los Estados Unidos.

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La antigua gran familia algonquina

Los primeros indios en oponerse al avance europeo ocupaban la mayor parte del
territorio al este del Misisipi, desde Virginia en el sur, hasta la bahía de Hudson, en el
norte.
La puja de las potencias europeas por el nuevo territorio les llevó a aprovecharse de las
disputas entre tribus. Se produjeron luchas encarnizadas entre los algonquinos apoyados
por franceses y los iroqueses ayudados de ingleses y holandeses.
Tenemos constancia de la existencia de al menos cien tribus algonquinas. No solo
peleaban contra los iroqueses si no que se disputaban el territorio y también luchaban
entre sí. Numerosas hostilidades motivadas por la venganza hacían imposible la paz.
Los ancianos exhortaban a los jóvenes a ser agresivos y a no tener piedad en el arte de la
guerra, pero también aconsejaban la paz o establecían negociaciones con representantes
de su enemigo. Pese a las guerras internas, sus lazos de parentesco les permitían
controlar gran cantidad de territorio.

El modo de vida de los algonquinos

En este apartado están recogidas muchas de las particularidades de los algonquinos tales
como el tipo de indumentaria, los utensilios que utilizaban o la forma y estructura de sus
construcciones. El espíritu de un pueblo se refleja en su mitología, una combinación de
ficción, filosofía, misticismo y ética. Este conjunto de conocimientos es el único marco
de referencia del que disponemos en lo que respecta a su manera de pensar y las
respuestas que elaboran frente a las diversas situaciones sociales. Su gran héroe
sobrenatural, llamado Manabus, rehizo el mundo después de que sus enemigos lo
destruyeran mediante un gran diluvio.
Se supone que todo algonquino estaba protegido por un espíritu sobrenatural, lo que le
proporcionaba un alto grado de seguridad. Este espíritu era llamado tótem, palabra
algonquina incorporada a nuestro vocabulario. Su concepción de la naturaleza se inspira
en la idea de la existencia de un vínculo fraternal entre hombres, animales y pájaros
todos ellos protegidos por el mismo poder.
En la actualidad, existen muchas recetas que proceden de la medicina popular india.

El powwow

La palabra powwow hace referencia a una comunidad india, que se reúne para
considerar la solución que ha de dar a sus problemas más habituales. Se juntaban en
torno a un fogón y preparaban algo de comida; a veces recurrían al hechicero con el fin
de elevar las plegarias a los dioses. Los discursos y debates se mezclaban con
oraciones, danzas y canciones. Esta reunión podía prolongarse varios días, antes de que
llegara una solución. El powwow era un recurso fundamental en el gobierno indio.

Destino de las tribus del Atlántico

La población india de mayor densidad se encontraba en Massachussets (Nueva


Inglaterra), en la actualidad una de las zonas más masificadas. Cuando los blancos
ocuparon el litoral marítimo los algonquinos tuvieron que retirarse a los bosques, con
precaución puesto que sus grandes enemigos, los iroqueses, ocupaban el territorio
situado al oeste del lago Hudson.

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Guerras en Nueva Inglaterra

Las principales guerras fueron las que los blancos emprendieron contra los pequot, los
mohegan, los wampanoag y los abnaki, que se prolongaron desde la aparición de los
colonizadores hasta 1770. En muchas ocasiones estas guerras consistían en las
represalias de unos pocos soldados o un grupo de “apasionados” ciudadanos, que
quemaban un poblado y daban rienda suelta a su crueldad matando a todos los indios
que encontraran a su paso.
Entre 1675 y 1763 los franceses sostuvieron una encarnizada lucha contra el avance de
la frontera inglesa, incitando a los indios a invadir otros poblados y convirtiéndolos en
las víctimas de esta competencia imperialista por el mejor territorio. Los indios
luchaban para vengarse y para proteger a sus familias y hogares.

Retirada de los Delaware

Los delaware vivían en la zona central de la costa atlántica. Reivindicaban las tierras
que se extendían hasta el Hudson y Maniatan.
Durante el período de la guerra franco-india, los blancos adquirieron la costumbre de
formar sociedades cuyos ritos y lemas procedían de la cultura india; en 1772 surgió una
sociedad llamada “Hijos del Rey Tommany”, que hacía referencia a un gran jefe indio.
Su historia estuvo marcada por la constante retirada ante el avance blanco. El
pesimismo debió de convertirse en uno de los rasgaos más característicos de su
psicología. Fueron tildados de holgazanes, inmorales y paganos. Siendo una caso
extremo, estos indios ilustran el destino de muchos otros, condenados a retroceder
ciento cincuenta años por el avance de la frontera, careciendo de una tierra que pudieran
considerar propia.

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El antiguo noroeste

En 1700 los franceses decidieron ocupar el territorio que se hallaba situado al oeste de
los Apalaches, desde Nueva Orleáns hasta Québec. No pretendieron cononizar el
territorio que se extendía entre Luisiana y Detrit, sino que trataron de inducir a los
indios a vivir en paz entre ellos. Suele decirse que el éxito de los franceses obedeció a
una política más liberal y hábil que la de los colonos ingleses. Sin embargo mantuvieron
grandes luchas en el este de Canadá y Luisiana, donde se habían instalado un mayor
número de colonos.

La guerra de Pontiac

Tras la caída de Québec los colonos ingleses invadieron los Apalaches provocando la
inquietud de los algonquinos. Pontiac, un jefe ottawa, exhortó a los indios a prosegueir
la lucha contra éstos en toda la línea de la frontera. En 1763 logró apoderarse de la
totalidad de los fuertes más importantes. La guerra con los blancos comenzaba a
desarrollarse en gran escala. Las tribus algonquinas que participaron fueron los
delaware, miami, sahunis, ottawa, potawatomi y ojibway.

La guerra de 1812

Un joven indio de nombre Tecumeseh no se dejó abatir por la derrota que el general
Wayne había infligido a los algonquinos. Este inteligente hombre soñaba con un Estado
indio en el valle del Ohio y la región de los Lagos, que viviera en paz y armonía con sus
vecinos blancos del este y con los ingleses del Canadá septentrional. Ignoraba por
completo la historia europea y no se hallaba en condiciones de comprender la presión
del nacionalismo blanco que jamás toleraría la creación de un Estado indio.

Halcón Negro y Keokuk

El primero sentía inclinación por la guerra y desde muy temprana edad acompañó a las
partidas que incursionaban en las poblaciones para quemar las cabañas de los colonos y
despojarlos de sus cueros cabelludos.
Keokuk aspiraba a convertirse en un gran líder de la paz, en un verdadero orador.
La mayoría de los grandes algonquinos han sido honrados por Norteamérica en virtud
de sus cualidades guerreras y de su valor. Keokuk es una excepción: su grandeza
residió en su sabiduría y en el don de la palabra al servicio del pueblo. Reivindicó el
derecho de los indios a vivir en paz con ellos.

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Los cazadores de búfalos del oeste

Las tribus a las que se hace referencia hasta ahora vivían en los bosques. Existían
también unos pocos grupos que habitaban en los prados del oeste.

El grupo pie negro

Cerca de las Montañas Rocosas vivían éstas poderosas tribus. Los primeros blancos que
tomaron contacto con ellos se sintieron impresionados por su pulcritud, por su habilidad
para administrar sus grandes campamentos, por la disciplina con que actuaban y por la
sólida personalidad de sus jefes. Al principio no poseían rifles, pero después de
establecer contacto con los primeros traficantes de pieles comenzaron a acrecentar su
poderío y solían atacar a los indios vecinos. En torno a 1830 alcanzaron una población
que oscilaba entre diez mil y dieciocho mil almas.
Los traficantes de whisky se pusieron en contacto con estos indios, incitándolos a robar
caballos y cambiarlos por aguardiente. Pese a caracterizarse por su disciplina, los más
jóvenes desoyeron los consejos de los jefes indios rebelándose contra el gobierno tribal
y generando excesos de todo tipo.
Aunque no fueran derrotados por los blancos, las epidemias y el vicio consiguieron
diezmar su población con el mismo resultado.

Los arapajos y los cheyennes

Actualmente los arapajos viven en reservas de Oklahomay Wyoming.


Los historiadores creen que los cheyennes se trasladaron desde Minnesota hasta las
orillas del río Sheyenne, un afluente del río Rojo, que se halla situado en Dakota del
norte, y que alrededor de 1675 se dirigieron hacia el sur hasta llegar al río Misuri. Allí
cultivaron maíz, habas y acalabazas, pero en la nueva región abundaba el búfalo y con
la introducción del caballo se facilitaba la caza. Después de1800se transformaron en
indios de las llanuras, entablaron amistad con los arapajos y se aliaron con ellos.
Estas dos tribus algonquinas practicaban la espectacular danza del sol
Los cheyenne poseían un envoltorio sagrado, en el que guardaban,entre otras cosas, un
sombrero confeccionado con piel y pelos de la cabeza de un búfalo hembra y cuatro
flechas, dos para la caza y dos para la guerra.
Los arapajos poseían un objeto de igual valor que las flechas de los cheyennes, aunque
no tan espectacular. Consistía en una gran pipa guardada en un envoltorio que nunca se
abría sin que se llevaran a cabo complejas ceremonias. Muchos actos cotidianos
adquirían para ellos un profundo carácter simbólico.
La historia de estas dos tribus se repite con la misma fórmula que tantas otras. Tuvieron
que soportar la fiebre del oro que se desató en California en 1849.

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Los algonquinos del norte y del oeste

Los naskapi

En el extremo septentrional del Labrador viven los naskapi. Sus realizaciones son
escasas, por lo que no ofrecen gran interés. Adoptaron comodidades occidentales como
rifles, marmitas herramientas de hierro, trampas, telas y aguardiente.

Las tribus de los Grandes Lagos

Vivían entorno a los lagos Hurón, Michigan, y el Superion desplazándose con sus
ligeras canoas.
Las mujeres confeccionaban cuerdas y los jóvenes, apreciaban la laboriosidad y destreza
de las muchachas evaluando sus valore como futuras esposas.
Sus canoas estaban hechas de corteza de abedul, lo mismo que los revestimientos de sus
casas o sus cestas y cacharros.
El pescado y las aves acuáticas constituían su fuente de alimentación. También poseían
raquetas que les permitían afrontar el invierno pudiendo andar sobre la nieve.
La morada del prestidigitador consiste en una estructura de varas lo suficientemente
grande como para albergar a un hombre, cubierto de corteza o pieles. En su interior
había muchos objetos. El chamán de la tribu era conducido a la morada atado con una
cuerda. Al poco tiempo se oía una serie de gritos, se veían volar los objetos por la parte
superior. El mago conversaba con los espíritus y respondía a las preguntas que le
formularan.

Los pueblos de la costa occidental

Los yurok y los wiyot vivían al norte de California, sobre la costa del Pacífico. Desde el
punto de vista lingüístico son conocidos con el nombre de ritwan. Están organizados en
clanes y sus células familiares incluyen un número mayor de miembros.

Los probables parientes de los algonquinos

Los kutenai, los wakashan y los salish pertenecieron alguna vez al árbol de la familia
algonquina. Ocupan la Columbia Británica meridional y el norte de Washington.
Los nootka, una de las tribus wakashan, viven en la costa occidental de la isla de
Vancouver y en las regiones próximas a Washington. Sus casas de tablones hendidos
eran grandes y habían sido construidas con mucha habilidad. Ante ellas se levantaban
postes totémicos que representaban a los clanes de los que descendía cada familia.
También practicaban el potlatch, que se convertía en una competencia costosa y quizá
representara una forma extrema de consumo conspicuo y del afán de no ser menos que
los vecinos, actitudes muy frecuentes hoy en los EEUU.
Los salish se alimentaban con ciervos, que abundaban en su territorio, y raíces
comestibles o salmón de los ríos.

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La familia iroquesa

Generalmente se utiliza con este nombre a las seis tribus de Estado de Nueva York:
seneca, cayuga, onondaga, oneida, mohawk, y tuscarora. Sus vecinos los hurones, los
erie, los neutrals y los susquehanna hablan lenguas pertenecientes a la familia iroquesa.
En el sur vivían también los cheroquis. El territorio de esta gran familia era mucho
menor que el de los algonquinos, sin embargo, imponían gran respeto a sus vecinos. No
vacilaron en invadir tierras ajenas, llegando a penetrar en el sureste de Canadá, territorio
algonquino.
Eran granjeros y cazadores; sus mujeres cultivaban maíz, habas y calabazas. Sus aldeas
estaban fortificadas con empalizadas.
En cuanto despejaron la región de los algonquinos comenzaron a surgir guerras entre
ellos. El valle de Mohawk se convirtió en escenario de muerte.

La liga de las seis naciones

El alto grado de hostilidad entre las diferentes tribus hizo necesario recurrir a un
“pacificador” conocido con el nombre de Hiawatha, que probablemente vivió a finales
del siglo XV. La tradición nos cuenta que recorrió en repetidas ocasiones el valle del
Mohawk predicando la fraternidad entre las tribus y exhortando a los miembros de una
misma familia a unirse, a fin de constituir un frente común para defenderse y atacar. Al
principio, debido a la absoluta autonomía vigente de cada grupo, ninguna de las tribus
iroquesas se manifestó dispuesta a someterse al voto mayoritario que suponía la
pertenencia a una confederación. Poco a poco la idea fue calando entre las tribus hasta
manifestarse en una constitución oral que autorizaba la elección de un cuerpo
representativo y proponía reglas para convocarlo. Si se quería declarar la guerra era
necesaria unanimidad, mientras que las disputas entre grupos debían resolverse por
arbitraje en vez de violentamente. Mantenían así su independencia pero se veían
obligados a respetar el bien común. Los blancos denominaron a estas tribus las Cinco
Naciones (mohawk, seneca, cayuga, onondaga y oneida). En 1715 los tuscarora se
incorporaron a esta confederación que pasó a denominarse la liga de las Seis Naciones.
La liga iroquesa representaba una unión pacífica para las seis naciones, pero para sus
vecinos suponía un horror cuyo único objeto era el poder y la gloria.

Los hurones

Grupo de tribus de lengua iroquesa que contaron también con su propia confederación.
Fueron grandes agricultores, adquiriendo fama por la excelente calidad de su tabaco.
Durante cierto tiempo los hurones pudieron conservar su territorio y oponer resistencia a
las Cinco Naciones, pero estas, al ser provistas de armas de fuego por los holandeses
iniciaron su exterminio motivados por un odio fraticida.

Los erie

Vivían al sur del lago Erie (Ohio). Eran tan poderosos en número como los hurones,
pero su destino fue más afortunado al negarse a ayudar a sus parientes en la lucha con
las Cinco Naciones. Procedieron con neutralidad hasta que las Cinco Naciones
comenzaron a exterminar sin piedad a los hurones. Acogieron a los refugiados

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proporcionándoles alimento y abrigo. Fue entonces cuando la liga se volvió contra ellos.
Su exterminio se consumó tan concienzudamente que hoy este pueblo no es más que un
nombre.

Los susquehanna y los tuscarora

Los indios susquehanna eran un pueblo poderoso cuando los blancos comenzaron a
establecerse en la costa del Atlántico. Cuando la liga de las Cinco Naciones arremetió
contra ellos los últimos erie ya habían sido exterminados. El primer intento fracasó,
pues estos indios estaban dotados de gran fortaleza física y además poseían armas de
fuego. Su población fue disminuyendo progresivamente hasta su total aniquilación.
Las guerras de los tuscarora contra los blancos comenzaron en 1711. Después de varias
derrotas se vieron obligados a solicitar la ayuda de la liga, que al principio se negó a
auxiliarles, pero más tarde los integró en su confederación convirtiéndose en seis.

La reyerta con los paunis

Los paunis vivían al oeste del Misisipí, en el territorio de Nebraska. Una partida
guerrera de paunis abandonó su aldea en busca de botín.; pasó Iowa continuando hacia
el este atravesó el Misisipi y arremetió contra una aldea a orillas del río Illinois,
territorio algonquino. Existía un acuerdo entre las Cinco Naciones y los illinois en el
que se especificaba que éstos últimos no debían llevar la guerra a otras tribus sino era
bajo dirección de la liga, pero que si eran atacadas les brindarían protección. Una gran
fuerza de iroqueses marchó entonces hacia territorio pauni y llevó a cabo la venganza.

El modo de vida de las Seis Naciones

El estilo de vida era similar al de los algonquinos. Las mujeres cultivaban maíz, habas,
calabazas y recolectaban frutos silvestres. Los hombres aptos se dedicaban a la caza del
ciervo.
La organización familiar de los iroqueses es de carácter matriarcal, la herencia se
transmite por vía materna. Después de casarse las mujeres continúan viviendo en la casa
donde nacieron, formándose una sólida unión familiar. Los esposos no pertenecen
verdaderamente a la familia los hermanos y tíos sólo regresan a su hogar materno para
participar en la toma de decisiones. Los diferentes clanes tienen nombres de animales.
Los jóvenes debían elegir cónyuge entre miembros de otros clanes.

Los cheroquis

Fueron considerados por los blancos como un pueblo superior a las demás tribus.
Entraron muy pronto en contacto con la civilización europea manteniendo granrespeto
hacia los colonos.
El hombre blanco no fue quien exterminó a la familia iroquesa sino las guerras
fraticidas. Esta puede ser una muestra de lo que ocurría en América antes de la llegada
del hombre blanco y de lo que hubiera podido suceder sin su presencia.

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La familia de los caddo

Habitan las tierras del oeste del Misisipi. En opinión de los lingüistas, fue fundada por
un hermano del antepasado de los iroqueses. Los paunis experimentaban un profundo
interés por el cielo y las estrellas. Creían que algunas de ellas eran dioses. Recitaban
largos poemas rituales dirigidos a invocar la presencia de esos dioses. También
dedicaban oraciones a la Madre Tierra,fuente de toda vida.
Eran hábiles astrónomos que observaban los planetas con el objetivo de determinar la
época más adecuada para la siembra del maíz, las prácticas religiosas y otras etapas de
su calendario.
Los paunis presumían de no haber luchado nunca contra Estados Unidos. En numerosas
ocasiones, se unieron a los blancos para luchar contra otros indios.
Fueron despojados de sus tierras de Nebraska y se los obligó a establecerse en
Oklahoma.
El término caddo se puede aplicar a cualquiera de los grupos que hablan la lengua
caddoana, pero por lo general designa a un grupo de tribus confederadas que habitó la
zona oriental de Texas.

Las tribus surorientales

Su territorio comprendía los actuales Estados de Georgia, Alabama, Misisipí y algunas


regiones de Luisiana y Tennessee.
Las tribus natchez y tunican y algunos otros grupos menos conocidos hablaban lenguas
emparentadas con la de los muskhogean. Los creek, los chotaw, los chickasaw y los
seminole son algunas de las tribus más conocidas de esta familia.

Los natchez

Ninguna de las tribus a las que se ha hecho referencia ha llevado tan lejos la adoración
del sol. La estructura social de los natchez era muy democrática. Entre ellos existían dos
jerarquías, los nobles y la gente del pueblo. A la cabeza de la tribu se hallaba el Gran
Sol. La nobleza estaba constituida por tres órdenes jerárquicas: los soles, los nobles y
los honorables. Para ser un sol era necesario que la madre perteneciera a ese rango. Los
miembros de la aristocracia debían casarse siempre con plebeyos.

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La familia siux

En su frente occidental, los algonquinos se hallaban en contacto con la poderosa familia


siux. Éstos, también estaban rodeados de los muskhogean y los caddo.

Los dakotas

La tribu más poderosa de la familia. Según la opinión popular simbolizan la guerra, los
caballos y los búfalos. La palabra dakota evoca la masacre de Custer y hace pensar en
grandes jefes como Toro Sentado, Caballo Loco y tantos otros. La imaginación popular
siempre representa al indio vestido con el traje dakota, que es el que usan todas las
tribus en la actualidad. La lengua de los siux es agradable y cuenta con consonantes
suaves y resulta más asequible de aprender para el europeo.
Los dakotas evitaban enfrentamientos globales. Su táctica consistía en ataques
sorpresivos tras los cuales emprendían una rápida retirada. Los ataques nunca tuvieron
por objeto a otras tribus dakotas, pero no se salvaron de ellos otros grupos de su propia
familia. Tambien los algonquinos debieron hacer frente a su continuo acoso.
Alrededor de 1885, los indios de las llanuras de Estados Unidos y Canadádebieron hacer
frente a una seria crisis. La escasez de búfalos suponía hambre y falta de amteriales para
confeccionar vestidos y construir albergues donde resguardarse. El gobierno acudió en
su ayuda proporcionándoles alimento.

Historia de los teton

Se convirtieron en el grupo más importante de los dakotas. Mientras los dakotas


orientales luchaban contra los ojibway y trataban con los blancos, los teton se
fortalecieron y se tornaron belicosos. Antes de 1800, habían aprendido a montar y
abandonado el cultivo del maíz. Toleraron a los cheyennes algonquinos, cuyo modo de
vida era similar al suyo. Lucharon contra los crow y los paunis.

Los crow y los hidatsa

Los crow viven actualmente en Montana. Se caracterizaban por su largo cabello. La


similitud existente entre la lengua de los crow y los hidatsa nos hace pensar que en otra
época ambas tribus debieron de constituir un solo pueblo.
Los hidatsa vivían en casas de barro y cultivaban maíz junto con algunas legumbres.
Los mandan eran los más famosos. Celebraban espectaculares ceremonias religiosas,
llenas de simbolismo y tenían varias sociedades rituales para hombres y mujeres.

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Las familias penutianas

Según los lingüistas, las familias indígenas que habitaban en California y más al norte
debieron tener un origen común, puesto que sus lenguas presentan las mismas reglas
gramaticales.

Los californianos

A finales del siglo XIX, los californianos se hallaban organizados en doscientas o


trescientas tribus que contaban con una población muy densa. Los grupos mas
importantes eran los maidu, los wintun, los costanoan, los miwok y los yokuts. Existía
gran homogeneidad entre las tribus debido a la uniformidad del medio en que habitaban.
Se alimentaban casi exclusivamente de bellotas. Una de sus virtudes era el
almacenamiento de víveres, así nunca pasaban hambre. También cazaban venados
recolectaban semillas y raíces y cultivaban legumbres. Habitaban una región con
abundantes recursos naturales encontrando una importante seguridad económica.
Era un pueblo de hábitos sedentarios, sin una sólida organización ni gran interés por la
guerra.

Los nez percé

Las tribus más conocidas de la familia shahaptin son los klikitat, los umatilla, los
yakima, los wallawalla y nos nez percé(nariz perforada). Estos indios utilizaban la pesca
del salmón como recurso para abastecerse de alimento. Atrapaban los peces desde
canoas ayudándose de arpones o tridentes. La introducción del caballo a comienzos del
siglo XVIII modificó sus hábitos de vida permitiéndoles una mayor movilidad

Jefe Joseph

Miembro de los nez percé obtuvo una victoria en la primera batalla contra los blancos,
pero a partir de ese momento se vio obligado a retirarse hasta el fin del conflicto.
Destacó por su sorprendente genio militar, que ante la adversidad le permitió escapar al
exterminio.

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Las familias nadene

Situados en el noroeste de Canadá, desde el lago Superior hasta Alaska. El grupo más
poderoso es el navajo, que reside en Arizona y Nuevo México. Tanto por número como
por la extensión de su territorio, el pueblo nadene ocupa el primer lugar. En Canadá
constituyen un grupo compacto. En EEUU se encuentran dispersos por la costa del
Pacífico.

Los constructores de pilares totémicos

Estas grandes tallas hechas en grandes troncos de árboles representan figuras animales y
humanas unas colocadas sobre otras. Las figuras de los antepasados eran talladas
delante de la casa y constituían el pilar totémico de la familia. Estaban divididos en
clanes y cada uno poseía su antepasado mítico, mitad hombre mitad animal.
Trabajaban magistralmente la madera, proporcionada por grandes cedros con los que
construían sus casas.
Los tlingit eran un pueblo de navegantes que construían piraguas de hasta veinte metros
de largo. Pescaban y cazaban focas y nutrias de mar. También destinaban sus
embarcaciones para la guerra.
Sus ceremonias rituales eran muy complicadas. Usaban grandes máscaras de madera
que representaban a sus antepasados o a otros seres sobrenaturales.
Estos indios practicaban también el potlach, celebración de una fiesta en la que se
distribuyen muchos presentes de gran valor. Los bienes reclaman reciprocidad por parte
del beneficiario. La posición social de un individuo dependía de la actitud que mostrara.
Su sistema social incluía tres clases: esclavos, pueblo y aristócratas.

Los cazadores del norte

Los indios atapasco se caracterizaron por el babiche, una cinta a la que daban diferentes
usos. Las cabañas y equipos de viaje contaban con un ovillo de esta cuerda, una tira no
entrelazada muy estrecha y de gran longitud. Se utilizaba para fabricar redes y todo tipo
de ataduras.
Vivían en el Canadá occidental, noroeste y Alaska. Los esquimales ocupaban toda la
costa de Alaska. Los atapasco vivían al oeste de la bahía de Hudson. Existía entre ellos
un gran desconocimiento que ayudadaza a mantener la paz.
Por ser una zona de difícil acceso por sus condiciones geográficas y climáticas no se
produjeron guerras entre blancos e indios. La mayoría de estos indios conservan sus
antiguas costumbres y aun viven de la caza y de la pesca.
Los cazadores de los bosques septentrionales dependían del Caribú. Durante el invierno
las raquetas son indispensables para andar sobre la nieve.En verano utilizan canoas de
abedul.

Las tribus vagabundas de las praderas

Los sarses y los apaches kiowafueron descubiertos a una gran distancia de su tierra
natal. El modo de vida de los sarses se asemejaba al de los de los pies negros.
Los apaches de kiowa se acogieron a la protección de los kiowa, que eran una poderosa
tribu de cazadores de búfalos.

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Los apaches

Entre los franceses, el término fue, durante mucho tiempo sinónimo de ladrones y
asesinos; debido a la agresividad que antaño caracterizó a estos indios. Este nombre
designa a más de ocho tribus emparentadas desde el punto de vista lingüístico.
Habitaban en Nuevo México cuando llegaron los españoles. Pronto se aficionaron a los
caballos y adquirieron armas de fuego, con lo que se volvieron más agresivos que
nunca. Atacaban y saqueaban las poblaciones españolas. En 1864, México y EEUU
amenazaron con emprender una campaña de exterminio, pero solo sirvió para que la
resistencia apache cobrara aún más fuerza. Unos de los indios más conocidos era
miembro la tribu de loschircahuas. Gerónimo se entrenó en el arte de la guerra por
medio de las múltiples correrías que estos indios llevaron a cabo en México dando
numerosos quebraderos de cabeza a diferentes generales americanos.

Los navajos

Estos pintorescos habitantes de una región desértica son famosos por sus mantas de
lana, sus joyas de plata y por su curiosa apariencia física.
Los misioneros españoles les enseñaron a criar ovejas, a hilar la lana y a tejer y, más
tarde, aprendieron a trabajar la plata. Muchos de los diseños con que ornamentaban sus
trabajos de orfebrería fueron creaciones originales.
La casa de los navajos se denomina hogan y son parecidas a los albergues de los nadene
del norte. En los hogan se desarrolla la vida familiar, se realizan las ceremonias y se
alberga y cuida a los enfermos.
Se hallan esparcidos en un amplio territorio. Sin embargo, son muy solidarios unos con
otros, poseen ceremonias rituales comunes y cuentan con un gobierno tribal estable.
Han sabido adaptarse a las nuevas condiciones pudiendo vivir en paz y con un grado de
prosperidad elevado, siendo uno de los pueblos más progresistas entre las tribus de
indios.

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Las familias azteco-tanoanas

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LA VIDA INDIA EN GENERAL

El modo de vida indio

La imagen estereotipada que aparece en las películas es producto de la fantasía de los


blancos. En 1600 la indumentaria, el estilo de vida, la lengua, etc eran muy diferentes
dependiendo de cada región.
Si la población del grupo se ampliaba en exceso se dividía en dos partes. Esto sucedía
debido a que su sistema de gobierno se tornaba inoperante y a que la caza podía no ser
suficiente. Generalmente la separación se producía por disputas entre miembros del
grupo.
Las bandas escindidas del grupo principal pronto adoptaban nuevos modos de vida y su
lengua sufría cambios importantes. El liderazgo surgía de modo espontáneo, lo que
suscitaba gran rivalidad. Este proceso cíclico de escisión se produjo durante siglos hasta
que gran parte del territorio norteamericano estuvo habitado.
Algunas aldeas o campamentos se consideraban miembros de una misma tribu y reunían
a sus jefes en consejo tribal. La falta de acuerdo en las decisiones adoptadas era
característica de este Estado social y político y quizás facilitó la rápida invasión blanca.
Sin embargo, hubo alianzas bastante sólidas entre tribus para hacerles frente: la liga
iroquesa, la confederación creek y la república pauni.

Densidad de la población

En la actualidad la población aborigen oscila entre uno y dos millones. Es difícil


concretar una cifra por su gran dispersión. En épocas pasadas la mayor densidad se
encontraba junto a las dos costas estadounidenses. Cerca de estas regiones, California,
fue donde se instalaron ingleses, holandeses y franceses, lo que explica los numerosos
conflictos que se produjeron.

¿Se hallan los indios a punto de extinguirse?

La población india actual equivale a la mitad de la que existía en 1700. Coincidiendo


con la derrota ante los blancos y su traslado a las reservas, hasta 1900 la tasa de
mortalidad fue superior a la de natalidad. Desde entonces el ritmo de crecimiento no ha
dejado de aumentar.

La vida cotidiana

En todas partes el hombre actúa como proveedor y la mujer como cocinera (palabras de
Wissler que matiza hablando también de la importantísima contribución femenina). Los
indios aborígenes constituían una sociedad de cazadores antes que de agricultores. Hasta
1492, solamente en Arizona y Nuevo México se cultivaba maíz en cantidad. Los
habitantes de muchos territorios ignoraban esta técnica.
Se puede decir que su principal fuente de recursos era la caza, una actividad masculina,
que no solo les proporcionaba alimento sino que también les nutría de pieles para su

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vestimenta, cuerdas (tendones) para sus arcos, bolsas (vejiga), etc. En cambio la tarea de
cultivar la tierra o recoger plantas comestibles correspondía a las mujeres. No poseían
animales domésticos destinados al consumo y vivían a base de carne de venado, bisonte
y otros animales salvajes. Los cazadores debían encargarse además de fabricar arcos y
flechas, raquetas de nieve y canoas, sin olvidarnos de su faceta como guerreros, lo que
no les permitía llevar una vida especialmente ociosa.
Los cazadores de bisontes solían destinar más tiempo a la guerra que los que se
dedicaban a la caza de otras especies (con uno o dos días de trabajo al mes un grupo de
cazadores proporcionaba alimento a todos los habitantes de la aldea). Precisamente, la
gran mortalidad de los indios a principios del siglo XIX se explica porque la mayoría
eran cazadores de bisontes. Además estaban provistos de caballos, uno de los elementos
introducidos en su cultura tras el contacto con el hombre blanco. Entonces poseían
suficiente tiempo para dedicar a la guerra, al juego y al ocio.
La educación de los niños se basaba en el aprendizaje de las diversas técnicas de caza.
El que demostrara mayor habilidad obtendría la recompensa del prestigio.
La pesca generalmente era una actividad de poca importancia.

El trabajo de la mujer

La mujer india se encargaba de gran diversidad de tareas: labores cotidianas como la


confección de vestimentas o la preparación de la comida; cuidado y mantenimiento de
su familia, fabricación de muebles, utensilios y herramientas; recogida de leña y plantas
comestibles o medicinales; artesanía textil; cultivo de los campos en tribus agrícolas
(salvo Arizona y Nuevo México conde eran los hombres los encargados de esta tarea).
En definitiva, la mujer participó en la misma medida que el hombre en la construcción
de la civilización indígena.
Los hombres que disponían de recursos podían mantener dos o tres esposas que les
aseguraban un nivel de vida superior. Las niñas generalmente cuidaban a los pequeños y
los ancianos se encargaban de tareas tales como enseñar a los muchachos a usar el arco,
contarles leyendas, etc.

Áreas culturales indias

El autor destaca tres aspectos importantes:


-Los cambios de orden cultural no se producen bruscamente sino que son el resultado de
un proceso lento.
-Las tribus vecinas presentan considerables semejanzas.
-El modo de vida cambia de acuerdo con la naturaleza de cada región
Clasifica las tribus en diferentes áreas culturales: Área Boscosa Oriental, Área
Sudoriental, Área de las Llanuras, Área Sudoccidental, California, Área de la
Altiplanicie y Área de la costa Septentrional del Pacífico.

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Cuando el hombre blanco se hizo indio

Cuando un hombre blanco se instalaba en un campamento indio era despreciado por los
suyos, pero cuando un indio se establecía entre los blancos(los matrimonios hombres
blancos con indias eran muy comunes), estos le dedicaban elogios.
Los blancos podían adaptarse perfectamente a la vida en los campamentos. Una vez
habituados a la libertad de la vida en cacería, el hombre integrado en una familia y
alejado de la exigente disciplina de la civilización no deseaba volver junto a los suyos.
Las mujeres disfrutaban de una vida menos dura, sin estar condenadas al aislamiento
social de la frontera.
En este capítulo se recoge un conmovedor relato tras las duras condiciones impuestas
por el general inglés Bouquet a los jefes vencidos en Ohio, que deberían devolver todos
los cautivos blancos, cualquiera que fuera la época en que hubieran sido tomados
prisioneros; de lo contrario mandaría ejecutar a los rehenes y destruir las aldeas. Era
consciente de que los indios amaban a sus hijos adoptivos como propios y que la
separación sería la mejor tortura.

Tres extraños presentes del hombre blanco

El contacto en la frontera posibilitó un intercambio de bienes. El caballo, el aguardiente


y el rifle pasaron a formar parte de la vida cotidiana del indio, que aportó al hombre
blanco el tabaco, el maíz y otras plantas que continuamos consumiendo en la actualidad.
El rifle se convirtió en algo imprescindible para los indios y les llevó a depender
completamente del hombre blanco por su incapacidad para fabricarlos o repararlos. En
tiempos de guerra debían almacenar excedentes de pieles para posibilitar su
intercambio; esta nueva actividad económica les ocasionaba disputas con traficantes
blancos. La posesión de armas de fuego transformó su modo de vida tradicional
proporcionándoles un nuevo sentimiento de poderío.
Se han obtenido datos arqueológicos que nos aportan pruebas acerca de la existencia de
caballos salvajes antes de la llegada del hombre blanco. El indio primitivo los cazaba
para su sustento, lo que ocasionó su extinción. La nueva aportación occidental le
permitió grandes posibilidades de movilidad y fue de gran importancia tanto para la
caza del búfalo como para luchar contra sus enemigos.
El alcohol se convirtió tambien en una desafortunada aportación. En algunas zonas de
EEUU la caza ya no formaba parte de su vida cotidiana y muchos indios se encontraban
sin ocupación. El aguardiente ofrecía la posibilidad de evadirse y acabó generando
violentas tifulcas entre ellos, así como abusos por parte de los traficantes del nuevo
producto; los indios no conocían el modo de destilarlo y se veían obligados a
intercambiarlo por pieles.

La vida en una reserva

En la época en que se escribió el libro, la mayoría vivían en reservas. En su origen la


palabra significaba que determinadas tierras se reservaban para uso exclusivo de los
indios. Cuando los indios fueron instalados en las reservas, los blancos se sorprendían
por la cantidad de enfermedades que contraían. Las condiciones de vida de las reservas
eran pésimas, lo que explica el aumento de la tasa de mortalidad. La mayoría de las
reservas se encuentran al oeste del Misisipi. Su dimensión e importancia son muy
variables En la actualidad, la vida de los indios que habitan las grandes ciudades
norteamericanas es similar a la de cualquier ciudadano.

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Biografía

Clark Wissler nació el 18 de septiembre de 1870 en el condado de Wayne(Indiana).


Estudió psicología en la universidad de Indiana, licenciándose en 1897. Tras realizar su
tesis se traslada a la universidad de Columbia, en Nueva York. Es aquí donde, tras su
asistencia a las clases de Franz Boas, comienza a interesarse por la antropología. Boas
supuso una gran influencia, como en tantos otros antropólogos americanos.
Wissler comenzó su carrera en la antropología como ayudante en el museo americano
de historia natural en 1902. Bajo dirección de Boas asumió el control de la sección de
etnología y estuvo ligado al museo durante cuarenta años. En 1903, Wissler comenzó a
impartir clases de antropología en la universidad de Columbia permaneciendo allí hasta
1909. A partir de entonces se centró en su trabajo de conservación.
Emprendió entonces el estudio en profundidad de los nativos americanos. Escribió
artículos y numerosos libros acerca de este tema. En 1924 comenzó a trabajar en la
universidad de Yale realizando investigaciones para el área de psicología. A partir de
1931 volvió a la docencia universitaria como profesor de antropología, actividad que
desempeñaría durante ciez años más. Falleció en Nueva York el 25 de agosto de 1947.
Wissler fue eclipsado a menudo por muchos grandes antropólogos de su tiempo. Las
obras de Franz Boas, Ruth Benedict y Alfred Kroeber han adquirido gran relevancia en
la historia de la investigación antropológica. Sin embargo, junto con la basta producción
de artículos, Wissler escribió The American Indian(1917) que obtuvo un gran
reconocimiento.
Otros títulos destacados son: North American Indians of the Plains (1912), Man and
Culture (1923), The Relation of Nature to Man in Aboriginal America (1926), Indian
Cavalcade (1938), and Indians of the United States (1940).

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Recensión

El pensamiento difusionista culminó con la elaboración de áreas culturales, pequeñas


unidades geográficas basadas en la distribución de elementos culturales. En Europa, la
misma tendencia dio origen a la noción de kulturkreise, grupos de rasgos culturales que
han perdido su localización inicial para presentarse dispersos por todo el mundo. Este
concepto de área cultural tuvo su origen en las exigencias prácticas de la investigación
americana como instrumento para la clasificación y representación geográfica de los
diferentes grupos tribales de Norteamérica y Sudamérica. También supuso una
comodidad a la hora de exponer y ordenar diverso material etnográfico en salas o
exposiciones.
La primera clasificación en áreas culturales pertenece a Otis T. Mason, que escribió
varios artículos entre 1895 y 1899 en los que propone varias listas de entornos culturales
indio-americanos. Estos serían revisados en 1914 por G. Holmes y conformarían la base
tanto de la exposición de la etnología india americana de Clark Wissler como de
Kroeber en su Cultural and natural areas (1939).
Estos esquemas, producto de la antropología norteamericana, son útiles como mapa
etnográfico proporcionando datos que relacionan las diferentes agrupaciones tribales
con características geográficas del entorno. Cabe preguntarse en qué medida estas
agrupaciones en áreas culturales contribuyen a la explicación de diferencias y
semejanzas culturales.
El gran dilema del concepto de área cultural radica en dos cuestiones: si damos
demasiada importancia al sustrato geográfico incurriremos en una forma ingenua de
determinismo geográfico; si se limita a constatar la proximidad geográfica, las causas de
los préstamos se presentan como algo azaroso y la cuestión de los límites supone un
verdadero problema. En diferentes partes del mundo existen entornos naturales muy
similares habitados por pueblos con patrones culturales totalmente diferentes.
Wissler propone un estudio histórico de la distribución de los rasgos culturales basada
en los conceptos de centro cultural y cultura marginal. En esta teoría, la cultura se
distribuye por áreas circulares a partir de un epicentro localizado donde los rasgos
típicos aparecen con mayor frecuencia. Las culturas marginales aparecen donde los
rasgos de culturas limítrofes se interpenetran. Los rasgos de más amplia difusión son
más antiguos que los de distribución localizada. El mérito de estos estudios fue
establecer métodos rigurosos de reconstrucción histórica, así como la explicación de las
influencias del hábitat en el desarrollo cultural; pero también contribuyeron a la
fragmentación de las culturas en unidades herméticas cuya estructura se hace difícil de
analizar.
Con esta clasificación por áreas naturales se nos indica la función decisiva del entorno.
Sin embargo, sería productivo tener en consideración todos los factores del medio; la
tecnología, la economía, la organización social y la ideología; para tratar de explicar las
diferencias y las semejanzas socioculturales estableciendo rasgos o características
generales que condicionen la aparición de las diferentes instituciones.
Se hace muy difícil comprender las diferentes relaciones sociales, la formación de
grupos, la relación hombre/mujer, las jerarquías establecidas sin el estudio del
parentesco, que Wissler deshecha de manera sistemática. Quizás le hubiera permitido
explicar de manera más eficiente como se configura el control del territorio mediante
una red de alianzas familiares o como el tipo de filiación puede condicionar aspectos de
la división del trabajo y en consecuencia, la relación hombre/mujer. Lewis Henry
Morgan (1818-1881), abogado y antropólogo que defendió causas de los indios contra
intereses comerciales blancos, observó que los iroqueses designaban con el mismo
término a parientes muy alejados en el árbol genealógico. “Sistemas de consanguinidad

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y afinidad de la familia humana” es el primer estudio comparativo de parentesco donde
aparece la diferenciación entre los modos clasificatorio y descriptivo.
La antropología norteamericana ha acusado la influencia del “particularismo histórico”
de Franz Boas. Este desconfiaba de la reconstrucción de secuencias históricas, en parte
como reacción a las especulaciones sin fundamento por parte de las corrientes
evolucionista y difusionista de la segunda mitad del siglo XIX. Hacia 1930, Boas había
abandonado todo interés por la historia y pasaba a centrar su enfoque en el campo de
“cultura y personalidad”, por la relación entre psique individual y las formas de cultura.
En 1942 Oscar Lewis edita “Los efectos del contacto con los blancos en la cultura de los
Blackfoot” donde autocalifica de rupturista su investigación precisamente por ese
menosprecio de los procesos históricos por parte de los antropólogos norteamericanos a
la hora de estudiar a los indígenas. En mi opinión, esto es algo parecido a lo que Clark
Wissler pretende ya en 1917 con esta obra, puesto que se observa una gran fijación por
la reconstrucción histórica incidiendo sobre el impacto cultural que supuso para el indio
el contacto con los blancos.
Dentro de esta corriente antropológica norteamericana de historicistas podríamos incluir
también a Spier, Kroeber y Sapir.
Sin embargo la influencia de Boas, se manifiesta en el interés e insistencia que Wissler
muestra por las diversas lenguas de los nativos americanos. Utiliza los estudios de los
lingüistas como medio para llegar a esta agrupación en áreas culturales. El estudio de la
lengua y sus diferentes relaciones se convirtieron en la base de la reconstrucción
histórica. Boas propuso que las formas y categorías gramaticales inconscientes
proporcionan al investigador un mapa de la organización del intelecto. Además permite
el análisis comparativo y la búsqueda de universales lingüísticos.

Todas las sociedades tribales que se hallaban en el camino de expansión de los


europeos, fueron víctimas de presiones ecológicas y socioculturales extremadamente
destructivas. Las inevitables consecuencias de este avance dramático fueron la
desaparición de muchas de las costumbres y la contaminación del modo de vida indio.
Si establecemos una comparación entre las sociedades occidentales y las naciones indias
nos damos cuenta de que sus rasgos culturales son totalmente incompatibles; desde
aspectos socioculturales o su relación con el entorno hasta conceptos religiosos y
filosóficos existen diferencias abismales que hicieron muy difícil la adaptación del indio
ante la apisonadora de la cultura occidental. En el aspecto económico podemos decir
que entre los indígenas no existe propiedad privada de recursos tales como la tierra, ni
producción de excedentes con motivaciones lucrativas, no existe el concepto de
crecimiento económico que tantos políticos publicitan como síntoma de bienestar o el
alto grado de competitividad de los países capitalistas. En cuanto a la organización
política, en los pueblos con un alto grado de desarrollo tecnológico las decisiones son
tomadas por el poder ejecutivo, el gobierno de la mayoría o dictadura mientras que en
los pueblos indígenas existe un proceso consensual en el que participa toda la tribu. En
definitiva, cuando ambas visiones entran en conflicto, la cultura industrial cuenta con la
ventaja de producir las mejores armas y técnicas de guerra (el rifle se ha convertido en
apéndice del colonialismo); la victoria es interpretada como prueba de una mayor
aptitud para la supervivencia y los derrotados como incapaces de adaptarse a los
dinámicos tiempos.
Sin embargo, y a pesar de la falta de información existente (incluso en los EEUU)
acerca de los indios tanto en el ámbito educativo como en los medios de comunicación,
el pueblo norteamericano debe mucho a sus nativos. Por ejemplo, el gobierno iroqués
ejerció una gran influencia en las ideas que se incorporaron posteriormente a los
Artículos de la Confederación y a la Constitución. El sistema de frenos y equilibrios, la

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participación popular en la toma de decisiones, la representación directa, los derechos
de los estados y los cuerpos legislativos bicamerales formaban parte de la gran ley
obligatoria de la Confederación Iroquesa de 1400. Esta parte de su cultura, la que
comprende la organización política y su sorprendente parecido con aspectos de las
democracias occidentales fue lo que me llevó a interesarme por este libro.
En la actualidad un millón y medio de indios viven en EEUU, la mitad donde habitaron
sus antepasados. Los métodos para hacerse con sus territorios han pasado de la acción
violenta a las manipulaciones legales por medio de los diferentes gobiernos. Estos actos
se justifican por el supuesto de una autoridad espiritual y cultural que hace del indio un
obstáculo para el progreso industrial y tecnológico.
Wissler nos transmite continuamente una visión del indio respetuosa, llena de
admiración, destacando el alto grado de desarrollo de muchas de sus técnicas y
rechazando muchos de los estereotipos creados en torno a su figura, alejada de la
imagen tópica del indio de las producciones de Hollywood. Así mismo, el libro nos
proporciona una fantástica recopilación de costumbres, mitos, leyendas y modos de vida
que nos aproximan al conocimiento de una cultura lejana, pero a la que quizás nuestra
sociedad debería tomar más en serio.

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Bibliografía

-Etnología y antropología. Philippe Laburthe-Tolra y Jean-Pierre Warnier.

-Qué es la antropología. Marc Augé y Jean-Paul Colleyn.

-Desarrollo de las teorías de la cultura. Mavin Harris.

-Nuestra especie. Marvin Harris.

-Apuntes y lecturas recomendadas.

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